El Rabinal Achí es el único drama completo que se ha salvado desde la conquista hispánica
de América, su contenido parece ser la única esfera en el sustrato cultural indígena que no
desapareció por la cultura cristiana y además se conservó e impuso sus formas eternas. Este
se presenta entre el 18 y el 25 de enero de cada año, y finaliza el día en que la Iglesia Católica
celebra la Conversión de san Pablo el 25 del mismo mes; es decir el Baile es presentado en
honor al Santo Patrono de Rabinal.
Rabinal, municipio de Baja Verapaz situado en la región norte del país a 150 Km. de la
capital. En este lugar arribaron los Rabinaleb, donde hoy en día se practica y presenta el
Rabinal Achí o Xajooj tun, que quiere decir Baile del Tun.
Es una obra en la que se dramatiza el rompimiento de la alianza entre los K’ich’e y los
Rabinaleb; la obra se divide en cuatro actos, cuyo desenlace es la muerte de K’iche’e Achí,
es decir, el triunfo de los Rabinaleb, el primer acto suele ser el más largo.
El Xajooj Tun ha superado diversos problemas por los que ha estado en peligro de
desaparecer, entre ellos, la precariedad económica y el impacto que tuvo en la comunidad el
conflicto armado interno.
HISTORIA
En 1850, Bartolo Sis puso por escrito los diálogos del Rabinal Achí (o Xahoh Tun[1] o Baile
del Tun). Cinco años después se los dictaba al francés Charles- Étienne Brasseur de
Bourbourg. Sin embargo, no fue sino hasta un año después, el 25 de enero de 1856, día de la
Conversión de San Pablo, y tras mucha insistencia del francés que el baile-drama se
representó por primera vez después de 30 años.
El relato en la obra se sitúa en un momento de conflicto entre los Rabinaleb y los K’iché, dos
entidades políticas importantes dentro de la región y época.
Desde hace más de ocho siglos, el “Rabinal Achí” se ha presentado y durante la colonia entre
el 12 y el 25 de enero de cada año en Rabinal, durante la fiesta en honor a San Pablo. Para
los actuales habitantes de Rabinal que en su mayoría son mayas achí, más que una
representación artística es un acto sagrado, que rememora y convoca la energía de sus más
lejanos ancestros, los dignatarios de la fortaleza de Kajyub’, el actual sitio arqueológico en
el que se sucedieron los hechos históricos que narra la obra.
Este carácter sagrado de la obra conlleva la realización de una serie de nueve ceremonias
previas y posteriores a su representación, con el objeto de pedir permiso y agradecer a los
antepasados, los personajes y los danzantes ya muertos, por la buena ejecución de la obra.
Una primera ceremonia tiene lugar en la casa del director, actualmente don José León Coloch
para bendecir a los danzantes, las máscaras, los instrumentos musicales y todos los
implementos. Posteriormente se realizan cinco ceremonias en los cerros sagrados Kajyub,
Kambá, Kisintun, Ximbajá y Saqtijel. En el lugar de presentación de la obra también se hace
una ceremonia. Nueve días después de su representación se da la última ceremonia de
agradecimiento nuevamente en la casa del director.
UN HECHO HISTÓRICO
En la obra, K’ich’e Achí, guerrero de los K’ich’es, es capturado por el guerrero de los
Rabinaleb, Rabinal Achí, en las afueras de Kajyub’, cuyo dignatario es Job’ Toj; el guerrero
K’ich’e es juzgado y condenado a muerte. Antes de ser sacrif icado K’ich’e Achí pide tomar
la bebida ceremonial embriagante de los Rabinaleb y bailar con la princesa de Kajyub
llamada Uchuch Q’uq’ Uchuch Raxon “La madre de las Plumas Verdes, la Madre de las
Plumas Azules”; así también pide que le concedan 260 días para ir a despedirse de su tierra.
Una vez concedidos todos estos deseos, K’ich’e Achí es sacrificado por los guerreros águilas
y los guerreros jaguares al mando de Rabinal Achí.
Los sucesos
Un guerrero, del linaje de Nima K’iche’, jefe de Cunén y de Chajul, llamado K’iche’ Achi’,
ha estado atacando Kajyup, la fortaleza de los Rabinal, y ha logrado capturar al señor de
Rabinal, Ahau Job Toj. Sin embargo, su éxito es detenido por Rabinal Achi’, quien logra
liberar a Ahau Job Toj y captura a K’iche’ Achi’ (aquí es cuando empieza la trama del
etnodrama). A K’iche’ Achi’ se le ofrece perdonar la vida si ofrece vasallaje a Ahau Job Toj,
pero se niega y prefiere morir antes de humillarse, así que se le conceden sus últimos deseos:
probar fuerzas de combate con los guerreros águilas y jaguares de Rabinal, comer y beber lo
que ingieren sus captores, vestirse con los trajes de Rabinal, bailar con música de tun y pito
con U Chuch Gug, doncella de la región de Carchá y, por último, 260 días y noches para
despedirse de sus montañas y valles, al regreso de este viaje es ejecutado por los guerreros
águilas y tigres.
La ejecutan bailadores asistidos por dos tocadores de trompeta y un tocador de tun. Los
personajes son: Rabinal Achi’, K’iche’ Achi, Ahau Job Toj, Muy, Guerrero Jaguar, Guerrero
Águila, U Chuch Gug. De acuerdo a las prescripciones originales, los danzantes deben
mantener abstinencia sexual 30 días antes y 30 días después de la ejecución de la danza y se
pide permiso a los Rajawales o señores de los cerros.
Patrimonio mundial:
R.2 La inscripción del elemento contribuirá a dar a conocer el patrimonio cultural inmaterial,
a lograr que se tome conciencia de su importancia y a propiciar el diálogo, poniendo así de
manifiesto la diversidad cultural a escala mundial y dando testimonio de la creatividad
humana.
R.5 El elemento figura en un inventario del patrimonio cultural inmaterial presente en el(los)
territorio(s) del(los) Estado(s) Parte(s) solicitante(s).
La obra del Rabinal Achí no sólo se describe como un relato, ya que desde la puesta en escena
es una combinación de diversas expresiones artísticas , tales como musicales, coreográficas,
teatrales y dialógicas.
El antropólogo Alian Breton afirma que “El Rabinal Achí no se contenta con narrar una
historia, sino que lleva en sí mismo la historia, que no es una simple sucesión de episodios
singulares sino más bien la afirmación de un paradigma significativo”.
[1]Xahoh significa en la comunidad Maya Achí Xajooj –forma correcta de escribirlo según
la Academia de Lenguas Mayas
El Rabinal Achi’ fue seleccionado por la Cruz Roja Internacional para destacar el sentimiento
humanitario hacia los refugiados y víctimas de guerra.