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Experiencias

Eróticas

Al acecho del cuerpo de goce y desde él.

MARCELA Lagos Rodríguez


2017
Apelando a Merleau-Ponty, que no considera el cuerpo únicamente como una

noción histórica, sino también como un repertorio de posibilidades que estar

continuamente haciendo realidad, es decir, como <<an active process of


13
embodying certain cultural and historical possibilities>> , Butler explica el

proceso de generación performativa de la identidad como un proceso de

corporización (embodiment). Lo define, por lo tanto, como <<a manner of doing,


14 1
dramatizing and reproducing a historical situation>> […].

A partir del entrenamiento actoral, surge una interrogante relacionada con la


investigación artística académica, tanto práctica como teórica, centrada en el
cuerpo y en el campo de la corporalidad, desde el ejercicio del performer
específicamente. Ésta necesidad surge con el afán de permanecer desde el lado
de la práctica, dónde las experiencias vivenciadas en ella como investigación,
sean susceptibles de ser reflexionadas y plasmadas en palabras, sin caer en la
limitación del fundamento por sobre la experiencia, es decir, de una teoría por
sobre una práctica.
El énfasis de esta necesidad está en las posibilidades de comunicar la
multiplicidad y heterogeneidad de las emergencias que surgen de las experiencias
de lo real y orgánico y donde la enunciación escrita o verbal se despliegue de
aquello que acontece en el organismo, en cuanto a las sensaciones y
percepciones de un estado pre-consciente.
En este sentido se pueden distinguir dos facetas, por un lado la experiencia
en sí misma, en un estado pre-consciente y por otro, la comunicación-expresión
de aquella experiencia, en un estado consciente.
La distinción anterior declara la situación en la que se encuentra un
performer en relación al trabajo que realiza con su cuerpo, siendo problemática en
tanto investigador que hace teoría de su práctica, situando una propia praxis.
Este planteo permite establecer nuevamente otras distinciones, como, la
perspectiva que toma el investigador en el estado consciente de la corporalidad,

1
Fischer-Lichte, Erika, Estética de lo performativo, Ed. Abada, España, 2011, p. 55-56.
es decir, al enfoque y a la actitud frente al modo en que investiga, a los medios por
los cuales reflexiona y comunica la experiencia.
Las ideas que se expondrán a lo largo de éste prólogo están relacionadas a
un determinado enfoque del investigador que indaga acerca de la experiencia
misma, reflexionando sobre ella. Éste enfoque científico propone un modo
reflexivo, por lo que da lugar a una metodología de la investigación basada en la
reflexión de los hechos o fenómenos. El científico reflexivo deviene de la
fenomenología, planteando una perspectiva acerca de cómo investigar los
fenómenos, lo que acontece.
Tal enfoque que será profundizado más adelante, permitirá analizar los
aspectos que tienen relación con la experiencia del organismo, consigo mismo,
con los otros y con el mundo circundante, vislumbrando una nueva actitud y
perspectiva de quién investiga, por lo que se transforma en una herramienta de
gran utilidad para esbozar una idea de investigador/performer.
Uno de los factores claves de la indagación corporal es el fenómeno de la
experiencia, por lo que éste aspecto se constituye como eje fundamental de la
investigación en las disciplinas escénicas, situando la problemática de la
experiencia en el campo de la actuación o la performance.
Emergen así, algunas cuestiones que tienen relación con la actitud del
investigador frente a eso que investiga, desde dónde se sitúa para observar y
analizar la propia experiencia y de cómo comunica la emergencia real de las
percepciones y sensaciones del propio cuerpo y del entorno.
Para situar la perspectiva de éstas reflexiones se ha tomado como referente
a las Ciencias Cognitivas y al enfoque Enactivo, que incluye no sólo la
participación del cerebro y las neuronas en los procesos cognitivos sino que a todo
el organismo, en el que el nuevo paradigma gira hacia la primacía de la
corporalidad en aquellos procesos. Éste enfoque está expuesto en el libro De
cuerpo presente2, escrito Francisco Varela, Evan Thompson y Eleanor Rosch,
donde describen que la cognición se haría posible gracias a la participación de
todos los sistemas del organismo.

2
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor, De cuerpo presente, Ed. Gedisa, Barcelona, 1997.
Éste conjunto de disciplinas, las llamadas ciencias de la mente, desarrolla
indagaciones en relación a los fenómenos funcionales y emergentes en las
actividades neurofisiológicas del encéfalo y del sistema nervioso, en lo que se
denomina mente y comportamiento del organismo humano.
La filosofía ha guiado las preocupaciones de éstas ciencias, enmarcándose
dentro de una vertiente epistemológica que abarca a las teorías del conocimiento.
La epistemología se cuestiona por los medios por los cuales los seres humanos
conocen y para ello se proponen dos grandes vías: el empirismo, un conocimiento
basado en la experiencia, y el racionalismo, un conocimiento basado en la razón.
El empirismo, como teoría filosófica, enfatiza el rol de la experiencia en la
formación de conocimiento a través de lo sensorio y perceptivo. Específica que
para la creación de conceptos siempre se parte del mundo sensible, fenoménico,
siendo ahí donde realmente reside su funcionamiento y relación con él.
La fenomenología nace del empirismo, con la intención de penetrar en la
esencia de lo fenomenológico para encontrar los fundamentos de la realidad que
lo sostiene.
Edmund Husserl, fundó la fenomenología trascendental, en la que propone
la intencionalidad de la consciencia, basada en la idea de que la consciencia es
siempre consciencia de algo, de un estar en el mundo.
Ésta concepción de la consciencia deviene en una idea acerca de la
intuición trascendental en la que los límites del racionalismo y el empirismo se
difuminan, uniendo ambas vías. La epistemología las había propuesto como los
dos modos cognitivos por los cuales los seres humanos conocen.

La experiencia de los fenómenos no es, pues, como la intuición bergsoniana, la

vivencia de una realidad ignorada, hacia la cual no conduce ningún paso

metódico —es la explicación o la revelación de la vida pre científica de la

consciencia lo único que da su sentido completo a las operaciones de la ciencia y

a la que éstas remiten constantemente. No es una conversión irracional, es un


3
análisis intencional.

3
Merleau-Ponty, Maurice, Fenomenología de la percepción, Ed. Planeta-Agostini, Barcelona, 1993, p. 79.
Merleau-Ponty siguió la línea fenomenológica empírica de Husserl, en el
que se propone un procedimiento de examen de las intenciones de la consciencia
de manera interna, reflexionando sobre ella y discerniendo sus estructuras
esenciales, lo que se define como una introspección filosófica, dando origen al
científico reflexivo.
En el libro De cuerpo presente los autores exponen que Husserl, se quedó
sólo en la mente en cuanto al análisis de la experiencia, ya que todo el
procedimiento se basaba en una pura abstracción.
Más tarde Merleau-Ponty vendría a superar este aspecto, con la idea de
experiencia corpórea, aunque evidentemente, no desarrolló una práctica corporal
en la que se asentara su propuesta de análisis y basada en la experiencia.

[..] Merleau-Ponty abordó el mundo vivido de la experiencia humana desde el

punto de vista filosófico elaborado en la tradición de la fenomenología. Hay

muchos herederos directos de la fenomenología en la escena contemporánea. En

Francia, la tradición de Heidegger y Merleau-Ponty se continúa en autores como


2
Michel Foucault, Jacques Derrida y Pierre Bourdieu. […].

Creemos que es hora de proponer un método y un enfoque radicalmente nuevos

para la implementación de la visión de Merleau-Ponty. En este libro ofrecemos

pues un nuevo linaje, que desciende de la intuición fundamental de la doble


4
corporalidad tal como la articuló inicialmente Merleau-Ponty.

Las Ciencias Cognitivas, tienen como problemática general la mente y la


producción del conocimiento; están conformadas por distintas disciplinas que
incluyen a las neurociencias, la psicología cognitiva, la lingüística, la inteligencia
artificial, la antropología cognitiva, la sociología cognitiva y la filosofía, dando
origen a un amplio enfoque acerca de los estudios de la mente.
En los años 90´s surgió el enfoque Enactivo que fue propuesto por el
biólogo Francisco Varela, quien realizó investigaciones en el campo de las

4
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor, De cuerpo presente, Ed. Gedisa, Barcelona, 1997, p.
18-19.
neurociencias, planteando que la cognición se produce por el acto de moverse,
por lo que el movimiento está implicado de un modo activo.
Para el modelo Enactivo la cognición es un bucle, una circularidad entre
mente y cuerpo, por lo que éste enfoque se convierte en un modelo explicativo de
los procesos cognitivos que emergen de una causalidad no lineal y circular de
interacciones sensorio-motoras continuas.
A estas interacciones se les llama patrones recurrentes organizados, que
tienen como vehículo al sistema nervioso-cuerpo-mente de agentes autónomos y
situados en un contexto histórico particular, un mundo, del que dependen los
estados cognitivos y su funcionamiento. Plantean, además, la cognición como un
fenómeno temporal entendido a partir de sistemas dinámicos y, que la vida mental
sería endógena, es decir, integrada por procesos de compensaciones
organizativas por la interacción con el entorno.

En el capítulo anterior, argumentamos que la percepción consiste en la acción

guiada por la percepción, y que las estructuras cognitivas emergen de los

modelos sensorio-motores recurrentes que permiten que la acción sea guiada por

la percepción. Sintetizamos este enfoque diciendo que la cognición no es

representación sino acción corporizada, y que el mundo que conocemos no es

pre-dado, sino que se enactúa a través de nuestra historia de acoplamiento


5
estructural.

Lo interesante de este modelo cognitivo es que está centrado en una matriz


biológica, que considera al organismo en relación a sus procesos internos,
nerviosos y físicos, primero que a sus procesos mentales y constitutivos de
pensamiento-fundamento.
Si bien plantea que la cognición es una circularidad en la que mente y
cuerpo están relacionándose simultáneamente, el énfasis está puesto en la
importancia de la corporalidad en el proceso de cognición, por lo tanto, el

5
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor, De cuerpo presente, op. cit., p. 233.
paradigma se centra en los aspectos corporales de la experiencia en conjunto con
la mente, en una codeterminación constante.
Por éstos y otros motivos que se irán desarrollando más adelante, el
modelo Enactivo es un paradigma que otorga una ventaja para los investigadores
que provienen del trabajo físico-corporal. En las artes vivas y escénicas, el valor
está precisamente en el énfasis de lo experiencial y en la reflexión de esa
experiencia.
Para la investigación escénica, experiencia y reflexión son pilares
fundamentales en la formación de la consciencia, la que se nutre,
indudablemente, de las experiencias pre-conscientes a través de las cuales el ser
humano adquiere las impresiones del entorno y de sí mimso.
Este estado pre-consciente es la principal fuente de estímulos y pulsiones,
de las cuales reflexionará el performer en su práctica. La práctica en sí misma
representa la conexión con la dimensión pre-consciente con la cual se habilita a sí
mismo un sitio para profundizar en los comportamientos, hábitos y finalmente
crear a partir de eso que descubre.
El modelo Enactivo, trae consigo la idea de una autonomía de lo vivo, ya
que la cognición se plantea como un excedente de significación promoviendo la
intencionalidad del organismo, que actúa e interacciona con el entorno para
adaptarse y movilizarse en su totalidad.
La adaptación (aprendizaje-des-aprendizaje), en general, va asociada a la
capacidad de cambio y trasformación según lo exija el contexto, adecuándose a la
emergencia de lo real, de lo fenoménico que surge entre la interacción del
organismo y su entorno.
La experiencia mediatiza la actualización del organismo, reorganizando los
patrones o ideas que resulten inadecuadas en la evaluación de las condiciones del
propio organismo y de su entorno.
La experiencia de la práctica del performer y su posterior reflexión se
convierten en una necesidad dentro de los procesos de aprendizaje, ya que a
través de ella se crea consciencia acerca de lo que ocurre a nivel de las
sensaciones.
El lenguaje y su estructura juegan un rol importante en la reflexión y la
designación de la realidad corpórea pre-consciente, ya que éstos se convierten en
el puente que permite el paso de una dimensión a otra. El uso de las palabras se
convierte en una herramienta para profundizar en los fenómenos, en un intento de
constituir versiones progresivas y constantes acerca del mundo.
La utilización del lenguaje como herramienta funcional, flexible y
metamorfoseante permite que las realidades mutables de los fenómenos sean
susceptibles de ser comunicadas en un acto intencional de trasparencia. En este
sentido el lenguaje, las formas de escribir, las normas, las teorías no han sido
construidas para que sean utilizadas como regímenes sino como portavoces y
medios.
Funcionalmente, el lenguaje mediatiza y vehicula la experiencia
posibilitando la construcción de sentidos en la reflexión. Entreteje a través de las
palabras aquello que se desea comunicar y expresar. Hacer uso de la palabra
otorga profundidad, permite referir a determinadas realidades corpóreas, es por
ello que el lenguaje debe ser tomado como una función flexible y transformadora.
Para enriquecer la consciencia es preciso desarrollar el uso del lenguaje
porque a través de su manejo se instaura lo simbólico y lo abstracto. El lenguaje
busca precisión y determinación, porque intenta dar nombre a aquello que
permanece oscuro y sin forma, justamente lo que se vivencia en los estados pre-
conscientes.
En este sentido, el investigador/performer se prepara para descubrir cómo
acechar, hacer emerger, un estado en el que toma distancia de su Yo, de sus
sujeciones y de sus preceptos, de su consciencia, realidades mentales que es
capaz de analizar, observar a través de las reflexión. De modo que todos esos
procesos, siempre circulares, progresivos, constantes le van acercando a la
comprensión de la naturaleza de su arte, cuyo centro es el cuerpo.
El lenguaje es, pues, definido aquí como comunicativo más bien que como

informativo, y esa intersubjetividad, esa subjetivación propiamente lingüística es


6
la que explica el resto, es decir, todo lo que se hace ser al decir-"lo".

En el libro, De cuerpo presente, los autores comienzan por la idea de la


circularidad fundamental en el proceso de reflexión de un científico;
preguntándose por lo que significa la experiencia humana dentro de la ciencia y la
tradición fenomenológica.
Ésta, se analiza a la luz de sus aportes y sus límites, dando lugar al
análisis de otro sistema filosófico que también tiene como problemática esencial el
concepto de la experiencia, pero que su tratamiento no es meramente teórico, sino
que su base metodológica está fuertemente arraigada en una tradición práctica de
su estudio y análisis.
En este punto, es donde la investigación práctica-corporal del performer se
relaciona con ésta metodología de análisis de la experiencia que proponen estos
autores, que si bien parten de los postulados fenomenológicos del pensamiento
occidental, consideran que existe otra tradición que utiliza métodos avanzados de
reflexión y análisis, centrados en el organismo e incluyendo la observación del
devenir de la mente, cuyo fin es descubrir su naturaleza.
Para los budistas el Ser es Vacuo, éste aspecto es fundamental, por lo
tanto, la toma de distancia de los pensamientos es esencial para alcanzar un
estado corpóreo de plena consciencia, el llamado Estado Primordial, como
sugieren los budistas en sus exploraciones pragmáticas y filosóficas.
Estos autores despliegan la investigación basados en las nociones de no-yo
y de no fundamento, fortaleciendo la perspectiva de un sujeto cognitivo
fragmentado, dividido y no unificado. Ésta idea se gestó dentro de las ciencias
cognitivas y coincide con la visión de la Vacuidad del ser que postula el budismo.
Para los budistas el yo real, que se diferencia del Yo como ego, se
constituye de una ―estructura emergente de factores mentales dentro de un
momento de la experiencia y la emergencia de la configuración causal kármica
6
Deleuze, Gilles, Guattari, Félix, Mil mesetas: capitalismo y esquizofrenia, Ed. Pre-textos, España, 2002, p.
84.
(entendido el karma como patrones habituales de conductas, motivaciones,
pensamientos) en el decurso del tiempo‖7:

En las enseñanzas dzogchén se considera que el individuo funciona en tres

niveles interdependientes, que son el del cuerpo, el de la voz o energía y el de la

mente. Ni siquiera quienes afirman no creer en nada pueden decir que no creen

en su propio cuerpo, pues éste es algo básico para su existencia, y los límites y
8
problemas del mismo son claramente tangibles.

A partir de la revisión de los métodos y prácticas meditativas budistas, estos


autores resaltan una modalidad de análisis de la experiencia de lo real, que
consiste en un estado de presencia plena/consciencia abierta, en la que la
reflexión juega un rol importante. La relación cuerpo y mente en la experiencia
real, cómo se desarrolla esta relación y qué formas puede cobrar es la
problemática reflexiva y analítica de la presencia plena/consciencia abierta como
práctica.
En este sentido, para estos autores la problemática del estatuto del Yo o la
noción de sujeto cognitivo es fundamental, asumiendo que ―la experiencia se
puede examinar de manera disciplinada y que la aptitud para dicho examen se
puede refinar considerablemente con el transcurso del tiempo‖9 y que ―la tradición
de la práctica meditativa avanza gracias a su vínculo sistemático y disciplinado
con la experiencia humana‖.10
Entonces, estos autores proponen la Enacción como una reacción a la
concepción de las ciencias cognitivas que postulan la cognición como una
representación de un mundo que es independiente de la actitud perceptiva y
cognitiva, de un sistema cognitivo, que también existe independientemente del
mundo. Por el contrario, ésta nueva perspectiva propone a la cognición como
acción corporizada, recobrando la idea de corporalidad extraída de la
fenomenología.
7
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor, De cuerpo presente: op. cit., p. 22.
8
Norbu, Namkhai, El cristal y las vías de la luz, Ed. Kairós, Barcelona, 1995, p. 22.
9
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor, De cuerpo presente: op. cit., p. 20.
10
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor: op. cit., p. 21.
Por otro lado, establecen que la Enacción surge además, a partir de la
teoría evolutiva en la que la evolución no consiste en la adaptación óptima sino en
los que ellos denominan, decurso natural, ―la evolución como deriva natural es el
equivalente biológico de la cognición como acción corporizada. La evolución como
deriva natural brinda pues un contexto teórico más amplio para el estudio de la
cognición como fenómeno biológico‖.11
Y por último, examinan las implicaciones filosóficas y experienciales del
enfoque Enactivo, según la cual la cognición no tiene fundamentos ni cimientos
últimos más allá de la historia de la corporización, basados en la crítica
contemporánea occidental del objetivismo y el fundamentalismo.
Además, aclaran las ideas provenientes de la escuela no fundamentalista
del Budismo Mahayana en la que se funda todo pensamiento budista, explora la
experiencia y la mente, incluyendo la atención meditativa a la experiencia de la
vida cotidiana como la atención científica al estudio de la mente, basada en la
primacía de la percepción:

Volver a las cosas mismas es volver a este mundo antes del conocimiento del

que el conocimiento habla siempre, y respecto del cual toda determinación

científica es abstracta, signitiva y dependiente, como la geografía respecto del

paisaje en el que aprendimos por primera vez qué era un bosque, un río o una

pradera.

Este movimiento es absolutamente distinto del retorno idealista a la consciencia, y

la exigencia de una descripción pura excluye tanto el procedimiento del análisis


12
reflexivo como el de la explicación científica.

El enfoque Enactivo rescata la base fenomenológica en el sentido que


describe la cita, desplazándose hacia el cuerpo y a su acontecer como fuentes
primarias de los que emergen los procesos de significación y producción del saber

11
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor : op. cit., p. 219.
12
Merleau-Ponty, Maurice, Fenomenología de la percepción: op. cit., p. 9.
consciente, enfatizando el estado pre-consciente que antecede a los procesos de
abstracción.
De modo que el concepto de la Enacción parece ser una base corporal, a
través de la cual sería posible delinear la actitud del investigador/performer frente
a su práctica corporal como investigación, considerando la naturaleza efímera del
acto escénico.
Incluso se puede evidenciar que toda actividad humana está mediada por el
cuerpo, por lo que éste enfoque no sólo sería útil para el trabajo artístico corporal
sino que trasciende los márgenes a los cuales se hacen referencia aquí, ―no
podemos permanecer en esta alternativa de no comprender nada acerca del
sujeto o de no comprender nada acerca del objeto. Es preciso que encontremos el
origen del objeto en el corazón mismo de nuestra experiencia, que describamos la
aparición del ser y comprendamos cómo, de forma paradójica, hay para nosotros
un en sí”.13

Lo que sugerimos es un cambio en la naturaleza de la reflexión, desde una

actividad abstracta e incorpórea a una reflexión corpórea (alerta) y abierta. Por

"corpórea" aludimos a una reflexión donde se unen el cuerpo y la mente. Esta

formulación pretende aclarar que la reflexión no es sobre la experiencia, sino que

es una forma de experiencia en sí misma, y que esa forma reflexiva de

experiencia se puede realizar con la presencia plena/conciencia abierta. Cuando

se hace de esa manera, puede cortar la cadena de patrones de pensamiento y de

preconceptos habituales y conducir a una reflexión abierta, es decir, abierta a

otras posibilidades aparte de las contenidas en nuestras actuales

representaciones del espacio de la vida. La designamos reflexión alerta y


14
abierta.

La presencia plena/consciencia abierta, sería la función y expresión de la


corporalidad en sí misma, libre de los fundamentos arraigados en la mente, lo que
permitiría avanzar en la problemática del dualismo mente-cuerpo.
13
Merleau-Ponty, Maurice, Fenomenología de la percepción: op. cit., p. 91.
14
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor: op. cit., p. 52.
Aquí es donde surge la idea de la conexión con el cuerpo erótico, en el
sentido del goce, de lo pulsional. Lo que en estas reflexiones se propone es
vislumbrar las relaciones entre el estado de presencia plena/consciencia abierta y
el estado de goce corporal.
Surgiendo así la necesidad de desplazar esta negatividad angustiante
derivado del descubrimiento de un sujeto descentrado, fragmentado y
desunificado en el pensamiento occidental y además revertir esta idea, tomando
como referente las experiencias meditativas del budismo.
Si bien para ellos existe un Yo o un Ego, la verdadera naturaleza de éstos
no es más que ilusoria y susceptible de ser examinada a la luz de las prácticas
meditativas que promueven la experiencia de la presencia plena/consciencia
abierta, como un modo de experiencia en sí misma.

Aquí tenemos los dos extremos, el dilema de la angustia cartesiana: la

encantadora comarca de la verdad, donde todo es diáfano y está cimentado en

tierra firme; pero, más allá de esa pequeña isla, el vasto y borrascoso océano de

la oscuridad y la confusión, la cuna de la ilusión. Esta sensación de angustia nace

del afán de un fundamento absoluto. Cuando este afán no se satisface, la única


15
otra posibilidad parece ser el nihilismo o la anarquía.

Esta conciencia budista, trae consigo, al contrario que la angustia


Lacaniana, un profundo entendimiento acerca de la vacuidad del ser y de cómo
ésta unidad y centralidad que representa la noción de sujeto según el psicoanálisis
y el pensamiento occidental, no es real.
En el caso del psicoanálisis Lacaniano, la angustia surge cuando el
fundamento deja de oírse y el sujeto se enfrenta con lo real, cuya experiencia lo
atraviesa, haciéndole reconocer la fisura de la realidad ilusoria en relación a lo
Real.
En palabras de Lacan ―de lo real, pues, del modo irreductible bajo el cual
dicho real se presenta en la experiencia, de eso es la angustia señal‖ y además,

15
Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleano : op. cit., p. 169.
―este real, su lugar puede inscribirse con ayuda del signo de la barra, en la
operación que aritméticamente se llama división‖.16
Relacionada a estas ideas surge la pregunta acerca de las experiencias
eróticas que lleva por nombre ésta indagación, porque es en el cruce entre la
Enacción como una actualizada manera de comprender la experiencia y de cómo
éste estado resulta ser una posibilidad de encuentro, contacto y conexión con el
cuerpo del goce y lo erótico.

En ninguna otra forma artística el cuerpo humano –su realidad vulnerable,

violenta, erótica o sagrada- es tan crucial como en el teatro. Incluso en el

striptease sobrevive algo de la desnudez ritual del rito pagano que conjura los

poderes de la fecundidad y en el más yermo fingimiento actoral se puede intuir la

máscara, que debió servir alguna vez para ahuyentar a los demonios. Todo se
17
inicia, como es sabido, con una acción corporal […].

Éste último aspecto es lo que se encuentra en los inicios de esta


investigación, ya que la problemática principal son las interrogantes acerca de
¿Qué es el erotismo?, ¿Qué es la experiencia?, y finalmente, ¿Qué es una
experiencia erótica?
Para ello se realizó una indagación acerca de lo erótico y la experiencia que
arrojó un mapa conceptual18, situando los conceptos en un intento de ejercicio
panorámico. Sin embargo, el concepto del goce no fue revisado, ya que se
mantuvo un interés principal en lo erótico, pero gracias al rastreo bibliográfico de
éste, el concepto de goce cobró sentido para ésta investigación.
El goce está relacionado con la ausencia de autoridad simbólica, también
está relacionado con un estado del cuerpo en el que no existe la falta o la
necesidad de algo, y por otro lado, representa la vacuidad o vacío del ser. El
cuerpo de goce y la vacuidad vendrían a aportar a esta investigación dos

16
Lacan, Jacques, Seminario 10: La angustia, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2006, p. 174.
17
Thies Lehmann, Hans, Teatro posdramático, Ed. Paso de gato, México, 2013, p, 345.
18
Anexo.
elementos que resultan fundamentales para el enfoque del investigador/performer
en su calidad de ejecutante reflexivo.

Desde el punto de vista de la terminología, dos términos se refieren a la idea de

vacío; wu y xu (posteriormente, los budistas privilegiarán un tercer término: Kong).

Ambos, por ser solidarios, se confunden a veces. No obstante, cada uno de los

dos términos puede ser definido por el contrario que entraña. Así, wu, que tiene

como corolario you, <<haber>>, se traduce generalmente en Occidente por <<no

haber>> o <<nada>>; mientras que xu, que tiene como corolario shi, <<lleno>>,
19
se traduce por <<vacío>>.

En esta investigación la relación que se desea establece es entre vacuidad


y goce, comprendido el goce como lo lleno y rebosante. En este caso el cuerpo del
goce sería la ausencia de fundamento, el sujeto descentrado, desunificado,
fragmentado, el no-yo, y el estado pre-consciente y la experiencia de la presencia
plena/ consciencia abierta.
El estado del goce sería la presencia plena/consciencia abierta, cuyo
estado sería posible de alcanzar a través de prácticas meditativas o en el caso del
performer, toda práctica corporal y vocal. Ésta práctica estaría relacionada con la
práctica como rito, con la connotación de sagrada en cuanto a la repetición o
ensayo, ya que la búsqueda estaría dada y vehiculizada por la práctica y junto con
ello, la actitud investigativa que la subyace.
La necesidad de establecer contacto con el cuerpo de goce y lo erótico
desde lo real como movilización en sí misma y que pone a disposición el flujo de
las energías, se gesta a partir de las prácticas corporales en las que se hace
evidente la naturaleza cambiante, múltiple, inasible de las experiencias, siempre
diversas, del encuentro con la actuación o la performatividad del artista corporal.
Por otro lado, esta actualización de lo real que atraviesa al organismo,
también se encuentra en las teorías escénicas contemporáneas que resaltan la
primacía del cuerpo en su presentación, o mejor dicho, en su permormatividad, ya

19
Cheng, Francois, Vacío y plenitud, Ed. Siruela, Madrid, 2016, p. 78.
que incluyen estas concepciones acerca de cuerpos que dependen de su
contexto, que responden a individualidades biológicas y fisonómicas, potenciando
la particularidad de lo erótico del cuerpo y de su atracción.
Para ello se hace pertinente revisar algunas ideas contenidas en las teorías
de la Estética de lo performativo y el Teatro posdramático como referencias de las
artes escénicas, específicamente, porque toman como eje éstas ideas
relacionadas con la centralidad del cuerpo y su erotismo desde un enfoque
contemporáneo.
Finalmente, junto a todo lo expuesto anteriormente en relación al modelo
Enactivo de cognición y la propuesta de la presencia plena/consciencia abierta
como la experiencia en sí misma que permite el cambio de paradigma de
investigador reflexivo y las relaciones establecidas con el investigador/performer,
se añade otro modelo que permite describir verbalmente las experiencias pre-
conscientes del cuerpo de goce.
El Rizoma como modelo descriptivo y epistemológico respondería a una
lógica pulsional o libidinal, es decir, una lógica del goce que permite comunicar las
ambivalencias, expresar la segmentariedad, los estratos, las territorialidades, las
fugas y las velocidades de flujos pulsionales del sujeto descentrado, fragmentado
y desunificado de la experiencia de goce y lo erótico.
Por lo tanto, el rizoma como imagen de pensamiento, funcionaría con la
idea de devenir del cuerpo de goce y la constante inefabilidad y lo inasible de la
experiencial corporal del performer, ya que en él no habría puntos centrales,
elaborando así la comunicación desde la simultaneidad de todos los puntos.
Es un modelo productivo y experimental. Como organización rizomática del
conocimiento, representa un método para ejercer resistencia contra los modelos
jerárquicos, teniendo como ejes la multiplicidad, la heterogeneidad y la conexión
entre todas las emergencias. Según Deleuze y Guattari:
En un rizoma, por el contrario, cada rasgo no remite necesariamente a un rasgo

lingüístico: eslabones semióticos de cualquier naturaleza se conectan en él con

formas de codificación muy diversas, eslabones biológicos, políticos, económicos,

etc…, poniendo en juego no sólo regímenes de signos distintos, sino también


20
estatutos de estado de cosas.

20
Deleuze, Gilles, Guattari, Félix, Mil mesetas: capitalismo y esquizofrenia, Ed. Pre-textos, España, 2002, p.
13.
Bibliografía

 Cheng, Francois, Vacío y plenitud, Ed. Siruela, Madrid, 2016.

 Deleuze, Gilles, Guattari, Félix, Mil mesetas: capitalismo y


esquizofrenia, Ed. Pre-textos, España, 2002.

 Fischer-Lichte, Erika, La estética de lo performativo, Ed. Abada,


Madrid, 2011.

 Lacan, Jacques, Seminario 10: La angustia, Ed. Paidós, Buenos Aires,


2006.

 Merleau-Ponty, Maurice, Fenomenología de la percepción, Ed. Planeta-


Agostini, Barcelona, 1993.

 Norbu, Namkhai, El cristal y las vías de la luz, Ed. Kairós, Barcelona,


1995.

 Thies Lehmann, Hans, Teatro posdramático, Ed. Paso de gato, México,


2013.

 Varela, Francisco, Thompson, Evan y Rosch, Eleanor, De cuerpo


presente, Ed. Gedisa, Barcelona, 1997.

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