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Otra de las distinciones que hace: ""el Uno del goce fálico, ligado a la
asociación libre, y el plus de gozar que está en juego en la relación con el
analista".
Por otro lado, habría que pensar si estas fases se suceden y tienen un límite
entre ellas o si es algo que recorre todo el análisis con predominancia de
algunos rasgos de una sobre otra. De qué manera interviene el analista, puesto
que también diferencia desciframiento de interpretación.
Otra pregunta es qué tipo de maniobras corresponden a cada fase, y esto para
pensar la "maniobra transferencial". En el texto "La repetición..." Soler dice: "El
primer aspecto del acto analítico consiste en objetar en acto la reciprocidad del
amor e introducir una disimetría. Es decir que el analizante convoca al analista
al lugar del amante: es muy simple, querría que el analista lo amara. En ese
punto el analista se rehúsa como maniobra analítica..." En finales de análisis
dice que el manejo de la transferencia consiste en insatisfacer el fantasma, que
es algo que "tiene como correlato designar el punto de satisfacción, manifestar
de alguna manera la presencia de una positividad que no es una positividad de
significante, que es una positividad que llamamos goce". "la posición del
analista es primero dejarse dirigir (...) hasta poder objetar, encontrar el modo
interpretativo de objeción a la satisfacción que busca realizarse. en ese sentido,
por otra parte, su intervención es correlativa de una reactivación, sésamo del
inconsciente; invita a decir...más".
Manejo de la transferencia
Cita del proyecto: “El manejo de la transferencia conduce a puntualizar
el acto del analista y la posición desde la cual realiza su intervención.
La reproducción de la neurosis en la cura implica la convergencia, en
un significante, de la acción traumática de los padres con la posición
del analista. Esta homología de la posición de los padres con la del
analista obliga a una consideración ética: el padre traumático produce
la neurosis inocentemente, pero el psicoanalista no puede ser ingenuo
en cuanto a que su posición la reproduce”.
"deseándolo, sin duda sin saberlo, siempre sin saberlo, lo tomo como el objeto
para mí mismo desconocido de mi deseo. Es decir, en nuestra
propia concepción del deseo, te identifico, a ti, a quien hablo, con el objeto
que a ti mismo te falta. Tomando prestado este circuito obligado para
alcanzar el objeto de mi deseo, realizo precisamente para el otro lo que él
busca. Si, inocentemente o no, tomo este desvío, el otro en cuanto tal, aquí
objeto -obsérvenlo- de mi amor, caerá forzosamente en mis redes".
Con respecto al aporte de Ivana, me pareció muy interesante para ver estas
dos vertientes en Freud y que Soler va desarrollando en el libro sobre la
repetición que, de acuerdo a lo que pude leer, en principio está más ligada a la
insistencia de los signos, al automaton, y más adelante al ello y lo pulsional.
También habla de qué hacemos con la repetición, que se sitúa
como necesaria en la estructura. Creo que podría pensarse algo en relación a
la escritura, a la inscripción psíquica.
Me fui a casa pensando en :Que es una resistencia?.
Entonces hay una resistencia que aparece, que tenemos que superar en el
análisis que está sostenida por el yo y que se aferra fuerte de las contra
investiduras. ( posiciones opuestas a las posiciones pulsionales que le caen
bien al YO, pensando a una " investidura" - Besitzung- como un estado de sitio
en terminos de goce???? que el yo no aceptaria)
Freud sigue diciendo que nuestra lucha de las resistencias en el análisis se
funda en este tipo de criterio.
Freud dice que no hay mucho más que decir sobre esta resistencia del
yo, pero que si, cabe preguntarnos si esta resistencia esa solita es la que
recubre todo eso que nos topamos en el análisis. En amorrortu dice sale al
paso pero en alemán sería chocarte al caminar ( entgegentritt)
Así tenemos la fase del cansador y agobiante trabajo que le sigue después a
esta loable intención del YO, que designamos como reelaboración.
Freud dice que ahora estamos cerca de reconocer el momento dinámico .este
momento dinámico es el que hace que la reelaboración sea necesaria/
impresindible ( notwendig) y comprensible.
Dice Freud que después del cancelamiento de la resistencia del yo, todavía el
poder de la compulsión a la repetición está para superar.
Y por cómo está escrito, es como que equipara el "poder de la compulsión de
repetición" a la "atracción de los ejemplos /modelos (amorrortu dice
arquetipos) inconscientes sobre el proceso pulsiónal reprimido"
Freud dice que este momento se lo puede designar como la resistencia del
inconciente.
(No entiendo a que se refiere con los ejemplos/ arquetipos/ modelos sobre el
proceso Pulsional reprimido, pero me huele a represion primaria, puntos de
fijacion, y para ser mas lacaniana modos de goce, fantasmas)
Y después para resumir nombra las cinco resistencias de las cuales tres son 3
del yo:
una es la de la represión, la segunda la de la transferencia donde dice como
interesante que aquello que se recomienda ser recordado es vivido como
"fresco"
La tercera del yo es la ganancia de la enfermedad.
Y la cuarta, que es la que nos importa, dice que viene del ello y que es la
responsable de la obligatoriedad de la re elaboración.
A continuación un breve resumen extraído del libro de Iunger “De la letra por el
equívoco” (los subtítulos en negrita son míos). Saludos!
Contratransferencia
(p 34) “La contratransferencia es lo que el analista pone en juego en la cura en
tanto sujeto, haciendo obstáculo al deseo del analista, ya sea que se trate de lo
reprimido en el plano del significante –registro de los simbólico-, de su goce en
el plano del objeto –registro de lo real-, o de sus afectos –registro de lo
imaginario-. La contratransferencia es entonces inherentemente resistencial.
“…el deseo del analista implica una x, la incógnita de una ecuación, la puesta
en juego de un lugar vacío (…). Sin embargo y paradojalmente esta operación
de un lugar vacío, no excluye la incidencia radical de la particularidad del deseo
de quien opera esa x, dándole cuerpo y soporte pulsional al deseo del analista”.
“En la función del analista, en tanto operador de corte –hay otras, como por
ejemplo la de soporte de la transferencia, la de semblant, etc.- se plantean dos
vertientes del padre. La primera es la vertiente metafórica, que se pone en
juego mediante la interpretación. Se trata del significante del Nombre del Padre
puesto en juego en la realización de la metáfora paterna que cada
interpretación constituye; función de corte en la dirección de la cura.
“La segunda vertiente se refiere al goce del analista como père-version, (…)
Versión del analista; real del goce del analista; un exceso de goce que
acompaña a la vertiente anterior, que atraviesa al analista en el ejercicio de su
función, y que muchas veces se pone en juego en su práctica, a pesar del
acotamiento que el deseo del analista constituye”.
“…hay otro goce que aquel goce contratransferencial (…) goce de la función
del analista en tanto práctica de la letra, un goce vinculado al estilo, al estilo de
cada analista. Un goce en conjunción con su deseo de analista” (…) “un goce
alcanzado en la escala invertida del deseo”.
Estilo
"¿Y qué de la transmisión del estilo? ¿En tanto se juega en el estilo, hay
transmisión del goce? Sostenemos que hay una transmisión del goce y
particularmente en tanto se trata de lo que se juega entre analista y analizante
en tren de devenir analista, de las marcas del goce.