Se observó que la señal analógica de entrada, se mostró con cierta periodicidad,
obteniéndose a su salida una serie de valores numéricos correspondientes a cada una de las muestras. Estos valores numéricos se convirtieron en códigos binarios para ser transmitidos a través de los circuitos digitales de conmutación, en el que se observó que solo fueron posibles dos niveles diferentes de tensión 1 y 0. Las muestras obtenidas durante el muestreo se sometieron a la codificación de los pulsos de señal, puesto que las muestras pueden tomar valores infinitos de amplitud, resulto prácticamente imposible codificar cada una de ellas por lo que se estableció a una escala de valores fijos o de cuantificación. Así, puede entenderse las ventajas e inconvenientes de una modulación digital frente a una analógica. Mientras que una modulación digital es inmune al ruido introducido durante la transmisión, será muy difícil que dicho ruido convierte un “1” en un “0” y viceversa, introduce el ruido de cuantificación. Dicho ruido es inevitable y se encuentra limitado a la mitad del escalón cuántico.