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LA ARQUITECTURA EN EL ECUADOR DURANTE EL SIGLO XX

(1900 / 1960)

El estudio de la modernidad en la arquitectura ubica las edificaciones realizadas en los siglos XIX y XX
como ejemplos de desarrollo industrial de la Sociedad. En lo que respecta al Ecuador podemos definir
el último tercio del siglo XIX como fecha clave para determinar el inicio de nuestra modernidad
arquitectónica. Es García Moreno (1859-1875) quien reactiva el país con un interés especial
impulsando la educación técnica, las ciencias. Esta iniciativa tiene implícito la necesidad urgente de
modernizar a un país que cargaba una pesada herencia colonial.

A finales del siglo XIX las Colonias extranjeras en Guayaquil conformaban el 10% de su población, a
inicios del siglo XX Guayaquil se convierte en la ciudad con mayor población en el Ecuador y la Colonia
Italiana es la más numerosa llegando al10% del total de la población. La Colonia Italiana es influyente,
gracias al apoyo que ofreció a Alfaro. Ya en el siglo XX, el estilo Neoclásico alemán utilizado en la
arquitectura es reemplazado por un estilo menos serio. Con el ferrocarril ecuatoriano se acortan las
distancias entre la sierra y la costa, con ello también el crecimiento de los pueblos donde el tren
cruzaba. Se definen los papeles entre las ciudades principales: Quito como el centro administrativo,
mientras que Guayaquil como el centro comercial e industrial. El puerto principal fue el enlace con
Europa más aun cuando el canal de Panamá entró en funcionamiento. Las viviendas coloniales
quiteñas son adaptadas o son reemplazadas con edificaciones que tenían prevista la planta baja para
la actividad comercial, un ejemplo el Pasaje (comercial) Royal 1913-1914.

Anotemos que a principio de siglo en la capital se crean: el Banco de Pichincha y el diario El Comercio,
La modernidad del siglo XX se introduce de forma abrupta en el puerto principal, el surgimiento de
la oligarquía agro-exportadora toma el dominio del gusto estético. Los procesos de saneamientos
tratan de erradicar toda imagen montubia en la urbe invisibilizando a los sectores urbanos ocupados
por los trabajadores y obreros. La modernidad es tomada como Proyecto civilizatorio. Con la llegada
de los técnicos italianos a inicio de la segunda década del siglo XX y la imposición de la “fabrica” en
hormigón armado como expresión de superioridad de clase social se emprende una difusión del
desprecio por aquella arquitectura de madera que denota una identidad muy diferente a la que la
dominante quiere demostrar. En Guayaquil, el principal arquitecto italiano de la época, Francesco
Maccaferri denuncia el poco interés, por lo arquitectónico, que la Compañía Italiana de
construcciones tiene en el Palacio Municipal de Guayaquil. Las edificaciones en hormigón armado
son construidas por ingenieros y técnicos por lo que se presenta un reduccionismo estético.

En 1929 Maccaferri inaugura el Curso preparatorio de Arquitectura en la Universidad de Guayaquil,


aspiración de desarrollar arquitectura como proyecto artístico. Tres años después se formaría la
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas o lo que se denominó “Un curso fortalecido” ya que se
integraron varios profesores, la mayoría ingenieros.

La diferencia entre Quito y Guayaquil en las primeras décadas de siglo XX, a pesar de tener la
impronta de técnicos italianos, es notoria; Quito tiene mayor presencia de arquitectos, y éstos son
de diferentes generaciones y nacionalidades incluidos ecuatorianos que continúan usando técnicas
artesanales en la construcción de viviendas. En lo que respecta al crecimiento de la ciudad: se adopta
los criterios de la Ciudad Jardín para ejecutar urbanizaciones. El crecimiento de la Burocracia permite
la expansión de la capital creando nuevas ciudadelas. La oligarquía guayaquileña trata de seguir con
su urbanismo de hacienda, confinando el crecimiento del puerto a zonas determinadas. El mejor
ejemplo crear zonas para el barrio obrero (que no se ejecutan) y zonas residenciales que han
guardado en el Barrio del Centenario al sur del Guayaquil de finales de la década de los 20.

Llega la tercera década del siglo XX, se presentan los primeros intentos de uso de un lenguaje
arquitectónico moderno. Las vanguardias artísticas se reúnen, como ejemplo: “La Sociedad de
Artistas y Escritores Independientes” y en los catálogos de exposiciones y revistas los diseños
cercanos al Art Nouveau dan paso al Art Decó, el espíritu nuevo se presenta. El hormigón armado
trata de imponerse, pero no todo Guayaquil es “gran cacao” la crisis replantea sistemas constructivos
y los ingenieros se disputan con los maestros carpinteros la ejecución de las viviendas. En los sectores
invisibilizados se levantan las casas de construcción mixta, la edificaciones se yerguen adoptando la
mampostería como elemento de construcción dentro de un esqueleto de madera. “La gente las
prefieren sobre el hormigón, ya que estas poseen identidad, tradición y sobre todo por cultura e
identidad.

El edificio Fani; 1937 edificio Casal Maspons; 1938 edificio Juan Marcet; 1939 edificio Tosi, las
constructoras italianas realizan estos edificios con la característica común de poseer la esquina
redondeada simulando el Expresionismo alemán de Mendelsohn mezclado con relieves Art Decó.

La construcción en hormigón armado en Guayaquil no desea asociar la tradición con la identidad, es


más como demostración del dominio de la Banca y lo moderno, en 1937 el Banco La Previsora rompe
totalmente con la imagen del casco antiguo de Quito con la construcción del edificio para sus oficinas.

Reacción Historicista

Siguiendo una tendencia europea se produce en la década del 30 una reacción contra todo lo
extranjerizante en el arte. Esta reacción trata de hallar inspiración en el estudio de lo “Colonial”, en
Quito los diferentes arquitectos toman asunto a los Congresos Panamericanos de Arquitectura. Este
tipo de congresos destacan la idea de encontrar una arquitectura latinoamericana moderna. La idea
de Moderno en la arquitectura está asociada a lo local. Lo Nacional es Moderno. En toda América
Latina se levantan monumentos a la identidad local. En Ecuador la figura de José Gabriel Navarro es
importante pues es un defensor de nuestra herencia Colonial. Una consecuencia de los estudios
históricos sobre el arte colonial fue la tendencia a imitar la arquitectura y la decoración de templos
y conventos coloniales en la construcción moderna. La arquitectura Neo-Colonial invade Quito, pero
su marasmo es el reflejo del subdesarrollo cultural de la oligarquía ecuatoriana. Esta corriente
nacional se une a la libertad (o libertinaje) creativa.
Guayaquil adopta sumisamente revivales, abandonando el modelo de modernidad arquitectónica
que se había logrado y recrea un estilo español californiano, Guayaquil practica otro tipo de
historicismo. En Quito ya se lo estaba haciendo desde la década anterior.

La enseñanza de la arquitectura para un Ecuador en desarrollo. Punto destacado tiene Guillermo


Jones Odriozola arquitecto uruguayo, quien el Municipio le encomendó los estudios del Plan
Regulador de Quito, asistido por su compatriota Guillermo Gatto Sobral quien se encargó de la
Escuela de Arquitectura que empezó a funcionar en 1946. Poco después se juntan en la cátedra los
arquitectos ecuatorianos educados en el exterior Sixto Duran Ballén y Jaime Dávalos. Emigrantes
europeos lleguen a nuestro país, entre ellos arquitectos educados bajo la escuela del Movimiento
Moderno europeo muy cercanos a la doctrina de la Bauhaus. Giovanni Rota es un racionalista que
aporta en Quito con sus ideas de vanguardia vinculándose en la escuela de arquitectura de la
Universidad Central.

KohnKagan ensaya su arquitectura tropical en Guayaquil en 1952 con el edificio INCA; Gortaire
Iturralde con apoyo del estado permite la construcción del edificio de la Caja del Seguro en 1959 y
Guillermo Cubillo ya en 1947 había inaugurado el ascenso del lenguaje racionalista en el proyecto de
la Casa de la Cultura núcleo del Guayas. Guillermo Cubillo visualiza la necesidad de consolidar la
profesión y la idea de la arquitectura moderna con la creación de la Facultad de Arquitectura de la
Universidad de Guayaquil y el Colegio de Arquitectos en 1960.

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