Está en la página 1de 13

VIACRUCIS VIVIENTE Testigo 2: Hace milagros y hasta exorcismos sin autorización de

nuestros sacerdotes, por tanto, invoca el poder de Belcebú; la Ley


PRIMERA ESTACION: LA SENTENCIA DE JESUS manda desaparecer a todos los invocadores del demonio.
ESCENA 1: Testigo 1: Ha discutido abiertamente con nuestros jefes religiosos,
Narrador: En la casa del Sumo sacerdote Caifás se hallaban oponiéndose a su enseñanza. Y hasta blasfemó llamando Padre a
reunidos los maestros de la ley y las autoridades judías, satisfechos Yahveh, y diciendo: "Mi Padre y Yo somos uno". Manda el sagrado
de haber logrado capturar a Jesús. Con sus espías, habían Libro del Levítico castigar con la muerte a quien blasfeme el nombre
convocado de noche a los 23 miembros más leales, el mínimo para del Señor, bendito por los siglos.
una decisión del Sanedrín, cuerpo de 70 ancianos responsables de Testigo 2: Ha perdonado los pecados, como si fuera Dios; se ha
los asuntos civiles, legislativos, judiciales y religiosos del pueblo. Por confesado pastor de Israel, como Dios mismo; ha resucitado algunos
más de 40 años Anás había sido el verdadero dueño de Israel, muertos, como si fuera el señor de la vida; y hasta ha prometido el
padrino todopoderoso de la mafia sacerdotal que controlaba el país. Espíritu Santo, como si fuera el Altísimo.
Su yerno Caifás era un mero títere. El templo era un buen negocio al
funcionar como centro bancario y mercado para las ofrendas. Como Sumo Sacerdote: ¡Ha blasfemado, reo es de muerte!.
serpientes estaban acostumbrados a corromper a los jueces. No Sanhedrín: ¡Ha blasfemado, reo es de muerte!
creían sino en los intereses de los grandes. Los romanos realzaron
Sumo Sacerdote: ¿Tienes algo qué responder o declarar a tu favor
su prestigio para hacer creer que los judíos se gobernaban a sí en contra de los testigos? (Silencio; Jesús ni siquiera le mira).
mismos; pero ofrecían el cargo al mejor postor entre los
colaboracionistas de la política del invasor. Sumo sacerdote: ¿No tienes nada qué responder? ¿Qué es ésto que
declaran en tu contra?
Sumo Sacerdote: Que pasen los testigos (Solemne, todos ¿Juran,
por el Dios viviente, declarar toda la verdad y solamente la verdad? Criado 1: Irrespetuoso judío, respóndele al representante del
Altísimo en el pueblo (le da un golpe en la mejilla).
Testigos: (una mano al pecho, otra levantada junto al rostro con la
palma al frente, la cabeza inclinada) Juro. Jesús: Si he hablado mal, demuéstramelo; y si no ¿por qué me
pegas?
Sumo Sacerdote: Oigamos su declaración.
Sumo Sacerdote: Basta ya, Jesús. En nombre de Dios vivo te mando
Testigo 1: Este hombre dijo: Yo puedo destruir el sagrado Templo de
que nos contestes: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo de Dios?
Dios y reconstruirlo en tres días. Eso significa blasfemar contra el
templo; y la Ley manda castigar a los blasfemos apedreándolos. Jesús: Tú lo has dicho, Yo soy. Así es, tal como acabas de decir. Y
les anuncio además que a partir de hoy ustedes verán al Hijo del
Testigo 2: Además, todos hemos visto cómo profana abiertamente el
Hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y viniendo sobre las
sábado.
nubes.
Testigo 1: Se proclama a sí mismo profeta, y hasta ha tenido el Sumo Sacerdote: (rasga su túnica) ¡Ha blasfemado! ¿para qué
atrevimiento de igualarse a Moisés, al Mesías, y hasta a la Ley y al
necesitamos más testigos? ustedes mismos acaban de oír esas
Altísimo. Un blasfemo contamina a nuestro pueblo santo, y sólo
palabras escandalosas ¿Qué les parece?
apedreándolo se quita esta mancha colectiva.
Sanedrín: ¡Merece la muerte! ¡Merece la muerte!
Sumo Sacerdote: Nosotros no tenemos "derecho de espada", Sumo sacerdote: A nosotros no se nos permite dar muerte a nadie.
reservado a los ciudadanos romanos. Así que llevemos al preso a Pilato: ¿Qué ha hecho digno de muerte?
nuestro gobernador, que sea quien dicte la sentencia.
Sumo Sacerdote: Hemos comprobado que este hombre es un
Criado 1: Pero ¿qué acusaciones podremos hacer que interesen a
agitador; no quiere que paguen los impuestos al César; y además se
Pilato y pueda condenarlo a muerte? dice rey de los judíos enviado por Dios; si lo aceptas tendrás
Sumo Sacerdote: Diremos que evade impuestos y que predica que problemas con Roma.
no los paguen. Diremos que pretende hacerse rey, y ese es un
Pilato: Quiero hablar a solas con él.
crimen muy grave de lesa majestad. Porque no basta que le maten;
es necesario que muera vergonzosamente, de suerte que se borre Criado 1: Retírense un momento, por favor, mientras entrevista al
para siempre su nombre de la historia. (Entre empellones, burlas y reo en particular.
golpes lo llevan los soldados). Sumo Sacerdote: ¿Dudas de nosotros? Si éste no fuera malhechor
Narrador: Poncio Pilato fue el quinto procurador romano que dirigió no te lo hubiéramos traído?
Palestina desde que Roma quitó a Arquelao, hijo de Herodes el Criado 1: Es una orden: Retírense un momento, mientras entrevista
grande. La dura disciplina de la Legión le hizo exigente. Veía mal a al reo.
los judíos, ya que Palestina era un islote en el imperio, que no
seguía las costumbres romanas, despreciaban abiertamente a los Pilato: Jesús de Nazaret ¿eres tú el rey de los judíos?
invasores, sintiéndose elegidos de Dios, y tenían muchos privilegios Jesús: Me haces esa pregunta por tí mismo, o te lo han dicho otros
de autonomía concedidos por César Augusto. Apenas llegado Pilato de mí?
de Cesarea, metió de noche las insignias y banderas romanas al
templo, y al siguiente día la multitud ocupó el palacio dispuestos a Pilato: ¿Acaso soy yo judío? A mí que me importan sus distinciones
morir antes que ser desalojados, mientras una comisión en Cesarea religiosas y sus líos internos. Basta que protestes fidelidad al imperio
pedía su destitución, hasta que cinco días después cedió Pilato. En y me supliques clemencia. Conque ¿tú eres rey?
el Palacio de Herodes colocó unos escudos de oro en honor de Jesús: Tú lo has dicho, yo soy rey, pero mi reino no es de este
Tiberio, pero las presiones del pueblo le obligaron a retirarlos por mundo. Si fuera rey como los de este mundo, mi guardia habría
orden del mismo emperador. Su red de espionaje le había mantenido luchado para que no cayera en manos de los judíos; pero mi reino no
bien informado sobre la acción de Jesús de Nazaret. Bien sabía que es de aquí.
si ahora los zorros judíos acudían a él era porque intentaban
Pilato: ¿Esto significa que tú verdaderamente eres rey?
tenderle una trampa y tramaban una maldad.
Jesús: Para ésto nací y para ésto vine al mundo: para ser testigo de
ESCENA 2:
la verdad; todo el que es de la verdad escucha mi voz.
Pilato: ¿Qué acusación traen contra este hombre?
Pilato: Esto es cosa de gobierno, no discusiones filosóficas; aquí se
Sumo Sacerdote: Hemos hecho juicio contra él, y el Sanhedrín en trata de poder, no de verdades ¿qué es la verdad? ¡Criado, llama al
pleno lo ha encontrado merecedor de muerte por ir contra nuestra Sanedrín!
Ley.
Criado: Excelentísimo Caifás y Consejo judío del Sanhedrín: su
Pilato: Tómenlo entonces ustedes y júzguenlo según su Ley. excelencia el procurador Poncio Pilato les llama.
Sumo Sacerdote: Si no fuera un malhechor no te lo hubiéramos Herodes: Bienvenido, Jesús, toda esta concurrencia te espera; todos
traído. teníamos grandes deseos de conocerte. ¿Cómo es posible que te
traigan encadenado y esposado, si tienes fama de santo y
Pilato: Yo no encuentro en él ninguna culpa.
milagroso?
Sumo Sacerdote: Eres traidor al César si aceptas un rey rival que
agita al pueblo. Además, tiene gente armada, ha dicho muchas Todos: ¡Ja, ja, ja!
ofensas contra el imperio y sus instituciones. Por algo Herodes no lo Herodes: ¡Qué bien aprendiste las artes de la magia, para arrastrar a
quería en Galilea. las multitudes y dejarlas maravilladas! Dános una demostración ¿o
acaso se te secó la fuente de tu poder frente a nosotros?
Pilato: ¿Es galileo? Entonces está bajo la jurisdicción de Herodes,
llévenlo a Herodes, pues yo no quiero problemas con él. Todos: ¡Ja, ja, ja!
Sumo sacerdote: No conviene, pues la ciudad ya está despierta y no Herodes: Voltea a ver mi hermoso rostro y mira a esta noble
queremos que, en plena víspera de la fiesta, se haga publicidad. concurrencia. Si nos diviertes, podrás salvar tu vida, y hasta seremos
tus seguidores y propagandistas.
Pilato: Llévenselo al Palacio del Idumeo; ésta será nuestra
reconciliación después de que degollé sin su consentimiento a unos Todos: ¡Ja, ja, ja!
galileos. ¡Fuera!. (Llevan a Jesús los soldados entre injurias). Herodes: Vamos, haz aquí los prodigios que sabes: multiplica ahora
Narrador: Herodes Antipas, hijo de Herodes el grande, era un hábil los panes, o convierte el agua en vino, o adivina las conciencias, o
político que se mantuvo a flote cerca de 40 años, y el emperador le cura a los leprosos, ¿Qué pasó? ¿se te acabó el poder a fuerza de
concedió el título de Tetrarca, es decir, un verdadero rey en un tanto ejercitarlo?
mundo en que las fortunas subían y bajaban rápidamente. Todos: ¡Ja, ja, ja!
Traumatizado por las brutalidades de su padre, que en su demencia
recordaba a la esposa y hermanos que había asesinado, era Herodes: Ya veo que te has empeñado en dejarme en ridículo, pues
supersticioso, temeroso, vacilante. Su capital estaba en Séforis. ni siquiera te has dignado levantar la cabeza para verme
Casado con la hija del rey Aretas, públicamente vivía en concubinato Todos: ¡Ja, ja, ja!
con la mujer de su hermano Filipo, y por Herodías mató a Juan
Bautista, cuyo fantasma le perseguía. Sus policías le tenían bien Herodes: Me estás colmando la paciencia con tu silencio, Jesús.
informado del nuevo enemigo por eliminar, sobre todo cuando le ¿No crees que deberías ser más atento conmigo? Puedo salvarte.
llamó zorro, por astuto y al mismo tiempo insignificante, pues no era Basta que me lo supliques, como otros que se han arrastrado a mis
un león poderoso sino un zorro que presume de un poder del que pies.
carece. Pero a Jesús debía desaparecerlo con mayor delicadeza; no Criado: No quiere hacerte caso. ¿Por qué no lo mandas al calabozo
podía repetir el error cometido con el bautista. Ahora que Pilato le y ordenas su muerte?
manda a Jesús, se le presenta la ocasión de demostrar a Jesús su
poder. Invitó a los suyos para presentarles un espectáculo de Herodes: Mira, Jesús, el que ríe al último ríe mejor. Amable
prestidigitador, ya que le han contado sus prodigios. concurrencia: Este galileo se proclama rey y lleva tres años
intentándolo, pero ¿no es cierto que es un pobre infeliz que ni
ESCENA 3: poderes tiene?
Todos: ¡Ja, ja, ja!
Herodes: No cabe duda que es un loco. Le habíamos creído, pero es Pilato: Bueno, han llegado en buen momento, pues propondré a dos
un loco de remate. Pongámosle un vestido brilloso, de los que ya no candidatos, y el pueblo elegirá.
se usan, y divirtámonos como si fuera nuestro rey. (Le ponen sus
Sumo Sacerdote: ¿Con quién comparas a este canalla?
criados el vestido de payaso) Voy a darle las gracias a Pilato por
esta diversión que nos permite. Pilato: Con Barrabás. Barrabás fue apresado por un asesinato en un
motín. Tiene antecedentes de salteador.
Todos: ¡Ja, ja, ja!
Sumo Sacerdote: Jesús es peor, porque es mosquita muerta.
Herodes: Así terminan los locos que se creen reyes. Salve, mi rey
¿ordena algo?. Llévenlo a Pilato. Pilato: Jesús de Nazaret es un pobre iluso que quiere cambiar el
mundo a base de verdad y sólo es seguido por un grupo de doce
Soldados: (Los soldados le vendan los ojos y lo sacan entre burlas)
que ya huyeron.
¡Salve, rey de los judíos!
Sumo Sacerdote: Estás orientando la votación ilegalmente.
Soldados: Salve, rey de los judíos. Preferible un luchador radical que organice al pueblo, y no un blando
ESCENA 4: peligroso.
(Entra un grupo del pueblo gritando) Pilato: ¿A quién quieren que les deje libre: al terrorista Barrabás o a
Jesús su rey?
Grupo: ¡Libertad para Barrabás! ¡Barrabás! ¡Barrabás! ¡Barrabás!
Sumo Sacerdote: Suelta a Barrabás.
Pilato: Ah, se me olvidaba. Por la fiesta de la Pascua les tengo qué
dejar libre a un prisionero. Y vienen a pedirme la libertad de Pueblo: (azuzado por el Sumo Sacerdote) ¡Barrabás, Barrabás,
Barrabás. ¿Qué desean? Barrabás!
Grupo: ¡Libertad a los presos políticos! ¡Cumplimiento de la amnistía Pilato: Pregunto en serio: ¿Quieren que suelte a Barrabás?
de Pascua! ¡Libertad para Barrabás! Pueblo: ¡Barrabás, Barrabás, Barrabás!
Pilato: Lo propondré a mis consejeros y seguiremos los pasos
Pilato: ¿Y qué quieren que haga con el que llaman rey de los judíos?
legales.
Sumo Sacerdote: Crucifícalo como a los malditos traidores y
Grupo: ¡Justicia a la justicia! ¡Suéltalo ahora mismo! ¡Barrabás,
esclavos.
Barrabás, Barrabás!
Pueblo: ¡Crucifícalo, crucifícalo!
Pilato: Voy a proponerle a dos al pueblo para escoja. Por lo pronto
¡Traigan a Barrabás! Pilato: Pero ¿qué mal ha hecho? No encuentro en él causa de
muerte.
(Entran los soldados con Jesús)
Pueblo: (azuzado por el Sumo Sacerdote) ¡Crucifícalo, crucifícalo!
Pilato: ¿Nuevamente ustedes? ¿Acaso no era de la jurisdicción de
Herodes? Pilato: Está bien. Escribano del Imperio, escribe en el documento
que enviaremos a Roma lo siguiente: Hoy, 14 de nizán, se concede
Sumo sacerdote: Herodes nos remitió de nuevo contigo, para que le
la libertad al terrorista Barrabás por la amnistía pascual, a petición
apliques la pena de muerte. del pueblo.
Longinos: ¿Y qué haremos con Jesús?
Pilato: Aplíquenle el castigo de la flagelación romana. (Los soldados Soldado 1: Pensar que podríamos estar jugando dados en el
le llevan al centro, continuando las burlas, y lo van atando a un Pretorio, pero nos aguadaron el descanso con tu caso fuera de
columna pequeña, quitándole la túnica y vendándole los ojos). programa.
Pilato: Déjenme solo un rato. Retírense todos. ¡Cómo me enfada que Soldado 2: Cómo molesta ese maldito brotar de sangre, cuando no
me presionen las turbas, que juzgan por instintos, por suposiciones! has dicho ni una maldición (Jesús se desvanece; lo tratan de
No hallo culpa en Jesús, pero me están obligando a ejecutarlo en la reanimar y levantar).
cruz.
Soldado 1: Algo raro encontré en este reo. No se queja ni maldice
Criado: La esclava de tu esposa Claudia ha traído este mensaje para como otros.
tí (Entrega la tablilla encerada) Soldado 2: Una de dos: o es inocente, o es un cínico.
Pilato: (Hace como que lee)
Soldado 1: ¿Y si hubiéramos cometido una injusticia?
ESCENA 5: Soldado 2: Olvídalo; nosotros sólo obedecemos. Un amigo íntimo de
Narrador: Con toda razón llamaban "media muerte" al suplicio de la su grupo lo traicionó y lo entregó; el consejo supremo judío lo
flagelación, pues, si lograba sobrevivir el reo, quedaba marcado para condenó en un juicio con varios testigos; lo llevamos a Herodes;
toda su vida. Los azotes los propinaban con unos látigos que Pilato dictó la sentencia por presión popular. Es su pueblo el que le
terminaban en figuras de plomo, ya sea en forma de bolita o de dio la espalda.
estrella. Los judíos sólo podían aplicar 40 azotes menos uno; pero
Soldado 1: Si eres un ser divino de verdad, reduce a ceniza a esos
los romanos flagelaban al reo hasta extenuarlo.
bribones judíos, son lo peor que tiene el Imperio.
Soldado 1: (flagelándolo entre dos) Ni modo que seas un dios, pues Soldado 2: Sin duda un gran dolor moral ahora lo atormenta.
si fueras Dios no te estaríamos azotando, los que moriríamos
seríamos nosotros. Soldado 1: No nos pongamos románticos, divirtámonos a lo lindo,
jugando con él al rey de burlas.
Soldado 2: Tal parece que tu única riqueza era tu mensaje y la
gente, pues todo te ha quitado. Soldado 2: Sí, ya que tardará en reponerse, pues se ha desangrado
mucho y no ha probado alimento. Ni modo que Pilato exija pronto su
Soldado 1: ¿No que venías como mesías y salvador del género
comparecencia.
humano? Ahí te va ésto a ver si te salvas.
Soldado 1: Los judíos quieren un rey. Vistámoslo de rey, y juguemos
Soldado 2: Loco que te crees poder contra los romanos, aquí estás a los honores cortesanos.
viendo su poder tiránico.
Soldado 2: Aquí está esta clámide roja que usamos de jerga, es
Soldado 1: Decías que salvabas a los demás con la ayuda de Dios,
como si fuera su manto real.
pero ahora no puedes salvarte a tí mismo.
Soldado 1: Atémosle las manos, aunque la cuerda le avive las
Soldado 2: Haz el milagro de salvarte. No puedes ¿verdad? pues
heridas: son sus brazaletes.
tienes las manos amarradas.
Soldado 2: Ahora, lo sentamos en este comedero de los caballos,
Soldado 1: Fulmínanos si eres Dios. No te tenemos miedo, al como si fuera su trono.
contrario, mira, te azotamos.
Soldado 1: Ah, nos falta la corona. En el patio está un manojo de Pueblo: (azuzado por el sumo sacerdote) ¡Fuera, fuera, crucifícale!
ramas de zarza, todavía blandas, con espinas largas y puntiagudas. Pilato: Traigan agua para lavarme las manos, soy inocente de la
Ahora vuelvo con un casco de espinos como corona.
sangre de este justo.
Soldado 2: No tiembles, Jesús. ¿Es de miedo, o de fiebre? Hagamos
Sumo Sacerdote: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros
menos seria tu inevitable muerte. hijos!
Soldado 1: Aquí está la corona. Ufff, no le queda. Estírale; métesela
Pilato: Ordeno para Jesús la crucifixión.
a la fuerza. Ni modo, ya te sangramos, pero es que no te la hice a la
medida. Para tal rey, tal corona. Sumo Sacerdote: No, así no vale. Esperamos formalmente la
sentencia, con las formalidades que pide el Imperio.
Soldado 2: Ahora estás mejor. Mírate, rey, en mi coraza. Ah, pero
falta el cetro. Pilato: Jesús nazareno, irás a la cruz; ha hablado Roma imperial.
Soldado 1: En el establo hay una caña. Ahora vuelvo con ella, con Sumo Sacerdote: No basta todavía. Firma un documento escrito
ella estaban limpiando el drenaje. donde ordenas su muerte, y dictas pública sentencia.
Soldado 2: ¿Cómo se te ocurrió creerte rey, cuando no tienes nadie Pilato: Está bien. Escribano: escribe en la tabla que trae Longinos.
que te defienda pagándonos una fianza? "Jesús de Nazaret, el rey de los judíos".
Soldado 1: Aquí tienes tu cetro, mi rey. Sumo Sacerdote: No, no, no, así no, sino "el que se dice rey de los
judíos".
Soldado 2: Somos tus vasallos y cortesanos.
Pilato: Lo escrito, escrito está. Longinos, así todos entenderán quién
Soldado 1: Me inclino ante tí, y como honores te doy este golpes,
muere así.
para que adivines quién fue.
Sumo sacerdote: ¡Bravo, hemos ganado! ¡Muera Jesús!
Soldado 2: Te jugamos bromas como a los enemigos tomados
cautivos, pero te reconocemos nuestro rey: ahí te van estos SEGUNDA ESTACION: JESUS LLEVA LA CRUZ
gargajos. 1 Corintios 1,18-25.
ESCENA 6: Jesús: El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, que cargue
Pilato: ¡Longinos: que traigan al reo! con su cruz de cada día y me siga.
Longinos: Soldados, traigan al reo. (Traen a Jesús tambaleándose, Jesús: Ni un vaso de agua dado en mi nombre quedará sin
con la clámide, la caña y la corona de espinas, sin túnica). recompensa (prueba, pero no bebe).
Al llegar Jesús, Pilato se levanta y lo hace sentar en su silla. Longinos: Conste que yo sólo ejecuto órdenes; no tengo nada contra
tí. Procuraré hacerte sufrir lo menos posible. Tengo experiencia de
Pilato: Me presentaron a este hombre. Le interrogué, y yo no he sobra en estas ejecuciones. Soldados: nos iremos por el camino más
hallado en Jesús de Nazaret ninguna culpa. Tampoco Herodes, pues
breve, pues el nazareno podría no resistir.
nos lo devolvió sin nada de muerte que se le haya probado. He aquí
al Hombre. Sumo Sacerdote: No puedes hacer éso, es ilegal. Las leyes dicen
que los condenados deben ser vistos por toda la ciudad que
Sumo Sacerdote: ¡Fuera, fuera, crucifícale! contaminaron con sus infamias. Que sea paseado por la ciudad.
Pueblo: ¡Que sea paseado por la ciudad! Gálatas 6,2-10.
TERCERA ESTACION: EL PESO DE LA CRUZ Longinos: ¡Eh, tú, ven aquí! Sí, no te hagas. Así que ¡toma la cruz y
llévala hasta la cima!
2 Corintios 4,8-12.
Longinos: Ayuden al reo con la cruz, que ya va arrastrando los pies y Cireneo: No puedo, tengo un trabajo pendiente y debo regresar
pronto.
tropezando con frecuencia, está muy débil, trae fiebre, y el suelo es
disparejo, no vaya a caer. Longinos: ¡Es una orden, toma la cruz!
Sumo Sacerdote: La basura se tira al suelo, déjenlo que caiga, Cireneo: Sería una deshonra para mí ayudar a un delincuente, y en
métanle zancadilla. público.
Longinos: Cuidado, soldados (Jesús cae) Pero ¿qué están cuidando, Longinos: ¡Dénle 20 azotes y quítenle sus pertenencias!
soldados estúpidos? Cireneo: Está bien, ya voy a ayudarle;
Soldado 1: Lo empujaron y cayó.
Cireneo: Conste que no tengo nada que ver
Longinos: Como grano de trigo caído en el surco; como el pan de los
SEXTA ESTACION: VERONICA Y EL ROSTRO DE JESUS
hijos tirado a los perros; como un gusano, no un hombre.
1 Juan 4,7-15.
CUARTA ESTACION: JESUS Y SU MADRE
Verónica: (se abre paso entre los soldados de la valla) Tu rostro
Lamentaciones 1,12-22.
buscaré, Señor, no me escondas tu rostro.
Longinos: Dejen pasar a la madre del condenado. Jesús: No escondí mi rostro a los insultos y salivazos; tomé sobre mí
Sumo Sacerdote: Pena de Muerte también para las que parieron los crímenes del mundo.
criminales. ¡Fuera esa madre!
Verónica: Eres el más bello de los hombres; la imagen viva del
Pueblo: ¡Fuera esa madre! Padre; en tus labios se derrama la gracia.
Sumo Sacerdote: Que claven también en la cruz el vientre que lo Jesús: Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios
llevó y los pechos que lo amamantaron. (Verónica limpia su rostro).
Pueblo: ¡Fuera esa madre! Sumo Sacerdote: Ya saquen esa mujer que nos está entreteniendo.
Y urge que mueran antes del atardecer.
Sumo Sacerdote: Limpiemos a Israel de las mujeres que se unen
con los machos cabríos, y de las víboras que parieron demonios. Pueblo: ¡Sáquenla, sáquenla, sáquenla!
Pueblo: ¡Fuera esa madre! Sumo Sacerdote: La lepra a los leprosos; hay que acabar con los
cómplices de los que se burlan de la Ley.
María: Hijo mío.
Jesús: Madre, ha llegado la Hora. Longinos: ¡Soldados! Saquen a esa mujer.
Verónica: He aquí el rostro del Señor impreso en mi lienzo. Imprime
QUINTA ESTACION: SIMON DE CIRENE AYUDA A JESÚS CON
en mí tus sentimientos.
LA CRUZ
Jesús: Gracias, Juana, Nique, Marcela, Elisa, Lidia, Valeria, Ana,
hijas de Jerusalén, y Jonatán que las acompañas. No lloren por mí,
lloren más bien por ustedes mismas, por sus pecados y por los de
SEPTIMA ESTACION: LA CRUZ SE HIZO MAS PESADA sus hijos, los de los verdugos, los de la ciudad.
Efesios 5,1-6. Mujer 1: Bebe, Jesús, de esta mirra, que adormece un poco y te
Longinos: ¡Soldados, el reo se está tambaleando mucho! ¡Ayúdenlo hace sufrir menos.
para que no caiga! (Jesús cae) ¿Por qué no le detuvieron, soldados Jesús: Te agradezco y agradezco a todas. Pero quiero probar la
inútiles? ¿Quieren ser premiados luego con castigo? copa de ira de mi Padre totalmente cuerdo.
Soldado 1: No pudimos detenerlo. Parece que le dio un ataque, un Mujer 2: Ahora bendícenos, Jesús, porque sin tí quedaremos en la
síncope. maldición.
Longinos: Despejen el área para que los curiosos no quiten aire. Jesús: Se equivocan, pues es ahora cuando se manifiesta la gloria
Sumo Sacerdote: Se le subió a la cabeza tanta doctrina, y empezó a de mi Padre. Bendice a Dios, Juana, por no tener hijos que sufran
tropezar y a caer en el error. Un ciego que se hace guía de ciegos ésto. Madres, lloren por sus hijos, porque esta Hora no quedará sin
cae tarde o temprano al hoyo. ¡Muerde el polvo, a ver si es lo mismo! castigo... ¡y qué castigo! Si ésto sucede con el inocente ¿qué pasará
con el culpable? Las madres de aquella hora llorarán por tener vivos
Pueblo: ¡Que coma tierra, que coma tierra! a sus hijos; y será afortunado quien cae bajo los escombros. Las
OCTAVA ESTACION: bendigo.
LAS MUJERES LLORAN AL ENCONTRAR A JESUS Longinos: Basta, terminó el permiso, debemos seguir adelante.
Mujeres, ¡háganse a un lado!
Colosenses 3,12-16
Jesús: No lloren por mí, sino más bien por ustedes mismas y por sus
Mujer 1: ¡Pobrecito de tí, Jesús, mira cómo te han dejado! hijos. Si ésto sucede con el árbol verde ¿qué pasará con el seco?
Mujer 2: No hay ninguna esperanza de que logres sobrevivir. Vayan a casa y pidan por mi obra.
Longinos: Adelante, adelante, avanzando, soldados, no se detengan, NOVENA ESTACION:
Soldado 1: Es que el reo se ha detenido frente a unas mujeres. el peso de la cruz se hizo insoportable
Longinos: Retiren a esas mujeres. Gálatas 5,13-21
Mujer 1: Sin tí nos sentiremos muy solas, Jesús. Longinos: ¿Ya lo dejaron caer otra vez?
Mujer 2: Apenas habíamos hallado la felicidad ¿quién nos guiará Soldado 1: Y esta vez parece como muerto.
ahora en los problemas? Soldado 2: Es que está ya demasiado débil. Fué mucho flagelarlo y
Soldado 1: ¿Qué se ganan con llorar? Hubieran estado en el juicio luego mandarlo a la cruz.
intercediendo por él o poniendo en juego sus influencias. Longinos: Levántenlo, y amárrenle sogas a la cintura para que le
Mujer 1: ¿Por qué te tratan tan mal, Jesús, si eres inocente? vayan ayudando; la consigna es que llegue vivo hasta el lugar de la
ejecución.
Mujer 2: ¿Por qué triunfa la injusticia sobre el bien?
Sumo Sacerdote: No debe morir sino en la Cruz. que yo le indique. Los otros dos en el otro brazo. Una vez que
Pueblo: Que no muera fuera de la cruz. terminen, lo levantaremos hasta darle la altura debida. (Van
ejecutando la operación).
DECIMA ESTACION:
Narrador: Una crucifixión era un brutal espectáculo de carnicería,
LOS SOLDADOS DESPOJAN DE SUS ROPAS A JESUS sangre, blasfemias y gritos. El drama del Calvario es una tragedia.
Efesios 2,4-16 Jesús se siente tremendamente solo, con el espanto de quien muere
joven, sin ver realizada su obra, odiado, despreciado, sin compañía,
Longinos: Quiten sus ropas al sentenciado para ajusticiarlo. y tremendamente consciente. Cada movimiento multiplica los dolores
Recuerden que si hay algo bueno, es su botín y el pago por su de sus manos; el peso de su cuerpo alarga sus heridas; lucha por
trabajo. enderezarse a tomar aire; el hundimiento del cuerpo produce asfixia
Soldado 1: Túnica hecha a mano, de una sola pieza, ajustada a su y estertores.
talla ¡Vale la pena conservarla! Soldado 1: Tal parece que tu única riqueza son los clavos y el
Soldado 2: Sin duda que su madre se la tejió con cariño. Pero dolerá madero, pues todo te han quitado.
al arrancarla, pues se ha pegado a las heridas y las volverá a abrir. Sumo Sacerdote: ¿No que venías como mesías y salvador del
Longinos: No importa que se reaviven las heridas, al fin de cuentas, género humano? ¿Por qué no te salvas?
ya se acerca la hora de la muerte. Fariseo: ¿Ya te abandonó tu padrino Belcebú? Apenas hace cinco
Sumo Sacerdote: Quedarán al descubierto tus vergüenzas, maldito días le pedías que te glorificara ¿por qué no le recuerdas su
del Altísimo, como Adán y Eva cuando pecaron, y no tendrás quien promesa?
te rescate ni te cubra. Sumo Sacerdote: Blasfemo; decía que salvaba a los demás con la
Jesús: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré a El; ayuda de Dios, y ahora no puede salvarse a sí mismo.
bendito sea el nombre del Señor. Soldado 2: Háganse a un lado, nos estorban para levantarlo.
Sumo Sacerdote: Todos se avergonzarán al verte y voltearán el Sumo Sacerdote: Maldito el que cuelga de un madero.
rostro hacia otro lado, porque Dios te ha negado su rostro y mueres
bajo su maldición. Fariseo: Ha puesto su confianza en Dios; si Dios lo ama que lo
libere, pues El mismo decía: soy Hijo de Dios.
Jesús: Nuestro cuerpo es templo de Dios, y el templo de Dios es
santo. Glorifiquen al Padre con sus cuerpos. Sumo sacerdote: Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí
mismo. A ver, que ese rey de Israel baje ahora de la Cruz y
UNDECIMA ESTACION: Jesús, los clavos y la cruz creeremos en él.
Filipenses 2,5-11 Fariseo: Tú que derribas el templo y lo reedificas en tres días,
Longinos: Vamos a empezar el trabajo bueno, y no quiero que libérate del suplicio, baja de la cruz si eres el Hijo de Dios.
ninguno se atarugue ¿de acuerdo? Uno de ustedes se le monta en la Sumo Sacerdote: ¿No sabías que el templo glorioso de Israel es
cintura para evitar que se mueva mucho en las convulsiones que le intocable y por eso estás muriendo?
provocarán los clavos y le detendrá los brazos. Dos se encargarán
de la mano izquierda: uno la detiene y otro clava el clavo en el sitio Fariseo: Loco que destruyes y reconstruyes, baja de la cruz y
creeremos en ti.
Sumo Sacerdote: Fulmínanos si eres Dios. No te tenemos miedo, al ESCENA 2:
contrario, mira, te escupimos. Narrador: Los ladrones no eran comparsas de un teatro, sino dos
Longinos: Soldados, retiren esa chusma, que no dejan trabajar. fuera de la ley debatiéndose en la muerte como castigo a sus
equivocaciones pertinaces, rebeldes a unas estructuras injustas,
Soldado 1: Cómo molestan esos que sólo vienen a un espectáculo
de morbo y sangre y ni dejan trabajar a gusto. rabiosos contra sí y contra todo.
Gestas: Maldita la hora en que nací. Maldito el gobernador romano.
Soldado 1: Juguemos a los dados ¿por qué no nos sorteamos la
Maldita la sociedad hipócrita. Malditos todos ustedes. Si pudiera, les
ropa?
daría un golpe con la cruz en la cabeza, empezando por el centurión.
Sumo Sacerdote: Cuidado con sus hechicerías, ustedes, los que
Dimas: Es muy duro tener que acabar así, Gestas, pero ¿de que
tienen sus vestidos, pues dentro está la señal del infierno.
valdrían las leyes sin castigo? Hemos robado, atracado, violado y
Longinos: A uno le tocan las sandalias del reo; a otro el manto; a otro agredido, y sufrimos las consecuencias de nuestra impertinencia. De
el velo de la cabeza; a otro el cinturón. nada sirve lamentarse; vamos a morir como vivimos. ¿No te dice
Soldado 1: No importa que no sea túnica de rey, echémosla en nada la dignidad de este profeta de Galilea?
suertes, a ver a quién le toca. Echen los dados en el casco y Gestas: ¡Qué esclavo tan despreciable! Si todo lo que se dice de él
empecemos. es verdad, y hace milagros ¿por qué no hace una proeza de magia y
Soldado 2: Traigan el vino y celebremos el triunfo, o la derrota. se libra de la maldita cruz? ¿Así que eres tú el Cristo? Sálvate a tí
mismo y sálvanos a nosotros.
Longinos: Los demás soldados tienen con el pago que les da el
Imperio. Detengan la gente, que no se arrime. Dimas: ¿No temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros
lo tenemos merecido; pero él no ha hecho nada malo.
Narrador: Dimas se jugó la última carta al salir de su tragedia,
DUODECIMA ESTACION: JESUS MUERE descubrir la dignidad de Jesús, y la justicia. Sólo la muerte de un
EN LA CRUZ justo puede hacer girar al mundo. Y, por su acto de fe, Jesús le da
Romanos 8,31-39 su gloria inmediatamente.
ESCENA 1: Dimas: ¡Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino!
Sumo Sacerdote: ¡Qué dulce es la venganza! Por fin podremos Jesús: En verdad, en verdad te digo: Hoy mismo estarás conmigo en
dormir en paz. el paraíso.
Narrador: Jesús no implora ser quitado de la cruz, ni que se acelere ESCENA 3:
su muerte, ni la comprensión de sus enemigos o de sus discípulos, Narrador: Ha llegado la Hora de Jesús, y reaparece su Madre, pues
sino el perdón para Anás, Caifás, Judas, los sacerdotes y escribas, tendrá un lugar central en la historia de la salvación. Jesús la cita al
Pilato, y nosotros. Fiel a su enseñanza, no hay rencor en su corazón, Calvario para encomendarle una nueva misión.
sino amor hasta el extremo. Muere para salvarnos. Apostó por
nosotros cuando podía condenarnos. Longinos: Dejen acercar a la madre del ejecutado, con sus
acompañantes.
Jesús: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Jesús: Nueva Eva, madre de los vivientes ¡qué huérfano va a quedar bloque de odios, envidias, avaricias, incredulidades y crueldad. Y
el mundo ahora que me voy! Mujer, ahí tienes a tu hijo. Discípulo recita el salmo con nosotros pecadores.
amado, pródigo que vuelves a ser hijo: ahí tienes a tu Madre.
Jesús: ¡Ahhhh! ¡Ahhhh!
Recíbela en tu casa y cuéntala entre tus pertenencias íntimas. Tú
harás mis veces. Soldado 1: ¡Qué raro! sufrió la flagelación sin gritar; y no ha gritado
durante la cruel ejecución.
Narrador: María vuelve a sentir su seno estallar de fecundidad, como
en la anunciación. La Muerte de Jesús es agonía y parto; María nos Soldado 2: Sin duda un gran dolor moral ahora lo atormenta.
está dando a luz entre grandes dolores. Jesús: ¡Eloí, Eloi, lamá sabactaní!
ESCENA 4: Soldado 1: Parece que llama a Elías ¿quién será?
Soldado 1: A este reo no lo ha matado la deshidratación. Soldado 2: Un profeta que vendría antes del juicio. A ver si viene.
Jesús: Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de Jesús: ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?
beber. ¡Tengo sed! ¡Tengo sed! ¡Tengo sed!
ESCENA 6:
Longinos: Empapen una esponja en vino agridulce y póngansela en
los labios. Narrador: Morir no es un trágico salto al vacío, sino descansar en los
brazos recios y amorosos de un Padre, dedicado a ser padre, sólo
Narrador: Con miles de moribundos, Jesús pronuncia esta frase. padre, ante todo padre, sobre todo padre y centralmente padre.
Tiene una sed inmensa de nuestra salvación; no se sacia con agua y Jesús vino a cumplir la voluntad de su Padre. Jesús tomó la vivencia
vinagre, sino con nuestro cambio de mentalidad y de vida. de todos los moribundos de la tierra, para devolverla al Padre hecha
ESCENA 5: ofrenda.
Soldado 1: ¡Qué plaga de mosquitos tan molestos! Los atrae el olor Jesús: Todo está cumplido. Padre, en tus manos encomiendo mi
de la sangre y el sudor. espíritu.
Soldado 2: A ver si se aplacan con los chubascos, pues está nublado Longinos: Ha muerto Jesús de Nazaret. Inclinando la cabeza,
desde el mediodía, hay bochorno y viento frío, y borrascas de tierra entregó el espíritu. Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios
negra. (se arrodilla).
Narrador: Había anunciado Amós: "Entenebreceré la tierra en pleno Soldado 1: Ha llegado la orden de quebrarles los pies a los
mediodía" (Amós 8,9). Le dolía hasta el alma el silencio de Dios. La ajusticiados para que mueran de asfixia y se echen a la fosa común
ausencia de su Padre ¿no es acaso el infierno? Jesús, cargando con hoy mismo, antes de que empiece el gran descanso.
los pecados de la humanidad, es objeto de la ira maldición de Dios, y Longinos: Jesús ya está muerto. Démosle la lanzada de certificación
eso origina angustia y temor por la propia salvación. Cristo se hizo (Le asesta la lanzada).
maldición por nosotros (Gálatas 3,13), se hizo pecado (2 Corintios
5,21), Jesús en la cruz se experimenta pecador. Como si sus manos DECIMOTERCERA ESTACION: MARIA RECIBE EN SUS BRAZOS
hubieran acuchillado a inocentes y ametrallado en las catorce mil EL CUERPO DE JESUS
guerras de la historia. Como si sus labios hubieran dicho todas las 2 Corintios 5,14-21
mentiras de la historia, todas las blasfemias, todos los insultos, y
hubieran dado todos los besos sucios. Como si su corazón fuera un
Longinos: Señor José de Arimatea: ha llegado el permiso de que madre, te doy mi última bendición; pero tú, como el redentor,
disponga del cuerpo del difunto Jesús de Nazaret. bendíceme ahora a mí.
José de Arimatea: ¿Quién nos ayuda? ¿Dónde están sus doce José de Arimatea: Que la síndone lo cubra a lo largo, por detrás y
incondicionales? por delante. Enseguida, lo envuelven con las vendas como momia. Y
Juan: Aquí estoy yo, señor, y nos puede ayudar el rabino Nicodemo. finalmente le colocan el sudario en la cabeza.
Entre nosotros y otros voluntarios vamos a irlo bajando. (Ponen el Juan: Madre, ha terminado la prueba, la redención se ha realizado.
lienzo al pecho para que caiga el peso, sostenido por dos detrás de Cumpliste tu misión de madre de Jesús, concibiéndolo,
los sobacos, y uno lo sostiene por delante; y van quitando los clavos alimentándolo, ayudándole en la vida y en la muerte. Fuiste su
y bajando poco a poco el cuerpo. María está sentada en la piedra a fuerza en el dolor, su compañera de viaje, la que oraba por El en sus
un lado) largas jornadas. Ahora aquí nos tienes a nosotros (las mujeres,
terminada la operación, se colocan detrás de Juan).
José de Arimatea: Debemos darnos prisa, pues en menos de una
hora empieza el descanso de la Pascua. María: Mi Jesús, si mi dolor es útil para la obra de salvación que
Juan: Con cuidado, pues ya está tieso el cuerpo después de tres viniste a realizar, aquí está, tómalo. Yo seguiré ahora recibiendo a
cada uno de tus seguidores como a mi hijo, y tendré los mismos
horas, y se puede descuartizar.
cuidados que tuve contigo. Gracias, Hijo, por invitarme a colaborar
María: Pero ¿dónde lo vamos a sepultar? No tengo dinero para los contigo.
gastos ¿quién nos prestará un lugarcito para dejar a mi Hijo?
José de Arimatea: Tengo un sepulcro nuevo que mandé excavar
DECIMOCUARTA ESTACION: LA SEPULTURA DE JESUS
para mi familia. Con gusto lo cedo para el Maestro, señora María.
María: Dios se lo ha de pagar, señor. Muchachas, ayúdenme a lavar Romanos 6,3-11
sus heridas, consigan agua ¡ojalá tuviéramos perfumes y mirra para Juan: No alcanzamos a preparar bien el cuerpo, pues casi empieza
preparar el cadáver! el grande sábado. Así que no haremos toda la operación; será algo
José de Arimatea: He traído cien libras, tome María. Pongan la provisional.
sindone en el suelo a lo largo y coloquen el cuerpo encima. María Magdalena: Nosotras vendremos, en cuanto pase el sábado,
para embalsamar el cuerpo y terminar la operación. Sólo
Juan: Unjamos al Mesías salvador, esperando que El nos unja a
necesitaremos que unos hombres nos corran la pesada piedra de la
nosotros para nacer del agua y del Espíritu.
entrada.
María: (al estar haciendo las unciones) Hijo, no pude cerrar tus ojos
José de Arimatea: Por lo pronto, colocan su cadáver en el nicho del
en tu muerte, pero ahora lo hago, ojos amoratados y
fondo de la cueva. Si quieren, pueden dejar en el pórtico, sobre la
desmesuradamente abiertos. ¡Cómo te han dejado los nuevos hijos
loza, los perfumes y mirra que sobraron, para que las mujeres
que me diste, Hijo de mi alma! Limpio tu rostro pálido, sangrante,
abotagado y deforme. Limpio y beso tu corazón herido, tus manos y puedan después continuar con más calma la preparación del cuerpo.
pies perforados. Acaricio tus manos, que acariciaron a tantas almas. Sumo Sacerdote: Señoras y señores, desalojen por favor el lugar,
Cómo me duele la herida de tu costado, donde tu corazón latió de porque las autoridades judías y romanas clausurarán la tumba. ¿A
amor hacia tu Padre y hacia todos los seres humanos. Como tu poco creen que será fácil robarse el cadáver y luego afirmar que
resucitó? ¡Se equivocan!
Soldado 1: Por orden del poder judicial imperial, rueden la piedra de
la entrada del sepulcro, y los soldados colocarán los sellos
imperiales. Quien se atreva a violarlos, será reo del Imperio. Ha
hablado Roma imperial.

También podría gustarte