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EL REFORMISMO MILITAR

DE VELASCO ALVARADO DE
1968-1975 Y SUS
CONSECUENCIAS
POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y
SOCIALES EN EL PERÚ

FACULTAD DE
ECONOMIA HISTORIA ECONÓMICA DEL PERÚ

Bonilla Rimarachin Carmen 15120331


Reap Montes Juan 15120140
Soto Espinoza Sofia 15120383
Villanueva Lara Brayan 15120144

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ÍNDICE
1. Contexto del Gobierno Militar …………………………………………………………………………………2
2. Aspecto político
2.1. Modelo del Gobierno............................................................................................9
2.2. Partidos Políticos ……………………………………………………………………………………………..9
2.3. Participación Política ………………………………………………………………………………………10
2.4. Movilización Social: El SINAMOS …………………………………………………………………….11
2.5. Actores políticos y el papel de los militares ……………………………………………………12
2.6. La prensa ……………………………………………………………………………………………………….14
2.7 Alcance político de las reformas e instituciones ………………………………………………15
3. Aspecto Económico
3.1. Antecedentes …………………………………………………………………………………………………17
3.2. La Economía …………………………………………………………………………………………………..19
3.3. La Reforma Agraria …………………………………………………………………………………………20
3.4. Trabajo y el capital en el sector industrial ………………………………………………………22
3.5. Protección y promoción de la industria ………………………………………………………….23
3.5.1. Destruyo la pesca …………………………………………………………………………………24
3.5.2. Tumbo la minería …………………………………………………………………………………25
4. Aspecto Social
4.1 La reforma de la educación …………………………………………………………………………….26
4.1.1. El nuevo sistema educativo ………………………………………………………………….28
4.1.2. La desescolarización en la reforma ……………………………………………………….29
4.2 La intervención a los medios de comunicación ……………………………………………….30
5. Conclusiones ………………………………………………………………………………………………………….33
6. Bibliografía …………………………………………………………………………………………………………….35
7. Anexos …………………………………………………………………………………………………………………..36

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1. CONTEXTO HISTÓRICO
En 1968 el país no tenía ningún proceso de industrialización ni políticas industriales, es
decir el país estaba atorado en un pasado. En el ámbito económico no había industria,
se importaba muchas materias primas abasteciendo de esta forma a los países
industrializados. En el aspecto político luego de un breve gobierno de una junta militar
el cual comprendió los años de 1962 y 1963 se convocaron a elecciones presidenciales
donde resultó vencedor Fernando Belaunde Terry, el cual prometió grandes
transformaciones a favor del pueblo y de la clase media, entre esas promesas estaba la
Reforma Agraria y resolver el problema del petróleo el cual se encontraba en manos de
poderosas transnacionales.
El ejercito favoreció que Belaunde sea electo el año de 1963, hubo un golpe el año de
1962 que duro solamente un año, al término de este año, los militares organizan unas
elecciones donde sale vencedor Fernando Belaunde Terry, el pensamiento reformista
domino a las Fuerzas Armadas, sobre todo al ejército.
En el congreso Belaunde no tenía mayoría, La Alianza, APRA, UNO (Unión Nacional
Odrista) bloqueo todos los intentos de reformas que pretendía el gobierno. Las reformas
prometidas, entre ellas La Agraria quedaron recortadas. Es decir, el congreso no solo
retrasaba reformas, sino las recortaba quedando la Ley de Reforma Agraria de forma
decepcionante. Otra demanda insatisfecha fue la negociación del gobierno con la
Internacional Petroleum Company (IPC), empresa que extraía petróleo en Talara. La IPC
aludía que no tenía por qué pagar impuestos porque era dueña del subsuelo, entonces
ciertos impuestos estaban exentos, pero en el país siempre hubo la idea que la IPC se
llevaba el petróleo y no dejaba suficiente cantidad de tributos en el país entregando los
pozos casi agotados al Estado, por ese lado EE. UU. estaba siendo un enclave en el Perú.
Finalmente, Belaunde resolvió el problema, pero no de forma eficiente, recién en 1968
se llegó a una solución la cual tampoco fue considerada satisfactoria por la opinión
pública. Se da el escándalo de la página 11, cuando el presidente de una petrolera fiscal
denuncio que en la firma de los contratos que hicieron con la IPC, conocido como el Acta
de Talara, se había perdido una página, la cual era crucial porque ahí estaban los precios
que la IPC se obligaba a pagar a la empresa petrolera fiscal por los crudos que estaba
obligada a venderle, entonces eso fue denunciado como parte de un negociado. El
escándalo de la página 11 había sido la excusa para que los militares hicieran el golpe de
estado ya que los militares querían conseguir con este golpe era impedir que el APRA
lleguen al poder en las elecciones que se avecinaban en 1969.
Ante la supuesta incapacidad de los civiles de realizar las reformas en democracia y
defender las riquezas naturales los militares decidieron tomar el poder. En el transcurso
de los años 60 la FF.AA. habían planteado un planteamiento reformista para el país a
través del Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), allí los oficiales se instruían en la
doctrina de la seguridad integral, el cual implicaba defensa militar y desarrollo
económico atado a bienestar social. Los militares apostaban por la Reforma Agraria, su

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objetivo era repartir la tierra de manera justa y así evitar levantamientos campesinos
que sintonizaran con guerrillas marxistas.
El jefe de la junta de gobierno golpista fue el general Juan Velazco Alvarado, fue un
hombre piurano el cual hizo servicio militar y así para competir en los concursos para
ser oficial en la carrera de la escuela militar. Egreso y se desempeñó como profesor de
escuelas militares alcanzando el grado de general.
En 1968, al momento del golpe, Juan Velasco Alvarado era el jefe de comando de las
Fuerzas Armadas, el rango castrense más alto del país. El 3 de octubre de 1968 tuvo
lugar al golpe militar, Fernando Belaunde Terry fue depuesto del poder por una junta
revolucionaria encabezado por Juan Velazco Alvarado, el cual saco de palacio de
gobierno en la madrugada llevándolo de inmediato al aeropuerto internacional Jorge
Chávez, allí tomo un avión que lo llevo al destierro en Argentina.
Velazco asumió poderes dictatoriales, de inmediato se clausuro el congreso, se
desalojaron ministros, la prefectura, los locales de los partidos políticos Acción Popular
y APRA deteniéndose a varios dirigentes apristas, Radio Nacional, el Ministerio del
Interior y las estaciones de televisión. No hubo grandes manifestaciones en contra o a
favor del golpe, en Arequipa y Cuzco se realizaron protestas aisladas, en Lima
estudiantes universitarios salieron a las calles.
En la tarde del mismo día se dio el Estatuto del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada,
firmado por el General de División Ernesto Montagne Sánchez, como Comandante General del
Ejército, el Vice-almirante Raúl Ríos Pardo de Zela en su condición de Comandante General de
la Marina y el Teniente General Alberto López Gausillas como Comandante General de la Fuerza
Aérea.

A las 6 de la tarde, Velasco se presentó como Presidente del Gobierno Revolucionario de las
Fuerzas Armadas y realizó la ceremonia de juramentación de los ministros de estado; el gabinete
fue presidido por Ernesto Montagne Sánchez y militares como Edgardo Mercado Jarrín en
Relaciones Exteriores, Francisco Morales Bermúdez en Economía, Jorge Fernández-Maldonado
en Energía y Minas y Armando Artola Azcárate en Interior

Se iniciaba así la primera fase del gobierno revolucionario de las FF.AA. el cual duro de 1968 a
1975. En este periodo se emprendieron rápidas y drásticas reformas que remecieron al país y
llamaron la atención de América Latina. El golpe de estado tuvo la intención de hacer las grandes
reformas que no habían hecho las diversas fuerzas como el APRA, Belaunde, entre otras; el
programa de Velazco no fue diferente al programa de las otras fuerzas en general donde estaba
la Reforma agraria, Reforma bancaria, Reforma de la empresa, Nacionalización de recursos entre
otras. El gobierno fue de corte autoritario y verticalista, se condujo bajo la figura de la
revolución, el corporativismo y la democracia social, se segmento a las clases sociales para
integrarlas en organizaciones poli clasistas de carácter funcional, impuestas y controladas
autoritariamente por el Estado, que les inculca una ideología de conciliación de clases.

Los partidos políticos tuvieron que convivir con la dictadura que recibió el apoyo de la
democracia cristiana, el reconocimiento del partido comunista y del Odrista; La

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oposición vino del PPC, Acción Popular vio como sus líderes principales eran detenidos
o desterrados, en general las agrupaciones políticas se estancaron.
El gobierno de Velasco fue un gobierno nacionalista, militar y revolucionario
perteneciendo al movimiento de los “no alineados”. Este movimiento agrupaba a países
que eran neutrales en el panorama de la Guerra Fría y polarización del mundo entre las
dos superpotencias, EE. UU. y la URSS. El presidente Velasco no quiso alinearse con la
unión soviética, él quiso buscar un camino intermedio; en este contexto EE. UU. dejo de
venderle armas a Perú, entonces Perú decidió entablar relaciones con las naciones del
bloque soviético, China, Cuba y la URSS. Las estatizaciones y las relaciones comerciales
y la asistencia militar soviética hicieron pensar en un viraje socialista, lo cierto es que
por primera vez en su historia republicana el Perú tuvo una política exterior
independiente de los centros de poder. En tiempos de Velasco lógicamente las FF.AA.
estuvo fuertemente equipadas, por ello hasta la actualidad se desliza el rumor que
Velasco quiso atacar Chile y recuperar Arica y Tarapacá.
Las medidas del gobierno necesitaban de una máquina de difusión que acompañase a
los mítines, campañas y que tenga recordación en la gente como la reivindicación a la
patria a partir de la población históricamente marginada, con dicho objetivo se formó
un equipo formado por artistas, poetas, comunicadores y diseñadores grafico cuyo
trabajo serio difundido a través del SINAMOS. La imagen que se convirtió en el símbolo
de la revolución velasquista fue Tupac Amaru II ideada por el artista Jesús Ruiz Duran.
Este entre otros diseñadores fueron quienes idearon una peculiar estética de los afiches
velasquistas, la cual se conoció como el “pop achorado”. Este peculiar simbolismo
representaba a la gente que nunca había sido presentada con honestidad ni con
decencia; los campesinos, la gente que siempre estuvo como invisible socialmente
estuvo presentada como gente contenta, vital y con ganas de seguir viviendo
dignamente. Velasco indico que reconocer su ideología revolucionaria como parte de la
tradición socialista, no hacía que su revolución fuese marxista.
Al solo unos seis días del golpe se produjo la toma de Talara, el gobierno militar expropio
los bienes y saco del país a la Internacional Petroleum Company (IPC), la cual tenía los
yacimientos de La Brea y Pariñas y la refinería de Talara. Este acto fue muy simbólico
para el gobierno militar y ese día se convirtió el día de la Dignidad Nacional.
La toma de los medios de comunicación fue nefasta en este régimen. A menos de un
mes de este régimen se clausuraron varios medios de comunicación entre ellos los
diarios Expreso y Extra, revista Caretas y dos radios por haber difundido información
contraria al régimen.
Las censuras tuvieron diferentes finalidades: la primera fue la adquisición de ingresos
mediante las emisoras y diarios censurados, lo cual era parte de su proceso de
nacionalización y aparte servían para ayudar al gobierno con sus gastos y el
mantenimiento de sus reformas, el gobierno velasquista logró adquirir hasta un 25% del
capital de estas empresas El segundo fue el control social que quería mantener, las

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acciones de censurar diarios que pertenecían a familias de estatus alto, como lo era la
familia Miro - Quesada, propietarios del diario “El Comercio” fueron percibidas como
golpes hacia la burguesía que fueron apoyadas por la población, además de otorgarle el
control sobre los medios para influir en la población; hubo varias protestas y se
levantaron las clausuras, se creó el estatuto de la libertad de prensa. Los periódicos
confiscados fueron entregados a directores simpatizantes al gobierno quienes
supuestamente los mantendrían hasta que pasasen a sectores organizados de la
sociedad; así El Comercio correspondería a los campesinos, la prensa a las comunidades
de trabajadores urbanos y el Correo al sector educativo .Esta medida provocó la protesta
de los ciudadanos y la sanción internacional; con el control de los medios de
comunicación el estado apoyo a la cultura popular, criolla y andina fomentando
programas radiales y televisivos en quechua, lengua que se convirtió en idioma nacional;
además, Velasco era un seguidor de la música criolla costeña.
Al año siguiente de la toma de Talara se creó una de las muchas empresas que
caracterizaría al régimen, la llamada Petroperú. Aunque la Reforma Agraria fue la más
conocida, no fue la única de las reformas implementadas durante el régimen de Velasco;
se estatizaron las concesiones mineras, como, por ejemplo, se creó Minero Perú
Comercial (MINPECO), también Pesca Perú, es decir, se estatizo la industria de harina y
aceite de pescado. En ese momento Perú fue el primer país productor de harina de
pescado a nivel mundial.
En la época de Velasco se empieza a sentir las consecuencias de la sobrepesca, eso
afecta a la cantidad de exportaciones. La harina de pescado había empezado a crecer
fuertemente en los años 60 y años 70 debido a un fenómeno del niño que hubo durante
esta época de la producción de anchovetas.
La Reforma agraria era necesaria desde hace varios años ya que era una demanda de los
distintos sectores, significo un enfrentamiento directo con la oligarquía, la cual estaba
íntimamente ligada al sector agroexportador. Según Pease, dañar relaciones con la
oligarquía significaba problemas con la Sociedad Nacional Agraria (SNA), que era muy
poderosa, así como con otros sectores de la clase dominante. La élite oligárquica buscó
controlar el régimen indirectamente, mediante miembros del gobierno. El presidente
Belaunde intento hacer una Reforma agraria, pero tropezó con varios obstáculos entre
ellos el gobierno y termino haciendo una reforma no tan satisfactoria, siguiendo el lema
de “la tierra es de quien la trabaja” el objetivo de los reformistas era terminar con las
desigualdades en la repartición de las tierras como los llamados latifundios y también
acabar con la miseria en que se encontraba el campo.
El gran propietario tiene una hacienda generalmente en la sierra, una parcela se le da al
campesino para que la cultive, pero a cambio de eso le da la mitad de lo que produce o
trabaja en la tierra del señor y este no le paga nada y además el campesino no podía
salir de las tierras porque el propietario es dueño de las tierras y del hombre siendo
discriminado y sintiéndose inferior. La Reforma agraria puso el fin de la servidumbre en
el campo y del latifundio en la costa, se sacó a la oligarquía de sus grandes haciendas y
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las entrego a los trabajadores terminando con la servidumbre reconociendo a todos
como ciudadanos. se señaló que los gamonales eran una limitación para el país, por lo
que se incorporó a los campesinos para un trato más equitativo, para dar fin al antiguo
orden. Adicionalmente, se tuvo una mayor autonomía en cuanto al aspecto
internacional. Esto tuvo como resultado la expansión del órgano estatal, que se
evidencia mediante la intervención estatal en la vida económica y social, la creación de
nuevos ministerios, entidades públicas, empresas estatales y el ejercicio de la
institucionalidad sin autonomía. Todo esto se realizó, para cumplir una serie de
objetivos: Remover causas estructurales de conflictos sociales, redefinir el esquema de
redistribución de riquezas, modernizar la economía y conectar al país
La reforma agraria fue de gran magnitud y despertó críticas y simpatías, el deseo del
campesino era la economía parcelaria, es decir una economía “familiar” del campesino
y a Velasco le pareció que al proceder a una repartición de la tierra iba a tener como
consecuencia una baja en la productividad. La Reforma agraria era un hecho inevitable
siendo en la época de Velasco una reforma violenta ya que se incluyó a todas las
haciendas productivas o improductivas. Para el inicio de la Reforma agraria se eligió el
24 de junio de 1969, fecha en la que se celebraba el día del campesino; se inició con
expropiar las haciendas azucareras de la costa, las tierras de la costa y de la sierra
pasaron a mano de los trabajadores y no se parcelaron, sino se convirtieron en
cooperativas. Se cree que la Reforma agraria no tuvo el alcance que pudo haber tenido,
hubo diversas razones como la falta de tecnología moderna, la falta de acceso a crédito
falta de experiencia de campesinos para gestionar y sobre todo la corrupción.
En julio de 1970 se decretó la Reforma industrial. Se buscó el desarrollo industrial
autogestionario primordial para hallar la independencia económica, se crearon
comunidades industriales que representarían a los trabajadores. En términos generales
el gobierno de Velasco significo ese tránsito tardío de un país rural, feudal a un proceso
pleno de modernidad, tanto modernidad democrática como económica. La política
industrial básicamente se basaba en promover la industria manufacturera que es una
política que se inicia a finales de la década de los 50, la cual venía creciendo a finales de
la Segunda Guerra Mundial y creció durante la época de Belaunde, donde Velasco siguió
con las antiguas políticas del gobierno inmediatamente anterior. La protección absoluta
de la industria consistía en que, si la persona producía un bien, no se podía importar, es
decir se ponía un arancel significativo; eso produjo una industria cara, sin competencia,
de mala calidad y además importadora de insumos porque en lugar de utilizar los
insumos nacionales, ya que al mismo tiempo se controló el tipo de cambio haciendo al
dólar más barato favoreciendo al uso de insumos extranjeros.
La reforma educativa, por otro lado, desencadenó una serie de conflictos con los
profesores de las escuelas públicas, debido principalmente a la detención de una ley
aplicada durante el gobierno anterior, que aumentaba su salario progresivamente. Ante
esta acción, el SUTEP, que estaba en ese entonces manejado por Patria Roja, tuvo
violentos choques con el nuevo gobierno. El gobierno militar puso fuerte énfasis en la

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educación. Velasco puso grandes intelectuales como Augusto Salazar Bondy y Walter
Peña Loza para realizar la Reforma educativa, su objetivo eran extender las
oportunidades ocupacionales a todos los peruanos y crear a u hombre crítico,
participativo y solidario.
Velasco tenía la idea correcta que las transformaciones sociales no son completas
mientras los seres humanos no cambiamos y entonces quiso buscar un nuevo tipo de
ser humano más solidaria, patriota y creyó que la forma de generar una nueva sociedad
era a través la educación. Sin embargo, Velasco tuvo serios problemas con el SUTEP,
problemas que impidieron que la reforma educativa llegase a sus objetivos.
La reforma de la Administración Pública inició una serie de importantes cambios que
fortalecieron la capacidad de intervención de los ministerios y los sectores que les
pertenecían institucionalmente, Contreras y Cueto mencionan que se inició una
expansión en la actividad pública con el crecimiento de los ministerios del gobierno,
tales como los de Pesquería, Energía y Minas, Industria, Turismo, Construcción y
Vivienda y Alimentación e Integración que antes pertenecían al desaparecido Ministerio
de Fomento. Asimismo, el Instituto Nacional de Planificación fue convertido también en
ministerio.
Se creó también el Comité de Asesoramiento de la presidencia de la república (COAP),
el cual tenía la función de asesorar y elaborar decisiones, y estaba conformado por
coroneles y capitanes. Ese comité, que equivalía a una comisión parlamentaria, era el
equipo más cercano al presidente, donde los integrantes eran candidatos a ministros.
En 1971 se creó el Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS), esta
organización estuvo a cargo del general Leónidas Rodríguez quien tenía la asesoría de
civiles. Los militares llamaron a personas que tuvieron experiencia política y que
deseaban una reforma radical. El SINAMOS debía procurar la participación plena del
pueblo en todas las acciones revolucionarias; a través del SINAMOS el pueblo debería
adquirir conciencia a través de la política del gobierno, sus funciones abarcaban la
difusión y propaganda de las reformas, aportar al desarrollo de este concepto tiende a
buscar complementar la autogestión de las organizaciones con la colectivización de los
medios de producción, a la vez que se rechaza sistemas individualistas o estatistas de la
propiedad. Es decir, un socialismo auto-gobernante. Este modelo de democracia social
no es un corporativismo simple, sino que es izquierdista y participativo donde el
desarrollo se expresa en el auto gobierno con igualdad económica, la participación es
concebida como instrumento de desarrollo personal y social. Además, se reconoce la
condición política de todas las organizaciones.; asimismo, el gobierno apoyo y controlo
la organización de movimientos campesinos, estudiantes y profesionales creando la
Central de Trabajadores de la Revolución Peruana y la Confederación Nacional Peruana.
A partir de 1973 la salud del presidente Velasco se quebrantó, lo que afectó seriamente
su capacidad de trabajo y por ende su liderazgo al frente del gobierno. Velasco enfermo
de una enfermedad muy delicada, perdió una pierna, quedo bastante limitado

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físicamente; a partir de ese momento el gobierno de Velasco entra en cierto declive; con
su salud resquebrajada Velasco vivió esa temporada entre palacio de gobierno y
Chaclacayo, alejado del pueblo y de las FF.AA. Velasco estuvo aislado, dentro del ejercito
hubieron varias tendencias que ya no respondían a su liderazgo y que estaban en
búsqueda de una cabeza y en la marina las relaciones eran aun pésimas, hubo
enfrentamientos entre Velasco y la marina.
En 1975 fue un año nefasto. La crisis económica, conflictos sindicales, reclamos por
aumento de sueldo, alza de costo de vida y crecimiento de la deuda externa sacudían al
país. El gobierno de Velasco hasta 1973 fue relativamente restrictivo, antes e que
comenzara el endeudamiento, solamente los dos últimos años es donde se nota
desequilibrios fuertes con motivo de descenso de precio en el petróleo. Hasta los
primero cuatro años son relativamente prudente en lo fiscal, el gobierno no presentaba
ese tipo de problemas; la inflación tampoco fue alta hasta 1973, inició la crisis
económica, la cual, según Pease, no fue originada por las reformas, sino por su
“insuficiencia”, debido principalmente a la aplicación de una política económica poco
coherente. Sin bien sus reformas estaban dirigidas a las propiedades y a su poder
intervencionista, siguió dependiente de la inversión privada y del crédito extranjero. De
esta forma, su deuda externa fue creciendo a medida que utilizaba aquella financiación
en proyectos de largo plazo. Por otra parte, gracias a una ampliación del mercado por la
recuperación de los salarios, la demanda de alimentos y bienes de consumo creció,
generando una escasez debido a la ineficaz respuesta del sector agrícola hacia la
reforma. Esto tuvo como consecuencia el inicio de la dependencia de la importación de
alimentos. De la misma manera, la industria también se había vuelto dependiente de los
insumos y maquinaria importados, lo cual ocasionó presión en las divisas.
La pobreza de los campesinos fue otro efecto no solo de la crisis económica, sino de la
reforma misma, generando para los últimos años de gobierno de Velasco invasiones de
tierras para poder “acelerar” la reforma y obtener finalmente mejores condiciones de
vida.
El 5 de febrero de 1975 es un día gravitante para el inicio del fin del gobierno de Juan
Velasco Alvarado quien ya se encontraba en crisis, un año antes había sido amputado lo
que había mermado su salud. Este día hubo una huelga de policías donde hubo varios
saqueos en la ciudad, el ejercito tuvo que salir a reprimir la revuelta y en este
enfrentamiento murieron noventa personas, más de cincuenta heridos y varios
detenidos.
Mas adelante tuvo lugar al Tacnazo donde Francisco Moralez Bermúdez, quien era
ministro de guerra y primer comandante general del ejército dio inicio a la segunda fase
del gobierno militar. La salud de Juan Velasco Alvarado estaba bastante deteriorada,
falleció en la navidad de 1977 en la ciudad de Lima.

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2. ASPECTOS POLITICOS
2.1. MODELO DEL GOBIERNO
Este gobierno fue de corte autoritario y verticalista, se condujo bajo la figura de la
revolución, el corporativismo y la democracia social; además, el nacionalismo y la anti
oligarquía. Se pretendió dejar de lado antiguos modelos de gobierno con partidos
tradicionales (considerados obstruccionistas) y organizaciones oligárquicas, ya que se
encontraban muy desprestigiadas, por lo que los militares señalaban que los civiles
propiciaban la ingobernabilidad; por lo que se buscó la revolución mediante el gobierno
militar, para cambiar estructuras que impedían reformas en favor de las clases bajas;
además de dar fin al orden oligárquico.
Es por ello, que se quiso hacer un cambio de la percepción social y las clases, ya que
como señala Peter Klarén, “En retrospectiva, el GRFA (Gobierno revolucionario de las FF.
AA) percibía que la desunión y el subdesarrollo constituían los principales problemas del
país, siendo sus causas la “dependencia externa” del capital extranjero y la “dominación
interna” por parte de una oligarquía poderosa”. Por ello, para el gobierno militar, el
subdesarrollo no se debía a falta de capacidad, sino a falta de oportunidades hacia una
población históricamente relegada por la oligarquía.
Bajo esta premisa, el gobierno militar, reivindicó a la patria a partir de la población
históricamente marginada. Para ello, se realzaron los valores nacionales mediante un
discurso nacionalista, con elementos como el quechua, el indigenismo, el campo y el
Inca Túpac Amaru.
En este periodo, el Gobierno central tuvo un total manejo de decisiones a escala global,
al punto de gobernar sin un parlamento y únicamente bajo designio. De esta manera, se
buscó fomentar la participación de la ciudadanía abandonada, mediante propuestas
como la Reforma Agraria de 1969, mediante la cual se expropiaron tierras y latifundios,
lo que tuvo una severa connotación política, ya que fue un golpe importante contra el
sistema oligárquico; otras reformas fueron la industrial, educativa y de prensa.
Se tuvo una mayor autonomía en cuanto al aspecto internacional. Esto tuvo como
resultado la expansión del órgano estatal, que se evidencia mediante la intervención
estatal en la vida económica y social, la creación de nuevos ministerios, entidades
públicas, empresas estatales y el ejercicio de la institucionalidad sin autonomía. Todo
esto se realizó, para cumplir una serie de objetivos: Remover causas estructurales de
conflictos sociales, redefinir el esquema de redistribución de riquezas, modernizar la
economía y conectar al país.
2.2. PARTIDOS POLÍTICOS
En cuanto a los partidos políticos, no se dio una presencia de estos en las decisiones
gubernamentales durante el gobierno de Velasco, puesto que tampoco existió el
parlamento durante este periodo; todas las políticas se dieron por designio. Se
consideraba a los partidos políticos eran de carácter oligárquico y expropiador de la
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decisión colectiva; además que padecen de centralización interna del poder, y no
posibilitan la constante participación popular en el manejo de los asuntos públicos.
Ante esta coyuntura, el Estado propuso la formación del SINAMOS, y la reforma
educativa como modelo para promover la interacción de la sociedad; de esta manera,
se removerán estructuras y se dotaría de capacidad de acción a los menos favorecidos.
Si bien no se dio una persecución de partidos, sino solo deportaciones particulares, estos
se encontraban sumamente desprestigiados, lo que facilitó la intervención del gobierno
militar y su concentración del poder. Prueba de ello fue que se mantuvo la estructura
de mandos, pero en el aparato estatal y terminaron por coparlo; además, se incluyeron
militares en todos los directorios de las empresas.
En cuanto al Partido Comunista, este fue el único que mostró un expreso apoyo al
régimen, sobre todo con respecto al movimiento obrero; a pesar de ello, el gobierno
militar siempre le mostró rechazo y buscó deslindarse y negar el apoyo, ya que quería
desligarse de la figura comunista, muy criticada por la burguesía; además de ser
rechazado durante la formación militar. Además, a partir de 1960, se crean una serie de
partidos de corte marxista que ejercen una fuerte oposición frente al gobierno.
Esto; además, muestra de las nulas intenciones del gobierno militar para forjar un
cogobierno, a no ser que sea en un rol de subordinación; es por ello por lo que, si bien
al inicio se da un limitado espacio a los movimientos políticos, este se cierra luego, lo
que demuestra una desarticulación de la vida política y partidaria.
Cabe resaltar que, del mismo modo, los partidos de ideología comunista buscan
establecer relación con los sindicatos y campesinos, con quienes (aprovechando la
coyuntura) hacen movilizaciones, sobre todo desde las bases estudiantiles de los
partidos. A esto se le suma el APRA y la Democracia Cristiana, con quienes disputan la
asociación a los sindicatos, para restarle poder al gobierno. Un ejemplo de ello es la
presencia del APRA en las movilizaciones del norte del país. En respuesta a ello, el
gobierno optó por crear organizaciones nuevas que se enfrentarían a las dirigidas por
los otros partidos.
2.3. PARTICIPACIÓN POLÍTICA
Para el gobierno de Velasco una preocupación primordial fue incentivar la participación
política de los sectores más pobres, ya que antes del régimen habían sido excluidos del
proceso político y así lograr una “revolución social de participación plena”.
Buscó otorgar poder y participación a las masas descontentas y olvidadas, ya que
consideraban que habían sido dejadas de lado por los partidos y élites, debido al
pensamiento que considera que los civiles no gobiernan adecuadamente y promueven
regímenes verticalistas. Ante ello, los militares deciden no formar un partido político,
sino que sean las masas las que se beneficien de las reformas.

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La población es afectada por un gobierno de tipo autoritario y popular, pero, éstos
también pueden ejercer influencia sobre el régimen, haciendo sentir la presión de sus
demandas o en la participación en la formulación de políticas. Así, dado que los militares
concentraban todo el poder y los instrumentos de representación electoral no tenían
efecto la relación entre la población y la burocracia cobra gran importancia.
La participación política en ese sentido se dio con la incorporación de los sectores
populares en el sistema político y en la búsqueda de estos sectores por influir en el
gobierno para una mejor distribución de los bienes públicos. Asimismo, la participación
política también podían ser acciones orientadas a la solución de problemas dentro de su
comunidad.
En Lima esta participación se dio desde una perspectiva del barrio o de la comunidad a
la que pertenecías, en tanto definía en gran parte el apoyo o la oposición al régimen,
además, de las opciones que se tenían de acceder a un tipo de recurso del Estado. Así,
el gobierno de Velasco trato de ayudar a los sectores de bajo ingreso diferenciándolos
de otros. Además, la migración a las ciudades dio lugar a tugurios, invasiones y
asentamientos que tenían demandas insatisfechas debido a la situación de
subdesarrollo, como realidad de fondo, en el que se encontraba el país al momento del
golpe. Estas necesidades desde los esfuerzos comunitarios exigían recursos básicos,
infraestructura, servicios, regulación de tenencia de tierras, etc.
Las formas innovadoras de participación política creadas durante el gobierno de Velasco
consistían en estructuras de organización políticas que tenían un control fuerte del
Estado y establecían una relación de arriba hacia abajo. Aquí surge el carácter
corporativista del gobierno, al momento de representar los intereses de las masas, se
tenía bajo control y se trataba de reducir los niveles de movilización y demanda. Podía
ser de dos maneras: un control por medio de estructuras verticales e incorporar a los
ciudadanos, y, a través de un aparato burocrático para atender las
demandas. El populismo también formó parte del gobierno, dado que, se eliminaron
los medios de representación partidaria o electoral, los mismos militares debían buscar
el respaldo y acercarse a las masas, a través, de la retórica, las visitas a asentamientos y
otros actos personales.
2.4. MOVILIZACIÓN SOCIAL: EL SINAMOS
En junio de 1971 el gobierno da el Decreto de Ley 18896 que crea el Sistema Nacional
de Apoyo a la Movilización Social (SINAMOS). El SINAMOS fue un organismo transitorio
que tenía como misión estimular el surgimiento de organizaciones populares a las que
progresivamente debería transferirse poder de decisión en todas las esferas de la vida
de país. Se quería lograr una participación consciente y activa de la población nacional
en las tareas que demande el desarrollo económico y social. El SINAMOS era una
identidad canalizaba las demandas de los sectores mayoritarios “de abajo hacia arriba”
por lo que tuvo una relación de competencia y conflicto con los partidos.

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Fue un organismo descentralizado que poseía oficinas a nivel nacional, regional y local.
Dada la enorme dimensión de la organización, la diversidad de sus tareas y la
heterogeneidad del personal fue muy difícil construir un organismo ágil y mejor
dispuesto para cumplir con su objetivo.
Hubo además disparidad entre el SINAMOS y los sectores de la administración que se
resistían al cambio, así como entre quienes promovían una autentica participación de la
población y jefes miliares que buscaban encuadrar a las organizaciones populares para
subordinarlas y volverlas herramientas del gobierno. Aunque el gobierno iniciara la
implementación de una política participativa, la mayoría de los sectores aliados al
régimen no estaban de acuerdo con el proyecto. Solo una minoría con poder lo apoyaba,
por lo que la presencia de Velasco tuvo un carácter decisivo. Asimismo, el SINAMOS, al
cumplir un rol catalizador, buscó apoyo en las bases populares de partidos, pero fue
atacado por el Partido Comunista, el Partido Demócrata Cristiano y el resto de partidos
de derecha e izquierda, ya que fue visto como una forma de reemplazo sindical. Cuando
Velasco sale del poder el SINAMOS es desactivado, siendo la institución eliminada en
1978.
El legado más importante del SINAMOS fue probablemente su crítica a los
planteamientos convencionales sobre la participación. Demostró que es posible desde
el gobierno desarrollar una acción de promoción de la participación en gran escala,
respetando a las organizaciones de base. Esta institución jugó un papel fundamental
para que las organizaciones populares nacidas entre el 68 y el 75 no fueran ni parte del
aparato estatal, ni objeto del encuadramiento del gobierno.
2.5. ACTORES POLÍTICOS Y EL PAPEL DE LOS MILITARES
En el gobierno de Velasco tuvieron influencia diferentes actores, tanto externos como
internos. Dentro de las Fuerzas Armadas (F.F.A.A) la marina de guerra estaba en
desacuerdo respecto al manejo del gobierno por parte del general Velasco. Asimismo,
la oligarquía y la burguesía aprovechan las contradicciones institucionales para
manifestarse en contra del gobierno. De igual manera, está también actuó en contra del
gobierno del general, puesto que se muestran reacios a aceptar las reformas, que les
afectaban como fue el caso de la reforma agraria y exigen que el gobierno vuelva a
adquirir un carácter institucional.
Las acciones de la oligarquía oponerse al gobierno fueron los ataques al mismo
mediante diferentes organismos y actores que, no necesariamente, fueron medios
políticos, es decir, no usaron partidos políticos y establecieron gremios para poder
mostrar su insatisfacción con respecto al gobierno, sino que emplearon otros métodos
pocos convencionales, tanto de dentro del Estado como de fuera. Por ejemplo, el uso la
prensa para difamar al gobierno y las alianzas con los cuerpos militares que estaban en
contra de la gestión de los gobiernos. Sin embargo, el alcance político de la oligarquía
dentro del gobierno de Velasco fue bajo, lo que afectaba negativamente las propuestas

13
por parte de la burguesía, puesto que no eran tan efectivos, como lo pudieron ser en
gobiernos donde tuvieron mayor presencia.
Por otra parte, la burguesía empresarial colaboró con el gobierno de Velasco que dirigía
una gestión de empresa nacionalista. Pero no apoyaban completamente al gobierno,
puesto que no se mostraban como fieles colaboradores al mismo. La burguesía
empresarial aún mantenía sus ideales liberales y esperaban a que el gobierno caiga o se
vea en dificultades para dar a conocer sus verdaderos ideales y pensamientos. Mientras
se desarrollaba el gobierno de Velasco, la burguesía fue perdiendo presencia y alcance,
puesto que perdía métodos para expresarse, como lo fue la pérdida de sus diarios en
1974. Asimismo, la burguesía cumplía un rol de doble juego dentro del régimen, puesto
que sus ideales le hacían simpatizar con la Oligarquía, pero debían mostrar una
aceptación hacia el régimen para poder mantener sus empresas. Según Pease, la
burguesía busca mantener discretamente los vínculos con la oligarquía, manteniendo su
pensamiento tradicional, mientras se enfoca en reunir la suficiente fuerza para ser capaz
de adquirir influencia y poder en el gobierno. Asimismo, vemos a una clase burguesa
capaz de medir las fuerzas políticas entre los diferentes actores, mostrándose como un
apoyo para el régimen cuando este era fuerte y presionando cuando este empezó a
entrar en crisis.
La burguesía fue un actor influyente en el capital extranjero. Los empresarios buscaron
influir en el capital extranjero e incentivarlo a pesar de lo poco atractivo que era el
régimen para el mismo. De esta manera, se buscó recompensar a las empresas que
fueran capaces de invertir en el Perú. La burguesía, a pesar de tener problemas con su
influencia, puesto que el propio gobierno mediante la censura buscaba silenciar y
aminorar a los actores que veía como peligros, fue capaz de influir en el capital
extranjero para incentivarlo en el país.
La oposición partidaria también se manifestó en el gobierno de Velasco. Los partidos
políticos APRA e Izquierda Unida apoyaron de manera diferente el rumbo que estaba
tomando las reformas y se oponen al gobierno desde una posición de izquierda. Sin
embargo, el APRA no estuvo en contra del gobierno velasquista. Según Manrique, Haya
apoyó al régimen de Velasco, a la vez que buscaba separarse de la oligarquía, con
quienes se había aliado en el pasado. Aunque Haya no formó una alianza con Velasco, si
se mostraba de acuerdo con sus reformas, puesto que Haya buscaba una revolución y
los cambios que se estaban dando dentro del país, como la reforma agraria eran signos
de ello, en suma, la expropiación de tierras al imperialista abusivo para dárselos a las
personas que no tenían tierras era parte de la igualdad que Haya tenía planeada. De
igual manera, Haya felicitó el plan de Velasco por tener acciones para buscar el cambio
y el desarrollo del mismo como su plan de irrigación para ayudar a su reforma.
La izquierda apoyaba el gobierno de Velasco puesto que buscaban enfrentar a la
estructura de dominación que había en los anteriores regímenes, cada vez que el
dictador elaboraba reformas que causaban daño a la oligarquía, las alineaciones de
izquierda le apoyaban. De igual manera, al ser un pensamiento de cambios, las acciones
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de Velasco, como la violencia política, tuvieron una aceptación y justificación por parte
de estos, puesto que lo veían como una acción necesaria para llevar a cabo la revolución.
Los movimientos populares durante el gobierno de Velasco tuvieron un impacto mínimo
al inicio del régimen, en parte se debía a la censura, al control y afectado por el
pensamiento velasquista de hacer una revolución desde arriba. Estos movimientos
mantuvieron un rol pasivo, donde sólo hacen presencia, pero no fueron capaces de
ejercer ningún reclamo o manifestarse en contra de alguna reforma o problema.
Además, dentro de las propias organizaciones populares, la difícil organización y las
leyes encargadas de mantener el control, evitan que estos movimientos adquieran
fuerza. Sin embargo, cuando el gobierno se vio afectado por la crisis institucional, los
movimientos tomaron la iniciativa y ejercieron presión sobre las instituciones del
Estado, como las huelgas y protestas que surgieron por la insuficiencia de las reformas.
2.6. LA PRENSA
Desde los inicios del régimen, las relaciones entre el gobierno de las fuerzas armadas y
los medios de comunicación no fueron favorable.
En el gobierno de Velasco, los medios fueron censurados con la intención de oprimir a
la oposición, adquirir ingresos y mantener el control político de la población Las pocas
compañías en los medios de comunicación que no fueron censurada o expropiadas,
también fueron cediendo poco a poco al régimen militar, debido al miedo de ser
censuradas o por la presión del mismo régimen. Por ejemplo, la revista Caretas, que fue
censurada y reabierta repetidas veces, o el diario expreso. Asimismo, deportaron a
algunos dueños o miembros importantes de estos medios.
Las censuras tuvieron diferentes finalidades: la primera fue la adquisición de ingresos
mediante las emisoras y diarios censurados, lo cual era parte de su proceso de
nacionalización y aparte servían para ayudar al gobierno con sus gastos y el
mantenimiento de sus reformas, el gobierno velasquista logró adquirir hasta un 25% del
capital de estas empresas El segundo fue el control social que quería mantener, las
acciones de censurar diarios que pertenecían a familias de estatus alto, como lo era la
familia Miro - Quesada, propietarios del diario “El Comercio” fueron percibidas como
golpes hacia la burguesía que fueron apoyadas por la población, además de otorgarle el
control sobre los medios para influir en la población.
Asimismo, el gobierno de Velasco creó instituciones como la Oficina Nacional de
Informaciones, que se encargaba de censurar todo aquellos que no era favorable al
régimen, con estas acciones, el dictador también buscaba disminuir la presencia de sus
oposiciones, para no puedan influir en la población. Mantuvo una brecha entre las clases
sociales bajas y las clases altas, de tal manera, que entre ambas no hubo mucha
comunicación, lo que dejaba a la burguesía con pocas herramientas para protestar en
contra del gobierno.

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De igual manera, la censura también sirvió a manera de justificación y de protección del
gobierno. Justificación porque usaron los diarios censurados para mostrar las políticas
que iban a implementar los diferentes sectores. Su objetivo era hacer ver a la población
que estas políticas no representan una época perjudicial para la población, sino que eran
presentadas como acciones necesarias para traer prosperidad al país. Protección en la
medida de que se censuraban diarios que criticaban e investigaban a los miembros del
gobierno de Velasco, para mantener el control y no levantar cuestionamientos sobre las
personas que dirigían el gobierno. La participación popular que Velasco buscaba la
participación ciudadana (que en realidad era que los ciudadanos muestran apoyo al
régimen), lo que fue un factor para su control en la población.
Por otra parte, Velasco buscaba que los medios regionales promueven el sentido de
identidad nacional. Para ello, prohibió todo aquello que difunda lo extranjero. Por
ejemplo, la censura a la frase “toma Coca-Cola” en las publicidades. A partir de esta
prohibición, Velasco esperaba que los medio difundan música peruana en lugar de
alinearse con las costumbres extranjeras y sobre todo norteamericanas.
El impacto de la censura en la población tuvo un impacto negativo, puesto que la
mayoría de los canales forzaban a la gente a ver solo contenido relacionado con el
Estado. De igual manera, los pocos medios que quedaban mostraban contenido de
apoyo hacia las políticas del gobierno, solo para evitar ser censurados. En los medios, se
llegaba a transmitir aproximadamente un 60% del contenido relacionado con el
gobierno.
2.7. ALCANCE POLÍTICO DE LAS REFORMAS E INSTITUCIONES
Políticamente, las reformas tuvieron un impacto fuera de lo económico y social,
primero, la reforma agraria, el hecho más importante del periodo de Velasco, y que se
había postergado por mucho tiempo, significó un enfrentamiento directo con la
oligarquía, la cual estaba íntimamente ligada al sector agroexportador. Según Pease,
dañar relaciones con la oligarquía significaba problemas con la Sociedad Nacional
Agraria (SNA), que era muy poderosa, así como con otros sectores de la clase dominante.
La élite oligárquica buscó controlar el régimen indirectamente, mediante miembros del
gobierno. Así, el Ministro de Agricultura, José Benavides, se dedicó a plantear la reforma
de forma en que no se vieran los aspectos que pudieran ser conflictivos, como la
expropiación de tierras, lo cual dio a entender por un momento que la supuesta
revolución se habría estancado como sucedió anteriormente. Sin embargo, como dice
Contreras y Cueto, este intento por continuar la hegemonía no dio resultado ya que la
reforma agraria, que le quitó a este sector su base material, se llevó a cabo poco
después, expropiando hasta 1979 casi 10 millones de hectáreas de tierra cultivable.
Aunque los resultados de la reforma agraria no cumplieron completamente varios de
sus objetivos, si logró debilitar la estructura tradicional de la clase alta y sus bases
agrarias de poder.

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En cuanto a las reformas relacionadas a los recursos naturales, que involucran la
nacionalización de industrias de productos naturales como la minería y la pesca, es
importante mencionar el hecho de que se les brindaron derechos laborales a los
trabajadores, a quienes, hasta ese momento, y bajo el mando de los antiguos dueños
extranjeros, no se les había brindado.
La reforma educativa, por otro lado, desencadenó una serie de conflictos con los
profesores de las escuelas públicas, debido principalmente a la detención de una ley
aplicada durante el gobierno anterior, que aumentaba su salario progresivamente. Ante
esta acción, el SUTEP, que estaba en ese entonces manejado por Patria Roja, tuvo
violentos choques con el nuevo gobierno.
La reforma de la Administración Pública inició una serie de importantes cambios que
fortalecieron la capacidad de intervención de los ministerios y los sectores que les
pertenecían institucionalmente, Contreras y Cueto mencionan que se inició una
expansión en la actividad pública con el crecimiento de los ministerios del gobierno,
tales como los de Pesquería, Energía y Minas, Industria, Turismo, Construcción y
Vivienda y Alimentación e Integración que antes pertenecían al desaparecido Ministerio
de Fomento. Asimismo, el Instituto Nacional de Planificación fue convertido también en
ministerio.
Se creó también el Comité de Asesoramiento de la presidencia de la república (COAP),
el cual tenía la función de asesorar y elaborar decisiones, y estaba conformado por
coroneles y capitanes. Ese comité, que equivalía a una comisión parlamentaria, era el
equipo más cercano al presidente, donde los integrantes eran candidatos a ministros.
Ante esta creciente institucionalidad, se hizo notoria la falta de autonomía de cada uno
de los ministerios, ya que estaban controlados por miembros de la Fuerza Armada.
Pease menciona que aquellos oficiales que ocupaban los cargos en estos distintos
ministerios superponían sus distintos estilos de conducción, ya sea en normas,
procedimientos o formas de ejercicio de poder, lo cual hacía obvia la subordinación
administrativa al gobierno militar. En consecuencia, la burocracia además de conservar
su ineficiencia se volvió insegura y muy rígida.
En conjunto, sus reformas no solo afectaron el poder de la oligarquía, sino también
impactaron a las clases populares, brindándoles cierta conciencia política que provocó
la movilización popular. Sin embargo, debido a la herencia que dejaron los gobiernos
oligárquicos de su “desarticulación política”, se vieron limitados.

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3. ASPECTO ECONÓMICO
3.1. ANTECEDENTES
La economía peruana estaba constituida por:
1. un sector agrícola primitivo, estancado y sobrepoblado.
2. un sector manufacturero que a su vez se componía de dos subsectores
desiguales ambos urbanos: uno pequeño, moderno y con un alto grado de
inversión de capitales; y otro tradicional, de mayor tamaño, compuesto de
trabajadores independientes y de un gran número de pequeños artesanos.
3. un floreciente sector de servicios, que también se componía de elementos
modernos y tradicionales muy divergentes como profesionales y propietarios o
gerentes de industrias, junto a trabajadores de los mercados, personal de
servicio sin habilidad especial y vendedores ambulantes.
Para los analistas, uno de los principales problemas que atravesó este gobierno de las
Fuerzas armadas, estuvo constituido por la falta de capacidad para conservar la
institucionalidad en el mismo, es decir, de que quien gobernaba realmente eran las
Fuerzas armadas y no una persona en particular, empero, el general Velasco se convirtió
en el garante de la viabilidad de la estrategia política y en el árbitro de los conflictos de
intereses; instaurándose un liderazgo personal carismático. De este modo, al ir
decayendo la figura del general ya sea por los constantes ataques de los que se
consideraban su oposición como por su enfermedad; el grupo cercano de oficiales que
inicia con Velasco la revolución nacional interviene en su cancelación. Con ello
contribuyeron a fundar la intelectualmente estremecedora conclusión popular de que
la Revolución era Velasco.
Aunque aún en nuestros días nos preguntamos si es que la revolución del general
Velasco triunfó o fue derrotada, para algunos, la revolución peruana fue interrumpida,
es por eso, que solo cuando una vasta coalición de fuerzas sociales reinicie desde abajo
el interrumpido proceso de transformación nacional iniciado por ella desde arriba, la
revolución peruana habrá, definitivamente concluido. Lo más importante que hay que
resaltar en el análisis de este trabajo lo podemos dividir en dos grupos: lo acontecido en
nuestro país antes del año 1968 y lo sucedido durante 1968 a 1975, tiempo que duró el
gobierno del general Velasco.
En lo que respecta al mundo capitalista, es conveniente hacer notar, como lo hacían los
economistas clásicos del siglo XIX, que la peculiaridad y el éxito revolucionario de la
industria capitalista radicó precisamente en la articulación equilibrada que supo
establecer entre dos sectores o departamentos: el uno dedicado a la producción del
equipamiento y la tecnología requeridos por el conjunto del sistema y el otro a la
producción de bienes de consumo final para atender las necesidades de reproducción
de la fuerza laboral y la demanda de los grupos superiores. Es decir, la definición del
modo de producción capitalista presupone un sistema de producción conformado por
dos clases de actores económicos: el grupo propietario de los factores productivos, que
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asume el riesgo empresarial y que organiza la producción, obteniendo un beneficio; y
otra clase no propietaria que vende al grupo anterior su fuerza de trabajo obteniendo
un salario en función de las horas aportadas y la calidad del aporte. Y la división de la
ganancia de los propietarios en dos fracciones, una destinada a satisfacer su propio
consumo y la otra (ahorro) orientada a la reinversión. Otro aspecto importante que es
necesario analizar es tratar de comprender la interacción entre las normas culturales y
la conducta política de los sectores populares en Lima en las primeras décadas del siglo
XX. Numerosos observadores han hecho hincapié en el alto grado de personalismo que
parece penetrar el sistema político del momento, un personalismo que encuentra su
expresión en dos movimientos: el Sanchezcerrismo y el aprismo que emergieron para
dominar la escena política en 1930-31.
Esa época se caracterizó por el establecimiento de una subordinación a los superiores
plasmada principalmente en el hogar, la escuela y la religión. En el hogar había un
sistema conformado con premios y castigos, que enseñó al niño los modelos de
conducta que suscitaban aprobación y los que merecían un juicio contrario. Una
situación en la cual, el padre es todo, su gusto, tendencias, preferencias y ambiciones
son regla. El niño es nada. Una importante faceta de la buena educación era mostrar
respeto a los mayores a través de manifestaciones exteriores de humildad.
Con la modernización del Estado (gobierno de Leguía), la política de construcciones y
carreteras, la promoción del comercio la promoción del comercio y las industrias y la
apertura a la inversión y a la banca internacional, Leguía promovió el desarrollo de la
clase obrera, empleo y las clases medias liberales mientras su apoyo inicial a los
movimientos universitarios por la reforma y su protección a los grupos pro indigenistas
movilizó a los nacientes grupos intelectuales regionales y limeños. Dentro de este grupo
de intelectuales conocidos como la primera generación de la INTELLIGENTZIA peruana,
surge la figura de José Carlos Mariátegui y de Víctor Raúl Haya de la Torre. De este modo
con ellos, como grupo, por primera vez en la historia del Perú, se unifican los roles de
intelectual y político. Pero no solamente intelectuales y políticos, sino, que se
atribuyeron la responsabilidad de educar intelectual y moralmente al pueblo, es decir,
a la nación. Intelectuales-Políticos-Educadores, fundieron la totalidad de sus vidas
personales en una causa colectiva e histórica que les condujo a experimentar la
transformación social como una intensa y apremiante necesidad subjetiva.
Un fenómeno de esta época fue la migración forzada en busca de salario, un cambio
brusco de hábitat y una transformación acelerada de los comuneros campesinos o
siervos de hacienda en obreros asalariados. Paradójicamente, ese mismo campesinado
que hasta mediados del siglo constituía la mayoría de la población del país y cuyos
sectores más activos socavaban las bases de la dominación oligárquica, nunca tuvo
presencia ni participación en el sistema político.
Las riquezas más importantes del país fueron explotadas por la oligarquía latifundista o
por el capital extranjero. Y, paralelamente a ello, creció un importante sector financiero

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y un mínimo sector industrial que producía para un estrecho mercado interno,
circunscrito inicialmente a los centros urbanos.
3.2. LA ECONOMÍA
El objetivo económico del Gobierno era el “promover a superiores niveles de vida,
compatibles con la dignidad de la persona humana, a los sectores menos favorecidos de
la población, realizando la transformación de las estructuras económicas, sociales y
culturales del país.” Si bien el gobierno de Velasco definió una nueva forma de Estado
que poseía poder económico efectivo, este seguía siendo dependiente del sistema
capitalista. Ya que las reglas de juego del capitalismo aún persistían en el sistema, los
sectores industriales pudieron incrementar su poder económico y conservar su
capacidad de influencia.
Para los militares el estancamiento económico se debía a la monopolización y mala
distribución de los recursos económicos que estaban a merced de los oligarcas y los
inversionistas extranjeros.
El objetivo que se proponían era lograr un crecimiento que estuviera determinado por
exportaciones con valor agregado y mayor integración de la economía local. Las
actividades de las empresas extranjeras debían ser limitadas y reguladas, luego, la
economía nacional podría obtener ganancias de un modelo de sustitución de
importaciones por productos intermedios, a través del desarrollo de la industria
nacional mediante el incentivo a la importación de bienes de capital y la restricción de
las importaciones de manufacturas.
El proteccionismo tuvo como efecto una disminución de la competitividad de la
producción nacional que fue destinada casi exclusivamente a abastecer un pequeño
mercado interno y no a la exportación.
La intención de los militares era permanecer en el poder hasta que el proceso
revolucionario fuese irreversible, para ello introdujeron una serie de reformas que
afectaron casi todas las esferas de la sociedad. Para que la propuesta funcionara, el
estado debía tener un rol activo para promover y guiar el desarrollo nacional a través de
su intervención en la actividad económica, sociocultural y política. Las reformas que
realizó el gobierno junto con la estatización de varios sectores de la producción hicieron
que varios servicios públicos pasaran a manos del Estado. Sin embargo, las
nacionalizaciones y la nueva legislación dieron paso a un panorama de incertidumbre
económica que hizo difícil convencer a las firmas extranjeras para que inviertan el capital
que se necesitaba.
El propósito de la reforma industrial fue lograr desarrollo industrial permanente, la
autonomía económica nacional significó que los industriales peruanos fueran los
principales beneficiarios del crecimiento industrial, así se dieron incentivos generosos a
las industrias para alentar la reinversión e importación de bienes de capital e insumos.
La Ley General de Industrias dio a los empresarios exenciones tributarias y protección

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en el mercado. Si antes de la nacionalización las empresas públicas obtenían beneficios
y pagaban impuestos, después de la nacionalización dejaron de hacerlo, algunas ni
siquiera integraron sus actividades al plan de desarrollo nacional. Para 1975, el sector
público era grande y estaba en bancarrota.
La idea era encontrar una "tercera vía" entre capitalismo y socialismo, con una sociedad
corporativista mucho más inclusiva que sea posible bajo el capitalismo, pero sin
renunciar a la propiedad privada o la adopción de cualquiera de los métodos obligatorios
identificados con el comunismo.
Bajo esta estrategia, la reforma agraria fue diseñada para anular los intereses existentes
de propiedad a fin de establecer la propiedad cooperativa, que rechaza tanto la
agricultura particular y las granjas estatales. Promover la participación de los
trabajadores en la propiedad y la gestión tenía la intención de reformar las relaciones
laborales. Influencias extranjeras se redujeron a fuertes restricciones a la inversión
extranjera y la nacionalización de algunas de las más grandes empresas extranjeras.
En un plano más fundamental, el gobierno de Velasco vio su misión como una de la
eliminación de los conflictos de clase y la conciliación de las diferencias entre los grupos
de interés dentro de su propia visión de una sociedad cooperativa.
3.3. REFORMA AGRARIA
En su discurso con motivo de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria el 24 de
junio de 1969, el general Juan Velasco Alvarado precisó los objetivos de la misma,
plasmados en los considerandos de la ley. En uno de los pasajes enfatizó que la reforma
agraria debería «poner fin a un injusto ordenamiento social que ha mantenido a la
pobreza y en la iniquidad a los que labran una tierra siempre ajena y siempre negada a
millones de campesinos» y que debía cancelar los sistemas de latifundio,
reemplazándolos «por un régimen justo de tenencia de la tierra que haga posible la
difusión de la pequeña y mediana propiedad en todo el país». La reforma agraria se
incluía en una propuesta estratégica más amplia: «la reorientación de los recursos de
capital hacia la industria…cuyo futuro depende decisivamente de la creación de un cada
vez mayor mercado interno de alto consumo diversificado», conscientes del «inevitable
destino industrial de nuestra patria».
La reforma agraria es considerada como la culminación de una larga lucha de los
campesinos por la tierra. El ideal que seguía era dar en propiedad a cada familia
campesina un área de cultivo que le sirviese para mantenerse y además producir para
el mercado nacional. La aplicación general de la reforma agraria consistía en estatizar
las tierras más productivas; expropiar, repartir y formar cooperativas con las tierras de
importancia secundaria. La necesidad de mantener los niveles de producción
demandaba que tras la expropiación de las tierras se continuara con las economías de
escala, la parcelación de las haciendas hubiera conducido a la ruina de una industria
agrícola.
La reforma llevada a cabo por Velasco fue más radical, rápida y avanzada que los planes
de reforma que habían sido previamente planteados por los partidos políticos. Fue esa

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radicalidad la que impactó en la capacidad de decisión campesina. En general, no se
tomó en cuenta la heterogeneidad de la situación en el campo, la falta de una conciencia
global campesina y la realidad cultural del campesinado donde las relaciones de poder
se habían naturalizado.
La reforma agraria fue aplicada en la costa y en la sierra. Aun cuando no alcanzó a ser
aplicada en la selva, en los años del gobierno militar se dieron dos normas importantes
desde el punto de vista del acceso a la tierra y de seguridad de la tenencia. En 1974 el
gobierno militar promulgó la Ley de Comunidades Nativas y Promoción Agraria de las
Regiones de la Selva Alta y Selva Baja, para regular el acceso a la tierra en la región
amazónica. La mayor contribución de esta ley fue el reconocimiento del derecho de los
asentamientos indígenas a la propiedad legal de sus tierras. Esta ley (DL 20653)
declaraba la tierra comunal indígena como inalienable, imprescriptible e inembargable.
Sin embargo, reconocía derechos sobre la tierra solo a las comunidades nativas, es decir,
a los asentamientos locales y no a los pueblos indígenas en tanto pueblos originarios.
Pese a todos los problemas, la implementación de la reforma logró quebrar la
dominación tradicional de los terratenientes sobre las comunidades, que era el mayor
factor que jugaba en contra de estas. Es difícil evaluar el avance experimentado por los
campesinos de manera cualitativa ya que la reforma abrió ámbitos de decisión que
habían estado fuera del alcance de las comunidades; lo mismo ocurre con una
comparación entre los salarios percibidos antes y después de la reforma. Sin embargo,
se puede ver que hubo una ampliación de los servicios sociales de salud, educación y
vivienda proporcionados por las empresas.
Una de las críticas más duras a la reforma es que fue ‘anti comunera’, porque formó
empresas cooperativas con los antiguos trabajadores de hacienda en vez de devolver la
tierra a las comunidades campesinas que habían sido desplazadas hacia tierras más
pobres.
La reforma más llamativa y completa impuesta por el gobierno de Velasco fue eliminar
todas las grandes propiedades privadas, la conversión de la mayoría de ellos en
cooperativas propiedad de los trabajadores anteriores en las haciendas. La reforma
tenía por objeto destruir la base de poder de la elite tradicional del Perú y fomentar una
sociedad más cooperativa como una alternativa al capitalismo.
Tales efectos sociopolíticos aparentemente dominado las cuestiones de la producción
agrícola o de cualquier cambio previsto en los patrones de uso de la tierra. Era como si
las cuestiones de propiedad eran lo que importaba no, las consecuencias para la
producción o los ingresos rurales. De hecho, el gobierno no tardó en crear un sistema
de controles de precios y la compra de alimentos el monopolio de las empresas estatales
destinadas a mantener bajos los precios a los consumidores urbanos, no importa cuál
sea el costo a los productores rurales.
Como se mencionó anteriormente, las cooperativas tuvieron un éxito muy desigual, y la
mayoría se convirtieron en propiedades privadas individuales durante los años 1980. Las
conversiones fueron autorizadas en 1980 por los cambios en la legislación de reforma

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agraria básica y fueron puestos en vigencia después de mayoría de votos de los
miembros de la cooperativa en cada caso.
Las preferencias de las personas involucradas en ese momento fueron claramente
contrario a la intención de la reforma original. Sin embargo, el conjunto de cambios no
fue un retorno a la estructura anterior a la reforma agraria. De hecho, la conversión salió
del Perú con un patrón mucho menos desigual de la propiedad de la tierra que la que
tenía antes de la reforma y con un papel mucho más importante para la agricultura
familiar que nunca en su historia.
3.4. TRABAJO Y EL CAPITAL EN EL SECTOR INDUSTRIAL
En línea con su concepción básica del orden social, el gobierno militar creó también un
complejo sistema de "comunidades industriales". Bajo este sistema, las empresas del
sector moderno se requieren para distribuir parte de sus beneficios a los trabajadores
en forma de dividendos que constituyen participaciones en la propiedad. La intención
era convertir a los trabajadores en propietarios y la propiedad de la propiedad en una
forma de compartir en aras de la reconciliación de clases. Pero en la práctica, el sistema
nunca funcionó bien. Las empresas hicieron todo lo posible para evitar informar los
beneficios con el fin de posponer el compartir la propiedad, a veces mediante la creación
de empresas fuera del sistema a los que se canalizan las ganancias, a veces mediante el
ajuste de los libros y, en general, manteniendo un paso por delante de los reglamentos
previstos. Una pequeña fracción de los trabajadores de la industria adquirido las
acciones de las empresas, sino como una regla de los trabajadores no estaban tan
interesados en el largo plazo, las reclamaciones de la propiedad como lo fueron en
condiciones inmediatas de trabajo e ingresos. Para los sindicatos, todo el enfoque
parecía un intento de subvertir cualquier papel de la acción sindical y conseguir que la
organización irrelevante. El sistema no era muy popular entre uno y otro lado. Se fue
rápidamente abandonada cuando las alas más conservadoras de los militares tomaron
el poder a general Velasco en 1975.
Intento de reforma de las relaciones laborales en los mediados de 1970 también se
incluyen severas restricciones a los derechos de los trabajadores hasta el alta una vez
que pasa un breve período de prueba de empleo. Un proceso de revisión encargado de
examinar las disputas se llevó a cabo de una manera que hace prácticamente imposible
las descargas. Los empresarios eludir las restricciones en cierta medida por la
contratación de trabajadores con carácter temporal, hasta el punto en el que tendrían
que mantenerse y luego dejarlos ir antes de que las restricciones aplicadas. Los
empresarios se mantuvieron sin tregua hostil a este tipo de regulación, principalmente
en los motivos que llevaron a su principal medio de ejercer disciplina sobre sus
trabajadores. Esta forma de regulación también fue eliminada poco después de que
Velasco perdió el poder.

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3.5. PROTECCIÓN Y PROMOCIÓN DE LA INDUSTRIA
Junto con la intención de resolver el conflicto de clases interna, el gobierno de Velasco
decidido a reducir la dependencia del Perú en el mundo exterior. Los dos componentes
más importantes de la estrategia fuera una unidad para promover la rápida
industrialización y un ataque sobre el papel de las empresas extranjeras. En contraste
con las estrategias de industrialización de la mayoría de los otros países de América
Latina, la intención del régimen de Velasco era industrializar, sin dar la bienvenida a la
inversión extranjera.
El anterior gobierno de Belaúnde había comenzado a Perú en el camino de la protección
para promover la industria, y en este sentido, el gobierno de Velasco reforzado en lugar
de invertir la actual estrategia. Más allá del recurso habitual a altos aranceles, el
gobierno de Velasco aprobó la Ley de la Comunidad Industrial de 1970 que le dio ningún
empresario en el registro de los fabricantes el derecho a exigir la prohibición de las
importaciones que compiten con sus productos. No hay preguntas de los costes
excepcionalmente altos de la producción, la calidad deficiente del producto, o
posiciones monopólicas fomentadas mediante la exclusión de competencia de las
importaciones se les permitió ponerse en el camino. Antes de tener éxito el gobierno
del general Francisco Morales Bermúdez Cerrutti (1975-1980) comenzó a limpiar la
batería de las exclusiones de protección en 1978, la tasa arancelaria promedio alcanzó
el 66 por ciento, acompañada de restricciones cuantitativas a las 2.890 posiciones
arancelarias específicas.
Además de las medidas de protección, el gobierno de Velasco promovió la inversión
industrial mediante la concesión de exenciones fiscales importantes, así como las
exenciones arancelarias a las importaciones utilizadas por los fabricantes en la
producción. Los beneficios fiscales ofrecidos a través de estas medidas industriales
igualaron el 92 por ciento del financiamiento interno total de la inversión industrial en
los años 1971 y 1975.
La inversión aumentó con fuerza en respuesta a estas medidas, así como con el aumento
simultáneo de la demanda agregada. Sin embargo, las exenciones de impuestos también
han contribuido a un aumento de déficit del sector público y por lo tanto al principio de
la presión inflacionaria grave. Además, las exenciones de aranceles dada a los
industriales en sus propias importaciones de equipos y suministros llevaron a un fuerte
aumento en la proporción de importaciones y la producción para el sector industrial.
El 9 de Octubre de 1968, apenas seis días de haberse producido el golpe militar, Juan
Velasco Alvarado comenzó su gobierno con un engañoso proceso de “nacionalización”
que afianzaría su rebelión. Ese día, con un aparatoso despliegue militar (bastaba enviar
a un fiscal), se expulsó por viejas diferencias tributarias, a la “insolente” empresa
estadounidense International Petroleum Company (IPC), que explotaba desde hacía 50
años los yacimientos petroleros de La Brea y Pariñas, y que controlaba la refinería de
Talara, en Piura, al norte de Perú. Velasco no sólo expropió las instalaciones, sino que

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anunció que no pagaría indemnización alguna. Por el contrario, dijo que exigiría la
cancelación de una supuesta deuda que la IPC mantenía con Perú, que alcanzaría los
US$690 millones. Además, declaró aquella fecha como el “Día de la Dignidad Nacional”.
Lamentablemente, todo fue un montaje para las masas. Debajo de la mesa las cartas se
manejaron de otra manera. El dictador llegó a un acuerdo secreto, conocido como
“Green- De la Flor”, que resultó ser todo un escándalo y que se firmó a inicios de 1974.
Mediante este acuerdo secreto, Perú no sólo condonaba a escondidas la supuesta deuda
millonaria de la IPC, sino que le desembolsaba US$150 millones. Es decir, a pesar de que
supuestamente se combatía al imperialismo, Velasco pagó secretamente una
exorbitante indemnización. Cuando el diario El Comercio editorializó indignado sobre
este tema, Velasco respondió con ataques y amenazas a través del sector de la prensa
que ya estaba parametrada (La Crónica, Extra y Expreso). También se deportó a juristas
y a periodistas que denunciaron el hecho.
3.5.1 DESTRUYÓ LA PESCA
Pero eso no fue lo único que la tiranía velasquista hizo mal. La industria pesquera,
creciente hasta hacía algunos años, empezó a dar un vuelco impensable. Atrás quedaban
los tiempos del joven emprendedor Luis Banchero Rossi, que se había convertido en el
más próspero empresario del rubro y que había colocado al Perú en el liderazgo
pesquero mundial. Tras su muerte, en enero de 1972, Velasco estatizó el sector. En total
se aglomeraron 84 empresas (105 fábricas, 1,400 embarcaciones y 27 mil trabajadores)
bajo Pesca Perú.
Según la historiadora Margarita Guerra, directora del Instituto Riva-Agüero y autora de
diversas publicaciones, “la pesca empezó a hacerse de manera indiscriminada. Se trató
de conseguir el máximo provecho de la anchoveta (materia prima para la elaboración
de harina de pescado), sin considerar que ello afectaba la cadena alimenticia”.
En efecto, varios informes confidenciales de la Marina de Guerra aterrizaron sobre el
escritorio del entonces poderoso ministro de Pesquería y voceado heredero de Velasco
a través de su partido MLR, el general Javier Tantaleán, alertando sobre una sobrepesca
que afectaría la biomasa del recurso y el equilibrio hidrológico.
Pero Tantaleán, que según se dice había sido nombrado ministro porque hacía pesca
submarina y sabía por eso el nombre de los peces, no prestó atención. Velasco no sólo
lo apoyó, sino que incluso le mandó a construir una costosa e inútil mole faraónica (lo
que hoy es el Museo de la Nación) para que instalara su ministerio.
Y vino la catástrofe ecológica por la sobrepesca. Mientras que en 1968 se extraían
10,263 toneladas de anchoveta, en 1975 la producción se redujo a 3,709 toneladas. El
recurso tardó muchos años en recuperarse. Las pérdidas también se contaban en miles
de millones en Pesca Perú, según el libro Anchovetas y Tiburones del economista Carlos
Malpica, lo que le costó la deportación.

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3.5.2. TUMBÓ LA MINERÍA
Pese a los catastróficos resultados de la Reforma Agraria y la estatización del petróleo y
la pesca, Velasco insistió. A inicios de 1974, a través de un decreto, expropió las
instalaciones de la Cerro de Pasco Copper Corporation, que extraía cobre, plomo, estaño
y otros minerales de las minas de Yauricocha, Casapalca y Morococha, creando
Centromín Perú. La producción del cobre sufrió un descenso considerable. Según el libro
Un siglo de vida económica en el Perú, de Gianfranco Bardella, el contenido fino de este
metal alcanzó las 218 mil toneladas en 1970, mientras que en 1975, tras la expropiación,
sólo llegó a 176 mil toneladas. Ni qué decir de la tremenda disparada de la
contaminación que sufrió Cerro de Pasco. El hierro correría igual suerte. Velasco
aprovechó las Fiestas Patrias de 1975 -en agosto felizmente lo depondrían- para tomar
los yacimientos de hierro en Marcona, en Nasca, que explotaba The Marcona Mining
Company. Así nació Hierro Perú. Ese año la producción llegó a 5,067 toneladas. Para
1980, con Morales Bermúdez, bajó a 3,780 toneladas.

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4. ASPECTO SOCIAL
4.1. REFORMA EDUCATIVA
En un país como el Perú, en el que se prohibía el voto de los numerosos analfabetos, la
educación pública era una herramienta para mantener ignorante a la mayoría de la
población, facilitando su explotación.
Para un gobierno revolucionario, la educación estaba entre las primeras prioridades.
Debía hacerse una profunda reforma educativa que lograra liberar al hombre para la
creación de una nueva sociedad.
La reforma educativa promulgada por el presidente Juan Francisco Velasco Alvarado
tuvo gran repercusión en nuestra historia. Fue una reforma que abordo los problemas
fundamentales de la educación peruana como cuestión política y socioeconómica. Esta
reforma tenía la visión de usar a la educación como medio de un proyecto de
transformación social. Asimismo, el proyecto está orientado a los siguientes fines:

 El trabajo adecuado para el desarrollo integral del país.


 El cambio estructural y el perfeccionamiento de la sociedad peruana.
 La autoafirmación y la independencia del Perú dentro de la comunidad
internacional.
El nuevo objetivo de la educación estaba orientadas a transformarla estructura de la
educación creando un sistema humanista que permitiera exaltar la dignidad del hombre,
haciéndolo reconocer su derecho a la educación, sin discriminación alguna. La educación
entonces se orientó al trabajo para alcanzar la plena realización del hombre.
Se tuvo un criterio educativo flexible, adecuado a las necesidades de la población de las
diversas regiones del país.
Se enfatizo la necesidad de lograr la gratuidad de la enseñanza, sostenida totalmente
por el estado y de acuerdo con las posibilidades económicas se buscó la dignificación del
magisterio, asegurando su formación y continuo perfeccionamiento, con una situación
económica que progresivamente fue acorde con su elevada misión.
La reforma educativa por la oposición de un magisterio politizado no pudo aplicarse
debidamente, pero alcanzo algunos frutos.
Se impulso la educación técnica orientado al trabajo a los jóvenes desde la secundaria a
través de las ESEP. Se dio una nueva ley universitaria que, a pesar de sus aportes
modernizadores, fue sistemáticamente por lo estudiantes y profesores.
En septiembre de 1969 (a menos de un año de iniciado el Proceso Revolucionario) se
estableció la Comisión de Reforma de la Educación, con la misión de proponer una
reestructuración total del sistema nacional de educación. La integración de dicha
comisión fue sin lugar a duda, un acierto. Se convoco la participación de prominentes
profesores de diversas disciplinas y campos de actividad, la convocación fue
27
interdisciplinaria; tal composición permitió que la problemática educativa no fuera
considerada única y exclusivamente – como había ocurrido en las anteriores “reformas
de educación” del siglo XX en el Perú desde la perspectiva pedagógica. En la comisión se
contó con la participación de educadores, filósofos antropólogos, economistas,
sociólogos, psicólogos, ingenieros, abogados, médicos, lingüistas, arquitectos,
administradores, planificadores, tecnólogos, etc.
La conformación de este equipo interdisciplinario permitió que se analizara con un
criterio más amplio y objetivo la problemática global de la sociedad peruana en general
y la problemática de la educación en particular. La estrategia de trabajo que opto la
comisión consistió en hacer un análisis de la problemática nacional y, como parte de
ella, un análisis a fondo del tema educativo, contando para el efecto con el concurso de
instituciones y personas que habían realizado estudios de la materia. Como resultado
de tales análisis: se formuló el marco doctrinario de la nueva educación, se diseñó la
estructura del nuevo sistema y se formuló los lineamientos básicos de estrategia para
su aplicación.
El 21 de marzo de 1972 se promulgo el D.L.19326 y con él se da inicio a la reforma más
importante, que sobre el sistema educativo se haya producido en el Perú republicano.
La estructura del sistema educativo comprendió:
 Educación inicial
 Educación básica regular y laboral
 Educación superior:
 Las ESEP en el I ciclo
 Las universidades en el II ciclo
 Instituto Nacional de Altos Estudios en el III ciclo
 Otras modalidades:
 Calificación profesional extraordinaria
 Educación especial
 Extensión educativa
Se definió la concepción del currículo integral integrada por los siguientes componentes:
 Conocimientos
 Actividades
 Capacitación para el trabajo
 Orientación del educando
Planteo la revaloración de la mujer, la coeducación, la educación bilingüe, la
oficialización del quechua y el sistema de nuclearización de la educación nacional como
organización comunal de base para la cooperación y gestión de los servicios educativos,
promoviendo un modelo de desarrollo inclusivo, con la participación de las clases
trabajadoras y pobres por primera vez en l historia peruana.

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Finalmente podemos concluir que en este gobierno se invirtió en una reforma cultural
que rescato las artes, historia y expresiones de la diversidad racial y cultural de los
peruanos.
4.1.1. EL NUEVO SISTEMA EDUCATIVO
El sistema que la reforma introduce distingue tres niveles generales de educación,
siendo el primero el que concierne a la formación de los niños antes de los seis años y
también a la orientación de la familia y la comunidad para ofrecer una atención a esos
niños en la etapa decisiva de su desarrollo personal.
A este nivel, llamado de Educación Inicial, sigue una Educación Básica de nueves grados,
que es general y obligatoria. Se ofrecerá en tres ciclos y tanto en forma regular para
niños cuanto de modo no regular, la llamada Educación Básica Laboral, para
adolescentes y adultos que no han podido seguir estudios regulares.
Aquí cobran importancia especial los medios de educación no-escolarizada que
permitían una efectiva acción educativa con una población que generalmente tiene gran
resistencia al sistema educativo.
Un tercer nivel es el de la Educación Superior, comprende asimismo tres ciclos de
profesionalización y estudios avanzados, desde de los que califican intermedia en
profesiones cortas que conducen a la obtención de un bachillerato profesional, hasta los
altos estudios de carácter doctoral. También en este nivel, paralelamente a las formas
regulares de la educación, la nueva legislación sanciona formas no-regulares y
desescolarizadas, así como el reconocimiento de estudios independientes que, por
tanto, valdrán a lo largo de toda la educación.
El sistema incorpora varias modalidades educativas, definidas en la Ley General como
“las variantes de los niveles del sistema, establecidos para adaptarlo a las condiciones y
peculiaridades de los educandos y a las necesidades sociales y económicas del país”.
Además de la Educación Básica Laboral, es muy importante la Educación Especial
para educandos que presentan caracteres de excepcionales, la Calificación Profesional.
Extraordinariamente, que asegura el reciclaje, la adaptación y el perfeccionamiento
permanente de los trabajadores de toda clase: y la llamada Extensión Educativa, que
comprende la educación no-formal de variados tipos. Este influjo permanente que
recibe el individuo de la sociedad debe ser especialmente considerado por los profundos
efectivos formativos que tienen en la actualidad los medios de difusión colectiva.
El cambio del antiguo sistema al nuevo se realiza gradualmente de acuerdo con un plan
incorporado al Plan Sectorial, dentro de la planificación general que cubre todas las
actividades del Estado y de la producción. A partir de la dación de la Ley General, en
1972, se estima que la conversión se habrá cumplido en 1980.

29
4.1.2. LA DESESCOLARIZACIÓN EN LA REFORMA
La reforma educativa peruana acepta la desescolarización no como una norma absoluta
y rígida, sino como un principio general abierto, susceptible de ofrecer soluciones a los
problemas que la transformación de la educación presenta en la práctica dentro del
contexto nacional.
La ley general emplea una y otra vez este principio, señalando que él puede aplicarse en
todos los niveles y modalidades del sistema. En su artículo 28 expresa que: “el estado
fomentara el adecuado empleo de los medios no escolarizados, con el objetivo de hacer
la educación más flexible, completa y accesible, de favorecer la participación de todos
los sectores de la comunidad y elevar el rendimiento de la inversión educativa. Las
principales acciones que en este punto se ha tomado cubren la educación no regular, el
autoeducación y los estudios independientes, el nivel de educación inicial, la
teleeducación y la nuclearización.
La ley general prescribe la existencia de estudios no regulares paralelos a los regulares,
en todos los niveles del sistema, y con el mismo valor que estos. Estas prescripciones,
que sirve sobre todo para ampliar las posibilidades de acceso a la capacitación para el
trabajo y la formación profesional, es la condena de muerte del privilegio de la escuela
y de la mitología de los títulos concedidos por esa, que hasta ahora ha sido la patente
de corso de la discriminación social en la formación para el trabajo. Estos estudios no
regulares son en esencia no escolarizados, se realizan frecuentemente como
entrenamiento en servicio y permiten que un vasto conjunto de educandos pueda
llevarlos sin prejuicios de sus limitaciones laborales o económicas. Si a esto se agrega la
modalidad de calificación profesional extraordinaria, que es una de las novedades que
introduce el nuevo sistema, también concentra sus acciones en las formas no
escolarizadas, entonces se verá que la aplicación del principio de la desescolarización es
ya muy amplio considerándolo solo este aspecto.
Los resultados de la aplicación de la desescolarización en la capacitación para el trabajo
en el modo de estudios no regulares o de ciclos de calificación extraordinaria se pueden
ya comprobar a los dos años de ya promulgada la Ley General, en campos laborales
como la industria pesquera, la actividad portuaria, la minería y la producción
agroindustrial. Sobre la base de estas experiencias de abre un promisorio horizonte de
aplicaciones cada vez más extendidas y especializadas.
En segundo lugar, la Ley General pone énfasis en el autoeducación, es decir, en el
proceso por el cual el hombre mismo, el individuo como centro de pensamiento y
acción, conduce su propia configuración personal en intercambio dialectico con su
grupo.
Las reformas educativas peruanas son conquistadas fundamentales en ese sentido: los
estudios independientes, diversificados y flexibles, el régimen no regular, el
autoaprendizaje y la capacitación permanente en todos los niveles del sistema. Esto
quiere decir que no solo en el nivel básico de la enseñanza sino también en todas las
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formas de educación profesional, de especialización y de perfeccionamiento, incluyendo
la educación universitaria, cualquier peruano puede reclamar el derecho a seguir
estudios libres, elegir el currículo que más se adecue a sus necesidades y posibilidades
y a iniciar o recomenzar estudios desde cualquier situación o edad, con pleno derecho a
alcanzar, por las evaluaciones correspondientes, el reconocimiento de los grados y la
obtención de los títulos a los que aspire.

4.2. LA INTERVENCIÓN A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Una de las medidas de repercusión de la Revolución Peruana fue la expropiación y
sectorización de los diarios de circulación nacional, que -como sigue ocurriendo no solo
en América Latina- son de propiedad de grandes grupos económicos y tienen poder
político e influencia en importantes sectores. El velasquismo sostenía que las ideas
rectoras de la expropiación de medios obedecían a que no se tergiversaran ni se
entendieran mal por parte de la prensa las “intenciones y propósitos” de la revolución.
Al respecto, el presidente señalaba en su plan de gobierno lo siguiente: “La nueva
legislación sienta las bases permanentes de la auténtica libertad de expresión en el Perú.
Establece un claro distingo entre los diarios de circulación nacional y todos los otros
órganos de prensa que se publican en el país. Para estos últimos, no introduce
modificaciones sustanciales. Pero para los primeros, es decir, para los seis diarios no
estatales que se editan en la capital de la República, plantea una profunda alteración de
status y régimen de propiedad. Obedeciendo a la letra y al espíritu del Plan de Gobierno
de la Fuerza Armada, todos ellos han sido expropiados y su propiedad transferida a los
más significativos sectores sociales”.
La expropiación de la prensa diaria fue iniciada por Velasco el 27 de julio de 1974,
“incitado por dos de sus hombres de confianza, Héctor Cornejo, jefe de la Democracia
Cristiana, y Augusto Zimmermann Zavala”. A partir de entonces, si bien el gobierno
manejó los diarios, las revistas, “cuando no fueron clausuradas, se mantuvieron como
censores implacables del velasquismo”. Entre los periódicos expropiados figuraron “La
Prensa” y su vespertino “Última Hora”, Correo y Ojo, del mismo grupo; Expreso y su
vespertino Extra; La Crónica y El Comercio.
Un argumento de los defensores de la medida era que los diarios representaban a
“antiguos grupos e intereses económicos que los poseían y a quienes defendían”. En una
interpretación singular –y un tanto ingenua o forzada- de Francisco Moncloa, periodista,
escritor y editor peruano de larga trayectoria, afín al velasquismo, esos grupos ya
habrían “desaparecido previamente como efecto de las reformas”. Moncloa sostenía
que estos actos de expropiación no debían ubicarse “como las típicas medidas políticas
destinadas a silenciar oposiciones”, sino que eran consecuencia de otras “reformas
estructurales” en un “contexto revolucionario” y que debían ser analizadas desde esa
perspectiva. En efecto, para el autor “los periódicos de gran circulación eran de
propiedad o estaban controlados por los grupos económicos que dominaban al país en
las áreas de enclaves de dependencia”.

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La Prensa y Última Hora eran propiedad de grupos latifundistas azucareros y
algodoneros de las firmas exportadoras de esos productos; Correo y Ojo –este último de
tipo sensacionalista- eran propiedad de intereses relacionados con la industria de la
harina de pescado, que se descapitalizaba tras haber depredado “sin límite ni temor” a
un importante sector de la riqueza ictícola peruana. “Las empresas entraron en un
momento dado en colapso y el estado tuvo que asumirlas todas” para “salvar la industria
y corregirla”. Ante la estatización de la economía en varios sectores, aún anterior a
Velasco, La Prensa dejó de representar a sectores económicos determinados y los
accionistas habían hecho prácticamente “abandono de la empresa en manos de un
grupo de periodistas que, por inercia y ceguera, seguían defendiendo a los que ya no
existían”. La Revolución Peruana asignó el diario a la “comunidad laboral”, industrial,
minera o pesquera, que se irían agrupando en la Confederación Nacional de
Comunidades Laborales (Conaci).
Expreso (en donde era columnista Moncloa) había sido fundado por Manuel Mujica
Gallo, un intelectual y latifundista, cuyos intereses fueron absorbidos por Manuel Ulloa,
representante de los grupos económicos norteamericanos y fundador del grupo Deltec.
Según Moncloa, Ulloa también tenía vínculos con los argentinos Adalbert Krieger
Vassena, ministro de Economía de Juan Carlos Onganía, quien lideró la denominada
Revolución Argentina, y Van Peborgh, figura económica del onganiato, y operó
políticamente para conformar un nuevo “poder oligárquico” en el Perú. “Así con el
apoyo de las grandes empresas norteamericanas, del sector más reaccionario y
entreguista” del belaundismo, se afianzó como ministro de Hacienda del Perú y virtual
candidato y sucesor de Belaunde Terry, quien fue destituido por Velasco Alvarado. En
cuanto a La Crónica fue por una familia italiana, Larco, que competía con una alemana,
Gildemesiter, por el control de tierras, producción y comercialización azucarera, pasó a
manos de la familia Prado, propietaria del Banco Popular, que se desplomó durante el
belaudismo. El diario pasó a manos del Estado y el gobierno de Velasco Alvarado lo
asignó al Sistema Nacional de Difusión “como único diario estatal”, aparte de la Gaceta
Oficial. Otros medios expropiados fueron entregados a sectores e intereses que
afloraban durante la revolución y que se incorporaban a “una nueva conformación del
poder real”.
Un capítulo especial merece El Comercio, que era más que centenario cuando la
dictadura de Velasco. Perteneció a la familia Miró Quesada, que a diferencia de otras
propietarias de diarios tradicionales sudamericanos “no tenía interés, inversiones, ni
negocios en ninguna otra actividad que no fuera el diario”. Ello no significaba que El
Comercio defendiera a grupos de intereses, aunque no pudiera vincularse con ninguna
empresa. En el siglo XIX, el diario, por “estrictas razones” de negocio, se ubicó en
posiciones defensivas ante los grupos importadores y comerciales. De allí proviene el
nombre de El Comercio. Durante esa época, en Perú, tras cesar la dominación de España,
pasó a ser de interés de Inglaterra, sobre todo para monopolizar y comercializar el
guano, recurso económico de gran importancia. Según Mariátegui, la evolución de la

32
economía peruana se abre con el descubrimiento de la riqueza del guano y del salitre y
“se cierra con su pérdida”.
El Comercio terminó vinculado con los importadores y comerciantes “por obvias razones
de la publicidad comercial y de venta sistemática durante tantas decenas de años a un
público urbano”. Llegó a dar “recias luchas” a favor de los importadores y comerciantes
y en contra de los exportadores; “y hasta tener un cierto aire industrialista en un país
prácticamente sin industrias”. Durante el siglo XX, El Comercio terminó siendo, “en
cierta forma, el administrador y el representante más destacado y firme” de sectores
profesionales, comerciantes, capas medias y los estratos más encumbrados de la
sociedad.
Como otros medios, durante la revolución de Velasco Alvarado, El Comercio fue
asignado “a los sectores sociales organizados”. En este caso el periódico correspondió a
los trabajadores del campo. El primer director de El Comercio estatizado fue Héctor
Cornejo Chavez, dirigente que lideraba el Partido Demócrata Cristiano, asesor de la
dictadura velasquista y autor de la ley de confiscación de medios. Como señala la
socióloga peruana María Teresa Quiróz, terminada la Revolución, y bajo una apariencia
de objetividad, El Comercio volvió a ser el vocero de las posiciones conservadoras y
liberales de derecha.
La expropiación y sectorización de diarios corrió la misma suerte que el velasquismo
ante la “segunda etapa” del proceso militar que presidió el general Morales Bermúdez.
Debilitados y con escasa influencia dejaron paso a las revistas, algunas de las cuales
cuestionaron al velasquismo, caso del semanario El Tiempo, el quincenario Caretas o
Equis X; estas dos últimas dirigidas por Ismael Frías, fundador del Movimiento Social
Demócrata, una corriente minúscula.
A través de estas publicaciones la prensa recobró poder y demandó elecciones.
Reabiertas las revistas opositoras a comienzos de 1977, “con el compromiso de no dudar
de la unidad militar ni atacar su plan económico”, la salida de los periódicos coincidió
con el lanzamiento del plan Túpac Amaru de Morales Bermúdez, “mediante el cual el
gobierno se diferencia claramente de la etapa Velasco, elabora una severa autocrítica
de su gestión, anuncia el retiro a los cuarteles y el comienzo de las conversaciones para
gestar el recambio”.

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5. CONCLUSIONES
 El gobierno de las fuerzas armadas de Velasco Alvarado se dio un gran cambio
en el aspecto político, ya que en su forma de gobierno los partidos políticos no
tenían poder representativo en las decisiones de gobierno.
 Durante el gobierno se logró hacer un cambio de la percepción social y las clases,
ya no concentrando el poder en las clases con mayores recursos (organizaciones
oligárquicas).
 El gobierno militar, reivindicó a la patria a partir de la población históricamente
marginada. Para ello, se realzaron los valores nacionales mediante un discurso
nacionalista
 Se tuvo una mayor autonomía en cuanto al aspecto internacional. Esto tuvo
como resultado la expansión del órgano estatal, que se evidencia mediante la
intervención estatal en la vida económica y social, la creación de nuevos
ministerios, entidades públicas, empresas estatales y el ejercicio de la
institucionalidad sin autonomía

 La orientación ideológica y política del gobierno militar se elaboró a partir del


encuentro entre la corriente nacionalista de un grupo de oficiales de la Fuerza
armada y la corriente participativa y autogestora de grupos de intelectuales
independientes. En un principio la convergencia de estas orientaciones se basó
en el rechazo del capitalismo y del comunismo; para posteriormente orientarse
hacia una democracia social de participación plena.
 La estrategia política del gobierno militar se caracterizó por la concentración de
las decisiones estratégicas de la cúpula del estado, la conservación de la unidad
de la fuerza armada y la apertura de la participación de los trabajadores en las
unidades económicas y en organizaciones representativas sectoriales. Empero
uno de los principales problemas que afrontó el gobierno radicaba en la
fragilidad de su base política real: un minoritario grupo de militares dentro de la
fuerza armada y un minoritario grupo de civiles dentro del estado. El poder de
los primeros dependía de la ocupación de los puestos de mando de su institución
y en el empleo del principio castrense de jerarquía y el de los segundos, tanto en
su capacidad persuasiva para lograr que el estado hiciera suyos sus propios
planteamientos como en su capacidad para promover organizaciones populares
autónomas.
 Uno de los principales problemas que atravesó este gobierno de las Fuerzas
armadas, estuvo constituido por la falta de capacidad para conservar la
institucionalidad en el mismo, es decir, de que quien gobernaba realmente eran
las Fuerzas armadas y no una persona en particular, empero, el general Velasco
se convirtió en el garante de la viabilidad de la estrategia política y en el árbitro
de los conflictos de intereses; instaurándose un liderazgo personal carismático.
De este modo, al ir decayendo la figura del general ya sea por los constantes
ataques de los que se consideraban su oposición como por su enfermedad; el
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grupo cercano de oficiales que inicia con Velasco la revolución nacional
interviene en su cancelación. Con ello contribuyeron a fundar la
intelectualmente estremecedora conclusión popular de que la Revolución era
Velasco.
 Las reformas que realizó el gobierno junto con la estatización de varios sectores
de la producción hicieron que varios servicios públicos pasaran a manos del
Estado. Sin embargo, las nacionalizaciones y la nueva legislación dieron paso a
un panorama de incertidumbre económica que hizo difícil convencer a las firmas
extranjeras para que inviertan el capital que se necesitaba.
 El objetivo que se proponían era lograr un crecimiento que estuviera
determinado por exportaciones con valor agregado y mayor integración de la
economía local. Las actividades de las empresas extranjeras debían ser limitadas
y reguladas, luego, la economía nacional podría obtener ganancias de un modelo
de sustitución de importaciones por productos intermedios, a través del
desarrollo de la industria nacional mediante el incentivo a la importación de
bienes de capital y la restricción de las importaciones de manufacturas .

 Queda pendiente iniciar un proceso de reforma que se oriente a resolver los


problemas estructurales de la educación entre los que destacan: la calidad, la
desigualdad educativa, la descentralización, la revaloración del rol de maestro
mediante su desarrollo integral y la carrera magisterial, la concertación entre el
estado, el magisterio y la sociedad civil, para impulsar el proceso de cambio
educativo, que a su vez sea pertinente a las exigencias de la revolución científica
y tecnológica, la preservación del medio ambiente.

 Los procesos económicos. Sociales y culturales: que ponga por delante el


combate a la pobreza y el desarrollo humano. Todo lo anterior articulado por
una concepción educativa integral, para el desarrollo de capacidades creativas,
afectivas, cognitivas, identidad, la autonomía, un alto sentido ético y una
voluntad transformadora personal y de la realidad social

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6. BIBLIOGRAFÍA
BAELLA TUESTA, Alfonso (1976). El Poder Invisible. Lima: Editorial Andina S.A.
KLAREN, Peter (2004). Nación y Sociedad en la Historia del Perú. Perú: IEP Instituto de
Estudios Peruanos.
MCCLINTOCK, Cynthia y VALLAS, Fabián (2005). La democracia negociada: Las relaciones
Perú – Estados Unidos (1980 – 2000). Perú: IEP Instituto de Estudios Peruanos
CHAVEZ, Teresa. La enseñanza de la historia del Perú en la educación secundaria durante
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Pedagógico San Marcos. Pag 17-55. Las reformas educativas en el Perú, América Latina
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https://www.youtube.com/watch?v=EXxS4X_R9d8

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7. ANEXOS

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