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Módulo 4

Algunos discursos
académico -
científicos.
Unidad 4: Algunos
discursos académico-
científicos
En este módulo se pretende acercar el alumno a los textos escritos que
circulan con mayor asiduidad en el ámbito académico; su presentación y
abordaje se justifica, en primera medida, en el hecho de que condensan
parte de los discursos científicos que se producen en dicha esfera y son a
los que el alumno debe necesariamente acceder para apropiarse de los
saberes que conforman los corpus teóricos de los distintos campos del
conocimiento. Por otro lado, el interés en que conozca en profundidad sus
características más definitorias, viene dado porque no solo deberá asumir
el rol, a lo largo de la carrera, de lector de los mismos, sino que además
deberá enfrentar el desafío que significará producirlos.

Ahora bien, como expresáramos en el párrafo anterior, en el ámbito


académico circulan textos que viabilizan un tipo de discurso específico. ¿A
qué nos referimos cuando hablamos de discurso académico-científico?
Para comprender el significado y alcance de esta expresión, es necesario
desglosarla, teniendo en cuenta que ello se realiza solo a los fines
analíticos.

Se entiende por discurso científico a aquel que, en cuanto a tema, refiere a


saberes o conocimientos acerca de la realidad construidos por las diversas
ciencias, cada una según una metodología propia y según un campo de
indagación específico.

Por discurso académico, en cambio, se entiende el discurso emanado del


ámbito de producción y circulación del discurso científico. Por excelencia,
ese ámbito es el de las universidades, aunque no se circunscribe
exclusivamente a ellas, ya que podrían considerarse otras instituciones
dedicadas también a la producción de conocimientos.

Integrando ambas acepciones, ¿qué hace que un texto sea considerado


académico y científico? Justamente que surja dentro del marco de
actividades científicas, las que se dan preferentemente en el ámbito
académico- universitario, con el objetivo de producir o transmitir
conocimiento.

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Valga aclarar que se considera como discurso académico- científico al
cúmulo de producciones orales o escritas, por lo tanto, los textos escritos
constituyen solo una parte del mismo. De este modo, diremos que el
discurso se materializa en parte, a través de textos escritos especializados.
Por otro lado, cuando hablamos de textos académico-científicos, nos
referimos tanto a escritos producidos por los mismos alumnos
universitarios, como también a aquellos elaborados por profesionales
académicos y/o científicos para la difusión de conocimiento
científicamente validado. Para ubicar al lector, comentaremos que se
recurre a ellos cada vez que se desea presentar, por ejemplo, un desarrollo
conceptual referido a una temática o problemática en particular, cuando se
busca comunicar análisis de datos o de información e inclusive resultados
de investigación, cuando se desea dar a conocer posturas personales
adoptadas acompañadas (o no) de sus justificaciones y argumentos.

Como es evidente, cada situación de comunicación demanda, en función


del objetivo que persigue, es decir de la intencionalidad comunicativa y del
contenido abordado, no solo un modo de de expresión particular sino
también una determinada organización de la forma de la transmisión. Es el
emisor quien debe saber hacer los ajustes textuales que se esperan; esto es
tener “competencia comunicativa”, a sabiendas de que la manera en que
se comunica condiciona el horizonte de interpretación de los destinatarios.

Los formatos o esquemas organizacionales, que ayudan a la eficacia


comunicacional, son los rasgos definitorios de los textos académico-
científicos. El alto grado de convencionalidad responde fundamentalmente
a dos hechos: primero, los hablantes relacionan las formas textuales con
determinados contenidos y, en un procedimiento inverso, adscriben los
temas a determinados géneros; segundo, la organización en secciones
evidencia los pasos, momentos, contextos y procedimientos usados en el
proceso de la investigación.

Se desprende que estos textos no solo son, de acuerdo a los objetivos que
persiguen, funcionales a determinados propósitos y en razón de ello
adquieren determinadas características (por ejemplo, el resumen y la
síntesis), sino que algunos además responden a patrones comunicativos
precisos, regulados y fuertemente estructurados, muy diferentes a
patrones comunicativos ordinarios, informales o domésticos (la
monografía, el informe y las tesis dan cuenta de textos de este tipo).
Inclusive estos últimos pretenden transparentar, en alguna medida, los

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procesos que se siguieron para la obtención de las reflexiones, conclusiones
y/o hallazgos a los que remiten.

Por otro lado, cada uno de ellos es, entre otros tipos de textos, tal cual
expresa Bajtin (1952), una clase particular de “género discursivo”.
Aclararemos que significa esta expresión acuñada por el teórico soviético.
Para el autor, hay formas relativamente estables y regulares de usar el
lenguaje que dependen, no del sujeto, sino de la esfera social y de la
actividad humana en que se desenvuelve. Los enunciados concretos que
surgen en situaciones de comunicación real, situada, en un contexto
determinado, es justamente lo que denomina “géneros discursivos”.
El hecho de integrarse en una actividad determinada hace que se
compartan características temáticas, estilísticas y estructurales. Ello explica
por qué en determinados ámbitos se producen determinados géneros
discursivos; es más, Bajtin advierte que la cantidad de géneros posibles es
infinita ya que existen tantos como esferas de la actividad humana. Todos
los que se desarrollan a continuación son privativos (aunque no los únicos)
del ámbito académico-científico.

Ya para finalizar, se aclara que el desarrollo de un texto académico-


científico, es fundamentalmente de tipo expositivo - explicativo. Podría
decirse que este es el texto académico - científico por excelencia, debido a
que presenta evidencias y justificaciones, obtenidas por medio de
procedimientos sistemáticos, de por qué algo es de determinada manera.
Por lo tanto, es un texto interpretativo, no porque contenga meras
opiniones, sino porque en la explicación subyacen de manera explícita las
razones que sustentan lo expuesto. Sin embargo, se puede identificar en
ellos, otro tipo de desarrollos a los que el autor apela solo para facilitar la
comprensión de su contenido. Es común que los textos académico-
científicos intercalen la descripción o la argumentación entre sus
desarrollos expositivos- explicativos, con el único propósito de caracterizar
un elemento, un personaje o a veces una situación misma. De hecho, las
descripciones acompañan muchas veces a otros textos y se las incluye en
función de que, por ejemplo, conocer los rasgos de algo puede servir para
entender por qué ocurrió un hecho, o para argumentar a favor o en contra
de una idea a partir de ese conocimiento. Asimismo, en otras
oportunidades se apela a argumentaciones ya que estas apuntan a
convencer al destinatario de adoptar una postura, adscribir a cierta idea u
opinión. Como de lo que se trata aquí es de conseguir un cambio en la

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creencia del otro, puede que el autor se valga de este tipo de desarrollo
para tal propósito.

ACTIVIDAD A

A.1. Marca la opción correcta:

 Tener competencia comunicativa significa:

- Expresarse teniendo en cuenta la intencionalidad de la


comunicación, el contexto y las posibilidades de
comprensión de los destinatarios.
- Expresarse teniendo en cuenta la situación y el contexto
de producción del texto.
- Expresarse de forma correcta, tanto gramatical como
semánticamente hablando.

A.2. Justifica teóricamente tu elección.

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………………………………………………………………………………………………….

4.1 Resumen y síntesis


Ya hemos señalado anteriormente la importancia de la comprensión de
textos como proceso básico para el aprendizaje; es por ello que, como
afirmáramos en el primer módulo, comprender para aprender constituye
un proceso sustantivo en la conformación de lo que Vélez (2005) denomina
el oficio del estudiante universitario.
En este apartado se abordarán la síntesis y el resumen. Estas pueden
visualizarse como estrategias para la elaboración de escritos que, entre
otros usos, facilitan la comprensión del material de estudio puesto a
disposición de los estudiantes para la transmisión y apropiación de los
conocimientos.

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En ese sentido, ambos pueden ser vistos como herramientas o recursos,
que forman parte de lo que suele denominarse como “técnicas de
estudio”. Si bien comparten la característica de que se obtienen por medio
de procesos de lectura, escritura y reescritura, los diferenciamos
particularmente para llamar la atención de que no son de ninguna manera
sinónimos, ya que implican la puesta en juego de procesos y operaciones
mentales distintas.
Al enfrentarnos a un texto, necesitamos almacenar en nuestra memoria la
información más importante. Cuando leemos un texto de cierta extensión,
debemos quitar todos los datos accesorios, es decir, que no son centrales,
para así retener información sustancial. Un resumen implica la reducción
de un texto conservando las ideas del autor y el sentido que este le
imprimió. En pocas palabras, un resumen es la reproducción abreviada y
precisa del contenido de un texto.
Entonces, se pone de manifiesto que no hay cabida para la interpretación
crítica ni análisis alguno del contenido del texto original, por parte de quien
realiza dicho resumen. Al evitar los juicios personales, en el texto prima el
carácter objetivo y neutral en relación a la postura del autor. Es importante
resaltar que este tipo de texto exige como condición necesaria el respeto
por la palabra del otro.

Siguiendo a María Ignacia Pineda Ramírez (2005, pág. 92) para elaborar un
resumen es conveniente tener en cuenta que:

 Se deben seleccionar y jerarquizar las ideas principales del texto


original. Una de las formas de hacerlo es subrayando aquellas frases
u oraciones que se considera que contienen información destacada.
El nuevo escrito debe recoger todos los conceptos importantes del
documento original y solo aquellas ideas secundarias que fueren
necesarias para el entendimiento de las principales.

 Se deben evitar redundancias, aclaraciones innecesarias,


información obvia e incluir ejemplos. Es adecuado aplicar el
“principio de entropía”, que consiste en expresar la mayor cantidad
de información utilizando el menor número de palabras.

 Los resúmenes tienen la característica de que se hacen omitiendo y


copiando literalmente las ideas del texto original. La yuxtaposición
de ideas principales puede crear un escrito inconexo difícil de

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relacionar con el texto de origen. Para reconstruir el sentido, es
necesario apelar al uso de nexos coordinantes, enlaces y signos de
puntuación que establezcan la vinculación entre todas ellas.

 Si bien resumir un texto es reducirlo a las afirmaciones esenciales


que contiene dejando de lado las proposiciones que no lo son, no
significa que a la hora de reescribirlo deba respetarse
necesariamente el orden en que se presentaban las ideas en el
escrito original. Resumir exige, más que a menudo, una nueva
ordenación de las ideas del texto.

 Es una buena estrategia comparar, una vez finalizado el resumen,


ambos textos: el elaborado por el propio autor y el nuevo escrito;
ello podría dar muestras de la capacidad de resumir de quien tiene
a cargo la reestructuración del texto original.

Como ya se dijera, resumir un texto implica reconocer su información


básica. La síntesis, en cambio, es un escrito que rescata el contenido de un
texto a partir de la aprehensión de las ideas centrales, las que se
transcriben recurriendo a un lenguaje personal, apelando a la utilización de
expresiones propias. En pocas palabras, la síntesis es un escrito que
reformula ideas preexistentes, pero siempre reconociendo la fuente. Como
además admite el agregado de opiniones y comentarios de quien la realiza,
se podría decir que reúne y combina ambos: ideas principales y
valoraciones personales. Es Henning (1999), quien advierte que el término
‘síntesis’ significa combinar diferentes elementos para conformar un todo.

Si bien resumen y síntesis no son lo mismo, la realización de una síntesis


supone haber realizado un resumen.

Ahora bien, es importante establecer las necesarias relaciones pero


también la diferencia entre idea principal y tema. Es sabido que en un
texto es tan importante lo que se dice como la forma en que se lo hace.
Identificar su estructura, es una forma de saber de qué tipo de texto se
trata, y también cuál es el objetivo que persigue, en qué contexto se
produjo y cuáles son los destinatario a quienes está dirigido.

De este modo, podemos reconocer en un texto dos planos de análisis: la


superestructura y la macroestructura.

 Macroestructura: Es el contenido semántico del texto, su sentido


global o general, al que convencionalmente llamamos tema. La

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macroestructura de un texto contiene el “asunto”, una expresión
breve, muy sintética, que constituye el eje vertebral.
Tema no es sinónimo de idea principal, ya que esta condensa la
postura del autor en relación al mismo.
 Superestructura: es la forma en que se presenta la información, la
estructura esquemática, independiente del contenido. Es el
“esqueleto” que sostiene la información, que conforma y distingue
entre sí los géneros discursivos. Queda determinado por la
distribución espacial de sus componentes, no solo tiene una
“silueta” específica sino que también, dicha estructura marca la
progresión del tema (por ejemplo, introducción, desarrollo, cierre).

Para reconocer la macroestructura de un texto existen ciertos


procedimientos llamados “macrorreglas”, que se aplican en gran parte de
modo inconsciente. Conviene, sin embargo, conocerlas para aplicarlas
correctamente al resumir o sintetizar un texto. Las macrorreglas son:

- Supresión u omisión: En una secuencia de frases o proposiciones,


se suprime aquellas que no son relevante para interpretar lo que
sigue en el texto.

- Selección: Se extrae la información relevante del sentido global del


texto.

- Generalización: es el procedimiento que expone en una nueva


expresión sintética las características particulares de objetos,
personas, lugares o conceptos expuestos en el texto. La
información eliminada es irrecuperable, al menos que se recurra
nuevamente al texto original.

- Integración o construcción: Se funden en una sola frase dos o más


conceptos. La integración en una sola frase de proposiciones
implica cierto conocimiento de la temática, ya que la nueva
construcción subsume, da por supuesta otra información
contenida en esa frase. Por lo tanto, la misma depende de los
conocimientos previos sobre el tema abordado que posea quien
realiza el resumen.

Consignemos ahora los beneficios que supone realizar resúmenes y


síntesis. La elaboración de estos géneros discursivos brinda una serie de
ventajas a los estudiantes. Por un lado, favorecen la comprensión del tema

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y facilitan la retención de información relevante. En ese sentido,
constituyen un excelente material de estudio, que implica un
procesamiento de la información y los conocimientos en miras a su
incorporación a las estructuras mentales y consecuente internalización. Por
otro lado, constituyen un buen ejercicio de redacción en pos de la
obtención de niveles óptimos de escritura de textos académico-científicos,
con cada vez mayor precisión y calidad.

En otro orden de cosas, la elaboración de un resumen o síntesis, tiene que


permitirle al alumno, además de saber hasta qué punto ha encontrado
nueva información en el texto, en qué medida los nuevos conocimientos
han transformado los conocimientos previos con los que fueron
abordados. Es aquí donde se pone de manifiesto el papel activo del
estudiante en su propio proceso de construcción del conocimiento.

Pero como adelantáramos, el resumen y la síntesis también son utilizados


para “fichar textos”. Una ficha contiene, además del resumen o la síntesis
del texto, datos del autor o autores como sus nombres, información
atinente al libro o publicación de la que se extrajo el texto original (año de
publicación, editorial, etc.). Lo interesante es que permite consignar (y es
importante que así sea) las páginas en donde se encuentra una idea. En el
caso del resumen, inclusive puede incluir citas textuales, lo que da la
posibilidad de localizar de manera rápida información requerida.

Tradicionalmente las fichas eran tarjetas de forma rectangular de diversos


tamaños, pero a partir de finales del siglo XX se empezaron a usar bases de
datos y otros soportes electrónicos para almacenar la información. Por lo
tanto, se pueden guardar en un fichero o archivo, utilizando un sistema
real o inclusive uno virtual de organización de la información, realizada en
base a una clasificación determinada.

Recordemos por último, que una ficha bien confeccionada siempre es una
excelente fuente textual, que agiliza la búsqueda y recuperación de
información.

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ACTIVIDAD B

B.1. ¿Qué diferencia fundamental hay entre resumen y síntesis?

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……………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………..

B.2. ¿Crees que la correcta realización de estos textos puede aportarte


elementos para la construcción del conocimiento? ¿Por qué?

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B.3. Vuelve a leer las macrorreglas que ayudan a realizar correctamente


un resumen o una síntesis. ¿Aplicas alguna/s en la elaboración de tus
escritos? ¿A cuál apelas más comúnmente?

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…………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………

4.2 La monografía
Este tipo de género discursivo es la expresión escrita de una idea. Como su
nombre nos sugiere, el término deriva del griego mono que hace referencia
a único y grafía que significa escrito o escritura. Se trata del tipo de trabajo
académico más común en colegios y universidades.

No es una investigación exhaustiva de un problema científico (como podría


ser una tesis), sino la indagación sobre un aspecto o aspectos de un campo
de conocimiento, que se constituyen en objeto de estudio. Por lo general,
aborda un asunto que ha sido investigado con cierta sistematicidad, con lo
cual implica un trabajo de investigación documental que únicamente da
cuenta de la información recabada.

Como se ha dejado claro, una monografía organiza datos y conocimientos


ya existentes, extraídos de diversas fuentes, reestructurándolos a lo largo
de un hilo conductor preciso y limitado. Al referir a conocimientos pre

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existentes, nuestro texto se integra al universo del saber de una disciplina.
Este tipo de abordaje puede ser un insumo para avanzar en el
conocimiento del recorte seleccionado y ese puede ser el aporte de una
monografía.

Para que una monografía sea considerada académica, además de reunir


una serie de conocimientos preexistentes en determinada disciplina, debe
hacer un nuevo aporte, decir algo inédito sobre esos hechos o conceptos;
ello no implica que la elaboración de una monografía conlleve producción
de conocimientos, en el sentido de hallazgos validados científicamente. Sí
se pone en evidencia, la necesidad de conocer profundamente el tema
sobre el que hablamos, junto a la toma de conciencia de qué falta por
estudiar en relación al mismo. Estas vacancias pueden hacerse visibles y
quedar planteadas en formas de interrogantes a ser respondidos mediante
otro tipo de estudios, de corte netamente indagatorio-investigativo.

Si bien su objetivo es divulgar conocimientos, informar y explicar, muchas


veces la realización de una monografía, en el ámbito académico, es
también un instrumento de evaluación, ya que es solicitada por el docente
para que los alumnos cuenten con una instancia en la que puedan dar
cuenta de los saberes adquiridos. Por eso, el tema de una monografía no
siempre parte de una libre elección de los estudiantes, sino que puede
estar pautado por el profesor.

Toda monografía se desarrolla en etapas o fases que muchas veces se dan


en paralelo o en simultáneo.

1) Fase de documentación

En esta primera etapa, el alumno debe realizar un buceo bibliográfico para


obtener información o corroborar la que se tiene. Es importante consultar
distintas fuentes; ello implica un relevamiento exhaustivo. Este proceso
consta de tres pasos:

- Buscar información sobre el tema elegido.


- Seleccionar los datos relacionados con el o los aspectos concretos
que se quieren tratar.
- Reelaborar la información de las distintas fuentes, integrando los
datos.

La documentación obtenida, puede ayudar a elaborar lo que algunos


autores denominan “guión”. Este es un esquema previo de la organización
de los contenidos, que puede orientar la redacción del trabajo; permite

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tener en claro qué aspectos se abordarán, jerarquizar las ideas o conceptos
tratados y hacer un cuadro de composición de cómo se distribuirá la
información en los apartados correspondientes. Ello no significa que el
guión sea estático: a medida que se desarrolla el tema, se pueden
incorporar o suprimir ideas e incluso cambiar el orden.

2) Fase de redacción:

Es la tarea misma de escribir la monografía. Un tipo de trabajo monográfico


debe incluir varios elementos. Hemos optamos por presentarlos en un
orden determinado para que el alumno pueda comprender mejor la labor
que cada una de ellos implica, así como también su alcance. En realidad
dicho orden es el que el alumno encuentra cuando se dispone a leer una
monografía, pero es importante que pueda visualizar que en la práctica de
escritura misma, dichos componentes se piensan y redactan en un orden
totalmente distinto al que finalmente se presentan, una vez concluida su
elaboración.

- Una portada con el título, el cual debe reflejar con precisión, por
medio de una frase o construcción oracional, el tema estudiado.
También deben explicitarse el nombre del colegio u universidad y
la disciplina o materia dentro del cual es elaborado el trabajo.
Además, se debe consignar también el o los nombres de sus
autores y año de realización del escrito.

- Un índice con los títulos de los apartados y sub apartados que


pudiera contener, indicando la página en la que comienza cada
uno. La función del índice es mostrar la estructura del trabajo y
facilitar a consulta de sus diferentes partes.

- Una introducción, que consiste en un texto breve cuya finalidad es


explicar el tema que se va a abordar. Por lo general, aquí se aclaran
los objetivos que se persiguen y también indica el enfoque o
planteamiento que se va a seguir. En muchas ocasiones, el autor
adelanta las conclusiones a las que arribó al finalizar el trabajo y su
opinión o perspectiva personal.

- Desarrollo o cuerpo. Es la parte más extensa e importante de la


monografía, el núcleo del trabajo. Cuando abarca varios aspectos
de un tema y ello implica una extensión considerable, se suele

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dividir en apartados y sub apartados, que se introducen con un
título o epígrafe, precedidos por números o letras. Esta disposición
permite que el lector Identifique qué lugar del trabajo ocupa el
apartado que está leyendo. Todos los ítems o sub ítems deben
guardar entre sí cierta coherencia: deben responder a un
desarrollo lógico y secuencial del tema que se trata. Se debe cuidar
especialmente la progresión de la información, de modo que las
ideas nuevas que la monografía aporte se relacionen
adecuadamente con lo que pueda saber el lector.

- Conclusión. Se realiza un recuento de las ideas principales tratadas


en el trabajo y se expresan algunas opiniones derivadas de la
reflexión y análisis del tema, las cuales pueden ser útiles para
demostrar que se lograron los objetivos planteados en la
introducción.

- Bibliografía. Se compone del listado de las obras y producciones


que se consultaron para demostrar la validez de los enunciados o
datos expuestos. A cada una, debe corresponderle una referencia
bibliográfica en la que debe figurar:

Apellido y nombre del autor


Año de publicación
Título de la obra
Lugar de publicación
Nombre de la editorial

Las obras se ordenan alfabéticamente a partir del apellido del


autor. En caso de que haya varias recurrido a varias obras del
mismo autor, estas se ordenan por fecha de publicación.
La bibliografía no solo se circunscribe a mencionar los libros
consultados; de haber recurrido a modo de fuente de información,
a revistas e inclusive, a páginas de internet, también deben
incorporarse en este apartado.

La fase de redacción incluye fases de revisión, que consisten en repasar el


texto y evaluar permanentemente si tiene coherencia interna, si se está
comunicando lo que se desea transmitir, si hay claridad en el lenguaje

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utilizado, si es correcta la construcción de las oraciones y su distribución en
párrafos, si no hay errores ortográficos y, principalmente, si se alcanzaron
los objetivos previstos. Tal cual dice Roldán (2008):

No es propia de un trabajo científico o literario una prosa abigarrada,


barroca o pomposa, salvo que se pretenda ocultar carencia de ideas o
presentarse con pretensiones de genio. La redacción científica ha de
guardar en su estilo un cierto ascetismo literario: debe ser llana, directa y
precisa. Una monografía escrita en buen estilo reunirá las características
de unidad, precisión, fluidez y concisión.

Ahora sí, expongamos de manera esquemática, los pasos para la


elaboración de una monografía:

1. Selección y delimitación del tema.


2. Elaboración de una estructura tentativa del trabajo.
3. Búsqueda y recolección de información.
4. Depuración de información de acuerdo a la estructura tentativa.
5. Reorganización de la estructura si se adquirió un nuevo enfoque durante
el transcurso del buceo bibliográfico.
6. Elaboración de un borrador parcial o total.
7. Corrección de la monografía de acuerdo a las partes que debe llevar.
8. Revisión del trabajo poniendo especial atención en las citas
bibliográficas.
9. Edición de la revisión preliminar.
10. Elaboración de la versión final.

Para finalizar, así como hemos hecho alusión a los aportes que puede
ofrecer al alumno la realización de resúmenes y síntesis, es pertinente
resaltar las contribuciones de la elaboración de una monografía. Es
evidente que esta tarea supone un ejercicio mental pues requiere de la
puesta en juego de determinadas capacidades y competencias. Por ello,
diremos que la construcción de este tipo de texto cumple una función muy
importante en el medio académico: es la mejor opción para desarrollar la
capacidad de buscar información de calidad, aprender a organizarla y a
analizarla, con el fin de lograr la comprensión de un tema limitado, además

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de habilidades comunicativas para hacer inteligible el contenido a otros,
potenciales destinatarios.

ACTIVIDAD C

C.1. ¿Has realizado alguna vez una monografía?

Si la respuesta es afirmativa, consigna si tu realización se correspondió con la


que proponemos en el módulo.

Si la respuesta es negativa, escribe si tus ideas previas acerca de qué es una


monografía y cuál es su alcance, se condice con las que hemos presentado
aquí.

……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………………
……..

C.2. Hemos mencionado también a la monografía como instrumento que, en


ocasiones, puede servir al docente para evaluar a sus alumnos. ¿Qué
indicadores, desde tu perspectiva, debería poner en juego el profesor en
esta instancia? Coloca Verdadero o Falso y argumenta.

- Exhaustividad en la búsqueda bibliográfica………………………………………………

- Pertinencia Temática………………………………………………………………………………

- Correcta estructuración…………………………………………………………………………..

-Aportes de análisis inéditos a la disciplina………………………………………………….

4.3 El Informe
Incluimos este género discursivo convencidos de que, conocer sus
características y estructura, puede no solo ayudar al alumno a leer este
tipo de textos sino también a tener herramientas para elaborarlo cuando lo
requiera, tanto desde su condición de estudiante como en el ejercicio de su
vida profesional, una vez titulado. De hecho, el informe es un tipo de texto
en general muy funcional a la toma de decisiones; muchas veces se
confecciona con la finalidad de sopesar la continuidad de una

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investigación, el diseño de un proyecto, la realización de una inversión
económica, etc. incluso puede concluir con una recomendación o una
propuesta de acción.

Si bien aquí se abordará específicamente el informe académico, hay rasgos


generales que este comparte con otro tipo de informes, enmarcados en
otras situaciones y/o contextos.

Como lo indica su nombre, este tipo de texto académico tiene como objeto
informar a un destinatario concreto o miembro de una comunidad de
lectura sobre un tema puntual o una situación particular. Por lo general, en
este ámbito, muestra los resultantes de análisis o de procesos de
investigación. Otro de sus rasgos definitorios es incluir la descripción de los
procedimientos llevados a cabo para obtener los resultados y/o hallazgos.
Esta referencia al proceso es condición sine qua non de todo informe. En
apoyo de los que venimos planteando, Carbonell (2008, p. 133) menciona
que una característica de todo informe es que en todos ellos subyace la
estructura de demostración de los resultados obtenidos.

Como ya es evidente, su desarrollo es netamente de tipo expositivo. El tipo


de lenguaje que se utiliza es de corte técnico, lo que hace que sus
contenidos no se presten a diversas interpretaciones Se pretende que en
todo el informe prime la objetividad, la claridad y la precisión: dentro de
los textos académicos, el informe es el más referencial y objetivo de los
géneros discursivos.

De Carbonell también tomamos las fases de la preparación y redacción de


un informe, por considerar que son bastante esquemáticas y por lo tanto
sencillas para comprender el proceso implicado en esta tarea. Tengamos
en cuenta que, al circunscribirnos solamente al informe académico, es
sabido que la mayoría de las veces este se elabora en base a un tema o
problema, tras su tratamiento, y que dichos objetos de abordaje no surgen
(no completamente, al menos) de la iniciativa personal del alumno sino
que es planteado puntualmente por el docente; así, su confección es la
respuesta concreta a ese requerimiento. Por lo tanto, estas fases están
adaptadas a esta situación comunicativa en particular, cuyo contexto es el
ámbito académico y en el que se viabilizan conocimientos y saberes
científicos.

Estas fases son:

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Preparación: ayuda a quien va a redactar el informe a tomar conciencia y
definir con claridad su utilidad en relación con sus destinatarios directos.
Preguntas como por ejemplo: ¿Cuál es el objetivo? ¿Para qué se realiza
este informe? ¿Qué se pretende de esta comunicación? ¿Cuál es la
profundidad y alcances esperados?, permiten ajustar los objetivos que se
persiguen las expectativas propias y de quien/es será/n el/los receptor/es
del informe.

Enunciación: aquí se plantea el tema o problema que es el eje del informe.


Por lo general, esta fase deviene en otra: la de la indagación o
investigación. Una tarea propia de esta fase es la de buscar antecedentes
teóricos y/o empíricos, definir el marco conceptual y/o definiciones a los
que se apelará y también definir el cómo, es decir, la metodología
adoptada. Nótese que estas dos fases las hemos colocado juntas porque no
se pueden delimitar fácilmente sino que, la mayoría de las veces, se dan en
simultáneo- al igual que el resto de las etapas- aunque ello resulte más
evidente en este momento. Téngase en cuenta que plantear un tema o
problema requiere de conceptualización para poder definirlo. Acá también
se incluiría la recolección de datos, la aplicación de metodología coherente
con el tipo de información a recabar y a analizar, e inclusive comienzan a
hacerse presente esbozos de hallazgos y conclusiones.

Organización: significa agrupar el material recolectado de manera


conveniente, lo cual sienta las bases para su redacción, es decir, su
distribución en la estructura o esqueleto. El esquema de todo informe,
para expresar su organización lógica, se compone de Introducción, cuerpo
o desarrollo y conclusión.

Detengámonos en la fase de redacción. Como se habrá podido observar, la


lógica de la investigación es muy distinta a la de la redacción, ya que
implica poner en palabras lo realizado, de tal manera que los destinatarios
no solo comprendan el contenido del informe, sino también los
mecanismos y procedimientos que hicieron posible la obtención de las
reflexiones finales y/o conclusiones. La redacción implica procesos de
escritura y reescritura, pero también de lectura del material teórico y de las
distintas categorías analíticas, que no solo nos permitan mantener el
objeto de estudio “bajo la lupa”, con el menor margen de posibilidad de
corrernos del foco de la investigación, sino que también orienten el análisis
de los datos. Es fácil ver que el primer escrito nunca es el definitivo y no es
deseable que lo sea.

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Por último, la revisión permanente de los procedimientos utilizados y la
escritura del informe, son prácticamente los mismos que mencionáramos
al exponer las características y funciones de la monografía. Cabe recordar
que verificar la redacción a la luz de crear las condiciones de posibilidad de
comprensión de los destinatarios, es una tarea compleja que requiere
tiempo y dedicación y sobre todo, mucha concentración. Es nuevamente
Carbonell quien nos advierte acerca de la tensión que genera el momento
de la redacción de un informe (y que podríamos generalizar al de la
redacción de cualquier escrito académico, sobre todo si uno será evaluado
por ello). El comienzo suele ser un momento de conflicto y debate interno,
que implica la voluntad inicial de “empezar” a sabiendas que nada de lo
escrito será seguramente lo que compondrá la versión final.

Ahora sí detengámonos en la estructuración de un informe, ya que la


misma es vital para hacer inteligible y comprensible, como ya
mencionáramos, el proceso llevado a cabo por el investigador. Si bien esta
se condensa en una introducción, desarrollo y conclusiones, al igual que la
monografía, cobra importancia, por su mismo sentido funcional, incluir,
antes de la introducción, un pequeño resumen de la investigación, a modo
de avance de lo que se leerá en el informe. Allí se transmite lo investigado
de forma directa y clara, en párrafos cortos, con un lenguaje específico y
registro formal e impersonal. El lenguaje usado para tal fin debe ser simple,
sin repeticiones ni metáforas. No se busca atraer por medio del estilo: la
información allí contenida debe ser precisa y rápidamente comprensible.

Por otro lado, si bien como mencionáramos un informe se sintetiza en tres


apartados principales, el cuerpo o desarrollo adquiere como característica
que admite no solo palabras, sino también gráficos, cuadros, mapas y todo
tipo de recursos que expliquen, clarifiquen o ejemplifiquen los datos.

Al final del informe académico, de manera conjunta a las conclusiones,


puede incluirse la valoración de la información, su interpretación y
proyección; además de, como mencionáramos anteriormente, líneas de
acción o propuestas superadoras.

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ACTIVIDAD D

D.1. Lee la frase. Argumenta a favor de ella, a partir de los aportes


teóricos desarrollados en el apartado.

“La lógica de la recolección de datos y/o de la investigación de la


que surgen los resultados, es distinta a la lógica de la redacción”.

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4.4 La tesis
La palabra tesis proviene del latín thesis que, a su vez, deriva de un vocablo
griego. Su etimología remite a una proposición o conclusión que se
mantiene con razonamientos. Una tesis se elabora para presentar el
abordaje de un planteamiento o problemática por medio de un proceso de
indagación (documental o mediante la realización de lo que se denomina
en la jerga académica un trabajo de campo) metódico y exhaustivo, que
profundiza en un área o esfera del saber. Es un tipo de trabajo intelectual
que da por resultado postulados que, luego de un proceso de investigación,
pueden sostenerse como una verdad factual o incluso teórica,
dependiendo del ámbito y alcance del trabajo.

Usualmente se realizan tesis a modo de trabajo final, a fin de obtener


ciertos grados académicos; con su elaboración y posterior defensa, se
cierra un trayecto formativo. Las tesis de grado como las de licenciatura,
por ejemplo, tienen como objetivo el tratamiento de una
temática/problemática valiéndose de marcos teóricos ya presentes en el
campo de conocimiento en la que esta se inscribe, lo que no significa que la
teoría que sustenta el trabajo y que ha sido seleccionada para explicar la

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realidad, no adquiera un desarrollo novedoso y descubra nuevas aristas de
objetos de estudio ya abordados previamente. Igual requisito rige para
carreras de especialización y las maestrías. Algunas tecnicaturas exigen la
elaboración de una tesina, pero aclaramos que no son sinónimos. Las tesis
de doctorado, por otra parte, tienen el desafío de realizar aportes teóricos,
producir conocimiento genuino.

La elaboración de una tesis implica dedicación, tiempo y esfuerzo, y la guía


de un docente experimentado. El tesista es acompañado por un director
académico e inclusive puede contar hasta con un co director. Ambos tienen
la función de orientar al estudiante en la elección del tema ya que no todo
tema es pasible de indagación en una tesis, el marco conceptual pertinente
para su tratamiento, las estrategias metodológicas a utilizar, los
instrumentos con que se recolectarán los datos, entre otras. Previo a la
elaboración del trabajo final, se realiza un anteproyecto en el que se
plasman estas decisiones, que funciona como soporte general del proceso,
además de permitir al tesista focalizarse en los objetivos planteados.
También se prevén las acciones a realizar y su distribución en un
cronograma.

Pongamos un ejemplo. Supongamos que se desea indagar las percepciones


sobre el aprendizaje de los alumnos de una carrera de modalidad virtual:

- Primeramente se deberán fijar los objetivos del trabajo. Ellos son


los que determinan el foco de la investigación y condicionan el
abordaje teórico- metodológico. La permanente revisión de los
objetivos es una buena estrategia para volver a encauzar el rumbo
cuando se ha perdido de vista el qué y para qué se está
investigando.

- Se debe definir qué se entenderá por “percepciones”, cuál es la


perspectiva de análisis adoptada, además de buscar antecedentes
de trabajos de investigación que hayan estudiado las percepciones
de alumnos u otros actores educativos de este tipo de modalidad.
Se podrán incluir algunos desarrollos que den una idea de las
teorías del aprendizaje que son referencia para algunos teóricos
porque sustenta su visión de las potencialidades de las nuevas
tecnologías para la construcción del conocimiento. Esta etapa de
definición conceptual es fundamental porque es la que aporta

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categorías analíticas para “mirar” nuestro objeto de estudio; los
indicadores con que este se valorará se construyen en base al
recorte teórico. Algunos indicadores permiten recabar información
que aparenta estar a simple vista y otros deben ser construidos de
tal manera que permitan hacer visible algo que no es asequible ni
evidente a nuestros sentidos. El aprendizaje es un proceso interno
que se manifiesta en externalizaciones que podrían dar claves
sobre cómo sucede en cada sujeto, por lo que, definir descriptores
que puedan captarlo es una tarea compleja.

- Se determinarán las unidades de análisis (en este caso alumnos) y


el recorte: alumnos de la carrera de psicología, de las carreras
humanísticas, etc., acotando así quienes aportarán los datos. Si se
toma alguna decisión en relación a la inclusión de la población en
su conjunto o la constitución de una muestra, también debe
especificarse, así como el tipo de procedimiento utilizado para la
selección de las unidades de análisis que formarán parte de la
misma.

- Como ya podrá visualizarse, si lo que se desea es ver el proceso de


aprendizaje mediado por tecnologías desde el punto de vista de los
alumnos, las estrategias de recolección de datos escogidas tendrán
que ser aquellas que permitan cumplir con los objetivos. Si se
desea captar percepciones de alumnos de carreras a distancia,
recursos como las encuestas on line pueden ser una excelente
alternativa. Entrevistas en profundidad y grupos focales o de
debate podrían ser poco factibles de realizar a personas que viven
en lugares muy distantes. Varias pueden ser las fuentes de
información: algunos datos como la cantidad de alumnos
aprobados en los distintos tramos formativos puestos en relación
con la cantidad de alumnos que cursan, entre otros datos más
demográficos (edad promedio, sexo, títulos anteriores, experiencia
en este tipo de modalidad de aprendizaje) suelen usarse como
descriptores del estado de situación y marco general en que se
pueden leer las percepciones de los estudiantes.

En razón de lo dicho, una tesis, en su versión final, sintetiza los pasos


lógicos y los razonamientos que se llevaron a cabo para dar cuenta de la
investigación. Está de más decir que lo que debe primar es la coherencia

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entre sus componentes, correspondiéndose las decisiones teóricas con las
metodológicas.

La estructuración de la tesis dependerá, fundamentalmente, de la


disciplina a la que pertenece (biología, literatura, lenguas, ingeniería, etc.),
ya que cada una de ellas sugiere convenciones diferentes. Sin embargo,
hacemos referencia a un esquema general que puede dar al estudiante una
idea de las partes que la componen y los procesos que sintetiza.

Básicamente, la tesis se divide en tres secciones principales:

1) la sección inicial incluye elementos como la portada, la dedicatoria y los


agradecimientos, si los hubiere, el índice, el resumen o abstrat y la
introducción con los objetivos.

2) el cuerpo del trabajo reúne los capítulos, el marco teórico, la


metodología, y los resultados.

3) última sección incluye las conclusiones y recomendaciones basadas en la


discusión de los resultados.

ACTIVIDAD E

E.1. Monografía y Tesis ¿tienen rasgos en común? Si tu respuesta es


afirmativa encuentra al menos dos y desarróllalos.

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E.2. Desarrolla ahora dos características que diferencie estos géneros


discursivos.

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Bibliografía Lectura 4
Bajtin, M. (1952) Estética de la creación verbal. México: Siglo XXI.
Carbonell, R. (2008) Leer, escribir, hablar. Para comunicarte mejor. EDAF.
Henning, T. (1999) Literature Rewiew: Synthesizing Multiple Sources, IUPUI.
Indianápolis. University Writing Center.
Pineda Ramírez, M.I (2005) Taller de Lectura y Redacción. Volumen 1. México:
Pearson Educación.
Roldán, A. (1977). Cómo redactar una monografía. Buenos Aires: Didacta.
Vélez, G. (2005). El ingreso: la problemática del acceso a las culturas académicas
de la universidad. Colección de cuadernillos para pensar la enseñanza
universitaria, Año 2, Nº 1. Universidad Nacional de Río Cuarto.

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