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434 Resumen
Analiza los extremos fácticos que deberán hallarse presentes para justificar la
facultad de la policía y demás fuerzas de seguridad para requisar a las personas e
inspeccionar los efectos personales que lleven consigo, como así también, el
interior de los vehículos, aeronaves y buques, sin previa orden judicial, llevadas
a cabo en ejercicio del art. 230 bis del Código Procesal Penal de la Nación,
incorporado al mismo por la Ley 25434. Destaca que las diligencias autorizadas
por la citada norma importan una clara excepción al principio general, que
otorga dicha atribución al Juez Penal. Precisa los conceptos requeridos para
justificar las diligencias que autoriza el artículo 230 bis de CPPN y aclara la
importancia de salvaguardar los derechos de toda persona de transitar libremente
y de ver amparada su intimidad e integridad física y moral (CN, 14 y 18). La
autora sostiene que la requisa e inspección policial autorizada por el artículo 230
bis del CPPN sólo podrán considerarse cumplidas en legal forma cuando,
existieron circunstancias concretas y objetivas previas que motivaron a la fuerza
policial a proceder. Continúa con el análisis del artículo, que establece que una
vez ejecutadas las diligencias allí autorizadas deberá darse inmediato aviso “…al
juez para que disponga lo que corresponde en consecuencia” y sostiene que esta
comunicación asegura el control judicial de la legalidad de las medidas y, en
particular, si realmente acontecieron los sucesos justificantes requeridos para su
validez. Destaca la importancia del acta policial relativa al procedimiento
realizado, donde se deja constancia de los acontecimientos y eventos que
generaron la sospecha policial sobre la base de la cual se llevara a cabo la
requisa y/o inspección. Concluye finalmente, que la validez de las diligencias, en
ejercicio de las facultades otorgadas a las fuerzas de seguridad por el artículo
230 bis del CPPN, dependerá de hallarse fundadas en hechos concretos
generadores de sospecha en el funcionario actuante, caso contrario deberán
declararse nulas, lo que conlleva la invalidez de todo prueba derivada.