Es preciso señalar aquí que establecer límites claros y excluyentes en relación con el
concepto de mediación no es conveniente, porque precisamente una de las características
del procedimiento de mediación ha de ser la flexibilidad.
Los elementos a los que en la Directiva se hacen referencia son: estructura del proceso,
dos o más partes, voluntariedad del proceso, acuerdo de las partes, ayuda del mediador.
En cuanto a la estructura del proceso, la regla general es que la mediación no tiene una
estructura fija, si no que ha de ser flexible, adaptándose a las necesidades de cada caso.
Sí se puede establecer una mínima estructura basada en una primera fase en la que las
partes, tras ser informadas de las características del proceso de mediación, acordarían
iniciar el proceso, seguida de una segunda fase de búsqueda del acuerdo y de una tercera
fase de plasmación del acuerdo.
Pretender establecer normativamente otras fases o etapas puede suponer limitar la
esencia de la mediación, la libertad de las partes. Además, ha de tenerse en cuenta que
todas estas fases pueden darse en una única sesión de mediación, como ES habitual, por
ejemplo, en los sistemas de Reino Unido o de Estados Unidos.
Por otra parte, en el derecho comparado no existe una distinción absoluta entre
mediación y conciliación; ambos términos pueden referirse a la intervención de un tercero
para llegar a un acuerdo, así como a la propia posibilidad de un acuerdo entre las partes.
En general, en los sistemas anglosajones, la conciliación engloba a la mediación, y, por
otra parte, se considera que la actividad de conciliación es más intervencionista.
Los acuerdos de las partes han de respetar el interés público para ser aprobados por el
Tribunal, lo que se controlará en caso de existir menores, incapaces o ausentes afectados
por el resultado del proceso, con el concurso además del Fiscal.
Este plazo es posiblemente muy escaso para desarrollar la mediación, inferior a plazos
previstos para realizar la mediación en leyes de mediación familiar de Comunidades
Autónomas: las normas catalanas establecen que la duración del procedimiento de
mediación será de un máximo de tres meses, a contar desde la primera reunión del
mediador y las partes, prorrogables por otros tres meses.
De durar la mediación más allá de los dos meses de suspensión, teóricamente el Tribunal
podría requerir a las partes o dictar resolución regulando las medidas sobre las que las
partes discrepaban, sin embargo, lo habitual será que el Tribunal no realice ninguna
actuación, y dado que los efectos de la falta de actuación no se dan hasta los dos años
(caducidad de la instancia, art. 237 LEC), en principio no habrá mayor problema.
Por otra parte, en la práctica, se prorroga por los Jueces el plazo de suspensión si se
solicita por las partes y se aporta prueba de la diligencia en la tramitación de la
mediación.
La materia penal debe ser materia previa de mediación delitos no considerado grave
como lesiones o daño en propiedad ajena y todos aquellos en los que se persigan por
querella.
La finalidad principal de la mediación es lograr una solución de manera practica, rápida y
eficaz de los problemas de cualquier materia ya sea familiar, civil, mercantil e incluso como
se plantea en problemas de índole penal, obteniendo como resultado la concientización
del autor de un delito, la reparación del daño sufrido emocionalmente y en nuestro
patrimonio, así como una menor saturación en los centros de penitenciarios y evitar los
largos procesos.
Son procedimientos mediante los cuales las personas pueden resolver sus controversias sin necesidad
de una intervención jurisdiccional. Básicamente se pueden reducir a las siguientes: autocomposición
(desistimiento, allanamiento – aceptación de la pretensión de parte actora – y transacción) y la
heterocomposición (mediación, conciliación y arbitraje).
Relaciones mutuas entre los cónyuges, especialmente los alimentos que se deben.
Pensión alimenticia para los hijos.
Pensión compensatoria para el cónyuge que la solicita.
Cuidado personal de los hijos.
Relación directa y regular que mantendrá con los hijos aquél de los padres que no
los tuviere bajo su cuidado.
Materias vinculadas al régimen de bienes del matrimonio.
Los aspectos educativos en la crianza de los hijos.
Asuntos relativos al estado civil de las personas, como por ejemplo en las causas
de divorcio y separación judicial, pero sí pueden ser mediados sus efectos.
Solicitudes que sirven para que una persona sea declarada interdicta.
En las causas sobre maltrato de niños, niñas o adolescentes y en los
procedimientos sobre adopción.
En forma previa a que las partes interpongan una acción judicial entre sí, podrán
someter a mediación sus asuntos en forma directa, ante uno de los mediadores
inscritos en el Registro.
Al interponerse una acción judicial, el Juez de Familia ordenará que un funcionario
especialmente calificado instruya al actor sobre la alternativa de concurrir a
mediación. En caso que acepte, el tribunal notificará al demandado, para que
acepte o rechace, dentro de 10 días siguientes.
A solicitud de ambas partes, una vez acogida a tramitación la acción y hasta cinco
días antes de la audiencia de juicio.
Esta derivación soporta una tensión entre dos principios básicos del proceso: la
autonomía de la voluntad y la imparcialidad judicial.
Este principio puede verse amenazado por el principio de autoridad judicial: el Juez es un
tercero ajeno y superior al conflicto que impone su solución, que, por lo tanto ha de
comportarse de forma imparcial.
Por otra parte, aparece como obstáculo a establecer la obligatoriedad para las partes de
la asistencia a la sesión informativa la exigencia constitucional de garantizar el derecho a
la tutela judicial efectiva en su vertiente de acceso a la jurisdicción. ¿Cómo combinar
ambos intereses?
Una multa podría ser admisible, si bien se podría cuestionar desde el punto de vista
constitucional, pero que podría justificarse en caso de mediación familiar y existir
menores, dado que el principio general de protección del menor impregna nuestro
ordenamiento.
Puede ser positiva la introducción en nuestro país, en el ámbito de familia cuando existan
menores de edad, de la obligatoriedad de la asistencia a una primera sesión informativa
de las partes en un procedimiento contencioso, que se podría adelantar incluso a
exigencia de procedibilidad para admitir la demanda a trámite, es decir, que se supeditara
la admisión de la demanda -salvo para casos de violencia- a la presentación junto con la
demanda del documento firmado por un mediador que refleje el intento de mediación
por parte del demandante, lo que facilitaría el acceso a la mediación en general y
remarcaría la privacidad del procedimiento, el control de éste por las partes y su
independencia respecto del proceso principal. Como consecuencia al incumplimiento de
alguna de las partes, podría imponerse una multa o la imposición de parte de las costas, a
discreción del juzgador, como señalan ORTUÑO y HERNÁNDE
Pautas de derivación
-es preciso determinar qué asuntos son susceptibles de ser sometidos a mediación
También, por otra parte, se deben establecer pautas que controlen la eficacia de la
mediación, basada principalmente en el resultado del procedimiento, si se llegó a un
acuerdo, y, por otra parte, el grado de satisfacción de las partes con el procedimiento de
mediación en relación con el proceso judicial.
ALGUNAS CONCLUSIONES
La crisis del modelo o del mito de la justicia (como modelo, por saturación de los
tribunales, por insatisfacción de los usuarios…) apunta a la necesidad de acudir a formas
alternativas de resolución de las disputas.
Otros países como Estados Unidos, ante una situación análoga en los años 70, recurrieron
a otras formas de resolución de conflictos.
Es conveniente analizar diferentes posibilidades de resolución alternativa, sobre todo
teniendo en cuenta las diferentes necesidades en razón de la materia del litigio y de los
medios disponibles.
Respecto de la derivación
La mediación puede ser una de las formas alternativas de resolución de conflictos que
aporten más a la sociedad.
En el ámbito del conflicto familiar, probablemente sea una de las formas de resolución
más adecuadas, si bien los ciudadanos la desconocen
-La mediación civil y mercantil puede darse incluso a través de medios telemáticos, que
han de favorecerse
-La mediación civil y mercantil puede tener una duración breve dependiendo de la
complejidad del caso
-En la mediación civil y mercantil los abogados de las partes, de haber, deben participar
en la mediación
-La preparación de los mediadores en el ámbito civil y mercantil no debe ser
necesariamente tan extensa como la de los mediadores familiares.
El legislador español, al trasponer la Directiva, debe emanar una ley sencilla, que
mantenga y respete la flexibilidad de la que la mediación debe contar para que sea
exitosa, y que contenga así los mínimos establecidos en la Directiva
BIBLIOGRAFIAS
http://www.dudalegal.cl/mediacion-resolucion-alternativa-conflictos.html
Helena Soleto Muñoz
Profesora Titular de Derecho Procesal. Mediadora. Facultad de Ciencias Sociales yJurídicas
Universidad Carlos III de Madrid.
http://www.arcos.org.br/periodicos/revista-eletronica-de-direito-processual/volume-iii/la-
mediacion-metodo-de-resolucion-alternativa-de-conflictos-en-el-proceso-civil-espanol/
Por Álvaro Césped Reyes en Generalidades
BUTTS GRIGGS, Thelma, Manual para la Mediación Laboral, con MUNDUATE, MARTÍNEZ y
MEDINA, Consejo Andaluz de Relaciones laborales, 2008
RISKIN, The new old grid and the new new grid system, Notre Dame Law Review, 79,1.
-El interés público en el proceso de familia, Revista de Derecho de Familia, Lex Nova, nº.
18, 2003
WISSLER, R.L, .The effects of mandatory mediation: empirical research on the experience
of small claims and common pleas courts, Willamette Law Review, 1997, 33, 565-579.