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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

LICENCIATURA EN HISTORIA

ENSAYO FINAL

Reflexiones sobre la creación de un Estado-Nación: El México decimonónico

CURSO

DE LAS REFORMAS BORBÓNICAS A LAS REFORMAS LIBERALES

PROFESOR:

JOSÉ LUIS HÉCTOR JIMÉNEZ AYALA

CELSO BENITO DE JESÚS MÉNDEZ CASTRO

NOMBRE DEL ALUMNO:

CHÁVEZ ROSALES CARLOS DANIEL

NO. EXP. 120150328

TURNO VESPERTINO

15 de enero de 2018

Ciudad de México
Reflexiones sobre la creación de un Estado-Nación: El México decimonónico

El tema de la creación de los Estado-Nación ha sido recurrente en las ciencias

políticas y sociales, en este campo se puede hacer mención a la disciplina histórica

que se ha centrado en conocer y tratar de explicar la transición de un régimen a

otro. El caso de México no es la excepción, tanto la historia oficial como las posturas

más revisionistas han buscado explicar esta transición y postrera creación del

Estado mexicano; en este trabajo no me adentraré a estas posturas, sino que trataré

de agregar ideas al tema, pensamientos que pretender abonar al tema del

nacimiento de México en los albores del siglo XIX.

Antes que nada creo necesario trasladar conceptos del siglo XIX a la fecha

para evitar el mal del anacronismo, mal que la mayoría de los historiadores

padecemos. Es pertinente realizar este ejercicio para entender y colocarme en el

mismo código del siglo XIX, trabajo obligatorio del historiador para poder aportar un

conocimiento verosímil.

A lo largo de la historiografía sobre este tema han resaltado tres conceptos

que debemos analizar para poder comprender y conocer si en efecto la nación

mexicana nace en las luchas del inicio del XIX, o en su defecto, saber qué fue lo

que resultó de ese proceso. Estos conceptos son: Nación, Federación y República.

Posterior a tratar estos conceptos realizaré un trabajo reflexivo sobre el

México del siglo XIX y considerando los conceptos analizados aportaré una opinión

positiva o negativa al tema en cuestión, ¿en realidad el Estado-Nación mexicano

tuvo su formación en la primera etapa de vida independiente?

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Nación

Empezando por el primer concepto mencionado se cuenta con “nación”, término

que podría ser utilizado como sigue:

Como podrá advertirse, y a pesar de tener acepciones de diferente naturaleza, en todos los

casos el concepto de nación cumplía con una función precisa: distinguir, delimitar o definir

conjuntos sociales caracterizados por compartir determinados atributos como lugar de

origen, rasgos étnicos o estar subordinados a un mismo poder político; distinción que, en

términos conceptuales y hasta la crisis desencadenada por la presencia de las fuerzas

napoleónicas en la Península Ibérica, remitía mayormente a estados de cosas existentes, ya

que muy difícilmente hubiera podido plantearse la creación de una nueva nación, aunque su

acepción en clave política contractual lo hiciera posible. (Wasserman, 2009 págs. 854-855)

Previamente a la lucha revolucionaria de independencia se contaba con este citado

concepto de nación, donde se puede apreciar como un colectivo de similares,

unificados por una característica, razón por la cual se cuenta con el ejemplo de uso

por Francisco X. Clavijero en su Historia Antigua de México donde el autor engloba

a las diversas “naciones” en una sola, la mexicana (Cárdenas Ayala, 2009 págs.

929-930). Para el caso mexicano se comenta que durante la lucha revolucionaria

se cuenta con el uso de nación española, integrando a los habitantes de la Nueva

España, y nación americana que posteriormente se irá acotando a la nación

mexicana, este término de americano fue adoptado por los criollos, que al inicio

buscaban la unidad con la monarquía española, no es sino hasta que la victoria

criolla cuando retoman el término de nación americana para diferenciarse de la Vieja

España (Cárdenas Ayala, 2009 págs. 932-934). La nación española era un conjunto

de diversas naciones, mientras que la nación americana era un concepto utilizado

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para distinguir, separatista por naturaleza, más aún cuando se limitó al territorio

mexicano.

No es sino hasta la victoria federal en la Constitución del 24, cuando el

término de nación se acerca al de república (forma de gobierno) y federación (forma

de organización del territorio), a su vez integrará al territorio dentro de su concepto,

ya no sólo contemplará la unión de parecidos, sino que significará un territorio, esto

es importante de mencionar pues durante la invasión norteamericana el uso de la

nación será imprescindible en los discursos patrióticos. Posterior a la guerra con los

Estados Unidos el concepto de nación quedará fijo en la cuestión política y sufrirá

pocos cambios en sus acepciones (Cárdenas Ayala, 2009 págs. 936-937). Luego

entonces, México se vuelve nación porque posee un territorio.1

Federación

Con respecto a este concepto se tiene que en México fue de uso tardío comparado

con los demás pueblos iberoamericanos (Leal Curiel, 2009 pág. 429). Su uso se

encuentra dentro de las discusiones del Congreso Constituyente, donde también

observamos la influencia del federalismo norteamericano, este era el referente

mundial de la federación, a pesar de contar con la Confederación Helvética, la

Confederación Germánica y las Provincias Unidas de Holanda (Leal Curiel, 2009

pág. 426).

Durante las reuniones del Constituyente aunque se pueden localizar críticas

a esta forma de organización gubernamental, en especial de Servando Teresa de

1 ¿Pero eso bastará para volverse un Estado-nación? Pregunta que trataré de resolver más adelante.

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Mier y de un “primer” Carlos María Bustamante, estas críticas reconocían el éxito

del federalismo, lo cual permitió que en un primer momento fuera el sistema de

organización mexicano, la Constitución del 24 volvía a México república y federación

(Ávila, 2009 págs. 509-511)

Sin embargo no fue una victoria rotunda, la federación se encontró con la

pretensión de unidad de los monárquicos, los cuales veían a México como uno solo

donde el federalismo era un sistema dañino a esta unidad que había perdurado casi

trescientos años. Estos monárquicos serán los conservadores y los que a los

primeros tropiezos del federalismo tratarán de enterrarlo con el centralismo y las

reformas a la Constitución y organización del sistema mexicano (Ávila, 2009 págs.

512-513).

No es sino hasta la invasión norteamericana que el federalismo vuelve a

tomar fuerza, ya que se piensa que este sistema organizacional en vez de separar,

une, y es así que el federalismo así como el concepto de nación se transforma

durante la amenaza norteamericana en factor de unión del México decimonónico,

aunque no se salvará de críticas:

En términos generales, la federación se entendía, tal como había señalado Mora, como la

coexistencia de gobiernos locales subordinados en algunas materias al federal, aunque se

mantuvo la discusión acerca de cuáles debían ser las facultades delegadas al gobierno

general por parte de los estados. Los partidarios de ese sistema político mantenían, pues, el

sentido tradicional del verbo confederar como establecer una liga o alianza entre varias

entidades. Por el contrario, quienes consideraban que los estados mexicanos habían sido

una invención, pensaban que la federación vino a separar lo unido. Esta manera de entender

el federalismo tendría éxito incluso entre sus seguidores, quienes acusaban a los gobiernos

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centralizados de tender al despotismo. Éste es el origen de la tensión en el concepto del

federalismo en México: un federalista (a diferencia de lo que sucedía en Estados Unidos) no

era quien intentara fortalecer el gobierno federal, sino quien se le oponía, por considerar que

los gobiernos estatales garantizaban mejor los derechos y el progreso de los ciudadanos.

(Ávila, 2009 pág. 514)

México posterior a la guerra contra los Estados Unidos de América y de la guerra

civil retomará al federalismo como forma de organización de gobierno, logrando

cimentarlo hasta el Porfiriato en un primer momento, aunque siendo un federalismo

sui generis, ya que en el fondo la figura central del ejecutivo atenta contra los

postulados mexicanos federales.

República

Sobre este concepto se tiene que para el final del siglo XVIII y principios del XIX se

cuenta con los casos de la Revolución Francesa y la creación de los Estados Unidos

de América, en estos momentos aparece el uso de “república” a través de Paine, el

cual define como:

«Lo que llaman república no es una forma particular de gobierno. Es lo que caracteriza el fin,

el designio o el objeto por el cual conviene instituir un gobierno y para el cual éste debe

servir: res-publica, los negocios públicos, o el bien público; o más literalmente, la cosa

pública. De excelente origen, esta voz remite a todo lo que debe constituir el carácter y la

función del gobierno y, en este sentido, se opone naturalmente a la voz monarquía, de vil

origen. Ésta designa el poder arbitrario de una sola persona quien, mientras lo ejerce, no

tiene más objeto que él mismo y no la res-publica» (Lomné, 2009 pág. 1254).

En el contexto internacional se encuentra el uso de república no como forma de

gobierno, sino como un ethos opuesto a la monarquía, forma en que se reconcilian

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los Estados Unidos de América con el concepto “republicano”, ya que ellos como

colonos ingleses habían experimentado esa forma de gobierno. El caso francés al

no haber contado con un gobierno republicano parte de este como forma de

gobierno y manera de hacer política (Lomné, 2009 pág. 1255).

En el caso español y más centrado en el mexicano se tiene que la república

contaba con tres acepciones: “«El gobierno del público. Hoy se dice del gobierno de

muchos, como distinto del monárquico», «La causa pública, el común o su utilidad»,

y «Por extensión se llaman también algunos pueblos». Como una entrada aparte,

se señalaba que la «república literaria» era «la colección de los hombres sabios y

eruditos.»” (Ávila, 2009 pág. 1332). La primera acepción a pesar de mencionar que

en esa actualidad se utilizaba como el distinto al monárquico no impidió que se

utilizara para la propia monarquía española durante los años de lucha

revolucionaria.

Es hasta la caída del primer imperio mexicano que la forma de república se

adopta para la nación mexicana aunada a la de federal, y se vuelve indiscutida como

forma de gobierno, ya que a pesar de que los centralistas modifican la organización

federal mantienen el uso de república. República como el gobierno de los muchos

se toma desde la creación de la Constitución del 24 hasta que los monárquicos

pretenden tomar el poder con el llamado segundo imperio mexicano.

Posterior a la victoria republicana, el concepto se unirá al de federalismo

como forma de gobierno en conjunto, a su vez se le agrega al concepto un sentido

territorial así como sucedió con el concepto nación, y ahí es donde los tres

conceptos se emparentaras siendo sinónimos en el léxico mexicano.

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El México republicano: ¿Estado-Nación?

Ahora que he expuesto los conceptos de la época relacionados con este concepto

de Estado-Nación se puede ver de mejor manera la cuestión a tratar. Pensar al

México de los inicios del siglo diecinueve es como pensar a un niño con malas

mañas, me explico, México no salió de la nada, sin embargo con respecto a los

demás Estado-nación del mundo, México es un Estado nuevo, empero tiene una

base sobre la que se construye, la Nueva España colonial, base que no puede ser

desaparecido a pesar de que la historiografía oficial y nacionalista así lo quiera

plantear. México en 1824 es una nación republicana federal, y ya se vio qué significa

ser eso, es un territorio soberano, soberanía que radica en la federación, cuya

formación depende de ser una república, un gobierno de muchos, diferente a la

monarquía que por años fue la forma de gobierno.

Sin embargo no hay rupturas tan evidentes como tampoco existen las

permanencias totales, México comienza su vida independiente con la mentalidad

del pasado, se ve al escoger un imperio como primera forma de gobierno, el cual

fracasa por la apertura que la lucha revolucionaria permitió, sin derrumbar todo el

edificio colonial México va dejando parte por parte su formas tradicionales de

política.

A pesar de que México se autodenomine una república debemos considerar

que siguió en el conflicto por su Independencia, pues no porque la nación se haya

declarado independiente significa que se haya vuelto así, las relaciones

internacionales mantuvieron a raya el gobierno mexicano, buscando alianzas para

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ser reconocido como un Estado nuevo, pasarán años en este conflicto hasta que

España y el resto del mundo hayan aceptado a la nación mexicana como un Estado-

Nación.

Un elemento clave para la formación de México como nación lo encontramos

en la guerra contra los Estados Unidos, pues permitió la cohesión de las partes

integrantes de México en defensa del territorio, si bien México perdió parte de este

territorio al final logró la unificación de sus partes. Como creadora de identidad

funcionó la guerra, los mexicanos se identificaron ante la amenaza norteamericana,

algo que no sucedió contra los españoles, pues en cierto sentido todos eran

herederos de la monarquía hispánica, mientras que contra Estados Unidos de

América no había más que una cierta admiración por su sistema cuasi perfecto,

sentimiento que frente a la amenaza desapareció y se convirtió en un rencor que

muchos aún mantienen.

Posterior a la guerra con los norteamericanos encontramos a una figura

excepcional de la historia nacional, Benito Juárez, el cual será personaje central en

los años de la guerra civil y el segundo imperio mexicano, a su vez junto con su

grupo de liberales reformadores abonará al derrumbe del edificio colonial, y la

restauración, o mejor debería decir, la creación de un Estado-nación mexicano

reconocible para la ciencia política, donde tenemos que México cuenta con un

territorio definido, una población que se identifica con él y un gobierno estable que

da garantías tanto individuales como colectivas.

Si hablamos del México de los primeros años (1824-1848) tenemos una

nación en los términos del siglo XIX, república federal a la manera decimonónica en

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un territorio americano, ¿un Estado-Nación? Dependerá desde cómo se plantee ese

concepto, si lo hacemos desde el concepto presente se tendrá una respuesta

negativa, mas si se piensa ubicado en su tiempo se podrá decir que sí, México se

vuelve Nación2 con su Constitución de 1824.

Empero, México puede ser considerado Estado-Nación hasta la victoria de

los liberales juaristas sobre los monárquicos y el Segundo Imperio, y ya con la

Constitución del 1857, teniendo el camino libre para cumplir los mandatos

constitucionales, proyecto continuado por Porfirio Díaz, donde vemos que el

gobierno aparenta ser eficiente con el campo libre de enemigos, enemigos

ocultados por las historias oficiales, pues la historia del Estado-nación mexicano de

finales del siglo XIX y principios del XX es la historia de un Estado a las puertas del

capitalismo, por eso la necesidad de presentarlo como el mejor de todos los

gobiernos, lo mismo sucede con la historia del siglo XX y qué podría decir con la del

XXI. México rompe con la tradición a lo largo del siglo XIX y no es hasta la primera

mitad del siglo XX que comienza a modernizarse, ya como un Estado-Nación

capitalista.

2 Concepto acompañado del Estado para su época del diecinueve.

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Bibliografía
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