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tyo
libros
Prueba,
experimenta
y aprende:
marketing para
librerías
Manuel Gil
Luis González: coordinador de la colección
Mariángeles Fernández: edición
Jorge Bermejo: maquetación y producción
Índice
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
A modo de conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Agradecimientos
Escribir un libro de estas características no me ha sido nada fácil. De hecho,
ha constituido un reto personal importante. ¿Por qué? El tiempo para escri-
birlo debía ser utilizando las vacaciones de verano, lo que siempre conlleva
tensiones familiares en la medida en que requería concentrarse y estar aisla-
do, cuestión ciertamente complicada en mi caso en esta época del año. Es el
momento en que aprovecho para reunirme con mi extensa familia manchega
y compartir con ellos conversaciones diversas, desde los hijos hasta la econo-
mía, y un día puedes poner una excusa de indisposición, pero varias semanas
es complicado.
Es por ello que debo comenzar agradeciendo a mi mujer, Almudena,
la “paciencia de relojero” que ha tenido durante estas semanas. También es
justo expresar mi agradecimiento a Luis González, de la Fundación Germán
Sánchez Ruipérez y Casa del Lector, sin su apuesta y respaldo no hubiese po-
dido escribirlo. Y por último, quiero agradecer a María José Acuña su apoyo
en la redacción de los temas relacionados con el marketing online, siempre
dispuesta a escucharme, corregirme y sugerirme; con ella me honra una enor-
me amistad desde hace años. Por ello, contar con sus opiniones (y correccio-
nes) han constituido un auténtico privilegio para mí. Dedicarles el libro a todos
ellos es lo menos que merecen.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 7
Introducción
El documento que usted, querido lector, acaba de descargar es un ensayo
que en algunos casos contiene más preguntas que respuestas. El tema central
es el marketing para libreros y librerías, partiendo de la idea de que lo que
denomino el “capital librero” es muy complicada y compleja.
En todos los análisis sobre la cadena de valor del sector, la librería siem-
pre aparece como el eslabón más débil y es el que se enfrenta quizá a mayores
desafíos. Este texto son reflexiones, en muchos casos abiertas, que posibilitan
el debate y el contraste de opiniones. No es, por tanto, un manual, ni un libro
de recetas, ni un texto de autoayuda. Es sencillamente un espacio abierto de
ideas para contrastar, reflexionar y debatir.
Desde hace más de quinientos años, el libro ha sido el depositario y
paradigma de la cultura. En la actualidad, y aunque todavía conserva grandes
dosis de protagonismo, su liderazgo se está viendo amenazado por otras
“Todo el sector del
libro debe abrir
una vía de reflexión
formas de consumir contenidos y por otros elementos del mercado del ocio y sobre la necesidad
el entretenimiento. No se puede decir en el caso de la librería, que “el futu-
de mantener un
ro sea el pasado más la inflación”. “Su problemática radica paradójicamente
tejido de librerías
”
en que sus tres ventajas competitivas –la proximidad, la legitimación social y
la visibilidad del contenido–, están hoy seriamente cuestionadas”[1]. Muchos de fondo
agoreros y escritores de responsos fúnebres dan por finiquitada la librería.
Soy de los que piensan que la defensa de la librería, del libro y la lectura, es
un acto de resistencia frente a la ramplonería y empobrecimiento cultural de
una sociedad mercantilizada y vacía. Y todo el sector debe abrir una vía de
reflexión sobre la necesidad de mantener un tejido de librerías de fondo que
posibilite la visibilidad de una edición bibliodiversa. Mantener y aumentar el
capital librero de un país es un indicador de su nivel cultural. Y esto también
es “marca España”.
Las librerías han sido, y son, el imprescindible punto de encuentro entre
los lectores y el libro, pero es un mundo que está cambiando con rapidez. La
aparición de grandes almacenes generalistas, cadenas, nuevas tecnologías y
herramientas, Internet, la web 2.0, los libros electrónicos, los grandes agrega-
dores de contenidos online, la compleja gestión de una enorme sobreproduc-
ción, los altos índices de devoluciones, la necesidad de rotación de fondos,
la importancia del marketing y la comunicación... hacen que los profesionales
que trabajan en la librerías deban adaptarse hoy a estas nuevas realidades de
cambio ultraveloz. Dadas las necesidades del sector de la librería tradicional,
los cambios permanentes a que está sometida y la irrupción continua de nue-
vas tecnologías, hacen necesaria una formación cualificada y permanente
sobre nuevas habilidades.
Este ensayo, que no es exhaustivo ni pretende ser totalizador, intenta
abordar algunos temas críticos sobre las nuevas herramientas que Internet y
la web 2.0 posibilitan, pero no se olvida del marketing tradicional, es por ello
que lo que viene a plantear es la necesidad de un marketing que integre
ambos entornos, off y online, para aplicarlo desde los puntos de venta de
manera eficaz, intentando sugerir al profesional de la librería una adaptación a
las nuevas herramientas y escenarios a los que parece que se avanza.
Partiendo de una serie de ideas-fuerza con las que he trabajado, los prin-
cipales objetivos propuestos a la hora de elaborar este documento son:
“
y la lectura en el que la defensa de las librerías, alejada de cualquier atisbo
de romanticismo, sea abordada por el sector privado y el público; no solo se
Se impone un gran
garantizará la diversidad cultural, sino también la estructuración y vertebra- pacto generacional
ción social de barrios y ciudades. Parece imprescindible, por tanto, estudiar y por la cultura y
analizar en profundidad la importancia económica y de generación de valor la lectura en el
añadido que la existencia de una librería, como centro cultural en un barrio, que la defensa de
produce sobre su entorno comercial de proximidad. Este tipo de estudio, que las librerías sea
se ha elaborado en Inglaterra y Estados Unidos, parece necesario realizarlo abordada por el
aquí. El “capital librero” también es “Marca España” y disponer de un estudio sector privado y el
semejante sería importante.
Son muchas voces las que comparten la opinión de que el modelo tra-
dicional de librería está agotado. Estos establecimientos tienen dificultades
público
”
para competir con otras alternativas de ocio cultural que sean atractivas y es-
timulantes para los lectores. Creo que la librería independiente debería hacer
valer sus ventajas competitivas para erigirse en foco de atracción. Y no creo
que sea una cuestión exclusivamente de recursos económicos, sino que la
realidad que vivimos está pidiendo a gritos un cambio de actitud y otra forma
de hacer las cosas.
”
si funciona razonablemente bien, se puede optimizar; si ha demostrado ser
muy eficaz, se pueden salvaguardar los mejores aspectos para el futuro y co- adecuadas
menzar a pensar en qué hacer cuando su rendimiento baje[2]. Es fundamental,
por tanto, considerar que todas las acciones de marketing que se ponen en
marcha deben perseguir la consecución de los objetivos definidos. Es por ello
que considero que algunas nociones de estrategia son fundamentales antes
de proceder a analizar las líneas generales de lo que debe ser un plan de mar-
keting de una librería. Serían las siguientes[3]:
¿Por qué tiene éxito una librería? Porque es capaz de diagnosticar con
precisión los siguientes elementos:
[2] Manual estratégico de Redes Sociales para pequeños establecimientos, Ricardo Pérez
Hernández http://www.ricardoperez.es/ebook-manual-de-redes-sociales
[3] Pablo Montañés, Inteligencia política, pág 3.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 11
“
Es por ello que parece conveniente recomendar a las librerías la elabo-
Cada librería
ración de un pequeño plan estratégico que responda con cierta previsión
a algunos de los interrogantes anteriormente formulados y a unos objetivos
debería elaborar
previamente definidos. Para ello se debe partir de una reflexión inicial acerca su propio plan
de la situación en la que la librería se encuentra hoy y la situación futura que estratégico que
se desea alcanzar. A partir de unas consideraciones iniciales, se debe intentar relacione entorno,
estrategia y
”
construir un documento que relacione los tres aspectos claves de análisis del
desarrollo empresarial: Entorno, Estrategia y Estructura. Se trata de desarro- estructura
llar un análisis lo más preciso posible de situación del entorno para establecer
una estrategia y conformar una estructura de librería para llevarla a cabo y
ponerla en marcha. Lo ideal de este documento es que integre todas las vi-
siones del personal de la empresa, es decir, que sea una especie de manual
corporativo en cuya elaboración participe y/o se tenga en cuenta a la totali-
dad de la plantilla. Es un error pensar que la comunicación interna es algo
exclusivo de las grandes empresas. Cualquier librería que cuente con varios
empleados debe considerarla como una herramienta estratégica clave para
potenciar el sentimiento de pertenencia, entre otras razones.
El documento debe contemplar al menos las siguientes directrices:
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/KPI
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 13
Formulación de la estrategia
Elección de estrategia
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 14
“
especializarse, pues bien, nada más lejos de la realidad. Piensen conmigo en
una librería especializada en “náutica” en Cuenca, por ejemplo, el nicho al La única estrategia
que atender sería tan pequeño que llevaría el negocio al fracaso. El grueso posible para una
de las librerías de este país son generalistas, por lo que deben encontrar el librería generalista
camino de la diferenciación. Una estrategia de diferenciación consiste en que es la diferenciación
el cliente perciba perciba el espacio como superior, distinto. La librería deberá
y demostrar la
por tanto concentrarse en alcanzar rendimientos superiores en relación con
singularidad que
”
algunas ventajas valoradas por el mercado en su conjunto:
posee
• Librerías muy modernas y cómodas para la compra.
• Amplitud de stocks con selecciones bibliográficas rigurosas.
• La compra debe ser una experiencia, partiendo de la base de que
en una sociedad como la nuestra el acto de comprar satisface otro
tipo de necesidades (posición social, autorrealización, sentido de
pertenencia, afiliación, etcétera).
• Acortamiento de los plazos de entrega por las amplitud de nues-
tros stocks y servicio de aprovisionamiento lo más rápido posible.
• Comunicación inmediata al cliente cuando no se pueda suministrar
un título.
• Máxima efectividad operativa.
• Eliminación de costes de “no calidad.”
• Percepción del cliente de la cercanía de la empresa.
• Concepción de proveedor global. “No lo tengo pero se lo pido
inmediatamente”.
• Segmentación de información de máxima profundidad fractal.
• Servicios tecnológicos sofisticados.
• Marketing corporativo diversificado.
• Campañas de email marketing periódicas para captar leads (clien-
tes potenciales).
• Presencia y estrategia en redes sociales, tanto generalistas como
verticales.
”
te a las librerías comprobar y analizar el rendimiento de su cartera de clientes,
la frecuencia de visita, el ticket medio de compra, la amplitud de materias de clientecéntrico
compra, etcétera, una vez analizados estos datos se define una estrategia de
interacción en función de los clusters y patrones de comportamiento detecta-
dos, es muy fácil de implementar y los resultados se comprueban en muy corto
espacio de tiempo. El “historial de compras” de un cliente, si se sabe leer con
precisión, es una invitación a la interacción con él. Lo que no tiene sentido es
lanzar una tarjeta que no suponga incentivos, tangibles e intangibles, para el
cliente. La tarjeta, a través de una política de viralidad, debe demandarla el pro-
pio cliente. Este es el gran secreto de la fidelización de clientes en las empresas.
Insisto, en un punto, si la tarjeta sólo vale para efectuar un rácano descuento
del 5 por ciento mejor no lanzarla, si la tarjeta sirve para que el cliente acceda a
servicios más complejos, y la librería dispone de una herramienta de análisis del
rastro que el cliente deja en su visita, entonces adelante, se convierte en una
poderosa herramienta de análisis de la cartera de clientes, y abre la vía a políti-
cas de interacción comunicativa muy profundas. En muchos casos, y hablando
de este tema con amigos libreros, siempre me han señalado que carecen de
capacidades internas para poner esto en marcha, en mi caso siempre les insisto
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 17
CLIENTES
NIVEL DE SERVICIOS
COMPETENCIA
PORTFOLIO DE PRODUCTOS
MARKETING, PUBLICIDAD Y PROMOCIONES
VENTAS, PRECIOS Y MÁRGENES
CALIDAD COMERCIAL Y RATIOS
RATIOS ECONÓMICO-FINANCIEROS
[6] VV.AA. Marketing y Pymes. Las principales claves de marketing en la pequeña y media-
na empresa, 2013. Descarga gratuita en http://marketingypymesebook.com/
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 18
”
y les recomienda lo que le resulta placentero. Vive y actúa bajo una conver-
sación permanente. Estamos hablando de lo que muchos analistas denomi-
existe
nan la “Generación C” (Generation Connected). Su filosofía vital parte de la
idea de que “lo que no se comparte, no existe”.
El nuevo escenario viene determinado no sólo por la irrupción de nuevas
tecnologías y herramientas, sino también por la enorme influencia de Google,
no sólo como buscador convertido en una enciclopedia universal, sino, y esto
es lo verdaderamente importante, como constructor de un algoritmo social
que determina la relevancia de webs y blogs en función de los enlaces que
una página recibe. Internet es un nuevo algoritmo de producción, distribu-
ción y consumo, y gran parte de la estrategia empresarial debe ser sustentada
con Internet como “metamedio”, pues todos los medios confluyen allí. Sola-
mente en 2012 se creaban al día 2,5 quintillones de bytes de datos, se habla
con frecuencia de que el 90 por ciento de los datos que hay hoy en el mundo
se han creado en los últimos dos años, y todo esto en gran medida gracias a
Internet y la web 2.0.
Los jóvenes (y algunos ya no tan jóvenes) comparten y crean debido a
unas herramientas disruptivas que eliminan las barreras de entrada a la crea-
ción. Pensemos en Blogger, Flickr, WordPress, YouTube, Pinterest, Facebook,
Twitter, Tuenti, etcétera. Se calcula en cien horas de vídeo por minuto lo que
se sube a la Red. Si ahora mismo es importante pensar en el cliente que en-
tra a las librerías, mucho más importante y decisivo es pensar cómo será el
que las visite dentro de unos años.
Veamos algunos datos interesantes de conocer:
[8] http://elifeespana.com/infografia-dia-del-libro-2013/
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 21
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 22
”
mejorar la oferta, el producto y el contenido propiamente dicho. El marketing
librería
acaban haciéndolo los clientes (usuarios) mediante viralidad. Si la librería escu-
cha y genera contenido útil para el usuario su marca genera credibilidad, gana
en reputación (digital) y se posiciona adecuadamente.
La idea, por tanto, es la de escuchar lo que se dice de ti e intervenir
y sugerir conversaciones. Si un periódico local cita una librería, ese enlace
debe subir inmediatamente a la web de forma que se indexe adecuadamen-
te, por tanto otra recomendación para las páginas web de librerías es huir de
páginas estáticas y buscar enlaces y modos de interactuación con el usuario.
Enviar el contenido hacia otras páginas web donde se presuponga y evalúe
que está nuestro público. Generar una comunidad alrededor de la librería.
Coleccionar “me gusta” es absurdo, hay que saber qué hacer con ellos. El
contenido tiene una vida de tres horas en Facebook, y de diez minutos en
Twitter, esto nos podría hacer pensar que la volatilidad de estos mensajes los
hace innecesarios, nada más lejos de la realidad. Pensemos por ejemplo en
Twitter para comunicar a una comunidad un evento o una promoción en una
librería. El que un usuario pinche “me gusta” presupone que es un apóstol de
la marca, que puede comprar y recomendar. La generación de contenido en
Facebook o Twitter no debe ser relacionada con operaciones de compra sino
con atraer atención hacia la marca. “Hola, estoy aquí y tengo cosas importan-
tes para ti”, esta es la idea a comunicar al usuario. El número de seguidores
y/o fans no garantiza nada, lo decisivo es el grupo que interactúa, y para esto
Twitter es un canal comunicacional muy importante. Un mensaje en twitter
dura unos minutos, es cierto, es muy volátil, pero muy efectivo. Es por todo
ello que hay que recomendar con efusión a las librerías el disponer de una
analítica web y de redes de cierta envergadura. Todo lo que se mide se pue-
de mejorar. Y analizar los rastros de los usuarios de una librería en la página
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 24
• Seguridad
• Surtido y variedad
• Innovación
• Preocupación social
• Descuentos
• Servicios
• Proximidad y cercanía
Y ahora veamos alguna de las cosas que constituían la calidad que de-
mandaban los clientes a las librerías. La diapositiva es antigua, pues fue un
trabajo que inició Cegal hace unos años, pero que considero que en sus líneas
básicas sigue siendo válida:
”
conceptos forman parte, además, de su check-list “para revisar de forma rápida
si una organización-cliente está haciendo bien las cosas; y me consta que bien ser integral
usadas contribuyen a practicar un marketing ético y responsable” [11].
En mi caso, y con temor a equivocarme, considero que “el marketing es
todo aquello que consigue que el cliente se convierta en tu vendedor”, y me atre-
vo con una definición: “Marketing son todas las técnicas y herramientas que in-
ducen a una satisfacción experiencial del cliente en su interacción con un marca”.
Dicho lo anterior, hay que hacerse algunas preguntas: ¿Es necesario el
marketing para los libreros? La respuesta es sí, como en el caso de cualquier
otro tipo de empresa. ¿Y sólo marketing online o también offline? A esto
contestamos que un buen plan de marketing debe ser integral y que lo que
se quiere comunicar en los medios tradicionales debe guardar coherencia con
las acciones que se lleven a cabo en el entorno online. A este respecto reco-
miendo leer a Dolores Vela[12].
“La librería debe utilizar el marketing para diseñar el sistema o las activi-
dades del negocio que le permitan planificar y ejecutar la adquisición, distri-
bución, promoción y venta de libros que satisfagan las necesidades y los de-
seos, tanto de los clientes actuales como de los potenciales. Se trata de definir
y concretar de manera creativa la estrategia para cada área de la librería, como
guía ante retos del mercado.”[13] Parece entonces sensato comenzar diciendo
“
trata de inducir demanda en el público objetivo que la librería tiene bajo su
control en sus bases de datos, de manera que reaccione, es decir, que vaya a La librería debe
la librería y compre. El hacer ruido mediático es crítico, y aunque los medios basar el marketing
impresos influyan poco, una librería de una ciudad concreta debe enviar una en una estrategia
nota a los medios locales anunciando los eventos que tenga programados, en pull, para inducir
”
paralelo deberá incidir sobre sus clientes actuales, si es que los tiene registra-
demanda
dos a partir de una simple y sencilla base de datos, bien enviando un folleto
bien remitiendo un email. Es por ello que la librería debe implementar un mar-
keting preciso basado en una estrategia pull, con el objetivo de inducir de-
manda. En este punto es conveniente señalar la necesidad de que las librerías
copien prácticas de las grandes cadenas generalistas y del mundo del consu-
mo en general. Esperar dentro de la tienda a que el cliente entre es un muy
mal camino pensando a futuro. Al cliente-usuario-prosumidor hay recordarle
con periodicidad que “estamos aquí” y “hemos preparado una selección de
títulos para ti”, por tanto, “ven a la librería”, “no perderás tu tiempo, que nos
importa mucho”. Entre esperar detrás del mostrador o ser proactivo en recor-
darle al cliente que la librería tiene “cosas nuevas” hay un cambio importante.
Parece que el descubrimiento del marketing online, que no podemos
olvidar que no es un nuevo marketing, sino tan sólo nuevas herramientas que
entran de lleno en Internet –un metamedio, todos los medios confluyen allí–,
está llevando a algunos libreros a fiarlo todo ciegamente al nuevo medio. El
descubrimiento de las redes sociales y del nanoblogging parece estar despla-
zando al marketing tradicional. ¿Con qué resultados? Pues mi impresión es
que todavía con muy escasos resultados tangibles, en gran medida por una
carencia de estrategia global integrada de marketing, y, por otro lado, por una
cierta incomprensión de la rentabilidad en la inversión en Internet y porque
quizás habría que pensar que gran parte de nuestro público objetivo no fre-
cuenta de manera activa las redes sociales. Es obvio que contratar banners no
es caro, en las páginas que no tienen demasiado tráfico; no ocurre lo mismo
en páginas de tráfico elevado. Además, el más que previsible desplazamiento
de publicidad hacia Internet conllevará un aumento escalonado de precios.
En este punto es importante señalar que la creatividad comunicativa de una
librería puede conseguir enormes resultados en cuanto al aumento del nú-
mero de visitas de clientes a la librería y elevar su compra media. La idea del
marketing para librerías es “inducir y llevar gente a la tienda”, mucho más
que incentivar la compra online. Más tiempo en tienda, con comodidad,
suele ser igual a más compras.
Una librería, en la medida en que cada libro que se lanza al mercado es
un prototipo (cada libro es único), está obligada a mantener de manera per-
manente las siguientes líneas de marketing y variables del mix:
MIX DE MARKETING
PRECIO. La vigente Ley del Libro impide jugar con esta variable, sólo se puede
efectuar un exiguo descuento del cinco por ciento. Sin embargo, puede sacarle
más partido. En una situación económica donde la gente busca precios bajos,
ya que la renta disponible es muy limitada, revisar la Ley del Libro en alguno
de sus artículos parece imprescindible, en concreto los artículos 10, aparta-
do i y 11 apartado c, para posibilitar unas políticas comerciales agresivas que
generen tráfico y rotación al punto de venta. La idea no es la de implementar
un “hard discount”, es decir, descuentos duros, sino dotar de flexibilidad a la
librería para poder colocar el cartel de “precios anticrisis” y “rebajas” en cual-
quier momento del año. Para atraer gente a las tiendas vale casi todo.
de distribución le aporta, y que son limitados. Competir vía servicio con una
distribución lenta no es un parámetro adecuado en el siglo XXI. Para que la
librería compita en esta vía sería necesario un sistema de suministro tipo “far-
macias” o al menos de veinticuatro horas, y esto ahora mismo es un futurible
dudoso. Pero está claro que la cuestión requiere de un cambio de actitud
del librero en cuanto a que si el libro que le demandan no está en su stock,
cosa muy probable, no sólo por el enorme volumen de producción actual,
sino también por la finitud de su espacio de exhibición y almacenaje –costo e
inmovilizado–, al menos que se le señale al cliente la posibilidad de solicitarlo.
El problema es que nunca le podrá decir el plazo de aprovisionamiento, esta
es una limitación muy grave para competir en servicio.
Tradicional Online
Monólogo Diálogo
Marcas Comunicación
Segmentos Comunidades
¿En dónde?
LIBRERÍA: COMUNICACIÓN
“
de las librería 2.0.
¿Cómo incide esto en las librerías? La industria del libro es una industria La librería tiene
de prototipos. Cada libro es único, lo que obliga a las librerías a considerar que contactar
la “agregación” como un valor muy importante para su clientela. La labor de con el cliente que
agregación de contenidos en cuanto al envío de newsletter a clientes con
compra, ya sea en
elementos de prescripción y la posibilidad de que el cliente interactúe con la
la tienda física o en
”
librería es un eje de trabajo fundamental.
La librería debe conseguir contactar con el cliente que compra sus la virtual
libros físicos, independientemente de que compre en la librería física o en la
tienda virtual. Si es en la web, deberá rastrearse lo que compra, qué páginas
ha visto, por donde ha navegado, cómo ha hablado de su “experiencia” de
compra y cómo ha interactuado con la marca. En este proceso de interacción
entre editorial y usuario (dejarán de ser clientes) se deberá efectuar un análisis
de la información acumulada a través de herramientas de CRM (Customer
Relationship Management), lo que permitirá numerosas acciones: dialogar,
recomendar, sugerir y proponer. Si el cliente percibe valor dará su permiso
para seguir adelante. Si el usuario llega hasta la marca a través de una librería
física, deberá insertarse en el libro algún gancho promocional por medio del
cual si se registra en la página web o envía unos ciertos datos se le ofrezca
algo a cambio. Hasta hace unos años los editores insertaban en el interior
del libro unas cartulinas en las que solicitaban ciertos datos al comprador, en
una ocasión me comentó un editor como había acabado por tener una macro
base datos de clientes con la que podía hacer marketing directo. Pues bien,
recientemente he visto un sistema similar usando separadores de libros en el
interior del volumen, si una persona se registra en la página web del editor
puede elegir entre una terna de libros como premio a la deferencia de dar
determinados datos a un editor. ¿Por qué la librería no hace algo similar en
todos los libros que vende? Nada se lo impide. Esto mismo debe comenzar
a hacerlo la librería, es un valor añadido a mostrar a sus clientes. El problema
que plantea este tipo de registro es que sólo debe pedirse al cliente aquello
que sea evidentemente sustancial y que por supuesto vaya a usar posterior-
mente. La gente no deja sus datos de cualquier manera, hay que ser especial-
mente cuidadosos y sensibles con este tema. El disponer de bases de datos
es un elemento crítico que ha sido totalmente descuidado por el mundo del
libro y por la librería; tan sólo las empresas que tenían una fuerte integración
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 32
Comercio (antes Precio). [Véase el cuadro Mix de marketing, página 27] Hasta
ahora, y por impedimento legal de la Ley del Libro, la variable precio era la úni-
ca del marketing mix con la que no se podía intervenir, la consideración actual
de considerar el producto digital como un servicio, abre abiertamente la puerta
a una liberalización de precios, lo que conllevará el que pueda interactuarse
con esta variable, absolutamente crítica en los entornos de Internet. La discri-
minación y competencia vía precio situarán el proceso de creación de valor en
sistemas basados en precios dinámicos (personalizables para el usuario), no sólo
se personalizará el producto sino también el precio, en función de fidelidad,
historial de compras, repetición, interactuación con la marca, etcétera.
”
preventa, promoción, difusión y publicidad de un producto migrará, en gran
medida, hacia Internet; páginas web, blogs y redes sociales se convierten así una comunidad
en los nuevos medios. Personalizar todos los mensajes conlleva el abandono
de dossieres generalistas y mensajes al mundo mundial. Nadie quiere ser tra-
tado como “masa”, sino como persona, y probablemente miembro de una
comunidad. La promoción, y la publicidad, en Internet como medio, deberá
basarse en los principios de “flujo” y “feedback” como premisas fundamenta-
les de su planteamiento.
No podemos olvidar que el fin último de una librería es vender, tal cual,
y en esto reside la garantía de la independencia del librero. Las librerías de-
berán centrarse en diseñar un mix combinado y coherente de herramientas
tradicionales y digitales, a través de un plan de marketing bien estructu-
rado para conseguir vender, retener y fidelizar. Es en este entorno en el que
cualquier librero deberá construir un elevado “capital conversacional”, a tra-
vés de una reputación de marca elevada. De esto y de su solvencia a la hora
de estructurar una comunidad en torno a su marca de librería, su portfolio de
producto y su nivel de servicios, dependerá su viabilidad. La realización de
acciones personalizadas que les aporten valor es clave a la hora de fidelizar a
los clientes. No es necesario insistir en el hecho de que el cociente intelectual
de una librería ya no se medirá por su volumen de negocio, sino por su capa-
cidad de construir comunidad e influir en la red. Internet tiene memoria, es
como el mar, devuelve aquello que se le arroja. A las librerías hay que recor-
darles que “la forma de dar valor a una red es conectarla con otras”, y si son
capaces de construir una infraestructura de redes de comunidades lectoras,
de recomendaciones y conexiones entre ellas, podrán competir de tú a tú con
players mucho más grandes.
Parece también necesario detenerse brevemente en las herramientas de
microblogging y en los blogs de prescripción de libros. La presencia en In-
ternet ha sufrido un vuelco en los últimos años, los blogs es obvio que no son
“El cociente
intelectual de una
librería se medirá
lo que eran. Muchos blogueros se han mudado a las redes sociales. Y aunque
muchos consultores nos dirían que todos los medios son complementarios, por su capacidad
hay que entender que este desplazamiento puede ser un camino sin retorno. de construir
comunidad e influir
”
Observamos por ejemplo que Twitter es una sensacional herramienta de infor-
mación rápida, cercana, breve, directa, inmediata, por tanto una herramienta en la red
útil y permeable para introducir mensajes comerciales, pero sin esperar pro-
fundidad, y sin confiar en que las audiencias tomen demasiado en serio nues-
tras comunicaciones comerciales. El usuario tiende a huir de todo lo que huela
a publicidad. Aunque estas herramientas tienen muy pocos años de vida, es
evidente que han calado en un volumen de usuarios ciertamente importante,
pero ¿surgirán nuevas?, ¿serán sustituidas por otras?, ¿puede tratarse de un
fenómeno de moda pasajera? Muy probablemente, y a mi modo de ver, se
impondrán las redes de tipo profesional y especializado.
Las redes sociales, a pesar de su novedad, no son nada nuevo, a lo largo
de la historia han existido multitud de ellas, son en realidad estructuras de
relaciones de afinidad. El fenómeno redes, en el cual han puesto sus miradas
más de 1.700 millones de internautas, hace unos años no existía, ha generado
un gran debate en los entornos empresariales, cómo y cuanto invertir en unas
redes que albergan la mayor parte de las audiencias. Es importante señalar
que Internet y la televisión tienen prácticamente los mismos ratios de consu-
mo, pero la segunda recibe cinco veces más inversión publicitaria. A pesar de
la diversidad de estudios e informes sobre las posibilidades de intervención
de las marcas en estas redes, parece comenzar a quedar claro que éstas pre-
fieren Twitter a Facebook (el 76 por ciento), y que hay redes, como Tuenti que
en poblaciones muy jóvenes gana terreno, aunque poco, lo que me lleva a
pensar si no estaremos ante un fenómeno de modas pasajeras. Cuando se
estudia y repasa los numerosos informes que sobre redes se realizan, se ob-
serva que la venta no aparece demasiado bien considerada en cuanto a las
utilidades de las redes, incluso por detrás de la ayuda al cliente. El debate es
interesante e importante en este punto: si las audiencias están en las redes,
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 35
pero ahí es muy complicado tanto vender como publicitar, porque el usua-
rio no ingresa en una red social para que le intenten vender nada, entonces
¿qué hacer? Estar, en la medida en que se conversa, parece obligatorio, pero
¿cómo llevar la conversación hacia la venta? Aquí es donde no hay la más
mínima unanimidad en los análisis. Los más escépticos, como es mi caso, pa-
recen sugerir, “estar y esperar a ver qué ocurre”, y los que ejercen el aposto-
lado de la “Red” centran su mensaje en el “capital conversacional”, pero una
cosa es conversar y otra muy distinta ver mejoras en las cuentas de resultados.
Es cierto que hay ya numerosos libreros que han entrado intensamente en es-
tas redes. Y pensar que lo que puede ser importante para una librería concreta
debe serlo también para el resto del mundo es sencillamente una ilusión. Lo
importante es adoptar una postura intermedia, estar, con una estrategia
definida, pero sin abandonar el marketing offline.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 36
“
denominarse comercio inline.[17]
¿Es esto lo mismo que aceptar que una librería envíe un boletín de no- No se puede
vedades mensual sobre libros de marketing, economía y administración de caer en la
empresas, solicitado por nosotros? A mi modo de ver no, esto último es ne- sobrevaloración
cesario porque el cliente se ha inscrito en la página web de la librería y ha de las redes
seleccionado la información que para él es importante, en definitiva, el cliente generalistas. Hay
ha dado “permiso” a una comunicación que tiene un valor para él, y lo otro que pensar en las
tiene un valor para una firma comercial; la diferencia es pensar en términos de
redes específicas
”
qué valor admite y necesita cada cual. Las marcas del libro deben reflexionar
acerca de que la publicidad, si no es aceptada y permitida por el usuario,
de lectura
es un auténtico engorro y no se acepta. El recurso y activo más precioso del
cliente es su tiempo, que no puede perder con cualquier cosa.
Insisto en el recurso tiempo, pues determina un tema también importan-
te, la atención. Si usted demanda y necesita mi atención me tendrá que dar
“valor”, no ruido; es el usuario el que decide lo que quiere ver y le importa y
lo que no, y aquí la publicidad de muchas marcas demuestra una incapacidad
ciertamente evidente. En economías de oferta el marketing del permiso se
convierte en fundamental. La idea conceptual que subyace a este plantea-
miento es el de considerar que se debe hacer push, también en los elementos
comunicativos, cuando en realidad se debe hacer pull; debe ser el usuario el
que tire del mensaje, lo haga circular y se convierta en un embajador de la
marca. ¿Es esto fácil? Para nada, si fuese fácil todo el mundo lo haría.
El tema es por tanto un círculo vicioso. Si el 80 por ciento de los inter-
nautas españoles de 16 a 45 años declara acceder semanalmente a redes
sociales o comunidades online, parece necesario al menos seguir lo que allí
[16] www.goodreads.com
[17] Instituto de Copenhague para Estudios Futuros.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 38
se cuece, pero bajo un fuerte sentido crítico, pues me surge una duda, ¿en
cuántas redes debe estar una marca librera? Si el usuario está en varias redes,
¿se le envía el mismo mensaje? ¿Debería la librería personalizar y discriminar
los mensajes en función de cada canal comunicativo? ¿No estaremos bombar-
deando al mismo público objetivo? En relación a esto último, lo recomendable
y adecuado es compartir mensajes distintos en función del canal por el que
se vayan a comunicar, por un doble motivo: primero, porque lo más seguro es
que se compartan muchos de los contactos en varias plataformas (Facebook y
Twitter, por ejemplo) y corremos el riesgo de saturar a nuestros seguidores; y,
en segundo lugar, porque el propio canal requiere una estrategia diferente de
acuerdo a las particularidades formales que lo caracterizan.
Las redes sociales plantean la necesidad de un nuevo equilibrio en-
tre soporte publicitario, consumidor y estrategia de marketing. El usuario
debe entrar en contacto con la marca y no al revés. La publicidad intrusiva
está muerta en internet. ¿Por qué un videoaficionado de coste cero triunfa en
Internet? En numerosos casos no se sabe. ¿Creatividad? Todos sabemos que
muy pocos virales funcionan. Vender es un camino indirecto en las redes. Po-
demos estar ante una transición en las formas, modos, soportes y estructuras
comunicativas, por lo que el significado del marketing online será cada vez
más amplio. El usuario se convierte también en un medio de comunicación
en sí mismo. Escuchar, dialogar, conversar, ¿y vender? Estamos ante una ecua-
ción de varias incógnitas y difícil de resolver. Se impone pues medir, analizar,
monitorizar y diseñar estrategias conversacionales para intentar vender. Las
redes sólo debemos contemplarlas como plataformas de comunicación, nada
“
más, pero habrá que ser especialmente cuidadosos con las comunicaciones.
Tan absurdo es dar la espalda al marketing que hemos realizado hasta Las redes sociales
ahora como abrazar acríticamente las nuevas herramientas únicamente por- plantean la
que son baratas, masivas y modernas. El mundo ha cambiado radicalmente y necesidad de un
para siempre. ¿Quién podía imaginar hace tan sólo unos años que algún blog
nuevo equilibrio
podía llegar a tener más audiencia que el suplemento literario de un medio
impreso? Ninguna marca tiene la certeza hoy en día de cómo va a sobrevivir
entre soporte
con Internet, a excepción de Google. publicitario,
En cualquier caso, “una buena estrategia de marketing es la base del consumidor y
éxito de cualquier librería, y no se aprende en los libros: se inventa y ac- estrategia de
tualiza continuamente. Un método riguroso de análisis, de diagnóstico y de
programación y control de las actividades, que gire en torno a la satisfacción
del cliente y el compromiso de todo el personal, permite al librero monitorizar
marketing
”
constantemente su propia posición en el mercado e identificar objetivos y
acciones necesarios para garantizar un éxito duradero”[18].
En resumen, considero importante el que la librería esté presente en las
redes sociales u otras herramientas que ofrece la web 2.0, pero partiendo de
que el librero tiene que saber cómo sacar partido de ellas. Éste no debe
limitarse a lanzar mensajes unilateralmente, sin interactuar con los usuarios
de estas plataformas. Debe tener presente que alguno de esos usuarios (lec-
tores) pueden ejercer el papel de recomendador de libros, convertirse en un
verdadero influencer de su red y contribuir a difundir el contenido compartido
desde la librería. Con las redes se pueden crear todo tipo de comunidades
de lectura, de afición, de recomendaciones, etcétera. Pero no hay que perder
de vista que todo esto requiere de mucho trabajo y, por supuesto, de tiempo.
”
esta herramienta.
Valore la posibilidad de abrir un canal propio en la plataforma de vídeos los seguidores
YouTube como parte de su estrategia de social media, ¿por qué no? Para nu-
trirlo no necesita grandes conocimientos y seguro que cuenta con un teléfono
de los llamados inteligentes para poder grabarlos. No se requiere mucho más.
De esta forma, podrá mostrar y compartir toda la actividad que desarrolla
desde la librería. Es una magnífica vía de generación de tráfico al resto de sus
redes sociales y página web con lo que consigue completar su estrategia de
comunicación haciéndose más visible. La herramienta le ayudará también a
captar y fidelizar seguidores. Le recomiendo lo siguiente:
• Etiquete con palabras clave los vídeos que suba a su canal, así
facilitará la indexación de Google y ayudará a posicionarlos.
• Interaccione con el usuario iniciando conversaciones, publicando
comentarios o respondiendo a posibles preguntas.
”
do también las librerías que han integrado a esta red social en su estrategia
de comunicación en medios sociales y explotan ya su potencial. En este caso de interactuar
le recomiendo que no sólo se apoye en el impacto visual, sino que comparta
contenido de calidad y exclusivo para la audiencia que logre identificar para
interaccionar con ella. Sírvase de los hashtags para etiquetarlo. Es importante,
asimismo, que evalúe el alcance de lo que hace, de los comentarios. Una de
las ventajas que me merecen mayor consideración de esta herramienta es la
posibilidad de segmentar al público objetivo que ofrece a través de los cír-
culos. Esto es fundamental para una librería según hemos visto páginas atrás
cuando me refería a la importancia de disponer de una buena base de datos
de clientes segmentada por volumen de compras, por tipos de producto que
adquieren, por frecuencia de visita, por proximidad geográfica al punto de
venta, etcétera. Los círculos también son una buena opción para crear comu-
nidades en torno a temas relevantes relacionados con el perfil de su catálogo
de libros.
Un ejemplo de librería con un marketing verdaderamente extraordinario
es la cadena de librerías Gandhi, de México. En muchas de mis clases suelo
aportar algunas muestras de lo que considero un auténtico paradigma co-
municacional muy bien hecho. Es cierto que es un marketing muy adaptado
a la realidad mexicana, pero su calidad es indudable: contundente, incisivo y
provocador.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 44
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 45
“Librerías Gandhi se fundó en junio de 1971. El local original medía unos 150
m2 y estaba ubicado en Miguel Ángel de Quevedo 128, al sur de la ciudad de
México. Aunque era pequeña, la librería tenía su cafetería en el mezanine, donde
también se desarrollaron las primeras actividades culturales (funciones de cine,
teatro, música, etcétera) que fueron una característica de Gandhi en los años
posteriores”.
”
“Librerias Gandhi se ha convertido en referencia inevitable para el mundo cultu-
ral e intelectual de México. Estamos muy orgullosos por lo que hemos hecho, y de México
por eso nos hemos propuesto continuar nuestro crecimiento, en beneficio de la
cultura de nuestro país. Dentro de los planes de expansión de Librerías Gandhi
está el abrir nuevas sucursales en diferentes puntos de la República”.
Misión:
“Somos promotores de cultura y entretenimiento, nuestra motivación es la de
satisfacer las necesidades de nuestros clientes innovando con servicios y creando
los espacios propicios para el encuentro con el conocimiento. Asimismo contri-
buimos al desarrollo cultural de nuestro entorno, atendiendo siempre el compro-
miso con la comunidad, nuestros colaboradores y accionistas”.
Visión:
“Ser una empresa moderna identificada con las manifestaciones culturales, líder
en librerías, promotora de ideas y conocimiento de una manera respetuosa e
incluyente”.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 46
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 47
Con motivo del Día de las Librerías, el 30 de noviembre, Cegal lanzó una
campaña que en gran medida emulaba la importancia de los mensajes comu-
nicativos de esta librería, obviamente adaptados a la problemática española y
a nuestra idiosincrasia, pero era ciertamente provocativa, la campaña de Ce-
gal tuvo un enorme impacto en las redes. Veamos algunos de sus mensajes:
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 48
Los libreros deben comenzar a pensar en que nadie tiene una receta
ni una simple certeza en cuanto a lo que puede funcionar o no, hay que
transitar y probar muchas cosas, y algunas no funcionarán. San Juan de la Cruz
decía: “Para llegar al lugar que no conoces, debes tomar el camino que no
conoces”.
¿A qué se aplica?
”
comprar.
• Es la masa la que hace vender. beneficio
• Unos productos ayudan a otros.
• Los productos que no rotan son un lujo.
• Cuando hace algunos años una importante librería hizo un estudio
de merchand en sus librerías aparecieron tres datos ciertamente
importantes que quizá hoy convendría volver a examinar:
• El tiempo medio de permanencia en el interior de una librería era
de ocho minutos.
• Sólo el tres por ciento de los clientes llegaban al final de la tienda.
• El cincuenta por ciento de las compras eran por impulso.
• Deducir que era imprescindible rediseñar los establecimientos
fue una evidencia empírica contrastada por el estudio.
Merchandising Visual
Consiste en la exhibición apropiada de los productos en los lineales con el
fin de optimizar la circulación de la clientela en el punto de venta. Planifica-
ción de circuitos de recorrido en función de la rentabilidad y rotación de las
secciones.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 51
MERCHANDISING VISUAL
Merchandising de Seducción
Trata de transformar el acto de compra en una actividad de ocio –lúdica–. Crear
atmósferas especiales que impliquen una “experiencia” para el cliente.
MERCHANDISING DE SEDUCCIÓN
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 52
Merchandising de Gestión
Se trata de rentabilizar el punto de venta, determinando el tamaño del lineal
–stock–, el desglose de secciones, el número de referencias sobre un tema,
conocimiento del margen de cada distribuidor. La idea, asegurar una oferta
permanente sean cuales sean las variaciones de la demanda.
MERCHANDISING DE GESTIÓN
VARIANDO LA ENTRADA
NOVEDADES DE MESA
Fuente: CEGAL
Con cierta periodicidad hay que estudiar las secciones de una librería.
Un control de variables entre porcentaje de ventas media sobre el total/y es-
pacio dedicado de exhibición, es fundamental. Del cruce se puede deducir si
hay secciones que tienen demasiado espacio de exhibición y otras muy poco.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 55
DISPOSICIÓN EN PARRILLA
DISPOSICIÓN LIBRE
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 56
DISPOSICIÓN ASPIRADA
COMUNICACIÓN DE PRODUCTO
Internacionalización Colores
Hay librerías en España que son marcas poderosas, cito algunas pero
me dejo otras muchas, Cervantes, en Oviedo; Luces,. en Málaga; Oletvm, en
Valladolid; Estvdio y Gil, en Santander; Picasso, en Granada; Antonio Macha-
do, Rafael Alberti, Estudio en Escarlata y Polifemo, en Madrid; 80 Mundos,
en Alicante; Laie y La Central, en Barcelona; Popular, en Albacete, etcétera,
etcétera.
Soy de la opinión de que las librerías han cuidado poco el trabajo so-
bre la marca, ¿Por qué no se pueden esponsorizar clubes de lectura en una
ciudad? Esto se llama apalancar la marca y extenderla vertical y horizontal-
mente. De cara a clientes jóvenes también es recomendable proceder con
cierta periodicidad a rejuvenecer la marca para renovar cartera de clientes
y aumentar cuota de mercado, rediseñando el logotipo y la identidad visual.
Tampoco se ha extendido el uso de compartir marca y establecer asociaciones
con otras marcas. El caso por ejemplo de Librerías con Huella es interesante,
pero creo que pueden avanzar mucho más en la idea de reforzar sus valores
y ganar notoriedad.
Estilos de dirección
“
muy alejada.
Y a su vez el libro está inmerso en una crisis estructural de grandes pro- No valen
porciones y con muchos de sus imperativos sistémicos manifiestamente cues- soluciones
tionados. El libro está ante una crisis sistémica con serios desajustes estruc- individuales. De
turales, al igual que ocurre con la librería. Como industria insertada dentro
esta situación sólo
del ámbito del consumo, debe plantearse un serio ajuste de magnitudes y un
es posible salir
”
relativo y controlado decrecimiento estructural buscando un procomún del
sector. No valen soluciones individuales, de esta situación sólo es posible sa- como sector
lir como sector, no valen atajos ni políticas de “robinsones”. Lo fundamental
ahora mismo es diseñar escenarios, buscar consensos, abrirse a ideas nuevas
y buscar liderazgos. Y partir de una divisa estratégica, el editor debe editar, el
distribuidor distribuir, y el librero vender. No confundir roles es absolutamente
importante para abordar el futuro del sector.
Estamos pues ante un momento especialmente delicado de la comer-
cialización del libro en España. El mercado español del libro ha sido en cierto
modo un gigante con pies de barro. Si hasta hace un par de años yo definía
la situación como “apasionantemente incierta”, ahora la califico de “flagran-
temente dolorosa”. ¿Qué es lo ha ocurrido aquí? ¿Nos ha llevado a esta si-
tuación el libro digital? ¿La crisis? ¿El modelo ya presentaba grietas antes de
irrumpir la crisis? ¿Existen planes de contingencia para abordar los problemas?
Estamos ante una industria y un sector que año tras año ha venido de-
creciendo; valorado en euros constantes el mercado se contrajo a pesar de la
bonanza en ventas que el sector mantuvo hasta 2008. Desde 2005, si el sector
es analizado en euros constantes, puede verse un decrecimiento preocupante
de todo el mercado interior. Los datos muestran una caída del 18 por ciento.
La eliminación de impuestos e inflación es la medición más determinante de
la evolución de un sector. Y el libro llevaba menguando en volumen y tamaño
prácticamente desde 2005. Si medimos en euros corrientes podemos obser-
var que desde 2008 el sector también estaba cayendo de manera alarmante.
Entre 2007 y 2011 la facturación total del sector agremiado (¿y el no agremia-
do)? ha descendido en 350 millones de euros. Los datos que ofrece el Infor-
me de Comercio Interior pienso que son muy benévolos y autocomplacientes
con la caída del sector, a mi juicio mucho más profunda y rotunda. Los datos
que se apuntan desde el sector indican una disminución en 2012 de otro 10
por ciento. Somos por tanto una industria en reconversión. La necesidad de
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 61
El origen del “problema” del modelo del libro español hay que anali-
zarlo a partir del propio “modo de producción”[24], lo que incluiría tanto las
relaciones de producción como las fuerzas productivas, es decir, el problema
estaría en el propio proceso de elaboración de los bienes materiales (la
mentalidad offset con desajustes de tirada entre oferta y demanda), que la
tecnología determinaba, y de las disfunciones que planteaba, un modelo que
ha permanecido invariable desde hace varios siglos:
[24] Idea escuchada a Joaquín Rodríguez, autor del blog Los futuros del Libro.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 62
“
esquizofrenia.
¿Y qué ocurre con los canales de distribución y puntos de venta? La vi- La crisis ha
sión desoladora de librerías vacías es un hecho que hemos podido ver durante acentuado y
los últimos meses. Cierres de librerías, reducciones de plantillas, EREs, despi- exacerbado las
dos, etcétera. Muy pocos clientes entran en las tiendas, compras muy bajas en contradicciones
importe, y deterioro general de todos los ratios de rentabilidad. Y una fuerte acerca de la
tendencia del público a abandonar los productos caros en beneficio de otros
insostenibilidad de
”
productos mucho más baratos. ¿Es la crisis que el país padece el desencade-
nante de la hecatombe librera? A mi modo de ver no, la crisis ha acentua-
un modelo
do y exacerbado las contradicciones acerca de la insostenibilidad de un
modelo, pero la mayoría de los problemas hace tiempo que subyacían en el
ecosistema del libro. Los últimos años están siendo muy duros para el canal
librerías. Las librerías están abiertamente ante una crisis que compromete se-
riamente su futuro. ¿Está incidiendo el libro electrónico? Hasta ahora no, pero
todo se andará. En el ecosistema digital, y con los datos de evolución del mer-
cado que hoy tenemos, no parece haber espacio para cien librerías, los datos
que hoy se tienen no apuntan en esa dirección. Y la reinvención no es nada
fácil. Las causas de la crisis del modelo de librerías hay que buscarlas mucho
antes y en otros lados. ¿Está incidiendo la crisis? Sin ninguna duda, pero los
problemas estructurales y sistémicos ya existían. La crisis ha roto puentes y
ha fragilizado el ecosistema, pero la mayor parte de las causas son anteriores
a esta. En un entorno en nuestras ciudades donde observamos cómo se ha
ido remodelando el pequeño comercio, los supermercados, los mercados de
abastos, hoy convertidos en exquisiteces gourmets, el pequeño comercio de
proximidad, etcétera. las librerías han permanecido casi iguales a las que
conocimos desde los años 70 ¿Por qué no se han reconvertido las librerías
como espacios comerciales modernos y con equipamientos vanguardistas?
¿Por qué han sido incapaces de desarrollar fuertes arquitecturas financieras?
Pues considero que las causas son muchas y variadas.
En estos últimos años, las librerías han “trampeado” en cierto modo con
la situación que ya se vislumbraba. Por un lado, unos niveles de ventas muy
estables debido a la buena marcha del consumo y por otro por las potentes
“Hay que repensar
la situación de
presente y futuro
políticas de dotación de adquisiciones para las bibliotecas; ambos factores
conllevaron un relativo mantenimiento de las ventas en las librerías. En estos
momentos, tanto el parón brutal del consumo como el recorte radical de las
”
de las librerías
¿Cuántas veces hemos oído y leído que la ventaja de este modelo era
que las librerías compitiesen vía servicio? Muchas, quizá demasiadas. Pero
esto ha devenido en un argumento absolutamente falso. La irrupción de las
grandes cadenas de librerías en España a principios de los 80 supuso, entre
otras cuestiones, llevar a la librería independiente a tener que competir vía
servicio, sobre todo en un momento de cambio en los hábitos de consumo:
“quiero el libro y lo quiero ahora”, o al menos, en 24 horas. No puedo esperar
una semana para tener un libro porque ustedes deban pedirlo al distribuidor”.
La no concentración de la distribución en un único hub o dos en España ha
conllevado unos servicios libreros manifiestamente mejorables y que no
dan respuesta a una demanda de compra de libros. Es obvio que la librería es
un espacio finito, pero un modelo de distribución anticuado y convertido hoy
en una reliquia del pasado, no han ayudado a que la librería fidelizara clientes
vía servicio. Servicios automáticos de novedades se convirtieron en espadas
de Damocles para los libreros. Las políticas comerciales en las que un distri-
buidor ofrece al librero un margen único sobre todo el portfolio de editoriales
en distribución han conllevado que fuese imposible trasladar margen a las
librerías. ¿Debe ser el distribuidor el que fije el margen comercial a entregar
al librero? ¿O debe ser el editor? La no reconversión de la distribución ha sido
un factor importante en la ineficiencia de funcionamiento de la librería. No
insisto aquí en lo que tiene de negativo para la edición el trabajar con 10, 12 ó
13 almacenes, tanto desde el punto de vista operacional y de control de exis-
tencias, como de gestión contable. Lo mismo puede decirse de las librerías,
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 69
“
las librerías.
Pero los problemas no se solucionan únicamente traspasando márgenes Para llevar gente
a la librería. Lo más importante es enviarles tráfico de forma que se pueda a las librerías hace
incrementar la facturación, muy baja desde hace dos años y tendiendo a caer.
falta marketing
Y para llevar gente a las librerías hace falta marketing, no sólo de las orga-
no solo de las
nizaciones libreras, sino de todo el sector en su conjunto. Y con la complicidad
de medios masivos y administraciones.
organizaciones
Otro problema que se plantea es el de la elasticidad del canal para libreras sino del
absorber todo lo que se produce. La librería no puede absorber la produc- sector en su
ción. La asimetría entre oferta y demanda hace que el canal de distribución se
encuentre saturado y carente de elasticidad. Esa máquina de implantar que es
la distribución acaba por priorizar los volúmenes olvidando que los libros se
conjunto
”
venden uno a uno. El espacio finito de las librerías debería marcar límites muy
serios a la sobreproducción.
que por ley no se puede corregir vía precio, y por otro lo errático de las polí-
ticas de compras y ventas de las librerías.
Quizá sea posible desincentivar este perverso mecanismo de las de-
voluciones por dos vías: por un lado, adecuando tiradas al mecanismo de de-
manda; y por otro vía, rappels, pero lo que plantea de fondo es la necesidad
de ajustar oferta y demanda mediante la adopción de tecnologías digitales y
tiro corto. Las macroimplantaciones de apuestas editoriales, en un mercado
con una contracción brutal del consumo, es mover libros de un lado para otro,
para acabar de viajar hasta el almacén del editor. La cifra que hace un tiempo
se manejaba de que en los almacenes de la edición hay casi 500 millones
de libros no va desencaminada. Y esto son “activos tóxicos”. Ya no quedan
casi editores que no estén recorriendo el camino del saldo puro, como única
manera de aliviar los costes de almacenaje y ubicación. Y son ya multitud los
libreros que comienzan a incorporar una mesa con libros de saldo porque les
permiten ofertar libros a precios muy bajos (en muchos casos en la horquilla
de 3 a 5 euros) para generar un cierto mecanismo de compra por impulso. En
resumen, una situación ciertamente complicada de la edición y de las librerías.
El problema a plantearse por parte del sector, y en concreto por la libre-
ría, es de doble sentido: no solo debemos qué podemos hacer por la librería,
también hay que cuestionarse qué puede y debe hacer la librería por un
cierto perfil de la pequeña edición.
De todos los gremios que integran el sector el de libreros es el más débil
con diferencia. La librería carece de grandes estructuras profesionales de di-
rección, y su influencia como lobby de presión es muy escasa. Para evitar los
“Hay que
cuestionarse qué
puede y debe
bailes de cifras que se ofrecen sobre el número de librerías en España (desde
hacer la librería
8.000 a 3.500 pasando por 1.452 en el informe de Cegal de 2010) quizá sería
necesario un nuevo censo y mapa de librerías, pero muy segmentado. En
por un cierto perfil
de la pequeña
”
España los editores independientes saben que en realidad y de verdad aquí
no hay más de 300 o 350 establecimientos a los que sin faltar a la verdad edición
se les pueda llamar librerías, y este es el club al que hay que apoyar, son los
que tienen una propuesta de valor diferenciada, lo que se debe conseguir es
que superen un test de rentabilidad. Estas librerías deben ser declaradas de
manera inmediata “especie protegida”.
La idea de que en este país hay un tipo de editor y de edición que busca
la reflexión crítica, el proyectar un catálogo hacia el futuro, y que impulsa un
tipo de propuesta cultural seria y rigurosa es absolutamente evidente. Pero
también es obvia la afirmación de que hablamos de una edición invisible,
ya sea en el mundo físico o en el mundo virtual, esta edición crítica, cultural,
lenta en sus parámetros de consumo, es en cierto modo una edición clandes-
tina, absolutamente alejada de los grandes centros de visibilidad comercial.
Y es aquí donde la librería tiene un rol y un papel que jugar ciertamente
importante. En este punto hay que decir que la librería se ha desentendido
con displicencia de conformar portfolios de producto complejos y minorita-
rios. Esto no nos puede hacer olvidar que es legítimo que el librero considere
que, como negocio, lo fundamental es el margen y sobre todo la rotación. Y
de ambas cosas cierto perfil de la edición aporta poco.
Es importante observar que un negocio es negocio mientras mantiene
sus ventajas competitivas, y en el caso de los puntos de venta en muchos ca-
sos éstas se encuentran hoy en día en cuestión. En función de la naturaleza del
negocio y de su fase evolutiva, podemos clasificar las librerías de la siguiente
manera:
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 73
“
Italia, como consecuencia de su alianza con la edición independiente.
Hay que comenzar a pensar que en un futuro muy cercano el negocio Hay que hacer
estará mucho más en el canal y en el contexto que en el propio contenido. crecer el tejido de
Todo lo que pueda ser digital será digital y no físico. Casi toda la información
y el contenido serán digitales. Pienso que siempre habrá librerías, pero el
problema vendrá de que el canal será muy estrecho como para sostener la
”
las librerías
industria, aunque siempre habrá dos cosas que el mundo digital no podrá
cambiar, la experiencia física de compra, y el contacto físico con el cliente.
Y estas ventajas competitivas es imprescindible apalancarlas a través de una
buena estrategia de marketing.
Propuestas de trabajo
de un plan de apoyo
A mi modo de ver, se hace de todo punto imprescindible un gran congreso
del mundo del libro, por lo que parece necesario constituir desde ya una mesa
de trabajo nacional para abordar un plan de defensa de la librería. Esta comi-
sión debería elaborar un texto articulado de propuestas en torno a cinco ejes:
Medidas técnicas
• Potenciar la automatización en las transacciones comerciales: Edi-
tor –Distribuidor– Librería, apoyando y ampliando los distintos
proyectos que están en marcha actualmente: Sistemas FANDITE,
SINLI, DILVE, CEGAL EN RED, etcétera.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 78
A modo de conclusión
Un país se mide por su cultura y por su tejido de librerías. En este punto, la
responsabilidad debe ser compartida entre la iniciativa privada y el Estado.
Consensuar, confluir y converger debería ser la divisa con la que actúe
el sector del libro. El esfuerzo colectivo de legitimación social de la librería no
puede ser abordado aisladamente por los gremios y asociaciones de libreros,
es responsabilidad de todos. Establecer una correlación entre la librería y la
superestructura del sistema cultural mediático, educativo e institucional pare-
ce un reto a abordar. Si la viralidad es móvil, hagamos que la librería se sitúe
“
en el centro del debate cultural de este país.
Quizá sea conveniente establecer una ruptura en la continuidad para Un país se mide
abordar el futuro del punto de venta librero en este país. A la edición y a la por su cultura
distribución hay que pedirles responsabilidad y compromiso, y a los libreros y por su tejido
iniciativa y proactividad, no sólo en beneficio de una industria, sino también
de librerías. La
de la diversidad cultural de un país. Decir que España nunca ha sido un país
especialmente culto es una evidencia, si repasamos el Anuario de Estadísticas
responsabilidad
Culturales del Ministerio de Cultura podemos observar que el consumo de debe ser
libros no de texto por habitante era en 2007 de 27 euros y en 2011 de 22, so- compartida entre
la iniciativa privada
”
lamente entre 2010 y 2011 la caída fue del 17 por ciento, igual ocurre con las
publicaciones periódicas, en 2007, 44 euros, y en 2011 32, entre 2011 y 2010 y el Estado
la caída fue el 27 por ciento.
Otra cuestión sobre la que también convendría pararse a pensar es el
tema de la información en el sector. Es imprescindible reubicar la información
del libro. Si el acceso a la información es ubicuo y también la forma de gene-
rarla, hay que pensar que la información ya no es un activo a almacenar, sino
un flujo a optimizar. En la era hipermediática la información se mueve y es un
bien experiencia, y el sector debe meditar sobre esto.
Sobre todo esto hay que reflexionar en este país, y entre todos, intente-
mos cambiar la sentencia que dice: hay negocios de risa con resultados serios,
y negocios serios con resultados de risa, como el libro.
Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 79
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y páginas web
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Prueba, experimenta y aprende: marketing para librerías 81
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