Está en la página 1de 13

Primer Plenaria

Pastor Alberto Rey

Vamos hablar sobre la importancia del liderazgo.

Estuve hasta temprano meditando sobre lo que les iba a compartir por todo lo
que el Señor va hacer con esta Iglesia durante todo este año, es un año de
crecimiento. Estamos sintiendo que algo poderoso va a pasar en la Iglesia y
debemos prepararnos para lo que viene.

Soy un convencido de que la Iglesia no crecería si no tendríamos este tipo de


reuniones tan intimas, creo que el liderazgo necesita ser fortalecido,
revalorizado; muchas veces nosotros no nos damos cuenta lo que significamos
para la gente que lideramos, la importancia que tiene tu vida, tu ministerio, la
importancia que tiene tu liderazgo sobre la vida de las personas.

No es lo mismo que una persona decaiga y abandone a que deje un líder y


abandone, el impacto es mucho más fuerte por eso debemos cuidar.

Es valorable ver que se invierte en un liderazgo porque si hay un liderazgo fuerte


va haber una iglesia muy fuerte.

Hechos 5:12 -16

Vamos a ver una serie de versículos para ver la vida de Pedro y que es lo que
estaba pasando en la Iglesia primitiva y luego observar características de Pedro
que fueron pasando en su ministerio mientras estaba al lado de Jesús.

Soy un convencido que hay poder en la declaración que decimos genera senda,
espacio para nuestra vida.

“Señor Jesús yo nací para ser feliz, para servirte y para mi es un privilegio. Utiliza
la vida del Pastor Alberto dale sabiduría, revelación, ciencia, profecía, gracia para
ministrar tu palabra. Vacíame de mi y lléname de ti, en el nombre de Jesús.
Amén”

La vida de Pedro es una vida que nos inspira, un hombre que el Señor lo utilizaba
a diario. Veíamos como el caminaba y la manifestación de la gloria de Dios era
tremenda en aquel momento de tal manera que la gente se agolpaba, llevaba los
enfermos, los ponía cerca de él para que a lo menos la sombra cayese y sean
sanos.

Que extraordinario ver a un hombre tocado, ver un movimiento espiritual tan


fuerte que la gente entonces ni siquiera necesitaba tocarlo, solo la sombra.
Miren si esto nos comienza a pasar en el liderazgo de la Iglesia del Puente, usted
está caminando, está por ahí la sombra suya toca a la gente, se sana, aleluya
quien te para. Lo vemos tan lejano pero creo que puede pasar esta situación si
realmente nos calibramos cosas mayores podemos hacer, así dijo el Señor y esas
cosas mayores por supuesto el Señor las va hacer a través del liderazgo y a través
de una Iglesia comprometida.

Pedro, este hombre que estaba bajo la unción, bajo un movimiento tremendo, un
avivamiento, la Iglesia primitiva estaba siendo sacudida y Pedro era ese
instrumento que Dios estaba utilizando para que esa Iglesia crezca y se
desarrolle. Por eso dije al principio que si nosotros como líderes nos
comprometemos de tal manera que nos dejemos llevar por el Espíritu Santo y
que el Señor utilice nuestras vidas cosas mayores podemos hacer.

Lo cierto que en la vida todos somos evaluados.

Todos pensamos y quisiéramos un poquito ser como Pedro, que la sombra caiga
pero no miramos a ese Pedro que también fue fallando, tuvo errores estando al
lado de Jesús y a veces pensamos que los líderes no pueden cometer errores y sí
los cometemos; hay alguien que seguro los ha cometido, yo he cometido
muchísimos errores y la evaluación en nosotros está siempre, siempre vivimos
evaluando a las personas. Es más, es nato en nosotros; caminamos miramos la
verdura y decimos está buena y esta mala, decimos compro estas papas: están
buenas, están malas; miro al hermano y ya tengo un registro de ese hermano
pienso si es espiritual o no lo es, si es carnal o no lo es, lo evaluamos.

Tenemos un grupo liderando y usted mismo como líder sabe cuál es el más
espiritual y en el que puede confiar más que en otros y dice a este le daría todo y
a este no le daría nada, este está para predicar y este está para mandarlo a
liberación. Nosotros vivimos evaluando personas.

Cuando miramos la vida de Pedro nos encontramos que tiene algunas situaciones
en su vida y sin embargo a pesar de eso no es desechado, al contrario.

Las situaciones que podemos vivir son las que nos pueden potenciar.

Mateo 14.29-30

Cuantas veces hablamos de ese Pedro que se hunde pero es el único que camina u
once que estuvieron en la barca y el único que camino fue Pedro y nos quedamos
muchas veces centrados en ese hombre que se hunde.

Muchas veces nos van a pasar cosas dentro del liderazgo, no es todo color de
rosas. Quien te diga que le va muy bien en el liderazgo y que no tiene problemas
con nadie te está mintiendo.
Nosotros tenemos en nuestros grupos celulares líderes que me vienen a decir:
“por favor Pastor sáquemelo de mi célula me está volviendo loco” y yo le digo:
“bienvenido al club” porque compartimos la carga y en aquellos tiempos que no
usábamos células nosotros era: el Pastor no me visita, no me quiere, no viene
hacer el responso, no tiene amor; ahora cambiaron las cosas: el líder no me
visita, el líder no tiene amor, no me quiere y cuantos más te quejas más de esos
Dios te manda.

A veces tenes que estar muy calibrado porque tenes ganas de matar alguno y
tengo que orarme solo, uno se tiene que calibrar porque te agarran cosas adentro
porque la gente piensa que los Pastores tienen alas, pero también tenemos
nuestras cosas.

El otro día estábamos arreglando el bombeador y al bombeador se le sale la


correa y empieza a zapatear y tuvimos que llamar a alguien que se especializa en
bombeadores, lo arregló y anduvo 4 días perfecto sin un ruido y luego se rompió
otra vez y tuvo que volver el especialista otra vez y ahora anda bárbaro. A veces a
los líderes nos pasa eso se nos sale la correa, nos tenemos que ir orando porque
te encontras con ese tipo de personas que tienen el poder de sacarte. Vos ya lo
ves y decís: ¡Uhh! Y cerras los ojos y los abrís para ver si se fue pero está más
cerca. Y a veces pensamos no puedo ser así, ¿por qué soy así Señor? ¿Me faltará
oración? ¿Qué me está ocurriendo? ¿Por qué soy así? Y es que nos pasan ciertas
cosas a los líderes.

Hasta en la evaluación decimos a este no lo pondría ni que levante la ofrenda y


cuando alguien pone dicen: ¿Cómo no tiene discernimiento el Pastor? ¿Cómo va a
poner a ese tipo? ¿Si supiera lo que tiene al lado? Descuídate un minuto y te
arruina todo.

Pedro se hunde pero también hay varios de los discípulos que cometen errores
por ejemplo Tomás.

Juan 20.24-25

Mira qué equipo tenía Jesús.

El hombre lo había visto todo pero ahora está dudando.

Gente que si miras un poco no lo pondrías ni loco.

Judas, que decir de él que lo vende, se ahorca. Vemos a ese Judas que no le
importa que mire su propio beneficio.

Marcos 10:35-38
Santiago y Juan pidiendo sentarse a la derecha, buscando el posicionamiento y no
está mal que nos den un lugar, pero otra cosa es creer que necesito o me
pertenece ese lugar.

Nos encontramos con discípulos complejos al lado de Jesús pero sin embargo no
son desechables.

Muchas veces nosotros como líderes nos sentimos como fuera del círculo, porque
muchas veces nosotros medimos nuestras vidas por nuestros errores.

Nos encontramos con este Pedro que niego, con Judas que es un mal necesario,
con Tomas que duda pero este Pedro llega también a negar a Jesús. Sin embargo,
el primer pasaje que leímos dice que Pedro pasaba y su sombra caía sobre los
enfermos y los enfermos eran sanados, muchos atormentados eran liberados,
pero nos encontramos con un Pedro que también había pasado por un momento
muy difícil donde la presión generó que el niegue a su Señor, pero había que
estar en ese momento, le juega una mala pasada su propia humanidad.

No te encontraste con personas que quieren abandonar todo y vos decís: ¿Cómo
puede ser que quieras abandonar con todo lo que Dios hizo en tu vida? ¿Con todo
lo que vistes?

A nosotros nos cuesta mucho tener que consolidar al liderazgo porque se sienten
que no puede, que no tienen fuerzas, tienen ganas de volver atrás, retroceder.
Pero ahí está Dios llamándonos siempre porque como alguien dijo: “El que nace
para esto no sirve para otra cosa”

Tenemos la gran necesidad de seguir en pos de lo que el Señor nos puso por
delante.

Mire este Pedro antes de ese momento de gloria, de ese gran avivamiento.

Mateo 26:69-74

Jesús le había hablado claro le dijo que lo iba a negar y el dijo no yo voy a dar mi
vida por vos. Lo que Pedro dice es verdad, es lo que siente, es lo que le pasa
dentro. Es lo que nosotros hacemos cada vez que agarramos el liderazgo,
tomamos el liderazgo y muchas veces no medimos los costos del liderazgo y hay
que trabajar con gente, no es fácil. La gente hoy te quiere y mañana te crucifica,
mañana te invita a comer y pasado te pide que le pagues lo que te invito a comer.

Es difícil poder trabajar con personas, hoy te aman y sos el mejor líder del mundo
y mañana es complicado y ese tipo de cosas hacen que muchas veces nosotros
pensemos si seguir o no, si vale la pena.

“Si vale la pena servir al Señor, no hay nada más hermoso que servir a Cristo”
No dejes por una o dos personas, mira a esas personas que pudo Dios afectar a
través de tu vida y tu ministerio.

Cuando un líder abandona nuestros grupos celulares el efecto que produce en la


vida de aquellas personas que están afectadas por ese líder, es terriblemente
triste. Tener que reubicar a esa persona.

Solo pónganse en el lugar de esa persona que visualiza a su líder y dice: ¡Ahhh! Y
dice ahí esta entro la unción y mañana te dice: no deja dejo todo, la hermana
Anastasia me tiene cansado, abandono. Esa persona queda como: ¿y ahora donde
voy? Y ahora a reubicarlo en otro lugar que quizás comienza a pensar no es igual
que mi líder que tuve o a este le falta y se produce adentro de la persona como un
malestar y muchas veces aunque a esas personas las podemos recuperar, hay
otras que no se recuperan y cuando no podemos recuperar a esas personas es
muy triste verlos fuera del Señor.

¡Tú no te puedes dar el lujo de volver atrás! ¡No puedes darte el lujo de
retroceder, tienes que seguir adelante! Pídele al Espíritu Santo que te llene, que
te fortalezca, que te haga una coraza de su Espíritu sobre ti.

¡Entiende que lo tuyo si vale la pena! ¡Sigue adelante Dios está contigo!

Pedro se siente culpable, lloró, se quebrantó, quiso abandonar, sin embargo,


Jesús no lo desecha.

Jesús no los desecha.

Allá por los años 95 tomé el pastorado en la iglesia donde estoy, la iglesia que nos
dieron estoy agradecido porque el Señor ha sido muy bueno pero nuestra iglesia
eran 8 hermanos.

Tenía 28 años, mi esposa era muy jovencita y el pastor que era mi amigo hasta
ese día era mi amigo, me dijo no tengo nadie a quien poner en la iglesia, ¿te
animas? Pero no es así dejame que hable con Dios a ver si quiere que este acá, no
es si a vos te parece o a mí me parece y me dijo: bueno yo oré y lo sentí y le dije: lo
que vos sentiste lo tengo que sentir yo, no es la cuestión que vos sientas y yo no
sienta nada. Vos me das el paquete porque Dios te dijo y yo lo tengo que llevar,
dejame que yo también sienta que lo que el Espíritu Santo te hablo a vos me lo
haga sentir a mí. Bueno pasaron unos días y ore y sentí que Dios quería que
estuviera ahí, bueno creo que sentí.

Fui y le dije a mi esposa, Miriam sabes que siento que Dios me está poniendo una
carga el pastor fulano me ofreció la iglesia nosotros éramos predicadores
itinerantes y Miriam me dijo claramente si vos sentís anda vos pero yo no voy y
ahí fue fuerte porque si no tenes tu compañera que te apoye estás en el horno.
Entonces lo llame al hermano, al pastor y le dije: mira no puedo recibir lo que me
das, pero yo sentí y yo también creí sentir pero ella no siente.

Pasaron unos meses y eran como las 3 o 4 de la mañana, se despierta mi esposa


de la nada y yo estaba roncando, me pone la mano en el pecho y le digo: ¿Qué
paso? ¿Qué paso? Pensé que había entrado alguien a la casa. No, Dios me acaba
de hablar. Pero no me hagas así que me vas a matar, me acaba de hablar que
tenemos que tomar esa iglesia. Olvidate pasaron ya como 6 o 7 meses, ya tienen
Pastor, olvidate ya está, ya fue. Me dice: llamalo, llamalo, entonces llamo al
Pastor y me dice: te estaba esperando, no había nadie que quería esa Iglesia.

Bueno arrancamos, eran 8 hermanos y tenía un par de abuelos y 2 hermanos que


eran más o menos jóvenes pero la mayoría eran gente grande y se empezaron a
criticar entre dos matrimonios que limpiaban la iglesia; una que limpiaba mucho
y la otra que limpiaba como podía y en mi primer consejo pastoral fue tratar de
poner paños de agua fría porque la hermana decía: si la hermana Filomena
limpia así lo que debe ser la casa. Y pueblo chico, infierno grande, todo corre
enseguida.

Mi primer consejo de liderazgo, para discipular, para contener, no trabajábamos


con célula, no teníamos oficina y ponemos 5 sillas, un matrimonio por acá y el
otro por allá; los dos gente grande y empiezo a decir: hermanos vamos a orar y
oramos y les digo: hermanos tengo una palabra para ustedes, y empiezo a
aconsejar: tenemos que tratar de llevarnos bien, tienen que valorar la limpieza
de la hermana y me dice: usted puede ser mi hijo y la otra decía: si tiene razón. Se
criticaban y ahora se ponían en complot contra mí. Y me decía: usted puede ser
mi hijo y a mí no me va a decir lo que tengo que hacer y las dos me empezaron a
criticar y una dice: Francisco, era mi salmista y tenía como 80 años, vamosno de
esta iglesia yo te dije que este muchacho era muy joven y la otra dice: si, vamosno
también y se me fueron los dos matrimonios. Tenía 8 hermanos y de los 8 me
quedé con 4.

Perdí el sueño, porque cuando a un líder le pasa que da un consejo y no es


valorado y se te va la gente vos decís: no sirvo para nada. Entras en una situación
de frustración tan grande que decís: ¿Para qué agarre esto?

Me fui a llevarle las llaves al Pastor, recuerdo que tenía un maletín negro
cuadrado. Y voy y me dice: ¿Qué te pasa? ¿Cómo va la iglesia? Para la mona le
dije. Me parece que sentí mal, vos sentiste mal, mi esposa sintió mal, todos
sentimos mal, se me acaban de ir 4 hermanos… ¿quién? Fulano, mengano… ¡Uhh!
No te puedo creer, tan buena gente. Con vos buena gente conmigo me querían
matar.
Bueno lo cierto es que le quise dejar las llaves y me dijo: “Lo que se da no se
devuelve”, ese fue el consejo pastoral.

“Lo que se da no se devuelve”

Pero le digo: escuchame ¿Cómo voy hacer? No puedo más. Hermano, delante del
Señor me enferme de doble úlcera duodenal. Estaba en el baño de la iglesia y me
fui por dos días en sangre.

Me fui de nuevo a ver al Pastor y le dije: esta gente me está matando, le dije: en
serio te lo pido por favor prestame atención… y antes de que hable el me dice: “lo
que se da no se devuelve”.

Le pedía perdón a mi esposa todos los días, pero algo acá adentro me decía: no
dejes, si no te quieren recibir la llave es porque yo estoy acá, no dejes. Yo le iba a
cambiar la cerradura.

Uno se hace un autoevalúa y piensa si está orando mal, tengo que ayunar más;
estaba enfermo, tomando medicación; ¿qué estoy haciendo mal? Era tan feliz, iba
por todo el mundo predicando, todos me querían ¿qué hago acá?

Pasaron los años, la iglesia comenzó a crecer de a poco, no fue algo explosivo, me
empecé a rodear de personas de influencia, personas que te pueden inspirar, que
están un poco más adelante que vos, que te pueden potenciar, empecé a
preguntar porque trataba de aprender de otros.

“El día que dejas de aprender, es el día que dejas de enseñar.”

Entonces empecé a rodearme de gente que me podía enseñar, llegue a rodearme


de personas de influencia y la iglesia de a poco empezó a crecer. Esa gente
gracias a Dios no vino más pero Dios me empezó a dar gente nueva, no fue
explosivo el crecimiento fue muy lento al comienzo.

Creo que Dios siempre recompensa la perseverancia, persevera, no abandones,


no retrocedas, no dejes, tú eres importante en el cuerpo de Cristo, tú vales la
pena también.

Cristo no murió por cualquier persona murió por ti y encima nos puso liderazgo,
nos puso capacidades.

Se acuerda cuando muere Jesús lo ponen en el sepulcro y aparecen los ángeles y


en un pasaje bíblico Pedro se sentía mal, creo que se sentía culpable por lo que
había hecho. Pero aún así el Señor sabe cómo hablarnos.

Marcos 16:5
Eso me llama la atención de cómo el Señor lo incluye cuando muchas veces
nosotros nos salimos porque no aceptamos nuestros errores, pensamos que el
liderazgo no tiene que tener fallas y todos vamos camino a la perfección.

Vieron que a veces nos reunimos con algunos seres queridos y vos podes hacer
todas las cosas bien pero hiciste algo más o menos que no está correcto y
enseguida te dice: ¿Y vos vas a la iglesia? ¿Y vos sos líder? ¿Y vos sos creyente? ¿Y
sabe tu Pastor lo que haces?

Sin embargo, el Señor lo incluye… dile a los discípulos y a Pedro, ¿qué a caso
Pedro no era parte de los discípulos? Si, era parte. Pero el problema estaba en la
mente, el gran problema nuestro muchas veces está en la mente, sentimos
muchas veces que no podemos porque nosotros nos rotulamos, nosotros nos
ponemos contra la pared.

El Señor es tan bueno que vino a buscar gente imperfecta para llevarla camino a
la perfección, el apóstol dice: no pretendo haberlo alcanzado pero prosigo a la
meta…

No te puedo asegurar que en el camino no te encuentres con personas ingratas,


no te lo puedo asegurar pero la verdad es que también te vas a encontrar con
gente que te lo va agradecer toda la vida.

Cuando me convertí, mi madre murió y yo tenía 20 años, ella murió de cáncer


terminal y era ciega mi madre, fue perdiendo la vista paulatinamente y mi padre
murió cuando tenía 9 años.

Conozco a Cristo en una casa abandonada, viviendo solo, en un lugar lúgubre,


donde el agua salía por hilitos, era terrible pero Dios de ahí me rescató. Me
drogaba en esa casa, vivía solo en estados depresivos profundos, tuve 3 intentos
de suicidios como muchos de ustedes que tuvimos una vida sin Dios un desastre.

Jamás pensé que iba a ser Pastor, jamás de los jamases. Jamás pensé que podía
influenciar a otros, fui porque necesitaba a Dios como todos nosotros. Pero había
un hombre llamado Edgar Núñez Vega Rodríguez, de Bolivia que ese muchacho lo
pusieron para que me siga a mí, no trabajaban con células pero lo pusieron para
que me siga.

No sé lo que habrá visto el Pastor pero este muchacho me hacía marca personal
como Samuel, el donde iba el tipo aparecía. Tenía una conexión con el Espíritu
Santo, tenía una conexión tan fuerte que era imposible zafar de ese hombre.
Aparecía con su Biblia grande y decía: tengo una palabra para vos.

Me acuerdo que un día había arreglado todo: había ido a la iglesia una vez, dos
veces y me lo pusieron y había arreglado todo ese día para irme a bailar y ¿Quién
golpea la puerta? Edgar Núñez Vega. ¿Dónde vas? Yo todo perfumado listo para
irme, me dice: ¿puedo pasar un minuto? Me habría la Biblia y no me iba a bailar
porque se me iba la hora y me daba no sé qué decirle porque te vas que me
quiero ir a bailar y llevaba un registro de cada momento de mi vida en una hoja
cuadriculada, llevaba todo: fecha tal este es el problema que tuvo, fecha tal
Alberto estaba de esta manera oramos por él, todo lo llevaba como un libro
diario de cada lucha y cada cosa que pasaba.

Me mete en el seminario en el primer año y el hombre se tiene que ir a Lima, Perú


porque Dios lo había llamado para allá. Va hasta mi casa y me dice: yo no sé,
quizás no entiendas todo esto pero Dios va a usarte Alberto. Y por dentro
pensaba ¿qué me va usar Dios a mí? Si tengo 20.000 errores, tengo cosas que
todavía no están inconclusas en mi vida ¿qué me va usar Dios a mí? El hombre
ora por mí y se va, no sabe lo que lloré porque ese líder había cumplido una
misión con Dios a otro país.

Mire la importancia que tiene le liderazgo en la vida de una persona, a pesar de


que tengas cansancio, que estás agobiado, que tenes 20.000 problemas, que tenes
deudas, que tenes obligaciones pero lo importante que es tu vida para esa gente
que lideras, sea en el área que la tengas a esa persona, tú eres muy importante
para ellos.

No lo vi más a ese hombre, pasaron no sé cuantos años y no lo volví a ver. Por ahí
lo ubico ya siendo Pastor y teniendo 9 iglesias, lo ubico por allá por Bolivia, hago
que lo llamen desde la oficina para que venga el hombre a observar.

Le pagan los pasajes, viene de Bolivia con su familia, pagamos los pasajes para
todos, lo invito al aniversario número 9 el hombre se para en el púlpito y se pone
a llorar y empieza a llorar y yo pienso: pero predica, no te invité para que llores y
lloraba y lloraba y lloraba y dice el hombre dice: Yo sabía que Dios tenía algo con
este muchacho.

Usted sabe que Dios tiene algo con esa gente que lidera, no me deje, no me
retroceda, avance hacia la meta, Dios hará algo grande con usted y con esa gente.

Quizás Pedro se sentía descalificado y eso nos pasa muchas veces a nosotros nos
sentimos descalificados, porque sentimos como que no hemos hecho las cosas
correctamente pero Jesús es tan bueno, no te descalifica.

No te descalifiques, Dios es bueno.

Empezamos a trabajar con células, empezamos a trabajar con equipo, nos


empezamos a rodear de personas.
No puedes ganar el mundo si primero no formas un equipo. El equipo es
importante.

Ustedes son el equipo del Puente, la cúpula más importante, ustedes son el
equipo que hace que esta iglesia sea lo que es, ustedes no pasan desapercibidos,
el trabajo que ustedes hacen se conoce, se sabe, trasciende, pasa los límites de
Quilmes, pasa los límites de Buenos Aires, pasa los límites de nuestro país, el
trabajo que ustedes logran hacer.

Nosotros tenemos una reunión que se llama noche de ungimiento y milagros, a


veces buscamos la Gloria de Dios o la gloria de los hombres, si buscas la gloria de
los hombres muchas veces te van a pagar mal porque los hombres quieren que
hagas lo que ellos quieren y a veces buscar la Gloria de Dios te puede llevar a que
te critiquen, pero que importa si estás haciendo lo que Dios dice y te ve bien.

Empezamos a trabajar, forme un equipo y a partir de ahora vamos hacer esto,


Dios me lo marco. Vio que cuando Dios le marca algo olvídese, Dios va por
delante y si Dios va por delante te va ir bien.

Pero lo cierto es que necesitamos formar equipo, llame al liderazgo les dije:
muchachos vamos a trabajar de esta manera, Dios me está poniendo esta carga,
vamos hacerlo y hay gente que te entiende, otros tratan de entenderte y hay otros
que no te entienden nada.

Vamos Pastor, Dios está con usted vamos para adelante, el otro dice: bueno si el
Pastor lo dice y el otro: Ahhh pero va igual porque el otro lo empuja, se siente, te
mira, te escucha, te dice: amén para que no se den cuenta pero allá lo tenes, está
en la estratósfera.

Lo cierto que arrancamos la noche de ungimiento y milagros todos los primeros


de cada mes, que fue a predicar su Pastor, todos los primeros de cada mes caiga
como caiga, si es lunes, martes, miércoles, jueves, no importa el día que caiga el
primero es como la primicia que le damos a Dios.

Empezamos hacerlo y los hermanos, yo estaba en la oficina y tengo un visor


donde veo la Iglesia, fue un martes mi primer ungimiento y no había nadie,
empecé a sudar frío.

Empecé a probar la fe de los hermanos y le pregunte: ¿Cómo está la Iglesia?


Tranquilo Pastor ya va a venir la gente. El otro dice: Y hay poca gente pero bueno
es día laboral y le preguntabas al otro y te decía: no hay nadie. Tenes de todo en
el grupo, está el que te pone pun para arriba y el que te aplasta, te pasa el tractor
te pasa por encima.
De repente empezó a llegar a la gente y el que estaba pun para arriba decía:
Pastor ya está repleto y vos mirabas y faltaba llenar; que linda esa gente que
tiene fe, no miente tiene fe.

Y el del medio dice: Pastor me parece que se llena hoy y el otro dice: mire usted,
parece que va a funcionar.

Cuando se llegó de golpe el que estaba pun para arriba veía gente hasta en el Coto
comprando, el del medio decía: está repleto y el otro decía: no sabe yo lo sentía
en mi espíritu.

Eso es lo lindo del liderazgo que el otro se va animando, va creyendo, se va


contagiando.

Somos el fruto de las 10 personas más cercanas. ¿Con quién te estás rodeando?
Con la suegra.

Tu mente, tus pensamientos, todo lo que haces está ligado a las 10 personas que
te rodean todos los días.

Lo que me llama la atención es que Pedro llega un momento que dice esto, ya se
sentía mal, ya estaba mal: me voy a las redes muchachos y otro en vez de decirle
vamos a orar, ayunar; vamos te acompañamos, se fueron todos, se fueron a
pescar porque tenía un liderazgo muy fuerte.

Decía vamos al mundo, bueno vamos. Vamos a servir a Dios, bueno vamos. Lo
que decía lo seguían.

¿Y quiénes estaban pescando con él? Todos los problemáticos. Tomas, los hijos
de Zebedeo que se peleaban por un puesto y Jesús va a buscar la célula
complicada, a los complicados.

Muchas veces nosotros a los complicados los excluimos, pero Jesús va por ellos,
va por esos que se sentían excluidos, ahí está Jesús.

¿Cuántas veces hemos dicho? Señor esto no va ni para atrás, ni para adelante,
pero seguimos.

Ahí está Jesús con los discípulos complicados, difíciles.

Juan 21:15-17

Miren que hermosa palabra porque observamos que Jesús le hace la misma
pregunta 3 veces, hasta que Pedro se pone mal y le dice: tu sabes que te amo y el
Señor le manda una labor a pastorear, a apacentar.
¿Saben porque le dijo tú sabes? Porque en otras palabras Pedro tenía en su
mente aquel momento en que lo había negado y le estaba diciendo: tú lo sabes
todo, sabes que te digo de verdad, te puedo fallar pero que te amo es de verdad.

A veces como líderes podemos fallar pero el Señor sabe que lo amas y ese amor te
capacita para hacer lo que Él te mande. No te rotules, no te midas por tus errores.

Siempre vivimos evaluando a las personas, si te evaluarías hoy ¿Cómo lo harías?


¿Cómo dirías de tu vida? Estas en lo mejor de tu vida espiritual, dando lo mejor
de tu liderazgo. ¿Cómo te rotularías?

Pero si digo: ¿Cuántos aman a Jesús? Si lo aman mucho… y es ahí donde Jesús nos
pone porque si lo amas, amarás a las personas, lo servís con alegría, si amas a
Dios vas a seguir en pos de ese llamado.

Jesús viene a buscarnos, algunos me llaman como el Pastor de oportunidad, no sé


si lo soy pero trato de dar oportunidades como Jesús me las da a mí todos los
días, tampoco me paso al otro extremo que está en adulterio y lo pongo a liderar;
pero a veces veo que si es un error humano que lo puede tener cualquiera
entonces se que hay un potencial que necesita ser formado pero que todavía
sigue siendo útil.

Somos útiles para lo que viene, este año 2017 creo que Dios nos va a dar una gran
cosecha a los que están calibrados con el Espíritu Santo.

A nosotros nos toca cuidar ese fruto, no desmerezca lo que Dios le dio, dele
oportunidad.

Hay un muchacho en nuestra congregación que es bastante difícil, tiene un buen


corazón pero a veces dice todo lo que piensa y a veces decir todo lo que pensamos
te puede dejar más solo que Adam en el día de la madre. Uno tiene que saber
decir las cosas y hay cosas que te vienen al pensamiento que no podes decirlas
porque muchas veces el que dice lo que piensa no utiliza el sentido común, la
evaluación de lo que puede generar eso, de lo que puede ganar.

Muchas veces tenemos conceptos de las personas y si lo decimos podemos


quedarnos sin amigos, sin personas, sin hermanos, nos quedamos en el cono del
silencio.

Estábamos en la oficina y dice: esta fulano de tal Pastor quiere pasar, está en la
puerta y el que está al lado mío me dice: no lo atienda, no lo deje pasar. Y el que
está a la puerta me dice: ¿Qué hago? Dejalo que pase. Me saluda, me abraza, le
digo: dame un minuto que voy al baño y tengo el baño abajo y lo dejo con el que
no quería que lo haga pasar, cuando subo ya estaban peleando, estaban
discutiendo y el otro le decía: yo quiero ser su amigo y le decía: nunca vas a ser
mi amigo, a mis amigos los escojo.

Le dijo no tengas en cuenta lo que te dijo a veces la gente tiene días malos y me
comienza a decir: me quiero ir porque estoy cansado que me traten así y le digo:
lo que pasa es que tenes una manera de decir las cosas que no es la mejor, tenes
mucho de Dios, si pudieras pulir esa forma y el hombre abre su corazón y me
dijo: Ayúdeme Pastor. Y le digo: te voy ayudar si haces lo que te digo y él me dijo:
voy hacer lo que me dice.

Sabe el cambio que tuvo ese muchacho fue impresionante, a veces la gente
necesita de nuestro cariño, de un líder que se ponga al lado de él.

El otro día me dice: la verdad Pastor cuánta razón tiene usted a veces hay que
aguantarse a algunos que son como el que atendimos ¿se acuerda ese día? Y le
digo: hablando de eso, ¿cómo estás con él? Somos re amigos.

“Vas a ser un líder poderoso, este año el Señor te va asombrar y si te puso alguien
medio complicado, pegate una orada, calíbrate porque lo que se da no se
devuelve.”

Oración

Gracias Señor por el liderazgo, porque me diste la capacidad de afectar a otros,


gracias porque no me miras desechándome sino que vienes a buscarme, me
fortaleces, gracias por el privilegio que hoy tengo de darte lo que soy; usa mi vida
Señor, que a través de mí muchos te conozcan, muchos sean edificados, muchos
sean fortalecidos en el nombre de Jesús. Te amamos, te bendecimos.

Bendigo el liderazgo que me diste, el ministerio que me diste, bendigo todo lo


que pusiste en mis manos, levántalos, fortalécelos, renuévalos en el nombre de
Jesús.

Ahí está Dios rodeando ese grupo que puso a tu cargo, esas ovejas que puso a tu
cuidado, las está envolviendo. El poder del Espíritu Santo renueva, fortalece,
levanta, está obrando en esas vidas ahora.

Señor fortalécelos, ayuda a ese grupo que lidero. Ahora el Señor los fortalece a
ellos y te fortalece a ti.

También podría gustarte