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Lesiones físicas y deportivas

Cuando se realizan ejercicios físicos o actividades deportivas, es posible que


se presenten algunas lesiones, ya sea por la falta de calentamiento o por un
mal procedimiento de enfriamiento. El calentamiento comprende todas las
actividades anteriores al deporte o ejercicio principal. Se realiza con una
intensidad moderada y de forma suave, para preparar el organismo para un
esfuerzo mayor.


El calentamiento aumenta la temperatura muscular, lo cual permite una mejor contracción y
relajación de los músculos y aumenta el número de latidos del corazón y de respiraciones, facilitando
de esa manera el aporte de sangre y oxígeno en la fase inicial de la actividad física. Además de la
preparación física, es necesario realizar las actividades de calentamiento para evitar el riesgo de
lesiones. El enfriamiento consiste en regresar a la situación de reposo de forma progresiva,
realizando ejercicios gimnásticos suaves y estiramientos.

Después de una actividad física intensa no se debe parar bruscamente, es fundamental enfriar de
forma adecuada y progresiva, ya que ayuda a mantener una buena elasticidad muscular y evita que la
sangre se acumule en las extremidades inferiores y se produzca un desfallecimiento por falta de
riego cerebral.

Además del calentamiento y del enfriamiento, existen otros factores que predisponen a las lesiones,
como la edad, las características personales, abuso del ejercicio, enfermedades, dieta, el reposo,
consumo de drogas, ropa y calzado, terreno deportivo.

Existen diferentes tipos de lesiones, pero todas se pueden prevenir siguiendo estas sugerencias:
cuidado de la salud, corrección de alteraciones que limiten la actividad física, alimentación
equilibrada, descanso necesario, adecuación de la actividad física a la edad, higiene deportiva,
práctica de actividades de calentamiento y enfriamiento, entrenamiento y técnica adecuados, uso de
material deportivo pertinente, hidratación adecuada, higiene corporal, etc.
LESIONES FÍSICAS COMUNES

1. Lesiones esqueléticas: fracturas.

2. Lesiones ligamentosas articulares: esguinces, luxaciones.

3. Lesiones musculares: tirones, contusiones, roturas.

4. Lesiones tendinosas: tendinitis, peritendinitis, roturas.

FRACTURAS

Las fracturas son roturas, parciales o totales, de un hueso. Hay dos tipos de fracturas, que se deben
diferenciar a la hora de dar los primeros auxilios:

Fracturas abiertas

Cuando además de la rotura existe una herida en la piel adyacente, poniéndose el hueso en contacto
con el exterior. Se identifica a través de la hemorragia externa.

Fracturas cerradas

Es el caso del hueso roto que no presenta daños en la piel situada encima de la lesión.

Los síntomas son:

Dolor intenso.

Deformidad, según el grado de desviación.

Imposibilidad de realizar movimientos activos.

Crepitación al rozar los extremos del hueso.

Movilidad anormal.

Procedimiento:

En fracturas abiertas, hacer lo posible para detener la hemorragia, en caso de existir.

Inmovilizar al lesionado con férulas, vendajes, etc., evitando manipular la parte afectada.

Recurrir a un centro sanitario en la mayor brevedad posible.

ESGUINCES

Son lesiones caracterizadas por la distensión o rotura de uno o varios ligamentos de una articulación.
Son provocadas por movimientos forzados sobre una articulación que provoca una apertura superior
a la fisiológica.

EL ESGUINCE DE TOBILLO ES EL MÁS FRECUENTE.

Existen tres grados de esguince

Grado I: es leve, un ligero estiramiento de la cápsula y los ligamentos.

Grado II: es un desgarro moderado.


Grado III: es grave. Se presenta una rotura completa de uno o varios fascículos ligamentosos.

Los síntomas que se presentan son:

Dolor

Inflamación

Impotencia funcional

Procedimiento:

Inmovilizar la articulación con un vendaje compresivo.

Elevar el miembro afectado.

Dirigirse a un centro médico.

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