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LA SERENA Sut Temples de Piedra... U7e TOR PT Te Lee Pa eae ay Sette tre senor) aL) Esta una publicacion al servicio de los visitantes a esta hermosa regién del Ceniro-Nerte de Chile. Esperamas que les sirva de guia y cconocimiento de lo que es y ha sido el trabajo spiritual y apost6lico do los cristianos en los | 4400 aftos de presencia religiosa en la IV Regién | de maestro pais. Editorial del Norte ; Su publiacé es un aporte generovo de a ala cultura dela Regién. PRESENTACION PLEGARIAS DE PIEDRA Y DE BARRO Una caracteristica de nuestra sociedad es la movilidad. Los que peregrinan por el mundo durante el afio alcanzan cifras bien altas. Nuestra regién tiene mucho que brindar al viajero: ciudad con arquitectura equilibrada, belleza en sus cielos, cerros y naturaleza, suavidad y frescor en sus playas, sol y frutas en el Valle de Elqui, que ademés ofrece los tiemnos versos de Gabriela Mistral, la poetisa de nombre de arcéngel y apellido de viento. Pero el visitante descubre en su sano vagabundear, que esta zona tiene un sentido mistico. Se alzan al cielo unas plegarias de piedra, de barro, que interrumpen con armonia el espacio azul o nebuloso del firmamento. Nuestras iglesias y capillas son eso: plegarias. Las generaciones cristianas desde la fundacién de las cudades, aldeas y pueblos, han ido alzando, para el Seftor, estas casas de los hombres donde habita Dios. Su arquitectura es siempre bella, Iineas austeras, no amamos lo rebuscado, buscamos la hermosura deo simple. Interesa que el hom~ re no se quede embobado en los caprichos de la materia, sino que eleve su alma hacia el Creador Todopoderoso, que al regalo del pai- saje incorpora la estética de las iglesias. El Padre Dominico Fray Ramén Ramirez, historiador de nota, ha escarbado en la historia cuatricentenaria de la Iglesia regional sobre ‘algunas de nuestras plegarias de piedra. El nos presenta en este libro tun itinerario turistico religioso. Una visita a nuestras iglesias. El turista, que viene a vivir entre nosatros su necesario ocio, halla- ré en estas paginas un momento de enriquecimiento cultural, un espacio para solazarse espiritualmente y podré unir sus manos en oracién junto a nuestras “Plegarias de Piedra y de Barro que son nuestras Iglesias”. Gracias al Padre Ramén por esta incursién por la Historia de nuestra Iglesia y por esta ayuda al turismo. Phro. Nibatde Escalante Trigo Vicario de Pastoral La Serena y Sus Templos de Piedra La antigua y seforial ciudad de La Serena esta de moda estos afios. No sélo por la belleza de sus construcciones de estilo sevilla- no, sino también por sus playas, balnearios, suave clima y tibias aguas marinas. Sin embargo, hay otra razén importante: La Serena se distingue por sus capillas e iglesiasde piedra. Es realmente curioso y fuera de Jo comiin, que en una ciudad pequefia y alejada de la capital de la nacién, existan cinco iglesias de piedra. Recordemos que en Santiago, la capital, s6lo existen tres iglesias de piedra. Por esta razén, he querido entregar a los lectores los detalles més importantes, que hemos logrado investigar, acerca de estas cinco iglesias coloniales de La Serena, Desgraciadamente, es dificil encontrar documentacién antigua para poder avalar debidamente nuestros datos. INTRODUCCION Antes de iniciar nuestro trabajo, me ha parecido bien decir algo sobre la primera evangelizacién realizada en esta amplia zona del norte del pais, por los primeros religiosos misioneros que trabaja- ron aqui desde el siglo XVI adelante. Por haber sido la segunda ciudad de Chile fundada por el Gobernador D. Pedro de Valdivia el aito 1544, tuvo mucha impor- tancia ademds por ser el punto de llegada de los barcos que venian desde el Peri. ¥ asi fue como fueron arribando poco a poco los pri- ‘meros religiosos: en 1555 llegaron los Mercedarios; poco después lo hicieron los franciscanos, Ambas 6rdenes religiosas se instalaron en La Serena y construyeron sus casas y primeras capillas. Sin embargo, los dominicos arribaron a la ciudad sélo de paso, en la expedicién del nuevo Gobernador D. Garcia Hurtado de Mendoza el afto 1597. Se dirigieron después directamente al sur, para desembarcar en la bahia de Penco, en plena zona de guerra contra los indios araucanos. Afios después, segrin nos dicen las crénicas, los dominicos fun- daron una casa en La Serena en diciembre de 1615. Una capellania dejada por el capitdn Pedro Pastene fue el inicio de esta fundacién. De unos terrenos que éste posefa en la “barranca del mar’, cedié una cuadra con huerta y Arboles frutales para la fundacin de esta primera casa; ademas, don6 1.400 patacones de 8 reales para ello, El primer superior-fundador fue el P. fr. Acacio de Naveda, chi- Jono, hijo de un capitan de la conquista. La tarea evangelizadora realizada por los religiosos de S. Domingo comprendi6 toda la zona, limitada por el norte con Copiap6, hasta Combarbalé ¢ Illapel; siguiendo para el sur conti- nuaron por el valle del Aconcagua y sus alrededores. Asi, encon- tramos muchos recuerdos de esta evangelizacién en los santos titu- lares, que quedaron en las capillas 0 pequefias ermitas; por ejem- plo, enel valle del Limari, la zona llamada Tuqui alto y Tuqui bajo (hoy Ovalle) el titular de dicha parroquia es S. Vicente Ferrer, santo de nuestra Orden dominicana, En otros lugares encontramos como Patronos a la Virgen del Rosario, a S. Domingo, S. Rosa de Lima o S. Tomas de Aquino. En el valle de La Ligua, es $. Domingo el titu- lar de dicho lugar; en la zona de Petorca y alrededores estan los bai- les religiosos de N'S. del Rosario, etc. Esta es, pues, la razén por qué en la ciudad de La Serena existen tantas capillas e iglesias, que causan admiraci6n a los que no cono- cen esta realidad de vida religiosa de los siglos XVIII y XIX. La primera ermita construida en La Serena, segiin la tradicién, 5 la de Santa Inés, situada en la “barranca del rio Elqui’, que hoy dia estd en restauracin. Iglesia de San Francisco omo lo deciamos en la introd uccién, los franciscanos fue- ron los primeros que iniciaron la construccién de una igle- sia definitiva y solida. Fue la primera iglesia de piedra de La Serena, iniciada en el siglo XVI. La primera piedra se coloeé y bendijo el afio 1590. En esos afios estaba de conventual el famoso religioso, llamado Fr. Jorge, que tantos recuerdos dejé en su comunidad y en la misma ciudad de La Serena. La construccién de esta iglesia fue una obra muy dificil y costo- sa, ya que los materiales usados fueron la piedra caliza trafda de la zona de Pefiuelas Alto y las maderas de la zona costera de Ovalle, Hamado hoy “Bosque de Fr. Jorge”. Como en el valle de Elqui no existian arboles de grandes dimen- siones para poder cubrir los grandes espacios de las naves del tem- plo, se encargé a Fr. Jorge la busqueda de maderas aptas para ello. En la costa de Ovallle, a mas de 20 leguas de La Serena, encontr6 una gran extensin de bosques, cubierta de arboles grandes y fron- dlosos, que se extendia por las montafias costinas. De aqui Ilevé las maderas que sirvieron para la construccién de la iglesia de S. Francisco. Por e30, la tradicién bautiz6 a esta zona con el nombre de Fr. Jorge hasta el dia de hoy. Los religiosos de S. Francisco, oprimidos por la escasez de fon- dos para poder continuar su iglesia, solicitaron al rey de Espafia ayuda para esto el afio 1607. Felizmente, después de muchas peri- pecias lograron continuar la obra e inauguraron su iglesia el aio 1627, después de més de 30 aios de trabajos. Los terremotos que afectaron sucesivamente a la regién en los alos 1647, 1780, 1967 y 1975 causaron muchas averias a la estruc- tura del templo. De modo que fue necesario iniciar diversas res- tauraciones y a veces demoliciones de partes deterioradas. Todo lo cual constituyé un verdadero calvario de inquietudes y también de zozobras en todas las grandes iglesias del pats, tan abatido por estas catéstrofes naturales. Las piedras de este hermoso templo fue- ron traidas de las canteras de Alto Pefiuelas, segiin cuentan las cr6- nicas conventuales. Es importante conocer también un informe dejado por el subdelegado Fontecilla al Rey de Espana, que dice: En 1755 su torre ¢ iglesia estaban concluidas de una manera muy decente; su claustro estaba edificado teniendo un costado con techo 7 de teja y el otro de paja; habia en él 14 religiosos...” ~ Los limites de los terrenos del convento eran: por el oriente, con la extremidad sur de la calle de los Alamos; por el sur, con la quebrada; por el ponien- te, con la calle llamada La Merced; por el norte, la acera izquierda, que lleva el nombre de la iglesia. Este templo tiene cinco puertas, una en cada nave; otra hacia la sacristia y la otra al coro alto. El alo 1824 fue expropiado el convento y la iglesia por el gobierno de ‘Ramén Freire, siendo ocupade primero por la Casa de Moneda y después por el Cuartel de Milicias de Caballeria; al final, como cole- gio de ninas, En estos tltimos afios, el terremoto de 1975 le caus6é muchos daiios a la iglesia, por lo que hubo que reiniciar nuevamente las reparaciones. El 25 de octubre de 1976, después de valiosos estu- dios de los arquitectos P. Gabriel Guarda, benedictino, y Hernan Rodriguez, actual Director del Museo Hist6rico de Santiago, se ini- ciaron los trabajos de reparacién del templo, con la ayuda de varias entidades internacionales y del pais, lograndose avanzar bastante en ello. Sin embargo, faltan atin muchos trabajos por hacer para concluir las reparaciones de este hermoso monumento de piedra de la ciudad. Iglesia de San Agustin 08 Padres Agustinos legaron a Chile el aiio 1595, esta- bleciéndose en La Serena en agosto del mismo aio, “en los barrancos del mar que miran al rfo Elqui, calle S. Inés, hoy Manuel Antonio Matta”, nos dicen las anti- guas crdnicas. El vetusto convento fue comprado por el P. Pedro Torres a Bartolomé Morales y su esposa dona Francisca Torres, pariente del religioso, segtin consta en la escritura piiblica. El con- vento estaba situado al norte de la ciudad en un solar donde habia tuna hermosa palmera y la iglesia tenia el nombre de N. Sra. de la Consolacién. En el siglo XVIII, al ser expulsados los jesuitas de ‘América y de Espafa, las autoridades del pafs entregaron a los agustinos la iglesia, casa y patios adyacentes de los jesuitas. El 25 de abril de 1768 se hizo la entrega oficial en un Acta firmada por el Corregidor, el Prior de la casa Fr. Manuel Girén, el Escribano publi- co Santiago Fernandez de la Pefia y el general Martin Santos de Solana. El Cabildo de la ciudad dio el pase definitivo de la posesion del Lugar el dia 18 de mayo de 1775. Esta iglesia de piedra fue construida por el P. Antonio Aleman, jesuita, el ato 1672; tiene forma de una cruz griega y con la facha- da hacia la calle de $. Agustin, hoy llamada Arturo Prat. Las dimen- siones de Ia iglesia son: 47 varas de largo, por 9 y cuarto de ancho y 9y media de alto. La piedra es caliza de la zona y tiene una torre del mismo material. Antiguamente esta torre tenia un reloj con dos campanas, que daban las horas y los cuartos. Ademés tenia dos capillas, de 18 varas de largo y 9 de ancho y el alto era igual al de Ja iglesia, El altar mayor era dorado y esmaltado, con cuatro imé- genes religiosas. La sacristia es realmente una obra de arte, pues es toda de piedra labrada, tanto en sus murallas como en su béveda, igual como las mejores de Espafa. Se cuenta que la Marquesa de Piedra Blanca cedis a los agustinos en su testamento: “mando a mis. albaceas que entreguen a los religiosos del sefior S. Agustin de esta ciudad las tierras nombradas Tambillo y Maintencillo...; la condi- cidn que pongo es que se cante todos los itrnes del afio una misa por mi alma, etc”. El afio 1798 un fuerte ventarrén derribé el cuerpo superior de la torre de la iglesia, siendo reconstruida después. En 1903, un fuerte terremoto causé graves deterioros en la iglesia y el 4 de mayo de 10 1912 un voraz incendio la destruyé casi por completo, salvandose sélo la imagen de madera de la Virgen del Carmen y los gruesos muros de piedra. A este propésito hay que dejar constancia que uno de los bomberos que rescaté de las Hamas la imagen de la Virgen, doné sus condecoraciones a la imagen de esta iglesia, Finalmente, el afio 1937, el ingeniero Eduardo Young levanté la nueva torre de la iglesia. En estos tiltimos afios se han iniciado los trabajos de restauracién de este hermoso templo colonial. En 1986 se encargaron los trabajos al arquitecto D. Pedro Broquedis y al ingeniero D. Augusto Zarricueta, quienes presentaron un proyecto general de restauraci6n y dejar el templo en su antiguo esplendor yestilo. Se demolié todo lo que estaba por derrumbarse, se hicieron Jos refuerzos de muros con hormigén armado, colocando en todas partes piedras traidas de las canteras de Ja zona. En 1990 culmind Ia primera etapa de esta obra, habilitando la parte trasera de la igle~ sia para el culto pubblico. Se espera que pronto las obras estén ter- sminadas; asf esta iglesia de S. Agustin seré una de las mas hermo- sas de la ciudad. "1 Iglesia de La Merced 2 os PP. Mercedarios se establecieron en la ciudad de La Serena el ato 1555, seis aios después de la segunda fun- dacién de la ciudad. Recibieron de las autoridades una manzana completa de terrenos en el centro de la ciudad, ‘donde edificaron su convento e iglesia. El afio 1680 el pirata Sharp saquue6 ¢ incendié la ciudad, con sus casas e iglesias. La reconstruc- cién de la iglesia se inicié poco después, siendo terminada el ano 1709. Esto nos dice un documento del subdelegado de La Serena al Rey de Espaiia: “el 24 de diciembre de 1755 se encontraba la iglesia de La Merced acabada, muy decente y con profusién de adornos y su claustro con una parte concluida y la otra de murallas”. En este tiempo habia scis religiosos en la casa y las rentas anua- les alcanzaban a $1.500. Las dimensiones de la iglesia eran: 65 m.de largo, por 12 m. de ancho; el piso estaba entablado y habia sélo tres altares. En el frontis de la iglesia se halla una inscripcin que dice 1709, fecha desu terminacidn. Ademés, tenfa un hermoso artesona- do de madera, muy bien trabajado; estaba cubierto de perillas tor- neadas y molduras doradas. Desgraciadamente, este hermoso arte- sonado fue totalmente cubierto con madera y destruidas sus gran- des vigas, el afio 1860. “El artesonado estaba constituide por gran- des vigas labradas; habiendo en el presbiterio 3 tirantes de vigas; otros 4 tirantes en el coro alto y 3 pares de vigas en Ia nave central, apoyadas en hermosos canes tallados”. Atin es posible ver en los muros de piedra las grandes vigas cortadas. Esto constituye un ver- dadero crimen cultural en contra del arte colonial de esta ciudad. La sefiora marquesa de Piedra Blanca dona Maria Bravo de Morales, dej6 en su testamento de 1719 muchas donaciones a las ordenes religiosas de La Serena. A los PP. Mercedarios les dejé muchas joyas y objetos de plata y oro para adornar la imagen de la Virgen Marfa; como también dinero y una hacienda en Copiap6, con obligaciones de misas. En 1830, el arcediano D. Joaquin Wera hizo construir la torre actual de esta iglesia, con su propio peculio; pues la que existia esta- ba por derrumbarse y ubicada al lado derecho de la fachada. En 1881 se hizo otra transformacién en la iglesia; el sefior Roberto Parker traté de darles a la fachada y a la torre una forma gética, muy de moda en ese tiempo. En 1959, la misma fachada fue encha- 13 pada en piedra, El aito 1972 se le quité el estuco a las muralllas de Piedra, dejindola a la vista. De este modo recuperé algo de lo que fue su primitivo estilo colonial. El mismo aio, el parroco Antonio Olivares, hizo sacar el gran retablo de madera dorada del altar mayor, juntamente con el piilpito de madera, para darle la forma que hoy vemos. Finalmente, para completar todos estos desastres artisticos, se vendié el terreno del costado sur de la iglesia, el aio. 1990; con lo que perdié toda la simetria y la vista externa de sus muros de piedra. Realmente, al estudiar y describir las ctapas que sufrié esta iglesia de La Merced en La Serena, nos han causado honda pena y dolor; pues hemos palpado visualmente la paulatina destruccién de la belleza artistica de este monumento de piedra. Para terminar, diremos que los PP. Mercedarios permanecieron en La Serena hasta el afio 1825, segtin creemos, ya que el ultimo superior de la orden que figura en los libros es el P. José Maria Castillo. 14 Iglesia de Santo Domingo s la cuarta iglesia de piedra construida en La Serena, entre los siglos XVII y XVIII. Los materiales fueron trai- dos de las canteras de piedra caliza de Alto Pefiuelas y las maderas de lugares més lejanos. Se cree que esta iglesia actual, iniciada el aho 1755, us6 materiales de piedra de la primitiva iglesia; pues, en la muralla sur, se encuentra gra- bada una piedra con el afio 1673. Era superior de la casa en ese tiempo Fr. Manuel Carvajal, quien estuvo asignado aqui duran- te 15 aftos. La Serena era s6lo un villorrio, con una extensi6n de 8 cuadras de norte a sur; sus construcciones eran de paja y barro; la ciudad estaba protegida con una muralla de adobes por el sur, La casa de los religiosos era de la misma construc- ci6n que las demas; tenfa varios patios y una huerta de Arboles. La construccién de la iglesia demor6 muchos afios debido a falta de medios econémicos. Sin embargo, al ser nombrado superior de la casa el Padre Fr. Domingo Meneses, que estaba emparentado con familias serenenses, logr6 continuar los tra- bajos y terminar la nueva iglesia. Por esta raz6n, tuvo la gloria de inaugurarla el afto 1775, con mucha solemnidad y la asis- tencia de todas las autoridades de la ciudad y la presidencia del P, Provincial de la Orden en Chile, Fr, José Pefiailillo. La iglesia tenfa una sola torre, que fue demolida el afio 1850. Era de una nave de 45 m. de largo por 9 m de ancho, con un hermoso artesonado de madera. En el altar principal esté la imagen de madera de N. S. del Rosario, que es la titular de la iglesia; a ambos lados estén S. Francisco y $. Domingo. Hay otras imagenes de santos de la Orden Dominicana, como S. Vicente Ferrer, S. Martin de Porres, S. Rosa de Lima y S. Catalina de Siena. Destacan su fachada de piedra, limpia y hermosa, con una gran puerta de cedro. En la parte superior hay una imagen de Ja Virgen del Rosario. La torre fue construida en este siglo por padres belgas, distinta del estilo colonial del templo. En la antigua sacristia habia un artistico conjunto de piedra, que tenfa por objeto la ubicacién de un lavamanos de piedra, para uso de los ministros del altar. Al construirse la nueva 16 sacristia, este conjunto fue ubicado a la entrada de la Gruta de Lourdes. Segiin los entendidos, se cree que es el monumento més antiguo de la ciudad. ; La iglesia fue restaurada en 1960 por el arquitecto Eduardo Arancibia y el ingeniero Alfonso Diaz Ossa, quienes le dieron cl auténtico estilo colonial perdido. El maestro piedrero fue Luis Nufiez. Entre las curiosidades de la iglesia estén sus dos confesionarios de piedra, el taberndculo del santisimo y los sillares del altar, también de piedra. Iglesia Catedral de La Serena 18 | Obispado de La Serena fue instituido por el Papa Gregorio XVI el 1° de junio de 1840, siendo su primer Obispo D. José Agustin de la Sierra, nombrado el 22 de julio de 1842. Habfa nacido en la ciudad de Copiapé en 1777, donde fue parroco de la ciudad de Vallenar y La Serena; ademas fue diputado en el Congreso nacional y miembro de la Asamblea de la Provincia. Esta iglesia fue iniciada por el sefior Sierra el afio 1844,,.dcu- pando el lado oriente de la Plaza de Armas. En ese lugar estaba antiguamente Ia iglesia del Sagrario, que se traslad6 a la antigua iglesia de La Merced. Colocada la primera piedra el afto 1844, se usaron en su cons- truccién muchos materiales de la antigua iglesia del Sagrario, especialmente las piedras y maderas. La obra estuvo paralizada mucho tiempo por falta de fondos. Sin embargo, el Obispo D. Justo Donoso, la consagré el 15 de septiembre de 1856, a pesar de no estar debidamente terminada. El Gobierno nacional aport6 después los fondos para lograr con- cluir los trabajos de este templo, segin dice el informe del Intendente D. Francisco Solano Astaburuaga de enero de 1855: “se formé una comisién especial en ese tiempo para estudiar cl modo de concluir los trabajos de la Catedral con nuevas aportes del Gobierno”. Ya se habian dado antes $16.516 en el presupues- to para dicha iglesia el aio 1853. En éste se autorizaba al Obispo para que levantase un préstamo, pagadero a dos afios y as{ conti- nuar las obras. Se logré construir la torre con su correspondiente reloj. Finalmente, el Presidente de la Repiblica, autoriz6 otro presu- puesto por la suma de $20.825 para la terminacién definitiva de Ja iglesia en un plazo bien definido. Esta iglesia es la més nueva de las cinco que hay de piedra en La Serena; est4 muy bien cons- truida en albafileria de piedra de la zona. El arquitecto de la obra fue D. Juan de Herbage, francés. Las dimensiones del templo son: 66 m. de largo, por 20 de ancho formando tres naves con sus res- pectivas puertas. Las naves estén separadas por columnas de madera; cl piso es de baldosa de marmol y plomo; el artesonado de madera, teniendo s6lo tres altares sencillos. El altar mayor es 19 circular, con un coro para los candnigos. El hermoso érgano que posee fue donado por la benefactora dota Juana Ross de Edwards al Obispo D. Ramén Angel Jara. El costo total de la Catedral fue, entre los aiios 1844 y 1854, la suma de $94.14; ademés, la cantidad de $14.14 dados por la Cofradia de Andacollo, Al arquitecto se le cancelaron $1,500. Durante la administracién del Presidente D. Gabriel Gonzétez, que fue el gran propulsor de la renovacién de la ciudad con el Plan Serena, se ayud6 también a la restauracién de la iglesia Catedral. Los trabajos estuvieron a cargo del arquitecto D. Alfredo Benavides y del ingeniero D. Alfonso Diaz Ossa, en tiem- pos del arzobispo D. Alfredo Cifuentes. Los hermosos vitrales de la Catedral fueron adquiridos en Francia en tiempos del Obispo D. Florencio Fontecilla; son 7 en total, de 3 m. de alto cada uno. Las Capillas del Valle de Elqui Iglesia de Montegrande 2 entro de la belleza del Valle de Elqui destacan nitidamente las hermosas siluetas de sus numerosas capillas e iglesias. “Son interesantes conjuntos arguitectonicos, nos dice G. Guarda, que tiene el Valle de Elqui poblado por pintorescos pueblos, presidi- des por hermnosas capillas.” Y asf es en verdad. Pues, al viajar por la carretera “Gabriela Mistral” se ve el valle con el verdor de su suelo feraz; “la policromia de sus cerros y la lucencia de sus cielos, donde los inviernos son veranos”. Este valle esta constituido por los rios Claro y Turbio, que for- man después el Rio Elqui. De este modo, “se forma un estrecho, aunque hermoso valle, que riega mas de 40 mil hectéreas de muy buena calidad”. El hombre, desde tiempos remotos, ha tratado de ganar al rio te- rrenos cultivables, abriendo numerosos canales de riego, que llevan elagua y la ee el cultivo de plantas, viiedos y hortalizas. los costs det valle, que conten paraleton 5 Gies proaucen ude extraordinaria radiacion solar sobre los frutos, que los hacen madu- rar tempranamente, ddndoles con ello mayor sabor y exquisitez. De ‘esta manera, superan largamente a los demas frutos de la zona cen- tral. Por eso, se dice que este valle produce “primores” Segiin nos cuenta la historia, los primeros pobladores de esta zona, en los tiempos prehispanicos, fueron agricultores, como los diaguitas y los incas; ellos construyeron las primeras acequias y canales de riego, Recordemos solamente la cultura diaguita y mole, con los quechuas y aimaras. El actual sitio de la ciudad de La Serena estuvo ocupado primi- tivamente por el comple cultural BI Malle unos 800 afios DC. és, por el complejo cultural Las Animas, 1200 a 1500 aiios D.C, Esta ultima cultura fue la que recibié el impacto de la conquis- ta espafiola en el siglo XVI. En ese tiempo esta regién de Chile per- tenecia al imperio de los incas del Pert. La ciudad de La Serena fue lugar de paso y descanso de las expediciones espafolas que venian del Peni. Por eso, Pedro de Valdivia, después de fundar la ciudad de Santiago, mandé al capi- tan Juan Bohdn a fundar una segunda ciudad en la regién lamada por los indios “Coquimpu, hoy La Serena, el afio 1544. Desgraciadamente, los indigenas del lugar la destruyeron total- mente y la incendiaron, matando a todos los defensores, pocos aiios después. 22 Sin embargo, el Gobemador Pedro de Valdivia, al regresar del Pert, mandé al capitan Francisco de Aguirre a esta zona para reconstruir la ciudad, lo cual se realiz6 el 26 de agosto de 1549, fies- ta del apéstol San Bartolomé. * Por exo, esta ciudad de La Serena, consttuyé un centro impor- tante entre Santiago, la capital y la region del Peru, Fue igualmen- te la puerta de entrada y salida del Valle de Elqui con sus produc- tos minerales y agricolas. La primera evangelizacién: Al Hegar los espafioles a Chile, venian con ellos los misioneros de la fe cristiana, que se dedicaron de inmediato a entregar a los indigenas del lugar la buena nueva de Cristo, con el ejemplo de sus vidas austeras y pobres. Las principa~ les drdenes religiosas, que trabajaron con los habitantes del Valle de Elqui, fueron los franciscanos, dominicos y mercedarios. De ellos hay constancia eserita y oral en los santos titulares que se encuentran en las diversas capillas e iglesias del valle. Recordemos, por ejemplo, a la Virgen del Rosario, a San Francisco, 0 a la Virgen de La Merced, entre otros. El primer encuentro con los naturales fue atraerlos con carifio y amor, presentindoles las figuras de nuestra religién catdlica. Poco € poco, fueron aprendiendo su idioma para comunicarse mejor con ellos. En seguida construyeron las primeras capillas, que sirvieron de lugar de reuni6n y de oraci6n; se formaron los centros de cateque- sis, de liturgia y de juegos. Y ast se fue formando la primera comunidad cristiana indigena, alrededor de las capillas. Esto sucedié no slo en los campos, sino también en los primeros “pueblos de indios”, que en el transcurso de los afios fueron la base de las “Doctrinas de indios", o primeras parroquias rurales. En el Valle de Elqui se puede observar claramente esta confor- macién especial de pequefios caserios y pueblos que son el resulta- do de antiguas doctrinas, con sus pequenas capillas 0 iglesias mas andes. ee Tampoco hay que olvidar a la sociedad de esos tiempos. Se vivia dentro de una sociedad totalmente cristiana, muy distinta a lo que ahora vemos en nuestra sociedad. Por eso asi se puede comprender bien el desarrollo de este valle elquino, en donde surgen tantas capillas e iglesias, que se destacan claramente en el horizonte verde de sus campos. Iglesia de Peralillo: 24 ‘omo ya lo habiamos dicho, la Cuarta Regién de Chile es una zona de un patrimonio cultural muy rico. La ciudad de La Serena, al fundarse, ocupé una plataforma natural de 6 por 6 cuadras espaiiolas , entre la “barranca del mar y la del Rio Elqui” hacia el oriente. Ha mantenido hasta la fecha e! mismo emplazamiento primitivo desde el siglo XVI, igual que la ciudad de Santiago. Son muy pocos los documentos que existen, anteriores al'aiio 1680. Pues, todo-lo que habia en La Serena fue destruido e incen- diado durante el ataque a la ciudad del corsario Sharp. El Valle de Elqui es amplio y dilatado al llegar a la costa del mar. Pero se va angostando hacia el interior. Las grandes cadenas trans- versales de altos cerros que vienen de la Cordillera de los Andes, se juntan suavemente a los de la costa para hundirse en el mar. Vieufa es el iiltimo tramo ancho y plano del hermoso valle. Abi es donde “el cielo empieza a tener una limpieza sin igual; el sol bri- lla y calienta fuertemente, encerrado en dos cadenas de montaiias; el aire también es seco”. Desde aqui el valle se estrecha mis y mis, formando como un gran cain. Pero ze6mo se fue poblando y cristianizando este amplio y dila- tado valle de la Cuarta Regién? Aqui quiero solamente constatar hechos. Fueron los religiosos misioneros en el siglo XVI los verda- deros colonizadores y padres espirituales de los habitantes del pais. Con un amor infinito, una paciencia a toda prucba y una vida santa y pobre, manifestaron a los indigenas y espaftoles el verda- dero ideal del cristianismo. Pero, antes de iniciar el itinerario misionero, esto es lo. que nos dice el P. Guarda, gran investigador de esta region, acerca de los elementos artisticos, de los estilos de construccién y de la calidad de sus capillas e iglesias. “Las capillas, dice, antecedieron a las plazas; fueron como el efecto de éstas’ Los detalles decorativos de estas capillas del valle son del siglo XIX, segtin los investigadores.. Es la escuela de arquitectura de madera, originada en La Serena del siglo pasado. Muy relacionada con ella estén los carpinteros y artesanos curopeos, que llegaron a 25 esta zona, como la existencia del puerto de Coquimbo. Los estilos que vemos en estas capillas del valle son el resultado de un desarrollo histérico, que se manifiesta en las pinturas, las torres, pilpitos, aliares y estructuras. Igualmente, la imagineria local en madera y otros elementos constituyen otra forma de estilo propio. Agrega finalmente el P. Guarda, que “al hablar de estilos, se refiere a los adornos, decora- ciones, torres, ete.” Lo que abundé aqui “fue el estilo neoclisico de Ta época, como lo vemos también en la fina carpinteria”. Y¥ pone como ejemplo de ello la torre de S. Inés actual, la de S. Juan de Dios, que tienen su réplica en el interior del valle. Por otro lado, la torre de las monjas Carmelitas encuentra su eco en algunas capillas del valle, como El Tambo. En este lugar, intere- 56 mas “el volumen que los adornos’. En otras capillas, como la de Pisco Elqui, hay un influjo neogé- tico en sus puertas, ventanas y allares, Sin embargo, termina dicien- do el investigador, “esta arquitectura propia del Valle de Elqui se -extinguié en un momento. Puede haber sido por migraci6n o tras- lado de los artesanos, desinterés de los parrocos, u otras causas.” Finalmente, otro arquitecto investigador de la regién trae los nombres de 10 carpinteros ingleses y 3 norteamericanos, que traba- jaron en La Serena y Coquimbo, como esté anotado en el censo del afio 1854. ‘A ellos se debe, pues, la fina carpinteria de estilo clasico de las construcciones de los afos 1830 a 1880. Hubo también carpinteros de la zona, como Bartolo Varela y Rafael Salinas, que trabajaron Coquimbo y otros lugares, con la misma técnica y especializa de los europeos a finales del siglo XIX. 26 Iglesia de Pisco Elqui ontinuando con Ia historia religiosa del Valle de Elqui, conviene saber algunos hechos interesantes qué pertene- cen también a la zona. Recordemos que esta Cuarta Regién es ademas una zona minera. Por lo cual ha habido grandes personajes buscadores de minerales, como en los terrenos de Andacollo, el oro; en otros lugares el cobre, hierro, etc. ‘Tenemos un caso muy importante aqui al lado de la ciudad de La Serena, en Las Compaiifas. En 1831 se instalé el primer horno de reverbero que hubo en Chile, para fundir metales. El famoso qui- mico alsaciano Carlos Lambert, fue el iniciador de estos trabajos. Extrajo cobre metélico refinado de las viejas escorias. Llegg a tener una instalacién de 12 hornos en la zona. Oto gran hombre y empresario fue José Tomas Urmeneta, quien a mediados del siglo XIX instalé en Guayacén una de las mayores refinerfas de cobre del mundo. Pues construy6 35 hornos de reverbero, con 3 grandes chimeneas de 40 metros de alto cada una. Trajo para ello técnicos especializados, chilenos y europeos, contratistas, cerrajeros, etc. En dicho lugar se desarrollé un pequeiio pueblo, por lo que Urmeneta quiso construir una iglesia, “que fuera de material livia- no y fécil de armar”, para que cl pueblo de Guayacan pudiera cele- brar las fiestas religiosas. Para ello, encarg6 a Bélgica una iglesia con esas caracteristicas y en 1889 la hizo instalar en el lugar que hoy ‘ocupa, por un ingeniero belga. Hoy dia vemos la hermosa Iglesia de Guayacan de Coquimbo ‘en perfectas condiciones. Ha sido declarada Monumento Nacional por el Ministerio de Educacién el afio 1977. Existe otra capilla antigua en muestra zona, es la de Santa Inés; esté ubicada cerca de la “barranca del Rio Elqui”, como se decia en tiempos antiguos. Fue probablemente la primera capilla construida por los espafoles en el siglo XVI. Pero, esa ya no existe. La que vemos hoy reconstruida fue terminada el afto 1819, para reempla- zar a la primitiva. Esta considerada también Monumento Nacional. Probablemente se instalaré en ella un museo religioso regional. zC6mo fueron las construcciones de las capilla del valle? - Segiin los estudios realizados, estas capillas estén construidas por un mismo esquema: Su volumen interno es de una sola nave y una 28 torre, a excepcién de la Iglesia parroquial de la ciudad de Vicuia. La construccién externa de ellas es de adobe, con contrafuertes del mismo material, en la parte central y cabeceras. Asi era la cons- truccién en el siglo XVIII. Estaban cubiertas con techumbre exterior de tejas 0 tejuelas de alerce. Hoy dia las vemos con coberturas de zine 0 fierro galvani- zado, Pocas de ellas tienen bévedas de madera, como en la Iglesia de ‘Vicufia. Las torres de las diversas capillas del valle estén construi- das con maderas nobles, como el pino oregén. Pues, en el siglo XVIII era traido de los Estados Unidos como lastre, en los barcos de carga que llegaban a Chile. Los artifices y carpinteros, que hemos enumerado anteriormen- te, fueron los encargados de la construccién de los detalles de dichas capill El alhajamiento de las capillas era muy variado. Algunas tenian “pequefios retablos” de madera. Otras, solo detalles de restos anti- ‘guos de Los siglos XVII y XVIII, pero son escasos. Desgraciadamente, ha habido mucha “incuria” y poco interés en la conservacign de las iglesias del valle. Estas fueron construidas con materiales perecibles y no de piedra, como sucede en La Serena. Otras capillas tenian ademds piilpitos de madera, pero son -pocos los que se conservan actualmente. La conservacién de estas capillas es s6lo regular. ‘Algunas, como la Iglesia parroquial de Vicufa, se mantienen en buen estado de conservaci6n y ha habido preocupaci6n por ella en los parrocos. Poco sacamos con la contemplacién de la hermosura del Valle de Elqui y de sus capillas e iglesias, si no tenemos una preocupa- cién real de conservar y reparar lo que nos legaron los antepasados. 29 Iglesia de Algarrobito espués de haber descrito anteriormente la belleza y armonia del Valle de Elqui, con la fertilidad de sus tie- rras y la hermosura que presentan al paisaje las numero- sas iglesias, con sus campanarias descollantes, tratare- mos ahora de presentar a los lectores algo de la historia misma de estas antiguas iglesias del valle. Este ha sido un trabajo muy diffcil y arduo, Pues, son escasos los documentos, crdnicas e historias de estas capillas e iglesias. Sin embargo, lo elaborado con amor, lo entregamos ahora, No debe- mos olvidar que la historia es la gran maestra de la vida. CUTUN, ANTIGUO PUEBLO DE INDIOS Estaba situado en la orilla norte del Rio Elqui, a unos 12 km. det mar, donde existia una pequefa capilla y doctrina de indios. El encomendero del lugar era Francisco de Rojas en 1788. El titular de esta capilla era S. José. Este territorio fue habitado primitivamente por los indios “que- chuas” del Pert, quienes dominaron todo el Valle de Elqui, junto con otras culturas étnicas, como la “diaguita” y “atacamena”. En algunas crdnicas antiguas se cuenta que en este lugar hubo “un gran benefactor de la iglesia de Cuttin, llamado Antonio Meri", el cual hizo cuantiosas donaciones para la construcci6n de la ighe- sia parroquial. De suerte que el Obispo Justo Donoso decreté que mientras viviera don Antonio, se celebrara cada ano, el dia 13 de junio, la misa cantada por su intencidn. Y después de su muerte se diria una misa cantada cada aio perpetuamente. Esto lo decreté el 20 de agosto de 1867. Sin embargo, afios después el Obispo Orrego dejé sin efecto esta piadosa carga el afio 1871. En los libros antiguos parroquiales encontramos que se fundé esta parroquia de Cutin el dia 24 de septiembre de 1757, después de ser doctrina de indios por muchos ailos. Se colocé de titular a S. José, pues era el mismo de la primiti- va capilla. ALGARROBITO La antigua parroquia de Cuttin se trasladé a este pueblo de ‘Algarrobito, con motivo de una inundacién ocurrida en siglos pasa~ dos en el Rfo Elqui. Algarrobito esté ubieado en la ribera sur del rio, a unos 10 km, de La Serena. Es el primer pueblo de importancia a la entrada del Valle de Elqui. En sus inicios fue una doctrina de indios, como los demés caseri- 0s, siendo evangelizado por los PP. Dominicos de La Serena, como los primeros doctrineros del lugar. Fueron los incas del Pert los due- ‘tos primitivos de! valle, como ya lo dijimos. Ellos controlaron la entrada al valle con una guarnicién militar, probablemente en la zona de Altovalsol, donde vivia el gobernador incaico, La actual Iglesia de Algarrobito fue construida por el pérroco D. Juan Sampé siendo autorizado para colacar la primera piedra por el ‘Obispo D. Justo Donoso el 5 de enero de 1867. Muchos datos interesantes encontramos en los libros a les de Algarrobito, en la visita que hicimos personalmente. Por ejem- plo, en el libro I de bautismos del aio 1757, se llama al lugar "Doctrina de S. José de Cuttin’ ; en el libro de matrimonios se habla del “Curato de Cuttin”, ‘Como curiosidad, anotamos la siguiente partida de bautismo de 1757: “En veinte y nueve de septiembre de mil setecientos y cin- cuenta y siete afios puso Gleo y chrisma a Domingo Cortés, espaiol, de edad de mes y medio, hijo legitimo de Pedro Cortés y de Santos Urtado. PP, Juan Martin y Josepha Suarez, Bautizala por necesidad el maestro D. José Morales: PP. los referidas supra, de que doy fe, Xavier Martinez.” El primer pérroco que figura en los libros parroquiales es D. Juan de Dios Miranda, en el aio 1757; permanecié como tal en esta parro- quia durante 28 aos, hasta 1785. Encontramos también en dichos bros parroquiales a varios religiosos de Santo Domingo, que hicie- ron de pirrocos interinos de Algarrobito, como ser: Fr. Pedro Rodriguez, cura y vicario interino en 1878 al 90; Fr. Heliodoro Pardo, interino en 1793 y 94; Fr. Rafael de Urizar, interino en 1794 a 98; Fr. Eusebio Gutiérrez, interino en 1802, Esta iglesia parroquial tiene como titular a NS. del Rosario, cuya fiesta se celebra en el mes de octubre. Tiene una sola nave y tres alta- res con sus respectivos retablos de madera dorada. En el altar prin- cipal esta la imagen de N.S. del Rosario, en una hornacina en altura; 2 a ambos lados y mas abajo, estén las imagenes de San José y de Santo Domingo de Guzman; al centro, el Sagrado Corazén de Jestis. Tiene también la iglesia un puilpito de madera, con su respective “ciborio”, de hermosa apariencia. Ademés, posee esta iglesia una esbelta torre de madera, con ventanales laterales. Est bien conser- vada y se destaca a la distancia en el Valle del Elqui. CAPILLAS DE CULTO DE ESTA PARROQUIA ALTOVALSOL: Esté situado en el margen norte del Rio Elqui, a unos 12 km. de La Serena, dominando ampliamente el valle y su her- mosa y fértil vegetaci6n. La antigua chacra pertenecia a la familia Pastene, en el sigio XVIII. Después, fue de dofia Manuela Fuica Nifio de Zepeda, a quien gucedié su jo Ramén de Rojas y Fula. Este a venio a Miguel Pastene Munizaga en 1771. La propiedad se conservé entre los des- cendientes hasta el ano 1970. La capilla actual es de! siglo XIX y debe haber sido consteuida por 10s propltatios de esos gates. ROJAS: Este pueblito esté ubicado en la parte norte del Rio Elqui y a 22 km. de La Serena. Ofrece una hermosa vista al valle, como Altovalsol. Es un caserio agricola, donde parece que el tiempo colonial se ha detenido. Los primeros pobladores son del siglo pasa- do. Cuando existia el ferrocarzil del valle, se vendian en la estacién los famosos dulces de Las Rojas. La iglesia fue construida en 1892, con adobes y techo de tejas. La fiesta que se celebra cada afto es la de la Inmaculada Concepcién de Maria, el8 de diciembre. Esta zona fue habitada primitivamente por la “cultura diaguita”: ues, dicen los arquedlogos, que aqui se han hallado fésiles de la era Cuatemaria y que hubo una laguna hace unos 15 mil aiios. El nom- bre del lugar se debe seguramente a los antiguos duefios, la familia Rojas. TEL MOLLE: Ubicado también enlaribora norte del Rio Equi y a 37 km. de La Serena. Fue antiguamente asiento de indios quechuas. del Peri, desde el afo 1795. Era propietario del lugar Eufrasio Villegas, quien construyé en él una capilla, bajo el titulo de NS. del Rosario, El Obispo Donoso aprobé la bendicién de ella el 14 de mayo de 1867. Su hermosa torre se destaca en el valle. La parroquia de Algarrobito atiende pastoralmente a 19 lugares distintos. 33 Iglesia de El Tambo 34 La Primera Parroquia del Valle vanzando un poco més en el tiempo y a la vez retrotra- yendo nuestros recuerdos sobre la mis antigua parroquia del valle de Elqui, hemos hallado sus origenes en los diversos libros parroquiales de la region. El resultado ha sido positivo, Pues, en el Libro I de Bautismos del aito 1667 al 1682 de la parro- quia de Vicufa, se habla de la capilla mas cercana a La Serena, lla- mada S. Francisco de Quilacin, que existia ya desde febrero de 1667, en la chacra del Capitan Pedro Cortés de Monroy. De aqui se puede inferir la existencia de los inicios de la parroquia, llamada "“Delque' o Elqui. Otro dato importante se halla en el II Libro de Bautismos de 1709, donde se dice que el pérroco “bautiza en la Iglesia de Quilacan”. Otras veces dice: En la Iglesia de dona Isabel Pastene de Quilacén”, Corresponde a la chacra de ella, nombrada hoy “Altovalsot”. Por eso, se habla igualmente en los antiguos documentos, que la ““doctrina de indios” fue fundada en Marquesa Baja y cerca de El Molle el aio 1585, la cual se traslad6 después a El Tambo. El Obispo de Santiago, Diego de Medellin franciscano fund6 esta primera parroquia de! valle el afto 1660, colocdndole como titu- lar a S. Idefonso y teniende como sede El Tambo. Su primer pirro- co fue Francisco Aguirre. Esta primitiva parroquia duré cerca de dos siglos, hasta que fue trasladada a la nueva ciudad de Vicufta el ario 1836. Comprendia un inmenso territorio: desde la actual parroquia de La Higuera por el norte, seguia por todo el Valle de Elqui hasta la cordillera neva- da. Por lo cual, abarcaba las actuales parroquias de La Higuera, Las ‘Compaiias, Algarrobito o Cutin, Vicufta, Paihuano y Diaguitas. En los antiguos libros parroquiales existen muchos indicios y datos interesantes acerca de esta parroquia. Ademés de lo dicho antes, en el Libro I de Bautismos de 1667, se habla “de la iglesia parroquial del pueblo Delque”, en otro lugar; se dice “en la Iglesia de §. lidefonso de El Tambo”, o “en la Iglesia de S. Ildefonso Delque”. También en el Libro I de Matrimonios de 1766, se dice: 35 “En la Iglesia parroquial de El Tambo”. ¥ ast sucesivamente en muchos otros lugares. Lo cual indica claramente la existencia de esta parroquia en el valle. Por otra parte, hay que tener bien en claro que tos primeros libros de dicha parroquia, se iniciaron slo en 1667. En esa época ‘era parroco Marcos Castillo Ledn, quien dice al firmar los libros: "Cura beneficiado desta doctrina Delque”, también, “Cura y vica- rio desde valle Delque”, “Cura beneficiado deste Partido Delque” Probablemente en esta primera parroquia del Valle de Elqui hubo varios religiosos que ejercieron el oficio de parrocos, como lo ‘vemos en las firmas de los libros parroquiales. Sin embargo, es difi- Gil saber a qué orden pertenecfan. ‘Como Lo dijimos anteriormente, los primeros evangelizadores de esta regin fueron los franciscanos, mercedarios y dominicos. Desde sus conventos de La Serena se dirigieron hacia el norte y el sur dela amplia zona, de lo que hoy llamamos Tercera y Cuarta Re- giones, para entregar el mensaje de Cristo a los primeros indigenas. Los recuerdos de su paso estan en las capillas e iglesias de estos lugares, en los santos titulares, como S. Francisco, 8. Domingo, N.S del Rosario, de La Merced, etc. En la ciudad de ia existia ademés un convento de La Merced, nos dicen las crénicas, antes del afto 1836, el que fue supri- mido en tiempos del Gobernador Francisco de Miranda en 1860. Probablemente, en ese lugar, se instal después la parraquia de Vicuiia. Religiosos mercedarios trabajaron en esta nueva parroquia como curas interinos 0 titulares. En tiempos del parroco Basilio Egana, se dice en el Libro I de Matrimonios: “En la iglesia de la chacra de Pedro Callejas cas6 con licencia del pérroco el padre predicador Fr. Gaspar Marin, el 3 de junio de 1756”. Aquf figura un sacerdote de la orden de S. Domingo, pues antiguamente se les nombraba padres predicado- res. Finalmente, en la antigua parroquia Delque o de El Tambo, ain existe una pequeiia imagen de S. Ildefonso, que era el titular de esa iglesia, en el retablo del altar, Dicen los antiguos, que dicha imagen del santo era llevada en romeria de pueblo en pueblo, para lograr algin beneficio. Iglesia de Vicuiia a parroquia de Vicuiia, Es interesante conocer los origenes de ‘esta villa, situada en la ultima gran explanada del valle elquino, antes de angostarse definitivamente entre las montafias de la cordillera. Fue en tiempos de Bernardo O'Higgins, como Director Supremo del Estado de Chile, cuando se decret6 la fundacién de este poblado con el nombre de San Isidro, en el lugar denominado “Marquesa Alta”. El Intendente de Coquimbo, Coronel joaquin Vicuiia y Larrain, la fund el 22 de febrero de 1821. Optuvo el titulo de ciudad en 1872, con el nombre sélo de “Vicuna’. Esta ciudad adquirié después mucha importancia en la regiGn, legan- do a ser la cabecera del departamento de Eiqui. El Obispo de Santiago, Manuel Vicuila, autoriz6 el traslado de la antigua parroquia de El Tambo © Delque, de la que ya hablamos, a esta ciudad de Vieula por decreto de 24 de diciembre de 1836. Se habla también en él de la bendicién de la parte terminada del tempio, que se estaba edificando; era cura interino en ese tiempo Pedro Nolasco Caballero. La nueva iglesia estuvo dedicada al apéstol San Pedro, como Patrono y titular de ella, celebrindose su fiesta el 29 de junio. Este sacerdote estuvo de parraco interino 3 aftos y 4 meses, segtin consta en los libros de matri- ‘monio de la parroquia. Esta iglesia quedé muy deteriorada en el terremoto de febrero de 1847, como se dice en el libro I de Cuentas. Era parroco Antonio Sagiiez. “Hubo que reedificarla de nuevo”, nos dicen las crdnicas. Ademéds, cuatro dias antes de la bendicién de la iglesia, estallé la revo- luciGn de 1851, 10 que hizo retrasar todo. Se efectuaron también otras repa- rachis de esa iglesia los afos 1867 y 1869 El Obispo autor26 estos ta bbajos, siendo pérroco Bemardino Peralta, ~Elactual templo. Se inicié su construccién el aio 1904; los planos fue- ron hechos por os a Empardn y Young, Era parroco de Vicufia Juan José Rodriguez. El casto de la obra fue de $82.696. Se terminé la construccién del templo el afo 1910 Dimensiones de éste: 56 m. de largo, por 16 de ancho, incluyendo las ‘murallas. Sus naves estén separadas por 18 columnas de madera; tiene ademés 8 ae puertas de madera, una mampara grande con vidrios. La torre esbelta que posee es también de madera, con 3 grandes ventana- Jes con vidrios y atros mas pequeos. afio 1959'se pinté nuevamente la iglesia de color rojo plateado, en las murallas exteriores, las conisas y puertas de color blanco. En el interior se pintaron las murallas de color crema. El techo dela iglesia es de madera y esté decorado en la nave central. Posee 6 altares, dedicados a varios santos; ce altar mayor a la Inmaculada Concepcién de la Virgen Maria, que es 38 actualmente la titular de la iglesia, Este templo parroquial posee varias imagenes valiosas, como un Cristo crucificade y otra de Cristo Pobre, que fueron confeccionados en madera y traidas de Espa. Ambas constituyen verdaderas obras de arte sagrado y estan en buen estado de conservacién. Tambien es valiosa la pila bautis- mal, que es de marmol de Carrara, de Italia. En ésta fue bautizada la famo- sa poetisa del valle, Lucila Godoy Alcayaga o “Gabricla Mistral”. ‘Actualmente esta parroquia de Vicuita es Viearia Fordnea de Elqui,‘to que significa que el parroco de este lugar tiene jurisdiccidn sobre todas las demas parroquias de! Valle de Elqui. El decreto episcopal es del 8 de junio de 1907 EI Tambo, que fue la antigua sede de la primera parroquia de Elqui. Su iglesia es de una nave, ubicada frente ala plaza del pueblo; tiene 30 m. de largo, por 9.50 m de ancho. 'El piso es de madera y las murallas de adobe; 3 grandes puertas de madera y una torre. El aliar central es de madera labrada, con columnas doradas; una de las imagenes es la de San Idefonso, el antiguo titular, que era sacado en procesién por los pueblos. Ademés, hay dos altares laterales yun pillpito de madera. El aio 1874 se demolid la antigua iglesia de El ‘Tambo, con la autorizacién del Obispo Orrego y se edifico la iglesia actual, Gualliguaiea, Este antiguo pueblo esté ubicado en la ribera sur del Rio Elgui, con sus cerros dridos, que contienen cobre: Su iglesia es del siglo XVII tiene por titular a San José, a torre tiene una cuipula plateada; el ppiso e3 de madera. El terreno tiene un frente de 40 m. por 20 m. de fondo ¥ esta inscrito en el Registro de Propiedades de 1903. Pose ademés un ‘ementerio propio, de 20 m. por lado, con una superficie de 400 m2. San Isidro. Es un antiguo pueblito, ubicado a 4:km. de la ciudad de Vicufia. Posee una iglesia pequeia frente la plaza del pueblo. La superti- cie de su propiedad es de 1.560 m2., pero carece de escritura publica. El piso es de madera de algarrobo y posee también una hermosa torre, donde hay una inscripcidn en bronce con la fecha de su construccién. En San Isidro estuvo la primera sede de la parroquia de Vieutia, pues figura en los libras de los afios 1766 y 1828. En estos 60 afios don Tomés Guillermo Alvarez, ha sido uno de los famosos y grandes parrocos de Vicuiia. Asumid su oficio pastoral en febre- ro de 1952 y lo desemperié hasta el aiio 1959, durante 27 aftos. Su recuerdo hha quedado grabado perennemente por la Municipalidad de Vicuiia, en la placa recordatoria que leva su nombre, en el gran puente sobre el Rio Eiqul antes de entrar al ciudad, como testinonio de la grata de su pueblo. 39 Iglesia de Diaguitas 40 hora nos corresponde hablar de la parroquia de Diaguitas, la historia del lugar, su antiguiedad. Los anti- guos documentos nos indican la existencia de una capi- Tia _en funciones en 1610, como nos lo atestigua el Archivo Nacional de Chile. Dicha capilla tenia como titular a Nuestra Sefiora del Rosario y cuya fiesta era celebrada desde el siglo XVIII. Lo cual significa que este fue un lugar evangelizado por 10s dominicos del convento de La Serena. Por otra parte, se crienta que dota Petrona de Rojas tenia en ese mismo lugar de Diaguitas una capilla de su propiedad. Finalmente encontramos otra capilla que estaba también en fun- ciones en 1726, 33 y 60; tenfa como titular a S, Bartolomé”. Diaguitas obtuvo el titulo de “Villa del Rosario” el de agosto de 1872. Cuando este lugar pertenecia al Curato de Elqui, existia ya la Cofradia del Rosario, la que el Obispo Orrego autoriz6 que con- tinuara come estaba establecida, el 16 de enero de 1869. Esta parro- quia fue fundada por el Obispo de La Serena Carlos Silva Cotapos el 30 de mayo de 1921. La autoridad de la Iglesia trasladé la sede de la Parroquia de El Tambo, que habfa sido fundada por el Obispo Ramén A, Jara el afto 1911, para establecerla en Diaguitas. El terreno de la iglesia fue comprado a Antonio Rojas en 200 pesos, siendo pérroco Mariano Iglesias. La actual Iglesia de Diaguitas es de una nave, de 40 m. de largo por 12 m. de ancho; las. murallas son de adobe; en el altar central esta la imagen de Nuestra Sefiora del Rosario en una homacina especial; es de madera y esti vestida. Posee la iglesia ademés otras dos imagenes de madera, una de Cristo crucificado y otra de Cristo Nazareno vestido. En cuanto a los limites de esta parroquia, son: al norte, con la parroquia de Vicuita, Algarrobito y Freirina, al sur, con la parroquia de Hurtado, al oriente, con Paihuano, y al poniente, con la Quebrada de Los Loros, que separa El Durazno de La Compaiia. Titular de esta parroquia: Nuestra Sefiora del Rosario, Primer parroco Pedro Chavez. Esto dice el decreto de fundacién: que el Parroco de El Tambo entregue todos los bienes al de Vicuia, y éste a su vez entregue al de Diaguitas la iglesia y sus bienes, como tam- bign los libros parroquiales de El Tambo. 4a El actual pérroco de Diaguitas es Gustavo Cortés Aguirre, cuye isabuelo José de la Cruz Cortés esta enterrado en dicha iglesia; la lépida es de 1879. La iglesia actual es del ato 1867. Recordemos igualmente que el antiguo ferrocarril del Valle de Elqui llegaba también a Diaguitas, distante 69 kms. de La Serena. Lugares de culto de 1a parroquia: Peralillo, donde existe capilla en Alto de Pinto desde 1836, que esta dedicada a la Virgen Maria y a Santa Gertrudis. Era mayordomo Manuel Pinto. Huanta: Figura esta capilla desde 1837, como oratorio de dofia Maria Jacoba Gonzélez, de uso pblico. Titular Nuestra Senora de La Merced. El Durazno: tiene una capilla dedicada a Nuestra Senora det Carmen. En 1855 era mayordomo Doroteo Gonzalez y su esposa Carmen Egaia, hija de Mariano Egafa, era la duefia. La legé al pue- blo con una hijuela en 1870, en testament. Rivadavia: La capilla est4 ubicada al norte del Rio Elqui. La antigua capilla esté abandonada; fue construida en 1708, después reedificada por el Obispo de La Serena y dedicada a Nuestra Sefiora del Rosario. Como el pueblo de Rivadavia se trasladé en 1870 al otro lado del rio, la antigua iglesia ha quedado solitaria. En ella esta el puilpito de la Iglesia de La Merced y las puertas. Varillar: Esta dedicada también a Nuestra Sefiora del Rosario y figura en los libros parroquiales de 1831, Campana: La capilla fue construida en 1904 por la familia Escudero Avalos, celebréndose la fiesta de Nuestra Sefiora del Rosario en el mes de mayo. Iglesia de Paihuano ‘erminaremos los trabajos relacionados con las iglesias del Valle de Elqui, presentando detalles de la ultima parroquia del sector: Paihuano. Este lugar ya es nombrado en los libros de bautismo del afio 1752, como “Capilla de S, Joseph de Paiguani". En diciembre de 1858 se le coloca a esta capilla el titulo de "Maria Sma. de Purisima”, nombrindose a D. Ruperto Vergara como mayordomo de ella. Después, el 21 de mayo de 1872 fue declarada viceparroquia por el Obispo de La Serena José Manuel Orrego, dependiendo de la Parroquia de Vicufa Los vecinos del lugar solicitaron al Obispo Donoso la creacién de parroquia independiente a este lugar, pero no pudo hacerse por falta de ‘medios econémicos. El primer viceparroco fue José M. Varas. Un vecino de Paihuano, Olegario Alba, dond una casa para la viceparroquia el aio 1888, ‘cooperando también otros vecinos. Durante la Guerra del Pacifico de 1879 se hicieron stiplicas y rogativas ‘a Dios en las diversas capillas, para ayudar a los gastos de la guerra. Se jun- laron aqui en las colectas $271 con 30 centavos. Finalmente, el Obispo Florencio Fontecilla erige la nueva Parroquia de Paihuano el 24 de septiembre de 1892, nombrando al sacerdote francés, Francisco Dupas como primer parroco. El territorio parroquial comprendia las subdelegaciones de Rivadavia, Paihuano, Montegrande y La Union, desmembrandose de la Parroquia de Vicuita. Sus limites fueron: al norte, el estera del Calvario y el Rio Turbio;al sur, la cordillera de los Andes; y al este, el Curato de Vieutia, en el vado de Algarrobal. Titular de esta parroquia es la Inmaculada Concepcién de Maria. Por falta de medios econdmicos para construir un nuevo templo, se tuvo que seguir usando la iglesia antigua, de pesados muros de adobes y débiles imientos; el piso y cielo eran de madera, de una sola nave y una torre de madera. Estaba inconclusa por dentro y por fuera. Tenia un sitio frente a la plaza del pueblo, de 25 m. por 40 m. de fondo, pero sin titulo de propie- dad. Al lado estaba la casa parroquial de adobes, de 50 m. por 50m. y sin terminar. Desgraciadamente, el afio 1952-se produjo un inoendio en la iglesia; que 1a destruyé completamente, salvandose sélo pocas cosas, Con la ayuda de vecinos se ha logrado levantar otra iglesia mds sdlida, de concreto, que fue bendecida por el Obispo de La Serena Alfredo Cifuentes en 1954, segin planos del arquitecto seiior Momberg. Entre los antiguos libros parroquia- les figura uno de julio de 1872, y otro libro de fabrica del mismo aio. CAPILLAS DE CULTO En el pueblo de Pisco Elqui, llamado antes “La Greda" y después el aito 1873 se le cambi6 por “La Unign”, la primera capilla del lugar se bendijo el 27 de febrero de 1862, colocando a N.S. del Rosario como su titular. Este pueblo empezé a depender de Paihuano en 1892. Dofia Juana Pinto dond $3420 para construir Ia nueva capil, iniciandose los trabajos en 1909, en terrenos adquiridos por Rafael Ponce, vecino del lugar . El Obispo Ramon ‘A. Jara bendijo la obra, encargando a un comité de vecinos, presididos por el pirroco de Paihuano Miguel Lamata, que administraran los trabajos. EL afto 1910, centenario de nuestra independencia nacional, el Obispo Jara ccelebrd solemnnemente una misa en terrenos donde se estaba construyendo la capilla, En 1912 el Obispo Jara realizé la primera visita pastoral a la Parroquia de Paihuano, siendo esperado en este lugar por 508 huasos a caballo, pro- cedentes de Montegrande y sus alrededores, con grandes demostraciones de afecto. Finalmente, el afio 1915, el mismo Obispo Jara visitd de nuevo el lugar, encontrando la capilla casi terminada, con su torre, bautisterio y sacristia. Estaba establecida alli la Cofradia del Rosario. El nuevo Obispo de La Serena Carlos Silva, al visitar este lugar en 1925, encontrd la iglesia terminada y muy bien alhajada: se haba encargado a Bélgica un hermoso altar gético; las imAgenes de San José y de Santo Domingo y seis candela- bros a Espana. Por lo cual, el Obispo bendijo la Iglesia y las imagenes sagradas, con toda la solemnidad y muchos padrinos, La titular fue Nuestra Sefiora del Rosario, cuya fiesta es en el mes de octubre. MONTEGRANDE En los antiguos libros parroquiales de 1747 figura esta capilla como “Iglesia de Buenaventura de Montegrande"; en 1751, como “Iglesia de San Francisco de Montegrande”. Esta antigua capilla se demolié en 1878, con la autorizacién del Obispo Orrego, por lo que fue necesario construir una nueva. Los vecinos reunieron fondos para ello, en especial José Dolores Torres, inicindose los trabajos el aito 1879. En el terremoto de 1922 la igle- sia quedé muy deteriorada, por lo que hubo que repararla totalmente. Actualmente tiene como titular a Nuestra Sefiora del Carmen, estando colocada su imagen en el altar mayor. En un altar lateral est la imagen de Nuestra Sefiora det Rosario. (Otras eapill : Alcohuaz, Horeén, Quebrada de Paihuano, etc. 45 INDICE Pag. Presentacién, ————___________ 3 Los templos de piedra, introducciin ———————_ 4 Iglesia de San Francisco ——____________. 6 Iglesia de San Agustin ——________________ 9 Iglesia de la Merced. ——____________ 12 Iglesia de Santo Domingo ———______— 15 Iglesia Catedral. ————_______________ 18 Capillas del Valle de Elqui, introduceién, ————— 21 Cutéin, antiguo pueblo de indios —________— 30 Algarrobito y sus capillas —__________ 32 El Tambo, iglesia y parroquia —_____________ 34 stor Delque, la primera parroquia—____________ 35 Vicuita, iglesia y parroquia. —_____________ 37 XR Diaguitas, iglesia y parroquia. —_—_______—. 40 Paihuano, iglesia y parroquia. 43

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