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Transformaciones recientes en la estructura de las ciudades:

A) Ciudad difusa
B) Los cambios en el centro urbano (degradación vs. rehabilitación)
C) cambios de uso en el suelo urbano.

La mayor parte de las ciudades españolas poseen elementos de épocas distintas: el centro
histórico, con sus monumentos y calles estrechas y tortuosas; los ensanches, de trazado regular;
los arrabales, de crecimiento desordenado; los desarrollos urbanos densos, en edificación
abierta; y las nuevas periferias cada vez más dispersas y fragmentadas.

Las ciudades se transforman: creciendo hacia el exterior con la creación de nuevos espacios
residenciales y áreas de actividad económica, y por procesos de reestructuración de su interior.

Aparecen centros comerciales, parques empresariales o urbanizaciones que se construyen en


las afueras. Se produce un proceso de fragmentación del espacio urbano con piezas conectadas
entre sí por autovías y carreteras.

A) Ciudad difusa.

El modelo de ciudad mediterránea, compacta, se fue sustituyendo por el tipo de ciudad difusa
de modelo anglosajón.

La ciudad difusa o dispersa se extiende horizontalmente y está separada en áreas especializadas


y mono funcionales: zonas residenciales (diferenciadas por precios y por grupos sociales), áreas
comerciales, zonas de recreo, centros de enseñanza, universidades, barrios administrativos y de
oficinas… Además disminuye por un lado el contacto humano los intercambios y la sociabilidad.

Es una tipología urbana caracterizada por la mezcla de usos y defunciones y por la tendencia a
ocupar un territorio muy extenso. La aceleración en la ocupación del espacio implicó mayor
movilidad individual: los viajes pendulares cotidianos (por motivos de trabajo, estudio, u ocio),
aumentaron en número y distancia.

B) los cambios en el centro urbano (degradación versus rehabilitación).

A partir de la segunda mitad del siglo XX, los centros históricos de muchas ciudades españolas
comenzaron a sufrir un progresivo deterioro y abandono. La mayor parte de los que
permanecieron eran ancianos con bajos niveles de renta, por lo que el centro urbano
experimentó un proceso de envejecimiento y empobrecimiento. Todo esto se refleja en una
deterioración urbana, ya que muchas viviendas quedaron vacías, y en otras no se realizaron las
obras necesarias de mantenimiento y renovación. Al mismo tiempo, la actividad económica
también se fue desplazando hacia los ensanches. El centro histórico sólo fue capaz de retener
algunos centros administrativos y eclesiásticos instalados en edificios monumentales, así como
los comercios tradicionales. A lo largo de las últimas décadas, las tendencias anteriores se
vieron, en parte, compensadas por procesos de revitalización de estas zonas debido a:

-Políticas públicas de conservación y revitalización. Las administraciones públicas


invirtieron en la rehabilitación de los edificios y en la mejora de los espacios públicos.
Además, dieron un nuevo uso a viejos monumentos, convirtiéndolos, por ejemplo, en
edificios administrativos o universitarios, y dinamizando así la vida de los centros
históricos.

-Desarrollo del turismo cultural. Que potenció la rehabilitación de los centros históricos
españoles, mediante la restauración de edificios y la peatonalización de las calles y
plazas. En el interior de algunas ciudades se realizaron importantes operaciones
urbanísticas, consistentes, por ejemplo, en reconvertir las viejas áreas industriales en
nuevos espacios de ocio.

-Cambio de actitud de la población local. Comienza a verse como un área de


oportunidades económicas y un lugar agradable para vivir. Así, los centros de algunas
ciudades están atrayendo población nueva y de mayor nivel de renta, lo que contribuye
a conservar los edificios residenciales.

Subsisten problemas especialmente en algunos barrios, donde al envejecimiento de la población


y al bajo nivel de renta, se unen la marginación social y la conformación de áreas con una fuerte
concentración de inmigrantes, lo que dificulta su integración en el conjunto de la sociedad.

C) Cambios en el uso del suelo urbano.

Los usos del suelo son las diferentes utilizaciones del espacio urbano: comercial y de negocios,
residencial, industrial, equipamiento, etcétera.

En la ciudad preindustrial (desde su origen hasta mediados del siglo XIX) el casco antiguo era la
parte de la ciudad urbanizada. Ocupaba una pequeña superficie de la ciudad actual, pero tiene
un gran valor por el legado cultural que contiene. En esta época los usos del suelo eran muy
diversos (multifuncionalidad).
La ciudad preindustrial sufrió notables modificaciones como resultado del proceso de
industrialización, que tuvo lugar entre mediados del siglo XIX y la década de 1960.
El casco antiguo experimentó una progresiva terciarización y se consolidó como centro
comercial y de negocios en la ciudad. El resultado fue un desplazamiento de los usos
residenciales y el deterioro de los edificios por la contaminación y el tráfico. Las ciudades que
en esta época implantaron industrias modernas atrajeron una numerosa población campesina
y se extendieron creando ensanches para los burgueses, barrios industriales y obreros, y barrios
ajardinados. Se produjo una división entre un área residencial cara, para la burguesía y las zonas
industriales y los barrios marginales, con escasos servicios y equipamientos, para el proletariado
que crecieron alrededor del ensanche, a lo largo de las carreteras y caminos que partían de la
ciudad o junto a las industrias y a las estaciones ferroviarias.

Las ciudades o barrios jardín que se dieron por las ideas naturalistas configuraban viviendas
destinadas a las clases medias y bajas, si bien, con el tiempo, también a las clases altas
demandaron este tipo de espacios. Con el posterior crecimiento de la ciudad, estos espacios
quedaron situados en zonas relativamente céntricas lo que favoreció su revalorización y su
cambio de uso por ejemplo guarderías o clínicas privadas.

En la década de 1960 las principales ciudades españolas iniciaron un enorme crecimiento debido
al incremento natural de la población y a la inmigración y al progresivo desarrollo de los
servicios. Las ciudades ampliaron el área edificada y crearon extensas periferias. Estas áreas
urbanas llegaron a unirse en ocasiones con los municipios vecinos, constituyendo
aglomeraciones urbanas.

En la actualidad, época post industrial, algunas zonas industriales y barrios obreros quedaron
en una posición céntrica, lo que revalorizó el suelo que ocupa, dando lugar a un vacío industrial
y a la aparición de usos terciarios o residenciales. Por el contrario, los espacios menos accesibles
y desorganizados se mantienen como espacios marginales.
En los últimos años, las grandes ciudades tienen un ritmo de crecimiento menor, pero continúan
extendiéndose en el espacio, debido a la difusión de parte de su población y de su actividad
económica hacia las periferias cada vez más alejadas. Estas periferias se estructuran en
diferentes áreas: barrios residenciales, áreas industriales y áreas de equipamiento.

-Los barrios residenciales de la periferia responden a diversas tipologías y presentan bastante


homogeneidad social derivada del precio del suelo y de la distancia al centro: barrios marginales,
de viviendas de promoción oficial, polígonos de vivienda de promoción privada, barrios de
alquiler cerrado, áreas de vivienda unifamiliar.

-Las áreas industriales se localizan junto a las principales vías de acceso a la ciudad, buscando la
proximidad urbana y suelo abundante a precio asequible. También incluyen espacios
industriales nuevos, como parques empresariales o tecnológicos, en áreas de gran calidad
ambiental; o polígonos de naves amontonadas destinados a empresas con menos recursos.

-Las áreas de equipamiento son fruto de la actual descentralización de las actividades


económicas hacia la periferia urbana: grandes superficies comerciales, centros escolares,
sanitarios y administrativos y otros servicios.

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