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CASOS DE ITER CRIMINIS:

1.- Agente encubierto en la conspiración:


Un agente encubierto contacta a dos sujetos para vender cocaína, les deposita el dinero,
y conciertan una cita en un terminal de buses. Llegan al lugar, y los sujetos no tienen la
droga, y señalan que un sujeto tiene la droga, llegan donde este último, y no tiene
sustancia alguna.
La Corte Suprema, los absuelve de los cargos de conspiración para traficar
estupefacientes y sustancias prohibidas, fundado en que el proponente de la conducta,
era un agente encubierto, y en ese sentido, no tenía dolo de conspiración, faltando el
requisito subjetivo de dicha figura, faltando el requisito de seriedad de la conducta, y se
añade que el agente encubierto, actuó fuera del ámbito de sus atribuciones, que en
ningún caso le permiten inducir a cometer el delito.
Sin embargo, la CS, no se resuelve la siguiente interrogante: ¿Siempre que intervenga
el agente encubierto, convierte en una conducta no punible, el hecho materia de
la conspiración? ¿o bajo ciertos supuestos es sancionable la conducta?
Además de lo anterior, cierta doctrina plantea algunas objeciones al requisito de
seriedad, referido a que, en todos los partícipes, debe existir dolo de conspiración.

1.- En primer término, surgen dudas respecto del argumento de la seriedad de la


voluntad de conspiración:
Se hace referencia, en este caso al dolo de conspiración, cuyo contenido es doble:
-Concierto de voluntades de delinquir.
-División de trabajo.

Como este requisito es exigible respecto de todos los partícipes, cabría afirmar la
impunidad de todos los partícipes, si uno de ellos arriba al acuerdo en forma
aparente.
Esto se daría en los casos de agente encubierto, o cuando uno de los partícipes, arribo
al acuerdo, no para cometer el delito, sino que, para no quedar de cobarde frente a la
banda delictual, en este último caso si se comprueba que no tuvo intenciones serias de
participar.
Como falta una voluntad seria, de uno de los partícipes, no puede haber conspiración,
al faltar el dolo de conspiración.
Sin embargo, esto no termina con dicho argumento formal.
Si se parte del supuesto, que el fundamento de la conspiración punible, es el grado de
peligrosidad que genera el acuerdo, no obstante, la voluntad aparente de uno de los
sujetos, y subsistiendo la peligrosidad ¿hace impune o punible la conducta?
En el caso propuesto, estamos en presencia, de una conducta, en donde intervinieron
más de 5 sujetos, y solo en uno de ellos faltaba el requisito de seriedad, por lo tanto, no
hay dudas de la peligrosidad de la conducta.
De alguna manera, lo que plantea la intervención de la inducción del agente encubierto,
es si su falta de seriedad, beneficia a los demás, considerando que los demás si han
mostrado su seriedad, y existiendo una conducta peligrosa. Se pueden distinguir dos
situaciones:
- 1 Agente revelador y 1 participe serio: No hay peligrosidad, ya que no se logró
concierto de voluntades.
- 1 Agente revelador y más de 1 participe serio: Hay peligrosidad, ya que se logró
concierto de voluntades, entre los sujetos, excluyendo al agente revelador.

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