El desastre nuclear de Fukushima obligó la evacuación de más de
160.000 personas en un radio superior a los 50 kilómetros. Cuatro
años después, 120.000 de esas personas continúan sin poder volver a sus casas. Allí los niveles de radiación son superiores a lo normal.
El fotógrafo polaco, Arcaduz Podniesinski, ingresó a la zona de exclusión
y retrató cómo el tiempo se detuvo: los supermercados todavía están llenos de alimentos, los autos y las biciletas continúan estacionadas donde estaban antes de terremoto y las pizarras de los colegios aún continúan escritas.