Las matemáticas babilónicas se refieren a la de los
pueblos de Mesopotamia (Irak moderno) desde los
días de los primeros sumerios hasta el comienzo del período helenístico.
Dichas, se fusionaron con las matemáticas griegas y
egipcias para dar lugar a las helenísticas.
El conocimiento de estas matemáticas se deriva de
más de 400 tablillas de arcilla descubiertas desde 1850.
La primera prueba escrita se remonta a los antiguos
sumerios (creadores de la primera civilización de Mesopotamia) que desarrollaron un complejo sistema de medida desde el 3000 a.C.
Desde 2500 a.C. en adelante, dichos escribieron
tablas de multiplicar en tablillas de arcilla, realizaron ejercicios geométricos y problemas de divisiones.
La mayoría de las tablillas de arcilla incluyen
fracciones, álgebra, ecuaciones cuadráticas, cúbicas y el cálculo de ternas pitagóricas.
La tablilla “Plimpton 322” (1900 a.C.), registra
un número de ternas pitagóricas. Estas también contienen tablas de multiplicar, tablas trigonométricas y métodos para resolver ecuaciones lineales y cuadráticas. Otra tablilla, “YBC 7289”, da una aproximación de la raíz de dos, con una precisión de cinco decimales.
Podríamos destacar las siguientes aportaciones y
conocimientos matemáticos:
Acercamiento al sistema posicional sin llegar
a conseguirlo del todo. No utilizaban el cero. Sistema de numeración sexagesimal. Fracciones sexagesimales. Con ellas, por ejemplo, calcularon un valor para la raíz cuadrada de 2 de 1,414222. Conocían las operaciones fundamentales. Resolvieron problemas algebraicos, ecuaciones cuadráticas, cúbicas. Conocían las ternas pitagóricas, lo que se evidencia en la famosa tablilla de Plimpton 322. Áreas de polígonos y una geometría aritmética.