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médicos como “buenos” o “malos”. Son “buenos” – Suele ser fiel a sus profesionales de referencia,
quienes se comunican bien, entienden sus proble- negándose a cambiar de cupo en las ocasiones en
mas, son capaces de tomar decisiones, son agrada- que estos se lo han propuesto.
bles de trato y expresan su gratitud por los servicios
que se les prestan; son “malos” los que no pueden En la tabla 1, se resumen las características de los
expresarse con claridad, tienen dificultades para to- pacientes que, a menudo, llevan a los clínicos a eti-
mar decisiones, no siguen los planes clínicos, o son quetarlos como difíciles.
desagradables, hostiles o beligerantes6.
Todo ello coincide con la afirmación de Balint de que
todos los profesionales tienen unas creencias acer- Encuentros difíciles:
ca de cómo deberían ser y comportarse los pacien-
tes y tales creencias influyen –de forma a menudo
características de los
no consciente– en la manera en que son considera- profesionales y del entorno
dos y tratados por los clínicos7. “difíciles”
La bibliografía sobre este tema8,9 demuestra que to-
dos los profesionales encuestados admiten tener
pacientes “difíciles”: en un estudio de 627 pacientes La actitud natural del profesional, la que le han en-
vistos por 27 médicos en clínicas de atención prima- señado, es culpabilizar al paciente de la dificultad de
ria, la prevalencia era del 15% (rango: 12-20%). Los la relación. De hecho, cuando se estudian los en-
médicos de este estudio a menudo sentían antipatía cuentros difíciles, y se les pregunta a los médicos
por esos pacientes, no les apetecía atenderlos, los quién es responsable, contestan que el paciente en
consideraban como frustrantes y “ladrones de tiem- el 100% de los casos10.
po”, se sentían manipulados por ellos y albergaban Sin embargo, como decíamos, muchos estudios pu-
la esperanza de no tener que verlos de nuevo. blicados demuestran gran variabilidad entre los cu-
pos respecto al número de pacientes considerados
difíciles: hay médicos que refieren tener muchos
¿Qué características comunes más que el resto de sus colegas. Estas diferencias
no pueden explicarse sólo por las características del
suelen presentar estos pacientes? grupo de usuarios. Ciertos aspectos del profesional
(su personalidad, sus expectativas, sus vivencias
El paciente problemático3,4,5: personales, su situación personal y laboral, etc.), in-
fluirían en la decisión final de etiquetar a un paciente
– Suele ser un frecuentador considerable. como problemático. En este punto, hay que destacar
– Acostumbra a sentirse insatisfecho con los servi- que la mayoría de los médicos denunciados en Es-
cios que recibe. tados Unidos han sido los que tenían un contacto
– Su presencia se percibe como negativa por el con- humano de peor calidad y, por ello, una menor satis-
junto del equipo de salud. facción de sus pacientes3,4,8,9.
– Presenta con más frecuencia trastornos mentales Borrell define el “médico de familia difícil” como
(somatización, ansiedad generalizada, depresión aquel profesional autoritario, maleducado, descor-
mayor, abuso de alcohol u otras dependencias). tés, deshumanizado, que no informa y que no respe-
– Suele presentar más problemas de salud crónicos ta la opinión del paciente11. En la tabla 2 se detallan
y toma un mayor número de medicaciones que otros una serie de características y situaciones de los pro-
pacientes de igual sexo y edad. fesionales con más problemas en los encuentros
– Suele presentar más síntomas y mayor afectación médico-paciente1,4.
funcional. Es de destacar que esta situación no sólo afecta a
– Suele generar mayor número de exploraciones los profesionales “desgastados” y “quemados” por
complementarias, derivaciones a especialistas y su larga experiencia profesional. De hecho, se ha
gasto en la prescripción. demostrado que los médicos más jóvenes, que tra-
– Presenta sus problemas (crónicos y agudos) de bajan más horas a la semana y que tienen más sín-
forma más compleja, inusual y variada en cuanto a tomas de depresión, estrés y ansiedad, son quienes
sus términos de referencia. dicen tener más pacientes difíciles12.
– Sus elementos de soporte y contención social (fa- El entorno en el que se produce la interacción médi-
milia, trabajo, relaciones, etc.) son escasos o, en to- co-paciente también desempeña un papel muy desta-
do caso, conflictivos. cado en la génesis de situaciones difíciles1,4. Consul-
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Tabla 1. Características de los pacientes que inducen Tabla 2. Características del “médico difícil”
a los clínicos a etiquetarlos como “difíciles”
Escasas habilidades de comunicación
Personalidad/carácter del paciente Descortesía; estilo conversacional inadecuado;
Obsesivo-compulsivo; dependiente; histriónico; poca habilidad para informar correctamente;
narcisista; paranoide; esquizoide; negador escasa disposición a la negociación; ausencia
(autodestructivo) de respeto hacia la opinión del paciente
Características personales del paciente Perfil de entrevistador centrado en el profesional,
Barreras comunicacionales (sordos, ciegos); con orientación biomédica más que
barreras socioculturales (gitanos, emigrantes, etc.); biopsicosocial
pacientes malolientes y/o sucios; manipuladores; Estilo autoritario; dificultad para abordar contenidos
maleducados; verborreicos; pacientes de diferente psicosociales; incumplimiento de las expectativas
estatus social u orientación sexual, etc. respecto a su propia función y a la de los
pacientes
Pacientes con problemas clínicos específicos
Somatización (incluido dolor crónico); abuso Perfil de personalidad complejo, “no compatible”
de alcohol/drogas; problemas psiquiátricos; con la asistencia
problemas sexuales; síndromes mentales
orgánicos; suicidas; pacientes con cáncer o HIV; Actitud profesional disfuncional
problemas médicos difíciles y que empeoran; Exceso de proyección y autovaloración;
problemas médicos no diagnosticados a pesar desresponsabilización, etc.
de haber sido evaluados; pacientes a quienes se Escasa tolerancia a la incertidumbre
les da malas noticias o se les propone directivas
avanzadas, pacientes terminales Experiencias previas negativas con los pacientes
Peticiones directas o estresantes por parte del Saldos negativos con los pacientes
paciente “Mala fama”, etc.
Pacientes en desacuerdo con las explicaciones;
pacientes que se quejan de la atención Falta de actitud positiva y de conocimientos
recibida (por parte del sistema o del propio acerca de la salud mental
clínico); pacientes que requieren más tiempo Mayor presión asistencial
del disponible; exigentes; seductores;
agresivos o amenazantes; pacientes en los Discontinuidad en la atención a los pacientes
que hay que rellenar muchos papeles legales
Menor satisfacción laboral
o realizar peticiones innecesarias de pruebas
Estrés; mal ambiente en el grupo de trabajo
complementarias o remisiones al especialista;
bajas o incapacidades injustificadas; pacientes Problemas en su entorno íntimo, social, familiar
que toman el control de la situación; pacientes Enfermedad grave propia o de un familiar;
que buscan interacción social o consejo acerca toxicomanías, etc.
de temas no médicos
tas agradables, con salas de espera no masificadas y una serie de actitudes, habilidades y conductas que
en un buen ambiente laboral, no tienen nada que ver han demostrado su utilidad, así como trabajar con
con salas de espera en urgencias masificadas, con unos conceptos y modelos de práctica clínica que
prisas y otros aspectos que se detallan en la tabla 3. permitan al profesional darles solución (tabla 4).
La manera en que el clínico acoge al paciente, ya
sea en su primera visita o en cualquiera de las su-
Conceptos, actitudes, cesivas, tiene siempre gran importancia. Llamamos
calidades de superficie del entrevistador a la cordia-
conductas y modelos que lidad (el profesional da a entender que la persona
previenen las situaciones es bienvenida y que se encuentra bien hablando
difíciles y favorecen su con ella), la calidez (tono emocional de agrado) y el
resolución respeto (el paciente tiene todo el derecho a ser u
opinar como lo hace). Calidades profundas serían la
empatía (saber ponerse en el lugar del otro), la
asertividad (saber en cada momento por dónde de-
Para el abordaje y el manejo de pacientes y situa- bemos proseguir el camino), la paciencia (sujetar la
ciones difíciles, es imprescindible poner en práctica lengua para contrarrestar los momentos de impa-
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Respeto
Tabla 4. Conceptos, actitudes, conductas y modelos
que previenen las situaciones difíciles y favorecen
su resolución El profesional respetuoso otorga dignidad a cada
persona, y por ello cada persona es considerada
Cordialidad, calidez, respeto
Empatía, asertividad fuente potencial de nuevo conocimiento. Su instala-
Paciencia, coraje, curiosidad ción en el respeto le provoca curiosidad y, por consi-
Competencia emocional guiente, activa su atención. El profesional respetuo-
Modelo biopsicosocial so evita emitir juicios de valor, sin que ello suponga
Medicina centrada en el paciente que renuncie a su forma de pensar, a sus valores
Medicina centrada en la relación ideológicos y éticos.
Modelo racional-emotivo
Conciencia de sí mismo (selfawareness)
Atención plena (mindfulness)
Empatía15,16
ciencia), el coraje (afrontar sin miedo las reacciones
imprevisibles y estar dispuesto a reconocer lo que Suele definirse como la capacidad de comprender
de nosotros mismos esté dificultando la relación), la los sentimientos de otra persona y hacerlo evidente
curiosidad (cuando las cosas no van bien pregun- en la relación, ya sea a nivel verbal (“ya veo que se
tarse ¿qué está pasando? y profundizar en ello) y la siente mal”) o no verbal (p. ej., una expresión facial
competencia emocional (capacidad de mantener el acorde a la situación). A diferencia de la simpatía,
tono emocional propio y de sintonizar al paciente en aquí no se produce un ‘contagio emocional’: el pro-
otra emocionalidad más apropiada)3,13,14. fesional distingue cuáles son sus emociones y cuá-
les las del paciente.
La empatía nunca debiera ser automática, ya que la
Cordialidad verdadera empatía nace de una reflexión y un es-
fuerzo: reconocer al otro como portador de emocio-
nes. Cuando un paciente muestra una emoción o un
Resulta elemental al inicio de la entrevista, momento sentimiento (verbalmente o no) el profesional debe
en el que se acumula buena parte de la tensión responder de forma explícita. Permanecer en silen-
emocional. Al recibir al paciente, es muy recomen- cio o cambiar de tema puede conducir a que el pa-
dable usar marcadores de cordialidad: ciente crea que no aprobamos la emoción, que pen-
samos que debería sentir otra, que las emociones
– Sonrisa en la recepción. no deberían abordarse en la consulta, que el pa-
– Dar la mano. ciente no nos importa, o que la expresión de la emo-
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decimiento, su estilo hiperdemandante o culposo, o El profesional debe tener coraje como para:
simplemente su olor corporal), es muy difícil empati-
zar. Todo profesional de la salud maduro es, en al- – Afrontar reacciones emocionales imprevisibles que
gún sentido, un profesional que conoce sus “zonas pueden asustarle dándole la sensación de falta de
irritables” (tabla 6) y las trabaja para abordarlas de control.
forma más adecuada. – Tomar conciencia de los pensamientos, las emo-
La impaciencia se asocia a menudo con una sensa- ciones y las conductas propias que pueden estar fa-
ción de urgencia, irritabilidad, o incluso hostilidad, voreciendo dichas reacciones.
que nos lleva a correr, cuando ir despacio funciona- – “Autodescubrirse” en determinadas circunstancias,
ría mucho mejor. Los pacientes que perciben nues- comentando con el paciente lo que pensamos y
tra impaciencia se sienten incómodos e insatisfe- sentimos al respecto (enojo, desconcierto, frustra-
chos con nuestro trabajo. Además la impaciencia ción, etc.).
embota nuestra curiosidad y nos empuja a pasar
por alto datos anómalos que pueden representar la
llave para el diagnóstico o el plan de tratamiento. Curiosidad
Desde el punto de vista operativo, la paciencia pue-
de definirse como una modificación consciente del
habla y la conducta impacientes. La paciencia pue- La curiosidad es un elemento esencial de cualquier
de pues considerarse un procedimiento que se pue- escrutinio científico, incluida la medicina clínica. Perder
de practicar y aprender3,17: la curiosidad cuando escuchamos o exploramos a un
paciente es tan negligente como no comprobar sus
– Identifique la impaciencia: “Estoy empezando a su- signos vitales. Debemos mantenernos atentos frente a
dar, me estoy impacientando”. posibles sorpresas y tomarnos el tiempo necesario pa-
– Analice: “¿Puedo hacer algo para que la secuen- ra considerarlas de forma cuidadosa. A menudo, cuan-
cia de acontecimientos funcione de otra manera sin do las cosas dejan de ir ‘bien’, es el momento en el que
erosionar la relación?”. En caso negativo: “Voy a rela- estamos a punto de descubrir algo nuevo e importante.
jarme y a disfrutar de estos momentos”. También se puede practicar y aprender:
– Detecte contracturas musculares, posiciones for-
zadas, dedos de los pies en garra y otras manifesta- – Manténgase alerta frente a lo inesperado.
ciones encubiertas de tensión nerviosa. Aprenda a – Deténgase a pensar: “¿Qué está pasando?”
“estar” sin estas descargas de tensión, pues en rea- – Si no hay tiempo para detenerse, tome nota de lo
lidad no descargan, sino que nos cargan. que ha sucedido para explorarlo más adelante.
– Use pausas para controlar las ganas de interrum- – Pida ayuda al paciente para entender las situacio-
pir o meter prisa al paciente. nes sorprendentes e inesperadas.
– Use pausas después de un comentario empático, – Mantenga una postura que transmita el mensaje:
para dar tiempo al paciente a sentir nuestra com- “Quiero entenderle totalmente, y quiero comprender
prensión a un nivel más profundo. qué está yendo mal y qué puedo hacer para ayudarle”.
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mando la atención sobre la personalidad de clínicos –¿Qué tipo de persona es este paciente?
y pacientes, el papel central de su colaboración y la –¿Cuál fue exactamente la historia que me contó?
capacidad de autorreflexión del clínico24-26. –¿Cuáles son los posibles diagnósticos?
La MCR hace hincapié en que los profesionales ob- –¿Cuál es la mejor elección para el paciente? ¿Re-
tienen mejores resultados cuando se conocen a sí mitirlo a…? ¿Ingresarlo…?
mismos, están realmente presentes en el encuentro –¿Qué pruebas debería pedir?
y atentos a la colaboración con los pacientes. La –¿Qué tratamiento necesita en estos momentos?
MCR constituye un marco o esquema relevante para –¿Dónde debo aprender más acerca de estos pro-
conceptualizar los cuidados de salud que se funda blemas? ¿A quién debería preguntar?
en los principios siguientes: –¿Sé lo suficiente? ¿Tengo capacidad para manejar
este tipo de problemas?
– Las relaciones en el marco de los cuidados de sa- –¿Cómo se siente este paciente? ¿Cuál es su esta-
lud deben tener en cuenta e incluir la personalidad do emocional? ¿Qué valores, creencias o expectati-
de los participantes, lo que en el caso del clínico su- vas alimentan esas emociones?
pone la necesidad de explorar su propio mundo y –¿Cuál es mi reacción personal frente a este pacien-
aumentar la conciencia de sí mismo, permitiendo te? ¿Cómo afecta eso a nuestra relación? ¿Quiero
que su personalidad, además de su papel profesio- hacer algo al respecto?
nal, intervenga en la relación. –¿Cómo voy de tiempo con la consulta?
– Las emociones y los afectos, y no sólo los ele- –¿Qué está yendo mal en esta interacción?
mentos cognitivos, son componentes importantes de –¿Cuál es el problema más significativo que trae
dichas relaciones y la atención a ellos incrementa la hoy este paciente?
capacidad empática del profesional.
– Todas esas relaciones suceden en el contexto de Como explican Borrell-Carrió y Epstein 27, ‘refinar’
una influencia recíproca; no sólo se beneficia el pa- las capacidades emocionales y cognitivas de los
ciente, los clínicos también se benefician de la opor- clínicos puede contribuir a disminuir muchos erro-
tunidad de conocer a sus pacientes y, como resulta- res y dificultades. Para ello proponen un modelo ra-
do de ello, la MCR anima a los clínicos a ‘crecer’. cional-emotivo que enfatiza dos factores causales
– Los cuidados centrados en la relación tienen un va- en los errores médicos: a) dificultades para refor-
lor moral: aunque se podría argüir que los deberes de mular las primeras hipótesis que surgen en la men-
los médicos hacia sus pacientes nacen de un cierto te del clínico de forma automática, y b) cierre pre-
tipo de contrato (más que de la formación de una re- maturo del acto clínico para evitar afrontar las in-
lación genuina), tiende a ser verdad que los humanos consistencias, las ‘reglas de decisión’ de bajo nivel,
están moralmente más comprometidos con aquellos y las emociones. Y proponen una ‘estrategia de en-
con quienes tienen una relación personal. señanza’ basada en el desarrollo del insight y el
selfawareness del clínico que le ayuden a tomar
Con cada paciente el clínico establece una relación conciencia de aquellos factores propios que limitan
que contiene mutualidad: ambos dan y reciben. Co- su capacidad para tolerar la tensión de la incerti-
mo miembros de una profesión, los clínicos a menu- dumbre y la ambigüedad. La autorregulación de la
do se sienten incómodos con la noción de mutuali- atención y la selfawareness emocional pueden ser
dad, pero reconocer e identificar lo que se gana con enseñadas y cultivadas como hábitos que ayudan
esa reciprocidad facilita el desarrollo de la concien- a los médicos a resolver mejor las situaciones clíni-
cia de sí mismo (selfawareness) y de la capacidad cas.
de una práctica consciente y atenta (mindfulness). Cuando un clínico entra en contacto con un pacien-
Trabajar con estas herramientas es altamente reco- te, no lo hace ‘vacío’, lleva con él su personalidad, su
mendable al abordar las situaciones difíciles. propia cultura y sus creencias, sus valores, sus su-
posiciones y sus expectativas (conscientes o in-
conscientes), sus esperanzas y sus miedos, y sus
Conciencia de sí mismo experiencias previas, tanto con los pacientes como
en su vida personal. Cuando ‘algo va mal’ en la con-
(selfawareness) sulta, el clínico debe tomar en consideración si es-
tos factores están desempeñando algún papel en la
Reflexionar es parte importante del trabajo del médi- dificultad. Cuanto más sepamos acerca de nosotros
co. Hay una gran cantidad de preguntas que el clíni- mismos, más capaces seremos de escuchar y acep-
co se hace ante un paciente. Por ejemplo: tar la narrativa de otro4,28.
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El mejor método para incrementar la conciencia de mer; incapacidad para percibir los sentimientos, la
uno mismo (selfawareness) es trabajar con un tutor tensión física o el malestar sutil que experimenta-
experto que nos ayude a darnos cuenta y a reflexio- mos cada día; descubrirnos hablando solos o pen-
nar sobre los aspectos que no nos resultan eviden- sando continuamente en episodios del pasado o del
tes de entrada. futuro, sin poder disfrutar del momento presente;
En definitiva, se trata de hacer nuestras respues- juzgar lo que nos ocurre (como bueno o malo, agra-
tas más conscientes y reconocibles, bien sea so- dable o desagradable) y, a continuación, apegarnos
los, bien sea acompañados por otros profesiona- o rechazar la experiencia.
les, por ejemplo en los grupos Balint7. Al recordar ‘Estar atento’ implicaría que uno se concentra en la
experiencias negativas o difíciles que hayamos te- tarea que está realizando en ese momento, sin que
nido (con pacientes, compañeros o la familia), po- la mente divague sobre el futuro o el pasado, y sin
demos empezar por identificar la emoción/senti- sensación de apego o rechazo. ‘Estar atento’ es una
miento; luego buscar el pensamiento o creencia cualidad que puede desarrollarse mediante un en-
subyacentes, y a continuación examinar la conduc- trenamiento adecuado.
ta ligada a ellos. Epstein30 comenta los cuatro hábitos que se requie-
Otra posibilidad es preguntarse tras una interacción ren en esta práctica:
“¿Cuál fue mi reacción emocional hacia el paciente?
¿Cómo afectó a mi conducta?”. Y buscar una reac- – Observación atenta del paciente, de su problema,
ción positiva y otra negativa frente a cada paciente, de nosotros mismos y de la relación que se establece.
así como las conductas (imaginadas o reales) impli- – Curiosidad crítica que incluye el coraje de darnos
cadas. Esto resulta mucho más sencillo y eficaz utili- cuenta de nuestras propias flaquezas en la situa-
zando grabaciones en vídeo de encuentros con pa- ción.
cientes reales o simulados (actores) o escenificacio- – Mirar las cosas sin ideas preconcebidas y con to-
nes (rol-playing), y revisándolas con compañeros o lerancia a las contradicciones.
con un tutor. – Presencia, o atención plena, a la persona y a la ta-
Otros métodos que han demostrado su utilidad para rea, acompañada de compasión y conexión.
adquirir conciencia de uno mismo son:
Un ejercicio básico representativo de mindfulness31:
– Leer historias sobre pacientes que afrontan con
coraje situaciones de dolor o sufrimiento intensos. 1. Adoptemos una postura cómoda, tumbados de es-
– Llevar un diario sobre este tipo de asuntos. paldas o sentados. Si optamos por sentarnos, man-
– Leer literatura, poesía o ver películas relevantes don- tengamos la columna recta y dejemos caer los hom-
de se aborde este tipo de situaciones emocionales. bros.
– Relajación y meditación. 2. Cerremos los ojos si así nos sentimos más cómo-
dos.
3. Fijemos la atención en el estómago y sintamos
Atención plena (mindfulness) cómo sube y se expande suavemente al inspirar, y
desciende y se contrae al espirar.
4. Mantengámonos concentrados en la respiración
Mindfulness29, que podría traducirse del inglés co- “estando ahí” con cada inspiración y espiración com-
mo “estar atento”, es la acepción inglesa del término pletas, como si cabalgásemos sobre las olas de
pali Pati. El pali es el lenguaje en el que se transmi- nuestra respiración.
tieron las enseñanzas budistas y mindfulness cons- 5. Cada vez que nos demos cuenta de que nuestra
tituye uno de sus conceptos nucleares. Una de las mente se ha alejado de la respiración, tomemos no-
descripciones de mindfulness más usadas es la del ta de qué es lo que la apartó y devolvámosla al estó-
monje budista Ticht Nat Hanh, que la define como mago y a la sensación de cómo entra y sale de él.
“mantener viva la propia conciencia focalizada en la 6. Si nuestra mente se aleja mil veces de la respira-
realidad presente”. ción, nuestra “tarea” será sencillamente la de devol-
Este concepto, extraño a la mayoría de los occiden- verla cada una de ellas a la respiración, sin que nos
tales, puede entenderse al analizar nuestras activi- importe en lo que se haya involucrado.
dades diarias: correr para realizar cualquier activi- 7. Practiquemos este ejercicio durante 15 min todos
dad sin estar atento mientras se ejecuta; deglutir rá- los días y en el momento que más nos convenga,
pidamente la comida mientras vemos la televisión o nos agrade o no, y veamos cómo nos sentimos al in-
hablamos, sin estar atento al propio proceso de co- corporar una práctica disciplinada de la meditación
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Tabla 10. Hipótesis explicativas de la hiperutilización y planes propuestos para los pacientes hiperutilizadores
Hipótesis explicativas Planes propuestos
Biológica Enfermedad crónica inestable Buscar posibles causas de
Intervalo entre visitas muy cortos en los descompensación de la enfermedad
pacientes crónicos estables crónica e intervenir sobre ello: baja
Consultas por síntomas físicos con adherencia al tratamiento, comorbilidad no
diagnóstico físico de sospecha, pero no detectada, etc.
confirmado (hipotiroidismo, cáncer, etc.) Alargar los intervalos entre visitas en
Enfermedad aguda con tendencia a la pacientes crónicos estables y pedir
cronificación colaboración a la enfermera
Realizar las pruebas complementarias que
confirmen el nuevo diagnóstico sugerido
Psicológica Consultas por síntomas físicos con sospecha Visita programada para hacer el diagnóstico
de enfermedad mental (somatización, de enfermedad mental
ansiedad, depresión, etc.) Usar los test psicosociales pertinentes
Síntomas psicológicos sin diagnóstico (GHQ, PRIME, EAD, AUDIT, etc.)
Diagnóstico psicológico ya confirmado en Buscar posibles factores contribuyentes
paciente que está empeorando al empeoramiento de su enfermedad
Intervalo entre visitas muy corto en paciente mental (bajas dosis o falta de adherencia
con enfermedad mental estable a los antidepresivos, nuevos episodios
Rasgos acentuados o trastorno de estresantes, etc.)
personalidad no diagnosticado Pedir opinión al equipo de salud mental en
Adicciones sin diagnóstico (alcohol, drogas, los casos de mala evolución
juego, etc.) Limitar los tratamientos biológicos y las
Problemas sexuales no diagnosticados multiderivaciones en los pacientes
(impotencia, eyaculación precoz, etc.) psicosomáticos
Derivar a los recursos comunitarios si está
indicado (alcohólicos anónimos, grupos de
autoayuda de ataques de pánico, etc.)
Social Soledad. Bajo apoyo social: red social pobre, Visita programada para buscar o diagnóstico
bajo apoyo social funcional (afectivo, de problema social
confidencial y/o instrumental) Usar test diagnósticos sociales: apoyo
Desempleo, problemas financieros, función social (Duke), eventos estresantes de la
laboral bajo, insatisfacción con el trabajo vida (Brugha), insatisfacción profesional
remunerado o no remunerado. (Karasek), etc.
Síndrome del cuidador. Problemas legales. Pedir ayuda a la trabajadora social. Derivar
Violencia a los recursos comunitarios si está
indicado (p. ej., grupos ocupacionales, de
cuidadores, etc.)
Familiar Cambios en el ciclo familiar: “nido vacío”, Visita programada para buscar un
“adolescente en crisis”, etc. diagnóstico familiar
Familia demasiado aglutinada (miembro Usar los test familiares (genograma, APGAR,
enfermo-familia enferma) o despegada círculos familiares, etc.)
Disfunción familiar o de pareja. Familia Entrevistar a la familia u otros familiares si es
caótica. necesario
Pedir ayuda a la trabajadora social. Derivar a
los recursos comunitarios si está indicado
(p. ej., escuela de padres). Derivar al
terapeuta familiar si es necesario
Cultural Analfabetismo o bajo nivel cultural. Intentar una nueva entrevista más empática,
Atribución somática de síntomas intentando entender los condicionantes
psicológicos. Conducta de enfermedad culturales. Intentar recodificar la
o rol de paciente disfuncional (miedo demanda-queja del paciente en la
excesivo, rechazo a los tratamientos, etc.) dimensión apropiada, usando técnicas de
Estigma (sida, obesidad, trastorno mental reatribución si son necesarias
grave, etc.) Pedir ayuda a la trabajadora social. Derivar
Inmigrante con problemas de adaptación a los recursos comunitarios si está
cultural indicado (grupos de ayuda al inmigrante,
de pacientes con sida, de familiares
esquizofrénicos, etc.)
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Tabla 10. Hipótesis explicativas de la hiperutilización y planes propuestos para los pacientes hiperutilizadores (cont.)
Hipótesis explicativas Planes propuestos
Administrativa/ En pacientes crónicos estables, intervalo Dar recetas y partes suficientes hasta el
organizativa entre visitas para renovar recetas muy próximo seguimiento clínico
cortos. Visitas cara a cara innecesarias Alargar los intervalos entre visitas
para repetir recetas o partes de Pedir apoyo a los administrativos
confirmación
Relacional Relación dependiente (por el paciente, el Compartir la información con el equipo de
médico o ambos). intervención. Ser más realista acerca
Percepción de mala relación desde el del tipo de relación médico-paciente
médico. Ambivalencia emocional esperada. Buscar factores del médico que
contribuyan a hacer la relación médico-
paciente difícil y repensarse los factores
del paciente
tas de los pacientes HU38. En la tabla 10 se detallan mente los problemas de salud por los que acude a vi-
las hipótesis (causas) explicativas de la hiperutiliza- sitarle, lo que condiciona una disminución de los es-
ción y los planes propuestos para este tipo de pa- tándares de calidad en la anamnesis que, a su vez,
cientes39. empeora la capacidad diagnóstica y aumenta innece-
sariamente la petición de pruebas complementarias y
la prescripción de un mayor número de fármacos.
Paciente agresivo Cuando se estudia cómo los médicos reaccionan an-
te pacientes agresivos, se observan algunos compor-
tamientos13, que se describen en la tabla 11.
Las situaciones en las que los médicos reciben a un Cada persona interpreta la ira del otro de una forma
paciente o una familia agresivos, a pesar de ser poco determinada: no todos los médicos la afrontan de la
frecuentes, representan una de las circunstancias misma manera. Ante un mismo paciente enfadado,
más temidas en su trabajo, ya que, aunque en oca- cada médico se comporta de forma diferente, va-
siones estén justificadas, en otras aparecen como riando también el número de encuentros agresivos
desproporcionadas y aparentemente injustas. La ira que cada uno tiene a lo largo de su vida profesional,
del paciente desencadena en el médico una intensa a pesar de atender a poblaciones similares. Esto de-
activación emocional, que puede llevarle a un verda- pende del significado que el médico dé a la conduc-
dero “contagio de emociones negativas”, origen de im- ta hostil del paciente y de cómo gestione sus pro-
portantes interferencias en la percepción del pacien- pias emociones, incluida su propia agresividad. Por
te, de su profesión, de su papel e incluso de sí mis- ello, al tratarse de una interacción entre dos perso-
mo, lo que dificulta la solución de los problemas que nas, entre dos subjetividades, es preferible denomi-
se plantean en la consulta. Todo ello puede llegar a nar este problema “encuentro agresivo” o “relación
convertirse en una fuente de sufrimiento personal y agresiva” en lugar de hablar de “paciente agresivo”.
deterioro de las relaciones interpersonales, con el Como en todas las situaciones difíciles y conflicti-
consiguiente desgaste profesional y personal1,40. vas, no se puede hablar de una sola causa o de un
El problema ha aumentado de forma significativa en
los últimos años, lo que ha llevado a distintas comu-
nidades autónomas a organizar campañas institu- Tabla 11. Comportamientos observados en los
cionales para sensibilizar a los ciudadanos del pro- médicos ante interacciones clínicas con pacientes
blema. La Organización Médica Colegial y algunos agresivos
colegios de médicos, en concreto, han elaborado Descargas catárticas movidas por la propia ira
documentos con recomendaciones para que los pro- Contención sumisa renunciando a intervenir de
fesionales puedan abordar estas situaciones41,42. forma resolutiva
El “secuestro emocional” del médico cuando atiende Derivación complaciente
a pacientes agresivos puede privarle de la creatividad Petición de pruebas no indicadas
necesaria para obtener información clínica, y para in- Conductas hiperresolutivas, cercanas al “furor
terapéutico”
tegrarla y ayudar al paciente a resolver adecuada-
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único causante. Hay un cúmulo de situaciones que estudios, que muestran que en la práctica médica
la pueden desencadenar, incluso consideraciones se requiere una mejoría en la gestión de las propias
que tienen que ver con el propio profesional. En la emociones y de la frustración para ser eficaz en la
tabla 12 se exponen algunas de las posibles causas relación terapéutica15-17,43.
de la agresividad. Cabe destacar que la mayoría de En una relación asistencial la agresividad puede
las causas que pueden producir ira en el paciente manifestarse de muy diferentes formas y con distinta
pueden desencadenarla también en el profesional intensidad:
que le atiende, incluida la propia agresividad del pa-
ciente cuando le consulta. – Recriminaciones: “Estas pastillas no me han he-
Por tanto, es importante que el profesional se pregun- cho nada”.
te en qué medida su conducta provoca o desencade- – Exigencias con imposición de un punto de vista di-
na la ira de sus pacientes, contribuye a mantenerla o, ferente al del profesional: “¡Mándeme un escáner de
por el contrario, no tiene nada que ver con ella. una vez!”.
Gran parte de los trabajos sobre el manejo de los – Insultos personales y valoraciones peyorativas de
pacientes “difíciles” han prestado escasa atención a nuestra competencia profesional: “Es usted una ver-
los cambios en las emociones de los médicos du- güenza para su profesión”.
rante los conflictos con los pacientes, especialmente – Violencia física.
cuando ambos están enfadados y la conducta em-
pática del profesional es más necesaria. Este tema Conviene recordar que los profesionales recrimina-
es especialmente importante a la luz de recientes mos a los pacientes con agresividad: “¿Cómo se va
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FMC – Protocolos
a controlar su diabetes si no adelgaza?”, “¿Qué quie- – Reprimiéndolas: los médicos, enfrentados todos
re, un análisis? Pues dígame qué le pido…” los días al sufrimiento y la muerte, recurren a menu-
do al distanciamiento interior, lo que no sólo resulta
perjudicial para sus pacientes, sino también para
Cómo se desencadena la ira: historia ellos mismos: a largo plazo, les lleva a un trastorno
clínica de un enfado de las capacidades emocionales de percepción y vi-
La ira, como expresión de la hostilidad, suele seguir un vencia, a la insensibilidad y al desajuste personal.
proceso cuyo conocimiento ayuda a abordarla de for- – Modificando la situación: en vez de dejarse arras-
ma eficaz. Su secuencia se describe en la tabla 1340, trar por las emociones negativas, estas le pueden
evolucionando de forma natural hacia la resolución y la servir de acicate para desarrollar nuevas competen-
vuelta al nivel racional de pensamiento normal. Si el cias, fortalecer la confianza en sí mismo o asumir
médico interrumpe este proceso y realiza intervencio- riesgos.
nes verbales que alimentan la ira, como justificarse o
defenderse, aun cuando estas puedan ser bieninten-
cionadas, la ira y la conducta del paciente que la
Cómo se trata la ira: lo que funciona
acompaña se retroalimentan. Esta última estrategia, intentar modificar la situación
y desarrollar nuevas competencias, es la alternativa
que demuestra ser la más eficaz, y ayuda al médico
Posibles reacciones ante la agresividad a conseguir los objetivos deseables para detectar y
Una de las reacciones posibles de un profesional tratar la emoción1,40,43,44 (tabla 14).
que recibe agresividad puede ser pensar: “¡Vaya Conductas recomendadas a los médicos en cada
energúmeno!”. Lo realmente decisivo en el desarrollo una de las fases del proceso de la ira:
de la rabia es que, de forma refleja, este pensa-
miento va seguido de otros pensamientos de irrita- – En la fase de disparo. Reconocer internamente la
ción y venganza, como: “¡A mí no me amenaza na- rabia; activar la empatía y la escucha activa, miran-
die! ¡Se va a enterar!”. Es en ese momento cuando el do a los ojos al paciente, sin actitud desafiante ni in-
cuerpo del agredido, si no hace nada para impedirlo, vasión de su espacio; mantenerse en observación
se predispone para la lucha (no para la huida), co- para facilitar el autocontrol emocional, sin retroali-
mienza a temblar, a sudar, el corazón late con fuer- mentar la manifestación hostil del paciente, evitan-
za y se tensan los músculos del rostro. Esto lleva do, por tanto, frases justificativas como: “¿Que yo le
unido la pérdida de su papel profesional y de la he hecho daño? ¡Si tenía que mandarle esa prueba!
creatividad y, por lo tanto, constituye una fuente de ¡Era por su bien!”. No interrumpir al paciente tratando
errores clínicos y relacionales. prematuramente de calmarlo con mensajes tipo:
Cuando la ira de los pacientes desencadena emo- “Tranquilícese; razone; hable más bajo que si no nos
ciones negativas en los médicos, estos pueden ges- entendemos; no me está escuchando, ¡atiéndame!”,
tionarlas de las maneras siguientes: y evitar subir el tono de voz para hacerse oír, dándo-
se tiempo para recordar los objetivos del encuentro;
– Potenciándolas, entrando en un diálogo de justifi- respirar con tranquilidad. Como se sabe que la fase
caciones y ataques al paciente que agota a ambos y de disparo es limitada en el tiempo, si no aparecen
deteriora la relación terapéutica. nuevos estímulos provocadores, la agresividad irá
– Apaciguándolas para que no le lastimen, racionali- cediendo y acabará lentamente.
zándolas e indignándose consigo mismo, desarro- – En la fase de enlentecimiento. Como en este punto
llando miedo o dejándose llevar hacia la depresión. el paciente seguirá descargando los restos de su
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FMC – Protocolos
emoción, ya de una forma más lenta y calmada, la e) Conseguir manejar bien los silencios y el tiempo
conducta más apropiada del médico será continuar de respuesta: una reactividad baja del médico ayuda
escuchando, sin replicar. a que el paciente vaya calmándose.
– En la fase de normalización. En este momento, f) Permitir que el paciente se exprese sin interrupcio-
cuando el “secuestro emocional” ha cesado y el pa- nes, ya que la ira no puede durar mucho tiempo, y se
ciente dispone de su capacidad cognitiva completa, agota y desactiva si no se alimenta. El médico tendrá
el médico puede actuar como en cualquier entrevis- la oportunidad de hablar más tarde cuando el pacien-
ta, realizando el resto de tareas: identificar y com- te se haya calmado y esté en condiciones de razonar.
prender los problemas, compartir información y ayu- g) Autodescubrirse y mostrar sus propios sentimien-
dar al paciente a tomar decisiones. Puede comen- tos ante esta situación, siempre en tono correcto,
zar dando muestras verbales de empatía: “Lamento expresando la sorpresa por esta reacción, en caso
cómo se siente”, “Me hago cargo de que lo ocurrido de ser inesperada e incluso, si fuera necesario, re-
le ha molestado mucho”, para seguir con preguntas conociendo posibles deficiencias en la organización.
exploratorias abiertas sobre la emoción agresiva,
tomando esta como una clave semiológica más de Y si todo esto no funciona y no se aprecia una posi-
la entrevista. Las respuestas que el paciente vaya ble solución o incluso la cosa puede llegar a mayo-
dando a estas preguntas irán aclarando los desen- res con posibilidad real de agresión41,42:
cadenantes de la agresividad y, a la vez, le mostra-
rán el interés por su punto de vista y su persona – Dar por finalizada la consulta.
permitiendo al médico entrar en su mundo emocio- – Asegurarse la salida de la sala.
nal: “¿Le parece que intentemos ver qué ha provo- – Avisar a seguridad o a las fuerzas de orden públi-
cado esta situación? Me interesa mucho conocer su co y poner la correspondiente denuncia en el cole-
opinión”; incluso puede valorar con el paciente la gio de médicos o en el juzgado correspondiente.
escasa utilidad y el desgaste que supone la con-
ducta hostil y ayudarlo a que vislumbre otras for-
mas de reacción en las próximas ocasiones: “¿Con- Paciente en baja laboral
sidera que es útil para Vd. esta manera de afrontar
el problema?”.
no justificada
Este es un tipo de paciente difícil que tradicional-
Recomendaciones generales en estos mente se ha considerado una carga administrativa,
encuentros agresivos40 que agobia a los profesionales y acaba generando
a) Tratar de evitar la confrontación y la activación conflictos con los pacientes, además de problemas
con la agresividad del otro; evitar las justificaciones éticos y profesionales45-47.
(irritan más que calman). No “entrar al trapo”: seguir Las dificultades que se encuentra el profesional de
nuestro propio plan sin inmutarnos, ejerciendo la au- atención primaria ante las situaciones de incapaci-
toridad sobre los temas que consideremos incues- dad laboral transitoria (ILT) son diversas (tabla 15).
tionables. Ante todo paciente que se encuentre en situación de
b) Intentar evitar elevar el tono de voz. Lo que acom- baja laboral, cuya existencia o permanencia se sos-
paña al lenguaje, el paralenguaje, es una de las he- peche poco justificada, deben proponerse los objeti-
rramientas más potentes que tiene el clínico para vos siguientes:
apaciguar la ira del paciente, pues una voz baja y
dulce, musical, puede ser como una caricia, un bál- – Confirmar, en la medida de lo posible, la falta de
samo para un enojado. adecuación a esta.
c) Tratar de mantener nuestra sintonía emocional, – Comunicar y persuadir al paciente de la adecua-
mediante el autocontrol emocional: es el momento ción del alta.
de mantener la calma que apacigüe la “pérdida” mo- – Proteger durante todo el proceso la relación médi-
mentánea de control del paciente, para no amplificar co-paciente.
su enfado y para servir al paciente de modelo emo- – Y, por último, conseguir que el propio profesional
cional ante el estrés. sufra el menor desgaste posible.
d) Saber decir “no” de manera completamente creíble
y sin activación emocional. A veces puede ser conve- Para conseguir estos objetivos, se propone una se-
niente apelar a una autoridad superior “esto que us- rie de estrategias que permiten el abordaje de estos
ted pide lo tenemos prohibido completamente”. pacientes.
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FMC – Protocolos
Tabla 15. Dificultades en el manejo del paciente Tabla 16. Indicadores de intención de cronificar
en incapacidad laboral transitoria la baja por parte del paciente
Diagnósticos frecuentemente basados en síntomas Falta de coherencia con la historia natural
subjetivos, sin posibilidad de comprobación del proceso (falta de mejoría esperable,
mediante exploración o pruebas complementarias reagudización insospechada de síntomas, etc.)
objetivas (lumbalgia, cefalea, depresión, etc.) Cambios de diagnóstico durante la baja
Solicitud por parte del paciente de nuevas pruebas
Si se hace una interconsulta con el especialista complementarias y/o derivaciones
hospitalario, la lista de espera aumenta el tiempo No venir a recoger el parte de baja personalmente
de baja laboral de forma reiterada
Habitualmente escaso apoyo por parte de los Falta de constancia en el tratamiento
especialistas hospitalarios Hallazgos exploratorios discordantes
Información proveniente del entorno o del equipo no
Sistemas de registro muy obsoletos, precisándose coherente con el proceso o sintomatología que se
partes semanales para procesos que claramente describe
tendrán una duración mayor
Pacientes en los que la baja laboral puede ser su
única fuente de ingresos
terísticas del paralenguaje y la información propor-
cionada por el resto del cuerpo, entre otros. Los
Clarificar la pertinencia o no de la baja componentes más importantes de comunicación no
desde el punto de vista médico verbal que podríamos destacar son:
Ante un paciente de este tipo, lo primero que debe- – Contacto visual-facial. Un clásico signo de engaño
mos hacer es buscar datos objetivos que aclaren la es el nulo o muy escaso contacto visual-facial entre
evolución, o incluso el diagnóstico, basándose en dos interlocutores. Una persona que está mintiendo
los síntomas subjetivos aportados por el propio pa- va a tratar de realizar todo lo posible para evitar tener
ciente. Aquí es necesario detectar una serie de as- contacto con los ojos de la otra persona. En general,
pectos que puede indicar la intención de cronificar la cuando una persona dice la verdad o se ofende por
baja por parte del paciente (tabla 16). una acusación falsa, tiende a estar completamente
Para valorar la adecuación de la baja, el profesional enfocada y concentrada en la acusación y con la mi-
debería basarse no sólo en el discurso del paciente, rada fija en el acusador, como diciendo que no se irá
sino, también, en la observación directa de este y en de ahí hasta llegar a lo más profundo del tema.
todos los elementos objetivos, por pequeños que – Gestualidad. Muchos sujetos disminuyen su ges-
sean, que puedan ser considerados en cada enfer- tualidad global en el acto de mentir. Disminuyen los
medad (contracturas musculares, dolor y limitación movimientos ilustradores, aumentando los adapta-
de la movilidad, irradiación del dolor, etc.). Estas ex- dores y el encogimiento de hombros. En algunas
ploraciones deberían realizarse mientras se habla ocasiones, el paciente presenta tics de los músculos
con el paciente, desviando su atención del signo de la cara o gestos de desaprobación, especialmen-
que se intenta observar. Por otro lado, una explora- te justo antes o después de decir una mentira, ges-
ción exhaustiva presenta la ventaja adicional de ser tos que con frecuencia pueden pasar desapercibi-
el primer gran argumento para justificar el alta labo- dos porque duran fracciones de segundo.
ral ante un paciente. Es más fácil decirle a un pa- – Movimientos de brazos y piernas. Cuando una
ciente que le vamos a dar el alta después de haber- persona está mintiendo o se guarda algo que no
le explorado adecuadamente, que si tan sólo le he- quiere decir, tiende a ser menos expresivo con sus
mos tocado “por encima”. brazos y sus manos. Generalmente, cuando se dice
La información no verbal que nos transmite el pa- la verdad, las palmas de las manos están visibles y
ciente es un aspecto muy importante, clave podría- hacia arriba. Al igual que las manos y los brazos, si
mos decir, en el abordaje de este tipo de situaciones se está diciendo la verdad, las piernas tienden a es-
para descubrir cuándo el paciente está simulando. tar estiradas y con total movilidad.
Su atenta observación nos permitirá detectar seña- – Movimientos corporales. En el paciente simulador,
les, “sentir” que pasa algo y poder confirmar, poste- se describen más cambios posturales y una falta de
riormente, nuestras sospechas. Pero no debemos coordinación y asimetría entre estos y los cambios
basarnos sólo en un aspecto concreto, sino que de- en la intensidad de la voz y los gestos, respecto a
beremos integrarlo con el mensaje verbal, las carac- cuando se dice la verdad.
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FMC – Protocolos
Otra técnica que puede ser útil es la que Borrell de- – El especialista, con su visión más biologicista,
nomina “sorpresa cordial y empática”. Es una técnica tiende a medicalizar el problema, solicitando nuevas
más directiva, que pretende “sorprender” al paciente pruebas complementarias innecesarias.
con una “buena noticia”, aportando elementos objeti-
vos que justifican el alta sin nombrarla directamente y
que el paciente no puede negar. Además enfatiza la
El inspector
utilidad del tratamiento y el curso lógico de la enfer- La simulación sospechada del paciente o la resis-
medad, anticipándose a las razones habituales que tencia de este por diferencia de criterio pueden ha-
utiliza el paciente como justificación para seguir de cer necesaria la utilización de la inspección. Como
baja. Un ejemplo podría ser el de un paciente en in- el anterior, tiene ventajas y desventajas.
capacidad laboral transitoria por asma, con explo-
raciones normales, a quien se realiza ese día una ex-
ploración más precisa y que a la hora de la informa-
Cuando todo falla...
ción se le dice: “Tengo que darle una buenísima Cuando después de todo este proceso seguimos
noticia: en la exploración completa que le he hecho chocando con la negativa del paciente a aceptar
hoy observo una gran mejoría. Comprendo que usted nuestra decisión de darle el alta, tenernos varias op-
todavía tenga de vez en cuando algún que otro pito, ciones:
pero sus bronquios están actualmente mucho mejor,
por lo que creo que parece conveniente probar a tra- a) Transferir la responsabilidad y el seguimiento del
bajar. Lo normal es que en unos días, y conforme va- proceso a alguno de los profesionales señalados en
ya haciendo más efecto el tratamiento que tan bien le el apartado anterior.
ha ido, se encuentre cada vez mejor”. b) Imponer una decisión, para lo que el profesional
debe:
– Aislarse del “chantaje emocional” que en oca-
Uso de otros niveles siones puede presentar, y mostrar una correcta con-
En ocasiones puede ser necesario recurrir a otros tención emocional.
niveles: el especialista de la afección causante de la – Expresar la decisión de forma asertiva, razonando
baja y la inspección. la decisión e incluso realizando de nuevo un self-
disclosure: “Me sabe mal tomar esta decisión, por-
que sé los problemas que puede presentar para us-
Especialista de segundo y/o tercer nivel ted, pero me veo en la obligación de darle el alta”.
Derivar al paciente puede ser de gran utilidad cuan- – Realizar la técnica del “disco rayado”, mediante la
do el médico de atención primaria decida dar el alta cual se pretende expresar que la decisión no se va a
al paciente y detecte resistencias. No olvidemos el modificar por más argumentos que el paciente esgri-
peso que, en ocasiones, tiene la “palabra” de un es- ma. Consiste en repetir una misma frase (p. ej.: “Lo
pecialista. Si está de acuerdo con nuestro criterio, siento, pero le voy a dar el alta”), mientras se rellena
puede participar activamente en la persuasión del el documento de alta, siempre en el mismo tono, sin
paciente y se puede conseguir una “cobertura” mo- subirlo, haciendo notar que sus argumentos empie-
ral, y hasta legal, de las decisiones que se tomen. zan a cansar y sin bajarlo dando a entender menor
Sin embargo, en la realidad hay problemas que ha- seguridad.
cen, a veces, arriesgada esta colaboración, sin lle-
gar a resolver el problema: A partir de aquí, se debe evaluar el estado en que
queda la relación y reorientarla o cuidarla si esto es
– El especialista no está de acuerdo con nuestra de- posible. Si se cree que la relación no tiene futuro, se
cisión por diferencias de criterio o por no conocer puede plantear una propuesta de nueva relación y
adecuadamente al paciente y su entorno, por lo que cambio de médico.
el médico de atención primaria debe reconsiderar su
decisión, y aceptar la otra o mantener la suya propia
con los problemas que se pueden generar en todo Paciente terminal y su familia
el proceso.
– El especialista “no se moja” y se perpetúa la situa-
ción. El abordaje del paciente en situación terminal supo-
– El especialista tarda mucho en verle por las listas ne un reto profesional: al manejo de toda la sintoma-
de espera y se retrasa la decisión. tología clínica que conlleva y los cuidados paliativos
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FMC – Protocolos
gligente no calmarle los dolores con una analgesia, – Concebir la información como algo unidireccional,
como dejar que sufra innecesariamente de miedo, único y ritual; la iniciativa no parte del paciente, no
tristeza o confusión mental50. se incluyen todos los aspectos que al paciente le in-
A continuación se detallan algunas actitudes prácti- teresan.
cas para conseguir una comunicación eficaz con el – Olvidar al sujeto como elemento activo; imponer
paciente: nuestros propios tiempos, espacios y forma de co-
municación. En muchas ocasiones, se escogen in-
– El paciente debe poder expresar todo aquello que termediarios, como si no pudiera entender.
ronda por su cabeza. Muchas veces, es el propio – Asumir un papel equivocado, sobre todo el pater-
sanitario el que emite señales para que el paciente nalismo, infantilizando al paciente y dando falsas se-
no pregunte, posiblemente por miedo a la pregunta: guridades, sin permitir que desarrolle su propia au-
“¿Voy a morir?”. En general, el hecho de permitir que tonomía.
exprese sus miedos y dudas conscientes reduce de – Defectos de aplicación de medidas verbales: silen-
forma muy importante la ansiedad. Siempre se pue- cios disfuncionales, mentiras “para que no sufra”,
de hacer algo por él, aunque sólo sea escucharle. tecnificación que impide al paciente saber, etc. El
– La comunicación verbal con un lenguaje inteligible hecho de no disponer de “información sobre la infor-
y directo, gradual pero explícito, es tan importante mación” es, en ocasiones, excusa para no avanzar.
como la comunicación no verbal de nuestros men-
sajes, que casi siempre llega antes que lo hablado: En la tabla 21 se detallan una serie de actuaciones
empatía, saber escuchar, cercanía, calor. Hay que que hay que realizar o evitar53.
dejar que el paciente establezca su tiempo y su es- La falta de comunicación constituye uno de los princi-
pacio51. pales problemas para mejorar la calidad de vida del
– Evaluar qué saben y qué quieren saber los pacien- paciente terminal. No obstante, hay que reconocer
tes, mediante frases como: “¿Qué sabe de su enfer- que es tarea ardua establecer una buena comunica-
medad?”, “Le noto preocupado”, etc. Lo difícil es deci- ción: es difícil y además causa mucha ansiedad en el
dir cuánto quiere saber el paciente y para ello se de- profesional que atiende a un paciente “que no tiene
be ir despacio, observando las reacciones que tiene cura”54. La formación médica actual está orientada no
el paciente, proporcionando indicios y haciendo insi- a tratar al paciente, sino a curarle: más o menos en-
nuaciones que pueden conducir a revelar la auténti- cubiertamente, la muerte del paciente es vista con
ca naturaleza del cuadro. Sin embargo, hay que res- frecuencia como un fallo del sistema terapéutico.
petar los mecanismos defensivos del paciente, que Las causas de las dificultades encontradas por los
no quiera saber, incluso llegando a negar la realidad sanitarios son de índole muy diversa, y se recogen
(p. ej., cuando habla como si fuera a vivir más de lo en los puntos siguientes:
que es razonablemente posible para su enfermedad).
– Hay que establecer un compromiso de apoyo, pa- – El miedo que expresa el paciente ante cada fase
ra ofrecer una total disponibilidad para intentar solu- de su enfermedad o ante cada síntoma nuevo, que
cionar los problemas que vayan apareciendo e in- exige del profesional una respuesta emocional muy
tentar dar mayor énfasis a los aspectos positivos elevada al implicarle en el proceso.
que se vayan consiguiendo o que se puedan mejo- – La negación de la muerte que nuestra cultura ac-
rar. Este apoyo emocional exige aceptar el impacto tual hace (la muerte es algo tabú que se procura es-
emocional, permitir que la emoción se manifieste en conder).
el paciente, conseguir que sienta e identifique la – El estrés del sanitario, que teme no poder dar res-
emoción, ayudar a que la canalice en una dirección puesta, que se siente culpable, que no ha aceptado
que facilite la adaptación y ayudarle a descubrir sus aún la muerte del paciente o, incluso, su propia
propias estrategias adaptativas52. muerte.
– Sin embargo, la dificultad fundamental estribaría
Entre los profesionales de atención primaria es fre- en las propias resistencias de los sanitarios a asu-
cuente encontrar posturas contrarias a las expues- mir la muerte.
tas anteriormente (evasión, negación, incertidumbre,
uso de eufemismos, seguridad engañosa, etc.),
siendo una de las más habituales la de tranquilizar
Habilidades en el abordaje de la familia
al paciente48. Los errores que con más frecuencia
y del cuidador principal
ocurren en la práctica diaria en relación con la co- En el abordaje del paciente en situación terminal, es
municación son: imprescindible la comunicación y la colaboración
32
FMC – Protocolos
con la familia y el cuidador principal. Siguiendo a vaya preguntando. Yo no le puedo mentir, eso está
Borrell Carrió53, podemos considerar distintas estra- claro, por la misma razón que ustedes, si fueran
tegias según el tipo de familia con que nos encon- Juan, exigirían que no se les mintiera, ¿verdad?; pe-
tremos. ro en lugar de imponerle una información que tal vez
no esté preparado para recibir o no quiera recibir,
dejaremos que sea él quien vaya haciendo sus pre-
La familia encubridora guntas,... ¿les parece bien?”.
Con la mejor voluntad, la familia trata de que no co- En la tabla 22 se detallan distintas habilidades para
muniquemos el diagnóstico al paciente: “Por lo que manejar esta situación.
más quiera, no le diga nada, no lo soportaría”. Se es-
tablece una conspiración de silencio que dificulta la
relación con el paciente e incomoda, en muchas
La familia negadora
ocasiones, al médico. El profesional de la salud tendrá buen cuidado para,
Hay varias maneras de abordar esta dificultad, por desde el primer momento del proceso asistencial,
ejemplo: “Entiendo perfectamente su interés por no dar un trato exquisito al cuidador principal y al con-
hacerle daño innecesariamente, pero José es inteli- junto de la familia. Ocurre de manera más frecuente
gente, y verá que su enfermedad avanza; en ese ca- cuando el papel de cuidador recae sobre el marido,
so, si ahora le mentimos, ¿en quién va a confiar?”. Y, que adopta a veces un papel pasivo, como si no su-
más adelante, “Entiendo su preocupación. Si les pa- piera muy bien qué hacer, esperando tal vez que
rece vamos a dejar que sea el propio paciente quien otra mujer (una hermana, una cuñada) adopte el pa-
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FMC – Protocolos
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FMC – Protocolos
El paciente puede percibir que su estado se deterio- Ayudar a aceptar la realidad, a vivir sin el fallecido y
a recuperar la ilusión de vivir
ra y puede protestar o interrogarnos de manera muy
Dar tiempo para elaborar el duelo: cuidado con
directa. Esta situación suele provocar pánico en los psicofármacos
profesionales implicados en el cuidado más directo, Escucha activa y mostrar empatía
y motiva que tengan a veces actitudes esquivas en Tener capacidad de contención: soportar silencios,
estas fases finales del cuidado. Debemos mostrar- llantos, posibles recriminaciones, etc.
nos esperanzados en la medida en que el paciente Estar atento al posible duelo patológico
quiere luchar, pero siempre sin mentir.
En otras ocasiones, el médico o la enfermera perci-
birán con más exactitud que la familia que se acerca ja para que se recupere, etc.”. El diálogo tiene que
el momento del fallecimiento. Adivinar que el pacien- respetar los silencios, nos mostraremos tranquilos y
te va a entrar en agonía no es tarea sencilla, e inclu- abordaremos a todos y cada uno de los familiares
so profesionales muy experimentados pueden equi- que estén allí reunidos (interés personalizado). En la
vocarse, por lo que evitaremos afirmaciones categó- tabla 23 se detallan otros aspectos comunicaciona-
ricas para preferir: “¿Cómo ve usted al paciente?”, y les a considerar en el duelo.
si el familiar nos dice que bien o estable añadire-
mos: “En los próximos días no me extrañaría que
empezara a empeorar”, e incluso: “Hay que mentali- Estilos de personalidad
zarse de que la situación en la que estamos es tran-
sitoria, y que en unos días el paciente podría entrar
que suelen afectar la relación
en agonía”. con los pacientes
Casi todos tenemos ciertos rasgos, a veces entre-
Cuidar a la familia después mezclados, de diversos estilos de personalidad, en-
del fallecimiento tendiendo por tal el grupo de características persona-
El médico suele ser llamado para certificar la muer- les duraderas que describen cómo una persona pien-
te. Este tipo de llamadas se efectúan en escenarios sa, siente, se comporta e interactúa en relación con
de ansiedad y dolor a veces extremos. Algunas fami- otros y con lo que le rodea. Cambiar la personalidad
lias no toman conciencia del fallecimiento hasta que de un paciente es bastante más difícil que intentar
el médico lo certifica, momento en que arrancan a modificar la propia y, de hecho, no forma parte de
llorar. Otras veces, la presencia del fallecido en la nuestro cometido, aunque conocerla nos puede ayu-
casa pesa como una losa, y los familiares desean dar a entenderlos y a adaptar nuestra conducta al es-
que cuanto antes se proceda a su traslado al tanato- tilo del paciente, para mejorar nuestra relación con
rio. Ocurre también que, si el médico se demora, la él13,14,22.
vivienda del finado es ocupada literalmente por fami- La mayor parte de las personalidades están dentro
liares y allegados. En estos casos, deberá tener de la “normalidad” y a menudo las personas com-
cierto domino escénico y proceder a sacar a todos parten rasgos de diferentes estilos. Un estilo de
los familiares, excepto a uno, de la habitación, antes personalidad se considera anormal cuando es
de proceder al reconocimiento del cadáver. maladaptativo e interfiere con la adecuada funcio-
Si observa que la reacción de duelo es muy extrema nalidad de la persona: en su extremo, es lo que lla-
–y por supuesto no nos referimos a reacciones de ti- mamos un trastorno de personalidad. Es importan-
po cultural, sino a reacciones emocionales genui- te tener en cuenta que estos patrones maladaptati-
nas–, deberá también procurar reunirse con los fa- vos se presentan o se exacerban en las
miliares y tener una charla en una habitación tran- situaciones de enfermedad y pueden suponer un
quila. Esta situación ocurre cuando se trata del rompecabezas para el clínico que tenderá a etique-
fallecimiento de una persona joven o en circunstan- tar al paciente como “problemático, “odioso” o “difí-
cias imprevistas. Por ejemplo, puede iniciar la reu- cil”.
nión así: “He pedido veros a solas porque creo que Cuando identificamos alguno de estos estilos, lo
estáis muy desconsolados, ¿es así?... ¿Cómo se más adecuado es adaptarnos a él y responder a sus
siente?... ¿En qué cree que puedo ayudarle?... Por necesidades para iniciar y mantener una buena rela-
el trabajo no se preocupe, podemos hacerle una ba- ción.
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FMC – Protocolos
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FMC – Protocolos
– Pactar planes de seguimiento basados tanto en paciente muestre un componente mayor de “marti-
nuestros criterios técnicos, como en su adaptación a rio”, las intervenciones se pueden realizar en los tér-
los pensamientos del paciente. minos de cómo ayudará lo que haga a alguien cer-
– Corresponsabilizar al sujeto de los resultados del cano: “Su marido necesita que usted se ponga bien
seguimiento. para que pueda seguir cuidándolo”.
– Entender, sin desresponsabilizarse, que el proble-
ma de salud lo tiene el paciente y que, por tanto, él
debe ser el protagonista de la actuación. Es decir,
Paciente obsesivo-compulsivo
respetar la autonomía del individuo y evitar actitudes Son pacientes que se presentan como más ordena-
sacerdotales por nuestra parte. dos de lo habitual, muy precisos en sus explicacio-
nes, dan informaciones muy detalladas, son autodis-
En los pacientes en que el incumplimiento tiene ca- ciplinados, pulcros, puntuales y concienzudos, siem-
rácter autodestructivo, en primer lugar, no debemos pre preocupados por lo correcto y lo incorrecto. En
sentirnos culpables ni reprocharnos los sentimientos sus grados más avanzados, usan el conocimiento
que nos suelen provocar este tipo de situaciones para controlar sus miedos; sustituyen las emociones
(abandono, rechazo, sintonía con el deseo de auto- y los sentimientos por pensamientos; los comporta-
destrucción). Lo ideal en estos pacientes es intentar mientos rituales y los pensamientos obsesivos
la remisión a un servicio de salud mental. No obs- reemplazan a la acción, y sus racionalizaciones son
tante, la mayoría suele rechazar tal opción. En dicho muy elaboradas.
caso, es importante obviar el impulso que se siente Su necesidad básica es mantener el control, espe-
de abandonar al paciente a su suerte y trabajar con cialmente de la expresión emocional. El control apla-
diligencia y compasión para mantener en lo posible ca sus miedos inconscientes a las emociones, la su-
la salud del paciente (en una línea de trabajo seme- ciedad, el desorden, los impulsos agresivos y las in-
jante a la del paciente terminal). dulgencias placenteras, a menudo resultado de
castigos excesivos durante su infancia.
En los encuentros con estos pacientes es recomen-
Paciente sufridor dable dar la información con detalle, lo que suele in-
En este tipo de pacientes, la necesidad básica sub- cluir instrucciones por escrito, y a menudo planes
yacente es sufrir, producto de una crianza severa- específicos de diagnóstico y tratamiento. Las peticio-
mente represiva (con abusos físicos, psicológicos nes de información repetitivas suelen indicar un alto
y/o sexuales), que no obstante simboliza amor y nivel de ansiedad que debe explorarse en lugar de
atención: el niño se sentía amado sólo cuando su- responder dando simplemente información. Ayuda
fría, o cuando el padre o la madre mostraba remor- mucho implicarlos activamente en sus cuidados
dimiento después de castigarlo. dándoles sensación de control en la toma de deci-
Estos pacientes tienden a mostrar mayores grados siones y en los detalles de su conducta diaria. Tam-
de culpa y necesidad de expiar sus “fechorías”, que- bién puede ayudar felicitarlos por sus conocimien-
jándose de sus dificultades, su abnegación y sumi- tos, razonamientos y autosuficiencia.
sión, esperando siempre resultados adversos, sin-
tiéndose no merecedores de éxito y víctimas sin re-
cursos, y preocupándose de las necesidades de los Paciente somatizador
demás sin tener en cuenta las propias. En la clínica
suelen presentarse quejándose amargamente de
muchos problemas; más aún, cuando un problema Los pacientes que se presentan con síntomas que
se resuelve, no se sienten contentos y, en lugar de no encajan en ningún diagnóstico, que no se sus-
ello, presentan más dificultades. A menudo rechazan tantivan en la exploración física, ni en las pruebas
consejos que les podrían ayudar. complementarias, que no desaparecen ni mejoran, y
Lo aconsejable con este tipo de pacientes es evitar que suelen ser altamente personales e idiosincráti-
tranquilizarlos, evitar las sugerencias de mejoría o cos, resultan especialmente molestos y frustrantes
las promesas de cura. En lugar de ello, simplemente para el médico3.
se trata de reconocer y respetar su difícil situación. La mayoría de los pacientes cuyos síntomas no res-
Aquí funcionan muy bien las actitudes y conductas ponden a un diagnóstico se sienten reconfortados
empáticas. Las pruebas o los tratamientos se les cuando no encontramos nada serio que los expli-
pueden presentar como otra molestia más que el que, pero algunos siguen sintiéndose angustiados.
paciente tendrá que soportar. En el caso de que el Los pacientes somatizadores muestran esta tríada:
37
FMC – Protocolos
– Síntomas físicos sin diagnóstico. 1. Conocer cada vez mejor al paciente. Se le puede
– Estrés psicosocial o un trastorno psiquiátrico que pedir que nos cuente más cosas de sí mismo (“¿Có-
el paciente no reconoce. mo va su vida en general?”; “¿Cómo se siente al res-
– Utilización muy frecuente de los servicios médicos. pecto?”; “¿Qué es lo que más le molesta de esta si-
tuación?”), respondiendo con nuevas preguntas a sus
Creen tener un trastorno físico y continúan acudiendo respuestas iniciales. Centrarse en la manera en que
al médico una y otra vez. Entre tanto, el médico no lo- los síntomas afectan al resto de su vida (“¿De qué
gra encontrar nada alterado, piensa que “no hay nada manera esta situación está afectando a su vida?”).
anómalo en este paciente” y se siente enormemente 2. Tratar de conocer sus ideas acerca de las causas
frustrado con esta relación. El concepto de somatiza- (“Lleva usted un tiempo con este problema y veo
ción y los desórdenes somatiformes relacionados in- que ha consultado con otros médicos, ¿qué piensa
cluyen a muchos de los pacientes previamente clasifi- que está sucediendo?”) y sus expectativas sobre ul-
cados como hipocondríacos o afectados de histeria, teriores investigaciones o tratamientos (“¿Qué cree
trastorno de conversión y dolor crónico. que deberíamos hacer?”).
Tanto para el paciente, como para el médico, el 3. Legitimar la experiencia del paciente y empatizar
asunto central en la somatización es la incertidum- con él (“Don José, aunque no hemos encontrado
bre. Los pacientes somatizadores suelen plantear al una causa específica de su dolor, me doy cuenta de
médico una serie de preguntas difíciles: que es un serio problema para usted. Creo que ha
estado sufriendo mucho a causa de ello. Sentirse
–¿Tiene este paciente una enfermedad que no con- tan mal como usted se siente y no saber qué hacer
sigo diagnosticar? debe ser realmente frustrante”).
– Los síntomas que presenta, ¿son desproporciona- 4. Tomarse el tiempo necesario, actuar con pacien-
dos? cia. No dejar que la ansiedad del paciente nos lleve
–¿Se trata de una de esas afecciones banales que a pedir pruebas u ofrecer tratamientos que más ade-
se desvanecerá en un tiempo razonable o, por el lante consideraremos inapropiados.
contrario, es la presentación inicial de una enferme- 5. Mientras nos mantenemos vigilantes ante la posi-
dad seria que dará la cara más adelante? ble aparición de evidencias objetivas de enfermedad
–¿Cómo podemos conseguir que nuestra compren- que expliquen los síntomas, debemos intentar cam-
sión del componente psicosocial de los síntomas biar los objetivos del tratamiento hacia la rehabilita-
tenga sentido y sea aceptable para el paciente? ción del paciente (“Doña María, hasta que no poda-
mos encontrar un tratamiento específico para sus
Hay una serie de principios a tener en cuenta en es- síntomas, tenemos que ayudarle a mantener su tra-
tos pacientes: bajo, etc.”).
6. Descartar síndromes psiquiátricos que se asocian
– No podemos tratarlos sin ser primero conscientes a menudo a la somatización: abuso de alcohol o
de nuestros sentimientos de frustración, enojo, cul- drogas, depresión, ansiedad, historia de abusos físi-
pabilidad, etc. cos o sexuales.
– El paciente puede presentar un trastorno psicológico 7. Trabajar con el paciente para explorar los antece-
que se presenta con síntomas somáticos, pero la alte- dentes y las consecuencias de los síntomas. Se trata
ración emocional subyacente no le resulta evidente, de conseguir que el paciente se convierta en obser-
por lo que adscribir los síntomas del paciente a esos vador de los antecedentes de sus síntomas y de los
trastornos emocionales puede resultar incorrecto. pensamientos, emociones y conductas asociados.
– En estos pacientes, hay que descartar enfermeda- 8. Ayudar al paciente a darse cuenta de cómo los
des físicas, pero se corre el riesgo de someterlos a aspectos emocionales tienden a amplificar los sínto-
una escalada de procedimientos innecesarios y po- mas.
tencialmente iatrogénicos. 9. Entender las maneras en que el sufrimiento ayu-
– La clave de su tratamiento es atender y aliviar su da a algunos pacientes a sentirse merecedores de
sufrimiento. El sufrimiento afecta a la totalidad de la amor o cuidados o menos culpables de errores pa-
persona; por lo tanto, debemos llegar a conocer a sados. Los pacientes pueden resistirse a mejorar; de
fondo al paciente: sus ideas, sentimientos, valores y hecho, algunos se sienten satisfechos cuando se les
aspectos claves de su vida. dice que no hay nada que se pueda hacer por ellos
(“Doña Milagros, no entiendo cómo puede seguir
Los procedimientos siguientes resultan aconseja- adelante a pesar de sus molestias. No hay mucha
bles: gente que sea capaz de aguantar lo que usted”).
38
FMC – Protocolos
10. Ser cuidadosos con la manera de denominar el ta o recomendándole formas más adecuadas de re-
problema: algunos diagnósticos de pacotilla como gistrar los problemas de salud.
“síndrome viral” o “una pequeña artritis” pueden con- Las recomendaciones siguientes pueden resultar de
ducir a preocupaciones innecesarias. Otro tanto suce- ayuda en estos casos:
de con el uso de términos como “síndrome de fatiga
crónica” en lugar de “cansancio prolongado”. – Estar atento a cualquier respuesta negativa propia
11. Usar las pruebas complementarias, las medica- ante la presentación de la lista e ir más allá: concep-
ciones y las derivaciones de forma cuidadosa. Evitar tualizar “la lista” como una ayuda para nuestro traba-
el uso de medicaciones a demanda y mantenerlas jo.
durante un tiempo determinado. – Explicar lo que necesitamos del paciente, por
12. Ayudar al paciente a pensar en su situación des- ejemplo: “Hacer una lista realmente útil lleva tiempo.
de una perspectiva diferente. Una vez que estamos Desde luego hágala, pero por favor dedique un rato
convencidos de que no hay que hacer más pruebas, a pensar sobre ella. Prepare la lista con todo lo que
no seguir preguntando una y otra vez por los sínto- quiere consultarme y marque los dos asuntos más
mas. Ayudarle a darse cuenta de las cosas negati- importantes. Y luego haga una copia, por favor, de
vas que se dicen a sí mismos acerca de los sínto- modo que cuando venga ambos tengamos una para
mas (“Pienso que nunca más podré hacer eso”) y revisarla”. En general esto funciona, pues el pacien-
sustituirlas por otras nuevas (“Sé que puedo hacerlo te, al llegar, aportará la lista posiblemente diciendo:
si me tomo el tiempo necesario”). Apoyar e incluso “Aquí le traigo la lista, pero la he organizado como
aplaudir los esfuerzos del paciente. me dijo y no creo que podamos revisar más de los
13. Ver a la familia y obtener su perspectiva: investi- dos temas que más me preocupan”.
gar de qué manera puede estar contribuyendo a – Guardar la lista de problemas del paciente en su
mantener o reforzar los síntomas. historia clínica, de modo que el paciente se sienta
14. Remitir al paciente a salud mental cuando se escuchado y en la próxima consulta se puedan
considere necesario, explicándole que nos gustaría abordar algunos de los tópicos que no llegaron a
contar con la ayuda de un especialista que podría tratarse.
ayudarnos (a ambos) a encontrar otras maneras de
afrontar los síntomas más difíciles. En todo caso, conviene evitar:
15. Planear visitas regulares frecuentes: las visitas
regulares desanudan el lazo entre tener síntomas y – No tener en cuenta la lista del paciente y sus es-
visitar al médico. fuerzos para prepararla.
– “Luchar” con el paciente para controlar la agenda
de la entrevista.
Paciente que acude – No educar al paciente acerca de qué y cómo ha-
cer para ayudarnos a ayudarlo.
con una lista de problemas
En general, la aparición en la consulta de un pa- Paciente “bien informado”
ciente con un minucioso listado de todos sus pro-
blemas despierta malestar en el clínico, sobre todo
frustración, quizás debido a la falta de control so- En las últimas décadas, la información médica dis-
bre la presentación que el paciente hace de sus ponible para los pacientes ha aumentado de forma
problemas, a menudo desorganizada y sin priorida- muy significativa, tanto en cantidad, como en sofisti-
des3. cación. Las organizaciones que suministran informa-
De hecho, la “temida” lista es un regalo disfrazado, ción, apoyo y ayuda a los pacientes se han ido ex-
un borrador desorganizado de la agenda del pacien- pandiendo, y las noticias médicas, tanto escritas co-
te a la que, en cualquier caso, el clínico deberá de- mo radiadas o televisadas, son cada vez más
dicar un cierto tiempo para conocerla. Uno puede frecuentes. El advenimiento de internet ha puesto a
convertir esa lista en una ayuda trabajando con el disposición de la gente una gran cantidad de pági-
paciente para agrupar problemas relacionados e nas web sobre salud, sistemas de búsqueda de bi-
identificar los más importantes. bliografía médica, etc.3.
Cuando uno se encuentra ante este tipo de pacien- Todo ello puede ser útil y beneficioso para la consul-
te, se le puede ayudar para que nos ayude, por ta, puesto que esa información puede reforzar los
ejemplo sugiriéndole un formato determinado de lis- autocuidados y promover actitudes de responsabili-
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FMC – Protocolos
dad personal respecto a la salud. A veces, la infor- prestemos mayor atención. Esto ayuda al paciente a
mación les llega antes a los pacientes, a través de llegar a ser un observador reflexivo de su condición,
noticias mediáticas, que a los profesionales, de for- así como de la información relevante.
ma que los pacientes pueden, de hecho, estar mejor – Documentar esa información en la historia clínica
informados que sus médicos. del paciente, del mismo modo que se registran sus
Pero la información médica popular es una “bendi- ideas sobre lo que para él supone un diagnóstico o
ción envenenada”. El paciente puede traer una gran tratamiento correctos.
cantidad de información que hay que organizar y po- – Iniciar las explicaciones preguntando al paciente
ner en perspectiva. Por otra parte, muchas de las in- acerca de su comprensión sobre la anatomía y la fisio-
formaciones que aparecen en internet pueden ser logía implicadas, y empezar por donde necesite ayuda.
perjudiciales, aconsejando pruebas o tratamientos – Si tenemos comentarios negativos acerca de la in-
no probados o peligrosos. Nuestros pacientes pocas formación que aporta, guardarlos hasta haber explo-
veces pueden distinguir la buena información de los rado y estudiado la situación actual del paciente y
anuncios de remedios fraudulentos. Y, al mismo haber formulado y comentado con él nuestras hipó-
tiempo, los pacientes quieren que demos crédito a tesis: sólo entonces será el momento de exponer
su diligencia y su información: “¿Doctor, ha leído Us- nuestras dudas.
ted este libro? Cuenta exactamente lo que me pa-
sa”; “¿Vio Usted el programa de televisión de ayer En esta situación conviene evitar los escollos si-
por la noche? ¿Ese donde decían que se había en- guientes:
contrado algo nuevo para problemas similares a los
míos”; “Aquí le traigo material de internet. Anoche – Denigrar la información que trae el paciente y sus
encontré 1.840 referencias sobre la fibromiositis”. esfuerzos por educarse a sí mismo.
Independientemente de la cantidad y calidad de la – Adoptar una actitud de “autoridad”.
información que traen a la consulta, un rechazo pre- – Prestar atención a la información que trae el pa-
maturo de esta puede desencadenar vergüenza o ciente antes de haber realizado nuestro cuidadoso
rabia, y minar nuestros esfuerzos para ayudar a que trabajo médico-diagnóstico.
los pacientes crónicamente enfermos manejen su si- – No ser capaz de recomendar al paciente algunas
tuación con más eficacia. Dé crédito al paciente, no páginas web fiables, como por ejemplo http://www.
necesariamente al material que aporta. webpacientes.org/2005/
En estas situaciones, los procedimientos siguientes
resultan recomendables:
El médico paciente
– Reconocer y hacer aprecio del acto de traer infor-
mación y de interesarse y preguntar sobre ella. El
paciente está tratando de estar mejor informado y ¿Qué ocurre cuando un médico está enfermo? En
de participar activamente: “Veo que se ha tomado su general, podemos afirmar que los facultativos no
tiempo para recoger todo esto. Agradezco su esfuer- son buenos pacientes: someterse a la opinión de
zo para comprender e intentar resolver lo que le pa- otros colegas de forma natural es, realmente, un
sa. ¿Cómo se sintió al buscar y encontrar esta infor- problema para muchos de ellos. Los médicos suelen
mación en internet? Yo, la verdad, a veces me he prestarle poca atención a su salud, llegando incluso
sentido sobrepasado por la cantidad de información a negar su propia enfermedad. Normalmente se au-
sobre ciertos temas, y a veces es difícil distinguir el tomedican, realizan sus consultas a otros médicos
material importante del que no lo es”. en los pasillos del centro de salud o del hospital, e
– Reconocer el contenido de la información y agra- incluso cuestionan la capacidad del profesional que
decer al paciente que nos pida opinión sobre ella. Si les atiende (tablas 24 y 25).
la información es nueva o compleja, decir al pacien- Tampoco los médicos que son consultados por otros
te que nos gustaría tomarnos un tiempo para revi- colegas por problemas de salud actúan, en muchas
sarla antes de comentarla con él. Tener en cuenta ocasiones, como terapeutas profesionales y no sa-
que el paciente ha podido traernos información nue- ben establecer una adecuada relación médico-pa-
va y valiosa. ciente55 (tabla 26).
– Asegurarse de preguntar al paciente qué aprendió Estos factores determinan que, en muchas ocasio-
de esa información y cómo cree que eso puede apli- nes, la relación entre el facultativo y el médico enfer-
carse a sus cuidados. Mientras se ojea lo que ha mo sea compleja y difícil, más todavía si hablamos
traído, preguntarle a qué aspectos quiere que le de determinadas psicopatologías que frecuentemen-
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FMC – Protocolos
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FMC – Protocolos
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