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Transformación de la
Sociedad
Sistematización de la Experiencia Cooperativista
Apoyo Mutuo
Septiembre, 2016
Organización Estudiantil
Facultad de Economía y Negocios (FEN)
Universidad de Chile
Cooperativas y la Transformación de la Sociedad
I. Introducción 7
II. ¿Qué es el Cooperativismo? 9
III. Origen y desarrollo del Cooperativismo 10
IV. Los 7 principios del Cooperativismo 12
V. Alcances y limitaciones para la
transformación de la sociedad 15
VI. Problemática actual de las cooperativas
en Chile y el mundo 18
VII. La experiencia de la Cooperativa Apoyo Mutuo,
de la población Lo Hermida 25
VIII. Conclusión y reflexiones finales 30
IX. Referencias 33
I. Introducción
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le remunera menos de lo que realmente produce para la empresa –el resto se lo
apropia el capitalista en forma de plusvalor– y a su vez, realiza sus funciones de
manera cada vez más alienante, es decir, separado o inconsciente del producto
que crea, pues, no toma decisión alguna sobre qué, cómo ni para qué trabajar y
producir.
Este trabajo busca ahondar en esta temática, para explicar de manera sencilla
qué es realmente una cooperativa, cómo surge y ha mutado el cooperativismo en
el tiempo, cuál sería su potencial transformador y qué limitaciones encuentra en
esa misma tarea. Para finalmente, analizar la experiencia organizativa de la Co-
operativa Apoyo Mutuo de la Población Lo Hermida (Santiago), que opera como
un almacén popular de resistencia al consumo masivo en los grandes supermerca-
dos.
Todo esto lo hacemos desde nuestra mirada como estudiantes de carreras rela-
cionadas a la economía y la administración, y que hoy nos encontramos agrupa-
dos/as en la organización Amauta, bajo una crítica común a la orientación mer-
cantil que se le da a nuestras disciplinas y al conocimiento que se genera en todos
los centros educativos en general. Nos encontramos descontentos/as ante una uni-
versidad que responde a los intereses del capital, buscando generar profesionales
que se inserten de la mejor forma posible en el mercado capitalista, reproduciendo
un sistema que es deshumanizante e irracional, daña el medio ambiente y que re-
produce sistemáticamente la explotación y la desigualdad.
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Ante esto, vemos la necesidad de levantar una alternativa que dispute el senti-
do de ese conocimiento a la universidad y entre nuestros/as compañeros/as. Por
eso, para nosotros/as es importante desarrollar herramientas –como lo es este do-
cumento sobre cooperativismo– que nos permitan como futuros/as profesionales
utilizar nuestras disciplinas y conocimiento al servicio de la transformación so-
cial, así como también un insumo para debatir acerca del rol y la utilidad de las
cooperativas bajo el capitalismo.
Ahora bien, una definición tan amplia como esta, no alcanza a abarcar todas
las aristas que trae consigo el trabajo en una cooperativa. Por esto, para entender
de mejor manera su complejidad, las siguientes páginas tratarán de responder de
una manera simple, de qué se trata una cooperativa, para qué surge, y qué impli-
cancias podría tener en la sociedad y las y los sujetos que la conforman.
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lario-empleo, es decir, mientras más altos sean los salarios que cada empresa debe
pagar, menos disposición se tiene a emplear nuevos trabajadores. Sin embargo, en
las cooperativas esta relación salario-empleo es positiva, lo que evidencia que las
cooperativas, a medida que las remuneraciones son mayores, más incentivos tie-
nen a aceptar nuevos integrantes.
Este poder de decisión que tienen las y los trabajadores es la esencia del
cooperativismo, pues la producción se encuentra en sus manos de acuerdo a sus
propios criterios sociales, desplazando así la figura del patrón y el empleado, y
por lo tanto, la explotación laboral.
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posibilitaron dicha revolución serán dos fundamentalmente; la revolución france-
sa y la revolución industrial, en la cual la revolución francesa logra mejorar cier-
tos aspectos de la población; igualdad de derechos ante la ley, separación del Es-
tado y la Iglesia y los derechos a la propiedad bien definidos. Sin embargo, esta
revolución no era de carácter emancipatorio para la existencia humana, puesto
que las reivindicaciones eran más bien políticas, que fueron generando el ascenso
de la burguesía y la clase proletaria.
Con el ascenso de las nuevas clases; una burguesía incipiente y consigo una
clase proletaria, se fueron creando las condiciones para un nuevo modo de pro-
ducción; el modo de producción capitalista. Al mismo tiempo que el capital co-
menzaba a predominar en las sociedades modernas -mediante las empresas capita-
listas-, comienzan a aparecer los denominados “socialistas utópicos”, que, des-
contentos con el capitalismo, empezaron a idear distintas formas de organización
social bajo el socialismo, en donde las cooperativas cumplían un rol central. El
surgimiento de las primeras cooperativas modernas tiene lugar con los primeros
efectos terribles de la Revolución Industrial en Gran Bretaña, a finales del siglo
XVIII: jornadas de trabajo extremadamente largas en pésimas condiciones, sin de-
rechos ante los patrones, y recibiendo mucho menos de lo necesario para la ali-
mentación. (Cruz Reyes & Piñeiro Harnecker, 2012, p.37)
Owen plantea que el carácter de las personas se moldea por el entorno donde
viven y trabajan. Aunque hijo de un artesano pobre, logró ser director de una fá-
brica en New Lanark, Inglaterra, la cual se convirtió en modelo de buen funciona-
miento y de medidas en beneficio de los trabajadores (reducción de la jornada la-
boral, vivienda, salud y otros servicios). Owen creía firmemente que la creación
de asociaciones sin los capitalistas podría ayudar a mejorar la situación de los
obreros y a transformar la sociedad. (Cruz Reyes & Piñeiro Harnecker, 2012,
p.37). Sin embargo, más adelante veremos que estas ideas que presentaban los so-
cialistas utópicos, que criticaban al capitalismo desde una posición ético-moral
sin reconocer las contradicciones antagónicas entre la clase trabajadora y la capi-
talista, poseen un problema político que les impide dar a las cooperativas por sí
mismas el salto cualitativo hacia la transformación social.
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habían decidido unirse para crear una cooperativa de consumo, tal como la Co-
operativa Apoyo Mutuo de Lo Hermida, en la cual los miembros ahorraron dinero
para arrendar un local, de forma que se usara como un “almacén cooperativo”.
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la cooperativa sobreviva en el tiempo y no se someta a las lógicas capitalistas de
producción.
La diferencia con las empresas de tipo capitalista es que en ellas los beneficios
se reparten en forma de salarios para las y los trabajadores (generalmente cerca-
nos al monto mínimo para subsistir), mientras que la mayor parte de los benefi-
cios económicos queda para los inversionistas y dueños del capital de la empresa.
4. Autonomía e independencia.
Las cooperativas son organizaciones autónomas e independientes en el sentido
de que cada cooperativa está sujeta a la gestión de sus propios asociados, y pue-
den entrar en acuerdos con otras organizaciones (estatales, privadas, otras coope-
rativas) siempre y cuando se mantenga el control democrático por parte de sus
miembros. Es decir, ante cualquier acuerdo de la cooperativa con otra organiza-
ción, los asociados deben mantener la capacidad de tomar las decisiones relacio-
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nadas con su propia gestión, y no someterse obligadamente a las decisiones que
otra organización pueda tomar.
También, entre todos se deben informar acerca del estado en el que se encuen-
tra la cooperativa. De esta forma, se puede asegurar de mejor manera que cada
asociado efectivamente va a poder ejercer su poder de decisión dentro de la co-
operativa, así como también la capacidad de analizar información respecto a lo
que suceda en su cooperativa.
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V. Alcances y limitaciones para la transformación
de la sociedad
El avance en el plano ideológico tiene que ver con el pensamiento, los valores
e ideas que se incorporan a la vida cotidiana de las personas. Al contrario de la
ideología dominante, es decir, del proyecto de sociedad del sistema capitalista –
que promueve el individualismo, la apatía y la competencia– el cooperativismo
fomenta y exige la solidaridad, la cooperación, la participación activa, la ayuda
mutua y la igualdad social entre las personas para poder lograr las metas que se
propongan.
Las cooperativas van construyendo una nueva forma ideológica en los sujetos,
en la medida que las y los socios y las comunidades van incorporando a su coti-
dianidad los valores propios de el hombre y la mujer nuevos en el socialismo, que
se encuentran en oposición a los del sujeto atomizado en el capitalismo.
A modo de ejemplo, vemos que bajo los principios del cooperativismo, se eli-
mina lo que se conoce por división social del trabajo. Es decir, la capacidad que
tiene un trabajador en un determinado puesto para dar órdenes a otro que tenga un
rango menor en la jerarquía, por su posición en la sociedad, sea una diferencia de
estudios, dinero, influencia social, etc. Lo cual influye directamente en las rela-
ciones sociales que se configuran entre las y los trabajadores.
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Respecto a un plano organizativo, podemos observar que la cooperativa está
conformada por un conjunto de trabajadores con igual poder de decisión acerca
del proceso productivo que busca satisfacer necesidades sociales. Esta caracterís-
tica particular de las cooperativas deja en total evidencia el hecho de que la pro-
ducción sin “patrones” es absolutamente posible y realizable, al contrario de lo
que difaman ciertos sostenedores del capitalismo que defienden el rol de los capi-
talistas en el proceso productivo bajo el argumento de que sin ellos no habría con-
trol en la producción.
La principal limitante del cooperativismo que impide dar ese salto cualitativo,
paradójicamente, provienen de aquello que antes identificamos como un alcance;
la conformación de “micro-socialismos” en el marco de una sociedad capitalista.
Pero para entender por qué hacemos aquel diagnóstico, resulta necesario ha-
blar desde una óptica clasista, y no ciudadanista. Esto quiere decir que se debe
considerar que antes que ciudadanos con derecho a voz y voto, se es parte del
pueblo, de una mayoría explotada que tiene el potencial para liberarse y cambiar
la forma en que se vive como sociedad. De esta forma, se logra apreciar que en el
capitalismo existe una contraposición de intereses entre el pueblo y los grandes
dueños del capital, una lucha de clases. Por el otro lado, la concepción ciudada-
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nista y liberal no hace distinción entre capitalistas y trabajadores, pues los consi-
deran como iguales; no existe una contradicción, una oposición entre capitalistas
y trabajadores, todos somos parte una gran masa ciudadana que busca los mismos
intereses.
Con estas visiones aclaradas, podemos introducir las limitantes que tienen las
cooperativas para la transformación social. En primer lugar está la posibilidad de
que los miembros tomen una actitud pasiva ante la comodidad de estar insertos en
este “micro-socialismo”, donde logran mejorar sus condiciones de vida, conseguir
estabilidad laboral, relacionarse de manera fraterna con sus pares y liberarse apa-
rentemente de la explotación directa que ejerce el capital en su trabajo.
"En 1832, Owen crea la “Bolsa nacional de cambio equitativo del trabajo” que
emite “billetes de trabajo” que se suponía expresaban el tiempo invertido en la fa-
bricación más el costo de las materias y máquinas empleadas, sin tener en cuenta
las relaciones de trabajo establecidas durante el proceso productivo. Este proyecto
alternativo funcionó durante los primeros meses, mientras los artesanos y algunos
pequeños industriales aceptaron su equivalencia supuesta. La euforia apareció en-
tre los reformadores sociales que creían haber encontrado la fórmula mágica para
instaurar pacíficamente el socialismo cooperativista oweniano. Por otro lado, la
violencia de la burguesía había amilanado al naciente movimiento, 9 ahorcamien-
tos y 457 deportaciones, según cita Iñaki Gil en su libro, habían frenado el ímpetu
de las luchas obreras y campesinas, por lo que el owenismo apareció durante este
período como la alternativa pacifista y realista de cambio gradual mediante un
cooperativismo capaz de transformar desde dentro al capitalismo. Pero estos sue-
ños se esfumaron a los pocos meses de aparecer el “billete de trabajo”. La bur-
guesía aplicó el axioma de “golpéalo mientras esté abajo” (hit them while they are
down) destrozando el movimiento, que con solo 6 deportaciones —los “mártires
de Tolpuddle”, según la prensa owenista— se paralizó totalmente en 1834. Una
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de las lecciones importantes de este experimento, en términos de cambio antisiste-
ma, radica en la insuficiencia de redistribuir la riqueza de forma justa mantenien-
do la base del modelo productivo del capital. La evidencia histórica, incluido este
experimento promovido por Owen, apunta al colapso. La producción capitalista
es incompatible con la justicia distributiva, al menos en la manera en que esta ha
sido concebida y puesta en práctica en el último siglo.” (Miranda Lorenzo, 2012,
p. 78-79)
Es por estas razones que, para efectivamente lograr la superación del capitalis-
mo, es necesario lograr la transformación de la sociedad en su conjunto, de lo
contrario los intentos de transformar el sistema capitalista bajo el mercado resul-
tará en vano.
Esto nos lleva a concluir que las cooperativas, más que un ente transformador
de la sociedad en sí mismo, es una organización de resistencia al capitalismo. Es
decir, que las cooperativas son la muestra empírica de que las personas pueden
funcionar bajo lógicas contrarias a las capitalistas; a las de cooperación y solidari-
dad bajo relaciones sociales de producción iguales.
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VI. Problemática actual de las cooperativas en Chile
y el mundo
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Esto si bien es muy bueno para una cooperativa, dado que permite mejorar el
bienestar social, al realizar negocios justos con productores campesinos, también
es peligroso, porque asigna roles a los miembros de una cooperativa. Por ejemplo,
en el caso de Capel, los productores de uva tienen el rol de abastecer con materias
primas a la cooperativa, a cambio de un pack de beneficios monetarios y no mo-
netarios. Y esto los pone en una zona de confort, dejando de lado la capacidad crí-
tica y de resistencia contra el capitalismo, dado que Capel compite en las reglas
del mercado, y como les funciona, se genera un proceso de adaptación al capita-
lismo, y se desvirtúa la esencia cooperativista.
Entonces el socio era al mismo tiempo el trabajador, y entre todos los trabaja-
dores, los dueños del control de la cooperativa. Pero esto en la gran mayoría de
las cooperativas no ocurre, donde poseen o más socios que trabajadores, o más
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trabajadores que socios. Y esto es una desigualdad tremenda, porque el trabajador
que no es socio, y está sujeto a un contrato (la forma más práctica de evitar que
alguien sea socio es a través de la subcontratación) no posee los mismos benefi-
cios que un socio, y probablemente trabaje lo mismo o más que el asociado. La
cooperativa de Mondragón, la más grande del mundo, al año 2008 posee 30 mil
socios, y 60 mil asalariados, reflejando que su condición exitosa de cooperativa,
ocurre también por la explotación de los asalariados, los cuales, no son retribuidos
de la misma manera que los socios.
En Colún se pueden defender, apelando a que sus socios son los cooperados,
los productores de leche, y ellos no quieren compartir parte de los beneficios con
los no miembros, pero eso es un síntoma de que la concepción del cooperativismo
en un sistema capitalista, obliga a realizar contradicciones con los principios
cooperativistas, o reinterpretaciones de los mismos.
4. Autonomía e independencia.
La base de este principio es la supervivencia de la cooperativa al largo plazo,
sin intervención de terceros, que puedan presentar conflictos de interés. Un ejem-
plo de esto es cuando Capel en el año 2003, frente a la crisis económica interna,
producto de la llegada de la competencia CCU por parte del grupo Luksic, estuvo
a punto de vender la cooperativa a este grupo, pero gracias a la negación por parte
de los cooperados se evitó la disolución de Capel. Rodrigo Salinas, gerente gene-
ral en esa época, se refería a los hechos: “Los cooperados preferían quebrar, con
dignidad, antes que vender su empresa a la competencia que comenzaba a insta-
larse en la zona”. Incluso, el lema que defendían los cooperados frente al proble-
ma era: “si bien toda empresa tiene su precio, una forma de vida, en cambio, no la
tenía”. (Rojas Aguilera, 2013)
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hay detrás, de la misma manera en que los partidos políticos tienden a valorar el
partido mismo, que el proyecto político que los sustenta.
La organización, implica que unos sepan más que otros en algunos temas, y así
mediante la autoformación organizativa, se van integrando conocimientos. Pero
cuando una cooperativa entra a la lógica del capitalismo, entra a la lógica de la es-
pecialización, a la lógica de las capacitaciones técnicas que buscan aumentar la
productividad del trabajador, sin cuestionar el trabajo mismo. Y el acto reflexivo,
es necesario para generar cambios, y si este se orienta de manera unidireccional,
es peligroso porque entrega una verdad parcial.
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6. Cooperación entre cooperativas
Este principio es el que posee mayor reflejo de las lógicas capitalistas y sus
formas de desintegrar las cooperativas, adaptándose a las lógica capitalistas. Para
ello usaremos un ejemplo práctico: Imagine el lector que quiere formar una co-
operativa. Su primera decisión será escoger un producto o servicio, luego si ten-
drá que producirlo o comprarlo, y finalmente a quien se lo venderá. Pensemos que
quiere hacer una panadería, y para ello necesita insumos. Sus opciones son dos:
comprar harina envasada a un mayorista, o comprar la harina directamente a un
productor. Como usted es una cooperativa pequeña, comprará la harina envasada,
porque es más barata y usted quiere ayudar a la comunidad entregando un rico
pan a un precio más barato que el supermercado. Pero esa harina envasada, lo más
probable es que haya sido creada en una empresa capitalista, con todos los proble-
mas que trae consigo. Entonces surge una contradicción, entre ayudar a la comu-
nidad entregando un pan más barato, pero conociendo su procedencia, o comprar
la harina al productor y tener un pan más caro que el supermercado. ¿Porqué ocu-
rre esto?
Esto se debe a que el capitalismo está inmerso en todas las áreas económicas
del mundo, y cuando usted quiera formar una empresa, en cualquier parte de su
cadena de valor (extracción de materia prima, conversión a producto, despacho a
mayorista, despacho a almacenero, despacho a cliente, etc) tendrá que toparse con
una empresa capitalista. Y por ello, dado que el capitalismo, con sus mecanismos
de protección y mayor presencia, como lo son las alianzas con los extractores de
materias primas, resultan en que las cooperativas adoptan herramientas capitalis-
tas.
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misma lógica asistencialista que las empresas amigables del capitalismo, dado
que todos sus actos “comunitarios” entregan momentos efímeros de felicidad,
pero no cuestionan en ningún momento las contradicciones del capitalismo. Un
real compromiso con la comunidad, es conocer sus problemas, sus necesidades y
quejas, y esta relación, es complicada cuando se tienen cooperativas que lo inten-
tan hacer, pero les faltan recursos para ello, o entran en la discusión de la reparti-
ción de excedentes.
Si bien esta pregunta abre muchas otras, hay cosas esenciales que se tienen que
desmentir, y deben ser la bandera de lucha de las cooperativas: La creencia de que
un estudio superior te hace mejor persona, la necesidad (creada por el capitalis-
mo) de materializar el estudio con éxitos estereotipados, la creencia de que a ma-
yor dinero tendrás mayor felicidad, etc. Esto invita al lector a buscar otras mane-
ras de desideologizar el salario.
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miembros y no miembros; la discriminación salarial para los miembros; el encasi-
llamiento de los miembros como piezas de una organización y no como seres que
pueden autoformarse, y por lo tanto tomar injerencia en las decisiones de la co-
operativa (dado que la mayoría de los directivos poseen títulos profesionales, ne-
gando la autoformación, y sesgando las decisiones estratégicas a los profesiona-
les); y finalmente, la pérdida de un proyecto político que se declara anticapitalista.
1 En esta sección hacemos uso de los testimonios de entrevistas personales realizadas a las y los socios y
organizadores de la cooperativa Apoyo Mutuo: Darío, Carlos, Erika, Victor, Kelly y Alejandra, así como
de vecinos y vecinas que compraron en la venta realizada el día 1 de Mayo de 2016 en la población Lo
Hermida, comuna de Peñalolén en Santiago.
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Para nosotros/as era interesante analizar, desde la perspectiva económica e
ideológica, la experiencia del cooperativismo y su potencial transformador, así
como tensionar nuestros conocimientos adquiridos en la Universidad y ponerlos
al servicio de las necesidades de una de estas organizaciones, que en esencia son
reflejo y resultado de las necesidades sin resolver que tenemos como clase popu-
lar.
Así fue que trabajamos durante siete meses en conjunto con la cooperativa
Apoyo Mutuo, a la cual pudimos aportar con nuestros conocimientos de contabili-
dad, manejo de programa excel, finanzas, administración y la sistematización de
su experiencia cooperativista con este documento y material audiovisual de foto y
cortometraje.
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Se enfrenta a una realidad donde las grandes cadenas de supermercados elevan
los precios de los productos a fin de obtener mayores ganancias, sin importarle en
lo más mínimo la limitante que esto significa para quienes no cuentan con dinero
o un poder adquisitivo suficiente, provocando finalmente que no todos podamos
satisfacer con plenitud ciertas necesidades que son básicas para una vida digna.
Aquí es donde esta forma de organización entra en juego, y rompe con los es-
quemas capitalistas de las grandes empresas. Su objetivo es brindar al poblador
una herramienta para satisfacer cierta necesidad social de manera colectiva. En
una entrevista realizada a un miembro de la cooperativa, Darío nos relata los valo-
res que sustentan este proyecto, siendo la participación social, comunicación en-
tre vecinos/as y solidaridad, los más importantes a la hora de hablar de cooperati-
vismo, en el cual se busca construir un proyecto social de manera colectiva, den-
tro de un marco de economía social solidaria. Sobre esto Kelly nos dice:
“Forma de relacionarse más allá de una necesidad puntual, no desde una es-
tructura de poder desde un escalón superior que te diga qué es lo que tienes que
hacer, ni cuánto tienes que ganar. El trabajo colectivo es la principal idea, este
concepto supera el individualismo del modelo neoliberal. La cooperativa no solo
responde a necesidades materiales, sino también a necesidades sociales, como
parte de la vida. Responde a una necesidad existencial, como estilo de vida… se
retomaron ciertas prácticas que se daban en la población en época de dictadura”
Una de estas trabas en la que pudimos aportar, fue la falta de conocimiento téc-
nico sobre administración y por tanto, la difícil gestión de los recursos, especial-
mente en cuanto al orden financiero y la contabilidad, es decir el registro de ven-
tas y las planillas de costos. La situación es que todas las ventas que se realizan
mensualmente son registradas en el mismo momento, de tal forma que se pueda
tener un catastro detallado de lo vendido, a modo de mantener el orden y a la vez
determinar la demanda de productos para la siguiente venta.
El problema que tenía la cooperativa, era que este registro se hacía de forma
manual en una planilla excel que no se ajustaba al verdadero proceso de venta y
sólo una persona sabía realizarlo. Esto generaba que se retrasara la venta y se for-
mara una alta dependencia hacia aquella persona, que imposibilitaba funcionar en
su ausencia. Por lo tanto, uno de nuestros desafíos fue generar una nueva manera
de hacer el registro y manejar esta información, tal que facilitara su uso para cual-
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quier usuario y llenara los vacíos de la antigua planilla para ajustarla de mejor
manera al proceso actual de compra y venta.
Por otra parte, los principales obstáculos con que encuentra Apoyo Mutuo –y
que escapa de nuestra posible acción– han sido los recursos físicos, monetarios y
de tiempo que dispone la cooperativa para funcionar y que se ajustan al punto de
realizar una sola venta en el mes. No ha sido posible disponer de mayores bode-
gas para almacenar productos y mucho menos, de un local físico que pueda ser
atendido por un trabajador a sueldo. Por esto mismo, las y los miembros viven de
sus trabajos en otros lugares y por ende, el tiempo que disponen para organizarse
y gestionar la cooperativa se encuentra restringido al horario post-jornada laboral.
Asimismo, los bajos niveles de participación de las y los vecinos para sumarse
a la gestión de la cooperativa ha sido un problema que ha estancado el crecimien-
to orgánico de la cooperativa y por lo tanto, ha limitado el impacto de esta en la
comunidad.
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“Buscamos crear un contacto con los vecinos, lo bueno es que se enganchó a
varias personas, cada vez nos fuimos reafirmando más en la idea de la cooperati-
va, si bien ha ido rotando la gente a lo largo del tiempo, últimamente nos hemos
fortalecido como cooperativa. La confianza es lo que nos ha permitido avanzar
más rápido en la cooperativa, pero es difícil ganar esa confianza”.
En una de las tantas visitas que realizamos los primeros Domingos de cada
mes, pudimos entrevistar a los vecinos que suelen comprar habitualmente su mer-
cadería mensual en la Cooperativa Apoyo Mutuo, estos nos recalcaban con énfa-
sis el grato ambiente que se origina en las jornadas de ventas, los vecinos asisten
en familia y se sienten en casa, los niños juegan, los vecinos se conocen y se crea
una espacio donde prima la solidaridad, respeto y la vida en comunidad.
Por ejemplo, hacen una crítica directa al control que ejercen las principales ca-
denas de supermercados del país, concuerdan en que existe un monopolio (o más
bien, oligopolio) de los productos básicos de consumo con el único fin es rentabi-
lizar al máximo el negocio de los dueños del capital, sin importar las dignidad de
las personas, las necesidades sociales, el cuidado del medio ambiente, los dere-
chos laborales, entre otros.
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Así vemos que Apoyo Mutuo es una experiencia cooperativista que logra en-
carnar los principios del cooperativismo y ser un ejemplo de resistencia al capita-
lismo, que si bien se encuentran con variadas dificultades para funcionar y desa-
rrollarse en la sociedad, logra dar respuesta a una problemática concreta en la po-
blación.
Como estudiantes y parte del pueblo, debemos ser conscientes de nuestro en-
torno, ser capaces de articularnos y organizarnos para tomar acción frente a las
injusticias. Para transformar la sociedad se requiere poner nuestras herramientas
al servicio de las necesidades de la sociedad. Nos quedamos con el ejemplo del
accionar de las y los miembros de la cooperativa, quienes han demostrado que
con trabajo colectivo, valor y corazón se pueden crear caminos más justos e igua-
litarios. Víctor enfáticamente nos deja un claro mensaje: “Lo que buscamos como
objeto final, es que los vecinos tomen conciencia, de que unidos, pueden lograr
muchas cosas”.
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Las cooperativas, entonces, van construyendo a través del trabajo colectivo
una nueva forma ideológica en los sujetos, en la medida que las y los socios y las
comunidades van incorporando a su cotidianidad los valores socialistas, que se
encuentran en oposición a los del sujeto atomizado en el capitalismo. Este impac-
to es considerado un alcance o potencial de esta forma de organización en la
transformación de la sociedad.
Así fue que trabajamos durante siete meses en conjunto con la cooperativa
Apoyo Mutuo, a la cual pudimos aportar con nuestros conocimientos de contabili-
dad, manejo de programa excel, finanzas, administración y la sistematización de
su experiencia cooperativista con este documento y material audiovisual de foto y
cortometraje.
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De la mano de esta experiencia hemos aprendido de qué se trata el cooperati-
vismo, cómo va impactando en la sociedad y de qué manera va desarrollándose
contra la corriente en el Chile actual. Nuestra intención, además de resultar un
aprendizaje enriquecedor para nosotros/as como personas, ha sido siempre poder
utilizar nuestro conocimiento y disciplinas para aportar a esta experiencia popular
de cooperativismo, que en el fondo, es reflejo y proyección de las necesidades y
problemáticas que tenemos cotidianamente como sociedad. Esta tarea ha sido un
desafío tremendo para nosotros y nosotras, ya que nuestra formación se encuentra
enfocada a casos de la gran empresa y el mercado y por lo mismo, ha sido un
constante tensionamiento de nuestra enseñanza, de nuestra relación con la univer-
sidad y de nuestro rol como futuros/as profesionales.
Por eso, volvemos a la universidad con la claridad más fuerte de que no pode-
mos seguir aguantando una formación que da por hecho que la sociedad debe y
deberá siempre organizarse bajo el modo de producción capitalista, que el capital
–expresado en el mercado capitalista– debe ser el ente que distribuya nuestros re-
cursos, que la Universidad debe enseñar lo que el mercado laboral exija, y que el
capital sea el motor de nuestra existencia, con todos los problemas que trae consi-
go.
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IX. Referencias
Burdín, G. & Dean, A., 2009. Las decisiones de empleo y salarios de cooperati-
vas de trabajo y empresas capitalistas: Evidencia para Uruguay en base a datos de
panel. Instituto de Economía. Serie Documentos de Trabajo
Cruz Reyes, J. & Piñeiro Harnecker, C., 2012. Una Introducción a las cooperati-
vas. En: Cooperativismo y Socialismo: Una mirada desde Cuba. La Habana: Edi-
torial Caminos.
CONTACTO
Organización AMAUTA
www.facebook.com/Amauta.fen
catedras.amauta@gmail.com
Redactores:
Robert Curiñanco - rcurinanco@fen.uchile.cl
Felipe Gálvez - f.galvezmayorga@gmail.com
Marianne Moreira - marianne.moreiragodoy@gmail.com
Juan Sagal - jsagal@fen.uchile.cl
Camila Trujillo - ctrujillo@fen.uchile.cl
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Ediciones Periplos & Peripecias
periplosyperipecias@riseup.net
Impreso en Lo Hermida
Santiago, región chilena
Septiembre, 2016
Somos estudiantes de la Facultad de Economía y
Negocios de la Universidad de Chile, que nos or-
ganizamos para generar instancias que cuestionen
la hegemonía mercantil del conocimiento que se
reproduce en la facultad y disputar el sentido de
nuestras disciplinas, para que estas sirvan a las ne-
cesidades sociales. De esta manera, hacemos un
esfuerzo por construir y fortalecer una alternativa
revolucionaria y popular en la Universidad.