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Partiendo de la base que no soy profe de infantil puedo imaginarme la situación en la

actividad descrita.

Durante la realización de cualquier actividad propia para alumnos de dicha etapa estamos
con los sentidos abiertos. Evidentemente, con unos más que con otros. Los más utilizados
son la vista, el oído y un poco el tacto. Por este orden. En segundo plano queda el olfato y
el gusto.

Para trabajar la vista en los alumnos realizaría actividades de suelo, juegos que impliquen
movimientos horizontales y de seguimiento, cuidaría la decoración del aula: limpieza
visual, uso de papeles translúcidos de colores... Todo esto para estmular este sentido en
los alumnos.

Para trabajar el oído cuidaría muy bien los sonidos del aula, el tono de voz y utilizaría
música muy suave para ayudar a la relajación.

Y, para el fomento y mejora del tacto, facilitaría estímulos con diferentes materiales,
texturas y temperatura. Por ejemplo.

En cuanto al sistema vestibular si que se puede observar alumnos en caso de


hiposensibilidad e hipersensibilidad. En ambos casos se aprecia los diferentes síntomas
que los identifican: dificultad para sentarse, torpeza motora y algunos problemas de
atención.

Y, por último, en el sistema propioceptivo también se pueden identificar casos en los


diferentes alumnos. Tienen poca coordinación de movimientos. Estos son en bloque. Bajo
tono muscular (aunque creo personalmente que esto no tiene nada que ver). Pobre
motrocidad gruesa y fina...

Una vez identificamos o, “diagnosticamos” a cada uno de nuestros alumnos es más fácil
poder tratarles y ayudarles en sus carencias o fomentar sus virtudes.

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