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EDITORIAL
LA EDUCACIÓN CIENTÍFICA
El mundo ideal sólo es el mundo material
reflejado por la mente humana
y traducido a las formas de pensamiento.
C. Marx
porque según los sabelotodo del MEN, la enseñanza y el aprendizaje no puede ser
consciente sino mecanicista de solo acumular datos operativos.
Este error grave en que incurren los burócratas del MEN estriba en no saber
diferenciar entre lo que es el aspecto organizacional y administrativo de la educación, y,
el desarrollo educativo y pedagógico que es obra única del educador del pueblo. La
administración, organización, vigilancia y financiación de la educación son
responsabilidades políticas del Estado y sus gobernantes que se deben concretar
mediante normas administrativas. Otra cosa muy distinta es el desarrollo pedagógico de
la educación y enseñanza que jamás debe ser legislado por el Estado sino
compendiado mediante el desarrollo científico de las ciencias pedagógicas que orientan
el papel social de la escuela y el avance de la enseñanza y el aprendizaje. Este
compendio de obras clásicas de todos los tiempos y de autores nuevos y
contemporáneos debe hallarse en las bibliotecas escolares para el perfeccionamiento
permanente de los docentes.
Las leyes científicas de las ciencias de la educación y ciencias pedagógicas son
abstracciones concretas producidas por los hombres de las ciencias de la educación
(filósofos educativos, sociólogos educativos, psicólogos educativos, pedagogos) y
explicadas mediante teorías que establecen cuáles son los diferentes factores que
producen el fenómeno educativo y la práctica de enseñanza-aprendizaje, cuáles son los
factores que los componen y cuáles son sus relaciones y leyes que rigen su
movimiento. Estos hombres de ciencia son los investigadores científicos de la
educación y la pedagogía cuyo trabajo solidario se desarrolla en organizaciones
científicas de carácter educativo y colectivos pedagógicos de docentes investigadores
cuya finalidad es estudiar el fenómeno educativo y la actividad docente, indagando
problemas de la ciencia que surgen de la práctica educativa y pedagógica, problemas
que determinan la constitución y las leyes del movimiento de las cosas y procesos
objetivos para llegar a comprender, controlar y utilizar esas cosas y procesos, creando
las teorías que no solamente expliquen el mundo en que vivimos, sino también que lo
transformen.
La educación en Colombia no es científica porque tiene el sustento en la
semántica positivista, la sintaxis lógica y el método analítico lógico fundamentos del
positivismo interesado en el saber empírico elemental mediante la observación y la
aplicación de “indicadores” conducentes a “logros” con los cuales se sacrifica el
progreso individual y colectivo; pues lo que importa es la conducta inmediata de unos
“estándares” que niegan cualquier principio de libertad de cátedra, entorpecen toda
intención de libre investigación y experimentación e impiden la asimilación de las
experiencias pedagógicas de avanzada que han contribuido al progreso científico de la
educación y enseñanza. Todo esto ha originado la pérdida total de todo tipo de
exigencias humanas de carácter educativo y pedagógico (exigencias científicas, -
investigativas y académicas-, exigencias ideológicas y políticas, exigencias sociales y
3
elementos vivos del mundo en que se habita. Así sofocan la persona del niño y el joven,
así producen una uniformidad repugnante y estéril y una especie de librea de las
inteligencias.
He aquí el reto de los educadores y el pueblo, hacer que nuestra educación
colombiana se convierta en una actividad humana de carácter científico cuya finalidad
no sea otra que la educación para la excelencia de la vida donde se exalte la formación
y desarrollo de los escolares (niños y jóvenes) en la experiencia de las cosas y los
hechos reales y en la virtud del propio trabajo.
De raíz hay que volcar este sistema (…) El remedio está en desenvolver a la
vez la inteligencia del niño y sus cualidades de amor y pasión; con la enseñanza
ordenada y práctica de los elementos activos de la existencia en que ha de
combatir, y la manera de utilizarlos y moverlos. (…) El remedio está en cambiar
bravamente la instrucción de verbal en experimental, de retórica en científica, en
enseñar al niño, a la vez que el abecedario de las palabras, el abecedario de la
naturaleza (…) Hombres vivos, hombres directos, hombres independientes,
hombres amantes, -eso han de hacer las escuelas, que ahora no hacen eso.2
Una educación que comprometa toda la experiencia humana, la propuso hace casi
doscientos años el más grande humanista, Carlos Enrique Marx, cuando responde el
interrogante ¿qué es la educación?, el filósofo alemán afirma:
3
C. MARX y F. Engels. Obras Escogidas. Tomo II. Moscú: Progreso. p. 81
7
moral y defiendan con firmeza las ideas de la libertad humana para el progreso cultural
de los colombianos.
J. García Nagles
9
medicina, ciencias naturales, con las que educó a una pléyade de jóvenes inquietos por
la situación que vivía la colonia y que luego actuaría patrióticamente para lograr la
emancipación política del país. Don José Celestino Mutis apoyó también empresas que
transformaran la naturaleza y le dieran impulso a la vida colonial, es el caso de la
Sociedad Económica de Amigos del País, en ella se manifiesta el ideal ilustrado de
búsqueda de lo útil. Creó la Expedición Botánica que fue constituida el 1° de noviembre
de 1783 por cédula del rey Carlos III, que vio en ella un gran trabajo de conjunto para
utilidad universal y gloria de España.
Se puede considerar a Mutis, por su pensamiento científico y sus inclinaciones
filosóficas, un ecléctico, ya que tomó varios elementos doctrinales, provenientes de
diversas fuentes que llegan a constituir un conjunto armónico; para él la razón constituye
el más preciado don del hombre, por ello debe guiarle en las acciones de la vida
cotidiana, tiene que ser un elemento que proporcione resultados en un conocimiento que
sea útil y necesario para su progreso y bienestar, además confió en el conocimiento
empírico, pues vio la naturaleza americana, no ya como un vasto territorio de
evangelización, sino más bien como un inmenso territorio para la investigación científica.
La filosofía del iluminismo es guía, ya que se centra en un criterio de libertad que
permitiría la investigación científica; Mutis confiaba en la buena razón y el espíritu crítico
como lo único que podía liberar al hombre de los prejuicios y lo lleva a discutir sobre la
ciencia, sin guiarse por el espíritu de partido fomentado por la escolástica a la cual
criticaba, confiaba en la filosofía experimental. Guillermo Hernández de Alba en su
recopilación afirma que:
del Socorro Rodríguez, fundador del Papel Periódico de Santafé, el fiscal Francisco
Moreno y Escandón, Antonio Nariño, traductor de los Derechos del Hombre en la
Nueva Granada, Camilo Torres, entre otros. Estos hombres se caracterizaron por su
gran espíritu patriota, hay que resaltar entre ellos la figura del arzobispo virrey
Caballero y Góngora, influenciados por la Ilustración española y francesa, criticaron el
sistema colonial, en lo económico, lo educativo y en general la política de España para
con sus súbditos.
La Ilustración en la Nueva Granada recibe elementos del despotismo ilustrado del
rey Carlos III a través de virreyes, también ilustrados como Caballero y Góngora, quien
criticó la escolástica, al estar de acuerdo con las ciencias experimentales para la
transformación de la realidad económica del virreinato, con el fin de lograr el progreso
de la sociedad, donde las ciencias son un elemento de gran utilidad para impulsar la
transformación del mundo en contra de ese sistema cultural que tiene un profundo
sentido religioso, jurídico y filosófico, orientado por los conceptos místicos extra
mundanos.
los impulsores de las nuevas ideas; cuando gobierna el Estado republicano se pretende
consolidar una patria justa, equitativa para todos los ciudadanos, con mejores
oportunidades. La Ilustración significaba el cambio de mentalidad, superando los males
que dejaron las políticas españolas en todos los órdenes.
BIBLIOGRAFÍA
HERNÁNDEZ DE ALBA, G. (1982). Pensamiento científico y filosófico de José Celestino Mutis. Bogotá:
Ediciones Fondo Cultural.
HIRSCHBERGER, J. (1982). Historia de la Filosofía. Barcelona: Herder.
JARAMILLO URIBE, J. (1974). El pensamiento colombiano en el siglo XIX. Bogotá: Temis.
MARQUINEZ ARGOTE, G. (1982). Filosofía de la Ilustración en Colombia. Bogotá: El Búho.
PACHECO, J. M. (1984). Ciencia, Filosofía y Educación en Colombia. Siglo XVIII. Bogotá: Ecoe.
RUBIO Angulo, J. (1979). Historia de la filosofía latinoamericana (Vol. Tomo 1). Bogotá: USTA.
SARRAILH, J. (1981). La España Ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII. México: Fondo de Cultura
Económica.
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El RELÁMPAGO
CELEBRACIÓN DE LA FANTASÍA
Este trabajo tiene como pretensión realizar una aproximación en algunas de las
dimensiones desde lo bio-cultural (antropológica, psicológica, sociológica, histórica,
política, filosófica y desde la arquitectura) del ser humano como “homo sapiens” en el
paleolítico y como “Homo Sapiens Demens” (2) a partir del Neolítico; en el sentido del
primero, como un ser armónico con su entorno, y, el segundo como un ser capaz de la
autodestrucción. Para tal sentido mostraré la importancia de “diseñar y construir es
eco-humanizar,” una necesidad para la supervivencia de la especie humana, aunque
debemos tener conciencia de la desaparición de la especie homo, de toda vida, como la
de nuestro sistema solar y la del universo en una implosión, que puede concentrar la
materia en un estado inicial para volver a crear vida, un nuevo Big Bang(3), de ahí la
concepción de la eternidad de la materia, que ella, no se crea ni se destruye(4).
Es necesario despertar un nuevo sentimiento de vida con la urgencia de una
solidaridad humana planetaria; que sería pensar en la soledad de la tierra en el cosmos
y la soledad humana llena de seres humanos.
Para lograrlo mostraré primero, la importancia de la relación del ser humano con la
naturaleza para su comportamiento en comunidad. En segundo lugar, las estructuras
sociales abordando la dinámica individual y su relación con el “otro” como característica
esencial para su socialización. Finalmente, el aspecto significativo, que es el de diseñar
un ambiente humano, social y urbano para la sociedad del siglo XXI.
Para llegar al siglo XXI debemos situarnos espacial, temporal, social, histórica
pero también epistemológicamente. Es un recorrido que se inicia con el Big Bang hace
25.000 millones de años (m.a). La nuestra galaxia, (la vía Láctea), 14.500(m.a).
Nuestro sol 4.500(m.a). Nuestra tierra 2.500(m.a). Hace 2.050(m.a) las cianobacterias
fotosintéticas colonizaban todas las aguas, para dar paso a las procariotas sin ningún
control de su comportamiento. Hace 1.800(m.a) se inicia la apasionante evolución con
las eucariotas con psiquismo capaz de dirigir o manejar su comportamiento. Hace
1.750(m.a) comienza nuestra historia familiar; nuestros antepasados son portadores de
genes(5).
Hoy contamos con un cerebro triúnico(6) evolucionado desde hace
aproximadamente unos 250(m.a) con los reptiles (cerebro reptil, el hipotálamo),
pasando por los mamíferos inferiores (cerebro mamífero, el sistema límbico), esto hace
unos 200(m.a) y unos 65(m.a) para exterminar los dinosaurios. Se gastó 40(m.a) para
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llegar a los primates superiores (su hábitat natural era arborícola: comían, vivían,
dormían y de ahí que sus manos y pies estaban adaptados a esta vida); para
bipedestarnos hace unos 7(m.a) (Orrorin Tugenensis)(7); para separarse el
australipithecus afarensis(8) del australopitecos africano se necesitó unos 5(m.a).
Hace 2.6(m.a) el homo habilis elaboró las primeras herramientas de hueso,
madera y piedra. No salió de África. El homo erectus, hace 1.8(m.a) usó el grito y
elaboró sonidos; éste es el primero en salir del África y conservar el fuego hace 1.5
(m.a) que será una gran revolución pero que también producirá efectos nocivos; por
una parte, mejora la digestión y, por otra, crea enfermedades por el abuso en la cocción
de los alimentos.
Hace 200 mil años surgió la gran revolución humana del nomadisrno con el homo
sapiens y puso fin a la evolución de la naturaleza, (el hombre es el último eslabón de la
evolución), estampando las primeras manos, que aún no se borran, en las cuevas,
creando lenguaje y pensamiento abstracto, (cerebro racional), creando la imaginación,
la conciencia y la capacidad de habla.
Hace 90 mil años el homo sapiens realiza su primer viaje, sale de África para
colonizar la tierra, yendo primero al cercano oriente, en Mesopotamia. Hace 80 mil
años, el hombre comenzó a enterrar a sus muertos.
El segundo viaje lo lleva a Europa occidental, hace 50.000 años, llegando a
Francia.
El tercer viaje fue con destino a América donde llegó hace unos 30 mil años.
La sedentarización humana comenzó apenas unos 12 mil años atrás, permitiendo
crear la agricultura, la ganadería, el patriarcalismo, el control sexual, la esclavitud, la
apropiación, la propiedad privada, las clases sociales, las guerras, la dominación, el
sometimiento, la exclusión, las artesanías, las instituciones, el Estado, la familia, la
domesticación de animales, la competencia.
Las primeras ciudades fueron creadas por el hombre hace 9.000 años,
comenzando con Jarmo o Jericó en el Medio Oriente. Catal Huyuk de Anatolia, 6.800
años a.c. Hassuna, 5.800 años a.c. Samarra, 5.600 años a.c. Obeid, 5.000 años a.c.
Sumer, 4.000 años a.c. Menfis de Egipto, la Biblos de los Fenicios que inventaran la
escritura, 3.200 años a.c. Uruk Sumeria, 3.700 años a.c. Jemdet Nasr, 3.200 años a.c.
Ur de los Caldeos en Mesopotamia con 80 mil habitantes, la Atenas de los “iguales con
esclavos,” la Roma de los itálicos, la Teotihuacan de México con 100 mil habitantes en
el siglo IV a.c. Cuzco de los Incas, en Bagdad, en Constantinopla con un millón de
habitantes, con una época antigua hace 2.500 años. Un feudalismo hace 1.200 años y
finalmente un capitalismo hace 500 años.
Ahora somos nómadas, sedentarios y urbanos.
La importancia de “diseñar y construir es eco-humanizar” invoca que el hombre
está unido umbilicalmente a la naturaleza-madre. Humano viene del latín humus y
significa: que brota de la tierra. Este argumento etimológico niega las teorías sobre la
aparición de la vida exógena a la tierra y a la vez limita la posibilidad del desarrollo de la
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vida humana en el espacio, a no ser que sea en el nivel colonial, condenándonos a vivir
y morir en nuestra madre-tierra. Así el hombre es un elemento de la naturaleza, alejarse
de su origen (del suelo) es buscar estados patológicos depresivos y neuróticos, dice el
dicho popular materialista unitario: “en cuerpo sano, mente sana” o viceversa.
En las sociedades arcaicas nómadas el Homo Sapiens (comunitarios) se alimentó
de frutos y raíces protegiéndose en las cavernas, en pequeñas sociedades sin
agricultura, sin estado, sin ciudad, sin ejércitos, sin división de trabajo, sin clases
sociales, sin guerras, sin esclavitud, sin familias, sin religión, sin envidia, sin codicia, sin
egocentrismo, sobrevivieron en armonía (como lo demuestra los restos fósiles que
niegan la teoría Homo Homini Lupus de Thomas Hobbes) con su hábitat quizás por
unos o varios millones de años, sin experimentar patologías que hoy se han convertido
inherentes al ser humano.
En el neolítico, (individualismo), la segunda gran revolución humana aparece el
sedentarismo que “clava” al hombre a la tierra, hace doce mil años. Fue cuando
inicialmente la mujer descubrió y se encargó de la agricultura, por lo de aquello de su
semejanza con la naturaleza (productiva) y el hombre de la ganadería por lo de su
fuerza física, que logró que diera excedentes, invirtiéndolos en aquello que no producía
la agricultura ni la ganadería: la artesanía. Es el surgimiento del mercado. Es la división
del trabajo y la división social. Es la aparición de la propiedad privada y es cuando el
hombre se apoderó de la agricultura, de la mujer, de su hijo y del “otro”, apareciendo la
esclavitud, la guerra y otros males de la humanidad. No es la guerra la que crea la
esclavitud, es la propiedad privada.
El neolítico se da de manera ambigua, primero, nos ató a la tierra, asegurando su
permanencia en la tierra. Segundo, el gran desarrollo que trae consigo, muchos siglos
después pondrá en peligro la salud mental humana planetaria con la construcción de
grandes rascacielos, que es alejarse de su origen, nefasto para el nuevo
comportamiento humano y para una sociedad calificada por Edgar Morín(9), “homo
sapiens demens.”
En la antigüedad la corporalidad humana se “condiciona” a las cavernas, a los
palacios, a los templos, a las pirámides, construcciones que serán reemplazadas por
las metrópolis, que también darán paso a las mega-construcciones por voluntad ya del
“Homo Sapiens Demens.” Nada más desalentador para el “Homo Sapiens” que a
medida que “progresa” olvida su génesis, de lo humano y lo amenaza cada vez con
expulsarlo de su planetarización.
Hoy en el tercer milenio con el fenómeno de las grandes urbes, de las megápolis,
es innegable que el urbanismo está “robando” cada día lo rural y se puede llegar a
pensar que dentro unos 50 años, más del 50% de la población mundial (unos10 mil
millones) estará viviendo en la ciudad, con todos los problemas que ello conlleva. Cada
día se observa que urbanizar es destruir gran parte de los pulmones y esto no hace
más placentera la vida, sino por el contrario, el hombre se estresa y vive estados de
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Notas
1. Filósofo materialista alemán (1818+1883), autor de el Capital.
2. Hombre racional y demente. El hombre también es sabiduría y también locura.
3. Stephen Hawking (1941). Historia del tiempo. El universo en una cáscara de nuez.
4. Materialismo histórico
5. E. Chatton. Biólogo y Naturista.
6. Paúl McLean (1913+2007): el cerebro triúnico, 1970.
7. Restos fósiles encontrados por los paleoantropólogos Brigitte Senut y Martín Pickford
8. Restos fósiles encontrados por el paleoantropólogo Donald Johanson
9. Filósofo Frances (1921), fundador de la filosofía de la complejidad.
10. Indica el número total de cromosomas de nuestro cuerpo.
11. Filósofo de la Liberación (1934), mexicano-argentino.
22
Friedrich Engels
(Alemania, 1820 – Inglaterra, 1895)
Según Engels, el lenguaje que fue creado por y en el trabajo sirvió de estimulo
para el desarrollo del cerebro. En la medida en que se complejizaba la actividad
humana se propiciaba el desarrollo de centros cerebrales cada vez más especializados
que dieron como resultado el desarrollo y perfección de los sentidos y de las zonas
donde abundan las neuronas asociativas que sirven de enlace entre los diferentes
centros de proyección, especialmente del sector frontal que desempeñan funciones
muy importantes en el desarrollo de las funciones psíquicas como el lenguaje, el
pensamiento, la escritura entre otras y que permiten que el hombre tenga la capacidad
de utilizar el lenguaje como medio de expresión y de comunicación en diferentes
formas, (oral, escrita, pictórica, simbólica, artes plásticas, gestual, corporal), es a través
de estas formas que conocemos y representamos la realidad social. Vygotsky nos dice
que “El lenguaje se convierte en el medio universal de influencia sobre el entorno.”4 A
su vez los fenómenos allí sucedidos representan un lenguaje silencioso que expresa el
estado de dicho entorno.
4
VYGOTSKY, Lev Semenovich. Obras Escogidas, Tomo III. Madrid: Visor. 1983. p. 336
24
seres humanos. Rubenstein plantea que: “Todos los fenómenos del mundo están
relacionados entre sí. Toda acción sobre algo es interacción; toda modificación de un
fenómeno se refleja en los demás y ella misma constituye una respuesta al cambio que
han sufrido otros fenómenos que inciden sobre él. Esta propiedad común a todo lo
existente se expresa en el hecho de que en todos los objetos se dejan sentir las
acciones externas a que se hallan sometidas.”6 Esta propiedad que es la propiedad del
reflejo es la base de la dinámica planetaria dada en la interrelacionan de los fenómenos
sociales y los fenómenos naturales.
Dentro de esta dinámica tan compleja del planeta cada especie cumple una
función importante, el hombre como ser que se distingue de los animales adquiere la
capacidad de descubrir las leyes naturales y así controlar parte de esta dinámica,
obtiene por ello calidad de vida que depende de la calidad de los recursos naturales y
la calidad de los recursos naturales está en relación de su uso, distribución y
explotación, supeditado al manejo de tecnologías foráneas que impone el modelo de
desarrollo imperante. Estos procesos de interrelación constituyen el lenguaje del
planeta, a través de ellos se expresa el estado de la relación hombre-naturaleza.
“La lectura puede ser crucial en etapas de la vida en las que debemos
reconstruirnos. Cuando fuimos golpeados por una enfermedad, accidente o por una
pena de amor, cuando hemos perdido nuestro empleo, cuando atravesamos una
depresión o crisis psíquica. Todas esas pruebas que conforman nuestro destino, todas
esas cosas que afectan negativamente la representación que tenemos de nosotros
mismos y del sentido de nuestra vida.”
Tal es el testimonio de Michèle Petit, antropóloga francesa, célebre por sus
investigaciones sobre los beneficios de la lectura en situaciones de crisis. “En la
lectura”, insiste, “hay otra cosa más allá del placer, que depende de un trabajo psíquico.
Esto nos permite volver a encontrar un vínculo con aquello que nos constituye, que nos
da lugar, que nos da vida.”
Poemas, novelas románticas, best-sellers, cuentos. Leer implica sumergirse en
otro mundo, entrar en un estado de ensoñación y fantasía, en un espacio que aleja al
lector de la estrechez, la soledad y la rutina.
Esta vivencia es especialmente importante para quienes ven sus hábitos
interrumpidos por la aparición de una enfermedad y deben permanecer recluidos
durante un tiempo. En la habitación de un hospital, las horas se miden en revisiones y
análisis, y muchos pacientes caen en profundas depresiones. Sin embargo, en distintos
lugares del mundo, esfuerzos individuales de médicos, familiares y voluntarios levantan
el ánimo del enfermo mediante un recurso tan sencillo como antiguo: una buena
historia.
La literapia.
En la Argentina y en España, esta iniciativa ha logrado plasmarse en un proyecto
organizado, con un marco teórico y objetivos concretos. En el caso español, el Hospital
Policlínico La Rosaleda, situado en Santiago de Compostela, desarrolla un programa
llamado literapia. Según su definición, consiste en el empleo de la lectura y la escritura
para aliviar el sufrimiento generado por la enfermedad, mejorando la calidad de vida y
readaptación del paciente.
*
Tomado de NUEVA Revista del Interior. No. 00898 Argentina, Septiembre 21 de 2008
27
enfermeros, a la noche está más inquieta; todo ello hace que su recuperación se
entorpezca, porque entra en un cuadro depresivo.
Desde cada disciplina, cada una de nosotras recurría al libro como una
herramienta más, como algo personal para ayudar al paciente y generar un vínculo con
él. Gracias al apoyo del Dr. Diego Brosio, jefe de la Unidad, y al trabajo diario de todos,
esto se concretó en una biblioteca que puede ser usada tanto por los pacientes como
por sus cuidadores. Para ello, estructuramos un marco teórico y formamos un equipo
interdisciplinario de promoción de lectura que deberá realizar, a los 6 meses o al año,
una evaluación de los resultados.
–¿Cómo resuelven los problemas que pueda tener un paciente para leer?
–Hay mucha gente mayor con deterioro cognitivo, por lo que se intenta adaptar el
material; un cuento corto, de una hoja, donde la persona no sólo pueda leer, sino
trabajar algunas funciones cognitivas superiores por medio de la lectura. Además, en
caso de necesidad de anteojos, iniciamos los trámites para su fabricación o hablamos
con los familiares para que los traigan. Y si no pueden leer por su cuenta, se habla con
la familia o los voluntarios, se intenta adaptar el libro, agrandar las letras mediante
fotocopias, mejorar la postura, poner un atril. Por otro lado, a veces intentamos que se
sienten al borde de la cama durante la lectura para empezar a reacondicionarlos a nivel
físico.
ayudan a pautar sus tiempos; les permiten pasar el día sin caer en el sueño, que es lo
habitual durante las internaciones”, explica. “Los pacientes nos piden: ‘dame algo que
sea divertido, algo alegre, para no dormirme’. Esto, sumado a un encuadre de visitas
con días y horarios regulares, mejora su estadía en el hospital”.
Otra de las consecuencias de la lectura es que también estimula a los familiares ,
este modo, no sólo ayuda al paciente a reconstruir un cuerpo y un espacio, sino que se
convierte en un puente hacia otra persona, un lugar donde encontrar la fuerza
necesaria para salir de la enfermedad.
Horacio Quiroga
(Uruguay, 1878 – Argentina, 1937)
Los libros más solicitados por los pacientes del Hospital Tornú son: Cuentos de la
selva, de Horacio Quiroga, Los viajes del Capitán Cook, Robinson Crusoe y las novelas
de Julio Verne. Según el equipo de la biblioteca, esto podría deberse a que durante la
internación uno se vuelve totalmente dependiente para cuestiones básicas como comer
o ir al baño. En esta situación, no sería extraño que el paciente rememorara, a través
de la lectura, aquellas épocas en las que era un niño al cuidado de los demás.
30
Julio Verne
(Franccia, 1828 – 1905)
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En los últimos años, el escenario -de por sí- atiborrado y complejo de las neurosis
domésticas dio la bienvenida a una, de forma extraña y contenido intelectual, que
amenaza con convertirse pronto en la pandemia del nuevo milenio. Se trata de la
dequefobia, entidad que navega en las aguas turbias de las fobias 7, especialmente de
las generadas y promovidas en la escuela.
La dequefobia, nace allí, al amparo de concepciones pedagógicas de sospechoso
rigor dictatorial. Allí, en la escuela convencional aparecieron para quedarse y
convencernos de que la inteligencia es una virtud dudosa y frecuentemente castigada,
la fronemofobia (miedo a pensar), la centofobia ( miedo a las ideas nuevas), la
allodoxafobia ( miedo a las opiniones), la cainofobia ( miedo a fallar), la laliofobia (miedo
a hablar), la ataxofobia ( miedo al desorden), la tan de moda, siniestrofobia ( miedo a la
izquierda), la atelofobia ( miedo a la imperfección), la atazagorafobia ( miedo al olvido) y
en virtud de todas ellas, la verbofobia ( miedo a las palabras ), la bibliofobia ( miedo a
los libros), la epistemofobia (miedo al conocimiento), la sofofobia (miedo a aprender),la
bufonofobia ( miedo a los sapos) y, finalmente, la vergonzante didascaleinofobia ( fobia
a la escuela).
Como forma particular de onomatofobia (miedo a escuchar ciertas palabras), la
dequefobia consiste en un terror irracional, infundado y desproporcionado a la
preposición DE, cuando ésta aparece antes de la conjunción relativa o complementaria
QUE. Se tiene la sospecha de que este temor tiene su origen en prácticas de
*MORENO CASTRO, Jairo Aníbal. Licenciado en Linguística y literatura, Universidad Distrital "Francisco José de Caldas".
Psicólogo, Universidad Nacional. Mgt. Linguística española, Instituto Caro Y Cuervo. Profesor Universidad Distrital, Universidad
Pedagógica Nacional.
7 temores irracionales, miedos intensos, persistentes y desmedidos que llegan a ser incapacitantes y de alto riesgo. Con
frecuencia, quienes las padecen son conscientes de que el terror sentido carece de fundamento, sin que ello lo elimine o aminore.
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8 y aquí espero se me disculpe y exculpe no el uso de la preposición DE, sino otra fea, narcisa y frecuentemente penalizada
Ahora bien, si en este punto aún tiene duda de si es usted una persona
dequefóbica, o si sabiéndolo ya, quiere conocer de qué grado o de qué tipo (perverso,
moderado o ingenuo), es el mal que lo aquebranta, le recomiendo que conteste con
serenidad y buena fe, el test que aparece enseguida. Cerciórese primero de que no
sufre de testofobia y de que la catagelofobia o temor al ridículo y signo inexorable de la
escuela flagelante occidental, todavía no lo con-vence.
9
Que también podría ser
10 De Benedetti, en: Hombre que mira a su hijo.
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Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El
otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de
la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡Cuando yo era niño
por mi casa no pasaba el basurero! ¡Lo juro! ¡Y tengo menos de ... años! Todos los
desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no
estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon.
La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando
las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales,
servían de abono o se quemaban.
De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor.
Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el “guarde y guarde que
alguna vez puede servir para algo” pasarse al “compre y tire que ya se viene el modelo
nuevo”.
Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo
cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la
dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el
mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un
nombre como para cambiarlo)
Me educaron para guardar todo. ¡Toooodo! Lo que servía y lo que no. Porque
algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Sí, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos
podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso)
guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas
del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita.
¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los
pocos meses de comprarlo?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los
manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para
todo lo que no fuera mantel ni cubierto.
Y guardábamos. ¡Cómo guardábamos! ¡Tooooodo lo guardábamos!
¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¿Cómo para qué? Hacíamos limpia-
calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y
enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las
clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para
hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo
guardábamos!
Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de
primus.
Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y
carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto
cajón.
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Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico
sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el
capuchón.
Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que
perdían a su encendedor.
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se
tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables.
Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el
ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del
corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.
¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la
casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un
poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que
algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
¡Los diarios! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para
poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver! ¡Las
veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de
carne!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer
guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los
cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los
fósforos usados porque podíamos prender una hornilla de la Volcán desde la otra que
estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de
fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los
frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con
qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la
inscripción a mano en una sota de espada que decía “este es un 4 de bastos”.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y el
ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su
otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros
objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden “matarlos” apenas aparentan
dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney.
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos
dijeron: “Cómase el helado y después tire la copita”, nosotros dijimos que sí, pero,
¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las
copas.
Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las
primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las
hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros,
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las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con
una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los
que preservábamos.
Ah ¡No lo voy a hacer!
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que
también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria
colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer.
No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco
y a lo caduco lo hicieron perenne.
No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a
fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a
las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los
lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.
De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente
entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna
función nueva.
Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de
que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.
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Antoni Domènech*
Karl.- ¿Viste, viejo, que este chico, Joseph Stiglitz, anda diciendo por ahí que el
colapso de Wall Street equivale al desplome del muro de Berlín y del socialismo real?
Adam.- No es para estar contentos, ni tú ni yo. Y tú, menos aún que yo, Carlitos.
Karl.- Hombre, a cuenta del suicidio del capitalismo financiero, mi nombre vuelve a
estar en boga, mis libros, según informa The Guardian, se agotan. Hasta los más
conservadores, como el ministro de finanzas alemán, reconocen que en mi teoría
económica hay algo que aún merece la pena tener en cuenta…
Adam.- …no me vengas ahora con mezquinas vanidades académicas post
mortem, Carlitos, que en vida jamás te abandonaste a ellas. Yo hablo en un sentido
más fundamental, más político. Ninguno de los dos puede estar contento, y, te repito, tú
menos todavía que yo.
Karl.- ¿Y eso?
Adam.- El “socialismo real” que se construyó en tu nombre no tenía nada que ver
contigo. Pero al menos, tú sí que te llamaste “socialista”. Yo, en cambio, ¡ni siquiera me
llamé nunca a mí mismo “liberal”! Eso del “liberalismo” es una cosa del siglo XIX (la
palabra, como sabes, la inventaron los españoles en 1812), y van y me lo endosan a
mí, un tipo que murió oportunamente en 1793. ¡Es ridículo! ¿Cómo va a afectarme eso?
Karl.- Ya veo por dónde vas. Quieres decir que ni el desplome del muro de Berlín
ni el colapso del capitalismo financiero en 2008 tienen mucho que ver ni contigo ni
conmigo, pero que, aun así, nos cargan el muerto.
Adam.- Exactamente. Pero en tu caso es peor, Carlitos: porque tú sí te dijiste
socialista, y el socialismo real, quieras que no, contaminó al ideario socialista. A mí me
importa un higo que fracase el “liberalismo”, cualquier liberalismo. No tendré que
explicarte a ti, precisamente, uno de mis discípulos más inteligentes, que ni mi teoría
económica ni mi filosofía moral tenían nada que ver con el tipo de ciencia económica,
positiva y normativa, que empezó a imponerse en tus últimos años de vida, eso que tú
aún alcanzaste a llamar “economía vulgar” y que tanto gustó a los liberales de impronta
decimonónica.
Karl.- Desde luego; tú y yo fuimos aún clásicos. Luego vino esa caterva vulgar de
neoclásicos, incapaces de distinguir nada.
*Profesor de Filosofía Moral en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona y editor de la revista
política internacional Sin Permiso. 26/10/08
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A LA MUJER
Jairo García Nagles
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Ahora, para incitar la reflexión estética, he aquí unas frases célebres de MADAME DE
STAEL (Germaine Necker, baronesa de Staël-Holstein; París, 1766 - 1817). Escritora francesa. En
1786 contrajo matrimonio con el barón de Staël-Holstein. Al estallar la revolución de 1789,
convirtió su salón de la rue du Bac en uno de los principales centros literarios y políticos de la
capital. Entre sus ensayos cabe citar De la influencia de las pasiones sobre la felicidad de los
individuos y de las naciones (1796), De la literatura considerada en sus relaciones con las
instituciones sociales (1800), Alemania (1810) y Consideraciones sobre los principales
acontecimientos de la Revolución francesa (1818). Es autora también de las novelas Delphine
(1802) y Corinne o Italia (1807), y de la obra testimonial Diez años de destierro (1821).
Según Madame de Stael:
● La posición de la mujer no está dictada por la naturaleza, por la biología o por el sexo,
sino que es una cuestión que depende de un artificio político y social.
● No cometáis un error histórico, que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar, al
dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza joven.
● Hemos de tener claro que la prostitución es una lacra social que hunde sus raíces en
unas relaciones de dominio entre géneros, en definitiva que el origen de la prostitución se
encuentra en la esclavitud.
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● Las mujeres no miden jamás los sacrificios, ni los suyos ni los de los demás.
● La pobreza, más que un asunto económico es una privación profunda de las libertades
fundamentales y un ataque a la dignidad humana.
● Tú piensas que el cielo empieza allá arriba. Si supieras que empieza bajo tus pies no
sería tan problemático volar como una mosca o un pájaro.
● Una mujer que no se gusta a sí misma no puede ser libre, y el sistema se ha preocupado
de que las mujeres no lleguen a gustarse nunca.
De otra parte, también el poeta venezolano Aquiles Nazoa (1920 - 1976), escritor,
periodista y humorista cantó a la mujer, especialmente a “su morena”, de esta manera:
MI MORENA
Tiene mi morena
tan chiquita boca
que en ella le caben
diez platos de sopa
cuarenta pepinos
diez mil calabazas
y en serio les digo
un cajón de papas.
A la pobre chica
le dio la viruela
calentura mala
y el dolor de muela
el doctor le dio
la zarzaparrilla
jarabe de piña
té de manzanilla.
Capitán de barco
le mandó un papel
que si quería
casarse con él
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ella le responde
por medio del mar
que para casarse
tiene que comprar
naguas con tiritas
y otro delantal.
AGRADEZCO SER
No me enviaron a la Universidad
y aprendí a pensar por mi cuenta.
Me extirparon el clítoris
y aprendí a gozar con todo el cuerpo.
Me asesinaron y me ultrajaron
y volví a vivir.
LA ESQUINA INÉDITA
Y ¿qué será de los “poetas” que no conoce nadie, que no han logrado publicar un
verso, o escribir un estribillo en una carta o tarjeta de amor por temor o indecencia, a
pesar que se conozca su fiereza pero no el lado de su musa poética? ¿Qué será de
esos poetas inéditos, inseguros, cobardes pero corajudos de sentimientos y tímidos en
la difusión de la autoría intelectual; desafiantes ante el hades e irresolutos con sus
versos; flemáticos ante sus amores y resignados al olvido? ¿Qué hacer con estos
“locos” solitarios, ingenuos y constructores de desamores?
¡Ah!, quijotes de sufrimiento, estoicos de la vida, ignotos del mundo editorial,
quizás artesanos de imágenes, pinceladas y rimas dislocadas. Hacedores de versos
escondidos y extraños. Poetas con sufrimiento del mundo vivido. Bardos de corazón
henchido de penas y traiciones de amores nunca habidos. Con haber elegido el
camino artificioso de la poesía, arrojándose a la seducción agreste que esquiva la
palabra. ¿Quién recordará sus versos?
¡Tanto Valor! ¡Tanto Dolor! El dolor de la palabra labrada y el verso ignorado.
Cuántos amores fingidos. Cuántas ensoñaciones.
Irrumpamos LA ESQUINA INÉDITA, con una de mis andanzas por estos recodos
poéticos. Y bienvenidos los versos de poetas ignorados que comiencen la travesía por
ARETÉ de desafiar el verso colombiano: “Ese otro que también me habita / acaso
propietario / invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos / ese otro a
quien temo o ignoro / felino o ángel / ese otro que está solo siempre que estoy solo /
ave o demonio / esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera /
eco o palabra esa voz que responde cuando me preguntan por algo / el dueño de mi
embrollo / el pesimista y el melancólico y el inmotivadamente alegre / ese otro también
te ama.” DARÍO JARAMILLO AGUDELO, POEMAS DE AMOR I.
Bienvenidos los versos inéditos, bienvenidos con este opúsculo:
ME HABRÁS OLVIDADO
AL PROFESORADO LIBRE
Los maestros y las maestras de todas las áreas del saber, todas las categorías de escalafón,
todos los niveles de educación y enseñanza preescolar, primaria, secundaria, universitaria y
posuniversitaria que deseen dedicarse a la enseñanza nacional, científica y popular, y se hallen
despojados de preocupaciones, supersticiones y creencias tradicionales absurdas, pueden
ponerse en comunicación con el Director de la Revista ARETÉ para la vinculación al Colectivo
Pedagógico de Docentes Investigadores. (corporacionpedagogicaeducativa@hotmail.com)
Erase una vez un padre que tenía tres hijos muy perezosos. Se puso enfermo y
mandó llamar al notario para hacer testamento:
- Señor notario -le dijo- lo único que tengo es un burro y quisiera que fuera para el
más perezoso de mis hijos.
Al poco tiempo el hombre murió y el notario viendo que pasaban los días sin que
ninguno de los hijos le preguntara por el testamento, los mandó llamar para decirles:
- Sabéis que vuestro padre hizo testamento poco antes de morir. ¿Es que no
tenéis ninguna curiosidad por saber lo que os ha dejado?
El notario leyó el testamento y a continuación les explicó:
- Ahora tengo que saber cuál de los tres es el más perezoso.
Y dirigiéndose al hermano mayor le dijo:
- Empieza tú a darme pruebas de tu pereza.
- Yo, -contestó el mayor- no tengo ganas de contar nada.
- ¡Habla y rápido! si no quieres que te meta en la cárcel.
- Una vez -explicó el mayor- se me metió una brasa ardiendo dentro del zapato y
aunque me estaba quemando me dio mucha pereza moverme, menos mal que unos
amigos se dieron cuenta y la apagaron.
- Sí que eres perezoso -dijo el notario- yo habría dejado que te quemaras para
saber cuánto tiempo aguantabas la brasa dentro del zapato.
A continuación se volvió al segundo hermano:
- Es tu turno cuéntanos algo.
- ¿A mí también me meterá en la cárcel si no hablo?
- Puedes estar seguro.
- Una vez me caí al mar y, aunque sé nadar, me entró tal pereza que no tenía
ganas de mover los brazos ni las piernas. Menos mal que un barco de pescadores me
recogió cuando ya estaba a punto de ahogarme.
- Otro perezoso -dijo el notario- yo te habría dejado en el agua hasta que hubieras
hecho algún esfuerzo para salvarte.
Por último se dirigió al más pequeño de los tres hermanos:
- Te toca hablar, a ver qué pruebas nos das de tu pereza.
- Señor notario, a mí lléveme a la cárcel y quédese con el burro porque yo no
tengo ninguna gana de hablar.
Y exclamó el notario:
- Para ti es el burro porque no hay duda que tú eres el más perezoso de los tres.