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ESTUDIO BÍBLICO DE RUTH

Rut ha sido desde siempre un personaje bíblico que llama mi atención, su valentía, determinación y bondad son
cualidades que encuentro tan digas de ser imitadas que disfruto pasar por el libro de la Biblia que lleva su nombre
cada año. Recientemente mi hermana menor y yo estuvimos estudiando el libro de Rut, como parte de nuestro
proyecto de encontrar cualidades imitables en mujeres de la Biblia.

Este libro que es conocido por su riqueza literaria nos sorprendió mostrándonos en solo cuatro cortos capítulos,
cualidades resaltables del carácter de Rut como mujer y dignas de tomar en cuenta si anhelamos que la feminidad
bíblica sea una realidad en nuestra vida. De esas características hemos escogido cinco para tratar en esta ocasión.

Sabemos que Rut no era judía, su esposo la conoció al emigrar con su familia desde Belén a Moab por el hambre
que había en esos tiempos. Estando allí Mahlón (su esposo) y Quelión, hijos de Elimelec y Noemí tomaron mujeres
moabitas y se casaron con ellas. Tiempo después murió su suegro y diez años más tarde su esposo y cuñado,
quedando estas tres mujeres solas. Noemí decidió regresar a su tierra y despidió a sus nueras, pero Rut se negó
vehementemente a dejarla y es así como comienza la historia que termina como muchos sabemos con Rut
convirtiéndose en ascendente del rey David; y, por ende, de nuestro Señor Jesucristo.

¿Cuáles son estas cinco cualidades que encontramos en Rut?

1. Actitud decidida de perseverar en la bondad que se evidencia en su negación ante las peticiones de Noemí de
que la dejara. Podemos extendernos un poco y ver como Rut no “buscó lo suyo” o dicho de otra manera no fue
detrás de sus propios intereses al permanecer con su suegra. “Pero Rut dijo: No insistas que te deje o que deje de
seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi
Dios” (Rut 1:16)

2. Aun perteneciendo a otro pueblo y teniendo otros dioses a los cuales podía volverse, vemos como las palabras
de Booz dan testimonio de que Rut buscó refugio en Jehová. “Que el SEÑOR recompense tu obra y que tu
remuneración sea completa de parte del SEÑOR, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte” (2:12)

3. Obediencia a las palabras de Noemí: “Y ella le respondió: Todo lo que me dices, haré.Descendió, pues, a la era
e hizo todo lo que su suegra le había mandado.” (Rut 3:5-6). Aquí queda claro que no sólo “dijo” que obedecería
sino que también lo “hizo”; sus palabras fueron afirmadas con sus acciones.

4. Humildad: “Entonces ella dijo: Señor mío, he hallado gracia ante tus ojos, porque me has consolado y en verdad
has hablado con bondad a tu sierva, aunque yo no soy como una de tus siervas”. (Rut 2:3)

5. Buena reputación “Ahora hija mía, no temas. Haré por ti todo lo que me pidas, pues todo mi pueblo en la ciudad
sabe que eres una mujer virtuosa”. (Rut 3:11) ¿Cuántas de nosotras no anhelamos ser conocidas por los demás
como mujeres virtuosas? Pues esta era justamente la fama que Rut tenía para con “todo” el pueblo

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