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PIDIENDO EMPRESARIOS CREADORES DE EMPRESARIOS GComo se REPRODUCEN las figu- fas sociales? ;Por qué la poblacion de cierta figura (el emigrante, la coma- drona, los divorciados, ¢l (dolo de la aficién) puede crecer y multiplicar- seo desaparecer? Asf como hay espe- cies y culturas en peligro, hay figu- ras sociales en peligro de extincién. Por el contrario, hay figuras sociales que son como el lirlo acudtico y la cultura comercial: lo invaden todo. ‘Asi sucede con la figura del burécrata, que se ha ex- tendido hasta asfixiar zonas de la vida social. Hay muchas formas de reproducci6n. La figura de la madre soltera se reproduce (cuando menos en parte) biolégicamente. La madre de una obra teligiosa se te- produce (cuando menos en parte) a través del novicia- do. En otros casos, hay medios semejantes que repro- ducen figuras diferentes. La universidad puede servir para que los profesionistas libres se reproduzcan (se prestigien como maestros, compartan sus conocimien- ‘tos y recluten ayudantes para sus despachos). Pero tam- bién para que los funcionarios se reproduzcan (se pres- tigien como macstros, compartan sus conocimaicntos ¥ armen equipos de apoyo mutuo para subie). Y es natu ral quel figura reproducida modifique cl medio repro- ductor, La Universidad que reproduce profesionistas li bres tiene eminentes profesores de tiempo parcial, que universidad que reproduce funcionarios tiene eminen- tes profesores como funcionarios, De igual manera los sindicatos que eran uniones gremiales y servian para re- ‘producir los oficios (de sastres, ebanistas 0 canteros) se ‘estructuraban horizontalmente, a través de federacio- nes; mientras que los sindicatos de burGcratas se estruc- turan te, como la burocracia, y la repro- ‘ducen doblemente: en fas instituciones y en af mismos. ‘Una gran paradoja de la figura del empresarto ¢s que tiende a su propia destrucci6n. Los grandes empresa- ios se sienten ms cuando se vuelven menos: cuando sacan del mercado, despojan de su figura social, su- bordinan y reducen a la figura de burGcratas a gulencs trabajaban por su cuenta. Todo aquel que piramida, trabaja para la burocracia, aunque sea con otras inteo- ciones. Asf la burocracia se fue apoderando del esta- do, los sindicatos, los partidos, las universidades, las ‘empresas: como ciertos virus usan los genes de sus vic ‘timas para reproducirse. ‘Que los empresarios pongan todos sus genes empre- sariales, no en reproducirse, sino en multiplicar la bu- rocracia, ¢s paraddjico y autodestructivo, Pero no s6lo ‘30: perjudica al pais. La productividad independien- te es una gran tradicién mexicana, mds productiva y con més sentido social que 1a burocracia. ‘Hacen falta empresarios creadores de empresarios. 1. Paternalismo y productividad Pero también hay una tradiciGn de piedad y paternalis- mo frente al atraso y la miseria. Desde hace siglos, rel 20 © Vuetea 124 / Marzo de 1967 GABRIEL ZAID ee ‘ores, se han sentido obligados a intervenir para el pro- ‘gres0 del pais. Esta obligacién va acompafiada de un derecho, que parece natural: los que saben tienen de- recho a dirigir y a disponer de los recursos necesarios. ‘Quiz4 por eso la tarea lleva siglos, y parece inacaba- ble: porque es noble y bonita concentrar el saber, e1 poder y los recursos con tan buenas intenciones. Los _universitarios religiosos lo hicieron através de la Igle- sia hasta mediados del siglo XIX. Los laicos lo han re- construido a través del estado. Todo universitario pro- ‘gresista, capaz, bien intencionado y con ganas de tra- bajar en algo que el pais necesita, se siente con dere- cho a elercer una parte del presupuesto federal. No piensa en organizar una operacién independiente que tenga sus proplos ingresos, de preferencia derivados de vender Jo que ofrece. Al paternalismo no le gusta depender de sus beneficiarios: someterse a sus gustos, su julcio, 2 su capacidad de pago. Los que estén para ‘que les ayuden no tienen por qué pagar, opinar 0 €s- coger lo que prefieren, Para eso estén fos que saben. Entre los mexicanos de poca escolaridad, trabajar por su cuenta fue lo mds comGn, y sigue siendo un ‘deal, Pero la pledad y el paternalismo, en vez de apo. Yar ese ideal con medios para aumentar la productivi- dad independiente, impuso al pais su propio modelo: una prolongada escolaridad que prepara para manejar recursos avanzados, concentrados, piramidados en ‘grandes aparatos administrativos. Asi como los misio- ‘eros sentian que la mayor generosidad posible con ‘un indlo era que sus hijos dejaran de ser indios y se volvieran misioneros, los universitarios sienten que la ‘mayor generosidad posible con los campesinos, los ar- ‘tesanos, las comadronas, los que producen y venden cen talleres risticos, en bicicletas, en los mercados, no s ofrecerles recursos para que fortalezcan su indepen- dencla y aumenten su productividad, sino ofrecerles tun empleo, subsidios y la ilusién de que sus hijos lle- ‘guen a ser universitarios. Esta oferta de progreso, aunque sincera, es demago- ‘pica, Nunca habrd recursos suficientes para que todos los aspirantes a saber para subir tengan empleos de lu- jo enelestado o las grandes empresas. Avanzar en esa direcci6n imoposible ha sido un desastre para el pais, Jos recursos concentrados en las grandes em- presas y el gobierno producen menos que en peque- fas empresas a cargo de sus duefios. La concentracién, de recursos en grandes aparatos administrativos, ¢s- en la capital, es un despilfarro. Hace me- dio siglo, 1a ciudad de México no era tan monstruosa, a mayor parte de los mexicanos trabajaban por su ‘cuenta y bastaba con reinvertir como 9% del producto nacional para sos- tener un crecimiento del 5% 0 6% anual. A medida que la economia se fue concentran- do en la capital y se fue burocratizando (hasta en el ‘sector privado), las inversiones empezaron a produ- ‘cir menos. Para seguir creciendo al 5% 0 6% anual ha- fa falta invertis més y mds, En el sexenio pasado, hubo ‘que invertir casi el triple para sostener el mismo rit- mo. Hasta que ya no fue posible aumentar las inver- siones improductivas, y el crecimiento se desplomé este sexenio. Lo peor de todo ¢s que las inversiones improducti- ‘vas, como los elefantes blancos, no producen lo que cconsumen. Si fue posible seguir invirtiendo, y cada vez ‘ms, fue porque todo era a crédito y bajo el supuesto ilusorio de que las inversiones producirfan para pagarse por sf mismas. Otra ilusiGn fue dedicar los détares pres- tados a inversiones que no generaban dolares sino pe- sos, como si los préstamos pudleran pagarse en pesos. Endeudarse importando maquinaria para invertir, #6- Jo pucde pagarse si la maquinaria produce cosas ex- portables. Pero exportar ¢s entrar a un concurso internacional. El paternalismo es orgulloso, y no quiere someterse al voto de sus inferiores ni del exterior. Se replicga a lo alto, al centro, al interior, hasta que ya no puede sostenerse y quiebra La deuda externa (a fines de 1986), representa un millén de pesos por cada mexicano, 0 sea unos cinco por familia, Naturalmente, si cada familia hubiera re- Cibido un crédito de cinco millones para invertirlo en negocios caseros, no habefa miseria en México, la pro- vincia estarfa ea auge y la deuda ya se habria pagado. Pero como ef crédito se us6 para engordar elefantes blancos, no hay con qué pagar. La economia de los elefantes blancos, de! paterna- lismo, del proteccionismo, ya no tiene futuro en Mé- xico. Lo que tiene futuro es la creacién de empleos ‘exportadores y el fomento del autoempleo. Afortuna- damente, para esto, hay una vieja tradicién del nego- cio casero, que hasta hace poco se vefa con desprecio desde lo ato del progreso improductivo. Pero si algo. ‘std en quiebra son las grandes pirémides burocréticas, protegidas y protectoras, y si algo tiene Futuro es que Jos mexicanos se olviden del paternalismo y recupe- ren su gran tradici6n de productividad independiente. Es uma tradicién viva, hasta en esas manifestaciones que el paternalismo suele ver con léstima. En la En- cuesta de subempleados 1983 que publics Estudios So- clales del Banco Nacional de México, los vendedores ambulantes, lavacoches, boleros y otros entrevistados en la ciudad de México declararon: que saben leer y escribir (94%, la quinta parte habia llegado a secun- daria, preparatoria o los primeros afios de licenciatu- 1a), que estén contentos con su trabajo (87%); que prefieren el trabajo independiente, en vez de ser em- pleados (73%); que han recibido ofertas de trabajo fi- fo (36%). En una “‘Miniencuesta”” publicada por Adip Sabag en Excéistor (10 X 86), entre la poblaci6n det Distrito Federal de 18 aflos o més (no s6lo vendedo- res ambulantes, lavacoches, boleros), el 40% preflere 1 trabajo independiente, el 40% prefiere un empleo en el sector privado, el 8% en el sector pablico y el 7% en el sector social. Si hay estas preferencias en la ciudad donde se concentra el empleo, el sector pablico [MEETS re me ee y la tradicién burocritica, es de suponerse que en el resto del pafs la preferencia por el trabajo independien- te y el sector privado sea todavia mayor. 2. La cuestion social a través del mercado Las cuestiones de mercados no suclen ser vistas como propias de una preocupacién social. Las preocupacio- ines tradicionales, que nos llegan de Europa y los Es- tados Unidos, de la Iglesia y el socialismo, son ante to- do laborales Esto se explica. Los paises mds avanzados en la des- trucci6n de sus campesinos, artesanos y pequefios em- presarios, se han vuelto paises de asalariados: tanto los dirigentes como los dirigidos comparten esa situa- cin, en Ia General Motors y en la Uni6n Soviética. En esa situaci6n, las preocupaciones sociales parecen reducirse a cuestiones de personal: creacién de em- pleos, capacitaci6n, mayores salarios, atencién médi- ca, oportunidad de ascender, buen trato, participacién en las decisiones. Estas preocupaciones son legitimas y pertinentes en su caso, que €s también et caso del sector avanzado de los paises atrasados. El sector rico, moderno, avan- zado, ¢ (mayoritariamente) asalariado; mientras que ¢l sector pobre, atrasado, tradicional, trabaja (mayo- ritariamente) por su cuenta. En nuestro pats, las pla- 2a de salario minimo (que corresponden a los pobres de los patses ricos) son de hecho empleos de clase me- dia, Por eso las preocupaciones sociales que van al ca- 50 de los patses o sectores avanzados, no tienen nada que ofrecer a los mexicanos pobres, fuera de una pia- dosa destrucci6n: algiin dia, no se sabe cuando, sacar- los de campesinos, artesanos y peque/ios empresarios para convertitlos en asalariados. Vuelta 124 / Marzo de 1987 21 22 Dada a upeiradaplatane del sector modemo, sorprende que la destruccién vaya tan despacio. :C6- mo €s posible que el sector tradicional eve siglos de resistir y que ta poblacién de esas figuras sociales no haya sido borrada del planeta? Esto se debe a un he- ‘cho poco conocido: los campesinos, artesanos y pe- «quetios empresarios son mds eficientes que las grandes ‘empresas y el gobierno con respecto a sus inversiones. El sector avanzado produce mds por hombre, pero me- nos por unidad de capital. ‘Tedricamente, en un mercado perfecto, los bienes de ‘capital, las inversiones, los créditos deberian fluir hacia el sector que los hace producir mds. Pero el mercado ¢s imperfecto. Por una serie de razones econémicas, politicas, sociales, culturales, los medios de produc: cin se concentran en el sector que los despilfarra. En vez de que Jos medios de produccién baratos flu- yan al sector pobre (donde aumentar la productividad ‘cuesta menos), la poblacién pobre fluye (si puede) a donde se concentran los medios de producci6n cos- tosos. Destruir a un pequeiio productor independien- te para crearle un empleo moderno, con todas las inversiones necesarias (mdquinas, edificios, medios de transporte, urbanizacién) cuesta muchas veces mAs que equipario mejor para aumentar su productividad in- dependiente, donde esté. Por eso la destruccién va tan despacio, y en eso estd la oportunidad social La salida es por via del mercado: el de los medios de produccién baratos la productividad ¢ : ‘para equipar la pr 3. Medtos de produccién baratos Para acabar con la miseria en México, se han usado tres estrategias fracasadas (porque no generan recursos su- ficientes para sostenerse y crecer): crear empleos sub- sidiados, ofrecer productos bésicos subsidiados y dar servicios (educativos y asistenciales) subsidiados. Me- jor hubiera sido promover los medios de produccién baratos, que se pagan solos répidamente y ayudan a salir de pobres a los que trabajan por su cuenta. 2Qu€ son los medios de produccién baratos? 1. Los que cuestan cuando mucho un salarlo mfai- ‘mo anual por persona ocupada. 2. Generan productos o servicios con demanda lo- cal, 0 de “exportacién” a otras comunidades, 0 a los polos urbanos, o al extranjero. 3. Se pagan solos en menos de un aiio, con el valor ‘agregado que generan. 4, Son pertinentes para las circunstancias (fisicas, ‘econémicas, sociales, culturales). 2Existen medios tan maravillosos? Existen, han existi- do y seguirén existiendo, aunque, curiosamente, no re- ‘ciben apoyo ni promocién. Por diversos prejuicios, los que parecen maravillosos son los otros: los medios de lujo del progreso improductivo. ‘Sin embargo, ahi estan las maquinas de coser, apia- los, paquetes para producir hortalizas, eriaderos de acuacultura, paquetes de herramientas para oficios, bicicletas de carga, equipo para hacer conservas, pa- a vulcanizar lantas, para hacer bloques de concre- to, para poner puestos (comerciales, de servicios), etc. Y no hay que limitarse al equipamlento fisico: el eré- dito, el know-bow, las relaciones, son también recur- Voelta 124 / Marzo de 1987 sos que pueden ser abaratados y encuadrados en los ctiterios anteriores. El crédito barato para las pequefias y minimas em- presas no es el crédito con tasas nominales bajas, por- (que €sas tasas ignoran lo mAs costoso de todo: el costo de tramitacién (que, dividido entre una cantidad in- significante, arroja tasas reales agiotistas). El verdade- ro crédito barato es el pertinent, oportuno y sin mayores trimites. Asi también se puede ofrecer todo tun capital de relaciones, que multiplique las oportu- nidades de acceso al mercado (de ventas 0 de compras), a través de directorios impresos. ¥ el know-bow puc- de abaratarse con instructivos verdaderamente préc- ticos en bibliotecas municipales de bow-to. ‘También pudiera hacerse una Feria del Negocio Ca- sero. En los Estados Unidos, se hacen ferias de fran- quicias, donde las personas que quieren poner una pequefla empresa afiliada a una cadena pueden esco- fer entre una gran variedad de alternativas: lavande- fas, imprentas, fotografias, puestos de hamburguesas, pollo 0 tacos. En México, 1a oferta de franquictas es raquitica, pero hay demanda potencial: toda una tra: dici6n de negocios caseros que pueden set equipados, apoyados, fomentados, Ofrecer productos bisicos baratos tiene menos sen- tido que ofrecer medios de producirlos. Implica un problema mayisculo de comercio intersectorial. En primer lugar, de “balanza de pagos"’: gcon qué pro- ductos “‘exportables" del sector pobre al sector rico, se van a generar las ‘‘divisas"’ necesarias para pagar los alimentos ‘‘importados” del sector rica? En segundo lugar, de costes dificilmente abaratables: transporte, almacenaje, publicidad, intermediacin. Los mexica- ‘nos mds pobtes estén arrinconados y dispersos por el interior det pais. Resulta mds barato y préctico que pro-

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