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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS CONTABLES Y


ADMINISTRATIVAS
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ECONOMÍA

TEMA:
LA ÉTICA DEL PROFESIONAL RESPECTO AL PAGO DE LAS
OBLIGACIONES TRIBUTARIAS Y LOS IMPUESTOS

INTEGRANTES:
CONDOR AREVALO, HENRY
RAMIREZ LLICO, MARUJA SOLEDAD
TASILLA TANTA, LUIS OMAR

DOCENTE:
IRMA ROJAS ALCALDE

CAJAMARCA _ PERÚ

AÑO: 2017
LA ÉTICA DEL PROFESIONAL RESPECTO AL PAGO DE LAS
OBLIGACIONES TRIBUTARIAS Y LOS IMPUESTOS

Introducción

El pago de impuestos en cualquier economía se presenta con una actitud variada de parte
del ciudadano que depende de diversos factores tanto externos como psicológicos y que
ocasionan niveles de recaudación no esperados y diversos. Las principales causas son la
evasión y elusión fiscal. Sin embargo, esta problemática no se limita a un asunto de
restricciones legales y actividades de fiscalización sino, a la existencia de diversos
factores como el desconocimiento y falta de información sobre las razones que justifican
la existencia de los impuestos, la falta de moralidad ciudadana y de credibilidad en la
función de asignación de los recursos financieros de manera eficiente y transparente por
parte del Estado. Por lo que, para tratar de corregir o incrementar la recaudación y
disminuir esta problemática que se presenta, se deberá revisar, analizar y proponer algún
mecanismo que mejore la moralidad ciudadana.

En el ejercicio de la profesión es conveniente que con un sencillo acercamiento a la


realidad tengamos conciencia del papel que la ética y el cumplimiento de las obligaciones
tributarias tienen en la sociedad, se busca la reflexión sobre lo que implica el
cumplimiento de las obligaciones y el ejercicio de los derechos, aparejados con el plano
de los valores individuales y colectivos.

¿Qué es un profesional?

La palabra profesión deriva del latín, de la preposición pro y con el verbo fateor, que
significa manifestar, declarar, proclamar. De estos vocablos surgen los sustantivos
profesor y profesión. En este sentido, la profesión tiene como finalidad el bien común o
el interés público; nadie es profesional para sí mismo, pues toda profesión tiene una
dimensión social de servicio a la comunidad, que se anticipa a la dimensión individual de
la profesión, la cual es el beneficio particular que se obtiene de ella.

La importancia de la ética en la profesión y en las actividades del sector público,


colaborando así en el proceso de la formación profesional, y promoviendo el interés por
el estudio y la práctica de los valores éticos que serán de gran utilidad en la vida como
ciudadano y profesional.

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La ética

La Ética siempre implica una reflexión teórica sobre cualquier moral, una revisión
racional y crítica sobre la validez de la conducta humana.

La Moral es cualquier conjunto de reglas, valores, prohibiciones y tabúes procedentes


desde fuera del hombre, es decir, que le son inculcados o impuestos por la política, las
costumbre sociales, la religión o las ideologías.

La ética y el comportamiento en sociedad

El cuestionamiento ético es inherente al actuar humano, por lo que resulta cotidiano


enfrentarse a situaciones que requieren de la toma de decisiones en el orden individual y
social. La toma de una decisión en lo general puede afectar a otras personas o algún
elemento del entorno. Las organizaciones públicas tienen la responsabilidad y la
conveniencia de actuar según las normas de la ética y hacer prevalecer los valores que se
correspondan con la ética vigente

Los dilemas éticos de la sociedad actual

Existe una enorme responsabilidad que recae en cada uno de aquellos que desempeñan
una función pública, tanto desde el punto de vista de su ejemplo personal de conducta
intachable, como en su accionar con el resto de la sociedad para que se cumplan y respeten
los principios éticos y los valores que deben prevalecer.

La ética del profesional

Los trabajadores profesionales contribuyen al desarrollo de los seres humanos por medio
de su aceptación de los siguientes principios básicos:

1. Todo ser humano posee un valor único, lo que justifica la consideración moral
hacia cada persona.
2. Cada individuo tiene derecho a la autorrealización, hasta donde no interfiera con
el mismo derecho de los demás y tiene la obligación de contribuir al bienestar de
la sociedad atreves de los tributos
3. Los trabajadores profesionales tienen un compromiso con los principios de la
justicia social que todo tributo tenga por fin el interés social.
4. Los trabajadores profesionales tienen la responsabilidad de dedicar sus
conocimientos y técnicas, de forma objetiva y disciplinada, a ayudar a los

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individuos, grupos, comunidades y sociedades en su desarrollo y en la resolución
de los conflictos personales y sociales y sus consecuencias.
5. Los trabajadores profesionales deberán proporcionar la mejor atención posible a
todos aquellos que soliciten su ayuda para poder formalizar su negocio.

Criterios generales de conducta ética profesional

 Tratar de comprender a cada cliente individual y su entorno, así como los


elementos que afectan su conducta y el servicio requerido.
 Mantener y defender los valores, conocimientos y metodología de la profesión,
absteniéndose de cualquier comportamiento que perjudique el desarrollo de la
misma.
 Reconocer las limitaciones profesionales y personales.
 Incentivar el tributo de las empresas informales
 Promover la utilidad del tributo, a través de los canales adecuados, de forma
responsable.
 Promover y compartir las oportunidades de conocimientos, experiencia e ideas
con toda sociedad, con el propósito de beneficiarse mutuamente.
 Llamar la atención de los organismos adecuados, dentro y fuera de la profesión,
en los casos de violación de los principios y criterios éticos profesionales,

El papel del profesional

Las profesiones se han hecho esenciales para el funcionamiento mismo de nuestra


sociedad. La tarea de los profesionales es contribuir al bienestar social anteponiendo las
necesidades de sus clientes a las propias y manteniéndose responsables ante las normas
de la competencia y la moralidad, ya que ante todo el profesionista es un proveedor de
servicios.

Ética social, ciudadanía activa y moralidad ciudadana

La ética social debe entenderse como la conducta racional del individuo orientada por su
voluntad de lograr su realización plena y contribuir, al mismo tiempo, a la construcción
de una sociedad más equitativa.

La ciudadanía es la capacidad de ejercer nuestra pertenencia en una sociedad, es decir, se


es ciudadano según lo establezcan las leyes de la sociedad y se ejerce la ciudadanía en la
forma en que se decida participar en la sociedad. De la definición de ciudadanía surge

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una complementación del término en ciudadanía activa en donde la participación tiene
impacto en la individualidad al actuar con responsabilidad, solidaridad y cooperación
hacia la sociedad.

La ética tributaria o fiscal es una dimensión de la ética pública, es decir, es el conjunto de


estudio conformado por la moralidad institucional y ciudadana. Su objeto de
investigación se centra en la imposición –en general, en las bases y elementos
institucionales del Estado fiscal (legislador, administrador y juzgador)-y en la moralidad
pública, en especial, en las causas y consecuencias del comportamiento ciudadano-
contribuyente en el ámbito fiscal

El campo de estudio de la ética tributaria depende de la investigación de la moral


institucional del Estado-fiscal e, igualmente, de la moralidad del ciudadano-
contribuyente. El principal punto en el análisis de la ética tributaria reposa en la dinámica
de las acciones y reacciones recíprocas observadas en el seno de las relaciones jurídicas
existentes entre el Estado-fiscal y el ciudadano-contribuyente.

Principio de moralidad en lo que se refiere a las normas impositivas sobre el orden


económico y social, y su repercusión en:

a) La postura tomada por la Administración tributaria es consecuencia de la política


fiscal adoptada y, por consiguiente, siempre condiciona el grado de cumplimiento
de las obligaciones tributarias-en el plano del deber-ser, obligaciones morales-,
que acaban por repercutir en el quantum de ingresos públicos necesarios para el
sustento de los gastos públicos necesarios para la consecución del bien común.
b) La falta de moralidad institucional del Estado-fiscal-generada, por arbitrariedades
y, especialmente, por la desviación del Poder -siempre repercute en los órdenes
económicos de forma inmediata y social de forma mediata. Es decir,
invariablemente se vuelve contra la realización del bien común.
c) La inmoralidad del Estado-fiscal puede provocar un comportamiento del
ciudadano contribuyente en contra de la consecución del bien común; y
d) La falta generalizada de moralidad en el Estado-fiscal puede llevar a la
desestabilización del orden institucional y también, al fin de la paz pública, uno
de los principales objetivos del Derecho.

Según un estudio sobre la moralidad fiscal afirman que el deber moral del pago de los
impuestos es consecuencia de la justicia de las leyes fiscales y sostiene que el deber moral

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del pago de los impuestos también en consecuencia de la vinculación de los fines de la
tributación con la realización del bien común analizando la responsabilidad del Estado y
de los funcionarios, reconociendo la falta de un mejor control de las actividades
legislativas y administrativas

Sobre derecho tributario y ética es el alemán Schmölders1 quien se fundamenta lo relativo


a la moralidad ciudadana. Schmölders formula una concepción de justicia fiscal
restringida al campo de la psicología monetaria y financiera. Asimismo, destaca la
importancia del sentimiento de justicia fiscal como un contrapunto necesario a la idea de
resistencia al impuesto, que se manifiesta en la mentalidad del contribuyente en función
del valor de la carga fiscal.2

El comportamiento del ciudadano y de la sociedad civil en general suele estar influido


por la política y la actitud de las administraciones públicas y de sus agentes3 . Un referente
obligado en el tema del comportamiento de los ciudadanos ante los impuestos es el autor
Alemán Klaus Tipke, profesor emérito de Derecho financiero y tributario en la
Universidad de Colonia en Alemania. Una de sus principales aportaciones fue su
clasificación del contribuyente o ciudadano ante el deber de contribuir:

Clasificación de Tipke sobre la actitud frente al deber de contribuir:

1. El homo oeconomicus piensa en su conveniencia económica y no reconoce


ningún deber moral de conducta. En su opinión, es lícito todo lo que le beneficia.
El valor del dinero constituye para él el único factor determinante de la calidad de
vida. Sin embargo, también calcula el riesgo de ser descubierto, porque las penas
también resultan perjudiciales desde el punto de vista económico.
2. EI chalanero o partidario de compensar también sabe que depende de las
prestaciones del Estado y de los municipios y que no puede construir por sí mismo
carreteras, escuelas, hospitales, etc. Pero está convencido de que el sector público
es un gran derrochador y que ofrece unas prestaciones mínimas, lo que autoriza al
contribuyente a hacer lo mismo. Muchos contribuyentes consideran que el
impuesto sólo es justo si existe una contraprestación equivalente, y esto apenas
sucederá, en especial si se trata de grandes contribuyentes

1
Citado por Coelho, pp. 221: En Problemas de psicología financiera. (1965( Trad. José María Martín
Oviedo, Madrid. Derecho financiero. P. 87
2
Idem, p. 222
3
19 Idem, p. 223

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3. El malhumorado está disgustado, ante todo, con la línea política que sigue el
Estado. En su interior ha rechazado al Estado y lo considera como algo ajeno a él.
Se dice a sí mismo que «hay que pagar lo menos posible, para que no pueda
continuarse con esa política». Es posible que el malhumor no se refiera al Estado
en sí mismo, puede referirse a una determinada política, especialmente a una
política de excesivos gastos sociales. Quien considera que el Estado destina
demasiado dinero en favor de sujetos asociales de todo el mundo y que explota a
su costa a los ciudadanos que trabajan, puede adoptar la actitud de no pagar (todos)
sus impuestos y abstenerse en las elecciones.
4. EI liberal. El partidario del liberalismo fiscal es especialmente sensible al
impuesto como una limitación de la libertad. A los partidarios del liberalismo
fiscal les gusta considerar los impuestos como un sacrificio sin contraprestación.
La repugnancia que sienten por los impuestos los partidarios del liberalismo fiscal
puede inducirles -aunque no necesariamente a no pagar todos sus impuestos o a
no hacerlo puntualmente.
5. EI elusor legalista. Por regla general, el legalista elusor de impuestos no siente
indignación por las leyes fiscales injustas. No moraliza, sino que busca aprovechar
los beneficios fiscales y las lagunas y pasajes oscuros de la ley para pagar lo menos
posible por sus impuestos, todo ello generalmente con la ayuda de los asesores
fiscales. El legalista se interesa más por la neutralidad competitiva y la certeza en
la planificación que por la Justicia tributaria. Muchos asesores fiscales van de la
mano de sus clientes por este camino. Puesto que los asesores fiscales no pueden
permitirse la colaboración con el fraude fiscal, es probable que la mayor parte de
ellos siga el camino de la elusión legal, lo cual contribuye enormemente a la
legalidad en la aplicación del sistema tributario, aunque no necesariamente a la
Justicia tributaria. Ahora bien, de ello no tienen la culpa los asesores fiscales. La
calidad moral de las leyes tributarias no es de su competencia. Para los
empresarios los impuestos representan un coste y, por tanto, un componente que
incide en su competitividad. Quien no reduce este componente, resulta menos
competitivo.
6. EI inexperto: no todos los ciudadanos de a pie acuden a un asesor fiscal para
elaborar sus declaraciones tributarias. En todo caso, el contribuyente inexperto no
ha de hacer constar si por ventura ha entendido las cuestiones del modelo de
declaración; si bien, en el mejor de los casos, será una coincidencia que el no

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experto elabore correctamente su declaración. La mayoría de los contribuyentes
ordinarios no disponen de las leyes tributarias, de modo que tampoco pueden
interpretarlas de modo incorrecto. Pero, naturalmente, esto no garantiza que
presenten una declaración de la que se deduzca la deuda tributaria exigible
legalmente. Puesto que el hombre de a pie vive en un "estado de inocencia" fiscal,
debería resultar difícil imputarle la culpabilidad necesaria para ser objeto de
sanciones penales en materia tributaria. Sin embargo, los penalistas consideran
que existe negligencia cuando una persona que la se encuentra informada no busca
la correspondiente información.
7. EI sensible ante la Justicia. Los sensibles ante la Justicia tributaria se
escandalizan de las muchas desigualdades de gravamen, en particular de los
numerosos beneficios fiscales que sólo pueden ser invocados por determinados
sectores. También se escandalizan de que las leyes tributarias no se apliquen por
igual.

Discusión ética.

Desde la percepción de los ciudadanos, es común que las personas se resistan al pago de
sus obligaciones tributarias. A través de la experiencia, el pago de impuestos se presenta
como un mal necesario del cual se desconoce o se niega su utilidad y fin. Los
contribuyentes, personas físicas o morales obligadas a registrarse ante la autoridad saben
que al no pagar impuestos se está evadiendo una obligación, establecida de manera clara
y expresa, pero que no relacionan con su ética personal y mucho menos con su
responsabilidad social. La concepción actual acerca del pago de impuestos es que está
fuera de la discusión ética, ya que no existe libertad de acción; es una obligación. Para el
ciudadano el pago de impuestos es una responsabilidad legal, no moral. Existe una falta
de conciencia social ya que la ética se percibe como un acto individual, no social como
lo es el Derecho.

La obligación tributaria establece una relación que desde el punto de vista del ciudadano
no es recíproca ya que el derecho de cobrar (recibir) es únicamente de la autoridad y el
de pagar (dar) es sólo del individuo. En este sentido, la persona no percibe el beneficio
que puede generar el pago de sus impuestos, su conciencia social no es clara y el término
contribuir pierde sentido, al menos en el tema de los impuestos. Contribuir es sinónimo
de cooperar, ayudar, apoyar, aportar, pero cuando no es claro para qué se está cooperando,

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a quien se está ayudando, porque se está apoyando y para qué se aporta. Se pierde el
objetivo primo de financiar a un ente que en teoría opera para el bien común.

La explicación, en el caso peruano se remonta a la experiencia de la administración


pública que se ha vivido por decenas de años, así como, por la falta de transparencia,
rendición de cuentas y en general por la poca información verificable de la forma en que
se utilizan los recursos tributarios. Por otro lado, esta percepción esta tan arraigada en la
sociedad que a pesar de que exista un cambio o acciones correctivas que disminuyan la
corrupción y mejoren la administración de los recursos financieros, se requiere de algo
más profundo que modifique el comportamiento del ciudadano.

Evasión tributaria.

La Evasión Tributaria es definida por Jorge Cosulich como la falta de cumplimiento de


sus obligaciones por parte de los contribuyentes. Esa falta de cumplimiento puede derivar
en pérdida efectiva de ingreso para el Fisco o no. Es evidente que ambas implican una
modalidad de evasión, aun cuando con efectos diferentes”.

La clasificación de la evasión que se emplea comúnmente es la de evasión y elusión o


evitación. En el caso de evasión es cuando se violan las normas jurídicas establecidas, en
tanto que elusión es cuando se elude el cumplimiento de las obligaciones acudiendo a
medios lícitos, generalmente, la elusión está relacionada con la vaguedad o laguna de la
norma jurídica y ocurre sin violación de la ley.

La evasión tributaria asume un carácter encubierto y derivado de una conducta consciente


y deliberada también, puede darse el caso de evasión en forma abierta como los
vendedores ambulantes, y que se deriva de un acto inconsciente (error o falta). La
intención o voluntad del infractor es un elemento importante en todas las legislaciones al
momento de configurar la objetividad o subjetividad de la infracción y para efectos de
determinar las sanciones que puedan corresponder.

La evasión tributaria no solo significa generalmente una pérdida de ingresos fiscales con
su efecto consiguiente en la prestación de los servicios públicos, sino que implica una
distorsión del sistema Tributario, fracturando la equidad vertical y horizontal de los
impuestos, haciendo que el contribuyente evasor obtenga ventajas significativas frente al
contribuyente cumplidor

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Causas de la evasión tributaria.

Entre las causas de la evasión tributaria Cosulich considera a las siguientes:

1) Inexistencia de una conciencia tributaria en la población. - Señala que existe


una falta de conciencia tributaria en la población, este proviene del concepto de
que a nadie le agrada pagar impuestos, eso es históricamente valido en el tiempo
y en el espacio. Sin embargo, la falta de conciencia tributaria es una consecuencia
lógica de la falta de conciencia social.
En general, son pocos los que satisfacen voluntariamente con puntualidad y
corrección sus obligaciones, cualquiera sea la naturaleza de las mismas, esa
resistencia se vincula con la imagen del Gobierno y la percepción que los
individuos se hacen de la forma en que el Gobierno gasta el dinero aunado a la
corrupción de los países.
Está actividad va relacionada con el carácter individualista del ser humano
prevaleciendo su sentimiento de egoísmo y su afán de lucro. La corrupción es
responsabilidad de toda la sociedad la que deberá comprender un cambio en los
sistemas educativos en todos los niveles, esta tarea es reconocida por las
autoridades gubernamentales, en algunos países son las Administraciones
Tributarias las que están tomando esta iniciativa.
2) Complejidad y limitaciones de la legislación tributaria. - Esta causa incluye
conceptos muy amplios como la existencia de normas que regulan la misma base
imposible y los contribuyentes, asimismo la existencia de la exoneraciones
amplias o condicionadas, la vigencia de regímenes de fomento o incentivos con
procedimiento muy detallados y confusos, el alcance no siempre claro en cuanto
a las facultades y deberes de la administración tributaria y de los contribuyentes.
Se incluye también sistemas de condonación o amnistía tributaria, que premian al
contribuyente incumplidor en perjuicio del cumplidor y afectan por ende la
conciencia tributaria.
3) La ineficiencia de la administración tributaria. - La decisión de evadir los
impuestos implica muchas veces que el contribuyente efectué un cálculo
económico, valorando los beneficios y costos de la evasión. En un país donde la
probabilidad de que un contribuyente evasor sea detectado y pague sus impuestos
es bajo, entonces este asumirá normalmente el riesgo de evadir, aun cuando las

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sanciones sean muy altas. Lo que al final cuenta es que perciben que la
Administración Tributaria es ineficiente en su recaudación.

Medición de la evasión tributaria.

Para Jorratt de Luis las estimaciones de los montos de evasión son importantes en varios
aspectos: En primer lugar, dimensionar la magnitud de la evasión tributaria puede darse
asignando recursos adicionales a las administraciones tributarias, para que definan
políticas de fiscalización o se modifique la legislación tributaria. En segundo lugar, la
evasión tributaria es en cierto modo una medida de eficiencia de la administración
tributaria y conocer su evolución en el tiempo permite evaluarla. En tercer lugar, permite
medir el efecto de las políticas de fiscalización y tomar acciones correctivas. Si con estos
aspectos las Administraciones Tributarias tuvieran a su disposición estimaciones de
evasión por impuesto y sector económico, estas podrían focalizar los recursos de
fiscalización en aquellos grupos de contribuyentes que más evaden, mejorando así su
eficacia y efectividad. Asimismo, este autor considera que son dos los principales
métodos utilizados para medir la evasión tributaria:

(i) METODO MUESTRAL: Este método estima el porcentaje de evasión a


partir de una muestra de contribuyentes. Por lo general, la medición se realiza
contrastando el impuesto declarado por los contribuyentes con los resultados
de auditorías practicadas a sus declaraciones. La confiabilidad de la medición
está determinada principalmente por la calidad y profundidad de las auditorías
y por la representatividad de la muestra.
(ii) POTENCIAL TEORICO VIA CUENTAS NACIONALES: Este método
consiste básicamente es calcular la base teórica a partir de una fuente de
información independiente. Esta fuente corresponde por lo general, al sistema
de Cuentas Nacionales. La recaudación teórica se estima aplicando la tasa
impositiva legal a la base teórica construida con Cuentas Nacionales, y luego
se la compara con la recaudación efectiva – aquella que ingresa
verdaderamente en arcas fiscales- de modo que la diferencia da cuenta del
incumplimiento tributario agregado.

Causas por las que en las personas no pagan impuestos

Se encontró que estas son diversas, entre las que destacan:

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 Es muy difícil, porque no pasa nada si no se paga.
 Otros tampoco pagan impuesto.
 Porque me ahorro dinero.
 Porque sí pago, el gobierno se los roba o no los usa correctamente.
 Porque los impuestos son muy altos.
 Porque no existe una cultura de contribuir y no sabe porqué.

“Nos enfrentamos a una arraigada cultura de incumplimiento fiscal que, en el fondo, es


parte de un problema más amplio: una cultura cívica endeble, lastimada por décadas de
opacidad en los asuntos públicos, por episodios lamentables de corrupción o de dispendio
en el uso de los recursos públicos; una cultura de incumplimiento alentada por la repetida
experiencia de la impunidad o por la constatación de ofensivas inequidades en la
aplicación de la ley”.

Las respuestas se resumen en tres grupos:

i. las que se relacionan con la complejidad y estructura del sistema tributario


(dificultad para pagar, exenciones, tasas altas);
ii. las que se relacionan con actos de corrupción e impunidad y
iii. las que señalan falta de equidad, cumplimiento generalizado y la cultura
de contribuir.

El sistema legal en nuestro país ha ocupado, la única vía para el cumplimiento de las
obligaciones tributarias, es decir, las personas no consideran que se está actuando de
manera poco ética si evade el pago de sus impuestos.

Asimismo, la ética y específicamente la ética social, integra la responsabilidad y


solidaridad que implica vivir en una comunidad, por lo que cumplir con el pago de
impuestos debe considerarse dentro del comportamiento ético que rige nuestra sociedad
considerando que los humanos son eminentemente seres sociales, su ambiente natural es
la sociedad y que la necesidad de pertenencia propia del individuo implica
responsabilidad hacia el otro.

Por otro lado, se pueden corregir por medio de reformas a las leyes las fallas estructurales
del sistema tributario y disminuir a través de la aplicación estricta de la ley, los actos de
corrupción e impunidad de los funcionarios públicos, así como revisar la legislación
tributaria para cumplir con el principio de moralidad del Estado y promover la moralidad

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administrativa, pero la obligación tributaria prevalecerá como principal fuente de
financiamiento del Estado y deberá asumirse no sólo como una obligación legal, sino
como una responsabilidad y solidaridad ciudadana derivada de la pertenencia a la
comunidad.

Conocimiento y percepción en el pago de impuestos.

1. Responsabilidad: la intención es conocer qué nivel de responsabilidad considera


cada contribuyente que puede manejar con el objetivo de justificar su capacidad
para colaborar y asumir ciertas responsabilidades sociales.
2. Conocimiento tributario. es conocer que tanto saben los contribuyentes de los
impuestos.
3. Percepción; la de mayor importancia ya que se relaciona directamente con el
comportamiento, con la individualidad y con la apreciación de cada uno.
4. Participación ciudadana: la intención es determinar si los contribuyentes
consideran que con mayor información sobre estos temas pudieran tener mayor
participación en la sociedad.

PROYECTOS EMPRENDIDOS POR SUNAT

La SUNAT contribuyendo con la conciencia tributaria ha emprendido un programa


agresivo de cultura tributaria, que contribuye con la formación de valores en la
ciudadanía, para ello a desarrollado una serie de proyectos como son:

1. La Cultura tributaria en el sistema escolar.

Este proyecto está destinado a cumplir con los fines y objetivos de la educación
peruana teniendo como objetivo el Educación Básica Regular (EBR), que comprende
la educación inicial, educación primaria y educación secundaria de acuerdo al Diseño
Curricular Nacional del Ministerio de Educación

Este proyecto consigue la enseñanza de la cultura y conciencia mediante:

- La formación en valores ciudadanos en los niveles de la EBR.


- La capacitación de docentes con la formación de cultura tributaria, para que sean
impartidos a los educandos.
- El diseño y desarrollo de materiales, medios y recursos didácticos, apropiados
para su aplicación y que sean de fácil entendimiento
2. La Cultura tributaria fuera del sistema escolar.
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Es una actividad complementaria denominada como educación no formal, que son un
conjunto de enseñanzas concretas y específicas cuya culminación no da lugar a una
acreditación académica. Estas actividades pueden darse dentro del ámbito escolar
reforzando las actividades curriculares, así como también son impartidas en una
actividad extraescolar. Este proyecto es muy útil e interesante porque da paso al
desarrollo de la libertad y creatividad en diferentes poblaciones de la sociedad;
buscando la generación de actitudes positivas a la tributación y de rechazo a la evasión
y el contrabando, basándose en la propuesta pedagógica de la SUNAT para el sistema
escolar, se tiene las siguientes actividades:

o Actividades de animación de eventos dirigidos a niños, con énfasis en el


reconocimiento de la figura emblemática de Cultura Tributaria para niños
(Ayni).
o Desarrollo y entrega de historietas, juegos de mesa, material gráfico de
entretenimiento en escuelas y eventos extraescolares
o Presentaciones de obras teatrales y de títeres relacionadas con valores
ciudadanos. Destinados a colegios.
o Realización de Sorteo de Comprobantes de Pago para instituciones
educativas.
3. La Cultura tributaria en la educación superior.

Este proyecto está destinado a la Educación Superior considerando las Universidades


y los Institutos Superiores, desarrollando esta actividad complementaria a través de:

o Acciones de sensibilización de la institución y estudiantes de las


instituciones - Desarrollo de Encuentros Universitarios
o Concurso de Ensayos Universitarios

El objetivo es conseguir la inclusión de la cultura tributaria en los planes de estudio


de las instituciones, así como incentivar reuniones entre instituciones, promoviendo
los encuentros universitarios poniendo mayor énfasis en el ciclo virtuoso de la
tributación y en el desarrollo de temas del negocio.

4. Gestión del conocimiento de cultura y conciencia tributaria.

Este proyecto comprende el conocimiento de la cultura y la conciencia tributaria


dentro y fuera de la institución, asegurando la difusión de la información, cuyo

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objetivo es ampliar el número de personas, a través de funcionarios públicos y
privados, instituciones que se ocupen del tema, para ello se convocará a estos
elementos a nivel nacional, otorgándoles el Curso de Formadores Fiscales y el Curso
de Voceros de Cultura Tributaria, con el cual se encargaran de formar y difundir en
todos los espacios públicos y privados, información veraz y educativa de cultura
tributaria.

LA CONCIENCIA TRIBUTARIA EN EL PERÚ.

La educación tributaria en el Perú se inició en agosto de 1994 con el “Programa de


Educación Tributaria”, cuyo objetivo fue “desarrollar la conciencia tributaria en los niños
y jóvenes”, se trabajó con las poblaciones de docentes y alumnos de 1° y 2° de secundaria,
este programa se amplió para los periodos 1995 – 1996 enfocándose en el tema de
Ciudadanía.

En los años 1997 – 1998 el programa se modificó teniendo mayor amplitud, continuando
con el trabajo a nivel nacional abarcando a docentes y alumnos de 1° a 4° de secundaria.
A partir del año 1998 se redefine el objetivo, el cual fue, “contribuir a la formación de
actitudes ciudadanas orientadas a la tributación”; se buscó revalorar al tributo como un
deber ciudadano y esclarecer la relación entre el Estado y la sociedad. Este mismo año se
amplió la cobertura del programa a docentes y alumnos de 1° a 5° de secundaria.

Para los años 1999 y 2004, las acciones de educación tributaria estuvieron circunscritas a
actividades puntuales en algunos centros educativos a nivel nacional.

En el año 2005 se reestructuró dándole énfasis al trabajo escolar tomando en cuenta los
diferentes niveles y modalidades del sistema educativo nacional, enfocándose en los
docentes y alumnos del último año del nivel inicial, 6° grado de primaria, 1° y 5° años de
secundaria. El objetivo planteado para el año 2005 fue “generar mayor conciencia
ciudadana y tributaria en la comunidad educativa escolar para promover el cumplimiento
voluntario de las obligaciones tributarias”. Ya en los años 2006 y 2007, se asumieron
como eje primordial, la formación en valores/actitudes propios de la vida democrática y
su impacto en la realidad educativa.

Para los periodos sucesivos de 2007, el Programa de Educación Tributaria fue cambiado
por el “Programa de Cultura Tributaria”, en alusión a que la cultura viene a ser la fuente
integradora del conocimiento, plasmado en las diversas realidades de nuestro territorio.

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a. Actividades desarrolladas entre 1993 y 1999.

El encargado de desarrollar la capacitación, investigación y proyección social de la


SUNAT durante este periodo fue el Instituto de Administración Tributaria; desarrollando
proyectos hasta 1997. Posteriormente la que se encargó de continuar el programa fue la
Gerencia de Comunicaciones, relacionando esta actividad con la imagen institucional.
Durante este periodo se tuvo otras actividades importantes, tal es el caso que en 1994 se
suscribió un Convenio de Cooperación Institucional con el Ministerio de Educación,
desarrollando un proyecto piloto, denominado “Aprendamos a Tributar”, en 11 ciudades
del país se capacito a 2,885 docentes. En 1996 se reformuló esta propuesta, bajo el título
“Los ciudadanos saben porque tributar”. En 1998, el Ministerio aceptó incluir los
objetivos y contenidos de educación ciudadana y tributaria en la currícula educativa, pero
sin que formaran parte de una asignatura. En el nivel primario, se incluyeron como parte
del Área Personal Social y en el nivel secundario como contenidos transversales en el
acápite “Conciencia Tributaria”.

Se complementó estas actividades con el Concurso Escolar de Comprobantes de Pago,


que se llevó a cabo entre 1994 y 1998, promoviendo la exigencia de comprobantes de
pago mediante la participación organizada de alumnos, maestros y padres de familia de
los centros educativos de las principales ciudades del país; asimismo se participó en ferias
itinerantes denominadas SUNATHONES que se llevaron a cabo entre los años 1993 y
1996; los microprogramas de dibujos animados de Mateo y Clarita, en los que mediante
los personajes representativos de la SUNAT se difundieron cuatro valores ciudadanos:
responsabilidad, participación, transparencia y tolerancia con ejemplos de la vida
cotidiana, y revistas de historietas, como la Historia de la Tributación, El Sentido de la
Tributación y Las Aventuras de Mateo y Clarita

b. Actividades desarrolladas entre 2002 y 2003

En este periodo los profesores enseñaban a los alumnos temas tributarios, posteriormente
personal de la SUNAT complementaba a los profesores capacitados a través de un módulo
lúdico educativo, con un juego de mesa, afiches, revistas de historietas y la ruleta del
saber. Por otro lado, se desarrollaron los Encuentros Universitarios en coordinación con
universidades públicas y privadas en el ámbito nacional.

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c. Actividades desarrolladas entre 2005 y 2007

Para el 2005, el Instituto de Administración Tributaria y Aduanera asumió las acciones


de Educación Tributaria y elaboró un Programa que fue incluido en los Planes Operativos
Institucionales de los años 2005 y 2006.

Se elaboró un curso para docentes aprobado por el Ministerio de Educación de 120 horas
pedagógicas desarrollado en 4 fases, capacitación presencial, aplicación en aula,
presentación de trabajos de los alumnos y evaluación con certificación

d. Actividades desarrolladas entre 2008 y 2011

La SUNAT ha potenciado sus actividades de educación tributaria, incorporándolas en un


ambicioso Programa de Cultura y Conciencia Tributaria.

A partir de estos problemas, se ha establecido los objetivos centrales de dicho Programa


para el periodo 2008 – 2011, alineado al Plan Estratégico Institucional.

El logro de los objetivos trazados para el Programa permitirá reducir el grado de


tolerancia a la evasión en la sociedad peruana, con la consecuente mejora en el flujo de
recursos para el financiamiento del Estado.

Problemas detectados.

De los proyectos revisados anteriormente se desprenden dos problemas centrales que


merece mencionarlos:

1. Ausencia de bases para la generación de conciencia tributaria.

Las causas asociadas a este problema son:

- No se imparte educación tributaria ni educación en valores ciudadanos porque no


constituyen prioridades para la sociedad peruana debido básicamente a que en la
educación no es prioridad y por otro lado la sociedad no educa en ese sentido.

- Los docentes no están capacitados ni se sienten comprometidos con la educación


ciudadana ni la educación tributaria porque no están preparados y no comparten estos
conceptos.

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2. No hay liderazgo para el cambio de cultura tributaria.

Todos tenemos una cultura tributaria, buena o mala, pero la tenemos, aunque muchos
entienden que el que tiene una mala cultura tributaria es como si no la tuviera, de ahí el
segundo problema que indica que no hay liderazgo para el cambio de cultura tributaria a
nivel en la sociedad peruana.

Las causas asociadas a este problema son: Los ciudadanos, en general, no están de
acuerdo con el sistema impositivo porque no tienen información acerca del destino de lo
recaudado.

Consideran que el Estado otorga bajo presupuesto a los asuntos sociales y que además el
Estado no gasta bien.

Para mejorar la situación:

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Conclusiones.

 Queda en cada individuo la reflexión a la pregunta ¿Se debe pagar impuestos? Se


ha discutido y aclarado que legalmente, existe una obligación de pago de los
impuestos, asimismo, se ha mencionado que la autoridad tiene el derecho de
cobrarlos y que cada vez implementan mayores mecanismos de control que,
además de representar un costo para la hacienda pública, no garantizan el
cumplimiento de la obligación.

 Lo que queda es acudir a los principios individuales y decidir, si actuar por el bien
común o buscar solo los intereses personales.

 El pago de impuestos debe integrarse a la moralidad de las personas, reconociendo


al menos los siguientes aspectos: (i) la función del Estado, (ii) la legalidad de las
contribuciones, (iii) los límites del Estado como representante de la sociedad y
(iv) la justicia en el pago de impuestos a través del ejercicio de una ciudadanía
activa.

 No se imparte educación tributaria ni educación en valores ciudadanos porque no


constituyen prioridades para la sociedad peruana debido básicamente a que en la
educación no es prioridad y por otro lado la sociedad no educa en ese sentido.

 Los docentes no están capacitados ni se sienten comprometidos con la educación


ciudadana ni la educación tributaria porque no están preparados y no comparten
estos conceptos.

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Bibliografía

- La ética profesional y el compromiso ciudadano - 1ra edición, modulo 5


- Documento: La cultura tributaria, un instrumento para combatir la evasión
tributaria en el Perú - Dulio Leonidas Solórzano Tapia
- Cultura Tributaria LIBRO DE CONSULTA_ SUNAT
- Hinojosa, Adriana y Gómez, Carlos, Problemas éticos del mundo actual,
Procoelsa-UANL.
- Citado por Coelho, pp. 221: En Problemas de psicología financiera. (1965( Trad.
José María Martín Oviedo, Madrid. Derecho financiero. P. 87
- Tipke, Klaus, Moral tributaria del Estado y de los contribuyentes, Marcial Pons,
ediciones jurídicas y sociales, S. A., Madrid, 2002. Traducción de Pedro M.
Herrera Molina. p. 112-121

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