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Estuve hasta temprano meditando sobre lo que les iba a compartir por todo lo
que el Señor va hacer con esta Iglesia durante todo este año, es un año de
crecimiento. Estamos sintiendo que algo poderoso va a pasar en la Iglesia y
debemos prepararnos para lo que viene.
Vamos a ver una serie de versículos para ver la vida de Pedro y que es lo que
estaba pasando en la Iglesia primitiva y luego observar características de Pedro
que fueron pasando en su ministerio mientras estaba al lado de Jesús.
Soy un convencido que hay poder en la declaración que decimos genera senda,
espacio para nuestra vida.
“Señor Jesús yo nací para ser feliz, para servirte y para mi es un privilegio. Utiliza
la vida del Pastor Alberto dale sabiduría, revelación, ciencia, profecía, gracia para
ministrar tu palabra. Vacíame de mi y lléname de ti, en el nombre de Jesús.
Amén”
La vida de Pedro es una vida que nos inspira, un hombre que el Señor lo utilizaba
a diario. Veíamos como el caminaba y la manifestación de la gloria de Dios era
tremenda en aquel momento de tal manera que la gente se agolpaba, llevaba los
enfermos, los ponía cerca de él para que a lo menos la sombra cayese y sean
sanos.
Pedro, este hombre que estaba bajo la unción, bajo un movimiento tremendo, un
avivamiento, la Iglesia primitiva estaba siendo sacudida y Pedro era ese
instrumento que Dios estaba utilizando para que esa Iglesia crezca y se
desarrolle. Por eso dije al principio que si nosotros como líderes nos
comprometemos de tal manera que nos dejemos llevar por el Espíritu Santo y
que el Señor utilice nuestras vidas cosas mayores podemos hacer.
Todos pensamos y quisiéramos un poquito ser como Pedro, que la sombra caiga
pero no miramos a ese Pedro que también fue fallando, tuvo errores estando al
lado de Jesús y a veces pensamos que los líderes no pueden cometer errores y sí
los cometemos; hay alguien que seguro los ha cometido, yo he cometido
muchísimos errores y la evaluación en nosotros está siempre, siempre vivimos
evaluando a las personas. Es más, es nato en nosotros; caminamos miramos la
verdura y decimos está buena y esta mala, decimos compro estas papas: están
buenas, están malas; miro al hermano y ya tengo un registro de ese hermano
pienso si es espiritual o no lo es, si es carnal o no lo es, lo evaluamos.
Tenemos un grupo liderando y usted mismo como líder sabe cuál es el más
espiritual y en el que puede confiar más que en otros y dice a este le daría todo y
a este no le daría nada, este está para predicar y este está para mandarlo a
liberación. Nosotros vivimos evaluando personas.
Cuando miramos la vida de Pedro nos encontramos que tiene algunas situaciones
en su vida y sin embargo a pesar de eso no es desechado, al contrario.
Las situaciones que podemos vivir son las que nos pueden potenciar.
Mateo 14.29-30
Cuantas veces hablamos de ese Pedro que se hunde pero es el único que camina u
once que estuvieron en la barca y el único que camino fue Pedro y nos quedamos
muchas veces centrados en ese hombre que se hunde.
Muchas veces nos van a pasar cosas dentro del liderazgo, no es todo color de
rosas. Quien te diga que le va muy bien en el liderazgo y que no tiene problemas
con nadie te está mintiendo.
Nosotros tenemos en nuestros grupos celulares líderes que me vienen a decir:
“por favor Pastor sáquemelo de mi célula me está volviendo loco” y yo le digo:
“bienvenido al club” porque compartimos la carga y en aquellos tiempos que no
usábamos células nosotros era: el Pastor no me visita, no me quiere, no viene
hacer el responso, no tiene amor; ahora cambiaron las cosas: el líder no me
visita, el líder no tiene amor, no me quiere y cuantos más te quejas más de esos
Dios te manda.
A veces tenes que estar muy calibrado porque tenes ganas de matar alguno y
tengo que orarme solo, uno se tiene que calibrar porque te agarran cosas adentro
porque la gente piensa que los Pastores tienen alas, pero también tenemos
nuestras cosas.
Pedro se hunde pero también hay varios de los discípulos que cometen errores
por ejemplo Tomás.
Juan 20.24-25
Judas, que decir de él que lo vende, se ahorca. Vemos a ese Judas que no le
importa que mire su propio beneficio.
Marcos 10:35-38
Santiago y Juan pidiendo sentarse a la derecha, buscando el posicionamiento y no
está mal que nos den un lugar, pero otra cosa es creer que necesito o me
pertenece ese lugar.
Nos encontramos con discípulos complejos al lado de Jesús pero sin embargo no
son desechables.
Muchas veces nosotros como líderes nos sentimos como fuera del círculo, porque
muchas veces nosotros medimos nuestras vidas por nuestros errores.
Nos encontramos con este Pedro que niego, con Judas que es un mal necesario,
con Tomas que duda pero este Pedro llega también a negar a Jesús. Sin embargo,
el primer pasaje que leímos dice que Pedro pasaba y su sombra caía sobre los
enfermos y los enfermos eran sanados, muchos atormentados eran liberados,
pero nos encontramos con un Pedro que también había pasado por un momento
muy difícil donde la presión generó que el niegue a su Señor, pero había que
estar en ese momento, le juega una mala pasada su propia humanidad.
No te encontraste con personas que quieren abandonar todo y vos decís: ¿Cómo
puede ser que quieras abandonar con todo lo que Dios hizo en tu vida? ¿Con todo
lo que vistes?
A nosotros nos cuesta mucho tener que consolidar al liderazgo porque se sienten
que no puede, que no tienen fuerzas, tienen ganas de volver atrás, retroceder.
Pero ahí está Dios llamándonos siempre porque como alguien dijo: “El que nace
para esto no sirve para otra cosa”
Tenemos la gran necesidad de seguir en pos de lo que el Señor nos puso por
delante.
Mire este Pedro antes de ese momento de gloria, de ese gran avivamiento.
Mateo 26:69-74
Jesús le había hablado claro le dijo que lo iba a negar y el dijo no yo voy a dar mi
vida por vos. Lo que Pedro dice es verdad, es lo que siente, es lo que le pasa
dentro. Es lo que nosotros hacemos cada vez que agarramos el liderazgo,
tomamos el liderazgo y muchas veces no medimos los costos del liderazgo y hay
que trabajar con gente, no es fácil. La gente hoy te quiere y mañana te crucifica,
mañana te invita a comer y pasado te pide que le pagues lo que te invito a comer.
Es difícil poder trabajar con personas, hoy te aman y sos el mejor líder del mundo
y mañana es complicado y ese tipo de cosas hacen que muchas veces nosotros
pensemos si seguir o no, si vale la pena.
“Si vale la pena servir al Señor, no hay nada más hermoso que servir a Cristo”
No dejes por una o dos personas, mira a esas personas que pudo Dios afectar a
través de tu vida y tu ministerio.
Solo pónganse en el lugar de esa persona que visualiza a su líder y dice: ¡Ahhh! Y
dice ahí esta entro la unción y mañana te dice: no deja dejo todo, la hermana
Anastasia me tiene cansado, abandono. Esa persona queda como: ¿y ahora donde
voy? Y ahora a reubicarlo en otro lugar que quizás comienza a pensar no es igual
que mi líder que tuve o a este le falta y se produce adentro de la persona como un
malestar y muchas veces aunque a esas personas las podemos recuperar, hay
otras que no se recuperan y cuando no podemos recuperar a esas personas es
muy triste verlos fuera del Señor.
¡Tú no te puedes dar el lujo de volver atrás! ¡No puedes darte el lujo de
retroceder, tienes que seguir adelante! Pídele al Espíritu Santo que te llene, que
te fortalezca, que te haga una coraza de su Espíritu sobre ti.
¡Entiende que lo tuyo si vale la pena! ¡Sigue adelante Dios está contigo!
Allá por los años 95 tomé el pastorado en la iglesia donde estoy, la iglesia que nos
dieron estoy agradecido porque el Señor ha sido muy bueno pero nuestra iglesia
eran 8 hermanos.
Tenía 28 años, mi esposa era muy jovencita y el pastor que era mi amigo hasta
ese día era mi amigo, me dijo no tengo nadie a quien poner en la iglesia, ¿te
animas? Pero no es así dejame que hable con Dios a ver si quiere que este acá, no
es si a vos te parece o a mí me parece y me dijo: bueno yo oré y lo sentí y le dije: lo
que vos sentiste lo tengo que sentir yo, no es la cuestión que vos sientas y yo no
sienta nada. Vos me das el paquete porque Dios te dijo y yo lo tengo que llevar,
dejame que yo también sienta que lo que el Espíritu Santo te hablo a vos me lo
haga sentir a mí. Bueno pasaron unos días y ore y sentí que Dios quería que
estuviera ahí, bueno creo que sentí.
Fui y le dije a mi esposa, Miriam sabes que siento que Dios me está poniendo una
carga el pastor fulano me ofreció la iglesia nosotros éramos predicadores
itinerantes y Miriam me dijo claramente si vos sentís anda vos pero yo no voy y
ahí fue fuerte porque si no tenes tu compañera que te apoye estás en el horno.
Entonces lo llame al hermano, al pastor y le dije: mira no puedo recibir lo que me
das, pero yo sentí y yo también creí sentir pero ella no siente.
Me fui a llevarle las llaves al Pastor, recuerdo que tenía un maletín negro
cuadrado. Y voy y me dice: ¿Qué te pasa? ¿Cómo va la iglesia? Para la mona le
dije. Me parece que sentí mal, vos sentiste mal, mi esposa sintió mal, todos
sentimos mal, se me acaban de ir 4 hermanos… ¿quién? Fulano, mengano… ¡Uhh!
No te puedo creer, tan buena gente. Con vos buena gente conmigo me querían
matar.
Bueno lo cierto es que le quise dejar las llaves y me dijo: “Lo que se da no se
devuelve”, ese fue el consejo pastoral.
Pero le digo: escuchame ¿Cómo voy hacer? No puedo más. Hermano, delante del
Señor me enferme de doble úlcera duodenal. Estaba en el baño de la iglesia y me
fui por dos días en sangre.
Me fui de nuevo a ver al Pastor y le dije: esta gente me está matando, le dije: en
serio te lo pido por favor prestame atención… y antes de que hable el me dice: “lo
que se da no se devuelve”.
Le pedía perdón a mi esposa todos los días, pero algo acá adentro me decía: no
dejes, si no te quieren recibir la llave es porque yo estoy acá, no dejes. Yo le iba a
cambiar la cerradura.
Uno se hace un autoevalúa y piensa si está orando mal, tengo que ayunar más;
estaba enfermo, tomando medicación; ¿qué estoy haciendo mal? Era tan feliz, iba
por todo el mundo predicando, todos me querían ¿qué hago acá?
Pasaron los años, la iglesia comenzó a crecer de a poco, no fue algo explosivo, me
empecé a rodear de personas de influencia, personas que te pueden inspirar, que
están un poco más adelante que vos, que te pueden potenciar, empecé a
preguntar porque trataba de aprender de otros.
Cristo no murió por cualquier persona murió por ti y encima nos puso liderazgo,
nos puso capacidades.
Marcos 16:5
Eso me llama la atención de cómo el Señor lo incluye cuando muchas veces
nosotros nos salimos porque no aceptamos nuestros errores, pensamos que el
liderazgo no tiene que tener fallas y todos vamos camino a la perfección.
Vieron que a veces nos reunimos con algunos seres queridos y vos podes hacer
todas las cosas bien pero hiciste algo más o menos que no está correcto y
enseguida te dice: ¿Y vos vas a la iglesia? ¿Y vos sos líder? ¿Y vos sos creyente? ¿Y
sabe tu Pastor lo que haces?
Sin embargo, el Señor lo incluye… dile a los discípulos y a Pedro, ¿qué a caso
Pedro no era parte de los discípulos? Si, era parte. Pero el problema estaba en la
mente, el gran problema nuestro muchas veces está en la mente, sentimos
muchas veces que no podemos porque nosotros nos rotulamos, nosotros nos
ponemos contra la pared.
El Señor es tan bueno que vino a buscar gente imperfecta para llevarla camino a
la perfección, el apóstol dice: no pretendo haberlo alcanzado pero prosigo a la
meta…
Jamás pensé que iba a ser Pastor, jamás de los jamases. Jamás pensé que podía
influenciar a otros, fui porque necesitaba a Dios como todos nosotros. Pero había
un hombre llamado Edgar Núñez Vega Rodríguez, de Bolivia que ese muchacho lo
pusieron para que me siga a mí, no trabajaban con células pero lo pusieron para
que me siga.
No sé lo que habrá visto el Pastor pero este muchacho me hacía marca personal
como Samuel, el donde iba el tipo aparecía. Tenía una conexión con el Espíritu
Santo, tenía una conexión tan fuerte que era imposible zafar de ese hombre.
Aparecía con su Biblia grande y decía: tengo una palabra para vos.
Me acuerdo que un día había arreglado todo: había ido a la iglesia una vez, dos
veces y me lo pusieron y había arreglado todo ese día para irme a bailar y ¿Quién
golpea la puerta? Edgar Núñez Vega. ¿Dónde vas? Yo todo perfumado listo para
irme, me dice: ¿puedo pasar un minuto? Me habría la Biblia y no me iba a bailar
porque se me iba la hora y me daba no sé qué decirle porque te vas que me
quiero ir a bailar y llevaba un registro de cada momento de mi vida en una hoja
cuadriculada, llevaba todo: fecha tal este es el problema que tuvo, fecha tal
Alberto estaba de esta manera oramos por él, todo lo llevaba como un libro
diario de cada lucha y cada cosa que pasaba.
No lo vi más a ese hombre, pasaron no sé cuantos años y no lo volví a ver. Por ahí
lo ubico ya siendo Pastor y teniendo 9 iglesias, lo ubico por allá por Bolivia, hago
que lo llamen desde la oficina para que venga el hombre a observar.
Le pagan los pasajes, viene de Bolivia con su familia, pagamos los pasajes para
todos, lo invito al aniversario número 9 el hombre se para en el púlpito y se pone
a llorar y empieza a llorar y yo pienso: pero predica, no te invité para que llores y
lloraba y lloraba y lloraba y dice el hombre dice: Yo sabía que Dios tenía algo con
este muchacho.
Usted sabe que Dios tiene algo con esa gente que lidera, no me deje, no me
retroceda, avance hacia la meta, Dios hará algo grande con usted y con esa gente.
Quizás Pedro se sentía descalificado y eso nos pasa muchas veces a nosotros nos
sentimos descalificados, porque sentimos como que no hemos hecho las cosas
correctamente pero Jesús es tan bueno, no te descalifica.
Ustedes son el equipo del Puente, la cúpula más importante, ustedes son el
equipo que hace que esta iglesia sea lo que es, ustedes no pasan desapercibidos,
el trabajo que ustedes hacen se conoce, se sabe, trasciende, pasa los límites de
Quilmes, pasa los límites de Buenos Aires, pasa los límites de nuestro país, el
trabajo que ustedes logran hacer.
Pero lo cierto es que necesitamos formar equipo, llame al liderazgo les dije:
muchachos vamos a trabajar de esta manera, Dios me está poniendo esta carga,
vamos hacerlo y hay gente que te entiende, otros tratan de entenderte y hay otros
que no te entienden nada.
Vamos Pastor, Dios está con usted vamos para adelante, el otro dice: bueno si el
Pastor lo dice y el otro: Ahhh pero va igual porque el otro lo empuja, se siente, te
mira, te escucha, te dice: amén para que no se den cuenta pero allá lo tenes, está
en la estratósfera.
Y el del medio dice: Pastor me parece que se llena hoy y el otro dice: mire usted,
parece que va a funcionar.
Cuando se llegó de golpe el que estaba pun para arriba veía gente hasta en el Coto
comprando, el del medio decía: está repleto y el otro decía: no sabe yo lo sentía
en mi espíritu.
Somos el fruto de las 10 personas más cercanas. ¿Con quién te estás rodeando?
Con la suegra.
Tu mente, tus pensamientos, todo lo que haces está ligado a las 10 personas que
te rodean todos los días.
Lo que me llama la atención es que Pedro llega un momento que dice esto, ya se
sentía mal, ya estaba mal: me voy a las redes muchachos y otro en vez de decirle
vamos a orar, ayunar; vamos te acompañamos, se fueron todos, se fueron a
pescar porque tenía un liderazgo muy fuerte.
Decía vamos al mundo, bueno vamos. Vamos a servir a Dios, bueno vamos. Lo
que decía lo seguían.
¿Y quiénes estaban pescando con él? Todos los problemáticos. Tomas, los hijos
de Zebedeo que se peleaban por un puesto y Jesús va a buscar la célula
complicada, a los complicados.
Muchas veces nosotros a los complicados los excluimos, pero Jesús va por ellos,
va por esos que se sentían excluidos, ahí está Jesús.
¿Cuántas veces hemos dicho? Señor esto no va ni para atrás, ni para adelante,
pero seguimos.
Juan 21:15-17
Miren que hermosa palabra porque observamos que Jesús le hace la misma
pregunta 3 veces, hasta que Pedro se pone mal y le dice: tu sabes que te amo y el
Señor le manda una labor a pastorear, a apacentar.
¿Saben porque le dijo tú sabes? Porque en otras palabras Pedro tenía en su
mente aquel momento en que lo había negado y le estaba diciendo: tú lo sabes
todo, sabes que te digo de verdad, te puedo fallar pero que te amo es de verdad.
A veces como líderes podemos fallar pero el Señor sabe que lo amas y ese amor te
capacita para hacer lo que Él te mande. No te rotules, no te midas por tus errores.
Pero si digo: ¿Cuántos aman a Jesús? Si lo aman mucho… y es ahí donde Jesús nos
pone porque si lo amas, amarás a las personas, lo servís con alegría, si amas a
Dios vas a seguir en pos de ese llamado.
Somos útiles para lo que viene, este año 2017 creo que Dios nos va a dar una gran
cosecha a los que están calibrados con el Espíritu Santo.
A nosotros nos toca cuidar ese fruto, no desmerezca lo que Dios le dio, dele
oportunidad.
Estábamos en la oficina y dice: esta fulano de tal Pastor quiere pasar, está en la
puerta y el que está al lado mío me dice: no lo atienda, no lo deje pasar. Y el que
está a la puerta me dice: ¿Qué hago? Dejalo que pase. Me saluda, me abraza, le
digo: dame un minuto que voy al baño y tengo el baño abajo y lo dejo con el que
no quería que lo haga pasar, cuando subo ya estaban peleando, estaban
discutiendo y el otro le decía: yo quiero ser su amigo y le decía: nunca vas a ser
mi amigo, a mis amigos los escojo.
Le dijo no tengas en cuenta lo que te dijo a veces la gente tiene días malos y me
comienza a decir: me quiero ir porque estoy cansado que me traten así y le digo:
lo que pasa es que tenes una manera de decir las cosas que no es la mejor, tenes
mucho de Dios, si pudieras pulir esa forma y el hombre abre su corazón y me
dijo: Ayúdeme Pastor. Y le digo: te voy ayudar si haces lo que te digo y él me dijo:
voy hacer lo que me dice.
Sabe el cambio que tuvo ese muchacho fue impresionante, a veces la gente
necesita de nuestro cariño, de un líder que se ponga al lado de él.
El otro día me dice: la verdad Pastor cuánta razón tiene usted a veces hay que
aguantarse a algunos que son como el que atendimos ¿se acuerda ese día? Y le
digo: hablando de eso, ¿cómo estás con él? Somos re amigos.
“Vas a ser un líder poderoso, este año el Señor te va asombrar y si te puso alguien
medio complicado, pegate una orada, calíbrate porque lo que se da no se
devuelve.”
Oración
Ahí está Dios rodeando ese grupo que puso a tu cargo, esas ovejas que puso a tu
cuidado, las está envolviendo. El poder del Espíritu Santo renueva, fortalece,
levanta, está obrando en esas vidas ahora.
Señor fortalécelos, ayuda a ese grupo que lidero. Ahora el Señor los fortalece a
ellos y te fortalece a ti.