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Elabora un sencillo registro por escrito a manera de diario de campo de los aspectos

referentes a las relaciones sociales entre sus estudiantes, que te llamaron la atención
durante el tiempo observado.

EL DIARIO DE CAMPO, PRINCIPAL INSTRUMENTO DE TRABAJO.

El instrumento permanente que utilizaremos a lo largo de este esfuerzo de


investigación, es el diario de campo.

El diario de campo, como su nombre lo indica, es el relato informal de lo que sucede


todos los días en nuestro trabajo con los alumnos y en la comunidad. Sus principales
funciones son las siguientes.

Aportar la visión de conjunto de nuestra labor docente.


El diario de campo es el material más vivo, más fresco sobre lo que ocurre
diariamente en la escuela por ser un relato informal de lo que más llamó nuestra
atención en un día de clases. Sigue la secuencia natural del ciclo escolar, al tiempo
que refleja aspectos importantes de nuestro quehacer, tanto en el salón de clases
como en la actividad de la escuela o la relación con los padres. Es lo más cercano a
una visión de conjunto del trabajo docente.

Ser un instrumento de apoyo al análisis de nuestro quehacer


pedagógico.
Por ser la expresión más cercana de lo que sucede diariamente en el salón de clases,
el diario de campo puede cumplir una valiosa función de apoyo a la reflexión sobre
la forma en que trabajamos con los alumnos. Permite rescatar día con día, los
contenidos y actividades que realizamos con los alumnos, así como los resultados que
obtuvimos en distintas áreas.

En casos en que no se cuenta con posibilidades de intercambio frecuente con otros


maestros, el diario de campo cumple la función de retroalimentar nuestro quehacer
pedagógico, gracias al análisis que implica sobre nuestro manejo del programa, así
como de la relación que establecemos con cada uno de los alumnos.

Guardar memoria
Esto es, tener la posibilidad de revisar, en diferentes momentos del ciclo escolar, las
impresiones o reflexiones que día con día fuimos construyendo. Incluso en una
perspectiva de largo plazo, el diario de campo es un documento autobiográfico de
uno o varios casos de trabajo que nos permitirá reconstruir nuestra trayectoria
docente.
Para el caso de la investigación general que realizaremos sobre

nuestro trabajo docente en el medio rural, será muy valioso hacer

distintos cortes en el tiempo (cada dos o tres meses), volviendo a

nuestros primeros relatos sobre los sucesos de cada día, de manera

que podamos detectar intereses específicos, preocupaciones o

cambios en la forma de entender distintas situaciones.

Dar un seguimiento a nuestro propio proceso de aprendizaje a lo

largo de la investigación.

Esta función tiene un carácter evaluativo de la utilidad de la

investigación que realizaremos para enriquecer nuestro

conocimiento del medio y nuestros puntos de vista sobre el trabajo en

el mismo.

De este modo, en nuestro diario de campo, veremos reflejados

cambios en la forma de entender distintas situaciones que acontecen

en el aula y que muchas veces se explican por factores relacionados

con las condiciones en que se da el aprendizaje. La visión sobre los

alumnos, la relación con ellos y sus padres, así como el manejo de

problemas de rendimiento escolar, también no son el tema específico


de este cuaderno, probablemente se vean en alguna medida

modificados conforme avanza nuestro trabajo de investigación en el

ciclo escolar.

El diario de campo será así el mejor instrumento que dé cuenta de

nuestros principales aprendizajes y la forma como influyen en

nuestra práctica diaria.

En este trabajo se propondrán ejercicios de exploración sobre

distintas cuestiones relacionadas con el medio en que laboramos, que

si bien son parte de una sola investigación, se dividen en temas

específicos por razones didácticas.

Interesa, entonces, que no se, pierda de vista lo que cada ejercicio

aporta al tema general.

Por todas estas razones, consideramos al diario de campo como el

material principal de investigación que se desarrollará

paralelamente a todos los ejercicios propuestos.En él quedará

reflejada la forma en que cada uno de los ejercicios de investigación

enriquecen nuestra visión sobre el trabajo diario y, a su vez, será


el material principal que utilizaremos para las actividades de análisis

de nuestra práctica.

La forma de usarlo es muy sencilla:

 Tomamos un cuaderno común y corriente y le hacemos a cada hoja un margen que


nos va a permitir después hacer anotaciones sobre lo relatado.

 Escribimos la fecha y a continuación platicamos con nosotros mismos, en unas


cuantas líneas, lo que nos resultó más significativo del trabajo del día, ya sea con
los alumnos, algún suceso en la escuela o relacionado con la comunidad.

Fecha:

1.4 CÓMO USARON EL DIARIO DE CAMPO ALGUNOS MAESTROS

A continuación ilustramos distintas formas de presentar el diario de campo, tal como


lo han hecho algunos maestros, las cuales no sólo mostrarán diversas formas de
narrar lo sucedido, sino la importancia distinta que cada uno asigna a cierto tipo de
situaciones relacionadas con su trabajo.

Finalmente hacemos mención a algunas formas inadecuadas de utilizar el diario de


campo, por las pocas posibilidades de análisis posterior que ofrecen:

Maestra Dolores:

26 de noviembre

“En este día pasé a los niños de uno por uno al pizarrón para saber cuánto es lo que
estoy avanzando respecto a las matemáticas y me doy cuenta que en el pizarrón hay
algunos niños que no pueden dividir y me preocupa bastante, pues casi ya estamos
de vacaciones y no voy a poder realizar lo que yo había planeado de las otras áreas
pues me tendré que detener para sacarlos adelante”.
1 de marzo

“Hoy empecé el día como siempre pasando lista, después vimos algunos verbos, los
conjugamos y estuve preguntándoles individualmente.

Como a las 11:15 p.m. empecé a ver el aparato digestivo. Todos empezaron a
hacerme preguntas, que cómo se llamaba cada órgano, qué función tenía, y pues,
lo vuelvo a repetir. Me da gusto que ellos se enseñen a hacerme preguntas, pues
veo que entienden lo que les explico excepto algunos niños, que no saben qué
hacer, pues tengo que quedarme 10 ó 15 minutos después”.

Maestro Juan Antonio:

9 de enero

“Lo que he observado en todo el grupo es que algunos niños en algunos días, como
que no están presentes porque se sientan y no trabajan. Entonces les digo que si no
van a trabajar que mejor se vayan a su casa, que no quiero flojos en el salón o que si
sus papás los mandan a que jueguen, pero cuando estoy haciendo mi diario de campo,
es cuando reflexiono y digo: a lo mejor no durmió bien, no almorzó, no tienen ganas,
no fue buena la introducción a la clase, se pelearon sus padres, le pegaron... éstas y
otras preguntas me hago”.

16 de enero

“En este mes si me han ayudado mucho la mitad de los padres de familia con sus
hijos, en vigilar que hagan sus tareas, que lleguen puntuales, que vengan aseados.

Esto ayuda para que otros niños se traten de superar o de ir igual que sus
compañeros.
Así como hay padres que sí les interesa que sus hijos aprendan, hay papás que
ponen poco o nada de interés a sus niños dentro y fuera de su hogar.

Creo que esto es motivo del comportamiento de algunos niños, flojos, alegres,
tristes, trabajadores, inquietos, pasivos, con sueño...”

Maestra Carmen:

15 de abril
“Hoy yo sabía que es día de cobro y aparte de que íbamos a trabajar nada más un
rato, resulta de que a mi compañero de salón se le ocurre no asistir a trabajar y tenía
por fuerza que atender sus dos grupos además del mío, así es de que no pude realizar
nada de lo que traía preparado para hoy. Además nos salimos a las 11 hrs. a.m. para
alcanzar a cobrar. Y transcurrió un día más”.

30 de abril

“Hoy es una fecha muy especial con mi grupo ya que es el Día del Niño, sólo que en
lo personal no me gusta cómo se celebra el día del niño aquí en la Escuela, ya que a
todos los niños se les da lo mismo. Eso está bien, lo que no me parece es que nosotros
no tenemos ninguna muestra de afecto, ya que nos dedicamos a preparar todo lo que
se les da para todos, y no los hacemos, por ejemplo, el Día del Niño, juegos,
concursos, etcétera”.

19 de octubre

“Cuando entré al salón les pedí la tarea a los alumnos. Todos la trajeron. Ahora es
viernes, doy un repaso de todo lo que vimos durante la semana pero no voy a terminar
mi objetivo porque salimos a las 10:30 a la inauguración de Rincón de lecturas y
después nos reuniremos con el director para asuntos administrativos”.

23 de octubre

“Hoy empecé mis actividades. Primero revisé la tarea de cada alumno. Me faltaron 4
niños que no hicieron la tarea. Mandé llamar a las mamás de estos niños y les
comuniqué que no habían traído la tarea y me dijeron que los habían mandado a
trabajar, a cortar rastrojo 3 de las señoras y la otra dijo que lo habían mandado a
buscar un burro que se les había salido de la casa”.

Como podemos observar en los textos anteriores, cada maestro tiene su propio estilo
de relatar los sucesos que más le llamaron la atención durante el día. Asimismo,
percibimos que cada uno dá más importancia a distintas cosas.

Por ejemplo, la maestra Dolores y el maestro Juan Antonio centran las reflexiones
principalmente en el trabajo realizado en el salón, mientras que la maestra Carmen
parece más preocupada por la organización escolar. De la misma forma, el maestro
Juan Antonio y la maestra Alicia coinciden en-hacer comentarios sobre la relación
con los padres de familia, a partir de la colaboración que solicitan de ellos en las
tareas de los niños.
De alguna manera, los diarios de campo reflejan lo que sucede en la vida de la escuela,
y la manera en que la dinámica de trabajo se modifica si se trata de un día lunes, un
viernes, un día de pago, de fiesta, etc. Asimismo, el medio en que viven los niños
parece asomarse continuamente al salón de clases, a través de ellos mismos, quienes
llegarán, como decía uno de los maestros, “alegres, inquietos, sin almorzar o con
sueño”, dependiendo de lo que viven en sus casas, o bien, como en el caso de la cuarta
maestra, viendo afectado su trabajo escolar por la necesidad de colaborar en tareas
familiares.

Vemos así que el diario de campo es un instrumento muy fresco para analizar lo que
ocurre todos los días desde el punto de vista de quien lo escribe. Esto depende en
buena medida de que los relatos sean hechos el mismo día, basados en lo que
efectivamente sucedió con los niños y en la escuela y conteniendo nuestras
impresiones u opiniones más espontáneas sobre esos Sucesos.

Existen algunas formas de realizar el diario de campo que resultan poco útiles para
fines de análisis. A continuación ilustramos tres formas inadecuadas del diario de
campo:

El diario de campo utilizado como cronograma de actividades

7 de noviembre

“Actividades que marca el cronograma:


Matemáticas: operaciones fundamentales.
Español: ejercicios sobre el objeto indirecto.
Ciencias Naturales: ejercicios sobre el tema: la minería.
Ciencias Sociales: El Porfiriato e iniciación de levantamiento en armas 1908.
Llamamiento de Francisco I. Madero “.

8 de noviembre

“Las actividades fueron normales dentro del salón:


Matemáticas: multiplicación por 10, 100 y 100
Español: hacer ejercicios de lectura de comprensión.
Hacer un cuestionario sobre lo leído.
Ortografía: palabras que terminen en ción.
Ciencias Naturales: libro de texto.
Ciencias Sociales: Caudillos que iniciaron la Revolución Mexicana”
Como se ve en estos ejemplos, el diario de campo se está utilizando como equivalente
al cronograma. Esto no tiene ningún sentido, en primer lugar porque si ya existe el
cronograma no se trata de crear un instrumento paralelo que solamente repita
información. En segundo lugar, porque esta forma de presentación no aporta ningún
elemento de lo que realmente ocurrió. Ni siquiera es posible conocer si todo lo
planeado se realizó, tampoco cómo resultó el trabajo con los niños, qué otros sucesos
hubo, etcétera.

El diario de campo utilizado al cabo de la semana, como un recuento de sucesos, que


se realiza tiempo después de que ocurrieron.

“En esta semana estuvimos trabajando la ortografía y las unidades 3 y 4 de Español.


En Matemáticas me proponía acabar de explicar los quebrados, pero no lo pudimos
hacer porque hubo varias interrupciones en la semana. Tampoco avanzamos lo
esperado en Naturales y Sociales, aunque el evento del 20 de noviembre sirvió para
trabajar algunos temas de historia”-

Esta segunda forma de presentar el diario de campo es también inadecuada, pues


tiene el problema de que pierde la frescura y la espontaneidad del relato que se hace
inmediatamente después de los sucesos vividos.
Si bien en términos de análisis puede resultar más útil que el anterior, pierde “la
anécdota del día” que aporta mucho, sobre todo después de realizarlo varios días,
para entender la dinámica que se da en el salón de clases o en la escuela.

Por ejemplo, cuando un maestro, al revisar su diario de campo, encuentra una y otra
vez el comentario de que cierto niño interrumpió y lo regañó, al otro día algo parecido
y así sucesivamente; es más fácil notar una situación como ésta cuando se hace el
registro todos los días, que si se hace un relato general que abarca cuatro o cinco días.

En caso de no contar con tiempo suficiente para hacerlo todos los días o tres veces a
la semana, vale más mantener el estilo del relato diario, el día que se haga, que
pretender ponerlo al corriente” de días o semanas anteriores”.

El diario de campo utilizado como anecdotario, sin orden ni concierto.

Lunes 24

“El profesor Juan dejó sus labores a las 10 de la mañana”.


Jueves 18 de octubre

“En el salón de 4º estuvieron presentes todos los niños. Creo que no hubo ningún
faltante”.

Martes 12 de noviembre
“Los alumnos realizaron unas actividades de trabajo del salón de clases tales como
aseo del salón, arreglo de mesabancos”.

Viernes 15 de noviembre

“Hoy viernes a mis alumnos les gustó mucho la clase de C. Sociales porque dijeron
que estuvo muy interesante”.

Como se ve aquí, lo breve y variado de las anécdotas que cada día se mencionan, no
permiten contar con un relato de los sucedido ni en la clase ni en la escuela, por lo
cual pierde igualmente su función de apoyo a la reflexión del maestro que lo realizó.

1.5 INICIO DE NUESTRO DIARIO DE CAMPO.

ACTIVIDAD 1

El momento de arranque para utilizar el diario de campo es hoy mismo. La


investigación comienza en el momento en que escribamos el primer relato sobre el
trabajo del día.

Preguntémonos ¿cómo me sentí hoy?, ¿qué trabajé con los niños?, ¿me enojé
mucho?, ¿me dio gusto algo en especial?, ¿cómo nos fue el día de hoy?, ¿sucedió algo
que me llamó la atención con mis alumnos o en la escuela?, ¿vino alguien a mi salón
de clase?. Cualquier pregunta que nos remita a los sucesos y a cómo los vivimos
puede ayudarnos a soltar la pluma.

Más adelante iremos sugiriendo distintas formas de análisis de la formación


contenida en nuestro diario de campo.

Comenzar a elaborar nuestro diario de campo es, pues, el primer ejercicio de


investigación y que se continuará de manera paralela a las demás actividades de
investigación, ya que éstas en buena medida se apoyarán en los relatos hechos en
nuestro diario de campo. Por lo mismo se recomienda, en lo posible escribir algunas
líneas diariamente, al término del trabajo con los alumnos, o al menos tres veces por
semana.

Concluimos este apartado citando las reflexiones de dos maestros a propósito de la


utilidad del diario de campo para enriquecer su trabajo con los alumnos:

“Fue valioso el anotar nuestros problemas y soluciones. El Diario de Campo


francamente es un apoyo que da fuerza, ímpetu y sensibilidad.

Durante la elaboración de este diario hay grandes lagunas temporales.

Espero que para el próximo tenga la suficiente dedicación para anotar mis reflexiones
diarias”
url: http://enriprado.blogspot.mx/2011/11/diario-de-campo.html

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