Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El principal argumento para que un país contraiga una deuda es que teóricamente
permite conservar los recursos propios y recibir recursos ajenos para explotar,
procesar o producir nuevos bienes y servicios. Sin embargo, se vuelve un
problema cuando dicho dinero no se utiliza en aquello para lo que fue solicitado,
cuando se usa de manera ineficiente o cuando las condiciones de devolución se
endurecen (principalmente a causa de anteriores incumplimientos del deudor).
Depresión. Durante este período pueden observarse dos fases: la primera, entre
1913 y 1918, dominada por un incremento vertical en las inversiones de portafolio,
las cuales aventajaron notablemente a las directas; y la segunda, entre 1919 y
1928, caracterizada por una recuperación continua de la inversión directa y el
declive relativo de la inversión de portafolio. Para la totalidad del período, la
inversión de portafolio llegó a representar el 0.7% del PNB, y la inversión directa,
el 0.16 respectivamente.
En tercer término el intervalo comprendido entre 1929 y 1942 durante el cual los
dos tipos de inversión experimentaron una caída dramática -aunque la inversión
directa a una tasa inferior- antes de desaparecer. Durante los años treinta los
Estados Unidos se convirtieron en un importador neto de capitales mediante la
recepción del servicio de la deuda y de los dividendos sobre sus inversiones
externas. En cuarto lugar, el renacimiento de la inversión extranjera, la cual ofreció
indicios de recuperación hacia la segunda mitad de la Guerra, antes de
restablecerse plenamente después de 1945. Con un liderazgo claro de la inversión
directa, este período se extendió hasta fines de los sesenta.
* Mala administración de los fondos, los cuales producen un déficit sostenido que
supone cada vez más recursos externos para compensarlo.
* La negligencia (intencional o no) respecto a los efectos que las deudas excesivas
pueden tener, o bien la ausencia de prerrequisitos antes de concederla. Así
autores como Marc Reffinot apuntan que un fenómeno parecido ya sucedió en la
década de1930 tras el Crack del 29 y, pese a contar con esa experiencia, se
permitió volver a endeudarse a las naciones. * En el Forum 2004 de Barcelona se
propuso la llamada Deuda Indigna, como aquella que se contrajo y se permitió
contraer pese a saber que ocasionaría serios problemas a la economía y al
desarrollo del país que la solicitaba. La llamada Deuda Indigna tiene además
como requisito que el organismo o país prestamista le resultara imposible no saber
los efectos que dicho crédito ocasionaría al receptor.
CONSECUENCIAS
* Crecimiento desbocado de la inflación, que hace aún más difícil pagar la deuda.
SECTOR PRIVADO
El año pasado, el sector no financiero privado colombiano (sector real) redujo sus
obligaciones externas en 1.228 millones de dólares.
SECTOR PÚBLICO
Este monto es equivalente al 12,7% del PIB de 2012. El incremento fue explicado
por el crecimiento del endeudamiento de largo plazo (9,1%), que parcialmente
compensado por la caída en el endeudamiento de corto plazo (-13.7%).
INTRODUCCION
Hacia la mitad de la década de los 80, los países comprometidos con el FMI
dejaron de generar excedentes comerciales, por lo que iniciaron una segunda fase
del proceso de endeudamiento externo, con la desventaja de no contar con más
holgura para continuar reduciendo las importaciones. Era evidente que los países
endeudados del tercer mundo, no podrían liquidar la deuda en los términos
pactados en la primera negociación. Como era de esperarse, los países altamente
endeudados de América Latina y en general los tercermundistas tuvieron que
renegociar su deuda con la Banca Comercial, bajo el arbitraje respectivo del FMI,
que los sometió a partir de 1982 a los mecanismos de ajuste consistentes en
control y reducción en el gasto público, disminución de los salarios reales,
controles en la cantidad de flujo circulante doméstico, altas tasas de interés y
devaluaciones reales; todo lo anterior con el objetivo claro de generar excedentes
en la cuenta comercial, de manera que se pudiera asegurar el pago del servicio de
la deuda.
En las tres últimas décadas del siglo XX, el endeudamiento externo se constituyó
en una de las principales fuentes de financiación para las economías en
desarrollo, a través del cual se alivió la escasez de fondos provenientes del ahorro
interno. Como un fenómeno más reciente, de quince a veinte años, los recursos
privados internos se han constituido en otra fuente alternativa para la financiación
del sector público. Es aceptado por los analistas económicos que tanto con los
recursos externos como con los internos se facilitó la ampliación de la capacidad
productiva y el desarrollo de los países de ingresos medios y bajos, aunque no
siempre ese ha sido el caso (Schclarek, 2004).
En los últimos veinte años la deuda pública colombiana ha sido sensible a los
efectos descritos por la literatura consultada, hecho que indica la necesidad de
seguir trabajando con esmero e integralmente en su sostenibilidad. Resalta la
fragilidad y mínimo tiempo requerido por la deuda pública para pasar de la región
de capacidad de maniobra a la región de derrumbe, demostrando la imperiosa
necesidad de tener prudencia con el gasto en los períodos de mejoramiento o
bonanza fiscal. En tanto que el PIB real varía positivamente la deuda pública
converge hacia su nivel de sostenibilidad y cuando el PIB real varía negativamente
la deuda pública diverge de su nivel de sostenibilidad, ambas tendencias como
proporción del PIB. La fortaleza mostrada por la deuda pública colombiana frente a
la última crisis financiera internacional, gracias a fenómenos propicios como los
elevados precios de los commodities y la revaluación del peso colombiano y,
también, a la política fiscal de sustitución de deuda externa por deuda interna, y al
permanente flujo de inversión extranjera directa. La dependencia de la deuda con
relación a los precios de los commodities y en especial al del petróleo, así como
de la inversión extranjera directa se constituye en la gran fortaleza, pero, a la vez,
en la mayor debilidad de la deuda pública colombiana en cuanto a su
sostenibilidad. La notoria disparidad entre los autores acerca de los conceptos de
sostenibilidad de la deuda y la claridad que brinda al análisis el uso de definiciones
sencillas y aplicables, ya que la multiplicidad y complejidad de las definiciones y
clasificaciones de la deuda de los países no ha resultado útil para fines prácticos.
La bondad del modelo reducido de sostenibilidad de la deuda para visualizar y
precisar el análisis de la evolución de la deuda pública colombiana y la fragilidad
de ésta a los efectos negativos identificados en la literatura y a los efectos
capacidad de maniobra y derrumbe propuestos en este documento para ampliar la
comprensión del tema.