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TEMA:
HEPATITIS TIPO A
NOMBRE:
JENNY ROCÍO LEÓN VERA
2017
1. Introducción
Las hepatitis virales es una inflamación del hígado; son enfermedades transmisibles,
agudas y/o crónicas, que han alcanzado especial importancia en todo el mundo. La
morbilidad y mortalidad por estos padecimientos ocupa un lugar significativo, se
considera un problema de salud pública.
Las hepatitis víricas se clasifican en varios tipos de acuerdo con los virus que las
causan, las cuales tienen diferencias en su etiología y sus características
epidemiológicas, como en sus mecanismos de transmisión y los aspectos
inmunológicos, clínicos y hepatológicos. Actualmente se conocen las características
de los virus de la hepatitis A (VHA), la hepatitis B (VHB, la hepatitis C (VHC), la
hepatitis, delta (VHD) u Hepatitis TT y otras que se encuentran en estudio como la
hepatitis G y GB. Las infecciones por los virus de la hepatitis B y C se han asociado
con el estado de portador crónico y sus efectos a largo plazo, hepatitis crónicas y
cirrosis; asimismo las infecciones por VHB y VHC están íntimamente vinculadas con
el carcinoma hepatocelular primario (CHP). Algunos trabajos estiman que el riesgo de
contraer CHP es 200 veces más frecuente en los portadores de VHB que en otras
personas. En el mundo, la infección por VHB es la causa más frecuente de hepatitis
aguda y crónica de cirrosis y de CHP.
2. Objetivos
Los científicos han identificado cinco virus de la hepatitis designados por las letras,
A, B, C, D y E. Todos causan enfermedades hepáticas, pero se distinguen por varios
rasgos importantes.
El virus de la hepatitis A (VHA) está presente en las heces de las personas infectadas
y casi siempre se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados.
El virus de la hepatitis B (VHB) se transmite por la exposición a sangre, semen y otros
líquidos corporales infecciosos. También puede transmitirse de la madre infectada a
la criatura en el momento del parto o de un miembro de la familia infectado a un bebé.
El virus de la hepatitis C (VHC) se transmite casi siempre por exposición a sangre
contaminada, lo cual puede suceder mediante transfusiones de sangre y derivados
contaminados, inyecciones con instrumentos contaminados durante intervenciones
médicas y el consumo de drogas inyectables. La transmisión sexual también es
posible, pero mucho menos común. No hay vacuna contra la infección por el VHC.
Las infecciones por el virus de la hepatitis D (VHD) solo ocurren en las personas
infectadas con el VHB; la infección simultánea por ambos virus puede causar una
afección más grave y tener un desenlace peor. Hay vacunas seguras y eficaces contra
la hepatitis B que brindan protección contra la infección por el VHD.
3.4.1. Definición
.
3.4.2. Epidemiología
3.4.3. Etiología
3.4.4. Transmisión
Comer o beber alimentos contaminados por heces con el virus. Las frutas, las
verduras, los mariscos, el hielo y el agua son fuentes comunes del virus de la
hepatitis A.
Estar en contacto con las heces o la sangre de un enfermo con hepatitis A.
No seguir hábitos higiénicos adecuados. Por ejemplo, una persona que no se
lava las manos después de ir al baño puede transmitir el virus a un objeto o
alimento.
Practicar sexo oral o sexo anal con una persona infectada.
Cualquier persona puede contraer la hepatitis A. Sin embargo, algunas personas
tienen un mayor riesgo que otras:
Este es un virus que rara vez se encuentra en países con altos estándares de higiene.
El virus es muy resistente a ácidos y álcalis (por ejemplo, jabones y otros productos
de limpieza).
3.4.5. Síntomas
fiebre,
malestar general,
anorexia (falta de apetito),
náuseas,
dolor abdominal,
ictericia (color amarillo de la piel y mucosas),
hepatomegalia (hígado agrandado).
Síntomas habituales:
Cansancio.
Náuseas.
Fiebre.
Pérdida del apetito.
Dolor de estómago.
Diarrea.
Oscurecimiento de la orina.
Excrementos de color claro.
Color amarillento de ojos y piel (ictericia).
3.4.6. Prevención
La Organización Mundial de la Salud establece tres puntos clave para evitar contraer
la hepatitis A: mejorar el saneamiento, la inocuidad de los alimentos y la vacunación.
También pueden vacunarse los niños y los adultos que no lo hayan hecho antes. La
vacunación se realiza a lo largo de seis meses, durante los que hay que ponerse dos
inyecciones. Los niños que no se han vacunado deben hacerlo. Pero además, este
método preventivo, que se conoce como vacuna combinada, está especialmente
indicado en:
Aunque la mayoría de los niños que reciben la vacuna no tienen efectos secundarios,
a veces pueden darse problemas menores, como enrojecimiento o molestia en el
lugar de la inyección. Los problemas más graves asociados a la misma son muy raros.
Por último, para prevenir el contagio los especialistas recomiendan prestar atención
a los cuidados personales y a la higiene. Algunas recomendaciones son:
3.4.7. Diagnóstico
3.4.8. Tratamiento
No hay ningún tratamiento específico para la hepatitis A. Los síntomas pueden remitir
lentamente, a lo largo de varias semanas o meses. Lo más importante consiste en
evitar medicamentos innecesarios. No se deben administrar antieméticos (productos
que impiden el vómito), ni paracetamol. La hospitalización es innecesaria en ausencia
de insuficiencia hepática aguda. El tratamiento persigue el bienestar y el equilibrio
nutricional del paciente, incluida la rehidratación tras los vómitos y diarreas
4. Conclusiones
5. BIBLIOGRAFÍA
http://www.webconsultas.com/hepatitis/hepatitis-568 (2017)
http://www.who.int/features/qa/76/es/ (2017)
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs328/es/ (2017)
http://www.cuidateplus.com/enfermedades/infecciosas/hepatitis-a.html (2015)