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¿EXISTE EL CIELO E INFIERNO?

El infierno (o sheol) es la sepultura colectiva, un lugar simbólico donde no existe ninguna actividad.
El infierno de fuego como lugar de tormento no forma parte de las doctrinas de los Testigos de
Jehová, quienes afirman que tal creencia sería una difamación de Dios al contradecir el hecho de que
Jehová es un Dios de amor (1 Juan 4:8). Afirman que la idea del infierno de fuego como lugar de
tormento es precristiana y que procede de la mitología de Mesopotamia Donde traduce como
«infierno», «sepulcro», «sepultura», «abismo», «fosa», «hoyo».Creen que se trata de un lugar
simbólico y no de un lugar literal de castigo y tormento.

SEGÚN LOS TESTIGOS DE JEHOVA

Para el término hebreo scheʼóhl y su equivalente griego háides (que en español suelen escribirse Seol
y Hades), algunas traducciones de la Biblia emplean la palabra infierno. Muchas personas
creen que el infierno es tal y como se representa en la lámina que acompaña a este artículo.
Sin embargo, ambos términos se refieren a un lugar simbólico al que van los seres humanos
al morir (Salmo 16:10; Hechos 2:27). Veamos lo que enseña la Biblia sobre este asunto.
1. Las personas que han ido al Seol ni están conscientes ni sienten dolor. “No hay
trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol.” (Eclesiastés 9:10.)
2. Los buenos van al Seol. Jacob y Job, dos hombres fieles del pasado, sabían que irían al
Seol (Génesis 37:35; Job 14:13).

3. El castigo por el pecado es la muerte, no las llamas del infierno. “El que ha muerto
ha sido absuelto de su pecado.” (Romanos 6:7.)

4. La idea de un tormento eterno no encaja con la justicia de Dios (Deuteronomio


32:4). Cuando Adán, el primer hombre, pecó, Dios le dijo que su castigo sería simplemente
dejar de existir: “Polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). Ahora bien, si su intención era
enviar a Adán a un lugar de tormento eterno, alguien podría decir que Dios le mintió.
5. Para Dios es inconcebible atormentar eternamente a alguien. La enseñanza de que
Dios castiga a la gente en un infierno contradice está clara afirmación de la Biblia: “Dios es
amor” (1 Juan 4:8; Jeremías 7:31).

La Biblia dice: “Los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos,
ellos no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5; Salmo 146:4). Así que
cuando alguien muere, deja de existir. Los muertos no pueden pensar ni actuar ni sentir.

“A polvo volverás”
Dios le explicó al primer hombre lo que le sucedería al morir. Cuando Adán desobedeció, Dios
le dijo: “Polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). Adán no existía antes de que Dios lo
formara “del polvo del suelo” (Génesis 2:7). Y al morir, volvió a ser polvo y dejó de existir.
Lo mismo sucede hoy. Refiriéndose tanto a los seres humanos como a los animales, la Biblia
explica: “Del polvo han llegado a ser todos, y todos vuelven al polvo” (Eclesiastés 3:19, 20).
La muerte no tiene por qué ser el final de todo
La Biblia a menudo compara la muerte con un sueño profundo (Salmo 13:3; Juan 11:11-
14; Hechos 7:60). Quien duerme profundamente no se entera de lo que pasa a su alrededor.
Del mismo modo, los muertos no tienen conciencia de nada. Sin embargo, la Biblia enseña
que Dios puede despertarlos y levantarlos a la vida (Job 14:13-15). Para aquellos a quienes
Dios resucite, la muerte no será el final de todo.

LUEGO DE LA MUERTE HABRA RRESURECCION

Millones de personas que han muerto volverán a vivir en la Tierra. Incluso resucitarán
algunas que no conocieron a Jehová y practicaron cosas malas. (Lea Lucas 23:43 y Hechos
24:15.)
Quienes resuciten podrán aprender la verdad sobre Dios, ejercer fe en Jesús y demostrar su
obediencia (Revelación [Apocalipsis] 20:11-13). Si lo hacen, disfrutarán de la vida eterna en
la Tierra. (Lea Juan 5:28, 29.)
La resurrección es una muestra del amor y la bondad inmerecida de Jehová.

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