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TENER MENOS ES SENTIR MAS

Andrés Felipe Pérez

26/09/2017

Tal y como el gran arquitecto Ludwig Mies Van Der Rhoe declara “menos es más”, considero que se
puede aplicar en la vida diaria y no solamente en la arquitectura. Como se muestra en la película “El
último regalo”, Jason, quien había recibido todo lo que deseaba en su vida sin consecuencia alguna.
Sin embargo, él no se sentía completo, su única meta en la vida era divertirse y pasar un buen rato.
A pesar de tener el dinero, al igual que muchos, tienen un vacío emocional que no pueden llenar
con objetos materiales.

A lo largo de la película se muestra como Jason, un joven adinerado y consentido, progresa,


evolucionando su forma de manejar sus sentimientos y lidiar con los problemas. Tras la muerte de
su abuelo, y una serie de pruebas destinadas por el difunto para que Jason recibiera su herencia;
Jason se tiene que enfrentar a situaciones a las que nunca antes había sido expuesto. Al perder todo
su dinero, se dio cuenta que aquellos a quienes consideraba cercanos como sus amigos, novia y
familia lo abandonaron. De igual forma descubrió el encanto de lo sencillo y a apreciar las cosas por
su valor sentimental. Conoció a una madre con su hija las cuales le mostraron una nueva forma de
vida y que el amor es más importante que las cosas materiales.

Jason tras perder su fortuna, falsas relaciones y toda esa parafernalia que lo rodeaba encontró algo
que realmente tenía un valor en su vida, encontró su propósito. Tras abandonar su ego y ganas de
tenerlo todo para él, se dio cuenta que le daba verdadera felicidad poder ayudar a otros y cumplir
sus propósitos de vida y sus sueños. De igual forma descubrió la satisfacción en el trabajo duro. Tras
su primera prueba, se enfrentó al trabajo manual impuesto por el amigo de su abuelo y luego de un
mes de trabajo obtuvo su paga acorde al trabajo que había hecho.

Finalmente cabe resaltar que Jason tenía muchos vacíos sentimentales los cuales decidió llenar con
satisfacciones mundanas y materiales las cuales realmente lo único que hacían era acumularse sinfín
sin realmente satisfacer ninguna de sus necesidades reales. Volviendo a la reflexión inicial de
“menos es más” se demuestra que es en las cosas simples que se puede encontrar la mayor
satisfacción posible. No sólo en la arquitectura sino en la vida. Aquellos que aprenden a valorarlas
son aquellos quienes verdaderamente disfrutarán la vida y vivirán al máximo.

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