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SANGHARAKSHITA La perfeccién de la Sabiduria Prajfiaparamita Comentario de los tres didlogos mas importantes en la tradicion de la Perfeccién de la Sabiduria del Budismo Mahayana EDICIONES CBCM - MEXICO CapiTULo 12 LA REALIDAD TE PONE EN TU SITIO No ES TAMPOCO CUESTION DE QUE UNO ESTUDIE AISLADO EL SuTRA DIAMANTE, COMO MINIMO TENDRA QUE SABER QUIENES SON SUS AMIGOS ESPIRITUALES Y DONDE ESTAN.. ...€508 hijos ¢ hijas de buena familia, que tomen estos mismisimos sutras, y los tengan presentes en la mente, los reciten y estudien, serdn humillados. iBien humillados serén! zY por qué? Los actos impuros que han hecho es- tos seres en vidas anteriores, y que pueden llevarles a estados de afliccion, en esta mismisima vida, por medio de esa humillacién, ellos anulardn esos actos impuros de sus vidas anteriores y alcanzardn la Iluminacién de un Buda. Quizas hayamos hecho el Voto del Bodhisatva en un vida previa, si em- bargo, también puede ser que hayamos cometido actos torpes. Pero al de- dicarnos al estudio de estos sutras seremos humillados y en ese proceso nuestros actos impuros seran anulados. Es por esta razon que este sutra algunas veces se recita en el contexto de una ceremonia de purificacion. Chih-i hace referencia a tal ceremonia en Dhyana for Beginners (Dhya- na para principiantes), y dice que si somos conscientes de haber violado algun precepto, podemos confesar frente a una imagen del Buda, ofrecer incienso, encender velas y recitar sutras del Mahayana hasta que llegue el momento en que nos sintamos libres de los malos efectos de esa trasgre- sién particular. No obstante, parece algo asi como un misterio que el sutra tenga el poder de humillarnos. Pero el hecho es que cuando entras en contacto Ver Chih I, “Dhyana for Beginners’, en A Buddhist Bible, Dwight Goddard, Beacon Press, Boston 1970. p. 443. 164 EL SUTRA DEL DIAMANTE con la ensefianza de la Perfeccién de la Sabiduria, entras en contacto con algo verdaderamente poderoso. Si permites que te afecte, surgird una in- compatibilidad tremenda entre tu respuesta y tu forma de ser normal y esa tensién tendra que dispersarse. Las partes de ti que permanecen al margen mientras que tus tendencias a aspirar entran en relacién con la Perfeccién de la Sabiduria tendran que ponerse a la altura necesaria a toda prisa. Algo drastico tendrd que ocurrir; tan s6lo sentirse humillado por los actos torpes cometidos con anterioridad no bastard. La discrepancia po- dria ser peligrosa, incluso hasta esquizofrénica, si no fuera por la inmensa cantidad de punya (mérito) que generas cuando te conectas con la Perfec- cién de la Sabiduria. Gracias a tu mérito, ocurriran realmente cosas para humillarte. Se presentardn circunstancias que te traeran la humillacién y con ese sufrimiento purgards rdpidamente mucho de lo torpe en ti, para que més de tu persona pueda estar a la altura del desafio de la Perfeccién de la Sabiduria. Aqui se abre una singular perspectiva sobre la incidencia del sufrimien- to. Las cosas pueden empezar a irnos mal y la razén de ello puede no ser debido a nuestro comportamiento torpe, sino la consecuencia de expo- nernos a una visién superior. Puede que lleguemos a pensar que todo nos iba bastante bien hasta que emprendimos la vida espiritual. Tendemos a esperar que la decisi6n de seguir la vida espiritual haga que todo nos vaya mejor, pero eso no es lo que ocurre siempre. Quizés la vida espiritual sea una vida feliz, pero no es necesariamente facil ni esta libre de dificultades y sufrimiento. Una comunidad espiritual que funcione correctamente nos ayudard a superar esos obstaculos. No es tampoco cuestién de que uno estudie aislado el Sutra Diamante, como minimo tendra que saber quiénes son sus amigos espirituales y dénde estan. Esta nueva perspectiva exige un cambio completo en la forma en que respondemos a las circunstancias. Si se da el caso de que estamos de- caidos, particularmente en la forma de estar humillados, no deberia- mos simplemente reaccionar y reafirmarnos, y asi poner limites al dafio que eso nos causa. Necesitamos saber qué es lo que ocurre y notar que el proceso de purga esta operando. Este proceso es bien conocido para quienes practican la sadhana de Vajrasattva; el proceso de purificacion se manifiesta en experiencias distintas, a veces en suefios que indican que estamos expulsando, por asi decirlo, lo que hay de éticamente torpe dentro de nosotros. Nos gusta leer libros sobre cémo destruir el ego; la idea de hacerlo es inspiradora y hasta atractiva. Pero cuando el ego se ve sometido a los gol- pes y ataques de las circunstancias, cuando nuestra autoestima cae, bueno, LAREALIDAD TE PONE EN TU SITIO 165 entonces eso ya es otro asunto. Se necesita un buen esfuerzo para conce- bir que ciertas experiencias desagradables son algo positivo, para darnos cuenta de que a veces somos, de hecho, afortunados por estar pasindolo mal —particularmente cuando el ego se confronta con su propia naturale- za de ego, cuando se ve forzado a reconocerse por lo que es, y a tener que hacer algo con respecto a eso—. Esto no quiere decir que cualquier sufri- miento sea bueno, sino que debemos tener mucho cuidado al identificar situaciones como buenas 0 malas, y, por lo tanto, como el resultado co- rrespondiente a buen y mal Karma, ya que el Karma funciona también en el otro sentido. Pongamos por caso que tu nacimiento fuera la de un nifio sano y heredero de una familia rica, y concluyeras que esa circunstancia era el resultado de punya (mérito) y no de papa (“pecado”). ;Pero seria ese el caso necesariamente? Sin duda no, si, por ejemplo, la familia no tuviera ningtin respeto por el Dharma. Hay formas tradicionales de crear situaciones humillantes. Cuando mendigas la comida no podras sentirte sino humillado; incluso cuando pides a alguna organizacion caritativa, verds pronto si tu orgullo te hace sentir incémodo e inferior en tal papel. Tradicionalmente es el guri quien habré de humillarte, especialmente en el Vajrayana; si bien la gente en Oc- cidente, y sospecho que también en Oriente hoy en dia, no soporta tal tratamiento quizds por falta de fe. Elcaso clasico de como el gurt carifiosamente humilla al discipulo es la forma en que Marpa trata a Milarepa, un discipulo que ha cometido tantos malos actos que iba directamente encaminado hacia los reinos infernales. La Unica esperanza que tenia Milarepa era lograr la Iluminacidn en una vida, para asi no volver a nacer en el samsara, una esperanza un tanto vana para alguien tan sobrecargado de mal Karma. Marpa no veia otro modo de liberar de esa carga a su discipulo que no fuera humillarlo haciéndole construir torres que después le hacia demoler, asi una y otra vez. Al crear una situacién muy positiva para Milarepa, cuyo resultado era humillarlo de verdad, Marpa parece haber operado como la misma Perfeccién de la Sabiduria (y el nombre de su esposa era Dagmema, nairatmya 0 no-ego, en tibetano). A veces se dice que los gurtis duros son en cierto modo mejor y més eficaces que los blandos (uno tiene que ser 0 una cosa o la otra, si no tus discipulos se confunden y se enfadan), pero que los gurtis blandos son mejores para un nimero mayor de personas. Paradéjicamente, podria- mos decir, a menor numero de discipulos, mejor el guré. Otro gurit que levaba una escuela de duros golpes, por asi decirlo, y que yo conoci en Bangalore hacia 1950, era el feroz gurti de un solo ojo, Yalahankar Swami, 166 EL SUTRA DEL DIAMANTE de quien se decia que tenia como minimo 600 afos.** ‘Tenia solo unos po- cos discipulos y se concentraba en tratar de erradicar el apego a sus egos. Los solia enviar a visitar a los sadhus que pasaban por el distrito para que ejecutaran largas y elaboradas postraciones que les llevaban varios minu- tos y que tenian que repetir un numero de veces. E] pensaba que podias mantener un orgullo escondido que quedaba intacto en la observancia de la postracién convencional, por lo que no funcionaba correctamente. Una cosa muy importante que me ensefié fue que la humildad tiene tanto de apego al ego como el orgullo. Con quienes eran orgullosos él se comporta- ba con més orgullo atin; con quienes eran humildes, con mayor humildad. “Por muy alto que subas”” me dijo un dia, “estaré siempre por encima de ti. Por mucho que bajes, estaré siempre por debajo” El Dr. Johnson, en un nivel mas mundano, tampoco tenia mucha pa- ciencia con quienes se auto-critican en publico: “toda autocensura es ala- banza oblicua, Es querer mostrar cuanto les sobra. Tiene toda la natu- raleza envidiosa de la auto-alabanza, y todo el reproche de la falsedad” La humildad también puede ser una estrategia para evitar la humillaci6n, como el mismo Boswell observa: “A veces podria proceder de la concien- cia que tiene un hombre de que sus faltas son observadas. Y sabe que los demas podrian derribarle, por lo que prefiere dejarse caer suavemente por cuenta propia? Esto demuestra que la humildad no basta. Hay que arriesgarse. Si nun- ca te enfrentas a la posibilidad del fracaso, entonces nunca te enfrentards a la posibilidad de la humillacién y, por consiguiente, del crecimiento. El fracaso sélo tendra significado cuando hayas hecho un tremendo esfuerzo para lograr el éxito. La tentacién terrible es la de no atreverse a hacer nada. Pero, de hecho, teme mas al fracaso quien menos arriesga, y mayor sera la posible humillacién. Tanto inviertes en el imperativo del éxito que no puedes ni dar una conferencia en caso de que no sea un éxito asombroso. ‘Te quedas paralizado. No has ido més alla del éxito y el fracaso; estds por debajo de ambos. Si no tienes cuidado te conviertes en alguien con un gran futuro detras de ti. Tu persecucién del éxito invitara la humillacion en Ja medida que tu motivacion sea el éxito personal en vez del éxito del proyecto en si. En la medida que tu ego se haya identificado con el éxito del proyecto, en esa medida te arriesgas a la humillacién. Pero si te lanzas a un proyecto que valga la pena, ganas si tienes éxito o si fracasas. Tu motivacién no importa 35 Ver, Sangharikshita, The Rainbow Road, Windhorse, Birmingham 1997, pp. 347, 36 James Boswell, The Life of Samuel Johnson, relato del 25 de abril de 1778. UAREALIDAD TE PONE ENTUSiTIO 167 realmente; en el transcurso de una empresa meritoria y ambiciosa tu mo- tivaci6n ira tomando mejor forma. Si fracasas, serés humillado, lo que, por supuesto, no es nada malo. La humillacién puede contarse entre los modos en que podria surgir la Perfeccién de la Sabiduria —la realidad te pone en tu sitio— luego eso puede llegar a ser de verdad una experiencia muy po- sitiva. Si te lo tomas asi, verds cémo sobrevives. La vida sigue. Te levantas, te sacudes el polvo y empiezas de nuevo. En el nivel social ordinario corres un riesgo cada vez que te aproximas a otra persona. Si el éxito social te importa demasiado, nunca te atreveras a acercarte a nadie. Tienes que acostumbrarte al desaire ocasional. Tam- bién puede ser humillante estar en un pais extranjero con un dominio limitado de la lengua —los nativos hablan contigo como si fueras un nifio, © muy tonto o sordo— pero la alternativa es quedarte en tu pais. Si haces el ridiculo en publico —te olvidas de tus notas para dar una charla, o vas. ala reunién que no te corresponde ir— te sientes avergonzado. Puedes ser humillado cuando te expones a la critica. Si enfermas y ya no tienes con- trol sobre tu cuerpo, si dejas de ser una persona bien parecida, si envejeces y la gente empieza a tratarte de modo condescendiente, 0 si te ridiculizan, todo esto puede ser muy humillante. Hay muchisimas situaciones poten- cialmente humillantes y debes aprovecharlas al maximo. El gran maestro Zen Hakuin fue objeto del desdén de otros budistas piadosos durante muchos afios, porque se le acusaba de haber tenido un hijo ilegitimo. “Es suyo, asi que quédeselo” le dijeron los indignados pa- dres de la madre. “:Ah, si?” fue todo lo que les respondié al aceptar al nifto. Afios después, la madre confesé que lo habia acusado en falso para prote- ger a alguien y los padres fueron a recoger al niiio, “Cudnto lo sentimos’, dijeron, “todo ha sido un error; ahora nos hemos dado cuenta de que usted no fue el padre”. Conforme les devolvié al chico, Hakuin les dijo “3Ah, si?” Una acusacién falsa es una de las cosas més dificiles de aceptar sin decir nada. Perder la buena reputacién de ese modo, ser objeto de desdén por parte de la gente que antes te respetaba, eso parece vaciar de sentido a la vida, es tan injusto cuando ademés la razén esta de tu parte. Pero el ego también esté de tu parte. Es “la cancion” de Hakuin que él acepté esta hu- millacién; lo que para él, por supuesto, no fue humillacién; le quedaba tan poco sentido del yo que pudiera ser aplastado. Mas cercano es el caso del poeta John Milton que vio fracasar el trabajo de toda su vida —la derrota de la causa republicana a la que habia dedica- do su vida— con la restauraci6n de la corona.en 1660. Todo lo que él habia defendido, personal y politicamente se perdid. Y aun asi, evidentemente, acept6 el fracaso, como habia hecho con la ceguera aiios antes, y cambid 168 EL SUTRA DEL DIAMANTE sus perspectivas. En unos afios la destruccién de sus ambiciones habian de dar su fruto y produjo el tinico poema épico verdadero de la literatura inglesa, El paraiso perdido. Estos ejemplos son casos extremos de personas que han recibido duros golpes de la vida y que de ese modo han logrado una armonfa mas pro- fanda, La humillacién que surge de punya nunca es mayor de lo que eres capaz de sobrellevar; pero también es posible que te humillen los demas por su malicia y falta de ética, hasta el punto que tal experiencia te cause dafio. No hay necesidad de ir por ahi humillando a las personas, aun si ests persuadido de que es por su propio bien. Eso seria una forma de proceder sospechosa. La critica honesta si acttia, por supuesto, en benefi- cio de la buena comunicacién y la amistad espiritual. Pero el asunto de la humillacién se puede dejar sin peligro en las manos de los Budas y de los Bodhisatvas. Por otra parte, no es la labor del amigo curar el orgullo herido, consolar a quien ha sido humillado y minimizar, asi, la experiencia. Tomemos la experiencia més espeluznante de todas, hablar en puiblico, si un alguien olvida sus notas y da una charla tan floja que da vergiienza escucharla, no lo consueles. No le prives de la humillacién. Permitele que saque algan beneficio de la experiencia.

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