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ARCHIVUM TOMO Xv ENERO - DICIEMBRE 1965 Representaciones Grdficas del Lenguaje Comunicacién oral y grafica 1. Hecho notable del comportamiento del hombre es su ca- pacidad de exteriorizar y comunicar lo que experimenta. Para ello dispone de los medios ofrecidos por sus sentidos: la vista, el oido o el tacto le permiten establecer relacién con sus seme- jantes, comunicando sus sentimientos e ideas y recibiendo los sentimientos e ideas ajenos. A esta necesidad de expresar y comunicar las propias experiencias satisface esencialmente el lenguaje, sistema de signos vocales y de recepcion auditiva, tan consustancial con el hombre que casi no podemos imaginar a a éste sin estar dotado de aquél. El lenguaje, por su naturaleza, contleva una limitacién : sélo tiene efecto la comunicacion en la medida en que el hablante emisor y el hablante receptor coincidan en un tiempo y un lugar muy circunscritos. Cuando el destinatario del mensaje esta fuera del fugitivo hic et nunc de la comunicacién oral, e) hom- bre ha tenido que crearse otros instrumentos comunicativos de mayor persistencia y alcance. En lugar de signos vocales, ins- tantaneos y efimeros, ha tenido que buscar otros mas perdu rables, que puedan transportarse hasta el destinatario 0 pue- dan persistir hasta la Hegada de éste. Las sociedades humanas han instituido sistemas mas 0 menos desarrollados 0 complejos 6 B, ALARCOS LLORACH AO XV para este fin, desde Ja mera comunicacién mediante objetos hasta la representacién articulada y simbolica que es la escri- tura. En todo caso tienen en comin la caracteristica de realizar la comunicacién por via visual; ademas, con excepcidn del pro- cedimiento elemental y limitado de los objetos, se trata de sis- temas graficos. De la comunicacién mediante objetos ofrecen muchos ejem- plos las culturas primitivas, que recuerdan Ia embajada de los escitas a Dario, segtin Herodoto (IV, 131 s.). El rey de los es- citas envid al persa un ave, un ratén, una rana y cinco flechas; Dario interpreté el mensaje como oferta de rendicion; pero el sentido era una amenaza para los persas: «si no os convertis en aves y os remontais en el ciclo, o en ratones y os sepultdis en la tierra, 0 en ranas y os hundis en el agua, seréis muertos por estas flechas y jamas volveréis a vuestro hogar». La comunicacién con objetos no es practica; ademas, como en la anécdota referida, es a menudo equivoca, si previamente no se ha adoptado un convenio. Resulta mas cémodo represe~- tar en algiin material duradero los objetos a que se refiere la experiencia que se quiere comunicar: dibujos, pinturas, gra- bados seran portadores de la comunicacién, 0 bien testigos persistentes que evocan y conservan indefinidamente las expe- riencias de algein ser humano, que el lenguaje exterioriza solo momentaneamente. Dos son, pues, los fines del procedimiento grafico: uno, salvar las barreras del espacio y del tiempo ha- ciendo la comunicacién duradera y transportable; otra, servir de recordatorio de experiencias pasadas. Comunicacion grafica y escritura 2. El nombre de lenguaje no conviene a toda comunicacién oral. Cuando expresamos un dolor mediante un grito, 0 cuan- do un niiio exterioriza lo que siente con una serie indefinida y espontanea de sonidos, hay sin duda comunicacién, pero no a AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE lenguaje. Este presupone una articulacién de las experiencias comunicadas, en elementos convencionales, sucesivos, recono- cibles e identificables con los de otras experiencias. El lenguaje es un sistema de comunicacion oral De igual modo, hay diferentes grados de comunicacién gra- fica, desde la representacién figurativa que reproduce el objeto a que se refiere la comunicacién, hasta lo que llamamos escri- tura. Genealdgicamente los elementos graficos de la escritura son el resultado de evoluciones simplificadoras a partir de di- bujos o pinturas concretos. Pero el aplicar a una representacion grafica el nombre de escritura no depende de la calidad mas 9 menos figurativa del trazada de sus elementos constitutivo: Para hablar de escritura es necesario que la representacién grafica evoque las experiencias, articuladas en elementos con- vencionales, reconocibles e identificables; es decir, que sea «un sistema de comunicacién humana mediante signos visuales convencionales» (Gelb). Sin embargo, hay representaciones graficas, perfectamente convencionales y sistematicas; como las utilizadas en la sefializacion de carreteras, que a pesar de ello, no son escrituras. Para ser tal, les falta el cardcter lineal. Es, pues, la escritura, un sistema de comunicacién visual que ana- liza las experiencias en elementos sucesivos y convencionales Representaciones graficas como las escenas de caza en Ja pintura del cuaternario (cuya intencién comunicativa desco- nocemos), 0 las cartas mediante dibujos, de indios norteame- ricanos (portadoras de un mensaje comprensible para el des- tinatario), o la proclamacién hecha a ciertos indigenas de Tasmania por un gobernador, en forma de historieta grafica, o las marcas geométricas de alfareros o canteros antiguos y modernos, no son escrituras. A todas les falta alguno de los rasgos esenciales para serlo: unas, aunque desarrollan lineal- mente un cierto andlisis de la experiencia, carecen del carac- ter sistematico, convencional y arbitrario de la escritura; las otras, aunque convencionales y arbitrarias, son puras comu- nicaciones inanalizables. En cambio, son escritura, por ejemplo, los jeroglificos egip- cios, Se ajustan a la definicién, en cuanto son sistematicos, 8 B, ALARCOS LLORACH AO XV lineales, analizables y convencionales, a pesar del aspecto ti- gurativo y realistico de sus caracteres. Representacién grafica y lenguaje 3. Las escrituras, como el lenguaje oral u otros sistemas de comunicacién del tipo de las sefiales de trafico, son sistemas de signos, «sistemas semidticos». La escritura, como el len- guaje, y en contra de otros sistemas, analiza las experiencias en elementos sucesivos articulados, y se manifiesta 0 actua- liza linealmente. Los elementos que constituyen la escritura son los signos gréficos, con estructura analoga a los signos lingiiisticos, esto es, formados por la asociacién de una ex- presién y un contenido. Ambos sistemas de comunicacién, len- gua y escritura, coinciden en que su contenido es el mismo: la experiencia general humana. Se distinguen en que su expre- sion es diferente: la escritura mediante elementos graficos, el lenguaje mediante elementos vocales. A primera vista, la escritura «double le langage en présentant a la vue ce que celui-ci fournit a l’oreille» (Cohen). Consistiria la escritura en una simple trasposicion de la expresidn lingiifstica a la expre- sién grafica: «l’écriture est la peinture de la voix; plus elle est ressemblante, meilleure elle est» (Voltaire). Segan se ha de ver, este supuesto tedrico no se cumple en la realidad abso- Jutamente. Por otra parte, también tedricamente, no hay ne- cesidad esencial de que la escritura sea un calco grafico del lenguaje. ¢Qué relaciones hay entre ambos? La escritura, segiin ha quedado definida, no implica una sola y determinada relacion con el lenguaje, sino que caben en ella todos los grados desde ser puro reflejo del sistema fin- giiistico a ser totalmente auténoma respecto a éste, y ello a pesar de que, como se ha dicho, el contenido de los signos de ambos sistemas es forzosamente uno solo: la experiencia humana. En efecto, se sabe que cada lengua analiza la expe- riencia humana de manera particular: por ejemplo, el espa- AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 9 fiol separa como dos significados diferentes ser y estar, lo que el francés considera un solo bloque de contenido, étre, mientras el primero se contenta englobando en rio los signi- ficados fleuve y riviére que distingue el segundo. Es decir, cada lengua organiza el contenido con una forma peculiar, cada lengua posee una forma propia del contenido. De igual modo cabe imaginar que, en una comunidad humana, la es- critura conforme el contenido independientemente de como lo organiza la propia lengua oral. Esta situacién tedrica no aparece en la practica con toda su pureza, pues cuando la representacion grafica comienza a analizar con detalle \a experiencia en elementos sucesivos con- vencionales y se convierte en escritura, es natural que sirva de modelo el analisis preexistente realizado por la lengua. La total autonomia de la representacién grafica respecto a la lengua se produce sélo con los procedimientos que des- cartamos como no escrituras (sean figuraciones motivadas, sean sistemas no lineales como la sefialacién de carreteras). Entre las escrituras, sin embargo, no deja de haber casos de parcial independencia en el analisis del contenido efectuado graficamente frente al realizado por Ja lengua, como se veré mas adelante. Representacién grafica y lingdistica 4. Un sistema semistico grafico que, como la escritura que imaginamos, analizase los contenidos de manera independien- te del sistema lingiiistico, seria objeto de estudio desde el punto de vista semiolégico, como lo son otros sistemas gra- ficos no incluibles entre las escrituras. Desde el punto de vis- ta lingiiistico, tal sistema saldria del campo de nuestro inte- rés, que es el lingiifstico. La lingiifstica sélo debe interesarse por los sistemas graficos en cuanto éstos estén en relacién con el sistema del lenguaje oral. Por la misma razén, la comunicacién mediante procedi- mientos graficos de tipo figurativo y motivado, aunque histé- 10 E. ALARCOS LLORACH AO XV ricamente tenga importancia en el estudio evolutivo de la es- critura, queda también fuera de los dominios lingiiisticos. La lingiiistica sdlo puede examinar los sistemas graficos de co- municacién, que dependan total o parcialmente del sistema lingiiistico, es decir, que sean en mayor o menor parte una trasposicion gréfica de lo que el lenguaje manifiesta mediante sus signos vocales. Por tanto, situamos la representacién gra- fica no en plano de igualdad con Ia manifestacién oral del lenguaje, sino como un derivado mas o menos directo de ésta. Rechazamos desde ahora la interpretacién de algunas teorias lingiiisticas, que por abstraccién de la sustancia en que se realiza la lengua, consideran tanto la representacién grafica como la expresién fénica, como dos de las posibles maneras de materializarse el sistema Unico formal que es la lengua. Para nosotros, el lenguaje tiene una manifestacién normal y primaria que es fonica; la escritura, o representacion grafica es una manifestacion secundaria, que desde el punto de vista lingiiistico, no debe estudiarse en si, sino en sus relaciones con la primera. Esta opinion no excluye, claro es, la posibilidad del estudio cientifico de los elementos graficos del sistema de escritura en una disciplina paralela a la que estudia los elementos f6ni- cos del sistema lingiiistico, esto es, la posibilidad de un estu- dio «grafematico», que examinara la realizacién material y la funcién comunicativa de los elementos grdficos. Representaciones graficas independientes de la lengua 5. Antes de entrar en el examen de los diferentes tipos de sistemas graficos en mayor o menor relacién con el lenguaje, conviene echar una ojeada a las representaciones que hemos excluido como no-escrituras. Hay dos tipos fundamentales. Ciertos sistemas efectian AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE lk la comunicacién mediante simbolos figurativos y descripti- vos, mas o menos realistas, de los objetos o circunstancias de la experiencia; pero no analizan ésta en elementos articulados y aislables, sino que sus simbolos son motivados por la rea- lidad, son simples indicadores 0 sefiales, no son signos. Esto es pictografia, término que no defe confundirse con escritura pictogrdfica, pues una escritura puede muy bien conservar su caracter figurativo, como la egipcia, Cierto es que, histérica- mente, puede afirmarse que la escritura nace por evolucién y convencionalizacién de la pictografia. Pero la pictografia no tiene nada que ver con Ia lengua en principio, aunque en ella puedan utilizarse referencias lingiifsticas, como en las repre sentaciones graficas aztecas y mayas (si éstas no constituyen escrituras). Entre esas representaciones pictograficas y la es- critura, existe la misma diferencia funcional que observamos en otro terreno, entre los gestos y ademanes mds 0 menos figurativos (0 minimos) y descriptivos usados para comuni- carse vagamente con alguien cuando las circunstancias impi- den el uso del lenguaje y para indicar objetos, direcciones, ac- ciones, etc., y el uso sistematizado y arbitrario de estos gestos y ademanes que, como sustituto y representante del lengua- je, utilizan los sordomudos, 0 los sistemas de algunos indios. El sistema de los sordomudos es equivalente a una escritura; los gestos y ademanes de la vida corriente, igual que la picto- grafia, se caracterizan por su motivacidn real. En el otro tipo de representaciones graficas rechazadas co- mo no escrituras se utilizan ya signos, o sea elementos gra- ficos arbitrariamente asociados a un contenido. Ejemplo de estos sistemas graficos seria la citada sefialacién de carrete- ras, cuyos elementos, aunque a veces figurativamene motiva- dos, son rigurosamente convencionales; hay en ellos cierta articulacién de componentes en cada signo, pero carecen del caracter lineal tipico de las representaciones del lenguaje. Otro ejemplo de sistema independiente del lenguaje seria la nume- racion y el conjunto de formulas utilizado en matematicas, pues aunque traducibles a cualquier idioma, no conllevan ninguna relacion directa con las articulaciones tipicas del lenguaje. 2 E, ALARCOS LLORACH AO XV La escritura y los niveles del lenguaje 7. «L’écriture consiste en une représentation visuelle et dura- ble du langage, qui le rend transportable et conservable» (Cohen). La lengua es un sistema complejo donde pueden dis- tinguirse varios niveles; la escritura, en teoria, podra repre- sentar ese sistema en cada uno de esos niveles 0 bien en va- rios de ellos. La autonomia de la escritura como sistema semidtico se daria, segiin se ha dicho, en el caso de ser una expresién in mediata y directa del contenido. En tal situacién, tendriamos un sistema de signos, cada uno proviste de una expresién grafica y de un contenido, que podria o no coincidir con cada uno de los contenidos diferenciados por las expresiones del sistema lingitistico, puesto que representaria un andlisis in- dependiente del que efecttia el lenguaje. En consecuencia, un sistema grafico de ese tipo dejaria de ser representante del lenguaje y quedarfa fuera de nuestro campo de observacidn. Normalmente la escritura trata de representar con expre- siones graficas diferentes cada uno de los signos que constitu- yen el sistema lingiiistico. Los signos son el resultado del an‘ lisis verificado por la lengua sobre el continuum indiferencia- do de las experiencias humanas, las cuales se articulan asi en elementos menores, arbitrarios y reconocibles, que presentan dos caras: una expresién f6nica y un contenido determinado. La expresién fénica, o significante de los signos lingiiisticos estd a su vez articulada en elementos diferenciados menores y en nitmero limitado que aisladamente ya no son manifesta- cin de signos, ya no estén asociados con contenidos determi- nados: los fonemas. La escritura, mediante los elementos gra- ficos que la constituyen, puede representar entonces los sig- nos lingiiisticos predominantemente segtin uno de los modos siguientes: 1) puede distinguir graficamente los contenidos; cada contenido lingiifstico se expresard con grafia distinta, sin que la relacién de los elementos diferenciales graficos entre si AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 13 se corresponda con la de las expresiones fonicas de esos mis- mos signos. 2) puede representar los signos globalmente, de modo que la expresién grafica distinga cada contenido respecto de los demas, y a la vez refleje los elementos fonicos que distinguen esos mismos contenidos en el lenguaje hablado 3) puede representar exclusivamente la llamada segunda articulacién, esto es, la expresion fénica de los signos, de modo que los elementos graficos se correspondan rigurosamente con las unidades diferenciales fonicas. Los tres tipos tedricos de escritura nunca se dan puros en la realidad. Encontramos, pues, que el primer tipo ocurre en escrituras que representan el contenido de los signos lin- giiisticos; el segundo tipo en escrituras que representan los signos con sus dos caras; el tercero en escrituras que repre- sentan exclusivamente la expresion o significante de los signos Llamando significante grdfico al elemento 0 combinacién de elementos graficos que evoca un contenido, se dira que, en el primer tipo supuesto, la escritura constituye un sistema de signos cuyo contenido es el mismo de los signos lingitisti- cos y cuya expresién es una combinacién de elementos grafi- cos diferenciales que pueden Mamarse grafemas. La relacion de la escritura y el lenguaje en este caso podria esquemati- zarse asi: Expresion escrita |e] Contenido Je] Expresion oral En el segundo tipo, los significantes graficos evocan uni- dades de dos caras, signos; el sistema grafico correspondiente manifiesta en este caso no un contenido, sino un sistema se- miético con sus dos planos de expresién y contenido. La rela- cin entre escritura y lengua seria ésta: — Expresion oral | Expresion escrita | — -» [|———______ Contenido En fin, nuestro tercer tipo son escrituras cuyos significan- » ALARCOS LLORACH AQ XV tes grdficos representan significantes orales, articulados pa- alelamente en unidades graficas y fénicas que se correspon. den; el sistema grafico es entonces solo la trasposicién de una sustancia, la fonica, a otra, la grafica. Representariamos asi esta relacién Expresion escrile [| Expresion oral | —+| Contenido Al primer tipo puede Ilamarse escritura ideogrdfica, y sus significantes pueden llamarse ideogramas (o si se prefiere, lexigramas, segiin De Ponceau, 0 logogramas, segiin propugna Gelb). En el segundo tipo, tenemos escrituras semiograficas, y sus unidades graficas seran semiogramas (o, segtin Cohen, ideo- fonogramas). En el tercer tipo, la escritura sera fonografica, y sus unidades se lamaran fonogramas. Las unidades minimas graficas de uno u otro tipo seran grafemas. Recordemos, sin embargo, que ninguna escritura concreta corresponde exactamente a esta triple clasificacion. Hay siem- pre elernentos de un tipo u otro que se entremezclan a los pre- dominantes en un mismo sistema. Adelante veremos ejemplos del uso simulténeo en una misma escritura de los procedi- méentos ideograficos y fonograficos que separamos tedrica- mente. Escrituras ideograficas 7. La representacién ideografica pura de una lengua consis- tiria en emplear un grafema diferente para cada uno de los contenidos que esa lengua distingue. Por ejemplo, la represen- tacién ideografica pura de [a frase francesa cet homme a tué deux lions, seria una secuencia de grafemas diferentes, cada uno de los cuales evocase cada uno de los lexemas y morfemas gue se distinguen en elia: 'demostrativo’, ’singular’, ‘hombre’, ‘matar’, ‘pasado’, ‘indicativo’, '2’, ‘leon’. Con tal procedimiento, el sistema grafico abarcaria un mtimero indefinido de grafe- mas diferentes, con el consiguiente esfuerzo memoristico para AO XV REPAESENTACIONES GRAFICAS DEL LENCUAJE, 15 retenerlos y diferenciarlos entre si, si cada grafema fuese ina- nalizable en elementos menores recurrentes en distintas com- binaciones. Los ideogramas, aunque convencionales, son en parte mo- tivados y resultado de la esquematizacién de primitivas re- presentaciones pictograficas. Por otro lado, tienden a cons- tituir, combindndose, ideogramas complejos; con Jo cual in- troducen una articulacién en la expresién grafica (indepen- dientemente de la segunda articulacién, fénica, de la lengua), que permite reducir el ntimero de unidades diferenciales y facilita el aprendizaje de las distinciones. En todas partes, el ideograma procede histéricamente del pictograma, convencionalizado y generalmente esquematizado. Algdn sistema de escritura, como el egipcio jeroglifico, man- tiene hasta su extincién el trazado pictografico pero con dis- tinta funcién; otros sistemas esquematizan los trazados, bien conservando la huella figurativa, como el chino, bien borran- do todo recuerdo de este tipo como en las escrituras cunei: formes de Mesopotamia. Por tales origenes, los ideogramas primitivos y fundamentales se refieren normalmente a objetos o circunstancias cuya representacion figurativa es obvia: ani- males, vegetales, seres humanos, objetos concretos, fenéme- nos naturales, o facilmente representables por procedimiento metaférico. Tampoco es dificil la representacién mediante ges- tos graficos de las nociones situacionales y numéricas. Pero las nociones abstractas requieren o la total arbitrariedad del grafema o un anilisis del contenido muy elaborado que per- mita relacionarlas con el contenido de otros grafemas de re- ferencia concreta; igualmente el procedimiento ideografico re- sulta de dificil aplicacién para representar las relaciones gra maticales de una lengua. Por consiguiente, la ideografia pura no existe en ninguna escritura, pues tiene que auxiliarse desde el principio con otros métodos de notacién del lenguaje. De todos los sistemas de escritura conocidos es el chino el que mejor se ajusta al tipo ideal de ideografia. A ella se ha mantenido aferrado, en los varios milenios de su historia, has- ta nuestros dias. Cierto es que algunos de los elementos del ALARCOS LLORACH AG XV sistema chino deben su origen a procedimientos no ideogra- ficos y que a veces los significantes hacen alusién no al con- tenido, sino a la expresion de la lengua. Pero, esencialmente, tanto en sus origenes, como —por otros motivos —hoy dia, es un sistema ideogrdfico. Ello explica que pueda ser leido y com- prendido en toda China por hablantes cuyos dialectos difieren fonéticamente entre si mas que, por ejemplo, el italiano y ef espafiol, o el aleman y el holandés. El sistema de escritura chino hace referencia al contenido y no a la expresién. Por los mismos motivos se comprende que, en las épocas de ex- pansion medievales, fuese adoptado por lenguas radicalmen- te diferentes, como el coreano, el japonés o el anamita. Los hablantes de estas lenguas, al leer, trasladan los ideogramas chinos a sus propias lenguas; y esto, en parte, gracias a la es- tructura de la lengua china, casi carente de elementos funcio- nales como los morfemas y demas particulas que conllevan en otros idiomas significaciones gramaticales. El chino, len- gua casi sin gramética, con su escritura ideografica, ofrecia un simple esqueleto de lexemas, a los cuales los lectores alolin- gites afiadian las relaciones morfologicas de sus propios idio- . El sistema ideografico del chino llega a ser casi un sis tema de comunicacion independiente de la lengua, de modo que, sin modificarse sustancialmente, ha venido traduciéndose durante milenios a los muy diferentes estados fonicos por los que ha pasado el chino hasta la actualidad. Mas que una es- critura, el sistema grafico chino es una lengua exclusivamente escrita, que, naturalmente como cualquier otra lengua, puede traducirse a la lengua oral. ma Sin embargo, en su larga historia, el sistema ha reflejado también, en mayor o menor medida, la lengua hablada, pues cada uno de los grafemas chinos se corresponde con una uni- dad dei contenido mas 0 menos compleja. Los diccionarios re- cogen unos cincuenta mil caracteres graficos diferentes; mu- chos son raros, caidos en desuso o simples variantes de otros. Con todo, varios millares son grafemas de uso normal. Com- parandolos, se observa que bastantes son combinaciones de otros. Hay grafemas complejos, analizables en elementos gré- ficos menores provistos de significacién. Por consiguiente, el AO XV REPRESENTACIONES 6! AFICAS DEL LENGUA, ideograma chino efecttia a veces un andlisis del contenido ul- terior al de la lengua hablada. Estos elementos graficos dis- tintivos minimos son poco numerosos (el | por ciento del to- tal de caracteres); los diccionarios suman 214. En general son resultado de la estilizacién de primitivos pictogramas y se re- fieren, por tanto, a objetos concretos y facilmente represen- tables: el ntim. 72, leido jih, ’sol’, el 74 yiieh ‘luna’, el 86 huo "fuego’, el 46 shan 'montaiia’, el 75 mu ‘arbol’, el 42. ch'ung ‘insecto’, el 93 niu ‘toro’, el 187 ma ‘caballo’, el 94 k’iian 'perro’, el 9 jen ‘hombre’, el 38 nii ’mujer’, el 39 tsi ‘nifio’, el 30 k’ou "boca’, el 64 shou 'mano’, el 102 tien 'campo', el 169 men 'puer- ta’, el 57 kung ‘arco’, el 18 rao 'cuchillo’ etc. Otros son indica- dores graficos situacionales como shang ‘arriba’, hsia ‘abajo’, chung ‘centro’ ! Igual que los significantes fénicos se utilizan a veces en las lenguas para ideas relacionadas con el significado propio, los ideogramas se usaron también con sentidos figurados cerca- nos al significado primitivo. Por ejemplo: el 48 kung, de signi- ficar la 'escuadra del carpintero’ pasd a indicar ‘trabajo de carpintero’ y finalmente 'trabajo’ en general; el 19 li significaba "musculo, tendén’ y pasé a indicar ‘fuerza, esfuerzo’. Otros significados se expresaron mediante la combinacion de grafemas simples. La agrupacién de éstos presupone un ané- lisis del contenido independiente del efectuado por la lengua ha- blada. El ntimero de estos ideogramas complejos es un 5 por ciento del total. Ejemplos: 'sol’+"luna’ (ming) significa 'claro, brillante’; ‘hombre’+’arbol’ (/iu) ‘descansar’; *hombre’ +’to- ro’ (kien) 'pieza, ejemplar’; mujer’ +'nifio’ (hao) "bueno’; 'Ar- bol’+’sol’ (tung) 'este’; ‘campo’ +’fuerza’ (nan) 'varén, hom- ‘mujer’ + ‘mano’ (hu) ‘esclava’; ‘hombre’ + 'mon- te’ (Asien) 'eremita’, etc. Junto a estos procedimientos de representacién, pronto co- menz6 a usarse otro que puso en relacién la escritura con la expresién fonica. Consiste en representar ciertos contenidos (1) La transeripcién de los caracteres chinos se hace segtin el sistema Thomas Wade. 18 &, ALARCOS LLORACH AO XV mediante el ideograma que representa a otros cuya expresién oral es homéfona o cuasihomofona. Es el conocido procedi- miento del rebus, muy temprano en todas partes (incluso en representaciones graficas alejadas de la lengua, como las de aztecas y mayas, que lo usaron para notar los nombres pro- pios). Sin embargo, la representacién de lo fénico en Ja escri- tura china no llega a generalizarse y sustituir la expresign ideo- grafica. Unos ejemplos: para indicar lai ‘llegar’ se empled el ideograma de otro Jai ‘cebada’; para el pronombre de tercera persona ch’i se us6 el ideograma de ‘cesta’; para wan diez mil’ el ideograma de ’escorpidn’. Pero este procedimiento, cuando hubo en la lengua muchos homéfonos o cuasihoméfonos, era bastante ambiguo e iba en contra del cardcter eminentemente ideografico de la escritura china. En consecuencia, uniendo el procedimiento del rebus a otro método, se crean caracteres complejos por yuxtaposicién de dos o mas simples, uno de los cuales efecttia una refencia fonica. Asi la notacién se aparta de la ideografia pura: el grafema complejo resultante evoca tanto el contenido como la expresién del correspondiente signo lin- giiistico, lo cual es tipico de fas escrituras semiogrdficas. En es- tos nuevos caracteres el elernento que evoca lo fénico se Ila- ma «fonética», y el que alude al contenido es la «clave» 0 «ra- dical». Es dificil decidir cual de los dos elementos determina al otro; la «clave»» sittia el grafema en una categoria determi- nada de contenido, y la «fonética» precisa, no siempre exacta- mente, mediante una referencia a lo fénico, el signo de que se trata dentro de la categoria. Este tipo de grafemas es el mas numeroso en la escritura china (el 90 por ciento) y su cardc- ter fonosemantico o semiografico obligaria a colocar el sis- tema chino en el apartado siguiente. Ahora bien, en su larga historia, los elementos fonéticos de tales grafemas han dejado muchas veces de hacer referencia a lo fénico, a causa de la evolucién de la pronunciacién; consecuentemente, han vuelto a ser puros ideogramas. Unos ejemplos: el grafema 70 fang ‘cuadrado’ aparece como «fonéticay de varios homéfonos que van completados por elementos graficos referentes al conte- nido: con el nim. 32 (t’u 'tierra’), significa 'distrito’; con el 120 (mi, ’seda’) significa ‘hilar’; con el 149 (yen ‘hablar’) sig- AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENCUAJE 19 nifica ‘preguntar, visitar’; con el 167 (kin ‘metal’) significa ‘cal- dera’; con el 75 (mou ‘arbol’) significa ‘tabla’. El grafema num. 48 kung ‘trabajo’ combinado con el 19 (li 'fuerza’) significa 'mérito’; con el 149 (‘hablar’) resulta hung 'discuttr’; con el 86 (huo fuego’) resulta hung ‘freir’; con el 64 (shou 'mano’) resulta k’ang ‘llevar’; con el 75 (‘Arbol’) resulta kang ‘banco’; con el 85 (shui ‘agua’) resulta kiang 'rio’; con el 154 (pei 'con- cha, moneda’) resulta kung 'tributo’ En esos ejemplos ya se ve lo relativamente fonética que es la referencia del elemento llamado ‘fonética’; muchas ve- ces el contenido asociado a esos elementos, cuando estan aislados, es facilmente discernible en el contenido del grafe- ma complejo de que forman parte. A pesar de la alusién foné- tica, existe también una motivacion semdntica para su uso en el grafema complejo: ‘tierra’ y ‘cuadrado’ son elementcs de contenido facilmente analizables en el significado 'distrito’; ‘cuadrado’ y ‘madera’ en ‘tabla’; y atin mas transparente en los otros ejemplos citados: " to’; ‘trabajar con el habla’ es ‘discutir’; ‘trabajar con el fue- go’ es 'freir’; ‘trabajar con la mano’ es ‘llevar’, etc. La foné- tica, pues, parece que no siempre fue seleccionada para el ideo- grama compuesto por su sola referencia f6nica, sino también a veces porque convenia con lo semantico. Todavia mas claro puede verse esto en los siguientes ejemplos: el elemento que representa ku ‘antiguo’, incluido en complejo con nii mujer’, que resulta ku ‘tia, sefiora’, 0 en complejo con mu "arbol’, que resulta k'u ‘marchito’ ¢es verdaderamente sélo una fonética? Es dificil negar el caracter primordialmente ideografico de esos grafemas complejos. sfuerzo en el trabajo’ es 'mé: Cuando ademas la evolucién fonética de los primitivos cua- sihoménimos ha sido divergente, el grafema complejo no presenta hoy ningun rastro de referencia fonica. El cardcter que representa a fo ‘mucho’ pudo emplearse, cuando se articu- laba “ta, como fonética para el signo pronunciado *ty'ia "pom- poso, lujoso’, acompafiado de la clave ‘hombre’; pero hoy, cuando ‘mucho’ es fo, y ‘lujoso’ es ch’ih, los dos elementos del grafema son tan ideograficos el uno como el otro. 20 FE. ALARCOS LLORAGH AO XY En suma, la escritura china, a pesar de que en ciertos mo- mentos aluda (no represente) a la expresién fonica, es funda mentalmente ideografica: refleja el contenido. Hoy, cuando el aumento de la homonimia ha obligade a los hablantes a intro- ducir en su habla elementos diferenciales de los homofonos, esto es atin mas cierto, pues la escritura no refleja de ningdn modo esas sefiales diacriticas orales. Los cuatro grafemas pro- nunciados hoy como wo" chien’, liang’’ jen’, pueden entender- se diversamente: el segundo signilica ‘veo’ o ‘piso’ o 'construyo’ © ‘espejo’, y el cuarto ‘hombre’ o ‘hilo’; en consecuencia, para precisar en el habla que se trata de decir «yo veo a dos hom- bres», se dira wo’ k’an’ chien’ liang’’ k’ou’’ jen’, aiiadiendo kan (‘miro’) para determinar que chien es ‘veo’, y k’ou (‘bo- ca’) para clasificar a jen como ‘hombre’. Asi, la escritura se aleja de la misma primera articulacion de la lengua hablada y llega casi a ser, segin dijimos, un lenguaje diferente exclusi- fico. vamente gi Aunque encontraron el procedimiento fonogralico, los chinos no lo aplicaron consecuentemente ni Iegaron a estable- cer una escritura que representase lo fonico; se limitaron a utili- zarlo como mero sistema auxiliar para la ensefianza de ia pronunciacién, creando una serie de caracteres fonicos para representar los inicios de silaba y otra serie para los finales de silaba segun el principio llamado fan-ch'ieh (con 62 simbo- los), © bien para representar graficamente los nombres ex- tranjeros 0, tiltimamente, los préstamos de otras lenguas. Asi ‘teléfono’ se adapté con tres grafemas de referencia fonica iéli-féng. Ahora bien, la tendencia ideografica de esta escri- tura es tan fuerte y persistente, que sustituyé a esa combina- cién de sefiales fonicas un grafema complejo de referencia ideografica mediante la combinacién de los elementos que significan ‘electricidad’ y ‘hablar’. El uso fonografico de los caracteres grdficos chinos fue proseguido por pueblos vecinos (coreanos, japoneses), cuyas lenguas eran estructuratmente muy distintas, y asi crearon si- labarios (como los japoneses katakana y hiragana). AQ XV REPAESENTACIONES GRAFICAS DEL LENCUAJE aL Escrituras semiogralicas 8. El tipo ideal de escritura semiografica consistiria en re- presentar cada signo lingiiistico mediante grafemas que evo- casen conjuntamente el contenido y la expresién. Las escritu- ras histéricas predominantemente semiograficas no analizan el contenido en todos sus rasgos significativos, ni la expre- sién en todos sus elementos distintivos. Se contentan con una alusion parcial a los unos y a ios otros, constituyendo grafe- mas complejos segtin el procedimiento usado, como se ha visto, ya én la escritura china: combinar un término alusivo ai contenido con otro referente a la expresién fénica. Mien- tras el chino persiste en su esencial procedimiento ideogra- fico, otras escrituras han desarrollado, por Jos mismos pa- sos desde la representacién pictografica a la convencional, la notacién conjunta de las dos caras del signo lingiiistico, si bien nunca de manera radical, pues coexisten o el ideograma puro 0 el fonograma puro. En las escrituras nacidas en la anti- gua Mesopotamia, llamadas cuneiformes por el aspecto externa adoptado por sus variedades mas importantes como evolucién de primitivos pictogramas y ulteriores esquemas lineales, pue- de observarse en principio una situacién semejante a la de la escritura china. Los sumerios, a fines del cuarto milenio antes de Cristo, utilizan un sistema de este tipo para su len- gua, que hasta ahora no ha podido ser adscrita a ningun gru- po determinado. Se encuentra, en su escritura, primero el em- pleo de ideogramas, derivados de representaciones de objetos coneretos, ntimeros o personas: luego, el uso figurado de esos primitivos grafemas (por ejemplo, el que significa ‘sol’ pasa a indicar ‘luciente, blanco, dia’, el que significa ‘estrella’ pasa a ‘cielo, dios’, el de boca’ pasa a ‘palabra, hablar’) 0 la com- binacién de varios (por ejemplo: 'mujer’+’montafia’ resulta ’esclava’, 'boca+pan' resulta ‘comer’, ’mujer’+'vestido’ resul- ta 'sefiora’). En ese sistema grafico habia unos 500 grafemas; como en la lengua abundan los monosilabos y la homonimia, habia que echar mano de otros métodos representativos para evitar confusiones, Aparecen determinativos de categoria pa- ra distinguir los grafemas polisemanticos (‘dios’, ‘hombre’, 22 E, ALARCO$ LLORACH AO XV ‘mujer’, etc., se afiaden a otros grafemas para sefialar su ver- dadera referencia), y se agregan complementos de valor foné- tico para distinguir entre si los grafemas polifénicos origina- dos por el uso figurado (sol’/'dia’, ‘cielo’/‘dios’, etc.). Igual que en chino, el primer paso de la alusién fonética es el uso de un grafema por rebus para otro significado: ti 'flecha’ era homéfono de ‘vida’ y se representaban con el mismo grafema; ‘arbol’ y ‘mio’ etc. A diferencia del chino, el sumerio estaba constituido no sélo por signs léxicos, sino también por signos morfematicos que indicaban funciones o relaciones gramati- cales. Si al principio la representacién ideografica omitié la notacion de estos elementos de la lengua, luego la exigencia de distinguir entre homégrafos levé a agregar grafemas de referencia gramatical que los diferenciase: el mismo ideogrs- ma presentaba a 'dios’ (DINGIR) y a ‘cielo’ (an); al agregarle un grafema alusivo al 'genitivo’ (a) se utilizaron elementos di- ferentes para cada uno: -Ra (ideograficamente ‘golpear') en el primer caso, y -Na (como ideograma ‘piedra’) para el se- gundo; la fonética evocada por cada uno de estos dos elemen- tos sefialaba que el ideograma precedente era en un caso el que se pronunciaba con -r final, y en el otro con -n final. A partir de este procedimiento los sumerios habrian podido de- sarrollar una escritura fénica de representacién sildbica; pero no abandonaron el método anterior y quedaron en un tipo fundamentalmente semiografico: evocacién del signo lingiiis- tico mediante una doble, aunque parcial, referencia al conte- nido y a la expresion. Hay que afiadir que en sumerio la re- presentacién grafica resulta asi diferente para cada uno de los tipos de signos: los Iéxicos, representados primordialmen- te en cuanto a su contenido por ideogramas, y los morfemas y elementos funcionales, notados mediante referencia a su expresion fénica La doble representacién del signo es més regular en la escritura cuneiforme que de los sumerios adoptan los acadios, de lengua semita oriental, en la primera mitad del tercer mile- nio antes de Cristo. Pero a la vez mayor complicacién. La es- critura acadia, en sus dos variedades principales babilonica y asiria, adopta el sistema sumerio, en principio, con su mismo AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENCUAJE 23 valor ideografico. Por ejemplo, el ideograma comtin a DIN- GIR y AN sumerios es usado para representar los signos aca- dios de mismo significado ilu ‘dios’ y Samii ‘cielo’, e incluso utiliza como ideogramas grafemas sumerios de referencia {6- nica como EN ‘hasta’, que representaba el acadio adi. Tam- bién el acadio emplea grafemas con valor de determinativos de categorias semanticas para distinguir otros ideogramas polisemanticos: el citado ideograma de ‘dios’ unido al que representaba Assur permitia distinguir al dios Assur de la ciudad homénima, que a su vez se sefialaba con el ideograma determinativo de ‘ciudad’; grafemas sumerios de significado de ‘dualidad’ o 'pluralidad’ se agregaban al ideograma que debia interpretarse en plural: el ideograma para ‘hombre’ (amélu) se determinaba con el grafema sumerio mes de plu- ralidad para indicar ‘hombres’ (arélé). Claro es que los aca- dios adoptan también de los sumerios el procedimiento fono- grafico de representacién sildbica, pero no abandonan la ideo- grafia. Lo légico seria que los acadios adscribiesen a los ideo- gramas transformados en fonogramas el valor fénico de su propia lengua, y asi lo hicieron; pero ademas retuvieron los valores fénicos que esos mismos grafemas evocaban en sume- rio. Con lo cual, cada grafema acadio presenta en principio una abundante polifonia y la doble posibilidad de representar directamente un contenido o de aludir a una expresion fonica. Por ejemplo, cierto grafema en sumerio valia kur 'tierra. mon- tafia’ o bien kin ‘tierra, pais’; los babilonios lo adoptaron co- mo representacioén de sus signos mdtu ‘pais’, irsitu ‘tierra’, Sadu 'montafia’; pero, fonograficamente, entre los acadios, podia evocar bien, como en sumerio, las silabas kur 0 kin, 0, como en acadio, las silabas mat 0 Sad. De igual modo, el gra- fema sumerio para AN, DINGIR podia indicar en acadio el dios Anu, dios en general (ilu), cielo (Samii) ideograficamente, y ademas ser indicio fénico de la silaba an como en sumerio o de la silaba il! del acadio. En tal situacion hubiera sido na- tural la multiplicacion de los grafemas exclusivamente fono- graficos; no obstante, salvo para los elementos gramaticales y morfemas, perdura la mezcla de ideofonografia. Un ejemplo: el grafema que podia significar ‘ala’, ‘jefe’, ’baston, cetro’, 24 BE, ALARCOS LLORACH AO XV ‘golpear’ hacia también referencia a variados valores fonicos : had, hud, pa, sig; el grafema de significacién ‘cortar’, ‘fijar’, ‘juzgar’, calle’ se referia fonéticamente a tim, has, kut, Sl, tar. Ambos grafemas unidos se referian, pues, ideograficamen- te a una forma de mahasu 'golpear’ que fonicamente termi- nase en has: segun el contexto se trataria de imahhas ‘él gol- pea’ o tamahhas ‘tu golpeas’, etc. Esta polivalencia, tanto ideo- grafica como fonografica, condujo a representar a veces jun to al ideograma una serie de representantes de la expresion: ‘pais’ +ma+a+tu=mdatu ‘pais’. Los sumerios como los aca- dios conocieron y practicaron un sistema de representacion si- labica, fonografica, mas 0 menos preciso; pero tal sistema se utilizé sélo esporddicamente. Otros pueblos vecinos aprove- charon y desarrollaron estas posibilidades de renunciar a los ideogramas. Situacién andloga ofrece la representacién del lenguaje en Egipto, en fecha poco posterior a la de los primeros testi- monios sumerios. El aspecto externo cuidadosamente picto- grafico (por motivos estéticos y decorativos) que presenta uno de los tipos de escritura egipcia, la jeroglifica, reservada a lo monumental, no debe hacer pensar que su estructura interna sea el estadio primitivo de representacién pictografica sin re- lacién con el lenguaje. Las cursivas derivadas de ese sistema la hierdtica y la demotica, presentan la estilizacién de los gra- femas figurativos de la jeroglifica. Desde un principio el sistema egipcio es ejemplo de mez- cla de niveles lingiiisticos como el del cuneiforme. Los pr meros testimonios de escritura egipcia son simples acompa- fantes de Ja representacién figurativa de tipo descriptivo co- mo la de aztecas y mayas. Pero enseguida predomina la exclu- siva representacion del lenguaje. Hay ideogramas claramente figurativos, que representan no sélo objetos y seres, sino también acciones y estados, mediante usos figurados: de indi- car el objeto representado pasan a significar las circunstan- cias o acciones en que intervienen. Unos setecientos grafemas figurativos, representan objetos, seres o acciones: ’sol, golon- drina, flor, montafia, arado, pan, hombre, comer, ir, luchar, AO XV REPRESENTACIONES GRABICAS DEL LENGUAJE 25 golpear, volar, vejez, etc. Otros indican significaciones figu- jar, pestafiear’; radas: ‘ojo’ pasa a significar ‘ver, mirar, gui ‘utensilios de escribir’ significan ‘escribir, escriba, escritura’; ‘oreja’ resulta ‘oir’; ‘rama’ significa “Arbol, madera’; ‘sol’ re- sulta ‘dia, época’, etc. La independencia de estos grafemas con respecto a lo fénico la demuestra la existencia de ideogra- mas diferentes para signos homéfonos: mr se representaba de manera distinta seguin significase ‘bien’ 0 'piramide’. Para los elementos gramaticales (desinencias, prefijos, particulas, etc.) se recurrié al procedimiento fonografico del rébus. Ello era tanto mas facil en egipcio pox cuanto su estructura, como la de las lenguas semiticas, conllevaba la particularidad de es- tar los significados léxicos asociados a raices consonénticas, cuyas vocales dependian de las relaciones gramaticales. Bas- taba la igualdad del esqueleto consonantico del significante de un signo con el de otro para que el ideograma del prime- ro pudiera emplearse para el segundo: manet 'tablero’ que coincidia fonéticamente con formas del verbo ’quedar’ vino a indicar mn ‘quedar’ con sus variaciones; el grafema de nfr ‘tierra’ significé también su homdfono nfr ‘bueno’; wr ’golon- drina’ y ‘grande’ etc. A veces, en esta transposicion fénica, se omite una o varias de las consonantes (las equivalentes a las Ilamadas débiles en semitico); pr 'casa’ puede representar pry ‘salir’, mr ‘azada’ resulta mry ‘amar’. En consecuencia un mis- mo grafema era polisemantico y polifénico y era necesario pre- cisar en la escritura para evitar la ambigiiedad, mediante los dos procedimientos ya apuntados. Uno, el fonografico; se crea una serie de grafemas, de evocacién consondntica pura- mente, como los citados mn, pr, mr y otros muchos. Ademas se ebtuvieron algunos a partir de palabras monosilabas (1 ‘pan’, 7 'junco’, s 'cerrojo’) o de raices en que se omitian las consonantes débiles: r3 ‘boca’ resulta r; k33 ‘colina’ resulta k, yd ‘mano’ resulta d; w'd ’serpiente’ resulta d. En total se obtienen asi 24 grafemas consonanticos (posteriormente 30), cuyo valor ideografico se perdié en muchos casos. Se usaron como complemento no sélo de los ideogramas (precisando la fonética de éstos) sino también se agregaron a los grafe- mas biconsonanticos. No existen normas generales, y tedrica- 26 ALARCOS LLORACH AO XV mente, unas veces se representan todas fas consonantes del en fin, a veces alguna consi- ideograma; otras solo algunas; nante esta repetida en la representacién. Ejemplos: r'n repre- senta rn ‘nombre; mn+n+f+i representa mntw ‘beduino’; lin puede represen- Im+m representa sdim ‘oir’ (mientras tar 3d 'ser sordo’); wr-tr representa wr ‘grande’; hprtr r presenta hpr ‘devenir’; ¢+m3+2m3 representa gn3 "reunir’ Claro es que aislados representan también elementos grama- ticales: 7, m, r 'preposiciones, k 'sufijo de segunda persona’, f 'sufijo de tercera persona’, etc. El otro procedimiento es el de los determinativos de categorias de contenido. Para ello se usan unos 200 grafemas que en otros casos son puros ideogra- mas; servian para distinguir los homofonos y situaban en esfera significativa diferente lo que venia representado por otros grafemas bien ideograficos, bien fonograficos. Eran al- go como las claves del chino: *hombre’, ‘mujer’, 'mamifero’, ‘arbol’, ‘planta’, ‘tierra’, ‘ciudad’, ‘agua’, 'edificios’, ‘luz’, ‘pie dra’, 'desierto 0 tierra extranjera’, ‘movimiento’, 'recipiente’, ‘actividad’, ‘division’, ‘mineral’, ‘abstracto’, etc. Por ejemplo los fonogramas mn+n+h representaban mnh, que significa ‘papiro’ junto al determinativo de plantas, y ‘cera’ con el de- terminativo de ‘mineral’; yw-+w+n+n+ ‘casa’ significaba ywnn 'santuario’: El sistema egipcio es un sistema eminentemente semiogra- fico. Aunque lleg6 a establecer un inventario de grafemas de representacién consonantica, nunca dejé de figurar en su es- critura la alusion o la referencia precisa al contenido, excep- to en la representacién de los morfemas y elementos funcio- nales. Ademas se debe sefialar que ninguna de las escrituras examinadas en este apartado, aun en los casos de referencia fonica, analizd la expresion en elementos discretos minimos ni la representé exactamente, sino que se conformé con alu- dirla o evocarla con mayor o menor precision. Es decir, no se llegé a la segmentacién clara de la segunda articulacién de la lengua. Lo mismo que las escrituras ideograficas, las semiograficas reflejan la primera articulacién; a diferencia de aquéllas, que aseguran las distinciones graficas mediante so- bre todo un analisis del contenido, las escrituras semiografi- AO XV ACIONES GRAPICAS DEL LENGUAJE cas se dirigen en busca de apoyo, para representar las distin- ciones, al andlisis de la expresién, pero no Hegan a establecer con claridad la segunda articulacién y siguen aferradas a la consignacién esencial del signo lingiiistico en cuanto a sus contenidos. Escrituras fonograficas 9. La representacién grafica del lenguaje se transforma radi- calmente cuando el procedimiento de referencia fénico se de- sarrolla en toda su amplitud y se abandona cualquier alusién directa al contenido. Decimos directa, porque en muchos ca- sos persiste indirectamente la relacién con el contenido de los signos lingiiisticos. El mero hecho de separar entre si las pa- labras por escrito conlleva ya una referencia mas 0 menos clara al contenido, pues los grafemas asi aislados vienen a formar como unidades asociadas cada una en conjunto a un contenido. No obstante, el procedimiento fonografico desarro- llado decididamente conduce a sistemas de escrituras muy dis- tintos. En primer lugar, la referencia directa a la segunda articu- lacién permite reducir el inventario de grafemas de manera considerable: en lugar de los miles y miles de caracteres chi- nos 0 les centenares de caracteres sumero-acadios y egipcios, las escrituras de representacion fonografica se bastan con po- cos mas de cien y, en su ultimo desarrollo, con escasas dece- nas. El procedimiento consiste en analizar la secuencia féni- ca en elementos sucesivos que se repiten y asignar a cada uno un grafema diferente, de modo que cada significante del len- guaje se represente con combinaciones diferentes de esos po- cos elementos. El hallazgo de este método se prodajo ya, co- mo se ha visto, en escrituras de tipo semiografico. Por moti- vos diversos (tradicionales, religiosos, sociales, etc.), no se abandoné la referencia semantica. Pero otros pueblos, no re- tenidos por tales consideraciones, al adoptar Ja escritura (ya de los chinos, ya de los egipcios), se dieron cuenta de las ven- 28 £, ALARCOS LLORACH AO XV tajas practicas que se obtendrian generalizando el uso de ca- racteres con valor fonografico. Hay que tener en cuenta que el andlisis, parcial, de la secuencia fénica observado en las escrituras de egipcios y me- sopotamicos no Ilegaba a las unidades minimas: se descom- ponia la secuencia en segmentos que pueden Iamarse silabas y cuya composicién fonica depende de las caracteristicas de cada lengua. Los fonogramas monoconsonanticos del egipcio, en realidad, no representaban solamente un sonido, sino una consonante acompajiada en general por una vocal. El andlisis ulterior de la silaba, que conduce al alfabeto, se produce mas tarde, o al menos la representacién de la silaba con todos sus componentes. Por tanto, separaremos el examen de las escri- turas de representacién silAbica y las de representacién conso- nantica y alfabética Representacidn silabica 10. Desde el punto de vista fonético no puede considerarse estrictamente silabica la representacién fonografica parcial que Hevan a cabo Jos sistemas chino, sumerio y egipcio. En chino, a causa del caracter monosilabico de su sistema de sig- nos, el andlisis sildbico puro se confundia con el analisis de la primera articulacién; cuando recurren a la evocacién {6- nica, como en el sistema auxiliar fan-ch’ieh, segin vimos, la descomposicion grafica de la secuencia fonica se efecttia me- diante segmentos que aluden unos al margen inicial de la si- laba (con parte de su nticleo) y otros al margen final (prece- dido también de una parte, al menos, del nucleo silabico). Los sumerios y acadios efectuaron de un modo analogo el anili- sis, aunque, en muchos casos, los grafemas de referencia foni- ca coincidian con stiabas fonéticas reales (silabas constitui- das por consonante+vocal o por vocal+consonante), pero para indicar silabas con margen inicial y final se vieron obli- gados a utilizar la yuxtaposicion de dos grafemas, uno de con- sonante+vocal y otro de vocal+consonante, con lo cual, si AO XV REPRESENTACION GRAFICAS DEL LENGUAJE bien podria indicarse la cantidad vocdlica, muy a menudo se representaba lo fonético de forma redundante (kit+ir=kir, ta+am=tam, etc.). Al mismo tiempo, la posibilidad de repre- sentar una misma combinacién silabica mediante grafemas diferentes (bien con un cardacter de valor fénico unico, bien mediante la yuxtaposicién de dos) quitaba a la referencia si- labica todo cardcter sistematico. Entre los egipcios tampoco puede hablarse de representacién silabica pura, como conse- cuencia de la indicacién exclusiva de los elementos consonan- ticos, condicionada por el tipo estructural de su lengua, donde los contenidos léxicos se asociaban exclusivamente a combi- naciones consonanticas, mientras las vocales se referian solo a las significaciones morfologicas. Un caracter como mn po- dia evocar muy diferentes silabaciones, con una o dos silabas (An, AmnA, mAnA, AmAn), y un mismo segmento fénico po- dia representarse de distintos modos. Un hecho del contenido, la distincién entre significaciones léxicas y morfoldgicas, es causa de que el sistema egipcio Ilevase a cabo un andlisis mas profundo de la secuencia fonica que los otros sistemas: aun- que no distinga graficamente las vocales unas de otras, separa de ellas las consonantes y las distingue entre si, identificdn- dolas como iguales vayan 0 no acompaiadas en Ja pronuncia- cién por la misma vocal. Hecho importante y que distingue el andlisis fonico parcial del sistema egipcio frente a los otros sistemas indicados, donde cada silaba de consonante y vocal (o vocal y consonante) era representada con caracteres dis- tintos, de forma que, aunque se sefalan unas y otras en lo grafico, no se llega a identificar cada consonante ni cada vo- cal en los diferentes contextos. Con todo, el egipcio tampoco desarrollé un sistema consecuente de representacién sildbica Al habla: del sistema chino se ha aludido a coreanos y ja- poneses, que desarrollaron ssitemas silabicos. También en Me- sopotamia, la escritura cuneiforme fue usada fonograficamen- te por un dialecto sumerio (eme-sal) y adoptada con tal valor por comunidades humanas limitrofes, aunque conservasen al- gunos ideogramas para signos frecuentes: asi, el elamita y el neoelamita, al oriente de Mesopotamia; el halde (de Ourartu, junto al lago de Van al norte de Asiria), el hourrita (del pais 30 E, ALARCOS LLORACIT AQ XV de Mitanni). Pero la verdadera transformacién en escritura fonogratica es de otros pueblos En relacién histérica o no con los sistemas sumerio 0 egip- cio, nacen otras escrituras en el Mediterraneo oriental, en las cuales, practicamente desaparecida la alusién ideografica, se desarrollan sistemas mas rigurosos de representacion silabica. Consideramos tal toda escritura que, en teoria, descompone la secuencia fénica en segmentos equivalentes a las silabas fo- néticas y utiliza para cada uno de ellos un caracter diferente, sin que el hecho de que varias silabas tengan la misma vocal o la misma consonante se refleje en la escritura. En el Egeo aparecen escrituras ideograficas y de aspecto jeroglifico, como la cretense (tipos A y B, que se adscriben aproximadamente desde 2000 hasta 1700 a. C.), que se trans- forman en escrituras mas cursivas llamadas lineales. La me- jor conocida e interpretada es el llamado minoico lineal B (hacia 1450-1375 a. C.), que contiene todavia unos cuantos ideogramas, determinativos, y s6lo unos ochenta y tantos gra- femas; son caracteres silabicos, cada uno de los cuales hace referencia a una combinacién de consonante+vocal o bien a una sola vocal; representan un estudio particular de la lengua griega, y consecuentemente la lengua se refleja solo con rela- tiva precision; las consonantes finales no se notan y los gra- femas silabicos pueden representar slo a consonantes (ko-no- so en lugar de Kywio ta-ra-si-ja- en lugar de vahadiay e ko-te en lugar de ‘ ). Con estas escrituras cretenses se ponen en reiacién los sistemas rigurosamente silabicos de Chipre, el llamado silabario cipro-minoico 0 cipro-micénico (de la segunda mitad del segundo milenio a. C.) y el llamado silabario cipriota (entre 700 a. C. y el primer siglo a. C.), los cuales, en comin con los sistemas de Creta, representan sila- bas de consonante-+vocal 0 solo vocal, dejan de reflejar cier- tas consonantes finales y no distinguen ciertos tipos consonan- ticos, pero ya no utilizan ningun ideograma. La mayoria de las inscripciones representan un dialecto griego (el arcado-ciprio- ta). Este sistema, de 56 caracteres, rigurosamente silabico, esta- ba, por su probable origen helénico, mal adaptado para repre- sentar fonograficamente una lengua como el griego con grupos Kove! AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 31 consonanticos, silabas terminadas en consonante y cantidad vocilica: Ejemplos: atiriase = dvbpint, ara-ku-ro = Gpyuew: a-l0-ro-po-se = avopwnot o unporet o anpopol. En realidad, aunque sistematicamente, estos silabarios re- presentaban la secuencia fénica de un modo analogo e imper- fecto como los sumerios y los acadios. La huella semiografi- ca permanece sdlo en el hecho de separar la representacién de cada palabra por un punto o una linea. Representacién consonantica 11. El tipo de andlisis fénico iniciado en el egipcio, consis- tente en adscribir a cada grafema un valor consonantico (ac- cesoriamente acompafiado de cualquier vocal o aislado), fue proseguido (en relacién o independientemente con lo egipcio) por comunidades del préximo oriente cuyas lenguas se adapta- ban bien a este modo de representacién por la especial estruc- tura de su sistema lingiiistico. Fueron las lenguas semiticas occidentales las que desarrollaron este procedimiento, consi- derado por unos como sildbico y por otros como alfabético y que es en realidad ambas cosas a la vez. Es silabico en cuan- to cada caracter grafico puede representar una silaba foné- tica; es alfabético en cuanto que el andlisis efectuado ha des- gajado las consonantes de las vocales y ha identificado aqué- Ilas entre si en los diferentes contextos vocdlicos, cosa que no lograron los sistemas propiamente silaébicos y que pudo llevarse a efecto gracias a las particularidades estructurales de jas lenguas representadas. Con lo cual nos encontramos, paradéjicamente con que estas escrituras, mas avanzadas en el andlisis fonético, conservan mayor huella ideografica. Esto es, representan (aunque articulado en elementos menores) cada contenide léxico unitariamente, con independencia de los contenidos circunstanciales que pueden combinarsele en cada ocasién (contenidos morfologicos que seran 0 no repre- 32 E, ALARCOS LLORACH AO XV sentados segtin las exigencias de cada lengua): asi, escribir gil evoca un contenido tinico (idea de 'matar’) mejor que in- dicando cada vez los accidentes morfoldégicos que le acompa- fien (qatala, qutila, gatlun, etc.). Este tipo de representacién es relativamente tardio. No puede sefialarse a punto fijo dénde nacio, aunque si en algu- na o en varias partes de la zona intermedia entre el norte de Siria y la peninsula del Sinai. De entre 1800 a 1500 a. C. apa- recen las inscripciones protosinailicas, con una treintena de caracteres de aspecto pictografico, que verosimilmente repre- senten una lengua semitica y que utilizan referencias de tipo consonantico (por ejemplo, b’l¢ es un femenino, la diosa Ba'lar de Fenicia). Algo postcriores son las inscripciones protopales- tinas. Mejor conocido, por la abundancia de los testimonios de Ras Shamra (cerca de la antigua Laodicea), hacia 1600- 1200 a. C., es el ugaritico, lengua cercana al cananeo, cuyos ca- racteres son cuneiformes, pero sin relacién con los sistemas mesopotamicos, y mas bien estilizacion de los caracteres fe- nicios, en mimero de 30, combinados en palabras separadas por un signo. La escritura propiamente fenicia 0 cananea pre- senta variaciones formales y sirvid para diversas comunidades de lengua semitica occidental vecinas. La inscripcién mds an- tigua es la del sarcofago de Ahiram en Byblos (fechado hacia 1000 a. c.), y las mas numerosas son del s. VI. El fenicio, tipo de cananeo proximo al hebreo, dejaria de hablarse como éste, sustituido por el arameo, no mas alld del s. IV, pero la varie- dad cartaginesa perdurd hasta después de la destruccién de Cartago (146 aC), y en forma de escritura pti nica y neoptinica persistié hasta la era cristiana. Los caracte- res del fenicio eran 22 y sus formas y valores consondnticos pueden reconocerse en los sistemas del hebreo y arameo y del samaritano. Las escrituras sudarabicas, en su trazado, son relativamente dependientes de esas. El trazado arabe clasico procede indirectamente, en fecha mas tardfa, de la forma na- batea adoptada por el sistema arameo, con ciertas influencias siriacas. Estos tipos de escritura representan parcialmente la se- 29 AQ XV REP GRAPICAS DEL LENGUAE Bh i cuencia fonica, en lo que podemos llamar estructura léxica: el significante grafico parece invariable en todas las funcio- nes, donde la lengua oral lo modificaba vocalizandolo diferen- temente. Sdlo cuando la modificacion morfoldgica y funcio- nal se expresaba mediante afijos consonanticos, ésta se refle- jaba en la escritura. El hecho de que todas estas escrituras no presenten caracteres especiales para las vocales aisladas, en contra de lo que sucede en sumero-acadio y sistemas egeos, se debe fundamentalmente a la estructura de las len- guas representadas: ninguna lengua semitica conoce silabas constituidas sélo por el simple nticleo vocalico: sus tipos silé- bicos son, prescindiendo de las variaciones vocdlicas, o bien consonante+vocal o bien consonante +vocal+consonante. El timo tipo tenia que representarse forzosamente en esos sis- temas mediante dos grafemas: el primero interpretado como consonante «movida» por una vocal y el segundo como «quies- cente» en cuanto a la vocal. Dentro de este tipo de representacién consonantica debe- mos incluir, aunque conllevan una situacion intermedia entre la representacién silabica pura, la consonantica y alfabética algunos sistemas, como el de las lenguas de la peninsula his- panica. La Hamada escritura ibérica, aunque sirvié para escri- bir otras lenguas que el ibero, consiste en un inventario de unos 26 caracteres. De ellos, 16 son estrictamente silabicos, como los de los silabarios cipriotas, y como €stos no analizan la silaba de consonante+vocal en sus elementos, ni distin- guen los diferentes modos de articulacién consonantico: un mismo cardcter se lee ba 0 pa; otro, be 0 pe; otro, bi o pi; otro, bo o po; otro bu o pu, etc. Otros cinco caracteres repre- sentan consonantes sin vocalizar; como son precisamente las nasales, las liquidas y la sibilante, se ha deducido que fun- cionaban a veces silabicamente. Por iiltimo hay otros cinco caracteres para las vocales. Con lo cual podria estimarse co- mo sistema parcialmente alfabético. Pero puede pensarse que estas pretendidas vocales eran primitivamente también sila- bas constituidas por una consonante, !a oclusién glotal, segu’- da de vocal. Si asi fuese, el sistema ibérico seria perfecta- mente silabico. Se remonta al s. V a, C. El sistema persa cu- 34 E, ALARCOS LLORACH AQ XY neiforme de los aqueménidas es también mixto: unos grale- mas sefialan silabas sin analizar, otros agregan un segundo caracter para la indicacién de la vocal. Representacién alfabética Las escrituras de representacién consonantica presupo- nen un analisis de la silaba en sus componentes, con- sonantes y vocales, pero no Ilegan a crear grafemas especia- les para las vocales. El verdadero alfabeto nace cuando este anélisis en consonantes y en vocales se refleja en la escritura adoptande tanto para cada consonante como para cada vocal un cardcter diferente. La creacién de este tipo perfeccionado de representar la segunda articulacion del lenguaje se sittia sin duda en Grecia. No importa que los griegos adoptasen, con alguna variacién formal, el sistema grafico de los fenicios; lo mas importante es que, siendo la lengua griega de estructura muy distinta de las semiticas, su- pieron sus hablantes adaptar el instrumento alégeno a me- dida de sus propias necesidades y aprovecharon los grafe- mas alusivos a consonantes inexistentes en griego para la re presentacién de sus vocales. Ademas los griegos llevaron el principio fonografico de notacién de la lengua hasta su extre- mo, pues dejaron de representar, en contra de otros sistemas, la separacion entre las palabras, con lo cual la huella ideogra- fica desaparece por completo. Sdlo mas tarde se volvi6 a indi- car esta articulacion en signos de la secuencia, que no es re- flejo de lo fonico, pero si procedimiento practico para el lec- tor del texto. La sefialacién de las vocales por grafemas especiales se debe en parte a que en griego ciertos sonidos consonanticos se habian debilitado y desaparecido y los caracteres graficos correspondientes quedaron como indicios sdlo de Ja vocal acompajiante. Los caracteres de las semivocales [w, y] se con- virtieron asi en reflejo de las vocales y (v), I (v). Las conso- nantes semiticas de articulacién laringea /’, ‘, h, h,/ no tenian AQ XY REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 35 o dejaron de tener tempranamente equivalente en ariego; ca da uno de los grafemas que las representaban pudieron utili- zarse entonces para notar una vocal: la oclusiva glotal feni- cia [ ] quedo para la vocal A (a), la fricativa fuerte glotal sonora [“] para vocal O (0), la fricativa débil sonora [h] para la vocal E (e), y la Fricativa sorda [h] para la vocal H (n) (aunque al principio sirvié también para /h/, notado luc- go por el espiritu aspero), Sobre todo, una notacién puramente consonantica como la utilizada por las lenguas semiticas occidentales, hubiese sido extremadamente ambigua para un idioma como el grie- go donde abundan las silabas constituidas exclusivamente por vocales: vist ‘hijo’ hubicra tenido que representarse vaga- mente mediante su consonante débil inicial /h/ y su conso- nante final, que era ademas una desinencia; ie, oda, edn, 8¢ serian todos /d/ en escritura consondntica, Los usuarios del griego, en consecuencia, supieron encontrar el modo ade- cuado para representar su lengua con vocales diferenciadas. bas terminadas en consonante y cantidad vocalica. Ejemplos: El analisis de la segunda articulacién, a pesar del princi- pio fonografico de la escritura, no se cumplié con toda per- feccién. Algunos rasgos fénicos pertinentes del griego queda- ban sin representar. Sdlo tardiamente los fildlogos alejandri- nos notaron sistematicamente con diversos tipos de tilde los acentos del griego (“ * “*). La cantidad vocilica se distinguia graficamente solo en el caso de ¢ y 7, y de oy w. Por otra par- te la evolucién fonética de la lengua introdujo pronto desequi- librio en la notacién grafica; a veces resulté que un solo ele- mento distintivo fénico se representaba por combinaciones de elementos graficos (ov [u], e [@]). Todo ello y la existencia de caracteres tinicos para repre- sentar combinaciones de elementos f6nicos sucesivos (p.e. — [ks], & [ps]), conduce a una situacién frecuente desde enton- ces en muchas escrituras de tipo alfabético: que los grafemas no se corresponden uno a uno con fonemas diferentes, sino que en ocasiones un solo grafema se relaciona con varios fone- mas (combinados inmediatamente, como &, , 0 alternativa- 36 E, ALARCOS LLORACH AO XV mente segtin las posiciones como « = 4, &), e, inversamente que los fonemas se representen cada uno por medio de mas de un grafema (caso de /u/=ov). Se introduce asi, frente al ideal de notar punto por punto la segunda articulacion, una representacion de lo fénico relativamente arbitraria, que, en los casos extremos, produce una articulacién en elementos graficos sin ninguna correspondencia con la articulacién de los elementos fonicos minimos. A partir del sistema griego grafico, se originan en diversas épocas otras escrituras, diferentes slo en cuanto a los trazados formales, pero idénticas en cuanto a los principios de repre- sentacién de lo fonico. También por a influencia griega,‘algt nas escrituras originalmente consondnticas se adaptan al prin- cipio alfabético. Entre ellas pueden sefialarse las escrituras de la India y la escritura etiope. En unas y otras el grafema ori- ginario de valor consonantico (que naturalmente podia repre- sentar silabas con distintas vocales) se escinde en tantos otfos como vocales hay en la lengua dada; es decir, el trazado dé cada cardcter grafico se modifica ligeramente y de modo dis- tinto segiin la vocal que acompafie a la consonante evocada. Otras escrituras, como el hebreo y el arabe, no Ievaron a ca- bo totalmente esta vocalizacion de su sistema de notacién con- sonanticas; sélo echaron mano a veces de caracteres auxiliares, generalmente supraescritos o infraescritos al caracter conso- nantico, para indicar las vocales. En cambio, primero en el Mediterraneo y més tarde en el centro y norte de Europa, el procedimiento alfabético estable- cido por los griegos se propaga definitivamente. Descontadgs el sistema etrusco (donde puede haber perduracicnes de re- presentacion de tipo silabico 0 consonantico) y otros siste- mas, las adaptaciones mas importantes son la efectuada’ por los romanos que constituyé el abecedario latino, y, mucho mas tarde, la adaptacién al eslavo mediante el alfabeto ciri- lico. Otros sistemas, como las runas germanicas, el alfabeto del g6tico, los caracteres oghdmicos de Irlanda y Gales, o el glagolitico, no afiaden mas que variaciones (o alguna creacié on independiente) en el trazado de los grafemas. Como aquisno AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 37 interesa la escritura en si, sino el procedimiento mediante el cual representa el lenguaje, no es necesario detenerse a exami- nar esos sistemas con detalle. Todos ellos se fundan en una adopcién mas 0 menos mo- dificada en el trazado, del inventario de caracteres griego: Pero no es en general ciega y mecanica esta imitacioén, sino que se hace adaptandola a las necesidades del sistema fonico de la lengua que se quiere escribir. Unas veces se varian los valores fénicos asociados a los caracteres adoptados; otras, se suprimen los caracteres intitiles por referirse a sonidos in- existentes; otras se crean nuevos grafemas para fonemas des- conocidos en la lengua del inventario recibido. El latin, por ejemplo, que probablemente se alfabetizé por intermedio del etrusco (lengua en que no se distinguia entre sordas y sono- ras), se encontré con un solo grafema C para sus dos fonemas /k, g/: la necesidad de distinguir los dos fonemas grafica- mente Ilevé a crear el nuevo caracter G; por el contrario e mind del inventario Z, cuya referencia fonica no existia en e sistema latino (aunque posteriormente los romanos, al hele- nizarse culturalmente y admitir abundantes palabras de ori- gen griego, tuvieron que readmitir tal grafema). El copto, il- timo estadio de la lengua egipcia, adopté un tipo de alfabeto de trazado griego, pero para representar sonidos desconoci- dos del griego (como /f, 5, h/) agregé caracteres complemen- tarios tomados de las cursivas egipcias. Siguiendo el ejemplo del griego, ninguno de los sistemas alfabéticos derivados de él pretendié la representacién total y detallada de los elementos fonéticos pertinentes en la len- gua. El latin, todavia mds que el griego, omitié la notacién de la cantidad vocalica: un mismo grafema representa la vo- cal breve y la larga. Igualmente el desgaste fonico del habla condujo a frecuentes inadecuaciones entre lo fénico y lo gré- fico: el caracter H, representante originario de un fonema /h/, termind por ser sélo un simple indicador de comienzo de signo y carecer de valor fénico. En las lenguas que empiezan a ponerse por escrito en tiem- pos més tardios la adopcion del principio alfabético con mayor 38 FE, ALARCOS LLORACH AO XV o menor rigor depende de diversas circunstancias. El fone- tismo es preciso en las adopciones modernas para lenguas de ninguna tradicién escrita o en lenguas que se alfabetizan abandonando otros procedimientos. Pero cuando se aplicé en la alta edad media a los idiomas vulgares consecuencia de la evolucién del latin, la escritura estabilizada y consagrada de éste influyé poderosamente en la representacién grafica de las hablas romances. Algo analoga es la situacién del griego moderno respecto del griego clasico, En ambos casos, la con- ciencia de sus origenes y un como respeto a la forma escrita de las lenguas originarias obligaron a que los caracteres gra- ficos se empleasen en contradiccién con su verdadera funcién primitiva y esencial de ser reflejo directo y transparente de la lengua hablada. Grafia fonica, fonematica y fonoldgica Rigurosamente, la notacién grafica de la secuencia hablada registraria todas las caracteristicas fonéticas perceptibles para el oido, mediante grafias inequivocas y diferenciadas. Tal es la aspiracién de las transcripciones fonéticas empleadas en los libros cientificos para representar las lenguas: notaciones de sonidos con la niayor precision posible, sin tener en cuenta la funcién iingiiistica que cumplen. Las escrituras reales estén lejos de este procedimiento. Generalmente representan sélo los elementos fonicos que de- sempefian algun papel en el sistema de la lengua; esto es, ana- lizan la secuencia hablada en fonemas. Las escrituras son, pues, en principio, de orientacién fonoldgica. No registran las infinitas variaciones del material fonico de la lengua, sino sdlo los rasgos fonéticos que constituyen la segunda articula- cion, y que, en un grado u otro, estan en relacién con dife- rencias de contenido. Pero tampoco Ilegan las escrituras a reflejar con absoluta precision el sistema de unidades funcionales de la segunda AO XV CIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 39 articulacién. Ello sdlo se consigue en las notaciones fonolé- gicas utilizadas en las obras cientificas. Aunque basadas en el andlisis de la secuencia hablada en elementos minimos re- currentes, distintivos e identificables, las escrituras sdlo la reflejan imperfectamente, con mayor o menor exactitud segtin las lenguas. Quedan asi sin representar ciertos rasgos perti- nentes. No obstante, el intento esencial de la escritura es su- gerir y conservar la constitucién fonoldgica de la secuencia Alguna vez, la atencién a lo puramente fénico predomina y la grafia refleja simples variantes fénicas carentes de valor distintivo. Son muy cuidadosas en el registro de las varieda- des fonicas, por ejemplo, las escrituras de la India, donde usualmente se encuentran grafias especiales para senalar las modificaciones de ciertos fonemas en contacto con otros. También en latin hay ejemplos de pura notacién fonética, co- mo en accipere (por ad-capere), actum frente a agere, sufferri frente a sublatum, illudo (por in-ludo), coquere frente a coc- tum; ejemplos donde un mismo fonema, realizado diversa- mente por influencia dei entorno fonético, aparece represen- tado por grafias varias que reflejan la realidad fonética y no el valor fonolégico. Andlogos son los ejemplos espaioles: embarrar frente a enlodar, donde las grafias m y n notan va- riantes fonéticas no distintivas (la nasal labial y la nasal al- veolar) Al adoptar la escritura alfabética, pues, las lenguas suelen representarse fonolégicamente, aunque tal notacién sea siem- pre parcial y se omitan en lo grdfico ciertas diferencias dia- criticas. En especial, incluso en escrituras de rigurosa nota- cién de las distinciones fonematicas, se omite con frecuencia la consignacién de los rasgos pertinentes Hamados prosédi- cos, y, a menudo, las sefiales fénicas de funcién demarcativa. Se ha visto que algunas escrituras no alfabéticas sefialaban los limites entre signos y se ha indicado que tal notacién es en realidad indicacién de algo no perteneciente a la segunda articulacién, sino a la primera: el mantenimiento de autono- mia para cada signo lingiiistico. El uso mederno de espacios en blanco flanqueando cada signo se ha establecido tardia- 40. £, ALARCOS LLORACH mente. Anteriormente ya habfa otros medios graficos equiva- lentes, consecuencia de que ciertos elementos fonicos, ademas de estar detados de funcién distintiva, cumplen la funcidn demarcativa: por ejemplo, en griego la notacién del espiritu dspero, alusidn a un elemento distintivo, indicaba a la vez el principio del signo. En algunas lenguas semiticas, como el arabe, el trazado diferente de los grafemas en posicién final de la palabra intro- ducia sin mas la separacién grafica entre signo y signo. Otras veces en la secuencia hablada los. limites entre signos slo vienen dados por variaciones fonicas accesorias de los fone- mas finales 0 iniciales de cada signo, como en las lenguas de la India, o bien por la posicion fija de un rasgo prosodico co- mo el acento (p.e. en checo). Asi, las notaciones de tipo foné- tico de las escrituras indias pueden ser sefiales demarcativas graficas, y la consignacién grafica del acento puede también introducir la separacién entre signos. Mas importante es la notacién del acento cuando éste es libre, y los esquemas acentuales cumplen funcidn distintiva. No obstante, son numerosas las escrituras que omiten su con- signacién grafica y donde solo el contexto permite reconocer qué esquema acentual hay que entender. Por ejemplo, en in- glés: record se leerd conforme a la pauta acentual — 0 a la pauta — — segun el contexto exija un «sustantivo» o un «verbo». Otras veces la indicacién del acento, en la escritura, queda indirectamente efectuada mediante ciertas combinacio- nes de fonemas (como en espafiol: sabana, termino, corcel) y sdlo se sefiala con grafia especial en caso contrario (sdbana, iérmino, termind, carcel). Sélo el griego —desde los alejan- drinos— representé consecuentemente y sin excepcién estos rasgos prosédicos acentuales indicando la posicién que los distintos tipos ocupaban en la secuencia hablada. En cuanto a los elementos fonicos, que caracterizan la fra- se, como la entonacién y las pausas, slo modernamente se ha regularizado un sistema de representacién relativamente exacto, la puntuacion. La relacién de los simbolos de puntua- cién con la lengua, también varia de un idioma a otro, a pe- AO XV REPS TACIONES GRAPICAS DEL LENGUAJE, 41 sar de su valor ampliamente interlingiiistico. En unos se tien- de a hacer de la puntuacién un reflejo de las pausas y de los movimientos mas importantes de la entonacién: generalmen- te el punto /./, la interrogacion /?/ y la admiracién /!/ son representantes finales de Jas curvas de entonacién de tipo enunciativo, interrogativo y emocional. Pero los usos son fluc- tuantes. Todavia mas en lo que respecta a la coma /,/, al pun- to y coma /;/ y a los dos puntes /:/. En muchas lenguas es tos simbolos no representan el reflejo de pausas u otros deta- lles de la secuencia fonica, sino mas bien se corresponden con una particién intelectual, de contenido, de la secuencia de sig- nos: por ejemplo, en aleman la coma entre antecedente y con- secuente: «Jeder, der sich die Miihe macht...», frente al francés »Celui qui se donne la peine...», o delante de dass, frente al francés que. En suma, las escrituras alfabéticas se contentan con la representacion de lo fundamental: los elementos con funcién distintiva, los fonemas, y olvidan, como meros accesorios, otros rasgos fénicos funcionales pero de cardcter marginal —y no articulados como los fonemas—: acentos, pausas, en- tonacién. Tal caracter marginal de los rasgos demarcativos y prosédicos se refleja bien en el hecho de que bastantes usua- rios de lenguas cuyas escrituras sefalan generalmente el acen- to, descuidan al escribir su representacién (por ejemplo en espafiol). Los grafemas desde el punto de vista grafematico 14. Como nuestro interés se centra en la escritura en tanto re- presentacién del lenguaje, y sobre todo, del lenguaje oral, no podemos examinar con detenimiento Ja cuestién de la estructu- ra de los sistemas graficos desde el punto de vista inmanente, grafico. Eso serfa, como se apuntd, objeto de la grafematica. Se trataria de estudiar el funcionamiento de las unidades 42 E, ALARCOS LLORACH AO XV graficas distintivas en cuanto a su relacién al contenido que manifiestan. Encontrariamos secuencias graficas amplias, de- limtadas entre ciertos simbolos demarcativos (los signos de Puntuacion), articuladas en unidades menores, las palabras graficas (o secuencias de grafemas delimitadas entre espacios en blanco), y en fin los elementos minimos indescomponibles en otros menores sucesivos (las letras). Se estudiarian las variantes de éstas: mintsculas y mayusculas (éstas en parte dotadas de una funcién demarcativa, 0, como en aleman, gra- matical), redonda e itélica (0 subrayados, que indicarian el énfasis). Se verian las posibilidades de distribucién de estos grafemas minimos, sus neutralizaciones, etc. Y hasta se po- dria efectuar el andlisis en rasgos graficos distintivos de es tos grafemas y sefialar las oposiciones, 0 correlaciones, que s¢ establecen entre ellos, prolongando el camino a que aludio ya Trubetzkoy. También, comparando las variaciones de trazado de unos mismos grafemas en la representacion impresa y en las representaciones a pluma o manuales, se podrian establecer dentro de cada sistema grafemdatico diferentes estilos, dife- rentes normas, y hasta distinguir entre la escritura como sis- tema y las grafias individuales como su realizacién. Pero todos estos puntos, aunque objetos dignos de estu- dio, quedan fuera, como dijimos, del campo propiamente lin- giiistico. De la escritura s6lo nos interesa su relacién con el lenguaje, con los signos manifestados oraimente. Desde el punto de vista lingiiistico, la escritura no es un sistema de sig- nos auténomo, sino la transposicién sistematica a sustancia grafica de un sistema de signos manifestados mediante Ja sustancia fénica Relacion de grafemas y fonemas 15. Desde el punto de vista interno del sistema de escritura, hemos Ilamado grafemas a los elementos graficos de que esta compuesta y en que es analizable la secuencia escrita. El gra- AQ XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 43 fema es lo que se llama generalmente «letra». Hemos visto que en un principio la escritura alfabética reposa en el procedimien- to de adscribir un solo grafema a cada fonema, y en consecuen- cia un sistema puro de escritura alfabética deberia contar con tantos grafemas distintos como existen fonemas en el sistema fonolégico de la lengua representada. Tal situacién, insistimos, se da rara vez, Lo normal es que exista una parcial inadecuacién entre los dos niveles, grafico y fénico, por simple falta de rigor en la representacion: por ejemplo en griego a, + para /a, 4/ e /i, i/; en italiano s para /s/ y /z/; en inglés th para /9/ y /a/; en catalan 0, e para /o, o/ y /e, e/ ete. La inadecuacién de ambos sistemas aumenta en los casos bastante frecuentes en que una lengua que ha ido con los si- glos modificando su sistema fonoldgico, sigue escribiéndose con ei sistema grafico primitivo, con ortografia arcaica. El caso limite de este desequilibrio conduce a la total autono- mia de los dos sistemas, fonico y grafico, y por tanto a una recaida en otros procedimientos de escritura, semiografico ¢ ideografico, con la sola diferencia de que ahora el sistema gré- fico presenta una articulacién en elementos menores indepen- diente de la segunda articulacién fénica del lenguaje. Un stema que se aproxime a este tipo ideal puede caracterizar- se como sistema alfabético semiografico (por ejemplo, en par- te, el inglés y el francés) si Varias especies de grafemas pueden sefialarse segtin su re- lacién con el sistema fonolégico de la lengua representada: a) Grafemas simples y complejos—Son grafemas sim- ples las grafias de una escritura alfabética indescomponible en elementos graficos diferentes mas pequefios: a, b, c, en el trazado latino; «, 8, y... en el trazado griego, a, b, B... en el cirilico, por ejemplo, son grafemas simples, Son grafemas complejos las grafias constituidas por varios elementos grali- cos yuxtapuestos, cada uno de los cuales efecttia en otras po- siciones diferente referencia fonica que cuando van combina- dos. Se utilizan grafemas complejos cuando el inventario de 44 FE, ALARCOS LLORACH AO XV los simples no es suficiente para representar inequivocamen- te todos los fonemas de una lengua dada; el uso del grafema complejo es equivalente a la creacién de grafemas simples de nuevo cufio o con rasgos accesorios a base de los ya exis- tentes. En francés ch, gn, son grafemas complejos (se refie- ren a /S/ y /fi/, mientras sus elementos componentes repre- sentan otros fonemas); en espaiiol, ch, Il (/6, |/); en huingaro es (/é/, mientras ¢ = /ts/ s = /$/); en aleman ch (/x/), sch (/8/); en inglés sh, ch (/8/, /é/); en portugués th, nh (/\, i/); en neogriego 1b, v8 (/b, d/); en italiano gli, ci (/], €/); en po- laco cz, sz /é, 8/). - b) Grafemas monovalentes y polivalentes.—Un grafema es monovalente cuando en cualquier posicién de la secuencia escrita representa a un solo y mismo fonema de la secuencia hablada. Sera polivalente cuando, dependiendo de su posicion en la secuencia hace referencia a mds de un fonema de la len- gua en cuestion. La polivalencia de un grafema se manifiesta de dos modos: unas veces el grafema se refiere a una combi- nacién inmediata de fonemas, otras veces a fonemas wnicos distintos segun los contextos. Son grafemas monovalentes en espafiol 0 italiano a, i (representan siempre /a, i/), pero son polivalentes en latin (se refieren a /a, 4/, /i, i/), 0 en in gics (se refieren a /a/ en last, a /a/ en man, a /ei/ en label, y a /ai/ en like, a /i/ en six). Es monovalente s en espajiol, da- nés y checo, pero polivalente en francés, italiano, inglés o ale- man (/s, z, §/). En latin ¢ tiene referencia unica (/k/), pero la tiene multiple en francés, inglés, espaiiol (/k/ y /s/, /k/ y /0/). c) Grafemas de referencia fonematica y grafemas de fun- cién fonoldgica—Los que llamamos grafemas simples gene- ralmente desempefian Ja funcién de ser representantes de fonemas. A veces, en cambio, la funcién del grafema es sim- plemente la de servir de complemento distintivo de otro, co- mo ocurre en parte con los grafemas complejos. En este ul- timo caso, los dos grafemas constituyen una combinacién indisociable. Pero en ocasiones ciertos grafemas se unen a otros para sefialar regularmente no un fonema, sino una pro- AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 45 piedad distintiva fonica que, afiadida a un fonema, !o trans- forma en otro. Entonces pueden seftalarse series de grafemas complejos con un elemento comun grafico que se correspon- de con un elemento comin fonico de la serie de fonemas asi re ntados. Tal sucede, por ejemplo, con n en francés (gra- fema por otra parte polivalente); combinado con una serie de grafemas que en otros casos representan fonemas vocdli- cos, sirve para indicar que la referencia se hace no a la serie de vocales orales, sino a la serie de vocales nasales: an, in, on, un representan /a, &, 6, 6/. En alemén, h, e (grafemas tam- bién polivalentes) combinados con un grafema de referencia vocalica precedente, indican simplemente que no se trata de vocales breves, sino largas: dieser {ie=/i/), Ehre (eh=/8/} También en aleman, la reduplicacién de ciertos grafemas ha- ce referencia a que el grafema precedente efecttia su referen- cia a un fonema vocalico breve: kommen (om=/6/), fallen (al=/4/), betten (et=/€/)., frente a beten, con /é/), etc. En ruso, el grafema b indica que el grafema precedente se refiere a una consonante mojada y no a una dura. En todos esos ca- sos, aunque de manera ambigua e imperfecta, la escritura no solo refleja la segunda articulacién y la secuencia de fonemas, sino que, al menos parcialmente, efecttia un andlisis de los fo- nemas en rasgos distintivos. d) Grafemas equivalentes.—Asi como ciertos grafemas presentan polifonia, es decir, se refieren, segun los contextos, a fonemas diferentes, ocurre que a veces un mismo fonema se representa por diferentes grafemas. La notacién en este caso es poligrafica, y los grafemas que representan a un mis- mo fonema son equivalentes. En francés ¢ (grafema poliva- lente) es en agunos contextos equivalente del digrafo qu (gra- fema indisociable, aunque uno de sus componentes, u, sea auténomo), y del grafema k: los tres pueden referirse a un mismo fonema /k/. También en francés ¢ es equivalente, cn otros contextos, a ¢, s, ss, t: representan el fonema /s/ (cent). En espanol, b, v son en todo contexto equivalentes: se refie- ren al fonema /b/ (beber, vivir), mientras en francés o inglés son grafemas de diferente referencia (/b/ y /v/ respectiva- mente). 46 E. ALARCOS LLORACH AO XV e) Grafemas en funcién diacritica—En una escritura fo- nolégica, los signos homéfonos deben representarse como ho- mégrafos; como en el habla, el contexto es suficiente en Ja secuencia escrita para reconocerlos ¢ identificarlos. Pero a veces, en la escritura, se introduce un grafema (0 varios) de ninguna referencia fénica que alude sélo al contenido. Estos grafemas desempefian una funcion diacritica suplementaria sin ninguna relacién con la articulacién fonematica, y son como determinativos de tipo semiografico 0 ideografico: pun- tualizan el significado de que se trata entre los varios que en la lengua hablada se asocian con el mismo significante. Las diferencias graficas del francés cent, sang, sans, 0 pin, pain, o sain, saint, sein, ceint, etc., no se refieren a diferencias fénicas (/sa/, /p3/, /s8/), sino a los diferentes con- tenidos asociados a estos significantes. De modo andlogo en los ejemplos espafioles botar y votar, sabia y savia, bello y vello, y en los alemanes Leere y Lehre, Moor y Mohr, Aale y Ahle, Hiiuer y Heuer. En ocasiones hay grafemas cuya funcién es exclusivamente diacritica en el nivel del contenido. Por ejemplo, en espaiiol, el grafema h (fuera de su combinacién en el complejo ch) nunca hace referencia a ningan fonema; sirve sélo a veces de elemento diacritico del significado entre signos homéfonos: huso y uso, konda y onda, hasta y asta, herrar y errar, hojear y ojear. f) Grafemas en signos homégrafos—Son signos homé- grafos los que, diferenciados en el lenguaje hablado, tienen una misma representacién grafica. En consccuencia, sélo el contexto permite la referencia exacta a Ja secuencia fonica y al contenido. El hecho ocurre cuando se combinan algunos grafemas polivalentes, cuya referencia es ambigua. Por ejem- plo en inglés: record (/rékid/ 0 /rik’d/), close (/klous/ 0 /klouz/), use {/yas/ 0 /yuz/>, y en francés: les fils (plural de le fil y de le fils), notions (les notions 0 nous notions), content (il est content, ils content), couvent (le couvent 0 ils couvent), portions (les portions, nous portions). AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE, AT Hibridismo de las ortografias 16. Repetimos que ninguna escritura representa con toda pureza el andlisis de la secuencia fonoldgica. Al ideal se acer- can las ortografias en que predominan grafemas monovalen- tes. En cuanto se multiplican las grafias de tipo polivalente, la ortografia se aleja del principio esencial del alfabetismo y admite procedimientos de otro género. Las causas de este alejamiento y, por tanto, del hibridis- mo de las escrituras concretas, son fundamentalmente des. EI conservadurismo, aliado al respeto que siempre ha desper- tado la letra, hace que, establecido un sistema de escritura fo- noldgica, sus significantes graficos se consoliden en bloques invariables y que sus elementos componentes dejen de ana- lizarse en relacién con la secuencia fonica. Al escribir se re- produce el recuerdo de lo que ya se ha visto escrito y no lo que se oye. Asi, mientras la lengua hablada modifica su sis- tema fonoldgico y su realizacién fonética a lo largo del tiem- po, la escritura sigue reproduciendo modelos anteriores, en- raizada y fosilizada en el andlisis originario. En griego sigue escribiéndose ’A@nva lo que se pronuncié [athénai] y hoy se pronuncia [aeine]. Cuando comienzan a ponerse por escrito las lenguas romances, quienes lo hacen son conscientes de las diferencias profundas respecto del latin y tratan de reflejar en la grafia la real situacién fonolégica de esos idiomas; pero, respetuosos con una tradicion grafica e interesados en relacio- nar las lenguas nuevas con el latin, conservan las mismas grafias en los casos claramene visibles de parentesco; de aqui, la ortografia etimoldgica. Conservadurismo y etimologia, pues, vienen a ser lo mis- mo en cuanto a su influencia sobre las ortografias; difieren solo en la intencién: el primero es pura conservacién de una situacion arcaica y suspensién del andlisis de la secuencia f6- nica; la segunda es consciente biisqueda de la tradicién. De una y otra manera, queda suprimida la relacién directa con lo fénico que supone la escritura alfabética, y se establece en- tre ambos una relacién artificiosa: como se pronuncia y cé- AO XY 418 E, ALARCOS LLORACI mo se escribe una lengua se convierte en un juego complejo de equivalencias entre lo escrito y lo oral; la articulacion de los elementos graficos deja de corresponderse con la articu- lacion de los elementos fénicos, y !a relacion de fornia y gre fia se efectda por bloques inanalizados correspondientes a los signos lingiiisticos. Por tanto, parcialmente al menos, se recae en la semiografia. Las ortografias arcaicas y etimologizantes se han llamado ortografias viejas, en contraste con las de reciente creacién, en que la segunda articulacién de la lengua se manifiesta 4 rectamente, [lamadas oriografias jévenes. Se afiade otro tér- mino: ortografias rejuvenecidas, para aquellos sistemas ficos que cuando van envejeciendo y pierden su conexién di- recta con lo féncio, se remozan, realizando la representacién grafica conforme a la articulacién fénica modificada. Lo ca- racteristico en una ortografia vieja es la presencia de grafo- mas polivalents y equivalentes junto con otros que carecen de alusién fénica y cumplen solo una funcion diacritica res- pecto del contenido de la lengua. Al rejuvenecerse las ortogra- fias, se suprimen los grafemas sin relacién con los datos {6- nicos y se restablecen distinciones graficas cuando las hay fonicas. Ejemplos muy tipicos de ortografias viejas son el francés y el inglés. Ambos poseen un sistema grafico basado en un andlisis de la secuencia fonica en un estadio de la lengua muy alejado de la actualidad (conservadurismo) y acompafiado de elementos de restitucion etimolégica. Las dos ortografias, aun- que en algtin momento se hayan efectuado rejuvenecimientos parciales, presentan unos pocos grafermas de referencia fonica univoca junto con la predominante fosilizacion de las combina- ciones de grafemas que constituyen cada significante grafico La relacion entre éstos y los significantes fonicos se establece por intermedio del signo o del contenido. Son ejemplos, pues, de ortografias semiograficas articuladas, pero no fénicamente. En algtin caso el andlisis Nevado a cabo en la escritura con- duce a establecer una organizacion del conterido completa- mente distinta de la que se obtiene mediante el anilisis de AO XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 49 la lengua oral. Si no fuese necesario el aprendizaje de la orto- grafia, la gramatica francesa quedaria considerablemente sim- plificada: numerosos morfemas estudiados en la lengua frav- cesa no tienen otra realidad que Ja postulada por la lengua escrita: en las frases «le livre que tu as recu», «les livres que tu as recus», «la lettre que tu as regue», «les lettres que tu as recues», las cuatro formas diferentes del participio no son mas que graficas, pues fonéticamente son una sola [rsii]. A pesar del divorcio con la secuencia fénica, ni el fran- cés ni el inglés pueden considerarse escrituras ideograficas ni semiograficas como las examinadas anteriormente. En estos otros sistemas, un ideograma nuevo no puede ser leido por un lector, sin que alguien se lo haya explicado antes. Por el contrario, en inglés o en francés, un significante grafico des- conocido sera leido sin grandes vacilaciones, aunque se igno- re su significado y no se haya oido nunca su correspondiente significado fonico. Aunque de modo complicado, existe cier- ta relacion entre la grafia y la fonia. Si a un francés se le ofre- ciese la grafia phoeil leeria probablemente [fdy] porque esti habituado a ver en oeil un grafema complejo de referencia a [dy] (como en oeil, ceillet). Si a un inglés se le da a leer la grafia ¢rike diria [tia k], porque esta acostumbrado por una serie de grafias semejantes (like). 17. El antiguo francés comenzé a escribirse con preocupacién de representar Jo fonico, pero sin modificar el inventario de grafemas heredado del latin. Por ello, se eché mano de grafias complejas para los fonemas inexistentes en latin, se atribuyo doble referencia a ciertos grafemas dependiendo de su situa- cidn en la secuencia, y, siguiendo el ejemplo latino, se dejaron de representar ciertas diferencias vocalicas (/e/, /e/ y /a/ se representaban por e). En conjunto, a pesar de esas anomalias, era una ortografia claramente fonografica .Con los siglos la lengua hablada se modificé rapidamente, y la ortografia no s6lo se mantuvo en lo esencial, sino que, con las preocupaciones etimologizantes de los humanistas y la introduccién de abun- dantes cultismos, adopté en muchos casos grafias calcadas del latin sin relacion alguna con la fonética. En consecuencia, au- 50 bE. ALARCOS LLORACH AQ XV mento la complejidad de los grafemas y proliferé la polivalen- cia, Aunque desde la fundacion de la Academia se haya regla- mentado la ortografia y se hayan incorporado algunos remoza- mientos fonéticos, el sistema qued6 aferrado al conservaduris- mo ya la referencia etimoldgica. La ortografia actual es mues- tra de gran hibridismo. Abundan los grafemas de referencia polivalente segiin su situacién: c vale /k/ en cou, fac, y /s/ en ici, cerf; g vale /g/ en goutte, garde, y /z/ en rage, girafe; s vale /'s/ en sac, ainsi, /z/ enbase, usine (ycero en mois, pas); t vale /t/ en cété, tiéde, partie, /s/ en action, patience (y cero en briquet). Son frecuentes los grafemas utilizados en ciertos contextos como complementos o diacriticos de la referencia de un grafema vecino: x indica junto a g que la referencia de és- te es /g/ y no /z/ (bague); s junto a s indica que la referencia es a /s/ y no a /2/ (masse, poisson), n (o m) tras un grafema de vocal y ante otro de consonante o ante pausa indica que la referencia se efectiia a un fonema vocalico nasal (an, champ, chien, complet, bon, rincer, pain, lundi); e en posicidn final tras consonante indica que efectivamente ésta hace referencia a un fonema (grande, mise, matiére); ciertos grafemas consonanti- cos finales (ademas de referirse a veces a un fonema consonan- tico) indican que el grafema precedente ¢ se refiere a /e/ y no a jof (aimer, grec, clef, briquet, nez), etc. Son numerosos los grafemas complejos: ch se refiere a /3/ en cheveu, chimere, champ (pero a /k/ en chlorure, choeur, chronique); gn a /ii/ en agneaut, cygne; ill, ila /y/ en deuil, ail, paille, feuille, fouille; aia /e/ en graine; ei a /e/ en veine; oi a /wa/ en pois; eu a /d/ en feu; eau, au a /o/ en pear, aube; ou a /u/ en mou, fou Ademds hay que afiadir las diferencias graficas en los signos homéfonos que hacen referencia a los significados: mer, mére, maire; fer, faire; vaine, veine; taire, terre; a, a; la, la; du, da; au, eau; fraine, freine; cou, coup, coat; puis, puits; poix, poids; poing, point; cer, serf, sert; compter, conter; cour, cours, court; y otras diferencias graficas generalmente sin correspon- dencia fonética (salvo casos de «liaison»), que indican relacio- nes gramaticales en Ja frase, como las -s de los plurales, las -¢ de femeninos y las terminaciones verbales como -e, -¢s, -et, -s, -t, ~ent, que la lengua hablada expresa por otros medios 0 deja que AO XV REPRRSENTACIONES GRAFICAS DEL LENCUAJE 51 sean aclaradas por el contexto. De todo ello resulta que la orto- grafia francesa refleja poligraficamente y enredadamente la ar- ticulacién fonica, Un mismo fonema aparece representado por multitud de grafias: por ejemplo /s/ en sourd, casse, argon, ciel, exquis, gentiane; o /3/ en peur, moeurs, cueillir, oeil; o /k/ en cause, kilometre, chrome, quatre; 0 /a/ en sang, cran, lampe, content, entier, emploi, faon; o /y/ en paille, paien, ail, fille, envoyer. 18. El inglés posee también una escritura que comenzd representacién de la articulacién fonica. El conservadurismo, mientras la lengua evolucionaba considerablemente, y la intro- duccién de cultismos latinos y franceses, han llevado a la situa- cién actual donde la polivalencia de los grafemas y la poligra- fia de los fonemas es muy general, y donde grafemas diacriticos, ya de sefialacién fénica, ya de indicacion semantica, son fre- cuentes. Hay abundantes graffas complejas; casi todos los gra- femas simples son polivalentes, con atin mayor confusion que en francés, pues ni siquiera el contexto es siempre indicio del valor particular fénico de un grafema, ni los grafemas sefialan un solo fonema sino que pueden referirse a combinaciones de fonemas. Ademas, los grafemas sin equivalencia fénica (que en francés a veces se manifiestan fonéticamente: comparese les chiens con s puramente grafica, frente a les amis con s re- presentando a /z/) son siempre en inglés puras sefiales grafi- cas. Hay muchas grafias complejas: th para /e/ o /4/ en thing, this; gh para /f/ en laugh; ng para /n/ en long; sh para /8/ en shut; ee para /i/ en sleep, etc. La polivalencia de los grafemas es abundante y arbitraria; a corresponde a /a/ en cat, a /o/ en wall, a /a/ en calf, a /o/ en along, a /ei/ en date, a Ji/ en palate; e corresponde a /e/ en well, a /i/ en be; i corres- ponde a /i/ en pink, a /i/ en police, a /ai/ en ice; 0 corresponde a // en top, boy, a /ou/ en bone, a /a/ en now, a /ii/ en move, a /wa/ enone, a /u/ en woman, a /a/ en come, a /i/ en women, a /o/ en obey, a /a/ en violin; u corresponde a /a/ en cul, a /u/ en put, a /ii/ en rule, a /yu/ en use, a /i/ en minute; ¢ co- rresponde a /k/ en come oa /s/ en ceiling; g corresponde a /g/ en get, 0 a /di/ en gender etc. Algunos grafemas no son mas 52 P, ALARCOS LLORACH AQ XV que complementos de otros cuya referencia resulta asi modifi- cada: r (ademas de sefialar /1/) indica o la cantidad larga de la vocal precedente (far, more, word, girl, blur) o el segundo ele- mento /a/ de un diptongo (beer, here, poor, square). También numerosos son los casos de grafemas como pura sefial grafica distintiva de significados: write y right [rait]; no y know [nou]; tail y tale [teil]; two y too [tu]; sun y son [san}; so y sew [sou]; sea y see [si]; rain y reing [rein]; read y red [réd]; pear y pair [peo]; or y oar [oal; flour y flower {flauer]; through y threw (era); hole y whole [houl}; wait y weight [weit]. Finalmente hay signos homégrafos como use ([yaz] y [yus]), read (Lrid] y [réd]) y algunos homéfonos y homégrafos: like, ground, lay may, saw, Puede comprenderse que con una ortografia tan ale- jada de la representacién fénica, el inglés posee un sistema de escritura casi semiografico : cada significante grafico alude glo- balmente a un significado, aunque alguno de los grafemas de aquél efecttie una alusion vaga e imprecisa a la articulacion Fonica. Ortografias jovenes o rejuvenecidas 19. En el otro extremo se encuentran escrituras que a lo largo de su historia, se han preocupado mas o menos de mantener con precision su correspondencia con la lengua hablada. El ita- liano, si bien mantiene grafemas bivalentes heredados del latin y grafias complejas, posee una ortografia bastante cercana del ideal de representacién fonoldgica. Pero, como también el cata- lan o el portugués no sefiala ciertas diferencias fonematicas: /e/ y /e/./0/ y /o/ son simplemente e, 0; ni tiene distintos gra- femas para /s/ y /2/ y para /ts/ y /dz/. Las lenguas que han re- cibido modernamente el alfabeto latino o cirilico son mas exac- tas en la representacidn de lo fonoldfico (el turco, el finlandés, 0 el mongol por ejemplo). Una ortografia joven o remozada, que mantiene muy pocos casos de polivalencia, es el rumano, cuya ultima reforma elimino los casos de poligrafia y los elementos graficos inertes de tipo etimoldgico: son bivalentes ¢ y g, que se AQ XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE 33 refierena /é/ y /2/ ante e,iy a /k/ y /g/ en los demas casos, y en consecuencia se usan los digrafos diacriticos ch y gh y ci y gi (como sucede en italiano), Los otros grafemas se corresponden en general con Ja situacién fonolégica, aunque no fonética: en ani el grafema i representa una pronunciacién muy reducida, un apéndice palatal del fonema precedente, pero fonolégica- mente se trata del fonema /i/. Los casos de poligrafia que se daban antes entre @, i han desaparecido: hoy se escribe i para el fonema /i/: piine, cint, como riu (pero se ha vuelto a roman). Queda la irregularidad de representar /ie/ por e solo en por ejemplo, e, esti, el. En lugar de grafias complejas, el rumano, al latinizarse el siglo pasado, adopt6 nuevos grafemas modifi- cando algunos (como entre las lenguas eslavas el checo): t pa- ra /ts/ ys para /8/. ’ El espafiol aunque durante su historia ha ido modificando la ortografia bastante de acuerdo con la pronunciacién, con- serva huellas etimoldgicas y bivalencias de grafemas heredadas del latin; la duplicidad de referencias de ¢ y g ya sefialadas, la equivalencia parcial de c y qu, de g y j y total de b y v (a veces aprovechadas para hacer referencias al contenido). A pesar de ello la equivocidad de la referencia fonética es poco frecuente Entre las lenguas germanicas, hemos indicado que abundan las grafias complejas y los grafemas complementarios en la escritura del aleman; sin embargo la ortografia nunca es ambi- gua y representa con claridad la articulacion fonoldgica de la secuencia hablada. 20. En todas las escrituras alfabéticas se encuentran ciertas representaciones grdficas que escapan a la articulacion en ele- mentos mas o menos correlatos de los fonicos. No nos referi- mos, claro es, a la notacién numérica, sistema independiente semiografico, traducible a cualquier idioma y practicamente in- ternacional como la sefialacién de carreteras; sistema que ade- mas conlleva su propia articulacién grafica y su propia sinta- xis. Se trata de las llamadas abreviaturas: SPOR., Cn., s.t.t.l. en latin; s.v.p. (s'il vous plait), M. (monsieur), etc., N. F. en francés; m.E. (meines Erachtens), u.a. (unter andere), usw, en 54 FB. APARCOS LLORACH AO XV aleman; viz. (Videlicet, namely), Mr, Mrs., $ lb., £ en inglés. Evidentemente, estos significantes graficos tienen poco que ver con los correspondientes significantes fénicos, y aluden direc- tamente, para el que conoce esas lenguas, al contenido. Por ello, se les aplica a veces el término de ideogramas. Tal vez sea exagerado, porque en realidad estan sustituyendo a otros sig- nificantes articulados en grafemas de referencia fonica. Mayor caracter ideografico, siempre relativo, tienen significantes como oeil en francés y otros ejemplos citados antes. Interferencias de la expresion grafica y la expresion oral 21. Por definicién se comprende que la expresién oral influya y modifique la expresién grafica, puesto que ésta, en la escritu- ra alfabética, es por principio su reflejo directo. Toda escritura que se mantiene fiel a ese principio va modificandose conforme varia la lengua hablada; es la situacion que —siempre de ma- nera aproximada— nos ofrecen las ortografias jévenes o remo- zadas. En todas las escrituras alfabéticas, por muy estabiliza- da que esté su ortografia y atin en los casos extremos de ale- jamiento arcaizante respecto de la pronunciacién (como en francés o inglés), el principio fonografico se mantiene vivo entre los usuarios de la escritura. Ello explica un fendmeno frecuente entre personas no demasiado «literarizadas»: las «fal tas de ortografia». Estas se conciben como reaccién inconscien- te del que escribe para mantenerse fiel al principio fonografi co: cuando no hay diferencias fonicas, no debe haberlas grafi- cas, y en consecuencia las faltas de ortografia no son mas que la eliminacién ocasional de los fenémenos que hemos llamado polivalencia y poligrafia, caracteristicos de los sistemas con inadecuacion parcial de lo grafico y lo fonico. Pero también hay influencias en sentido contrario, El presti- gio y la intocabilidad que envuelven a la ortografia, aliados a la fuerza del principio fonografico, condusen a veces a que ENTACIONES GRAPICAS DEL LE: ciertos elementos graficos sin referencia fénica introduzcan un correlato antes inexistente en la secuencia hablada. Recuérdese que el sujeto no especialista suele hablar de como se pronun- cia una lengua y no de cémo se escribe, como si lo primario fuese la expresién escrita y no la oral. Entonces se compren- de que se adscriban sonidos reales a los elementos graficos desprovistos de referencia fonica. En ocasiones la introduc- cién de estos nuevos elementos en Ja secuencia hablada no son creacién, sino mas bien restitucién de fonemas que pose- yo la lengua en estadios anteriores y que la evolucion habia eliminado. Aunque la causa ultima de tales modificaciones de la lengua hablada a partir de la escritura, sea el principio de la adecuacién intima de fonia y grafia, los motivos particula- res en cada caso pueden ser otros: posibles ambigiiedades, ne- cesidad de reforzar el cuerpo fonético de algunos significan- tes, economia y supresién de lo ideografico, etc He aqui algunos ejemplos del francés. En cing, dix, las q y x graficas desaparecidas en la pronunciacién, vuelven a ha- cer, al menos en ciertos contextos, referencia a los fonemas /k/ y /s/. En suspect, et hace referencia efectiva a /kt/. Gra- fias puramente etimoldgicas como las letras dobles Ul, ff, cc, cada vez mds a menudo se pronuncian como sonidos gemina- dos: illustre, effort, accord. En fils, 2s, moeurs, ours, la s or- tografica, en parte por reforzar el cuerpo fénico de esas pala- bras, en parte para establecer distinciones respecto a otros signos (como en fils), vuelve a representar una /s/ de la len- gua oral. La frecuencia de ew como representante de /6/ ha hecho que algunos hablantes pronuncien gageure como [ga- z6r] y no como [gaiiir]. Grafias arcaicas como Montaigne, donde i era mero diacritico de la palatalidad de gn, se inter- pretan como si i fuese parte del digrafo ai con referencia a /e/, y se pronuncia [métefi]. Restituciones etimolégicas como la g de legs han Ilevado a la pronunciacién [leg], poniéndolo en relacién con el verbo léguer en lugar de mantener su rela- cién con Iaisser. De igual modo en signe, regne, cygne, la g pu- ramente ornamental ha llegado a considerarse como parte del digrafo gn y pronunciase {i] ([sif] en lugar de [sin]). La in- troduccién de h en cirurgie, ha conducido a que en lugar de 56 E, ALARCOS LLORACH AQ XV [siritrzi] se pronuncie chirurgie como [Siriirzi]. La b en obs- cur, abstenir o la d en adversaire también se pronuncian a pesar de su origen puramente grafico. En espafiol, las restituciones ortograficas de la Academia y la presion escolar han restablecido grupos de consonantes desaparecidos muy antiguamente: signo, objeto, apto, efecto, concepto; aunque en algunos casos la articulacion normal ha prevalecido (oscuro, setiembre) o se han diversificado las dos pronunciaciones y las dos ortografias como signos diferentes (catar y captar, sino y signo, respeto y respecto). EI inglés ofrece también casos de restitucién o introduc- cién fonica por motivos graficos. En realm, soldier, herald, caldron, fault, la | fue introduccién grafica y ha terminado por pronunciarse. De igual modo h en hospital, y en humble, herb, humor era simple adorno etimoldgico, y hoy, al menos en al- gunos hablantes, hace efectiva referencia al fonema /h/ (aun- que en otros casos h sigue siendo sdlo rasgo grafico inerte: honour, hour, heir). También se introdujo h en los antiguos préstamos leater, catolic y trone y pasaron a escribirse thea- ter, catholic y throne, donde el digrafo resultante th se inter- pret con su referencia normal a /e/, y en consecuencia hoy se pronuncian [eiata], [kaoalik], [eroun]. El antiguo francés neveu fue revestido en inglés, pensando en el latin nepos, con una p ornamental: nephew; como el digrafo ph generalmente representa a /f/, la pronunciacién [névyu] es sustituida por [néfyu]. Otra penetracién de la grafia en la pronunciacién se produce a menudo en inglés con los numerosos casos «ideo- graficos» en que se utilizan abreviaturas o siglas en lugar de palabras completas. Muy frecuentemente tales abreviaturas de- jan de hacer referencia a grafias plenas y se leen alfabética- mente: G.I. [Zi-ail, Ph.D. (piei¢-dil, A.M. [ei-em], P.M. [pi- em], y el americano y prolifico O.K. [ou-kei]. Estas siglas y abreviaturas, que en realidad hacen una referencia fonica del tipo de los sistemas silabicos, sirven de base para una especie particular de representacién grafica en los anun- cios comerciales: por ejemplo bar-B-Q (=barbecue), U-tote-'m (=you tote them), que proliferan sobre todo en los Estados Unidos. 3 AQ XV REPRESENTACIONES GRAFICAS DEL LENGUAJE Un aspecto particular de la influencia de la ortografia so- bre la pronunciacién es el de la adaptacin de préstamos léxi cos de una lengua a otra. Los nuevos préstamos pueden conser- var la ortografia originaria, pero unas veces aportan la pro- nunciacién de la lengua dadora y otras se leen segtin los prin- cipios ortograficos del idioma que los adopta. El francés sigue escribiendo football y pronunciando [futbol], mientras el es- pail escribe /titbol; en cambio nylon se pronuncia [nild] en francés, y en espaiiol predomina [ndilon] con la pronunciacién originaria. El italiano fascismo conserva su grafia compleja sc con su misma referencia /$/ en francés fascisme, mientras en espafiol se lee conforme a las normas propias [faseismo].* E. ALARCOS LLORACH (*) Este trabajo forma parte del wlumen «La Linguistiques, que publica Ia Enciclopedia de In Pléiade, La principal diblivgralia manejada es la siguiente. L. Bioowrist, Language, New York, 1938. (Cap. XVII) D. L. Bouncer, «Visual Morphemess, Language, 22 (1946), p. 333340. J. Cuispwiek, The Decipherment of Linear B, Cambridge, 195. Marcu. Cowen, La grande invention de Uéerivure et son évolution, Patis, 1958 H. G. CRE, On the Nature of Chinese Idcography, T'oung Pao, 32 (1936), 88.61 FE. Dwonwe, «L'écriture et Ja langue assyro-babylonnienness, Revue d'assyriologie, 40 (1945-46), p. 1-16 D. Dinincre, The Alphabet. A Key to the History of Mankind, Londres-New York, 1949, G. R. Duwver, Semitic Writing, From Pictograph to Alphabet, Londres, 1954 W. F. 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