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(39] DESCRIPCION DE ACCIONES Teun A. van Dijk Trad.: Danny ANDERSON 1. El discurso y la descripeién 1.1 Este trabajo propone presentar un breve panorama de algunos problemas y desarrollos recientes en la teoria del discurso, En particular queremos concentrarnos en unas pro- piedades del discurso descriptivo. Para poder quedarnos en un nivel bastante concreto de la formacién de la teorfa, ilus- traremos nuestras proposiciones en un anflisis de descripcién de acciones. De modo que, este trabajo sirve para contribuir tanto a la teoria del discurso como a la teorfa de accién. Aunque en el sentido amplio de “descripci6n” también podriamos hablar de descripcién de acciones dadas por ex- presienes de otros sistemas semiéticos, por ejemplo por la imagen o por cl cine, limitaremos la discusién a la descrip- cién de acciones de las lenguas naturales. Tales descripciones se dan comtinmente como partes de discursos. Sin embargo, la “cantidad” de descripcién de acciones en el discurso puede variar. Muchas clases de discurso tendran oraciones que de- notan acciones, pero esto no significa que tengan la funcién exclusiva de proporcionar una descripcién de acciones. El discurso cuya funcién principal es la descripcién de acciones se Ilamard discurso de acciones. Un ejemplo bien conocido es el cuento, pero también un reporte policiaco puede ser de la misma clase. Vemos que los criterios presentes son tanto semdnticos [40] como pragmdticos: ya mencionamos el hecho de que por un lado Ia descripcién de acciones en el discurso deberia de- notar acciones, y por otro lado que el discurso tiene una fun- cién comunicativa, particular, que proporciona informacién sobre la accién. También es este criterio pragmatico el que nos da otra distincién. Entonces, en un sentido mas estricto, consideramos que la descripcién de acciones tiende a repre- sentar y a informar sobre cémo ocurren las acciones, las ac- ciones tal como son, y no como deberfan ser, para lo cual normalmente usaremos el término prescripciones de acciones. Por consiguiente, algunos actos de habla como: érdenes, pe- ticiones, promesas, etc., a pesar de realizarse mediante la enunciacién de oraciones o discursos, cuya interpretacién se refiere a acciones de] hablante u oyente no se considerarén como descripcién de acciones en el sentido previamente deli- neado. Un poco mas complejos son aquellos actos de habla de los cuales se puede decir que su base proposicional puede ser caracterizada acertadamente ya que contiene una repre- sentacién de acciones tal y como son y fueron: “;T% te ro- baste mi dinero!” es una acusacién y a la vez es una des- cripcién de accién, No obstante, aunque permitiremos que las descripciones de acciones sean empleadas (indirectamen- te) para la realizacién de ciertos actos de habla que tienen que ver con acciones “tal como son”, tomaremos la nocién de una descripcién de acciones en un sentido mas restringido, en términos pragmAticos, es decir como una asercién o una afirmacién acerca de una accién. En este sentido, la principal condicién pragmatica de ser apropiado es que el hablante quiere que el oyente sepa qué accién tiene, ya tuvo o tendra lugar, y cémo, bajo ciertas cir- cunstancias, etc. 1.2. Nuestra pregunta es la siguiente: ¢Con cuales condicio- nes se debe cumplir en los varios niveles de la teoria del dis- curso: la semantica, la pragmtica, la cognitiva, la estruc- tura social, para que una descripcién de accié6n sea interpre- table (coherente), apropiada, comprensible y aceptable? (41) Por supuesto, es imposible revisar sistematicamente en ese trabajo los diversos constreiimientos de estos diversos niveles. La principal condicién pragmatica ya ha sido explicitada y no ser especificada otra vez. ‘Tampoco analizaremos las dis- tintas condiciones sociales, esto es, no especificaremos los pa- rametros del contexto social con respecto al cual el discur- so de accién se emplea en interaccién comunicativa. Asf, en- fatizaremos los aspectos semntico y cognoscitivo especificos de la descripci6n de acciones. 1,3. Las descripciones de acciones tienen que cumplir las re- glas mas generales de descripcién y por consiguiente del dis- curso en lenguas naturales. Ademas de las condiciones comu- nes de construccién morfo-fonolégicas y sintacticas para las “estructuras de superficie” de las oraciones de discurso des- criptivo, esto implica principalmente que la descripcién debe ser semanticamente “correcta”. Esto quiere decir en primer lugar, que las oraciones respectivas son significativas. En nuestro caso particular esto quiere decir que las oraciones deben denotar acciones posibles, o més bien las proposicio- nes expresadas en descripciones de acciones deben interpre: tarse partiendo de posibles acciones 0 conceptos de accién, de tal manera que la interpretacién real se considere que se refiere a una accién en algtin mundo posible. Aqui dejaremos de lado los complicados detalles filoséficos (ontolégicos, 16- gicos, etc.), Llamamos la atencién sobre esto porque cada accién real (en algiin mundo o situacién posible) tiene que ser una actualizacién de un concepto de accién 0 de una ac: cién posible. Por supuesto, esto puede diferir entre distintos grupos de mundos posibles, cada uno con sus propios agentes posibles, sus propias acciones posibles, etc., dependiendo de los postulados basicos (leyes, reglas, etc.) de esos conjuntos de mundos. Por consiguiente “El muchacho esta cortando el césped” es una accién posible, que puede admitir valores en diferentes mundos posibles que se parecen al nuestro, mien- tras que “El muchacho se salta la montafia” es una accién posible que sélo puede realizarse en ciertos mundos posibles [42] ficticios; y finalmente “El muchacho estaba brincando por encima de la montafia y al mismo tiempo se quedaba en el suelo” probablemente es una acci6n imposible, que no puede realizarse en ningiin mundo posible, simplemente porque es contradictorio: el concepto de saltar implica el concepto de despegarse del suelo. La segunda condici6n para el discurso descriptivo es que no s6lo sus oraciones individuales deben ser significativas, sino también que lo sea la secuencia de oraciones. Esto sig- nifica que también a las relaciones entre oraciones de accién significativas tienen que asignarse una interpretacién signi- ficativa. Ahora bien, si se toman oraciones 0 proposiciones para significar y denotar acciones, simplemente tomaremos las relaciones entre oraciones, proposiciones en una secuencia discursiva para denotar relaciones entre acciones. Una vez mas, se puede decir que estas relaciones deben instaurar re- laciones posibles. De esta manera es imposible que cualquier acto-muestra preceda y siga otro acto al mismo tiempo. De un discurso (0 discurso-fragmento) que satisface las diferentes condiciones semanticas antes mencionadas se dice que es linealmente coherente. Coherencia lineal, por consi- guiente, se define en términos de las llamadas inter pretaciones retativas. Esto es, que cada oracién del discurso se interpreta con respecto a una estructura modelo que incluya la inter- pretacién de otras oraciones del discurso. Por eso, un discurso que contiene una oracién parecida a las ya dadas acerca de las acciones del muchacho, 0 un contexto comunicativo por el cual se identifique al muchacho, requiere una oracién que lo identifique, sin la cual el articulo definido no puede inter- pretarse apropiadamente, Vemos que ademas de relaciones entre oraciones 0 propo- siciones admitidas como “unidades concretas” la coherencia lineal también involucra relaciones entre ciertas propiedades © componentes de acciones denotadas, participantes, por ejem- plo, expresadas por expresiones correferenciales. Un discurso no es sélo coherente al nivel local o micro- nivel, sino también a un nivel mas global, el macronivel. Esto (43) es, las oraciones deben ser conectadas con relacién a lo que intuitivamente sabemos sobre el “tema” 0 “tépico” del dis- curso. Esta nocién se hace explicita en términos de macro- estructuras semdnticas, este nivel global de la descripcién de! sentido de un discurso como un “todo” mediante la aplica- cién de las Ilamadas macrorreglas. Estas reducen, generali- zan, separan y construyen proposiciones del micronivel en proposiciones del macronivel. Para el discurso de accién esto implica que las secuen- cias de proposiciones de acciones se proyectan sobre las se- cuencias de proposiciones de acciones, de modo que éstas en principio denoten el “mismo episodio” pero sélo desde un punto de vista mas general o “distante”: podemos describir todas las acciones-detalles de la construccién de una casa, pero también podemos describir la “misma” accién simple- mente por una proposicién expresada por la oracién Pedro construyé una casa, Con relacién a las otras (macro-) pro- posiciones tal tipo de proposici6n puede Hamarse una macro- proposicién, lo que es simplemente una proposicién de otro ni- vel, mds “alto”, de la descripeién. A partir de este ejemplo vemos que las reglas de pro- yecci6n semintica, las macrorreglas, operan de modo que eli- minen toda clase de detalles irrelevantes, pormenores y con- diciones, componentes y consecuencias normales asi que sélo figuren en la macroestructura las proposiciones relevantes mAs generales y globales del discurso —o construidas con base en el discurso—. Por consiguiente, en general decimos que, un discurso es globalmente coherente solamente si se le puede asignar una macroestructura semantica. En este trabajo se omitiran los detalles y las definiciones formales. Basta con conocer las principales limitaciones sobre discursos signifi- cativos para especificar las propiedades del discurso de ac- cién significativa. Hemos visto que, tanto al micronivel de las oraciones in- dividuales y sus relaciones de coherencia (lineal) como al nivel de macroestructuras para el establecimiento de signifi- cacién, hay diversos tipos de relaciones entre acciones que (44] desempefian un papel decisivo en el establecimiento de signi- ficacibn. Antes de que podamos especificar otras propiedades particulares del discurso de acciones, entonces, hay que hacer unos breves comentarios sobre la teoria mds general de la accién. 2. Las acciones 2.1. No se puede decir nada serio con respecto a la descrip- cidén de acciones sin saber algo de las acciones denotadas, Al mismo tiempo, sin embargo, mucho de nuestros conocimien- tos y uso de acciones deriva de nuestra descripcién de acciones, Resumiendo algunos puntos importantes del vasto trabajo filos6fico y légico sobre la accién, debemos, en primer lugar, decir que tomamos las acciones como objetos inténcionales. Al igual que las significaciones, las acciones como tal, no pueden ser “observadas”, ni por la identidad de las manifes- taciones de acciones. Asi que, las acciones se asignan 0 se adscriben a ciertas expresiones y a las personas que las pro- ducen, respectivamente. Las expresiones involucradas a me- nudo se denominan los haceres: éstos son los eventos fisicos (observables) de personas, realizados por estas personas. Para abreviar una larga discusi6n filoséfica, sencillamente diremos que estos haceres tienen que ser realizados por una persona consciente, quien pueda controlar el hacer y efectivamente lo controle, y que el hacer se realice intencionalmente. Una in- tencién es un evento o estado mental que asigna un concepto- accién a un hacer planeado, del mismo modo en que asig- namos una significacién a una expresién (palabra, oracién, ete.). Esta visién de la accién al mismo tiempo nos propor- ciona una base para la interpretacién y por consiguiente la adscripcién de la accién: “comprendemos” una accién cuan- do podemos asignarle una intencién (especifica) a un hacer, i, e, por aceptar el hacer como una manifestacién del con- Cepto-accién. Puede que veamos a alguien que levanta la [45] mano, y comprenderemos tal hacer como una accién cuandé aceptamos el hacer como la manifestacién intencionalmente realizada de “saludar” o “marcar un alto”. Entonces al igual que en las expresiones de una lengua natural, el hacer puede ser ambiguo, dependiendo de los conceptos-acciones particu lares que se pretende asignarle. Otra nocién basica involucrada aqui es la del propdsito, la cual a veces se confunde con la de intencién. Un propésito es también un estado mental, pero esta vez pertenece no al hacer mismo, sino a las consecuencias (descadas) del hacer. Por consiguiente, mientras una intencién se realiza al actua- lizar el estado final 0 resultado de un hacer, un propésito se realiza por la actualizaci6n de los eventos/estados 0 metas originados por el hacer. Asi que, puedo levantar la mano, con la intencién de marcar un alto, y con el propésito de que alguien se detenga. Claramente, estas dos nociones implican dos tipos de lo- gros para acciones: si el resultado se logra, la accién tiene éxito de intencién, y si, también, la meta se logra entonces la accién tiene éxito de propésito. Este tiltimo, un tipo de éxito mas fuerte es, por supucsto, no sélo condicionado por el hacer propuesto (la intencién), es decir, la accién misma, sino también puede depender de otros factores, independien- tes del agente. En general, como vimos, las acciones implican cambios en el estado de cosas, es decir, eventos, tanto de los estados fi- sicos (externos) de las personas, como del “mundo”. Para simplificar dejaremos de lado aquellas acciones que consisten en dejar las cosas como estan, mediante la omisién de un hacer, etc. En estos casos'el no-hacer o “hacer otra cosa” se interpreta como una accién (intencional), involucrando un cambio de los cursos normales, esperados u obligados que debe seguir la accién. 2.2. Ahora tenemos los conceptos basicos para considerar es- tructuras mas complejas de acciones. En primer lugar, las acciones no suelen aparccer aisladamente. Se dan como com- {46} ponentes integrales de secuencias de acciones, ya sea por el mismo agente o por agentes diferentes como sucede en la interaccién. Una vez mas parece imponerse la analogia con las estructuras de la lengua: asi como tenemos secuencias sig- nificativas de palabras, contituyendo oraciones, y secuencias significativas de oraciones, constituyendo discursos, también tenemos secuencias de acciones que tienen que satisfacer un ndmero de constrefiimicntos para ser significativas. General- mente, una serie arbitraria de acciones, no es significativa, ni tiene éxito en la mayoria de los contextos sociales. También aqui las restricciones involucradas, son locales y globales: las secuencias de acciones obedecen a restricciones de “transi- cién” lineales, y macrorrestricciones, definiendo macroaccio- nes. Al nivel local vemos que el resultado y la meta logrados por una acci6n a, debe interpretarse como el estado inicial de la accién a,-,, Esto puede significar que la primera accién tenga una relacién condicional con la segunda accién, la cual al mismo tiempo involucra una relacién temporal. Distingui- remos, por consiguiente, entre condiciones de acciones posi- bles, probables y necesarias. De modo parecido, podemos te- ner consecuencias de acciones posibles, probables y necesa- rias, La semantica formal para estas relaciones puede expre- sarse en términos de mundos posibles y posibles cursos de eventos o de acciones. Asi que, una consecuencia posible de una accién se define cuando haya por lo menos una posible accién que conduzca de una accién (o del estado final de tal) o un/el préximo estado de un curso de eventos. Una consecuencia necesaria de una accién se logra por todas las posibles direcciones alternativas de eventos. Una condicién necesaria es un estado 0 evento/accién que, para lograr cierto estado o evento/accién, siempre tiene que realizarse en un curso de eventos, Las accioncs también pueden ser componentes de otras acciones, tales como: firmar un cheque, cambiarlo o levantar una pared al construir una casa. Estos componentes pueden ser opcionales u obligatorios. Las acciones de componentes [47] obligatorios son componentes esenciales: pertenecen inhereni- temente a la accién mas global, y sin ellas la accién global no tiene éxito. También podemos hablar de estructuras jerarquicas de acciones, asi cuando permitimos la incrustacién de una ac- cién en otras. Una accién auxiliar, se efecttia precisamente para realizar las condiciones iniciales para lograr una accién componente o principal en una secuencia de acciones. Las secuencias de acciones también deben satisfacer las usuales restricciones cognoscitivas. Puede ser necesario, por ejemplo, que el propésito de una accién a, involucra una accién subsiguiente a,+, es decir, realizamos la primera ac- cién para poder realizar la segunda. En interaecién, en la cual varios agentes cooperan entre si, esto implica mutuos conocimientos 0 presuposiciones en relacién a las intenciones y propésitos de cada quien, con tal de que el éxito pueda definirse en términos de idénticos resultados y/o metas para haceres coordinados. Al nivel global, las acciones se organizan en esencia del mismo modo que las proposiciones del discurso. Esto es, una secuencia de acciones es globalmente coherente si y sélo si la secuencia puede ser proyectada sobre una macrodaccién. Una macroaccién, por definicién, también requiere un pro- pésito y una intencién especificos; es decir, cuando se rea- liza una secuencia de acciones, tenemos que tener al mismo tiempo una intencién global que corresponda por una parte a un resultado o final global, y, por otra parte, a un propé- sito global, correspondiente a consecuencias globales, es decir, a una meta final. Una intencién global se Mamara un plan. En términos psicolégicos, tales planes son necesarios para preparar ac- ciones, para controlar o conducir una secuencia compleja, y para preparar metas globales. Igual que para la informacién significativa en general, tanto en la produccién como en la interpretacién, también las estructuras complejas requieren una programacién a este nivel mds global; por ejemplo, por razones de memoria y limitaciones de procesamicnto. Las se- [48] éuencias de acciones, entonces, no son coherentes sdlo por cumplir las restricciones lineales de relacién condicionales, sino también por instituir, al mismo tiempo, si estas relaciones se interpretan como constituyentes de una macroacci6n: asi, comprar un boleto y caminar hasta el andén, estan significa. tivamente relacionadas dentro de la macroacién de viajar en tren. Nétese aqui también la nocién de que una macro- unidad es relativa, con respecto a unidades de niveles inferio- res sobre los cuales operan las macrorreglas. En términos sociales, una macroaccién puede verse como la accién mas importante o relevante. 2.3, Las secuencias de acciones a menudo tienen un caracter convencional 0 inclusive estereotipico. Eso es, hay restriecio- nes para las posibles categorias (papeles, funciones, posicio- nes) de agentes que normal o exclusivamente las realizan, y para las posibles ordenaciones y categorias de acciones de la secuencia. Por consiguiente, al tomar un tren compro, pero no robo el boleto, caminar hasta el andén y no subir al carro indicado, sentarme en un asiento del vagén, pero no sentarme en lugar del conductor del tren, y asi sucesivamente. Cuando participo en este tipo de secuencia de acciones, debo, como veremos, obedecer un niimero de convenciones (reglas, nor- mas, costumbres) : tengo la obligacién de comprar un boleto, de mostrarlo cuando me lo pide una persona de Ia categoria apropiada (funcién: inspector de boletos), y asi sucesiva- mente. Tipos de secuencias de acciones como éstas se llaman marcos de acciones. Son marcos sociales en el sentido de que organizan nuestro comportamiento social, y marcos cognos- citivos en el sentido de que organizan nuestro conocimiento de cémo comportarnos en ciertas situaciones sociales, y cémo interpretar las acciones de otros participantes. 3. La descripcién de acciones 3.1, Lo que acabamos de discutir a grandes rasgos y con suma simplificacién en los pArrafos anteriores es la accién, y asi [49] hemos proporcionado una especie de descripcién teorético- conceptual de la descripcién de las acciones. Sin embargo, a un nivel mas concreto, los participantes en los contextos so- ciales de la comunicacién también describen acciones, aqué- Ilas realizadas por ellos mismos y por otros. Dado el anélisis aproximativo de acciones presentado arriba, ahora podemos tratar de especificar lo que puede figurar en tales descrip- ciones intuitivas de acciones. En primer lugar, la descripcién de acciones aparentemen- te puede tomar lugar en diferentes niveles. Un nivel se define en términos de la estructura jerarquica de la accién descrita. Por eso, si una oracién de acciones de un discurso, una ora- cién interpretada como una accién de acuerdo con la defi- nicién presentada arriba, denota una accién que en sf con- siste en otras acciones, entonces una descripcién de las otras acciones estaria en un nivel inferior con respecto a la oracién de accién original. En términos metaféricos: podemos con- siderar las acciones desde un punto de vista mas 0 menos dis- tante, asi especificando mas o menos los detalles de las acciones, por ejemplo, los componentes de acciones. En estos términos “sacar dinero del banco” esta a un nivel su- perior, por la macrorregla de generalizacién, que la propo- sicién “cambiar un cheque en el banco”, la cual también esta a un nivel superior que “firman el cheque” o “presentan una tarjeta de identificacién”. Por supuesto, también podria- mos describir aun en més detalle la accién “firmar un che- que” (tomar la pluma, etc.) ; pero a cierto nivel, dejamos de identificar acciones diferentes, 0 como maximo distinguimos diferentes haceres parciales constituyentes de una accién. Es decir, la accién es una unidad cognoscitiva y social, y por eso una accién elemental o accién bdsica debe considerarse al nivel mds inferior de unidades en descripciones de accién socialmente aceptables. Hay que enfatizar en este momento que, por razones obvias pragmaticas, no hay necesidad de es- pecificar los componentes precisos de acciones “conocidas”, convencionales 0 estereotipicas: en nuestra cultura la mayo- ria de la gente sabe c6mo tomar un tren o cémo cambiar {50] uh cheque. Sélo cuando algo falla, puede necesitarsé una des- cripcién detallada, asi en un informe policiaco sobre un cri- men. Entonces, en otras situaciones, s6lo describimos las ac- ciones, o mas bien, al nivel de accién, que correspondan a la interacci6n comunicativa real o de hecho. Asi que, si un compafiero quiere saber si ahora tengo dinero, puedo con. testar sencillamente: “si, fui al banco”, lo cual es una des. cripcién indirecta de accién por “saqué dinero de mi cuenta en el banco”, digamos porque especifica una condicién nor- mal de esta tiltima accién. En tal situaci6n el oyente no estar4 interesado en una descripcién precisa de cémo obtuve el dinero, En general, pues, la eleccién de un nivel de descrip. cién se definira en términos de la relevancia del conocimiento de la informacién proporcionada con respecto a la interac- cién y la comunicaci6n reales entre el hablante y su oyente. La relevancia se define en términos de condiciones (causas, razones, etc.), como se especifican arriba. 3.2, En cada nivel de descripcién podemos ser mds 0 menos completos; pues, o bien tratamos de describir todas las ac- ciones que toman lugar en un cierto episodio, o sencilla- mente describimos un subconjunto de ellas. En la mayor parte de los casos esta tltima posibilidad es la que se escoge, otra vez por las razones pragmiaticas de relevancia antes men- cionadas: nuestro oyente en general sélo se interesara en las acciones més importantes, mas Mamativas, y mas inespera- das del episodio. Atin mas, debido al conocimiento de marcos sociales de accién, el oyente podra inferir conocimientos acer- ca de otras acciones, lo cual haria que la descripcién de éstas parccicra falsa y por ende inapropiada. Asi que, la mayoria de las descripciones de acciones son incompletas desde el punto de vista de la estructura “ontolégica” de la secuencia de acciones, pero pueden ser mds o menos completas desde un punto de vista comunicativo. Para cada nivel de descripcién presuponemos, dada una funcién pragmitica especffica del discurso, un especifico grado de completividad. Tan pronto como un pasaje de la [51] descripcién a tal nivel especifique “‘demasiadas” acciones y pro piedades de acciones, hablaremos de descripcién de acciones supracompleta; por otra parte, las descripciones en que cier- tas acciones no se describen, aunque normalmente lo estén, y se esperara que lo estuvieran, se Iamaran infracompletas. Los grados de esta completividad en la descripcién de acciones pueden corresponder a todas las clases de aspectos de acciones como se propusieron antes: los propésitos y las intenciones de los agentes, las condiciones, los componentes y las consecuencias; la realizacién (0 la no realizacién) de los resultados y de las metas, las acciones auxiliares, pero tam- bién las propiedades de la accién del hacer mismo, tales como el modo (velocidad, eficiencia, etc.), las estrategias y ademas todas las clases de circunstancias de la acci6n (mundo posible, tiempo, eventos co-ocurrentes) 0 propiedades de los agentes (deseos, etc.). Sin embargo, en este punto ya no es- tamos dentro del dominio mas especifico de la descripcién de acciones, aun si la descripcién de personas y de estados puede servir para especificar las razones, las causas o las circuns- tancias de la accién. Podemos, pues, distinguir entre una des- cripcién de acciones estricta, que denota acciones y condi- ciones necesarias, componentes, consecuencias y propiedades de estas acciones, y descripcién de acciones comprehensivas en las cuales también pueden figurar descripciones de agen- tes, eventos condicionantes 0 co-ocurrentes y estados, etc. Tanto la super completividad como la infra-completividad pueden ser correctas, 0, mAs o menos incorrectas, Puede ser que en el informe anual de un gran rancho sélo se describan acciones globales y que una descripcién de las acciones indi- viduales de las acciones de un empleado como individuo fue- ra, tanto con respecto al nivel y con respecto a la completi- vidad, demasiado especifica. E inversamente, si se espera que yo platique sobre mis vacaciones, no puedo decir sencillamente que me fui de vacaciones: tengo que contar algunas acciones especificas, pero no se me permite no contar practicamente nada sobre ciertas acciones, y, ademas, debo proporcionar una descripci6n de algiin evento muy detalladamente. Por supues- (52] to, esto és una regla general, constrefiida por la regla mds general de relevancia. Asi que, si s6lo una accién de mis vacaciones fue verdaderamente interesante y es mds o menos inesperada por mi oyente, sera aceptable ser supracompleto en la descripcién de tal accién; por consiguiente, la super completividad puede tener menciones especificas: despertar ciertos estados emotivos/cognitivos (suspenso, apreciacién es- tética, etc.). La calidad de ser infra-completo puede ser de- bido a otras razones estratégicas, determinadas por conyen- ciones en las que se requiere tencr tacto, ser indirecto, ser vago, ctc., en la descripcién. Las cualidades de ser supra-completo y de la de ser infra- completo son aceptables, es decir funcionales, dentro de cier- tos limites: un Unite superior arriba del cual una descrip- cién Mega a ser demasiado especifica (y por consiguiente irrelevante, aburrida, etc.), y un limite inferior, debajo del cual una descripcién llega a ser demasiado fragmentaria, de- masiado vaga, y por consiguiente demasiado ininteligible. En general, se requerir4 que, por lo menos, todas las presupo- siciones necesarias de oraciones subsiguientes del discurso es- tén expresadas, o inferibles de otras presuposiciones, de mar- cos generales de accién o del conocimiento particular del ha- blante del contexto o de la situacién descrita. Si esto no es el caso, la descripcién simplemente deja de satisfacer en ge- neral las condiciones semanticas generales del discurso en la lengua natural. 3.3. Un tercer aspecto principal de las descripciones de ac- ciones es la ordenacidn de las oraciones 0 proposiciones de la descripcién. Aun si describimos la misma serie de acciones, podemos hacerlo de diferentes maneras, no sélo al nivel de estilo o de operaciones retéricas de varias clases, sino ya al nivel de la secuencia misma. Aparte de las restricciones ge- nerales de coherencia lineal; entonces, tenemos la posibilidad de presentar primero las acciones “posteriores”, o de presentar después las acciones “anteriores”. No obstante, podemos distinguir una ordenacién normal (53) o canénica de descripcién de acciones, una ordenacién de iz- quierda a derccha o anterior-posterior que es una proyeccién de las relaciones condicional-temporales de las acciones des- critas. En tal ordenacién normal las primeras acciones (con- diciones, etc.) se describen primero, las segundas acciones en segundo lugar, y asi sucesivamente. Llamamos a esto una or- denacién “normal” no porque los usuarios de lenguaje nor- mal o > generalmente presenten esta opcién, sino debido a un principio semantico mas abstracto, de acuerdo con el cual tal ordenaci6n es interpretada como una relacién condicional o temporal. Juan le pegs a Memo. Memo se enojo. Sin la especificacién de conectivos o de adverbios que in- diquen lo contrario, tal oracién se interpreta de modo que el enojo de Memo es una consecuencia, y no una condicién, del hecho de que Juan le pegé. Se nota que las ordenaciones normales en descripciones de estados 0 de personas pucden basarse en otros criterios, tales como las relaciones entre: todo-parte, clase-elemento, general-especifico, lugar-objeto, etc. Generalmente, las descripciones de acciones no necesitan y no siempre estén ordenadas normalmente. Una primera ra- z6n obvia para esto es que las secuencias de acciones no siem- pre se ven, se experimentan, se interpretan, 0 se aprenden en su orden normal, sino mas bien en lo que Hamamos su orden, Bien puede ser que primero nos familiaricemos con una accién B, y después con su accién condicionante A. La descripcién, en ese caso, puede tener una ordenacié6n nor- mal, que requiera una “reconstruccién” de la entrada por parte del usuario de la lengua, 0 puede respetar la manera ¢n que esta ordenaci6n fue percibida y comprendida. En este caso, la ordenacién (B, A) se denominar4 una ordenacién del discurso. Ademis, este orden de la descripcién, mencionada Ja fun- cién, adscribira a oraciones de accién posteriormente de una explicacion. [54] En este momento, es decir, tan pronto como se involucren funciones especificas, llegamos a lo que puede Ilamarse orde- naciones pragmdticas de descripciones. Una ordenacién prag- mAtica bdsica deriva de las restricciones mas generales sobre el procesamicnto de informacién en la comunicacién, eso es toda informacién “vieja” debe preceder informacién “nue- va” —por las razones mencionadas arriba—, 0 por la inter. pretacién relativa (presuposicional) del oyente. Mas especi- fico es el criterio pragmAtico de relevancia o de interés. En un contexto comunicativo especifico, es decir después de una pregunta sobre las acciones de alguna persona, puede ser necesario dar primero una descripcién de la accién por la cual se pregunté, y s6lo después dar toda clase de espe- cificaciones adicionales, detalles de las circunstancias, razo- nes, condiciones, etc. En otras palabras, aquellas oraciones de accién que satisfacen los intereses inmediatos 0 las lagu- nas de informacién del oyente vienen primero. Este principio tiene excepciones importantes. En primer lugar, por razones de tacto, cortesfa, etc., puede ser necesario preparar, al oyente en términos estratégicos, para la informacién sobre cierta ac- cién, asi en una peticién dificil o al darle a alguien una noti- cia desagradable. En segundo lugar, la regla puede ser violada para pro- vocar un interés deseado, y asi crear un suspenso necesario, como sucede en cuentos de diversos tipos. 3.4. En la descripcién de acciones complejas, por ejemplo cuentos, y especialmente la narrativa literaria, los diferentes aspectos de la descripcién de acciones pueden realizarse al mismo tiempo. Pueden ser un cambio permanente de nivel, presentando una vez las acciones globalmente, y después des- arrollandose de forma sumamente especifica (e.g., como en algunas novelas modernas, tales como los nouveau romans de Robbe-Grillet o de Sarraute), y, al mismo tiempo, la des- cripcién misma puede ser sumamente supra o infracompleta, © solamente escoger algunas acciones interesantes 0, meticu- losamente, describir el curso preciso de los eventos (a un nivel (55) especifico) ; y finalmente, la descripcién puede tener diversos tipos de ordenamiento, de tal modo que, nuevamente en lite- ratura —por ejemplo— la ambigiiedad puede surgir cuando alguna secuencia ha ocurrido tal como se la enuncié (proce- dimiento normal), o si el orden tiene que ver con el proce- dimiento cognitivo 0 con la presentacién estratégica pragmé- tica de la descripcién. Vemos que, puesto que podemos des- cribir cualquier cosa, los problemas de descripcién son sen- cillamente los problemas del discurso en general. NOTAS En este articulo resumo algunas de las sugerencias que propuse en varios libros y articulos recientes sobre la semAntica y la pragmitica del discurso, la teorla de la accién y su relacién con una teorla de la narrativa, los parimetros cognitivos y sociales en el procesamiento del discurso, etc. Para referencias mas detalladas y definiciones de los principales términos teéricos empleados en este trabajo, se le pide al lector que consulte Text and Context. Explorations in the Semantics and Pragmatics of Discourse (London: Longmans, 1977), Traduc- cién espafiola: Texto y contexto (Madrid: Citedra, 1980). Para las implicaciones de la descripcién de acciones en una teoria de la narrativa, ver “Philosophy of Action and Theory of Narrative’ Poetics 5 (1976) 287-338, Para los aspectos cognitivos del procesamiento del discurso (de acciones), ver mis articulos escritos en colaboracién con Walter Kintsch: “Comment on se rappelle et on résume des histoires”, Langages 40 (1975) 98-116, “Cognitive Psychology and Discourse” en W. U. Dressler, ed. Current Trends in Text Linguisties (New York-Berlin: de Gruyter, 1977), y “Toward a Model of Discourse Comprehension and Production” (University of Ams terdam —University of Colorado, mimeo, 1977), y mas articulos “Recalling and Summarizing Complex Discourse”, en: W. Burghardt y K. Hilker, eds. Text Processing (New York-Berlin: de Guyter, in press), “Pragmatic Macro- Structures in Discourse and Cognition”, Coloquio “On the Cognitive View- point”, Ghent, March 1977 (en: prepublicacién de los articulos, ed. M. de Mey, et al, University of Ghent), “Context and Cognition. Knowledge Frames and Speech Act Comprehension”, Journal of Pragmatics 1 (1977), y “Macro- structures, knowledge frames and discourse comprehension”, en P. Carpenter y M. Just, eds. Cognitive Processes in Comprehension (Hillsdale, N, J.: Erlbaum, 1977). Para la referencia a todos los autores, con los cuales estoy en- deudado directa o indirectamente, ¢l lector deberd consultar las bibliografias de los trabajos mencionados,

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