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DISFASIAS PRIMARIAS

Del trastorno específico del lenguaje al autismo


E. Mendoza, J. Muñoz

DEL TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE AL AUTISMO


Resumen. Introducción. Desde las primeras caracterizaciones clínicas del trastorno semántico-pragmático (TSP) se pensó
que, dada la sintomatología de este problema, constituía un cuadro extraño, con difícil anclaje dentro de los distintos tipos de
trastornos específicos del lenguaje (TEL). Surgió la polémica de si el TSP era un tipo de TEL, un trastorno del espectro autista
o un cuadro intermedio entre el TEL y el autismo. El TSP tenía difícil ubicación diagnóstica, puesto que, por un lado, a los
niños con estos problemas no se les podía considerar autistas, ya que, excepto en los aspectos lingüísticos y comunicativos, no
presentan las restantes dificultades que caracterizan a la tríada del autismo; por otro lado, tampoco se habían descrito en estos
niños características propias del TEL, puesto que su fonología y su expresión gramatical se podría situar dentro de la normali-
dad. Desarrollo. El objetivo de este trabajo ha consistido en revisar las aportaciones científicas más recientes que nos indican
que: a) los niños autistas verbales manifiestan más dificultades con los aspectos formales del lenguaje de lo que previamente se
pensaba; b) los niños con TEL también presentan problemas pragmáticos de tipo primario, no consecuencia de sus limitaciones
estrictamente lingüísticas; c) en el funcionamiento lingüístico no existe una estricta dicotomía entre estructura y uso del len-
guaje; y d) la falta de precisión de los instrumentos diagnósticos, sobre todo los relativos a la comprensión del lenguaje y al
funcionamiento pragmático, hace que se diagnostique de TSP tanto a niños con sintomatología autista como a aquellos que
presentan un TEL expresivo y receptivo. Conclusión. El TSP es un tipo del TEL en el que predominan los problemas discursivos
y las dificultades de comprensión del lenguaje. [REV NEUROL 2005; 41 (Supl 1): S91-8]
Palabras clave. Autismo. Comprensión del lenguaje. Gramática. Pragmática. Trastorno específico del lenguaje (TEL). Tras-
torno semántico-pragmático (TSP).

INTRODUCCIÓN conexo; respuestas totalmente irrelevantes a las preguntas; pre-


Desde la segunda mitad del siglo XX disponemos de documenta- sencia de lenguaje ecolálico y repetitivo.
ción clínica sobre unos tipos de trastornos del lenguaje que, en Las características de este cuadro clínico empezaron a plan-
cierta forma, podríamos considerar como ‘raros’ y difícilmente tear la duda de si se trataba de problemas propios de los trastor-
catalogables dentro de los cuadros diagnósticos usuales. El tér- nos específicos del lenguaje (TEL) o si, por el contrario, recor-
mino de ‘trastornos del lenguaje con incontinencia verbal’ [1] daban más a las limitaciones comunicativas descritas en el
puede muy bien caracterizar a estos niños, al no presentar el autismo. Surgieron los debates y los oros de discusión sobre la
perfil típico de los niños con trastornos lingüísticos, caracteriza- caracterización del TSP que, según estas descripciones, podría
do por utilizar un lenguaje muy pobre, con dificultades en la estar a medio camino entre el TEL y el autismo. Así mismo se
pronunciación, en la construcción de oraciones y con un léxico produjo un cambio en la denominación, que pasó de llamarse
bastante reducido. Por el contrario, se trata de niños con unos síndrome semántico-pragmático a recibir el de trastorno semán-
recursos expresivos relativamente bien desarrollados, con una tico-pragmático (TSP) [3].
buena fluidez verbal que puede llegar a la verbosidad y que, a su Es cierto que la ubicación diagnóstica de estos niños era y
vez, manifiestan unos modelos comunicativos no adaptados al es complicada: por un lado no son autistas, ya que excepto en
contexto ni al interlocutor, una cierta incoherencia verbal y unos los aspectos lingüísticos y comunicativos, no presentan las res-
desajustes pragmáticos evidentes. Rapin et al [2], dentro de su tantes dificultades que caracterizan a la tríada del autismo, dado
taxonomía de los trastornos del lenguaje infantil, establecieron que sus intereses sociales no se ven clínicamente disminuidos ni
un subtipo denominado ‘síndrome semántico-pragmático’ que, tampoco presentan la estereotipia e insistencia en la uniformi-
según las autoras, manifestaba un perfil que caracteriza bien a dad necesaria para su diagnóstico. Por otro lado, en estos niños
los niños con este problema. Los síntomas propios de este sub- no se habían descrito características propias del TEL, puesto
tipo son los siguientes: lenguaje expresivo muy fluido; oracio- que su fonología y su expresión gramatical se podría situar den-
nes bien construidas, sintáctica y fonológicamente correctas; tro de la normalidad.
lenguaje poco comunicativo; alteraciones en la capacidad para En cierta forma fue Wing [4] quien ayudó a resolver el con-
codificar el significado relevante en situaciones conversaciona- flicto diagnóstico con su consideración espectral del trastorno
les; dificultades importantes de integración en discursos comu- autista. Si lo que caracteriza al autismo tipo-Kanner es un fun-
nicativos; sin problemas de comprensión de oraciones cortas ni cionamiento deficitario en cada uno de los ejes de lo que deno-
de palabras aisladas; trastornos de comprensión del discurso minó la ‘tríada social’ (eje de interacción social recíproca, eje
de comunicación social y eje de comprensión social, referido a
Aceptado: 13.06.05. una dimensión relativa a la cognición social, centrada básica-
Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. mente en los aspectos de creatividad e imaginación), pueden
Universidad de Granada. Granada, España. existir trastornos en los que sólo uno de los tres ejes, o dos de
Correspondencia: Dra. Elvira Mendoza Lara. Facultad de Psicología. Cam- ellos, funcionen de forma deficitaria, así como problemas que
pus de Cartuja, s/n. E-18071 Granada. E-mail: emendoza@ugr.es afecten de forma desigual a cada uno de ellos. Por ejemplo, en
© 2005, REVISTA DE NEUROLOGÍA el eje de la comunicación social, un niño con una afectación

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muy importante puede que no haga ningún intento para iniciar y significativa a la edad de 5 o 6 años. Las deficiencias lingüís-
una conversación o para participar en una ya iniciada; si el niño ticas en los autistas se asocian con sus modelos de funciona-
presenta una afectación más moderada es probable que utilice el miento cognitivo, puesto que presentan los peores resultados en
lenguaje para alcanzar un fin concreto, tal como conseguir un tests que evalúan los conceptos verbales, la abstracción, la sim-
objeto; por último, en las formas más leves de afectación en este bolización y el uso del lenguaje para determinar el significado
eje se pueden observar algunas dificultades más sutiles para de una situación [10-12].
reconocer las necesidades de los interlocutores en una conversa- En general, los hallazgos de distintas investigaciones sugie-
ción. Wing consideró que se puede ubicar a un niño en el conti- ren que los trastornos cognitivos y lingüísticos están altamente
nuo (espectro) autista si presenta esta tríada de deficiencias so- relacionados en el autismo, aunque la naturaleza de esta asocia-
ciales, con independencia de la existencia o no de otros sínto- ción y el papel que representan las dificultades lingüísticas no
mas. Bishop [5], siguiendo las directrices generales de Wing, pro- están, por el momento, completamente clarificados. El cuadro
puso un sistema de clasificación espectral bidimensional (di- se complica por el hecho de que muchos niños con trastornos
mensión de intereses y relaciones sociales y dimensión de co- del desarrollo del lenguaje, concretamente los que presentan
municación verbal significativa), en el que encuadró al autismo, TEL, pueden manifestar algunos problemas no lingüísticos que,
al trastorno de Asperger y al TSP, no como entidades distintas y en ciertos aspectos, son similares a los descritos en el autismo,
separadas, sino como cuadros solapados. como, por ejemplo, problemas de coordinación motora y difi-
El debate sobre el TSP –o trastorno pragmático del lenguaje cultades en tareas que requieren discriminación espacial, me-
(TPL), según el cambio de denominación propuesto por Bishop moria y teoría de la mente [13].
[6]–, se centra en el tema de si: Hace ya más de 20 años, Bartak et al [14] se cuestionaron si
– Debe considerarse como un cuadro dentro del espectro au- el autismo era simplemente una forma extrema de un trastorno
tista. del lenguaje. Compararon dos grupos de niños, uno de ellos con
– Debe considerarse como un subtipo de TEL, siguiendo las diagnóstico de autismo y el otro con trastorno mixto del lengua-
directrices de la propuesta inicial. je expresivo y receptivo; ambos grupos fueron igualados en el
– Debe considerarse como un cuadro diferente o intermedio cociente intelectual (CI) no verbal y en las puntuaciones de len-
entre el TEL y al autismo que comparte características de guaje expresivo. Los principales hallazgos de su estudio compa-
ambos trastornos. rativo fueron que existían similitudes lingüísticas entre ambos
grupos, como el balbuceo anormal o reducido, las respuestas
Es un tema controvertido al que intentaremos aportar alguna inconsistentes a los sonidos a edades tempranas, las anormali-
clarificación. Cada una de estas posturas asume que los proble- dades en la sintaxis, la entonación, el uso de palabras y la com-
mas de habla y de lenguaje que se manifiestan en el autismo son prensión; no obstante, también encontraros importantes diferen-
de un tipo completamente diferentes a los de los niños con TEL; cias entre ambos grupos. En general, las dificultades lingüísti-
mientras que en el autismo estos problemas serían esencialmen- cas en el grupo de autistas eran más profundas que en el grupo
te de tipo pragmático, en el TEL estarían esencialmente referi- de lenguaje. La más notoria es que puntuaban más bajo en sub-
dos a los aspectos computacionales del lenguaje, especialmente tests con una carga verbal elevada, como los de comprensión,
al ámbito morfosintáctico. Si esta división estuviera tan clara, semejanzas y vocabulario del WISC. Su comprensión del len-
los niños con TSP, en función de su perfil lingüístico y comuni- guaje también estaba más deteriorada y la ecolalia y la inversión
cativo, se encuadrarían dentro de un grupo o de otro según pre- pronominal eran más frecuentes en el grupo de autistas. La úni-
dominaran los problemas pragmáticos sobre los gramaticales o ca área en la que los niños del grupo de lenguaje obtuvieron
a la inversa. Si, por el contrario, presentaran un perfil lingüísti- peores resultados fue en la referida a las destrezas articulatorias.
co mixto, constituiría ese grupo intermedio que supondría el No obstante, aunque las diferencias entre ambos grupos fueron
puente de unión entre ambos. No obstante, la investigación en estadísticamente muy significativas, permanecía algún grado de
los últimos años tiende a complicar algo más el tema, puesto solapamiento entre ellos. Los autores se encontraron con un
que en los intentos de determinación de los fenotipos del TEL y pequeño grupo de sujetos que compartían características de am-
del autismo se está vislumbrando que los perfiles lingüísticos y bos grupos y que, aunque mostraban algunos síntomas de autis-
comunicativos en el TEL y en el autismo no son tan diferentes tas, eran insuficientes como para asignar un claro diagnóstico
como previamente se había pensado; si esto es así, podríamos de autismo.
estar en el camino de aproximación a la comprensión de las difi- Estos primeros estudios sobre las habilidades lingüísticas en
cultades lingüísticas de ambos trastornos. Este es el tema cen- los niños con autismo adolecían de importantes problemas meto-
tral que queremos desarrollar en este trabajo, que se centrará en dológicos [15]: criterios diagnósticos del autismo relativamente
los siguientes puntos: los problemas de lenguaje en el autismo, laxos, heterogeneidad de la muestra seleccionada, inclusión de
los problemas pragmáticos en el TEL, y la reconsideración del niños con retraso mental, etc. Otro problema metodológico aña-
TSP, según los hallazgos en los puntos anteriores. dido consistía en la inclusión de niños de diferentes edades,
cuando en la actualidad disponemos de evidencias que nos indi-
can que las categorías diagnósticas cambian sensiblemente con
PROBLEMAS DE LENGUAJE EN EL AUTISMO la edad, tanto en los individuos con autismo [15], como en los
Desde las primeras descripciones clínicas del autismo [7] se ha que presentan TEL [16]; igualmente, algunos aportes indican
asumido que las dificultades del lenguaje constituyen uno de los que en la infancia es relativamente fácil establecer un diagnósti-
principales componentes del trastorno y pueden ser factores cla- co diferencial entre autismo y trastornos del lenguaje receptivo
ve en el pronóstico. Estudios de Rutter et al [8,9] demostraron (TEL-ER), aunque a medida que avanza la edad las diferencias
que uno de los principales indicadores de una buena recupera- entre ambos grupos diagnósticos tienden a reducirse [17], si bien
ción del autismo en la edad adulta era el desarrollo de habla útil otros estudios apuntan hacia una mayor diferenciación [18].

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Kjelgaard et al [19] llevaron a cabo una investigación que gar en el funcionamiento de los signos. En otras palabras, la
tenía como finalidad estudiar las habilidades lingüísticas de pragmática estudiaría todo lo relacionado con el uso de la len-
niños autistas y comparar el perfil lingüístico de estos niños con gua. De esta forma nacería la semántica generativa, que poste-
el que es característico de los niños con TEL. Como era de riormente sería atacada firmemente por Chomsky, desterrándo-
esperar, los resultados de su investigación evidenciaron una la fuera de los confines de la gramática en un terreno que no
gran heterogeneidad en los perfiles lingüísticos de los autistas. había llegado a desarrollarse: la pragmática. A partir de los años
No obstante, dividieron la muestra total en tres grupos. El pri- setenta, los lingüistas que se habían ocupado del estudio de los
mer grupo, constituido aproximadamente por un cuarto de la usos de la lengua intentaron delimitar el objeto de la pragmática
muestra, puntuaba dentro del rango normal en todos los tests de y cimentar sus bases teóricas. En la actualidad buena parte de
lenguaje administrados y su CI, con algunas excepciones, tam- esos investigadores consideran que la pragmática no es un com-
bién se encontraba dentro de la normalidad. Un segundo grupo ponente de la teoría lingüística como pueda serlo la fonología,
de niños, en el que se encontraba la mitad de la muestra, pun- la morfología, la sintaxis o la semántica; tampoco pertenece a
tuaba entre una y dos desviaciones típicas por debajo de la las disciplinas que relacionan el lenguaje con la realidad extra-
media en la mayoría de los tests de lenguaje administrados y lingüística, como la psicolingüística, la sociolingüística o la
constituyó el grupo ‘con deterioro’. En este grupo había niños neurolingüística. En opinión de Portolés [26], la pragmática
con CI normal y niños con retraso mental. Por último, el tercer constituye una perspectiva de estudio que puede ocuparse de
grupo, denominado borderline, estaba formado por el cuarto cualquiera de estas disciplinas. La sintaxis, la semántica y la
restante de la muestra y puntuó por debajo de la media en los realidad extralingüística pueden considerarse bajo una perspec-
tests de lenguaje, aunque sin llegar a situarse por debajo de una tiva pragmática.
desviación típica. En este último grupo no se encontró ningún Existen dos consideraciones diferentes de la pragmática que
modelo consistente. El perfil lingüístico del grupo con deterioro van a marcar sus límites y sus ámbitos de aplicación. Por un
fue muy llamativo; se caracterizaba por dificultades articulato- lado, nos encontramos con la concepción modular, según la cual
rias y por unas puntuaciones más bajas en medidas sintácticas y la pragmática quedaría confinada al dominio específico del uso
semánticas de orden superior que en las obtenidas en test de social del lenguaje. Bajo esta orientación la pragmática se
vocabulario. Este perfil puede corresponder muy estrechamente podría definir como las reglas que gobiernan el uso del lengua-
con el descrito en niños con TEL [20]. En otra investigación je en un contexto social [27]; haría referencia a los participantes
posterior, Tager-Flusberg [21] ha comprobado que los niños con en una conversación, a las reglas conversacionales de turno de
autismo con bajas puntuaciones en los tests estandarizados de palabra y de mantenimiento de una conversación y a las habili-
lenguaje puntúan muy bajo en los tests de repetición de pseudo- dades sociales y comunicativas. Por otro lado, la pragmática se
palabras y omiten los términos morfológicos que marcan el puede considerar como una perspectiva de estudio de las rela-
pasado simple de los verbos en inglés, mostrando el mismo ciones entre el hablante y el contexto, sea este contexto intrínse-
modelo de error que los niños con TEL. camente lingüístico o pertenezca al ámbito extralingüístico. En
Otros estudios han llegado a conclusiones similares a las de esta segunda orientación, la pragmática se podría definir como
Tager-Flusberg [22,23]. Los trastornos mixtos expresivorrecep- el conjunto de procesos por los que se usa el lenguaje para co-
tivos son más prevalentes en niños con autismo que en niños municar nuestras ideas y sentimientos a los demás [28]. Bajo
con TEL [22], así como los trastornos fonologicosintácticos esta perspectiva pragmática podemos llegar a la comprensión de
[23]. Estos resultados contradicen igualmente la noción de que los fenómenos implícitos en los mensajes verbales, como las
la fonología y la sintaxis están conservadas en el autismo. No diferentes formas de emitir un enunciado con cambios inferen-
obstante, en otras investigaciones se han encontrado perfiles lin- ciales sutiles en su significado (hipérboles, metáforas, humor,
güísticos diferentes entre niños con TEL y niños del espectro sarcasmo…), así como otras interpretaciones que van más allá
autista [24]. Tal vez en el tamaño de la muestra y en las medidas de la mera literalidad.
utilizadas se pueda encontrar el origen de las diferencias. Dos formas de interpretar la pragmática y dos orientaciones
En definitiva, podemos concluir este apartado diciendo que diferentes para analizar las dificultades pragmáticas que pueden
los problemas que afectan a los componentes formales del len- presentar los niños con TEL. Según la primera orientación, los
guaje no son tan específicos del TEL como previamente se niños con TEL no tendrían problemas pragmáticos primarios,
había pensado. Ya hemos visto que una considerable proporción sino que su escaso dominio de los aspectos formales del lengua-
de niños autistas presentan problemas similares, de la misma je repercutirían en el uso social del mismo; esto es, los proble-
forma que están bien documentadas las dificultades de los niños mas pragmáticos serían secundarios en el TEL y consecuencia
con síndrome de Down en las habilidades lingüísticas formales de la falta de recursos fonológicos y gramaticales. La segunda
con respecto a su nivel cognitivo [25]. perspectiva considera que las dificultades pragmáticas constitu-
yen un área de dificultad primaria en el TEL, no simplemente
una consecuencia de la falta de recursos lingüísticos. A conti-
PROBLEMAS PRAGMÁTICOS EN EL TEL nuación nos centraremos en el estudio pragmático en el TEL
En los albores del siglo XX, la pragmática iba camino de conver- bajo cada una de las orientaciones propuestas.
tirse en una de las disciplinas integradas en la semiótica, junto
con la sintaxis y la semántica [26]. La sintaxis atendería a la Dificultades pragmáticas ‘secundarias’ en el TEL
relación formal entre un signo y otro, la semántica a los víncu- En general, aunque con algunos datos discrepantes, bajo esta
los entre los signos y los objetos a que se refieren, mientras que consideración de la pragmática como un aspecto más de la com-
la pragmática se ocuparía de la relación entre los signos y sus petencia lingüística, los resultados de distintas investigaciones
intérpretes. Así considerada, la pragmática abarca todos los fe- han indicado que los niños con TEL no presentan problemas
nómenos psicológicos, biológicos y sociológicos que tienen lu- pragmáticos per se. Las dificultades observadas no son de tipo

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pragmático, sino estrictamente gramaticales, aunque, indirec- Pragmática y discurso


tamente, afecta a las funciones comunicativas [29,30]. De ser Las dos cuestiones más estudiadas sobre la conducta pragmático-
cierto, tendríamos que esperar que las destrezas comunicativas conversacional de niños con TEL han sido, por un lado, sus habi-
mejoraran a medida que se van dominando las formas del len- lidades para iniciar y mantener un tema de conversación y, por
guaje y van disminuyendo los errores gramaticales de comisión otro, los intercambios comunicativos referidos a turnos de habla,
u omisión. No obstante, en un trabajo de revisión de Guilford sus interrupciones, y mecanismos de cohesión conversacional.
[31] sobre trastornos de lenguaje y aprendizaje, se pone da Con respecto a las iniciaciones y mantenimiento de temas de
manifiesto que los niños y adolescentes con dichos trastornos conversación, y a pesar de la dificultad que implica el estudio
presentan bastantes dificultades con los aspectos pragmáticos de los intercambios conversacionales, la evidencia de la que
comunicativos. disponemos sugiere que algunos niños con TEL manifiestan
Miller [32] consideró que los niños con trastornos del len- ciertas dificultades de manipulación de los temas de conversa-
guaje evidenciaban destrezas comunicativas adecuadas, que eran ción [35]. Estas dificultades no obedecen a los problemas lin-
receptivos y responsivos; no obstante, su comunicación era me- güísticos específicos de estos niños, puesto que los siguen ma-
nos eficiente porque no sabían expresar lo que querían de forma nifestando al compararlos con otros niños más pequeños con
que sus interlocutores comprendieran su mensaje. Evidente- nivel lingüístico similar.
mente, al otorgarle a la pragmática este carácter secundario, se Craig et al [36] han estudiado las conductas de intercambios
ha obviado su evaluación adecuada, al asumir que una vez que conversacionales entre niños con TEL y adultos. En general, sus
mejoraran las destrezas lingüísticas de los niños que no se co- resultados sugieren que el nivel de comprensión lingüística es el
municaban de forma adecuada, estos problemas desaparecerían factor más determinante en la calidad y cantidad de intercambios
por sí solos. Si algunos niños manifestaban dificultades comu- comunicativos que protagonizan los niños con TEL: los niños
nicativas persistentes, sencillamente no entrarían en la categoría con mejores destrezas de lenguaje receptivo se comportan a ni-
de TEL y habría que buscarles otra ubicación clínica, tal vez vel comunicativo de una forma más similar a como lo hacen los
dentro del espectro autista [6]. Nos preguntamos si esta exclu- niños con un desarrollo normal del lenguaje, mientras que los ni-
sión de los problemas pragmáticos en el TEL no podría estar ños con peor lenguaje receptivo se diferencian de forma signifi-
marcando el origen de los TSP, puesto que no se les podía diag- cativa de los controles. Específicamente, los niños con TEL-ER
nosticar como TEL a causa de sus problemas pragmáticos, ni difieren de los niños con TEL-E en los siguientes aspectos: inte-
tampoco de autistas porque no alcanzaban el criterio diagnósti- rrumpen menos a su interlocutor adulto, utilizan menos uniones
co mínimo. Las repercusiones clínicas de la consideración se- conectivas (p. ej., ‘¿quieres ir al cine?’ –‘pero no me deja mi ma-
cundaria de la pragmática fueron muy importantes y negativas, má’) y más conexiones léxicas (‘háblame de tus juguetes’– ‘una
puesto que los intentos de intervención no acababan de resolver muñeca’), lo que puede indicar una mayor dependencia de los
los problemas comunicativos. indicadores léxicos ante un uso reducido de pronombres y con-
La primera excepción a este supuesto casi universal de la junciones. Consideraron los autores la necesidad de reinterpretar
normalidad pragmática en el TEL proviene de Craig et al [33], los datos sobre las dificultades pragmaticocomunicativas de los
al comprobar empíricamente que los niños con TEL de 4 o 5 niños con TEL bajo otro prisma diferente, que implica el control
años no interrumpían a su interlocutor adulto, lo que indujo a de la comprensión lingüística para poder interpretar e integrar
los autores a pensar que estos niños no captaban el valor adapta- las diferencias encontradas en estudios previos.
tivo que tienen las interrupciones conversacionales. No conside- Más recientemente, Bishop et al [37] han seguido con el es-
raron que esto fuera consecuencia de las limitadas habilidades tudio de los intercambios conversacionales entre niños con TEL
lingüísticas de estos niños, puesto que los niños lingüísticamen- y adultos y han vuelto a encontrar diferencias con respecto a los
te normales eran capaces de interrumpir a su interlocutor desde niños más pequeños con nivel lingüístico similar. Clasificaron
muy pequeños, cuando sólo emitían palabras aisladas, sino que las respuestas que daban los niños a los adultos en tres tipos:
se debía a que los niños con TEL carecían de la conciencia del – Adecuadas: de acuerdo con lo esperado.
valor conversacional de las interrupciones, lo que sugiere un – Inadecuadas: no de acuerdo con lo esperado, aunque esta
déficit básico sociointeractivo. falta de acuerdo se podría explicar por sus limitaciones de
En la actualidad ya disponemos de un cuerpo de investiga- comprensión o expresión del lenguaje.
ción importante sobre los problemas pragmáticos en el TEL y – Pragmáticamente inapropiadas: inadecuadas, aunque la falta
sobre la naturaleza de los mismos. Al menos algunos niños con de adecuación no se puede explicar por limitaciones lingüís-
este diagnóstico tienen dificultades pragmáticas no atribuibles a ticas.
sus insuficientes recursos lingüísticos. A continuación comenta-
remos algunos de los hallazgos más importantes. Los niños más pequeños tendían a responder de forma inadecua-
da, mientras que los niños con TEL presentaban mayor variabili-
Dificultades pragmáticas ‘primarias’ en el TEL dad, aunque se detectó un predominio de respuestas pragmática-
En este apartado vamos a comentar algunos de los hallazgos de mente inadecuadas. Este estudio es un intento de diferenciar los
investigación sobre los problemas pragmáticos que se han estu- problemas pragmáticos secundarios a una falta de recursos lin-
diado en los niños con TEL bajo la consideración de dificultad güísticos de los que no son consecuencia directa de carencias
pragmática per se, no derivada de sus limitaciones gramaticales. lingüísticas. Concluyen diciendo que en muchos niños con TEL
Nos centraremos en los siguientes ámbitos: el discurso y las este último tipo de respuesta es relativamente común.
habilidades conversacionales, la comunicación no verbal, y la
pragmática y la cognición social. Otras dificultades pragmáticas Comunicación no verbal
que se han estudiado en el TEL ya se han comentado en otro Ya es clásica la consideración de que se puede establecer clara-
lugar [34], al que remitimos al lector. mente un diagnóstico diferencial entre los trastornos del lengua-

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je expresivorreceptivo (TEL-ER) y el autismo en base a la can- En función de los datos de los que disponemos en la actuali-
tidad y riqueza de comunicación no verbal, que, supuestamente, dad, no parece probable que se puedan desarrollar las habilida-
no estaría afectada en el TEL-ER, lo mismo que sucedería en des de TM en ausencia de unos requisitos lingüísticos mínimos:
los niños con grave pérdida auditiva. No obstante, la comunica- desde la pura gramaticalidad del mensaje [43] hasta la compren-
ción no verbal en niños con TEL está mucho menos documenta- sión del significado de determinados verbos sobre actividad
da que la de los niños sordos, aunque las escasas aportaciones mental, tales como pensar, saber o recordar [44], por lo que, a
de que disponemos no sugieren esta supuesta normalidad. El pesar de tratarse de un tema no totalmente clarificado, no pode-
40% de una muestra de niños con trastornos receptivos del len- mos descartar un desarrollo tardío de las habilidades de TM en
guaje no utilizaban gestos [14] y, en general, los niños con TEL- niños con TEL. Es probable que sus dificultades lingüísticas a
ER tienen dificultades tanto para utilizar gestos y expresiones edades tempranas impidan el desarrollo de los modelos comuni-
faciales como para interpretar las de los demás [38]. cativos idóneos que facilitan la emergencia de la TM [45]. Algu-
En el trabajo ya comentado de Bishop et al [37] sobre inter- nas aportaciones [46] nos indican que, por ejemplo, las madres
cambios conversacionales entre niños y adultos, muchos de los de niños hablantes tardíos usan en las conversaciones con sus
niños tenían importantes problemas pragmáticos, mientras que hijos menos términos sobre estados mentales que las madres de
el resto manifestaban los típicos problemas del TEL. De forma niños con desarrollo normal, probablemente ante la percepción
sorprendente encontraron que los niños con TEL, tuvieran o no de que sus hijos no captan plenamente el significado de estos tér-
problemas pragmáticos evidentes, utilizaban menos respuestas minos. En otras poblaciones que, por definición, son no hablan-
no verbales que los niños con desarrollo normal y similar nivel tes o hablantes tardíos, como los niños sordos, se ha comproba-
lingüístico. Por tanto, este escaso uso de indicadores de comu- do igualmente un retraso significativo en el desarrollo de la TM,
nicación no verbal no se puede interpretar como una señal de a pesar de una presentación signada de las tareas [47-49].
inmadurez lingüística ni ser una consecuencia de la misma.

Pragmática y cognición social DEL TEL AL AUTISMO, O


La expresión ‘teoría de la mente’ (TM) fue propuesta por Pre- ¿DE LA GRAMÁTICA A LA PRAGMÁTICA?
mack [39] para hacer referencia a la habilidad de explicar, pre- Siguiendo el hilo de la exposición previa, en un momento de
decir e interpretar la conducta en términos de estados mentales, nuestra historia más reciente nos llegamos a encontrar con una
tales como creer, pensar o imaginar. El constructo de TM nos ha disyuntiva de difícil solución: si los niños con TEL sólo mani-
permitido establecer una estrecha conexión entre la investiga- fiestan dificultades con los aspectos formales del lenguaje y si
ción básica en psicología del desarrollo y las aplicaciones clíni- los problemas pragmáticos son exclusivos del autismo, ¿cómo
cas, plasmadas principalmente de la reinterpretación de los tras- catalogar a unos niños que presentan en mayor o menor grado
tornos del espectro autista; igualmente nos ha ayudado a incre- ambos tipos de manifestaciones? No se les podía diagnosticar de
mentar nuestra comprensión de la cognición social [40]. TEL, debido a sus problemas pragmático-comunicativos, ni tam-
De especial interés son los trabajos que han investigado el poco entraban en la categoría de autismo, puesto que no mani-
desempeño en tareas de TM de niños con TEL, si bien su núme- festaban dificultades significativas en los otros dos componentes
ro es bastante escaso y contradictorio. La misma identificación de la tríada del autismo (relación social y conductas estereotipa-
del TEL, debido a la heterogeneidad de la población que pre- das y restringidas). Estos niños entraban en la categoría de TSP y
senta este trastorno, hace muy difícil su investigación, empe- en torno a ellos se generó el debate ya comentado [50].
zando por la misma definición de los controles experimentales A esta situación pudo contribuir la primera caracterización
para niños con TEL [13]. del síndrome semántico-pragmático [2], que consideraba que el
Shields et al [41] llevaron a cabo una investigación sobre lenguaje en estos niños era completamente normal en sus aspec-
algunos aspectos de la cognición social (entre ellos, ejecución tos gramaticales y semánticos, circunscribiendo sus problemas
de tareas de creencias falsas) en niños con autismo de alto ren- al ámbito estrictamente comunicativo. Unos años más tarde,
dimiento, niños con TEL y niños con TSP, comparándolos con Bishop et al [3] ya señalaron que el lenguaje de los niños con
niños con desarrollo normal. Sus resultados indicaron que los TSP no era tan ‘normal’, puesto que presentaban un retraso en
niños del grupo TSP fracasaban en las tareas de creencias fal- sus desarrollo hasta los 6 años aproximadamente y también
sas, de forma similar a los niños autistas de alto rendimiento. detectaron un retraso del lenguaje receptivo con respecto al
Sin embargo, el nivel alcanzado por los niños con TEL se en- expresivo. En un trabajo posterior, Rapin [51] reformuló la sin-
contraba próximo al de los niños con desarrollo lingüístico nor- tomatología del TSP, añadiendo al cuadro inicial dificultades
mal. Los autores atribuyeron las mínimas diferencias que se semánticas, referidas a problemas de evocación de palabras y
registraron entre el grupo TEL y el control a las demandas de déficit de comprensión del habla conexa, por lo que ya el pro-
comprensión lingüística de las tareas de TM. Por tanto, las blema no era exclusivamente pragmático.
pequeñas diferencias existentes entre niños normales y niños En la actualidad, como hemos expuesto previamente, el de-
con TEL obedecen, no a un déficit de TM, sino a las posibles bate en torno a la categoría diagnóstica de TSP se debe plantear
diferencias en comprensión del lenguaje. en otros términos, puesto que los problemas estructurales del
Otro problema que suele presentarse en los estudios sobre la lenguaje no parece ser exclusivos del TEL ni los problemas
habilidad de TM en TEL es que no siempre los niños que se in- pragmáticos se circunscriben únicamente al espectro del autis-
cluyen en la muestra experimental alcanzan los criterios esta- mo. Por tanto, si los niños con TEL pueden presentar problemas
blecidos de definición del trastorno, como sucede en la investi- pragmáticos, además de los propiamente gramaticales, ¿por qué
gación ya mencionada de Shields et al [41]. Igualmente, para hay que considerar que los niños cuyas principales dificultades
que estos niños tengan un nivel lingüístico similar al de los ni- se circunscriben al área pragmática deben necesariamente ase-
ños del grupo control, se seleccionan niños de mayor edad [42]. mejarse a los niños con autismo?

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E. MENDOZA, ET AL

Según el DSM-IV [52], el trastorno autista es el prototipo de pos de sujetos dentro del grupo inicial con diagnóstico de TSP:
trastorno ‘generalizado’ del desarrollo, lo que quiere decir que los casos considerados ‘puros’, cuyo perfil psicolingüístico se
afecta a varias áreas de funcionamiento, que son las que consti- asemejaba al típico TEL, y un segundo grupo con síntomas adi-
tuyen la tríada del autismo: trastornos de lenguaje, de las rela- cionales característicos del espectro autista. Tal vez no sea el
ciones sociales y del repertorio conductual e imaginativo. El propio problema pragmático en sí mismo lo que conduce a la
TEL, por el contrario, es un ejemplo paradigmático de un tras- confusión diagnóstica, sino la escasa sensibilidad de algunos de
torno ‘específico’ del desarrollo, esto es, que afecta a un único los instrumentos de evaluación de determinados aspectos del
dominio, en este caso al lingüístico [6]. Si el perfil lingüístico desarrollo del lenguaje.
del autismo y del TEL es el mismo o diferente ocupa gran parte Retomando la reflexión relativa a las aportaciones más
del interés investigador actual, aunque parece claro que el tras- recientes sobre los problemas pragmáticos del lenguaje, pode-
torno lingüístico central en el autismo es de tipo pragmático, mos especular que un importante proceso psicolingüístico, co-
siendo más variables los trastornos que afectan al plano formal mo es la comprensión del lenguaje, puede ayudarnos a clarificar
del lenguaje, todo lo contrario a los que sucede en el TEL. Pre- parte del debate en torno al TSP. Hace ya una década, Craig et al
cisamente, la categoría de TSP estaría reservada para casos de [36] propusieron que los errores gramaticales que presentaban
TEL en los que sus principales dificultades lingüísticas serían los niños con TEL no constituían una constante, sino que varia-
de tipo pragmático, lo mismo que sucede en el autismo, aunque ban en función de las demandas del discurso. Tras analizar los
existen también casos de niños con el típico cuadro de TEL que modelos discursivos de niños con TEL, determinaron que no
también presentan dificultades pragmáticas. todos se comportaban de la misma forma ni cometían el mismo
Bishop [6] ejemplifica de una forma didácticamente magis- tipo de errores gramaticales en función de sus demandas, sino
tral el cambio de orientación de la investigación sobre el tema que se llegaron a diferenciar dos claros subgrupos en la conduc-
del TSP. Si en los años ochenta se consideraba que el trastorno ta discursiva: niños con deficiencias expresivas (TEL-E) y niños
fonológico-sintáctico (que parece corresponder a lo que en la con deficiencias expresivas y receptivas (TEL-ER). Mientras
actualidad corresponde al grupo más típico de TEL) era opues- que los niños TEL-E tendían a omitir en su discurso morfemas
to al TSP, puesto que en el primero las dificultades se circuns- de enlace (conjunciones y preposiciones, principalmente) y fle-
cribían al plano estructural del lenguaje, mientras que en el TSP xiones en los momentos discursivos más demandantes, los
se producían en el plano referido al uso del lenguaje, en la niños con TEL-ER omitían todo tipo de morfemas y flexiones
actualidad está cambiando la consideración de que estructura y en diferentes categorías discursivas, independientemente de que
uso son dos polos que se excluyen mutuamente: puede haber fueran más o menos demandantes. La consideración de las dife-
casos de trastornos que afectan especialmente a la estructura del rencias entre los dos grupos de niños con TEL nos parece que
lenguaje, otros que se manifiesten principalmente en el uso del tiene un gran interés a la hora de abordar los problemas relati-
lenguaje, mientras que también puede haber casos de TEL con vos a la pragmática discursiva. Deberíamos, tal vez, retomar la
funcionamiento deficitario, en mayor o menor grado, tanto en la caracterización del DSM-IV [52] sobre el trastornos mixto del
estructura como en el uso. lenguaje receptivo-expresivo: ‘el niño puede seguir instruccio-
Por tanto, en función de los resultados de distintas investi- nes de manera incorrecta o no seguirlas en absoluto, y dar res-
gaciones y de las sugerencias extraídas de los mismos, el tras- puestas tangenciales o inadecuadas a las preguntas que se le for-
torno semántico-pragmático o trastorno pragmático del lengua- mulan. El niño puede ser excepcionalmente silencioso, o por el
je sería un tipo de TEL en el que las principales dificultades lin- contrario, muy locuaz. Las habilidades para la conversación (p.
güísticas estarían referidas a las dimensiones de contenido y uso ej., respetar turnos, mantener un tema) suelen ser muy deficien-
comunicativo del lenguaje. tes o inadecuadas’. Ante esta descripción, una vez realizada una
minuciosa evaluación de la comprensión del lenguaje y una
Implicaciones para la evaluación de lenguaje exclusión de los niños con probable sintomatología propia del
El debate en torno al TSP nos conduce a una reflexión sobre las espectro autista, no consideramos que sea necesario apelar a una
técnicas más usuales para la evaluación del lenguaje en los dis- nueva categoría diagnóstica independiente al TEL. La probable
tintos tipos de TEL. ¿Son las adecuadas?, ¿son lo suficientemen- diferencia entre el trastorno mixto del lenguaje expresivo-recep-
te precisas como para diferenciar entre trastornos gramaticales y tivo (TEL-ER) según el DSM-IV y el TSP es que en los prime-
pragmáticos? En una serie de trabajos conducidos por Botting et ros deben existir más dificultades de comprensión del significa-
al [53,54] se ha intentado delimitar el perfil psicolingüístico de do estrictamente estructural y literal, mientras que en el TSP
un grupo de niños diagnosticados inicialmente de TSP en base a estos problemas de comprensión se deben centrar especialmente
la puntuación de corte que establece el Children’s Communica- en el ámbito discursivo. No obstante, la información de la que
tion Checklist (CCC) [55], mediante la aplicación de una amplia disponemos no nos permite afirmar la ‘normalidad’ de la com-
batería de tests. Llegaron a las siguientes conclusiones: prensión literal y gramatical en el TSP, por las importantes in-
– Aproximadamente la mitad de los niños de la muestra pre- fluencias contextuales que intervienen en dicha comprensión.
sentaban problemas estructurales del lenguaje, tanto a nivel Consideramos que la investigación actual sobre los trastor-
expresivo como comprensivo. nos del lenguaje en la infancia debería avanzar hacia el diseño
– El resto de los niños diagnosticados como TSP manifesta- de instrumentos para la evaluación de la comprensión del len-
ban indicadores diagnósticos propios del síndrome de As- guaje en todas sus dimensiones (léxica, gramatical y pragmáti-
perger o del autismo de alto rendimiento. ca), con suficientes garantías psicométricas, para poder llegar a
diferenciar entre el TEL-ER y el TSP o para unificar su diag-
Aluden a la heterogeneidad de la población, compuesta por nóstico. Igualmente, abogamos por una estricta aplicación de
sujetos que sólo tienen en común la presencia de problemas los criterios diagnósticos del autismo para evitar esa especie de
pragmaticocomunicativos. Diferenciaron claramente dos gru- vacío en el que se ha querido ubicar al TSP. Especificidad fren-

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DISFASIAS PRIMARIAS

te a generalización; aquí debe situarse, por el momento, la clave ciones teóricas y abrir nuevos ámbitos de investigación; en de-
diagnóstica precisa. finitiva, es probable que los fenotipos del autismo, del TEL y
de otras patologías que afectan al lenguaje nos conduzcan a la
búsqueda de un posible genotipo común y compartido entre
EL FUTURO ellas. Es probable que en un futuro los avances científicos nos
La evidencia de la que disponemos en la actualidad nos sugie- conduzcan a una mejor comprensión del lenguaje, de las perso-
re que se pueden delimitar áreas de fuerzas y debilidades de las nas que presentan distintos tipos de trastornos que afectan al
distintas dimensiones del lenguaje en diferentes condiciones lenguaje, así como a la búsqueda de nexos de unión entre los
clínicas [56]. Se ha documentado igualmente el alto riesgo de trastornos que afectan a los aspectos más puramente computa-
autismo entre hermanos de individuos con TEL [57]. Sabemos cionales del lenguaje y aquellos en los que están más implica-
igualmente que personas diagnosticadas en su infancia de au- dos los problemas más vinculados con el contenido y el uso del
tismo pueden llegar, con el avance de la edad, a confundirse lenguaje. Poco a poco los avances de investigación nos están
sus manifestaciones con las características del TEL-ER [17]. ayudando a buscar conexiones comunes entre distintos trastor-
Parece existir un solapamiento entre los perfiles lingüísticos nos y esperamos que en un futuro nos clarifiquen este continuo
del TEL y del autismo, que puede tener importantes implica- entre el TEL y el autismo.

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