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Revolución, Democracia y Populismo en América Latina// Alan Knight

El populismo regresa como los muertos en vida de la política latinoamericana, sin inmutarse
ante la brillante aurora de la democracia y el neoliberalismo, porfiada perdurabilidad en la
política, en el debate académico. A pesar q, los académicos desconfían del concepto, del
fenómeno del populismo, pero no lo rechazan, no lo desechan.

Principales analistas del populismo, tiene inquietud generalizada aunque no hay un consenso
teórico, sobre el concepto de populismo, a pesar que hay una cierta renuencia a sacarlo a
puntapiés, los expertos se aferran al concepto, aun cuando no se hay acuerdo acerca del
significado.

El populismo sigue vivo, tanto en teoría como en práctica, da que pensar, pues su poder de
permanencia sugiere algunas cualidades inherentes, algún tipo de afinidad con la realidad
latinoamericana, algún Material genético que podría ser interesante de analizar en mayor
detalle.

Lo que es o era el populismo latinoamericano. Si para algunos, es solo un concepto hueco, para
otros aun retiene una elusiva utilidad, LACLAU, proclama su comprensión “intuitiva” de lo que
significa populismo. Con poco característico empirismo, intentando hacer un inventario de las
definiciones y significados tomados de diferentes estudiosos. Sobre esta base, se recopila las
características en común:

a) Núcleo interno de atributos “consensuales”


b) Anillo exterior de atributos “en disputa”; aquellos imputados por algunos
estudiosos e ignorados o rechazados por otros.(es decir, un análisis radical)

Desfile de candidatos habituales incluye:

a) Convocatoria al “pueblo”, movilización popular, liderazgo dinámico (carismático)


b) Programa reformista antes que revolucionario; coalición multiclasista: una base
urbana.

Sin embargo, es un enfoque empiricista burdo, así lo señala LACLAU, el populismo no ha sido
objeto de un riguroso análisis teórico (comparación con –ismos feudalismo, capitalismo, etc.)

Presenta un desierto vacío, no se sigue la pista, los cientistas sociales, historiadores, podrán
tratar de volver a los principios básicos: evaluar la utilidad del concepto, malabares con su
significado según demandas teóricas o comparativas, a prueba si es iluminador o si produce
confusión. El autor lo considera como instrumental y nominalista: el “populismo” como
concepto es útil, ayuda a ordenar, comparar y comprender la vasta complejidad de la historia.

Pero con justificación instrumental, no posee una esencia inherente y perdurable. No existe
“populismo” platónico en relación al cual se podría evaluar una caótica realidad aristotélica.

El potencialmente útil “populismo” el autor lo construye sobre la base de procesos históricos,


más que sobre convergencias historiográficas, porque son convergencias erradas, que inducen
error, confunden y no clarifican, por ende, el conocimiento de los procesos históricos de parte
de cualquier individuo, es parcial y polémico, el aparato conceptual puede q funcione para un
individuo y no para otro. La dialéctica del debate Público conduce hacia delante la discusión
con ideas desarrolladas.

Para muchos, el populismo conserva fuertes connotaciones negativas y por esa razón es más
fácilmente usado en un sentido peyorativo que positivo. Pero sería excesivamente efectista.

La derivación etimológica de “populismo” de populus, lo que explica la connotación de un


movimiento, régimen, líder o estilo que reivindica algún tipo de afinidad con “el pueblo” ,pero
la reivindicación puede no tener asidero; “afinidad” puede querer decir muchas cosas y el “el
pueblo” es otro termino notoriamente vago. El pueblo es un punto de partida, posee lógica
etimológica y si se parte de ella, ofrece una manera de encontrar el sentido de “populismo” el
concepto conserve alguna utilidad sin perder toda la especificad

El populismo connota un estilo político, weffort: rasgos exteriores, no relación con ideologías,
periodos. Alianza especifica periodo o alianza de clases especifica; sostiene el estilo más
efectivo políticamente e históricamente relevante en algunos momentos, lugres y periodos
que en otros.

Estilo: los populismos fallidos y desechables son bastante más comunes q variantes exitosas y y
genuinas

El estilo populista implica lazo líderes políticos y sus seguidores

El populismo ofrece una particularmente intensa forma de “enganche” asociada con periodos
de rápida movilización y crisis. Es el caso del populismo clásico (peronismo, cardenismo) y del
neopopulismo según Panizza asociado tiempo de inestabilidad y desalineación.

Tiempos con trastornos económicos, ajuste estructural

El populismo = crisis, “es un concepto vago, usado promiscuamente y subteorizado ,

.”

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