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LOS NOMBRES DE DIOS

CAPÍTULO II

EL ELYON

Para algunos filósofos, Dios no es un personaje real, sino solamente una idea creada por nuestras
propias mentes, pero por medio de la palabra de Dios, podemos saber que él no es una idea fabricada
por nuestras propias mentes, sino un ser personal con atributos extraordinarios y con la capacidad de
relacionarse con aquello que él mismo ha creado.

A través de los nombres que la Biblia usa para Dios es posible conocer mucho de su carácter, sus
propósitos y sus atributos.En el capítulo anterior vimos que el nombre más común para designarlo es
Dios, que proviene de cuatro vocablos: El, Elah, Eloah y Elohim. Cada vez que en Hebreo o Arameo
aparecen estas palabras, la versión Reina Valera de la Biblia las traduce como Dios. El significado de estas
palabras es: El fuerte o El Poderoso. Como vemos, estos nombres no comunican ninguna idea concreta
sobre su personalidad, sino más bien su capacidad para hacer cosas. Es interesante notar que en el
primer versículo de la Biblia se habla ya de él. Génesis 1:1 dice: “En el principio creó Dios los cielos y la
tierra” Dios en este texto es la traducción del vocablo Elohim. El Fuerte o el Poderoso creó de la nada los
cielos y la tierra. Tan fuerte es y tan poderoso, que en cierto instante de la eternidad, no había nada y en
ese mismo instante aparecieron los cielos y la tierra.Salmos 33:6 dice: “Por la palabra de Jehová fueron
hechos los cielos” El Fuerte o El Poderoso solamente habló y llegaron a ser los cielos y la tierra. Dios es el
Fuerte o Poderoso, pero recuerde que los vocablos El, Elah, Eloah y Elohim se aplican también para
designar a dioses paganos. Para distinguir un dios pagano del único Dios verdadero, la Biblia utiliza
algunos nombres compuestos, El Elyon es uno de ellos.

El nombre EL se utiliza también para designar a cualquier dios pagano. Por este motivo muchas veces
aparece en la Biblia junto con algún calificativo, para indicar que se trata del único Dios verdadero.
Analicemos el nombre El Elyon. Significa el más alto o el que está sobre todo. Justamente por esto, la
traducción más apropiada para El Elyon es: Dios Altísimo.
En el capítulo 4; versículos 30 al 32 de Daniel, aparece un relato muy ilustrativo al respecto: Cierto día, el
rey de Babilonia, Nabucodonosor se paseaba por el palacio real. Mirando el esplendor y la grandeza de
su imperio se dijo a sí mismo. “¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza
de mi poder, y para gloria de mi majestad? Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz
del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; y de entre los hombres te
arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán y siete
tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los
hombres, y lo da a quien él quiere.” ¿Ve Ud. el problema de Nabucodonosor? Sinceramente se creía dios,
el fuerte, el poderoso. En medio de su jactancia interviene El Elyon, el Altísimo, para mostrar a este
individuo, que si bien él era poderoso en la tierra, había Uno que está sobre él. Su nombre es el Altísimo.

La historia, en el libro de Daniel, prosigue relatando que en aquella misma hora se cumplió la palabra del
Altísimo sobre Nabucodonosor, “y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y
su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila y sus uñas
como las de las aves.” Cuando se cumplió el tiempo señalado por el Altísimo, note, cuál fue la reacción
de Nabucodonosor. Daniel 4:34 nos dice más adelante: “Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé
mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para
siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.”

Nabucodonosor reconoció que aunque él fue el más poderoso sobre la tierra, había uno que es más
poderoso que él, uno que en realidad es infinitamente más poderoso no sólo sobre la tierra sino sobre el
cielo. Su nombre es El Elyon el Altísimo, el que está sobre todo y sobre todos.

El nombre de Dios, El Elyon, aparece por primera vez en Génesis 14 cuando Abram el gran patriarca de
Israel da los diezmos a Melquisedec sacerdote del Dios Altísimo. Por su significado, El Elyon,
principalmente da la idea de soberanía. Dios es soberano y esto se refleja en los siguientes principios.

El Altísimo no tiene que rendir cuentas a nadie. Romanos 9:20 dice: “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres
tú, para que alterques con Diosí ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?” Que
triste que muchos adoptemos una actitud jactanciosa de superioridad y el barro diga al alfarero: ¿Por
qué me tratas así? ¿Por qué has hecho esto? El Altísimo responde diciendo:“Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú, para que alterques con Diosí”
El Altísimo no comparte su gloria con otros. Isaías 42:8 dice: “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no
daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas”. El Dios. Altísimo es el único que merece la gloria y la
alabanza. Cuidado con adorar, alabar o rendir culto a las imágenes y esculturas.

El Altísimo no está limitado por el tiempo. ÉI es siempre joven y activo. Él está sobre el tiempo. Las
naciones y sus autoridades están bajo su dominio. Nabucodonosor aprendió está lección de una manera
difícil. Romanos 13:1-2 dice:“Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridades sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se
opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí
mismos.” No importa si las autoridades lo reconozcan o no, pero el Altísimo es el máximo gobernante del
universo.

Satanás y sus demonios están bajo su poder. En último término, Satanás y sus huestes son meros
instrumentos para cumplir los propósitos de Dios. Hoy por hoy, parece que el mal, bajo el mando de
Satanás, está prevaleciendo sobre el bien, pero todo es parte del plan soberano del Dios Altísimo. Él es
quien maneja los hilos del universo.

La soberanía del Dios Altísimo funciona en conformidad con su carácter. Él no hará nada que atente
contra su santidad, su amor, su bondad, su gracia y su misericordia. Todo esto está inmerso dentro del
concepto de El Elyon, Dios Altísimo. Frente a esta revelación de su soberanía como seres humanos
tenemos dos posibles caminos. Si Ud. no es un hijo(a) de él, debe haber un terror absoluto ante la
posibilidad de caer en sus manos para recibir su juicio.Hebreos 10:31 dice: “¡Horrenda cosa es caer en
manos del Dios vivo!” Ciertamente debe ser horrendo recibir el castigo por haber sido rebeldes ante un
Dios tan fuerte y poderoso como él. Si Ud. jamás ha recibido a Cristo como su Salvador hágalo hoy
mismo, de esa manera no sólo evitará caer algún día en sus manos para recibir el castigo, sino que
tendrá el privilegio sin igual de tener comunión con Dios, de ser parte de su familia como su hijo(a). Si
Ud. ya es un hijo(a) de Dios, Ud. debe saber que él, como El Elyon, está a su lado. No hay razón alguna
para temer ante el enemigo más poderoso.

El libro de Salmos 91:1-2 dice: “El que habita al abrigo del Altísimo, El Elyon, morará bajo la sombra del
Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.” Si el Altísimo
está en nosotros, tenemos garantía de victoria.

Por: Ps. David Logacho

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