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Busquemos perlas escondidas (8 minutos)

Da 4:10, 11, 20-22 ¿Qué simbolizó el inmenso árbol del sueño de Nabucodonosor?

En primer término, el árbol representó a Nabucodonosor en su posición de monarca de una potencia mundial. Sin embargo,
como la gobernación se extendía “hasta la extremidad de la tierra”, ese árbol tiene que simbolizar algo mucho mayor. Puesto
que Daniel 4:17 relaciona el sueño con la gobernación del “Altísimo” sobre la humanidad, el árbol también representa la
soberanía universal de Jehová, y en particular su soberanía sobre la Tierra. Por lo tanto, el sueño tiene dos cumplimientos: uno
relacionado con la gobernación de Nabucodonosor y otro relacionado con la soberanía de Jehová.

Da 5:17, 29 ¿Por qué rechazó Daniel los regalos del rey Belsasar al principio, pero los aceptó después?

W88 1/10 30:3-5 Así que el enigma estaba resuelto. La caída de la poderosa Babilonia ante las fuerzas medopersas era
inminente. Aunque abatido por el anuncio de la condena, Belsasar cumplió su palabra e hizo que sus siervos vistieran de
púrpura a Daniel, le pusieran un collar de oro y lo proclamaran el tercer gobernante del reino (Daniel 5:29). Daniel no rechazó
esos honores, pues consideró que reflejaban la honra que se le debía a Jehová. También es posible que Belsasar esperara
mitigar la sentencia de Jehová honrando a Su profeta. Si ese fue el caso, ya era demasiado tarde.

dp 109:22 Así que el enigma estaba resuelto. La caída de la poderosa Babilonia ante las fuerzas medopersas era inminente.
Aunque abatido por el anuncio de la condena, Belsasar cumplió su palabra e hizo que sus siervos vistieran de púrpura a Daniel,
le pusieran un collar de oro y lo proclamaran el tercer gobernante del reino (Daniel 5:29). Daniel no rechazó esos honores,
pues consideró que reflejaban la honra que se le debía a Jehová. También es posible que Belsasar esperara mitigar la sentencia
de Jehová honrando a Su profeta. Si ese fue el caso, ya era demasiado tarde.

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NUESTRA VIDA CRISTIANA

Enséñeles a servir a Jehová con constancia (15 minutos)

La experiencia demuestra que, cuando a un publicador nuevo se le enseña desde el principio a predicar regularmente y con
entusiasmo, este suele convertirse en un publicador eficaz (Pr 22:6; Flp 3:16). Veamos algunas sugerencias sobre cómo puede
usted ayudar a su estudiante a empezar bien su ministerio:
 Comience a capacitar a su estudiante en cuanto sea nombrado publicador (km 8/15 pág. 1). Hágale ver que es muy
importante que la predicación sea parte de su horario semanal (Flp 1:10). Sea positivo cuando hable del territorio (Flp
4:8). Anímelo a predicar con el superintendente de grupo y con otros publicadores para que pueda aprender de ellos
(Pr 1:5; km 10/12 pág. 6 párr. 3).

 Después de que su estudiante se haya bautizado, siga animándolo y preparándolo para el ministerio, sobre todo si aún
están estudiando el libro “Amor de Dios” (km 12/13 pág. 7).
 Use una presentación sencilla si predica con un publicador nuevo. Cuando él termine su presentación, felicítelo. Dele
sugerencias que lo ayuden a ser más eficaz (km 5/10 pág. 7).

Mejore sus habilidades en el ministerio: prepare a los estudiantes para la predicación (km 8/15)

Por qué es importante. Los nuevos discípulos de Jesús tienen que aprender a obedecer “todas las cosas” que él mandó, entre
ellas, enseñar la verdad (Mat. 28:19, 20). Muchos estudiantes están inscritos en la Escuela del Ministerio Teocrático y puede
que prediquen informalmente a familiares y amigos. Poco a poco, su aprecio por lo que aprenden seguirá creciendo. Y cuando
comprendan que Jehová quiere que toda la gente escuche las buenas nuevas, quizás digan que quieren salir a predicar, un paso
más en su progreso espiritual (Rom. 10:13, 14). Después de que sean aprobados para predicar con la congregación,
necesitarán una buena preparación, que los ayudará a sentirse más seguros (Luc. 6:40).
Cómo hacerlo:

 Ayude al nuevo publicador a conseguir las publicaciones que necesita para predicar y enseñar la
Biblia. Muéstrele cómo tiene organizado su propio bolso o maletín y explíquele para qué sirven las
publicaciones que lleva.

 Escojan juntos una presentación de Nuestro Ministerio del Reino y ensáyenla. Usen situaciones
tomadas de la página 82 del libro Benefíciese que sean comunes en su territorio. Ayude al estudiante
a expresarse con sus palabras. Recuérdele que es muy importante arreglarse bien y con modestia
(2 Cor. 6:3, 4).
 La preparación abarca más. Muéstrele una tarjeta de territorio y enséñele a llevar un registro de casa
en casa. Enséñele también a tomar notas cuando una persona muestre interés en el mensaje. Anímelo
a cultivar el interés (1 Cor. 3:6). Demuéstrele cómo usar la página jw.org y el folleto Buenas nuevas
para gente de todas las naciones.
 Sea paciente y felicítelo por su progreso (Prov. 25:11). Enséñele con el ejemplo. El nuevo publicador
no olvidará fácilmente su ayuda cariñosa y su entusiasmo por la predicación.

Intente esto durante el mes:

 Predique de casa en casa con el estudiante y llévelo a hacer revisitas o a estudiar con otra persona.
Si no tiene ningún estudiante en la actualidad, invite a un publicador con poca experiencia a que lo
acompañe.

km 10/12
3 El hecho de que ahora las congregaciones se reúnan solo dos veces a la semana no quiere decir que los publicadores

deban recibir menos atención espiritual de los ancianos. La responsabilidad de los superintendentes de grupo es dar a
los hermanos ánimo, ayuda personalizada y preparación para el ministerio. Si su superintendente de grupo no ha
podido predicar con usted, ¿por qué no pide salir con él? Además, un fin de semana al mes, el superintendente de
servicio visita a un grupo distinto. En congregaciones pequeñas tal vez visite cada grupo dos veces al año. ¿Hace usted
planes para participar en el ministerio cuando el superintendente de servicio visita a su grupo?

Ayudemos a los nuevos a tener un buen fundamento

¡Qué emocionante es ver cómo Jehová bendice la cosecha! (Deut. 28:2.) Todos los años se bautizan más de 250.000 personas.
Ahora bien, cuando alguien se bautiza, puede que el maestro decida descontinuar el estudio bíblico a fin de concentrarse en
ayudar a otros. También pudiera ocurrir que el estudiante prefiera dejar el estudio para dedicar más tiempo a la predicación.
Sin embargo, es de suma importancia que los estudiantes tengan un buen fundamento. Deben estar “arraigados” en Cristo y
“estabilizados en la fe” (Col. 2:6, 7; 2 Tim. 3:12). Por tanto, tras el bautismo, los estudiantes deben continuar con su estudio
bíblico hasta haber terminado el libro Enseña y el libro “Amor de Dios” (vea Nuestro Ministerio del Reino de abril de 2011,
página 2).
Cómo enseñar a los nuevos a predicar (km 5/10 pág. 7)

1 ¿Recuerda la primera vez que participó en el ministerio de casa en casa? De seguro que estaba hecho un manojo de nervios.
Pero ¡qué alivio! Su maestro de la Biblia o algún otro publicador estaban allí para darle su apoyo. Ahora usted ya es un
ministro del Reino con experiencia; ya está listo para enseñar a otros nuevos a predicar.

2 Los nuevos publicadores necesitan aprender a iniciar conversaciones en las puertas, usar la Biblia de casa en casa, hacer
revisitas e iniciar y dirigir estudios bíblicos. Y no solo eso, también han de saber participar en los distintos rasgos de la
predicación, como la obra en las calles y en lugares de negocios. ¿Cómo puede ayudarlos usted? Mediante su ejemplo y
dándoles sugerencias.

3 Mediante el ejemplo. Jesús les demostró a sus discípulos cómo predicar (Luc. 8:1; 1 Ped. 2:21). Siguiendo ese modelo,
cuando haya hecho planes para predicar con un publicador nuevo, prepare una presentación sencilla que él pueda imitar,
quizás alguna de las recomendadas en nuestras publicaciones. Ya en el campo, hable usted en una o dos puertas para que él lo
escuche y luego, de una puerta a otra, pregúntele qué piensa de la presentación, si cree que fue eficaz. De este modo, el nuevo
publicador verá por qué es valioso trabajar con otros en el ministerio y se le hará más fácil aceptar cualquier sugerencia que
usted le dé después, cuando él haga su presentación.
4 Dé sugerencias. Jesús también les dio a sus discípulos instrucciones de cómo predicar (Mat. 10:5-14). Haga algo parecido.
Cuando le toque hablar al publicador nuevo, escúchelo con atención. Al retirarse de la puerta, sea espléndido y felicítelo
sinceramente por algo específico, aunque haya notado detalles que necesite pulir. No le dé ninguna sugerencia todavía; espere
a ver si lo hace mejor en la siguiente puerta. Tal vez es que estaba nervioso. Recuerde también que no todos tenemos las
mismas habilidades y que hay más de una forma correcta de hacer las cosas (1 Cor. 12:4-7).

5A veces será el mismo publicador quien le pedirá sugerencias. Si no, tome usted la iniciativa, pero con tacto. ¿Cómo? Algunos
publicadores de experiencia sencillamente preguntan: “¿Te puedo dar una sugerencia?”, o “¿Cómo sientes que lo hiciste?”. Otra
opción sería decir: “Cuando yo empecé a predicar, se me hizo difícil..., pero lo que me sirvió fue...”. En ciertas ocasiones
resultará práctico consultar juntos el libro Razonamiento. Pero no lo abrume; limítese a comentar solo un aspecto de su
presentación.

6 El hierro con hierro se aguza. Timoteo era un evangelizador de experiencia y, sin embargo, Pablo lo exhortó a que siguiera
aplicándose a la enseñanza y que progresara (1 Tim. 4:13, 15). Aunque hayan pasado muchos años desde aquella primera vez
que salió a predicar, nunca debe dejar de refinar sus habilidades. Aprenda de sus compañeros de predicación, aun de los que
tengan menos experiencia que usted. Y manténgase alerta para brindar ayuda a sus hermanos con bondad, sobre todo a los
nuevos, para que se conviertan en diestros ministros de las buenas nuevas (Pro. 27:17).

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