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La desinfección del agua para uso humano tiene por finalidad la eliminación de
los microorganismos patógenos contenidos en el agua que no han sido eliminados en las
fases iniciales del tratamiento del agua.
La desinfección del agua es necesaria como uno de los últimos pasos en la planta de
tratamiento de agua potable, para prevenir que esta sea dañina para nuestra salud. Muchas
veces, tratándose de agua de manantiales naturales o de pozo, la desinfección es el único
tratamiento que se le da al agua para obtener agua potable.
La desinfección puede hacerse por medios químicos o físicos.
MEDIOS QUÍMICOS
Los compuestos químicos más utilizados para la desinfección del agua son:
Los procesos físicos más utilizados para la desinfección del agua son:
TURBIDEZ
Se entiende por turbidez o turbiedad a la medida del grado de transparencia que pierde
el agua o algún otro líquido incoloro por la presencia de partículas en suspensión . Cuanto
mayor sea la cantidad de sólidos suspendidos en el líquido, mayor será el grado de turbidez
(como el agua de Lucas). En potabilización del agua y tratamiento de aguas residuales, la
turbidez es considerada como un buen parámetro para determinar la calidad del agua, a
mayor turbidez menor calidad.
Según la OMS (Organización Mundial para la Salud), la turbidez del agua para consumo
humano no debe superar en ningún caso las 2 NTU, y estar idealmente por debajo de 1
NTU.
Los sistemas filtrantes, de las plantas de tratamiento del agua para consumo humano deben
asegurar que la turbidez no supere 1 NTU* (0.6NTU para filtración convencional o directa)
en por lo menos 95% de las muestras diarias de cualquier mes. A partir del 1 de enero de
2002, en los estándares de los EEUU, la turbidez no debe superar 1 NTU, y no debe superar
0.3 en 95% de las muestras diarias de cualquier mes.
EFECTOS DE UNA ALTA TURBIDEZ EN EL AGUA
Las partículas suspendidas absorben calor de la luz del sol, haciendo que las aguas turbias
se vuelvan más calientes, y reduciendo así la concentración de oxígeno en el agua (el
oxígeno se disuelve mejor en el agua más fría). Además algunos organismos no pueden
sobrevivir en agua más caliente, mientras que se favorece la multiplicación de otros. Las
partículas en suspensión dispersan la luz, de esta forma decreciendo la actividad
fotosintética en plantas y algas, que contribuye a bajar la concentración de oxígeno más
aún.
Como consecuencia de la sedimentación de las partículas en el fondo, los lagos poco
profundos se colmatan más rápido, los huevos de peces y las larvas de los insectos son
cubiertas y sofocadas, las agallas de los peces se tupen o dañan.
El principal impacto de una alta turbidez es meramente estético: a nadie le gusta el aspecto
del agua sucia. Pero además, es esencial eliminar la turbidez para desinfectar
efectivamente el agua que desea ser bebida. Esto añade costes extra para el tratamiento
de las aguas superficiales. Las partículas suspendidas también ayudan a la adhesión de
metales pesados y muchos otros compuestos orgánicos tóxicos y pesticidas.
MEDICIÓN DE LA TURBIDEZ
La turbidez se mide en Unidades Nefelométricas de turbidez, o Nephelometric Turbidity
Unit (NTU).
El instrumento usado para su medida es el nefelómetro o turbidímetro, que mide la
intensidad de la luz dispersada a 90 grados cuando un rayo de luz pasa a través de una
muestra de agua.