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PROYECTO
Tema: Responsabilidad social de las empresas ante las comunidades campesinas.
Título Tentativo : El “boom” minero y las comunidades campesinas
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la llamada “gran minería” se ha constituido en el sector de la economía que
proporciona enormes recursos al fisco, invierte ingentes capitales en zonas en las cuales ninguna
actividad podría interesarse, menos para ser un factor dinámico y de desarrollo.
Sin embargo, ésta incursión de capital y técnica reunidas tiene como un ámbito de trabajo las
regiones con mayor carga de tradición y costumbres ancestrales de nuestro país. De aquí cierto
choque cultural con las comunidades es casi “normal”.
Este análisis servirá de base para un posterior estudio en que se habrán de sugerir lineamientos de
política principalmente en los ámbitos cultural y social. De ésta manera, creemos hacer un modesto
aporte a que la “responsabilidad social de las empresas” sea mucho más que una buena intención,
y que los más modestos protagonistas de éste encuentro mejoren su calidad de vida. Así
esperamos atemperar las situaciones de tensión existentes.
I. Objetivo
Durante el desarrollo de este trabajo el tema ha tomado un renovado interés, los medios
de comunicación han ayudado a que se difunda el desarrollo de algunos enfrentamientos y las
respuestas dadas desde el gobierno. Producto de ciertas interpretaciones sobre los orígenes de
estos conflictos estamos ante un debate nacional respecto al papel de las ONG, y ante la posibilidad
de una ley, que para muchos especialistas es una respuesta política poco mesurada, y nada
técnica, que conciernen de manera crucial al desarrollo del país.
El trabajo que presentamos sobre la problemática minera y su relación con las comunidades
campesinas y/o indígenas, comprendida dentro del área de influencia de la explotación, ha
contemplado la siguiente metodología:
c) Entrevistas a especialistas en el área de las ciencias sociales que han trabajado para
algunos megaproyectos mineros.
d) Análisis de datos secundarios e informes sobre las relaciones entre las empresas y las
comunidades, relativos a las inversiones en los principales proyectos mineros.
1
II. Antecedentes
El Perú es un país con actividad minera desde épocas prehispánicas, y actualmente existen
1720 yacimientos mineros en 22 departamentos, como lo señala la Sociedad Nacional de Minería y
Petróleo. En esta riqueza, que incluye una amplia variedad de minerales, el oro ocupa lugar
privilegiado, ubicando al Perú en el centro orográfico de América Latina, primero en el continente
americano y en el séptimo lugar a nivel mundial. Si hacemos referencia a algunos minerales
específicos, encontramos que somos el quinto productor de cobre, el cuarto de plomo y zinc, el
tercero de estaño y el segundo de plata (ver cuadro 1) El sector creció rápidamente a principios de
los 90, atrayendo inversiones debido a los cambios en los reglamentos que regían el comercio y las
inversiones y la privatización de las propiedades mineras.
Cuadro 1
Ranking comparativo del nivel de producción minera en el Perú
respecto a Latinoamérica y el Resto del Mundo (2003)
P o s ic ió n e n P o s ic ió n e n e l
M e ta l
L a tin o a m é r ic a M undo
Z in c 1 4
C o b re 2 5
P lo m o 1 4
E s ta ñ o 1 3
P la ta 2 2
O ro 1 7
F u e n t e : M E M , G ie p z , G o ld F ie ld , S ilv e r I n s t it u t e a n d C o p p e r S t u d y G r o u p
2
población económicamente activa. Con el sector de construcción civil, y el de industria, constituye
uno de los más dinámicos en la economía del país.
La minería trae consigo una cadena de relaciones económicas que son necesario
mencionar. Se calcula que por cada dólar generado por esta actividad, se crean directa e
indirectamente US$ 3.74 como efecto de demanda de insumos y servicios a los demás sectores. De
esta forma podemos considerar que el Perú se encuentra en un verdadero “boom minero”. Un
ejemplo de ello se puede ser el caso de Antamina, que ha sido adjudicada al consorcio canadiense
Inmet Mining Corporation y Río Algom Ltd., y que ya han invertido, hasta noviembre del año
pasado, un estimado de US$ 42 millones y si el proyecto continúa se tiene el compromiso de
invertir alrededor de US$ 2 300 millones en cuatro años. Antamina generará 6 000 puestos de
trabajo. Al ingresar a la parte operativa del proyecto, proveerá 1 000 puestos de trabajo directo, lo
que implicará, por el efecto multiplicador del empleo en la minería, alrededor de 5 000 nuevas
plazas. Otro caso de una compañía minera exitosa y prometedora es Pierina, potencialmente una
de las minas de oro de menor costo de operación en el mundo, localizada en los Andes peruanos a
4 300 metros sobre el nivel del mar y con 6.5 millones de onzas de oro, reservas valorizadas en
US$ 2.2 miles de millones. En 1996 Canadian Barrick Gold Corporation compró Arequipa Resources
Ltd., por US$ 790 millones, con lo que el precio de la acción de esta empresa en la bolsa de
Toronto alcanzó cantidades considerables.
Son muchas las causas que hicieron posible este boom minero; entre ellas la buena
cotización de los minerales en el mercado internacional (sobre todo del oro, cobre, zinc y plata), el
contar con una nueva legislación favorable a la inversión, los incentivos tributarios, las nuevas
técnicas de exploración y explotación de minerales, etc. Existían datos muy positivos y recientes
sobre la dinámica del sector minero; formación de consorcios, montos de capitales invertidos.
Existiendo un ambiente propicio para la inversión minera (ver cuadro 2), es materia de
preocupación y análisis, a través de todo este trabajo, el poco cuidado con que ciertas empresas se
han aproximado a las comunidades cercanas, el poco interés por la salud ambiental, o la poca
visión con que repiten varias actitudes que, en muchos casos han llevado ha enfrentamientos y
3
reclamos. Tampoco podemos dejar de señalar la existencia de ciertos tipos de desequilibrios
laborales en las empresas e interminables conflictos sociales entre las empresas y la comunidades
en la que aquella se encuentra, situaciones que pueden evitarse pero que sin embargo no son
prevenidas.
Cuadro 2
Inversión Anual Minera 1995 - 2005
(Millones de Dólares)
1600
1400
1200
Millones de U S$
1000
1543.7
800
1324
1236
1163.7
1103.8
600
990
833.1
400
577.1
481.1
460.4
386.7
200
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Años
I n v e r s io n M in e r a
La hipótesis fundamental de este estudio, es que el ethos o matriz social y cultural de los
principales actores en esta problemática no permite una sinergia, una comprensión y cooperación
entre los principales actores para lograr la viabilidad y el desarrollo de la minería.
4
Además, es importante acotar que las empresas suelen ubicarse en lugares donde las
relaciones de las comunidades locales con el Estado son mínimas. Existe poca presencia y
representación,1 lo que constituye un escenario especial para las inversiones.
El proceso productivo que usan se basa en una tecnología muy avanzada, que no
logra correspondencia cercana entre el cambio tecnológico y el ajuste de las instituciones
sociales y políticas. Por otro lado, en la gran minería, como se sabe, existen inversionistas
extranjeros, en algunos casos los accionistas son varias compañías extranjeras y los socios
peruanos están en una situación minoritaria, por lo cual las políticas para el tratamiento en
el tema que nos compete, no son siempre coherentes. Nos referimos específicamente a la
relación con las comunidades cercanas a los proyectos de las empresas.
1
Por representación nos referimos a las formas formales de representación y poder político, pero también a la
realidad social en que estas comunidades han sido poco consideradas en la construcción del Estado peruano,
en contextos de exclusión y marginación económica.
2 Diario El Comercio, 12 de Julio de 2006.
5
b) Comunidades: por otro lado, los comuneros, dueños muchas veces ancestrales de la
tierra en la que va a operar el proyecto minero tienen que opinar, autorizar y aprobar
mediante procesos democráticos, sobre el proyecto en la Asamblea Comunal, con una
mayoría fijada por la ley. Pero también prevalece la costumbre, pues como sabemos, las
decisiones en estos casos son comunitarias. En otro contexto, podemos señalar que las
actitudes, comportamientos, creencias de los comuneros, en el ámbito de las relaciones
interpersonales difieren de la visión y acción social de los actores empresariales. Por
ejemplo: hay una persistencia en la desconfianza hacia el foráneo, a la valoración que ellos
sienten de parte de los miembros de la empresa. Por otro lado, la economía campesina
familiar tiene una característica de subsistencia, dentro de la cual el apego a la tierra es
fundamental. Su “eficiencia” no está ligada, como en la economía de las empresas mineras,
a una relación de mercado donde, como sabemos, el valor de la eficiencia está
determinado por la mayor rentabilidad, y basado en la más alta productividad posible.
No debemos olvidar que subsiste una dinámica entre un llamado “Perú Oficial” y el
“mundo rural3”, en el que el país formal (en el que se mueven las empresas) retiene y
dispone de los instrumentos del control de los canales oficiales de la economía, la sociedad
y la cultura. Esta situación ha provocado desde hace muchos años, la irrupción de las
tensiones acumuladas hasta el presente. Esto es crucial si pretendemos explicar la falta de
entendimiento y comunicación entre ambos actores.
3
Usamos estas categorías para mostrar elocuentemente el contexto social que las empresas deben considerar.
Lo “rural” no debe ser tomado de manera monolítica porque desde diversas disciplinas (y sucesos sociales) se
ha demostrado que lo rural siempre ha tenido una relación de dependencia y retroalimentación asimétrica con
lo urbano, en forma de migraciones estacionales, políticas públicas deficientes, etc.
6
existen mecanismos que permitan tomar decisiones rápidas, de acuerdo a las expectativas
de las empresas mineras y de las comunidades. No ha existido hasta la fecha normas
claras, reglas de juego coherentes y pertinentes. Lamentablemente, el Estado no ha
cumplido el rol de encauzar y conducir apropiadamente los procesos relacionados con las
inversiones mineras.
A propósito, resulta relevante recordar una entrevista con uno de los ministros de
energía y minas, durante el gobierno de Alejandro Toledo, cuando se refería a que los
empresarios mineros acudían a su despacho, cuando ya el conflicto se había declarado, y
que sus tecnócratas encargados de resolver los conflictos con las comunidades no habían
acertado en un año una decisión y menos adoptado medidas preventivas de posibles
conflictos.
Una opinión casi igual ha expresado el actual presidente del consejo de ministros,
Doctor Jorge del Castillo.
d) Las ONG, Redes y Consultoras: como sabemos, desde hace años son instituciones que
han abogado por conservación ambiental y la responsabilidad social de las empresas,
demostrando un rol activo en la dinámica de las relaciones entre empresas y comunidades.
Para definirlas, podemos mencionar que “son organizaciones privadas, sin fines de lucro,
dedicadas a la elaboración y ejecución de proyectos de desarrollo y que canalizan fondos,
por lo general del extranjero, que se destinan para la cooperación en beneficio de un
segmento determinado de la población, definido según indicadores muy específicos (edad,
género, actividad, condición social, etc.)” 4, las características de las ONG explican en cierta
manera el incremento de los fondos destinados a ellas por las financieras. “En gran medida,
este incremento tiene que ver con una serie de ventajas comparativas que tienen las
financieras al trabajar con las ONG, en relación con los antiguos programas estatales de
desarrollo: la poca burocracia y la mayor eficiencia demostrada por éstas en la ejecución de
los proyectos; su relación más directa con el grupo beneficiario; la escala de los proyectos;
la posibilidad de cambiar y ensayar con relativa facilidad nuevas ideas y propuestas; el
5
costo relativamente bajo de los proyectos.”
Obviamente, las ONG que trabajan los temas que involucran a la minería tienen
una lógica de trabajo interno y una tendencia al análisis de los problemas sociales que no
4
En “Los Dilemas del Desarrollo: Antropología y Promoción en el Perú”, Javier Ávila Molero. 2001.
5
Íbidem.
7
concuerdan necesariamente con los parámetros empresariales. Muchas de ellas trabajan
bajo una ideología determinada, influidas además por mecanismos administrativos y
burocráticos.
Por otro lado, las empresas, ante los conflictos sociales, han recurrido a consultoras
internacionales cuya tarea en un primer momento era resolver problemas técnicos como los
estudios de impacto ambiental (EIA), entre otros.
En este enfoque, trataremos de describir el proceso y / o circuito del canon, así como su
operatividad, y funcionalidad, tratándose de un mecanismo importante que está íntimamente ligado
a los temas: a) el desarrollo sustentable, y b) la política de la responsabilidad social, ambos
mencionados con filosofía adoptada en la gestión de las empresas para actuar no solo en beneficio
8
propio, sino también, como un aporte al desarrollo de las comunidades del entorno y de la sociedad
en general.
a. Introducción
El Canon Minero es la transferencia a los gobiernos regionales y locales del 50% del
Impuesto a la Renta (IR) que el Estado recibe por la explotación económica de los recursos. Según
nuestra legislación, el Canon Minero es la participación efectiva y adecuada de la que gozan los
Gobiernos Locales (municipalidades provinciales y distritales) y los Gobiernos Regionales del total
de ingresos y rentas obtenidos por el Estado por la explotación económica de los recursos mineros
(metálicos y no metálicos). Así, efectuada la recaudación del Impuesto a la Renta, el Estado, por
intermedio del Consejo Nacional de Descentralización (CND) transfiere un porcentaje de los
ingresos captados por dicho concepto a las zonas en donde se explotó el recurso minero.
El Canon Minero, entonces, es el más importante de los seis tipos de canon existentes
(minero, petrolero, gasífero, hidroenergético, forestal y pesquero), por el enorme volumen de
recursos que genera para las zonas donde se distribuye. El Canon Minero generado en un año
determinado se distribuye desde junio del año siguiente a su recaudación, hasta mayo del año
subsiguiente. Es decir, la distribución se hace con 18 meses de retraso (Boza, 2004). En los últimos
años el aporte por canon minero ha crecido significativamente debido a una coyuntura internacional
favorable de los precios de los metales y al aumento de la producción minera.
Así, mientras en el año 2001 el monto de canon minero transferido fue de 81 millones de
soles, en el 2004 se generó S/. 1,158.5 millones por concepto de Canon Minero, y en el año 2006
se transferirá 1,746 millones de soles. El 88% de las transferencias se concentra en los gobiernos
regionales y en las municipalidades de seis departamentos (Cajamarca, Tacna, Moquegua, Puno,
Arequipa y Ancash); de esta a los gobiernos regionales les corresponde el 25% del monto
transferido y a las municipalidades el 75%.
9
Cuadro 3
C a n o n M in e r o G e n e r a d o y D is tr ib u id o
(M ile s d e S o le s )
Año C a n o n G e n e ra d o C a n o n D is tr ib u id o
1996 1 7 2 ,9 8 1 1 5 ,3 7 5
1997 1 3 6 ,9 2 4 1 1 0 ,9 3 7
1998 5 2 ,6 8 4 1 6 9 ,4 2 8
1999 6 8 ,6 6 5 8 6 ,5 1 4
2000 9 0 ,2 8 8 5 5 ,3 6 1
2001 1 6 8 ,5 3 7 8 1 ,2 7 8
2002 3 6 9 ,6 0 6 1 1 6 ,2 7 0
2003 5 3 2 ,0 0 0 2 2 8 ,6 6 1
2004 1 ,1 5 8 ,5 0 0 4 5 1 ,2 8 9
2 0 0 5 (*) 1 ,5 0 0 ,0 0 0 8 9 7 ,7 4 2
F u e n te : M E F - C N D
( * ) C a n o n g e n e r a d o e s t im a d o p o r la S M P E p a r a e l 2 0 0 5
¿Cuál es el camino que recorren las utilidades de las compañías mineras antes de ingresar
a las arcas de los gobiernos regionales y locales?
Cada vez que una empresa registra utilidades debe declarar y pagar Impuesto a la Renta a
la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat). Sobre la base de lo recaudado
por Sunat, el Ministerio de Economía (MEF) calcula los montos de canon minero (el 50% del
Impuesto a la Renta de tercera categoría pagado por las empresas mineras). Luego los reporta al
Consejo Nacional de Descentralización (CND) para que éste a su vez los transfiera a los gobiernos
regionales y a los municipios provinciales y distritales, depositando el dinero en cuentas en el Banco
de la Nación.
10
Cuadro 4
Con dichos fondos, los beneficiados deben ejecutar proyectos de inversión en la zona.
Aunque siempre existen destacadas excepciones, ocurre por lo general que los ciudadanos y los
comuneros vecinos a la mina no notan que las autoridades locales estén verdaderamente
realizando obras; o al menos no aquellas que podrían contribuir a mejorar su calidad de vida. Dicho
de otra forma, no perciben los frutos del canon y, menos aún, los de la minería. Lo que advierte el
poblador, en esas condiciones, es que la compañía minera se enriquece, mientras que él y los
suyos no progresan.
Como hemos señalado, las reglas para su repartición, según Ciudadanos al Día 6, “apuntan a
beneficiar primordialmente a las localidades donde se extraen los recursos, pero a la vez procuran
otorgar más dinero a las zonas que más lo requieran, dado su nivel de pobreza y el tamaño de su
población. Los criterios de distribución del Canon Minero han variado en diversas oportunidades
desde su promulgación inicial en junio del 2001”. En sus inicios se distribuía entre los Gobiernos
Locales de acuerdo al criterio de área de influencia del yacimiento explotado y densidad
poblacional, pero actualmente tiene un criterio más definido.
En primer lugar, es importante aclarar que el canon minero no constituye un fondo único,
nacional, en el que se junta el dinero proveniente de las distintas minas para luego prorratearlo
6
Boza Dibós, Beatriz. “Canon Minero: ¿Caja Chica o Palanca para el Desarrollo”. Ciudadanos al Día. Lima. 2006.
11
entre todos los beneficiarios. Lo que reciben los distritos, provincias y regiones productores
corresponde a los resultados económicos de las minas de su circunscripción. Actualmente se
distribuye de la siguiente manera:
- El distrito donde se ubican las operaciones de la mina recibe el 10% del canon minero
generado en su localidad.
- Un 25% del canon minero se distribuye entre todos los distritos de la provincia a la que
pertenece el llamado “distrito productor”, incluyendo a éste. Para ello, se toma en cuenta el
tamaño de la población y sus necesidades básicas insatisfechas.
- El 40% corresponde al departamento donde se encuentra la mina y se reparte entre todos
sus distritos, incluyendo el productor, además de las municipalidades provinciales. Una vez
más, la repartición se basa en el tamaño de la población y en las necesidades básicas
insatisfechas.
- Por último, el 25% del canon minero es transferido al gobierno regional al que pertenece el
distrito productor. El gobierno regional debe entregar el 20% de este dinero a las
universidades nacionales que se encuentren en su jurisdicción para que éstas lo destinen a
la investigación.
Cuadro 5
Sistema de Distribución del Canon Minero
Ley del Canon
12
Hasta la fecha, se han dado modificaciones importantes a los criterios de repartición, teniendo
en cuenta la experiencia recogida 7.
El criterio de densidad poblacional (habitantes por kilómetro cuadrado) fue sustituido por el
indicador de población y pobreza ligado a las necesidades básicas insatisfechas y déficit de
infraestructura. Este criterio fue modificado, porque favorecía a los municipios más densos en
desmedro de los de baja densidad, que en muchos casos resultan ser las zonas de donde se
extraen los recursos minerales o tienen una población con mayores necesidades insatisfechas.
Por citar un ejemplo, el canon distribuido en el departamento de Lima entre 1996 y el 2002, la
provincia de Lima recibió el 81.86% del canon generado, mientras que la provincia minera de
Oyón recibió el 0.98%, esto, debido a que la provincia de Lima tiene una densidad poblacional
superior.
Se otorga un porcentaje especial de 10% al distrito o distritos donde están ubicados los
yacimientos y concesiones. Con esta modificación se beneficia directamente y en mayor
porcentaje a los distritos donde se ubican las concesiones.
Se modifica los porcentajes a distribuirse entre los gobiernos locales del resto de la provincia y
del resto del departamento.
En la Ley Nº 28322 se aprobó una modificación al texto de los porcentajes de distribución. Los
cambios principales se refieren a8:
a) reemplazo de la frase “donde se encuentra localizado el recurso natural” por “donde se explota
el recurso natural.; y b) elimina la exclusión del distrito (o distritos) y provincia (o provincias)
productores en los literales b y c) de los porcentajes de distribución en la ley vigente, lo que
implicaría que los gobiernos locales más cercanos a la zona de explotación del recurso reciban una
mayor transferencia por concepto de canon, al ser incluidos en cada una de las otras distribuciones.
Los recursos que los Gobiernos Regionales y Locales reciban por concepto de canon
pueden ser utilizados exclusivamente para el financiamiento o cofinanciamiento de proyectos u
obras de impacto regional y local. Para ello el Gobierno Regional o Local tendrá que abrir una
cuenta destinada a dicho fin.
7
Boza Dibós, Beatriz. “Canon Minero: ¿Caja Chica o Palanca para el Desarrollo”. Ciudadanos al Día. Lima. 2006.
8
Íbidem.
13
Excepcionalmente, para el ejercicio fiscal del 2006 se está permitiendo que los Gobiernos
Regionales y Locales utilicen el 20% de los recursos provenientes del Canon y la Regalía Minera
para el mantenimiento de la infraestructura generada por los proyectos de impacto regional y local.
Anualmente el Ministerio de Economía y Finanzas determina el monto que le toca a cada uno
de los beneficiarios del canon minero, siguiendo las pautas fijadas por la ley y echando mano de
cinco fuentes de información:
9
Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (2003). Disponible en:
www.snmpe.org.pe/pdfs/Canon%20En%20Cifras/Canon%20Minero.pdf.
10
Como hemos indicado antes, los gobiernos regionales están obligados a su vez a transferir el 20% de lo que reciben por
canon a las universidades nacionales de su circunscripción, las que deben registrarlo en su presupuesto dentro de la fuente
de financiamiento “Donaciones y Transferencias”, según la Resolución Directoral N° 053-2004-EF-76-01, publicada el 17 de
diciembre del 2004.
14
e. ¿Como lograr la funcionalidad y eficacia de la ejecución del canon?
Según Ciudadanos al Día, lograr que el canon minero sea una palanca para el desarrollo no
es responsabilidad exclusiva del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de las compañías
mineras ni de los alcaldes. En el circuito del canon minero están llamados a intervenir más de 20
actores, además de la propia población. Por lo mismo, resultaría insuficiente implementar mejoras
aisladas. ¿Qué propone CAD?: una reforma integral consistente en doce propuestas11. La reforma
que se plantea, se articula en función de cuatro ejes: aumentar la transparencia en el manejo del
canon, fortalecer capacidades de gestión a nivel local, lograr un arreglo institucional más equitativo
y acorde con la finalidad del canon, y consolidar la responsabilidad empresarial.
a. Crear subcuentas de canon minero. A fin de que la ciudadanía pueda hacer el seguimiento
de los recursos del canon minero y para afinar las políticas de distribución y de inversión,
resulta necesario crear una subcuenta por cada tipo de canon. Actualmente el Portal de
Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (módulo SIAF) solamente
provee información acerca del canon y sobrecanon como una cuenta agregada. No puede
haber vigilancia ciudadana sin acceso a información.
11
Íbidem
15
información tanto acerca de los montos de canon minero como del destino de éstos, a nivel
local. Adicionalmente CAD plantea que se implemente un mecanismo de control previo y
concurrente al gasto del canon. Desde nuestro punto de vista, en el segundo año de
transferencias de los dineros del canon se debería exigir a la autoridad local, como requisito
previo a nuevos desembolsos, la elaboración de una línea de base, un plan de inversión y
un plan estratégico.
c. Rendición de cuentas. Los presidentes de región y los alcaldes deben rendir cuentas a los
pobladores de sus zonas sobre los resultados de los proyectos en los que se ha invertido el
dinero del canon. Para ello debe emplearse una vía que permita el flujo de comunicación
entre la autoridad y la ciudadanía, con el objetivo de evaluar los resultados en cuanto a la
utilidad, la eficiencia económica y el impacto de las obras, luego de ser implementadas.
Esta rendición podría efectuarse de acuerdo con el ciclo temporal del canon.
d. Participación y vigilancia ciudadana. Las entidades del gobierno central –como el Consejo
Nacional de Descentralización y el Ministerio de Economía y Finanzas–, así como los
gobiernos regionales y locales deben afinar los mecanismos existentes para facilitar el
acceso a información oportuna y detallada del uso de los recursos del canon minero a la
ciudadanía; ése será el primer paso para lograr participación ciudadana informada.
Asimismo, se debe institucionalizar la formación de comités de vigilancia ciudadana en el
marco del Presupuesto Participativo con el propósito de que realicen acciones concurrentes
de evaluación y monitoreo de la ejecución presupuestal de los gobiernos regionales y
locales. Vigilar el correcto uso de los recursos públicos y exigir la rendición de cuentas
constituyen una responsabilidad y una tarea que competen a la sociedad civil, a las
universidades, a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general, como se planteó
en nuestros talleres con periodistas; y por tanto, deben diseñarse programas que ayuden al
mejor desempeño de ese rol.
a. Financiar inversión en capital de desarrollo. Para CAD, el principal problema por resolver es
la insuficiente capacidad de gestión a nivel local, tanto gubernamental como social. Frente
a ello, CAD sugiere que los recursos del canon minero no sean destinados solamente a
financiar obras de infraestructura física. Deberían servir también para fortalecer el capital
institucional de los gobiernos locales y ofrecer programas de capacitación que redunden en
un manejo más eficiente de los recursos de la comunidad y en desarrollo sostenible, sin
16
que ello implique el financiamiento de gastos operativos. Se sugiere que se permita
financiar inversión en capital de desarrollo con un límite razonable y con garantías de que
esa inversión repercuta positivamente. Ello pasa por autorizar el financiamiento –quizá con
los intereses de los fondos no utilizados– de la preinversión y de los estudios de pre
factibilidad y factibilidad que se requieren para el desarrollo de proyectos. Un buen primer
paso ha sido la decisión, adoptada en la Ley de Presupuesto del Sector Público del año
2006, de autorizar a los gobiernos regionales y locales a destinar el 1% de lo que reciben
por canon a la elaboración de perfiles para sus proyectos. Los programas de fortalecimiento
institucional y capacitación podrían realizarse con la colaboración del CND o del MEF o, en
el ámbito departamental, bajo la supervisión de los gobiernos regionales.
a. Modificación legal del sistema de distribución. Debido a la naturaleza propia del canon
minero, CAD propone que el 50% de los recursos del canon, como mínimo, se destine a las
zonas directamente impactadas por la minería y que la diferencia se distribuya entre las
localidades indirectamente impactadas. De ese modo se reduciría la dispersión de montos.
17
departamento productor. CAD plantea una reforma legal que considere el criterio
“población impactada por la explotación minera” como base para determinar la población
beneficiaria del canon. Para ello se podría recurrir a los Estudios de Impacto Ambiental y
Social (EIAS), ya que éstos incluyen una línea de base y señalan cuáles son las
comunidades directa e indirectamente impactadas por la actividad minera. Ello implicaría
un cambio normativo y exigiría que el Ministerio de Energía y Minas (Minem), el Ministerio
de Economía y Finanzas (MEF) y el Consejo Nacional de Descentralización (CND) exploren
mecanismos a fin de alinear la actual distribución del canon al criterio de impacto, en el
mediano plazo.
c. Ampliar la base de cálculo. Con el objeto de cumplir con el mandato constitucional, CAD
considera que el cálculo del canon minero debe incluir el Impuesto a la Renta de tercera
categoría de los contratistas de las mineras, el de cuarta de ciertos proveedores de
servicios de los titulares de la concesión y el de quinta de sus empleados, así como los
aranceles y las otras rentas que percibe el Estado vinculadas a la actividad, además del
Impuesto a la Renta de tercera categoría que pagan las empresas mineras.
a. Responsabilidad social de la empresa. Las empresas mineras deberían apoyar los procesos
de vigilancia y participación ciudadanas orientados a la priorización de obras y a la
rendición de cuentas de los recursos del canon. Asimismo deberían contribuir con la
generación de capital humano de las localidades en las que operan y hacer transparente el
cumplimiento de sus respectivos Estudios de Impacto Ambiental y Social (EIAS).
En un reciente artículo sobre la responsabilidad social y la minería, Luis Alberto Arias, experto
en tributación y Ex – Jefe de la SUNAT, cita a La Corporación Financiera Internacional (IFC) del
18
Grupo Banco Mundial como la entidad que ha identificado los factores por los cuales las
municipalidades no estarían gastando en forma eficiente los recursos recibidos por concepto de
canon minero12. Estos factores, entre otros, son los siguientes:
El documento señala que la poca capacidad de gasto que normalmente se atribuye a los
gobiernos locales no es de su exclusiva responsabilidad, pues está compartida con las instituciones
del Gobierno Central que son las responsables de desarrollar los sistemas y de dictar las normas,
difundirlas y desarrollar un programa nacional de asistencia y capacitación permanente a los
funcionarios municipales.
Respecto de este último punto, convendría que el Gobierno central asumiera el liderazgo a
través del Ministerio de Economía y Finanzas y el Consejo Nacional de Descentralización (CND), y
canalizara los diferentes esfuerzos en el reto de aportar asistencia y capacitación a las
municipalidades.
Luis Alberto Arias M. “La Responsabilidad Social y la Minería: ¿Cómo invertir los recursos del canon?.” Diario El Comercio,
12
19
Esta capacitación debe tener como objetivo la transmisión de conocimientos en las siguientes
materias: (i) presupuestos participativos; (ii) gestión presupuestaria; (iii) Sistema Integrado de
Administración Financiera (SIAF); (iv) Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP); (v)
formulación de proyectos; (vi) instrumentos para gestionar adecuadamente el ciclo de proyectos de
inversión; y (vii) normas de adquisiciones y contrataciones.
Los lineamientos aquí expuestos son parte del programa nacional para canon minero propuesto
por el IFC, en el marco de la asistencia del Grupo Banco Mundial al proceso de descentralización. La
solución de los problemas identificados dependerá de que las municipalidades estén en capacidad
de convertir los recursos del canon minero recibidos en inversiones de impacto para la población.
El solicitud y posterior anuncio del Presidente de la República Alan García, respecto a los
aportes voluntarios de las empresas mineras han sido bien recibidos por parte de los medios de
comunicación y la opinión pública. En la exposición del Presidente del Consejo de Ministros, Jorge
del Castillo, anunció que las mineras entregarían el 3.75% de las ganancias netas anuales por
concepto de aporte voluntario, lo que equivaldría a 500 millones de soles. Estos aportes se han
justificado en virtud a los altos precios de los minerales, que generan sobre ganancias a las
empresas, las cuales deben ser repartidas en las poblaciones que oportunamente decidirán los
entes del Estado. El investigador Schuldt hace una crítica al sistema de aportes voluntarios, pues
considera que su cálculo impositivo es inadecuado. Por otra parte, considera un poco ingenuo que
las empresas mineras estén dispuestas a invertir en obras sociales adicionalmente por un monto de
2,500 millones de soles en el quinquenio. Para el investigador, el espíritu de los aportes voluntarios
no debería ser confundido con el concepto de regalías, pues las empresas mineras tratarán de
“evadir dicho impuesto con la excusa de la entrega de los ya mencionados aportes voluntarios”.
Dentro de la dinámica de los conflictos ocurridos entre la población, rural o urbana, y las
empresas mineras, hemos podido observar, de acuerdo a la información obtenida de la Defensoría
del Pueblo y de nuestro de trabajo de campo, tres grandes dimensiones: (Véase Anexo 5).
a. Conflictos motivados por problemas ambientales, que serían aquellos donde se han
ocasionado o existe potencial daño ambiental por parte de la empresa minera hacia los recursos de
la comunidad.
20
b. Conflictos motivados por problemas de propiedad, que estarían en relación con la
limitación clara de los terrenos pertenecientes y explotables, tanto por las comunidades como por
las empresas mineras. Las disputas entre las mismas empresas tampoco son raras.
c. Conflictos motivados por demandas sociales, relacionados por temas tan diversos como
la inadecuada licencia social, la falta de propuestas de “desarrollo”13 hacia la localidad, los reclamos
en salud, educación, e inversión.
Estas tres clasificaciones sólo se muestran como una abstracción útil a nuestro análisis, ya
que en nuestra investigación en la problemática minera notamos que las nociones específicas de
“desarrollo” o “responsabilidad social”, por ejemplo, no se encuentran en todas las discusiones
entre comunidades y empresas, pero podemos notar cierta tendencia que hace útil esta
clasificación.
13
Nos hemos dado cuenta que la noción que se maneja de “desarrollo” en el discurso y lenguaje de los
dirigentes es el del ideal de la modernización, como forma de mejorar el nivel de vida material de la población.
21
conduce a pensar que es viable incluir el tema del inadecuado manejo de tierras como una parte
significativa de la problemática minera y de la cual se derivan los problemas sociales.
Teniendo en cuesta esto, los conflictos que tienen como base problemas ambientales y
sociales, no sólo necesitarían el respeto y cumplimiento de los compromisos adquiridos por las
empresas, sino también se hace necesaria una comunicación permanente con los pobladores y sus
representantes, en torno a los cambios inducidos y permitidos por ellas y ellos mismos.
En estos casos, el Ministerio de Energía y Minas tiene las atribuciones legales de intervenir
en el conflicto, ya sea de oficio o por pedido expreso de algunas de las partes involucradas. En la
mayoría de los casos vistos en el presente documento, existen muchas discrepancias entre las
empresas y las comunidades, las cuales han tenido que ser solucionadas mediante “mesas de
diálogo” convocadas por el Ministerio de Energía y Minas, en la cual termina actuando de árbitro
entre las partes, en lugar de establecer algún tipo de procedimiento ante potenciales problemas
ambientales a producirse en la región, o algún sistema de procedimiento sancionador, fiscalizador,
o mitigador ante los casos de daño ambiental comprobado.
Dado que actualmente el rol de las ONG y de las organizaciones de defensa de las
comunidades radica en despertar la conciencia de las comunidades en los temas medioambientales,
los pobladores exigen mejores sistemas de manejo del ambiente del entorno en el que se
encuentran; por ello, consideran que el concepto “desarrollo sustentable” debe ser tomado en
22
cuenta por las empresas mineras, las cuales en este caso particular, no sienten que deban tener
responsabilidades sobre actividades que no les corresponden hacer, dado que en su cultura
organizacional, consideran que su mera presencia como agente empresarial, ya es un aporte para
las comunidades, desarrollando un concepto de solidaridad social relativamente distinto al que las
comunidades esperan.
Finalmente, en los casos registrados, notamos que existen muchas discrepancias en lo que
se refiere a las decisiones de las comunidades en torno a objetivos claros. En algunos casos, las
mesas de diálogo han sido suspendidas por falta de acuerdos entre los miembros de la comunidad
ante la empresa y el Ministerio de Energía y Minas; en otros casos, las empresas desconocen por
completo sus responsabilidades sociales, ante lo cual el MINEM no tiene capacidad de coacción y se
limita únicamente a enviar sugerencias relativas, en su mayoría, a una facilitación del diálogo.
Resumiendo, los conflictos generados por problemas medioambientales son de dos tipos:
b. Problemas ex – post: el MINEM actúa como agente sancionador, en caso de existir daño
ambiental causado por la empresa minera, y propone medidas de remediación. En caso de existir
pasivos ambientales de empresas que ya no operan, el Ministerio busca una solución negociada
entre la empresa y la comunidad.
Dentro de los conflictos vistos en el presente estudio, notamos que en algunos casos, los
derechos de propiedad de las tierras no están adecuadamente formalizados por parte de las
comunidades. Un caso interesante es el del Consorcio Minero Horizonte, en el cual los pobladores
de Pataz reclaman que la empresa está realizando excavaciones subterráneas, las cuales generan
derrumbes en varias zonas aledañas a la comunidad.
Por otra parte, los conflictos por tierras también ocurren entre empresas, como lo sucedido
con la Compañía Minera Don Rafo 2, la cual invadió los terrenos de la Compañía Minera La
Milagrosa, en Arequipa.
23
Dado que existe una diferencia entre la extensión de los denuncios mineros y los catastros
agrarios, los cuales no son adecuadamente delimitados, algunas comunidades campesinas
reclaman sus derechos ante el Ministerio de Energía y Minas, a fin de poder delimitar los límites en
que la explotación minera debe actuar.
En este tema existe una falta de precisión de jurisdicciones entre ambos ministerios.
Los conflictos mineros por demandas sociales son variados, en los casos estudiados,
usualmente son reclamos por parte de las empresas ante movilizaciones de los pobladores. En
otros casos más concretos, la sola presencia de la compañía minera fue un factor detonante de
desbordes sociales, como ha sido en los casos de Tambogrande y Cerro Quilish.
Debemos anotar que las demandas sociales por parte de las comunidades del entorno son
muy variadas (adecuación de instalaciones eléctricas de la empresa minera, salud, educación,
vivienda, trabajo, remediación de pasivos ambientales, entre otros), pero todas incluyen las
demandas de los dirigentes que la empresa minera, no sólo debe producir, debería generar
desarrollo en la comunidad directamente involucrada.
En estos casos, la intervención del MINEM es insuficiente, pues en casos como Antamina o
Cerro Quilish, se han visto forzados a involucrarse otros actores del Estado, como la Presidencia del
Consejo de Ministros (PCM) y OSINERG, así como los Comités de Defensa Social de las regiones
involucradas y las ONG. Esta multiplicidad de actores y los múltiples diálogos convocados para la
solución de estos conflictos, muestran un nivel de falta de políticas en el sector minero. Las mesas
de diálogo intersectoriales, los comités de defensa, las reuniones de negociación de las partes, las
sesiones informativas no sólo son síntomas de un gran nivel de indecisión sobre los roles que cada
parte debe asumir.
Nos encontramos con que el análisis de nuestros datos nos ha revelado una realidad más
compleja, dentro de todo el universo de intereses creados en el contexto de la explotación minera,
y que merece nuestra atención.
24
veremos cómo ciertos actores van a “aparecer” de distinta manera y con funciones diferentes en
contextos políticos, sociales y económicos específicos.
A propósito del tema, podríamos hacer una digresión teórica sobre el campesino como
actor social. Según Orin Star, es necesario tomar en cuenta que “la protesta campesina puede
sonar como un asunto muy concreto y definido de movilización clasista... pero, las protestas rurales
no son la encarnación de categoría prefabricadas; también tienen que ver con la manera en que se
moldean nuevas formas de visión y práctica política” 14. Y es en las prácticas en que debemos tener
presente quiénes reclaman, con el apoyo y legitimación social de qué actores sociales.
Bajo los casos revisados vemos la presencia de organizaciones políticas, como las
asambleas comunales, con formas propias de elección y toma de decisiones; organizaciones
conformadas exclusivamente para presentar los reclamos hacia las empresas, y que pueden o no
tener una vida prolongada después de la disputa; la mediación de los Ministerios de Salud o de
Minas, y como se ha señalado anteriormente, sin una clara lógica de acción o sanción hacia las
infracciones producidas por algunas empresas mineras, develando una inclinación de intereses;
algunas ONG que han venido trabajando en las zonas y que tienen una mirada crítica, y a veces
criticista no sólo al modelo del “desarrollo” aplicado nuestros países, sino a toda una lógica
capitalista de explotación de los recursos, según ellos.
Si deseamos entender, pero también buscar salidas y proponer ciertas fórmulas de concertación,
debemos considerar que las comunidades campesinas están en una situación de desventaja, por
falta de adecuada asesoría, por la ausencia permanente de las instancias del estado y la poca
sensibilización respecto a la defensa de los derechos de los campesinos. 15
14
Star, Orin. “Reflexiones sobre rondas campesinas, protesta rural y nuevos movimientos sociales.”
1991.IEP.
15
Como lo manifiesta Rodolfo Stavenhagen en “La Diversidad Cultural en el Desarrollo de las Américas, los
pueblos indígenas y los estados nacionales den Hispanoamérica”, Las profundas desigualdades económicas
entre indígenas y no-indígenas, la marginación social de aquellos, su exclusión política y su subordinación
cultural, conforman un cuadro histórico de discriminación persistente que no puede calificarse más que de
racismo estructural, es decir, enraizado en las estructuras del poder y del dominio que ha venido
caracterizando a las sociedades latinoamericanas durantes.
25
Para poder entender que no sólo se ha mediado con prácticas empresariales, que en
definitiva tienen que contemplar el contexto cultural y político de donde se instalan, respetando
ciertas condiciones sociales dadas, también es importante notar que estamos ante una lucha por el
reconocimiento y la legitimación política. Esto se muestra evidente, si mencionamos que en los 8
casos revisados, en 5 de ellos han tenido participación importante algunos representantes de la
Iglesia Católica.
Durante los últimos años hemos observado, con no poca preocupación, diversos conflictos
sociales entre empresas mineras, el entorno social de las comunidades y las áreas de influencia en
que se desarrolla la minería. Estos casos constituyen un tema interesante para profundizar el
análisis de los conflictos.
El problema en esta región surge de una negociación entre la empresa minera y el Estado,
sin tomar en consideración la problemática existente en la zona, es decir, sin considerar la principal
26
actividad productiva del valle, la agricultura, y sin una consulta participativa a la población sobre el
proyecto. La entrada de la empresa minera y sus intentos por establecerse en la localidad
generaron una serie de manifestaciones, paros, acciones cívicas, consultas vecinales, resistencia
civil, ejercicio del derecho de autodeterminación y elección. Pero también este caso implica una
serie de crímenes no resueltos, en torno al asesinato del máximo líder de defensa, en relación a la
campaña de desinformación propiciada por la empresa minera, y al silencio del Estado en la
negociación, y a la intervención de los Organismos No Gubernamentales (ONG).
Para tener una mayor idea de la dimensión geográfica del conflicto, Tambogrande es la
localidad más afectada de una serie de distritos en el valle de San Lorenzo (Piura), ya que su
estructura económica, basada en la agricultura, hubiera terminado seriamente afectada por la
contaminación de los relaves mineros. El valle de San Lorenzo posee 57,373 hectáreas, de las
cuales 42,188 están bajo riego. De la parte correspondiente al área de riego, 26,363 hectáreas son
cultivadas, mientras que 15,825 no lo son. El 46% de la superficie agrícola de la región Piura se
concentra en el valle de San Lorenzo.
Según los cálculos hechos por Juan Aste Daffós 16, el total de los ingresos del valle fue de
US$ 42.2 millones para 1999, con un costo total estimado en US$ 24.5 millones. De esta manera, el
ingreso neto estimado es de US$ 17.72 millones para 1999, y el ingreso neto anual estimado por
agricultor es en promedio de US$ 226. La mayoría de estos ingresos provienen de los cultivos de
limón, mango y arroz, cultivos importantes puesto que los de mango y limón significan el 40% y el
38% de la producción nacional, respectivamente.
Como dato estadístico tenemos que Tambogrande es un distrito clasificado como pobre. En
el censo nacional de 1993, el total de la población de hogares de viviendas particulares con
ocupantes presentes fue de 62,807. Existen 58,970 hogares de nivel bajo, 2,929 de nivel medio
bajo, 827 de nivel medio, 81 de nivel medio alto, y ningún hogar de nivel alto.
16
Ver: Juan Aste Daffós.“Valor Económico del Valle de San Lorenzo”, CEPES. 2005.
27
derechos, es decir, defender su forma de vida. Según el CEPES17, al entrevistar a los pobladores de
la zona, éstos creen que la llegada de la minería trae de por sí enfermedades a los niños, muerte a
la agricultura, conflictos de intereses entre los líderes comunales, represión del Estado a través de
las fuerzas armadas, migración forzada de las comunidades hacia otras localidades (“volver a
empezar”), para que luego la empresa se lleve los beneficios sin dejar poco o nada a la comunidad.
Bajo este panorama la actividad agrícola es preferida a la minera.
En el inicio de los trabajos, los vecinos fueron tomados por sorpresa, lo mismo que al
enterarse de la existencia de los convenios. Luego de la sorpresa, se pasó a la impotencia, a la
indignación y finalmente a la violencia. El punto más crítico de esta situación se presentó en el
casco urbano de Tambogrande, donde el inicio de las perforaciones desencadenó enfrentamientos
y la destrucción de sus propiedades, lo que se tradujo en sendas denuncias policiales para los
pobladores y sus líderes. A continuación de ello y de manera muy rápida, el Frente de Defensa del
Valle de San Lorenzo y Tambogrande crecería en apoyo, representatividad y poder, convirtiéndose
en el interlocutor natural de la población en este conflicto. Ello significó rechazo y oposición a los
planes mineros.
17
Ver CEPES - Perú "Organización Social y empresas transnacionales: conflictos existentes sobre los recursos
del subsuelo" Lima: International Land Coalition / CEPES, 2004
28
personas que testificaron a favor de la compañía, aun cuando era sabido que la mayoría opinaba lo
contrario.
Según el estudio sobre minería y las comunidades campesinas 18 (CEPES) desde un principio
y sobre todo cuando se trataba de actividades que requerían de centenas de personas, la empresa
contrataba o pagaba a gente de otras zonas de Piura, lo que generaba enfrentamientos y disputas.
“En Cruceta (Tambogrande) fue a raíz de la convocatoria de talleres que había programado el
Ministerio de Energía y Minas que trajeron a cerca de 300 ó 400 personas de otros sitios ...
invadieron la plaza de armas y la gente se despertó preocupada por ver gente que nunca habíamos
visto, inclusive como los mercados no abrían, algunos comenzaron a tirar piedras en los techos de
los quioscos, dando lugar a que la gente y los dirigentes formularan una denuncia. Posteriormente
llegó la policía y los materiales para el taller, y ya se comenzó a amontonar la gente de acá de
Cruceta y como los desconocidos tiraban piedras, la gente reaccionó y también comenzó a tirar
piedras. La gente no quería permitir que se realizaran los talleres”. Según los pobladores
entrevistados, probablemente también incluyó en estas estrategias de la empresa, “compra de
conciencias” de líderes y autoridades, aunque demostrarlo es mucho más difícil.
18
CEPES (2004), Ibid.
29
Entre los testimonios recogidos por el estudio de CEPES, la población coincidió en señalar que
la empresa había buscado la división de los pobladores en diferentes grados. La empresa en
algunos casos pagaba a parte de la población para que internamente generaran pleitos y
desacuerdos respecto a la posición de los pobladores. Citando la versión de uno de los
informantes19 vemos el siguiente caso:
“En una ocasión (la empresa) contrató a mujeres para que hagan una especie de barrera
humana protegiendo la maquinaria de la empresa ante una movilización de protesta que
el mismo pueblo hacía”. Este hecho generó a la larga un clima cotidiano de
desaprobación y sospecha contra aquellos que habían prestado sus “servicios” a la
empresa, pese a que podían hallarse explicaciones sobre la base de las carencias por las
que atravesaba la mayoría de los involucrados. Sin embargo, eso no evitó que se
convirtiera en un argumento y excusa para descalificar a las personas, así como para
acusarlas. El caso más complejo y elaborado de esta política lo constituye la formación
de la “Coordinadora por el Desarrollo de Tambogrande” 20, organización que se funda en
oposición al Frente de Defensa en el 2002 -que actúa “desde dentro” y vía la “promoción
y proyección social”- que en enero de 2003 presenta un padrón a las autoridades
competentes y opinión pública, incluyendo el Frente, donde figuran las firmas de más de
mil tambograndinos que supuestamente estaban en favor del Proyecto Minero
Tambogrande. Meses después, el RENIEC y la Defensoría del Pueblo terminarían por
aceptar que se había cometido un delito y que la mayoría de las firmas presentadas eran
falsificadas. Muchos vecinos se vieron sorprendidos al encontrar su nombre en la lista:
“Yo saqué en un disquete 10 mil firmas e hice un estudio: el 80% eran falsas. Hay varios
casos. El primero es como el mío, de gente que nunca tuvo nada que ver con la
empresa; el segundo, de gente que recibió panetones, juguetes, etc; pero que no sabía
para qué estaba firmando, pero firmaron igual; y el tercero, de gente que trabajó para la
empresa en un primer momento, en la etapa de exploración y que para pagarles
firmaron planillas. También se ha dado el caso de 5 fallecidos y de jóvenes que son
menores de edad, y DNI que los tienen 3 o 4 personas. O sea, esa coordinadora es una
farsa” (Informante 139) De esta manera, el padrón presentado sintetizaba o utilizaba de
alguna manera el nombre de todo aquel individuo que hubiera sido “beneficiario” de
alguno de los pagos, trabajos, actividades, programas, etc. programado por la empresa.
19
CEPES (2004), Ibid.
20
A decir de uno de sus dirigentes, la Coordinadora nace porque son varios los vecinos de Tambogrande que
están a favor del desarrollo minero, pero que tienen miedo. Señala que su fin es hacer labor social con apoyo
de la empresa Manhattan para demostrar, así, el lado positivo que implicaría su desarrollo. Niega, además,
que la empresa haga pagos en dinero o bienes para apoyarla en sus diferentes actividades.
30
La presencia de menores de edad y muertos sólo sirve para confirmar su ilegalidad. Pese
a ello, a la fecha no hay ningún detenido o sancionado, pero lo cierto es que la
presentación del padrón sirvió para azuzar el miedo, las sospechas y acusaciones entre
ciudadanos. La lentitud en su proceso de esclarecimiento (tomó tres meses para que la
Defensoría del Pueblo se manifestara) solo sirvió para aumentar la desconfianza. Ahora
bien, de hecho la presentación del padrón de firmas falsas no fue una decisión fortuita,
pues apenas días antes, el 9 de diciembre de 2002, Manhattan había presentado su EIA,
y el “padrón” servía como medida simbólica de apoyo, toda vez que este “padrón” llegó
al MEM y otras autoridades competentes. También coincidía con el ingreso a la alcaldía
del Presidente del Frente de Defensa, Francisco Ojeda, lo que podía servir como medida
desestabilizadora, en el mismo mes en que el Municipio sufrió la intervención de la
Contraloría General de la República y el acoso policial.
Luego del escandaloso caso de las firmas falsas, la Defensoría del Pueblo demostró poca
celeridad, lo que fue interpretado como complicidad por parte del Estado con la Empresa. Esta poca
celeridad en la problemática minera (presentada por la ONPE, Contraloría, Defensoría, Ministerio de
Energía y Minas, entre otras instituciones) fue aprovechada por la empresa Manhattan, que
pretendiendo mostrarse agraviada, utilizó argumentos legales para intentar movilizar las fuerzas del
orden, desinformando a las autoridades y a la población. Las redes de las organizaciones no
gubernamentales, y la Iglesia Católica jugaron un rol preponderante en el equilibrio de poderes en
el conflicto, asesorando los frentes de defensa y utilizando sus contactos a nivel nacional e
internacional en una campaña de información y concientización del problema que estaba surgiendo
en la localidad:
21
CEPES (2004), Ibid.
31
En la revisión bibliográfica hemos observado que al darse un debate técnico respecto a las
consecuencias de la explotación minera dentro de la localidad, los pobladores tomaron conciencia
de la gravedad del caso. Lo que al principio era una sospecha y desconfianza se convirtió en una
certeza y una lucha articulada en los movimientos de defensa. Esta articulación implicaba que la
población, en diferentes grados tuviera cierta conciencia de poder ciudadano y estuviera interesada
en las consecuencias que la explotación pudiera tener sobre su estilo de vida.
El estudio citado22, menciona que existieron cuatro orígenes importantes sobre los que se
desarrolló el conflicto, los que fueron: razones referidas a lo ecológico o ambiental, razones
laborales, percepciones influidas en base a la experiencia en otros pueblos (Caso Yanacocha),
razones económicas23, y la reivindicación de los proyectos de vida personales y colectivos. Estos
cuatro elementos, más allá de la conveniencia económica de la entrada de la empresa minera y los
impactos en la vida de los pobladores, denota que existe una mala imagen sobre los impactos de la
minería en las comunidades. Esta imagen, sumada a la demora del Estado en materia de
penalización de las empresas mineras que incumplen las normas, da espacio a las diferentes
organizaciones para actuar en un conflicto donde el gobierno no ha intervenido de manera
eficiente. Fue necesaria una campaña de información y de lucha para que el Estado tomara
medidas, que se convirtieron en la resolución del contrato de opción entre Centromín y Manhattan
Sechura S.A. el 10 de diciembre del 2003.
22
CEPES (2004), Ibid.
23
Según lo reportado por CEPES (2004), el ingreso por Canon a la comunidad hubiera sido de 9 millones de
dólares, comparado contra los 33 millones de dólares que la población podría generar por la agricultura
exportable.
32
Minero Perú se hizo cargo directamente de la explotación de dicho yacimiento, contratando a HA
Simons International Ltd., para preparar el estudio de factibilidad de explotación del depósito. En
concordancia con la activa presencia estatal en las inversiones mineras, el 2 de mayo de 1980 se
constituyó la Empresa Estatal Minera Asociada, de acuerdo a la Ley General de Minería. Poco
tiempo después, mediante Decreto Legislativo 109 cambió su status legal por el de Empresa Minera
Especial Tintaya S.A., iniciando sus operaciones en 1985.
El perfil más común del poblador de las comunidades involucradas reúne como
características principales el ser joven, menor de 30 años, bilingüe quechua y castellano, originario
33
de la zona, y con movimientos migratorios pendulares hacia las ciudades cercanas a Arequipa o
Cusco, con fines laborales o de estudios. Según un estudio realizado por la empresa minera, la
población de las comunidades tiene una distribución piramidal, concentrándose los mayores
porcentajes de habitantes en los grupo menores de 15 años (39,3%) y de jóvenes de 15 a 30 años
(28.4%). El común denominador de la población mayor de 18 años en las comunidades
involucradas en el conflicto es el hecho de no haber concluido sus estudios primarios. Sin embargo,
en Bajo Huancané predomina el grupo de los que han terminado la primaria; y en Tintaya Marquiri
hay un 22.7% de la población que ha concluido la secundaria.
Como presentamos en los datos comunales, en cada comunidad existe al menos una
escuela primaria estatal, con excepción de las de Tintaya Marquiri y Alto Huancané que son
fiscalizadas, es decir, cuentan con el apoyo de BHP Billinton Tintaya. Además, la comunidad de
Tintaya Marquiri cuenta con un colegio secundario fiscalizado. Las escuelas y colegios de régimen
fiscalizado tienen ciertas ventajas en cuanto a la posibilidad del personal docente, infraestructura y
servicios, frente a los colegios de régimen plenamente estatal. En las escuelas primarias estatales
de las comunidades hay menos docentes que el requerido; por ejemplo, en Bajo Huancané existen
tres secciones por docente, lo cual incide en la calidad de la enseñanza y del aprendizaje. En lo que
respecta a la salud, el perfil de morbilidad de la población de las comunidades estudiadas se
caracteriza por tener como principal enfermedad a las infecciones respiratorias, según lo percibe la
población. Sin embargo, hay enfermedades de índole digestiva que, según el personal de los
centros de salud, tienen fuerte incidencia en la población. La atención en salud se da básicamente a
través de dos centros de salud estatales –uno en Espinar y otro en Tocroyoc y eventualmente un
hospital de la Seguridad Social que da atención a la población no asegurada, que es la más
numerosa, aunque sólo en casos de emergencia.
El conflicto minero en Tintaya, a diferencia del caso anterior, Tambogrande, nace en una
mina en pleno funcionamiento. Los pobladores han tomado conciencia de la importancia del medio
ambiente y del desarrollo sostenible que se hace necesario, así como de la relación comunidad-
empresa minera. La empresa BHP Billington Tintaya ha heredado pasivos de las empresas que
anteriormente han explotado la zona, estas empresas no tenían ningún tipo de fiscalización
ambiental ni consideraban temas como la responsabilidad social, licencia social, desarrollo
sostenible, etc. Estos pasivos recibidos por la empresa han generado problemas con la población,
pero también se ha originado por la expropiación y compra-venta de venta de tierras, tanto de
parte del Estado como de parte de las empresas mineras posteriores. Sin embargo, los hechos que
se han sucedido son percibidos de distinta manera por los comuneros, los cuales están
conformando una Mesa de Diálogo con la Empresa, luego de hacer realizado protestas.
34
La frustración de los pobladores la comunidad de Tintaya Marquiri fue grande en el
momento en que los desalojaron de sus tierras, he aquí que se produjo lo que los antropólogos
llaman un “choque cultural”24 (Oberg, 1958). Este término es utilizado para describir la ansiedad y
los sentimientos causados en un individuo por el contacto con un medio social totalmente distinto.
Se relaciona frecuentemente con la incapacidad entender las pautas de acción de la otra cultura.
Frecuentemente se combina con un fuerte rechazo (moral o estético) a ciertos aspectos de la
cultura ajena. El término fue introducido por primera vez en 1958 por Kalervo Oberg, y de acuerdo
a la teoría desarrollada a partir de sus escritos, se definen cuatro etapas de síntomas comunes al
choque cultural. La primera es la etapa de la luna de miel, que dura unas cuantas semanas. En esta
etapa la gente recibe todo lo nuevo como estupendo. Luego viene el choque descrito
anteriormente. Después hay un período de negociación, en el que la gente trabaja para resolver las
diferencias culturales. Finalmente viene la aceptación. Con esta, la gente se da cuenta de que hay
cosas buenas y malas en la cultura, y que es posible trabajar con ella. Dependiendo del nivel de
choque entre idiosincrasias, la aceptación como proceso usualmente demora mucho, por lo cual,
más adelante, veremos la teoría de la Tripple Bottom Line of Sustaintability como medio para
acelera los procesos de convergencia de intereses entre la empresa y la comunidad.
Ver Oberg, Kalervo, 1955. Types of Social Structure among the Lowland Tribes of South and Central
24
America. American Anthropologist. Vol. 57. No.3. Part 1. June 1955. pgs 472 – 487. así también. Oberg,
Kalervo, 1973. The Social Economy of the Tlingit Indians. Seattle: University of Washington Press.
25
El liberalismo clásico aboga, en un sentido amplio, por la racionalidad, el carácter abstracto y la pretensión
de universalidad, incidiendo en temas como el mérito y una clara separación entre los ámbitos públicos y
privados.
35
Tal y como se mencionó en el párrafo anterior, la fase de negociación y adaptación al
nuevo contexto (explotación de las tierras) fue realizada en forma violenta, respondiendo de una
manera similar, ya que sintieron que la empresa había entrado de la misma manera, y que era
derecho contestar de forma similar. Es en este escenario donde aparecen las organizaciones no
gubernamentales, que informan de los derechos a las comunidades locales, les dan argumentos y
promueven una línea de acción para evitar daños posteriores.
El caso de Tintaya sintetiza también el esfuerzo de instituciones y de las ONG que apoyan a
los actores locales que se consideran afectados -cinco comunidades campesinas- para acordar e
36
implementar una estrategia de diálogo con la empresa minera en la perspectiva compartida de una
solución del conflicto y de establecimiento de relaciones que permitan el desarrollo de las
actividades mineras y también, de las actividades agropecuarias.
Si bien la Mesa funciona con mucha lentitud, es importante recalcar que la experiencia de
Tintaya demuestra que sí hay alternativas posibles en la difícil ecuación entre actividad minera y
comunidades y poblados campesinos.
Una turba de matones, contratada por la empresa minera Majaz, como los medios han
confirmado, arrojó piedras y golpeó a varios de los participantes en el evento e inclusive secuestró
por varias horas a algunos de ellos, tal como consta en el Informe Nº 036 emitido por la Comisaría
de Huancabamba y el Atestado Policial Nº 027. La turba se encontraba al mando de Raúl Urbina,
gerente de la empresa Majaz, así como de Luis Armando Ludeña, José Nicanor Jiménez, Jorge
Páucar, Ricardo Sáenz, Bartolo Bermeo, todos ellos empleados de la mencionada empresa. Ellos
alquilaron un equipo de sonido que emplearon para interrumpir con arengas el evento,
37
transportaron en diversos vehículos a los matones y compraron huevos que fueron arrojados al
público, todo esto corroborado en los informes policiales.
La presencia de Raúl Urbina y de los demás empleados de Majaz durante los incidentes
violentos del 12 de marzo, comprobada por las fuentes policiales, confirma lo que denunciaron
varios dirigentes ambientalistas, que implican directamente a la empresa en tales actos. Los
matones pretendieron golpear al alcalde de San Ignacio y, por una confusión, agredieron
salvajemente a Vicente Zapata Alcorta, miembro del Frente de Defensa de Tambogrande, y lo
dejaron amarrado e inconsciente; posteriormente, la policía pudo rescatarlo, como consta en los
informes de los agentes que intervinieron. Wilson Ibáñez, presidente del Frente de Defensa del
Medio Ambiente de Huancabamba, mencionó que la empresa es responsable de la muerte y
desaparición de dos campesinos y de los disturbios en un fórum el 21 de mayo, así como de otros
actos de violencia contra la población. Por su parte, el presidente de la Federación de Comunidades
Campesinas de Ayabaca, Magdiel Carrión, indicó que los funcionarios de Majaz usaron sus
influencias en algunos ex dirigentes para que firmaran documentos que los habilitan a operar en la
zona. Sin embargo, el dirigente aclaró que el 10 de enero del 2004, la Asamblea General decidió
desconocer tales documentos y no permitir que la minera siga realizando sus trabajos de
exploración.
Ante estos problemas, la empresa minera Majaz decidió iniciar la etapa de consultas a la
población de la provincia de Huancabamba (Piura) y el estudio de impacto ambiental del proyecto
Río Blanco. El proyecto representa mil millones de inversión en minería durante los próximos cinco
años y se encuentra ubicado en las provincias de Huancabamba y Ayabaca, en el departamento de
Piura. Los pobladores que se oponen al proyecto manifiestan que, además de carecer de la
autorización de ellos, Río Blanco originará contaminación en zonas ecológicas protegidas.
El conflicto de Majaz se presenta muy complejo, debido a que existen actos violentos de
por medio, llevando a un desentendimiento total de las partes. En particular la empresa minera
considera que no hay nada que negociar con los comuneros. Es por ello que el 12 de julio del 2006,
dirigentes y representantes de las provincias de Piura y Cajamarca realizaron un plantón frente al
local de la empresa minera Majaz en Lima. El presidente del Frente de Defensa del Medio Ambiente
de Huancabamba, Wilson Ibáñez, indicó que su protesta tiene la finalidad de entregarles un
documento en el que piden aclarar su posición legal y cesar el hostigamiento a las autoridades
comunales. El 14 de julio se reunieron con el Vice Ministro de Energía y Minas, Ing. Rómulo Mucho,
el Director General de Minería, Ing. César Rodríguez, y otros funcionarios de este sector. La
38
intención era reanudar el diálogo suspendido en forma unilateral por las autoridades del sector
minero.
A mediados del mes de junio del 2006 una marcha de 10,000 pobladores abanderados por
todos los alcaldes de la ciudad de Arequipa y sus distritos, iniciaron una marcha de protesta contra
la minera Cerro Verde, amenazando con un paro general en caso esta empresa no incremente
sustantivamente el monto correspondiente al canon minero. Las autoridades arequipeñas señalan
que su región deja de percibir más de 75 millones de soles y que esa es la suma que la minera
debe pagar a los concejos municipales
39
representantes de la sociedad civil, liderados por el alcalde de Arequipa, Yamel Romero, y Antonio
Damero, titular de la Asociación de Alcaldes de la Ciudad Blanca, así como el Frente Amplio Cívico
de Arequipa (FACA) y la Asociación de Urbanizaciones Populares y Pueblos Jóvenes de Arequipa
(AUPA), entre otros, participaron en una sesión de diálogo, auspiciada por la Comisión Pro
Inversión del Congreso, que actuó como facilitadora.
Por un momento parecía que se llegaba una solución del conflicto, que enfrenta a la minera
Cerro Verde y la población de Arequipa, pero no hubo acuerdo. La empresa ofreció pagar una
compensación de S/. 13 millones para los municipios que tendrán una disminución de su canon y
los 62 millones restantes en obras de saneamiento, pero las autoridades arequipeñas demandan
que paguen 75 millones, monto que dejarán de percibir por la reinversión de capitales de dicha
empresa.
En agosto del 2006, en una reunión posterior entre la empresa y las comunidades, el
Premier Jorge del Castillo actuó de intermediario entre las partes, y se llegó a un acuerdo formal
respecto a la solución del conflicto. Antonio Gamero Márquez explicó que los alcaldes distritales
desistieron de exigir el pago de 75 millones de soles debido al compromiso de Cerro Verde para la
construcción de las dos plantas de tratamiento de agua Pampa La Estrella y La Tomilla II. La
empresa se comprometió a aportar 50 millones de dólares para la ejecución de la Planta de
Tratamiento de Agua Potable II de Alto Cayma y otros 13 millones de soles (aproximadamente
cuatro millones de dólares) para financiar los estudios técnicos de esta obra y de la Planta de
Tratamiento de Aguas Servidas. Con ambas obras se beneficiará a 250 mil familias de las zonas
periféricas de la Ciudad Blanca.
Por su parte, los burgomaestres, 27 en total, cuyas jurisdicciones se beneficiarán con los
dos proyectos, deberán construir, con recursos propio,s la Planta de Tratamiento de Aguas
Servidas, también valorizada en 50 millones de dólares. Antonio Gamero también señaló que se
conformaron con el pago de S/. 13 millones porque contribuirá a cubrir la brecha presupuestal
producida por la falta de recursos, al confiarse que iban a recibir el dinero del canon. En caso se
reanude el diálogo, el mismo quedará bajo responsabilidad de la comisión técnica que ve el caso,
conformada por los colegios profesionales y la UNSA.
El caso de la contaminación de las aguas y de los suelos por la empresa minera Yanacocha
en la localidad de Choropampa es uno de los más conocidos y representativos de la problemática
40
minera que las localidades andinas desean evitar. El caso ha llegado a conocerse
internacionalmente, y es citado como una experiencia fatídica en el tratamiento medioambiental y
el compromiso de responsabilidad social de las empresas mineras, además de las graves
consecuencias sobre las relaciones sociales entre empresa y comunidad. Este caso está
documentado en muchos estudios y videos, para consulta de los interesados, por eso en el
presente documento nos atendremos a describir el conflicto y sus consecuencias.
La mina, Yanacocha, está ubicada aproximadamente a 600 Km. al norte de Lima, cerca de
48 Km al norte de Cajamarca. Está a una altitud aproximada de 4.000 metros. Actualmente se
compone de cuatro minas a cielo abierto – Carachugo, Maqui Maqui, San José Sur y Yanacocha.
Hay tres áreas de lixiviación y dos instalaciones de procesamiento. En total, la mina cubre una
superficie de aproximadamente 25.000 hectáreas. En el 2001 otra mina a cielo abierto estaba
programada a entrar en operación en La Quinua, con reservas de 9,3 millones de onzas. En 1999 la
empresa también añadió 356 millones de onzas de plata a sus reservas estimadas. El Perú es el
séptimo productor de oro en el mundo. La empresa por sí sola es responsable de casi la mitad de la
producción anual de oro del Perú y de poco más del 50% de su producción anual de mercurio.
Yanacocha es la mina de oro más grande de la América Latina y produce aproximadamente un 2%
de la producción mundial de ese metal26.
26
Fuente: Informe Técnico Yanacocha. Disponible en http://www.yanacocha.com.pe/publicaciones.htm
41
sudeste de la Amazonía peruana. Las explotaciones varían en tamaño, pero pueden llegar a tener
hasta varios cientos de trabajadores a un mismo tiempo.
Para entender por qué los pobladores recogieron el mercurio derramado, es necesario
entender que en las comunidades con alta mortalidad infantil, la población adopta prácticas que
cree puedan prevenir las enfermedades. En esta parte del Perú, los curanderos nativos usan
mercurio para aplacar a los sani, espíritus que conllevan el miedo a las enfermedades. Le pueden
salpicar mercurio alrededor del lecho de un niño que padezca de terrores nocturnos, colocarlo en
una bolsita que se le cose a la ropa, se le añade a las velas de los santos o al agua para bañarse, o
se le lleva en un amuleto llamado “azogue”. Muchos pobladores, de escasos recursos, consideraron
que el mercurio derramado les sería benéfico como medicina contra las enfermedades. Sin
embargo, el desconocimiento del peligro del manejo de mercurio industrial fue un hecho que la
empresa no ha tomado en cuenta al momento de ejecutar medidas que mitiguen el daño sobre la
población.
El problema del manejo medioambiental en Yanacocha ha sido muy complejo, desde los
hechos en 2000, a causa del derrame de mercurio y cloro, los pobladores de Combayo, una
comunidad cercana al campo de acción de la empresa minera, llamaron alerta sobre las aguas de la
laguna Totora, que ha sido tapada por las actividades mineras. Mientras, los pantanos Maqui Maqui
y Chaquicocha que se ubican muy cerca de la actual zona de explotación de Yanacocha, han sufrido
daños por el empleo de mercurio y de los relaves mineros. Los pobladores y la empresa tienen
versiones distintas de los hechos ocurridos durante los accidentes mineros. Mientras que los
pobladores consideran que han existido cuatro accidentes con mercurio, Yanacocha ha admitido
sólo uno de ellos, el más peligroso. La inversión en transporte de minerales de Yanacocha y los
42
procesos de manejo de relaves han sido mejorados en los últimos años, pero esto aún no satisface
a las comunidades campesinas, pues Yanacocha actúa sin licencia social, y tiene problemas de
interpretación de la realidad de su entorno, tal y como ocurrió recientemente con las protestas en
Cerro Quilish, en cuyas faldas se encuentra el depósito de agua de la ciudad de Cajamarca, y con el
manejo escandaloso de la situación en Choropampa al comprar testimonios, corromper
autoridades, y hacer pagos a los comuneros para callar el accidente que habrían ocasionado.
Este caso tiene relevancia, porque demuestra que el tema de la licencia social es necesario
para el desenvolvimiento de actividades mineras en la región. La licencia social puede definirse
en este caso como “la política del buen vecino”. Esta política debe ir acompañada de un programa
de desarrollo sostenible en las actividades mineras en la región, así como un programa de manejo
medioambiental adecuado. Ello permite, entonces, la aprobación y/o consentimiento de la
población de la zona al ingreso de la actividad minera. La Licencia Social en la actividad minera, es
“la aprobación tácita reflejada en el conjunto de aptitudes, acciones y actividades de
reconocimiento o aceptación de las actividades mineras o actividad empresarial minera por parte de
La Comunidad o Entorno Social”27. Es claro, entonces, señalar que la Licencia Social estará influida
por las creencias de la población. Estas creencias son paradigmas difíciles de cambiar en las
comunidades. Las creencias más frecuentes sobre la minería son: La minería compra tierras a muy
bajo precio, es una actividad contaminadora, viola los derechos humanos y abusa del poder, da
poca oportunidad de empleo y empobrece a la población, se considera un ultraje que los recursos
naturales sean explotados por la empresa, ya que dichos recursos son de propiedad privada de los
habitantes de la zona de exploración y explotación, la minería no puede convivir con la agricultura,
entre otros.
La pregunta relevante en el conflicto de Choropampa es entonces, ¿qué pasó con el rol del
Estado en el conflicto? El Estado debe ejercer el principio de autoridad en estos conflictos, como
árbitro y como agente sancionador ante potenciales problemas ambientales. El caso de
Choropampa, que ha sido el arquetipo de conflicto minero por el cual se guían los demás conflictos
mineros, ha traído a los comuneros la idea de que el Estado no está interesado en participar en los
problemas medioambientales y/o problemas de licencia social y desarrollo sostenible en las
comunidades por las siguientes razones: a. El Estado no debe hacerse cargo de los problemas
medioambientales, sólo debe limitarse a sancionar y a mitigar los problemas generados por las
empresas, en especial si es caso flagrante. b. No existe participación activa de los organismos
ambientales en la supervisión minera, pues la CONAM no tiene las atribuciones ni el presupuesto
27
Sonia Osay; "Derecho De La Sustentabilidad y La Licencia Social en Minería", Ponencia en el V Encuentro
Latinoamericano y del Caribe de Legislación Minera, 11 y 12 de noviembre del 2003, Buenos Aires.
43
para poder entrar en cada uno de los potenciales conflictos mineros por problemas de medio
ambiente. c. El Ministerio de Energía y Minas es el organismo encargado de la supervisión y sanción
de los problemas ambientales mineros, este organismo a su vez apoya a las empresas mineras,
más que a las comunidades, pues tienen una visión anticuada de la importancia de la minería en las
comunidades (considera que la población tendrá un gran nivel de dependencia de la actividad
minera, como en el caso de La Oroya) d. La actuación ante los problemas ambientales es a
posteriori y tiene una estructura centralizada, es decir, una vez que ocurre el hecho, el MINEM debe
ser informado en Lima, para que recién pueda actuar.
Del Informe Técnico que la consultora Shepherd Miller realizó para Yanacocha, respecto al
accidente de derrame de cloro y mercurio ocurrido en junio del 2000, se menciona que existen
diferentes versiones del hecho, pero una característica común fue que el transporte de los químicos
fue extremadamente inadecuado. Las diferencias son notorias, en especial por las versiones de los
pobladores, quienes agregan hechos adicionales a la historia, como por ejemplo que el conductor
llevó a unos niños junto a los químicos, o que el mismo conductor estaba mal de salud y los
empresarios lo obligaron a seguir trabajando. Si tomamos en cuenta que cada cilindro de cloro
pesa como 600 kilogramos y que cada cilindro de mercurio alrededor de 200 kilogramos, el
derrame de un cilindro de mercurio y dos de cloro eran una cantidad suficiente para dañar el medio
ambiente durante un buen periodo de tiempo. A esto se añade que los pobladores recogieron el
mercurio y lo llevaron a sus casas para uso médico tradicional. La versión de la empresa es que los
pobladores extrajeron el mercurio de propiedad de la compañía. El derrame, según versión de la
empresa, fue de 200 kilos, de los cuales sólo 20 fueron a la población mientras que el resto se
diluyó en el suelo. Los pobladores indicaron que hubo otro cilindro de 200 kilos que fue derramado,
pero la compañía niega la versión. El pánico de los pobladores vino posteriormente, cuando
empezaron los síntomas asociados a intoxicación con mercurio y la baja productividad agrícola
registrada durante dicho año.
44
La empresa Ransa al principio trató de controlar la situación, pero la actitud de la población
en recoger el mercurio derramado y llevarlo a sus casas, hizo que la minera Yanacocha tuviera que
intervenir directamente, luego de una semana de ocurrido el hecho. Según versión de la empresa,
Yanacocha gastó una fuerte cantidad de dinero en médicos y atención clínica, equipos de
descontaminación y limpieza, y adicionalmente la compra del mercurio derramado a los pobladores.
Esta versión discrepa con los testimonios de los pobladores, quienes señalan que la empresa les
pagó para que no hicieran protestas haciendo firmar un documento en que liberaban de toda
responsabilidad a la empresa Yanacocha en el futuro. Ambas versiones de la historia alimentan
posiciones encontradas en el actual conflicto, pues las organizaciones de defensa creen que la
empresa minera buscará manipular y sobornar a los pobladores y a las autoridades para que ésta
no se vea involucrada en problemas a futuro, mientras que la empresa reafirma su posición de que
ha hecho todo lo posible por encontrar soluciones a los problemas generados.
Las autoridades de Choropampa y los habitantes del lugar se reunieron con los
representantes de la minera y presentaron una petición de servicios de salud, seguro de salud,
seguro de vida, transporte a Cajamarca para visitar a los familiares hospitalizados, mejoras en la
escuela, mejoras en el agua, mejoras de carretera, indemnización económica y empleo.
Posteriormente, en la revista Caretas se publicó información de los pacientes hospitalizados. El
Comercio publicó un artículo que indicaba que había pacientes en coma y una alta tasa de
mortalidad. La empresa consideró que ambos medios dieron información distorsionada y expresó su
queja. Los doctores Lioy y Gochfeld, especialistas en toxicología de Rutgers University, Nueva
Jersey, llegaron a Cajamarca a solicitud de la Minera Yanacocha. Se quedaron hasta el 8 de julio
del 2000 y proporcionaron ínterconsultas acerca del diagnóstico y la atención médica. También
desarrollaron protocolos para la mitigación de viviendas contaminadas de mercurio. A partir de la
resolución de este conflicto, es cuando las organizaciones no gubernamentales, la Iglesia Católica y
los recién conformados frentes de defensa, comienzan su labor de vigilancia ambiental, lo que
tendría posterior influencia en los conflictos en otras partes del país.
45
A continuación, un resumen de los sucesos y los acuerdos alcanzados en la mesa de diálogo
correspondiente:
46
Según el diario El Comercio28 “Unos 30 pobladores de Huambocancha Baja bloquearon el
kilómetro 4 de la carretera Cajamarca-Bambamarca, en respaldo a la protesta de los comuneros de
Combayo, distrito de Encañada. Con piedras, palos y llantas, los manifestantes impidieron el paso
de los vehículos por dicho tramo y mantuvieron retenidas dos camionetas de la empresa Gold Fields
que circulaban por la zona. Las protestas se iniciaron a las 05:00 horas de hoy, en la zona conocida
como Huambocancha Baja. Los comuneros impidieron el paso de los vehículos hacia el
campamento minero, para lo cual realizaron marchas y bloqueos. Efectivos de la Policía los
repelieron con bombas lacrimógenas. El enfrentamiento dejó ocho heridos, que presentaban
quemaduras en el cuerpo. Un segundo enfrentamiento se dio en el centro de salud de esa
localidad, a donde habían llegado los principales dirigentes de los comuneros para indagar por el
estado de salud de los heridos. En este lugar, los agentes del orden atacaron con bombas
lacrimógenas a los revoltosos para obligarlos a salir, enfrentamiento que dejó otros cinco
campesinos heridos. Se pudo conocer que el Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del
Perú (Sutep) y estudiantes de la Universidad Nacional de Cajamarca participaron de la jornada de
protesta liderada por los comuneros de Combayo”.
El alcalde de Combayo, Luciano Llanos, denunció a los efectivos de la DINOES (PNP) por
haber recibido pagos por parte de la empresa minera, con el fin de maltratar a los campesinos.
Mientras tanto, dirigentes de las rondas campesinas de las localidades de Chota y Celendín se
sumaron a las protestas de Combayo contra Yanacocha. La ministra del Interior, Pilar Mazzetti,
rechazó que no exista voluntad política para trabajar por la restitución del orden público en la zona.
Sin embargo, señaló que la represión a los pobladores que están bloqueando carreteras será la
última alternativa, por considerar que aún no se han agotado las vías de solución del conflicto entre
la minera y los pobladores. Asimismo, en diálogo en el programa Cuarto Poder del 27 de agosto,
Mazzetti Soler dijo que 190 efectivos han sido destinados a la zona, así como un avión que
monitorice constantemente la situación.
28
Diario El Comercio, Lunes 28 de agosto de 2006
47
contaminar y atentar contra los recursos naturales de la zona, y que se esclarezca la muerte de su
compañero ocurrida a inicios de agosto.
Ante la negativa de diálogo por parte de los pobladores, la empresa minera Yanacocha
informó el 27 de agosto que paralizaría todas sus operaciones si seguían las protestas de varias
comunidades cercanas a uno de sus proyectos en la localidad de Combayo, en la región Cajamarca,
el 25 de agosto la empresa suspendió sus actividades en Churucugo, un proyecto de 173 millones
de dólares ubicado en Combayo. Carlos Santa Cruz, director gerente de Newmont-Yanacocha,
expresó en una entrevista en el programa televisivo Cuarto Poder que la operación de la minera se
encontraba ante una inminente paralización total. " Nuestra operación está enfrentando un bloqueo
de carreteras desde hace casi una semana que no permite transportar trabajadores hacia la mina.
Hoy día enfrentamos una inminente paralización de todas las operaciones ", dijo Santa Cruz.
48
actividad minera”. Agregó que, además, él es representante de un sector de los campesinos que
tiene relación con la paralización del proyecto Carachugo. Finalmente agregó “ La minera no es
negativa, realizamos obras sociales profundas, pero hay un problema de inclusión que una sola
empresa no puede satisfacer”.
El presidente del Comité de Desarrollo de Combayo, Samuel Sánchez Ñontol, anunció que
la suspensión de las actividades de Yanacocha había sido una decisión acertada por parte de la
compañía, pero que esperaban a la comisión de alto nivel para solicitar un documento que ratifique
la decisión de la minera y su compromiso para remediar los daños causados a los recursos
naturales de la zona. También indicó que sólo 63 de los 7.000 pobladores de Combayo contaban
con un puesto de trabajo en Yanacocha. En el transcurso de esa semana se esperaba que
representantes del poblado de Combayo, de la mano del sacerdote Marco Arana, viajaran a Lima,
donde esperaban entrevistarse con las autoridades del Gobierno Central. La empresa minera no
aceptaba la intermediación del religioso. La población de Cajamarca temía que en algún momento
pudiera producirse un enfrentamiento entre los trabajadores de las empresas contratistas que han
quedado sin empleo y los habitantes de Combayo.
49
millones de soles a la caja fiscal por concepto de regalías, tributos, programas sociales destinados a
la comunidad y todo el circuito económico generado alrededor de la compañía minera. El Poder
Ejecutivo ha manifestado su voluntad de volver a la mesa de diálogo del Ministerio de Energía y
Minas, siempre y cuando se levante el bloqueo de las carreteras, y se tome el rol de los organismos
no gubernamentales, como parte de la negociación y no como mediador o vocero de la comunidad.
El 4 de septiembre de 2006 se llevó a cabo una reunión entre la comisión de alto nivel del
Gobierno, la empresa minera Yanacocha y los comuneros de Combayo, la cual culminó con la
suscripción de once acuerdos que han puesto fin al conflicto entre los pobladores y la minera. Entre
los acuerdos alcanzados figuran la construcción de una carretera y el compromiso del Estado de
monitorear la calidad del agua en la localidad. El primer ministro Jorge del Castillo, quien preside la
comisión del gobierno, informó que el 23 de septiembre se iniciarían las obras de construcción de la
carretera Puente Otuzco-Combayo y del muro de contención de la mina, que demandarán una
inversión de dos millones de soles.
El premier Jorge del Castillo también informó que la empresa se comprometió a brindar
apoyo humanitario a la familia de Isidro Llanos, el poblador que falleció durante el enfrentamiento
que se produjo con los agentes de seguridad de la minera. Al mismo tiempo, añadió, el Estado se
compromete a interponer sus buenos oficios para que el Ministerio Público agilice las
investigaciones a fin de identificar al responsable de la muerte del comunero.
La minera también acordó que no se realizarían nuevas denuncias contra los pobladores,
teniendo en cuenta que hasta el momento eran ocho los vecinos de Combayo detenidos por alterar
el orden la semana pasada. Según la agencia Andina, los asesores legales de ambas partes se
reunirán para coordinar alternativas de soluciones a las denuncias efectuadas con anterioridad. En
el diálogo, la comunidad de Combayo estuvo representada por el alcalde Luciano Llanos, quien se
comprometió a informar al alcalde de La Encañada sobre los planes de inversiones en Combayo,
50
con el dinero proveniente del canon minero, Foncomun, y derechos de vigencia con el objeto que
se empiece las obras en el más breve plazo (ver los once acuerdos formales logrados en la mesa de
diálogo con relación al problema de Combayo y la Minera Yanacocha – anexo 1)
Tal como hace referencia la revista Somos, del sábado 3 de septiembre, “una respuesta
violenta sólo agudizaría y prolongaría el conflicto”. Los desaciertos y conflictos, así como sus
razones culturales e históricas, son una realidad que el Estado no puede ignorar o aplazar más.
Para los campesinos, el Ministerio de Energía y Minas y la Defensoría del Pueblo no siempre
representan entidades confiables, síntoma del nivel de confianza con las autoridades civiles. Es por
ello que el Presidente del Consejo de Ministros se ha visto forzado a restablecer un diálogo al más
alto nivel, entre las partes, con el propósito de llegar a acuerdos mínimos y establecer un marco de
diálogo común y razonable.
Para empezar a relatar muy brevemente el conflicto, debemos decir que las comunidades
campesinas están en contra de una empresa de extracción de minerales que no cumple – según los
lugareños – con el desarrollo de la zona. No es novedad que ciertas voces quieran restarle carga a
las compañías mineras diciendo – con toda lógica, pero escaso realismo – que el Estado, y no las
empresas, debe encargarse de las obras de infraestructura. Además, no faltan quienes, en el punto
51
de ebullición del conflicto y a cientos de kilómetros de distancia del problema, reclaman inmediata
mano dura para neutralizar a los manifestantes y restaurar lo que consideran el principio de
autoridad.
Existen formas de solucionar dichos conflictos mineros, entre la más viable pero menos
ejecutada, la de opinión de Seifert, que “si el centro de operaciones de Yanacocha está en un área
de cerca de cinco mil hectáreas, las tierras que le entregaron en concesión llegan a las 250 mil
hectáreas, por lo que en este vasto territorio debe hacerse a largo plazo, según propone, un mapa
tanto de reservas de agua como de reservas económicas”. Los mecanismos de solución de
conflictos por parte de las autoridades regionales son muy limitados por las restricciones legales al
gasto fiscal, y porque también hay una falta de perspectiva y capacidad gerencial para usar el
canon minero que llega a esta región, tal como se mencionó previamente. Una muestra del
manejo deficiente de estos recursos se dio cuando el presidente de la Región Cajamarca, Felipe
Pita, de filiación aprista, devolvió 80 millones del canon minero porque simplemente no pudo
invertirlos en obras de desarrollo.
Si bien Cajamarca recibe el 31% del canon minero recaudado, los beneficios no son
percibidos por la población, ya que la repartición de beneficios es a largo plazo. Urge que un solo
organismo tome el control de la medición de la contaminación minera en lugar de que organismos
como Digesa (Ministerio de Salud) e Inrena (Ministerio de Agricultura) litiguen por sus difusas
competencias y al final ninguno tenga el compromiso de medir con regularidad la calidad de las
aguas. Esta sugerencia también la hace la Defensora del Pueblo, Dra. Beatriz Merino, quien
52
consideró que el país necesita una nueva autoridad para la protección del medioambiente, con más
facultades. Esto lo manifestó después de la solución del conflicto generado por la contaminación
del río Corrientes, que generó la toma de la refinería de la empresa Pluspetrol por parte de la
comunidad Achuar, en Iquitos. (Ver Anexo 2)
El caso del conflicto minero registrado en la Oroya es sui géneris, en tanto que es el único
caso registrado en que la empresa ha logrado someter a los sindicatos y a las organizaciones de
base a su conveniencia, para seguir con su labor en la región, a costa de un enorme daño
ambiental registrado. La ciudad de La Oroya se encuentra en el centro de un circuito comercial
metalúrgico comprendido por las ciudades de Cerro de Pasco, Huancayo, Jauja, Tarma, Junín, entre
otros. Debido a la gran tradición minera de estas zonas y a la llegada del ferrocarril como medio de
transporte de los minerales hacia Lima, La Oroya pasó a ser un centro para la minería, en especial
porque en dicha localidad, desde 1922, funciona una fundición de minerales que permite obtener
una mejor calidad del mineral que se exporta o se vende en la capital.
La Oroya desde sus inicios hasta 1974 estuvo en manos de la Cerro de Pasco Corporation,
la cual había desarrollado un importante núcleo de desarrollo alrededor de la actividad de fundición
y la minería a gran escala. Las actividades de la minera fueron creciendo a medida que la empresa
compraba las tierras adyacentes para evitar protestas por daños ambientales así como para poder
desarrollar proyectos diversos que fueron muy rentables. Con las actividades desarrolladas por la
corporación, el pueblo de La Oroya fue creciendo sustancialmente y en su gran mayoría dependió
de la corporación para su sobrevivencia. La empresa volvió a los comuneros muy dependientes a
ella, pues se impartía educación, salud, y alimentación barata para sus trabajadores, así como para
el resto de la comunidad.
Esta misma situación continuó con el cambio de dueños, cuando en el gobierno militar de
Velasco y los posteriores gobiernos, a través de Centromin Perú, se mantuvo la dependencia de la
población con respecto a la empresa hasta su posterior privatización en 1997. Como se mencionó
previamente, en esa época no existía conciencia sobre el cuidado del medio ambiente, y se
consideraba a la minería “de interés nacional”, lo que daba libertad a la empresa para seguir
contaminando. Este daño era parcialmente mitigado con programas de desayunos con leche para
los pobladores, y con compra de tierras contaminadas, a fin de no generar quejas. El cambio de
propietarios de Centromin hacia la empresa Doe Run no ha mejorado el panorama del manejo del
53
medio ambiente. La empresa, al firmar el convenio de estabilidad tributaria con el Estado, se
comprometía a implementar un Programa de Adecuación del Manejo Ambiental (PAMA) hasta el
año 2007, lo cual no ha logrado satisfactoriamente, siendo la única empresa que ha postergado
dicho compromiso hasta el 2010.
Desde el inicio de los noventas, la llegada de las ONG que trabajan temas relacionados al
desarrollo, de las organizaciones ambientalistas y la participación de un sector de la Iglesia Católica
a partir de la década del noventa, impulsó un movimiento consciente respecto al cuidado del medio
ambiente, los recursos no renovables, las actividades de desarrollo sostenible, y en particular en los
potenciales daños de la contaminación sobre la población, especialmente en los niños, cuyos
niveles de plomo en la sangre ya eran superiores a los máximos permitidos por la Organización
Mundial de la Salud29, situación que provoca desde problemas motrices hasta posibles lesiones
cerebrales. Estos movimientos sociales han tenido cierta repercusión en la población, mas no han
logrado sus objetivos básicos, debido a la existencia de una problemática más compleja en la
estructura económica de la ciudad y la región.
29
Pajuelo Ramón (2006) “Todo esto nos ha cambiado la vida: Medioambiente y salud en la Oroya”. Acción
Solidaria para el Desarrollo – Cooperacción. Ediciones Nova Print. Lima.
54
El manejo interesado de los sindicatos, la potencial restricción de la ayuda a la comunidad,
la amenaza de retiro de la empresa y el daño que ésta generaría al circuito económico – comercial
establecido en la zona sobre la base de la actividad minera, la coordinación de actividades con los
dirigentes municipales y provinciales, así como un manejo de los medios de comunicación, y un
discurso institucional convincente, disuadieron a los habitantes a participar en protestas enérgicas,
a pesar de que las organizaciones ambientalistas realizaron una campaña de concientización de la
población. Una alternativa planteada por los habitantes es la de permitir a la empresa continuar con
sus operaciones, mejorando la tecnología en los procesos de fundición y manejo de relaves, lo cual
deja de lado el crítico problema ambiental registrado, y logra que la empresa Doe – Run evada su
responsabilidad en la contaminación ya hecha.
Es importante señalar que si bien ha existido poca movilización contra la empresa, y las
relacionadas a la defensa del medio ambiente se realizan de manera tímida, con personas poco
vinculadas a las actividades mineras (esposas de trabajadores, comerciantes, asociaciones de
padres de familia, entre otros), la municipalidad, influida por los intereses mineros, logran tener un
contingente de pobladores que ayuden, haciendo marchas de apoyo a las actividades de la
empresa minera.
Este caso es muy particular, pues no se avizora una solución a corto plazo. Se espera que
la ampliación del PAMA logre atenuar los daños ambientales en la población, en especial en la zona
antigua de la ciudad, la que ha sufrido el mayor daño. Se espera también que, en el largo plazo, el
Estado, la sociedad civil organizada y la empresa puedan sentarse a dialogar sobre posibles
soluciones de largo alcance, promoviendo actividades de desarrollo sostenible, en beneficio de la
población.
55
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58
ÍNDICE
I. Propósito
II. Antecedentes
III. El submundo social y cultural: los actores
IV. Problemática del Canon Minero
a. Introducción
b. Circuito del Canon Minero
c. Criterios de distribución del canon minero
d. Índices de distribución del canon minero
e. ¿Como lograr la funcionalidad y eficacia de la ejecución del canon?
f. ¿Cómo invertir eficientemente los recursos del canon?
g. Los aportes voluntarios de la gran minería
V. Conflictos comunidad – empresa
i. Conflictos por problemas ambientales
ii. Conflictos por problemas de tierras
iii. Conflictos por demandas sociales
VI. Conflictos Sociales en la Minería: Estudio de Casos
i. El Caso de la comunidad de Tambogrande
ii. El caso de la minera BHP Billington Tintaya
iii. Caso de Minera Majaz
iv. Caso de Minera en Cerro Verde
v. Caso de Minera Yanacocha (Choropampa)
vi. Conflicto Minera Yanacocha y Comunidad de Combayo
vii. Análisis del Conflicto Minera Yanacocha – Comunidad de Combayo
viii. El Caso de Minera Doe Run
VII. Bibliografía
VIII. Anexos
59
ANEXO 1
Primero: En cuanto a las compensaciones por la muerte del Sr. Isidro Llanos, la empresa se
compromete a brindar apoyo humanitario a la familia, y solicitará a la Iglesia u otra institución que
la familia designe, que proponga la mejor forma de apoyar a dicha familia.
Segundo: El Estado se compromete a interponer sus buenos oficios para que el Ministerio Público
agilice las investigaciones a fin de determinar al responsable de la muerte del comunero Isidro
Llanos. La exhortación se efectuará al más alto nivel.
Sexto: los controles de calidad y cantidad del agua y su monitoreo participativo serán a cargo del
Estado, con la presencia de representantes de la comunidad de Combayo. Se instalarán por las
autoridades competentes cinco puntos o estaciones adicionales de monitoreo del agua; sumando a
las seis existentes, en total serán once estaciones.
60
Octavo: para la disposición final de las aguas residuales de los caseríos se realizarán los estudios
correspondientes en coordinación con SEDACAJ para su futura construcción. Dichos estudios serán
elaborados en el plazo de un año.
Décimo: el alcalde de Combayo hará gestiones ante el Alcalde de La Encañada a fin que se informe
sobre los planes de inversiones en Combayo, con el dinero proveniente del Canon Minero,
Foncomun y Derechos de Vigencia, con el objeto que se empiecen las obras en el más breve plazo.
Las partes acordaron buscar la armonía en todos los tratos futuros, entre ellos, en señal de lo cual
firman el presente acuerdo.
61
ANEXO 2
El 4 de setiembre los medios informaban que ese mismo día el Ministerio de Energía y
Minas (MEM) y Pluspetrol anunciarían los acuerdos que se habían concertado para modificar el
contrato de concesión para la explotación del hidrocarburo. Asimismo, el viceministro de Energía,
Pedro Gamio, había afirmado que ya existían acuerdos sobre los cambios en la fórmula de ajuste
del precio del gas natural y la ampliación de inversiones de Pluspetrol para producir más gas
licuado de petróleo (GLP). Valdivia manifestó, en ese entonces que se estaba dialogando con
Pluspetrol sobre la posibilidad de que aumente su inversión social, para que así pueda mejorar su
relación con las comunidades aledañas a sus operaciones.
Por otro lado, indicó que aún no se ha reunido con los representantes de las empresas
productoras de petróleo del país para negociar un posible aporte voluntario para las comunidades
ubicadas en sus zonas de influencia. Pero el ministro manifestó que existía la predisposición de las
empresas petroleras para llegar a acuerdos al respecto, ya que eso significaría aumentar la
inversión social que deben realizar todas las empresas que explotan recursos naturales y obtienen
altas ganancias30.
30
Diario El Comercio, 6 de septiembre, 2006.
62
Pluspetrol indicaría que la medida tendría como finalidad evitar posibles situaciones de
tensión o enfrentamientos que pongan en riesgo la integridad de sus trabajadores. La compañía
petrolera afirma, aún así, mantener el proceso de diálogo productivo iniciado y con el cual se
pretendía dar solución al problema de impacto ambiental en la zona.
Esta medida de fuerza fue tomada porque hubo un retraso de la comisión multisectorial, en
acudir a una reunión con la dirigencia del FECONACO en la localidad de Valencia.
Los nativos denuncian que Pluspetrol vierte diariamente, a los ríos de la cuenca del Corrientes,
miles de litros de aguas de producción petrolera con alta salinidad compuesto por hidrocarburos,
cloruros y metales pesados que contaminan el ambiente y pueden producir alteraciones genéticas y
cáncer en la población.
El domingo 15 de octubre las comunidades nativas del río Corrientes habían levantado la
medida de fuerza y se retiraban de las instalaciones de la empresa, de manera que las operaciones
de producción de hidrocarburos se normalizaron. Además, se publicaba en el diario oficial El
Peruano una resolución del Sector con los acuerdos alcanzados entre las partes.
31
Página web RPP NOTICIAS.
63
Juan Valdivia, titular del MEM, viajó hasta la zona del conflicto a fin de propiciar y participar
en forma directa en el diálogo entre las partes involucradas para hallar una fórmula efectiva y
pronta de solución al problema presentado. De esta manera sucedía lo que en el caso de los
conflictos con las mineras, los representantes del Estado propiciaban una mesa de diálogo y no
cumplían un rol fiscalizador o de prevención.
El acta señala que el Gobierno Central con la participación del Gobierno Regional y las
propias poblaciones involucradas, velarán por el cumplimiento de los compromisos y demandas que
las comunidades indígenas del río Corrientes, bases de la FECONACO, han presentado a las
autoridades nacionales y regionales, así como a Pluspetrol. Además se acordó que antes de fin de
año la empresa reinyectaría el 100 por ciento del agua de producción del yacimiento Dorissa, y en
el 2007 al 100% de aguas de los yacimientos Jibarito, Huayuri y Shiviyacu, Carmen. Para el caso de
las aguas vertidas al Río Corrientes, Pluspetrol asume el compromiso de reinyectar hasta diciembre
del 2007, como máximo, la totalidad de las aguas de producción producidas en el Lote 1AB y hasta
la misma fecha, como máximo, el 50 por ciento de las aguas de producción vertidas al Corrientes,
producidas en el Lote 8.
Por otro lado, el Gobierno Regional con el apoyo del Ministerio de Salud y Pluspetrol
ejecutarán un plan conjunto a dotar a la localidad de Trompeteros de un Hospital Rural. El
Gobierno Regional se comprometió, asimismo, a presentar el Proyecto Plan de Desarrollo Integral
de Desarrollo por un estimado de 11 millones de soles. El plan ha sido elaborado con anterioridad y
en forma consensuada entre la sociedad civil (FECONACO), el Gobierno Regional y los sectores
Energía y Minas, Salud, Educación, Agricultura y Producción. financiada en su totalidad por el
Gobierno Regional y, como parte de él, se incluirá la transferencia de una motonave fluvial para las
comunidades nativas.
Al 22 de octubre la Defensoría del Pueblo informaba que ese mismo día se suscribiría el
acta que pondría término al conflicto entre las comunidades nativas de Achuar (Loreto) y la
empresa Pluspetrol. Rolando Luque, jefe de la Unidad de Conflictos Sociales de la Defensoría,
anunciaba una serie de reuniones con los viceministros de Energía y Minas y de Salud con los
64
nativos de la mencionada zona. Participarán también del encuentro los representantes de la
empresa petrolera y del Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y
Afroperuanos (INDEPA), destacó la agencia Andina.
Este acontecimiento nos revela que las empresas que tienen interacción con comunidades
o pueblos indígenas, históricamente y estructuralmente excluidos, presentan conflictos de índole
similar, y que es urgente, para el desarrollo sostenido del país, corregir los vacíos de representación
política y legalidad, pero también de distribución económica.
65
ANEXO 3
C O N F L IC T O S S O C IA L E S E N E L P E R Ú A L 3 1 A G O S T O D E 2 0 0 6
R E P O R T E D E F E N S O R IA D E L P U E B L O
F u e n te : D ia r io E l C o m e r c io
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ANEXO 4
E V O L U C IÓ N D E L O S C O N F L IC T O S A C T IV O S
D e p a rta m e n to No L u g a re s M o tiv o
A ncash 1 H u a ra z A m b ie n ta l
C a ja m a r c a 1 L a E n c a ñ a d a ( p r o v in c ia d e C a ja m a r c a ) A m b ie n ta l
C usco 1 Q u illa b a m b a ( p r o v in c ia d e L a C o n v e n c ió n ) A m b ie n ta l
Ic a 1 M a r c o n a ( p r o v in c ia d e N a s c a ) A m b ie n ta l
L o re to 1 C o n ta m a n a ( p r o v in c ia d e U c a y a li) A m b ie n ta l
M oquegua 1 M a r is c a l N ie to Com unal
P asco 2 C h u p im a r c a ( p r o v in c ia d e P a s c o ) y H u a c h ó n ( p r o v in c ia d e P a s c o ) A m b ie n ta l
Puno 2 A r a p a ( p r o v in c ia d e A z á n g a r o ) y p r o v in c ia d e Y u n g u y o M u n ic ip a l
TOTAL 10
F u e n te : D e fe n s o r ía d e l P u e b lo
E V O L U C IÓ N D E L O S C O N F L IC T O S S O C IA L E S
F u e n te : D e fe n s o r ía d e l P u e b lo
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ANEXO 5
RESUMEN DE CONFLICTOS MINEROS POR TIPO DE CONFLICTO
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