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EDITORIAL

LA EDUCACIÓN CIENTÍFICA
El mundo ideal sólo es el mundo material
reflejado por la mente humana
y traducido a las formas de pensamiento.
C. Marx

La educación científica concibe el mundo “ideal” porque lo reconoce como reflejo


del mundo material. Asimismo, comprende que las “formas de pensamiento” en
términos de las cuales el mundo material se traduce en nuestro pensar, están
constituidas por conceptos generales. Esta es la base radical del debate contra la
educación no científica, propia del idealismo subjetivo y el positivismo lógico, en la cual
se inscribe filosóficamente la educación colombiana que ha desterrado los conceptos
generales, las teorías y los autores clásicos para imponer la doctrina de la
incognoscibilidad del mundo material a través de la educación “operacional” por
“competencias”, el “funcionalismo pragmatista” y el “aprendizaje significativo” que no
sólo ha convertido en operarios de currículos a una inmensa masa de docentes sino
que viene arremetiendo y embruteciendo a la propia actividad de pensar.
Hoy, la educación colombiana ha pervertido los conceptos en operaciones y nada
más, y, la definición correcta de un concepto no se hace en términos de sus
propiedades y relaciones, sino en términos de operaciones mecanicistas. Esto es un
fiasco total para la educación y enseñanza.

(INSERTAR LA IMAGEN DEL MUCHACHO SACANDO PUNTA AL LÁPIZ CON


LA FRENTE) LA IMAGEN YA ESTÁ ESCANEADA, DEBE BUSCARLA EN ARETÉ
ANTERIORES. Todas las imágenes deben ir iguales, es lo ideal. 5 CM

Este motivo solamente es suficiente para responder por qué en la escuela


colombiana se castró la “pregunta sin sentido,” se mató la duda y la incertidumbre para
imponer las verdades abstractas; pues, la educación y enseñanza que se imparte
desde el Ministerio de Educación Nacional (MEN), a partir de la Ley General de
Educación de 1994, y todas las normas reglamentarias, sumadas a la ley 715 de 2001,
junto con la normatividad educativa de los últimos veinte años, especialmente, prohíben
plantearse cuestiones que no puedan ser resueltas mediante operaciones, para impedir
que quien enseña y quien aprende no comprenda el sentido y la finalidad de la
operación de enseñanza y aprendizaje, no indague la realidad material, no descubra las
propiedades y relaciones de los objetos y no aumente sus conocimientos humanos,
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porque según los sabelotodo del MEN, la enseñanza y el aprendizaje no puede ser
consciente sino mecanicista de solo acumular datos operativos.
Este error grave en que incurren los burócratas del MEN estriba en no saber
diferenciar entre lo que es el aspecto organizacional y administrativo de la educación, y,
el desarrollo educativo y pedagógico que es obra única del educador del pueblo. La
administración, organización, vigilancia y financiación de la educación son
responsabilidades políticas del Estado y sus gobernantes que se deben concretar
mediante normas administrativas. Otra cosa muy distinta es el desarrollo pedagógico de
la educación y enseñanza que jamás debe ser legislado por el Estado sino
compendiado mediante el desarrollo científico de las ciencias pedagógicas que orientan
el papel social de la escuela y el avance de la enseñanza y el aprendizaje. Este
compendio de obras clásicas de todos los tiempos y de autores nuevos y
contemporáneos debe hallarse en las bibliotecas escolares para el perfeccionamiento
permanente de los docentes.
Las leyes científicas de las ciencias de la educación y ciencias pedagógicas son
abstracciones concretas producidas por los hombres de las ciencias de la educación
(filósofos educativos, sociólogos educativos, psicólogos educativos, pedagogos) y
explicadas mediante teorías que establecen cuáles son los diferentes factores que
producen el fenómeno educativo y la práctica de enseñanza-aprendizaje, cuáles son los
factores que los componen y cuáles son sus relaciones y leyes que rigen su
movimiento. Estos hombres de ciencia son los investigadores científicos de la
educación y la pedagogía cuyo trabajo solidario se desarrolla en organizaciones
científicas de carácter educativo y colectivos pedagógicos de docentes investigadores
cuya finalidad es estudiar el fenómeno educativo y la actividad docente, indagando
problemas de la ciencia que surgen de la práctica educativa y pedagógica, problemas
que determinan la constitución y las leyes del movimiento de las cosas y procesos
objetivos para llegar a comprender, controlar y utilizar esas cosas y procesos, creando
las teorías que no solamente expliquen el mundo en que vivimos, sino también que lo
transformen.
La educación en Colombia no es científica porque tiene el sustento en la
semántica positivista, la sintaxis lógica y el método analítico lógico fundamentos del
positivismo interesado en el saber empírico elemental mediante la observación y la
aplicación de “indicadores” conducentes a “logros” con los cuales se sacrifica el
progreso individual y colectivo; pues lo que importa es la conducta inmediata de unos
“estándares” que niegan cualquier principio de libertad de cátedra, entorpecen toda
intención de libre investigación y experimentación e impiden la asimilación de las
experiencias pedagógicas de avanzada que han contribuido al progreso científico de la
educación y enseñanza. Todo esto ha originado la pérdida total de todo tipo de
exigencias humanas de carácter educativo y pedagógico (exigencias científicas, -
investigativas y académicas-, exigencias ideológicas y políticas, exigencias sociales y
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culturales,…) con lo cual viene desapareciendo sistemáticamente la finalidad humana


de la educación colombiana.
Es una necesidad imperativa que Colombia requiere una enseñanza en la que el
alumno no constituya un objeto pasivo de procedimientos pedagógicos, sino que sea un
sujeto del proceso educativo que forme parte del desarrollo de nuestra vida social.
Maurice Cornforth, (1909-1980), al respecto afirma:

No podemos pensar ni siquiera hablar sin usar abstracciones, y el positivismo no


demuestra cómo podemos hacerlo. Sólo consigue defender un uso metafísico de
abstracciones que haga imposible entender las interrelaciones y el movimiento en los
procesos reales. Es esta metafísica la que proclama a la realidad como incognoscible y
hace de aquellos que la usan incapaces de pensar científica y racionalmente.
El positivismo pretende encontrar una manera de resolver los conflictos humanos. Pero
los conflictos actuales son los que surgen de las acciones del sistema capitalista, y el
positivismo sólo halla una manera de oscurecer las bases de la lucha, empañar los
resultados de esta lucha y presentarlos como ellos aparecen precisa y exclusivamente
desde el punto de vista de la clase capitalista. Esto no puede, evidentemente, hacer
desaparecer los conflictos. Todo lo que hace es prestar su ayuda en la lucha a las fuerzas
de la reacción en contra de las fuerzas del progreso. Y esto sí, lo hace, efectivamente
En cuanto al positivismo, pretende dar un método de crítica de las fantasías idealistas
de toda clase presentándolas como “cháchara sin sentido.” Pretende ponernos en el
camino del pensamiento verdaderamente concreto en lugar de la abstracción sin
significado. Pretende enseñarnos cómo debemos hacer para que todo lo que digamos se
refiera a hechos concretos, sucesos y objetos concretos en lugar de referirnos a
“abstracciones personificadas.” Pero, en contradicción con su profesión de fe, el
positivismo elabora, en realidad, un sistema de términos y frases abstractas de la clase
más engañosa, dando cuerpo a una teoría idealista acerca de palabras y acerca de la
incognoscibilidad de la realidad a la cual se refieren las palabras.1

La educación científica, como el conocimiento científico, se basa en la lógica


dialéctica de la ciencia que permite abordar concretamente cualquier problema de la
vida en sociedad, la educación y enseñanza mediante el uso de conceptos generales y
abstractos por medio de los cuales se trata de comprender todo tema teniendo en
cuenta los diversos lados o aspectos del tema en cuestión, sus diferentes conexiones
no como algo fijo y estático, sino cambiante y en desarrollo; haciendo que las leyes y
tendencias de esos cambios sean incluidas en su concepto para que las concepciones
generales que se emplean se definan y elaboren a partir de la experiencia real, se
conecte con las exigencias humanas y sirva como guía en la práctica social. Esta
concepción epistemológica, teórica y práctica de condición científica, y que concibe la
educación y enseñanza como una obra de infinito amor, va en contraposición de la
educación colombiana por “estándares”, “logros” y “competencias” basadas en la lógica
formal que sustenta el conocimiento empírico positivista, donde languidecen los niños y
jóvenes año tras año en estériles “operaciones competitivas”, donde el tiempo se
consume en hacer listas de cosas inútiles, donde no se enseña conscientemente los
1 CORNFORTH, Maurice. Ciencia Versus Idealismo. Argentina: oy Lautaro. 1958 P.p. 332- 333
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elementos vivos del mundo en que se habita. Así sofocan la persona del niño y el joven,
así producen una uniformidad repugnante y estéril y una especie de librea de las
inteligencias.
He aquí el reto de los educadores y el pueblo, hacer que nuestra educación
colombiana se convierta en una actividad humana de carácter científico cuya finalidad
no sea otra que la educación para la excelencia de la vida donde se exalte la formación
y desarrollo de los escolares (niños y jóvenes) en la experiencia de las cosas y los
hechos reales y en la virtud del propio trabajo.

(INCLUIR LA IMAGEN DEL HOMBRE CARGANDO EL UNIVERSO)

Seguramente que el pedagogo cubano, José Martí, (1853-1895), cobra vigencia


en este desafío que nos involucra a los maestros, estudiantes, intelectuales
demócratas, dirigentes populares, padres de familia para transformar la educación y la
escuela colombiana. He aquí la exhortación centenaria de J. Martí que hizo que el
pueblo de Cuba cambiara hace cincuenta años la educación, válida para que nosotros
la agitemos hoy:

De raíz hay que volcar este sistema (…) El remedio está en desenvolver a la
vez la inteligencia del niño y sus cualidades de amor y pasión; con la enseñanza
ordenada y práctica de los elementos activos de la existencia en que ha de
combatir, y la manera de utilizarlos y moverlos. (…) El remedio está en cambiar
bravamente la instrucción de verbal en experimental, de retórica en científica, en
enseñar al niño, a la vez que el abecedario de las palabras, el abecedario de la
naturaleza (…) Hombres vivos, hombres directos, hombres independientes,
hombres amantes, -eso han de hacer las escuelas, que ahora no hacen eso.2

Como defensores de la educación científica, basada en la lógica dialéctica,


destacamos las siguientes exigencias epistemológicas, teóricas y prácticas de la
educación y enseñanza, para el conocimiento de la verdad de la ciencia, la técnica, la
tecnología y el arte que deben practicarse desde todos los grados de enseñanza y
áreas de estudio constructoras de la nueva cultura y la nueva escuela edificadora del
nuevo hombre y la nueva sociedad. Tales exigencias comprenden:
1. El conocimiento real del objeto debe abordar el estudio de todos sus lados
con todas sus conexiones y mediaciones. Esto parece una utopía, y efectivamente
lo es, porque nunca lograremos completamente conocer todo el objeto, pero la
exigencia de la educación y enseñanza científica de que se considere el objeto en todos
sus aspectos es una salvaguardia contra errores y actitudes rígidas. Esta es la

2 MARTÍ, José. Ideario Pedagógico. La Habana: Centro de Estudios Martianos. 1990. P. X


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educación y enseñanza holística: aprehender y aprender el objeto en su totalidad. La


educación de hoy, de corte “estructuralista”, se queda en las meras partes del objeto,
mostrando sólo un fragmento de él, es decir, no transmite la verdad sino una parte de
ella, negando a las jóvenes generaciones la posibilidad de acceder al verdadero
conocimiento generador de nuevas formas de pensar y actuar de modo seguro y
coherente.
2. La lógica dialéctica exige que se tome un objeto en su desarrollo, en su
automovimiento y sus cambios… Esto es que se debe conocer el objeto desde su
origen, desarrollo y evolución hasta su estado actual para enriquecerlo y transformarlo
en otro nuevo que posibilite el avance cultural. La verdadera educación y enseñanza
científica transmite la historia completa del objeto, para que el estudiante llegue a
abstracciones correctas y seguras. Esto quiere decir que la educación y enseñanza de
carácter científico transmite la concepción histórica de la humanidad, para que se
aprenda a pensar históricamente. Pero lo bárbaro de la educación colombiana es que
se ha arremetido contra las ciencias humanas excluyendo el área de HISTORIA de la
enseñanza escolar, (las universidades prescribieron las ciencias humanas al
ostracismo), con lo cual se niega no sólo la historia de la nación como producto de una
cultura del pasado, sino que también se niega la función cultural que tiene la escuela de
enseñar la transición histórica de la humanidad.
3. El total de la experiencia humana debe comprender la definición plena de
un objeto como un criterio de verdad y como un índice práctico de las conexiones
del objeto con lo que el hombre requiere. Esto quiere decir que el conocimiento
científico se obtiene a partir de la actividad social que cambia el mundo. Pero en el caso
específico de la educación y enseñanza escolar, nos vemos abocados a comprender
que aunque la escuela no cambia el conocimiento científico, sino que influencia la
conducta psicológica del escolar para que adquiera la concepción científica del mundo
a través de conceptos y teorías, debe apertrechar al estudiante de los procedimientos
del método científico para que influya de manera sistemática el cambio general de la
sociedad. De este modo, la educación científica está fundada sobre la actividad de la
enseñanza de cambiar el mundo, para ello se debe definir el tipo de hombre que la
escuela debe formar; determinar los contenidos que deben componer los programas de
enseñanza de las áreas académicas, destacando siempre la finalidad humana del
aprendizaje y pugnando siempre por un Estado ideal que garantice el crecimiento y
desarrollo de las nuevas generaciones que educa la escuela.
La teoría científica se funda sobre el total de la actividad de producir cambios en el
mundo, juntamente con la creación de medios para registrar y describir esos cambios;
así como la educación científica se funda sobre el total de la actividad de enseñanza y
aprendizaje para producir cambios en el carácter de la persona y las condiciones de
vida social, solidariamente con la elaboración de medios didácticos (metodologías,
textos escolares, medios en general) que registren las nuevas teorías didácticas y
pedagógicas generadoras de nuevas prácticas de enseñanza.
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Una educación que comprometa toda la experiencia humana, la propuso hace casi
doscientos años el más grande humanista, Carlos Enrique Marx, cuando responde el
interrogante ¿qué es la educación?, el filósofo alemán afirma:

Por educación comprendemos tres cosas:


En primer lugar: educación intelectual.
En segundo lugar: educación física tal como se da en las escuelas de
gimnasia y mediante los ejercicios militares.
En tercer lugar: enseñanza técnica que da a conocer los principios de todos
los procesos de la producción y al mismo tiempo familiariza al niño o al
adolescente con el manejo de los instrumentos más sencillos de todas las ramas
de la producción.3

4. La lógica dialéctica enseña que no hay verdad abstracta; la verdad es


siempre concreta producida a través del contacto con el mundo concreto y material,
pues el conocimiento humano es experiencia y experimento porque la ciencia no es
meramente empírica, sino experimental; ya que el conocimiento es producido por los
propios hombres de ciencia y producido con un propósito definido.
La educación colombiana de hoy transmite lo que no es verdad, porque concibe
que la ciencia se basa en lo dado, protocolos dados, experiencias dadas, lecturas
dadas y “realidad” dada. Este es el conocimiento de la inmediatez en que se ha
circunscrito la escuela colombiana, por eso es que transmite verdades abstractas.
Es un crimen que la educación diluya el deber ineludible que tiene con hombres y
mujeres: educarlos y formarlos para que floten sobre su tiempo, sin desviarlos de la
grandiosa y final tendencia humana. Que la persona viva en analogía con el universo, y
con su época, para lo cual no le sirven los estándares, los logros y las competencias de
la educación colombiana.

(Incluir la imagen de la mano y la pluma)

Estas cuatro exigencias de la educación y enseñanza científica, arriba descritas,


desatan otras cuatro premisas que apoyan el entendimiento del sentido y el objeto de la
educación científica: 1. Los problemas de la educación y enseñanza escolar tienen su
base en el modelo de relación de las personas con las formas de producción social, la
extensión del poder del Estado, la tradición cultural de la familia y el dominio sobre la
naturaleza y las fuerzas naturales. 2. La teoría científica de la enseñanza, al surgir de
la necesidad de resolver los problemas filosóficos, sociológicos, sicológicos, didácticos
y pedagógicos de la educación concebida como fenómeno social, está basada no
meramente en la observación y el registro de las experiencias pedagógicas de

3
C. MARX y F. Engels. Obras Escogidas. Tomo II. Moscú: Progreso. p. 81
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avanzada, sino sobre la actividad educativa de cambiar la conducta individual que


cambie la sociedad en general. 3. Al cambiar las cosas, (o sea, al cambiar la escuela;
los contenidos que ésta transmite para formar nuevos conceptos en los escolares sobre
el hombre, la vida en sociedad y la naturaleza; al cambiar los métodos de enseñanza
conducentes a promover nuevas prácticas de relacionarse con el mundo exterior), a fin
de obtener nuevos conocimientos acerca de sus propiedades, su constitución y sus
leyes, la ciencia hace uso de una técnica experimental mediante la construcción de
aparatos e instrumentos proyectados para registrar y describir, así como también medir
los cambios que se producen. En este mismo sentido, las ciencias de la educación
crean las nuevas bases que estimulen el progreso de la sociedad, mediante la
formación de nuevos hábitos y nuevas normas sociales despojadas de todo prejuicio
mítico y atavismos que entorpecen la cultura científica. 4. Los registros así obtenidos
proporcionan datos para estructurar y crear teorías, hipótesis y leyes que relacionan, a
pesar de ello, no los meros datos de registros en general, sino las cosas materiales
objetivas y los procesos que se están investigando. Esta premisa comprendida desde
las ciencias de la educación, consiste en la concreción de un Modelo Educativo y
Pedagógico como representación universal del tipo de hombre; el Estado social
ideal; las teorías, los principios y las leyes de la enseñanza y el aprendizaje
propios de un modelo de actividad docente avanzada; el tipo de organización
escolar que integre un modelo de escuela capaz de articular la educación en
todos los niveles y modalidad escolar (preescolar, educación básica, educación
preuniversitaria o técnica, formación profesional, posgrados, doctorados y
postdoctorados); diseñar un modelo de investigación permanente que conecte la
formación de los nuevos maestros con el perfeccionamiento sistemático de los
maestros en ejercicio, la formulación de nuevas hipótesis que dinamicen las
relaciones de los diversos agentes escolares; en fin, un Modelo de Educación y
Pedagogía que coloque la educación en primer plano dentro de las necesidades
del pueblo y que posicione a la escuela en el centro cultural de toda la sociedad.
Esto es representar un modelo de teoría y práctica científica de educación y enseñanza
que modele los nuevos cambios humanos, técnicos, científicos y artísticos de la nueva
sociedad colombiana regida por un Estado democrático y soberano practicante de la
justicia y la igualdad social.

(INCLUIR LA IMAGEN DEL HOMBRE Y EL NIÑO LEYENDO)

Consecuente con estos planteamientos, la Corporación Pedagógica Educativa,


a través de ARETÉ, viene argumentando la necesidad de constituir en Colombia un
Modelo de Educación Nacional, Científica y Popular para que las jóvenes
generaciones se eduquen de modo que sus integrantes lleguen a ser ciudadanos libres,
que tengan una elevada cultura científica, vivan civilizadamente, que tengan una alta
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moral y defiendan con firmeza las ideas de la libertad humana para el progreso cultural
de los colombianos.
J. García Nagles
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LA ILUSTRACIÓN EN LA NUEVA GRANADA

Alberto Isaac Rincón Rueda


(BUSCAR EN LAS REVISTAS ANTERIORES LA FOTO Y COLOCAR EL PIE DE
PÁGINA RESPECTIVO)
Los cambios emprendidos en España por los gobernantes borbones, pronto se
manifestaron en las colonias americanas, las ideas de las luces comienzan a penetrar en
la Nueva Granada por medio de los libros, de los científicos y filósofos que estaban de
moda en Europa, a través de periódicos y revistas publicadas por los círculos
intelectuales del viejo continente, y por un pequeño grupo de criollos, formados en las
universidades de la madre Patria.
De la ilustración Neogranadina, el padre Juan Manuel Pacheco, S.J, comenta que
“sus primeras manifestaciones se advierten en los círculos relacionados con la
Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá. En su biblioteca se encontraron no pocos
libros que reflejan las nuevas corrientes del pensamiento filosófico y científico.”
(PACHECO, 1984). La Nueva Granada comienza a despertar de un largo sueño de
atraso, la preocupación será entonces por la matemática moderna, las ciencias naturales
y por el mundo de las luces.
Surgen, igualmente, algunos escritores que quieren resaltar la importancia de la
naturaleza y sus recursos en la Nueva Granada, como el libro del P. José Gumilla “EL
ORINOCO ILUSTRADO.” En el año 1758, en la academia Javeriana se dictaron cursos sobre
la naturaleza y los vegetales, animales y el hombre mezclándose la física de Aristóteles
con las investigaciones de la ciencia que estaba surgiendo en el campo investigativo, se
plantea la necesidad de la experimentación, con lo cual en cierta forma, se aparta del
sistema aristotélico y los antiguos filósofos, de esta manera, en el mismo recinto se
comienza a disertar sobre Descartes, las experiencias de Christian Huggens, las teorías
de Isaac Newton sobre la luz y su propagación en ondas y la reflexión y refracción de la
misma, se tiene en cuenta las teorías de los sistemas solares, explicándose el de
Pitágoras y el del danés Tycho Brache, complementándose con el del canónigo polaco
Nicolás Copérnico (1473-1543) quien afirmó que el sol es el centro de nuestro sistema y
la tierra con los demás planeta giran en torno a él. Se discurrió sobre las manchas
solares “las que el primero de todos las observó fue el P. Cristobal Sheimar con ayuda
del telescopio, las cuales prueban la rotación del sol sobre su eje.”
Uno de los ilustrados peninsulares que influyó en el advenimiento de las luces al
Nuevo Reino de Granada y sobre los que cultivaron esta corriente, fue el Padre Benito
Feijoo, es así como en la biblioteca del precursor de la independencia don Antonio
Nariño, figuran los volúmenes del Teatro Crítico, de las Cartas Eruditas y de la
Demostración crítica apologética del Teatro Crítico. La obra de Jovellanos, la de Pedro
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Rodríguez al igual que la de Pedro Rodríguez de Campomanes o la de José de Moñino


Conde de Floridablanca, no fueron desconocidas en los círculos ilustrados del Virreinato.
Incluso los libros del Arzobispo Virrey Caballero y Góngora, se encuentran al igual que
las obras del Barón de Montesquieu: “EL ESPÍRITU DE LAS LEYES” las del filósofo empirista
inglés Jhon Locke: ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO. De esta forma es como la
Ilustración va penetrando en la Nueva Granada, gracias a un grupo de intelectuales que
representaba los intereses de la burguesía criolla que se preocupaba por la suerte de la
colonia.
La corriente de la Ilustración en el virreinato toma su verdadera importancia con la
llegada del joven médico don José Celestino Mutis, egresado de la Universidad de
Sevilla, quien venía al servicio del virrey don Pedro Messia de la Cerda. En 1761 Mutis
funda la primera cátedra de matemática en el colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario, desde la cual expondrá la física newtoniana y la astronomía de Copérnico.

José Celestino Mutis, Botánico y Matemático


(España, 1732 – Bogotá, 1808)

En el discurso preliminar, pronunciado en la apertura del curso de matemática, el


día 13 de marzo de 1762 en el Colegio del Rosario de Santafé el sabio gaditano
manifestaba “La utilidad de una ciencia parece ser el motivo que más obliga a cultivarla
con algún empeño y siendo tan manifiesta para el mundo sabio las utilidades de las
matemáticas, no es de extrañar que muchos hombres de competencia hayan rodado en
esta parte por todos los siglos con mejor fortuna que en otras ciencias.” (HERNÁNDEZ
DE ALBA, 1982).
Con Mutis se abría una perspectiva nueva para los hombres de estas tierras
azotadas por la ignorancia y el oscurantismo. En torno de aquel se agrupó una multitud
de discípulos y aficionados a las ciencias útiles, en un virreinato envuelto en las tinieblas
de la ignorancia, a pesar de que existía una juventud capaz de asimilar los
conocimientos y los cambios que vivía el mundo europeo. El sabio Mutis difundió con
gran maestría y paciencia su conocimiento científico, en matemáticas, astronomía,
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medicina, ciencias naturales, con las que educó a una pléyade de jóvenes inquietos por
la situación que vivía la colonia y que luego actuaría patrióticamente para lograr la
emancipación política del país. Don José Celestino Mutis apoyó también empresas que
transformaran la naturaleza y le dieran impulso a la vida colonial, es el caso de la
Sociedad Económica de Amigos del País, en ella se manifiesta el ideal ilustrado de
búsqueda de lo útil. Creó la Expedición Botánica que fue constituida el 1° de noviembre
de 1783 por cédula del rey Carlos III, que vio en ella un gran trabajo de conjunto para
utilidad universal y gloria de España.
Se puede considerar a Mutis, por su pensamiento científico y sus inclinaciones
filosóficas, un ecléctico, ya que tomó varios elementos doctrinales, provenientes de
diversas fuentes que llegan a constituir un conjunto armónico; para él la razón constituye
el más preciado don del hombre, por ello debe guiarle en las acciones de la vida
cotidiana, tiene que ser un elemento que proporcione resultados en un conocimiento que
sea útil y necesario para su progreso y bienestar, además confió en el conocimiento
empírico, pues vio la naturaleza americana, no ya como un vasto territorio de
evangelización, sino más bien como un inmenso territorio para la investigación científica.
La filosofía del iluminismo es guía, ya que se centra en un criterio de libertad que
permitiría la investigación científica; Mutis confiaba en la buena razón y el espíritu crítico
como lo único que podía liberar al hombre de los prejuicios y lo lleva a discutir sobre la
ciencia, sin guiarse por el espíritu de partido fomentado por la escolástica a la cual
criticaba, confiaba en la filosofía experimental. Guillermo Hernández de Alba en su
recopilación afirma que:

Como claro exponente del eclecticismo diez y ochesco, no pudo concebir la


naturaleza como deificada. No se llega por esta forma de interpretación del mundo a
un panteísmo, sino que se parte de la posibilidad de conocer metódicamente,
científicamente, filosóficamente, al Dios que se pude descubrir en sus obras y
amársele en ellas. Así la investigación racional del mundo no es de temerse, no
puede ser pecaminosa, es por el contrario, la vía humana más directa de ponerse
en contacto con la divinidad. Se parte del concepto renacentista de que Dios escribe
leyes en forma cifrada en el “libro de la naturaleza.” El hombre, el investigador
racional, puede si no conocerlas totalmente, al menos, descubrirlas paulatinamente,
en parte guiado por Dios mismo y en parte conducido por esa otra divinidad
imperante: la razón en su acepción de filosofía experimental, investigación racional y
matemática de los hechos.

Alrededor de Mutis se consolidó toda una generación ilustrada de discípulos que


estuvieron unidos al maestro o influidos por él, como José Félix de Restrepo, uno de
los grandes seguidores de las luces, su formación religiosa no le impidió la aceptación
de las figuras del siglo XVII como Klepere o Galileo. De Restrepo “exalta la ciencia
como la expresión de la chispa divina que quedó al hombre después del pecado
original como suprema gracia de Dios” (JARAMILLO URIBE, 1974). Con él están el
científico Francisco José de Caldas, Eloy Valenzuela, Antonio Zea, el cubano Manuel
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del Socorro Rodríguez, fundador del Papel Periódico de Santafé, el fiscal Francisco
Moreno y Escandón, Antonio Nariño, traductor de los Derechos del Hombre en la
Nueva Granada, Camilo Torres, entre otros. Estos hombres se caracterizaron por su
gran espíritu patriota, hay que resaltar entre ellos la figura del arzobispo virrey
Caballero y Góngora, influenciados por la Ilustración española y francesa, criticaron el
sistema colonial, en lo económico, lo educativo y en general la política de España para
con sus súbditos.
La Ilustración en la Nueva Granada recibe elementos del despotismo ilustrado del
rey Carlos III a través de virreyes, también ilustrados como Caballero y Góngora, quien
criticó la escolástica, al estar de acuerdo con las ciencias experimentales para la
transformación de la realidad económica del virreinato, con el fin de lograr el progreso
de la sociedad, donde las ciencias son un elemento de gran utilidad para impulsar la
transformación del mundo en contra de ese sistema cultural que tiene un profundo
sentido religioso, jurídico y filosófico, orientado por los conceptos místicos extra
mundanos.

Antonio Pascual de San Pedro de Alcántara Caballero y Góngora


Arzobispo de Bogotá y Virrey de Nueva Granada
(España, 1723 – 1796)

Caballero y Góngora, respecto de la Expedición Botánica manifiesta: “Como parte


de un vasto plan de explotación racional de las riquezas naturales del Reino y una
manera de cambiar la orientación cultural de sus establecimientos de enseñanza, pues
como él mismo lo decía, un pueblo con tantos pantanos que secar, tantas tierras que
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cultivar y tantas riquezas que explotar, no podía darse el lujo de dedicarse


exclusivamente a las sutilezas de la dialéctica y a las sublimidades teológicas.”
El espíritu positivo iniciado en la Nueva Granada por el movimiento filosófico que
identificaba ciencia con filosofía y que vinculaba ésta con términos de utilidad y
desarrollo o de mejoras en la sociedad y la cultura, en su marcha, critica a la filosofía
escolástica que había dominado la enseñanza en las universidades santafereñas: las
luces neogranadinas refutan los estudios de la colonia que seguían los pasos del
“Trivium” y el “Cuatrivium” de la época medieval, pues los estudios de filosofía giraban
en torno a la teología, la cual era considerada como la reina de las ciencias y cuya
finalidad era la preparación de los sacerdotes; igualmente criticó las doctrinas de los
Padres de la Iglesia. El pensamiento iluminista impugna el método de la “Dictatio” y la
“Disputatio”, pues sus ejercicios estaban sujetos a los rigores de la silogística y el
ergotismo; se crea una fuerte oposición al uso exagerado y a veces vulgar del latín, se
está en contra del argumento de “Autoritate” y el espíritu de partido de las escuelas.
Moreno y Escandón en su plan de reformas para la educación en el virreinato,
ataca el método silogístico, el de la “Disputatie”, donde lo común en las clases en los
centros educativos era las disputaciones sin llegar a ningún acuerdo, disputas inútiles,
obligando a que los estudiantes silogizaran desde sus primeras lecciones académicas.
El fiscal Moreno y Escandón consideraba el silogismo como el origen de muchos males
en el sistema educativo colonial.
Félix de Restrepo, uno de los ilustrados granadinos, amigos de la severidad en los
estudios, no estaba de acuerdo con el sistema silogístico, manifestaba: “Pero rodea
una lógica erizada de la inútil jerigonza de la escuela”. Consideraba que “han sido la
escuela para los escolásticos, lo que eran los torneos para los caballeros, esto es,
teatros donde el disputar y quedar vencedor era sumamente gloriosa, y del mismo
modo que los caballeros se presentaban de torneo combatiendo. Frecuentemente por
hermosuras que nunca habían visto, iban los escolásticos de escuela en escuela,
haciendo alarde de su habilidad y disputando cosas que no entendían.” (MARQUINEZ
ARGOTE, 1982).
Francisco Antonio Zea lanzó una fuerte crítica al método silogístico. El latín fue
considerado por los ilustrados granadinos como un idioma que no presentaba
innovación, era una lengua del pasado, que ya no estaba con la época que se vivía y
no era propiamente una lengua científica, es así como don Manuel del Socorro
Rodríguez, en el Papel Periódico de Santafé realiza una defensa del idioma patrio: “Le
duele que se prefiera el latín a la hermosa lengua de Castilla, ya todas las naciones se
expresan en la propia, contribuyendo a la gloria de sus letras. Le duele la ignorancia del
español y para colmo de males, el uso de un latín menos que ordinario”; los egresados
de los centros universitarios salían con nociones de latín, pero manifestaban no saberlo
emplear de una manera adecuada.
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Francisco Antonio zea


(Colombia, 1770 – Inglaterra, 1822)

Los ilustrados granadinos atacaron con gran energía el argumento de autoridad el


“Magister dixit” por considerarlo un vicio en la filosofía, que se enseñaba en los centros
educativos, era encajar en un sistema anacrónico a los estudiantes, así lo manifestaba
el Sabio Caldas: “La autoridad, la simple autoridad desnuda de apoyos, no tiene
ninguna fuerza en esta materia. Mis rodillas no se doblarán delante de ningún filósofo.
Que hable Newton o el Caribe; que Saint Pierre halle armonías en todas las
producciones de la naturaleza; que Buffon saque a la tierra de la masa del sol; que
Montesquieu no vea sino el clima de las virtudes, en las leyes, en la religión y en el
gobierno, poco importa si la razón y experiencia no lo confirman.”
Otra de las características de la filosofía colonial es el espíritu de “partido” que
será criticado por los pensadores criollos. Los estudiantes en las clases defendían las
tesis de viejas corrientes sin llegar a conclusiones lógicas, con grandes vicios o con
argumentos sin fundamento, marcados por el fanatismo y el triunfalismo de un partido,
como lo manifestó el fiscal don Francisco Moreno y Escandón “el escolasticismo y el
apego a las escuelas es tenaz” en los colegios universitarios de Santafé y proponía
como remedio “vigilancia continua, para que no se infesten los colegios con los
perniciosos espíritus de partido y de peripato o escolasticismo.”
Era la crítica devastadora contra el viejo sistema, y a favor de una filosofía útil a
las necesidades del reino como lo proponían los ilustrados granadinos era la necesidad
de abrazar las ciencias y la filosofía natural como lo expuso Mutis y el Virrey Guirior. La
instrucción de la juventud y el fomento de las ciencias y artes uno de los fundamentales
principios de un buen gobierno, (JARAMILLO URIBE, 1974).
La ilustración era el camino que permitía transformar el sistema educativo
colonial, marcado por la escolástica en el virreinato de la Nueva Granada y las colonias
españolas en América. Las ideas de la Ilustración trajeron la enseñanza de las ciencias
útiles que permitieron la explotación de los recursos naturales, con la finalidad de
mejorar las condiciones económicas del reino y sus habitantes. El siglo de las luces
ayudó a consolidar la independencia política de España y cuyos protagonistas fueron
15

los impulsores de las nuevas ideas; cuando gobierna el Estado republicano se pretende
consolidar una patria justa, equitativa para todos los ciudadanos, con mejores
oportunidades. La Ilustración significaba el cambio de mentalidad, superando los males
que dejaron las políticas españolas en todos los órdenes.

BIBLIOGRAFÍA
HERNÁNDEZ DE ALBA, G. (1982). Pensamiento científico y filosófico de José Celestino Mutis. Bogotá:
Ediciones Fondo Cultural.
HIRSCHBERGER, J. (1982). Historia de la Filosofía. Barcelona: Herder.
JARAMILLO URIBE, J. (1974). El pensamiento colombiano en el siglo XIX. Bogotá: Temis.
MARQUINEZ ARGOTE, G. (1982). Filosofía de la Ilustración en Colombia. Bogotá: El Búho.
PACHECO, J. M. (1984). Ciencia, Filosofía y Educación en Colombia. Siglo XVIII. Bogotá: Ecoe.
RUBIO Angulo, J. (1979). Historia de la filosofía latinoamericana (Vol. Tomo 1). Bogotá: USTA.
SARRAILH, J. (1981). La España Ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII. México: Fondo de Cultura
Económica.
16

El RELÁMPAGO

Un día de tormenta estaba un obispo cristiano en su catedral, y se le


acercó una mujer no cristiana y le dijo:
-Yo no soy cristiana. ¿Existe salvación del fuego del infierno para mí?
El obispo miró y respondió:
-No, sólo se salvan los bautizados en el agua y en el espíritu.
Y mientras aún hablaba, un rayo cayó con estruendo sobre la catedral, y ésta fue
invadida por el fuego.
Y los hombres de la ciudad llegaron corriendo y salvaron a la mujer, pero el obispo
se consumió, alimento del fuego.

Gibrán Jalil Gibrán


(Líbano: 1883-1931)

CELEBRACIÓN DE LA FANTASÍA

Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había


despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra,
cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara
una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, porque la estaba usando en no sé
que aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.
Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un
enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus
manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería un
cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaba los que
pedían un fantasma o un dragón.
Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba
más de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra
en su muñeca:
-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima –dijo.
-Y anda bien -le pregunté
-Atrasa un poco -reconoció
Eduardo Galeano
17

DISEÑAR Y CONSTRUIR ES ECO-HUMANIZAR

(Buscar la foto con Mayra)


Lisandro Castañeda Mogollon*

La naturaleza es el cuerpo del hombre.


Carlos Enrique Marx. (1)

Este trabajo tiene como pretensión realizar una aproximación en algunas de las
dimensiones desde lo bio-cultural (antropológica, psicológica, sociológica, histórica,
política, filosófica y desde la arquitectura) del ser humano como “homo sapiens” en el
paleolítico y como “Homo Sapiens Demens” (2) a partir del Neolítico; en el sentido del
primero, como un ser armónico con su entorno, y, el segundo como un ser capaz de la
autodestrucción. Para tal sentido mostraré la importancia de “diseñar y construir es
eco-humanizar,” una necesidad para la supervivencia de la especie humana, aunque
debemos tener conciencia de la desaparición de la especie homo, de toda vida, como la
de nuestro sistema solar y la del universo en una implosión, que puede concentrar la
materia en un estado inicial para volver a crear vida, un nuevo Big Bang(3), de ahí la
concepción de la eternidad de la materia, que ella, no se crea ni se destruye(4).
Es necesario despertar un nuevo sentimiento de vida con la urgencia de una
solidaridad humana planetaria; que sería pensar en la soledad de la tierra en el cosmos
y la soledad humana llena de seres humanos.
Para lograrlo mostraré primero, la importancia de la relación del ser humano con la
naturaleza para su comportamiento en comunidad. En segundo lugar, las estructuras
sociales abordando la dinámica individual y su relación con el “otro” como característica
esencial para su socialización. Finalmente, el aspecto significativo, que es el de diseñar
un ambiente humano, social y urbano para la sociedad del siglo XXI.
Para llegar al siglo XXI debemos situarnos espacial, temporal, social, histórica
pero también epistemológicamente. Es un recorrido que se inicia con el Big Bang hace
25.000 millones de años (m.a). La nuestra galaxia, (la vía Láctea), 14.500(m.a).
Nuestro sol 4.500(m.a). Nuestra tierra 2.500(m.a). Hace 2.050(m.a) las cianobacterias
fotosintéticas colonizaban todas las aguas, para dar paso a las procariotas sin ningún
control de su comportamiento. Hace 1.800(m.a) se inicia la apasionante evolución con
las eucariotas con psiquismo capaz de dirigir o manejar su comportamiento. Hace
1.750(m.a) comienza nuestra historia familiar; nuestros antepasados son portadores de
genes(5).
Hoy contamos con un cerebro triúnico(6) evolucionado desde hace
aproximadamente unos 250(m.a) con los reptiles (cerebro reptil, el hipotálamo),
pasando por los mamíferos inferiores (cerebro mamífero, el sistema límbico), esto hace
unos 200(m.a) y unos 65(m.a) para exterminar los dinosaurios. Se gastó 40(m.a) para
18

llegar a los primates superiores (su hábitat natural era arborícola: comían, vivían,
dormían y de ahí que sus manos y pies estaban adaptados a esta vida); para
bipedestarnos hace unos 7(m.a) (Orrorin Tugenensis)(7); para separarse el
australipithecus afarensis(8) del australopitecos africano se necesitó unos 5(m.a).
Hace 2.6(m.a) el homo habilis elaboró las primeras herramientas de hueso,
madera y piedra. No salió de África. El homo erectus, hace 1.8(m.a) usó el grito y
elaboró sonidos; éste es el primero en salir del África y conservar el fuego hace 1.5
(m.a) que será una gran revolución pero que también producirá efectos nocivos; por
una parte, mejora la digestión y, por otra, crea enfermedades por el abuso en la cocción
de los alimentos.
Hace 200 mil años surgió la gran revolución humana del nomadisrno con el homo
sapiens y puso fin a la evolución de la naturaleza, (el hombre es el último eslabón de la
evolución), estampando las primeras manos, que aún no se borran, en las cuevas,
creando lenguaje y pensamiento abstracto, (cerebro racional), creando la imaginación,
la conciencia y la capacidad de habla.
Hace 90 mil años el homo sapiens realiza su primer viaje, sale de África para
colonizar la tierra, yendo primero al cercano oriente, en Mesopotamia. Hace 80 mil
años, el hombre comenzó a enterrar a sus muertos.
El segundo viaje lo lleva a Europa occidental, hace 50.000 años, llegando a
Francia.
El tercer viaje fue con destino a América donde llegó hace unos 30 mil años.
La sedentarización humana comenzó apenas unos 12 mil años atrás, permitiendo
crear la agricultura, la ganadería, el patriarcalismo, el control sexual, la esclavitud, la
apropiación, la propiedad privada, las clases sociales, las guerras, la dominación, el
sometimiento, la exclusión, las artesanías, las instituciones, el Estado, la familia, la
domesticación de animales, la competencia.
Las primeras ciudades fueron creadas por el hombre hace 9.000 años,
comenzando con Jarmo o Jericó en el Medio Oriente. Catal Huyuk de Anatolia, 6.800
años a.c. Hassuna, 5.800 años a.c. Samarra, 5.600 años a.c. Obeid, 5.000 años a.c.
Sumer, 4.000 años a.c. Menfis de Egipto, la Biblos de los Fenicios que inventaran la
escritura, 3.200 años a.c. Uruk Sumeria, 3.700 años a.c. Jemdet Nasr, 3.200 años a.c.
Ur de los Caldeos en Mesopotamia con 80 mil habitantes, la Atenas de los “iguales con
esclavos,” la Roma de los itálicos, la Teotihuacan de México con 100 mil habitantes en
el siglo IV a.c. Cuzco de los Incas, en Bagdad, en Constantinopla con un millón de
habitantes, con una época antigua hace 2.500 años. Un feudalismo hace 1.200 años y
finalmente un capitalismo hace 500 años.
Ahora somos nómadas, sedentarios y urbanos.
La importancia de “diseñar y construir es eco-humanizar” invoca que el hombre
está unido umbilicalmente a la naturaleza-madre. Humano viene del latín humus y
significa: que brota de la tierra. Este argumento etimológico niega las teorías sobre la
aparición de la vida exógena a la tierra y a la vez limita la posibilidad del desarrollo de la
19

vida humana en el espacio, a no ser que sea en el nivel colonial, condenándonos a vivir
y morir en nuestra madre-tierra. Así el hombre es un elemento de la naturaleza, alejarse
de su origen (del suelo) es buscar estados patológicos depresivos y neuróticos, dice el
dicho popular materialista unitario: “en cuerpo sano, mente sana” o viceversa.
En las sociedades arcaicas nómadas el Homo Sapiens (comunitarios) se alimentó
de frutos y raíces protegiéndose en las cavernas, en pequeñas sociedades sin
agricultura, sin estado, sin ciudad, sin ejércitos, sin división de trabajo, sin clases
sociales, sin guerras, sin esclavitud, sin familias, sin religión, sin envidia, sin codicia, sin
egocentrismo, sobrevivieron en armonía (como lo demuestra los restos fósiles que
niegan la teoría Homo Homini Lupus de Thomas Hobbes) con su hábitat quizás por
unos o varios millones de años, sin experimentar patologías que hoy se han convertido
inherentes al ser humano.
En el neolítico, (individualismo), la segunda gran revolución humana aparece el
sedentarismo que “clava” al hombre a la tierra, hace doce mil años. Fue cuando
inicialmente la mujer descubrió y se encargó de la agricultura, por lo de aquello de su
semejanza con la naturaleza (productiva) y el hombre de la ganadería por lo de su
fuerza física, que logró que diera excedentes, invirtiéndolos en aquello que no producía
la agricultura ni la ganadería: la artesanía. Es el surgimiento del mercado. Es la división
del trabajo y la división social. Es la aparición de la propiedad privada y es cuando el
hombre se apoderó de la agricultura, de la mujer, de su hijo y del “otro”, apareciendo la
esclavitud, la guerra y otros males de la humanidad. No es la guerra la que crea la
esclavitud, es la propiedad privada.
El neolítico se da de manera ambigua, primero, nos ató a la tierra, asegurando su
permanencia en la tierra. Segundo, el gran desarrollo que trae consigo, muchos siglos
después pondrá en peligro la salud mental humana planetaria con la construcción de
grandes rascacielos, que es alejarse de su origen, nefasto para el nuevo
comportamiento humano y para una sociedad calificada por Edgar Morín(9), “homo
sapiens demens.”
En la antigüedad la corporalidad humana se “condiciona” a las cavernas, a los
palacios, a los templos, a las pirámides, construcciones que serán reemplazadas por
las metrópolis, que también darán paso a las mega-construcciones por voluntad ya del
“Homo Sapiens Demens.” Nada más desalentador para el “Homo Sapiens” que a
medida que “progresa” olvida su génesis, de lo humano y lo amenaza cada vez con
expulsarlo de su planetarización.
Hoy en el tercer milenio con el fenómeno de las grandes urbes, de las megápolis,
es innegable que el urbanismo está “robando” cada día lo rural y se puede llegar a
pensar que dentro unos 50 años, más del 50% de la población mundial (unos10 mil
millones) estará viviendo en la ciudad, con todos los problemas que ello conlleva. Cada
día se observa que urbanizar es destruir gran parte de los pulmones y esto no hace
más placentera la vida, sino por el contrario, el hombre se estresa y vive estados de
20

pánico, por la contaminación de la “selva de concreto”, de ahí la urgente necesidad del


diseño de un nuevo hábitat humano.
La ciudad del siglo XXI, es un espacio densamente poblada con edificios
saturados de contaminación visual, llena de códigos y de ruidos, avisos e instituciones,
en donde los seres humanos ya no hablan con otros seres humanos, sino con
instituciones, corporaciones, oficinas, bancos, empresas, gobierno, medios de
comunicaciones, etc. Es posible pensar que lo urbano es un espacio inhabitable sano
para el Homo Sapiens, porque de hecho solo habita el “Homo Sapiens Demens” por la
ausencia de espacios y elementos propicios para el desarrollo de la corporalidad
unitaria del hombre. Entre más nos acercamos a lo arquitectónico más nos alejamos de
la naturaleza, del estado connatural de lo humano.
Aunque ya no vivimos en las ramas, debemos estar rodeados por ellas. Debemos
“diseñar y construir para eco-humanizar” ya que no fue en vano la extinción de las
otras especies homo, en la antigüedad y tampoco olvidar lo que hoy nos dice el genoma
humano(10): aún conservamos el 98% de los genes de nuestros antepasados fósiles.
No es posible que el 2% restante, (la cultura, si por ella entendemos, como la
transformación de la naturaleza o el “hacer” del hombre. Aunque existen más de 311
definiciones de cultura), que nos diferencia, destruya su cuerpo, la naturaleza (Marx).
Es por algo que la comunidad médica recomienda para mejorar nuestra salud, el
aprovechamiento de los alimentos crudos y en especial las frutas y las verduras.
Desde las primeras ciudades del mundo, desde la polis griega, las grandes
metrópolis y ahora las megápolis que son diseños y construcciones de edificios-
ciudades con las mejores dotaciones pero a unos cuantos kilómetros alejados de la
tierra, su origen, viven el aire, son los que están disparando los estados psicóticos,
porque por mucho que se intente, integrar el hábitat natural que le sirvió por varios
millones de años al Homo Sapiens para el desarrollo pleno de su corporalidad, se verá
amenazada por las construcciones de grandes edificios-ciudades, que sería el
aislamiento de unas comunidades con otras en la medida que están dotadas de todo y
suple las necesidades para cada piso, y así no tienen que salir de su “mundo.” Donde
algunas personas no “tocan” la tierra por mucho tiempo. Como el dicho popular: “no
tiene los pies sobre la tierra,” que vive en el aire para significar que está mal
mentalmente. Paradójicamente vivimos en un planeta lleno de personas, pero en una
inmensa soledad. El individualismo campea. Es el Homo Sapiens Demens. Parece que
todo lo bien es locura.
En “diseñar y construir es eco-humanizar” me lleva a concluir la necesidad y la
urgencia de un nuevo paradigma en la arquitectura, basado en la visión de un ambiente
social, urbano y humano no solo pensando en la ciudad del futuro sino más bien en la
integración de un pasado en donde el Homo Sapiens vivía más en armonía con su
entorno y ahora la de un Homo Sapiens Demens que no tiene control y medida hacia la
explotación y destrucción de la naturaleza, sin importarle los efectos negativos.
21

Diseñar y construir un ambiente social, urbano y humano en el siglo XXI no es


tarea fácil, se requiere de visión, pero no la de empresario, no la del comerciante, ni la
del neoliberal, sino la del arquitecto eco-humanista que valore la historia de la
humanidad en función de su futuro, porque todo debe estar subordinado al Homo
Sapiens y no al Homo Sapiens Demens. Así como aprehendimos podemos
desaprehender.
Diseñar y construir es eco-humanizar, es una propuesta crítica que incluye en
ella la imperiosa necesidad de diseñar construcciones de ambientes humanos, que
permita expresar sensaciones, ternura, pasión, amor, afectividad, tolerancia, solidaridad
y el respeto por el “otro.” Es reformar el conocimiento y al mismo tiempo el
pensamiento, como lo afirma Edgar Morín.
Diseñar y construir es eco-humanizar, es el enriquecimiento de nuestro hábitat
con paisajes placenteros, que permita la realización de la vida plena y motive las
relaciones intersubjetivas y comunitarias para que no se autogenocide el Homo
Sapiens.
Diseñar y construir es eco-humanizar, es como diría el Marx del siglo XXI,
“transformar no el mundo sino la ciudad.” Transformemos la ciudad para que la vida sea
posible para los individuos y para la comunidad cada vez más compleja. Si la ciudad es
un producto y una creación del hombre, también puede ser transformada por él.
Para comprender el futuro de la sociedad humana en el planeta tierra, hay que
entender el fenómeno urbano; ¡Humanicemos la ciudad!
Según Enrique Dussel(11), otra ciudad es posible desde la política, si por ésta
entendemos: “comer bien, beber buena agua, tener un buen vestido, tener una buena
casa, tener educación, ser feliz, no morir antes de tiempo, por enfermedad, por pobreza
o porque me pisó un auto.

Notas
1. Filósofo materialista alemán (1818+1883), autor de el Capital.
2. Hombre racional y demente. El hombre también es sabiduría y también locura.
3. Stephen Hawking (1941). Historia del tiempo. El universo en una cáscara de nuez.
4. Materialismo histórico
5. E. Chatton. Biólogo y Naturista.
6. Paúl McLean (1913+2007): el cerebro triúnico, 1970.
7. Restos fósiles encontrados por los paleoantropólogos Brigitte Senut y Martín Pickford
8. Restos fósiles encontrados por el paleoantropólogo Donald Johanson
9. Filósofo Frances (1921), fundador de la filosofía de la complejidad.
10. Indica el número total de cromosomas de nuestro cuerpo.
11. Filósofo de la Liberación (1934), mexicano-argentino.
22

EL LENGUAJE FIGURADO DE LA NATURALEZA


(buscar la foto EN REVISTAS ANTERIORES)
María Isbelia Ospina de Olaya

Indudablemente el lenguaje es una herencia


inmensamente antigua de la raza humana.
Ligia Marina Paredes P.

El lenguaje es la actividad humana por la cual el hombre describe y expresa la


realidad, es el medio universal de comunicación consigo mismo, con los otros seres
humanos y con el universo. Aunque es una facultad propia del hombre, en sentido
figurado tanto la piel como el planeta utilizan un lenguaje silencioso, la primera para
expresar cualquier cambio que se dé en el organismo a nivel interno o externo; el
segundo para indicarnos su estado a través de la interrelación de los fenómenos de la
naturaleza.
El lenguaje como actividad humana está ligado al trabajo, debe entenderse
entonces que se origina cuando el hombre comienza la actividad de trabajo social
transformando su vida en sociedad. La colaboración en el trabajo crea la necesidad de
que el hombre se comunicará entre sí, entonces surgió de esa manera el lenguaje
como creación humana. Engels, en el papel del trabajo en la transformación del mono
en hombre, explica cómo la necesidad creó el órgano, así se formaron gradualmente
los diferentes órganos de los sentidos que incluyen los órganos del lenguaje; el fonador
que produce los sonidos articulados, el auditivo que percibe las ondas sonoras y el
óptico que percibe los rayos luminosos.
23

Friedrich Engels
(Alemania, 1820 – Inglaterra, 1895)

Según Engels, el lenguaje que fue creado por y en el trabajo sirvió de estimulo
para el desarrollo del cerebro. En la medida en que se complejizaba la actividad
humana se propiciaba el desarrollo de centros cerebrales cada vez más especializados
que dieron como resultado el desarrollo y perfección de los sentidos y de las zonas
donde abundan las neuronas asociativas que sirven de enlace entre los diferentes
centros de proyección, especialmente del sector frontal que desempeñan funciones
muy importantes en el desarrollo de las funciones psíquicas como el lenguaje, el
pensamiento, la escritura entre otras y que permiten que el hombre tenga la capacidad
de utilizar el lenguaje como medio de expresión y de comunicación en diferentes
formas, (oral, escrita, pictórica, simbólica, artes plásticas, gestual, corporal), es a través
de estas formas que conocemos y representamos la realidad social. Vygotsky nos dice
que “El lenguaje se convierte en el medio universal de influencia sobre el entorno.”4 A
su vez los fenómenos allí sucedidos representan un lenguaje silencioso que expresa el
estado de dicho entorno.

4
VYGOTSKY, Lev Semenovich. Obras Escogidas, Tomo III. Madrid: Visor. 1983. p. 336
24

Lev Semenovichs Vygotsky


(Rusia, 1896 -1934)

El lenguaje también podemos relacionarlo con la piel en el sentido de que los


seres vivos estamos formados por unidades básicas llamadas células, que se unen y
forman tejidos que a su vez constituyen órganos, los órganos forman sistemas y éstos
organismos. Todo organismo está limitado por la piel. La piel humana también
evolucionó durante el proceso antropogénico, su sentido táctil está íntimamente ligado
al desarrollo de la mano y ésta al desarrollo del trabajo. La mano del mono utilizada
para trepar agarrándose de las ramas de los arboles va especializándose en nuevas
funciones debido a la complejidad de la actividad convirtiéndose en instrumento de todo
trabajo humano como lo plantea Engels: “la mano no sólo es el órgano del trabajo sino
también es producto de él.”5 Además de constituir el órgano del trabajo también lo es
del conocimiento. La continua actividad de la mano contribuía al estímulo de su
capacidad sensitiva, de esa manera se desarrollaron las estructuras nerviosas
periféricas que perfeccionaron su sentido táctil y abarcaron todo el tejido de la piel
humana la cual presenta millones de terminaciones nerviosas altamente especializadas
para percibir las diferentes sensaciones de los objetos del entorno.
La piel o tegumento es el mayor órgano del cuerpo humano, su superficie es de
aproximadamente 2 metros cuadrados, un espesor que oscila entre 0.5 mm en los
párpados y 4 mm en el talón y un peso de 5 kg. Entre sus funciones está servir como
barrera protectora, aislando al organismo del medio circundante y como sistema de
comunicación con el entorno. El cuerpo habla a través de ella, cualquier cambio que se
produzca en la piel es un signo de anomalía tanto al interior del organismo como en su
medio externo. La piel expresa el estado de salud, enfermedad, tristeza, alegría,
asombro, disgusto, cambios en el clima, dolor, placer y señala los ritmos del cuerpo
durante la vida humana. Se constituye en el lenguaje silencioso del cuerpo que detecta
cualquier cambio en el entorno.
El planeta también nos expresa un lenguaje por cuanto se comporta como un
gigantesco organismo susceptible de transformación y autorregulación donde todo
proceso se debe a la interrelación del aire, suelo, agua, energía, plantas, animales y

5 C. MARX y F. ENGELS. Obras Escogidas, Tomo III. Moscú: Progreso. 1976 p. 68


25

seres humanos. Rubenstein plantea que: “Todos los fenómenos del mundo están
relacionados entre sí. Toda acción sobre algo es interacción; toda modificación de un
fenómeno se refleja en los demás y ella misma constituye una respuesta al cambio que
han sufrido otros fenómenos que inciden sobre él. Esta propiedad común a todo lo
existente se expresa en el hecho de que en todos los objetos se dejan sentir las
acciones externas a que se hallan sometidas.”6 Esta propiedad que es la propiedad del
reflejo es la base de la dinámica planetaria dada en la interrelacionan de los fenómenos
sociales y los fenómenos naturales.
Dentro de esta dinámica tan compleja del planeta cada especie cumple una
función importante, el hombre como ser que se distingue de los animales adquiere la
capacidad de descubrir las leyes naturales y así controlar parte de esta dinámica,
obtiene por ello calidad de vida que depende de la calidad de los recursos naturales y
la calidad de los recursos naturales está en relación de su uso, distribución y
explotación, supeditado al manejo de tecnologías foráneas que impone el modelo de
desarrollo imperante. Estos procesos de interrelación constituyen el lenguaje del
planeta, a través de ellos se expresa el estado de la relación hombre-naturaleza.

6 RUBINSTEIN, S.L. El ser y la Conciencia. La Habana: Universitaria. 1965 p. 19


26

LEER PARA SANAR*


Sofía D’Andrea

La lectura de un cuento o una novela puede ser un gran aliado en la recuperación de un


paciente. En hospitales de la Argentina y España, ya existen actividades que promueven
la literatura con fines terapéuticos.

“La lectura puede ser crucial en etapas de la vida en las que debemos
reconstruirnos. Cuando fuimos golpeados por una enfermedad, accidente o por una
pena de amor, cuando hemos perdido nuestro empleo, cuando atravesamos una
depresión o crisis psíquica. Todas esas pruebas que conforman nuestro destino, todas
esas cosas que afectan negativamente la representación que tenemos de nosotros
mismos y del sentido de nuestra vida.”
Tal es el testimonio de Michèle Petit, antropóloga francesa, célebre por sus
investigaciones sobre los beneficios de la lectura en situaciones de crisis. “En la
lectura”, insiste, “hay otra cosa más allá del placer, que depende de un trabajo psíquico.
Esto nos permite volver a encontrar un vínculo con aquello que nos constituye, que nos
da lugar, que nos da vida.”
Poemas, novelas románticas, best-sellers, cuentos. Leer implica sumergirse en
otro mundo, entrar en un estado de ensoñación y fantasía, en un espacio que aleja al
lector de la estrechez, la soledad y la rutina.
Esta vivencia es especialmente importante para quienes ven sus hábitos
interrumpidos por la aparición de una enfermedad y deben permanecer recluidos
durante un tiempo. En la habitación de un hospital, las horas se miden en revisiones y
análisis, y muchos pacientes caen en profundas depresiones. Sin embargo, en distintos
lugares del mundo, esfuerzos individuales de médicos, familiares y voluntarios levantan
el ánimo del enfermo mediante un recurso tan sencillo como antiguo: una buena
historia.

La literapia.
En la Argentina y en España, esta iniciativa ha logrado plasmarse en un proyecto
organizado, con un marco teórico y objetivos concretos. En el caso español, el Hospital
Policlínico La Rosaleda, situado en Santiago de Compostela, desarrolla un programa
llamado literapia. Según su definición, consiste en el empleo de la lectura y la escritura
para aliviar el sufrimiento generado por la enfermedad, mejorando la calidad de vida y
readaptación del paciente.

*
Tomado de NUEVA Revista del Interior. No. 00898 Argentina, Septiembre 21 de 2008
27

El motor de esta idea fueron las inquietudes de un grupo de profesionales


procedentes del ámbito de la Literatura, Medicina, Ciencias de la Educación y
Periodismo. Entre ellos, la Dra. Angela Torres Iglesias, psiquiatra, y el farmacólogo Dr.
Manuel Freire-Garabal Núñez, ambos profesores de la Universidad de Santiago de
Compostela. “La iniciativa comenzó a implantarse en el 2007”, explican. “Tras
establecer un marco conceptual sólido, comenzamos a aplicar el proyecto piloto en
pacientes infantiles con distintas patologías y en adolescentes con trastornos de la
conducta alimentaria. Hoy tenemos diseñado un protocolo para desarrollar en pacientes
adultos de La Rosaleda que están en tratamiento con diálisis debido a una enfermedad
renal crónica. Este protocolo también se realizará en pacientes con cáncer de otros
hospitales”.
Para los especialistas de La Rosaleda, lo más interesante de la literapia es la
búsqueda conjunta que médicos y literatos emprenden para seleccionar textos,
monitorear su lectura y, finalmente, valorar sus resultados en la recuperación del
paciente. Ellos insisten en la enorme importancia de la lectura como proceso en el que
intervienen todas las facultades del que lee. Así, éste reacciona ante el estímulo del
texto poniendo en juego su sensibilidad, su memoria y su cultura, porque “una obra
literaria no significa lo mismo para todos los que la leen; cada lector encuentra cosas
parcialmente diferentes”.
La literapia ha sido recibida con éxito no sólo en el ámbito sanitario español, sino
en el editorial. De hecho, La Rosaleda ha conseguido donaciones de fundaciones y
editoriales, como Christopher Little (editora de J.K. Rowling), Salamandra o Galaxia. Y
está lanzando una nueva colección de libros escritos por los niños enfermos que
acuden a la escuela infantil del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de
Compostela.

Una biblioteca hecha a pulmón.


Al otro lado del planeta, un grupo de residentes del porteño Hospital Tornú puso
en marcha un proyecto de características similares a las de La Rosaleda. Desde el
pasado mes de abril, este equipo saca adelante la biblioteca de las Unidades 5 y 6 del
área de Clínica Médica. Son especialistas en Terapia Ocupacional, Educación para la
Salud y Servicio Social, y, sumando un esfuerzo extra a sus actividades cotidianas,
acercan libros, diarios e historietas a los pacientes, mejorando, poco a poco, su calidad
de vida.

–¿Cómo surgió la idea de realizar la biblioteca?


–Cuando una persona está internada, sufre un desacondicionamiento. Viene con
una rutina previa que se anula completamente; no se mueve, se queda todo el día en la
cama, lo cual la afecta en lo físico y en lo anímico. Además, tiene mucho tiempo libre,
sobre todo a la tarde y los fines de semana. Entonces se angustia, demanda más a los
28

enfermeros, a la noche está más inquieta; todo ello hace que su recuperación se
entorpezca, porque entra en un cuadro depresivo.
Desde cada disciplina, cada una de nosotras recurría al libro como una
herramienta más, como algo personal para ayudar al paciente y generar un vínculo con
él. Gracias al apoyo del Dr. Diego Brosio, jefe de la Unidad, y al trabajo diario de todos,
esto se concretó en una biblioteca que puede ser usada tanto por los pacientes como
por sus cuidadores. Para ello, estructuramos un marco teórico y formamos un equipo
interdisciplinario de promoción de lectura que deberá realizar, a los 6 meses o al año,
una evaluación de los resultados.

–¿Qué actividades llevan a cabo con los pacientes?


–Realizamos una recorrida por las salas, les contamos que está funcionando la
biblioteca y observamos qué vínculo tiene cada uno con la escritura o con la oralidad. Si
la persona está interesada en leer, le avisamos a un familiar que se acuerde de traerle
un libro o le llevamos un libro de la biblioteca.

–¿Cómo resuelven los problemas que pueda tener un paciente para leer?
–Hay mucha gente mayor con deterioro cognitivo, por lo que se intenta adaptar el
material; un cuento corto, de una hoja, donde la persona no sólo pueda leer, sino
trabajar algunas funciones cognitivas superiores por medio de la lectura. Además, en
caso de necesidad de anteojos, iniciamos los trámites para su fabricación o hablamos
con los familiares para que los traigan. Y si no pueden leer por su cuenta, se habla con
la familia o los voluntarios, se intenta adaptar el libro, agrandar las letras mediante
fotocopias, mejorar la postura, poner un atril. Por otro lado, a veces intentamos que se
sienten al borde de la cama durante la lectura para empezar a reacondicionarlos a nivel
físico.

La lectura, un espacio de intimidad.


Una perspectiva de salud integral que no sólo abarque la ausencia de
enfermedad: este es el concepto clave detrás del proyecto de la biblioteca. Así como la
salud no puede englobarse totalmente mediante conceptos científicos, lo mismo sucede
con el sufrimiento de cada persona. Para el equipo de residentes del área de Clínica
Médica, la literatura permite un acercamiento a cada experiencia singular.
“En las internaciones, el paciente sufre una fragmentación; cada parte de su
cuerpo es atendida por un médico distinto y responde a estímulos diferentes”, afirma
Liliana González, médica psiquiatra y miembro del grupo de residentes. “Nuestro
objetivo es tomar la función reparadora de la lectura cómo ayuda a construir un espacio
de intimidad, aunque se esté compartiendo un espacio público donde uno está
literalmente desnudo y perforado por tubos”.
Así, el hecho de acercarse a un paciente con algo que lo involucre en su totalidad
va teniendo efectos en cómo se presenta clínicamente. “En muchos casos, los libros los
29

ayudan a pautar sus tiempos; les permiten pasar el día sin caer en el sueño, que es lo
habitual durante las internaciones”, explica. “Los pacientes nos piden: ‘dame algo que
sea divertido, algo alegre, para no dormirme’. Esto, sumado a un encuadre de visitas
con días y horarios regulares, mejora su estadía en el hospital”.
Otra de las consecuencias de la lectura es que también estimula a los familiares ,
este modo, no sólo ayuda al paciente a reconstruir un cuerpo y un espacio, sino que se
convierte en un puente hacia otra persona, un lugar donde encontrar la fuerza
necesaria para salir de la enfermedad.

Los libros más pedidos

Horacio Quiroga
(Uruguay, 1878 – Argentina, 1937)

Los libros más solicitados por los pacientes del Hospital Tornú son: Cuentos de la
selva, de Horacio Quiroga, Los viajes del Capitán Cook, Robinson Crusoe y las novelas
de Julio Verne. Según el equipo de la biblioteca, esto podría deberse a que durante la
internación uno se vuelve totalmente dependiente para cuestiones básicas como comer
o ir al baño. En esta situación, no sería extraño que el paciente rememorara, a través
de la lectura, aquellas épocas en las que era un niño al cuidado de los demás.
30

Julio Verne
(Franccia, 1828 – 1905)
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¿Padece usted de dequefobia?

Jairo Aníbal Moreno Castro*

En los últimos años, el escenario -de por sí- atiborrado y complejo de las neurosis
domésticas dio la bienvenida a una, de forma extraña y contenido intelectual, que
amenaza con convertirse pronto en la pandemia del nuevo milenio. Se trata de la
dequefobia, entidad que navega en las aguas turbias de las fobias 7, especialmente de
las generadas y promovidas en la escuela.
La dequefobia, nace allí, al amparo de concepciones pedagógicas de sospechoso
rigor dictatorial. Allí, en la escuela convencional aparecieron para quedarse y
convencernos de que la inteligencia es una virtud dudosa y frecuentemente castigada,
la fronemofobia (miedo a pensar), la centofobia ( miedo a las ideas nuevas), la
allodoxafobia ( miedo a las opiniones), la cainofobia ( miedo a fallar), la laliofobia (miedo
a hablar), la ataxofobia ( miedo al desorden), la tan de moda, siniestrofobia ( miedo a la
izquierda), la atelofobia ( miedo a la imperfección), la atazagorafobia ( miedo al olvido) y
en virtud de todas ellas, la verbofobia ( miedo a las palabras ), la bibliofobia ( miedo a
los libros), la epistemofobia (miedo al conocimiento), la sofofobia (miedo a aprender),la
bufonofobia ( miedo a los sapos) y, finalmente, la vergonzante didascaleinofobia ( fobia
a la escuela).
Como forma particular de onomatofobia (miedo a escuchar ciertas palabras), la
dequefobia consiste en un terror irracional, infundado y desproporcionado a la
preposición DE, cuando ésta aparece antes de la conjunción relativa o complementaria
QUE. Se tiene la sospecha de que este temor tiene su origen en prácticas de

*MORENO CASTRO, Jairo Aníbal. Licenciado en Linguística y literatura, Universidad Distrital "Francisco José de Caldas".
Psicólogo, Universidad Nacional. Mgt. Linguística española, Instituto Caro Y Cuervo. Profesor Universidad Distrital, Universidad
Pedagógica Nacional.
7 temores irracionales, miedos intensos, persistentes y desmedidos que llegan a ser incapacitantes y de alto riesgo. Con

frecuencia, quienes las padecen son conscientes de que el terror sentido carece de fundamento, sin que ello lo elimine o aminore.
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ultracorrección, surgidas cuando la academia enfiló su artillería contra el dequeísmo:


fea y cacofónica costumbre de adornar verbos objetivos con la, en este caso,
imprudente e innecesaria, preposición DE. (Pienso de que, dijo de que, siente de que,
escribió de que…)
Aunque tengo la convicción teórica de que 8 las palabras se validan en el uso, de
que es la dinámica de las interacciones sociales la que señala las perfecciones de una
lengua, también tengo la certeza de que para el académico, para el estudioso, para el
maestro, para el profesional de la palabra, es una acción obligada conocer la lengua y
ésta no solamente es un “cementerio de palabras”, es también y en principio, un código
reglado, que si bien es construido en el juego social cotidiano, tiene condiciones de uso
en ocasiones desconocidas por el dequefóbico.
Por ejemplo, en las expresiones: “Se acordó de destituir a la secretaria” y “Se
acordó destituir a la secretaria”, la presencia de la preposición A, señala un rumbo
semántico distinto. En este caso es fácil aceptar que no es lo mismo acordarse de
(evocar un hecho) que acordarse algo (llegar a un acuerdo). De la misma manera, es
bien diferente decir “Otra vez Uribe aspira a la presidencia”, asunto que me ha
recrudecido el insomnio y producido recientemente algunas fobias, que “Otra vez Uribe
aspira la presidencia”, tema éste algo insólito si se piensa en la enorme cantidad de
consejeros, conserjes, secretarios privados y voluntarios que aspiradora en mano,
realizarían con gusto esta labor.
Asimismo, para todos, menos quizás para los dequefóbicos, los enunciados:
“Todos se sorprendieron con el chisme de que se comió un elefante” y “Todos se
sorprendieron con el chisme que se comió un elefante,” son estructuras con contenido
diferentes. Si bien, el hecho de que alguien se hubiera comido un elefante, sorprende y
causaría la envidia de más de un carnívoro, el suceso de que un elefante se hubiera
comido un chisme, desafía aún más nuestra lógica e imaginación. Escribir DE QUE,
resulta en este caso, no sólo válido, sino imprescindible.
Por el mismo camino argumental, abrigo la esperanza de que encontremos que
“Me derrotó con el argumento de que es débil…” es conceptualmente diferente a “Me
derrotó con el argumento que es débil.” En verdad, muy pocos académicos serían
derrotados con argumentos débiles, mientras que el argumento de que alguien es débil,
puede ser en algunas circunstancias, un argumento fuerte, consistente y efectivo. De
igual forma, si decimos que “La noticia de que escribe bien, es falsa”, estamos
afirmando que es falsa la noticia de que alguien escribe bien, mientras que cuando
suprimimos la preposición para anunciar:” La noticia que escribe bien, es falsa,
queremos subrayar el hecho de que la noticia en cuestión, es falsa aunque esté bien
escrita.

8 y aquí espero se me disculpe y exculpe no el uso de la preposición DE, sino otra fea, narcisa y frecuentemente penalizada

manía de utilizar la primera persona en documentos académicos.


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Ahora bien, si en este punto aún tiene duda de si es usted una persona
dequefóbica, o si sabiéndolo ya, quiere conocer de qué grado o de qué tipo (perverso,
moderado o ingenuo), es el mal que lo aquebranta, le recomiendo que conteste con
serenidad y buena fe, el test que aparece enseguida. Cerciórese primero de que no
sufre de testofobia y de que la catagelofobia o temor al ridículo y signo inexorable de la
escuela flagelante occidental, todavía no lo con-vence.

Marque con una x, los enunciados que considere inadecuados o incorrectos.


1. Nos descrestó con la noticia de que la compró en Miami.
2. Estoy seguro de que es de esa manera.
3. Sus amigos se enteraron de que sabía poquito.
4. No lo pudo persuadir que la tierra es cuadrada.
5. No se entero de que la vida es movimiento.
6. Caímos en la cuenta de que la vida debemos estudiar.
7. Nadie los persuadió que eran felices.
8. Ya no duda de que tengo la razón
9. Pienso de que existo.

Si marcó como incorrectos todos los enunciados (menos el 4 y el 7) y pertenece a


la comunidad académica encargada del debate lingüístico, no hay duda de que usted
es un dequefóbico perverso y radical. Seguramente está convencido de que NUNCA
puede precederse la palabra QUE, con la preposición DE. Tal vez tenga un
conocimiento apenas intuitivo de la lengua. Si usted es, o será, maestro podría ser
infundadamente descalificador. Podría ser arrogante, ultracorrector, pensador
axiomático, conmovedoramente convergente. Podría sentirse, con frecuencia y sin
razón, un gramatólogo infalible. Tal vez le moleste la canción de Pablo Milanés: “De qué
callada manera, no por hilefóbico (miedo al materialismo), ni quizás por bolsefóbico
(miedo a los bolcheviques)9,sino simplemente por dequefóbico. Es probable que
presente episodios de ansiedad generalizada, es factible que tenga dificultades para
mantener la concentración, acceder al punto de vista del otro, eliminar la irritabilidad y la
tensión muscular.
Aunque los especialistas recomiendan para estos casos intervenciones
profesionales sistemáticas: terapia de exposición, desensibilización sistemática, terapia
cognitiva e inclusive tratamiento con métodos de choque, en ocasiones es suficiente
con que el dequefóbico cierre los ojos durante media hora; piense que la vida, la ciencia
y el lenguaje no son siempre como parecen, sino como son; se convenza de que la
gramática no es como nos la enseñaron “las maestras bondadosas y miopes” 10,

9
Que también podría ser
10 De Benedetti, en: Hombre que mira a su hijo.
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deponga la arrogancia de gramatólogo imberbe y se disponga a gozar con las


sorpresas que no dejará de proporcionarle la lengua aquella que lo hizo hombre.
Por su parte, si encontró menos de cuatro enunciados11 incorrectos, es un
dequefóbico moderado, ocasional. Ánimo, siga estudiando. La lengua castellana será
para usted un objetivo conquistado. Será maestro, no se afane. Su dequefobia es
ingenua y no le impedirá colmar con su sabiduría a los muchos discípulos que
esperanzados lo reclaman.
Finalmente, si decidió que todos los enunciados (con excepción del 4, el 7 y el 9)
son correctos, felicitaciones. Sobran razones para inferir que además de información
lingüística, posee un pensamiento flexible, crítico y creador. Usted podría tener
Hipengiofobia (miedo a la responsabilidad) o cinofobia (miedo a los perros) o tal vez
miedo a los payasos (coulrofobia), al polvo (coniofobia), o a las mujeres hermosas
(caliginefobia), o a la soltería (anuptafobia) o de pronto a las brujas (vicafobia) o
simplemente a los suegros (socerafobia), o a ser tocado ( hafefobia), o a las cosas
grandes ( megalofobia), pero por ahora está libre de la temida dequefobia.

11 Espero que no sufra de tetrafobia o fobia al número cuatro.


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Por qué no me compré un DVD


Eduardo Galeano

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y


cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una
función o achicarlo un poco.
No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos
en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos
para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron
sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se
entregaron inescrupulosamente a los desechables!
Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos
resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el
bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las
arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.
¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me
distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo
de ahora esté bien, eso no lo discuto.
Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el
celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los
cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida.
¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba
relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y
escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido
más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de
heladera tres veces.
¡Nos están fastidiando! ¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede! Todo se rompe, se
gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que
cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? ¿Alguien
ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón
para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
36

Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El
otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de
la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡Cuando yo era niño
por mi casa no pasaba el basurero! ¡Lo juro! ¡Y tengo menos de ... años! Todos los
desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no
estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon.
La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando
las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales,
servían de abono o se quemaban.
De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor.
Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el “guarde y guarde que
alguna vez puede servir para algo” pasarse al “compre y tire que ya se viene el modelo
nuevo”.
Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo
cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la
dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el
mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un
nombre como para cambiarlo)
Me educaron para guardar todo. ¡Toooodo! Lo que servía y lo que no. Porque
algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Sí, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos
podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso)
guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas
del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita.
¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los
pocos meses de comprarlo?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los
manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para
todo lo que no fuera mantel ni cubierto.
Y guardábamos. ¡Cómo guardábamos! ¡Tooooodo lo guardábamos!
¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¿Cómo para qué? Hacíamos limpia-
calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y
enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las
clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para
hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo
guardábamos!
Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de
primus.
Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y
carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto
cajón.
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Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico
sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el
capuchón.
Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que
perdían a su encendedor.
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se
tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el
ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del
corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la
casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un
poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que
algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
¡Los diarios! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para
poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver! ¡Las
veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de
carne!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer
guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los
cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los
fósforos usados porque podíamos prender una hornilla de la Volcán desde la otra que
estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de
fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los
frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con
qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la
inscripción a mano en una sota de espada que decía “este es un 4 de bastos”.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y el
ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su
otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros
objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden “matarlos” apenas aparentan
dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney.
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos
dijeron: “Cómase el helado y después tire la copita”, nosotros dijimos que sí, pero,
¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las
copas.
Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las
primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las
hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros,
38

las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con
una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los
que preservábamos.
Ah ¡No lo voy a hacer!
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que
también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria
colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer.
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco
y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a
fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a
las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los
lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.
De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente
entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna
función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de
que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
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Adam Smith y Karl Marx


dialogan sobre el desplome del actual capitalismo financiero

Antoni Domènech*

Karl.- ¿Viste, viejo, que este chico, Joseph Stiglitz, anda diciendo por ahí que el
colapso de Wall Street equivale al desplome del muro de Berlín y del socialismo real?
Adam.- No es para estar contentos, ni tú ni yo. Y tú, menos aún que yo, Carlitos.
Karl.- Hombre, a cuenta del suicidio del capitalismo financiero, mi nombre vuelve a
estar en boga, mis libros, según informa The Guardian, se agotan. Hasta los más
conservadores, como el ministro de finanzas alemán, reconocen que en mi teoría
económica hay algo que aún merece la pena tener en cuenta…
Adam.- …no me vengas ahora con mezquinas vanidades académicas post
mortem, Carlitos, que en vida jamás te abandonaste a ellas. Yo hablo en un sentido
más fundamental, más político. Ninguno de los dos puede estar contento, y, te repito, tú
menos todavía que yo.
Karl.- ¿Y eso?
Adam.- El “socialismo real” que se construyó en tu nombre no tenía nada que ver
contigo. Pero al menos, tú sí que te llamaste “socialista”. Yo, en cambio, ¡ni siquiera me
llamé nunca a mí mismo “liberal”! Eso del “liberalismo” es una cosa del siglo XIX (la
palabra, como sabes, la inventaron los españoles en 1812), y van y me lo endosan a
mí, un tipo que murió oportunamente en 1793. ¡Es ridículo! ¿Cómo va a afectarme eso?
Karl.- Ya veo por dónde vas. Quieres decir que ni el desplome del muro de Berlín
ni el colapso del capitalismo financiero en 2008 tienen mucho que ver ni contigo ni
conmigo, pero que, aun así, nos cargan el muerto.
Adam.- Exactamente. Pero en tu caso es peor, Carlitos: porque tú sí te dijiste
socialista, y el socialismo real, quieras que no, contaminó al ideario socialista. A mí me
importa un higo que fracase el “liberalismo”, cualquier liberalismo. No tendré que
explicarte a ti, precisamente, uno de mis discípulos más inteligentes, que ni mi teoría
económica ni mi filosofía moral tenían nada que ver con el tipo de ciencia económica,
positiva y normativa, que empezó a imponerse en tus últimos años de vida, eso que tú
aún alcanzaste a llamar “economía vulgar” y que tanto gustó a los liberales de impronta
decimonónica.
Karl.- Desde luego; tú y yo fuimos aún clásicos. Luego vino esa caterva vulgar de
neoclásicos, incapaces de distinguir nada.

*Profesor de Filosofía Moral en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona y editor de la revista
política internacional Sin Permiso. 26/10/08
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Adam.- Por ejemplo, entre actividades productivas e improductivas, entre


actividades que generan valor y riqueza tangible y actividades económicas que se
limitan a recoger rentas no ganadas (rentas derivadas de la propiedad de bienes raíces,
rentas derivadas de los patrimonios financieros, rentas resultantes de operar en
mercados no-libres, monopólicos u oligopólicos). Nunca ha dejado de impresionarme la
agudeza con que elaboraste críticamente algunas de estas distinciones mías, por
ejemplo, en las Teorías de la plusvalía.
Karl.- Es evidente. Tú hablaste repetidas veces de la necesidad imperiosa de
intervenir públicamente en favor de la actividad económica productiva. Eso es lo que
para ti significaba “mercado libre”; nada que ver con el imperativo de parálisis pública
de los liberales y de los economistas vulgares, incapaces de distinguir entre actividad
económica generadora de riqueza y actividad parasitaria buscadora de rentas.
Adam.- En mi mercado libre los beneficios de las empresas de verdad
competitivas y productivas y los salarios de los trabajadores de esas empresas ni
siquiera tendrían que tributar. En cambio, para mantener un mercado libre en mi
sentido, los gobiernos tendrían que matar a impuestos a las ganancias inmobiliarias, a
las ganancias financieras y a todas las rentas monopólicas…
Karl.- … es decir, a todo lo que, después de darme a mí por perro muerto, y en tu
nombre, Adam, ¡en tu nombre!, se ha hecho que dejara prácticamente de pagar
impuestos en los últimos 25 años. ¡Hay que joderse!
Adam.- ¡Hay que joderse, Carlitos! Porque lo que yo dije es que una economía
verdaderamente libre, al tiempo que estimulaba la producción de riqueza tangible, podía
generar, gracias entre otras cosas a un tratamiento fiscalmente agresivo del parasitismo
rentista y de su pseudoriqueza intangible, amplios caudales públicos que podrían ser
destinados a servicios sociales, a la promoción del arte y de la ciencia básica –que es,
como el arte, incompatible con el lucro privado—, a establecer una renta básica
universal e incondicional de ciudadanía, como quería mi coetáneo Tom Paine, etc. Ya
ves, Carlitos, yo, que no pasé de ser un modesto republicano whig de mi tiempo, ahora,
si no me falsificaran cuatro profesorcillos más perezosos aún que ignorantes, y si se me
leyera con conocimiento histórico de causa, hasta podría pasar por un peligrosísimo
socialista de los tuyos. Y te diré, si ha de quedar entre nosotros, que, visto lo visto, la
vuestra me resulta una compañía bastante grata…
Karl.- En realidad, toda tu ciencia, como la de tantos republicanos atlánticos de tu
generación, estaba puesta al servicio del principio enunciado por el gran florentino
malfamado, a saber: que no puede florecer la libertad republicana en ningún pueblo que
consienta la aparición de magnates y gentilhuomini, capaces de desafiar a la república.
Y si lo ves así, la falsificación en tu caso es aún peor que en el mío: el “socialismo real”
abusó aberrantemente de la palabra “socialismo”, dando pie a la refocilación general de
todos mis enemigos; ¡pero es que tú ni siquiera llegaste a enterarte de qué era eso del
“liberalismo”!
41

Adam.- Quien no se consuela es porque no quiere, Carlitos. Lo cierto es que lo


que ha pasado en los 30 últimos años en el mundo va en contra de todo lo que tú y yo,
como economistas y como filósofos morales, queríamos. Mira a estos pobres
españoles, inventores del término “liberalismo”. A ti y a mí nos importaba, sobre todo, la
distribución funcional del producto social (eso que ahora tratan de medir con el PIB):
pues bien, la proporción de la masa salarial en relación al PIB no ha dejado de bajar en
España, y ha seguido bajando incluso después de que volviera a asumir el gobierno en
2004 un partido sedicentemente marxista hasta hace muy poco…
Karl.- Sí, sí, un horror. Pero el caso es que cuando estos chicos, supuestamente,
me dejaron a mí por ti, y pasaron a llamarse “social-liberales” a comienzos de los 80, lo
que hicieron fue una cosa que te habría puesto a ti también los pelos de punta. Fíjate
que no sólo retrocedió la proporción de la masa salarial en relación con el PIB, sino
que, en la España del pelotazo y el enrichisez-vous de Felipe González, lo mismo que
en la Argentina de “la pizza y el champán” de Menem y en casi todo el mundo, los
beneficios empresariales propiamente dichos empezaron a retroceder también en
relación con la parte que en el PIB desempeñaban las rentas inmobiliarias, las rentas
financieras y las rentas monopólicas…
Adam.- ¡Cómo nos han jodido, Carlitos!
Karl.- No desesperes, Adam. La historia es caprichosa, y ¿quién sabe?, a lo
mejor, ahora, hasta empiezan a tomarnos en serio. Fíjate que le acaban de dar el
Premio Nóbel a un chico bastante espabilado que desde hace años estudia la
competición monopólica y rescata a Chamberlain y a Keynes, esos muchachos que al
menos se esforzaron por entendernos, a ti y a mí, en los años 30 del siglo XX y que
querían proceder a la “eutanasia del rentista”…
Adam.- Yo fui un republicano whig bastante escéptico, Carlitos. No viví el
movimiento obrero del XIX y del XX y la epopeya de su lucha por la democracia. No
puedo entregarme tan fácilmente al Principio Esperanza de aquel famoso discípulo
tuyo, ahora, por cierto, casi olvidado.
42

A LA MUJER
Jairo García Nagles

ARETÉ, para esta edición, conservando la tradición consciente de exaltar la dignidad de la


mujer, ha preferido expresar nuestro afecto solidario mediante los siguientes versos de Juana de
Asbaje y Ramírez conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, (1648 – 1695), una de las figuras
representativas de las letras hispanas que superó las fronteras impuestas socialmente en los
tiempos coloniales a las mujeres. Mujer mexicana que aprendió a leer a los tres años de edad a
escondidas de su madre, cuando acompañaba a la escuela a su hermana mayor, pidiéndole a la
maestra que también a ella le diera la lección. También tuvo la inteligencia de aprender el latín y
manejarlo con sólo veinte lecciones. Apenas tenía apenas trece años, cuando Juana Inés fue
llamada a la corte virreinal para servir como dama de la virreina doña Leonor Carreto, Marquesa
de Mancera que sentía un gran amor por las letras. Estando en convento, Sor Juana se dio a
conocer con prontitud, y desde entonces fue solicitada frecuentemente para escribir obras por
encargo (décimas, sonetos, liras, rondillas, obras de teatro, etc.), entre las cuales destacó
Neptuno Alegórico en 1689. Sus motivos variaron siempre de lo religioso a lo profano. En 1692
se hizo merecedora de dos premios del concurso universitario "Triunfo Parténico". Su amor por
la lectura le llevó a armar una colección bibliográfica de cuatro mil volúmenes que archivaba en
su celda, que llegó a ser considerada la biblioteca más rica de Latinoamérica de su tiempo.
Poseía además instrumentos musicales y de investigación científica, lo que pone en evidencia
que su formación intelectual alcanzó las áreas de astronomía, matemática, música, artes
plásticas, teología, filosofía, entre otras.
He aquí una de sus poesías más reconocidas, para esta oportunidad:

Hombres necios que acusáis


a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;

si con ansia sin igual


solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo


de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
43

y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,


hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro


que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén


tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana,


pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis


que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada


la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?

Mas, entre el enfado y la pena


que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas


a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido


en una pasión errada:
44

la que cae de rogada,


o el que ruega de caído?

¿O cuál es de más culpar,


aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

¿Pues, para qué os espantáis


de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo


que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

Ahora, para incitar la reflexión estética, he aquí unas frases célebres de MADAME DE
STAEL (Germaine Necker, baronesa de Staël-Holstein; París, 1766 - 1817). Escritora francesa. En
1786 contrajo matrimonio con el barón de Staël-Holstein. Al estallar la revolución de 1789,
convirtió su salón de la rue du Bac en uno de los principales centros literarios y políticos de la
capital. Entre sus ensayos cabe citar De la influencia de las pasiones sobre la felicidad de los
individuos y de las naciones (1796), De la literatura considerada en sus relaciones con las
instituciones sociales (1800), Alemania (1810) y Consideraciones sobre los principales
acontecimientos de la Revolución francesa (1818). Es autora también de las novelas Delphine
(1802) y Corinne o Italia (1807), y de la obra testimonial Diez años de destierro (1821).
Según Madame de Stael:

● La posición de la mujer no está dictada por la naturaleza, por la biología o por el sexo,
sino que es una cuestión que depende de un artificio político y social.

● No cometáis un error histórico, que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar, al
dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza joven.

● Hemos de tener claro que la prostitución es una lacra social que hunde sus raíces en
unas relaciones de dominio entre géneros, en definitiva que el origen de la prostitución se
encuentra en la esclavitud.
45

● La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un esclavo.

● Las mujeres no miden jamás los sacrificios, ni los suyos ni los de los demás.

● La pobreza, más que un asunto económico es una privación profunda de las libertades
fundamentales y un ataque a la dignidad humana.

● Tú piensas que el cielo empieza allá arriba. Si supieras que empieza bajo tus pies no
sería tan problemático volar como una mosca o un pájaro.

● Una mujer que no se gusta a sí misma no puede ser libre, y el sistema se ha preocupado
de que las mujeres no lleguen a gustarse nunca.

De otra parte, también el poeta venezolano Aquiles Nazoa (1920 - 1976), escritor,
periodista y humorista cantó a la mujer, especialmente a “su morena”, de esta manera:

MI MORENA

Tiene mi morena
tan chiquita boca
que en ella le caben
diez platos de sopa

cuarenta pepinos
diez mil calabazas
y en serio les digo
un cajón de papas.

A la pobre chica
le dio la viruela
calentura mala
y el dolor de muela

el doctor le dio
la zarzaparrilla
jarabe de piña
té de manzanilla.

Capitán de barco
le mandó un papel
que si quería
casarse con él
46

ella le responde
por medio del mar
que para casarse
tiene que comprar
naguas con tiritas
y otro delantal.

Tirita por delante


tirita por atrás.

Adiós que me voy


y no vuelvo más.

Finalmente, degustemos el poema de Tatiana Lobo, escritora chilena, nacionalizada


costarricense -1939, escrito con la pasión consciente de la historia de ser mujer:

AGRADEZCO SER

Agradezco ser un animal,


porque los hombres han puesto en peligro
la supervivencia del planeta.

Agradezco ser hembra,


porque el hombre no es el centro del universo,
sino apenas un eslabón más
en la cadena de la vida.

Agradezco que me digan que soy irracional,


porque la razón ha conducido
a los peores actos de barbarie.

Agradezco no haber inventado la tecnología,


porque la tecnología ha envenenado
el agua y el ozono.

Agradezco que me hayan colocado


más cerca de la naturaleza,
porque nunca estaré sola.

Agradezco que me hayan confinado


al hogar y a la familia,
porque puedo hacer de toda la Tierra
mi hogar y mi familia.
47

Estoy feliz de que me llamen ama de casa,


porque puedo apoderarme de la mía.
Estoy feliz de no ser competitiva,
porque entonces seré solidaria.

Estoy feliz de ser el reposo del guerrero,


porque puedo cortarle el pelo mientras duerme.

Estoy feliz de que me hayan excluido


del campo de batalla,
porque la muerte no me es indiferente.

Estoy feliz de haber sido excluida del poder,


porque lejos del poder
me alejo de la ambición y la codicia.

Estoy feliz de que me hayan excluido


del arte y la ciencia,
porque los puedo inventar de nuevo.

Me agrada saber que dicen que mi cerebro


es más pequeño que el del hombre,
porque entonces mi cerebro cabe en todas partes.

Me agrada que me digan que carezco de lógica,


porque entonces puedo crear una lógica menos fría y más vital.

Me agrada que me digan que soy vanidosa,


porque puedo mirarme al espejo
sin sentirme culpable.

Me agrada que me digan que soy emocional,


porque puedo llorar y reír a gusto.

Me agrada que me digan que soy histérica,


porque entonces puedo lanzar platos
a la cabeza de quien intente hacerme daño.

Me gusta que me llamen bruja,


porque entonces puedo cambiar
la dirección de los vientos a mi favor.
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Me gusta que me llamen demonio,


porque puedo quemar
el lecho donde me abusan.

Me gusta que me llamen puta,


porque entonces puedo hacer el amor
con quien me dé la gana.

Me gusta que me digan débil,


porque me recuerdan
que la unión hace la fuerza.

Me gusta que me digan chismosa,


porque nada de lo humano me será ajeno.

Pero lo que más agradezco,


lo que más me agrada,
lo que más me gusta
y lo que me hace más feliz,
es que me digan loca,
porque entonces ninguna libertad
me será negada.

Una y mil veces me quemó la Inquisición


y aprendí a nacer de las cenizas.
Me encerraron en un harén
y encerrada no dejé de reír.

Me pusieron un cinturón de castidad


y adquirí las artes de un cerrajero.
Cargué fardos de leña y me hice fuerte.

Me pusieron velos en la cara


y aprendí a mirar sin ser vista.

Me despertaron los niños a medianoche


y aprendí a mantenerme en vigilia.

No me enviaron a la Universidad
y aprendí a pensar por mi cuenta.

Transporté cántaros de agua


y supe mantener el equilibrio.
49

Me extirparon el clítoris
y aprendí a gozar con todo el cuerpo.

Pasé días bordando y tejiendo


y mis manos aprendieron
ser más exactas
que las de un cirujano.

Segué trigo y coseché maíz,


pero me quitaron la comida
y con hambre aprendí a vivir.

Me sacrificaron a los dioses


y a los hombres
y volví a vivir.

Me golpearon y perdí los dientes


y volví a vivir.

Me asesinaron y me ultrajaron
y volví a vivir.

Me quitaron a mis hijos


y en el llanto volví a la vida.

Con tanta fortaleza acumulada,


con tantas habilidades y destrezas aprendidas,
Mujer, si lo intentas,
tú puedes dar vuelta al mundo...
50

LA ESQUINA INÉDITA

Rodrigo Catañeda Mogollón

¿SI LA MUERTE ES La muerte,


Qué será de los poetas
Y de la cosas dormidas
Que ya nadie las recuerda?
Federico García Lorca.

Y ¿qué será de los “poetas” que no conoce nadie, que no han logrado publicar un
verso, o escribir un estribillo en una carta o tarjeta de amor por temor o indecencia, a
pesar que se conozca su fiereza pero no el lado de su musa poética? ¿Qué será de
esos poetas inéditos, inseguros, cobardes pero corajudos de sentimientos y tímidos en
la difusión de la autoría intelectual; desafiantes ante el hades e irresolutos con sus
versos; flemáticos ante sus amores y resignados al olvido? ¿Qué hacer con estos
“locos” solitarios, ingenuos y constructores de desamores?
¡Ah!, quijotes de sufrimiento, estoicos de la vida, ignotos del mundo editorial,
quizás artesanos de imágenes, pinceladas y rimas dislocadas. Hacedores de versos
escondidos y extraños. Poetas con sufrimiento del mundo vivido. Bardos de corazón
henchido de penas y traiciones de amores nunca habidos. Con haber elegido el
camino artificioso de la poesía, arrojándose a la seducción agreste que esquiva la
palabra. ¿Quién recordará sus versos?
¡Tanto Valor! ¡Tanto Dolor! El dolor de la palabra labrada y el verso ignorado.
Cuántos amores fingidos. Cuántas ensoñaciones.
Irrumpamos LA ESQUINA INÉDITA, con una de mis andanzas por estos recodos
poéticos. Y bienvenidos los versos de poetas ignorados que comiencen la travesía por
ARETÉ de desafiar el verso colombiano: “Ese otro que también me habita / acaso
propietario / invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos / ese otro a
quien temo o ignoro / felino o ángel / ese otro que está solo siempre que estoy solo /
ave o demonio / esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera /
eco o palabra esa voz que responde cuando me preguntan por algo / el dueño de mi
embrollo / el pesimista y el melancólico y el inmotivadamente alegre / ese otro también
te ama.” DARÍO JARAMILLO AGUDELO, POEMAS DE AMOR I.
Bienvenidos los versos inéditos, bienvenidos con este opúsculo:

ME HABRÁS OLVIDADO

…Las cosas que se van no vuelven nunca,


51

Todo el mundo lo sabe,…


F. García Lorca.

Cuando la pasta de jabón


Ya no te bañe
Me habrás olvidado.
Cuando ya no sientas el frío de tus sábanas
Que junto a mí, calcaron los cuerpos repetidos
Cuando los recodos de tu cuarto
Sean más amplios
Cuando la estrechés de tu cama sombría
No sienta mi compañía
Cuando tu ventana
No extrañe
Mi mano nocturna
Cuando la cortina
No muestre tu silueta
Cuando la penumbra
No perciba mi sombra
Cuando el teléfono
No sea personalizado
Cuando tu cena
No se acongoje por mi ausencia
Cuando tu sueño
No se interrumpa con mi insistencia
Cuando tu tiempo
Sea de un forastero
Cuando la cotidianidad
Se interrumpa
Cuando en la obscuridad
No me sientas partir
Cuando tu sonrisa
No busque la mía
Cuando tus fantasías
No acaben en manos mías
Cuando tu desvelo
Se entregue a la vaguedad de Morfeo
Cuando tu camino
No equidiste de mi camino
Cuando la luna traspase la ventana
Y se encuentre con mi vacío
52

Cuando la lluvia deslizante


No sumerja mis pupilas
Cuando tu piel de canela
No vierta mi aroma
Cuando en mi boca
No duerman tus besos
Y mi respiración
No ahogue tu sueño
Y cuando abras tu cuarto
No encuentres mi recuerdo
Me habrás olvidado
Sin súplica
Me habrás olvidado
Sin desventura
53

AL PROFESORADO LIBRE

Los maestros y las maestras de todas las áreas del saber, todas las categorías de escalafón,
todos los niveles de educación y enseñanza preescolar, primaria, secundaria, universitaria y
posuniversitaria que deseen dedicarse a la enseñanza nacional, científica y popular, y se hallen
despojados de preocupaciones, supersticiones y creencias tradicionales absurdas, pueden
ponerse en comunicación con el Director de la Revista ARETÉ para la vinculación al Colectivo
Pedagógico de Docentes Investigadores. (corporacionpedagogicaeducativa@hotmail.com)

(BUSCAR EL FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN PARA AGREGARLO )


54

LOS TRES PEREZOSOS


(Cuento popular de exageraciones)
(Versión infantil, "El huevo de chocolate")

Erase una vez un padre que tenía tres hijos muy perezosos. Se puso enfermo y
mandó llamar al notario para hacer testamento:
- Señor notario -le dijo- lo único que tengo es un burro y quisiera que fuera para el
más perezoso de mis hijos.
Al poco tiempo el hombre murió y el notario viendo que pasaban los días sin que
ninguno de los hijos le preguntara por el testamento, los mandó llamar para decirles:
- Sabéis que vuestro padre hizo testamento poco antes de morir. ¿Es que no
tenéis ninguna curiosidad por saber lo que os ha dejado?
El notario leyó el testamento y a continuación les explicó:
- Ahora tengo que saber cuál de los tres es el más perezoso.
Y dirigiéndose al hermano mayor le dijo:
- Empieza tú a darme pruebas de tu pereza.
- Yo, -contestó el mayor- no tengo ganas de contar nada.
- ¡Habla y rápido! si no quieres que te meta en la cárcel.
- Una vez -explicó el mayor- se me metió una brasa ardiendo dentro del zapato y
aunque me estaba quemando me dio mucha pereza moverme, menos mal que unos
amigos se dieron cuenta y la apagaron.
- Sí que eres perezoso -dijo el notario- yo habría dejado que te quemaras para
saber cuánto tiempo aguantabas la brasa dentro del zapato.
A continuación se volvió al segundo hermano:
- Es tu turno cuéntanos algo.
- ¿A mí también me meterá en la cárcel si no hablo?
- Puedes estar seguro.
- Una vez me caí al mar y, aunque sé nadar, me entró tal pereza que no tenía
ganas de mover los brazos ni las piernas. Menos mal que un barco de pescadores me
recogió cuando ya estaba a punto de ahogarme.
- Otro perezoso -dijo el notario- yo te habría dejado en el agua hasta que hubieras
hecho algún esfuerzo para salvarte.
Por último se dirigió al más pequeño de los tres hermanos:
- Te toca hablar, a ver qué pruebas nos das de tu pereza.
- Señor notario, a mí lléveme a la cárcel y quédese con el burro porque yo no
tengo ninguna gana de hablar.
Y exclamó el notario:
- Para ti es el burro porque no hay duda que tú eres el más perezoso de los tres.

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