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EL VERDADERO REENCANTAMIENTO

Esta en tus manos el reencantamiento del mundo, cada vez que despiertes y
abras tus ojos, maravíllate del nuevo día, asómbrate y agradece que estás vivo,
que tienes una nueva posibilidad de observar lo que el mundo nos ofrece, deja un
lado el pensamiento de destrucción, de dominar y empieza a pensar en el
concepto de habitar, el estar en armonía, en paz actuando respetuosamente con
tu ethos, con tu hogar.

Esta cultura que no debe olvidar el cuidado, cultura que está inmersa y basa su
existencia en la explotación, en el dominio, en la competencia, una cultura que no
tiene mesura, que no tiene en cuenta el equilibrio.

Para comenzar un verdadero reencantamiento, un verdadero cambio se debe


comenzar por algo tan básico, como el de tener claro los conceptos, no seguir con
el empobrecimiento generado por la cultura, uno de los empobrecimientos más
notorios, del cual se vive más engañado, es el del concepto de ‘’ambiental’’ el cual
hacemos referencia tan solo con recursos naturales, recursos no renovables, pero
esta palabra involucra mucha más, es algo más complejo no algo tan reducido, lo
ambiental lo involucra todo, lo social, lo humano, lo político, lo ecológico.

Lo ambiental enriquece, amplia transforma, propone alternativas culturales,


modifica esa cultura pobre, principal culpable del actuar del hombre.

Estas nuevas culturas que transforman al mundo en algo reducido, que toman
nuestro planeta, ese ethos y todo lo que está en él como instrumentos de
explotación, verlo solo como recursos, ver a los otros como simples maquina.
Culturas que no tienen en cuenta los límites del sistema, los cuales cuando se
llegan a sobrepasar traerán cambios drásticos irreversibles.

No se puede esperar un cambio radical, un reencantamiento instantáneo, algo que


suceda de la noche a la mañana, es un arduo camino que se debe trabajar día a
día, y hay mucho en lo que se debe cambiar, se debe recuperar esa magia, lo
mítico lo poético del mundo no darle la espalda, tener una reflexión profunda y
contundente de ese verdadero sentido de habitar, ese habitar consiente, al
apreciar todo eso que nos deja sin aliento, eso hermoso y deslumbrante que
aturde tus sentidos, al valorarlo realmente comienza una de las etapas del cambio.

Dejemos a un lado el pensamiento reduccionista, el pensamiento individual,


debemos realizar una construcción de saberes solidarios, colectivos, notar que
algo que hagamos ya sea bueno o malo afecta a un grupo determinado, no solo te
afecta a ti, dejar de lado ese pensamiento egoísta.

Se debe crear un vocabulario capaz de describir el descontento hacia el mundo,


vocabulario que no cause más daño ni empobrecimiento, un lenguaje capaz de
mostrar la belleza innata del mundo, ese mundo que día a día nos ofrece sus
maravillas.

Olvidemos por completo la creencia de que la naturaleza es ilimitada, que esta hay
siempre para nosotros como recurso infinito de lo tecno científico, veamos más a
fondo para entender que no estamos en un mundo infinito, que estamos inmersos
en un mundo finito, en el cual estamos dejando una gran huella, un gran hueco,
huella ambiental, que ocasiones olvidamos que esto afecta más que recursos,
deja una cadena de destrucción tanto humana, animal, social, natural. Cuando el
hombre sea capaz de entender esto se iniciara otra etapa del este verdadero
cambio, cuando sea capaz de ver que no se puede seguir así que es algo
insostenible.

Busquemos no pervertir el sentido de habitar, dejar de convertirlo en un sentido de


dominación, como podremos realizar esto, cambiando esas prácticas eco-
culturales, y esto involucra algo mucho más trascendental, ya que incluye un
cambio en la educación, dicho cambio que no es asumido por las estructuras
actuales de la educación, la ética, la política, la ciencia y la tecnología, en fin dicha
educación que no es asumida por las culturas actuales.

No se debe estudiar al hombre y a la naturaleza por separado, simplemente por el


hecho de que el hombre es naturaleza.
Volvamos a soñar ese mundo que queremos, no queremos un mundo consumista
desbastador, en eso no se debe basar nuestro estilo de vida.

Para encantarnos de nuevo de este maravilloso mundo, debemos iniciar


desencantándonos de él, con ello ver lo que realmente está mal, eso que se debe
cambiar, esa forma en que la cultura nos está educando.

Dos de las cosas más importantes para el reencantamiento deben ser, tener un
sentido verdadero y armonioso de habitar nuestro ethos, y tener una vida poética
con el mismo.

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