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Descubriendo tú corazón hacia Dios

Mientras que comenzamos este nuevo año, tengo unas preguntas para ti.

¿Qué quieres que sea nuevo en tu relación con el Señor?

Mi confianza total y absoluta a Él. No quiero depender más de mis fuerzas, ni lo que exista en la
realidad, ni mis talentos o lo que esté en mis pensamientos. Quiero que mi mente y mi corazón
descansen en su promesa, no lo que diga el mundo y mi propio ser.

¿Qué quieres con el Señor este año?

O podríamos decir:

¿Cuál es tu visión para tu relación con el Señor este año?

Ser un hacedor de su mandamiento y no un oidor. Convertirme en un joven que esté conforme a su


palabra y no por las circunstancias actuales. 2 Timoteo 2:22-24

Quizá ya tienes una visión para tus otras áreas de tu vida, pero, ¿tienes una visión para lo que
quieres con El Señor? Tal vez al tener eso primero, lo otro se hará aún más claro.

Así que antes que el 2018 empiece a ganar velocidad, me gustaría animarte a tomar un tiempo no
apresurado con el Señor y preguntarle que te ayude a escribir lo que quieres para con Él y puedas
escuchar a lo que Él te está invitando con Él.

Algunas preguntas que podrán ayudarte a darte cuenta de tus deseos son:

¿Qué es lo que anhelo del Señor?

Que muestre cuál es su voluntad en mi vida ¿para que fui creado? Oír su voz y no la mía. Dejar atrás
todo peso y toda carga y dejar que Él dirija mis pasos, aunque mi voluntad humana se oponga.

¿Qué es lo que más disfruto de mi relación con el Señor y que no recibo lo suficiente?

Lo que disfruto de estar con Él es la seguridad y confianza de que a pesar de no esté firme en sus
caminos o tengas dudas sobre su palabra Él siempre está ahí para ayudarnos. Por más malo que
pueda ser, Dios siempre nos abraza y nos regala esa sonrisa cálida.

No puedo decir que no reciba nada del Señor pues eso me haría mentiroso. Lo que sí puedo decir es
que no he buscado suficiente en él. Me cuesta orar por las mañanas. Estudiar y leer la biblia es un
hábito en el cual no hago y eso hace que no reciba su bendición. La única forma de recibir la bendición
es oír esa declaración, pues las bendiciones llegan del oír y creer. Hebreos 4:12
¿Qué es lo que extraño con el Señor?

Extraño esa inocencia y convicción con lo cual lo busca a Él de niño. A veces quisiera volver a ser
ese pequeño que sin importar nada, deseaba siempre estar a su lado.

En esta época de mi vida, ¿qué necesito de Él?

Todo. Más que todo esperar en Su tiempo perfecto, y no apresurarme de acuerdo a lo que el
mundo actual dicte. Lo que deseo es una relación permanente con él.

¿Qué es lo que quiero con Él?

Ser su hijo amado y que él sea mi Padre. Obedecerlo en todo, negar mi carne y mi ser y que el
tome el control de mi vida.

Te diste cuenta que no hice la pregunta ¿que “debo” hacer? Por favor, no utilices el “debo”. Este
no es un plan para crear una resolución de Año Nuevo, el cual se trata de mí intentando cambiar a
mí mismo/a , enfocándome en mis debilidades y fallas e intentando hacerme mejor. Esto se trata
de ser honesto sobre lo que necesito y deseo al nivel del alma y reconociendo que sólo el Señor
puede dármelo, sólo Él puede cambiarme.

Algo que leí recientemente me animó profundamente en mi propio deseo para un cambio
verdadero en mi vida.

“La transformación dentro de nosotros es el trabajo de Dios, es un trabajo de gracia. Esa gracia
profundamente transformadora viene a nosotros no a través de nuestras propias fuerzas pero
como un regalo puro. Y al mismo tiempo, algo nos es exigido: el regalo gratis de nosotros mismos,
nuestra sumisión a la vara tierna de la disciplina Cristiana, nuestra disposición de ser
transformados, nuestra rendición a la gracia de Dios. Al final de todo, nuestro “sí” es lo que es
requerido. Tenemos que decir “Habla, que tu siervo escucha.” Tenemos que decir, “Haz conmigo
tu voluntad.”

Wilderness Time, A Guide for Spiritual Retreat – Emilie Griffin

Para algunos, este puede ser un tiempo difícil en tu vida y tu deseo por el Señor es inexistente. No
te desanimes. Los tiempos de desierto son necesario e importantes. Él es el que te está
persiguiendo, aún en la oscuridad, y Él desea transformar tus deseos. Quizás simplemente
comienza con esta oración este año:

“Señor, abre mi corazón para confiar en tu amor por mí. Dame un deseo para ti y permite que
crezca a ser más grande que mi deseo para todo lo demás.”

Lee Salmos 73:25-26 varias veces. Usa esto como tu oración mientras que comienzas el año.

Después de que hayas escuchado a los deseos de tu corazón y al Señor que te los dio, decide que
necesita ser nuevo/cambiado en tu vida para que estos deseos se hagan realidad. ¿Qué tipo de
espacio necesitas en tu horario diario, semanal, mensual, anual para realizar tu visión para tu
relación con el Señor? Y cuales disciplinas espirituales te ayudaran acercarte al Señor para
disfrutarlo y ser libre para ser tu ser verdadero con Él, para “quedarte quieto y reconocer que Él es
Dios”, para escuchar Su corazón y pensamientos hacia ti.

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