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Incluir todos los ingresos y egresos que afectan a las utilidades contables y, por lo tanto, a los impuestos.
PASO 2
Incluir todos aquellos gastos contables que no son movimiento de caja pero que ayudan a reducir la utilidad
contable y el impuesto a pagar.
PASO 3
PASO 4
Anular las variables que no son flujo de caja: se procede a revertir ese egreso, sumando lo que se restó sin ser
egresos
PASO 5
Incluir todos los costos y beneficios que no están afectos a impuesto y que, por lo tanto, no fueron considerados
en los pasos anteriores.
8.2 FLUJOS DE CAJA DE PROYECTOS EN EMPRESAS
EN MARCHA
• Cinco son los tipos de proyectos que se evalúan en empresas en
marcha: ampliación, reemplazo de activos, abandono de un área de
negocios, outsourcing o externalización de servicios y los proyectos
de internalización o agregación de áreas de negocio que antes no se
hacían. En todos estos casos existe la posibilidad de no hacer el
proyecto, es decir, de seguir con el flujo de lo que se denomina
situación base o sin proyecto. La particularidad de estos proyectos
es que permiten omitir una gran cantidad de información que se
considera irrelevante para la toma de decisiones. Por ejemplo, si se
evalúa la sustitución de una ambulancia, no interesa la
remuneración del chofer, por cuanto se haga o no el reemplazo, esa
remuneración se le seguirá pagando igual. Es importante, para
llegar a la solución correcta, saber que existen dos formas
alternativas para proyectar los flujos de caja. Ambos procedimientos
muestran el mismo resultado. Con el siguiente ejemplo se
mostrarán ambas aplicaciones.
8.3. FLUJO DE CAJA DEL
INVERSIONISTA
• Los flujos de caja anteriores sirven para medir la rentabilidad de toda la inversión,
independientemente de donde provengan los recursos que financiarán la inversión. Para
medir la rentabilidad del inversionista se debe incluir el efecto del financiamiento. Esto se
logra incluyendo en el paso 1 de la estructura del flujo de caja los intereses de la deuda con
signo negativo y agregando en el en el paso 5 el monto del préstamo con signo positivo
(por constituir un ingreso) y la amortización del préstamo con signo negativo.
• Lo anterior permitirá calcular dos rentabilidades: la del proyecto, o sea la del total de la
inversión, y la del inversionista, o sea, la de los recursos propios colocados en ese proyecto.
• Un completo análisis de este tema se desarrolla en el artículo Cómo construir un flujo de
caja para medir la rentabilidad de los recursos propios que puede bajarse de esta página.
• Los flujos de caja anteriores sirven para medir la rentabilidad de toda la inversión,
independientemente de donde provengan los recursos que financiarán la inversión. Para
medir la rentabilidad del inversionista se debe incluir el efecto del financiamiento. Esto se
logra incluyendo en el paso 1 de la estructura del flujo de caja los intereses de la deuda con
signo negativo y agregando en el en el paso 5 el monto del préstamo con signo positivo
(por constituir un ingreso) y la amortización del préstamo con signo negativo.
• Lo anterior permitirá calcular dos rentabilidades: la del proyecto, o sea la del total de la
inversión, y la del inversionista, o sea, la de los recursos propios colocados en ese proyecto.
• Un completo análisis de este tema se desarrolla en el artículo Cómo construir un flujo de
caja para medir la rentabilidad de los recursos propios que puede bajarse de esta página.
8.4 FLUJO DE CAJA DE UN PROYECTO
DE DESINVERSIÓN
• Un caso particular lo constituyen los proyectos de
desinversión o abandono de un área de negocio. Como su
nombre lo indica, consiste en medir la conveniencia de
liquidar parte de las inversiones, ya sea porque se estima que
es un mal negocio (abandono) o porque existe otra opción
más rentable (outsourcing, por ejemplo) para mantener el
nivel de operación, pero bajo otra modalidad de
funcionamiento y mejor estructura de costos.
• En la construcción de este tipo de flujo de caja, los costos
aparecen como beneficios (menor producción con ahorros de
costos), los ingresos con signo negativo (menores ventas), las
depreciaciones con signo positivo (se poseen menos activos) y
el valor de desecho como negativo (por liquidar antes los
activos, se reducen los activos disponibles al final del
horizonte de evaluación), entre otros.