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Artrodesis, coaptación y resección

de cadera
S. Marmor, P. Piriou

La aparición y los progresos actuales de las artroplastias de cadera han hecho que las
indicaciones de artrodesis o de coaptación en una cadera virgen queden casi obsoletas,
incluso aunque esta posibilidad terapéutica se debe considerar siempre en pacientes muy
jóvenes, sopesándola con las incógnitas a largo plazo que presentan las prótesis de
cadera. Las indicaciones actuales de estas técnicas son los fracasos finales
postraumáticos o de artroplastia de cadera en los que no se puede recurrir a una
reintervención protésica, bien por razones mecánicas (destrucción grave de la reserva
ósea) o bien por motivos infecciosos. En estas dos indicaciones, la realización de una
artrodesis de cadera o de una coaptación sigue siendo complicada y puede hacer que se
opte por una resección de cadera. Por último, esta cirugía está de actualidad en los
pacientes en quienes la artroplastia supone una contraindicación relativa o tiene una
relación beneficio-riesgo desfavorable: se trata de los pacientes neuroortopédicos, en los
que la resección o la coaptación de cadera permite liberar un sector de movilidad, los
pacientes con riesgo séptico elevado o los que tienen una escasa exigencia funcional.
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Palabras Clave: Artrodesis de cadera; Resección de cadera; Coaptación de cadera;

Infección de cadera

Plan Cuadro I.
Ventajas e inconvenientes de las artrodesis, resecciones y
coaptaciones de cadera.
¶ Objetivos y orientaciones terapéuticas 1
¶ Artrodesis de cadera 2 Estabilidad Ausencia Longitud Movilidad
Resultados a largo plazo de las artrodesis 2 de dolor
Posición de la artrodesis 2 Artrodesis Sí Sí Frecuente Ninguna
Indicaciones 2 Resección No Sí No Sí
Artrodesis intraarticulares 2 Coaptación Sí Frecuente Frecuente Parcial
Artrodesis extraarticular 4
Desartrodesis de cadera 4
¶ Resección articular de la cadera 5
Resección de la cabeza y el cuello en una cadera nativa sus allegados sobre las ventajas e inconvenientes de
por osteoartritis séptica 5 cada una de estas técnicas permite una elección razo-
Resección de cadera con prótesis infectada 6 nada y el establecimiento de un contrato de objetivos
Resultados 6 con el paciente (Cuadro I).
¶ Coaptación trocanteroilíaca 7 La artrodesis de cadera consiste en obtener una fusión
ósea entre una parte de la pelvis y el fémur (artrodesis
coxofemoral o isquiofemoral). Sus ventajas son la
ausencia de dolor y la estabilidad. En ocasiones se evita
■ Objetivos y orientaciones el acortamiento del miembro, pero la movilidad es nula.
La resección articular permite obtener una cadera
terapéuticas colgante. Sus ventajas son la movilidad y, con frecuen-
cia, la ausencia de dolor. Cuenta con los inconvenientes
Una cadera nativa presenta cuatro cualidades que de la inestabilidad y el acortamiento del miembro.
pueden reproducirse mediante la artroplastia: movilidad, En la coaptación trocanteroilíaca, se encastra el
estabilidad, ausencia de dolor y conservación de la vértice del fémur en la zona cotiloidea. Sus ventajas son
longitud del miembro. Cada una de las tres técnicas que la conservación de una cierta movilidad (flexión de
se exponen a continuación responde de forma incom- cadera), una cierta estabilidad, la longitud del miembro
pleta a estas exigencias. La reflexión con el paciente y inferior y, a menudo, la ausencia de dolor.

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 1

E – 44-682 ¶ Artrodesis, coaptación y resección de cadera
■ Artrodesis de cadera
En la actualidad, la artroplastia total de cadera pro-
porciona resultados excelentes, pero el riesgo de fracaso
a medio plazo es mayor cuanto más joven es el
paciente, lo que le expone a reintervenciones quirúrgi-
cas más complejas y a resultados más aleatorios. Por
tanto, la artrodesis de cadera debe ponerse en entredi-
cho en los pacientes jóvenes y activos que presentan
una afectación unilateral de la cadera.
La artrodesis de cadera tiene como objetivo lograr la
fusión entre el fémur proximal y una zona de la pelvis.
Se distingue entre las artrodesis intraarticulares (coxofe-
morales) y las extraarticulares (iliofemorales,
isquiofemorales).
Resultados a largo plazo
de las artrodesis
Los estudios de Sponseller [1] y Callaghan [2] han
demostrado que, en la mayoría de los pacientes, es
posible lograr una actividad profesional con una artro-
desis de cadera. Algunos pacientes presentan molestias
en la vida cotidiana para calzarse y en la sedestación
prolongada. Como promedio, los resultados se deterio-
ran a los 20 años de la intervención, en forma de
lumbalgias y de gonalgias homolaterales (Cuadro II).
Posición de la artrodesis
La posición de fusión de la articulación coxofemoral
obliga a una adaptación estática y dinámica a nivel de
la columna y de la rodilla. Un flexo de cadera favorece
la sedestación, pero durante la marcha provoca una
hiperlordosis dolorosa y una desigualdad de longitud de
los miembros inferiores. Por el contrario, una artrodesis
de cadera en extensión favorece la bipedestación en
lugar de la sedestación. Un exceso de abducción pro-
voca un alargamiento funcional, responsable de un
flexo de la rodilla subyacente. La rotación interna es
perjudicial, porque aleja el pie del cuerpo durante la
flexión de la rodilla e impide el apoyo monopodal.
En resumen, la posición de la artrodesis es un com-
promiso que asocia:
• una flexión de 20° en pacientes jóvenes para dar
prioridad a la bipedestación o una flexión de 30° en
los pacientes más ancianos para dar prioridad a la
sedestación;
• una ligera aducción de 5-10°;
• una rotación neutra o en ligera rotación externa.
Indicaciones
El candidato ideal para una artrodesis de cadera es un
trabajador menor de 30 años, con buena salud y que
Cuadro II.
Resultados de las artrodesis de cadera.
Sponseller
Seguimiento medio (años) 38
Edad promedio en el momento 14
de la artrodesis (años)
Edad promedio en el último 52
seguimiento (años)
Lumbalgias (%) 57
Gonalgias homolaterales (%) 45
Desartrodesis (PTC) (%) 13
PTC: prótesis total de cadera.
2 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología
desee conservar un trabajo de fuerza. No debe tener
lumbalgia, gonalgia, inestabilidad de la rodilla ni dolor
de la cadera contralateral.
Artrodesis intraarticulares
Se han descrito muchas técnicas, que tienen en
común el reavivamiento de las superficies articulares y,
después, una fijación rígida.
Artrodesis por reavivamiento y atornillado
Colocación del paciente y vía de acceso
Durante la colocación del paciente, las posiciones de
la pelvis y de la columna lumbar deben controlarse a la
perfección para adaptar la situación futura de la artro-
desis. Se pueden utilizar todas las vías de acceso de las
caderas, pero la vía anterior en decúbito supino permite
un control mejor de la situación de la artrodesis, sobre
todo si se utiliza una mesa ortopédica, que permite
colocar de forma estable el miembro inferior y la pelvis.
Puede ser útil reutilizar una antigua vía de acceso con
el fin de extirpar los trayectos infectados. La luxación
anterior o posterior no plantea dificultades, pero la
exposición del cotilo puede ser más compleja si no se
realiza una sección del cuello femoral. Por tanto,
requiere una preparación femoral en primer lugar y una
liberación periarticular para trasladar la epífisis femoral
hacia delante o hacia atrás, según la vía de acceso, para
acceder al cotilo. Siempre se debe dar prioridad a la
conservación del abanico glúteo ante la posibilidad de
una desartrodesis futura, lo que justifica una trocante-
rotomía si es preciso.
Reavivamiento de las superficies articulares
El reavivamiento de las superficies articulares puede
realizarse a mano alzada para formar dos superficies de
corte congruentes entre la cabeza femoral y el cotilo o
bien con un juego de fresas cóncavas y convexas. A
menudo, las destrucciones articulares son de tal magni-
tud que impiden ambas técnicas y se realiza un simple
reavivamiento de las superficies (Fig. 1).
Si hay dificultades para el reavivamiento o en caso de
pérdida de sustancia ósea considerable, las zonas de
incongruencia pueden rellenarse con injertos corticoes-
ponjosos, extraídos del ala ilíaca o del trocánter mayor
si no hay una infección activa. La artrodesis también se
puede reforzar con un injerto pediculado posterior (R.
Judet): la franja intertrocantérea posterior pediculada
por el cuadrado crural se desprende y después se bascula
a la cara posterior de la articulación para fijarla al borde
posterior del cotilo y del cuello femoral (Fig. 2).
Fijación
Una primera fijación se logra mediante un doble o
triple atornillado femoroilíaco en dirección al techo del
cotilo con tornillos de gran diámetro (6-7 mm) (Fig. 3).
Las tensiones ejercidas por la oscilación del miembro
inferior sobre la artrodesis son tales que siempre se
necesita una protección adicional. Puede conseguirse
mediante un yeso pelvipédico en los niños o adolescen-
Callaghan tes. En los adultos, es preferible utilizar un fijador
35 externo iliofemoral. Este fijador debe constar de una
25,3 zona de inserción ilíaca, constituida por cuatro o cinco
tornillos fijados en la cresta ilíaca anterior y media, así
62,1 como una zona de inserción femoral que consta de tres
o cuatro tornillos posteroexternos, que dejen libre el
61
plano de deslizamiento del cuádriceps para permitir una
rehabilitación precoz de la rodilla (Fig. 4). El punto débil
57
del montaje es la sujeción pélvica de los tornillos, que
21
es aconsejable mejorar realizando triangulaciones o
insertando uno de ellos a nivel del techo del cotilo.

Figura 1. Reavivamiento de las superficies articulares (A, B).
Figura 2. Injerto pediculado posterior de Robert Judet.
Postoperatorio
La deambulación precoz sin apoyo y la rehabilitación
de la rodilla constituyen la primera fase de rehabilita-
ción. El apoyo se permite de forma progresiva a partir
del tercer mes. El fijador se retira durante esta última
Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología
Artrodesis, coaptación y resección de cadera ¶ E – 44-682
Figura 3. Fijación mediante atornillado trocanteroilíaco.
Figura 4. Fijador externo iliofemoral.
fase, en función de su umbral de tolerancia. Las seu-
doartrosis son frecuentes y se toleran mal, por su
carácter doloroso.
Fijación mediante placa iliofemoral
Se puede realizar una fijación exclusivamente interna
con ayuda de una placa iliofemoral. El paciente se
coloca en decúbito lateral; la vía de acceso es lateral con
trocanterotomía. Después de la luxación anterior, se
reavivan las superficies articulares. En caso de subluxa-
ción coxofemoral, se realiza una osteotomía yuxtacoti-
loidea de tipo Chiari, para aumentar la superficie de
contacto. Esta técnica ha sido descrita por Schneider [3].
Después de la colocación de la artrodesis, ésta se fija en
compresión con una placa iliofemoral. A continuación,
el trocánter mayor se atornilla a través de la placa. Si la
fijación es estable, el paciente se verticaliza enseguida. El
apoyo se autoriza de forma progresiva a partir del tercer
3
E – 44-682 ¶ Artrodesis, coaptación y resección de cadera
Figura 5. Técnica de Schneider.
A. Trocanterotomía y después osteotomía supracotiloidea.
B. Aplicación de compresión.
C, D. Fijación del trocánter mayor.
mes (Fig. 5). Esta medialización de la cadera provoca un
genu valgo subyacente, que puede tolerarse mal, con
evolución hacia la luxación de la rodilla a largo plazo.
Matta [4] ha propuesto una fijación iliofemoral por vía
de Smith-Petersen, sin osteotomía de la pelvis ni desin-
serción de los músculos abductores de la cadera. El
paciente se coloca en una mesa ortopédica radiotrans-
parente, para controlar la colocación de la artrodesis.
Después de reavivar las superficies articulares y de situar
la artrodesis, un primer tornillo trocanteroilíaco fija y
comprime el lugar de la artrodesis. A continuación, se
moldea una placa de 12-14 agujeros y después se coloca
en la cara endopélvica del hueso ilíaco en la cara
anterior del fémur proximal (Fig. 6).
En las situaciones difíciles, es posible realizar una
artrodesis en dos fases. En la primera, se da prioridad al
contacto coxofemoral y a la longitud, a costa de un
defecto de posición del miembro inferior (abducción
considerable), que se corrige de forma secundaria con
una osteotomía femoral [5].
4 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología
Figura 6. Técnica de Matta (A, B).
Artrodesis extraarticular
En la actualidad, la indicación de estas artrodesis es
muy limitada. Se distingue entre las artrodesis iliofemo-
rales y las isquiofemorales. Las primeras, en las que se
fija un injerto entre el ala ilíaca y el vértice del trocánter
mayor, se han abandonado porque su fusión es muy
larga y los fracasos son numerosos (Fig. 7). Esta técnica
fue propuesta por Albee [6] en 1915.
La artrodesis isquiofemoral conserva algunas indica-
ciones en caso de destrucción articular grave, de des-
trucción metafisaria proximal del fémur o de defecto de
consolidación de una artrodesis intraarticular.
La técnica de Trumble [7] se basa en encastrar un gran
injerto entre la cara posterior del trocánter mayor y la
tuberosidad isquiática. El paciente se coloca en decúbito
lateral y se realiza un acceso posteroexterno. El nervio
ciático se localiza y se rechaza en sentido posterior, tras
lo que el cuadrado crural se desinserta del fémur y se
rebate hacia atrás para proteger el nervio ciático. La cara
profunda del cuadrado crural conduce a la tuberosidad
isquiática, que se reaviva. Se extrae un voluminoso
injerto de ala ilíaca y después se encastra en un surco
excavado a nivel isquiático y se aplica en la cara poste-
rior del fémur previamente reavivada. A continuación,
se fija con uno o dos tornillos. Es necesario dejar una
contención adicional con un fijador iliofemoral (Fig. 8).
Desartrodesis de cadera
En algunos pacientes que presentan a largo plazo una
lumboartrosis, una gonartrosis subyacente o una afecta-
ción de la cadera contralateral, se puede plantear una

Figura 7. Artrodesis iliofemoral según Albee.
Figura 8. Artrodesis isquiofemoral según Trumble (A, B).
desartrodesis. Lo mismo sucede a medio plazo en las
situaciones de seudoartrodesis dolorosas o de malposi-
ción de la artrodesis. El riesgo principal consiste en
transformar una cadera estable e indolora en una cadera
inestable y no funcional. La evaluación predictiva de los
músculos glúteos es compleja. Desde el punto de vista
clínico, se puede encontrar una contractilidad muscular,
pero los cuerpos musculares suelen estar sustituidos por
una degeneración fibroadiposa. El electromiograma
(EMG) y la resonancia magnética (RM) no han demos-
trado su utilidad predictiva en el análisis de la eficacia
de estos músculos. En caso de artrodesis extraarticular,
se debe verificar que el nervio ciático no esté englobado
por la fusión ósea.
El acceso quirúrgico se realiza por vía transtrocantérea
o por vía anterior de Hueter ampliada según Smith-
Petersen a demanda. Después de la osteotomía de la
antigua zona del cuello femoral, la zona cotiloidea debe
identificarse a la perfección entre dos separadores
colocados a nivel de la columna anterior, de la columna
Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología
Artrodesis, coaptación y resección de cadera ¶ E – 44-682
Figura 9. Resección de cadera con apoyo.
posterior y del agujero obturador. El techo del cotilo es
difícil de identificar cuando corresponde a la zona de
fusión. El cotilo se esculpe entre los separadores, procu-
rando no introducirse demasiado en el techo. La prepa-
ración femoral se realiza según la técnica clásica si no
hay displasia.
Estas desartrodesis mejoran de forma considerable el
nivel de las lumbalgias, pero es menos frecuente que lo
logren con las gonalgias. Sin embargo, la mitad de estos
pacientes requiere el uso de un bastón y la tasa de
complicaciones es elevada (22-33%) [8-12].
■ Resección articular
de la cadera
La resección artroplástica de la cadera fue populari-
zada en 1923 por Girdlestone [13] para el tratamiento de
la tuberculosis o de las infecciones piógenas en caderas
nativas. Esta técnica y sus indicaciones se han modifi-
cado con el paso del tiempo para convertirse en la
primera fase quirúrgica del tratamiento de la artrosis de
cadera, la intervención de rescate de los fracasos infec-
ciosos en prótesis totales de cadera o en caso de fracaso
mecánico final de estas mismas artroplastias [14].
Resección de la cabeza y el cuello
en una cadera nativa por osteoartritis
séptica
La vía de acceso suele ser una de tipo clásico (ante-
rior, posterior, etc.) o bien se puede reintervenir por la
vía de origen de la infección (infección del material de
osteosíntesis). Tras la escisión de los posibles tejidos y
materiales extraarticulares infectados, se realiza una
sinovectomía completa. La sección del cuello del fémur
se efectúa en su base con una sierra oscilante y el
cartílago cotiloideo se extirpa por completo con fresas
convexas de cotilo. El diámetro de fresado y las lesiones
cotiloideas se anotan en el informe quirúrgico con vistas
a una implantación protésica posterior. En el postopera-
torio, es aconsejable aplicar una tracción transtibial
hasta la retirada de los drenajes de redón (Fig. 9). El
apoyo se permite de entrada, con una plantilla de
5
E – 44-682 ¶ Artrodesis, coaptación y resección de cadera
Figura 10. Prótesis total de cadera infectada, programación
de la femorotomía.
compensación de 4-5 cm bajo el zapato. El manteni-
miento diario del «movimiento de pistón» de la cadera
por tracción en el eje del miembro inferior por una
tercera persona permite conservar una cierta flexibilidad
periarticular y facilita la futura implantación protésica.
Resección de cadera con prótesis
infectada
Se trata de la primera fase terapéutica de un trata-
miento en dos fases de una infección de una prótesis
total de cadera (PTC) (primera fase de escisión, retirada
de la PTC y antibioticoterapia y, después, segunda fase
de reimplantación protésica).
La dificultad de la intervención se debe a la calidad
de la escisión de los tejidos infectados y a la extracción
de las piezas protésicas. Por este motivo, es necesario
que la vía de acceso sea ampliada y se debe dar priori-
dad a las vías posteroexternas con femorotomía. El
paciente se coloca en decúbito lateral. La vía de acceso
previa se extirpa desde la piel hasta los tejidos profun-
dos, tras lo que se realiza una sinovectomía minuciosa.
Después de la luxación de la prótesis, el vástago femoral
se extrae en primer lugar. En caso de vástago cemen-
tado, la extracción suele ser fácil después de haber
retirado el primer centímetro de cemento y, en especial,
el situado frente al apoyo de la prótesis. Si el revesti-
miento de cemento se libera en su totalidad con la
prótesis, se debe aplazar la femorotomía y realizar una
limpieza endomedular mediante fresado. En la mayoría
de los casos, el cemento queda adherido al hueso. Su
extracción por una vía alta es laboriosa e impredecible,
y se debe dar prioridad a una femorotomía: el fémur se
expone por vía lateral, conservando las inserciones del
cuádriceps. El trazo de femorotomía tiene una oblicui-
dad de arriba hacia abajo y de medial a lateral. Se
origina en el calcar de Merkel para llegar a la cortical
lateral del fémur (Fig. 10). Su longitud es superior a la
zona de cementación (tamaño extrapolado sobre la
pieza protésica retirada). El fémur se abre en dos y se
expone, procurando evitar cualquier efecto de palanca
con los separadores sobre la zona de unión entre el
trocánter mayor y la diáfisis, que constituye una zona
de fragilidad. La extracción de todo el cemento y del
tapón por fragmentación es fácil y las geodas endósticas
se legran. En caso de vástago no cementado osteointe-
grado, la extracción por vía alta puede ser compleja. El
vástago se debe liberar de forma progresiva con tijeras
finas (Letournel) o con agujas que se pasan por su
periferia. Si esto fracasa, se realiza el primer trazo de
femorotomía (femoroclasia) y se repiten las maniobras
6 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología
Figura 11. Femorotomía. a. Después de la extracción de la
prótesis; b, c. prótesis colocada.
Figura 12. Resección de cadera y cierre de la femorotomía con
cerclajes.
de liberación. En caso de dificultad, se continúa la
femorotomía, con la prótesis in situ, mediante un trazo
de osteotomía con sierra que pasa lateralmente a la
prótesis (Fig. 11). Una vez que el fémur está abierto, se
retira el vástago y se limpia la diáfisis. La extracción del
cotilo suele ser menos difícil. En caso de cúpula cemen-
tada, se deben escindir los anclajes de cemento. Las
cúpulas cementadas pueden arrancarse siempre de su
lecho de cemento si se perforan en su borde con unas
tijeras fuertes y haciendo palanca de abajo hacia arriba.
Si hay una cúpula sin cemento osteointegrada, se debe
liberar de forma progresiva con unas tijeras curvas o
bien se puede mantener con un material auxiliar de tipo
Triology (Zimmer), que permite un corte en la periferia
del cotilo sin pérdida de sustancia ósea. A continuación,
se reaviva el cotilo con fresas motorizadas. Al final de la
intervención, las lesiones cotiloideas y femorales se
evalúan (pérdida de sustancia ósea cavitaria o segmen-
taria, diámetro de fresado, clasificaciones) y se anotan
en el informe quirúrgico con vistas a la colocación de
una nueva prótesis secundaria con reconstrucción. La
femorotomía se vuelve a cerrar y se estabiliza con varios
cerclajes metálicos (Fig. 12). En el postoperatorio, es
aconsejable aplicar tracción o bien a nivel transtibial,
hasta retirar los drenajes de redón. El apoyo no se
autoriza antes de lograr la consolidación de la femoro-
tomía (que se suele lograr alrededor del tercer mes). El
mantenimiento del «movimiento de pistón» de la
cadera por la aplicación de tracción en el eje del miem-
bro inferior se debe realizar a diario.
Resultados
La mayoría de los pacientes requieren un bastón para
andar, debido a la inestabilidad de la cadera. Esto es
 Artrodesis, coaptación y resección de cadera ¶ E – 44-682

Figura 13. Coaptación trocanteroilíaca.

menos marcado en los pacientes en quienes se ha

realizado una «resección con apoyo»; es decir, cuando el
trocánter mayor se apoya en el techo del cotilo (Fig. 9).
El acortamiento es de un promedio de 5 cm y se debe
compensar con una plantilla bajo el zapato. El nivel de
dolor y la movilidad suelen ser excelentes [15] y el
resultado es mejor cuanto más tejido fibroso hay con la
cicatrización, lo que permite una disminución de la
sensación de movimiento de pistón al dar un paso.
Por tanto, el resultado funcional de las resecciones de
cadera suele ser malo y en alrededor de un 15% de los
pacientes se produce su fracaso o una infección. Esta
tasa está directamente correlacionada con la calidad de
escisión quirúrgica, sin que sea mejor que las reimplan-
taciones en dos fases. Por consiguiente, la resección de
la cabeza y el cuello no está justificada por la búsqueda
de un mejor resultado respecto a la infección. Puede ser
definitiva en los pacientes frágiles que han tenido
múltiples fracasos por infección que no pueden correr el
riesgo de una reintervención y que aceptan un mal
resultado funcional [16, 17].

Figura 14. Elementos que limitan la coaptación. 1. Muñón del

■ Coaptación trocanteroilíaca cuello; 2. astas del cotilo; 3. trocánter menor; 4. aductores.

La coaptación trocanteroilíaca fue inventada por

Robert Judet en 1964 [18] . El objetivo inicial en la
osteoartritis de cadera consistía en obtener tras la
escisión un relleno de la cavidad articular y una fusión
trocanteroilíaca. De hecho, tras la ablación del fijador
externo iliofemoral al quinto mes, se demostró «que
esta técnica de artrodesis trocanteroilíaca no lograba su
objetivo, sino que dejaba al paciente una neoarticula-
ción apoyada, un poco móvil y sobre todo indolora». El
período de inmovilización se estableció por principio en
40 días, período suficiente para obtener la coapta-
ción [19]. Esta técnica de seudoartrodesis apoyada está
justificada porque la obtención de la fusión articular en
la artrodesis de cadera es compleja y el 20% de los
pacientes requiere una intervención secundaria [5].
La colocación del paciente depende de la vía de
acceso utilizada con anterioridad para la osteosíntesis o
la artroplastia. Tras la escisión y la ablación del material
extraño, se procede a la remodelación articular.
A nivel del cotilo, se debe transformar una cavidad
hemisférica en una cavidad rectangular donde se aloja
el trocánter. El techo se remodela de forma conserva-
dora para obtener una superficie plana ligeramente
oblicua de lateral a medial y de abajo hacia arriba. Esta
inclinación que se le confiere al techo del cotilo estabi-
liza intrínsecamente la neoarticulación. El trasfondo se
reaviva hasta la lámina cuadrilátera y después se resecan
las dos astas. Una parte de la pared anterior se extirpa
para permitir la flexión de la cadera (Fig. 13).
A nivel del fémur, el muñón del cuello se extirpa
hasta la línea intertrocantérea y el vértice del trocánter
mayor se reaviva en horizontal Las inserciones trocan-
téreas de los músculos glúteos se extirpan para permitir
que el fémur entre en la «caja» cotiloidea. El trocánter
menor se escinde para que no obstaculice la translación
interna (Fig. 14).
El trocánter mayor se encastra en el cotilo. Se debe
verificar que el afrontamiento sea correcto y, si es
preciso, completar la resección de las astas cotiloideas
del trocánter menor o desinsertar los aductores en caso
de pliegue interno. El miembro inferior se coloca en
flexión de la cadera de 10°, abducción de 5° y ligera
rotación externa.
La utilización de una mesa de operaciones ortopédica
con el paciente colocado en decúbito supino facilita en

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 7

 E – 44-682 ¶ Artrodesis, coaptación y resección de cadera
Figura 15. Coaptación trocanteroilíaca armada con una placa
de tipo consola que impide la lateralización del fémur.
gran medida la intervención. La estabilización se logra
con un fijador externo iliofemoral durante 6 semanas.
Lo ideal es comenzar la movilización de la cadera en
flexión alrededor del 21.° día. Algunos fijadores externos
y ciertos montajes permiten esta movilización. El apoyo
se reanuda a las 6 semanas de quitar el fijador.
En los pacientes neuroortopédicos, si no hay infec-
ción, es posible lograr la coaptación con una placa corta
a modo de consola, mantenida con dos tornillos en la
cara externa del cotilo, con el objetivo de asegurar la
continencia cotiloidea (Fig. 15).
.
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P. Piriou (philippe.piriou@rpc.aphp.fr).
Service de chirurgie orthopédique et traumatologique, Hôpital Raymond Poincaré, 104, boulevard Raymond-Poincaré, 92380 Garches,
France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Marmor S., Piriou P. Arthrodèse, coaptation et résection de
hanche. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales - Orthopédie-Traumatologie, 44-682, 2008.
Disponible en www.em-consulte.com/es
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complementarias Animaciones
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Aspectos Información Informaciones Autoevaluación
legales al paciente complementarias