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de BL MILLER
TRADUCTORA: © 2013
Descargos de la autora:
SEXO: Esta historia contiene escenas de dos mujeres haciendo el amor. Si esto te
ofende, por favor, no leas mi historia. Hay un montón de otras historias
maravillosas por ahí.
EL TRATADO
THE TREATY
BL Miller
PARTE 1
Ilanna abrió la puerta y asomó la cabeza por la puerta. —Ya están aquí.
—Sí, nos hemos visto antes. —Respondió la rubia amazona. —Estaba aquí
el verano pasado, cuando fueron entregadas las cosechas.
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Sí, bueno... como sabe, Reina Ephiny, el tratado entre nuestro pueblo y
su nación está a punto de expirar. —Dijo Marto, llamando la atención de la
gobernante rubia de nuevo a la cuestión que los ocupaba.
—¿Tengo que suponer que usted desea modificar los términos del tratado?
—Preguntó Ephiny, asumiendo que la renegociación del tratado podría ser
necesarias para resolver el asunto.
costumbres, tradiciones y nuestro gobierno. Este tratado fue firmado cuando sólo
había cuatro familias que vivían allí. Ahora tenemos cerca de un centenar de
familias y más de cuatrocientos residentes. Cypresta no puede continuar
proporcionando alimentos a las amazonas, a cambio de nada, verano tras verano.
—¿Y qué clase de mensaje se envía a los otros pueblos que tienen tratados 9
con nosotras? —Se quebró la gobernante rubia, su dolor de cabeza aumentó sólo
añadiendo tensión a la que sentía. Juró que en muchos aspectos Darbo era como
Velasca, hambrienta de poder, manipuladora, astuta. Ephiny sabía que no debía
confiar en ella por completo, pero no tenía ningún control sobre quién era votada
en el consejo de gobierno.
—No, Eponin, por supuesto. —Se volvió y disparó puñales con sus ojos a
Ephiny—. Sólo tengo un problema con la cadena sin fin de reinas que se empeñan
en destruir la nación pieza por pieza. —Poco a poco volvió a su asiento, su mirada
enojada todavía se centraba en la soberana rubia. Eponin esperó un instante
antes de instalarse en su silla, con los ojos sin dejar a la mujer sentada frente a
ella.
—Entiendo que quieres que este tratado sea renovado o que estos
aldeanos sigan viviendo allí, Darbo. —Dijo Ephiny—. Pero hay más a considerar
aquí que sólo los suministros anuales de cereales y hortalizas. Estamos hablando
de más de un centenar de familias que se han asentado en ese valle, los niños
nacidos, las casas construidas.
—No hay más lugar para el compromiso. A causa de ese tratado, no hemos
sido capaces de extraer la plata. Sin ella nunca seremos capaces de reconstruir la
nación en lo que alguna vez fue, en lugar de un grupo de mujeres inofensivas que
viven de la tierra. —Dio a la guerrera fornida una mirada condescendiente—. Por
supuesto que nunca vamos a ser la nación que una vez fuimos, siempre y cuando
tengamos una cobarde como tú a cargo de las guerreras, con miedo de luchar por
lo que por derecho nos pertenece. —Tomó hasta la última gota de energía del
cuerpo de Eponin no volar fuera de su silla y meter algo de sentido en la amazona
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
hostil. Sus manos se agarraron a los brazos de la silla con tanta fuerza que sus
nudillos se pusieron de color blanco puro sobre la piel bronceada. Ephiny se puso
de pie rápidamente, dándose cuenta que las cosas podrían muy fácilmente salirse
de las manos y, probablemente ya lo habían hecho.
—¿Qué Tártaro estás tratando de hacer? ¿Iniciar una guerra con un grupo
de aldeanos sobre un pedazo de tierra en la que ninguna de nosotras ha estado
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jamás? —Estaba pie y caminando, tratando de mantener su ira bajo control—. ¿O
simplemente estás buscando algo para provocar problemas con ello? ¿Cuál es el
problema, no hemos estado en guerra con nadie durante tres veranos, por qué
ahora quieres empezar algo, ahora importa cuántas personas inocentes mueren?
Por no hablar del posible costo de la vida de algunas de tus hermanas?
—Entonces, ¿por qué estás dispuesta a renunciar a todo por gente que no
significan nada para nosotras? ¿Por qué estás dispuesta a renunciar a la plata que
podría ayudar a reconstruir nuestra nación? —Darbo se trasladó hasta que estaba
del mismo lado de la mesa que Ephiny y puso su mano sobre el hombro de la
mujer rubia—. Viven en nuestra tierra. No tienen nada con que negociar. Ephiny,
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—¿No es grave? ¿Cómo puedes decir eso? Nuestra nación está al borde
de la extinción y la solución está en nuestras manos, sin embargo, no la tomarás.
Diría que es bastante grave.
—No tienes voz ni voto en el asunto. —Dijo Ephiny con enojo—. Soy la
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Reina, siempre y cuando esté Gabrielle lejos y no voy a aprobar atacar a los
residentes de Cypresta. El caso está cerrado. —Se dio la vuelta y salió de la
habitación con determinación. Darbo se quedó en la puerta por un momento antes
de gruñir de frustración y salir furiosa.
Xena exploró el camino por delante, ahora por fin viendo los marcadores de
advertencia que indicaban la tierra Amazona. —Ya casi estamos allí. —Le susurró
a la mujer dormida en sus brazos. Gabrielle se movió ligeramente, enterrando la
cabeza más en el pecho de su amante con un suspiro de satisfacción—. Uh huh, y
pensé que no te gustaba montarte en Argo. —Le dio un beso en el pelo rubio
rojizo y guio el caballo de batalla del camino hacia el bosque. Viajaron sólo unos
pocos momentos antes que el agudo oído de Xena recogiera los sonidos de las
botas que viajaban a través de las ramas más altas—. Gabrielle... Gabrielle,
vamos, despierta ahora. —Movió sus manos a través de la cintura de la bardo
hasta que llegó a los lados más delicados.
—Estoy segura de que lo saben. Creo que están esperando a ver qué hago
contigo. —Respondió y sus labios encontraron un lóbulo de una oreja muy sexy
para jugar.
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—¿Qué... qué me haces? —Sus ojos parpadearon y se cerraron bajo el
asalto agradable a sus sentidos.
—Bueno, ya sabes cómo es... —la bardo comenzó al tiempo que tiraba de
una silla para sentarse, mientras que la rubia volvió a su asiento—. Una aventura
tras otra con Xena y escribirlas todas tiende a llenar los pergaminos. Estábamos
en la zona y decidí pasar por aquí y dejarlos. —Notó los círculos oscuros bajo los
ojos de Ephiny—. Eph., ¿pasa algo malo? ¿Hemos venido en un mal momento?
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Eso quiere decir que no hay envío de alimentos y granos para el invierno.
¿Podemos comprar lo que necesitamos?
—El tesoro no tiene ese tipo de dinares, Gabrielle. Ese es el otro problema.
—Ephiny miró hacia abajo en la mesa—. Honestamente, no pensé en este tratado
que expira hasta que recibí la noticia de que una delegación estaba en camino
hacia aquí. —Agregó en voz baja—. Incluso entonces asumí que venían a
renovarlo, tal vez en el peor de los casos quisieran modificarlo ligeramente. Nunca
pensé que iban a tratar de anularlo.
—Las dos mujeres se quedan aquí en el pueblo, pero Marto está con los
Centauros. Desde que estuviste aquí la última vez, hemos trabajado un acuerdo
con Tyldus para proporcionar una cabaña de huéspedes para los visitantes
masculinos que podamos tener.
—Me encanta que siempre parecen tener una fiesta cuando estamos aquí.
—Dijo Gabrielle mientras caminaban a su cabaña, que le dejara Terreis con el
derecho de casta.
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Las amazonas han tenido fiestas sólo porque el sol estaba brillando.
—Dijo Xena, recibiendo un golpe de revés en el vientre—. Bueno, lo hicieron.
—Protestó.
—Bueno, es una buena cosa que madre no esté aquí. —Se deslizó,
rozando sus labios sobre los de Gabrielle—. Estoy segura de que estaría muy
sorprendida por lo que iba a ver. —Su mano derecha hizo un trabajo rápido en los
cordones del top de la bardo.
—Uh... ella lo estaría, ¿eh? —El pequeño top verde se abrió para mostrar
sus pechos de color blanco cremoso a los ojos hambrientos de la guerrera.
—Oh sí, lo garantizo. —Murmuró Xena mientras sus dedos bailaban sobre
la suave carne. Sonrió cuando vio cerca los ojos de Gabrielle y su respiración se
acelero—. Estoy segura de que no querría ver esto... —se inclinó y besó a fondo
el pezón derecho de la bardo—. ...O esto... —prodigando al de la izquierda con la
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—¿Xena?
como una pareja. En lugar del ocasional roce de una mano en el brazo o la mirada
robada disfrutaban de abrazos, besos y expresiones abiertas de su profundo amor
mutuo. Gabrielle tomó los recuerdos de su tiempo con las amazonas y los
mantuvo cerca de su corazón para consolarla en aquellos tiempos cuando las
circunstancias hicieron imposible mostrar sus verdaderos sentimientos.
—Ya era hora de que las dos os unierais a nosotros. —Dijo Eponin cuándo
se sentaron—. Estaba empezando a preguntarme si Ephiny nos estaba tomando
el pelo e inventando una excusa para una fiesta. —Sonrió la guerrera fornida.
—Sí, como una puesta de sol. —Añadió Ilanna, produciendo en todas las
mujeres, salvo en Ephiny, una carcajada.
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—Sigue así, Ilanna, sigue así. —Amenazó en broma la rubia amazona—.
Puedo ponerte en la guardia de noche en la luna siguiente. Estoy segura de que a
Ep le encantaría eso.
—Sí, tal vez así pueda dormir un poco. —Dijo la amazona fornida con un
falso bostezo, que le valió un empujón juguetón de su amante de piel oscura.
—Creo que es dulce. —Dijo Gabrielle con una sonrisa. Los tambores
empezaron a golpear y el grupo de amigas se dirigió a ver a las bailarinas
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
A pesar de que era de conocimiento común que la Reina y Xena eran una
pareja, no había fin a la cantidad de mujeres que se acercaban a su líder para
invitarla a bailar. Gabrielle educadamente las rechazó y cuando una amazona un
poco intoxicada insistió, se encontró mirando a los tormentosos ojos azules de la
formidable princesa guerrera, que se había levantado de su asiento para acudir al
rescate de su amante. La mujer ebria rápidamente decidió que había otro lugar en
que tenía que estar en el momento e hizo una rápida retirada. Brillantes ojos
verdes miraron a Xena con un silencioso gracias. —Bueno, como parece que he
ahuyentado a todas tus posibles parejas de baile, ¿me permite el placer? —Dijo la
guerrera, tendiéndole la mano.
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—No puedo pensar en nadie a quien yo quisiera tener entre mis brazos.
—Respondió Gabrielle, tomando la mano tendida y dejándose llevar a la zona de
baile.
guerrera se pusiera de pie. Eponin ya estaba de pie con dos odres llenos en la
mano.
—Veinticinco.
—No estoy “hic” borracha. —Dijo Eponin desde su silla. Las dos guerreras
se miraron por un instante antes de romper en un ataque de risa.
—Me lo has dicho cuatro veces y te pido que te calles. Tu aliento por sí solo
es suficiente para emborrachar a un transeúnte y no hay manera en la tierra verde
de Gaia que te permita darte puntos a ti misma. —Saras volvió su atención a la
breve pero profunda herida en el antebrazo de Xena—. La próxima vez que ambas
decidan jugar háganlo fuera del pueblo. Así, podéis coseros entre vosotras. —Hizo
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
la otra—. Creo que esta noche he hecho un buen progreso en el tratado con
Cypresta.
—Sí, creo que estarán de acuerdo para continuar los pagos anuales de la
cosecha por otros veinticinco veranos más a cambio de la separación. El punto de
fricción son las minas de plata y, por supuesto, todavía tenemos que reunirnos con
Marto al respecto, pero creo que va a trabajar. —Quito la otra bota y abrió las
piernas colgando de la guerrera en la cama, enderezando a la mujer ebria para
que hubiera espacio para los dos al mismo tiempo—. Han dejado claro que no
quieren minería, ya que podría afectar el escurrimiento de las montañas. 25
—Uh huh. —Murmuró Xena, no del todo en la conversación. Volvió la
cabeza y vio algo que lo hizo capturar su atención. Gabrielle se estaba preparando
para la cama y se había quitado el top.
—¿Estás segura...?
—¡En absoluto! —Dijo Marto con firmeza, negando con la cabeza—. Hemos
estado pagando por cincuenta veranos y ¿ahora quiere otros treinta? Eso es
completamente inaceptable.
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—Mire, continuar con los pagos de la cosecha por treinta veranos más es
más que razonable a cambio de tierra fértil. —Dijo Gabrielle—. Hasta este
momento su pueblo se limitaba a alquilar la tierra, esta es una oportunidad para
poseerla.
—Quería tener este asunto resuelto antes de discutir ese tema, pero como
lo ha mencionado, las montañas y la plata dentro de ellas seguirá siendo
propiedad de las amazonas.
—No vamos a hacer nada que pueda interferir con el escurrimiento. Le doy
mi palabra como amazona.
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Por supuesto, vamos a necesitarlo por escrito. —Dijo Krana con total
naturalidad.
—Por supuesto que tendré que examinarlo antes de firmar. —Dijo Krana,
mirando al alcalde por interferir.
—Pero todavía podemos extraer la plata. —Dijo Staina, sin entender por
qué su amiga estaba tan molesta sobre la tierra que a ninguna de ellas le
preocupaba.
—¿Y cómo sugieres que hagamos eso? La he visto. Xena tiene los sentidos
más agudos que he visto. No se la puede distraer o hacer que ella baje la guardia.
Simplemente no hay manera. —Dijo Darbo. Se sentaron en silencio por un
momento mientras la amazona de cabello castaño claro fruncía las cejas en sus
pensamientos. Todas saltaron cuando golpeó su puño sobre la mesa y se levantó
con entusiasmo—. ¡Ya lo tengo! ¡Tengo la respuesta perfecta!
—En eso tienes razón, Xena. —Dijo Darbo, sacando risas entre sus
compañeras.
—Alguien debería lavarse la boca con jabón. Tal vez lo haga cuando haya
terminado de golpearte por ahí. —Gruñó la guerrera de pelo azabache mientras
trataba alejarse de los árboles para darse espacio para utilizar su chakram. Darbo
y su compañía rápidamente se volvieron para bloquearla, cortando cualquier
posibilidad de escape. 32
—Vamos a ver quién golpea por ahí. En caso de que no puedas contar, que
estás en inferioridad numérica.
—¿Es lo mejor que puedes hacer? Mi madre puede blandir una espada
mejor que eso. —Se dio la vuelta justo a tiempo para impedir un golpe del
personal por parte de Staina. La batalla estaba en marcha.
hacia adelante. —No. —Advirtió Darbo, pero ya era demasiado tarde. Staina
lanzó un golpe con su personal sólo para que la guerrera lo cogiera y se lo quitara
de las manos. Xena dejó caer sus propias armas y utilizo ambas manos para girar
el arma a la defensiva alrededor de su cuerpo debilitado, tratando
desesperadamente de mantener a las mujeres a raya, mientras seguía mirando
atrás. Iphito apuntó y lanzó otro dardo. Con sus sentidos embotados, Xena no
pudo evitar que el misil puntiagudo se incrustara en su bíceps izquierdo. El dardo
extra combinado con la droga que ya circulaba a través de su sistema era
suficiente para que sintiera mareos y estaba de rodillas antes de que se diera
cuenta. Cuando la oscuridad descendió sobre ella, sintió que la agarraron del pelo
y su cabeza se sacudia. Miró con los ojos desenfocados a Darbo, totalmente
impotente, incapaz de hallar incluso la fuerza para luchar contra el agarre doloroso
en su cabello.
—Ahora creo que vamos a ser capaces de impedir que Gabrielle firme ese
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tratado. —Dijo triunfalmente la amazona, mientras soltaba los mechones de pelo
azabache y Xena se desplomaba en el suelo.
—No sabemos. —Dijo Ilanna—. Hay signos de lucha y tres dardos más por
aquí. —Señaló a un área no muy lejos de la yegua. Ephiny dio unas palmaditas en
la mejilla de Argo y se levantó.
—Ha sido drogada y mucho, parece estar teniendo una reacción al veneno.
He enviado a alguien a la aldea para conseguir algo que va a ayudar. —Dijo la
curandera de animales. Argo temblaba visiblemente y su hocico y los labios se
enrojecieron.
tratamiento. —La bardo metió los dedos en la mezcla y los limpió un poco en los
labios de la yegua. Después de un momento fue recompensada con la visión de la
lengua de Argo saliendo a lamer la sustancia dulce—. Eres una buena chica...
venga ya... sólo un poco más. —Gabrielle siguió dando Argo la medicina hasta
que Marina se acercó y la tomó.
La bardo asintió con la cabeza y se levantó. —Quiere decir que debe ser
Argo la que se levante y debe caminar tan pronto como sea capaz. Eso le ayudará
a sacar el veneno de su sistema. Argo, Argo..., vamos... vamos ponte de pie
ahora. —Vio la lucha de la yegua dorada para levantarse, pero volvió a caer—.
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
Gabrielle caminó con Argo en torno a un amplio círculo hasta que Marina
llegó y se hizo cargo. Tras un breve debate sobre el cuidado y la salud de la
querida yegua de Xena, la bardo se dirigió a la aldea con Eponin e Ilanna para
obtener una actualización en la búsqueda de su amante.
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EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
PARTE 2 (Conclusión)
—No puedo creer que me tomó cinco dardos para derribarla. Quiero decir,
sé que es un caballo grande, pero aun así... no me gusta la idea de matar a una
criatura indefensa. Quiero decir, ¿cuál sería la opinión de Artemisa?
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—¡Era ese animal estúpido o yo! —Gruñó la gran amazona—. Espero que
lo mataras. Debería haberlo atravesado con mi espada sólo para estar segura.
—Xena sintió su ira subiendo por la noticia, pero se obligó a permanecer inmóvil,
sabiendo que todavía estaba demasiado débil para luchar—. No te preocupes por
Artemisa. No quiere ver la tierra amazónica regalada. Vamos a ser héroes.
—No sé. —Dijo Iphito con pesar—. ¿Qué pasa ahora? Aunque Gabrielle no
firme el tratado, ¿cómo vamos a salir de esta? Seguramente Xena será capaz de
identificarnos.
—Oh, no creo que Xena será capaz de recordar su propio nombre y mucho
menos cualquier otra cosa en el momento en que hayamos terminado con ella.
—Sacó un tubo estrecho de la bolsa de su cinturón—. Dame un dardo.
La cabeza de Xena aún latía y se sentía agotada más allá de lo que jamás
había conocido, pero sabía que tenía que salir de allí antes de que le bombearan
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más drogas. Respiró hondo, sacó los brazos hacia atrás y tiró con fuerza. El perno
de anclaje izquierdo se desprendió, pero el derecho se mantuvo firmemente
incrustado en la piedra. El repentino movimiento sobresalto Iphito, que dejó caer el
dardo sin causar daño al suelo y se apresuró a recogerlo. —Jugando comadreja,
¿eh? —Gruñó Darbo, sacando su espada. Xena se puso de rodillas y osciló la
cadena y el anclaje en círculo en la parte delantera de su cuerpo. Los movimientos
hicieron que su cabeza diera vueltas y aparecían puntos ante sus ojos, pero la
guerrera llegó muy adentro para encontrar la fuerza interior que necesitaba para
continuar. Iphito disparó un dardo de su cerbatana, pero Xena la desvió con la
cadena en un movimiento de balanceo. —¡Darbo, va a liberarse!
amazona. Las manchas ante sus ojos se hicieron más grandes y el dolor en su
cabeza ya no podía ser ignorado. Xena cogió la espada débilmente, el arma tenía
la sensación de que pesaba diez veces más de lo que debería. Centrarse era
imposible y por desgracia se dio cuenta de que su oportunidad de escapar se
había ido cuando sintió el primero de los dardos perforando su piel. Nunca sintió
el siguiente, cuando la oscuridad la invadió y la reclamó antes de tocar el suelo.
A Eponin e Ilanna les tomó una gran insistencia conseguir que Gabrielle,
una vez que llegaron a la aldea fuera a la cabaña de los alimentos y conseguir que
comiera algo. Sabían que la bardo no había probado bocado desde que Xena
desapareció. Se la llevaron a una pequeña mesa en la parte de atrás mientras
Trasis cargaba un plato de comida para la joven Reina. —No estoy realmente
hambrienta.
—Sí, va a estar bien. —Dijo Gabrielle sin convicción. Había visto lo que los
dardos envenenados habían hecho a Argo y sólo podía imaginar su efecto sobre
su amante. Tres amazonas entraron en la cabaña de alimentos y se fueron a una
mesa en el rincón más alejado, la más grande, de espaldas a Gabrielle y las
guerreras.
—No las mires. —Susurró Darbo en voz baja a Iphito y Staina. —Sólo
coman y vamos a salir de aquí.
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Ella se ve tan triste. —Susurró Staina, echando otro vistazo a las otras
ocupantes de la cabaña de los alimentos.
—Te dije que no las mires. Nos delataras. —Pinchó su carne con el
tenedor.
—Creo que ellas son las que secuestraron a Xena. —Susurró en el oído de
la amazona fornida—. No me preguntes cómo lo sé, sólo lo siento. —Gabrielle se
puso de pie y usó sus habilidades de bardo para asegurarse que todas en la
cabaña la escucharan—. No puedo con este dolor de cabeza. Ilanna, ¿me puedes
acompañar de vuelta a mi cabaña?
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Bien Ep, ¿y tú? —Dijo Darbo educadamente mientras que puso otro trozo
de carne en su boca.
—Todo está bien, supongo. Ha sido un largo día con la búsqueda de Xena
y todo.
cierto acerca de ellas. No había duda en su mente que estaban ocultando algo. “Si
haces daño a Xena, Darbo... te juro que lo vas a pagar”. Eponin pensaba mientras
caminaba hacia el aire fresco de la noche.
—Creo que puede que tengas razón, fui a hablar con Darbo y Staina y
actuaron como si fuera la última persona en el mundo que querían ver. Creo que
están ocultando algo. —Respondió la fornida amazona—. Darbo es buena con la
espada, no la mejor, pero buena. Staina es la experta con el personal e Iphito, que
es la que se fue temprano, es una maestra con la cerbatana.
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—No están ocultando algo, están escondiendo a alguien. —La Reina
corrigió—. Voy a buscar mi personal y luego las vamos a seguir.
Una marca de vela más tarde Gabrielle se levantó y miró las ropas extrañas
que cubrían su cuerpo. La parte superior era un cuero de color marrón oscuro que
ató a la parte delantera y la cubrió desde la cintura hasta el cuello, las mangas
llegaban justo por encima de los codos. En lugar de la falda de costumbre, que
siempre resultó ser bastante cómoda, Gabrielle se encontró en pantalones largos
del mismo color que la parte de arriba. Su rostro, el cabello y los antebrazos
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estaban cubiertos de hollín mezclado con grasa. Eponin dio un paso atrás y
admiró su obra—. No te van a ver ahora. —Dijo con orgullo.
—Vamos.
Eran casi tres marcas de vela más tarde, cuando Darbo y sus compañeras
salieron de su cabaña y se dirigieron a la cueva, sin darse cuenta de que estaban
siendo seguidas en silencio. Ephiny y Eponin moviéndose a lo largo de las ramas
de los árboles, en la formación de amazonas lo que les permitio actuar con rapidez
y aún así mantener las hojas en un susurro. Ilanna y Gabrielle se mantenian en
tierra, aprovechando la maleza y los árboles para mantenerse ocultas. Las cuatro
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Si nos movemos ahora nos van a ver. —Respondió Ilanna en voz baja—.
Tenemos que esperar hasta que estemos seguras que están más adentradas en
la montaña. —Puso su dedo en la boca y le indicó a la bardo que guardara
silencio. Como la guerrera de piel oscura había sospechado, un momento después
se vio a Staina salir de la cueva y mirar alrededor. Gabrielle observó a la portadora
del personal explorar lentamente el área, prestando especial atención a los
árboles. La bardo contuvo la respiración, haciendo lo posible para quedarse quieta
y rezo a quien quisiera escuchar que no las vieran. Un momento después Staina
regresó a la cueva, al parecer convencida de que no las habían seguido.
—¿Estás loca? —Darbo frunció el ceño, no del todo satisfecha con la nota
de la preocupación en la voz de la portadora del personal—. No estamos hablando
de cualquiera aquí. Esta es Xena. ¿Viste lo que hizo con la cadena. La sacó de la
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pared y eso fue después de recibir dos disparos. No, no podemos tomar la
oportunidad. —Miró a la mujer vestida de cuero y no pudo reprimir una sonrisa
maligna—. A pesar de que no se ve tan peligrosa ahora, ¿verdad? Dame tu
personal. —Dijo, tendiéndole la mano.
—¡Oh, eso es donde estás muy equivocada, Staina. Si hay una cosa en
Xena no es, inofensiva. —Darbo tiró el arma de la mano de la mujer pequeña y, en
unos pocos pasos estaba de pie sobre la guerrera—. Arriba y al ataque, Xena.
—Dijo, reafirmando su declaración pisando la mano a la mujer drogada, aplicando
progresivamente una mayor presión hasta que sintió que Xena intentaba tirar de
su mano de debajo de la bota de la amazona—. Buenos días. —Dijo Darbo con
sarcasmo—. Que tengas un buen descanso. —Apretó con más fuerza con el pie,
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—¡Ve a ver lo que está pasando! —Gritó Darbo, mientras cruzaba la sala y
ponía su espada en la garganta de Xena. Staina se apoderó de su personal con
fuerza y salió corriendo al pasillo a oscuras. Darbo oyó el sonido de personales
chocando uno contra el otro, a continuación un gemido y un ruido sordo—. ¡Staina!
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
Staina, ¿qué está pasando? —Preguntó con entusiasmo, preocupada que su plan
estaba fracasando.
—Es lo que hay que hacer, Darbo. Aléjate de ella. —Dio un paso más
cerca, pero se detuvo cuando vio la hoja de la espada contra el cuello de Xena,
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causando fluir un pequeño hilillo de sangre—. Muy bien, simplemente, relájate.
—Retiró una mano de su personal y lo tendió en un movimiento apaciguador—.
Estoy segura que podemos hacer funcionar esto de alguna manera.
—¿Por qué no dejas ir a Xena y vamos a hablar de ello? Soy una persona
razonable. —Gabrielle luchó por mantener sus emociones bajo control, pero
encontró más y más difícil a medida que veía a su amante impotente—. Vamos,
aléjate de ella y podemos hablar.
—Pon tu arma hacia abajo y tal vez voy hacerlo. En realidad, bájala de
todos modos.
—No quieres matarla. —Dijo Gabrielle con tanta calma como pudo. Había
visto el movimiento muy breve de Xena y sabía que tenía que llevar lejos de ella a 53
Darbo. Razonar con la amazona no funcionó. Tenía que intentar otra táctica—. Es
a mí a quien quieres. Soy la que va a firmar el tratado. Matarla no impedirá eso.
—Sobreestimas mis sentimientos por ella. Xena es una guerrera. Claro que
hace un buen trabajo protegiéndome cuando estamos en el camino. Incluso es
buena para otros asuntos, si sabes lo que quiero decir. Pero mis sentimientos son
apenas profundos. Has perdido tu tiempo secuestrándola.
—Déjalo, Darbo. No hay otra salida. Eponin y Ephiny están aquí. Nos
encontrarán en momentos. Puedes ser capaz de matarme, pero nunca vas a
superarlas. —Movió su personal a la defensiva, preguntándose en silencio qué les
estaba tomando tanto tiempo sus amigas para llegar hasta ellas.
—¿Es lo mejor que puedes hacer? —Se burló, con la esperanza de que la
amazona se enojara más y por lo tanto se descuidara. Darbo retrocedió hasta que
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llegó a una pequeña bolsa que estaba en el suelo. Con la mano libre sacó un
dardo ya cubierto con el veneno. Los ojos de Gabrielle se ampliaron con la
comprensión.
—Oh, puedo hacerlo mucho mejor, —dijo, lanzando el dardo con fuerza. La
bardo bajó su personal en un intento de bloquear el misil envenenado, pero Darbo
deliberadamente lo había arrojado fuera del alcance de su personal. Gabrielle vio
en el dardo se hundía en el muslo de Xena. Con un grito de asombro la bardo se
agachó y lo liberó. La mujer sin fuerzas nunca se movió—. Ah, y pensé que no te
importaba. —Reaccionó Darbo, apuntando otro dardo—. Tal vez sólo voy a matar
a Xena antes de morir. Entonces puedes vivir con el conocimiento que no fuiste
capaz de protegerla de la manera que siempre te ha protegido. —Vio a la bardo
visiblemente perturbada y supo que había tocado una fibra sensible. Sacó otro
dardo y lo arrojó a la guerrera. Esta vez, Gabrielle estaba lista y lo atrapó con su
personal y la punta envenenada se hundió en la madera. Sin más dardos para
utilizar en su arsenal, Darbo se abalanzó sobre la bardo, espada en alto. Al igual
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
que ella se trasladó a corta distancia, Gabrielle cayó sobre una rodilla y volvió a su
personal trabajando duramente en la parte central de la Amazona. Las costillas
que habían sido rotas por la fuerza de los cascos de Argo se llevaron toda la
fuerza del arma de madera. Darbo gimió y rodó de nuevo fuera de su alcance, la
mano libre apretó contra los huesos doloridos mientras luchaba por respirar.
Gabrielle supo que había encontrado un punto débil, aunque no sabía la fuente
original, y se movió rápidamente para plantar otro golpe en las costillas
lesionadas. Darbo dejó caer su espada y se lanzó a las piernas de la bardo, pero
cuando ambas chocaron con el suelo, las rodillas de Gabrielle se estrellaron en el
torso de la Amazona, sacando el aire de sus pulmones.
Saras cubrió a la pareja que dormía con una manta y salió en silencio para
hablar con Ephiny. —Va a tomar unos días para que la droga salga de su sistema
y su mano está rota, pero aparte de eso, no veo ningún daño grave. Sin embargo,
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
estoy segura que Xena no tendrá que preocuparse por hacer nada por sí misma
por un tiempo. —Dijo con una sonrisa.
—El vínculo entre ellas es algo mucho más profundo que cualquiera que
haya visto alguna vez, Saras. Las dos se van a los confines de la tierra por la otra,
pelearían con cualquier dios, harían lo que sea necesario para mantener su
seguridad. —Suspiró Ephiny con nostalgia.
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Xena pasó el día siguiente flotando dentro y fuera de la conciencia,
Gabrielle a su lado todo el tiempo. La bardo la alimentaba y limpiaba, mientras
todo el tiempo, le contaba historias sin sentido para asegurarse de que su amada
guerrera sabía que estaba allí. Saras mantuvo a raya a las visitantes, lo que
permitió a Gabrielle el tiempo y la privacidad necesaria para atender a la guerrera
que seguía débil.
—Mmmm. —Utilizó su lengua y los dientes para obtener los sonidos que le
gustaba escuchar más de su bardo, aumento los movimientos de succión y
cuando sintió que Gabrielle arqueaba la espalda y sus dedos enterrados en su
pelo su puño se curvo. Xena mentalmente maldijo la fractura en la mano rota y sus
respectivas posiciones que la mantuvo sin posibilidad de reclamar el otro pecho de
la bardo.
—Dioses, Xena... me estás volviendo loca. —Gimió. Era todo para que la
bardo no llegara abajo y tocarse a sí misma, tan fuerte era su necesidad.
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Por favor... —La bardo estaba más allá de cualquier cosa parecida a un
pensamiento racional. Su cuerpo gritaba por Xena y no tenía el control de los
movimientos erráticos de las caderas. Su alma suplicó a la guerrera que la llevara
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a la cima del deseo y la pasión—. Xena... por favor... no puedo soportalo.
ya sabía que sería un clímax trascendental. Con los ojos cerrados, la cabeza
echada hacia atrás, el cuerpo de Gabrielle fue en automático, sus caderas se
sacudieron salvajemente. Xena luchó para mantener su posición, pero los
continuos movimientos erráticos de la bardo le hicieron perder su lugar. Con un
gruñido sordo que resonó a través de la mujer excitada, Xena pasó el brazo
derecho alrededor del muslo de la bardo y la mantuvo quieta lo mejor que pudo.
Los dedos de Gabrielle como garras impotentes en el pelo negro de la guerrera,
mientras que la habitación se llenó con sus combinaciones de gemidos y gritos.
Incapaz de controlarse mientras el poderoso orgasmo la sacudía, Gabrielle soltó
un grito que se escuchó a varias cabañas de distancia. Cayó hacia atrás contra el
cuerpo de Xena, sus largos cabellos de oro se mezclaron con los cortos rizos
oscuros de la guerrera. Sintió el movimiento suave de la lengua contra ella otra
vez y uso su fuerza restante para mantener su sexo fuera de su alcance. —Por
favor... no más... No puedo soportarlo. —Dijo mientras trataba de recuperar el 60
control de su respiración y disminuir el ritmo de su corazón. Xena se rio entre
dientes y continuó lamiendo la suave piel de los muslos de la bardo.
—¿Qué puedo decir? Sabes que soy de sanar rápido. —Se rio entre
dientes, girando por lo que su mano buena podría llegar al triángulo de rizos
dorados de Gabrielle. La bardo respondió haciendo una cierta exploración por su
cuenta, con los dedos buceando a través de pelos cortos de Xena y bañarse en la
humedad de la pasión de la guerrera. Fue una buena cosa que Saras tuvo el buen
tino de escuchar en la puerta cuando regresó. La curandera canosa decidió que
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
—Lo siento. —Dijo la guerrera con una tímida sonrisa. Ephiny miró a la
pareja con curiosidad, tratando de averiguar lo que estaban diciendo. Gabrielle
mantuvo su atención en otra parte, mientras que la guerrera sólo le dio una
sonrisa sin expresión.
—No se trata de eso, quiero hablar contigo. —Dijo sacudiendo los hombros
de Gabrielle de nuevo.
—Yo... yo quería darle las gracias. —Dijo Xena en voz baja—. No recuerdo
mucho de lo que sucedió después de que fui capturada, pero sí te recuerdo de pie
junto a mí, protegiéndome cuando no podía defenderme.
—Has cambiado tambien, ya sabes. Eres más abierta con tus sentimientos,
tus pensamientos. No tengo que sacarlos de ti como un sacamuelas curioseando
los dientes. —Se inclinó hacia delante y probó la boca de su guerrera—. Iría al
Tártaro y volvería para protegerte. —Rodeó sus brazos alrededor de la mujer más
alta y se acurrucó. Xena dio un beso en la parte superior de la masa de cabellos
de oro y le devolvió el abrazo, agradeciendo en silencio a los dioses que estaban
escuchando por tener a la bardo en su vida antes de unirse a su amante en el
sueño.
Cuando llegó el día para salir, Xena tomó las riendas de Argo y la condujo
fuera del establo. La yegua de oro se encabritó y tiró de las riendas libres de la
mano de la guerrera. —¡Argo! ¡Argo, vuelve aquí! —Le dijo al caballo que corría
con rapidez.
EL TRATADO de BL MILLER TRADUCTORA:
FIN