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El populismo regresa como los muertos en vida de la política latinoamericana, sin inmutarse
ante la brillante aurora de la democracia y el neoliberalismo, porfiada perdurabilidad en la
política, en el debate académico. A pesar q, los académicos desconfían del concepto, del
fenómeno del populismo, pero no lo rechazan, no lo desechan.
Principales analistas del populismo, tiene inquietud generalizada aunque no hay un consenso
teórico, sobre el concepto de populismo, a pesar que hay una cierta renuencia a sacarlo a
puntapiés, los expertos se aferran al concepto, aun cuando no se hay acuerdo acerca del
significado.
El populismo sigue vivo, tanto en teoría como en práctica, da que pensar, pues su poder de
permanencia sugiere algunas cualidades inherentes, algún tipo de afinidad con la realidad
latinoamericana, algún Material genético que podría ser interesante de analizar en mayor
detalle.
Lo que es o era el populismo latinoamericano. Si para algunos, es solo un concepto hueco, para
otros aun retiene una elusiva utilidad, LACLAU, proclama su comprensión “intuitiva” de lo que
significa populismo. Con poco característico empirismo, intentando hacer un inventario de las
definiciones y significados tomados de diferentes estudiosos. Sobre esta base, se recopila las
características en común:
Sin embargo, es un enfoque empiricista burdo, así lo señala LACLAU, el populismo no ha sido
objeto de un riguroso análisis teórico (comparación con –ismos feudalismo, capitalismo, etc.)
Presenta un desierto vacío, no se sigue la pista, los cientistas sociales, historiadores, podrán
tratar de volver a los principios básicos: evaluar la utilidad del concepto, malabares con su
significado según demandas teóricas o comparativas, a prueba si es iluminador o si produce
confusión. El autor lo considera como instrumental y nominalista: el “populismo” como
concepto es útil, ayuda a ordenar, comparar y comprender la vasta complejidad de la historia.
Pero con justificación instrumental, no posee una esencia inherente y perdurable. No existe
“populismo” platónico en relación al cual se podría evaluar una caótica realidad aristotélica.
Para muchos, el populismo conserva fuertes connotaciones negativas y por esa razón es más
fácilmente usado en un sentido peyorativo que positivo. Pero sería excesivamente efectista.
El populismo connota un estilo político, weffort: rasgos exteriores, no relación con ideologías,
periodos. Alianza especifica periodo o alianza de clases especifica; sostiene el estilo más
efectivo políticamente e históricamente relevante en algunos momentos, lugres y periodos
que en otros.
Estilo: los populismos fallidos y desechables son bastante más comunes q variantes exitosas y y
genuinas
El populismo ofrece una particularmente intensa forma de “enganche” asociada con periodos
de rápida movilización y crisis. Es el caso del populismo clásico (peronismo, cardenismo) y del
neopopulismo según Panizza asociado tiempo de inestabilidad y desalineación.
.”