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La envidia es definida como “el deseo de obtener algo que no se tiene pero que alguien más

posee”; y podemos complementar diciendo que la envidia es como el sentimiento de tristeza


o de malestar por no poseer lo que los demás tienen.
Cuando la envidia se convierte en obsesión se llega a un estado de resentimiento, de
frustración, consigo mismo, con los demás y hasta con Dios.
Y es que ocurre que algunas personas se sienten “agobiadas” al ver cómo otras personas
progresan; sean ellos creyentes o no. Puede haber incluso sentimientos de frustración
porque el impío que es deshonesto y obtiene muchas ganancias, tanta que le permite
comprar muchas cosas que el honesto creyente no puede tener.
Existen incluso personas que llegan a pensar que “actuar correctamente” es un acto vano, o
que debería permitirse actuar incorrectamente para obtener lo que desea.
Quiero dejar este mensaje en tu corazón, “Construir sobre la base de la iniquidad, la
mentira, el robo y lo deshonesto es como levantar una casa sobre la arena, la cual en
cualquier momento se va a derrumbar”
Quien construye con fe, correctamente, en amor con la confianza puesta en Dios y con el
trabajo recto recibirá recompensa, vivirá tranquilo(a) y… si es ordenado(a) en su vida
progresará.
Rechaza toda envidia que pueda levantarse, especialmente si ésta te motiva para actuar
incorrectamente; por el contrario, declara que eres una persona “altamente favorecida y
altamente bendecida por Dios”; trabaja con honradez y rectitud y verás la recompensa.
Te recuerdo que, quien persiste en hacer el mal ha decidido rechazar a Dios; pero quien se
arrepiente y corrige su camino, el Señor le sanará y le ayudará a cambiar su conducta.
Aparta la envidia de tu corazón, no mires al malo que progresa, porque ellos están
cultivando su propia derrota, están viviendo ilusamente y alcanzarán su propia ruina.
Oro para que podamos ver a los demás sin sentir envidia, más bien agradecidos con Dios por
lo que somos y tenemos.

Versículo: “No abrigues en ti envidia por los pecadores, sino manténte siempre en el temor
del Señor”. Proverbios 23:17 (RVC)

La envidia es el deseo de tener lo que otros tienen, puede producir resentimientos.


Alégrate en el Señor, no mires lo que otros tienes, agradece por lo que tu tienes y por quien
tu eres. Esto te traerá paz
Busca, Proverbios 23:17
Lee el artículo sobre la envidia aquí, http://bit.ly/BdTd74
Buen Dia
Juan C Quintero

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