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Reelaboracion , Posicion del analista y manejo de la transferencia va

Hice un recorte de citas de dos textos de Soler, uno es "Finales de análisis", y


otro es "La repetición en la experiencia analítica". Este último es el que
recomendaron en una de las reuniones de los viernes, específicamente
capítulos 11 y 12.

Copio algunas: En "Finales de análisis", delimita dos tiempos en el desarrollo


de un análisis. (págs 57, 58) En el 1ro "el SSS es el pivote de la transferencia y
el objeto está latente".
A este primer tiempo responde el "efecto terapéutico limitado". Consiste en
"rehacerse una historia" y "se denuncian identificaciones". "El desplazamiento
significante basta para producir un efecto terapéutico" "El efecto terapéutico
consiste en deshacer una fijación entre un significante y la cadena de
significantes que remite al trauma".
El 2do tiempo "Una vez reducido el analista, convertido en cierto modo en el
que presentifica a ese objeto, no se analiza, porque analizar consiste en
desplazarse en el significante y, precisamente, la relación con ese objeto es el
punto fijo de ese desplazamiento, es una relación que el desplazamiento
significante no alcanza. (...) De ese tiempo en el que la transferencia no está
sostenida por el SSS Lacan hace un tiempo que no es sino de duelo... consiste
en desligarse paso a paso de las coordenadas simbólico-imaginarias del
objeto"
"Hay entonces un efecto terapéutico que no se refiere al desplazamiento
significante, sino al hecho de que el analista asume sobre sí una desaificación".

En el texto "La repetición..." habla de "fases de la transferencia", relaciona "La


dirección de la cura" y el seminario 11. Dice que los tres tiempos mencionados
en "La dirección...", -enamoramiento primario, frustración y satisfacción
pulsional- "son estructurados por el binario ideal y a". Refiere que en el
seminario 11 el amor de transferencia, que asume la forma de la demanda
"está tendido entre dos polos: en uno sitúa el ideal con respecto al cual el
sujeto quiere hacerse digno de amor, que es el polo de la demanda de amor
propiamente dicho, mientras que en el otro sitúa el objeto, digamos la
pulsión". (p 167)
Más adelante dice que las "satisfacciones tan difíciles de romper" del tiempo 3
de la transferencia, las ligadas a la pulsión, no se sitúan en el nivel de la
demanda de amor como tal. "La pulsión no demanda, toma. En la pulsión el
sujeto se desvanece y la demanda también. La pulsión consigue la satisfacción
y el problema es que detrás de toda la batahola de la queja analizante está el
goce que se sustrae en silencio, y es preciso discernirlo en cada analizante".

Otra de las distinciones que hace: ""el Uno del goce fálico, ligado a la
asociación libre, y el plus de gozar que está en juego en la relación con el
analista".

Hay varias citas más en relación a esto, a la maniobra transferencial y al padre


como "raptor de goce" en la neurosis que me resultaron interesantes, pero en
principio una pregunta que me surgió es si se podría pensar en dos tipos de
"reelaboración", una ligada a "coordenadas simbólico-imaginarias", que podrían
relacionarse a la elaboración tal como Freud plantea la elaboración sueño,
ligada al desplazamiento significante, y otra ligada a esta fase de duelo, de
objeción a la satisfacción pulsional y reescritura.

Por otro lado, habría que pensar si estas fases se suceden y tienen un límite
entre ellas o si es algo que recorre todo el análisis con predominancia de
algunos rasgos de una sobre otra. De qué manera interviene el analista, puesto
que también diferencia desciframiento de interpretación.

Otra pregunta es qué tipo de maniobras corresponden a cada fase, y esto para
pensar la "maniobra transferencial". En el texto "La repetición..." Soler dice: "El
primer aspecto del acto analítico consiste en objetar en acto la reciprocidad del
amor e introducir una disimetría. Es decir que el analizante convoca al analista
al lugar del amante: es muy simple, querría que el analista lo amara. En ese
punto el analista se rehúsa como maniobra analítica..." En finales de análisis
dice que el manejo de la transferencia consiste en insatisfacer el fantasma, que
es algo que "tiene como correlato designar el punto de satisfacción, manifestar
de alguna manera la presencia de una positividad que no es una positividad de
significante, que es una positividad que llamamos goce". "la posición del
analista es primero dejarse dirigir (...) hasta poder objetar, encontrar el modo
interpretativo de objeción a la satisfacción que busca realizarse. en ese sentido,
por otra parte, su intervención es correlativa de una reactivación, sésamo del
inconsciente; invita a decir...más".
Manejo de la transferencia
Cita del proyecto: “El manejo de la transferencia conduce a puntualizar
el acto del analista y la posición desde la cual realiza su intervención.
La reproducción de la neurosis en la cura implica la convergencia, en
un significante, de la acción traumática de los padres con la posición
del analista. Esta homología de la posición de los padres con la del
analista obliga a una consideración ética: el padre traumático produce
la neurosis inocentemente, pero el psicoanalista no puede ser ingenuo
en cuanto a que su posición la reproduce”.

Posicion del analista, deseo del analista


Deseo del analista como el deseo que anima a quien sostiene la cura. Y este
esta plagado de accidentes. Sem 11:" posición conflictiva del analista".

Referencias en Freud y Lacan


Direccion de la cura
Aludimos a los ejes de la Estrategia : “En cuanto al manejo de la
transferencia (estrategia), mi libertad en ella seencuentra por el contrario
enajenada por el desdoblamiento que sufre allí mi persona, y nadie ignora
que es allí donde hay que buscar el secreto del análisis”. El analista cede
su subjetividad, se despoja de su yo y su propio deseo, en pos del deseo de
analizar. A la demanda de amor, se responde con la función “deseo del
analista” (Interesante para pensar el texto de Lutereau, amor o deseo?).
En contraposición a la contratransferencia. En este Escrito el lugar del analista
es definido como la posición de muerto.(pag. 569) Ver la relación con el juego
del bridge. El muerto habilita a jugar al resto de los participantes.
Y la Política: “El analista es aún menos libre en aquello que domina
estrategia y táctica: a saber, su política, en la cual haría mejor en
ubicarse por su carencia de ser que por su ser”.(569) La política es la ética,
la ética del deseo. Es la que dirige la cura. En contraposición a la idea del yo
autónomo con quien el analista hace alianza terapéutica.

Si bien las ideas sobre la transferencia van variando(Sem 1: El analista


ocupa el lugar del A de la palabra, el Otro simbólico. Articula el esquema de la
comunicación analítica, planteando que la experiencia analítica debe
formularse en una relación de 3, no de 2) Pero siempre mantiene la idea
inicial de que la transferencia implica una refutación de la
intersubjetividad .No hay dos sujetos en análisis. Y la producción está
puesta del lado del analizante, retomando las ideas freudianas. El saber
está del lado del sujeto, aunque no lo sepa.
El analista está implicado por su posición transferencial. El asunto es
pensar, cómo la intervención del analista opera en transferencia y qué
efectos produce.Ideas ya plasmadas en el Escrito Intervencion sobre
transferencia-1951: El progreso de la cura es un movimiento dialéctico
correlativo al progreso del sujeto.”En una palabra, el psicoanalisis es una
experiencia dialéctica y esta nocion debe prevalecer cuando se plantea la
cuestión de la naturaleza de la transferencia”Pag205
Implica considerar qué movimientos y que trasposiciones subjetivas produce un
análisis. Un sujeto que pasa por un proceso analítico no es el mismo a la
salida? Hay transformación, el análisis deja una marca? Cuales? Como
fundarlas?
Retoma el lazo freudiano entre transferencia y repetición: “En la transferencia
se hacen presentes los modos permanentes según los cuales el sujeto
constituye a sus objetos”. “Asi la transferencia….traduce comúnmente un
error del analista, aunque solo fuese el de querer demasiado el bien del
paciente, cuyo peligro ha denunciado Freud muchas veces”…”Creemos que la
transferencia tiene siempre el mismo sentido de indicar los momentos de
errancia y también de orientación del analista, el mismo valor para volvernos a
llamar al orden de nuestro papel: un no actuar positivo con vistas a la
ortodramatizacion de la subjetividad del paciente”Pag 215
Se recuerda actuando en transferencia. Se coloca en el Otro un saber no
sabido sobre lo propio. Algo en el analista que no es del analista. (Antecedente
del Sujeto Supuesto Saber) Si se responde con amor no se puede analizar.
En la Conf.27,Freud se pregunta : qué hacer con la transferencia?, entendiendo
el doble carácter de la misma, como motor y obstáculo de la cura. Y responde:
“la forzamos a mudar su repetición en recuerdo”. Y además, ya hablando de la
neurosis de transferencia: “Es uno mismo quien en calidad de objeto está
situado en el centro” de la escena analítica. Y esta posición es ventajosa para
el desarrollo de la cura, para la instauración de una escena en donde se haga
ficcion de la verdad. Hacer presente la otra escena.
Es en la serie de los Escritos Técnicos (Freud, 1911-1913) y fundamentalmente
en Recordar, repetir y reelaborar (Freud, 1914) en donde la relación entre
transferencia y repetición queda fuertemente establecida en su doble vertiente:
recuerdo y actuación. El fin de la cura es restablecer el recuerdo para así poder
olvidar. (“Llenar las lagunas del recuerdo”) El olvido es producto de la represión
y el levantamiento de la misma permite recuperar los nexos mnémicos. “Si nos
atenemos al signo distintivo de esta técnica respecto del tipo anterior (hipnosis)
podemos decir que el analizado no recuerda, en general, nada de lo olvidado y
reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo, sino como
acción; lo repite, sin saber desde luego, que lo hace.” Es así como Freud
articula la repetición a la puesta en acto de lo olvidado en la relación
transferencial. La compulsión de repetición es la manera de recordar: la
sustitución del recordar por el actuar descubierta por Freud diez años antes
(Dora)y articulada en este texto, adquiere el estatuto de experiencia ineludible
en el devenir de la cura. Motor y obstáculo de la cura. Establece la relación
entre resistencia y repetición: “Cuanto mayor sea esta(resistencia) tanto mas
será sustituido el recordar por el actuar”. Tambien enlaza la resistencia y la
repetición a la transferencia negativa. Por eso “no debemos tratar su
enfermedad como un episodio histórico sino como un poder actual”
“Ahora bien, el principal recurso para domeñar la compulsión de repetición del
paciente y transformarla en un motivo para el recordar reside en el manejo de
la transferencia….le abrimos la transferencia como la palestra donde tiene
permitido desplegarse con una libertad casi total… todo pulsionar patógeno…”
También advierte que esta tarea no es tan sencilla, convoca a la paciencia del
analista ya que la actualización del deseo resiste fuertemente al desciframiento
del inconciente, si bien no va más allá de reducir esa resistencia por medio del
desciframiento interpretativo, introduce el concepto de reelaboración como “la
pieza del trabajo que produce el máximo efecto alterador sobre el paciente y
que distingue el tratamiento analítico de todo influjo sugestivo. “ Este concepto
se relaciona con el de inercia psíquica que retoma en analisis terminable e
interminable.( Estoy releyendo el texto)
En 1964, en el Seminario 11, Lacan sitúa el lugar del analista en términos de
presencia del analista: es quien engendra la realidad del inconciente, es testigo
del inconciente. La función presencia del analista es solidaria al concepto de
inconciente, y al de transferencia. Cuando Freud habla en la “Dinámica de la
transferencia” sobre la detención de las asociaciones, es decir cuando las
asociaciones realmente faltan porque hay un vacío en la significación, aparece
una ocurrencia acerca del analista, lo que Freud describe aquí parece ser del
orden de una pura presencia, algo se presenta que no re-presenta nada. No es
un signo que representa un significado, ni un significante que se vuelve a
presentar. El analista parce encarnar aquí una suerte de objeto que se
presenta sin mediación simbólica.
Siguiendo esta vía, en el cápítulo XI plantea a la transferencia como la puesta
en acto de la realidad sexual del inconciente.
La otra vía que toma de la transferencia en el Cáp XVIII es la instalación del
sujeto supuesto saber que posibilita la apertura del inconciente y la producción
de significantes a través de la rememoración. Plantea también la función
“deseo del psicoanalista”, que irá al encuentro del deseo del paciente: “La
transferencia es un fenómeno que incluye juntos al sujeto y al psicoanalista”,
siendo este fenómeno esencial, ligado al deseo como fenómeno nodal del ser
humano.
Desciframiento – Interpretación – Construcción
“La repetición…” p 162 “…cada vez que una operación de desciframiento tiene
éxito en el psicoanálisis, lejos de reducir el enigma no hace más que
acrecentarlo. Es decir que cada vez que logramos extraer un significante con
un peso especial de los dichos que circulan, de los sueños que se encadenan o
de los lapsus, evidentemente se produce un efecto, el sujeto hace un clic, pero
ese clic sólo vuelve más patente el vacío del “¿qué quiere decir eso?””.

“Como dice Lacan, un mensaje descifrado sigue siendo un enigma, porque el


desciframiento, la sustitución de un significante, no nos da el
sentido. El desciframiento es irreductible a la interpretación, son dos
operaciones diferentes. Cuanto más logramos descifrar, más vacío es el
sentido y más insiste el sinsentido. Es decir que cuanto más consigamos
reducir la abundancia verbal para extraer al final, quizás, un solo término (…)
tanto más presente estará el vacío de sentido, y el “¿qué soy yo [je]?” del
sujeto no será menos enigmático, más depurado, más acentuado. (…) El saber
inconsciente se descifra como un saber y ese desciframiento deja al sujeto no-
sabido.
P 163 En el nivel del enunciado basta con el oyente, en el nivel de la
enunciación hace falta un intérprete o, en todo caso, una operación que
designe lo que se decía en lo emitido.
El descifrador trabaja en el plano de los enunciados, el intérprete apunta al
intervalo significante.
Un intérprete despreocupado por el desciframiento cae de inmediato en la
sugestión y el abuso de la interpretación.
¿Qué resulta de un descifrador que no da el salto hacia la interpretación?
Resulta que no se puede más que seguir hablando sin saber qué se dice.
Coraje de la interpretación. Con la construcción que la precede, en la
interpretación entramos a un registro que no es de fidelidad al texto sino
un paso más.
En relación al recorte de Isabel, me ayudaron mucho para tener un panorama
más amplio de los desarrollos de Freud y Lacan. Tomé algunos sobre los
cuales me quedé pensando.

El analista está implicado por su posición transferencial. El asunto es


pensar, cómo la intervención del analista opera en transferencia y qué
efectos produce

“En cuanto al manejo de la transferencia (estrategia), mi libertad en ella


se encuentra por el contrario enajenada por el desdoblamiento que sufre
allí mi persona, y nadie ignora que es allí donde hay que buscar el secreto
del análisis”
Pensaba en las posición del analista en la transferencia, en "el
desdoblamiento", el "conflicto" y finalmente el "al menos dos" del analista.
Siempre desdoblado. En primero momento Otro simbólico y luego la vertiente
pulsional, de presencia.

“En la transferencia se hacen presentes los modos permanentes según


los cuales el sujeto constituye a sus objetos”

En el Seminario X p 37 acerca del deseo, -suponiendo que sea decible,


articulable, aunque no lo sea, lo define en realidad como articulado pero no
articulable- dice:

"deseándolo, sin duda sin saberlo, siempre sin saberlo, lo tomo como el objeto
para mí mismo desconocido de mi deseo. Es decir, en nuestra
propia concepción del deseo, te identifico, a ti, a quien hablo, con el objeto
que a ti mismo te falta. Tomando prestado este circuito obligado para
alcanzar el objeto de mi deseo, realizo precisamente para el otro lo que él
busca. Si, inocentemente o no, tomo este desvío, el otro en cuanto tal, aquí
objeto -obsérvenlo- de mi amor, caerá forzosamente en mis redes".

Me pareció interesante este pasaje por la articulación objeto de deseo y de


amor, pensando en la transferencia como "amor de transferencia", como lo que
obtura, como cierre del inconsciente, cese de asociaciones.
En el Sem 11 aparece esto del cierre del inconsciente y el "a" obturando.
El neurótico reduce el deseo a la demanda, pienso (y acá me vendría bien que
me digan si estoy patinando) que, ante el enigma del deseo del analista, el
analizante intentará identificar cuál es el objeto de ese deseo, para causar ese
deseo, lo que da lugar al amor de transferencia. ¿Cuál sería la diferencia con el
padre traumático? es algo que trato de preguntarme cuando me parece que me
estoy yendo por las ramas. Lo primero que pude ir esbozando es que, en el
lugar de padre traumático, el analista hace uso de los poderes de la palabra,
demanda, y lo entiendo como sugestión. Que haya padre es efecto de
estructura, el Otro está castrado, entonces se construye una ficción de un
padre garante, más allá del Otro. Lugar que debiera permanecer vacío en el
análisis, deseo del analista, deseo de nada, para que "se hagan presentes los
modos permanente según los cuales el sujeto constituye a sus objetos"; y el
retorno de sgtes de la demanda. En "La dirección del cura" dice que la posición
sugestiva reduce al sujeto a replantear su demanda, lo que se entiende por
reeducación emocional. Esto me sugiere una relación con la "repetición vana",
en tanto no hay modificación. Es decir, se replantea la demanda, no hay efecto
analítico, inscripción, marca o huella.

Con respecto al aporte de Ivana, me pareció muy interesante para ver estas
dos vertientes en Freud y que Soler va desarrollando en el libro sobre la
repetición que, de acuerdo a lo que pude leer, en principio está más ligada a la
insistencia de los signos, al automaton, y más adelante al ello y lo pulsional.
También habla de qué hacemos con la repetición, que se sitúa
como necesaria en la estructura. Creo que podría pensarse algo en relación a
la escritura, a la inscripción psíquica.
Me fui a casa pensando en :Que es una resistencia?.

Fui a ver Adenda de inhibición síntoma y angustia:


dice que la resistencia es GASTO DE ENERGIA PERMAMENTE
" (AUFWAND) ACCION QUE CUIDA LA REPRESION"
Si no tuviéramos este constante gasto de energía dice que lo reprimido volvería
por el mismo camino del que se lo saco o que estaríamos repitiendo la
represion indefinidamente. (Me llamó la atención esta idea de repetición de la
represión)
Una resistencia implica una contra investidura. Freud le supone a la resistencia
una contra investidura.
Resistencia: Widerstand, en aleman.
Contrainvestidura: Gegenbesetzung ( contra tomar de lugar/ contra sitiado) en
aleman Gegen significa " contra", pero Besetzung es una toma de posicion, de
un lugar. Como cdo en una guerra se sitia una ciudad. ( se me venia a la
cabeza la fijacion pulsional, aunque la traduccion de amorrortu es "
investidura")

Da como ejemplos de contra investiduras a la formaciones reactivas de los


obsesivos por ejemplo la limpieza, la escrupulosidad, la conciencia moral. Y
dice que en la histeria es mas complejo ubicarlo.
A esta resistencia la ubica en el YO, como que para el YO es inconciliable
poder verse de una manera completamente opuesta a la que se cree. Se
puede pensar: Se hace el limpio pero en realidad es un puerco.
Freud dice que a esa resistencia hay que hacerla consciente. ella misma es
inconciente a raíz de su nexo con lo reprimido pero que le contraponemos al
YO argumentos lógicos y prometemos ventajas y premios al YO Y asi
abandona la resistencia. ( momento de sugestion??)

Entonces hay una resistencia que aparece, que tenemos que superar en el
análisis que está sostenida por el yo y que se aferra fuerte de las contra
investiduras. ( posiciones opuestas a las posiciones pulsionales que le caen
bien al YO, pensando a una " investidura" - Besitzung- como un estado de sitio
en terminos de goce???? que el yo no aceptaria)
Freud sigue diciendo que nuestra lucha de las resistencias en el análisis se
funda en este tipo de criterio.

Freud dice que no hay mucho más que decir sobre esta resistencia del
yo, pero que si, cabe preguntarnos si esta resistencia esa solita es la que
recubre todo eso que nos topamos en el análisis. En amorrortu dice sale al
paso pero en alemán sería chocarte al caminar ( entgegentritt)

O sea que a pesar que le hagamos al YO todas estas promesas , nosotros


tenemos la experiencia de que aún así el " yo" se encuentra con dificultades
para "hacer retroceder" ( rückgängig zu machen) a las represiones, aún
después de que el mismo yo haya tomado la intención de abandonar, de
rendirse con estas resistencias.
Tomando el ppio del texto uno podria decir : EL YO DECIDE NO GASTAR
MAS ENERGIA EN SOSTENER LA REPRESION , pero aun asi... aparecen
dificultades.

Así tenemos la fase del cansador y agobiante trabajo que le sigue después a
esta loable intención del YO, que designamos como reelaboración.

Freud dice que ahora estamos cerca de reconocer el momento dinámico .este
momento dinámico es el que hace que la reelaboración sea necesaria/
impresindible ( notwendig) y comprensible.

Yo no se bien a que se refiere con dinamico, pero si se trata de los textos de


metpsicologia, calculo q se refiere a " lo reprimido". Al inconciente no latente.

Dice Freud que después del cancelamiento de la resistencia del yo, todavía el
poder de la compulsión a la repetición está para superar.
Y por cómo está escrito, es como que equipara el "poder de la compulsión de
repetición" a la "atracción de los ejemplos /modelos (amorrortu dice
arquetipos) inconscientes sobre el proceso pulsiónal reprimido"
Freud dice que este momento se lo puede designar como la resistencia del
inconciente.

(No entiendo a que se refiere con los ejemplos/ arquetipos/ modelos sobre el
proceso Pulsional reprimido, pero me huele a represion primaria, puntos de
fijacion, y para ser mas lacaniana modos de goce, fantasmas)

Pag 149 tomo XX

Y después para resumir nombra las cinco resistencias de las cuales tres son 3
del yo:
una es la de la represión, la segunda la de la transferencia donde dice como
interesante que aquello que se recomienda ser recordado es vivido como
"fresco"
La tercera del yo es la ganancia de la enfermedad.

Y la cuarta, que es la que nos importa, dice que viene del ello y que es la
responsable de la obligatoriedad de la re elaboración.

La 5ta es del syo pero no viene al caso.

A continuación un breve resumen extraído del libro de Iunger “De la letra por el
equívoco” (los subtítulos en negrita son míos). Saludos!

Contratransferencia
(p 34) “La contratransferencia es lo que el analista pone en juego en la cura en
tanto sujeto, haciendo obstáculo al deseo del analista, ya sea que se trate de lo
reprimido en el plano del significante –registro de los simbólico-, de su goce en
el plano del objeto –registro de lo real-, o de sus afectos –registro de lo
imaginario-. La contratransferencia es entonces inherentemente resistencial.

Goce y deseo del analista

“…el deseo del analista implica una x, la incógnita de una ecuación, la puesta
en juego de un lugar vacío (…). Sin embargo y paradojalmente esta operación
de un lugar vacío, no excluye la incidencia radical de la particularidad del deseo
de quien opera esa x, dándole cuerpo y soporte pulsional al deseo del analista”.

“En la función del analista, en tanto operador de corte –hay otras, como por
ejemplo la de soporte de la transferencia, la de semblant, etc.- se plantean dos
vertientes del padre. La primera es la vertiente metafórica, que se pone en
juego mediante la interpretación. Se trata del significante del Nombre del Padre
puesto en juego en la realización de la metáfora paterna que cada
interpretación constituye; función de corte en la dirección de la cura.

Esta vertiente vinculada a la metáfora paterna tiene un aspecto simbólico,


esencial en lo que allí se juega del significante, y un aspecto real, que la
sostiene”.

“La segunda vertiente se refiere al goce del analista como père-version, (…)
Versión del analista; real del goce del analista; un exceso de goce que
acompaña a la vertiente anterior, que atraviesa al analista en el ejercicio de su
función, y que muchas veces se pone en juego en su práctica, a pesar del
acotamiento que el deseo del analista constituye”.

“Es una faceta de la contratransferencia”

“…implica frecuentemente la coalescencia con una dimensión del analizante,


que desde el amor de transferencia tiende a sostener ese goce”.

“…se trataría de una vicisitud de la cura, en la cual el amor de transferencia


presentifica la père-version del analizante, es decir la père-version que el
analizante trae como transferencia a la cura: el amor al padre, versión hacia el
padre y del padre mismo”.

“…hay otro goce que aquel goce contratransferencial (…) goce de la función
del analista en tanto práctica de la letra, un goce vinculado al estilo, al estilo de
cada analista. Un goce en conjunción con su deseo de analista” (…) “un goce
alcanzado en la escala invertida del deseo”.

“¿Qué lo diferencia del goce de la contratransferencia? La diferencia


fundamental es que el goce de la práctica, de la función del análisis, toma al
análisis mismo como su objeto, mientras que el goce de la contratransferencia
toma al analizante como objeto”.

Estilo

"¿Y qué de la transmisión del estilo? ¿En tanto se juega en el estilo, hay
transmisión del goce? Sostenemos que hay una transmisión del goce y
particularmente en tanto se trata de lo que se juega entre analista y analizante
en tren de devenir analista, de las marcas del goce.

Transmisión que también se da de padres a hijos o de maestro a discípulo. Un


caso particular se juega en relación a una vertiente propiciatoria del goce del
padre, ahí donde coloca como objeto causa de su deseo a una mujer o a una
materia de trabajo, generalizado como arte, para su producción.
La transmisión de un estilo, a diferencia de la identificación a un estilo, cuando
se trata del pasaje de analizante a analista se juega allí donde el analizante,
que adviene analista, toma las marcas del estilo de su analista, entre otras,
para servirse de esas marcas a condición de prescindir de ellas".

Recuerdo, repetición, transferencia

Desde “Recuerdo, repetición y reelaboración”, la repetición en la transferencia


es considerada en la teorización freudiana como un punto privilegiado de
aplicación de la operación analítica; en este texto leemos que lo sustancial de
la cura psicoanalítica se basa no tanto a un trabajo interpretativo sobre lo que
el paciente suministra a la sesión en términos de ocurrencias y recuerdos
vehiculizados por la asociación libre, sino a lo que aporta como repetición en
el seno de la relación misma con el analista.
En “Recuerdo…” el recuerdo es el instrumento distinguido más tempranamente
por él en el proceso de elaboración de lo que subjetivamente se experimenta
como sufrimiento, agobio, desasosiego, etc. Freud lo reafirma al sobrevalorar
las modificaciones experimentadas por su técnica, que mantienen un mismo
fin: “la supresión de las lagunas del recuerdo” y “el vencimiento de las
resistencias de la represión” que trabajan al servicio del olvido. La repetición
sitúa un tope con el que tropieza el propósito de recordar, indicando
asimismo el punto en el que la tentativa de elaboración fracasa. “Lo que no
se recuerda se repite”, sentencia Freud, y el retorno de lo mismo pone en
evidencia la falla de su adecuada tramitación.
La repetición en el contexto de la transferencia se le presenta como una forma
especial de recuerdo: el analizado no recuerda lo olvidado sino que lo vive de
nuevo, reproduciéndolo no como recuerdo sino como acto: “lo repite, sin saber,
naturalmente, que lo repite”. La transferencia es repetición y en ella se expresa
la resistencia; en su análisis se la podrá superar y liberar al presente de su
carga de pasado. Propone a la reelaboración como trabajo contra la resistencia
dentro del marco de la transferencia. Tal trabajo es pensado en el contexto de
la metáfora energética y aún emparentado con el concepto de abreacción. “Se
pretendía sortear la resistencia mediante el trabajo interpretativo y la
comunicación de sus resultados al enfermo” … “la abreacción era relegada y
parecía sustituida por el gasto de trabajo”… “reproducir en un ámbito psíquico,
sigue siendo la meta” “…retener en un ámbito psíquico todos los impulsos…”
En el mismo texto, Freud dice “Cuando la ligazón transferencial se ha vuelto de
algún modo viable, el tratamiento logra impedir al enfermo todas las acciones
de repetición más significativas y utilizar el designio de ellas como un material
para el trabajo terapéutico”. Para Freud, en este artículo, el trabajo terapéutico
contra la resistencia es lo que permite la reelaboración (Durcharbeiten). El
manejo de la transferencia apela entonces a su cooperación para refrenar
su compulsión repetidora, y convertirla en un motivo para la evocación
del recuerdo en el terreno psíquico.
La elaboración (Durcharbeitung) se ubica allí como un proceso intermediario;
un tiempo de trabajo penoso y transformador del propio sujeto sobre sus
resistencias inducido por la interpretación, capaz de suprimir la insistencia
repetitiva de su posición al integrarla en el conjunto del entramado asociativo.
(MARIO PUJO)
Mario Pujo en una editorial llamada “Elaboración: Recuerdo y Repetición”,
altera intencionadamente los términos del texto de Freud; el nombrar a la
elaboración en primer lugar, el autor apunta a revalorizar su función subjetiva,
en la dirección más amplia de la Verarbeitung freudiana, la transformación de
la cantidad física en cualidad psíquica, el proceso psíquico de integrar el
exceso de excitaciones estableciendo conexiones asociativas entre ellas.
Lo que afecta la primacía del recuerdo en la actualidad de la cura. El
recuerdo cede su posición prioritaria entre otras diversas formas de
trabajo elaborativo, entre las cuales la puesta en palabras, la construcción de
un relato, el esfuerzo creativo, la sublimación, la acción mancomunada, los
reclamos reivindicatorios, las demandas legales e indemnizatorias, ponen en
evidencia una palpable capacidad de tramitación de las inabarcables
expresiones de lo inasimilable.
Freud sostiene en la cura una política del recuerdo. Precisamente porque su
recuperación constituye a su juicio un prueba clínicamente irrefutable del triunfo
sobre la represión. Pero el recuerdo no augura forzosamente de por sí el
logro de tramitación alguna. Hay recursos en el psicoanálisis para tratar la
compulsión a la repetición, “y transformarla en un motivo para el recordar”, a
saber, el manejo de la transferencia por parte del analista. Freud, en
“Recordar…”dice, “es preciso dar tiempo al enfermo para enfrascarse en la
resistencia, no consabida para él; para reelaborarla, vencerla prosiguiendo el
trabajo en desafío a ella y obedeciendo a la regla analítica fundamental”.

En cuanto a la repetición, ella alcanza su verdadero estatuto conceptual en


1920, con el concepto de “compulsión a la repetición” cuando demuestra regir
el vasto campo de la actividad humana, al caracterizar la insistencia cíclica
reiterativa del circuito de la pulsión y su satisfacción. La repetición sitúa así el
borde fronterizo de las actividades del recuerdo y la elaboración,
erigiéndose al mismo tiempo como su límite y su condición de
posibilidad.

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