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Abordaje del paciente difícil

Introducción – Aquel que consigue hacernos sentir un desagra-


dable nudo en el estómago cada vez que leemos su
nombre en el listado de pacientes del día.
– Aquel que entorpece la habilidad del clínico para
La relación entre el médico y sus pacientes es algo
establecer una relación terapéutica.
más que una mera actuación técnica. Es una verdade-
– Aquel que no asume el papel de paciente de
ra interacción humana, con el contenido emocional que
acuerdo con lo que espera/desea el profesional y
ello conlleva. Y aunque la relación médico-paciente lle-
que tiene valores, creencias y expectativas diferen-
va implícito un reparto de papeles, no podemos (¿no
tes de las del profesional.
debemos?) evitar que el componente subjetivo aflore. Y
– Aquel ante el cual el profesional experimenta de
este componente subjetivo del que forman parte nues-
forma habitual emociones negativas, como ansie-
tras emociones y sentimientos es lo que hace que dad, enfado, tristeza o rechazo.
unos pacientes nos caigan bien y otros despierten en – Un grupo heterogéneo de pacientes, frecuente-
nosotros sensaciones negativas que pueden entorpe- mente afectados de enfermedades relevantes, cuyo
cer la ‘objetividad científica’ y la ‘distancia terapéutica’ único rasgo común es la capacidad de producir es-
necesarias para dar la respuesta más adecuada a los trés en el médico y el equipo que los atienden.
problemas por los que acuden a nuestra consulta.
Cuando preguntamos a los profesionales que traba- Todas estas definiciones ponen la dificultad del pacien-
jan en atención primaria quiénes son para ellos “pa- te en relación con las emociones y sentimientos ‘nega-
cientes difíciles”, aparecen infinidad de variantes: el tivos’ que despiertan en los profesionales, como pérdi-
hiperfrecuentador, el agresivo, el paciente psiquiátri- da de control, autoridad o autoestima, aversión, temor,
co, el que pregunta mucho, el no cumplidor, el so- resentimiento, desesperación, enojo, frustración, des-
matizador, el paciente terminal, el que se alarga mu- esperanza, aburrimiento, rechazo, agresividad, etc.
cho en las explicaciones, el que acude fuera de ho- En la bibliografía se describe que no todos los pacien-
ra, etc. Pero si dejamos algo más de tiempo para tes difíciles lo son por igual para todos los profesiona-
pensar sobre la pregunta, los implicados empiezan les de la salud, por lo que se prefiere hablar más bien
a hacer ciertas reflexiones sobre su propio quehacer de “relaciones difíciles”. Es decir, para poder entender
y sentir: el que me pone nervioso, aquel con quien y cuidar a los pacientes que se perciben como ‘difíci-
no consigo conectar, el que me incomoda, el que no les’, es preciso centrar la atención no sólo en el propio
sé cómo tratarlo, el que critica mi manera de actuar, paciente, sino, además, en la relación que se estable-
etc. Como podemos observar, nos encontramos en ce con él y en la comunicación que el profesional es-
un principio con dos tipos de factores que influyen al tablece consigo mismo. Los clínicos necesitan desa-
catalogar al paciente como difícil: a) los derivados rrollar una comprensión mejor de su internalización
de las características del propio paciente, y b) los de los encuentros difíciles: la inscripción del templo
derivados de los sentimientos o las emociones que de Apolo en Delfos “Conócete a ti mismo” nos mues-
dichos pacientes despiertan en el profesional1,2. tra una de las claves para resolver el problema de las
relaciones difíciles. Esto puede resultar costoso de
aceptar, ya que, de este modo, la responsabilidad de
Características la dificultad se desplaza desde el paciente a la rela-
ción, y de ella al profesional (que es quien realmente
de los pacientes difíciles puede hacer algo por cambiarla). De hecho, poner al
paciente la etiqueta de “difícil” –o lo que es equivalen-
te, endosarle epítetos más o menos desafortunados–
¿Qué es un paciente difícil? puede ser una estrategia inconsciente del profesional
para ocultar su propia incapacidad de manejar las si-
Hay varias definiciones que describen de manera tuaciones que estos pacientes plantean1-5.
gráfica lo que los médicos solemos calificar como A menudo, las diferencias en el trato que reciben los
paciente difícil1-4. pacientes dependen de si son considerados por sus

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médicos como “buenos” o “malos”. Son “buenos” – Suele ser fiel a sus profesionales de referencia,
quienes se comunican bien, entienden sus proble- negándose a cambiar de cupo en las ocasiones en
mas, son capaces de tomar decisiones, son agrada- que estos se lo han propuesto.
bles de trato y expresan su gratitud por los servicios
que se les prestan; son “malos” los que no pueden En la tabla 1, se resumen las características de los
expresarse con claridad, tienen dificultades para to- pacientes que, a menudo, llevan a los clínicos a eti-
mar decisiones, no siguen los planes clínicos, o son quetarlos como difíciles.
desagradables, hostiles o beligerantes6.
Todo ello coincide con la afirmación de Balint de que
todos los profesionales tienen unas creencias acer- Encuentros difíciles:
ca de cómo deberían ser y comportarse los pacien-
tes y tales creencias influyen –de forma a menudo
características de los
no consciente– en la manera en que son considera- profesionales y del entorno
dos y tratados por los clínicos7. “difíciles”
La bibliografía sobre este tema8,9 demuestra que to-
dos los profesionales encuestados admiten tener
pacientes “difíciles”: en un estudio de 627 pacientes La actitud natural del profesional, la que le han en-
vistos por 27 médicos en clínicas de atención prima- señado, es culpabilizar al paciente de la dificultad de
ria, la prevalencia era del 15% (rango: 12-20%). Los la relación. De hecho, cuando se estudian los en-
médicos de este estudio a menudo sentían antipatía cuentros difíciles, y se les pregunta a los médicos
por esos pacientes, no les apetecía atenderlos, los quién es responsable, contestan que el paciente en
consideraban como frustrantes y “ladrones de tiem- el 100% de los casos10.
po”, se sentían manipulados por ellos y albergaban Sin embargo, como decíamos, muchos estudios pu-
la esperanza de no tener que verlos de nuevo. blicados demuestran gran variabilidad entre los cu-
pos respecto al número de pacientes considerados
difíciles: hay médicos que refieren tener muchos
¿Qué características comunes más que el resto de sus colegas. Estas diferencias
no pueden explicarse sólo por las características del
suelen presentar estos pacientes? grupo de usuarios. Ciertos aspectos del profesional
(su personalidad, sus expectativas, sus vivencias
El paciente problemático3,4,5: personales, su situación personal y laboral, etc.), in-
fluirían en la decisión final de etiquetar a un paciente
– Suele ser un frecuentador considerable. como problemático. En este punto, hay que destacar
– Acostumbra a sentirse insatisfecho con los servi- que la mayoría de los médicos denunciados en Es-
cios que recibe. tados Unidos han sido los que tenían un contacto
– Su presencia se percibe como negativa por el con- humano de peor calidad y, por ello, una menor satis-
junto del equipo de salud. facción de sus pacientes3,4,8,9.
– Presenta con más frecuencia trastornos mentales Borrell define el “médico de familia difícil” como
(somatización, ansiedad generalizada, depresión aquel profesional autoritario, maleducado, descor-
mayor, abuso de alcohol u otras dependencias). tés, deshumanizado, que no informa y que no respe-
– Suele presentar más problemas de salud crónicos ta la opinión del paciente11. En la tabla 2 se detallan
y toma un mayor número de medicaciones que otros una serie de características y situaciones de los pro-
pacientes de igual sexo y edad. fesionales con más problemas en los encuentros
– Suele presentar más síntomas y mayor afectación médico-paciente1,4.
funcional. Es de destacar que esta situación no sólo afecta a
– Suele generar mayor número de exploraciones los profesionales “desgastados” y “quemados” por
complementarias, derivaciones a especialistas y su larga experiencia profesional. De hecho, se ha
gasto en la prescripción. demostrado que los médicos más jóvenes, que tra-
– Presenta sus problemas (crónicos y agudos) de bajan más horas a la semana y que tienen más sín-
forma más compleja, inusual y variada en cuanto a tomas de depresión, estrés y ansiedad, son quienes
sus términos de referencia. dicen tener más pacientes difíciles12.
– Sus elementos de soporte y contención social (fa- El entorno en el que se produce la interacción médi-
milia, trabajo, relaciones, etc.) son escasos o, en to- co-paciente también desempeña un papel muy desta-
do caso, conflictivos. cado en la génesis de situaciones difíciles1,4. Consul-

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Tabla 1. Características de los pacientes que inducen Tabla 2. Características del “médico difícil”
a los clínicos a etiquetarlos como “difíciles”
Escasas habilidades de comunicación
Personalidad/carácter del paciente Descortesía; estilo conversacional inadecuado;
Obsesivo-compulsivo; dependiente; histriónico; poca habilidad para informar correctamente;
narcisista; paranoide; esquizoide; negador escasa disposición a la negociación; ausencia
(autodestructivo) de respeto hacia la opinión del paciente
Características personales del paciente Perfil de entrevistador centrado en el profesional,
Barreras comunicacionales (sordos, ciegos); con orientación biomédica más que
barreras socioculturales (gitanos, emigrantes, etc.); biopsicosocial
pacientes malolientes y/o sucios; manipuladores; Estilo autoritario; dificultad para abordar contenidos
maleducados; verborreicos; pacientes de diferente psicosociales; incumplimiento de las expectativas
estatus social u orientación sexual, etc. respecto a su propia función y a la de los
pacientes
Pacientes con problemas clínicos específicos
Somatización (incluido dolor crónico); abuso Perfil de personalidad complejo, “no compatible”
de alcohol/drogas; problemas psiquiátricos; con la asistencia
problemas sexuales; síndromes mentales
orgánicos; suicidas; pacientes con cáncer o HIV; Actitud profesional disfuncional
problemas médicos difíciles y que empeoran; Exceso de proyección y autovaloración;
problemas médicos no diagnosticados a pesar desresponsabilización, etc.
de haber sido evaluados; pacientes a quienes se Escasa tolerancia a la incertidumbre
les da malas noticias o se les propone directivas
avanzadas, pacientes terminales Experiencias previas negativas con los pacientes
Peticiones directas o estresantes por parte del Saldos negativos con los pacientes
paciente “Mala fama”, etc.
Pacientes en desacuerdo con las explicaciones;
pacientes que se quejan de la atención Falta de actitud positiva y de conocimientos
recibida (por parte del sistema o del propio acerca de la salud mental
clínico); pacientes que requieren más tiempo Mayor presión asistencial
del disponible; exigentes; seductores;
agresivos o amenazantes; pacientes en los Discontinuidad en la atención a los pacientes
que hay que rellenar muchos papeles legales
Menor satisfacción laboral
o realizar peticiones innecesarias de pruebas
Estrés; mal ambiente en el grupo de trabajo
complementarias o remisiones al especialista;
bajas o incapacidades injustificadas; pacientes Problemas en su entorno íntimo, social, familiar
que toman el control de la situación; pacientes Enfermedad grave propia o de un familiar;
que buscan interacción social o consejo acerca toxicomanías, etc.
de temas no médicos

tas agradables, con salas de espera no masificadas y una serie de actitudes, habilidades y conductas que
en un buen ambiente laboral, no tienen nada que ver han demostrado su utilidad, así como trabajar con
con salas de espera en urgencias masificadas, con unos conceptos y modelos de práctica clínica que
prisas y otros aspectos que se detallan en la tabla 3. permitan al profesional darles solución (tabla 4).
La manera en que el clínico acoge al paciente, ya
sea en su primera visita o en cualquiera de las su-
Conceptos, actitudes, cesivas, tiene siempre gran importancia. Llamamos
calidades de superficie del entrevistador a la cordia-
conductas y modelos que lidad (el profesional da a entender que la persona
previenen las situaciones es bienvenida y que se encuentra bien hablando
difíciles y favorecen su con ella), la calidez (tono emocional de agrado) y el
resolución respeto (el paciente tiene todo el derecho a ser u
opinar como lo hace). Calidades profundas serían la
empatía (saber ponerse en el lugar del otro), la
asertividad (saber en cada momento por dónde de-
Para el abordaje y el manejo de pacientes y situa- bemos proseguir el camino), la paciencia (sujetar la
ciones difíciles, es imprescindible poner en práctica lengua para contrarrestar los momentos de impa-

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– Presentarse (primera visita).


Tabla 3. Factores relacionados con el entorno que
influyen en un encuentro difícil
– Llamarle por su nombre.
– Mirarle con atención (dejando de lado notas, orde-
Áreas de recepción y circuitos administrativos nador, etc.).
inapropiados: dificultades para obtener cita,
– Invitarle a sentarse.
listas de espera, etc.
Organización de las actividades no centrada en
el usuario: horarios de consultas y exploraciones
incompatibles con actividad laboral, fallos Calidez
repetidos en aspectos burocráticos, etc.
Masificación en las salas de espera: tiempos de Es esencialmente no verbal:
espera excesivos
Interrupciones frecuentes en la consulta – Mirada directa a los ojos.
– Aproximación física.
Mal clima laboral y relacional en el seno del – Posición relajada.
equipo
– Colocación frontal al paciente.
Problemas en las características – Modulación y control del habla (paralenguaje).
sociodemográfícas de la población atendida:
población inmigrante o marginal, etc.

Respeto
Tabla 4. Conceptos, actitudes, conductas y modelos
que previenen las situaciones difíciles y favorecen
su resolución El profesional respetuoso otorga dignidad a cada
persona, y por ello cada persona es considerada
Cordialidad, calidez, respeto
Empatía, asertividad fuente potencial de nuevo conocimiento. Su instala-
Paciencia, coraje, curiosidad ción en el respeto le provoca curiosidad y, por consi-
Competencia emocional guiente, activa su atención. El profesional respetuo-
Modelo biopsicosocial so evita emitir juicios de valor, sin que ello suponga
Medicina centrada en el paciente que renuncie a su forma de pensar, a sus valores
Medicina centrada en la relación ideológicos y éticos.
Modelo racional-emotivo
Conciencia de sí mismo (selfawareness)
Atención plena (mindfulness)
Empatía15,16
ciencia), el coraje (afrontar sin miedo las reacciones
imprevisibles y estar dispuesto a reconocer lo que Suele definirse como la capacidad de comprender
de nosotros mismos esté dificultando la relación), la los sentimientos de otra persona y hacerlo evidente
curiosidad (cuando las cosas no van bien pregun- en la relación, ya sea a nivel verbal (“ya veo que se
tarse ¿qué está pasando? y profundizar en ello) y la siente mal”) o no verbal (p. ej., una expresión facial
competencia emocional (capacidad de mantener el acorde a la situación). A diferencia de la simpatía,
tono emocional propio y de sintonizar al paciente en aquí no se produce un ‘contagio emocional’: el pro-
otra emocionalidad más apropiada)3,13,14. fesional distingue cuáles son sus emociones y cuá-
les las del paciente.
La empatía nunca debiera ser automática, ya que la
Cordialidad verdadera empatía nace de una reflexión y un es-
fuerzo: reconocer al otro como portador de emocio-
nes. Cuando un paciente muestra una emoción o un
Resulta elemental al inicio de la entrevista, momento sentimiento (verbalmente o no) el profesional debe
en el que se acumula buena parte de la tensión responder de forma explícita. Permanecer en silen-
emocional. Al recibir al paciente, es muy recomen- cio o cambiar de tema puede conducir a que el pa-
dable usar marcadores de cordialidad: ciente crea que no aprobamos la emoción, que pen-
samos que debería sentir otra, que las emociones
– Sonrisa en la recepción. no deberían abordarse en la consulta, que el pa-
– Dar la mano. ciente no nos importa, o que la expresión de la emo-

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ción nos hace sentirnos incómodos. La conducta


Tabla 5. Funciones de la empatía
empática comunica al paciente que le hemos escu-
chado, que entendemos la emoción o el sentimiento Acomodación: la empatía se dirige a que el
y que vamos a ocuparnos de ello. paciente acepte su situación o sus emociones
La empatía, concebida como algo puramente cogni- Apoyo: la empatía se dirige a que el paciente
tivo y conductual, deja a un lado la posibilidad de perciba que estamos de su lado y procuramos
considerarla un proceso que tiene que ver con la ‘re- su mejor bien
sonancia emocional’, es decir con aprender a cali- Conexión: la empatía se dirige a que el paciente
brar las emociones y sentimientos propios en res- no deje de confiar en nosotros y continúe
puesta a las circunstancias clínicas. percibiéndonos como agentes de salud que
Las habilidades o conductas empáticas consisten en: procuran su mejor bien
Catártica: la empatía se dirige a subrayar una
– Detectar, reconocer y nombrar la emoción o el conducta o una emoción para que el paciente se
sentimiento: estando atento al lenguaje verbal y no sienta capaz de expresarla en toda su intensidad
verbal del paciente, repitiendo la emoción tal como
De cambio: el paciente no se espera nuestra
la expresa el paciente (“y eso le puso triste”) o seña- conducta empática y al recibirla se produce
lándola (“le veo algo triste ¿es así?”). un cambio notable en la relación
– Comprender y legitimar: una frase que indique
comprensión es aquella que legitima, acepta y vali- Exculpatoria: al manifestar nuestra empatía
demostramos que no sentimos ningún tipo de
da la emoción expresada; por ejemplo, en el caso
vergüenza por las inculpaciones que el paciente
de un paciente asustado por un dolor torácico que o el familiar nos han hecho
piensa que puede corresponder a un ‘ataque al co-
razón’: “Nunca me ha ocurrido algo así, pero me doy
cuenta de cuánto pudo asustarle”.
– Respetar: el respeto verbal hace aprecio del pa- – El paciente culpabilizador. Peligro de que la em-
ciente (“Gracias por su confianza para contarme es- patía se interprete como “darle la razón” al paciente.
tas cosas”), reconoce con claridad lo difícil que le – El paciente manipulador. La empatía puede refor-
pudo resultar la situación (“Realmente ha tenido que zar un patrón de quejas con finalidades de tipo so-
pasarlo muy mal”), o elogia los esfuerzos del pa- cial o familiar (“Lo veis, me ha dicho que estaba muy
ciente (“Me parece muy bien cómo está llevando mal y que me tenéis que cuidar más”).
esa situación”). Esto a menudo implica enfatizar lo – El paciente que debe profundizar en su realidad
positivo, encontrar lo que el paciente ha hecho bien personal. La empatía a veces cortocircuita el interés
y reforzarlo. del clínico por profundizar en la realidad del pacien-
– Apoyar: las frases de apoyo le indican al paciente te. En lugar de conformarse con pensamientos tipo:
que el médico está dispuesto a trabajar con él como “Si la relación va bien, ¿para qué meterme en be-
un equipo; por ejemplo: “Estoy aquí para ayudarle renjenales”, siempre hay que preguntarse si debe-
en todo lo que pueda. Me aseguraré de que el resto mos profundizar más.
del equipo tenga en cuenta sus preocupaciones”.
La quintaesencia de la empatía radica en tener una
La empatía cumple por tanto una serie de funciones predisposición abierta a la queja y la demanda que
que aparecen reflejadas en la tabla 5. efectúe el paciente, sea quien sea el paciente y sea
La empatía mal entendida o empleada inadecuada- cual sea la queja o la demanda, y tratar de entender-
mente y a destiempo puede tener contraindicaciones la desde el paciente y no desde la propia experien-
o provocar iatrogenia. Puede dificultar la maduración cia. Esto requiere de paciencia, coraje y curiosidad.
del paciente, enrarecer el tono emocional de la entre-
vista, excusarnos de criticar una conducta antisocial,
cortocircuitar las tareas semiológicas o dar a enten- Paciencia
der que aceptamos una conducta reprochable del
paciente o un juicio culpabilizador. Por ejemplo:
Es necesaria porque, ante una persona que nos irri-
– El paciente agresivo y exigente. Una empatía mal ta (ya sea por su lentitud, su dificultad para expre-
administrada puede interpretarse por parte del pa- sarse verbalmente y entender lo que se le dice, sus
ciente como falta de asertividad: hemos de aprender dudas respecto a la información que le damos, su
a decir “no” y a marcar límites. insatisfacción con las propuestas, su falta de agra-

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– Pida disculpas si se da cuenta de que se ha “ace-


Tabla 6. Aspectos del paciente que actúan como
lerado” y a continuación ralentice su conducta.
repelentes de la comunicación (zonas irritables)
y que el profesional debe conocer y compensar – Aprenda técnicas de gestión del tiempo, pero
cuando experimente atrasos ineluctables, no se
Apariencia muy distinta a la nuestra
agobie. Pida disculpas si lo estima necesario, pero
Huele mal o viste de manera descuidada o sucia
Se expresa con mucha dificultad o mucha lentitud no se justifique ante los pacientes que protestan,
No entiende lo que le decimos continúe su trabajo como si tal atraso no existiera.
Se expresa de manera exagerada – Procure su comodidad. Tenga alguna bebida y al-
Añade motivos de consulta a medida que avanza go de comida a su alcance. Si está muy agobiado o
la entrevista cansado cierre unos minutos la consulta con llave y
Duda de la información que le proporcionamos túmbese en la camilla. Usted también tiene derecho
No se muestra satisfecho con ninguna de las
propuestas que le ofrecemos
a tener paciencia consigo mismo.
No se muestra agradecido a pesar del enorme
esfuerzo que hemos realizado
Nos amenaza o nos culpa de algo Coraje

decimiento, su estilo hiperdemandante o culposo, o El profesional debe tener coraje como para:
simplemente su olor corporal), es muy difícil empati-
zar. Todo profesional de la salud maduro es, en al- – Afrontar reacciones emocionales imprevisibles que
gún sentido, un profesional que conoce sus “zonas pueden asustarle dándole la sensación de falta de
irritables” (tabla 6) y las trabaja para abordarlas de control.
forma más adecuada. – Tomar conciencia de los pensamientos, las emo-
La impaciencia se asocia a menudo con una sensa- ciones y las conductas propias que pueden estar fa-
ción de urgencia, irritabilidad, o incluso hostilidad, voreciendo dichas reacciones.
que nos lleva a correr, cuando ir despacio funciona- – “Autodescubrirse” en determinadas circunstancias,
ría mucho mejor. Los pacientes que perciben nues- comentando con el paciente lo que pensamos y
tra impaciencia se sienten incómodos e insatisfe- sentimos al respecto (enojo, desconcierto, frustra-
chos con nuestro trabajo. Además la impaciencia ción, etc.).
embota nuestra curiosidad y nos empuja a pasar
por alto datos anómalos que pueden representar la
llave para el diagnóstico o el plan de tratamiento. Curiosidad
Desde el punto de vista operativo, la paciencia pue-
de definirse como una modificación consciente del
habla y la conducta impacientes. La paciencia pue- La curiosidad es un elemento esencial de cualquier
de pues considerarse un procedimiento que se pue- escrutinio científico, incluida la medicina clínica. Perder
de practicar y aprender3,17: la curiosidad cuando escuchamos o exploramos a un
paciente es tan negligente como no comprobar sus
– Identifique la impaciencia: “Estoy empezando a su- signos vitales. Debemos mantenernos atentos frente a
dar, me estoy impacientando”. posibles sorpresas y tomarnos el tiempo necesario pa-
– Analice: “¿Puedo hacer algo para que la secuen- ra considerarlas de forma cuidadosa. A menudo, cuan-
cia de acontecimientos funcione de otra manera sin do las cosas dejan de ir ‘bien’, es el momento en el que
erosionar la relación?”. En caso negativo: “Voy a rela- estamos a punto de descubrir algo nuevo e importante.
jarme y a disfrutar de estos momentos”. También se puede practicar y aprender:
– Detecte contracturas musculares, posiciones for-
zadas, dedos de los pies en garra y otras manifesta- – Manténgase alerta frente a lo inesperado.
ciones encubiertas de tensión nerviosa. Aprenda a – Deténgase a pensar: “¿Qué está pasando?”
“estar” sin estas descargas de tensión, pues en rea- – Si no hay tiempo para detenerse, tome nota de lo
lidad no descargan, sino que nos cargan. que ha sucedido para explorarlo más adelante.
– Use pausas para controlar las ganas de interrum- – Pida ayuda al paciente para entender las situacio-
pir o meter prisa al paciente. nes sorprendentes e inesperadas.
– Use pausas después de un comentario empático, – Mantenga una postura que transmita el mensaje:
para dar tiempo al paciente a sentir nuestra com- “Quiero entenderle totalmente, y quiero comprender
prensión a un nivel más profundo. qué está yendo mal y qué puedo hacer para ayudarle”.

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Asertividad flexión sobre con qué “expectativas” encaramos el


día y de sintonizarse con un tono emocional apro-
piado.
Suele definirse como una conducta o  comporta- – Acepta que las cosas pueden ir mal sin tener en
miento comunicacional maduro en el cual la persona ello una responsabilidad directa, como también que
no agrede, ni se somete a la voluntad de otras per- a veces hay que ceder, negociar o imponerse ante
sonas, sino que manifiesta sus convicciones y de- determinadas expectativas del paciente.
fiende sus derechos: en definitiva, se aleja de la – No depende de los elogios o el agradecimiento de
agresividad y la pasividad. Es, también, una forma los pacientes: se esfuerza porque cree en lo que ha-
de expresión consciente, congruente, clara, directa y ce, creando un sistema de valores relativamente au-
equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras tónomo (locus de control interno).
ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos – Distingue entre lo que él mismo siente y lo que
derechos, sin la intención de herir o perjudicar, ac- siente el paciente o el resto del equipo.
tuando desde un estado interior de autoconfianza, – Es capaz de contrarrestar un clima emocional pe-
en lugar de la emocionalidad limitante típica de la simista o negativo.
ansiedad, la culpa o la rabia13.
El profesional asertivo utiliza una serie de conductas Saber reconocer es la condición sine qua non de la
no verbales: competencia emocional. La escuela psicoanalítica
acuñó el término insight para referirse a las perso-
– Tono de voz cordial y firme. nas capaces de percibir y explicar sus sentimientos,
– Mirada franca a los ojos del paciente y familiares. y más tarde se añadió el término “alexitimia” para
– Posición abierta. adjetivar el polo opuesto. Si estas características va-
– Mantiene la calma ante situaciones inesperadas. len para los pacientes, ¿por qué no deberían valer
– Utiliza adecuadamente las pausas y los silencios, también para el propio profesional de la salud?18.
sin dar idea de duda o vacilación. Una de las claves para desarrollar insight es ser
muy honesto con lo que sentimos. Imaginemos por
El profesional asertivo: un instante que estamos frente a un paciente que
nos aburre, nos aturde, nos mueve a la hostilidad o,
– Escucha activamente al interlocutor. peor aún, a la culpa. Todos estos sentimientos son
– Es capaz de decir “no” sin sentirse culpable por ello. “políticamente incorrectos”, sobre todo si tenemos (o
– Utiliza la crítica (la emite y la recibe) de forma cons- hemos tenido) un “maestro” (padres, profesores) que
tructiva (como elemento de crecimiento personal). ha marcado nuestra trayectoria con puño de hierro,
– Planifica los mensajes. prohibiendo “malos sentimientos”. Esta censura a los
– Es educado y no amenaza. propios sentimientos es la principal rémora para su
– Emplea el yo (“yo le recomiendo....”), enfatizándolo efectiva superación, porque entonces se escabullen
para mostrar interés. de nuestro punto de mira, pero están perfectamente
– Expresa sentimientos sin culpabilizar al otro. presentes en sus efectos3.
– Pide opinión al paciente, explora sus creencias, El primer paso para cultivar un buen insight es no juz-
valores, etc. garnos por lo que sentimos. Se trata de practicar una
– Guarda las disculpas, pero acepta el error cuando honestidad que se asiente sobre la tolerancia hacia
es necesario. nuestros propios sentimientos, y también, muy impor-
tante, sobre la confianza en nuestros principios éticos.
Aquí es importante distinguir entre emociones (sur-
Competencia emocional gen de manera inmediata a una situación, las expe-
rimentamos constantemente y muchas veces no nos
damos cuenta de ellas, aunque dan sentido a lo que
Cuando hablamos de la competencia emocional del ocurre y nos alertan y nos predisponen a actuar) y
médico, nos referimos a que el profesional16,17: sentimientos (son elaboraciones reflexivas de una
emoción primaria que duran más en el tiempo, tien-
– Reconoce las emociones y los sentimientos que den a fijarse en la memoria y dan sentido biográfi-
experimenta, sin ignorar los negativos (p. ej., el re- co). Pasar de un sentimiento a otro es parte de la
chazo hacia un paciente). competencia emocional, y –¡cuidado!– no significa
– Disfruta pasando consulta y afronta el nuevo día “hacer teatro”. Significa que nos creemos lo que deci-
con ilusión, lo que supone cierta capacidad de re- mos, nos creemos el sentimiento que hemos escogi-

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FMC – Protocolos

acerca de esa enfermedad o padecimiento, en el


Tabla 7. Cómo mejorar la conducta del clínico
contexto de la vida personal del paciente.
mediante un mayor autoconocimiento
Conducta previa que pasa – Modo emocional: es el conjunto de emociones y
Sustituida por
desapercibida sentimientos que la persona siente y es capaz de
Actuar de manera Permitir que el paciente desplegar en su relación con otras personas.
controladora lidere o conduzca la – Modo “natural”: lo que siente y expresa sin que ha-
situación ya mediado otro entrenamiento que el puramente fa-
Intentar agradar y evitar Afrontar temas dolorosos miliar y social.
temas difíciles – Modo básico: el que aprende en tanto que profe-
sional de la salud, y que le lleva como mínimo a te-
Creer que los médicos Relacionarse ner “presencia”.
deben mantener activamente con el
– Modo avanzado: el que aprende de manera cons-
distancia con los paciente
pacientes tante, reconociendo y superando sus limitaciones, lo
que le conduce a un estilo proactivo: forma de estar
Ver las emociones como Investigar activamente por la que el profesional es capaz de mantenerse
dañinas y evitarlas las emociones y
neutro o incluso positivo con pacientes que mani-
expresar empatía,
compasión y ternura fiestan emociones negativas.

Comportarse como Reconocer la capacidad En la tabla 8 se muestran diversas habilidades técni-


si los pacientes no de los pacientes para cas del profesional, que se hacen patentes en el
pudieran protegerse establecer límites
a sí mismos modo emocional avanzado.
Cuando la relación es efectiva, tanto el paciente co-
Creer que no hay nada Estar presente y apoyar mo el clínico experimentan respeto, confianza y un
que hacer por los a los pacientes intercambio recíproco de información. Ambos se
pacientes incurables incurables
sienten cómodos y notan más entendimiento, satis-
Asumir que los pacientes Reconocer la fortaleza facción, adherencia, confianza y apertura a la nego-
son débiles y la capacidad de ciación. Un médico con competencia emocional tie-
los pacientes para ne menos situaciones difíciles y las resuelve mejor.
afrontar emociones y
problemas difíciles

Modelo biopsicosocial. Medicina


do para estar con quien estamos y hablar de lo que
centrada en el paciente.
hablamos, y que escogemos ese sentimiento como Medicina centrada en la relación
el más adecuado para esa situación.
Muchos médicos presentan emociones y sentimien- En 1977 Engel G. plantea en Science19 una alternati-
tos que les pasan desapercibidos y que son poten- va holística al modelo biomédico imperante en las so-
cialmente dañinos para el paciente: miedo a perder el ciedades industrializadas desde la mitad del siglo XX.
control, a implicarse o a hacer daño al paciente; enfa- Este nuevo modelo, conocido como el modelo biopsi-
do; ansiedad; confusión; frustración; distanciamiento, cosocial (BPS), se formula en un momento en el que
o sensación de incompetencia al abordar temas psi- la propia ciencia estaba evolucionando desde una
cosociales, etc. Y ello conlleva conductas dañinas metodología exclusivamente analítica, reduccionista y
que a menudo pasan desapercibidas: exceso de con- especializada hacia otra más contextual e interdisci-
trol del paciente y la entrevista; evitación de los ele- plinaria. Engel no negaba los grandes avances alcan-
mentos psicológicos; conducta superficial; pasividad; zados por la biomedicina, pero criticaba su enfoque
distanciamiento; falta de respeto y sensibilidad, etc. estrictamente biológico, que llevaba a los clínicos a
En la tabla 7 se muestran algunas conductas que considerar a los pacientes como objetos, ignorando la
pasan desapercibidas y que se pueden modificar a posibilidad de que la experiencia subjetiva del pa-
través de un mayor autoconocimiento. ciente pudiese ser estudiada científicamente.
Un médico competente debe ser capaz no sólo de Veinticinco años después, en la revisión del modelo
diagnosticar la enfermedad biológica, sino también BPS, Borrell-Carrió et al20 explican que dicho modelo
de distinguir y afrontar con el paciente las emocio- es tanto una filosofía acerca de los cuidados clínicos,
nes y los sentimientos que ambos experimentan como una guía clínica práctica. Filosóficamente, es

16
FMC – Protocolos

sultados de salud y la calidad del cuidado humano


Tabla 8. Habilidades técnicas del profesional que se
hacen patentes en el modo emocional avanzado
que se le ofrece. Los autores proponen un conjunto
de pilares de una práctica clínica de orientación BPS:
Valida y/o normaliza conductas o emociones:
“Tienes derecho a/es normal sentirte/comportarte
– Autoconocimiento y autoobservación: el médico, al
así”, “Está muy bien que me lo digas”
igual que un instrumento musical, debe estar “cali-
Expresa confianza en el paciente, alaba o resalta brado”, “afinado” y “ajustado”.
aspectos positivos: “Puedes hacerlo”, “Claro que – Uso de la intuición informada: de hecho, la compe-
tienes buenos sentimientos”, “Eres honesto”.
tencia profesional se basa más en conocimientos tá-
Pregunta por creencias, opiniones, expectativas citos que explícitos, de modo que la experiencia a
del paciente: “¿Cuál es tú opinión al respecto?”, menudo se manifiesta en insights que resulta difícil
“¿Qué crees que te puede ir bien?”, “¿Qué ubicar en un nivel estrictamente cognitivo.
piensas que deberíamos hacer?” – Educación de la emociones: tolerancia a la incerti-
Señala emociones o conductas: “Le veo como dumbre, estilo proactivo (frente a reactivo).
si…/parece tenso, enfadado, etc.” – Creación de un ambiente de confianza, de una re-
Intensifica una emoción: “Llorar le hará bien”,
lación terapéutica basada en cordialidad, empatía,
“Hable y desahóguese”, “Piense cómo optimismo, honestidad, buen humor.
reaccionaría si él le dijera que…”, o focaliza – Cultivo de una “curiosidad empática” por el pa-
la atención del paciente en una emoción/ ciente como persona.
conducta, ya sea de manera verbal: “Me gustaría – Información acerca de la evidencia clínica que fa-
que pensaras más en cómo te sientes cuando vorezca el diálogo, usando términos comprensibles
estás con él/ella”, o no verbal, por ejemplo con
y en cantidad, y ritmos asimilables por el paciente.
un silencio o un gesto de valor empático
Moviliza sentimientos constructivos del paciente, En 1986 en Family Practice21 se presenta la medici-
de forma paradójica: “No le veo capaz” na centrada en el paciente, que pone el énfasis en22:
Reinterpreta y/o pone en duda creencias o
sentimientos del paciente para que éste a) Explorar la enfermedad y las vivencias que oca-
reflexione u otorgue otro significado a su siona al paciente:
realidad: “Tal vez las cosas no son como piensa”, – Ideas sobre la naturaleza de la enfermedad.
“Puede que tenga más virtudes/capacidades de – Sentimientos que le produce.
las que usted sospecha”
– Impacto de síntomas y vivencias en su función.
Realiza una reconducción por objetivos para – Expectativas respecto al profesional.
evitar colisionar con el paciente: “Ahora lo b) Comprender a la “persona completa”, incluidos as-
importante es ver qué podemos hacer por su pectos: familiares, sociales, laborales, culturales,
salud”, o desvía los contenidos de la entrevista
económicos, espirituales.
con similar resultado
c) Buscar acuerdos con el paciente sobre:
Hace una cesión intencional: “Me parece muy – Exploraciones, diagnóstico y tratamiento.
bien esto que dice y lo tendré en cuenta para – Papel que cada uno desempeña en la relación.
más adelante”, o real: “Sí, también eso que dice d) Cuidar la relación profesional-paciente:
puede hacerse”, o se adelanta a una expectativa
latente del paciente: “Para mayor seguridad
– Cordialidad, empatía, asertividad, escucha activa.
también le pido esta radiografía…” – Autoobservación y autoconocimiento.
– Uso del efecto placebo que tiene la relación.
El profesional descubre al paciente emociones
que le son propias, del tipo: “Me preocupa
En 1994 un grupo de investigadores, educadores y
que...”, “Me sabe mal que piense que…”, “Creía
que éramos amigos…”, etc. clínicos reafirmaban la importancia fundamental de
las relaciones en el marco de los cuidados de sa-
lud23. El modelo que introdujeron, la medicina cen-
una manera de entender que el sufrimiento, la enfer- trada en la relación (MCR), representa un paso ade-
medad, el padecimiento del paciente se ven afecta- lante en el largo camino hacia una medicina más
dos por múltiples niveles de organización, desde el humanista que pretende complementar la aproxima-
social al molecular. A nivel práctico, es un modelo pa- ción ‘objetiva’ y reduccionista de la práctica basada
ra entender que el conocimiento de la experiencia en la evidencia científica con una aproximación sen-
subjetiva del paciente contribuye de forma esencial a sible y empática a la experiencia ‘subjetiva’ del pa-
conseguir un diagnóstico certero y a mejorar los re- ciente. La MCR pretende dar un paso adelante, lla-

17
FMC – Protocolos

mando la atención sobre la personalidad de clínicos –¿Qué tipo de persona es este paciente?
y pacientes, el papel central de su colaboración y la –¿Cuál fue exactamente la historia que me contó?
capacidad de autorreflexión del clínico24-26. –¿Cuáles son los posibles diagnósticos?
La MCR hace hincapié en que los profesionales ob- –¿Cuál es la mejor elección para el paciente? ¿Re-
tienen mejores resultados cuando se conocen a sí mitirlo a…? ¿Ingresarlo…?
mismos, están realmente presentes en el encuentro –¿Qué pruebas debería pedir?
y atentos a la colaboración con los pacientes. La –¿Qué tratamiento necesita en estos momentos?
MCR constituye un marco o esquema relevante para –¿Dónde debo aprender más acerca de estos pro-
conceptualizar los cuidados de salud que se funda blemas? ¿A quién debería preguntar?
en los principios siguientes: –¿Sé lo suficiente? ¿Tengo capacidad para manejar
este tipo de problemas?
– Las relaciones en el marco de los cuidados de sa- –¿Cómo se siente este paciente? ¿Cuál es su esta-
lud deben tener en cuenta e incluir la personalidad do emocional? ¿Qué valores, creencias o expectati-
de los participantes, lo que en el caso del clínico su- vas alimentan esas emociones?
pone la necesidad de explorar su propio mundo y –¿Cuál es mi reacción personal frente a este pacien-
aumentar la conciencia de sí mismo, permitiendo te? ¿Cómo afecta eso a nuestra relación? ¿Quiero
que su personalidad, además de su papel profesio- hacer algo al respecto?
nal, intervenga en la relación. –¿Cómo voy de tiempo con la consulta?
– Las emociones y los afectos, y no sólo los ele- –¿Qué está yendo mal en esta interacción?
mentos cognitivos, son componentes importantes de –¿Cuál es el problema más significativo que trae
dichas relaciones y la atención a ellos incrementa la hoy este paciente?
capacidad empática del profesional.
– Todas esas relaciones suceden en el contexto de Como explican Borrell-Carrió y Epstein 27, ‘refinar’
una influencia recíproca; no sólo se beneficia el pa- las capacidades emocionales y cognitivas de los
ciente, los clínicos también se benefician de la opor- clínicos puede contribuir a disminuir muchos erro-
tunidad de conocer a sus pacientes y, como resulta- res y dificultades. Para ello proponen un modelo ra-
do de ello, la MCR anima a los clínicos a ‘crecer’. cional-emotivo que enfatiza dos factores causales
– Los cuidados centrados en la relación tienen un va- en los errores médicos: a) dificultades para refor-
lor moral: aunque se podría argüir que los deberes de mular las primeras hipótesis que surgen en la men-
los médicos hacia sus pacientes nacen de un cierto te del clínico de forma automática, y b) cierre pre-
tipo de contrato (más que de la formación de una re- maturo del acto clínico para evitar afrontar las in-
lación genuina), tiende a ser verdad que los humanos consistencias, las ‘reglas de decisión’ de bajo nivel,
están moralmente más comprometidos con aquellos y las emociones. Y proponen una ‘estrategia de en-
con quienes tienen una relación personal. señanza’ basada en el desarrollo del insight y el
selfawareness del clínico que le ayuden a tomar
Con cada paciente el clínico establece una relación conciencia de aquellos factores propios que limitan
que contiene mutualidad: ambos dan y reciben. Co- su capacidad para tolerar la tensión de la incerti-
mo miembros de una profesión, los clínicos a menu- dumbre y la ambigüedad. La autorregulación de la
do se sienten incómodos con la noción de mutuali- atención y la selfawareness emocional pueden ser
dad, pero reconocer e identificar lo que se gana con enseñadas y cultivadas como hábitos que ayudan
esa reciprocidad facilita el desarrollo de la concien- a los médicos a resolver mejor las situaciones clíni-
cia de sí mismo (selfawareness) y de la capacidad cas.
de una práctica consciente y atenta (mindfulness). Cuando un clínico entra en contacto con un pacien-
Trabajar con estas herramientas es altamente reco- te, no lo hace ‘vacío’, lleva con él su personalidad, su
mendable al abordar las situaciones difíciles. propia cultura y sus creencias, sus valores, sus su-
posiciones y sus expectativas (conscientes o in-
conscientes), sus esperanzas y sus miedos, y sus
Conciencia de sí mismo experiencias previas, tanto con los pacientes como
en su vida personal. Cuando ‘algo va mal’ en la con-
(selfawareness) sulta, el clínico debe tomar en consideración si es-
tos factores están desempeñando algún papel en la
Reflexionar es parte importante del trabajo del médi- dificultad. Cuanto más sepamos acerca de nosotros
co. Hay una gran cantidad de preguntas que el clíni- mismos, más capaces seremos de escuchar y acep-
co se hace ante un paciente. Por ejemplo: tar la narrativa de otro4,28.

18
FMC – Protocolos

El mejor método para incrementar la conciencia de mer; incapacidad para percibir los sentimientos, la
uno mismo (selfawareness) es trabajar con un tutor tensión física o el malestar sutil que experimenta-
experto que nos ayude a darnos cuenta y a reflexio- mos cada día; descubrirnos hablando solos o pen-
nar sobre los aspectos que no nos resultan eviden- sando continuamente en episodios del pasado o del
tes de entrada. futuro, sin poder disfrutar del momento presente;
En definitiva, se trata de hacer nuestras respues- juzgar lo que nos ocurre (como bueno o malo, agra-
tas más conscientes y reconocibles, bien sea so- dable o desagradable) y, a continuación, apegarnos
los, bien sea acompañados por otros profesiona- o rechazar la experiencia.
les, por ejemplo en los grupos Balint7. Al recordar ‘Estar atento’ implicaría que uno se concentra en la
experiencias negativas o difíciles que hayamos te- tarea que está realizando en ese momento, sin que
nido (con pacientes, compañeros o la familia), po- la mente divague sobre el futuro o el pasado, y sin
demos empezar por identificar la emoción/senti- sensación de apego o rechazo. ‘Estar atento’ es una
miento; luego buscar el pensamiento o creencia cualidad que puede desarrollarse mediante un en-
subyacentes, y a continuación examinar la conduc- trenamiento adecuado.
ta ligada a ellos. Epstein30 comenta los cuatro hábitos que se requie-
Otra posibilidad es preguntarse tras una interacción ren en esta práctica:
“¿Cuál fue mi reacción emocional hacia el paciente?
¿Cómo afectó a mi conducta?”. Y buscar una reac- – Observación atenta del paciente, de su problema,
ción positiva y otra negativa frente a cada paciente, de nosotros mismos y de la relación que se establece.
así como las conductas (imaginadas o reales) impli- – Curiosidad crítica que incluye el coraje de darnos
cadas. Esto resulta mucho más sencillo y eficaz utili- cuenta de nuestras propias flaquezas en la situa-
zando grabaciones en vídeo de encuentros con pa- ción.
cientes reales o simulados (actores) o escenificacio- – Mirar las cosas sin ideas preconcebidas y con to-
nes (rol-playing), y revisándolas con compañeros o lerancia a las contradicciones.
con un tutor. – Presencia, o atención plena, a la persona y a la ta-
Otros métodos que han demostrado su utilidad para rea, acompañada de compasión y conexión.
adquirir conciencia de uno mismo son:
Un ejercicio básico representativo de mindfulness31:
– Leer historias sobre pacientes que afrontan con
coraje situaciones de dolor o sufrimiento intensos. 1. Adoptemos una postura cómoda, tumbados de es-
– Llevar un diario sobre este tipo de asuntos. paldas o sentados. Si optamos por sentarnos, man-
– Leer literatura, poesía o ver películas relevantes don- tengamos la columna recta y dejemos caer los hom-
de se aborde este tipo de situaciones emocionales. bros.
– Relajación y meditación. 2. Cerremos los ojos si así nos sentimos más cómo-
dos.
3. Fijemos la atención en el estómago y sintamos
Atención plena (mindfulness) cómo sube y se expande suavemente al inspirar, y
desciende y se contrae al espirar.
4. Mantengámonos concentrados en la respiración
Mindfulness29, que podría traducirse del inglés co- “estando ahí” con cada inspiración y espiración com-
mo “estar atento”, es la acepción inglesa del término pletas, como si cabalgásemos sobre las olas de
pali Pati. El pali es el lenguaje en el que se transmi- nuestra respiración.
tieron las enseñanzas budistas y mindfulness cons- 5. Cada vez que nos demos cuenta de que nuestra
tituye uno de sus conceptos nucleares. Una de las mente se ha alejado de la respiración, tomemos no-
descripciones de mindfulness más usadas es la del ta de qué es lo que la apartó y devolvámosla al estó-
monje budista Ticht Nat Hanh, que la define como mago y a la sensación de cómo entra y sale de él.
“mantener viva la propia conciencia focalizada en la 6. Si nuestra mente se aleja mil veces de la respira-
realidad presente”. ción, nuestra “tarea” será sencillamente la de devol-
Este concepto, extraño a la mayoría de los occiden- verla cada una de ellas a la respiración, sin que nos
tales, puede entenderse al analizar nuestras activi- importe en lo que se haya involucrado.
dades diarias: correr para realizar cualquier activi- 7. Practiquemos este ejercicio durante 15 min todos
dad sin estar atento mientras se ejecuta; deglutir rá- los días y en el momento que más nos convenga,
pidamente la comida mientras vemos la televisión o nos agrade o no, y veamos cómo nos sentimos al in-
hablamos, sin estar atento al propio proceso de co- corporar una práctica disciplinada de la meditación

19
FMC – Protocolos

en nuestras vidas. Percatémonos de lo que se siente Manejo de situaciones


al pasar un rato todos los días nada más que estando
con nuestra respiración y sin tener que hacer nada.
difíciles específicas

Mindfulness es una habilidad, por tanto, es suscep-


tible de ser aprendida y entrenada. Al principio de la A continuación se presenta un conjunto de situacio-
práctica, la atención pasa muy poco tiempo focaliza- nes difíciles con las que el médico de atención pri-
da en la respiración antes de ser capturada por al- maria suele encontrarse de forma habitual en las
gún estímulo y, por el contrario, transcurre mucho consultas. En cada caso, se describe la dificultad,
tiempo hasta que nos percatamos de que nuestra sus orígenes y formas de presentación y las habili-
atención se ha desviado. Con la práctica los tiempos dades que pueden ayudar al médico a prevenirlas y
se invierten. Con una práctica continuada nos resul- resolverlas, evitando los posibles “efectos secunda-
tará posible mantener la atención focalizada en la rios”, tanto en el paciente, como en el propio médico.
respiración de manera constante, durante más y
más tiempo. Esto, en sí mismo, ya es meditación; es
un estado meditativo a partir del cual se producen Paciente hiperfrecuentador-
cambios, experiencias, comprensiones súbitas o in-
sights, en ocasiones muy significativas, que son ex-
hiperutilizador
perimentadas por el meditador.
Otro ejercicio de mindfulness que puede practicarse El concepto de paciente hiperfrecuentador o hiperu-
a lo largo del día: tilizador (HU) es estadístico y arbitrario. Aunque no
hay ningún acuerdo sobre cuál es el mejor criterio
1. Sintonicémonos con nuestra respiración varias ve- para definirlo, se podría decir que es aquel paciente
ces al día sintiendo cómo nuestro estómago sube y que acude un número “excesivo” de veces a las con-
baja un par de veces. sultas médicas, superando, con creces, el número
2. Démonos cuenta, durante esos momentos, de de visitas necesario para su proceso.
nuestros pensamientos y sentimientos simplemente Estos pacientes consumen gran cantidad de recur-
observándolos, sin juzgarlos ni juzgarnos. sos en forma de visitas y tiempo, además de en
3. Prestemos, simultáneamente, atención a cualquier pruebas complementarias, medicamentos y deriva-
cambio en la manera que tengamos de ver las co- ciones a otros especialistas. El dilema de los HU se
sas y en los sentimientos acerca de nosotros mis- ha acentuado en los últimos años, ya que se ha ob-
mos. servado un incremento creciente de su prevalencia.
En España suponen aproximadamente un 15% de
Este último ejercicio recoge de forma explícita quizá los pacientes incluidos en la lista de pacientes del
el componente más importante de la práctica de médico de familia y consumen el 50% de todas las
mindfulness: observar sin juzgar ni juzgarnos. Dicho visitas que recibe en un año. Se ha estimado que
de otro modo, permanecer en un estado donde no este tipo de pacientes en atención primaria pueden
se esté reaccionando continuamente, incluyendo es- llegar a consumir hasta el 64% de los costes de
pecialmente la elaboración de juicios valorativos, re- atención a la salud35. Además, suelen ocasionar un
criminatorios y condenatorios, normalmente hacia profundo malestar en sus médicos. La expresión
nosotros mismos y hacia nuestras experiencias. “¡Pero bueno, ya está de nuevo aquí!”, contribuye, de
El aprendizaje de lo hasta aquí expuesto requiere un manera muy intensa, al desgaste emocional de los
cambio de paradigma, una cultura en la que tanto los profesionales sanitarios.
enseñantes como los aprendices estén dispuestos a Los pacientes HU tienen diversas características
prestar atención consciente a sus relaciones y a de- que no siempre coinciden en el mismo paciente. En
sarrollar self-awareness y mindfulness, al tiempo una revisión, se concluyó que, en general, compar-
que dominan los conocimientos biomédicos necesa- ten muchas enfermedades físicas y psíquicas, así
rios para ejercer su profesión32. Esta forma de enten- como problemas sociales36.
der y practicar la medicina ha demostrado efectos
positivos tanto sobre el bienestar del propio médi-
co33, como sobre la resolución de problemas comple-
Manejo del paciente hiperfrecuentador-
jos del paciente34 y, sin duda, puede ayudar a que
hiperutilizador
entre ambos resuelvan mejor las difíciles situaciones En lugar de continuar con interminables consultas
con que a menudo se encuentran en las consultas. insatisfactorias, lo primero que se necesita es hacer

20
FMC – Protocolos

una pausa, coger fuerzas y reservar un tiempo para


Tabla 9. Reflexionar sobre las demandas del paciente
revisar. El médico de familia debería mirar al HU co- hiperfrecuentador
mo si fuera un nuevo paciente y desarrollar una en-
trevista analizando tranquilamente toda la informa- ¿Para qué viene hoy? ¡Cuidado no confundir queja
con demanda!
ción disponible: historia clínica, lista de problemas,
De los diferentes motivos de consulta, ¿hay alguno
genograma, aspectos sociales, etc. El conocimiento hoy que sobresalga de los demás?, ¿hay alguna
de todos estos aspectos puede explicar, aunque no demanda parcialmente oculta? (podría ser, por
justificar, su conducta. También es necesario consi- ejemplo, obtener un informe clínico “favorable”)
derar el impacto emocional que estos pacientes pro- ¿Hay demandas aditivas, cuyo propósito es alargar
ducen en el sanitario: emociones que despiertan, el tiempo de contacto con el médico y obtener
grado de estrés que desencadenan, ideas irraciona- una dosis extra de seguridad, “cariño”, o alivio de
la soledad?
les que aparecen, etc. Cuando respondemos a este ¿Qué aspectos de este paciente me ponen tenso o
tipo de pacientes con irritabilidad, cerramos el círcu- me desagradan?
lo que suele rodearles, un círculo de incomprensión,
enojo y soledad. Nada más necesario en estos pa-
cientes que la paciencia.
Está demostrado que los pacientes cuyos médicos respuesta o una solución profesional) y la demanda
emplean un modelo de atención centrado en el pa- por la que acude hoy a la consulta (malestar expre-
ciente, perciben una mejoría de su salud, y los facul- sado con ánimo de encontrar una respuesta o solu-
tativos solicitan menos pruebas complementarias y ción profesional)37.
derivaciones. Este modelo de comunicación, de- Con este tipo de pacientes hay algunas habilidades
muestra que el simple hecho de que el paciente de comunicación que se consideran especialmente
pueda hablar abiertamente con el médico de sus imprescindibles: la empatía y la escucha activa (in-
opiniones sobre su enfermedad, su naturaleza, te- tentar ver el mundo “con los ojos del paciente”). No
mores, repercusiones, etc., se ha asociado de forma hay empatía sin paciencia, y para ello se requiere el
significativa a la mejora del proceso3,17. desbloqueo emocional del profesional. La escucha
Con los pacientes HU es conveniente responder a la activa del médico (contacto visual, postura y la au-
pregunta: ¿qué obtiene el paciente acudiendo a sencia de interrupciones verbales) y las habilidades
nuestra consulta? A veces obtiene el cariño de un para hacer preguntas de contenido psicosocial (sal-
trato amigable, o alguna ganancia secundaria (ba- to BPS) se asocian significativamente con la capaci-
jas, recetas, derivaciones, etc.). También puede ob- dad para identificar los problemas emocionales del
tener el alivio de un diagnóstico consolador, como si paciente, independientemente de las características
el contacto con el médico tuviera el efecto de conju- del médico y de los pacientes, del tiempo invertido
rar todos los peligros. en la exploración durante la consulta, y de la grave-
Esta pregunta debe llevar emparejada otra segunda: dad de los trastornos emocionales o somáticos.
¿qué me irrita de este paciente hiperfrecuentador? Las habilidades de escucha, con preguntas facilita-
Porque, si nos hemos dado cuenta de que el pacien- doras no directivas, como “Cuénteme más”, “Cómo
te en concreto es HU-hiperfrecuentador, no es sólo es eso” o “¿Qué es lo que cree que puede estar
porque acude muchas veces, sino también porque causando su problema?” ayudan a los pacientes a
su presencia dista de sernos agradable. Trabajar es- mostrar sus ideas, intereses y expectativas. Con
tos factores que dependen del profesional (persona- ello, una comprensión más amplia de los problemas
lidad, estilo de trabajo, sistema de creencias, pensa- del paciente ayudará a decidir qué aspectos pueden
mientos irracionales, etc.), antes de la consulta con abordarse con una posibilidad de éxito razonable. El
el paciente HU (y en general con todos los pacien- médico debería estar formado en tratamientos efica-
tes-encuentros difíciles) puede ayudar a mejorar los ces para tranquilizar a los pacientes que somatizan
aspectos emocionales de dicho encuentro. La toma y que requieren ayuda.
de conciencia del profesional (selfawareness) sobre Un abordaje más en profundidad de este tipo de pa-
sus pensamientos, sus emociones y las reacciones ciente –que, en algunas situaciones, pudiera extra-
a estas, podrá mejorar su inteligencia emocional y la polarse a otros pacientes difíciles– es el basado en
relación médico-paciente. el análisis detallado de las hipótesis que pueden de-
Aclarar la demanda del hiperfrecuentador incluye to- finir la aparición de este tipo de pacientes. Bellón y
dos los aspectos que apuntamos en la tabla 9. Es su grupo, que han trabajado mucho este modelo en
muy importante diferenciar entre la queja del pacien- España, han demostrado que su aplicación permite
te (malestar expresado sin ánimo de encontrar una reducir de forma significativa y relevante las consul-

21
FMC – Protocolos

Tabla 10. Hipótesis explicativas de la hiperutilización y planes propuestos para los pacientes hiperutilizadores
Hipótesis explicativas Planes propuestos
Biológica Enfermedad crónica inestable Buscar posibles causas de
Intervalo entre visitas muy cortos en los descompensación de la enfermedad
pacientes crónicos estables crónica e intervenir sobre ello: baja
Consultas por síntomas físicos con adherencia al tratamiento, comorbilidad no
diagnóstico físico de sospecha, pero no detectada, etc.
confirmado (hipotiroidismo, cáncer, etc.) Alargar los intervalos entre visitas en
Enfermedad aguda con tendencia a la pacientes crónicos estables y pedir
cronificación colaboración a la enfermera
Realizar las pruebas complementarias que
confirmen el nuevo diagnóstico sugerido
Psicológica Consultas por síntomas físicos con sospecha Visita programada para hacer el diagnóstico
de enfermedad mental (somatización, de enfermedad mental
ansiedad, depresión, etc.) Usar los test psicosociales pertinentes
Síntomas psicológicos sin diagnóstico (GHQ, PRIME, EAD, AUDIT, etc.)
Diagnóstico psicológico ya confirmado en Buscar posibles factores contribuyentes
paciente que está empeorando al empeoramiento de su enfermedad
Intervalo entre visitas muy corto en paciente mental (bajas dosis o falta de adherencia
con enfermedad mental estable a los antidepresivos, nuevos episodios
Rasgos acentuados o trastorno de estresantes, etc.)
personalidad no diagnosticado Pedir opinión al equipo de salud mental en
Adicciones sin diagnóstico (alcohol, drogas, los casos de mala evolución
juego, etc.) Limitar los tratamientos biológicos y las
Problemas sexuales no diagnosticados multiderivaciones en los pacientes
(impotencia, eyaculación precoz, etc.) psicosomáticos
Derivar a los recursos comunitarios si está
indicado (alcohólicos anónimos, grupos de
autoayuda de ataques de pánico, etc.)
Social Soledad. Bajo apoyo social: red social pobre, Visita programada para buscar o diagnóstico
bajo apoyo social funcional (afectivo, de problema social
confidencial y/o instrumental) Usar test diagnósticos sociales: apoyo
Desempleo, problemas financieros, función social (Duke), eventos estresantes de la
laboral bajo, insatisfacción con el trabajo vida (Brugha), insatisfacción profesional
remunerado o no remunerado. (Karasek), etc.
Síndrome del cuidador. Problemas legales. Pedir ayuda a la trabajadora social. Derivar
Violencia a los recursos comunitarios si está
indicado (p. ej., grupos ocupacionales, de
cuidadores, etc.)
Familiar Cambios en el ciclo familiar: “nido vacío”, Visita programada para buscar un
“adolescente en crisis”, etc. diagnóstico familiar
Familia demasiado aglutinada (miembro Usar los test familiares (genograma, APGAR,
enfermo-familia enferma) o despegada círculos familiares, etc.)
Disfunción familiar o de pareja. Familia Entrevistar a la familia u otros familiares si es
caótica. necesario
Pedir ayuda a la trabajadora social. Derivar a
los recursos comunitarios si está indicado
(p. ej., escuela de padres). Derivar al
terapeuta familiar si es necesario
Cultural Analfabetismo o bajo nivel cultural. Intentar una nueva entrevista más empática,
Atribución somática de síntomas intentando entender los condicionantes
psicológicos. Conducta de enfermedad culturales. Intentar recodificar la
o rol de paciente disfuncional (miedo demanda-queja del paciente en la
excesivo, rechazo a los tratamientos, etc.) dimensión apropiada, usando técnicas de
Estigma (sida, obesidad, trastorno mental reatribución si son necesarias
grave, etc.) Pedir ayuda a la trabajadora social. Derivar
Inmigrante con problemas de adaptación a los recursos comunitarios si está
cultural indicado (grupos de ayuda al inmigrante,
de pacientes con sida, de familiares
esquizofrénicos, etc.)

22
FMC – Protocolos

Tabla 10. Hipótesis explicativas de la hiperutilización y planes propuestos para los pacientes hiperutilizadores (cont.)
Hipótesis explicativas Planes propuestos
Administrativa/ En pacientes crónicos estables, intervalo Dar recetas y partes suficientes hasta el
organizativa entre visitas para renovar recetas muy próximo seguimiento clínico
cortos. Visitas cara a cara innecesarias Alargar los intervalos entre visitas
para repetir recetas o partes de Pedir apoyo a los administrativos
confirmación
Relacional Relación dependiente (por el paciente, el Compartir la información con el equipo de
médico o ambos). intervención. Ser más realista acerca
Percepción de mala relación desde el del tipo de relación médico-paciente
médico. Ambivalencia emocional esperada. Buscar factores del médico que
contribuyan a hacer la relación médico-
paciente difícil y repensarse los factores
del paciente

tas de los pacientes HU38. En la tabla 10 se detallan mente los problemas de salud por los que acude a vi-
las hipótesis (causas) explicativas de la hiperutiliza- sitarle, lo que condiciona una disminución de los es-
ción y los planes propuestos para este tipo de pa- tándares de calidad en la anamnesis que, a su vez,
cientes39. empeora la capacidad diagnóstica y aumenta innece-
sariamente la petición de pruebas complementarias y
la prescripción de un mayor número de fármacos.
Paciente agresivo Cuando se estudia cómo los médicos reaccionan an-
te pacientes agresivos, se observan algunos compor-
tamientos13, que se describen en la tabla 11.
Las situaciones en las que los médicos reciben a un Cada persona interpreta la ira del otro de una forma
paciente o una familia agresivos, a pesar de ser poco determinada: no todos los médicos la afrontan de la
frecuentes, representan una de las circunstancias misma manera. Ante un mismo paciente enfadado,
más temidas en su trabajo, ya que, aunque en oca- cada médico se comporta de forma diferente, va-
siones estén justificadas, en otras aparecen como riando también el número de encuentros agresivos
desproporcionadas y aparentemente injustas. La ira que cada uno tiene a lo largo de su vida profesional,
del paciente desencadena en el médico una intensa a pesar de atender a poblaciones similares. Esto de-
activación emocional, que puede llevarle a un verda- pende del significado que el médico dé a la conduc-
dero “contagio de emociones negativas”, origen de im- ta hostil del paciente y de cómo gestione sus pro-
portantes interferencias en la percepción del pacien- pias emociones, incluida su propia agresividad. Por
te, de su profesión, de su papel e incluso de sí mis- ello, al tratarse de una interacción entre dos perso-
mo, lo que dificulta la solución de los problemas que nas, entre dos subjetividades, es preferible denomi-
se plantean en la consulta. Todo ello puede llegar a nar este problema “encuentro agresivo” o “relación
convertirse en una fuente de sufrimiento personal y agresiva” en lugar de hablar de “paciente agresivo”.
deterioro de las relaciones interpersonales, con el Como en todas las situaciones difíciles y conflicti-
consiguiente desgaste profesional y personal1,40. vas, no se puede hablar de una sola causa o de un
El problema ha aumentado de forma significativa en
los últimos años, lo que ha llevado a distintas comu-
nidades autónomas a organizar campañas institu- Tabla 11. Comportamientos observados en los
cionales para sensibilizar a los ciudadanos del pro- médicos ante interacciones clínicas con pacientes
blema. La Organización Médica Colegial y algunos agresivos
colegios de médicos, en concreto, han elaborado Descargas catárticas movidas por la propia ira
documentos con recomendaciones para que los pro- Contención sumisa renunciando a intervenir de
fesionales puedan abordar estas situaciones41,42. forma resolutiva
El “secuestro emocional” del médico cuando atiende Derivación complaciente
a pacientes agresivos puede privarle de la creatividad Petición de pruebas no indicadas
necesaria para obtener información clínica, y para in- Conductas hiperresolutivas, cercanas al “furor
terapéutico”
tegrarla y ayudar al paciente a resolver adecuada-

23
FMC – Protocolos

único causante. Hay un cúmulo de situaciones que estudios, que muestran que en la práctica médica
la pueden desencadenar, incluso consideraciones se requiere una mejoría en la gestión de las propias
que tienen que ver con el propio profesional. En la emociones y de la frustración para ser eficaz en la
tabla 12 se exponen algunas de las posibles causas relación terapéutica15-17,43.
de la agresividad. Cabe destacar que la mayoría de En una relación asistencial la agresividad puede
las causas que pueden producir ira en el paciente manifestarse de muy diferentes formas y con distinta
pueden desencadenarla también en el profesional intensidad:
que le atiende, incluida la propia agresividad del pa-
ciente cuando le consulta. – Recriminaciones: “Estas pastillas no me han he-
Por tanto, es importante que el profesional se pregun- cho nada”.
te en qué medida su conducta provoca o desencade- – Exigencias con imposición de un punto de vista di-
na la ira de sus pacientes, contribuye a mantenerla o, ferente al del profesional: “¡Mándeme un escáner de
por el contrario, no tiene nada que ver con ella. una vez!”.
Gran parte de los trabajos sobre el manejo de los – Insultos personales y valoraciones peyorativas de
pacientes “difíciles” han prestado escasa atención a nuestra competencia profesional: “Es usted una ver-
los cambios en las emociones de los médicos du- güenza para su profesión”.
rante los conflictos con los pacientes, especialmente – Violencia física.
cuando ambos están enfadados y la conducta em-
pática del profesional es más necesaria. Este tema Conviene recordar que los profesionales recrimina-
es especialmente importante a la luz de recientes mos a los pacientes con agresividad: “¿Cómo se va

Tabla 12. Algunas causas de agresividad en pacientes y médicos


Relacionadas con el paciente Temperamento Agresivo
Tipo de enfermedad o situación Inexistencia o ineficacia del
de esta tratamiento
Deterioro progresivo
Enfermedad mental
Situación emocional Temores e incertidumbres.
Impotencia, frustración,
desesperación
Situación socio-familiar Marginación
Relacionadas con el entorno Masificación
Espera excesiva
Urgencia sentida
Estilo de vida actual: “Tu
protesta…”
Relacionadas con el profesional Características personales Falta de habilidades de comunicación
Aprendizaje inapropiado de la
expresión de las emociones y el
control de impulsos
Escasa orientación psicosocial
Abordaje rígido y despersonalizado
Estilo autoritario
Frustración personal, sensación
de amenaza, culpa
Cansancio
Trabajo en servicios y/o
situaciones más propensas al
estrés laboral
Interferencias de problemas
personales en el trabajo

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FMC – Protocolos

Tabla 13. Fases de la ira Tabla 14. Lo que funciona en el abordaje


de la agresividad en la relación médico-paciente
Comienza con una fase de disparo, con explosión
emocional, pérdida de autocontrol y abandono del Aceptar y facilitar la expresión de la emoción
nivel racional Contener y canalizar la ira, atendiendo primero la
Continúa con un período de enlentecimiento en el emoción y evitando alimentarla
que el nivel de agresividad disminuye Fomentar el aprendizaje de un comportamiento
Finaliza con la vuelta a la normalidad, desaparición asertivo y empático
de la conducta hostil y recuperación del nivel Evitar entrar en sintonía emocional con el paciente
racional de pensamiento agresivo

a controlar su diabetes si no adelgaza?”, “¿Qué quie- – Reprimiéndolas: los médicos, enfrentados todos
re, un análisis? Pues dígame qué le pido…” los días al sufrimiento y la muerte, recurren a menu-
do al distanciamiento interior, lo que no sólo resulta
perjudicial para sus pacientes, sino también para
Cómo se desencadena la ira: historia ellos mismos: a largo plazo, les lleva a un trastorno
clínica de un enfado de las capacidades emocionales de percepción y vi-
La ira, como expresión de la hostilidad, suele seguir un vencia, a la insensibilidad y al desajuste personal.
proceso cuyo conocimiento ayuda a abordarla de for- – Modificando la situación: en vez de dejarse arras-
ma eficaz. Su secuencia se describe en la tabla 1340, trar por las emociones negativas, estas le pueden
evolucionando de forma natural hacia la resolución y la servir de acicate para desarrollar nuevas competen-
vuelta al nivel racional de pensamiento normal. Si el cias, fortalecer la confianza en sí mismo o asumir
médico interrumpe este proceso y realiza intervencio- riesgos.
nes verbales que alimentan la ira, como justificarse o
defenderse, aun cuando estas puedan ser bieninten-
cionadas, la ira y la conducta del paciente que la
Cómo se trata la ira: lo que funciona
acompaña se retroalimentan. Esta última estrategia, intentar modificar la situación
y desarrollar nuevas competencias, es la alternativa
que demuestra ser la más eficaz, y ayuda al médico
Posibles reacciones ante la agresividad a conseguir los objetivos deseables para detectar y
Una de las reacciones posibles de un profesional tratar la emoción1,40,43,44 (tabla 14).
que recibe agresividad puede ser pensar: “¡Vaya Conductas recomendadas a los médicos en cada
energúmeno!”. Lo realmente decisivo en el desarrollo una de las fases del proceso de la ira:
de la rabia es que, de forma refleja, este pensa-
miento va seguido de otros pensamientos de irrita- – En la fase de disparo. Reconocer internamente la
ción y venganza, como: “¡A mí no me amenaza na- rabia; activar la empatía y la escucha activa, miran-
die! ¡Se va a enterar!”. Es en ese momento cuando el do a los ojos al paciente, sin actitud desafiante ni in-
cuerpo del agredido, si no hace nada para impedirlo, vasión de su espacio; mantenerse en observación
se predispone para la lucha (no para la huida), co- para facilitar el autocontrol emocional, sin retroali-
mienza a temblar, a sudar, el corazón late con fuer- mentar la manifestación hostil del paciente, evitan-
za y se tensan los músculos del rostro. Esto lleva do, por tanto, frases justificativas como: “¿Que yo le
unido la pérdida de su papel profesional y de la he hecho daño? ¡Si tenía que mandarle esa prueba!
creatividad y, por lo tanto, constituye una fuente de ¡Era por su bien!”. No interrumpir al paciente tratando
errores clínicos y relacionales. prematuramente de calmarlo con mensajes tipo:
Cuando la ira de los pacientes desencadena emo- “Tranquilícese; razone; hable más bajo que si no nos
ciones negativas en los médicos, estos pueden ges- entendemos; no me está escuchando, ¡atiéndame!”,
tionarlas de las maneras siguientes: y evitar subir el tono de voz para hacerse oír, dándo-
se tiempo para recordar los objetivos del encuentro;
– Potenciándolas, entrando en un diálogo de justifi- respirar con tranquilidad. Como se sabe que la fase
caciones y ataques al paciente que agota a ambos y de disparo es limitada en el tiempo, si no aparecen
deteriora la relación terapéutica. nuevos estímulos provocadores, la agresividad irá
– Apaciguándolas para que no le lastimen, racionali- cediendo y acabará lentamente.
zándolas e indignándose consigo mismo, desarro- – En la fase de enlentecimiento. Como en este punto
llando miedo o dejándose llevar hacia la depresión. el paciente seguirá descargando los restos de su

25
FMC – Protocolos

emoción, ya de una forma más lenta y calmada, la e) Conseguir manejar bien los silencios y el tiempo
conducta más apropiada del médico será continuar de respuesta: una reactividad baja del médico ayuda
escuchando, sin replicar. a que el paciente vaya calmándose.
– En la fase de normalización. En este momento, f) Permitir que el paciente se exprese sin interrupcio-
cuando el “secuestro emocional” ha cesado y el pa- nes, ya que la ira no puede durar mucho tiempo, y se
ciente dispone de su capacidad cognitiva completa, agota y desactiva si no se alimenta. El médico tendrá
el médico puede actuar como en cualquier entrevis- la oportunidad de hablar más tarde cuando el pacien-
ta, realizando el resto de tareas: identificar y com- te se haya calmado y esté en condiciones de razonar.
prender los problemas, compartir información y ayu- g) Autodescubrirse y mostrar sus propios sentimien-
dar al paciente a tomar decisiones. Puede comen- tos ante esta situación, siempre en tono correcto,
zar dando muestras verbales de empatía: “Lamento expresando la sorpresa por esta reacción, en caso
cómo se siente”, “Me hago cargo de que lo ocurrido de ser inesperada e incluso, si fuera necesario, re-
le ha molestado mucho”, para seguir con preguntas conociendo posibles deficiencias en la organización.
exploratorias abiertas sobre la emoción agresiva,
tomando esta como una clave semiológica más de Y si todo esto no funciona y no se aprecia una posi-
la entrevista. Las respuestas que el paciente vaya ble solución o incluso la cosa puede llegar a mayo-
dando a estas preguntas irán aclarando los desen- res con posibilidad real de agresión41,42:
cadenantes de la agresividad y, a la vez, le mostra-
rán el interés por su punto de vista y su persona – Dar por finalizada la consulta.
permitiendo al médico entrar en su mundo emocio- – Asegurarse la salida de la sala.
nal: “¿Le parece que intentemos ver qué ha provo- – Avisar a seguridad o a las fuerzas de orden públi-
cado esta situación? Me interesa mucho conocer su co y poner la correspondiente denuncia en el cole-
opinión”; incluso puede valorar con el paciente la gio de médicos o en el juzgado correspondiente.
escasa utilidad y el desgaste que supone la con-
ducta hostil y ayudarlo a que vislumbre otras for-
mas de reacción en las próximas ocasiones: “¿Con- Paciente en baja laboral
sidera que es útil para Vd. esta manera de afrontar
el problema?”.
no justificada
Este es un tipo de paciente difícil que tradicional-
Recomendaciones generales en estos mente se ha considerado una carga administrativa,
encuentros agresivos40 que agobia a los profesionales y acaba generando
a) Tratar de evitar la confrontación y la activación conflictos con los pacientes, además de problemas
con la agresividad del otro; evitar las justificaciones éticos y profesionales45-47.
(irritan más que calman). No “entrar al trapo”: seguir Las dificultades que se encuentra el profesional de
nuestro propio plan sin inmutarnos, ejerciendo la au- atención primaria ante las situaciones de incapaci-
toridad sobre los temas que consideremos incues- dad laboral transitoria (ILT) son diversas (tabla 15).
tionables. Ante todo paciente que se encuentre en situación de
b) Intentar evitar elevar el tono de voz. Lo que acom- baja laboral, cuya existencia o permanencia se sos-
paña al lenguaje, el paralenguaje, es una de las he- peche poco justificada, deben proponerse los objeti-
rramientas más potentes que tiene el clínico para vos siguientes:
apaciguar la ira del paciente, pues una voz baja y
dulce, musical, puede ser como una caricia, un bál- – Confirmar, en la medida de lo posible, la falta de
samo para un enojado. adecuación a esta.
c) Tratar de mantener nuestra sintonía emocional, – Comunicar y persuadir al paciente de la adecua-
mediante el autocontrol emocional: es el momento ción del alta.
de mantener la calma que apacigüe la “pérdida” mo- – Proteger durante todo el proceso la relación médi-
mentánea de control del paciente, para no amplificar co-paciente.
su enfado y para servir al paciente de modelo emo- – Y, por último, conseguir que el propio profesional
cional ante el estrés. sufra el menor desgaste posible.
d) Saber decir “no” de manera completamente creíble
y sin activación emocional. A veces puede ser conve- Para conseguir estos objetivos, se propone una se-
niente apelar a una autoridad superior “esto que us- rie de estrategias que permiten el abordaje de estos
ted pide lo tenemos prohibido completamente”. pacientes.

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FMC – Protocolos

Tabla 15. Dificultades en el manejo del paciente Tabla 16. Indicadores de intención de cronificar
en incapacidad laboral transitoria la baja por parte del paciente
Diagnósticos frecuentemente basados en síntomas Falta de coherencia con la historia natural
subjetivos, sin posibilidad de comprobación del proceso (falta de mejoría esperable,
mediante exploración o pruebas complementarias reagudización insospechada de síntomas, etc.)
objetivas (lumbalgia, cefalea, depresión, etc.) Cambios de diagnóstico durante la baja
Solicitud por parte del paciente de nuevas pruebas
Si se hace una interconsulta con el especialista complementarias y/o derivaciones
hospitalario, la lista de espera aumenta el tiempo No venir a recoger el parte de baja personalmente
de baja laboral de forma reiterada
Habitualmente escaso apoyo por parte de los Falta de constancia en el tratamiento
especialistas hospitalarios Hallazgos exploratorios discordantes
Información proveniente del entorno o del equipo no
Sistemas de registro muy obsoletos, precisándose coherente con el proceso o sintomatología que se
partes semanales para procesos que claramente describe
tendrán una duración mayor
Pacientes en los que la baja laboral puede ser su
única fuente de ingresos
terísticas del paralenguaje y la información propor-
cionada por el resto del cuerpo, entre otros. Los
Clarificar la pertinencia o no de la baja componentes más importantes de comunicación no
desde el punto de vista médico verbal que podríamos destacar son:

Ante un paciente de este tipo, lo primero que debe- – Contacto visual-facial. Un clásico signo de engaño
mos hacer es buscar datos objetivos que aclaren la es el nulo o muy escaso contacto visual-facial entre
evolución, o incluso el diagnóstico, basándose en dos interlocutores. Una persona que está mintiendo
los síntomas subjetivos aportados por el propio pa- va a tratar de realizar todo lo posible para evitar tener
ciente. Aquí es necesario detectar una serie de as- contacto con los ojos de la otra persona. En general,
pectos que puede indicar la intención de cronificar la cuando una persona dice la verdad o se ofende por
baja por parte del paciente (tabla 16). una acusación falsa, tiende a estar completamente
Para valorar la adecuación de la baja, el profesional enfocada y concentrada en la acusación y con la mi-
debería basarse no sólo en el discurso del paciente, rada fija en el acusador, como diciendo que no se irá
sino, también, en la observación directa de este y en de ahí hasta llegar a lo más profundo del tema.
todos los elementos objetivos, por pequeños que – Gestualidad. Muchos sujetos disminuyen su ges-
sean, que puedan ser considerados en cada enfer- tualidad global en el acto de mentir. Disminuyen los
medad (contracturas musculares, dolor y limitación movimientos ilustradores, aumentando los adapta-
de la movilidad, irradiación del dolor, etc.). Estas ex- dores y el encogimiento de hombros. En algunas
ploraciones deberían realizarse mientras se habla ocasiones, el paciente presenta tics de los músculos
con el paciente, desviando su atención del signo de la cara o gestos de desaprobación, especialmen-
que se intenta observar. Por otro lado, una explora- te justo antes o después de decir una mentira, ges-
ción exhaustiva presenta la ventaja adicional de ser tos que con frecuencia pueden pasar desapercibi-
el primer gran argumento para justificar el alta labo- dos porque duran fracciones de segundo.
ral ante un paciente. Es más fácil decirle a un pa- – Movimientos de brazos y piernas. Cuando una
ciente que le vamos a dar el alta después de haber- persona está mintiendo o se guarda algo que no
le explorado adecuadamente, que si tan sólo le he- quiere decir, tiende a ser menos expresivo con sus
mos tocado “por encima”. brazos y sus manos. Generalmente, cuando se dice
La información no verbal que nos transmite el pa- la verdad, las palmas de las manos están visibles y
ciente es un aspecto muy importante, clave podría- hacia arriba. Al igual que las manos y los brazos, si
mos decir, en el abordaje de este tipo de situaciones se está diciendo la verdad, las piernas tienden a es-
para descubrir cuándo el paciente está simulando. tar estiradas y con total movilidad.
Su atenta observación nos permitirá detectar seña- – Movimientos corporales. En el paciente simulador,
les, “sentir” que pasa algo y poder confirmar, poste- se describen más cambios posturales y una falta de
riormente, nuestras sospechas. Pero no debemos coordinación y asimetría entre estos y los cambios
basarnos sólo en un aspecto concreto, sino que de- en la intensidad de la voz y los gestos, respecto a
beremos integrarlo con el mensaje verbal, las carac- cuando se dice la verdad.

27
FMC – Protocolos

ción con la baja: actividad laboral habitual, repercu-


Tabla 17. Elementos de comunicación no verbal
que pueden indicar una información oculta
siones de la situación de baja en su trabajo, etc.
– Estado de la relación médico-paciente y posibilida-
Deslices verbales des de llegar a un acuerdo ante la decisión de darle
Peroratas enardecidas
el alta.
Modo de hablar indirecto, con circunloquios
Pausas y errores en el habla
Elevación o disminución del tono de la voz, o del El conocimiento de todos estos factores hace que el
volumen del habla o de su velocidad sin ser profesional se sienta más seguro durante todo el
procedente en la conversación que se mantiene proceso de alta, sepa qué orientación o qué estrate-
Disminución del número de ilustradores gia seguir, esté preparado para la reacción del pa-
Aumento del número de adaptadores ciente, empatice con él haciéndole sentirse com-
Respiración acelerada o superficial
Sudoración profusa
prendido y resuelva las situaciones o la negociación
Tragar saliva con frecuencia que se le pueda plantear con más datos y posibilida-
Expresiones abortadas des de resolución. Si la decisión en algún momento
Aumento del parpadeo va contra la del paciente, la negociación se verá
Enrojecimiento o empalidecimiento del rostro muy fortalecida al saber el paciente que conocemos
Sentarse en la silla más alejada su problema totalmente.
Posiciones al borde de la silla, de “huida”
En esta fase, son muy importantes distintas habili-
dades, como la cordialidad, la empatía, el respeto y
la baja reactividad. También se deben emplear técni-
– Sonrisa. Está considerada como la expresión facial cas para la escucha, como el buen contacto visual-
más compleja, llegándose a describir hasta 18 tipos facial, las facilitaciones, clarificaciones, silencios fun-
distintos, con múltiples matices en su desarrollo. Su cionales, frases por repetición, señalamiento, etc.
sola presencia no nos proporciona indicios de su ve-
racidad o falsedad. Algunos autores refieren que las
sonrisas simuladoras de alegría (falsas sonrisas o
Informar al paciente
sonrisas miserables) suelen ser o demasiado cortas, Una adecuada información, basada en una decisión
o demasiado largas, con un inicio y un acabado más razonada y que tenga en cuenta los factores ante-
abrupto. Además, las falsas sonrisas no tienden a in- riormente señalados, puede ser suficiente para ven-
cluir la musculatura de alrededor de los ojos y se cer su resistencia inicial o, al menos, para que el pa-
suelen acompañar de movimientos de los músculos ciente acepte el alta, pese a sus reticencias. No obs-
de la barbilla o para apretar los labios. tante, parece aconsejable que las decisiones que se
tomen sean acordadas con él. Debe ser un paso
Es necesario resaltar que mucha de esta informa- obligado que el paciente comprenda y acepte su es-
ción no verbal también puede aparecer en pacientes tado de salud actual y las razones que mueven al
que no están simulando ni fingiendo. Pacientes ner- médico a dar el alta.
viosos, avergonzados de su conducta o en otras si- Se le debe informar adecuadamente del proceso,
tuaciones pueden desarrollarlas. Ahí está la pericia con cuantas razones objetivas de exploración y de
y la habilidad del clínico a la hora de saber discernir pruebas complementarias tengamos, intentando re-
una de otra. En la tabla 17 se describen otros ele- convertir ideas que se hayan detectado en la fase
mentos de comunicación no verbal que pueden indi- anterior como incorrectas (gravedad percibida, se-
car una información oculta. cuelas, etc.). La información debe versar sobre te-
mas relacionados con la salud, su proceso y las re-
percusiones, expectativas o creencias que esta ori-
Obtener información relevante gina, evitando temas, como el impacto económico,
del paciente salvo para empatizar con el paciente haciéndole sa-
Conocer al paciente a fondo es la clave para poder ber que conocemos los problemas que se le ocasio-
solucionar la situación. El profesional debe obtener nan.
información encaminada a averiguar: Son varias las actitudes y las conductas del profe-
sional necesarias para una adecuada información:
– Elementos de la esfera psicológica de especial bidireccionalidad, empatía y asertividad. La empatía
trascendencia: estructura y dinámica familiar, reper- puede hacer que el paciente se sienta comprendido
cusiones sobre ella de la situación de baja, etc. en sus problemas y que piense que el profesional
– Elementos del contexto social del paciente en rela- los ha tenido en cuenta a la hora de tomar la deci-

28
FMC – Protocolos

sión. La asertividad forma parte importante también


Tabla 18. Técnicas de negociación con el paciente
de este proceso, ya que un profesional no puede con incapacidad laboral transitoria no justificada
mostrar inseguridad a la hora de tomar decisiones
con la trascendencia que estas tienen en ocasiones. Doble pacto: se ofrece ceder a una demanda del
paciente a cambio de que él ceda en otro aspecto
Sin embargo, quizá sea la bidireccionalidad una de
(p. ej., retrasar el alta). “Está bien, le pediremos
las más importantes cualidades en el proceso de la una radiografía, pero si es normal, le tendremos
información. El profesional durante la información de- que dar el alta, ¿de acuerdo?”
be dar pie a que el paciente aporte todo lo que cono-
Cesión parcial: se cede a una parte de la demanda
ce sobre el tema o ha experimentado anteriormente,
del paciente. “Dado como va su enfermedad,
favoreciendo su participación con preguntas como: lo más que podría estar de baja es una semana
“¿Me sigue?, ¿Me entiende?, ¿Está de acuerdo?”, más, así que dejaremos preparada el alta para
etc., acompañado de un contacto visual-facial ade- entonces”
cuado para comprobar el impacto que está teniendo
Cesión intencional: se acepta aparentemente
su discurso en el paciente. Durante todo este proceso una demanda, en este caso la baja o
pueden emplearse otras técnicas de información permanecer de baja, con la intención de
(ejemplificaciones, información escrita, asociar cam- valorar más profundamente al paciente y evitar
bios a rutinas, etc.) que seguro favorecen la compren- enfrentamientos, sobre todo al principio de la
sión y el recuerdo. entrevista: “No se preocupe, que si hay que darle
la baja se la daremos, pero, ¿cómo va el dolor?”

Negociar Paréntesis: se pospone la toma de decisión.


“Parece una contractura muscular sin importancia;
No hay más remedio que negociar con el paciente haga este tratamiento y cuando venga con la
cuando se detectan resistencias ante una posible al- radiografía veremos si necesita la baja”
ta o cuando no consideramos adecuada una baja la- Reconversión de ideas: se parte de las creencias
boral. Con ello se pretende evitar conflictos, mejorar erróneas del paciente para reconvertirlas
la relación posterior y llegar a acuerdos productivos resaltado incoherencias contradicciones, etc.,
escapando de una situación sin salida. Ni que decir aportando información adecuada. “En el momento
tiene que, en muchos casos, no es preciso ni conve- en el que estamos, es posible que la inactividad
no le venga demasiado bien para su depresión”
niente que el médico negocie y que la negociación
debe darse dentro de unos límites que no afecten su Toma de precauciones: el médico invita al paciente
autoestima, ética y dignidad. En función de las cir- a acudir nuevamente en caso de que el proceso
cunstancias, cada profesional debe imponer, per- no evolucione favorablemente. “Le damos el alta
hoy y, en caso de que no mejore y las molestias
suadir o negociar.
volvieran, se pasa por aquí y le daremos la baja”
La negociación debe realizarse en un clima de em-
patía y asertividad, evitando, en la medida de lo po- Self-diclosure (autorrevelación): consiste
sible, situaciones tensas o que supongan un alto en mostrar nuestros propios sentimientos y
coste emocional. Se debe evitar respuestas justifica- opiniones sobre la situación de la baja. Suele ser
un argumento suficiente para plantear el alta:
tivas, utilizando preguntas-respuestas evaluativas “Supongo que esta situación no es cómoda para
(“Me gustaría saber cómo ve usted esto...”), buscan- usted ni para mí, pero con este motivo me resulta
do acuerdos concretos (pueden ser unos plazos ha- difícil mantenerle por más tiempo la baja”
blados anteriormente, por ejemplo), sin transmitir
Reconducción por objetivos: el profesional centra
sensación de vencedores ni vencidos. Puede ser de
el diálogo en el objetivo principal de la consulta
gran ayuda delimitar con el paciente la previsión de (qué hacer para mejorar la salud del paciente):
la duración de la baja al inicio de esta, ya que nos “Comprendo su problema, pero lo importante
permite negociar el alta con más fuerza en su mo- ahora es ver qué hacer para que se encuentre
mento. mejor y pueda volver al trabajo”
La exploración y la petición de pruebas complemen- Propuesta de una nueva relación: con la intención
tarias pueden desempeñar un papel importante a la de resaltar una posible falta de confianza en
hora de pactar un alta, tanto por el impacto que tie- el criterio del profesional, este aconseja un
ne la tecnología en el paciente, como por el refuerzo hipotético cambio de médico: “Creo que usted
que tiene en nuestra argumentación. está en condiciones de incorporarse a su trabajo.
En la tabla 18 se detallan una serie de técnicas de Si no confía en mi capacidad profesional, creo
que sería conveniente que valorara la posibilidad
negociación de gran utilidad en este tipo de pacien-
de cambiarse de médico”
tes, que pueden usarse de manera combinada.

29
FMC – Protocolos

Otra técnica que puede ser útil es la que Borrell de- – El especialista, con su visión más biologicista,
nomina “sorpresa cordial y empática”. Es una técnica tiende a medicalizar el problema, solicitando nuevas
más directiva, que pretende “sorprender” al paciente pruebas complementarias innecesarias.
con una “buena noticia”, aportando elementos objeti-
vos que justifican el alta sin nombrarla directamente y
que el paciente no puede negar. Además enfatiza la
El inspector
utilidad del tratamiento y el curso lógico de la enfer- La simulación sospechada del paciente o la resis-
medad, anticipándose a las razones habituales que tencia de este por diferencia de criterio pueden ha-
utiliza el paciente como justificación para seguir de cer necesaria la utilización de la inspección. Como
baja. Un ejemplo podría ser el de un paciente en in- el anterior, tiene ventajas y desventajas.
capacidad laboral transitoria por asma, con explo-
raciones normales, a quien se realiza ese día una ex-
ploración más precisa y que a la hora de la informa-
Cuando todo falla...
ción se le dice: “Tengo que darle una buenísima Cuando después de todo este proceso seguimos
noticia: en la exploración completa que le he hecho chocando con la negativa del paciente a aceptar
hoy observo una gran mejoría. Comprendo que usted nuestra decisión de darle el alta, tenernos varias op-
todavía tenga de vez en cuando algún que otro pito, ciones:
pero sus bronquios están actualmente mucho mejor,
por lo que creo que parece conveniente probar a tra- a) Transferir la responsabilidad y el seguimiento del
bajar. Lo normal es que en unos días, y conforme va- proceso a alguno de los profesionales señalados en
ya haciendo más efecto el tratamiento que tan bien le el apartado anterior.
ha ido, se encuentre cada vez mejor”. b) Imponer una decisión, para lo que el profesional
debe:
– Aislarse del “chantaje emocional” que en oca-
Uso de otros niveles siones puede presentar, y mostrar una correcta con-
En ocasiones puede ser necesario recurrir a otros tención emocional.
niveles: el especialista de la afección causante de la – Expresar la decisión de forma asertiva, razonando
baja y la inspección. la decisión e incluso realizando de nuevo un self-
disclosure: “Me sabe mal tomar esta decisión, por-
que sé los problemas que puede presentar para us-
Especialista de segundo y/o tercer nivel ted, pero me veo en la obligación de darle el alta”.
Derivar al paciente puede ser de gran utilidad cuan- – Realizar la técnica del “disco rayado”, mediante la
do el médico de atención primaria decida dar el alta cual se pretende expresar que la decisión no se va a
al paciente y detecte resistencias. No olvidemos el modificar por más argumentos que el paciente esgri-
peso que, en ocasiones, tiene la “palabra” de un es- ma. Consiste en repetir una misma frase (p. ej.: “Lo
pecialista. Si está de acuerdo con nuestro criterio, siento, pero le voy a dar el alta”), mientras se rellena
puede participar activamente en la persuasión del el documento de alta, siempre en el mismo tono, sin
paciente y se puede conseguir una “cobertura” mo- subirlo, haciendo notar que sus argumentos empie-
ral, y hasta legal, de las decisiones que se tomen. zan a cansar y sin bajarlo dando a entender menor
Sin embargo, en la realidad hay problemas que ha- seguridad.
cen, a veces, arriesgada esta colaboración, sin lle-
gar a resolver el problema: A partir de aquí, se debe evaluar el estado en que
queda la relación y reorientarla o cuidarla si esto es
– El especialista no está de acuerdo con nuestra de- posible. Si se cree que la relación no tiene futuro, se
cisión por diferencias de criterio o por no conocer puede plantear una propuesta de nueva relación y
adecuadamente al paciente y su entorno, por lo que cambio de médico.
el médico de atención primaria debe reconsiderar su
decisión, y aceptar la otra o mantener la suya propia
con los problemas que se pueden generar en todo Paciente terminal y su familia
el proceso.
– El especialista “no se moja” y se perpetúa la situa-
ción. El abordaje del paciente en situación terminal supo-
– El especialista tarda mucho en verle por las listas ne un reto profesional: al manejo de toda la sintoma-
de espera y se retrasa la decisión. tología clínica que conlleva y los cuidados paliativos

30
FMC – Protocolos

necesarios, se suma la dificultad de comunicación y


Tabla 19. Necesidades del paciente terminal
relación con él y con su familia, lo que aumenta la
sensación de “paciente difícil”. Todo ello, a pesar de Seguridad: la enfermedad le provoca miedo,
que la experiencia profesional indica que cuando el angustia, incertidumbre y busca en quién
apoyarse para poder superar sus temores
equipo sanitario que cuida del paciente maneja de
forma correcta una situación de este tipo, los resul- Pertenencia: desea demostrar que no es una carga,
tados son muy gratificantes y la familia y el paciente que forma parte del grupo y, si no lo consigue,
se encuentran muy agradecidos, aunque siempre el aparecen sentimientos de abandono, culpa y
aislamiento
desenlace final sea el fallecimiento.
En el manejo de este tipo de situaciones, es conve- Amor: la enfermedad le distancia, tanto de forma
niente tener presentes las necesidades del paciente física como emocional, de los seres más queridos;
terminal, que se recogen en la tabla 1948. por lo que necesita, más que otros pacientes,
La relación asistencial con el paciente ha de ser in- afecto y contacto humano
dividualizada, teniendo en cuenta los aspectos que Comprensión: no entiende qué le pasa ni por qué
conforman su personalidad: físico, familiar y social, le pasa, y se enfrenta a nuevas situaciones que le
espiritual, emocional y relacional. Siempre que sea resultan aterradoras
posible, debe recibir la atención sanitaria en su do- Aceptación: teme el rechazo por los cambios físicos
micilio, buscando lograr un clima adecuado que faci- y psíquicos que puedan aparecer en el proceso y
lite el control de síntomas y la comunicación entre busca la aceptación de los que le rodean
paciente, familia y equipo asistencial.
Autoestima: como consecuencia de miedos y
La habilidad primordial para facilitar una respuesta pérdidas vividas, presenta sentimientos de
adecuada a la pluralidad de necesidades del pa- inutilidad, de pérdida de atractivo, de control, etc.
ciente en situación terminal es una buena comunica-
Confianza: desconfía de todos ante la perspectiva
ción, que le permitirá avanzar en su proceso de
de no curación, apareciendo desconfianza,
adaptación, conservar su propia identidad partici- que se acentúa si no puede o no se le permite
pando activamente en su proceso, reducir su ansie- comunicarse bien con su familia o con los
dad y evitar el sufrimiento que conlleva, así como sanitarios
mantener una relación de confianza con el equipo
sanitario que le cuida.
La comunicación debe girar alrededor de dos gran-
des ejes. Conversación sobre sus sentimientos
y emociones
Transmisión de información médica Esto hará posible que el paciente se sienta com-
Que comprenda el dar “malas noticias” y todo tipo prendido y escuchado, y se pueda progresar conjun-
de información sobre síntomas, tratamiento, efectos tamente hacia la resolución de problemas o aspec-
secundarios, etc. La experiencia indica que, en la tos emocionales. Con ello se podrá identificar y re-
mayor parte de los casos, la comunicación de la ver- forzar o reconducir estrategias de adaptación que
dad resulta beneficiosa y causa un profundo alivio si esté usando el paciente. Conocer y saber manejar
se ha sabido establecer correctamente, es decir, po- las reacciones emocionales adquiere, pues, una im-
co a poco y dejando siempre un halo de esperanza. portancia vital. En la tabla 20 se recogen varios con-
En el proceso de información de malas noticias hay sejos prácticos sobre este último aspecto. Es tan ne-
que ser muy cuidadoso con las formas y los conteni-
dos, siendo conscientes de que todo lo que el profe-
sional hace o no hace comunica. En este contexto, Tabla 20. Manejo de reacciones emocionales
toma especial relevancia el concepto acuñado por
González Barón y su grupo hace años de “verdad Permitir la expresión de la emoción: respetar
silencios, permitir el llanto
soportable”, aquella información cierta que puede Dar mensajes congruentes de comprensión
asumir y aceptar el paciente en cada momento50. No y de ayuda
hay que confundir insoportable para el paciente con No dar falsas esperanzas
incómodo para el médico. Cuando el paciente sabe, Preguntar por las necesidades
mejora la adherencia al tratamiento y se siente partí- Sugerir distracción
cipe de su propia salud, promoviendo así su autono- Mantener la mirada de interés y comprensión
Contacto físico y proximidad
mía.

31
FMC – Protocolos

gligente no calmarle los dolores con una analgesia, – Concebir la información como algo unidireccional,
como dejar que sufra innecesariamente de miedo, único y ritual; la iniciativa no parte del paciente, no
tristeza o confusión mental50. se incluyen todos los aspectos que al paciente le in-
A continuación se detallan algunas actitudes prácti- teresan.
cas para conseguir una comunicación eficaz con el – Olvidar al sujeto como elemento activo; imponer
paciente: nuestros propios tiempos, espacios y forma de co-
municación. En muchas ocasiones, se escogen in-
– El paciente debe poder expresar todo aquello que termediarios, como si no pudiera entender.
ronda por su cabeza. Muchas veces, es el propio – Asumir un papel equivocado, sobre todo el pater-
sanitario el que emite señales para que el paciente nalismo, infantilizando al paciente y dando falsas se-
no pregunte, posiblemente por miedo a la pregunta: guridades, sin permitir que desarrolle su propia au-
“¿Voy a morir?”. En general, el hecho de permitir que tonomía.
exprese sus miedos y dudas conscientes reduce de – Defectos de aplicación de medidas verbales: silen-
forma muy importante la ansiedad. Siempre se pue- cios disfuncionales, mentiras “para que no sufra”,
de hacer algo por él, aunque sólo sea escucharle. tecnificación que impide al paciente saber, etc. El
– La comunicación verbal con un lenguaje inteligible hecho de no disponer de “información sobre la infor-
y directo, gradual pero explícito, es tan importante mación” es, en ocasiones, excusa para no avanzar.
como la comunicación no verbal de nuestros men-
sajes, que casi siempre llega antes que lo hablado: En la tabla 21 se detallan una serie de actuaciones
empatía, saber escuchar, cercanía, calor. Hay que que hay que realizar o evitar53.
dejar que el paciente establezca su tiempo y su es- La falta de comunicación constituye uno de los princi-
pacio51. pales problemas para mejorar la calidad de vida del
– Evaluar qué saben y qué quieren saber los pacien- paciente terminal. No obstante, hay que reconocer
tes, mediante frases como: “¿Qué sabe de su enfer- que es tarea ardua establecer una buena comunica-
medad?”, “Le noto preocupado”, etc. Lo difícil es deci- ción: es difícil y además causa mucha ansiedad en el
dir cuánto quiere saber el paciente y para ello se de- profesional que atiende a un paciente “que no tiene
be ir despacio, observando las reacciones que tiene cura”54. La formación médica actual está orientada no
el paciente, proporcionando indicios y haciendo insi- a tratar al paciente, sino a curarle: más o menos en-
nuaciones que pueden conducir a revelar la auténti- cubiertamente, la muerte del paciente es vista con
ca naturaleza del cuadro. Sin embargo, hay que res- frecuencia como un fallo del sistema terapéutico.
petar los mecanismos defensivos del paciente, que Las causas de las dificultades encontradas por los
no quiera saber, incluso llegando a negar la realidad sanitarios son de índole muy diversa, y se recogen
(p. ej., cuando habla como si fuera a vivir más de lo en los puntos siguientes:
que es razonablemente posible para su enfermedad).
– Hay que establecer un compromiso de apoyo, pa- – El miedo que expresa el paciente ante cada fase
ra ofrecer una total disponibilidad para intentar solu- de su enfermedad o ante cada síntoma nuevo, que
cionar los problemas que vayan apareciendo e in- exige del profesional una respuesta emocional muy
tentar dar mayor énfasis a los aspectos positivos elevada al implicarle en el proceso.
que se vayan consiguiendo o que se puedan mejo- – La negación de la muerte que nuestra cultura ac-
rar. Este apoyo emocional exige aceptar el impacto tual hace (la muerte es algo tabú que se procura es-
emocional, permitir que la emoción se manifieste en conder).
el paciente, conseguir que sienta e identifique la – El estrés del sanitario, que teme no poder dar res-
emoción, ayudar a que la canalice en una dirección puesta, que se siente culpable, que no ha aceptado
que facilite la adaptación y ayudarle a descubrir sus aún la muerte del paciente o, incluso, su propia
propias estrategias adaptativas52. muerte.
– Sin embargo, la dificultad fundamental estribaría
Entre los profesionales de atención primaria es fre- en las propias resistencias de los sanitarios a asu-
cuente encontrar posturas contrarias a las expues- mir la muerte.
tas anteriormente (evasión, negación, incertidumbre,
uso de eufemismos, seguridad engañosa, etc.),
siendo una de las más habituales la de tranquilizar
Habilidades en el abordaje de la familia
al paciente48. Los errores que con más frecuencia
y del cuidador principal
ocurren en la práctica diaria en relación con la co- En el abordaje del paciente en situación terminal, es
municación son: imprescindible la comunicación y la colaboración

32
FMC – Protocolos

Tabla 21. Actuaciones a realizar o evitar en los pacientes terminales


Qué se debe hacer siempre en la comunicación Qué no se debe hacer nunca en la comunicación
con un paciente terminal con un paciente terminal
Honestidad. No mentirle Convertirnos en “ángeles de la verdad”: “usted tiene
esta enfermedad y tiene 3 meses de vida, se haga
lo que se haga”. Por el contrario, escogeremos un
estilo informativo que deje espacio a la esperanza
Tener un contacto estrecho y continuado Huir de la situación, tratar de esquivar el contacto
Telefonear con el paciente. Por el contrario, nos armaremos de
Visitarle en su domicilio coraje y le visitaremos o le llamaremos por teléfono
Apreciar el grado de verdad que desea. Adaptarse a “Tengo malas noticias para darles”... Por el contrario,
su ritmo, siempre abiertos a sus preguntas dejaremos que sea el paciente quien valore la
Escuchar. Favorecer, sin imponer, una tarea de gravedad de la información
reflexión biográfica e incluso espiritual
Ofrecer de manera prioritaria la información que más Imponer un tratamiento sin antes explicarlo al paciente
necesitará para adaptarse y colaborar en el plan y/o a la familia, en especial cuando se trata de
terapéutico. morfina o derivados, o tratamientos sedativos. Por
el contrario, le hablaremos de manera honesta,
priorizando los beneficios
No renunciar nunca al optimismo, y a dar esperanza, Usar palabras o términos de alto contenido emocional.
aunque sea una “pequeña esperanza”. Concéntrese Por el contrario, usaremos palabras neutras
en pequeños objetivos de alivio sintomático.
Tampoco renuncie al buen humor.
Ser conscientes de que todo comunica. Estar atento a Querer “hacerlo todo” o “decirlo todo” en una visita.
nuestra propia comunicación no verbal Por el contrario, marcaremos unos plazos, un plan
La familia, y en especial los cuidadores, son parte Dar falsas esperanzas o dar seguridades de que
del plan terapéutico. Hay que hacerles participar y “todo saldrá bien”, “seguro que mejora”, etc. Por el
también cuidarlos. contrario, ofreceremos la “pequeña esperanza” del
día a día, con sentido del humor y optimismo

con la familia y el cuidador principal. Siguiendo a vaya preguntando. Yo no le puedo mentir, eso está
Borrell Carrió53, podemos considerar distintas estra- claro, por la misma razón que ustedes, si fueran
tegias según el tipo de familia con que nos encon- Juan, exigirían que no se les mintiera, ¿verdad?; pe-
tremos. ro en lugar de imponerle una información que tal vez
no esté preparado para recibir o no quiera recibir,
dejaremos que sea él quien vaya haciendo sus pre-
La familia encubridora guntas,... ¿les parece bien?”.
Con la mejor voluntad, la familia trata de que no co- En la tabla 22 se detallan distintas habilidades para
muniquemos el diagnóstico al paciente: “Por lo que manejar esta situación.
más quiera, no le diga nada, no lo soportaría”. Se es-
tablece una conspiración de silencio que dificulta la
relación con el paciente e incomoda, en muchas
La familia negadora
ocasiones, al médico. El profesional de la salud tendrá buen cuidado para,
Hay varias maneras de abordar esta dificultad, por desde el primer momento del proceso asistencial,
ejemplo: “Entiendo perfectamente su interés por no dar un trato exquisito al cuidador principal y al con-
hacerle daño innecesariamente, pero José es inteli- junto de la familia. Ocurre de manera más frecuente
gente, y verá que su enfermedad avanza; en ese ca- cuando el papel de cuidador recae sobre el marido,
so, si ahora le mentimos, ¿en quién va a confiar?”. Y, que adopta a veces un papel pasivo, como si no su-
más adelante, “Entiendo su preocupación. Si les pa- piera muy bien qué hacer, esperando tal vez que
rece vamos a dejar que sea el propio paciente quien otra mujer (una hermana, una cuñada) adopte el pa-

33
FMC – Protocolos

chivo el eslabón más débil y más próximo, de mane-


Tabla 22. Manejo de la conspiración de silencio
ra que un retraso en una lista de espera puede im-
Escuchar sin juzgar: legitimar su preocupación, putarse al médico de cabecera, aunque éste no ten-
explorar sus motivos, reforzar la importancia de ga arte ni parte.
su apoyo
En estos casos resulta muy conveniente mantener
Explicar que la no información dificulta el una entrevista clarificadora, en la que más o menos
acompañamiento y aumenta la angustia del nuestros argumentos irán por estos derroteros: “He
paciente, que la información será dada de forma querido reunirme con ustedes porque observo por
progresiva
algunos comentarios que tienen alguna queja en re-
Hacer reflexionar a la familia sobre los efectos lación con mis servicios y me gustaría que lo con-
perversos de la conspiración de silencio versáramos con la máxima franqueza...” (Después
Negociar unos mínimos si no hay cambio de de oír las quejas.) “Me gustaría que recordásemos
opinión: tiene derecho a conocer la verdad, no juntos cómo empezó toda la enfermedad...” (Aquí
podemos mentirle haríamos una síntesis del inicio y las posteriores ac-
tuaciones.) “Siempre es posible aligerar las demo-
Establecer, de forma empática, pero con
rotundidad, que el titular del derecho a la
ras, pero en el caso que nos ocupa, 15 días no pa-
información es el propio paciente rece una demora importante... ¿alguien les dijo lo
contrario?”. Contrastaremos opiniones en un clima lo
Asegurar nuestro compromiso profesional de que le menos tenso posible, y si observamos que las acti-
seguiremos atendiendo, aunque las cosas vayan
tudes no cambian añadiremos: “¿Tienen ustedes al-
mal
guna otra queja o alguna crítica a mi actuación pro-
fesional? Creo que es bueno que lo hablemos. Se
acercan días en los que vamos a tener que trabajar
pel que no se atreve a asumir. En esos casos, vale juntos y necesitaré de su máxima confianza”. Si a pe-
la pena tener una entrevista en la que nuestros sar de esta apelación no se clarifican los sentimien-
mensajes más o menos se hilvanarán alrededor de tos de culpa, podemos añadir: “Tal vez quieran uste-
estos argumentos: “Usted se habrá quedado algo des considerar un cambio a otro facultativo con el
confuso y desorientado porque nunca había consi- que poder mantener una relación de mayor confian-
derado la posibilidad de tener que cuidar de su es- za, ¿han considerado esta posibilidad? Por mi parte,
posa, ¿es así? Tal vez lo perciba como una carga, o no hay inconveniente en que continuemos trabajan-
tal vez crea que no será capaz de hacer bien este do juntos, pero me gustaría oír su opinión”.
trabajo, pero se quedará sorprendido de lo fácil que
es hacer lo que uno piensa que debe hacer. Ade-
más, nosotros podemos ayudarle. Hay pequeñas
El cuidador sin límites emocionales
grandes necesidades en las que usted es una pieza Algunos cuidadores o elementos de la familia pue-
clave, por ejemplo el tema de las comidas...”, etc. den vivir el proceso con un dolor extremo. En tales
Otras veces la familia deja en completa soledad al casos, hay que ofrecerles un apoyo individualizado,
cuidador/a. En esos casos, la mejor estrategia suele como si se tratara de otro paciente. En estas sesio-
ser entrenar a el/la propio/a cuidador/a para que sea nes ofreceremos los recursos necesarios para con-
capaz de activar y motivar a otros miembros clave. trolar los síntomas ansiosos o depresivos, según la
gravedad, sin que la etiqueta de “depresión reactiva”
sea óbice para usar psicofármacos. Nuestros es-
La familia culpabilizadora fuerzos psicoeducativos se dirigirán a que el cuida-
La organización emocional más primitiva gira alre- dor sepa “desapegarse” del familiar, y a que entien-
dedor de la atribución de culpa. Cuando acaece un da que no tiene la obligación de sentir el dolor que
hecho luctuoso, como es una enfermedad terminal, siente el paciente, ni debe sentirse culpable por no
un tipo de familias buscan una causa externa a la poderle ofrecer más alivio o más bienestar. Frases
que imputar la culpa, y muchas veces esta causa es como “Usted está haciendo lo que debe y más de lo
el médico o el sistema sanitario. En todos los proce- que debe”, “Es usted un/a cuidador/a que para sí qui-
sos largos y complejos pueden encontrarse motivos sieran muchos pacientes”, “No tiene por qué culpabi-
para la queja, sin duda (como suele acumular este lizarse de lo que no ha sido en ningún caso de su
perfil de paciente), y basta con quererlo para encon- responsabilidad”, etc., sirven para ganar autoestima
trar excelentes argumentos para derivar las tensio- y apaciguar los demonios siempre inquietos de la
nes a un chivo expiatorio. Se suele escoger como culpa.

34
FMC – Protocolos

Preparar al paciente y a la familia


Tabla 23. Aspectos de comunicación relevantes
para la agonía en el duelo

El paciente puede percibir que su estado se deterio- Ayudar a aceptar la realidad, a vivir sin el fallecido y
a recuperar la ilusión de vivir
ra y puede protestar o interrogarnos de manera muy
Dar tiempo para elaborar el duelo: cuidado con
directa. Esta situación suele provocar pánico en los psicofármacos
profesionales implicados en el cuidado más directo, Escucha activa y mostrar empatía
y motiva que tengan a veces actitudes esquivas en Tener capacidad de contención: soportar silencios,
estas fases finales del cuidado. Debemos mostrar- llantos, posibles recriminaciones, etc.
nos esperanzados en la medida en que el paciente Estar atento al posible duelo patológico
quiere luchar, pero siempre sin mentir.
En otras ocasiones, el médico o la enfermera perci-
birán con más exactitud que la familia que se acerca ja para que se recupere, etc.”. El diálogo tiene que
el momento del fallecimiento. Adivinar que el pacien- respetar los silencios, nos mostraremos tranquilos y
te va a entrar en agonía no es tarea sencilla, e inclu- abordaremos a todos y cada uno de los familiares
so profesionales muy experimentados pueden equi- que estén allí reunidos (interés personalizado). En la
vocarse, por lo que evitaremos afirmaciones categó- tabla 23 se detallan otros aspectos comunicaciona-
ricas para preferir: “¿Cómo ve usted al paciente?”, y les a considerar en el duelo.
si el familiar nos dice que bien o estable añadire-
mos: “En los próximos días no me extrañaría que
empezara a empeorar”, e incluso: “Hay que mentali- Estilos de personalidad
zarse de que la situación en la que estamos es tran-
sitoria, y que en unos días el paciente podría entrar
que suelen afectar la relación
en agonía”. con los pacientes
Casi todos tenemos ciertos rasgos, a veces entre-
Cuidar a la familia después mezclados, de diversos estilos de personalidad, en-
del fallecimiento tendiendo por tal el grupo de características persona-
El médico suele ser llamado para certificar la muer- les duraderas que describen cómo una persona pien-
te. Este tipo de llamadas se efectúan en escenarios sa, siente, se comporta e interactúa en relación con
de ansiedad y dolor a veces extremos. Algunas fami- otros y con lo que le rodea. Cambiar la personalidad
lias no toman conciencia del fallecimiento hasta que de un paciente es bastante más difícil que intentar
el médico lo certifica, momento en que arrancan a modificar la propia y, de hecho, no forma parte de
llorar. Otras veces, la presencia del fallecido en la nuestro cometido, aunque conocerla nos puede ayu-
casa pesa como una losa, y los familiares desean dar a entenderlos y a adaptar nuestra conducta al es-
que cuanto antes se proceda a su traslado al tanato- tilo del paciente, para mejorar nuestra relación con
rio. Ocurre también que, si el médico se demora, la él13,14,22.
vivienda del finado es ocupada literalmente por fami- La mayor parte de las personalidades están dentro
liares y allegados. En estos casos, deberá tener de la “normalidad” y a menudo las personas com-
cierto domino escénico y proceder a sacar a todos parten rasgos de diferentes estilos. Un estilo de
los familiares, excepto a uno, de la habitación, antes personalidad se considera anormal cuando es
de proceder al reconocimiento del cadáver. maladaptativo e interfiere con la adecuada funcio-
Si observa que la reacción de duelo es muy extrema nalidad de la persona: en su extremo, es lo que lla-
–y por supuesto no nos referimos a reacciones de ti- mamos un trastorno de personalidad. Es importan-
po cultural, sino a reacciones emocionales genui- te tener en cuenta que estos patrones maladaptati-
nas–, deberá también procurar reunirse con los fa- vos se presentan o se exacerban en las
miliares y tener una charla en una habitación tran- situaciones de enfermedad y pueden suponer un
quila. Esta situación ocurre cuando se trata del rompecabezas para el clínico que tenderá a etique-
fallecimiento de una persona joven o en circunstan- tar al paciente como “problemático, “odioso” o “difí-
cias imprevistas. Por ejemplo, puede iniciar la reu- cil”.
nión así: “He pedido veros a solas porque creo que Cuando identificamos alguno de estos estilos, lo
estáis muy desconsolados, ¿es así?... ¿Cómo se más adecuado es adaptarnos a él y responder a sus
siente?... ¿En qué cree que puedo ayudarle?... Por necesidades para iniciar y mantener una buena rela-
el trabajo no se preocupe, podemos hacerle una ba- ción.

35
FMC – Protocolos

Paciente pasivo-dependiente El componente halagador de este tipo de pacientes


hace que los sentimientos que produce en el profe-
Es un tipo de paciente relativamente frecuente, que sional sean intensos, pero, a la vez, confusos y/o
se nos presenta con una cierta “ingenuidad” en ambivalentes.
cuanto a su actitud seductora y aduladora y su auto- Inicialmente se puede dar respuesta a sus necesida-
percepción de necesitar ayuda sin límites. Suele ser des incluyendo breves cumplidos sobre su apariencia
muy frecuentador. Ve al médico como un ser inago- hechos de una manera útil, elegante y no sugerente.
table y sin límite de capacidades técnicas. Está casi Se trata de mostrar interés por el paciente como per-
siempre muy agradecido, a pesar de lo poco que se sona, y no sólo como un objeto de atención. Se trata
avanza en la solución de sus problemas. de responder de una manera tranquila y firme cuan-
La necesidad básica de la persona con un estilo de- do se comportan de forma seductora, de permitir que
pendiente es aquietar sus miedos al abandono, la el paciente ventile sus miedos y preocupaciones, pe-
inanición y/o el desamparo que aprendió cuando era ro no de fomentarlos o animarlos.
muy pequeño. El paciente dependiente maladaptati- Tranquilizarlos funciona mejor que darles explicacio-
vo desea interés, atención y cuidados sin límites. Su nes intelectuales. Se debe intentar implicar al pa-
actitud no es más que un reflejo de la pérdida de au- ciente en la toma de decisiones, aunque es frecuen-
toestima y el recelo del paciente hacia los demás, lo te que haya que asistirlos dándoles guía, consejo y
que limita su capacidad de tomar decisiones. apoyo.
El médico debe dar inicialmente mucho apoyo, tanto Aconsejamos sistemáticamente comentar el caso
en la conversación, como en sus acciones: mostrar con algún colega a fin de clarificar objetivamente la
una visión positiva del paciente, así como interés situación que el paciente nos plantea. A partir de es-
por él como persona, aparte de por su enfermedad; te momento, el profesional deberá enfocar los en-
dar guía, consejo, instrucciones más detalladas o cuentros con el paciente desde el más estricto mar-
conceder “favores” especiales, como plantear visitas co clínico, esforzándose en no permitir que, en nin-
más frecuentes. Se trata de ser inicialmente toleran- gún momento, la relación vaya más allá. En esta
te hacia este comportamiento, sin, por ello, respon- línea, el profesional debe “cortar”, de la manera más
der a todas las demandas que se planteen. diplomática posible, los intentos del paciente de rei-
La estrategia sería ir marcando límites a las consul- niciar su estrategia de seducción.
tas en cuanto a intervalos, duración y contenidos. En caso de no conseguirlo y ser la interacción real-
Debe hacerse de forma apropiada y progresiva, fa- mente problemática, lo aconsejable es terminar la
voreciendo que el paciente halle otros recursos para relación con el paciente.
su toma de decisiones.
Tal concreción de las visitas debe ser pactada, ha-
ciendo ver al enfermo que el tiempo de que dispo-
Paciente negador-incumplidor-
nemos es limitado, así como también lo es nuestra
autodestructivo
capacidad para resolver sus problemas y que, por Hay tres categorías básicas dentro de este grupo:
tanto, la actitud que le proponemos es la mejor para
él. – Los que incumplen por no creerse susceptibles al
La remisión al psiquiatra resulta sistemáticamente problema o por carecer de información sobre este.
infructuosa. – Los que, a pesar de sentirse susceptibles y estar
bien informados, no desean seguir las prescripcio-
nes médicas simplemente porque se sienten seres
Paciente manipulador-emotivo-seductor autónomos y creen poseer valores personales sufi-
Tiene un fenotipo similar al anterior, pero con un cientes para resolver sus problemas por sí mismos.
componente más evidente de emocionalidad, se- – Aquellos a los que a su incumplimiento se asocia
ducción y halago. Su actitud no es ingenua, presen- un carácter claramente autodestructivo.
tando un componente de manipulación emocional
del profesional. No es hostil. En los casos en los que no se detecte componente
La necesidad básica de estos pacientes es relacio- autodestructivo, aconsejamos:
narse emocionalmente con los demás, especialmen-
te con los del sexo opuesto. Interactuar de una ma- – Averiguar los conocimientos, actitudes e ideología
nera intensamente emocional les gratifica, indepen- del paciente acerca del problema que presenta.
dientemente del dolor o el malestar que ello les – Proveer apropiadamente información veraz para
produce. reconvertir los pensamientos erróneos del paciente.

36
FMC – Protocolos

– Pactar planes de seguimiento basados tanto en paciente muestre un componente mayor de “marti-
nuestros criterios técnicos, como en su adaptación a rio”, las intervenciones se pueden realizar en los tér-
los pensamientos del paciente. minos de cómo ayudará lo que haga a alguien cer-
– Corresponsabilizar al sujeto de los resultados del cano: “Su marido necesita que usted se ponga bien
seguimiento. para que pueda seguir cuidándolo”.
– Entender, sin desresponsabilizarse, que el proble-
ma de salud lo tiene el paciente y que, por tanto, él
debe ser el protagonista de la actuación. Es decir,
Paciente obsesivo-compulsivo
respetar la autonomía del individuo y evitar actitudes Son pacientes que se presentan como más ordena-
sacerdotales por nuestra parte. dos de lo habitual, muy precisos en sus explicacio-
nes, dan informaciones muy detalladas, son autodis-
En los pacientes en que el incumplimiento tiene ca- ciplinados, pulcros, puntuales y concienzudos, siem-
rácter autodestructivo, en primer lugar, no debemos pre preocupados por lo correcto y lo incorrecto. En
sentirnos culpables ni reprocharnos los sentimientos sus grados más avanzados, usan el conocimiento
que nos suelen provocar este tipo de situaciones para controlar sus miedos; sustituyen las emociones
(abandono, rechazo, sintonía con el deseo de auto- y los sentimientos por pensamientos; los comporta-
destrucción). Lo ideal en estos pacientes es intentar mientos rituales y los pensamientos obsesivos
la remisión a un servicio de salud mental. No obs- reemplazan a la acción, y sus racionalizaciones son
tante, la mayoría suele rechazar tal opción. En dicho muy elaboradas.
caso, es importante obviar el impulso que se siente Su necesidad básica es mantener el control, espe-
de abandonar al paciente a su suerte y trabajar con cialmente de la expresión emocional. El control apla-
diligencia y compasión para mantener en lo posible ca sus miedos inconscientes a las emociones, la su-
la salud del paciente (en una línea de trabajo seme- ciedad, el desorden, los impulsos agresivos y las in-
jante a la del paciente terminal). dulgencias placenteras, a menudo resultado de
castigos excesivos durante su infancia.
En los encuentros con estos pacientes es recomen-
Paciente sufridor dable dar la información con detalle, lo que suele in-
En este tipo de pacientes, la necesidad básica sub- cluir instrucciones por escrito, y a menudo planes
yacente es sufrir, producto de una crianza severa- específicos de diagnóstico y tratamiento. Las peticio-
mente represiva (con abusos físicos, psicológicos nes de información repetitivas suelen indicar un alto
y/o sexuales), que no obstante simboliza amor y nivel de ansiedad que debe explorarse en lugar de
atención: el niño se sentía amado sólo cuando su- responder dando simplemente información. Ayuda
fría, o cuando el padre o la madre mostraba remor- mucho implicarlos activamente en sus cuidados
dimiento después de castigarlo. dándoles sensación de control en la toma de deci-
Estos pacientes tienden a mostrar mayores grados siones y en los detalles de su conducta diaria. Tam-
de culpa y necesidad de expiar sus “fechorías”, que- bién puede ayudar felicitarlos por sus conocimien-
jándose de sus dificultades, su abnegación y sumi- tos, razonamientos y autosuficiencia.
sión, esperando siempre resultados adversos, sin-
tiéndose no merecedores de éxito y víctimas sin re-
cursos, y preocupándose de las necesidades de los Paciente somatizador
demás sin tener en cuenta las propias. En la clínica
suelen presentarse quejándose amargamente de
muchos problemas; más aún, cuando un problema Los pacientes que se presentan con síntomas que
se resuelve, no se sienten contentos y, en lugar de no encajan en ningún diagnóstico, que no se sus-
ello, presentan más dificultades. A menudo rechazan tantivan en la exploración física, ni en las pruebas
consejos que les podrían ayudar. complementarias, que no desaparecen ni mejoran, y
Lo aconsejable con este tipo de pacientes es evitar que suelen ser altamente personales e idiosincráti-
tranquilizarlos, evitar las sugerencias de mejoría o cos, resultan especialmente molestos y frustrantes
las promesas de cura. En lugar de ello, simplemente para el médico3.
se trata de reconocer y respetar su difícil situación. La mayoría de los pacientes cuyos síntomas no res-
Aquí funcionan muy bien las actitudes y conductas ponden a un diagnóstico se sienten reconfortados
empáticas. Las pruebas o los tratamientos se les cuando no encontramos nada serio que los expli-
pueden presentar como otra molestia más que el que, pero algunos siguen sintiéndose angustiados.
paciente tendrá que soportar. En el caso de que el Los pacientes somatizadores muestran esta tríada:

37
FMC – Protocolos

– Síntomas físicos sin diagnóstico. 1. Conocer cada vez mejor al paciente. Se le puede
– Estrés psicosocial o un trastorno psiquiátrico que pedir que nos cuente más cosas de sí mismo (“¿Có-
el paciente no reconoce. mo va su vida en general?”; “¿Cómo se siente al res-
– Utilización muy frecuente de los servicios médicos. pecto?”; “¿Qué es lo que más le molesta de esta si-
tuación?”), respondiendo con nuevas preguntas a sus
Creen tener un trastorno físico y continúan acudiendo respuestas iniciales. Centrarse en la manera en que
al médico una y otra vez. Entre tanto, el médico no lo- los síntomas afectan al resto de su vida (“¿De qué
gra encontrar nada alterado, piensa que “no hay nada manera esta situación está afectando a su vida?”).
anómalo en este paciente” y se siente enormemente 2. Tratar de conocer sus ideas acerca de las causas
frustrado con esta relación. El concepto de somatiza- (“Lleva usted un tiempo con este problema y veo
ción y los desórdenes somatiformes relacionados in- que ha consultado con otros médicos, ¿qué piensa
cluyen a muchos de los pacientes previamente clasifi- que está sucediendo?”) y sus expectativas sobre ul-
cados como hipocondríacos o afectados de histeria, teriores investigaciones o tratamientos (“¿Qué cree
trastorno de conversión y dolor crónico. que deberíamos hacer?”).
Tanto para el paciente, como para el médico, el 3. Legitimar la experiencia del paciente y empatizar
asunto central en la somatización es la incertidum- con él (“Don José, aunque no hemos encontrado
bre. Los pacientes somatizadores suelen plantear al una causa específica de su dolor, me doy cuenta de
médico una serie de preguntas difíciles: que es un serio problema para usted. Creo que ha
estado sufriendo mucho a causa de ello. Sentirse
–¿Tiene este paciente una enfermedad que no con- tan mal como usted se siente y no saber qué hacer
sigo diagnosticar? debe ser realmente frustrante”).
– Los síntomas que presenta, ¿son desproporciona- 4. Tomarse el tiempo necesario, actuar con pacien-
dos? cia. No dejar que la ansiedad del paciente nos lleve
–¿Se trata de una de esas afecciones banales que a pedir pruebas u ofrecer tratamientos que más ade-
se desvanecerá en un tiempo razonable o, por el lante consideraremos inapropiados.
contrario, es la presentación inicial de una enferme- 5. Mientras nos mantenemos vigilantes ante la posi-
dad seria que dará la cara más adelante? ble aparición de evidencias objetivas de enfermedad
–¿Cómo podemos conseguir que nuestra compren- que expliquen los síntomas, debemos intentar cam-
sión del componente psicosocial de los síntomas biar los objetivos del tratamiento hacia la rehabilita-
tenga sentido y sea aceptable para el paciente? ción del paciente (“Doña María, hasta que no poda-
mos encontrar un tratamiento específico para sus
Hay una serie de principios a tener en cuenta en es- síntomas, tenemos que ayudarle a mantener su tra-
tos pacientes: bajo, etc.”).
6. Descartar síndromes psiquiátricos que se asocian
– No podemos tratarlos sin ser primero conscientes a menudo a la somatización: abuso de alcohol o
de nuestros sentimientos de frustración, enojo, cul- drogas, depresión, ansiedad, historia de abusos físi-
pabilidad, etc. cos o sexuales.
– El paciente puede presentar un trastorno psicológico 7. Trabajar con el paciente para explorar los antece-
que se presenta con síntomas somáticos, pero la alte- dentes y las consecuencias de los síntomas. Se trata
ración emocional subyacente no le resulta evidente, de conseguir que el paciente se convierta en obser-
por lo que adscribir los síntomas del paciente a esos vador de los antecedentes de sus síntomas y de los
trastornos emocionales puede resultar incorrecto. pensamientos, emociones y conductas asociados.
– En estos pacientes, hay que descartar enfermeda- 8. Ayudar al paciente a darse cuenta de cómo los
des físicas, pero se corre el riesgo de someterlos a aspectos emocionales tienden a amplificar los sínto-
una escalada de procedimientos innecesarios y po- mas.
tencialmente iatrogénicos. 9. Entender las maneras en que el sufrimiento ayu-
– La clave de su tratamiento es atender y aliviar su da a algunos pacientes a sentirse merecedores de
sufrimiento. El sufrimiento afecta a la totalidad de la amor o cuidados o menos culpables de errores pa-
persona; por lo tanto, debemos llegar a conocer a sados. Los pacientes pueden resistirse a mejorar; de
fondo al paciente: sus ideas, sentimientos, valores y hecho, algunos se sienten satisfechos cuando se les
aspectos claves de su vida. dice que no hay nada que se pueda hacer por ellos
(“Doña Milagros, no entiendo cómo puede seguir
Los procedimientos siguientes resultan aconseja- adelante a pesar de sus molestias. No hay mucha
bles: gente que sea capaz de aguantar lo que usted”).

38
FMC – Protocolos

10. Ser cuidadosos con la manera de denominar el ta o recomendándole formas más adecuadas de re-
problema: algunos diagnósticos de pacotilla como gistrar los problemas de salud.
“síndrome viral” o “una pequeña artritis” pueden con- Las recomendaciones siguientes pueden resultar de
ducir a preocupaciones innecesarias. Otro tanto suce- ayuda en estos casos:
de con el uso de términos como “síndrome de fatiga
crónica” en lugar de “cansancio prolongado”. – Estar atento a cualquier respuesta negativa propia
11. Usar las pruebas complementarias, las medica- ante la presentación de la lista e ir más allá: concep-
ciones y las derivaciones de forma cuidadosa. Evitar tualizar “la lista” como una ayuda para nuestro traba-
el uso de medicaciones a demanda y mantenerlas jo.
durante un tiempo determinado. – Explicar lo que necesitamos del paciente, por
12. Ayudar al paciente a pensar en su situación des- ejemplo: “Hacer una lista realmente útil lleva tiempo.
de una perspectiva diferente. Una vez que estamos Desde luego hágala, pero por favor dedique un rato
convencidos de que no hay que hacer más pruebas, a pensar sobre ella. Prepare la lista con todo lo que
no seguir preguntando una y otra vez por los sínto- quiere consultarme y marque los dos asuntos más
mas. Ayudarle a darse cuenta de las cosas negati- importantes. Y luego haga una copia, por favor, de
vas que se dicen a sí mismos acerca de los sínto- modo que cuando venga ambos tengamos una para
mas (“Pienso que nunca más podré hacer eso”) y revisarla”. En general esto funciona, pues el pacien-
sustituirlas por otras nuevas (“Sé que puedo hacerlo te, al llegar, aportará la lista posiblemente diciendo:
si me tomo el tiempo necesario”). Apoyar e incluso “Aquí le traigo la lista, pero la he organizado como
aplaudir los esfuerzos del paciente. me dijo y no creo que podamos revisar más de los
13. Ver a la familia y obtener su perspectiva: investi- dos temas que más me preocupan”.
gar de qué manera puede estar contribuyendo a – Guardar la lista de problemas del paciente en su
mantener o reforzar los síntomas. historia clínica, de modo que el paciente se sienta
14. Remitir al paciente a salud mental cuando se escuchado y en la próxima consulta se puedan
considere necesario, explicándole que nos gustaría abordar algunos de los tópicos que no llegaron a
contar con la ayuda de un especialista que podría tratarse.
ayudarnos (a ambos) a encontrar otras maneras de
afrontar los síntomas más difíciles. En todo caso, conviene evitar:
15. Planear visitas regulares frecuentes: las visitas
regulares desanudan el lazo entre tener síntomas y – No tener en cuenta la lista del paciente y sus es-
visitar al médico. fuerzos para prepararla.
– “Luchar” con el paciente para controlar la agenda
de la entrevista.
Paciente que acude – No educar al paciente acerca de qué y cómo ha-
cer para ayudarnos a ayudarlo.
con una lista de problemas
En general, la aparición en la consulta de un pa- Paciente “bien informado”
ciente con un minucioso listado de todos sus pro-
blemas despierta malestar en el clínico, sobre todo
frustración, quizás debido a la falta de control so- En las últimas décadas, la información médica dis-
bre la presentación que el paciente hace de sus ponible para los pacientes ha aumentado de forma
problemas, a menudo desorganizada y sin priorida- muy significativa, tanto en cantidad, como en sofisti-
des3. cación. Las organizaciones que suministran informa-
De hecho, la “temida” lista es un regalo disfrazado, ción, apoyo y ayuda a los pacientes se han ido ex-
un borrador desorganizado de la agenda del pacien- pandiendo, y las noticias médicas, tanto escritas co-
te a la que, en cualquier caso, el clínico deberá de- mo radiadas o televisadas, son cada vez más
dicar un cierto tiempo para conocerla. Uno puede frecuentes. El advenimiento de internet ha puesto a
convertir esa lista en una ayuda trabajando con el disposición de la gente una gran cantidad de pági-
paciente para agrupar problemas relacionados e nas web sobre salud, sistemas de búsqueda de bi-
identificar los más importantes. bliografía médica, etc.3.
Cuando uno se encuentra ante este tipo de pacien- Todo ello puede ser útil y beneficioso para la consul-
te, se le puede ayudar para que nos ayude, por ta, puesto que esa información puede reforzar los
ejemplo sugiriéndole un formato determinado de lis- autocuidados y promover actitudes de responsabili-

39
FMC – Protocolos

dad personal respecto a la salud. A veces, la infor- prestemos mayor atención. Esto ayuda al paciente a
mación les llega antes a los pacientes, a través de llegar a ser un observador reflexivo de su condición,
noticias mediáticas, que a los profesionales, de for- así como de la información relevante.
ma que los pacientes pueden, de hecho, estar mejor – Documentar esa información en la historia clínica
informados que sus médicos. del paciente, del mismo modo que se registran sus
Pero la información médica popular es una “bendi- ideas sobre lo que para él supone un diagnóstico o
ción envenenada”. El paciente puede traer una gran tratamiento correctos.
cantidad de información que hay que organizar y po- – Iniciar las explicaciones preguntando al paciente
ner en perspectiva. Por otra parte, muchas de las in- acerca de su comprensión sobre la anatomía y la fisio-
formaciones que aparecen en internet pueden ser logía implicadas, y empezar por donde necesite ayuda.
perjudiciales, aconsejando pruebas o tratamientos – Si tenemos comentarios negativos acerca de la in-
no probados o peligrosos. Nuestros pacientes pocas formación que aporta, guardarlos hasta haber explo-
veces pueden distinguir la buena información de los rado y estudiado la situación actual del paciente y
anuncios de remedios fraudulentos. Y, al mismo haber formulado y comentado con él nuestras hipó-
tiempo, los pacientes quieren que demos crédito a tesis: sólo entonces será el momento de exponer
su diligencia y su información: “¿Doctor, ha leído Us- nuestras dudas.
ted este libro? Cuenta exactamente lo que me pa-
sa”; “¿Vio Usted el programa de televisión de ayer En esta situación conviene evitar los escollos si-
por la noche? ¿Ese donde decían que se había en- guientes:
contrado algo nuevo para problemas similares a los
míos”; “Aquí le traigo material de internet. Anoche – Denigrar la información que trae el paciente y sus
encontré 1.840 referencias sobre la fibromiositis”. esfuerzos por educarse a sí mismo.
Independientemente de la cantidad y calidad de la – Adoptar una actitud de “autoridad”.
información que traen a la consulta, un rechazo pre- – Prestar atención a la información que trae el pa-
maturo de esta puede desencadenar vergüenza o ciente antes de haber realizado nuestro cuidadoso
rabia, y minar nuestros esfuerzos para ayudar a que trabajo médico-diagnóstico.
los pacientes crónicamente enfermos manejen su si- – No ser capaz de recomendar al paciente algunas
tuación con más eficacia. Dé crédito al paciente, no páginas web fiables, como por ejemplo http://www.
necesariamente al material que aporta. webpacientes.org/2005/
En estas situaciones, los procedimientos siguientes
resultan recomendables:
El médico paciente
– Reconocer y hacer aprecio del acto de traer infor-
mación y de interesarse y preguntar sobre ella. El
paciente está tratando de estar mejor informado y ¿Qué ocurre cuando un médico está enfermo? En
de participar activamente: “Veo que se ha tomado su general, podemos afirmar que los facultativos no
tiempo para recoger todo esto. Agradezco su esfuer- son buenos pacientes: someterse a la opinión de
zo para comprender e intentar resolver lo que le pa- otros colegas de forma natural es, realmente, un
sa. ¿Cómo se sintió al buscar y encontrar esta infor- problema para muchos de ellos. Los médicos suelen
mación en internet? Yo, la verdad, a veces me he prestarle poca atención a su salud, llegando incluso
sentido sobrepasado por la cantidad de información a negar su propia enfermedad. Normalmente se au-
sobre ciertos temas, y a veces es difícil distinguir el tomedican, realizan sus consultas a otros médicos
material importante del que no lo es”. en los pasillos del centro de salud o del hospital, e
– Reconocer el contenido de la información y agra- incluso cuestionan la capacidad del profesional que
decer al paciente que nos pida opinión sobre ella. Si les atiende (tablas 24 y 25).
la información es nueva o compleja, decir al pacien- Tampoco los médicos que son consultados por otros
te que nos gustaría tomarnos un tiempo para revi- colegas por problemas de salud actúan, en muchas
sarla antes de comentarla con él. Tener en cuenta ocasiones, como terapeutas profesionales y no sa-
que el paciente ha podido traernos información nue- ben establecer una adecuada relación médico-pa-
va y valiosa. ciente55 (tabla 26).
– Asegurarse de preguntar al paciente qué aprendió Estos factores determinan que, en muchas ocasio-
de esa información y cómo cree que eso puede apli- nes, la relación entre el facultativo y el médico enfer-
carse a sus cuidados. Mientras se ojea lo que ha mo sea compleja y difícil, más todavía si hablamos
traído, preguntarle a qué aspectos quiere que le de determinadas psicopatologías que frecuentemen-

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FMC – Protocolos

te afectan a los médicos, como depresión, alcoholis-


Tabla 24. Posibles factores que influyen en la actitud
de los médicos ante su propia salud
mo y trastornos de angustia (tabla 27).
El médico que atiende a un colega ha de contar con
Conocimiento experto de la enfermedad médica, de una gran disposición para atender a su compañero,
los medios de diagnóstico y de la terapéutica al
contribuyendo a generar y mantener su confianza,
uso
Conocimiento del ambiente y funcionamiento de los demostrando su preparación; debe utilizar las actitu-
centros sanitarios des y las habilidades ya comentadas y considerar y
Apreciación de los límites de sus conocimientos respetar las opiniones del paciente, médico en este
Facilidad para automedicarse caso, aunque no siempre se deba actuar a su dicta-
Miedo a la muerte do. Por otra parte, siempre que sea posible, convie-
Durante la carrera no se plantea nunca el tema ne citarlo en consulta y registrar todos los eventos,
En el ambiente sanitario, sólo los pacientes pueden
estar enfermos
como con cualquier otro paciente, en su historia clí-
nica. Es de importancia extrema asegurar, más si
cabe todavía, la confidencialidad de nuestra actua-
ción, creando, si fuera necesario, unos circuitos de
atención diferenciados que la puedan garantizar.
Tabla 25. Mal uso de los servicios sanitarios cuando
los médicos acceden al sistema de salud para recibir Desde hace algunos años, y para determinadas en-
ayuda fermedades mentales y/o adicciones, funciona el Pro-
grama de Atención Integral al Médico Enfermo (PAI-
Consultas de pasillo o por teléfono
Hablar de un tercero en vez de uno mismo ME), auspiciado por la Organización Médica Colegial
No seguir los circuitos administrativos ordinarios que pretende dar respuesta a estas situaciones56.
No seguir las indicaciones terapéuticas recibidas
Automedicarse
No soportar las salas de espera por miedo a perder
el prestigio profesional
Conclusiones
No querer parecer débil ante los colegas

Para conseguir un manejo adecuado de las situacio-


nes difíciles, concluiremos con tres recomendacio-
Tabla 26. Ejemplos de respuesta inadecuada
nes:
de los médicos consultados por otros médicos
No citar al compañero consultante en su despacho, 1. El médico debe conocerse a sí mismo
cuando son abordados en el pasillo o por teléfono
– Tomar conciencia de sus pensamientos, emocio-
No abrir una historia clínica del caso
No derivar el caso a otro médico cuando ambos son nes y conductas ante los pacientes y las situaciones
amigos o parientes cercanos difíciles.
No apercibir al paciente cuando este no sigue las – Detectar y analizar los pensamientos irracionales
indicaciones terapéuticas y las consecuencias emocionales y conductuales
No explicitar lo inadecuado de su actitud como que conllevan.
paciente y el riesgo que ello puede comportar – Realizar una práctica reflexiva para descubrir su
nivel de tolerancia hacia los demás.

2. El médico debe cuidarse a sí mismo


Tabla 27. Factores que dificultan el tratamiento – Trabajar la paciencia, el respeto, la tolerancia y la
del médico enfermo aceptación de la realidad del paciente.
Prepotencia terapéutica: “Yo ya sé lo que debo – Ser honesto y tolerante con uno mismo.
hacer, yo lo controlo” – Aprender habilidades asertivas y estrategias espe-
Mecanismos de negación y racionalización cíficas para pacientes con trastornos de personali-
Miedo a ser reconocido y a perder la credibilidad
y reputación profesional (“terror a la sala de dad.
espera”) – Mejorar su competencia emocional y su curiosidad
Miedo a perder el trabajo, e incluso a no poder crítica, lo que incluye el coraje de darse cuenta de
volver a ejercer sus propias flaquezas en la situación.
Ocultación del problema por parte de la familia y, – Aprender a observar lo que sucede sin ideas pre-
muchas veces, de los colegas (“la conspiración concebidas, sin enjuiciarlo y con tolerancia a las
del silencio”)
contradicciones.

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FMC – Protocolos

– Usar el humor y la negociación como herramien- maximizing outcomes study. Arch Intern Med. 2009;169:
tas para solucionar conflictos. 410-4.
– Intentar reducir el número de experiencias negati- 10. Mas Garriga X, Navarro Gilo M, Vázquez Morocho J, Delso
vas, trabajando con atención plena, enfocada en lo Gafarot C, Mahfouz Castejón T, Almeda Ortega J. Encuen-
que sucede en cada momento de la consulta, acom- tros difíciles en atención primaria: una perspectiva de pa-
pañada de compasión y conexión. cientes y médicos. Aten Primaria. 2009;41:9-15.
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zar en cada momento el/los problema/s más impor- 13. Borrell F. Entrevista clínica. Manual de estrategias prácticas.
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– Emplear en la consulta diaria los modelos de aten- 14. Coulehan JL, Block MR. The Medical Interview: Mastering
ción centrada en el paciente y en la relación. Skills for Clinical Practice. 4th ed. Philadelphia: FA Davies
– Considerar las situaciones difíciles como un reto Company; 2001.
profesional, una posibilidad de conocer más y mejor
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