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Problemas Ambientales: La construcción de un concepto.

Buenos Aires, 1880-1980.

Caso 1: Componentes ambientales en el pensamiento de Benito Carrasco


Autor: Guillermo Bengoa, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, Universidad
Nacional de Mar del Plata, 2000.

1.1. Síntesis biográfica.

Benito Javier Carrasco (1877-1958) fue un ingeniero agrónomo argentino precursor de la preocupación
paisajística en el ámbito urbanístico. Dos aspectos de su carrera resultan importantes para este estudio.

El primero es su procedencia disciplinar, ya que desde una profesión eminentemente técnica y operativa,
esto es sin un fondo teórico tradicional, como es la ingeniería agronómica, Carrasco se atreve a dar
soluciones urbanísticas integradas, acercándose a lo que hoy llamaríamos una visión ambiental de los
problemas.

El segundo es que Carrasco ejerció una efectiva influencia sobre obras y proyectos de su época,
prolongando y acentuando la influencia de una corriente paisajística representada en la Argentina de su
tiempo por Carlos Thays, quien fue su padrino de tesis.

Desde su visión pragmática, y tanto en el rol de responsable efectivo como en el papel de polemista y
publicista, Carrasco se encargó de promover la realización de ideas prácticas, económicas y técnicamente
fundamentadas para la ciudad moderna y en especial para su ciudad natal, Buenos Aires, “a la que
consagrara su dedicación a todo lo que pudiera representar el mejoramiento del urbanismo y la más
bella o propicia conformación de sus parques y jardines”1

Su carrera incluye la fundación del Centro Nacional de Ingenieros Agrónomos, hoy Centro Argentino de
Ingenieros Agrónomos (1906), la participación en numerosos congresos, en los cuales solía presentar
ponencias indicadoras de su pensamiento, la fundación de la Asociación de Amigos de la Ciudad (1925),
la publicación de folletos, artículos de difusión pública y cartas y a través de todos esos medios, la
expansión de sus ideas que influyeron incluso sobre urbanistas como Hegemann.

Durante el período 1914-1918 fue Director de paseos de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires.
Desde allí no sólo realizó numerosas obras, sino que llevó minucioso registro de sus intenciones y
proyectos a través de una Memoria que revela su concepto integral de la tarea, ya que desde allí pretendió
“no limitarse a la creación de parques y jardines, sino también llenar una misión social…”, lo que se
verifica a través de la creación de la Escuela de Jardineros, el Museo y la Biblioteca del Jardín Botánico, e
incluso a una sorprendente orientación productiva, ya que bajo su dirección se instalaron huertas y tambos
en las que se elaboraba y vendía aceite de oliva, miel, lana, leche vacuna y caprina, etc.

Al ser echado de esa Dirección por motivos políticos, fundó una empresa denominada Oficina Técnica de
Parques y Jardines, a través de la cual siguió con la misma orientación.

También tuvo actividad académica, participando en la reformulación de la Facultad de Agronomía y


Veterinaria de la Universidad Nacional de la Plata, donde intentó incluir materias que sintetizaran las
vertientes paisajísticas existentes en el momento: la proveniente de Estados Unidos, (landscapes studies)
y la europea, más en relación con su maestro Thays y en la línea de jardineros-paisajistas como Le Notre,
Chambers, Kent, Vacherot y otros.

El mayor exponente de su preocupación urbanística es su “Proyecto de Ciudad Moderna”(1923), que es


un proyecto entero de asentamiento, influido claramente por la Ciudad Industrial de T. Garnier y en
donde aparece, entre otras cosas, el zoning racionalista diez años antes que la Carta de Atenas.

1
Necrológica publicada en el diario La Nación del 17 de octubre de 1958 y citada en Berjman, S. (compiladora):
“Benito Carrasco: sus textos”.UBA / Facultad de Agronomía, Buenos Aires, 1997. pág 15. De este texto, importante
por su minucioso trabajo de recopilación y ordenamiento de los dispersos textos existentes, se han extraído la casi
totalidad de las citas de Carrasco.

1
Tal vez lo más importante de su accionar en lo que respecta a nuestra investigación es que, en palabras de
Sonia Berjman, “Carrasco era en sí mismo un introductor de modelos foráneos (europeos y
norteamericanos) pero adaptados a nuestra idiosincracia y a nuestro espacio. Esto no bastaba para
quienes detentaban el poder decisional, ya que debía ser totalmente importado para considerárselo
válido.”2

Es importante rastrear la génesis y fuente de inspiración de sus ideas, para entenderlo adecuadamente. En
ese aspecto, él mismo reconoce, en una carta enviada a La Nación, cuales son "libros apropiados para
resolver los múltiples problemas de nuestra urbe: el del ing. Tomas Mawson, de la Universidad de
Liverpool, titulado "Civic arts Studies in Town Planning, parks, boulevarsd and open spaces", el "Cities
in evolution" de P. Geddes, de Londres, la Cité Jardin" de Georges Bonoit Levy, de París, el "Housing
Reform" de Lawrence Weiller, de Nueva Yotrk, el delm,Sr. Henrad, de París"3

También es interesante rastrear en su pensamiento cierta traslación al ámbito del urbanismo de la triada
vitrubiana. Dice Carrasco en 1923: "Aparte de las condiciones principales que una ciudad debe
satsifacer, es decir: salubridad, belleza y vialidad, conviene que todo movimiento de progreso exigido por
las ideas de comodidad y bienestar (...) ha sido presidido por las autoridades públicas."4

En este párrafo vemos a la firmeza (o constructibilidad) reemplazada por la salubridad y a la utilidad,


reemplazada por la vialidad, mientras la belleza permanece sin cambios.

Y también vemos la necesidad, en el pensamiento de Carrasco, de aunar la acción pública y la privada,


pero con calara preponderancia de las autoridades públicas: "...a la autoridad edilicia encargada de la
misión de orientar a la opinión pública en el sentido del buen gusto, que , no sólo está obligada a dar el
ejemplo de mesura y competencia, sino que también debe demostrar un espíritu previsor, impidiendo que
la acción privada llegue en su ignorancia o conveniencia a dificultar, después la realización de obras de
conjunto."5

1.2.Textos y Obras.

Visión Ecologista

Ya en un texto de 1900, “Fitogeografía de varios árboles indígenas cultivados en el Jardín Botánico


Municipal”, que es su tesis para acceder al título de Ingeniero Agrónomo y apadrinado por Carlos Thays,
aparecen unas consideraciones interesantes ya que implican una visión ecológica y a la vez resaltan la
importancia económica de los árboles en la ciudad.

La visión ecológica-funcionalista se denota desde los primeros párrafos: “las plantas purifican el aire
alterado por la respiración del hombre y los animales. Estos, transforman en ácido carbónico el oxígeno
del aire, aquellas toman este ácido en su respiración diurna, fijan el carbono en las profundidades de sus
tejidos y devuelven a la atmósfera un oxígeno reparador”6

La visión de problemas ambientales y la relación de la actividad del hombre con éstos se aparta de la
perspectiva que toma a los desastres naturales como una acción incontrolable de la Naturaleza. Dice
Carrasco: “Llegará el día en que nuestra desolada campaña esté cubierta por árboles racionalmente
distribuidos y entonces podrá decirse que se ha realizado una obra benéfica, que se ha contribuido en
gran parte a la regularización de las estaciones y no se repetirán las inundaciones que, como las
recientes, han esparcido la ruina y la muerte, tanto en la ganadería como en la agricultura”7

2
en Berjman, S. (compiladora): “Benito Carrasco: sus textos”.UBA / Facultad de Agronomía, Buenos Aires, 1997.
pág 23
3
"¿Estética urbana?Los especialistas extranjeros", carta en La Nación, 7-10-1923, en Berjman, Sonia, op. cit. Pág
121.
4
"Porqué fracasaron los planes de embellecimiento de la ciudad de Buenos Aires", articulo del 18-3-1923, en
Berjman, op. cit. pág 124.
5
"Porqué fracasaron los planes de embellecimiento de la ciudad de Buenos Aires", articulo del 18-3-1923, en
Berjman, op. cit. pág 124.
6
"Fitogeografía de varios árboles indígenas cultivados en el Jardín Botánico Municipal", Buenos Aires, 1900, en
Berjman, Sonia (compiladora): “Benito Carrasco: sus textos”.UBA / Facultad de Agronomía, Buenos Aires, 1997. pág
25
7
Berjman, op. cit. pág 25.

2
Una de las características de los estudios ambientales actuales es la existencia de distintos tiempos, que
implican distintas percepciones y problemas. En esta vertiente ambiental, se reconocen al menos tres de
ellos: el tiempo político (de muy corto plazo) el tiempo económico (de mediano plazo) y el tiempo natural
(de largo plazo) Estas diferencias son advertidas por Carrasco: "Entretanto, con ese mismo error (no
llamar a un técnico) cometido al plantar un parque, que sólo llegará a su desarrollo dentro de veinte o
treinta años, el propietario arriesga la pérdida de dinero que implica un desmonte, la posibilidad de
disfrutar un día del encanto y del beneficio soñado" y remata su visión con una admonición ecologista:
"Una arboleda no se forma en el mismo tiempo que se levanta una pared o se rehace una fachada" 8

La relación general entre la actividad del hombre y el ambiente le queda absolutamente claro a Carrasco,
quien en un folleto de 1921 en el cual publicita su recientemente creada "Oficina Técnica de parques y
jardines", dice: "No incurriremos en la injusticia de suponer que nuestros lectores puedan considerar los
parques y montes únicamente como creaciones de lujo y para deleite de la vida rural; no disponemos
tampoco(...) del espacio necesario para poner de relieve cuanto influyen las grandes arboledas en el
mantenimiento de la regularidad climatérica y en particular del régimen de las lluvias, nos limitaremos a
referir sus beneficios para una de las fuentes madres de nuestra riqueza: la ganadería" 9 Y se explaya a
continuación en los beneficios de lo que hoy llamaríamos un "manejo integrado de recursos naturales": el
uso de las aguadas, su relación con la cantidad de animales, la importancia de la sombra, etc.

Ecología política o ecología y política.

Uno de los temas que aparecen recurrentemente en la temática ambiental es la inadecuación o incapacidad
de las normas legales para producir efectos benéficos sobre el ambiente. Los diferentes “tiempos” de la
Ecología, la Economía y la Política son frecuentes motivos de desordenes que son marcados por Carrasco
en otra parte de su tesis de graduación, cuando dice: “La riqueza de los yerbales de Misiones es inmensa,
incalculable, pero su explotación se hace desordenadamente y con sujeción a reglamentos inadecuados
como el dictado por la provincia de Corrientes en 1876, cuyas disposiciones son las que actualmente se
encuentran en vigencia y presentan como principales defectos el de otorgar la explotación por el breve
término de un año y el de no permitir la construcción de viviendas” 10

Dice Carrasco en un texto de 1917: “Así como las obras sanitarias, las canalizaciones de aguas y demás
mejoras se imponen para nuestro confort e higiene, así como la fundación de escuelas y bibliotecas son
necesarias para la educación y progreso del pueblo, los parques y paseos públicos son indispensables en
las ciudades populosas para el mejoramiento de la vida, el acrecentamiento de la moralidad y de la
salud y el progreso urbano en cuanto se refiere a embellecimiento y ornato”11

La valoración económica de los recursos paisajísticos urbanos aparece claramente en ese mismo texto,
cuando dice: “Recientemente, el estado de Massachusetts resolvió investigar cual era el efecto que sobre
los inmuebles producía nada mas que la plantación uniforme de una avenida. El resultado ha sido digno
de mención: una línea de árboles de 0,30 cm de diámetro de tronco, aumenta en $ 113 oro el valor de
cada lote y árboles de 0,60 cm de diámetro en $ 452 de la misma moneda”12

La necesidad de motorizar políticamente todos sus proyectos obliga a Carrasco a intentar publicar sus
ideas en todos los foros posibles, haciendo de publicista de la causa paisajística. En 1921 logra que un
congreso de Ingenieros emita el siguiente comunicado: "La sección arquitectura del Segundo Congreso
Nacional de Ingeniería opina que la Ciudad de Buenos Aires carece de espacios libres suficientes, los
cuales deberían llegar, por lo menos al 20 % de su superficie repartidos en las distintas zonas del

8
"Ideas que debe tener en cuenta toda persona que posea o desee formar un parque o jardín", folleto de la Oficina
Técnica de Parques y Jardines, empresa privada dirigida Por B. Carrasco, editado en Buenos Aires en 1921, en
Berjman, Sonia, op. cit. pag 110.
9
"Ideas que debe tener en cuenta toda persona que posea o desee formar un parque o jardín", folleto de la Oficina
Técnica de Parques y Jardines, empresa privada dirigida Por B. Carrasco, editado en Buenos Aires en 1921, en
Berjman, Sonia, op. cit. pag 111.
10
Berjman, op cit pag 37
11
“Memoria de los trabajos realizados en los parques y paseos públicos de la ciudad de Buenos Aires, años 14, 15 y
16.” ,1917, en Berjman, S. op cit pág 71
12
“Memoria de los trabajos realizados en los parques y paseos públicos de la ciudad de Buenos Aires, años 14, 15 y
16.” ,1917, en Berjman, S. op cit pág 73

3
municipio. Resuelve que le proyecto del Ing. B. Carrasco debe recomendarse a la Municipalidad de la
Capital y como idea a las otras ciudades de la república"13

La procedencia profesional no le lleva, a diferencia de otros actores de la época, a creer que sólo de su
profesión de origen vendrá la solución a los problemas urbanísticos, lo cual también es un precedente
importante en la búsqueda de una solución a los problemas ambientales. Así, en 1923 y oponiéndose a la
designación del paisajista francés Fourrestie, dice Carrasco: "los estudios de urbanismo que la ciudad de
Buenos Aires tiene que afrontar constituyen, por cierto, un complejo problema local, que comprende
cuestiones económicas, de higiene, de vialidad y de belleza, estudios que requieren, además de la
preparación técnica, una larga observación sobre el terreno"14 y en carta de tres día después, aclara por si
fuera necesario: "El señor Forrestier es solamente un paisajista distinguido y no un urbanista, única
especialidad que podría ser útil para los planes que parece tener en vista la intendencia." 15

Urbanismo y Ambiente.

Otro texto interesante, éste más cercano a nuestras preocupaciones actuales, es “La ciudad del porvenir”,
publicado en “Caras y Caretas” en 1908. Por ser una publicación popular, mantiene un tono enfático y
elocuente, más propagandístico que fundamentado científicamente.

En él aparece la opción urbanística básica de fines del siglo XIX y principios del siglo XX: hacer ciudad
nueva o rehacer la vieja, aún a costa de la destrucción total, como pretendería Le Corbusier para Buenos
Aires pocos años después.

Carrasco se opone a esta corriente, y propone dejar la ciudad histórica tal cual está, y en cambio prever
los crecimientos sobre nuevos terrenos: “Los poderes públicos, en vez de gastar ingentes sumas en
ensanches de calles como las nombradas y cavilar en diagonales, deben, previendo las necesidades de la
ciudad futura, reservar grandes espacios al oeste, de los que aún quedan libres, para ubicar después y
convenientemente los edificios públicos que como el Palacio municipal deben estar en el centro del
“verdadero” municipio y no en un extremo como en el presente”. La influencia del Ringstrasse vienés se
hace notar: “Igualmente hay que reservar espacios para parques, plazas, jardines teatros, escuelas,
bancos y museos, los que, a semejanza de los de Viena, deben estar rodeados de jardines”16

La descentralización como una propuesta urbanística aparece prematuramente en Carrasco en este texto:
“La congestión del tráfico en las calles de la ciudad vieja, desaparecerá por sí sola, a medida que la
descentralización de edificios públicos se vaya verificando”17

Otro aspecto interesante, propio de la temática ambiental ambiental, es la dificultad que plantean las
divisiones político-territoriales en la resolución de los problemas, o dicho de otra manera, la falta de
coincidencia entre los límites políticos y las cuencas geográficas y las circulaciones poblacionales. Dice el
folleto citado "Claro está que el tráfico de estos caminos será alimentado siempre en su mayor parte por
la población de la capital de la República. Pero la estrecha comunidad de intereses existente desde este
punto de vista entre la capital de la nación y la de la provincia explica los sacrificios de esta última por
mejorar su vialidad, prestando beneficios que en todo caso han de refluir en provecho suyo" 18

Todo el proyecto en sí de "Embellecimiento de la Costa" tiene, si se examinan las plantas presentadas, un


fuerte componente ambiental en la definición de la interfase tierra-agua como un motivo de oportunidad
para resolver temáticas urbanas. De hecho, 70 años después y cambiando la estética historicista por un
aspecto actual, este emprendimiento podría ser calificado de "ambientalista". Algunos aspectos clasistas
de este emprendimiento no dejan de ser progresistas al lado de las propuestas actuales de mejoramiento
de esta misma zona (Tren de la Costa, Parque de la Costa)

13
"Conveniencia de estudiar técnicamente la transformación de nuestras ciudades" Ponencia en el Segundo Congreso
Nacional de Ingeniería, 11 al 22 de noviembre de 1921, en Berjman, Sonia, op. cit. Pág. 118.
14
"¿Estética urbana? Los especialistas extranjeros", carta en La Nación, 4-10-1923, en Berjman, Sonia, op. cit. Pág.
120.
15
"¿Estética urbana? Los especialistas extranjeros", carta en La Nación, 7-10-1923, en Berjman, Sonia, op. cit. Pág.
121.
16
La ciudad del porvenir, publicado en “Caras y Caretas” n 490, 1908, en Berjman, Sonia, op. cit. Pág. 47.
17
La ciudad del porvenir, publicado en “Caras y Caretas” n 490, 1908, en Berjman, Sonia, op. cit. Pág. 47.
18
"Plano y memoria descriptiva de las obras de embellecimiento de la Costa", 1914, en Berjman, S. op cit. paga 54

4
Así, si bien Carrasco proyecta una vasta explanada con jardines en Olivos, que "por su aspecto
monumental y por la riqueza arquitectónica de sus detalles será,. Indudablemente, una de las obras
públicas de las que, a más justo título, podremos enorgullecernos" 19 , también piensa en crear "un poco
más allá de Olivos...la terraza del Recreo, destinada a proporcionar abundantes entretenimientos a las
clases más modestas"

Esta distinción es admitida sin pudor por el autor: "La terraza del Molino, lo mismo que la del casino,
tendrá un carácter en cierto modo aristocrático. Pero la parte monumental de la obra no debe excluir,
ciertamente, una consideración fundamental: será necesario construir la avenida y sus anexos en forma
tal que el pueblo todo de Buenos Aires pueda hallar esparcimiento grato de acuerdo con sus
inclinaciones. A esto responde la Terraza del Recreo" Cabe pensar entonces en un proyecto que, aunque
con una estratificación de clases, pretende la creación de espacios públicos para todos los sectores, a
diferencias de las propuestas citadas de 1990 en las cuales un estrato social directamente desaparece como
destinatario o consumidor del espacio público. Esta consideración de Carrasco está posiblemente influida
por las consignas de los bosques parisinos como espacios de recreación para obreros: "Con esta terraza y
el gran parque de San Isidro, las clases más modestas podrán contar con dos sitios de solaz situados a
escasa distancia de la capital" 20

Este intento, aunque sea aristocrático, de democratizar cierto grado mínimo de calidad de vida, es
resaltado en un texto de 1917. Dice Carrasco: “la actual Dirección de Paseos (…)ha estudiado un amplio
plan de conjunto para encontrar la forma de distribuir conveniente y equitativamente parques y jardines
en todo el municipio, ya sea creándolos en zonas hoy densamente pobladas que aún no cuentan con un
sitio para su desahogo, o ampliando los existentes y que no llenan las necesidades actuales” y
completando además con una noción de equidad intergeneracional o al menos, de planificación, sigue:
“disponiendo también de fracciones llamadas “ de reservas” para estar a cubierto de las exigencias del
futuro”21

Sin embargo, todo el proyecto de Avenida Costanera demuestra, aunque no se nombra, una clara
influencia de Olmstead en su concepto de "parkway" (que muy probablemente Carrasco conocía) aunque
vestido con un ropaje de clara herencia francesa.

El tema ya citado de las dificultades que trae para el gobernante (el gestor ambiental, diríamos hoy) las
circunscripciones territoriales es previsto y considerado por Carrasco en un texto de 1917: “Boston es la
primera que se inició en este movimiento y con el concurso de 38 municipalidades, después de un
estudio meditado, resolvió dotar a la comuna de un sistema completo de espacios libres” Ya Carrasco
detecta en esta época que es necesario la concurrencia de una serie de autoridades pertenecientes a
divisiones político/territoriales distintas para lograr la solución de los problemas de la urbe moderna.

Sanitarismo

Sin embargo, las propuestas siguen siendo “sanitaristas”, es decir no se puede concebir un uso más
“natural” de ciertos recursos, aprovechando los servicios ecológicos que podrían haber brindado: “La
canalización y ensanche del Maldonado, que atraviesa el municipio de sudoeste a noroeste, es
indispensable, pues además de ser este arroyo una vía de comunicación fácil y barata, hoy descuidada,
contribuirá en mucho a hermosear la ciudad.”22

Se concibe a la naturaleza solamente como recurso paisajístico a parquizar. En su estado natural se la ve


como fuente de peligros. Hablando del proyecto de "embellecimiento de la Costa", de 1923, dice
Carrasco: "todo este trecho es, como se sabe, de costa baja e insalubre, llena de juncales y con orillas
fangosas, en alto grado propicias a la multiplicación de insectos. La obra que nos ocupa comprende la
construcción, en toda esa parte, de muelles e instalaciones que equivaldrían a un endicamiento por
virtud del cual el presente estado de cosas desaparecerá para siempre, entregando al usufructo público
una zona que hasta hoy no ha podido ser aprovechada de ningún modo"23

19
"Plano y memoria descriptiva de las obras de embellecimiento de la Costa", 1914, en Berjman, S. op cit. paga 59
20
"Plano y memoria descriptiva de las obras de embellecimiento de la Costa", 1914, en Berjman, S. op cit. paga 60
21
“Memoria de los trabajos realizados en los parques y paseos públicos de la ciudad de Buenos Aires, años 14, 15 y
16.” ,1917, en Berjman, S. op cit pág. 73
22
La ciudad del porvenir, publicado en “Caras y Caretas” n 490, 1908, en Berjman, Sonia, op. cit. Pág. 48.
23
"Plano y memoria descriptiva de las obras de embellecimiento de la Costa", 1914, en Berjman, S. op cit. paga 64.

5
El tema de la problemática ambiental como interacción sociedad/naturaleza se ve reflejado en su
proyecto " Avenida Costanera de la Capital Federal al Tigre". Dice preliminarmente "el proyecto ...no
sólo resuelve un problema de estética y embellecimiento, sino también y muy especialmente, uno de
vialidad pública." 24

Algunas consideraciones suenan precursoras para ser de 1923: "...está compuesta de un amplio veredón
arbolado de 7 m. para peatones, junto al borde del río, que puede ser utilizado para el "footing", cada
día más en boga "25

Las hipótesis o tendencias sanitaristas están presentes constantemente, como cuando en un folleto de 1912
dice, refiriéndose a la propuesta de Av. Costanera: "...proporcionar a la población la mayor cantidad de
sitios que, ofreciendo atractivos diversos, fuesen en todo caso otros tantos espacios abiertos que
propendiesen al mejoramiento de la salubridad pública" 26 o incluso en detalles curiosos como cuando
para el mismo proyecto enuncia "la instalación de lecherías modelos constituye, según se sabe, un
problema de palpitante actualidad cuya solución será la mayor garantía de salubridad para el público" 27

En algunos casos, para fundamentar la necesidad de sus propuestas, algunas hipótesis sanitaristas son
exageradas, aunque siempre intentando fundamentarlas científicamente (otra herencia del positivismo,
recordemos la militancia (o cercanía, averiguar,) de Carrasco con el partido Demócrata Progresista). Dice
Carrasco en su memoria de los parques Municipales: “Para comprobar la importancia que (los paseos
públicos) tienen sobre la salud pública, basta observar los datos que una reciente estadística sobre París
nos ofrece. (…) Las defunciones por tuberculosis en el Boulevard Strasburgo –que es bastante ancho,
claro y arbolado- llegan al 1,1 por mil, mientras que en las casa de las segunda arteria –estrecha y
sombría-el coeficiente es exactamente, 10 veces mayor: es decir 11 por mil. Si esta notable diferencia
puede apreciarse ya entre una avenida amplia y una calle sin luz ni árboles, ¿cómo no imaginarse los
innegables beneficios que reportarían a un barrio de población densa los espacios libres y los jardines
que se creasen dentro de su radio?”28

Educación Ambiental.
Es relevante que, a pesar de que Carrasco demuestra una acentuada preocupación por la educación,
especialmente de los niños y jóvenes y la educación popular, en ninguno de sus textos se aprecia lo que
hoy podríamos llamar "Educación Ambiental". Siguiendo a G. Oliva 29, podemos decir que
"tradicionalmente y desde diversas perspectivas se ha implicado a la educación y la escuela con el medio
ambiente y en este recorrido evolutivo es posible distinguir a la Educación Ambiental como la última de
las relaciones evidenciadas, a saber aquélla que postula los valores ambientales como valores que deben
orientar y guiar la acción educativa."
Es ese aspecto el que, a nuestro parecer, se encuentra carente en los escritos de Carrasco. Los espacios
verdes y públicos aparecen solamente como un sitio de esparcimiento o deporte, pero en ninguno de los
casos se nombra a la naturaleza como una fuente de aprendizaje. Carrasco admite y entiende que su
función al frente de la Dirección de Paseos no es la de un mero jardinero: "Compenetrada la dirección de
que su tarea no debe limitarse a la creación de parques y jardines, y de que tiene también una misión
social que llenar, se ha preocupado de contribuir a esos fines, aportando los elementos necesarios para
el acrecentamiento de los rasgos físicos y morales que templan y vigorizan el espíritu de la juventud...
con ese concepto se ha formado el mayor número posible de campos de juegos, denominados "canchas
de ejercicios físicos "
Sin embargo, no entiende la idea de la naturaleza como un eje educativo, ni tampoco a la ciudad como
una segunda naturaleza apta de ser investigada y vivida como hecho urbano. Ni siquiera maneja el sentido
"rousseaniano" de la naturaleza, en la manera que dice Oliva que ya existía desde el siglo XIX " "Es
posible reconocer, a partir de una mirada retrospectiva al pensamiento pedagógico, a la valoración
naturalista, como una de las primeras relaciones entre la educación y el medio. Su núcleo central giraba
en torno de la Naturaleza como madre y maestra pródiga en cuyo seno, el hombre, alejado de las
24
"Avenida Costanera de la Capital Federal al Tigre", 1923. En Berjman, Sonia, op.cit.pág 52.
25
"Avenida Costanera de la Capital Federal al Tigre", 1923. En Berjman, Sonia, op.cit.pág 52
26
"Plano y memoria descriptiva de las obras de embellecimiento de la Costa", 1914, en Berjman, S. op cit. paga 53
27
"Plano y memoria descriptiva de las obras de embellecimiento de la Costa", 1914, en Berjman, S. op cit. paga 61
28
“Memoria de los trabajos realizados en los parques y paseos públicos de la ciudad de Buenos Aires, años 14, 15 y
16.” ,1917, en Berjman, S. op cit pág. 72
29
Oliva, Guillermina: "Gestión con educación "Módulo perteneciente a la Maestría en Gestión Ambiental del
Desarrollo Urbano GADU, Mar del Plata, 2001.

6
distorsiones propias de la vida social, se desarrollaría pleno, “naturalmente bueno”, a salvo de la
negativa influencia social." 30
Se quiere resaltar que Carrasco, al igual que muchos hombres de su generación, no ignora el valor de la
educación y de la formación de cuadros técnicos en todos los niveles. A ese efecto, crea la Escuela de
Jardineros, que funciona desde 1914 en el jardín Botánico y que fue antecedente de la actual. Con esto se
pone en evidencia que no carece de la convicción de que la educación es importante. De lo que carece es
de la percepción que a través de la naturaleza se pueden inculcar valores, aunque sean antropocéntricos.
Es en ese sentido de creación de cuadros técnicos que crea también la cátedra de Parques y Jardines que
dicta en la UBA.

30
Oliva, Guillermina: "Gestión con Educación" Módulo perteneciente a la Maestría en Gestión Ambiental del
Desarrollo Urbano GADU, Mar del Plata, 2001.

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