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CÓDIGO: 16037015
Dirigida por Carlos Diegues en 1984, Quilombo es una película brasileña que trata el tema
de la esclavitud del siglo XVII. Este tema ya había sido del interés del director, pues ya
antes dirigió la película Ganga Zumba en 1964, la cual fue considerada el primer
largometraje dentro del movimiento de renovación del cine latinoamericano. Realizado en
blanco y negro, esta película busca relatar algunos aspectos del Quilombo de Palmares a
partir de la figura de Ganga Zumba, uno de los más famosos dirigentes de esta comunidad
de esclavos. Esta historia es retomada, aunque con una producción más ambiciosa, en la
película de 1984. Así, se relata la historia del Quilombo dos Palmares que fue el más
famoso de todos ellos, pues consiguió resistir durante más de medio siglo a los diferentes
intentos de conquista tanto por parte de los portugueses como de los holandeses. Estaba
situado al oeste de la región de Pernambuco en una zona difícil de acceder y en donde se
reunió cerca de 20.000 habitantes.
A pesar que la película desde el inicio aporta estos datos que más tienen una orientación
histórica y/o documental, debemos advertir la presencia de reconstrucciones míticas a
través de la presentación de una utopía de democracia racial. El quilombo de Ganga
Zumba era utopía, es decir, un lugar de igualdad racial, elecciones populares directas y
propiedad colectiva de la tierra (distribuida equitativamente entre un grupo de negros,
indios y blancos empobrecidos); un lugar de diversión y música y baile alegre. El objetivo
es exaltar la vida tribal como algo diferente de la forma implantada por la cultura
occidental. De esta manera, la película de Diegues nos ofrece una serie de escenas donde
reina la armonía y la felicidad en el quilombo. Esto se contempla a partir de las escenas de
músicas y bailes que remiten a la cultura africana. Por ejemplo, podemos recordar aquella
escena (minuto 49 de la película) que nos trae la imagen del culto del candomblé.
Observamos las danzas rituales propio del culto a los orishas, la vestimenta blanca de los
fieles que entonan cánticos en un estado de éxtasis. Incluso, en una de las escenas finales,
puede verse al mismísimo orisha Xango, señor de la guerra, luchando al lado de Zumbi.
Otra crítica al filme proviene de Tristán del Canto en “Quilombo. A critical review of a
brazilian film” (2007), ya que hace notar la reiteración de los estereotipos brasileños, a
través de la sexualidad de Iansã, el heroísmo de Dandara (interpretado por Zezé Motta) y
la encarnación del dominio blanco en la holandesa Ana de Ferro (interpretado por Vera
Fisher). Para Del Canto, Diegues intenta combatir el racismo brasileño haciendo un filme
con numerosos actores negros, pero, irónicamente, recrea algunos de los mismos
problemas sociales e ideológicos que afectan a los afrobrasileños. Así, se muestra que las
tres esposas de Ganga zumba tienen roles definidos en base a prejuicios raciales: la
mulata como representación del placer sexual, la superioridad de la mujer blanca al ser la
única que sabe leer en portugués y la mujer negra signada con el estigma de mujer
combativa y belicosa.