MEI SAN
C
uando Mei San conoció a los que iban a ser sus
compañeros en la etapa más crucial de su vida,
no pudo imaginar lo importantes que iban a ser,
no solo para ella, sino para el devenir histórico.
Pero toda gran historia comienza por un origen, y
el de Mei San la situaba en un rincón de una
galaxia muy, muy lejana...
Infancia
Castell es el planeta natal de los gossam y de Mei San, un
territorio deprimido en la región de las colonias. Allí nació
nuestra heroina en el 42 A.B.Y. Su padre murió en un
accidente mientras intentaba recuperar chatarra para
revender en su pequeño comercio clandestino de baratijas
poco antes de nacer y su madre, Xiri San, se hace cargo del
negocio. Sin embargo, carece de las dotes de su marido para
moverse en los bajos fondos y cada año les resulta más difícil
sobrevivir y hacer frente a los elevados impuestos que le pide
la Federación de Comercio. Fruto de la necesidad, Mei San
comienza a ayudar siendo aún una niña de ocho años,
embaucando clientes y consiguiendo algunas mercancías
ilegítimas a bajo costo. Sin embargo, su corta edad casi
siempre fue un impedimento y nunca sobrepasaron el nivel
de subsistencia.
El Gremio de Comerciantes
Con ocasión de la visita de Cat Miin al mercado popular de
Castell para establecer un tratado comercial por el cual se
diese la regularización de algunos negocios, Xiri San
consigue convencer a un grupo de comerciantes reticentes
para que acepten la propuesta del Gremio de Comerciantes.
Cat Miin ve en Xiri San una aliada interesante para aumentar
la recaudación de la Federación de Comercio y decide contar
con ella en adelante, incluyéndola en su gabinete de
mediación. Sus condiciones materiales no cambiaron
enormemente, Mei San se quedaba a cargo del negocio
mientras su madre iba a cerrar o abrir tratos comerciales e
intervenía en los conflictos con los mercaderes de Castell.
Desde el puesto de baratijas, Mei San veía las necesidades de
su gente, empatizaba con sus problemas y no entendía cómo
en esas importantes reuniones que su madre le contaba, se
hablaba siempre de ganar más pero nunca de los que no
ganaban nada. Tampoco parecía que a la república le
importasen sus problemas y los rumores de corrupción la
enfurecían.
Todo ello fue forjando en Mei San una inquietud por la
política que la llevó a proponerle a su madre dedicarse por
completo al trabajo en la cúpula del Gremio de Comerciantes
para que ella, desde allí, pudiera iniciar su propia carrera
diplomática.
Así comenzó su formación. Al principio solo acompañaba,
recorrió las colonias gossam en Felucia y otros planetas del
borde exterior observando y aprendiendo de la coacción y el
engaño con el que operaba el Gremio de Comerciantes. Ella
se encargaba de pequeñas tareas relacionadas, recabando
información de interés para el Gremio, extendiendo rumores
y manipulando la información con el fin de dar al gremio
alguna ventaja en las negociaciones.
El amago separatista
En esos nuevos círculos el proyecto separatista llegó a sus
oídos. No estaba claro si la Federación de Comercio y el
Gremio apoyarían la causa, pero Mei San se ilusionó y
encontró a otros partidarios entre la gente que entonces la
rodeada. Al fin los pueblos más olvidados de la república se
organizaban, por fin un horizonte democrático real que
garantizase la dignidad de su pueblo, por fin lejos de la
corrupción de Palpatine y la república, solo un proyecto
confederado podría defender a los gossam y otorgarles la
dignidad que se merecen. O eso creía...
Cuando la causa separatista adquiere tintes violentos Mei
San los desaprueba y reniega del movimiento. Se siente en
tierra de nadie, por un lado, la corrupción que corroe a la
república la denigra y anula sus valores, pero asumir los
llamados daños colaterales le parecía demasiado. Para ella,
la democracia debería construirse con palabras tan afiladas
que maten el odio y la avaricia, pero nunca con muertes de
inocentes, pues eso, piensa, solo crea resentimiento.
El desengaño
Pronto, Mei San se da cuenta de que la Federación de
Comercio, y la misma Shu Mai y Cat Miin, solo velan por sus
propios intereses económicos, si al principio había visto su
trabajo como beneficioso para los gossam, la realidad se
había mostrado muy diferente. No tenía escrúpulos cuando
se trataba de las grandes corporaciones, el problema era la
población de a pie, donde solo algunos caciques dueños de
tierras e industrias podían permitirse un nivel de vida digno.
Con ocasión de un encuentro casual con Shu Mai, Mei San
expuso todas sus dudas respecto a los elevados impuestos.
Era el único camino para no volver a caer en la depresión
económica, decía Shu Mai, un gremio fuerte y poderoso
capaz de defender los intereses de los gossam, esos ideales
de joven inquieta son loables, pero debes dejar de lado tu
impaciencia y tenerlos como horizontes de un futuro en el
que sean una realidad viable, cuando el gremio sea lo
suficientemente fuerte.
Mei San no se conformó con esta explicación, al fin y al
cabo se trataba de pura voluntad, ¿no sería el pueblo gossam
más fuerte con una población fuerte y cohesionada? A pesar
de sus dudas, la triste realidad le mostraba que no abría otro
camino si quería algo del poder necesario para ayudar a los
suyos. El Gremio de Comercio era su mejor opción, aunque
ya no creyese en sus bendiciones para Castell, al menos bajo
el mando de Shu Mai.
Su primera misión
En el 25 A.B.Y., contando con diecisiete años, es enviada a su
primera misión en solitario. El objetivo es conseguir la firma
de un tratado de extracción que mantenga la paz entre la
Corporación Minera de Offworld y la Corporación de
Extracción Minera Arcona, en lucha por los recursos de
ionite del planeta Bandomeer, retrasando la producción y
debilitando la riqueza comercial. Mei San no solo regresa con
éxito, sino que recibe varios cargamentos inesperados que
suponían un beneficio extra para el gremio. Para ser una
primera misión, mostraba dotes diplomáticas excepcionales.
MEI SAN | DIPLOMÁTICA 1
 "La victoria manchada con
la muerte de un solo
inocente no merece
llamarse así. Yo lucho por
la victoria de una nueva
república".

Encrucijada En la resistencia
Cuando el movimiento separatista se descubre ante la En el 5. A.B.Y., su pueblo ha sido esclavizado y su madre
galaxia Mei San se encuentra, sin desearlo ya, en ese lado del asesinada por el Imperio. Mei San se exilia y consigue crear
conflicto. Está atrapada, pues desertar implicaría su muerte y una pequeña red de contactos a través de la que intenta crear
la de su madre, o en el mejor de los casos, volver a la vida de grupos de activistas y modelar la opinión hacia el Imperio. La
miseria de su infancia. Solo le queda luchar desde dentro, restitución de una república nueva y que no olvide lo
emprender el camino de reconstruir los valores republicanos sucedido es el único clavo ardiendo al que se sigue aferrando
también en las tradicionalmente olvidadas colonias. Era el su idealismo, sin embargo, la Historia la ha vuelto pragmática
sueño de una idealista, pero no estaba dispuesta a renunciar y pesimista y eso la hace dudar en ocasiones.
a él, aunque tuviese que luchar contra su propia naturaleza
egoísta para ello.
En el 22 A.B.Y., en pleno apogeo del movimiento
secesionista, Mei San comparte la inquietud extendida sobre
lo que acontece en Coruscant. Preocupada por la falta de
moral de unos gobernantes ineptos decide pedirle a Cat Miin
que la inscriba como acompañante de los representantes que
acuden a Coruscant. Sin embargo, recibe una citación del
senador Bale Organa, las cosas estaban a punto de cambiar
para siempre.

2 MEI SAN | DIPLOMÁTICA