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y 2508, aunque se usa la expresión "dominio" blicano hacía retroceder las autoridades

en vez de "propiedad". guardianas del poder arbitrario y de las


No obstante la diferencia.de carácter desigualdades sociales, amplificó su progra-
técnico que existe entre la definición de ma de reformas: A la libertad y a la igual-
Planiol y Ripert y la del Código de Napo- dad políticas agregó la libertad y la igual-
león, aquélla tiende a mantener y aún a dad económicas" (2°3).
fortalecer el primitivo sentido del Derecho Seignobos insiste en la vieja terminología
de propiedad o de dominio, y esto ocurre y emplea la expresión "libertad económica"
en pleno siglo xx, después de un largo pe- consagrada por el liberalismo burgués, pe-
ríodo de postguerra (año 1926), lo que re- ro no cabe duda alguna de que quiere refe-
vela que también Planiol y Ripert se afe- rirse a la igualdad económica, cuyo proble-
rran al concepto originario y rechazan las ma básico de la justicia 3ocial, que compor-
sugestiones de la doctrina y la jurispru- ta la anulación de los derechos de propie-
dencia e incluso el ejemplo de países que dad y de contratar, relativos ambos al pa-
tienden a reorganizarse sobre nuevas bases trimonio y extraños, por completo, al ver-
jurídicas más en armonía con ¡as exigencias dadero concepto de la libertad, porque ata-
de la vida económica y las imposiciones de ñen a los bienes y no a la personalidad hu-
la voluntad social. Tal actitud demuestra mana.
que Cousin tenía razón y que su criterio de De cualquier manera, y haciendo casó
entonces es ahora el de los modernos juris- omiso de la terminología anacrónica y con-
consultos burgueses, cuya intransigencia tradictoria, fuerza es reconocer que los mis-
está revelando que en esta materia no son mos demócratas republicanos de ahora ad-
posibles los términos medios, y que, o la miten la necesidad de una democracia
propiedad es un derecho absoluto, o no económica, y atribuyen a la expresión "de-
existe como derecho individual. mocracia" un contenido ético y social que
Así lo reconoce y sostiene, por último, ¡a identifica con la idea de justicia.
Emmanuel Levy en forma definitiva, con- Aquí reside el vínculo más íntimo y pro-
cluyente: "O se es propietario o no. Nada fundo que liga en la historia institucional,
de términos medios. Nada de fracciones de en la concepción del Derecho y en la ma-
propiedad. Es él Derecho absoluto, ilimitado nera de solucionar los problemas humanos,
sobre la cosa; actúa directamente sobre al socialismo con la democracia. Claro está
ella, la abraza; la absorbe necesariamente que ya no se trata de la democracia bur-
toda entera. Es exclusiva respecto a todo guesa liberal, individualista y puramente
otro derecho rival" (201). política que ha dado su estructura social
Lo que Jaurés quería significar Cuando característica en el siglo xix, sino del im-
afirmaba: "la república es la justicia", apa- pulso hasta ahora impreciso, contradictorio
rece explicado por otros escritores que ni y vacilante, tantas veces desviado de su
siquiera son socialistas, pero que consideran curso por los intereses incontrastablemen-
irrealizada la democracia mientras tenga te poderosos del privilegio, en el drama de
un sentido exclusivamente político. Así el la lucha de clases.
sociólogo y jurista Lévy-Bruhl se pregunta: En el siglo xrx rechazó los extremos de
"¿Cómo realizar la justicia?", y responde: la posición de Babeuf y los términos abso-
"Lo que las generaciones de los siglos pa- lutos de la disyuntiva de Cousin. Distrajo
sados trasmiten a las que les siguen, bajo su atención del problema nucleal de la
forma de riqueza adquirida, de medios de propiedad, desviando el sentido de las re-
trabajo, de valorización de recursos natu- formas legislativas y de la evolución jurí-
rales: tierras, subsuelo, hulla blanca, etcé- dica hacia los problemas formales suscita-
tera, deberá ser repartido entre los vivientes dos por conflicto permanente entre el ca-
para ser utilizado, consumido, transmitido, pital y el trabajo, y todo lo que aparece
a su vez, de otro modo que lo vemos hoy. comprendido en las expresiones "nuevo
¿Cómo se realizará este cambio? ¿Por una derecho" o "derecho obrero" consiste en
transformación más o menos completa de reformas parciales y fragmentarias en el
la propiedad privada en propiedad colecti- derecho de contratar, sin alterar el cimien-
va, como lo creen los socialistas? ¿Por el to de todo el régimen capitalista.
desenvolvimiento de la cooperación? ¿Por Atenuar los efectos deplorables que la
otros medios que no adivinamos, si bien injusticia ostensible de los contratos pro-
comienzan quizá a obrar ante nuestros ducía, fue toda la .preocupación reformista
ojos?" (2«2). y el historiador Seignobos con- del siglo xix y casi toda la preocupación
firmaba: "A medida que el partido -repu- reformista del primer tercio del siglo xx.
Se ha logrado así satisfacer las más apre-
(201) La icision sociaZisíe du Droit, pág. 32.
(202) Polftique républicaine, pág. 87. (203) Potinque rtpublicaíne, pág. £8.
¡mantés necesidades de la ciase oprimida perdió, sus aspectos externos más ostensi-
y, también, calmar el ímpetu revolucionario bles, pero acentuó el viejo antagonismo en
dé las íuerzas sociales. en actividad, pero torno del cual giró siempre toda la vida
sin evitar que, todas las veces que sea política, según lo reconocía Aristóteles en
planteado el problema histórico de la lucha su tratado sobre la materia. Pobres y ricos
de clases, se retorne a los términos absolu- volvían a ser ahora los protagonistas de
tos en que lo colocó la izquierda revolucio- este drama multisecular, y se enfrentaban
naria por intermedio de la doctrina de unos a otros sobre el engañoso suelo igua-
Babeuf, y que el socialismo enuncia como litario de los derechos del hombre y del
"socialización de les medios de produc- ciudadano.
ción". Desvanecidos los sofismas de las viejas
El nudo del drama social, en lo que se re- jerarquías tradicionales fundadas en el na-
fiere a la justicia económica, no está en cimiento y en el color de la sangre, la ver-
el trabajo, sino en la propiedad. El trabajo dadera oposición entre ricos y pobres, entre
es algo así como una deuda del individuo capital y trabajo, entre explotadores y ex-
hacia la colectividad (deber de trabajar). plotados, aparecía descarnada, imponiendo
Pero cuando el individuo es propietario — su realidad y atrayendo la atención sobre
capitalista—, se convierte en acreedor de sus problemas francamente materialistas.
trabajo, y la sociedad, su deudora, "debe" El sufragio universal (2<M) suministraba a
trabajar para él, a cambio de salario. la mayoría un arma en apariencia insupe-
Jamás obtendrá el trabajador "el produc- rable para el triunfo de sus intereses, pero
to íntegro de su trabajo" —según la fór- resultaba anulada su eficacia por la con-
mula jurídica de Antón Menger—, por el formación de un medio social en el cual las
camino reformista de la reglamentación clases se presentaban confundidas en la
legislativa del contrato de trabajo. Hay que expresión de sentimientos, pasiones e ideas
ir al fondo del problema, y allí se encuen- que permanecían sujetas al pasado tradi-
tra el derecho de propiedad... que no es cional y extrañas, por completo, a la ver-
un derecho, sino un privilegio. dadera lucha, que sólo daba signos de acti-
vidad en el terreno económico. Salvo raras
20. EL PROCESO REACCIONARIO excepciones de corta duración, la lucha
Una vez estructurada la República sobre política se desenvolvía como una puja de
las bases democráticas de la soberanía po- intereses personales en torno a la conquista
pular y los derechos del hombre, tal como del poder. El gobierno era el negocio má-
aparece en las Constituciones del siglo xix, ximo y ofrecía sus beneficios a las agrupa-
no encontró más resistencias que las que le ciones que operaban con mayor eficacia en
opusieron los monárquicos, aún apegados a el campo electoral.
los privilegios formales de la aristocracia La actividad política adquiría, así. un
cortesana. No faltaron quienes la mirasen carácter autonómico, en apariencia desvin-
con cierta desconfianza, por considerar culada del problema social, de la lucha
que, dentro de los principios políticos de la autonómica, de la lucha de clases. Las ma-
Revolución Francesa, se hallaba el germen yorías numéricas, que imponían su volun-
de una total descomposición. Pero a lo lar- tad en los comicios, se traducían siempre
go de los años se fue calmando esta inquie- en minorías gobernantes, todas ellas igua-
tud, ante el espectáculo tranquilizador de les, no obstante el antagonismo electoral de
la plutbcracia republicano-democrática. los partidos políticos que las llevaban al
En todos los países en donde subsistió la ejercicio del poder.
monarquía, el espíritu reaccionario se en- Los partidos políticos no representaban
contró cómodo, fortalecido por el hecho fuerzas económicas sociales (»>o), en esta
material de la presencia de un rey, que contienda personal de una "élite" o "causas"
comportaba el más flagrante desmentido a contra otro. La masa sólo tenia existencia,
la igualdad, y, en torno del rey, toda una como número de estadística, en el comicio,
casta de cprtesanos, enquistada dentro de y en nuestros países americanos se impuso
sistemas constitucionales. alguna vez. o, mejor dicho, impuso a su
En realidad, las clases sociales se mante-
nían cada una en su respectiva posición, y (204) "El sufragio universal.—dice Josepb Bar-
su lucha continuaba tan intensa como an- thelemy— es la gran fuerza de orden, y en el sen-
tido profundo de la palabra, la erran fuerza con-
tes. El feudalismo era reemplazado por el servadora del mundo moderno" (La crise de la i(-
capitalismo, lo que implicaba una variación mocratíe contemparaine. pág. 212).
en los términos del conflicto, sin que el (205) Teodoro Boosevelt distingue dos fon
conflicto mismo resultase afectado por ello. de separación política: por lineas horizonti
(que dividen clases) y por líneas verticales (d
Sobre la base de la igualdad política y confunden las clases dentro de los partidos).j
civil, la diferencia entre las clases sociales primero es socialismo, lo segundo, democracia.
grupo directivo, por medio de las armas, audacia, desde el gobierno o junto al go-
en tumultuosa y efímera irrupción. Pero bierno. Proclaman el fracaso de la demo-
las clases sociales no aparecían diversifica- cracia, el fracaso del parlamentarismo, el
das, ni era visible su acción específica den- fracaso del sufragio universal. No ignoran
tro de los partidos políticos. que su actitud comporta la confesión del
La aparición del socialismo en el campo fracaso real y efectivo, ya inminente, del
político dio un nuevo sentido a la lucha Estado capitalista y de la sociedad capita-
electoral y a la conquista del gobierno. lista, pero saben que aún no existe una
Aunque asume formas de partido político, clara conciencia del problema social en la
declara ser la clase obrera políticamente inmensa mayoría de la clase proletaria, y
organizada. Introduce en la vieja lucha de creen estar todavía a tiempo para utilizar
intereses personales el sentido económico a la masa en contra de sus propios intere-
del problema social, y tiende a sustituir la ses, o para sofocarla y destruir en ella to-
oposición de las "élites" o "causas" por la das las posibilidades que trae consigo el
lucha de clases, ya no sólo para la conquis- despertar de su conciencia. Desde 1848 —en
ta del poder, sino para la transformación que Marx y Engels redactaron el manifiesto
de la sociedad en su estructura económica. comunista, hasta 1922—, en que el fascismo
Desde ese momento, la democracia polí- se apoderó del gobierno de Italia—, van
tica empieza a dejar de ser inofensiva. El transcurridos tres cuartos de siglo, durante
Estado capitalista comprende la necesidad los cuales el reformismo ha ido reconocien-
de defenderse del avance popular, que per- do al proletariado una cantidad tal de
mite llevar al parlamento los intereses de pequeñas conquistas que se hace indispen-
la clase oprimida y convertir en ley las as- sable y urgente destruirlas si la burguesía
piraciones inmediatas que, en escasa me- aspira a subsistir. Ahora, no son única-
dida, aparecen como conquistas intelectua- mente sus cadenas lo que puede perder el
les de la ciencia jurídica, ante la colisión proletariado. Todas sus posibilidades se
permanente del capital y del trabajo. asientan en un cúmulo de débiles conquis-
El parlamento se convierte, así, en una tas fragmentarias, obtenidas al amparo de
tribuna en donde asoma, con cierta timidez, la democracia burguesa. Acaso él mismo
la voluntad proletaria. La ley limita en no advierta el peligro de un daño irrepa-
algunos aspectos la autoridad abusiva del rable por mucho tiempo, mientras la bur-
patrono y empieza a investir al obrero con guesía arrecia en su ofensiva antidemocrá-
una nueva ciudadanía, a ejercitar en el tica y se extiende en un esfuerzo solidario
campo de la actividad económica. Las que se hace universal.
fuerzas obreras se agrupan y se organizan Así queda planteado, en definitiva, el
para la acción gremial o sindical, ampara- problema de la violencia en la lucha de
das en esta ciudadanía con las que inviste clases. Vuelve el Estado a ejercer su función
el nuevo derecho que el reformismo ha primigenia, sin disimulo y sin atenuaciones.
creado, y empiezan a tener conciencia del Quiere restablecer las antiguas jerarquías,
valor del t-abajo y de la posibilidad de asentándolas sobre las ventajas del predo-
utilizarlo c mo un arma de eficacia incon- minio económico, y pretende imponer, una
trastable. vez más, la plutocracia como -el triunfo de
La burguesía comprende que esto es el calidades humanas sustanciales. No le in-
principio del fin. Posee todavía todas las comoda la república como forma de gobier-
fuerzas del privilegio económico, del pri- no. Le estorba el contenido ético de la de-
vilegio político y del privilegio cultural. Re- mocracia, el impulso social que contiene en
presenta a la patria como propietaria de su entraña la fuerza del trabajo; le alarma
tradiciones y dispone de la técnica para un derecho que pretende ser justo y una
utilizarla como formidable instrumento de cultura impregnada de solidaridad esencial.
opresión. Cuenta con el ejército, la admi- Se dispone a librar su última batalla. Para
nistración de justicia, la Iglesia, la escuela, eso se organiza técnicamente. Su violencia
la Universidad, la policía, la gran prensa tiene que rendir el máximo de eficacia.
;y las instituciones de crédito; pero todas Necesita recrear el Estado absolutista, anu-
esas fuerzas organizadas no le bastan para lar la soberanía del pueblo y destruir la
impedir la marcha de un proceso histórico libertad. Forma su ideario, adopta un ce-
que renueva por momentos las condiciones remonial, crea una mitología y hasta in-
de la vida social y que va transformando, venta una indumentaria. Así nace y se
cada vez con mayor precisión, la lucha po- extiende el fascismo, la máxima y final
lítica en lucha de clases. reacción antidemocrática y antisocialista.
Los pequeños grupos reaccionarios, que La reacción fascista tiene también su
habían disimulado su nostalgia de la vida mística contrarrevolucionaria opuesta a la
feudal, empiezan a moverse con alguna de la gran Revolución Francesa. Al lema
democrático "libertad, igualdad y fraterni- y del socialismo sólo existe en el terreno
dad", contrapone su lema aristocrático: político y económico. Cuando se le quiere
"autoridad, jerarquía, disciplina". Dentro extender al proplema de la personalidad
de esas condiciones, se representa un estado humana, lo opuesto a individualismo se
social perfecto, tal como la escena idílica llama "despotismo". "Definido en general,
y paradisíaca, que se complace en imaginar el socialismo es aquel régimen que asegura
Fierre Gaxotte, so pretexto de describir el el completo desenvolvimiento del mayor nú-
:
siglo xvii. ' . t mero posible de individuos —dice A. de Al-
"El siglo xvn —dice Gaxotte— había sido bornoz—. Así entendido, combatirlo en nom-
una época de pleno florecimiento para el bre del individualismo es evidentemente
genio francés. El modelo de hombre grato absurdo. A menos que por individualismo
a aquel entonces, es un ser consciente y se entienda el de cuatro caballeros que,
reflexivo que impone silencio a sus apetitos en plena indigestión de Nietszche, se figu-
y a sus pasiones para someterse a una ran que toda la tierra es poco para conte-
regla superior de orden y armonía. Se des- nerlos2 a ellos, que van para superhom^
confía de las fantasías individuales, de las bres" ( <").
singularidades del sentimiento, de los actos El individualismo aplicado a los proble-
instintivos, de todo lo que es turbio y mal mas económicos, se convierte en la teoría
definido, de esos arrebatos inconscientes que del liberalismo jurídico con el "dejar hacer,
oscurecen los espíritus más límpidos, como dejar pasar" de los fisiócratas, para quie-
la sombra de una nube la superficie de un nes el Estado debía desempeñar funciones
estanque. Conociendo sus debilidades, no cíe vigilancia exclusivamente.
hace sus deseos el fundamento de la mo- El individualismo económico —aparejado
ral ni de la ciencia. Tiene el gusto de la al despotismo político—, llegó a su apogeo
jerarquía y de la disciplina. Pone su gloria en la organización jurídica de los romanos,
en someterse a la experiencia, a la lógica, considerada bajo el Imperio: máximum de
a la tradición que es experiencia acumu- derechos relativos al patrimonio, mínimum
lada. Es cristiano y conservador. Tiene ho- cié derechos relativos a la personalidad hu-
rror a los disturbios y a las revoluciones. mana. El ideal socialista puede ser enun-
Ama lo universal y lo estable. En todos los ciado en una fórmula exactamente contra-
tiempos y en todos los países, bajo todas ria: máximum de derechos relativps a la
las modas y todas las apariencias, le es personalidad humana, mínimum de dere-
grato reencontrar las mismas verdades chos relativos al patrimonio.
permanentes y generales. Tiene el don de El sufragio universal es, ante todo, reco-
la organización, el espíritu recto, el amor nocimiento de los derechos de la persona-
de lo verdadero y el sentido de las reali- lidad humana. Por eso estorba los propósi-
dades" ( 20 «). tos del fascismo, que pretende sustituir a la
La libertad es el gran enemigo del fas- sociedad, como sujeto de la soberanía, por
cismo. Benito Mussolini lo proclamaba sin el jerarca o "duce" de un determinado par-
ambages: "Hay que pasar sobre el cadáver tido político.
putrefacto de la libertad". - El principio político de que la soberanía
Los derechos del hombre y del ciudadano reside en la sociedad es de carácter fran-
constituyen el punto de partida democrá- camente socialista, y a él corresponden las
tico de la futura transformación socialista. corrientes reformistas del sufragio, encami-
Para destruirlos, el fascismo se declara nadas a despojarlo de su significación ato-
socialista a su manera: anti-liberal y anti- mística y cuantitativa para darle el valor
individualista, acogiéndose de un modo tíe una expresión funcional y cualitativa;
malicioso a los beneficios de la corriente pero no hay manera de conciliar esta ten-
universal en que se manifiesta la vocación dencia con el absolutismo individual del
socialista de nuestro siglo. duce, que es individualismo absoluto.
Por supuesto que la teoría de -la "sobe- Nadie ignora que la representación fun-
ranía del Estado en sí", que el fascismo cional tiene origen en la organización
proclama, se asemeja a la del estado so- corporativa de las ciudades medievales, en
cialista tanto como podría asemejársele el las que el trabajo no era libre y toda acti-
absolutismo faraónico. Pero esa apariencia vidad económica se hallaba subordinada a
engañosa —capitalismo de Estado—, le per- una reglamentación rigurosa en la que el
mite encubrir su verdadera finalidad, ne- individuo resultaba totalmente absorbido
tamente antisocialista. por la corporación, siempre que no revistiese
La verdadera oposición del individualismo jerarquía patronal.
Estas corporaciones de oficios reposaban
(206) Gaxotte. P., La Rfvolution Fraiifaise, pá-
gina 49. (207) Individualismo y socialismo, pág. 123.
sobre el vínculo del trabajo individual, or- ese respeto bastaba para mantener el prin-
ganizado colectivamente, sin que a este tipo cipio de autoridad de la ley y permitía opo-
de producción, socialista aunque jerarqui- nerlo, muchas veces con eficacia, a la ar-
zada por el '.capitalismo incipiente y por el bitrariedad de los individuos encargados de
derecho de propiedad feudal, correspondie- la -función pública.
se, ni aproximadamente siquiera, un sistema Además, la arbitrariedad asumía siempre
de distribución socialista. el carácter subrepticio de trampa a la ley.
De cualquier modo, en el sistema corpo- Esta actitud vergonzante dificultaba en
rativo el individuo adquiere capacidad po- forma considerable el abuso, y la interven-
lítica en mérito a su capacidad productora; ción del poder judicial, para resolver los
su valor político está condicionado por su casos jurídicos planteados, daba lugar a
valor social, por su utilidad social. En tanto discusión pública sobre la interpretación
el individuo es fuerza creadora de intereses de la ley y ponía en movimiento las fuerzas
que merezcan ser defendidos, en cuanto morales que el Derecho positivo hace via-
merecerá intervenir en la formación del bles y eficaces.
gobierno para la administración de esos in- Aunque "la ley es como el cuchillo, que
tereses. no ofende a quien lo maneja" —según la
Si el trabajo es la medida de valor en la experiencia que rezuma nuestro Martín
función política, sólo tienen derecho al Fierro—, la ficción de su autoridad sobe-
sufragio los trabajadores. "El que no tra- rana constituye el elemento subjetivo, in-
baja no come", dijo la Rusia revolucionaria, dispensable para la existencia del orden
reeditando un apotegma atribuido a Pablo jurídico en la sociedad.
de Tarso. El sufragio profesional es su co- La dictadura, como forma de gobierno,
rrelativo en el terreno político: el que no significa la anulación total del -orden ju-
trabaja, no vota. rídico. El principio de autoridad ya no re-
El sufragio profesional corresponde exclu- side en la ley, sino en el dictador. Las
sivamente a una república de trabajadores, normas desintencionadas y permanentes
en donde el trabajo no se halle sometido del Derecho ceden al paso de la voluntad
al capital. El capital, máxima expresión del intencionada, interesada y empírica del
individualismo económico, no tiene por qué individuo gobernante. Absolutismo o, si se
estar representado en el gobierno de una quiere, despotismo: individualismo extre-
sociedad en donde el trabajo social produ- mo, de cualquier manera.
ce riqueza social. El orden jurídico descansa sobre la exis-
Claro está que nada de esto se propone tencia correlativa del orden moral que co-
el fascismo. Adopta e impone el sistema labora en su nacimiento, y que le suminis-
corporativo como una manera de esclavizar tra vivencia. Ambos intercambian influen-
al trabajo y a los trabajadores, como un cias recíprocas, y del mismo modo que el
medio eficacísimo de asegurar los privile- orden jurídico aparece condicionado por el
gios del capital; como el instrumento más orden moral, este último reposa en la ga-
adecuado para la opresión política y econó- rantía de su observancia consagrada por
mica de la clase capitalista. El corporati- aquél.
vismo fascista tiene por ob'jeto principal la En principio, asi como el orden natural
jerarquización de las clases sociales; excluye el niilagro, el orden jurídico excluye
la arbitrariedad. Este principio, convertido
21. EL PROCESO REVOLUCIONARIO Y EL OR0EN en dogma, constituye el mito transcenden-
JURÍDICO te del constitucionalismo y tiene la reali-
El sistema de la violencia política, predi- dad de una fuerza moral activa y efectiva
cado por el fascismo y aplicado desde el desarrollada a lo largo del siglo xix.
gobierno por. las dictaduras de clase, com- Todo eso es la legalidad. Todo eso está
porta la quiebra de la legalidad. en quiebra so pretexto de haberse produ-
El orden jurídico de todos los países con- cido la crisis de la democracia y la crisis
temporáneos emanaba de la soberanía po- del parlamentarismo. Ya hemos visto, em-
pular; consistía en «1 imperio de la Consti- pero, que la democracia sigue-su curso ha-
tución y de la ley y en el respeto de sus cia el socialismo. En cuanto al parlamen-
preceptos. Es verdad que ese respeto era tarismo*, no pasa de ser un resorte del go-
casi siempre formal, simulado por los go- bierno republicano t208), técnicamente
biernos, que lo imponían obligatoriamente
al pueblo cuando les interesaba el cumpli- (208) "Lo que se halla en crisis es la técnica
miento de las normas jurídicas, sin perjui- parlamentarla de la democracia. Cabe prescindir
cio de apartarse de él en toda ocasión que en este lugar de las crisis pasajeras, que, en par-
te, se deben al peso de la guerra y, en parte, a los
lo creyesen conveniente a sus intereses de obstáculos de una burocracia autoritaria. Los mo-
clase o'de facción. Aun en tales condiciones, tivos más hondos de crisis proceden, con pocas ex-
perfectible, cuya insuficiencia instrumental su verdadera acción: destruir el orden jurí-
justificaría objeciones y motivaría refor- dico creado por el constitucionalismo. Para
mas, pero no daría lugar en modo alguno eso necesita producir la quiebra de la le-
a declarar la caducidad de la democracia galidad; substituir la igualdad de Derecho
como contenido o de la república como es- por un sistema de jerarquías sociales de
tructura. origen económico, y reemplazar el principio
"Las instituciones parlamentarias —dice de autoridad de la ley por el principio de
el conde Sforza— no son más qué uno de autoridad del privilegio. En eso consiste el
los varios aspectos de la libertad a través hallazgo del fascismo, y en tal hallazgo
de la historia. Las libertades necesarias, reside ahora toda la eficacia de la acción
aquéllas sin las cuales pierde un pueblo capitalista en el desarrollo histórico de la
toda su dignidad, están por encima de los lucha de clases.
mecanismos parlamentarios, y son ajenas a Es evidente que esta situación se halla
ellos: la libertad de pensamiento, de pala- prevista con toda claridad por el marxismo,
bra, de asociación" ( 20B ). no obstante adquirir ahora insospechada
La verdadera crisis de nuestro tiempo es, extensión de universalidad en la brusca
a fin de cuentas, crisis de la legalidad, cri- maduración de su proceso. El partido so-
sis del Derecho provocada por su propio cialista de la República Argentina ade-
guardián: el Estado capitalista. lante también su previsión marxista en la
Más que crisis todavía: quiebra de la le- declaración de principios que fija puntos
galidad; caducidad del orden jurídico pro- de partida y normas de acción política y
vocada y proclamada por la clase burguesa, social. La observancia del orden jurídico
ante el peligro que comporta el desarrollo preestablecido, el imperio de la legalidad,
normal de la sociedad por los caminos que son las condiciones básicas de su actividad
la legalidad consagra, aunque no siempre reformista: "Mientras la burguesía respete
asegura de un modo efectivo. los actuales derechos políticos y los amplíe
Por supuesto que la violencia no prospe- por medio del sufragio universal, el uso de
ra si el orden jurídico subsiste. Por eso, la estos derechos y la organización de resis-
ofensiva del capitalismo asume la forma tencia de la clase trabajadora serán los me-
de reacción antidemocrática, y su actitud dios de agitación, propaganda y mejora-
se hace universal. No obstante el carácter miento que servirán para preparar la fuer-
francamente burgués de la Revolución za del proletariado organizado".
Francesa, se ha ido produciendo la evolu- Sean cuales fueren las modalidades par-
ción revolucionaria del sistema capitalista ticulares que caracterizan el desarrollo del
por infiltración progresiva de los principios proceso histórico político en cada país, no
socialistas. El Derecho —que hasta ayer fue cabe duda de que la ofensiva capitalista
el aliado de la autoridad en la lucha de presenta signos de identidad como reacción
clases—, empieza a ser el aliado de la jus- general antidemocrática, bajo las directi-
ticia económica, mientras la clase media vas del fascismo. Es verdad que esta ofen-
se proletariza, si bien con alguna lentitud. siva es para la clase capitalista una con-
El capitalismo se pone en guardia contra traofensiva suscitada por la advertencia
los peligros de la transformación social. de la Revolución rusa, pero ese pretexto no
Escoge, como lemas, la autoridad y la je- interesa ya. El caso de Rusia era un caso
rarquía. Se orienta, bajo tales auspicios de de excepción y, en último extremo, prueba
apariencia constructiva, hacia el objeto de que la acción proletaria adopta formas de
violencia decisiva allí donde la presión del
capciones, de la transformación misma que sufre Estado se hace intolerable.
el núcleo de ideas democráticas. Nos hallamos en En los países organizados constitueional-
un periodo de transición, de paso de una demo-
cracia racional individualista a una democracia mente sobre bases democráticas, el proceso
social indeterminada. A la democracia atomística histórico de la evolución social se opera-
se opone la idea nacional, es decir, la exigencia de ba de distinta manera que en Rusia desde
una democracia cultural y colectivamente indivi- el triple punto de vista económico, cultural
dualizada. A la democracia liberal, de la cual dice
Anatole Prance «que su derecho prohibe, en ma- y político. La lucha de clases se desarrolla-
yestática igualdad, lo mismo al íleo que al pobre, ba dentro del cumplimiento de ciertas leyes
el robar un pan o el pedir limosna en las esqui- biológíco-sociales, condicionado por la exis-
nas», se opone el socialismo, es decir, la democra- tencia de fuerzas morales colectivas difíci-
cia de la economía social. Las hondas causas de la
crisis de la Democracia obedecen a la tendencia les de desarraigar, y que cumplían una
intensíficadora e Individualizados de la misma, función reguladora, apta para atenuar los
que no puede conseguirse con los medios demo- rigores de la colisión permanente de los in-
cráticos al uso, y mucho menos con el parlamen- tereses.
tarismo" (Heller, H., Las ideas políticas contempo-
ráneas, pág. 91). El miedo y la alarma de ¡a clase burguesa
(209) £.03 dictaduras europeas, pág. 223. ante lo ocurrido en Rusia, y en presencia
de una cierta aceleración del proceso re- orden moral. La caducidad de un orden ju-
volucionario de la clase oprimida, como con- rídico determinado es efecto — que reobra
secuencia de la gran guerra, la conducen a como causa — , de la caducidad anterior de
plantear en los países democráticos situa- un determinado orden económico-social.
ciones de conflicto violento que intensifican Cuando reviste esas proporciones, la lega-
cada caso nacional con el caso ruso, y re- lidad quebrada no admite remiendos. Hay
claman soluciones extremas. que organizar un nuevo orden jurídico que
En tales condiciones, la lucha de clases contenga como estructura el nuevo orden
pasa a ser guerra de clases, con brusquedad económico-social y las bases del nuevo or-
acaso inesperada. La bandera del fascismo den moral. Esto es, precisamente, lo que
es la bandera de la guerra de clases sin se llama revolución. Y esa es la misión del
atenuaciones y sin cuartel. Está planteado socialismo en esta hora histórica.
el dilema forzoso que determinó a Eusia: Son muchos los países del mundo que en
o dictadura burguesa o dictadura proleta- estos momentos viven en "estado revolucio-
ria ( 2 '0). nario". El nuestro es uno de ellos. El golpe
En el terreno de la violencia no caben de Estado del 6 de septiembre de 1930 des-
términos medios. El reformigmo queda con- truyó el orden jurídico constitucional, es-
vertido en' neutralidad anacrónica y esté- tableció una dictadura de clase, de tipo mi-
ril; neutralidad imposible. En esta fase litar y, so pretexto de la vigencia de una
aguda y quizá definitiva del conflicto his- supuesta "ley marcial" o del "estado de si-
tórico entre el capital y el trabajo, entre el tio", anuló todas las apariencias formales
privilegio y la justicia, entre el pasado y de la democracia argentina
el futuro, el socialismo no debe vacilar, no
puede vacilar. EL TRIUNFO FINAL DE LA DEMOCRACIA
La quiebra de la legalidad produce siem- Respecto de las perspectivas históricas
pre el "estado revolucionario" (2"), cuan- sobre la suerte final de la democracia, tal
do esa quiebra afecta profundamente el como hemos tratado de caracterizarla, uti-
(210) "La dictadura soviética integra, desde lizamos la opinión del novelista y ensayista
luego, algo mas que elementos de terror, pero es Tomás Mann, con la cual coincidimos, con-
innegable que el terror y la violencia cuentan vencidos de que la evolución de la humani-
entre sus instrumentos principales. La inmensa dad se opera en el sentido que le imprimen
mayoría de los rusos no ha conocido jamas lo que
es ser libres. Y lo más terrible de la situación ac- la libertad y la justicia, salvando todos los
tual del pueblo ruso es que todavía hoy desconoce obstáculos que le oponen las contingencias
el valor soberano de la libertad. Sería, sin embargo, del proceso histórico.
injusto comparar un movimiento fanático, pero Entresacamos de un trabajo de Mann, ti-
penetrado de cierta grandeza mesiánioa, .como el
de Moscú, con otras dictaduras que, a más de su- tulado en la misma forma que este capítulo
primir toda libertad, lo mismo que le, rusa, care- final, algunos párrafos que nos sirven para
cen de todo idealismo social o espiritual y que si fijar su punto de vista, que es también el
suprimen la libertad es tan sólo para conservar el nuestro.
poder" (Conde "íorza, Las dictaduras europeas,
págs. 223, 26 y 161). "Cabe comprobar que gran parte de la
(211) -"El movimiento revolucionario en medio juventud de todo el mundo, en Europa y
del cual vivimos, nos ofrece el espectáculo de un paticularmente en América, y aún puede
hecho extraordinariamente interesante y excepcio- decirse que su mayor parte, no quiere nada
nalmente raro, que sólo se produce con espacie de
varios siglos, y la asistencia al cual podemos, no con lo que se llama las ideas fascistas. Es-
obstante los inconvenientes que trae consigo, con- piritual y aún físicamente, lucha por idea-
siderar como un privilegio de nuestra buena suer- les completamente opuestos. Es evidente que
te. Es el espectáculo de cómo se constituyen y la predisposición para el miasma fascista
Juntan los elementos de las concepciones jurídi-
cas, políticas, morales, que luego regirán a la hu- no tiene nada que ver con la edad; es más
manidad durante una era. Es el espectáculo de bien una cuestión de inteligencia, del ca-
cómo se forman y hacen predominantes las nue- rácter, de la verdad, del sentimiento huma-
vas valoraciones de justicia, de moral, de bien co-
mún, etc.. que los venideros después, econtrándo- no, en fin, la que decide al respecto cuali-
las ya hechas e imperantes, considerarán como dades que son propias o impropias de la
ideas innatas, como voces de la naturaleza o de la vejez, lo mismo que la juventud, y esto re-
conciencia, como absoluto, como universal. Y casi sueltamente no prueba de ninguna mane-
sentimos el deber, nosotros que vivimos en una de ra la perspectiva revolucionaria del fascis-
«stas épocas singularísimas, de registrar el mocio
con que' vemos formarse ante nuestros ojos, y mo.
prevalecer poco a poco Tos nuevos valores; es de- "Ello no impide que su chillona propa-
cir, de registrar que hemos visto muy bien cómo,
opuestos puntos de vista y valoracionesi que eran
igualmente válidos en el terreno racional y. por la fuerza únicamente" (Rensi, G., La filosofía de
lo tanto, tenían en ese terreno igual derecho a la la autoridad). '
victoria, lo que determinó la prevalencia y el i212> Véase el libro del autor Ley marcial y es-
triunfo de una de ellas fue (como no podía menos) tado de sitio en el Derecho argentino. '
ganda invocando su condición juvenil, que más amplio de lo que permite suponer, de
su maniobra de reclame presentando a la primera intención, la acepción netamente
democracia como envejecida, corrompida, política de ese nombre, pues lo vinculo a
superada, pasada y horrorosamente aburri- lo más humano: a la idea y lo absoluto, lo
da, y ofreciéndose a sí misma, en cambio, relaciono con la dignidad del hombre inso-
como muy alegre y pictórica de vida y por- bornable, al que ningún envilecimiento del
venir, puede oírecer los éxitos que todos co- poder consigue destruir. Y así he de proce-
nocemos. Hábil y astuto como es para apro- der para cumplir el deseo expresado de pro-
vecharse de las debilidades humanas, hala- fesar mi fe en la victoria final de la de-
ga así la doliente ansia de novedades de la mocracia sobre las tendencias y fuerzas que
humanidad, a que nos referimos; y opino hoy la amenazan. Es difícil llegar a tal
que hace falta que la democracia replique creencia si se compara sólo un sistema po-
a esa especulación fascista con el descubri- lítico con otro adverso, y que incluso puede
miento de sí misma; este autodescubri- presentar muy vigorosas ventajas prácticas
miento puede proporcionar le .un atractivo sobre el democrático. Aquella fe debe ba-
de novedad igual y aún superior al que tra- sarse en la extratemporalidad humana de
ta de ejercer el fascismo. Es preciso que se la democracia y en su consiguiente capaci-
desprenda de toda naturalidad y olvido de dad de renovación infinita, en su tesoro
ella propia, y' aproveche esa situación que inagotable de juventud potencial, nutrido
ya no esperaba —es decir, el hecho de ha- por lo absoluto,' que le permite reírse de la
ber vuelto a ser problemática— para reno- petulante pretensión, mantenida por la dic-
varse y rejuvenecerse, recobrando la con- tadura fascista, de ser joven y considerar
ciencia de sí misma. ¿Es que resulta impo- como suyo el porvenir. Más adelante expli-
sible sobrestimar sus recursos vitales y de caré que aquella fe está supeditada a deter-
juventud, frente a los cuales la petulancia minadas condiciones, cuya realización his-
juvenil del fascismo no es en verdad más tórica incumbe a la democracia. Por el mo-
que una huera mueca? El fascismo es un mento me preocupa su definición como con-
hijo —un hijo muy repugnante— de la épo- cepto, ya que toda definición de la demo-
ca, y de ella toma cuanto tiene de juvenil. cracia que se mantenga dentro de la téc-
La democracia, en cambio, es humana, está nica política es insuficiente, sobre todo para
más allá del tiempo, y esa condición signi- tener fe en ella.
fica siempre una medida de juventud po- "No basta definir el principio democráti-
tencial que sólo necesita ser realizada en la co como el de la mayoría, y traducir demo-
idea y en el sentimiento para superar cum- cracia, demasiado literalmente, como "go-
plidamente a una juventud meramente bierno del pueblo", término ambiguo, que
temporal en atractivos de toda especie, de también puede significar "gobierno del po-
vitalidad y belleza. pulacho", ya que ésta es más bien, la de-
"Dije que la democracia es extratempo- finición del fascismo. Y hasta es insuficien-
ral y humana, y que su adversario, que hoy te —por acertado que sea— hacer arran-
se presenta tan triunfal, el fascismo, es un car la idea democrática , la idea de la
fenómeno de la época. No olvido empero que paz, y explicar que el derecho de un pue-
el fascismo también tiene raíces profundas, blo libre a resolver él mismo su destino in-
y tal vez indestructibles en lo humano, pues cluye el respeto de los derechos de pueblos
su esencia es la fuerza. Cree, practica, ama, extraños y constituye, por ende, la mejor
honra y ensalza la violencia física y espiri- garantía para la formación de una comu-
tual; en ella ve no sólo la última sino tam- nión de pueblos por y para la paz. Hay que
bién la prima ratio —y sabemos demasiado ir más lejos y abarcar el total. Hay que de-
bien que la fuerza es un principio humano finir la democracia como la forma estatal
e inmortal, lo mismo que su contrario, la y social que se inspira más que cualquier
idea del derecho. Es el principio que crea otra en un sentido idéntico al de la con-
inexorablemente hechos, capaz de todo o de ciencia de la dignidad humana.
casi todo; que luego de haber sometido, por
medio del terror, a los cuerpos, llega inclu- "La democracia, sea cual fuere el concep-
so a someter las ideas— pues a la larga, el to que defienda respecto a los hombres, eri
hombre no puede llevar una doble existen- cualquier forma, guarda buenas intencio-
cia. Para alcanzar su propia armonía adap- nes respecto a ellos. Quisiera elevarlos, en-
ta sus ideas al comportamiento exterior que señarles a pensar, libertarlos, quisiera des-
le impone la fuerza. A tal punto llega la pojar a la cultura de todo carácter de privi-
capacidad d e ésta. , <....- legio y llevarla al pueblo. En una palabra:
tiene propósitos de educación.
;,, "Como se ve,.quiero dar al nombre de la "La educación es un concepto optimista
democracia un sentido muy amplio, mucho —filantrópico, y el respeto por el hombre
es inseparable del mismo. El concepto con- es sino ciudadano, elemento parcial de la
trario, misántropo y despreciador del hom- nación que encarna el Estado. Se ve obligado
bre, se llama propaganda. Esta debe enton- —primero por la fuerza, la que sin embar-
tecer, embrutecer, igualar, uniformar— en go, poco a poco se adueña del hombre inte-
holocausto a la eficacia guerrera y, sobíe rior—a dedicar su pensamiento y sentimien-
todo, con el fin de mantener al sistema dic- to, su voluntad y actividad, en primer y úl-
tatorial en el poder. No quiero decir con timo lugar al, Estado totalitario, a servirle en
esto que no se pueda hacer también pro- cuerpo y alma, con sus bienes y su sangre.
paganda en sentido educativo, es decir, del
espíritu democrático; la democracia, quizás, "Expongo con palabras sencillas lo que es
la ha usado demasiado poco a su favor, y necesario. Es una reforma de la libertad
ello en todas partes, sin .excluir este país. que haga de ella algo distinto de lo que fue
Sea como fuere, en manos de la dictadura y pudo ser en los tiempos de nuestros pa-
la propaganda resulta un instrumento de dres y abuelos, en la época del liberalismo
cínico desprecio del hombre. burgués, algo distinto del laissez faire, lais-
sez passer, pues así no puede subsistir, y,
"Pero la aproximación al arte significa eso ya no le basta. La reforma a que me re-'
aproximación a la vida, y si el sentido de la fiero, debe ser de índole social; sólo así la
dignidad del hombre constituye la defini- democracia puede anular las ventajas del
ción moral de la democracia, su definición fascismo y comunismo y restar a la dicta-
psicológica resulta de su voluntad de re- dura, en beneficio propio, la ventaja de su
conciliar y unir el conocimiento y el arte, juventud, nada más que momentánea y
el espíritu y la vida, la idea y la acción. muy mendaz, si bien de gran efecto para la
propaganda. Aquella reforma social debe te-
"Dije que la fe en el triunfo final de la ner por objeto tanto la libertad espiritual
democracia sobre sus adversarios, y esa vic- como la económica. Han pasado, en ambos
toria misma, están supeditadas a ciertas sentidos, los tiempos del librecambio y del
condiciones, cuya realización histórica co- liberalismo pasivo. Se le ha quitado la li-
rresponde hoy a la democracia. La prime- bertad al liberalismo —con escorpiones le
ra de esas condiciones es la profunda y ha sido quitada—. Ella aprendió. El huma-
enérgica conciencia propia de la democra- nismo no seguirá significando una toleran-
cia, la renovación de su amor propio espi- cia que alcance a todo —incluso a la deci-
ritual y moral, la desconexión de su condi- sión de estrangular al humanismo—. Fren-
ción juvenil de lo humano-extratemporal, te al propio fanatismo está perdida una li-
mediante la idea y el sentimiento. La se- bertad que por pura bondad y escepticismo
gunda condición queda cumplida con la humano ya no cree en sí misma. No es un
comprensión clara e indiscutida de las ven- humanismo de la debilidad y de la toleran-
tajas indudablemente amenazadoras en que cia que dude de sí mismo lo que hoy le hace,
su competidor momentáneo, el fascismo dic- falta a la libertad, pues de esa manera apa-
tatorial, cifra sus propias esperanzas de vic- rece miserable y dejada de la mano de Dios,
toria. Sería inútil no querer ver la superio- ante una creencia en la fuerza que no su-
ridad que tiene por su empuje la política fre, ni remotamente, la anemia originada
exterior —pagada en verdad, a muy 'alto por( el mucho pensar. Es preciso un huma-
precio— el sistema de la dictadura, ni la nismo de la voluntad y de la combativa de-
unificación de la voluntad, que puede ser terminación de conservación propia. La li-
forzada y que a veces nada más es apa- bertad debe descubrir su virilidad, debe
rente, pero que aún como engaño resulta aprender a llevar armadura y a defenderse
eficaz, ya que el sistema sabe cómo enga- contra sus enemigos mortales; después de
ñar no sólo a los demás pueblos, sino en amarguísimas experiencias debe compren-
primer lugar al suyo propio. Pero uno es, der que con un pacifismo que confesada-
hasta cierto grado, lo que quiere ser. Tal mente no quiere la guerra a ningún precio
pueblo ofrece, en efecto —cuando menos provoca la guerra, en vez de impedirla.
por momentos— el aspecto de un organis- "Esto, en cuanto a la reforma espiritual
mo estatal uniforme, enormemente engreí- de la libertad. En lo que se refiere a su re-
do y enérgico, armonioso y sinergético, con novación económica, hay que repetir una
un acendrado ascetismo económico de gue- cosa muy sabida, a saber, que su falla y
rra, que percibe considerando el hecho psi- desventaja moral —que incluso permite al
cológico no sólo como presión y renuncia- fascismo dar,se ante ella aires ficticios de
miento, sino también como acicate y mo- "idealista"—"reside en que está dominado
tivo de orgullo y de experiencia colectiva. por la plutocracia y las clases adineradas,
Para nada cuentan para él la dicha, la li- las cuales ocupan en el régimen fascista, -
bertad, ni aún la vida del individuo: éste no no el lugar de la nobleza, sino de los privi-
legios y desigualdades feudales. Si la demo- colaboración los problemas del trabajo y lo
cracia quiere asegurar su indudable e his- grar en última instancia la paz duradera
tórica superioridad moral eficazmente y García Oviedo identifica el concepto con
oponer una consigna enérgica al seudoso- el vocablo eogestión, o sea la intervención,
ciallsmo fascista, tiene que asimilarse en del obrero en la empresa actuando en susí
lo moral y económico, aunque sea de un organismos directivos con poder de deci-
modo transitorio, lo que sea necesario e in- sión, y en los organismos deliberantes con
dispensable de la moral socialista. Para lo- voz y voto. La eogestión, dice, implica cola-
grarlo debe completar y disciplinar la li- boración del capital y el trabajo en la ad-,
bertad, proseguir la revolución burguesa, ministración de la empresa. La dirección
llevarla de lo político a lo econófico, reco- de la empresa es compartida por capitalis-
nocer que la justicia es la idea predomi- tas y trabajadores. El control es menos, si-
nante de la época, que su realización es gue diciendo. No implica para el personal
inaplazable, y que es imposible desconocer asalariado un poder de decisión, ni para sus
esos postulados y vivir despreocupadamen- delegados voto en los consejos directivos.
te de espaldas a la conciencia universal. Supone meramente un derecho de infor-
mación, de vigilancia.y de opinión; es por
"«Lo nuevo en el mundo», contestó últi- consiguiente de intensidad menor y de
mamente el belga Vandervelde al señor del círculo de acción más reducido que la eo-
Palazzo Venezia, cuando éste volvió una vez gestión. En ésta —termina diciendo el au-
más a profetizar que mañana Europa en- tor— comparten la dirección de la empresa
tera será fascista, «lo verdadero y esencial- patronos y obreros, que quedan situados en
mente nuevo en el mundo es la democracia idéntica jerarquía. En el control, la direc-
social»." ción es sólo del empresario. El obrero se li-
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas. mita a fiscalizar y a ayudar ( 2 ).
2. Diferentes formas de participación.
DEMOCRACIA INDUSTRIAL.* SUMARIO: Dice Valsecchi que el movimiento de re-
1. Concepto. 2. Diferentes formas de parti- formas participacionistas, que se ha inten-
cipación. 3. La democracia Industrial en la sificado en los últimos decenios, responde
reforma del orden social. 4. Concepción del
neoliberalismo acerca de la empresa. 5. La a tres distintas corrientes de ideas que se
Idea de la ''comunidad" de la empresa. inspiran en el cristianismo social, .en el
6. Diversos órganos de colaboración de la marxismo y en el neoliberalismo, y que las
empresa moderna. 7. Argumentos en pro y tres corrientes, si bien coinciden hasta cier-
en contra de la cogestlón. 8. La función so-
cial de la empresa. to punto en las fórmulas técnicas, se dife-
rencian fuertemente en los métodos que
1. Concepto. Los vocablos "democracia siguen y en los objetivos que se proponen.
industrial" pueden emplearse en el amplio Las experiencias participacionistas, por otra
sentido aplicado por los marxistas, que en- parte, pueden agruparse —en el sentir del
tienden por éí la desaparición, lisa y llana, autor—, en tres grandes categorías: parti-
del capitalismo como sistema económico, cipación en los resultados, participación en
o en un sentido más restringido y referido la gestión y participación en la propiedad.
a la participación del trabajador en las La participación del trabajo en los resul-
utilidades y el gobierno de la empresa. tados de la producción, dice el autor, tiene
En el primer sentido, dice Unsain que en distintas formas de aplicación, a saber: sa-
Rusia significó revolución, y en Italia el co- larios con primas, salarios por equipos, sala-
mienzo de la revolución que trajo el fas- rio proporcional y participación en los be-
cismo, cuyo concepto obrero más intere- neficios. La participación en la gestión, es
sante se exterioriza en la ley de sindicatos la que concierne a la gestión de la empresa.
de 1926 í 1 ), es decir, que en Italia fue el En este caso, la reforma es más profunda
punto de partida de la revolución econó- que en las anteriores, puesto que los tra-
mica y social, y en Rusia la meta. bajadores dejan de ser extraños a la vida
La acepción restringida se puso en boga de la empresa, para convertirse en partíci-
después de la primera guerra mundial, para pes en la dirección, administración y con-
expresar una nueva actitud del patrón (Es- trol de la misma, con lo que vienen a ejer-
tado o individuo particular) frente al tra- cer ciert- o funciones de empresario. La par-
bajador, para hacerlo compartir el manejo ticipación en la gestión puede manifestarse,
de la fábrica, y resolver en un ambiente de dice Valsecchi, con diversas formas, entre
'las que cita las siguientes: delegación del
* Por el Dr. RODOLFO A. NAPOLI. personal, a fin de vigilar el cumplimiento

(1) Unsain, A. M.. Legislación del trabajo. (2) García Oviedo, C., Tratado elemental de
JB87, vol, 2, pag. 10. Derecho social. 4» ed., pág. 167.
de las leyes sociales y de los convenios co- el momento preciso del tránsito de una eco-
lectivos y para sugerir perfeccionamientos nomía liberal y capitalista a una economía
en la organización del trabajo, el consejo planificada y social, o como lo diagnosticó
mixto de fábrica y el consejo mixto de em- Mannheim, del paso del laissez faire a la
presa que realiza la participación de los tra- planificación ( • » ) , por lo cual, lógicamente,
bajadores no sólo en la gestión social y téc- estas fórmulas representan, a mi juicio, so-
nica, sino también en la gestión económica luciones provisorias, paliativos si se quiere,
y financiera de la empresa. Estas y otras para dar a la nueva sociedad que estamos
formas de participación en la gestión, pro- construyendo en este siglo la estructura
; ;
de-
sigue, abren un amplio campo para trans- finitiva.
formar la empresa capitalista en lo que los Dice Laski que el orden constitucional li-
anglosajones llaman, precisamente, indus- berar fue un poderoso instrumento de pro-
trial democracy. Por último, termina di- tección a los intereses de los hombres de
ciendo Valsecchi, la tercera categoría de negocio. El campo del cual quedaban ex-
reformas participacionistas, la que se re- cluidos los principios de la democracia, y
íiere a la propiedad de los medios de pro- del cual, en gran extensión continúan es-
ducción, es una reforma mucho más inte- tando excluidos, era el de las relaciones
gral de la estructura de la empresa, por económicas. La propiedad privada de los
cuanto los trabajadores se convierten en medios de producción, señala, continúa aún
dueños de los medios de producción que en gran parte, fuera del sector en el que
utilizan en su actividad laboral, de modo una simple decisión de una mayoría en una
que dejan de ser simples trabajadores para comunidad política en la que existe el su-
convertirse lisa y llanamente en trabajado- fragio universal y en la que las elecciones
res-empresarios: al reunir así en manos de son libres, puede hacerla pasar a ser pro-
las mismas personas el capital y el trabajo, piedad pública f u ) .
se pretende superar netamente el régimen El Estado, evidentemente, al cuidar el
del salariado. La forma más conocida de la orden no entendía más que cuidar el orden
participación en la propiedad de la empre- burgués, el de la propiedad privada de los
sa, anota, es el llamado accionariado del medios de producción, dejando solo y re-
trabajo, de aplicación en las sociedades anó- primiendo por violar ese orden, al traba-
nimas ( 3 ) . (V. ACCIÓNARIADO OBRERO.) jador que luchaba por reivindicar sus me-
3. La democracia industrial en la refor- dios naturales y sus derechos.
ma del orden social. Esta nueva actitud de A comienzos del siglo, anota Collinet, la
dar al trabajador una participación en el herramienta aún permanecía al servicio del
negocio, no fue el resultado de una mera hombre, aunque el productor obrero estu-
complacencia del patrón, sino una fórmula viera separadlo de los medios de produc-
para conciliar la antinomia y evitar la vi- ción. Con la herramienta en la mano, cada
rulencia de la lucha de clases que, después obrero podía considerarse como un futu-
de la revolución rusa, parecía inevitable- ro Prometeo a quien la revolución social,
mente envolver a toda la humanidad. La tan anhelada, permitiría arrebatar el fuego
mutua dependencia entre los problemas so- a sus amos burgueses. Para él, el porvenir
ciales y las realidades económicas compren- sería inevitablemente de quien supiera ser-
didas y explicadas por los dirigentes polí- virse de la herramienta, y la huelga gene-
ticos y sindicales, y el espíritu de solidari- ral, convertida en el mito propulsor de la
dad creado por los graves problemas de la actividad, sindical, simbolizaba a la vez, que
guerra y sus crisis subsiguientes, determi- haría efectivo el advenimiento del poder
naron una nueva orientación, primero en proletario («).
el Estado y luego en los hombres de ne- Ahora bien, siendo la empresa el deside-
gocios. • rátum de la producción económica capita-
En la actualidad, todos los partidos polí- lista y su más auténtica expresión, es na-
ticos avanzados tienen en sus plataformas tural que en ella se refleje el anotado cam-
puntos que proclaman el revisionismo del bio y varíen sus elementos integrativos, en
orden económico y jurídico, sin llegar al mayor o menor escala, según el grado de
extremo de suprimir, lisa y llanamente, el aceptación de las teorías que impulsan las
sistema liberal, como pretenden por igual, directivas de la economía general.
aunque por distintos senderos, los socialis- De las diversas escuelas que aspiran a
tas y los comunistas.
• Es evidente que estamos actualmente, en (4) Mannheim, K., Libertad y planificación.
Fondo de Cultura Económica, México.
(3) Vttlswchf. V., "El traliujo y la reforma de (5) Laski. Haroíd, Los sindicatos. Breviario!,
iu empresa", PII KstudUis de derechos del trabajo pnRs. 190 y slgs.
en homenaje a Utixaiii. p:igx. 359 y slgs. Bel. El (G) CoHInct. M., El espfrtítí drl ain
Ateneo. púgs 16 y sigs., Ed. Populares Argentinas.
cambiar el sistema de ia economía capita- tá reflejado en la impresición con que cada
lista en que vivimos, cabe destacar, a título sostenedor la ha defendido. Sin duda a
de ejemplo, a los colectivistas (incluyendo Fourier debemos la primera idea concreta
en esa clasificación a los socialistas, comu- de una estructura asociacionista con su fa-
nistas, fascista y nacionalistas), que, como moso falansterio. Más tarde su idea es des-
sostiene Pérez Patón, proponen como solu- arrollada por Víctor Considerant, quien en
ción ideal, la transferencia de la propiedad Francia presentó un proyecto de formar la
privada y de todos los medios de produc- comune sociétaire modele a la Asamblea
ción capitalista a la colectividad, es decir, Nacional del 14 de abril de 1849, sin éxito
al Estado, única forma, según ellos, de su- alguno; más tarde Louis Blanc propugnó
primir el salariado y de hacer que el tra- la intervención del Estado en la realización
bajador obtenga el producto íntegro de su de la asociación sobre la base de la inicia-
trabajo. Hoy explota el empresario al tra- tiva individual, sólo en el período inicial de
bajador, según los socialistas marxistas, la formación del atelier sociétaire, a fin de
porque el primero intenta, naturalmente, otorgar créditos en concomitancia con los
ganar todo cuanto puede y, por lo tanto, capitales aportados directamente por los
procura reducir en lo posible el salario del trabajadores.
obrero. Y el instrumento más poderoso de Frente al extremismo señalado, que en
explotación es el capital, la propiedad pri- nombre de la libertad y de la democracia
vada del capital. Por el contrario, si todo el una clase se adueña del poder (la de los
capital se encontrase en manos de la co- trabajadores) y somete y hace desaparecer
munidad, en poder del Estado, de tal modo a ia otra (la de los capitalistas), se levan-
que no hubiese más patrono que éste, en- taron otras corrientes doctrinarias que pro-
tonces nadie tendría interés en explotar al pugnaron, no la asociación de los obreros
trabajador, porque el Estado no es otra cosa entre sí, sino la asociación de ambas fuer-
que la totalidad de los ciudadanos trabaja- zas, y así, la escuela social cristiana, por
dores. El obrero recibiría la remuneración ejemplo, sostiene que debe "mantener vivo
justa, es decir, completa, pues obtendría en el seno de la empresa los intereses de
como jornal el "producto íntegro de su tra- los aportadores de capital, pero restaurar
bajo". Por esta razón tiene que pasar a ser al mismo tiempo el interés de los trabaja-
propiedad de la comunidad "todo el capi- dores, haciendo de la empresa una verda-
tal", el conjunto de los medios de produc- dera y propia comunidad; mantener la li-
ción, debiendo realizarse la producción en bertad en el sector económico, pero subor-
común. El patrimonio de uso y consumo no dinar todos los intereses particulares a los
encierra en sí ningún peligro, ni tampoco intereses generales de la comunidad nacio-
la economía de consumo; por este motivo, nal e internacional; esto es en síntesis el
puede subsistir la propiedad privada de los método que entiende la actual corriente de
bienes de consumo. Las ideologías sindica- reforma de la empresa" ( 8 ).
das, de tendencias colectivistas más o me- 4. Concepción del neoliberalismo acerca
nos acentuadas, sigue diciendo Pérez Pa- de la empresa. Dice Georges Ripert que en
tón, tienen de común, además, que persi- la economía capitalista los trabajadores
guen el desplazamiento de ia clase capita- quedan fuera de la empresa o, en todo
lista y su reemplazo por el grupo social de caso, están sometidos a ella. Esta sujeción
los directores que, a su turno, tiende a cons- resulta del contrato. Se la soporta porque
tituirse en clase dominante, con el consi- es voluntaria. Se la reconoce por el salario
guiente control político del Estado. Por esta que escapa a los riesgos de la empresa.
razón son agrupadas por el profesor nor- Pero la acción obrera se desencadena con-
teamericano James Burham, bajo el suges- tra el capitalismo y se vale, unas veces, de
tivo epígrafe de ideologías directoriales, en la presión de la huelga y, otras, del pacto,
cuanto expresan el papel social, los intere- que cristaliza en los contratos colectivos de
ses y las aspiraciones de los directores, aun- trabajo y en los arbitrajes. Hoy, el neolibe-
que no estén todavía completamente ela- ralismo, dice Ripert, comprende que la em-
boradas, como tampoco lo estaban las ideo- presa cumple una función social. Los obre-
logías burguesas en el período de transidión ros tienen conciencia de sus derechos, pero
al capitalismo ('). no llegan a expresar jurídicamente los fun-
El carácter de utopismo que representan damentos y su estructura. En la fábrica se
las primeras formulaciones reformistas, es- sienten más en su casa que los accionistas
de la sociedad. Cuando en 1936 ocuparon
(7) Pérez Patón, B., "La participación del tra- las fábricas de Francia, no creyeron aten-
bajo en las ganancias del capital, el accionariado
y el control obrero en la industria", en Estudios
de derechos del trabajo en homenaje de Unsn-ii;, (8) La economía social en el pensamiento <fc
pags. 359 y siga. Pió XII, Emecé.
tar contra la propiedad ajena. Hoy el tra- en manos de los miembros de la comuni-
bajo está dentro del capital. La solidaridad dad industrial, la dirección no seria tam-
entre los elementos de la empresa se acusa poco, no podría ser, un "gobierno para el
en los hechos de una manera evidente. Si pueblo" O»).
el capital se retira la empresa se hunde; 5. La idea de la "comunidad" de la em-
si el empresario comete culpa, se tambalea; presa. La idea de la comunidad de la
y si los trabajadores no hacen el esfuerzo empresa moderna, gestada en las páginas
necesario o tienen demasiadas exigencias, admirables de los utopistas escritas a prin-
la producción a pérdida no podría prose- cipios del siglo xix, aun cuando todavía la
guirse largo tiempo. Pero esta solidaridad organización industrial contemporánea ni
económica, según el renombrado autor, no siquiera se vislumbraba, tuvo en Alemania
se traduce todavía en instituciones jurí- una consagración legal. En efecto, la Cons-
dicas ('•'). titución democrática de Weimar del 11 de
Drucker, que como autor, periodista, ban- agosto de 1919, en su artículo 165 estable-
quero y profesor de la Universidad de Co- ció expresamente que "los obreros y em-
lumbia ha podido pulsar el ambiente de la pleados están obligados a colaborar en co-
empresa moderna en su país, dice que la munidad con los empresarios, y en un pie
empresa industrial no es como el ejército de igualdad, en la fijación de salarios, de
una creación del Estado, ni tampoco emer- las condlcion'és de trabajo, así como en el
ge de una idea política, sino pura y simple- conjunto del desarrollo de las fuerzas eco-
mente de las necesidades económicas, ra- nómicas productivas", precisándose en otros
zón ésta que la muestra en su contextura, artículos la composición del Congreso Eco-
de la misma manera en Occidente como en nómico del Tercer Reich. El nacionalsocia-
Oriente bajo cualquier régimen político en lismo derogó la Constitución y suprimió las
que viva. Siendo una entidad económica, organizaciones democráticas. Las empresas
creada para producir bienes, es natural que Industriales nazis llevaron el sello del auto-
la participación en esos bienes sea el ma- ritarismo político impuesto en toda la Na-
yor anhelo de los trabajadores que coad- ción, pues el führer de la empresa llegó a
yuvan a su creación, pero pone preferente regir la llamada comunidad como un dicta-
cuidado en señalar que la idea del gobierno dor, representando el personal algo así co-
legitimo, o sea un gobierno que gobierne mo su "séquito" (Gefolgschaft), al decir
en el interés de los subditos, no puede ha- de Krotoschin (").
cerlo la empresa, pues la primera preocu- El 4 de febrero de 1920, para dar cumpli-
pación de la empresa debe ser la lucrativi- miento al precepto constitucional indicado,
dad y la productividad, y no el bienestar de se dictó en Alemania una ley, considerada
sus miembros. Los miembros no son ciuda- como el antecedente Inmediato de la que
danos para cuyo beneficio existe la institu- se conoce actualmente como "constitución
ción. Son un grupo que reclama sus dere- de empresa" del 11 de octubre de 1952, la
chos, un grupo muy numeroso e impor- cual había establecido los "consejos de es-
tante, pero no más importante que otros tablecimientos" que debían intervenir en
grupos, tal como el de los consumidores. calidad de colegisladores con el patrono, y
Debe subordinarse definitivamente a lo que no solamente como simples órganos con-
exige el funcionamiento económico: la lu- sultivos y deliberativos. Cabe destacar las
cratividad y la productividad. siguientes atribuciones: 1) dictar el regla-
Ciertamente, dice Drucker, en la empresa mento del establecimiento; 2) fijar las con-
debe existir una dirección, independiente- diciones de trabajo y los salarios, cuan-
mente de cómo esté organizado el control do no existieran convenciones colectivas;
y la propiedad desde el punto de vista po- 3) dar directivas para lí colocación; 4) in-
lítico, cómo se distribuyan las ganancias y tervenir en la fijación de las sanciones dis-
las pérdidas y cómo se seleccione y se nom- ciplinarias previstas por el reglamento del
bre a los directores. La dirección tiene una establecimiento; 5) vigilar el cumplimiento
función objetiva, basada en la necesidad de las convenciones colectivas y acuerdos
de la empresa, la que hace imposible que del establecimiento; 6) defender el derecho
gobierne en interés de sus miembros, como del personal para agremiarse libremente;
quiera que se defina este interés. No puede 7) fomentar el entendimiento mutuo den-
ser un "gobierno para el pueblo". Aunque tro del establecimiento y mantener la paz
la dirección fuera un "gobierno del pueblo
para el pueblo", si todo el poder legal, pro- (10) Drucker, P. P., La nueva sociedad, ana-
piedad y control estuvieran, por ejemplo, tomía del orden industrial, pAgs. 54, 148 Jr sigs.,
Ed. Sudamericana.
(11) Krotoschin, E., "La participación del per-
(9) En Aspectos jurídicos del capitalismo mo- sonal en la dirección de la empresa", en La Ley
derno, níim. 136. pi'igs, 307 y sigs.. Ed. Boscli. del 2 do noviembre de 1950.
social; 8) asesorar al patrón con respecto democracia industrial comienza a concre-
a los métodos racionales para aumentar la tarse y a tomar cuerpo, cuando los patro-
productividad. Los consejos eran obligato- nes permiten a los trabajadores o a sus
rios en todos los establecimientos privados legítimos representantes, el contralor, la
y públicos con 21 trajadores por lo menos, fiscalización o simplemente la información
y los elegidos debían pertenecer al per- sobre el estado de los negocios a los fines
sonal del establecimiento. En cuanto a la de la determinación precisa de la partici-
cooperación en asuntos económicos, esa pación de las utilidades que a cada uno de
ley de 1920 estaba completada por otras ellos le corresponde, o bien para vigilar el
dos: una del 5 de febrero de 1921, por la estricto cumplimiento de las leyes y con-
que se obligaba a las empresas a presentar tratos colectivos de trabajo.
el balance al consejo del establecimiento, Existen variadas formas de colaboración
y otra del 15 de febrero de 1922, que dis- dentro de la empresa. A título de ejemplo,
ponía la participación del consejo de es- señalaremos las siguientes:
tablecimiento en el consejo de vigilancia a) comisiones internas, que son las que
(aufsichtsrat) de las sociedades anóni- se forman con delegados y empleados de
mas ('2). una fábrica, las cuales, aunque a veces per-
La ley de constitución interna del esta- miten que sean propuestos por el sindica-
blecimiento de 1952, que rige actualmente to respectivo, no deben ser confundidas
en Alemania occidental, establece la code- con las delegaciones sindicales, ni obstru-
terminaclón en todos los establecimientos yen las funciones del sindicato, en cuyas
de economía privada, aun en las explota- directivas queda reservada la defensa ge-
ciones agrícolas y forestales de por lo me- neral de los trabajadores. En Italia y
nos cinco personas, mediante la actividad Francia son comunes en las empresas que
de un "consejo de establecimiento" con las cuentan con un mínimo de obreros emplea-
siguientes facultades: dos normalmente;
a) asuntos sociales siempre que no exis- b) consejos de empresa, o conocidos
ta regulación legal o convención colectiva también por consejos de gestión, son aque-
al respecto, deben establecer lo concer- llos en que sus miembros representan las
niente a jornales, remuneraciones, descan- principales categorías de dependientes que
sos, etcétera; los han elegido en las empresas en que se
b) asuntos del personal: ingresos, egre- constituyen. Modelos de estos consejos lo
sos, traslados, despidos, etcétera; son actualmente los que instituye la ley
c) asuntos económicos: solamente la co- de constitución de empresa alemana de
determlnación rige en dos casos: en el 1952, y los creados en Italia, en orden a
caso de modificaciones del establecimiento lo preceptuado en su Constitución («).
que ocupe más de 20 con derecho al voto, c) consejos mixtos, que reconocen su
o se proyecten modificaciones que puedan origen en los "consejos Whitley", así lla-
ocasionar perjuicios esenciales para el per- mados en homenaje al señor H. Whitley,
sonal. miembro del Parlamento inglés y dueño
Es importante destacar que la misma ley de una hilandería, que designado por el
establece la colaboración entre patrono y Parlamento en una comisión para estudiar
obreros. El articulo 49 dice así: "El em- el problema de las relaciones del trabajo,
pleador y el consejo de establecimiento proyectó la organización del trabajo, es-
trabajarán conjuntamente en confianza, tableciendo los joint 'standing industrial
en el marco de los convenios colectivos vi- councils, suerte de consejos industriales
gentes, colaborando con los sindicatos y mixtos, compuestos de igual número de re-
asociaciones de empleadores representados presentantes obreros y patronos, que se
en el establecimiento, en bien de éste y constituyen y obran en forma voluntaria,
de sus trabajadores, y1S teniendo en cuenta buscando el aseguramiento de una coope-
el bienestar común" ( ). ración estrecha entre el capital y el traba-
6, Diversos órganos de colaboración de jo, estudiando las cuestiones vinculadas a
la empresa moderna. Aunque García Ovie- las condiciones de prestación del trabajo,
do desestime el control obrero como una fijación del salario, aprendizaje, solución
forma de la cogestlón, es lo cierto que la de conflictos, etcétera. El plan Whitley es-

(12) Kntz, E. B., "Las nuevas leyes sobre co- (14) Kl art. 43 de ¡a Constitución italiana es-
clfwrmlnación y cooperación de los trabajadores tablece que "a los fines de la elevación económica
•en Ins empresas y establecimientos de Alemania y social del trabajo y en armonía con las exigen-
• Occidental", en la revista Derecho del Traba- cias de la producción, la República reconoce el
jo, 1954. p&gs. 129 y sigs. derecho de los trabajadores a colaborar, en los
(\'¿) Puede consultarse esta ley en la revista modos y limites establecidos por las leyes, en la
Vrv/t-'i del Trabajo, año 1953, pág. 567. '-r<'.s!!ón de his empresas".
• tabléela tres clases de consejos, a saber: plotación de los trabajadores. Por el con-
consejos de fábrica, consejos de distrito y trario, los socialistas la miran con simpatía,
consejos nacionales. En su hora desperta- considerándola verdadera escuela de edu-
ron, según Unsain, cierto interés en la cación del obrero. Pero a la cogestión se
Argentina (" t>is). oponen dificultades gravísimas, anota Gar-
d¡ delegados obreros, institución nacida cía Oviedo. Ella exige, como premisa obli-
e; I" rancia con motivo de un laudo de 1899, gada, colaboración leal, coincidencia de
que puso fin a una huelga metalúrgica. En intereses entre unos y otros, circunstancia
la ley francesa de 1946, los delegados del no corriente entre patronos y obreros. Ade-
personal son elegidos, por un lado, por los más, la economía capitalista excluye, na-
obreros y empleados, y por otro, por los turalmente, la cogestión: la producción se
ingenieros, jefes de servicio, técnicos y basa en el interés personal, en la idea de lu-
asimilados, mediante listas confeccionadas cro, en la supremacía del capital. El obrero
por las organizaciones sindicales más re- no es un socio de la empresa: es un arren-
presentativas en el seno de cada estableci- dador de servicios; ¿y qué título es éste
miento
(
y por cada categoría de personal para que de él derive un derecho de dirigir
art, 5"?). En la legislación argentina no una empresa que no es suya? Por otra par-
existe ninguna disposición legal que con- te, continúa diciendo el autor español, la
temple expresamente a los delegados obre- cogestión rompe la unidad que debe pre-
ros, aunque la mayoría de los contratos sidir a la dirección de la empresa, intro-
colectivos estipulados en nuestro país con duciendo en ella un germen de discrepan-
la intervención del Ministerio de Trabajo cias, cuando no de hostilidad, que puede
y Previsión, consideran a los delegados constituir un peligro para la buena mar-
como delegados del sindicato que ha esti- cha y prosperidad del negocio. Y termina
pulado el convenio, o por lo menos recpno- diciendo: No deseada por los trabajadores,
ccn al mismo una intervención preponde- ha sido siempre enérgicamente rechazada
rante en la designación de aquéllos O 5 ). por los patronos ('«).
7. Argumentos en pro y en contra de la 8. La función social de la empresa. Dice
cogestión. Siguiendo a García Oviedo, se- Hipert que el derecho tradicional única-
ñalaremos los argumentos ensayados en mente conoce dos medios de coordinar las
favor y en contra de la intervención activa fuerzas, que son la asociación o el arrenda-
de los trabajadores en la empresa. miento, y en. ninguno de ellos el obrero
Los que abogan por la cogestión dicen está dentro de la empresa. Los obreros de
que da solución a un problema moral: una empresa no son asociados de una em-
hacer desaparecer el estado de dependen- presa, ni desean serlo, pues no pueden co-
cia en que el obrero se encuentra acerca rrer los riesgos. No pueden serlo en la
del patrono y que le hace considerar sólo organización actual, pues la coordinación
como un simple instrumento de trabajo, de los factores de la producción implica la
tomado o retirado según las circunstan- dirección del jefe de la empresa, y ellos
cias; elevarle al orden de colaborador libre, lo designan. El problema de la colaboración,
permanente, responsable; exaltarle al título dice Ripert, estriba en reunir, bajo una
de productor. El asalariado es el último dirección única, los factores de la produc-
vestigio de una sociedad: desaparecida, y ción, sin que ninguno de ellos absorba ni
constituye en el mundo moderno, un ana- domine a los otros. En la forma capitalista,
cronismo. Es el principio de la democracia el factor capital toma la dirección de la
industrial el que se impone, esto es, la empresa y remunera, mediante un salarlo,
asociación en la dirección de las empresas al factor trabajo. La unión de los factores
privadas de todos sus elementos. Así como de naturaleza distinta, termina diciendo
el Estado no es de una clase y para una el jurista francés, acusa el carácter comu-
clase, sino de todos y para todos, así tam- nal de la institución (").
bién debe ser la empresa. _...••: •-'-• Es bien cierto que la cogestión no tiene
Por otro lado, en el sindicalismo revolu- cabida en el régimen capitalista, por nin-
cionario, por ejemplo, toda institución ci- guno de los institutos señalados por Ripert,
mentada en base a la colaboración repug- pero es innegable que algunas de sus for-
na, pues aleja del espíritu la idea de lograr mas son posibles, merced al concepto de
la conquista definitiva del poder, y por la propiedad como función social, concepto
ende, de los ir.edios de producción, que que también alcanza a la empresa, por
son en la economía capitalista, el instru- cuanto la misma no es simplemente una
mento decisivo de sometimiento y de ex- organización de carácter privado, sino eml-
• 14 bis) Ob. cit.. pág. 58.
(13> Devenli. M.. L.. Curso de Derecho sindica! (161 Ob. cit., págs. 167 y siga.
;::lv la precisión soctal. 2' ed., págs. 79 y sigs. (17) Ob. rít.. núm. 126. págs. 285 y sig».
nentemente una íunción social que deja de Nadie dudará hoy que vivimos en un mun-
moverse exclusivamente por el interés do que se transforma 1
constantemente ante
egoísta del propietario, y ahora la preside nuestra vista (- ).
el supremo de la economía nacional. Dice El laissez faire, la competencia libre, el
al respecto Sidoaui, que el empresario se ajuste absolutamente convencional fueron
considera como depositario de la función eficaces en pequeños mercados y con or^-
pública más importante de la vida econó- ganismos adecuados, pero no en circuns-
mica, que es la producción, y ya no será tancias diversas como en el mundo Victo-
su voluntad la que establezca la organi- riano que llevaron el laissez faire al mo-
zación de los elementos de la empresa y nopolio, al desbarajuste y a la explotación
su direc'ción, sino el imperio del ordena- del hombre por el hombre.
miento jurídico concreto. La empresa es El mundo que estamos construyendo bus-
ahora una unidad de destino económico, ca la interacción del mundo medioeval roto
donde la confluencia de todas las fuerzas en la Revolución Francesa, tratando de
conspira al mismo fin, al máximo rendi- superar la dicotomía capital y trabajo y
miento en beneficio de la explotación y de lograr que la legitimidad del poder en
de la economía general. Y termina seña- la empresa se asienta por igual en todos
lando Sidoaui que entre el estado liberal los factores que la componen.
y estas ideas nuevas, la legislación de Mé- Es evidente, como dice Pérez Leñero, que
xico, su país, se inclina a la segunda. la empresa reemplaza al concepto de pa-
Acepta la función - social de la empresa, y trono y la democracia 2industrial al de la
el Estado mejicano fomenta su estableci- autocracia capitalista ( 2 ). (V. COGESTIÓN..
miento a través de leyes como la de Indus- CONTROL OBRERO.)
trias de transformación, de 1941, concepto BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas.
que se asienta en la ley sustantiva del
trabajo y en la Constitución nacional de DEMOCRACIA SINDICAL.* SUMARIO:
1917, que proscribieron los actos o proce- 1. Concepto. 2. Libertad de asociación: as-
dimientos que eviten o tiendan a evitar la pecto positivo y negativo. Carácter de la
concurrencia en la producción, y jerar- facultad. 3. La solidaridad social y el de-
quizan los valores en la empresa, y digni- recho de asociación. 4. La autarquía sindi-
cal. 5. Conciliación entre la autoridad, el
fican y 1Shacen superiores los valores hu- sindicato y el individuo. 6. Democracia y
manos ( ). representatividad sindical. 7. Diversos siste-
El problema de la organización social de mas de representatividad. 8. El sindicato
en la República Argentina.
la empresa, dice Krotoschin ( 10 ), no debe
contemplarse desde el punto de vista ex- 1. Concepto. Por democracia sindical de-
clusivamente de los trabajadores. Esto vale be entenderse, latu sensu, una forma de
en un doble sentido. Y tan es cierto ello, gobierno que garantiza la decisión última,
que las democracias occidentales orientan al órgano representativo áe la asociación
su economía mediante la constitución de profesional, y que la acción sindical des-
consejos económicos, en donde, además de cansa en el derecho de opción de cada
patronos y empleados, están.representados individuo (obrero o patrón) a afiliarse o
el Estado y los consumidores. no, y a entrar o salir del sindicato, sin
El sentido funcional de la empresa, que óbice para su libertad de trabajo.
deja de lado la idea de que la propiedad Dice Paez que el derecho asociacionál no
es el único título legítimo para gobernar, comporta, de ningún modo, la supresión del
está tan fuertemente desarrollado en la derecho individual, y una de las aplicacio-
actualidad, que'impresiona ver de qué ma- nes de ese- principio lo constituye el doble
nera se defiende la autonomía del naciente aspecto que la libertad de asociación ofre-
Derecho industrial, que aun cuando tiene ce: ella puede ejercerse positiva o negati-
una considerable trascendencia económica, vamente. Lo primero, en cuanto se refiere
el propósito que persigue es de carácter a la facultad del individuo, dueño del dere-
político-social, asentando en la empresa, cho de unir su voluntad a la de otros sujetos
como unidad y crisol de esfuerzos técnicos para uniformar sus actividades en vista de
y humanos (20). la realización de un fin común; negativa-
El único término absoluto que existe en mente, en cuanto tiene el derecho de
la historia es el cambio, ha dicho Carr. rehusarse a celebrar ese acuerdo de volun-
.(18) Sidoaui, A., Teoría general de las obliga- (21) CÍÜT, E. H., La nuei'c, sociedad, pég. 138,
ciones en el Derecho del trabajo, oágs. 167 y sigs Ed. De la Torre,, Puerto Rico.
México. (22) Peres Leñero, J., Teoría general del De-
(19) Ibid.. t. 60, ¿ágs. 824 y sigs. recho español, pág. 243. Madrid, 1048.
(20) Ledesma, J. C., El Derecho industrial. Ed.
Perrot, 1953. » Po.- t: Dr. RODOLFO A. NÁPOLI.
tades. Libre de asociarse, es también libre dependencia empuja a los hombres a. la
de no asociarse. La libertad de no asociar- unión y a la solidaridad, plantea jurídica-
se es, pues, parte integrante de la libertad mente dos problemas interesantes, a saber:
l
de asociación ( ) ¡ si el derecho de asociación es, simplemente,
El concepto de democracia sindical des- una facultad, o es, también, un deber social,
cansa, cabalmente, sobre el esencial y ge- problema éste que se entronca indudable-
nérico de la libertad individual, que per- mente con el de la sindicalización volun-
mite al individuo optar porjos medios de taria u obligatoria que tiene dividida a
actuar en el campo 'profesional, opción que juristas y políticos.
vertebra toda la filosofía liberal, puesto Desde un punto de vista jusfilosófico, y
que concibe al individuo como un fin en concebido el hombre como un fin en sí
sí mismo, y al Estado como un medio para mismo, y el Estado como un medio para
realizar plenamente su destino. realizar su plena felicidad (personalismo,
Dice Gallart Folch, coincidiendo con el en el lenguaje de Radbruch) (*). Y no hay
doble aspecto de la libertad sindical seña- duda alguna que el derecho de asociación
lado por Paez, que el derecho del trabaja- es una facultad jurídica que no cede jamás
dor podría explicarse, diciendo, con Ortega ante ninguna limitación por parte del Es-
y Gasset, que los derechos del hombre son tado, pues no podría justificarse que des-
franquías, y nada más, o sea abstenciones conozca precisamente el más importante
del poder público en un determinado cam- de los derechos profesionales tendientes a
po; en cambio, la que llamamos libertad lograr su plenitud, salvo, naturalmente,
sindical no tiene la misma contextura, pues las limitaciones y prohibiciones por razo-
presupone la voluntad de los asociados de nes de bien público, que en todos los casos
establecer entre sí y de extender a todo un deben ser siempre de carácter restrictivo.
sector profesional y de clase una deter- Nunca una regalía, una concesión del Es-
minada forma de actuación conjunta en tado, sino una facultad que adviene con
defensa del interés, no inmediato de cada su entrada al mundo de la sociedad. ^En
uno de los afiliados, sino colectivo de todo ese orden de ideas, el individuo es su pro-
el sector, lo que significa que el Estado pio artífice y obra en consecuencia a sus
debe asegurar una autonomía funcional a intereses, a su conveniencia, por lo cual
las nucleaciones profesionales que espon- tiene el derecho de optar, por decidirse por
táneamente surjan en el mismo, en virtud la asociación con otros individuos, o por
del derecho individual de asociarse, que es no asociarse y seguir la lucha solo; y es
la primera faceta de la libertad sindical. precisamente, esa opción en la conducta a
Concluye diciendo el jurista español, ate- seguir, de hacer o no hacer, en elegir el
niéndose a la distinción conceptual de Xa- medio para obrar, la que da la pauta y la
vier Zubiri, entre "libertad de... y libertad tónica a la libertad.
para...", que la libertad sindical es ambi- Dice Legaz y Lacambra que él sujeto de:
valente, es decir, en el primer aspecto la libertad es siempre la persona, sujeto,
libertad de... asociarse, y en el segundo de la vida, sede de la libertad, pero agre-
aspecto, libertad para... lograr un presu- ga que es una realidad bifronte, que de un
puesto de igualdad en fijación de condi- lado vive en su mismidad creadora, y de
ciones de trabajo, con las participación en la otra se inserta en estructuras colectivas
la misma de la mano de obra por medio por ella misma creada, pero que alcanzan
de sus organizaciones profesionales, care- una existencia objetiva, esto es, despren-
ciendo de toda significación la libertad dida de su raíz personal, estructuras im-
de... sin libertad para... ( - ) . • , personalizadas que son como el tamiz por
2. Libertad de asociación: aspecto posi- el que, al pasar, lo espiritual-personal se
tivo y negativo. Carácter de la -facultad. El transforma en social, la persona en perso-
derecho de asociarse con fines útiles, que nalidad jurídica y la libertad del espíritu
es connatural en el hombre, pues no se en libertad social. El Derecho no necesita,
concibe aislado, porque, como decía Aris- pues, del Estado para ser, pero el Estado
tóteles, es un animal social ( 3 ), menos aún no puede ser ni existir sin el Derecho. La
en la época contemporánea en que la inter- libertad —prosigue diciendo el jusfilósofo
español— pertenece a la esencia del Esta-
1) Páez, J. L., El derecho de las, asacipeione», do, es éste el que necesita de la libertad,
2» ed., núm. 10, pág.-22, Ed. Kraft. no a la inversa. A través del Estado, la
(2) Gallart Folch, A.. "Caracteres diferencia-
les cíe la libertad sindical", en la revista Derecho libertad metafísica se convierte «n libertad
del Trabajo, oct. 1955, t. 10. págs. 577 y sígs. jurídica y libertad política: pero con esta
(3) El Derecho tampoco se concibe sino por
lo menos entre dos personas, desde que es una re-
lación intersubjetiva y heterónoma. por oposición (4) Rabdruch. G., Filosofía del Derecho, pá-
a la moral. Eina 70. Madrid,
conversión no queda agotada la libertad, ineludiblemente a sus imposiciones, por
(.110 ante todo pertenece a la persona mis- miedo al hambre y a la miseria, el Estado
ma como tal. Lejos de que la libertad sólo se decide a intervenir y reconoce como cier-
alcance sentido y realidad en el Estado, ta y justa, la lucha de los trübajadores, pro-
como se pretende en la concepción hege- mulgando la ley orgánica conocida por el
liana divinizadora del mismo, la verdad es nombre de su autor, Waldcck-Rousseau, el
que no sólo es posible un divorcio entre 21 de marzo de 1884, que establece la li-
la libertad y el Estado histórico, sino que bertad en su doble faceta de asociación y
incluso la razón puede estar del lado de autarquía sindical, que luego son trasla-
la libertad y en contra del Estado ( 4 bí »). dados al Código de trabajo francés. He
En la ortodoxia del jusliberalismo habla- aquí sus principios fundamentales: 1) Li-
mos el mismo lenguaje de los corifeos de bertad para formar o no parte de un sin-
la Revolución Francesa, que deificaron al dicato; 2) Libertad en la constitución del
hombre y su potencia creadora, invenci- sindicato; 3) Libertad en la elección de
ble, omnisapiente, omnipotente y vivifican- sus normas; 4) Libertad en sus relaciones
te. Dice Ripert que la Revolución Fran- con otros sindicatos; 5) Independencia de
cesa escribió la Declaración de los Derechos la asocacíón respecto del Estado.
del Hombre y del Ciudadano, y deificó la Las constituciones políticas de los estados
razón y que, cuando Cambaceres presentó liberales que siguieron la corriente de la
su Código civil a la Convención, lo declaró Revolución francesa establecieron, entre
fundado en la naturaleza y en la razón. En los derechos y garantías individuales, el de
1803, el proyecto de Código civil francés, libertad de asociación, no como un derecho
afirma, en su primer articulo, la existen- sindical, sino como un derecho individual.
cia de un derecho natural, modelo de las En el transpersonalismo, concebido el
leyes civiles, y si este artículo fue supri- individuo como un medio y el Estado como
mido, dice Ripert, n'o se debe a que se el fin último de los pueblos, la asociación,
haya discutido la idea, pues ésta era ad- más que Ain derecho, es un d ber social
mitida por todos ( f i ) . Modelo de esta concepción es el sistema
El derecho de asociación no era, sin em- corporativo impuesto en Italia por el fas-
bargo, un hijo legítimo de los revoluciona- cismo, que consideró al Estado como un
rios. La corriente inaugurada por Turgot, organismo con medios y fines s iperiores ci
bajo el reinado de Luis XVI, en el orden los individuos solos o asociados art. 1? d(
económico, revela que la muerte de la aso- la Carta df.l Lavara), y los sind.catos for-
ciación profesional estaba declarada tiem- man la base de organismos si leriores—:-
po antes de su famoso edicto. Al plantear las corporaciones— que canalizan la eco-
la abolición de las corporaciones en el nomía nacional, a la cual deber responder
Consejo de ministros, su presidente, Sainte y para la cual debe trabajar 1. economía
Croix, hablando en nombre de la libertad, privada.
decía: "Los estatutos de las comunidades La función social de la actividad profe-
se han convertido en sus manos en títulos sional, está claramente exprer.ada en la
ejecutivos contra el público, de los que se Carla del Lavoro. El apartado I, en efec-
sirven para anular en los consumidores la to, establece: "El trabajo, ei . „ / . . ' sus
facultad de elegir y de aprovechar la ba- aspectos de organización y de ejecución,
ratura, o para aprisionar o hacer morir de intelectuales, técnicos, manuales, es un
hambre al obrero que no es de su agrado". deber social. Sólo así concebido, y sólo así
El edicto de Turgot llevaba su impronta y aceptado, está tutelado por el Estado. El
repetía estos conceptos en la extensa ex- conjunto de la producción es unitario des-
posición de motivos que precedía a su de el punto de vista nacional: sus finali-
articulado normativo, el primero de los dades son unitarias y se concretan en ei
cuales establecía la libertad absoluta de bienestar de los individuos y en el incre-
ejercer el comercio y la profesión de artes mento de la potencia nacional".
y oficios. La misma huella sigue el falangismo
Cien años después, demostrada la-falacia español. Entre los 26 puntos iniciales fa-
de la presunción de que todos los hombres mosos, establecidos por los grupos que en
son iguales, que el trabajador no puede el año 1934 echaron las bases del Estado
contratar libremente y en un pie de igual- totalitario, se decía lo siguiente: "Nuestro
dad con el patrón, porque debe someterse Estado será un instrumento totalitario al
servicio de la integridad de la patria. To-
(4 !/;s) liega?: y Lncambrn. L.. Derecho y Ittitf - dos los españoles participarán en él, a
tad. pág. 70, Bs. Aires, 1952. través de- la función familiar municipal y
(5) Ripert. O.. El régimen democrático y el
Derecho civil moderno, cap. 2 ,Ed. Cnjica, Pucblu. sindical... Organizaremos corporativamen-
México. te !«i sociedad r?,pañola mediante el sistema
de sindicatos verticales, por ramas de la sindicalismo voluntario..< No veo yo que
producción al servicio de la integridad haya motivo para proteger por medio de
económica nacional... Orientamos el ím- la ley al trabajador individual, que es in-
petu de las clases laboriosas, hoy descarria- capaz o que no quiere ingresar a un sin-
das por el marxismo, en el sentido de dicato y prefiere tratar individualmente
exigir su participación directa en -la gran con su patrono. La cláusula de exclusión
tarea nacional ( 6 ) . me parece una consecuencia lógica del
El Fuero del Trabajo, promulgado en el contrato colectivo. Si el contrato colectivo
año 1938, consagra estas ideas; en el ca- ha de tener alguna significación, el tra-
pítulo XIII, en efecto, establece la organi- bajador no puede contratar en términos
zación nacional-sindicalista del Estado so- individuales, sin atenerse a sus consecuen-
bre ¡a base de unidad, totalidad y jerar- cias. La idea de que un trabajador debe
quía, concibiéndose al sindicato como una ser libre para disponer como desee de su
corporación de Derecho público, que se trabajo, corresponde a una era de indivi-
constituye por la integración de un orga- dualismo que ya no tiene ningún significa-
nismo unitario de todos los elementos que do histórico y que ha dejado de tenerlo
consagran sus actividades al cumplimiento desde el comienzo del sistema de produc-
del proceso económico, dentro de un de- ción fabril, y se deduce que las condiciones
terminado servicio o rama de la produc- de acuerdo con las cuales trabajan los
ción, ordenado jerárquicamente bajo -la hombres, no deben ser fijadas sobre una
dirección del Estado (apartado 3<?). base que permita al patrono tener en sus
La consecuencia de la unidad económica manos todos los poderes principales del
y la funcionalidad del sindicato en los contrato de trabajo ( i ) .
Estados totalitarios, lleva ineludiblemente Las palabras de Laski son definitorias
a la discriminación sindical y a la asocia- de todo un sistema de tratamiento social,
ción obligatoria, como condición previa en el que el soljdarismo es la contrapartida
para conseguir trabajo. Y desde que en esos del aislamiento y el atomismo en que la
Estados no existe más que un sindicato, el Revolución francesa colocó al hombre fren-
organizado por el gobierno, quien no está te a todas las fuerzas sociales, políticas
afiliado a 'ese sindicato está contra el y económicas en homenaje a 'la igualdad
gobierno, y en consecuencia, es un paria frente a la ley, pero que no lo hizo corno
profesional. > x quería, libre y autónomo, sino dependien-
El Estado totalitario, que no concibe al te y esclavo del más fuerte económicamen-
hombre aislado, vuelve los ojos a la Edad te, es decir, de los poseedores de los medios
Media en busca de la organización corpo- de producción y de las rentas. El solida-
rativa, porque estima que es en esa or- rismo social es la contestación al angus-
ganización que el hombre consigue el des- tioso llamado a la unidad de todos los tra-
arrollo equilibrado de sus posibilidades y bajadores del mundo para disponerse a la
desaparece la desigualdad creada por el lucha exitosa contra los poderosos, soli-
libre juego de la economía. da rismo que, en sucesivas etapas, logra
3. La solidaridad social y el derecho de corporizarse y evolucionar, de tal suerte,
asocación. La experiencia del laissez faire que al cabo de pocos años, se muestra al-
del liberalismo económico, que llenó todo tivo y potente, no sólo frente a su rival,
el siglo xix, demostró que el trabajador era sino también ante el propio Estado.
fácil presa del capitalismo, de ahí que la 4. La autarquía sindical. La libertad
coalición y la confabulación de los traba- sindical, como vimos precedentemente, se
jadores, encubiertas bajo la inocente fi- muestra en dos fases, por un lado el de-
gura de la mutualidad, para evitar la re- recho individual de asociarse o no a una
presión del Estado policía, cobrará inusi- entidad, y por el otro, el derecho de la
tada fuerza y logrará sobreponerse a todos entidad de constituirse y regir sus destinos
los obstáculos impulsada por la solidari- libremente. Este segundo aspecto de la
dad. El sindicato obrero nació como una libertad sindical, que Gallart Polch deno-
barricada de lucha, como el instrumento mina autarquía sindical, comprende las si-
único del trabajador para lograr la altura guientes facultades atribuidas a las orga-
que le hacía falta, a fin de equilibrar la nizaciones básicas: la constituyente, o sea
estatura del patrono. el derecho de elaborar sus propios estatu-
Preocupado por la suerte de esa solida- tos; autonomía interna, o sea el derecho
ridad, es que Laski sostiene lo siguiente: de designar sus dirigentes, deliberar libre-
"Yo, en particular, no soy partidario del mente, proveer a sa administración y
(7) Laski. H. J., ¿os sindicatos, págs. 190 y •
(6) Oenco, B., Precedenti e contenuto guíenles. Breviarios del Pondo de Cultura "
Carta del Lavare ¡pugnóla. MUán, 1942 iiómlca. México.
establecer los servicios que se juzgan útiles Lógicamente, que las limitaciones que se
para los asociados; acción sindical, o sea el imponen al sindicato, por razones de orden
derecho de poner en actividad los medios público, no deben ser estimadas como con-
caracterisCi'cos de ésta, para obtener sus trarias a la libertad sindical. A propósito
propios fines en orden al trabajo y final- de ello, dice Gallart Folch, que el buen
mente, la facultad federativa, es decir, la orden de la administración pública de
que le permite enlazarse orgánicamente trabajo puede requerir la inscripción de
entre si, en uniones horizontales o en fe- las organizaciones profesionales, previa a
deraciones y confederaciones verticales, a su actuación; es perfectamente lógico tam-
base de analogías de carácter profesional bién que, para reconocer validez erga om-
o analógicos ( 8 ). nes de una determinada convención colec-
Dice Santore-Passarelli que la libertad tiva de condiciones de trabajo, exija el
de la organización sindical se manifiesta carácter de más representativo en la pro-
de varios modos. Ante todo, como libertad fesión, a las entidades patronales y obre-
respecto al Estado de constitución del sin- ras pactantes (como ocurre en la ley
dicato, aún de una pluralidad de sindica- francesa de 1950 vigente, en que la repre-
tos para una misma categoría profesional. sentatividad discernida con criterio obje-
Tal constitución debe depender de la ini- tivo, hace posible la intervención de varias
ciativa privada, donde debe considerarse entidades sindicales paralelas en la decla-
licita cada .reunión, cada propaganda, ración de obligatoriedad genérica de una
adhesión y cualquier actividad dirigida a determinada convención colectiva. Tal re-
tal fin, mientras que sería contraria a los presentatividad, anota el jurista español,
principios generales, la constitución de tiene el carácter de reconocimiento de
sindicatos con actos de la autoridad pú- determinadas condiciones mínimas en las
blica, o la prohibición de asociarse sindi- asociaciones pactantes, pero de ninguna
calmente en alguna de las categorías i ro- manera constituye un privilegio exclusivo
fesionales, salvo .la eventual incompatibili- en el poder público al hacer la concesión
dad a causa de la especialísima función y a una de ellas) y, finalmente, está plena-
posición de determinada categoría en la mente justificada la exclusión a la sindi-
organización del Estado (magistrados, per- cación a las fuerzas militares y de policía,
tenecientes a las fuerzas armadas, etc.) La y aún la restricción de la acción sindical
libertad de la organización va dirigida en excluyendo el recurso 'a la huelga, pero en
segundo lugar, a los individuos, en cuanto cambio resulta fundamentalmente incom-
tiene libertad de pertenecer a la categoría patible, con los principios de libertad sin-
y de escoger entre los varios sindicatos dical —termina diciendo el autor— con-
existentes y, aún, de no inscribirse a nin- siderar la personería habilitante para la
gún sindicato. En tercer lugar, continúa actuación plena en el orden profesional
diciendo el autor, corno libertad, después de como una concesión potestativa que otorga
su constitución y de su eventual recono- discrecionalmente el Poder administrativo,
cimiento, de actuar sin la ingerencia del con exclusión de otras asociaciones a las
Estado en la organización interna y en su que se 1(
asigna más facultades nimias o ilu-
actividad externa. Los sindicatos pueden sorias ( 0.
determinar libremente las condiciones de Pero, como señala Cabanellas, en nom-
admisión, los métodos de elección, la pro- bre del orden público vienen limitándose
pia denominación, la propia sede, la pro- derechos que aparecen registrados en los
pia esfera de acción, 'tanto respecto al te- textos constitucionales, pero sin conseguir
rritorio como respecto a la categoría pro- realización. Este cacareado orden público
fesional. En fin, concluye diciendo, la —dice—, para cuya salvaguardia se han
libertad sindical quiere decir, libertad de cometido tantos atropellos y se han lega-
la organización profesional, no sólo res- lizado tantas arbitrariedades, se esgrime
pecto al Estado, sino aún respecto a las como motivo principal para atacar el aso-
partes de la relación del trabajo. Cada ciacionismo; sin tener en cuenta que el
discriminación en el tratamiento en re- orden no puede basarse en la imposición
lación a la pertenencia a una o a otra or- unilateral de un sistema, y que la fuerza
ganización, cada represalia hacia los orga- empleada para tal fin revierte en defini-
nizadores y dirigentes sindicales, como ha- tiva contra aquellos mismos que la utilizan.
cia los componentes de las comisiones El espíritu alcanza cierto grado de tensión
internas, deben declararse ilegales ('•'). que deshace y destruye cuanto encuentra
a su paso, si un dique contiene esa expan-
(8) Ob. cit. en la nota 2. sión natural y espontánea. Por más que
(9) Sar.toro-Passarelli, P.. Nozioni di Dlrítto
¿Leí lavoro. núms. 6 y 7, págs. 24 y sigs.. Ñapó-
les, 1954. (10) Ob. elt. not* 2.
se quiera decir que el orden público exige militares. Ya no ofrecen la libertad, sino
atemperar la libertad con la fiscalización, la tiranía y la disciplina estricta de las
aunque se sostenga que el Estado, como masas, haciendo marcar el paso a la co-
ente superior, ya vela por los intereses munidad, al gritarle sus slogans: "Caudillo,
particulares; lo evidente, lo comprobado, manda; te seguiremos" (12). Es, gráfica-
dice Cabanellas, es que la libertad de aso- mente hablando, una política de automa-
ciación contiene en sí el resorte dinámico tismo; política del timbre. Mussolini, en un
del progreso, y que solamente al restrin- discurso dirigido a la asamblea general del
girla se convierte en una fuerza disgrega- Consejo Nacional de las Corporaciones, el
dora y nefanda ("•). 14 de noviembre de 1933, en Roma, expre-
5. Conciliación entre la autoridad, el só que "para llegar al corporativismo ple-
sindicato y el individuo. El drama de nues- no, integral, revolucionario, se requieren
tro tiempo consiste en lamentar la opresión tres condiciones: ^'~--.
del Estado hacia el grupo sindical, y la de "Un partido único que permita la acción
éste hacia el individuo. El derecho del pa- de la disciplina política juntamente con la
trono o del trabajador de entrar o salir disciplina económica, y que esté por enci-
del sindicato, no tiene ninguna relevancia, ma de todos los intereses en contraste;
si a la postre no podrá escapar a la im- que sea un vínculo que une a todos en
posición de una norma coercitiva emanada una misma fe. ,
de un acuerdo, un pacto o de un contrato "Pero esto no basta, es necesario, además
colectivo de dos entidades poderosas, y si, del partido único, un Estado totalitario,
además, tendrá que satisfacer las cuotas es decir, un Estado que absorba en sí mis-
sindicales a un grupo profesional del.que mo todas las energías, todos los intereses
no forma parte. y todas las esperanzas de un pueblo para
A esta altura de la civilización, no es transformarlas y darles fuerza.
posible por otra parte, la desaparición ni "Aún no basta. Tercera y última con-
el desplazamiento de ninguno dé los fac- dición, la más importante de todas: vivir
tores señalados, porque el mundo se ha un período de alta tensión ideal como el
achicado y las necesidades del hombre ac- que estamos viviendo nosotros.
tual se han multiplicado al infinito, por "Por eso que nosotros daremos gradual-
lo cual la interacción es un reclamo táctico mente fuerza y consistencia a todas nues-
de cada instante. Estado, sindicato e in- tras realizaciones, y traduciremos en he-
dividuo deben obrar de consuno. El proble- chos toda nuestra doctrina" (™).
ma consiste en saber hasta dónde llega la Dice Friedrich, que en Italia, las asociaf-
autoridad y dónde comienza la autono- ciones, antes del advenimiento del fascis-
mía. Naturalmente, la democracia tiene' •mo, tenían una vigorosa vida propia, en
sobre el particular una concepción total- especial en el campo del trabajo. En los
mente distinta a la de los sistemas totali- conflictos del trabajó, durante la égida
tarios. „ fascista, es el gobierno el que formula la
El punto de 'Vista totalitario acerca de decisión final. Y sentencia, Friedrich, el
la disciplina y la libertad', dice Mannheim, sistema totalitario italiano, de esta ma-
entiende que la idea de una disciplina que nera: "Desde 1926 hasta 1935, la única
surja espontáneamente es inaplicable a realidad de la vida política italiana fue la
una sociedad en gran escala. Por tanto, se dictadura de un hombre y de su partido.
proclama una disciplina de órdenes y obe- Pero al lado de esa realidad ha crecido»
diencia bajo la égida del principio del hasta alcanzar proporciones gigantescas,
Führer, que representa un "plan universal un nuevo mito: el mito del Estado corpo-
de organización estrictamente militarizada rativo" (").
y centralizada. El ejército y la burocracia El punto de vista democrático es bien
son sus modelos. Dos factores fomentan distinto, por cierto. Los Estados en dontie
este espíritu de superorganización: por una se pretende conciliar la autoridad con la
parte, las masas, que forman un rebaño, autonomía de la voluntad, buscan implan-
que nunca han conocido o amado una ver- tar un tipo de planificación en que el
dadera libertad cívica, aceptan sin resis- control democrático puede conservarse
tencias la estructura dictatorial, después mediante garantías institucionales, de tal
dé un pánico que hace que deseen el orden. (12) Mannheim, K.. Libertad, poder y planifi-
Por otra parte, las minorías, hábiles en el cación democrática, pag. 332, Pondo de Cultura
manejo de las masas, pueden embriagarse Económica, México.
con el poder al ampliar sus organizaciones (13) Mussolini, B., Cuatro discursos sobre el
Estado corporativo, pág. 27. Ed. Laboremus, 1935.
(14) Frledrlch. C. J., Teoría y realidad de la
(11) Cabaneilas> G., Tratado de Derecho labo- organización constitucional ¡democrática, págs. 50?
ral, t. 3, págs. 110 y siga., Bs. Aires, 1945. y slgs., Fondo de Cultura Económica, México.
manera que; como dice Mannhéim, exista el único representante del pueblo era el;Es»
espacio para la libertad y la autodetermi- tado, y que a modo de transacción había
nación dentro del marco de ese plan ('•"•). llegado a soportar, como única forma de
El espacio reservado a la libertad no representación, la del mandato imperativo,
debe ser ocupado ni por la anarquía ni por porque dejaba en el pueblo la decisión últi-
el libertinaje, sino por la deliberación, la ma bajo pena de nulidad de las leyes san»
opción y la acción constructiva. La dife- clonadas sin ese requisito.
rencia que existe entre un régimen demo- Dpspués de la aparición de los Códigos
crático y un régimen totalitario de gobier- suizo y alemán, en los que la representación
no, sea politico como profesional, es que aparece separada del mandato, la doctrina
en el primero, la decisión última pertenece aclara la idea de la representatividad, po-
al individuo o al grupo frente al Estado, niendo de manifiesto sus dos elementos,
mientras que en el segundo, el Estado antes confundidos; uno subjetivo que atien-
siempre tiene la última palabra, y no hay de a la volmitñd, y otro objetivo que atiende
opción, sino sumisión y acatamiento del al interés {"•).
individuo. En las relaciones con el grupo y Y desde que, como lo demostraba el De-
el Estado, el hombre del Estado democrá- recho común, existía la representatividad
tico mantiene un diálogo permanente, es sin necesidad del mandato como en los ca-
consultado y escuchado; en el Estado to- sos del curador con respecto a su pupilo, el
talitario, está en continuado monólogo, se padre con "respecto al hijo, etcétera, y vice-
lo suma o se lo resta para la estadística versa, mandato sin representación como el
solamente. caso del comisionista, el administrador de
Dice Mannhéim: "la afirmación sagrada, una sociedad anónima, etcétera, era fací!
los Derechos del Hombre, ha de ser tradu- justificar el hecho de la representación
cida a la Era de la Planificación. Una de- ejercida pqr un sindicato en nombre de
mocracia planificada tiene que proteger el un patrono o un trabajador, que por, no
derecho del individuo a un desarrollo per- revestir el carácter de afiliado debía su-
sonal. Desde un punto de vista sociológico, ponérselo representado desde el punto de
el hombre que prefiere una actuación, vista puramente profesional, es decir, por
independiente de un trabajo en organiza- interés.
ciones profesionales u otras, no debe que- De ahí nació la idea de aplicar al sindi-
dar sin protección, sino que deberá tener cato la teoría de la representación legal, es
oportunidades para seguir su tendencia; decir, el poder de representación que no se
pero en una era de organización de masas basa en un apoderamiento o, si se quiere
no basta con garantizar sus derechos a los r.espetar el sentido más limitado del tér-
individuos, es igualmente importante el mino, debe hablarse en este caso de repre-
proteger las libertades de los grupos y las sentación en virtud de Zn ley o de repre-
asociaciones. El derecho de los grupos a la sentación /orgosaí18).
propagación de sus ideales, a defender su Fortalecido el sindicato con Ja represen-
forma de vida, no es menos sacrosanto que tatividad forzosa, se lanza al encuentro de
el del individuo. En esta forma, la liber- una regla convencional mediante la cual
tad y la auto-disclplina se aplican también se rijan las futuras contrataciones indivi-
a los grupos. La auto-disciplina de los gru- duales, y que trabajadores y patronos la
pos exige la misma auto-restricción en las respeten como una verdadera ley profesio-
relaciones entre los grupos, que la que fes- nal, como gustan llamarla los corporativis-
peramos en las relaciones personales" (i i ). tas italianos.
6. Democracia y representatividad sindi- Bajo la apariencia del contrato se ha
cal. El meridiano jurídico en donde el indi- deslizado, en el mundo jurídico, otra ma-
viduo concilla con la asociación profesio- nifestación del Derecho corporativo, dice
nal, es sin duda alguna en la representati- Ripert. con el nombre de contrato colec-
vidad, es decir, la facultad de resolver y tivo de trabajo se ha admitido una re-
decidir en nombre de un tercero. Este con- glamentación que no toma gran cosa de
cepto de la represertatividad, no fue cono- la fuerza contractual. El Estado renuncia
cido por los romanos, y los franceses lo con- a oponerse a la fuerza corporativa: trata
fundieron con el mandato, pecado come- incluso de atraerse los sindicatos y les pide
tido por el gran Rousseau, que abominaba su concurso. Con ello consagra su fuerza y
la representación, desde que entendía que reconoce su derecho de imponer la regla.
Se ha visto, entonces, a la corporación sus-
(15) Mannhéim, K., Libertad y planificación,
pág. 345. Fondo de Cultura Económica, México. (17) Bo!affio-Rocco-Vivante, Derecho comer-
(16) Mannhéim, K., Libertad, poder y planifi- cial, t. 10, vol. 1, núms. 118 y siga., Edlar, 1951.
cación democrática, pág. 334. Pondo do Cultura (18) Von Tuhr, Teoría general del Derecho et-
Eccnómlca, México. vil alemán vol 1 mim. 252, Depalma, 1948.
tituirse al Estado, para asegurar el respeto México, la Ley federal del trabajo del año
de las reglas que considera útiles para la 1934, en el artículo 236, consagró la cláu-
defensa de los intereses nacionales («). sula de exclusión sindical como un derecho
El contrato colectivo de trabajo es la sindical, por la cual el sindicato de traba-
llave maestra que abre a patronos y traba- jadores tiene el derecho de pedir y obtener
jadores la ancha puerta de la paz indus- del patrón la separación del empleo a sus
trial. Permite a las asociaciones profesio- agremiados renunciantes o despedidos del
nales reglamentar todos los resquicios que mismo, cuando el contrato colectivo así lo
deja la ley formal y agilizar y dar forma determine. Pué el triunfo definitivo del sis-
por categorías y grupos profesionales a to- tema sindical de gobierno en el mundo de-
das las ventajas y conquistas logradas o mocrático, que trajo en sus propias entra-
surgidas de las tratativas sindicales. ñas la reacción individual (>").
Ocurre, sin embargo, que empujado por La fuerza expansiva del'contrato de tra-
el fascismo y sus discípulos, el sindicato ya bajo, por tales procedimientos llegaba de-
no se conforma con imponer su ley a los masiado lejos; ponía nada menos que al
afiliados, sino que extiende su brazo, que trabajador en el Índex de la discriminación,
ya es poderoso, a los no afiliados, en nom- y ante la posibilidad cierta y frecuente de
bre de la categoría profesional, institución morirse de hambre por no tener el carnet
netamente económica que nace al conjuro profesional, que en muchos casos no era
del solidarismo y de la economía unitaria más —y lo es actualmente en los países
que aquel sistema político estableció en la bajo el imperio, de la dictadura— que el
Cana del Lavoro, como presupuesto ne- carnet de afiliado al partido político ofi-
cesario y definitivo del Estado totalita- • cialista.
rio (28) Para conjurar este peligroso avance, se
A partir de la vigencia de la Ley Boceo enarboló en Francia, por vía del Derecho
del 3 de abril de 1926 en Italia, que esta- administrativo, la teoría del détournement
blece la obligatoriedad erga omnes del con- de pouvoir, que encontró cálido apoyo en
trato colectivo de trabajo y la nulidad de Italia después de la caída del fascismo, en
los contratos individuales como sanción por donde se le bautizó con el nombre de svia-
la difornúdad a la norma colectiva, el sin- mento di potere, en el sentido de la desvia-
dicato creció más y más en altura y exten- ción del poder discrecional del fin de la ley
sión, adquiriendo las proporciones de un si está propuesta en alcanzar la legitimidad
gigante. La voz de orden era "todo para el de las disposociones22del poder al órgano o
sindicato", nada para el individuo, consig- en el ente público ( ).
na que convenía a los intereses del Estado, La Ley Taft-Hartley sobre relaciones
desde que el sindicato fue concebido como obrero-patronales establece en EE. UU., en
un órgano auxiliar del mismo y el conduc- 1947, los famosos injonctions contra los
to primario de la economía nacional. propios sindicatos obreros, haciéndolos res-
Así proliferaron los sindicatos gigantes, ponsables por práctica desleal del trabajo
como instituciones de Derecho público en (sección 301), entre las cuales se considera
España, Portugal, Brasil, etcétera, y se abrió la de limitar o coaccionar a los empleados
ancho campo en la esfera de los juristas en el ejercicio de los derechos garantizados
encumbrados por la fama la idea de la re- en la sección 71 (la sección 7» dice textual-
surrección del corporativismo, como forma mente: "Los trabajadores tendrán derecho
adecuada a la economía nacional contem- a organizarse, a formar organizaciones
poránea, todo lo cual, de cierta manera, obreras, a unirse a ellas o a ayudarlas, a
nos coloca ante la paradojal situación de negociar a través de representantes de su
la interacción medieval. propia elección, y a dedicarse a otras acti-
Pero no solamente en los "Estados totali- vidades concertadas para los fines de la
tarios de gobierno creció el sindicato, sino contratación colectiva u otra ayuda mu-
también en los Estados democráticos. En tua o protección, y tendrán también el de-
recho, a abstenerse de algunas o de todas
(19) Ob. cit. en la nota 5, núms. 211, págs. 336
esas actividades excepto en la medida en
)• sigs. que tal derecho pueda ser afectado por los
(20) Sobre el concepto de categoría, véase De convenios que requieren la afiliación a una
Sema, O., ¡I contmtto colletivo di lavara, Pa- organización obrera como condición de
dus, 1935; Mazzonl, O., Limiti di applicabilitá dei
contratti colletivo di lovoro, Milán. 1939; De Coo-
cl, D., La reppresentanaa sindícale, Milán, 1942; (21) Sobre cláusula de exclusión sindical, mi
Santi Romano, Corso di Dirítto ammínistrativo, trabajo en esta Enciclopedia, t. 3, págs. 13 y sigs.
Padua, 1930; Barassí, L., Tratado de Derecho del (22) Véase sobre el particular Giullano Maz-
trabajo, vól. 1, Alfa: Monzón, D., "En torno al zoni, ob. cit., nota 20, pág. 63, y en Pappalardo,
concepto de categoría", en la revista Derecho del L'eccesso di potere amministrativo, vol. 3, pági-
Trabajo, 1953, págs. 652 y sigs. nas 436 y sigs.
empleo, según lo autorizado eti lo sec- mantenerse a prudencial distancia, a fin;
ción. 8*">. de moverse con discreta libertad. Ese he-
El problema de la afiliación como condi- cho, es precisamente la clave de la vertica-
ción de empleo fue llevado al seno de la lidad de los sindicatos americanos, y el
Conferencia Internacional del Trabajo, la porqué de la aceptación por los obreros de
cual, en sus reuniones 30 y 31 se aplicó a la Ley Taft-Hartley, que si bien garantiza
sus proyecciones mediante una encuesta, el poder del sindicato obrero, lo mantiene
cuyas preguntas eran del siguiente tenor: a raya y a tiro de responsabilidades ante
Garantía del derecho sindical de los tra- la ley.
bajadores: ¿Se considera que la reglamen- No es solamente el individuo quien se
tación internacional debiera incluir dispo- preocupa por las enormes proporciones que
siciones relativas a la protección al derecho va adquiriendo el sindicato moderno, es-
sindical de los trabajadores? En caso afir- pecialmente el de los trabajadores. Tam-
mativo, ¿se considera que la reglamenta- bién esa preocupación la tiene el Estado,
ción internacional debiera prohibir todo que al decir de Paul Durand no acepta ya
acto de discriminación sindical por parte permanecer a la pasiva. Las nuevas rela-
del empleador o de sus agentes, con pro- ciones que se establecen entre las personas
pósitos de: jurídicas y, el Estado, el desmembramiento
a) Subordinar el empleo del trabaja- insidioso del Estado por las personas jurí-
dor a la condición de que no se adhiera a dicas, dipe el. prestigioso jurista francés,
un sindicato o de que se retire de un sin- descubren un malestar y revelan un con-
dicato al que pertenece. flicto latente. El Estado retoma, respecto
b) Perjudicar a un trabajador a causa a las personas jurídicas, su actitud de tu-
de su filiación a un sindicato o de su acti- tela. Numerosas personas jurídicas no viven
vidad sindical. más en un estado de completa libertad. La
c) Despedir a un trabajador a causa de vieja idea de la ficción reaparece en nues-
su filiación a un sindicato o de su activi- tro Derecho. La evolución del Derecho nos
dad sindical? pone en presencia de una crisis de la per-
La respuesta fue ampliamente afirma- sonalidad jurídica, termina diciendo Paul
tiva. Merece un párrafo aparte la contes- Durand, para quien la crisis afecta al Es-
tación de la representación francesa, que tado mismo en su crecimiento (25).
dice así: "Francia siempre ha concedido El diagnóstico de este autor es en parte
considerable importancia a este principio dado por Ripert en ese punto, quien dice
que ha sido una vez más afirmado en el que se ha visto a la corporación sustituirse
preámbulo de la Constitución francesa del al Estado, para asegurar el respeto de las
27 de octubre de 1946, que estipula: Todo regias que considera útiles para la defensa
hombre puede defender sus derechos y sus de los intereses nacionales, y siguiendo a
intereses mediante la acción sindical y ad- Lambert,- predice que, en adelante, habrá
herirse al sindicato de su elección. Hay que para la creación del Derecho, junto a las
observar que, en Francia, la expresión tra- matrices legislativas, judicial y administra-
dicional empleada es la libertad sindi- tiva, la matriz corporativa (26).
cal" (23) . ¿Cómo conciliar entonces los derechos
Ese mismo concepto de la libertad sindi- connaturales del individuo y los necesarios
cal fue expresado en la "Declaración Uni- poderes del sindicato para establecer una
versal de los Derechos del Hombre", apro- norma obligatoria para toda una categoría
bada por las Naciones Unidas en 1948, que profesional?; ¿cómo mantener al sindicato
establece la asociación pacífica, y que en lejos del Estado, pero no frente al Esta-
su artículo 20 dice con énfasis: "Nadie po- do y a los intereses generales de la Na-
drá ser obligado a pertenecer a una aso- ción? ,
ciación". Del mismo sentido protector de Tratándose de la libertad y de la demo-
las libertades, son las Garantías sociales cracia, hay que andar con sumo cuidado,
aprobadas en Bogotá en el año 1948, por pues como dice Bernanos la palabra de-
los Estados americanos (2*). mocracia ya ha servido tanto que perdió
La lucha de los delegados de fábrica de-r todo significado; es probablemente la pa-
signados por obreros y empleados del taller, labra más prostituida de todos los idiomas.
con exclusión de todo otro poder exterior, En la mayoría de los países, dice, ¿acaso la
pone de relieve la puja del sindicato por la
absorción de quienes quieren, a toda costa, (25) "Las personas jurídicas frente al Estado;
balance de medio siglo", en La Ley, t. 60, págs.851
(23) Revista de la OIT, 31» reunión, San Fran- y sigs. -
cisco, 1948. •.'.',. • (26) Ripert, G., El régimen democrático y ei
(24) Consultarla en la revista Derecho del Tra- Derecho civil moderno, núms. 214 y sigs., págs. 340
pajo. 1949, pág. 435. . :•'-•• v. y sigs.
democracia no es en primer lugar y ante dad. Existen varios sistemas de represen-
todo una dictadura económica? ( 27 ). tatividad que pretenden atribuirse el carác-
El conflicto entre la libertad ilimitada ter de pristinidad democrática. Uno de ellos
y la limitación social de la libertad, es hoy es el de acordar en cada caso la represen-
la preocupación en la vida pública de to- tación numérica, como ocurre con la dele-
dos los países, ha dicho Mirkine-Guetze- gación obrera y patronal a la Organización
vitch(- s ), quien señala entre las tenden- Internacional del Trabajo y con el método
cias modernas del Estado de derecho, el establecido por la nueva ley de convencio-
establecimiento del "control social de las nes colectivas. Este sistema es criticado,
libertades individuales". - . . ; < pues es puramente mecánico, y puede ocu-
A mi juicio, el control no solamente se rrir que existan muchas asociaciones y que
dirige hacia el individuo, sino también ha- la que cuenta con mayor número de afi-
cia el sindicato y hacia el propio Estado, liados agrupe solamente un porcentaje re-
desde que los gobiernos constitucionales ducido de los obreros interesados. A su vez,
tratan de someter el poder público a un sería absurdo, en el caso de existir una sola
creciente equilibrio racional entre órganos asociación con un número muy exiguo de
representativos, que en última instancia afiliados, reconocerle, sin más, la represen-
dan al pueblo la decisión definitiva me- tación del gremio, por el solo hecho de ser
diante referendum, recall, plebiscitos, etcé- la única asociación constituida. Se agrega
tera. que además del elemento numérico existen
La representatividad, como sistema de otros factores igualmente ponderables que
gobierno sindical, no es por sí sola una ga- este sistema no tiene en cuenta (30).
rantía, como no lo es en la representación Otro sistema es el de la representación
política con respecto a la soberanía de una proporcional, en el que los cargos se distri-
nación democrática, como lo enseña Frie- buyen entre las asociaciones profesionales
dich, pues, aunque nos parezca extraño, en proporción al número de sus afiliados,
dice el prestigioso constitucionalista, la re- o bien según la importancia que el sindi-
presentación fue defendida calurosamente cato revista. Se anota que la falta de cohe-
por Tomás Hobbes para imponer el absolu- sión entre las distintas delegaciones puede
tismo. Toda la concepción del Estado y aun reflejarse no solamente en la posición de
de una comunidad que sostiene Hobbes se obreros o patronos en las asambleas y con-
basa en la idea de la representación, idea gresos, sino principalmente en los convenios
resucitada en las doctrinas del liderazgo colectivos, en perjuicio evidente de toda
del fascismo y el nacional-socialismo con- una categoría profesional. >
temporáneos y que se halla implícita tam- Otro sistema es que propone Pérez Patón,
bién en la afirmación comunista de repre- que consiste en el acuerdo celebrado en
sentar al proletariado. La representación, cada ocasión necesaria, entre todas las or-
aconseja el autor, debe ir acompañada dei ganizaciones sindicales, para designar re-
control efectivamente ejercido por el mayor presentantes, o simplemente para determi-
número de personas, y que las decisiones nar cuántos y quiénes deberán celebrar los
definitivas sean dadas "con su aprobación convenios colectivos de trabajo, en nombre
expresa", frase ésta donde reconocemos el y representación de la categoría profesio-
marco 2!constitucional de toda esa represen- nal (»!). '
tación ( >). Esa racionalidad en el poder Otro sistema es el americano, por el cual
ha quedado establecida en el artículo 8"? los representantes designados o selecciona-
del Convenio 87 sobre la libertad sindical dos para efectuar convenios colectivos por
y protección al Derecho sindical, que dis- la mayoría de los empleados en una unidad
pone que, ".. .en el ejercicio de los derechos apropiada para tales propósitos, serán re-
establecidos en el presente Convenio, los presentantes exclusivos de todos los em-
trabajadores, los empleadores y sus orga- pleados en dicha unidad para los fines del
nizaciones respectivas, están obligados, lo contrato colectivo respecto a tipos de paga,
mismo que las demás personas o las colec- salarios, horas de empleo u otras condicio-
tividades organizadas, a respetar la lega- nes de empleo. La Junta Nacional de Rela-
lidad". . . . . .: • , ;- ciones de Trabajo decidirá en cada caso si,
7. Diversos sistemas de representativi- a fin de asegurar a los empleados la más
completa libertad en el ejercicio de los de-
(27) Bernanos, G.~, La libertad, ¿para qué?, rechos garantizados por esta ley, la unidad
p&gs. 65 y siga.. Colección "El Mirador", Libre-
ría Hachette, S. A. adecuada para los fines del contrato colec-
(28) B. Mirklne-Guetzevitch, Modernas ten-
iencios del Derecho constitucional, págs. 109 y (30) Deveall, M. L., Curso de Derecho sindical
ílgs., Madrid, 1934. y de la previsión social, 2« ed., pág. 61.
(29) Friedrlch, C. J., ob. rtfel en Bota 14. pá- (31) Pérez Patón, R.. Derecho social y legis-
ginas 251 y siga. lación del trabajo, págs. 587 y sigs., Arayú.
tivo es la unidad patronal, la unidad gre- decir "suficientemente representativa", que
mial, la unidad de fábrica, o subdivisión de no supone selección (33).
ellas. A no ser que la Junta decida que al- 8. El sindicato en la República Argenti-
guna unidad no es apropiada para tales na. El régimen positivo de las asociaciones
fines por incluir a empleados profesionales profesionales, se rige, en nuestro país, por
y a trabajadores que no son empleados pro- la ley 12.991 (dec. 23.825/45) y la ley 14.295
fesionales, a menos que una mayoría de sobre asociaciones profesionales de emplea-
dichos empleados profesionales vote la in- dores, que establecen el régimen piramidal,
clusión en dicha unidad; o decida que una o sea pluralidad de asociaciones en la base
unidad gremial es apropiada para tales fi- y una confederación general en la cús-
nes a causa de haberse establecido una pide.
unidad distinta por una resolución ante- Aunque el régimen de asociaciones pro-
rior de la Junta, a no ser que la mayoría fesionales establece la libertad de asocia-
de los empleados en la propuesta unidad ción, la verdad es que la vida y muerte de
gremial vote contra la representación se- las asociaciones dependen del Ministerio de
parada, o decida que cualquier unidad es Trabajo y Previsión, que es quien otorga
apropiada para tales fines aunque incluya, la personalidad gremial y la retira, sin más
junto con otros empleados, algún individuo recurso que el jerárquico administrativo pa-
empleado como guardián, para hacer valer ra ante el Poder Ejecutivo. Sólo una aso-
contra los trabajadores y otras personas ciación profesional por categoría puede
las normas que protegen la propiedad del disponer de la personalidad gremial, que
patrono o la seguridad de las personas en como dijimos precedentemente se acuerda
lo concerniente al patrono; pero ninguna a la asociación que en un término de seis
organización obrera debe ser reconocida meses inmediatamente anteriores al pe-
como representante de los empleados en dido por el número de los afiliados cotizan-
una unidad de negociación de guardianes tes, sea "suficientemente representantíva"
si admite la afiliación, o es afiliada directa en la zona.
o indirectamente a una organización que .._.. En el régimen de la ley 12.921 (decre-
admite la afiliación de empleados que no "to 23.852/45), las asociaciones profesionales
son guardianes (sección 9* de la Ley Taft- de personalidad gremial de primer grado
Hartley). * sindicatos) son las únicas que pueden ce-
Otro sistema de representación sindical lebrar convenios colectivos de trabajo; en
es el del colegio sindical adoptado por el ar- el régimen de la ley 14.295, son en cambio
tículo 39 de la nueva Constitución de Italia, del resorte de las asociaciones de segundo
que representa unitariamente las asocia- íTado (federaciones).
ciones sindicales en proporción al número Aquella reglamentación legal tiene por
de los inscriptos a cada asociación. Dice partes, como modelo la Ley Wagner ameri-
Santoro-Passarelli que tal representación cana, en cuanto a las garantías del traba-
no es órgano de los sindicatos particulares jador y al régimen de las prácticas des-
registrados, sino órganos colegiales comu- leales en las relaciones de trabajo (aunque
nes de los sindicatos registrados de cate- se aparta de ella en cuanto sólo hace apli
goría, y en éste sentido son unitarios. El in- cables las sanciones a los patronos), a la
terés público, dice el autor, obra la solda- ley italiana, en cuanto se, orienta por la
dura entre la voluntad que resulta de una unidad profesional y económica.
parte de la categoría, aquella de las asocia- La primera regulación específica fue dada
ciones registradas, y el interés colectivo que en nuestra país por el gobierno provisional
se quiere proteger (*0. de 1943, mediante el decreto 2669 del 20 de
Por último tenemos el sistema argenti- julio de ese año, que se refería tanto a las
no, que conforme a las disposiciones de la asociaciones profesionales de trabajadores
ley 12.921 (decreto 23.852/45) otorga perso- como a la de los patronos (y no como la
nalidad gremial a las asociaciones "sufi- actual del decreto 23.852/45 que reserva el
cientemente representativas" (por el nú- vonublo sindicato a la asociación de traba-
mero de afiliados cotizantes, durante seis jadores exclusivamente), las cuales, para
meses anteriores al otorgamiento de la per- poder actuar y ejercer la representación
sonalidad) , que deja, como agudamente se- profesional, debían obtener, previamente,
ñala Krotoschin, la apreciación de la re- el reconocimiento de la personalidad gre-
presentatividad al arbitrio del gobierno, mial (art. 1°). Esta personalidad gremial
desde que no es lo mismo decir "más repre- sólo procedía al reunirse los siguientes re*
sentativa", que significa confrontación de quisitos:
dos o más asociaciones profesionales, que
(33) Krotoschin. E.. Tratarlo -'j»rt5oííco de Be-
rechn riel tratiajo, vol. 2. niss. 818 y slgs., De<
(32> Ob. clt. en nota 9. pág. 40. núm. 17. 'mima. 1955.
1°) La asociación profesional debía pros- éste, doblegado y sin espíritu de lucha sin-
cribir de sus procedimientos la imposición dical (a-»)*
gremial; BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y nota*.
2<?) Debian abstenerse de participar en
absoluto en la actividad política; (34) "Hacia la representación sindical demo-
3°) La dirección debía ser ejercida inde- crática", en La Ley, núm. 14 de diciembre de 1955.
fectiblemente por auténticos trabajadores; Véase asimismo "La disciplina del trabajo para
4°) No debían restringir o limitar el in- una economía nacional democrática", en La Ley
del 28 de febrero de 1956.
greso de sus asociados o sus miembros, por NOTA DE LA REDACCIÓN. Con posteriori-
razones de nacionalidad, creencias religio- dad a haber redactado su autor el presente traba-
sas ideas políticas (art. 2°). jo, e! gobierno provisional de la Nación, dictó el
La aplicación de esta reglamentación le- decreto-ley n» 9.270 de 23-5-1956, sobre régimen
de las asociaciones profesionales de trabajadores,
gal fue suspendida mediante el decreto cuyas principales normas se transcriben a conti-
15.581 del 6 de setiembre de ese año, por nuación:
"im onvenientes comprobados", según uno "Articulo I" — El Estado reconoce a los traba-
de sus considerandos. jadores el derecho de constituir libremente sus
asociaciones profesionales.
Oculta la razón de ese cambio, es sin em- "Art. 2" — Se consideran asociaciones profesio-
bargo indudable que, con la creación de la nales cié trabajadores, las organizaciones perma-
Secretaría (hoy Ministerio) de Trabajo y nentes de los que se desempeñan en un mismo
Previsión a expensas de los organismos pro- oficio, profesión, empresa, industria, comercio u
otras actividades similares o conexas, constitui-
vinciales (dec. 15.074 del 27 de noviembre das para la defensa de los intereses de los trabaja-
de 1943), la implantación del decreto 536 dores y el mejoramiento de las condiciones de tra-
que reprime las actividades que se consi- bajo y de vida de los mismos.
deran delitos contra el Estado y el decre- "Art. 'J" — Las asociaciones profesionales de tra-
bajadores, no podrán establecer diferencias entre
to 23,852/45, ratificados luego por la ley sus afiliados, en razón de credos políticos o reli-
12.921, este último sobre el régimen de las giosos, nacionalidades, razas o sexos. Todos los
asociaciones profesiones que permite a las miembros de la asociación deberán gozar de los
mismas de carácter obrero actuar en po- mismos derechos y «star sujetos a las mismas obli-
gaciones. .
lítica, el panorama sindical cambia inme- "Art. 4» — Los menores adultos podrán formar
diata y notoriamente en el país. Comienza parte de una asociación profesional de trabajado-
la formación de una poderosa central obre- res, sin que para ello requieran autorización de
ra que monopoliza la actividad sindical, cu- sus representantes legales.
"Art. 5" — Las asociaciones profesionales de tra-
yas directivas se confunden a menudo con bajadores no podrán recibir subsidios de organis-
las directivas del gobierno al que presta su' mos políticos nacionales o extranjeros, ni ayuda
decidido apoyo, y quiebra todo intento de económica de empleadores, ni admitir directa o in-
organizar el pluralismo sindical en base a directamente la Intervención de éstos en el go-
la libertad de asociación previsto en el de- bierno de la entidad.
"Art. 6' — A efectos de su inscripción, las aso-
creto 15.581 suspendido. ciaciones profesionales de trabajadores deberán
El régimen argentino futuro debe man- presentar ante el Ministerio de Trabajo y Previ-
tener la personalidad gremial sobre la base sión en la Capital Federal o ante las Delegaciones
Regionales o autoridades que hagan sus veces una
de lu representatividad, pero ella no debe solicitud a la que se acompañará:
ser "suficiente" a juicio de un organismo "a) Nombre y domicilio de la asociación;
administrativo exclusivamente, sino con in- "b) La lista de afiliados cotizantes: ;
tervención de las asociaciones profesiona- "c) El valor de su patrimonio y servicios socia-
les y con la vía judicial abierta, por recurso, les instituidos:
"d) La copia auténtica de los estatutos y regla-
en caso de denegación o retiro de la perso- mentos de la asociación, los que deberán ajustarse
nalidad oficial. Debe mantenerse el régi- a las disposiciones del presente decreto-ley;
men piramidal, a condición del auténtico "e) La nómina de los miembros que integran
pluralismo asociacional en la base y un la comisión directiva con Indicación de su edad,
nacionalidad, profesión u oficio.
organismo colegiado, como el actual régi- "Art. 71' — Cumplidos los requisitos establecidos
men italiano, en la cúspide, con la repre- en el articulo anterior y demás exigencias del pre-
sentación proporcional de las asociaciones sente decreto. Re ordenará la Inscripción de lr> aso-
"más representativas" del país. ciación profesional en el registro correspondiente
y la publicación, sin cargo, de los estatutos en el
He dicho en otra oportunidad que el sin- Boletín Oficial del lugar de inscripción. En todos
dicato debe colaborar con las demás fuer- los C"»sos se comunicará la inscripción al Ministe-
zas económicas y con el Estado a fin de que rio rtr- Trabajo y Previsión, con copia autenticada
de los antecedentes.
pueda realizarse la auténtica justicia social "Art. 8' — Cumplida la publicación, se extende-
(jusíicia con libertad) y .conseguirse la tan rá a favor de la asociación profesional un certifi-
ansiada paz nacional! Para que ello pueda cado suscripto por la autorldai Intervinlente que
ser factible, el sindicato no puede ser un acreditará la inscripción en el Registro respectivo.
"Art. 9" — El Ministerio de Trabajo y Previsión
Moloch redivivo que ponga en serio peligro o la autoridad que haga sus veces, deberá acor-
la estabilidad del Estado, ni un brazo de dar !;i inscripción en el plazo de treinta días d«
DEMOGRAFÍA.* SUMARIO: Cap. I. La cien- la población humana, en el orden general
cia de la población: 1. Concepto y alcances o universal y el particular a regional, no
de la materia. 2. Los hechos blótlcos (o vi-
tales) cualitativos y cuantitativos. 3. Inter- están acordes los autores en definir la na-
ferencias de diversas disciplinas en la De- turaleza y alcances de la disciplina intitu-
mografía. Cap. II. Elementos y contenido lada Demografía.
de la demografía: 1. Censos. Historia e Im- Desde las más sencillas hasta las más
portancia de la estadística de la población.
2. Datos principales de los censos modernos. complejas y audaces explicaciones se obtie-
3. Estado de la población. Su composición nen, apenas se interna en el complejo y en-
numérica. 4. Datos relativos a las personas: redado campo de esta materia, que siendo
a) Sexo; b) Edad; c) Estado civil; d) Mi- parte integrante de la sociología ha tras-
graciones; e) Nacionalidad; f ) Cultura y
educación; g) Profesiones y oficios; h) De- vasado sus límites y evidencia un propó-
fectos físicos. Cap. III. La estadística y el sito de independizarse al punto de conver-
Derecho criminal: 1. Aplicaciones de las ci- tirse en una ciencia aparte. Nuestro Juan
fras. 2. Cuadros comparativos de crimina- Bautisa Alberdi, con amplia visión del fu-
lidad.
turo, no sólo político e institucional del
Capitulo / nuevo mundo, encomió la importancia de
LA CIENCIA DE LA POBLACIÓN la "ciencia de la población", aíirmando en-
1. Concepto y alcances 'de la materia. íáticamente que por "ella y para ella, todo
A pesar de la extraordinaria amplitud que se agita y realiza en el mundo de los he»
han adoptado los estudios relacionados con
"La mayoría de los miembros que ocupen car-
presentada la solicitud, no pudlendo rechazarla gos directivos deberán ser argentinos nativos o na-
cuando se hayan cumplido las disposiciones del turalizados.
presente decreto ley. En caso de denegatoria o "Art. 15. — La representación legal de la asocl»-
vencimiento del plazo podrá recurrlrse ante la clón profesional será ejercida por la o las personas
autoridad Judicial competente. que determinen los estatutos, quienes deberán ser
"Art. 10. — La asociación profesional, a partir argentinos nativos o naturalizados.
de su inscripción, adquiere el carácter de persona "Art. 16. — Las asociaciones profesionales de tra-
Jurídica y puede ejercer los derechos y contraer las bajadores Inscriptas tendrán los siguientes dere-
obligaciones que autoriza el Código civil, las de- chos:
más leyes y el presente decreto-ley. "a) Representar y defender ante el Estado, ins-
"Art. 11. — Las funciones ejercidas por las auto- titutos de previsión, tribunales de Justicia o em-
ridades con respecto a la personería Jurídica, tra- pleadores, los intereses profesionales colectivos o
tándose de asociaciones profesionales inscriptas, individuales de sus asociados;
estarán a cargo del Ministerio de Trabajo y Previ- "b) Participar en los organismos estatales vin-
sión, o autoridad que haga sus veces, con prescln- culados a la ordenación del trabajo;
dencia de todo otro organismo. "c) Intervenir en las negociaciones colectivas,
- "Art. 12. — Los nombres adoptados por las aso- celebrar y modificar pactos o convenios colectivos,
ciaciones profesionales Inscriptas, así como aque- contribuir a la vigilancia en el cumplimiento de
llos que pudieran Inducir en error o confusión, no la legislación del trabajo y promover su amplia-
podrán ser utilizados por otras personas, asocia, ción y perfeccionamiento;
clones o entidades. "d) Colaborar con el Estado como órganos téc-
"Art. 13. — Los estatutos de toda asociación nicos y consultivos, en el estudio y solución de
profesional de trabajadores deberán establecer: los problemas concernientes a su categoría profe-
"a) Su nombre, domicilio, objeto y zona de ac- sional;
tuación; "e) Peticionar en defensa de los intereses pro-
"b) La determinación del oficio, profesión, em- fesionales;
presa,'industria, comercio o actividad que repre- "f) Fundar instituciones de previsión y asisten-
senten; cia social;
"g) Establecer colonias de vacaciones, comedo-
"c) La determinación y denominación de las res, sanatorios, hospitales y todo servicio social
autoridades directivas y zona de actuación; que tienda, a elevar la cultura, preservar la salud
"d) El procedimiento para la designación y y mejorar el nivel moral y material de los afilia-
reemplazo de los miembros directivos, debiendo dos; ' '
ser en todos los casos por voto secreto de los
afiliados; "h) Organizar y promover la formación de coo-
"e) Las normas que aseguren la representación perativas de producción, de consumo, de crédito y
minoritaria en los organismos directivos; de vivienda, de acuerdo a la legislación vigente;
"f) Las normas que aseguren el secreto de la "1) Promover la instrucción general y profesio-
votación en las asambleas; nal de sus afiliados mediante obras apropiadas
"g) El modo de constitución, administración y tales como bibliotecas, conferencias, publicaciones,
contralor del patrimonio social, su destina en caso escuelas técnicas, talleres y exposiciones;
de disolución y régimen de las cotizaciones; "J) Constituir y participar en federaciones o
"h) La determinación de las atribuciones que se conferencias de acuerdo al presente decrctc-ley;
confieren a la comisión directiva y .cuáles quedan "k) Imponer cotizaciones o cuotas a sus afilia-
reservadas para la asamblea general de los afi- dos;
liados. "1) Realizar sus reuniones y asambleas en local
"Art. 14. — La dirección y administración de las cerrado sin recabar permiso previo;
asociaciones profesionales será ejercida por una "11) Ejercer en el cumplimiento de sus fines to-
comisión directiva constituida por un número mí- dos los demás actos que no le sean prohibidos.
nimo de cinco miembros, mayores de edad. "Art. 17. — Las asociaciones profesionales do tnu :
bajadores inscriptas tendrán las siguientes obliga-
ciones:
* Por el Dr. MATEO GOUJSTEIN. "a) Proporcionar las Informaciones de carácter
chos económicos. Principal instrumento de Recordemos que la denominación demo-
la producción, cede en su beneficio la dis- grafía fue propuesta, por vez primera, por
tribución de la riqueza nacional. La po- el tratadista francés Guillard(i), quien la
blación es el fin y es el medio al mismo consideró, en sentido amplio, como "la hís-
tiempo". . ..• ¡
"Art. 24. — Las asociaciones profesionales ins-
criptas, de una misma actividad, podrán consti-
gremial que soliciten las autoridades del trabajo tuir o integrar federaciones nacionales o interna-
sin perjuicio de las de carácter general que Ks cionales.
sean requeridas legalmente por autoridnd.es com- "Art. 25. — Las federaciones inscriptas podrán
petentes; constituir o integrar confederaciones nacionales o
"b) Comunicar al Ministerio de Trabajo y Pre- internacionales.
visión o a la autoridad que haga sus veces toda "Art. 26. — Las asociaciones profesionales, fede-
modificación de sus estatutos o en la integración raciones y confederaciones de trabajadores no po-
de la comisión directiva; drán intervenir en actividades políticas.
"c) Enviar al Ministerio de Trabajo y Previsión "Art. 27. — Las asociaciones profesionales, fede-
o autoridad que haga sus veces la memoria y ba- raciones y confederaciones mencionadas en los ar-
lance de las actividades de la asociación dentro tículos 24 y 25 deberán encuadrase en las previsio-
de sesenta días de cerrado el ejercicio; nes del presente decreto-ley.
"d) Llevar su contabilidad en forma que per- "Art. 28. — El ministro de Trabajo y Previsión,
mita controlar el movimiento económico de la aso- o autoridad que haga sus veces, podrá suspender
ciación. Los libros deberán ser rubricados por el o dejar sin efecto la inscripción de una asociación
Ministerio de Trabajo y Previsión o autoridad que profesional, federación o confederación de traba-
haga sus veces. jadores, por violación de las disposiciones legales
"Art. 18. — Los empleadores deberán reservar el o estatutarias.
empleo y reincorporar oportunamente en las mis- De la medida por la que se suspende o se deja
mas condiciones a los empleados y obreros que por sin efecto la inscripción, la asociación profesional,
razón de ocupar cargos directivos y representativos federación o confederación afectada podrá inter-
en asociaciones profesionales de trabajadores o en poner recurso ante la autoridad judicial compe-
organizaciones estales que requieran representa- tente.
ción gremial, dejaran de prestar servicios en sus "Art. 29. — Serán consideradas prácticas deslea-
tareas habituales, • no pxtdiendo despedirlos a su les y contrarias a»la ética de las relaciones proíe-
reincorporación, por el término de un año, salvo r.ionales de trabajo, por parte de los empleadores:
justa -causa legalmente reconocida. El tiempo du- "a) Subvencionar en forma directa o indirecta
rante el cual los empleados y obreros hubieran a una asociación profesional de trabajadores;
desempeñado las funciones precedentemente aludi- "b) Obstruir o dificultar la afiliación de su per-
das, será considerado período de trabajo, a los sonal a una asociación profesional mediante dádi-
efectos del cómputo de su antigüedad frente a be- vas ;> promesas o condicionar a esa clrcupnstancla
neficios que por leyes, decretos, convenciones co- la obtención o conservación del empleo o el reco-
lecíivas o acuerdos le hubieran correspondido en nocimiento d§ mejoras o beneficios;
el caso de haber prestado servicios. El aporte y las "c) Promaver o auspiciar, por esos mismos me-
retenciones jubílatenos correspondientes estarán dios, la afiliación de su personal a una asociación
a cargo de la entidad obligada, legal o convencío- profesional;
nalmente, a abonar los jornales o sueldos. "d) Adoptar represalias contra los trabajadores
"Art. 19. — A solicitud de una asociación profe en razón de sus actividades sindícales o de haber
sional de trabajadores inscripta y previa resolución acusado, testimoniado o intervenido en los proce-
del Ministerio de Trabajo y Previsión o autoridad dimientos vinculados al juzgamiento de las practi-
que haga sus veces, los empleadores deberán rete- cas desleales;
ner de las remuneraciones de su personal afiliado "e) Rehusarse a negociar colectivamente con
el importe de las cuotas y aportes sociales y entre- los trabajadores de acuerdo a los procedimientos
garlo a la asociación. El Ministerio de Trabajo y legales;
Previsión o autoridad que haga sus veces, deberá "f) Despedir, suspender o modificar las condi-
expedirse dentro de los tretinta (30) dias de pre- ciones de trabajo de su personal con el objeto de
sentada la solicitud. En caso de denegatoria o ven- impedir o dificultar el ejercicio por parte de los
cimiento del plazo, la asociación profesional po- trabajadores de los derechos a que se refiere el
drá recurrir ante la autoridad judicial competente. presente decreto-ley.
"Art. 20. — Recibida la comunicación por el em- "Art. 31. — Los artículos 52 a 61, ambos inclu-
pleador y entregadas a éste por la asociación pro- sive, del decreto 23.825/45, ley núm. 12.921, qu«
fesional de trabajadores las planillas de retención determinan la constitución y el funcionamiento
correspondientes, el empleador será responsable del del Consejo Nacional de Relaciones Profesionales
importe de las retenciones que no hubieran sido continuarán en vigencia hasta tanto no se proceda
efectuadas. a la reestructuración de dicho organismo.
"Art. 21.— Todo miembro que dejare de perte- "Art. 32. — En los casos en que exista para un
necer a una asociación profesional de trabajadores oficio, profesión, empresa, industria, comercio o
perderá las cuotas y aportes sociales pagados, asi actividad, una sola organización profesional Ins-
como los derechos emergentes de su calidad de afi- cripta, ella asumirá la representación de los tra-
liado. En caso de Jubilación, accidentes, enferme- bajadores.
dad, invalidez, desocupación o servicio militar, los "En los casos en que exista más de una, la re-
afiliados no perderán su afiliación a la asociación presentación de los trabajadores será ejercida por
profesional respectiva. una comisión intersindical.
"Art. 23. — Toda actuación administrativa o ju- "Art. 33. — La constitución, funcionamiento y
dicial de las asociaciones profesionales inscriptas atribuciones de las comisiones Intersindicales se-
estará exenta de sellado. Su constitución, inscrip- rán establecidas en el decreto-ley que las regla-
ción, inspección y disolución se hará sin cargo fis- menta, el que deberá reconocer el derecho de las
cal alguno. Sus bienes estarán exentos de todo minorías".
gravamen fiscal y los muebles destinados al fun- (1) Oulllard; Elementa Ae statistiqve humai-
cionamiento de la asociación serán inembargables. ne. París, 185S.
toria natural y social de la especie huma- cripción de las naciones en lo que se refiere
na"; y en sentido estricto como el "conoci- a la población, considerada según los naci-
miento matemático de la población, sus mientos, edades, profesiones, domicilio, ma-
movimientos generales, su estado físico, ci- trimonios, defunciones, etcétera, o, en otros
vil, intelectual y moral". Un autor italiano, términos, el estudio estadístico de las colec-
Brunialti, la considera como la parte de la tividades humanas", agregando que "la De-
cjencia que trata de los nacimientos, de la mografía no es una ciencia independiente,
muerte, de los matrimonios, de las migra- sino una parte de la Estadística, pues, así
ciones y de todo otro fenómeno de la po- como al hablar de ésta en sus relaciones
blación. Bertillón la denominó "ciencia con el comercio, agricultura, ganadería,
cuantitativa de la población", porque so- etcétera, no se busca un nombre distinto,
mete a análisis cuantitativos los elementos sino que se dice estadística agrícola, co-
sociales, considerándolos en sus mutaciones mercial, pecuaria, de la misma manera a la
o variaciones de cantidad, calidad y cohe- estadística del hombre podría darse esa
sión, y de una manera más general se la denominación, que sería exacta si no hu-
ha conceptuado como el "estudio de las co- biera otra palabra que expresara mejor la
lectividades humanas", siendo, por eso, su idea, como es la Demografía, que se define
objeto averiguar de qué elementos ellas es- la ciencia del hombre considerado social-
tán constituidas, y cómo viven y se re- mente y en cuanto puede ser expresada por
nuevan ( 2 ). medio de cifras numéricas, que es lo que
El profesor argentino Rafael Bielsa sos- caracteriza este estudio para distinguirlo
tiene que a "juicio nuestro la Demografía, del Derecho, de la Moral, la Economía polí-
hasta por su sentido etimológico, es más tica, etcétera" (*).
bien el estudio descriptivo, objetivo —por Tal intento de definición contiene el
decirlo así— de la población, y esa ciencia error fundamental de identificar a la De-
comprende en sus amplios dominios las ne- mografía con la Estadística, como parte
cesidades de las generaciones, la duración de ésta, siendo así que la doctrina moderna
de la vida, las relaciones del hombre con la asevera que la Estadística no es sino uno
naturaleza, las relaciones de los hombres de los métodos de la Demografía, de la in-
entre sí; en suma: todo estudio directa- vestigación; un instrumento de aquélla. Sin
mente relativo a las necesidades, los males perjuicio del carácter fundamental que las
y el bienestar de la especie humana. La am- estadísticas tienen en los estudios demo-
plitud de los alcances de esta ciencia está gráficos, es evidente que esta ciencia no
perfectamente dada en un análisis de Livio tiene por qué limitarse a ellas, y tiene
Livi, eminente especialista italiano, quien abiertas todas las posibilidades metodoló-
define: "Las instituciones políticas, las le- gicas que contribuyan 5a un mejor esclare-
yes mismas, el estado y cualidad de la cul- cimiento de su objeto ( ).
tura, los monumentos arqueológicos, el tipo 2. Los hechas bióticos (o vitales) cuali-
de los instrumentos de trabajo, etcétera, tativos y cuantitativos. En su Tratado de
son fuentes preciosas para la investigación sociología general, el profesor uruguayo
sobre la vida de los pueblos, su desenvolvi- doctor I. Gañón, para llegar a la configu-
miento, sus migraciones, su intima estruc- ración de la Demografía y especialmente
tura, y valen no solamente para conocer la de los problemas que esta ciencia entraña,
historia demográfica del pasado, sino para realiza una interesante exégesis de lo que
entender mejor las condiciones del presente intitula "las bases bióticas de la sociabili-
y aquellas que el tiempo va madurando. La dad", que se refieren a "los hechos de la
Demografía se vale, pues, de las observacio- vida en general, y de la vida humana en
nes de la más variada naturaleza, sea cual particular", entendiendo por "bases bióti-
sea el método de observación y de razona- cas de lo social... todos aquellos fenóme-
miento con los cuales hayan sido recogidas nos orgánicos que existen, cambian e in-
y utilizadas" ( 3 ). fluyen socialmente con relativa indepen-
El español Baudín define la materia de dencia del existir y querer humanos, tales
nuestro estudio afirmando que es "la des- como la génesis y la transformación de los
organismos, su diferenciación sexual, racial
(2) Ferraris. entre los especialistas italianos y funcional, procesos de crecimiento y mor-
más modernos, define a la demorrrafia como la
"ciencia de la población", y Mess^daglia corrige bilidad, etcétera"; asimismo, considera bió-
el concepto diciendo que es la "ciencia estadístico ticos "aquellos fenómenos que... son parte
de la población". Bennini, conocido estadígrafo
Italiano, delimita aún más el objeto de la demo- (4) Enciclopedia Jurídica Española. Barcelona.
grafía, conslderando'a como "la «ciencia cuantita- nota de Baudin. í. 10. pág. 729.
tiva de la población". (5) Solar!. A. E., Sociología rural nacional, pa-
(3) Livi, L., Trattato di demografía. La. legge gina 50. Blb, Pub. Ofio. Pac. Derecho Montevi-
natv.ra.li della popolazione. pág. 2. deo. 1953.
de aquellos hechos y procesos en que es po- que hemos citado (edad, estado civil, pro-
sible la intervención y el querer humanos, fesión, etc.) como integrantes de la Demo-
conscientes o inconscientes de sus conse- grafía, si bien el principal .se refiere al cense
cuencias, a saber: volumen y movilidad de- de población, introduce no menudas confu-
mográficos, asociaciones con fines de placer siones e interferencias en la materia. Suyc
genésico y de reproducción, grupos relati- no es el único caso, ciertamente;.
vamente estables, vinculados por lazos de Por lo pronto han advenido una serie de
consanguinidad real, como la familia, el disciplinas que guardan relación con la De-
clan, la tribu". Y penetrando en el análisis mografía, como las ciencias ¿tico-jurídicas
de los componentes de la "estructura bió- que estudian las condiciones de conviven
tica o vital", sostiene, siguiendo las lineas cía de los hombres y las normas,que regu
más avanzadas de la ciencia, que pueden lan las sociedades humanas; las ciencia,
clasificarse yegún un doble punto de vista: político-administrativas, que tratan de
1P cualitativo y 2<? cuantitativo. Dentro del funcionamiento de los órganos sociales .
primer grupo caben los siguientes tópicos: colectivos; las ciencias económicas, qu
edad, sexo, raza, y dentro del segundo, que analizan procesos de actividad individua
corresponde al número o cantidad, se agru- en la producción y distribución de la ri
pan los problemas demográficos. queza; con la Sociología, de la cual es auxi
El número, tanto de seres agrupados en liar, porque al ocuparse del movimiento d<
sociedad como de los factores que influyen las fuerzas socializadas presta gran ayuda
en su tamaño, carácter, funciones, movi- a la solución de los problemas sociales ( 7 )
mientos, cambios, es un dato muy impor- En cambio, difieren de esta disciplina, la
tante, a tener siempre en cuenta. De ante- Demografía y la Demologia: los especialis-
mano, dice Simmel, y partiendo de las ex- tas han separado en el estudio de la pobla-
periencias diarias, habrá que concederse ción dos disciplinas científicas o métodos:
que un grupo, cuando posee cierta exten- la primera es puramente descriptiva; la se-
sión, toma resoluciones, crea formas y ór- gunda, no sólo estudia el demos (pueblo)
ganos para su conservación y fomento, de por el método estadístico, sino también por
los que antes no necesitaba; y que, por cualquier otro método de investigación,
otra parte, los círculos más limitados tie- siendo así más amplia y comprensiva que
nen cualidades y realizan acciones mu- la Demografía; la Demologia estudia todos
tuas que desaparecen inevitablemente al los movimientos humanos y deduce de ellos
sobrevenir una ampliación numérica. Tanta leyes generales y abstractas. Bielsa subraya
importancia asigna el afamado sociólogo a que la Demografía difiere de la Demologia
la cantidad, que la desplaza en dos direc- en que ésta estudia al pueblo, no sólo lo
ciones, sintetizadas así: a) Negativa, es derribe; y difiere la Demografía de la Es-
decir, "que ciertas formas, necesarias o po- tadística en que ésta es más bien instru-
sibles en virtud de las condiciones vitales, mento de aquélla; la Estadística es estudio
sólo pueden realizarse más acá o más allá integral, analítico, deductivo.
de cierto limite numérico de individuos"; Entre la Demografía y la Estadística, a
b) Positiva, esto es, "que ciertas formas re- su vez, median las siguientes diferencias.
sultan directamente de las modificaciones En primer término, la Estadística, según lo
cuantitativas que sufren los grupos" ( « ) . hemos dicho anteriormente, no es sino el
3. Interferencias de diversas disciplinas instrumento principal de la Demografía.
en la Demografía. Si nos atenemos a un No se puede desconocer la trascendencia
criterio estricto de la ciencia que nos ocu- de tal instrumento. Un conocimiento ade-
pa, estamos en oí deber de reconocer que cuado, de la estructura de una población,
los autores de las más diversas épocas y requiere la utilización de medios complejos
nacionalidades han incurrido —e incu- y variados, unos de carácter transitorio y
rren— en frecuentes confusiones sobre los otras permanentes. A los primeros perte-
márgenes (le la materia. Ya hemos seña- necen lo.s censos; a los segundos, las esta-
lado como Baudín interpreta que la Demo- dísticas de natalidad, mortalidad, migracio-
prafía es una parte integral, dependiente, nes etcétera. Estos distintos medios pueden
de la Estadística, que apenas si tiene un do hecho funcionar independientemente,
alcance metodológico, como lo indicamos. un país puede saber cuántos hombres na-
Pero el mismo autor, quien se solaza de que ccn en su territorio en un período determi-
en "su patria se ha notado un brillante nado, e irnorar cuál es su población. Pero
movimiento en estos estudios, que alcanza loi ciatos cjue se pueden obtener por esas
a cada una de las estadísticas particulares diferentes técnicos, carecen do valor aisla-

i 10) Sijiime!, .).. Swiologia: xolirr ja rranHtiád (7) Biolsa. U., Cifnc'a áf la
,rt /"« granas miria'rx. p&'-;s. 57 y sifjs. .. ' . !>n:¡>. r i 5 . !•:!. Ikvnilmn. DV Airo'-. 190
damente considerados, sólo cobran sentido dos los hombres libres y su patrimonio res-
cuando son referidos los unos a los otros. pectivo. La importancia de esta operación
El conocimiento del número absoluto de estriba en que los datos de ésta fueron
nacimientos, no tiene casi valor para el es- aprovechados por los funcionarios del Es-
tudio de los fenómenos de la población si tado para introducir una reforma social y
es un dato puramente aislado. Es menester política en Roma de vastas proyecciones.
contar simultáneamente con una serie do Igualmente se utilizaron para objetivos
estadísticas cuyos datos puedan confron- electorales y sobre todo militares.
tarse...(»). Durante el largo y oscuro proceso medie-
Pero estas conclusiones no obstan para val no se practicaron censos, siendo la Igle-
sobrepreciar el valor de lo que solamente sia de Roma la que conservaba en su poder
.constituye un método para la investigación y bajo reserva los registros, en los que figu-
del fenómeno demógrafo. Confrontando las raba solamente el movimiento demográfico
opiniones de Benini (Principii al demogra- de los bautizados. Los registros se aprove-
fía, Firenze, 1901) y Bertillon, (Curso ele- charon para mantener el contralor sobre la
mental de estadística administrativa, Ma- grey y para someter a los excluidos a toda
drid, 1907), Bielsa establece las diferencias suerte de presiones, incluso la Inquisición.
esenciales que particularizan a la Demogra- Se comenzó por anotar, en primer término,
fía y a la Estadística, diciendo que ellas se sólo los matrimonios, después los naci-
refieren al objeto, contenido y método. Asi, mientos y por último, en una época más
mientras ésta considera el agregado social evolucionada, las defunciones. Durante si-
en sus varias formas de cohesión, como una glos fue la Iglesia la que se reservaba esos
resultante de las cualidades o aptitudes fi- datos de tanta utilidad política y social,
sicopsíquicas de los individuos que lo com- hasta que, y no sin luchas muchas veces
ponen, a.quélla estudia la población en sus sangrientas, fueron secularizados (»).
condiciones de continuidad y de crecimien- Recién a mediados del siglo xvm comien-
to, y especialmente en los contrastes que zan a aparecer los censos de la población,
pueden surgir de la extensión y feracidad en los países europeos, con un criterio ra-
del suelo que los debe nutrir. Cohesión y cional y con el ánimo de los gobernantes de
continuidad son, en realidad, los hechos conocer a ciencia cierta tanto la riqueza de
salientes en la actividad humana, y alre- las poblaciones como su distribución, las
dedor de ellos se efectúan, con diversos fi- migraciones, los índices de nacimientos y
nes, todas las investigaciones sociológicas o morbilidad, matrimonios, etcétera. Baste
demográficas. mencionar que el primer ensayo de censo
en España data del año 1877, adoleciendo
Capitulo II el mismo de omisiones indisculpables, de-|
ELEMENTOS Y CONTENIDO DE LA DEMOGRAFÍA hiendo ser atribuidas al hecho de que lo
datos acerca de los nacimientos, defun^
1. Censos. Historia e importancia de la clones, matrimonios, de vastos sectores
eúadistica de la -población. Desde tiempos la sociedad, se hallaban en los registr
remotos, aunque con objetivos distintos, se de la Iglesia.
recuerda la práctica de los censos para co- 2. Datos principales de los censos mode
nocer la cuantía de la población. Recuér- nos. No existen normas rígidas para la es
dase que la Biblia consigna algunos re- tadística dé la población, aunque se obser
cuentos, siendo el más conocido el que, con yan algunas reglas uniformes en los diver|
carácter tributario, practicóse antes de ini- sos países, según el grado de evolución
ciar la construcción del Templo de Salo- los conocimientos de la ciencia demográ|
món. Josué, al dar cumplimiento al man- fica.
dato divino efectuó una distribución de tri-
bus para asignarles distintos lugares en En términos generales, la población, a lo
Canaán y debió apelar a los recursos cen- efectos de la estadística, se enfoca desdi
sistas. Posteriormente se realizaron censos, dos puntos de vista distintos: 1"?, de acuerl
en el mismo reino, con el propósito de esta- do a su composición estática de la pobla|
blecer los contingentes militares. Grecia y ción; 2° de acuerdo a sus modificacióne
Roma acudieron al mismo procedimiento
con fines gubernativos también, mencio- (9) E! estudio de la población con criterio vei
daderarnente demográfico, comenzó a mitad d<
nándose que ya Servio Tulio, sexto rey de siglo XVIII. cuando el aloman Juan Pedro Sus
Roma, quinientos setenta años antes de la smUch dio a publicidad su libro Ordenamiento di
edad actual, instituyó el censo-registro, o vino de las mutaciones del género humano (1742)
padrón del pueblo romano, que se practi- Le siguieron, en orden cronológico, Achenwal
(1749), quien dio nombre a la ciencia; Ricardl
caba cada quinquenio y qué abarcaba a to- Malthus y Adolfo Quetelet, ensancharon sus íron
teras, surgiendo una demografía científica: eco
(8) Solar!, A. E., ob. cit., págs. 50 y 51. nórnica. médica, política, criminal, agrícola, ftc
(dinámica de la población), tomando en oficiales, no constituye más que un índice
cuenta sus movimientos ( 1 0 ). que se debe tomar en consideración para
Señala Bielsa que las operaciones para encarar planes de gobierno. La noción de
formar el censo, la función del mismo (des- volumen, como número de unidades huma-
de el punto de vista administrativo) y su nas del conglomerado social, sólo cobra sig-
objeto o finalidad, entraña el estudio de nificado cuando se la considera en relación
cuatro cuestiones: a) qué debe ser el censo, al ámbito especial en que esa colectividad
es decir, su objeto, a quiénes debe compren- desenvuelve su vida de relación. Este es el
der; b) datos que deben requerirse relati- origen de la noción de densidad, que in-
vos a las personas; c) cómo debe practi- tenta precisamente establecer esa relación,
carse; d) cuándo debe hacerse, subrayando ya sea indicando el número de habitantes
que en punto a técnica del censo, según por kilómetro cuadrado, ya sea, como es
sus modalidades, varía en cuanto se trate menos corriente, indicando la extensión que
de censos nacionales, de censos regionales corresponde a cada habitante. Es fácil com-
o de censos locales (o comunales). prender que la densidad, como instrumento
3. Estado de la población. Su composición de indicación, es tanto más perfeccionado
numérica. Es éste, desde luego, el dato más cuanto menor es la extensión territorial a
indispensable de todo censo, y el más ele- que se aplica, siendo tanto más defectuoso
mental. Se refiere al número de los habi- en el caso inverso. Un país puede tener zo-
tantes, en su totalidad. Los especialistas se nas de su territorio de enorme concentra-
refieren a este primer aspecto de la Esta- ción de población y zonas totalmente de-
dística, encarando el dato desde el punto siertas; el número promedio para la totali-
de vista de la -población total absoluta, o dad, nada indica para esas particularida-
sea el número de habitantes del territorio, des, ni siquiera las sigue de cerca, y es por
la suma de los individuos, sea en la nación, lo tanto fundamentalmente falso. Como la
provincia, comuna o circunscripción, y de desigualdad de la distribución es un hecho
la •población total relativa, que se refiere a constante, la densidad es un dato que úni-
la suma de personas que habitan determi- camente tiene un valor comparativo entre
nada zona, región, lo que se califica bajo Estados diferentes, siendo aún en ese caso
el nombre de densidad de la población. sus indicaciones muy relativas... La den-
Una y otra fase son importantes, pero la sidad no es un criterio utilizable; países de
primera cede su importancia a la segunda. débil densidad tienen un alto nival de vida
En efecto, la densidad de la población ex- (Australia, Canadá, Estados Unidos); paí-
presa grado de distribución y condensación ses de- fuerte densidad sufren un nivel muy
humana. Con razón dice un tratadista que bajo de vida (India, China); pero hay paí-
"la densidad de la población nos ofrece así ses de fuerte .densidad que tienen un nivel
el medio de medir, por una o varias expre- de vida tan alto como los primeros (países
siones simples, el grado de aproximación de Europa) (12).
entre seres considerados, no desde el punto El aparente menosprecio que el autor ci-
de vista biológico, sino de hombres que vi- tado demuestra para este aspecto de la
ven en sociedad" O 1 ). Del concepto de la población total relativa (densidad de la
densidad de la población se llegará al de la población), proviene de que no se debe
superpoblación y la despoblación, elemen- tomar como síntoma absoluto lo que sólo
tos éstos de fundamental importancia para puede utilizarse como factor concomitante,
el estadista y el economista. y siempre que se considere a un conglome-
Pero el asunto de la. densidad de la po- rado humano estabilizado, en el que sjus
blación, en función de las preocupaciones movimientos de población dependen nor-
malmente de los factores de la natalidad
(10) Mayr (Statistlk una Gesselschafstlere, vo- y morbilidad, contrariándose un proceso
lumen 2) y Ferrarte (La scienza della popolazto-
. tie, 1898) consideran a la demografía como una permanente de movilidad social, condicio-
rama de la estadística moral, intelectual, polí- nada por las migraciones, de una parte,
tica y económica. La mayoría de los autores reco y do la otra a lo que se ha definido cientí-
nocen dos aspectos de la demografía, aunque no ficamente como "todo pasaje de un indivi-
se ponen de acuerdo acerca de cuáles fenómenos
son objeto de la ciencia: I5, la estática de la po- duo, grupo o valor social, cualquier cosa
blación, que considera las condiciones de ésta, creada o modificada por la actividad hu-
mirándola en un momento dado como parada: mana, de una posición social a otra"( 13 ).
2", ¡a dinámica de la población, o sea el movi- Una visión unilateral de los datos puede
miento de ella, las posiciones que sucesivamente
va tomando por efecto de concausas naturales, o conducir a los errores que el economista
(le Cases vitales (matrimonio, nacimiento, muerte), Maithus intentó esgrimir como leyes inmu-
o cié fenómenos extrínsecos o sociales (emigración,
Inmigración y migración Interior). .(12) Solarí, A. E., ob. cit,. pág. 58.
(11) Halbwachs. Morphologie sacíale, pág. '77. (13) Sorokin Socio! mobüiti/, pac* 133. JTueva
París, 1938. York. 1927.
tables y que se reducen a la rígida consig- favor de la población masculina. Según un
na de que el hombre debe extraer su pan informe de la Dirección Nacional de Inves-
de una tiera cuya fertilidad tiene un límite tigaciones Estadísticas y Censos (Buenos
infranqueable. Malthus se hallaba impre- Aires, 1948), se establece que los guarismos
sionado por una circunstancia que sus con- que corresponden al censo nacional de 1869
temporáneos le exhibían, no menos impre- son los siguientes: 981.590 hombres y 845
sionados, que el producto de la tierra tiene mil 333 mujeres. En el de 1895 se registra-
un limite; un trabajo doble o triple, puede ron 2.088.919 hombres y 1.865.922 mujeres.
duplicarlo o triplicarlo, pero luego los suce- El censo practicado en 1914 arrojaba una
sivos aumentos de trabajo producen au- población masculina de 4.227.023 y femeni-
mentos cada vez menores, hasta que llega na de 3.658.214.
un momento en que todo trabajo nuevo no Estas cifras se elevan en el censo de 1947
provoca ningún aumento de la producción... a 8.243.659 varones y 7.864.914 mujeres; a
Ergo, como la íertilidad del globo terráqueo partir de entonces no puede hablarse de un
también tiene un límite, día llegará en que verdadero censo demográfico en la Argen-
la superpoblación excederá las posibilida- tina, ya que la ley 13.482, de octubre de 1948
des de existencia de la humanidad. no tenía sino un alcance meramente poli-
4. Datos relativos a las personas. Todo cial y burocrático, según justicieramente se-
trabajo racional de estadística de la pobla- ñala Bielsa (").
ción debe contener, necesariamente, una b) Edad. Es otro elemento de primor-
serie de datos relativos a las personas, que dial interés para la confección de una es-
se refieren al sexo, edad, estado civil, na- tadística sobre la población, en un país
cionalidad, educación, profesiones, estado o comarca cualquiera. Al respecto afirma
de salud, defectos físicos y psíquicos, etcé- Blok (15) que este elemento debe conocerse
tera. La mayoría de los censos modernos a través de las cifras de un censo general
consigna esos datos, cuya importancia no de la población, ya que se puede calcular
puede dejar de encomiarse. que cada niño de menos de cinco años cues-
a) Sexo. Afirma la ciencia que la pro- ta a la sociedad cuatrocientos francos por
porción de los sexos en una población de- año; cada adolescente de cinco a veinte
terminada es una de sus características más años, compensando el fruto de su trabajo,
importantes. Los países que practican cen- cien francos; mientras que cada individuo
sos de una manera racional llegan a la varón o hembra, de veinte a sesenta años,
conclusión de que en «1 medio rural se pro- produce mil francos, y cada individuo de
duce una disminución de las mujeres con más de sesenta,años, restando lo que cues-
respecto a los varones; en las ciudades se tan a la sociedad los ancianos de más de
llega a la comprobación contraria. Todo setenta años, doscientos. El tema de la
induce a pensar que las tareas agropecua- edad, en efecto, ha sido objeto de muchos
rias demandan más ejemplares del sexo estudios en la literatura científica extran-
masculino que la vida de las ciudades, don- jera tomando en consideración la distri-
de la mujer encuentra mayores posibilida- bución de la población urbana y rural, la
des de ocupación. constatación de las diferencias que existen
Desde luego, el problema asi enunciado y.la explicación de las causas del fenómeno.
no hace más que constatar un hecho, y es El tema de la edad, sostiene Solari, puede
materia de la sociología, y de la biología, ser considerado desde muy diversos puntos
desentrañar el aún no develado misterio de vista. Un primer ángulo para encararlo
de la desproporción entre hombres y muje- sería el estrictamente biológico, puesto que
res, en la vida rural y en la vida urbana. en definitiva la edad es un rasgo de esa
De todas maneras los datos que arroje la naturaleza. Así considerado se puede apre-
estadística demográfica sobre este punto, ciar fácilmente que la división de la pobla-
serán de indudable valor, puesto que las ción por edades tiene un contenido socioló-
consecuencias sociales del fenómeno son gico limitado. En sentido estricto, no pode-
innumerables; afectan al matrimonio, los mos hablar de grupos sociales por edad; los
índices de natalidad y mortalidad, la si- grupos que distinguen las estadísticas son
tuación social de los sexos, las actividades grupos nominales, no grupos sociales reales,
del trabajo, etcétera. Señala un tratadista Sin embargo, el estudio tiene su importan-
que aunque ha habido siempre cierto pre- cia para la Sociología, porque hay una vin-
dominio del elemento masculino —en Amé- culación entre la edad biológica y las posi-
rica sigue habiéndolo—, en Europa hoy ese bilidades humanas de actividad, según las
predominio ha cedido, debido, sin duda, a distintas tareas de que se trate. El cuadro
una causa accidental: las guerras últimas. (14) Blclsa, R., ob. cit., núm. 34, pftg. 313.
Por lo que hace a nuestro país, también el (15) Blok, Tratado teórica-práctico de estadit-
último censo indica un importante saldo a tica.
de la repartición por edades tiene entonces lia, etcétera; para el economista y el so-
el valor de enseñar una serie de rasgos de ciólogo, pues ayuda a explicar fenómenos
la naturaleza demográfica de una socie- económicos y sociales. El estado civil...
dad, y como consecuencia de ello la exis- también es de interés conocerlo al estudiar
tencia de algunos fenómenos sociales de el pueblo, puntualiza un autor; el matri-
gran importancia. monio, que generalmente es el barómetro
A titulo de ilustración se destacan estas que indica la mayor o menor prosperidad
tres características que evidencian los cen- de las naciones. Es obvio que estas demos-
sos acerca de las variaciones del factor traciones sirven para orientar el criterio
edad, y siempre clasificando a la población de los hombres públicos y de los estudiosos
en urbana y rural: 1) La población rural y para analizar los fundamentos de las ins-
abarca una proporción infantil mucho ma- tituciones civiles que son básicas para el
yor que la urbana; 2) La población rural conocimiento del grado de salud moral y
tiene menores porcentajes de la población física de la población. El número de parejas
que puede conceptuarse en edad activa, que han consolidado su situación conyugal
de 15 a 45 años, que la urbana; 3) La po- frente a las leyes, así como el de las que
blación rural arroja un guarismo propor- cohabitan sin atenerse a las reglas preesta-
cionalmente más alto de personas en edad blecidas; los matrimonios ilegales con la
provecta. secuela de problemas de toda índole que
Si del punto de vista sociológico y polí- aquejan a sus proles; el celibato, que se ha
tico tiene significativa importancia la con- convertido en plaga y peste para algunos
signación de la edad en un censo general países y que no siempre obedece pura y
de la población, no caben dudas sobre la principalmente a las condiciones económi-
trascendencia de ese dato en la estadística cas y sociales, y diversas fases más de la
criminológica, especialmente infanto-delic- convivencia social, al margen de las nor-
tuosa, y en una serie de problemas que se mas del Derecho positivo, son índice de alto
relacionan directamente con principios ju- interés para estudiar las formas más via-
rídicos y legales. bles de afrontar los problemas con ánimo
Como acontece con el sexo, la edad es de soluciones viables.
también un principio regulador de la divi- Es indudable que de las escuetas cifras
sión del trabajo y la asignación de funcio- aprovechará cada estudioso, cada investi-
nes sociales: eclesiásticas, militares, polí- gador, los datos que le interesen para sus
ticas, etcétera («). especulaciones y disciplinas y el Derecho
Esta circunstancia incide para que el moderno, en sus diversas ramas, hallará
dato asuma en toda estadística con preten- siempre un rico venero para extraer las
siones de científica, una importancia ex- consecuencias que se traducirán en nuevas
cepcional. legislaciones y desarrollos jurídicos.
Cumple mencionar que el censo general Señalamos, para adaptarnos a las con-
de la población practicado en la Argentina diciones de nuestro país, que el censo de
en el año 1914 determinó, por primera vez 1914 determinó el número de argentinos y
en los anales del país, la edad media de de extranjeros solteros, mayores de dieci-
la población relacionada con el sexo y lu- ocho años, casados y viudos, con referencia,
gar de residencia, mereciendo destacarse la además, al sexo. Este hecho significa un
comprobación que sus resultados sobre la encauce de la estadística nacional hacia
proporción demográfica total señalan una los derroteros que la demografía moderna
notable diferencia de edad media entre- conduce, con un fin práctico y racional.
nativos y extranjeros, que algunos explican Digamos, de paso, que las cifras acerca
con el criterio de que entre los argentinos de la prole natural de un pueblo y de la
hay gran parte de población infantil, mien- legal, es decir, la originada en el matri-
tras qué entre los extranjeros la proporción monio, abre horizontes extraordinarios pa-
de adultos es extraordinaria. ra el estudio y la investigación, dando
O Estado civil. Este dato revela condi- pábulo a toda una serie de consideraciones
ciones generales de la población, de índo- sociológicas que el derecho formal apro-
le diversa: espacial, económica, ética, ju- vecha para planificar leyes e instituciones
rídica; esos datos concurren a corroborar básicas de las sociedades modernas. En el
las leyes de la población, y constituye ade- terreno jurídico, he ahí un vastísimo cam-
mas una valiosa información para el le- po para estructurar sistemas de educación
gislador, en cuanto concierne a ciertas ins- y de reeducación, escuelas para los niños
tituciones legales: el matrimonio, la fami- y jóvenes nacidos en medios deletéreos, e&r
tablecimientos correccionales, etcétera.
(16) Gañón, I.. Resumen de sociología general, d) Migraciones. La población de un país
Blb. de Pub. Ofic. Pac. Derecho Montevideo, 1952.
yol. i, pág. 847. se halla condicionada a una serie de fac-
tores que han sido intitulados "estática de senta los siguientes caracteres: "Durante
la población" y dinámica o movilidad de un millón de años o más, nuestra especie
la población. No solamente por el creci- ha aumentado con lentitud infinitesimal
miento vegetativo se aumentan los contin- floreciendo temporalmente en ciertaes re-
gentes humanos, así como no solamente giones y tomando el paso a duras penas
por las defunciones se reducen los guaris- en otras.
mos. Existe un proceso ininterrumpido, una "El primer salto brusco en el crecimien-
variación que responde a las incidencias to de la población mundial, ocurrió con
más diversas, constituida por las migra- el advenimiento de la última etapa del
ciones que, en algunos países, tiene excep- progreso cultural: la Revolución indus-
cionalísima importancia. La sociología de- trial" (I») .
nomina movilidad social a una correlación Tomándose como punto de partida, den-
entre la natalidad y la mortalidad, expre- - tro de las posibilidades del error en los
sada por cifras relativas, de la que depende cálculos, la cifra de 545 millones de habi-
el aumento o la disminución de la po- tantes en el mundo, en 1650, ésta sube a
blación humana (crecimiento o decreci- 728 millones, en 1750; con; un porcentaje de
miento vegetativo). crecimiento anual de 0.29; la proporción ha
Estos fenómenos dependen, a su vez, en crecido asombrosamente hasta 1940, en que .
cierto modo, de las cifras de la nupcialidad, llegó a 2.171 millones, aumentando tam-
por cuanto los matrimonios son la con- bién el porcentaje de crecimiento anual a
dición legal regular del mayor número de 0.75, proporción que duplica toda población
nacimientos; pero, sobre todo, de la com- cada noventa y dos años. Debe decirse que
posición por edades que presenta la so- estos saltos demográficos son atribuidos, en
ciedad considerada. Para expresar debi- primer lugar, a la declinación de la morta-
damente esta última situación se utiliza lidad, a partir del siglo xvii.
el procedimiento gráfico, conocido bajo Ahora bien, la migración es un caso par-
el nombre de "pirámide de la población", ticular de la movilidad, llamándose inter-
esto es, sobre una vertical graduada de O nacional, cuando se da el traslado o des-
a 90 (representativa de los años de edad), plazamiento horizontal, de país a país.
de abajo arriba, se trazan de derecha a A partir del año 1900, los países sudame-
izquierda, líneas horizontales de longitud ricanos han duplicado su población, de-
proporcional, al número de personas, res- biendo atribuirse este fenómeno a los apor-
pectivamente hombres y mujeres, de la tes de la inmigración, siendo la Argentina
edad que corresponda. La fecundidad de y el Brasil los países que han sido los ab-
una población será tanto más elevada sorbentes de mayores reservas demográfi-
cuanto la figura resultante se asemeje a cas del viejo mundo, que se han desplazado
una pirámide, y en la medida de su base, en verdaderas oleadas; mientras al Brasil
correspondiente a las generaciones jóvenes, se han dirigido inmigrantes de Portugal,
aparezca bien densa; por el contrario, España e Italia, la Argentina obtuvo gran-
cuando la pirámide aparezca invertida, el des aportes de España, Italia, Polonia y
desarrollo de la población se considerará Alemania. Be destaca que con excepción de
amenazado por la insuficiencia de aquellas los Estados Unidos de América, ha sido la
generaciones. Estas reglas se aplican, más Argentina el país del mundo donde existían
bien, a una sociedad estabilizada, en la que más extranjeros, en el año 1930.
sus movimientos de población dependen de De esta última información surge la tras-
los factores de natalidad y mortalidad. Un cendencia que el tópico ofrece especial-
poco diferente es la situación que muestran mente a los países de aluvión. Y el cono-
aquellas estructuras que crecen, también cimiento de los guarismos de un censo de
normalmente, por la inmigración; en estos la población ajustado a las reglas técnicas
casos, la pirámide de la población acusa y al propósito de edificar una auténtica
una forma distinta ("). " político demográfica por parte de los go-
I Dos asuntos han preocupado a los hom- biernos, como así también para el legisla-
bres de ciencia y a los gobernantes en dor, el jurista, el criminalista, etcétera.
cuanto a la movilidad de la población, en Adaptando estas ventajas para nuestro
los últimos tiempos, movilidad horizontal, país, haremos una breve mención a tos
que es la migración internacional. Una, el resultados de los cuatro censos nacionales
crecimiento de la población mundial, y la generales hasta aquí realizados.
segunda, sus desplazamientos. Con respecto El primer censo con las características
al primer tema se ha observado que el modernas mencionadas, procede de la ley
proceso de poblamientp de la tierra pre- (18) Klngslay, D., "Transición demográfica
mundial", en Corrientes demográficas mundiales,
(17) Gañón, I., oto. olt, t. 1, paga. 3715 y 377. pag. 9, México, 1950.
dictada bajo la presidencia del general don raba al hombre útil para el trabajo y el
Bartolomé Mitre, en el año 1862, reiterada progreso de la Nación, sino porque no exis-
por ley de 1868, que disponía la materiali- tían problemas de vivienda ni cortapisas
zación de la primera. En 1869, bajo la policiales... En el año 1947, y los siguien-
presidencia de don Domingo F. Sarmiento, tes, no pocos inmigrantes se vieron obliga-
se decretó la organización del censo, su dos a regresar a su país, o a otros, por no
plan de ejecución, distribución de los en- hallar vivienda, pues la edificación, había
cargados de realizarlo, atribuciones y de- disminuido, debido a los efectos de los de-
beres de los funcionarios y todo lo demás cretos de 1943, que redujeron el precio del
atinente a la tarea. El censo sólo tomó en arrendamiento. La reducción del precio
cuenta la "población de hecho" (que se del arrendamiento, y a la vez el aumento
halla presente en el territorio en el mo- de los impuestos y las tasas fiscales, des-
mento en que el censo se realiza; la "po- alentó a muchos que en un régimen de
blación de derecho", es aquella que está seguridad jurídica y de respeto a los con-
domiciliada, esté o no presente); en se- tratos lícitos, edificaban casas de habita-
gundo lugar, consignó los datos relativos a ción. Toda ley que quiere contrariar un
la condición política, jurídica, física e in- fenómeno económico es superficial y tran-
telectual de la población; después, su dis- sitoria en sus efectos, y en general crea in-
tribución geográfica (terrestre o fluvial). dustrias clandestinas o ilícitas, como el
La población total alcanzó a 1.877.490 ha- agio en la vivienda; lo mismo ha ocurrido
bitantes. en la alimentación y el vestido (*»).
El segundo censo nacional general se La atracción del inmigrante, preconizada
realizó en virtud de lo precripto por la- ley a través de una propaganda en el exterior,
3073, de 1895, dentro del sistema adoptado que se reflejó en la llegada de miles de se-
para el primero. La población total del país res humanos provenientes de la Europa de
ascendió a 3.954.911 habitantes, cuyo total la post-guerra (especialmente, de Italia),
se descomponía de la siguiente manera: chocó violentamente con la ausencia de
argentinos, 2.950.384; extranjeros, 1.004.517. una planificación racional que respondiera
El censo demostró un crecimiento del 121 a los intereses económico-políticos del país.
por ciento de la población en poco más de e) Nacionalidad. Desde luego, constitu-
veinticinco años, es decir, un promedio de ye un índice poderoso para la ciencia de-
4,6 por ciento anual. mográfica la distribución de la población
El tercer censo dispuesto por la ley 9108 móvil, migratoria especialmente, por la na-
del 23 de septiembre de 1913, se llevó a cabo cionalidad de origen. Ninguna política de
al año siguiente; siendo evidentemente su- inmigración y ningún plan legislativo,
perior a los dos anteriores, estableció una tendientes a beneficiarse del aporte ex-
población de 7.885.237 habitantes, pero fue tranjero, pueden ser basamentados si no
una operación que encuadraba las cifras se conoce la distribución de las poblacio-
demográficas, asignándoles el carácter de nes venidas desde el exterior, según su país
censo principalmente "económico, político, de nacimiento y de origen. Pero el tema de
intelectual y sociológico". la nacionalidad no solamente interesa,
El 10 de mayo de 1947, se realizó el desde el punto de vista de la movilidad de
cuarto y último censo nacional, que arroja la población. Una sociedad que está com-
una población total de 16.108.573 habitan- puesta casi exclusivamente por nativos, que
tes. no recibe durante mucho tiempo aportes
Según hemos dicho, la proporción de ex- humanos extranjeros que se instalen en
tranjeros es elevada, y en el curso de los ella de un modo permanente, tiende, en
primeros años del siglo llegó a cifras ex- general, a quedar en situación de aisla-
traordinarias. El célebre aforismo de Juan miento —en el sentido sociológico de la
B. Alberdi, "Gobernar es poblar", fue adop- expresión—, con la consiguiente acentua-
tado por los gobiernos argentinos con al- ción de sus rasgos tradicionales, una cierta
gunas leves excepciones, como primer tema incapacidad para el cambio y un aumento
de su programa, con los resultados que son progresivo de las consecuencias biológicas y
fácilmente palpables. Desdichadamente, la psíquicas de la endogamia sistemática. Una
política inmigratoria sufrió un impasse en sociedad abierta a los integrantes de otros
los últimos tiempos, debido a la falta de países verá sucederse los íenómenos con-
una línea de consecuencia en el proceso trarios, pero, a su vez, se enfrentará con
demográfico del país. Al respecto afirma una serie de problemas especiales, de asi-
Bielsa, justicieramente, que la inmigración, milación de los elementos extranjeros, de
a nuestro país, ha sido importante y útil preservación de la unidad nacional, etcé-
en épocas de administración de los gobier-
nos liberales, y no sólo porque se procu- (19) Bielsa, R., ob, clt., núm. 73, pág. 326.
tera. Cuando los problemas de esta natu- los guarismos acerca de la existencia de
raleza se estudian en relación con una analfabetos (los que no saben leer ni es-
comunidad nacional, se pueden plantear cribir) , semianalfabetos (los que saber leer,
desde dos puntos de vista: a) considerar pero no escribir) y alfabetos (los que saben
los elementos raciales ya existentes en el leer y escribir), a partir de una edad mí-
territorio que ocupará dicha comunidad an- nima.
tes de que ésta se haya definido como tal, g) Profesiones y oficios. Conviene que
y que han contribuido a formarla; b) un buen censo aporte el detalle de las
considerar los aportes extranjeros que ha profesiones y oficios desarrollados por ca-
recibido dicha comunidad una vez definida da uno de los habitantes del país, con el
como tal ( 20 ). evidente propósito de que el Estado conozca
En los dos sentidos indicados, es impor- de qué modo desenvuelve sus actividades,
tante el estudio de la composición nacional cuál es su aporte al progreso del país y
de la población y, desde luego, cuanto ata- especialmente cuáles son los elementos que
ñe a su estructura con relación al sexo, carecen de una aptitud determinada, que
edad, profesión, aptitudes y vocación. Tal no ingresan en ninguno de los sectores
importancia trasciende para el legislador, discriminados. Siendo que el Estado tiene
el político y el jurista, que pretendan orien- en sus manos la posibilidad de otorgar tí-
tar y canalizar medidas y doctrinas ten- tulos de idoneidad para determinadas pro-
dientes a amalgamar la población para fesiones y actividades, suya es la obliga-
hacerla más útil a los derroteros del pais. ción de atender a las demostraciones que
Y en todo censo elaborado con un criterio surgen de las ¡cifras censales en este as-
moderno, no debe faltar el dato relativo a pecto. . - • • • . ' • . . • • • • • • . • • ' • < • • . * • •
la nacionalidad de la población, especial- El tema se vincula también con la distri-
mente para tomar en consideración los bución de la población en urbana y rural,
factores de medio y de carácter. y con aspectos del estado civil de las per-
Cabe destacar que el censo general de sonas (matrimonios, nacimientos legítimos
1914, en nuestro país, determinó la exis- e ilegítimos), grado de cultura, problemas
tencia de las siguientes nacionalidades sociales, etcétera, que hacen necesario man-
componentes de la población extranjera: tener este rubro en un censo general.
españoles, 829.701; italianos, 929.863; fran- Tenemos a la vista la estadística profe-
ceses, 79.241; ingleses, 27.692; alemanes, sional relativa al censo de 1914, que espe-
26.995 y otras nacionalidades, 377.782. cifica las cifras siguientes: agricultura y
f) Cultura y educación. La mayoría de ganadería, 529.866; industria y artes ma-
los censos generales de la población, con- nuales, 841.237; comercio, 293.646; admi-
signan datos estadísticos sobre el grado nistración pública, 108.852; foro y nota-
de instrucción mínima de los habitantes riados (abogados, escribanos), 9.078; salud
dividido en analfabetos, semianalfabetos y pública (médicos, farmacéuticos, parteras),
alfabetos, es decir, la población conside- 14.764; instrucción y educación, 83.184;
rada en "sus primordiales elementos de servicio doméstico, 218.619; culto, 5.631.
cultura". El dato es particularmente inte- Es obvio que las cifras son antiguas y la
teresante para conocer el nivel intelectual proporción de los profesionales ha crecido
de las masas, sus inclinaciones, su capta- de acuerdo a los aumentos experimentados
ción de los problemas del ambiente y los por la población en general.
nacionales, y su adaptabilidad a determi- h) Defectos físicos. Con el propósito de
nado género de existencia. Por otra parte establecer la distinción fundamental en
señala la necesidad de intensificar los ve- población apta y no apta físicamente, se
hículos de la ilustración, para asegurar una incluyen estos datos, que en verdad tienen
conciencia pública y política que ha de una importancia discutible, siendo de men-
reflejarse, incuestionablemente, sobre el cionar que los censos modernos sólo inves-
complejo de los problemas de la comuni- tigan la ceguera, la sordomudez pero los
dad. No se trata aquí de la cultura en más modernos han eliminado ese rubro.
términos genéricos, sino de un mínimum
de cultura e instrucción, que serán con- Capítulo III
siderados en las planificaciones de la en- LA ESTADÍSTICA Y EL DERECHO CRIMINAL
señanza elemental. En un censo general 1. Aplicaciones de las cifras. Hasta aquí
no interesan aspectos específicos referidos nos hemos referido a los elementos de la
a la ilustración de un sector demográfico, Demografía, en cuanto importan el estudio
sino los particulares de la población en de la población de una comarca cualquiera,
general, que se satisfacen consignándose sus movimientos en cuanto a crecimiento y
decrecimiento, las migraciones, etcétera. Es
(20) Solar!, A. E,. oK'.'clt.. págs. 81 y 82. indudable que esta clase de estudios esta-
dísticos pueden tener alcances más limita- terminados ciclos. En cuanto se refiere al
dos, aunque no menos importantes para el régimen español —del que hemos copiado,
sociólogo, el estadista y ei jurista. Si la y con nosotros, la mayor parte de los Es-
Estadística es "las matemáticas de las cien- tados americanos, leyes, instituciones y
cias sociales", como pretende Ortolán, "la sistemas—, baste mencionar que "por cé-
anatomía de los pueblos", como otro autor dula de 4 de enero de 1729, encargó Felipe V
la califica, o si consiste en el "arte de a todos las Tribunales de dentro y fuera
agrupar los hechos sociales y compararlos, de la Corte, que le comunicasen, por medio
para deducir los resultados que de ellos se de su Consejo, todos los pleitos pendientes
desprenden e inducir las leyes a que pue- y fenecidos. Carlos IV, en 1792, sancionó
dan obedecer", como alguien ha concre- la práctica de formar resúmenes anuales
tado una definición, surge de sí que en el de los expedientes civiles y criminales des-
terreno del Derecho positivo, así como en pachados el año anterior. La lamosa Cons-
el doctrinario, la Estadística asume una titución de Cádiz, en su artículo 11, hace
importancia trascendental. relación a ese servicio..." («O.
En este aspecto debe recordarse que ya En 1838, apareció la primera estadística
en el año 1860, en el Congreso Estadístico criminal española, y posterioramente se
de Londres, lord Brougham, mostrando la publicaron otras numerosas y cada vez más
gran importancia de la estadística crimi- complejas. La ley de Enjuiciamiento crimi-
nal, decía que ésta era para el legislador nal de 1882, dispuso la organización de un
lo que el mapa y la brújula son para el servicio de estadística criminal en el Mi-
navegante. nisterio de Gracia y Justicia.
Un afamado penalista, que se especializó 2. Cuadros comparativos de criminalidad.
en este terreno, refiriéndose a la estadística A medida que se avanza en el progreso de
penal, declaró que eran puntos principales las estadísticas criminales, se concretan
de esta investigación los siguientes: 1"? No- más y mejor las características que deben
ticia no solamente de todos los delitos juz- tenerse en cuenta. La criminalidad de un
gados, sino también de los denunciados. 2<? pueblo, dice Exner, es la suma de los de-
Determinación de la relación entre el nú- litos de cada uno de los individuos que
mero de delitos denunciados y el de las lo componen. Ahora bien; si, dentro de
personas acusadas, con especial mención ciertos límites, la disposición determina el
de los delitos colectivos o de la acumula- querer y el hacer, y con ello, también los
ción de delitos en una sola persona. 3<? hechos que ejecuta un individuo, consi-
Agrupación de los delitos de la misma es- derado como delincuente vemos, por tan-
pecie según las leyes penales, teniendo en to —agrega— que en cierta manera es
cuenta los motivos (pasión, deseo de lu- condicionado biológicamente, con lo cual
cro), y haciendo una división en dos ca- llegamos fácilmente a la siguiente refle-
tegorías principales: delitos contra las xión: también el número de delitos de todo
personas (incluidos los atentados contra un pueblo está en dependencia de su
las autoridades y el orden público) y de- esencia biológica. A la idea de Liszt —pro-
litos contra la propiedad. 4<? Distinción de sigue— de que el delito es un producto del
los condenados y de los absueltos, mani- modo de ser del autor y de las relaciones
festando la duración del procedimiento que lo rodean, ha opuesto Gleispach, con
hasta la terminación de la causa. 5"? Esca- razón, su opinión: "La conducta dañina
la, lo más aproximativa posible, de las pe- común de los seres humanos en cualquier
nas' aplicadas, según su clase y duración. limitación temporal espacial como mani-
6? Cifras de reincidentes (desde la primera festación de masas, es el producto de la
a la 50^ vez), con datos relativos a la edad característica de la población en su ¡imi-
y sexo. 7<? introducción general de fichas tación temporal espacial y de las circuns-
individuales para los condenados, con da- tancias externas que en ese tiempo la ro-
tos sobre su origen, nacimiento, sexo, edad, dean". El profesor de la Universidad de
estado civil, constitución orgánica, profe- Munich, que hemos mencionado, plantéase
sión, domicilio, instrucción, religión, prece- la siguiente cuestión: "¿Cómo se manifies-
dentes personales ( 2l ), , tan en el terreno criminal las característi-
La mayoría de los países avanzados en cas de una raza, de un pueblo o tribu de-
materia de ciencia criminalística cuentan terminada?", y afirma que pueden imagi-
con estadísticas y archivos que se acercan narse varios caminos: 1<? El más próximo
a la perfección, que permiten seguir la sería un examen estadístico-comparativo
marcha de la criminalidad a través de de- sobre la criminalidad de los pueblos de
(21) Oettingen, Ueber tlie mettiodische Erhe-
fcunjf un Beurteilung Kriminalisticher Daten, t. 1. (22) Qulrós. Las nuevas teorías de la crimina*
pigs. 3 y 4, Berlín, 1881. lidad, pág. 95. Madrid, 1908.
varios países diferentes, 2° Otro medio Se pueden distinguir dos acepciones de la
más breve sería la comparación de la cri- fórmula, eri este sistema. En primer lugar,
minalidad de las distintas razas o pueblos figura como texto de cada acción contenida
dentro del mismo sector jurídico. Para ello en el citado programa que el magistrado
se hace necesario ser examinados estados exponía anualmente, al iniciar su tarea.
de nacionalidad varia ( 23 ). Las fórmulas insertas en forma programá-
De todas maneras, y cualquiera que sea tica para conocimiento público en el Edic-
el camino elegido, surge de sí la necesidad to, indicaban técnicamente las acciones y
de la estadística precisa, por cierto limita- su fórmula invariable. Las hipótesis sobre
da a un solo aspecto demográfico, mas no las cuales el magistrado redactaba sus fór-
por ello, menos importante. mulas, fueron recogidas de la experiencia
No correspondiendo a este estudio un del antiguo sistema y de la práctica judi-
análisis detenido de las estadísticas en ge- cial del pretor peregrino, al aplicar el De-
neral, ni de la estadística criminal, báste- recho de gentes en las relaciones con los
nos con haber dado una idea de la impor- extranjeros. Así se perfeccionó el sistema en
tancia de esta materia, como parte de la el periodo clásico del Derecho romano.
Demografía, motivo de este trabajo. Esto se observa en los casos de adaptación
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y notas. de las nuevas fórmulas a las viejas accio-
nes, verbigracia en la actio venditi, conce-
DEMOLICIÓN. (V. INTERDICTO DE OBRA dida a todo 'vendedor para defender en jus-
NUEVA. INTERDICTO DE OBRA RUINOSA.) ticia su derecho. En este caso el pretor
otorgaba en su Edicto la siguiente fórmula:
DEMONSTRATIO.* En el sistema proce- "Quod Aulus Agerius Numerio Negidius ho-
sal romano, que adoptó el procedimiento minen vendidit, qua de re agitur, quidquid
formulario, se denominó así a la cláusula ob eam rem Numerium Negidium Aulo Age-
inserta en la fórmula que el pretor redac- rio daré faceré oportet ex fide liona, eius
taba conjuntamente con las partes, indi- IVDEX Numerium Negidium Aulo Agerio
cando la causa jurídica del negocio litigioso condemnato: si nom paret, absolvito".
llevado ante el tribunal. (Puesto que Aulo Agerio ha vendido a Nu-
El procedimiento formulario, que sustitu- merio Negidio un esclavo, sobre lo que se
yó en el tiempo a las acciones de la ley, fue litiga, condena, ¡oh juez!, a Numerio Negi-
consagrado Jegalmente por las leyes Aebutia, dio frente a Aulo Agerio a cuanto por ello
de 150 a 120 antes de Jesucristo, y Julia, en Numerio Negidio deba dar o hacer a Aulo
la época de Augusto. En el primer caso, vo- Agerio, según ia buena fe; si lio consta, ab-
luntariamente y en coexistencia con el pro- suélvelo.)
cedimiento de la actio legis, y en el segundo, La fórmula significaba en segundo lugar
impuesto definitivamente por la citada le- el documento redactado ante el magistra-
gislación. do, con la intervención de las partes, las
En su contenido esencial se caracterizaba que manifestaban en esa ocasión sus pre-
por dar mayores garantías de publicidad, tensiones. Tenía por finalidad definir pro-
de accesibilidad a las partes, como asimis- cesalmente el litigio y dar el juez que iba a
mo porque públicamente otorgaba a los li- intervenir.
tigantes un programa de acciones sancio- Era una especie de instrucción escrita,
nadas por el uso, lo qxie se insertaba anual- que redactaba el magistrado en términos
mente en el Edicto del pretor. solemnes, per concepta verba, donde ade-
En la práctica este programa de las ac- inás de indicar la cuestión litigiosa al juez
ciones posibles y admitidas en el Derecho posterior, ¡e concede al mismo tiempo el
de gentes y más tarde en el Derecho romano poder de condenar o absolver.
estricto, indicaba en forma general en el Esta parte de la fórmula en concreto, co-
Edicto la vía procesal a las partes intere- menzaba con la indicación del juez con las
sadas en llevar una cuestión a la justicia. siguientes palabras corrientes: Titius iudex
Al demandante, la acción justa para su de- esto o... arbiter esto... o Titius Maevius,
recho violado. Al demandado, la defensa de Sempronius recuperatores sunto..., según
sus intereses. lo recuerda Gayo en sus Instituías. Este ju-J
Asimismo, significaba en la práctica y di- risconsulto, entre otros, ha analizado con]
ligencia de su actuación, el documento re- finalidad didáctica, distinguiendo las cláu-
sultante de la redacción in concreto de la sulas insertas después de la designación del
fórmula elegida en el Edicto. juez. Además la fórmula tenía como ele-
mentos integrantes, en caso de pedir el ac-
(23) Exner. P., Biología criminal, trad. de J. del
Rosal, Ed. Bosch, Barcelona, 1946. • tor o demandado, las adjeciones, mediante
las cuales se concedían excepciones o pre&¡|
* Por el Dr. ASMANDO V. SILVA, : cripciones.
Las partes esenciales que llevaban las se les dé un juez para la partición de la he-
fórmulas, según la naturaleza de la acción rencia de Publio Nevio, tú, juez, adjudica lo
intentada y el derecho a defender, son las que sea preciso adjudicar o condena en di-
siguientes: 1? La intentio es la parte fun- nero uno frente al otro por lo que sea pre-
damental. Por su intermedio se indicaba la ciso condenar.)
pretensión del demandante y de ella resul- El "puesto que..." indica una circunstan-
taba la cuestión a resolver en el litigio. El cia indiscutible que está a su vez señalando
objeto del pleito, es decir, la intentio, podía la causa de la petición por el mismo pretor.
ser cierta o incierta. Lo primero, cuando ese No es una intentio porque no designa'el ob-
objeto está claramente determinado y la jeto del litigio, pero sí, implícitamente, el
pretensión queda de antemano fijada en la negocio que da motivo a la acción de divi-
fórmula. Lo segundo, cuando no queda de- sión, que se da por presupuesto al redactar
terminado de antemano, por ser nueva o la fórmula respectiva. Es por lo tanto la
discutida la cuestión (en el Derecho de gen- demonstratio de la fórmula.
tes principalmente), y queda diferida para 39 La condemnatio: por la cual se atri-
que las pretensiones fueran precisadas pos- buía al juez una facultad de condenar o de
teriormente por el juez. absolver: ... si paret... Numerium Nigi-
2? La demonstratio: cuando la fórmula dium Aulo Agerio sestertium decen milla
elegida la admitía, sea por la naturaleza condemnato, si nom paret absolvito (si
del derecho a defender o'por la acción ele- consta... condena a N N a pagar diez mil
gida, iba inmediatamente después de la de- sestercios a M M, si no' consta, absuélvelo).
signación del juez. Pero debe tenerse en Podía ser certa o incerta. Lo primero,
cuenta que esto dependía de las circunstan- cuando de antemano se fija la cantidad a
cias en que la parte demandante expusiera que se debe condenar, si la intentio es pro-
más o menos concretamente el motivo de bada. Incierta cuando se deja al juez la fa-
su pretensión. En eso precisamente consis- cultad de valuar el monto en la condena.
tía la demonstratio. Las fórmulas comunes llevaban sin ex-
La parte de la fórmula que enuncia la cepción esta cláusula, pero existían otras
causa de la acción propuesta, es la demons- de tipo declarativo que no la precisaban,
tratio. Como la cláusula de la intentio, no como cuando se accionaba solamente para
siempre se insertaba en la fórmula, porque hacer reconocer una situación de hecho o de
en la mayor parte de las acciones puede ir derecho; verbigracia, saber si uno es inge-
implícita, como se apuntó, en las propias nuo o liberto. Estas acciones sin la condem-
formulaciones de la cuestión propuesta por natio eran en realidad cuestiones prejudi-
el demandante. A veces va también com- ciales.
prendida en la misma 'pretensión, en forma 4<? La adiudicatio: cláusula que sólo se
implícita. encuentra en las acciones divisorias: Fami-
Así, por ejemplo, en las acciones del De- liae erciscundae, communi dividundo y /i-
recho de gentes, en los casos de intentio nium regundorum.
incerta, la cláusula que la indicaba im- Inserta, atribuía al juez el poder de ad-
plícitamente era precedida por una frase judicar las cosas comunes o las partes co-
que indicaba el negocio jurídico fuente de rrespondientes a los condóminos, herederos
la cuestión debatida; verbigracia, en el ca- o comunitarios de hecho. La fórmula gra-
so de venta se decía: ... quod Aulus Age- matical era la siguiente: quantum adiudi-
rius Numerio Negidius hominen vendidit... cari oportet adiudicati (adjudica lo que sea
(puesto que N N ha vendido un esclavo preciso adjudicar).
a X X . . . ) . Así quedaba definida la cues- De este modo el juez podía atribuir en
tión en cuanto a su causa, aunque no men- propiedad o en concepto de derechos reales
cionase ningún derecho en concreto. En el la cosa a dividir entre los comunitarios y
caso citado de la venta, no se expresa la llevada al proceso. Asimismo le daba poder
pretensión del demandante, pero va de suyo de condenar en caso necesario.
en la mención del negocio por el cual se re- Los autores hacen notar que de acuerdo
quiere la acción de venta. a los ejemplos y las noticias que se obtienen
En forma explícita se encuentra también de Gayo, fuente esencial en esta materia,
una demonstratio en las acciones divisorias. estas distintas cláusulas o partes constitu-
Cuando se decía: Quod Lucius Titius Caius yentes no se insertaban necesariamente en
Seius familiae Publii Maevii defuncti ercis- la fórmula. Aún más, Arangio Euiz dice:
cundae iudicem sibi dari postulaverunt, iu- "... debemos afirmar que no sólo no hay
dex quiquid adiudicari oportet adiudicato: ninguna acción que tenga las cuatro partes
quidquid condemnari oportet, alterum al- indicadas, sino que ninguna parte vuelve a
teri certa pecunia condemnato. (Puesto que encontrarse necesariamente en cada ae-*
Lucius Ticio y Cayo Seyo han demandado cióii". Petit, por su parte, agrega: "Si se
exceptúan las tres acciones únicas que lle- públicos en el ejercicio de sus cargos, que,
van la adjudicaíio, la fórmula, por regla ge- como su propio nombre declara, consiste
neral, comprende tres partes: la demons- en la omisión de los actos cooperatorios a
tratio, la intentio y la condemnatio, que se la administración de justicia u otro servi-
unen las tres para formar un solo hecho. cio público i 1 ). '•
Pero esta composición no es invariable" (') Al propio tiempo integra, en la mayoría
Pocas fórmulas en realidad pueden care- de los Códigos penales, el capítulo dedicado
cer de intentio, y según la citada opinión a los delitos de los funcionarios, cuya otra
de Gayo por lo común se la excluye en los caracterización es la desobediencia, habien-
juicios divisorios, y en algunos juicios de do estado separadas hasta el Código penal
buena fe, donde por lo menos no surge ex- español de 1870, y ahora se engloban bajo
presamente. una común denominación de "Desobedien-
La demonstratio como la adiudicatio son cia y denegación de auxilio", presumible-
propias de los juicios divisorios, y la pri- mente porque tienen de común, señala Ber-
mera se expresaba también en los juicios naldo de Quirós, ese no hacer del funciona-
en que se debia decidir por la buena fe el rio, que ataca, por así decirlo, la eficacia
quantum de una relación jurídica (causa) de la administración.
presupuesta. Estriba la diferencia esencial entre am-
La condemnatio, como vimos, puede ser bas figuras delictuosas, cuyo sujeto es el"
excluida en aquellos juicios en que el fin funcionario público en general, en que
principal era fijar los presupuestos de otro mientras la desobediencia se traduce en el
futuro, es decir, en las cuestiones mera- cumplimiento o inejecución del mandato
mente prejudiciales. superior, o de la ley, ésta puede originarse
no sólo en el agente de la administración
DEMORA. (V. MORA.) o de una rama cualquiera del Estado, sino
también en los particulares, o sea entre los
DEMORA DE PAVOR. (V. INDULTO IN- ciudadanos en general. En tal caso el delito
TERN ACIÓN AL.) está encuadrado, en la generalidad de las
leyes, entre los delitos contra la seguridad
DENEGACION DE AUXILIO.* SUMARIO: interior y ofrece características especiales.
Cap. I. Encuadre de la figura en la legisla- En cambio la desobediencia que está englo-
ción penal: 1. En el Derecho español. 2. En bada bajo el acápite de "Desobediencia y
el Código penal vigente. 3. Denegación de
auxilio en las leyes militares y navales. denegación de auxilio", se refiere, exclusi-
Cap. II. Denegación de auxilio en el Dere- vamente, a la que comete el funcionario.
cho positivo argentino: 1. Antecedentes en En efecto, la denegación de auxilio gene-
los Códigos anteriores. 2. Elementos carac- ralmente es delito que comete el funciona-
terísticos de la figura. 3. Jurisprudencia
nacional. 4. Estudio y consideración del ar- rio público, aunque existen situaciones se-
tículo 250. 5. Algunos casos de jurispru- gún las que puede ser sujeto activo de la
dencia. 6. El delito en los proyectos de re- infracción un ciudadano particular. Pero
formas del Código penal: A) En el Proyec- está claro que entre desobediencia y dene-
to Peco; B) En el Proyecto del Poder Eje-
cutivo de la Nación, de 1953. Cap. III. De la gación de auxilio existe la disparidad que
inconiparecencia procesal: 1. Obligación de surge de no darse cumplimiento al princi-
los testigos, peritos e Intérpretes. 2. Incom- pio de la obediencia debida y la actitud del
parecencia de testigos. Generalidades. 3. La funcionario que se niega a colaborar con el
disposición del artículo 243 del Código pe-
nal argentino. 4. El tema en el Código de poder oficial competente, ya sea. activa o
procedimiento criminal y otras leyes. 5. Las pasivamente.
obligaciones de los test'gos en e! Código de 2. En el Código español vigente. En el
procedimientos civiles. 6. Los peritos e in-
térpretes en el artículo 243 del Código pe- Derecho positivo actual, la denegación de
nal, . . , .'. . - : . , . auxilio se halla integrada por los siguien-
Capítulo I tes elementos: 1° El funcionario público que
requerido por la autoridad competente no
ENCUADRE DE LA FIGURA EN LA LEGIS- prestare la debida cooperación para la ad-
LACIÓN PENAL mirdstrcrión de justicia u otro servicio pú-
1, En el Derecho español. Constituye es- blico (art. 371).
ta infracción una de las especies del orden No sólo tiene el funcionario el deber de
de los delitos cometidos por los funcionarios obediencia al superior, sostiene Puig Peña,
sino también él de prestar su auxilio y co-
( 1 ) Arangio Ku'.z. Instituciones de Derecho ro- operación a otros servicios públicos, pues
mano v Las acciones en e: Derecho romano priva- la administración es un todo orgánico que
do; I'etit. E.. Tratado elementa! de Derecho ro-
mano, • • . • -• • .-• • •••..• '• "
(1) Enciclopedia Jurídica Española, Barcelona.
* Por p¡ D: M.vrrr> C-'JLDSTEJN. . . . i no'.¿\ de D. C. Berr.nlrto de Quirós, t. 10. pág. 731.
exige una colaboración constante entre -to- alcalde que por desatender los repetidos
das sus secciones ( 2 ). requerimientos del juez municipal para que
Sujetos de este delito son los funcionarios un condenado en juicio de faltas cumpliere
públicos que deban prestar cooperación a la sentencia, .da lugar al incumplimiento de
la administración de justicia o para otro la condena (Sup. Trib., 25 noviembre 1913).
servicio público. Requiere para su configu- 2<í) El funcionario público que requerido
ración la presencia de los siguientes ele- por un particular a prestar algún auxilio
mentos: a) Que el funcionario requerido lo a que esté obligado por razón de su cargo
sea por autoridad competente, llenándose para evitar un delito u otro mal, se abs-
las formalidades legales necesarias, aun- tuviere de prestarlo sin causa justificada
que no se requiere que la autoridad que so- (art. 371, párr. 3"?).
licite el auxilio tenga una jerarquía más Tres son los elementos integrantes de
alta que el requerido. Así lo tiene resuel- esta figura: a) Que un particular requiera
to la jurisprudencia del Tribunal Supremo el auxilio de un funcionario para evitar
(15 enero 1878). En cuanto a la ausencia un delito u otro mal. Generalmente tendrá
de las formalidades legales del requeri- lugar el supuesto en la hipótesis de delito o
miento, un fallo del mismo tribunal ha cuando el mal sea inminente y el auxilio
consagrado el principio. de que no consti- necesario de momento ( » ) . b) Que el fun-
tuye el delito de denegación de auxilio el cionario esté obligado a prestar el auxilio
hecho de incumplir un requerimiento hecho por razón de su cargo. Si tal actividad no
por la autoridad, que no está revestido de entra en la competencia del funcionario, la
las formalidades legales: en el caso se tra- abstención o negativa no le hacen incurrir
taba de un requerimiento verba! (25 abril en delito, c) Que el funcionario se abstenga
1895). b) El funcionario requerido se debe sin causa justificada. Algunos autores expo-
abstener de prestar el auxilio, aunque no nen la innecesariedad de este último pre-
exista una abierta negativa en ese sentido cepto, en base a que cuando hay causa justi-
(fallo del Tribunal Supremo, 25 de noviem- ficada la abstención es aceptada.
bre de 1913). Pero la jurisprudencia no ha 3?) El que rehusare o se negare a desem-
querido dejar librada a la interpretación peñar un cargo público obligatorio sin pre-
arbitraria la conducta de quien incurre en sentar ante la autoridad que corresponda
denegación de auxilio, por lo que ha re- excusa legal o después que la excusa legal
suelto que "es necesario que se demuestre fuese desatendida (art. 372, párr. 1°). Cons-
de un modo manifiesto la positiva y mali- tituyen frecuentes ejemplos de esta infrac-
"ios-a decisión del funcionario público de ción, las designaciones denominadas car-
negarse a prestar la cooperación que se le gas públicas, que son irrenunciables, de
interesa... pero no aquellos otros que aun- prestación personal que, en beneficio del
que den por resultado la dilación en el Estado o de otra corporación pública, se
cumplimiento del servicio para el cual hu- impone con carácter gratuito a los particu-
biese sido requerido, se debiesen a mera lares: funciones en las leyes electorales,
negligencia de su parte, o al convencimien- integración de jurados, etcétera.
to de no hallarse en la obligación de eje- Recuérdase, a este respecto, en una cir-
cutar lo que haya sido objeto del requeri- cular distribuida por la Fiscalía del Tribu-
miento" (sent. 2 enero 1883). c) Intención nal Supremo de España de 18 de diciembre
delictuosa. Como acabamos de ver, la nega- de 1920, relativa al abandono de sus pues-
tiva debe ser maliciosa: el funcionario debe tos por algunos funcionarios públicos el día
tener conciencia de su deber de prestar la dé las elecciones si no les concedían deter-
cooperación requerida por autoridad com- minada retribución, que dicho organismo
petente y voluntad de rehusarla. Asi, en un consideraba el hecho de: abandono indivi-
fallo del Supremo Tribunal se afirma que dual como constitutivo del delito de dene-
comete el delito el juez municipal que se gación de auxilio.
niega a recibir sin causa ni excusa legal El párrafo 2"? del mismo artículo 372, es-
varios oficios recordatorios de otros tantos tablece que incurren en el mismo delito: el
exhortos (4 junio 1895). perito y el testigo que dejaren voluntaria-
La ley penal española admite que el he- mente de comparecer ante un tribunal a
cho denegatorio es punible aunque no se prestar sus declaraciones cuando hubieren
haya ocasionado a nadie perjuicio alguno, sido oportunamente citados al efecto.
si bien el perjuicio ocasionado agrava- la La norma no puede ser absoluta, aunque
sanción. Causa grave daño a la causa pú- responda a la doctrina de la obligación de
blica —se advierte en una sentencia— el declarar consagrada por todas las leyes
procesales. Todo ciudadano está obligado 'a
( 2 ) I'uig Peña. F., Derecho pe.nal. t. 2, pág. 244,
E8. Imp. Clarasó. Barcelona, 1946. Í3> Puíg Pcfla, F.. ob. cít., t. 2, pág. 245.
concurrir a la obra del Estado; y siendo comprobación. Los peritos deponen como •
indispensable para el mantenimiento de la los testigos sobre hechos ajenos a su in-
seguridad y del orden público la persecu- terés personal, pero los primeros examinan
ción y represión de los crímenes, se sigue estos hechos en sí mismos, directa y prác-
que la comparecencia a testificar por re- ticamente, y en virtud de los principios de
querimiento del Estado, en materia crimi- la ciencia o arte que profesan, en tanto
nal, constituye un deber civil. Negar a aquél que los segundos no descienden al análisis
los medios de procurar la deposición de los concreto del hecho, sino que dan razón de
testigos que pueden solamente aducir mu- su existencia, mediante un testimonio vul-
chas veces la prueba requerida, sería ase- gar de simple inspección o referencia. Hay,
gurar la impunidad a todos los crímenes. pues, que considerar la realidad de los
He aquí el derecho de compeler a la testi- hechos, causas y consecuencias ( • • ) .
ficación a cualquier individuo que rehusa- Por consiguiente, la función del perito
se absolutamente comparecer, o explicarse constituye una carga pública, por ende
acerca de ciertos pormenores, o prestar ju- obligatoria e irrenunciablc, ya que es éste
ramento. .. Pero la sociedad, a su vez, uno de los más valiosos colaboradores del
cuando impone deberes semejantes, obra- juez que interviene en la causa, y del cual
rá sabiamente no erigiendo nunca manda- debe asesorarse debidamente para llegar
tos de la ley positiva en oposición con la al esclarecimiento de la verdad. Se entien-
ley natural o con cualquier otro deber de, por lo demás, aunque el Código penal
social: toda colisión de esta especie arras- español vigente no lo consigna, que el perito
tra necesariamente fatales consecuencias. —igual que el jurado, al que hacía mención
Cuando la ley natural está en abierta opo- el Código de 1932— puede ostentar una
sición con la positiva, puede estarse seguro excusa admitida para no desempeñar el
de su inobservancia. Llamad a declarar cargo conferido.
contra el acusado a sus parientes cerca- La supresión de dicha causal de absten-
nos y al punto veréis4 palmariamente de- ción con respecto al jurado** parece sub-
mostrado este hecho ( ). Por estas razones, sistir con relación al perito y al testigo. Al
sanamente dictadas, en todo Código proce- punto que el Supremo Tribunal, en senten-
sal se exime de la obligación de declarar a cia de 19 enero 1878, había declarado
determinados testigos y en otros preceptos que constituye excusa legal la falta de sa-
se prohibe recibirles declaración testimo- lud, debidamente acreditada con certifi-
nial. cado de facultativo, por lo que el que lo
Advertidas estas excepciones al principio presenta no incurre en el delito de dene-
general, las demás circunstancias relacio- gación de auxilio.
nadas con la obligación de declarar, a car- La ley establece diversas sanciones para
go, de los testigos, están regladas por las los funcionarios incursos en los tres su-
leyes procesales. La Ley de Enjuiciamiento puestos de la figura delictuosa que anali-
criminal española, determina que para ha- zamos. Para el primer caso, encuadrado en
cer pasible, a los testigos de la pena que el artículo 371, establece la suspensión del
sanciona la denegación de auxilio, es pre- funcionario en sus grados mínimo y medio
ciso que el testigo haya sido citado por pri- y multa de 1.000 a 5.000 pesetas. Si resul-
mera vez y multado por su incomparecen- tare grave daño para la causa pública o
cia, y que citado nuevamente dejare de acu- para terceros, penas de inhabilitación es-
dir (arts. 420 y 463 de la citada ley). Si el pecial y multa de 1.000 a 5.000 pesetas.
testigo concurre y se niega a declarar, en Para la situación contemplada en el párra-
tal supuesto incurre en el delito de desobe- fo tercero del artículo 371, fija el Códi-
diencia (art. 420 mencionado). go la penalidad de suspensión y multa
En cuanto a los peritos, comprendidos de i.000 a 5.000 pesetas. Para los delitos
también entre el párrafo segundo del ar- previstos y reprimidos en los párrafos pri-
tículo 372 del Código penal hispánico, el mero y segundo del artículo 372, determina
fundamento de la disposición es distinto. la penalidad de multa de 1.000 a 5.000 pe-
Adquiere el juez la certeza de los hechos, setas.
asevera Reus, bien por conocimiento propio 3, Denegación de auxilio en las leyes
e inmediato, bien por agentes auxiliares, militares y 7iavales. Si el delito que anali-
entre cuya última clase debe colocarse el zamos asume cierta gravedad con referen-
dictamen pericial, que no puede confundir- cia a la administración civil, no hay duda
se con la información de testigos, en cuan-
to a la índole de uno y otro medio de (5) Reus, Ley de Enjuiciamiento criminal dea
España, t. 1, pág. 281.
** Es de advertir que el régimen imperante en|
(4) Mittermaier, Tratado de la prueba, pá- España, desde el año 1930 hasta la fecha (1950),;
ginas 267 y sigs. ha suprimido el juicio por Jurados, (N. de la ü.)
que se torna más rigurosa, por las extre- gún la naturaleza del derecho lesionado,
mas consecuencias a las que puede dar la calidad oficial del delincuente no de-
lugar, sometido al fuero de guerra, tertfes- termina la calificación del delito cuando
tre, naval y aéreo. Conforme a los princi- el mismo derecho puede ser lesionado por
pios señalados por el Código de justicia particulares, siendo una mera circunstancia
militar, el elemento uniformado que en susceptible, según los casos, de producir
operaciones de campaña no prestase el una agravación en la pena. Por eso, tbdos
auxilio que le fuere reclamado por el jefe los hechos enumerados entre los abusos de
de una fuerza comprometida, pudiendo autoridad por el Código, han sido trasla-
hacerlo, será castigado con la pena de pri- dados a otros capítulos del proyecto, espe-
sión correccional a muerte, conforme a las cialmente al de los delitos contra la liber-
circunstancias. El Código penal de la ma- tad individual. En su reemplazo, la comi-
rina de guerra no llega a tales extremos, sión ha agrupado en el capítulo IV del
pues se reduce a establecer una sanción de titulo que explica bajo la denominación
cuatro años de prisión militar para el co- de Abuso de autoridad y violación de los
mandante del buque o tropas que, en deberes de los funcionarios públicos todos
operaciones de guerra, no prestasen, respec- los hechos que, importando un ejercicio
tivamente, el auxilio que le fuese reclama- abusivo de la autoridad confiada a los fun-
do por cualquier otro buque de la armada cionarios públicos, perturban el orden re-
o fuerza comprometida, pudiendo hacerlo. gular de la administración, sin tener los
El mismo Código trae otras hipótesis. El caracteres de algunos de los delitos previs-
oficial que dejase de prestar auxilio sin tos en el Código proyectado". El proyecto
causa o motivo legítimo, a buques nacio- de Código penal de 1906 aceptaba el mismo
nales o de países amigos, tanto de guerra criterio del anterior, y el subsiguiente pro-
como mercantes, que se hallasen en peligro, cedía de manera análoga, modificándolo
o rehusare prestarlo a buque enemigo, si en cuanto a la penalidad, porque los ante-
lo solicitase, con promesa de rendirse por riores establecían la detención como san-
hallarse en peligro, será punido con la ción, la que fue eliminada, sustituyéndola
pena de dos años de prisión militar menor por la pena de prisión en los casos en
a doce años de prisión militar mayor. No que aquella era aplicada.
siendo oficial el que dejase de prestar au- Por consiguiente, el delito de abuso de
xilio, sufrirá la pena de uno a seis años autoridad, en el Código vigente, está regi-
de prisión militar menor, o de dos a seis do por el artículo 243; el de omisión o re-
años de recargo de servicio. El mismo que, tardo de funciones se rige por el artículo
ejerciendo mando, o haciendo servicio de 250; el de requerir fuerzas contra órdenes
armas, requerido por autoridad competen- legales por el artículo 251; el de abandono
te de cualquier orden, no prestase la de- de cargo por el artículo 252, y el de pro-
bida cooperación para la administración puesta y aceptación de empleo sin requi-
de justicia u otro servicio público (caso sitos por el artículo 253. Interesan a nues-
típico de denegación de auxilio), sin causa tro estudio los artículos 249 y 250, que se
legítima, incurrirá en la pena de suspen- refieren a la denegación o retardo de
sión de empleo o grado, o prisión militar auxilio, y el que se refiere a la obligación
menor de seis meses y un día a seis años. de declarar de testigos y peritos, que ana-
lizaremos oportunamente (art. 243).
Capítulo II Exégesis del artículo 249. Tiene sus an-
LA DENEGACIÓN DE AUXILIO EN EL DERECHO tecedentes en el artículo 293 del Proyec-
POSITIVO ARGENTINO to de 1891 y en el artículo 268 del Proyecto
1. Antecedentes en los Códigos anteriores. de 1906, y dispone: "Será reprimido con
Son diversos los preceptos del Código penal multa de cien a mil pesos e inhabilitación
que configuran diversas fases de los delitos especial de un mes a un año, el funcio-
que pueden intitularse bajo la denomina- nario público que ilegalmente omitiere, re-
ción común de "violación de los deberes husare o retardare algún acto de su ofi-
del funcionario público". En el informe de cio".
la comisión reformadora que elaboró el El elemento material del delito incrimi-
proyecto de Código penal de 1891 se decía, nado importa una omisión, por lo que ésta
a este respecto: "Bajo la inculpación de se consuma cuando se vence el término
abasos de autoridad, el Código vigente en que, por reglamento o por costumbre
enumera una serie de hechos cometidos administrativa, debía el funcionario reali-
por funcionarios públicos con violación de zar lo que no realiza, o cuando mapifieste
sus deberes y contra el derecho de los que no lo va a realizar o cuando ítíanifies-
particulares. En el método que la Comisión tamente retrase el hacerlo. El elemento
ha adoptado, de clasificar los delitos se- intencional consiste en la voluntad de ai*
sar del cargo para producir las omisiones sistemáticamente no quiere cumplir con
en las que incurre siempre que lo contrario las obligaciones inherentes a su cargo, in-
^«tv'vies^ elcua. y e",pec}'fin¿.niente señalado curre en Ig. sanción del artículo 349 del
por la ley o por los reglamentos que la Código penal. La simple omisión de las for-
mandan ejecutar, y que el funcionario malidades administrativas por el funcio-
debía respetar como a la ley misma ('"•>, nario no importa el delito de violación de
2. Elementos característicos de la figura. los deberes del cargo, mientras no se omita,
Del análisis precedente surge que los ele- rehuse o retarde la prestación de servicios
mentos caracterizantes del delito encua- a que está obligado por su carácter de tal.
drado en el articulo 249 del Código penal (Cám. crim. y corr. de la Cap. Fallos, 2,
argentino, son los siguientes: Incumpli- 471). No comete abuso de autoridad el
miento, omisión o retardo: a) ilegal (con funcionario público que obra en uso de
conocimiento y voluntariedad del acto); atribuciones que le confieren la ley o las
b) acto propio de las funciones; c) puede ordenanzas. (Cám. crim. y corr. de la Cap.,
consistir en una acción o en una omisión; t. 20, pág. 553, J. A.).
d) es indiferente el resultado del acto; e) 4. Estudio y consideración del artículo
debe ser,un funcionario competente en ese 250. El otro precepto que involucra la fi-
acto. Por último, señala Díaz, dichos hechos gura delictuosa intitulada denegación de
han de trabar el desenvolvimiento de la auxilio, es el que se halla contenido en el
administración, afectar al buen servicio con artículo 250 del Código penal argentino.
o sin daño para intereses particulares com- "Será reprimido con prisión de un mes a
prometidos. Pues la levedad de los mismos, dos años e inhabilitación especial por do-
o la ausencia de esos efectos que, por su ble tiempo, el jefe o agente de la fuerza
entidad y significado, se prevén en el Códi- pública que rehusare, omitiere o retardare,
go sancionándolos adecuadamente, demos- sin causa justificada, la prestación de un
traría con evidencia que sólo eran faltas auxilio legalmente requerido por la auto-
de índole administrativa, al no acordarse ridad civil competente".
con el objeto de la tutela legal, al comien- El artículo transcripto comprende tres^
zo expuesto. La omisión, el retardo o la formas distintas de incurrir en el delito:
negativa de hacer algún acto propio de las rehusar, omitir, retardar, admitiendo como
funciones, cuando se estaba obligado por única excepción la presencia de la causa
mandato de la ley, y sin tener, para ello, justificada, que el funcionario exhiba, para
como justificativo una razón legal, cons- remediar el daño producido por la omisión.
tituyo violación de los deberes, por parte Es el sujeto activo en este delito, el jefe o
del funcionario público. Trátase de deberes simple agente de la función pública, y se
bien definidos, no de situaciones dudosas, entiende que civil, pues la militar sólo
que se hallan libradas al criterio y apre- responde a sus propias autoridades. Desde
ciación del funcionario. Imposiciones ta- el jefe de policía al vigilante, éste y los
xativamente establecidas. La omisión o el que tengan dentro de la policía mando (lo
retardo deben ser intencionales, no la con- mismo que en la prefectura, aduana, etc.),
secuencia de un acto fortuito* 7 ). pstán obligados a prestar a la autoridad
3. Jurisprudencia nacional. Acerca del competente el auxilio que ésta le requiera
precepto de la ley penal vigente estudiada, y cuya legalidad y competencia de aquél se
existen numerosos pronunciamientos de la desprendan de la misma orden para la que
justicia competente, de los que selecciona- se necesita la fuerza pública (*).
remos los más importantes. Cuando el fun- Destaca un autor que el criterio no es
cionario público obra en ejercicio de fun- absolutamente exacto, con referencia a los
ciones que le son propias y que le confieren militares que, sin embargo, pueden ser
la ley o las ordenanzas, .no comete el de- comprendidos en la disposición del artículo
lito de abuso de autoridad, se dic;> en un 250 cuando prestan funciones ajenas a su
fallo registrado en el tomo 2, página 513 situación militar específica, como cuando
de J. A., procedente de la Cámara criminal prestan funciones de policía sanitaria en
y correccional de la Capital. El mismo tri- ausencia de la autoridad policial, o acceden
bunal, por sentencia contenida en el tomo n las órdenes de un juez federal o actúan
2, página 467 de su colección cíe Fallos, en el caso del artículo 239 del Código
establece que el funcionario que expresa o penal (resistencia a la autoridad).
Es evidente, conforme al ordenamiento
t6) Malngnrriga. C.. Código penal argentino. del artículo 250, que el requerimiento de 1?.
t. 3, pág. 183, Ed. L!b. Cervantes. Bs. Aires. 1927. fuerza debe ajustarse a las formalidades
(7) Díaz. E. C.. El Código penal para la Repú- de la ley o de los reglamentos que de ésta
blica Argentina (promulgado en 29 de octubre
de 1921). Comentario de sus disposiciones, núme-
ros 1185 v 1186. Ed. Lib. La Facultad. 1928 (8) Malagarriga. C.. ob.'elt.^t. 3, pág. 184.
emanan. El jefe o agente de la fuerza pú- ordenada por el juez federal por medio de
blica sólo está obligado a actuar, en auxilio carta certificada (J. A., t. 44, pág. 85).
de la autoridad civil, cuando ésta se dirija En el mismo fallo se sienta el principio
por medio del correspondiente escrito de de que para que exista violación de los de-
solicitud, consignando los datos suficientes beres de los funcionarios públicos, no basta
para conocer los actos que han de llevarse la extralimitación u omisión en el cumpli-
a cabo, el motivo, la oportunidad, contra miento de los deberes que incumben al
quién y en qué sitio. Estará suscripta di- funcionario; es menester la existencia de
cha solicitud por el juez, en la mayoría de la malicia. Lo cual significa que el elemento
los casos, y uno de sus secretarios, cuando doloso es indispensable para la configura-
se tratare de la justicia ordinaria, por e! ción del delito previsto y punido por el
juez solamente, en lo federal. Llevará siem- artículo 250. En una sentencia del Supe-
pre el sello del juzgado. La jefatura de po- rior Tribunal de Santa Fe se subraya esto
licía limita su examen a comprobar la principio, al afirmarse que, para que pueda
autenticidad del escrito u oficio, la de sus configurarse el delito de violación de los de-
firmas, sin entrar para nada a considerar beres de los funcionarios públicos se requiere
su contenido. Luego de esto, y no existien- el dolo determinado de atentar contra la
do observación que formular, dispone que Constitución o las leyes (RSF., 9-111). Ei
sus subordinados presten el auxilio en la mismo fallo explica que no configura el de-
medida requerida. Directamente, y sin or- lito de violación de los deberes de funcio-
den de su superior, los funcionarios no narios públicos, las resoluciones u órdenes
pueüen prestarlo. De manera que el delito que son la consecuencia de 1s. interpretación
se comete por el superior cuando omitiere, de la ley, hecho con el sano propósito, o
rehusare o retardare la orden de prestar el por lo menos de buena fe, siguiendo prác-
auxilio, por los subalternos, únicamente des- ticas establecidas en el orden administrati-
pués de recibida la orden por el superior. vo, aun cuando constituyen faltas del mis-
Para los casos en que este auxilio puede ser mo carácter. Para la configuración del de-
requerido directamente y en la vía pública lito previsto en el artículo 250 del Código
a los agentes, por otros funcionarios en penal —se lee en un fallo del Superior
ejercicio de su cargo, la forma y condiciones tribunal de Entre Ríos— se requiere que
de prestación está prescripta por las dis- el auxilio legalmente requerido y que es
posiciones internas de la policía para cada rehusado, omitido o retardado por el jefe
orden de asuntos, exigiéndose la compro- o agente de la fuerza pública, se vincule
bación previa del carácter que se invocare con la función desempeñada. íJER., 946-
por medio de credenciales otoigadas por la 617).
institución policial a este efecto (»). 6. El delito ere los proyectos de reformas
Igual que en el caso del artículo 249, es del Código penal. A) En el Proyecto Peco.
indiferente, a los efectos de la calificación En el Proyecto ela'borado por el doctor José
y punición del hecho delictuoso, el resul- Peco, y presentado a la Cámara de Dipu-
tado de la omisión en que haya incurrido tados de la Nación en 25 de septiembre de
el funcionario. Sólo se toma en cuenta si 1941, el articulo 337, intitulado "Omisión,
el funcionario dejó de cumplir la orden o denegación o demora de un acto inherente
no suministró el auxilio requerido. a la función", involucrado en la sección
El antecedente inmediato del precepto "Abuso de autoridad", se prescribe: "Al
que estudiamos se encuentra en el artículo funcionario público que indebidamente omi-
294 del Proyecto de Código de 1891, en el tiere, rehusare hacer o retardare algún
artículo 269 del de 1906, y en el Derecho acto de su oficio, se le aplicará privación
comparado, tiene concordancia con el ar- de libertad de un mes a un año o multa
tículo 357 del Código de Holanda, 179 del de cien a mil pesos".
de Italia, 234 del Código penal francés y Como se advierte, el precepto corresponde
153 del de Chile. al artículo 249 del Código penal vigente, al
5. Algunos casos de jurisprudencia. Un que se le añade la hipótesis prevista en el
fallo de la Cámara federal de La Plata, articulo 143, inciso 9"?, del mismo Código.
del 6-11-1933, establece que incurre en el A su vez, el artículo 338, del Proyecto
delito de violación de los deberes de fun- Peco, establece bajo el titulo "Rehusamien-
cionarios públicos, previsto y penado por to o retardo de obediencia por un funcio-
el artículo 250 del Código penal, el comi- nario encargado do la fuerza pública":
sario de policía que, prevalido de su cargo, "Al funcionario encargado de la fuerza pú-
y en abuso de la ley, no da curso a la de- blica que rehusare o retardare sin causa
tención de infractores del servicio militar justificada, el requerimiento de la autori-
dad civil competente revestido de las for-
(9) Dí&x, E. C, Oto. Clt., IHItn. 1188. malidades legales, se le aplicará privación
de libertad de un mes a dos años". En la ble y lógica dei principio de que todos nos
Exposición de motivos, anota el autor, que debemos al orden público y al bien del Es-
sustituye el artículo 250 del Código penal tado, la de que todo ciudadano cuya com-
vigente, por el que proyecta, bajo la ias- parecencia es requerida en forma por una
piración e influencia de la ley penal ita- autoridad legítima, debe sin excusas acudir
liana y la de Defensa social, de México, a su llamamiento... En lo militar, la su-
explicando que ello debe atribuirse más a bordinación y disciplina en que descansa
consideraciones técnicas que a principios aquel régimen exigen absoluto acatamiento
fundamentales. al derecho que a los superiores asiste para
B) En el Proyecto (Leí Poder Ejecutivo mandar comparecer, en punto y ocasión
de la Nación, de 1953. En este Proyecto, determinados, a sus inferiores jerárquicos,
remitido al Honorable Congreso de la Na- ya a esperar órdenes, ya en clase de arres-
ción en sustitución del que el mismo Poder tados, etcétera... En el orden eclesiástico,
enviara en 1951, se contemplan los delitos el derecho para expedir comparendos u
encuadrados en los artículos 249 y 250 del órdenes para comparecer, es ilimitado con
Código penal, en vigencia. En cuanto al arreglo a la disciplina eclesiástica; exigién-
primero, se dispone en el artículo 390: "Al dolo así, de una parte, la índole especial y
funcionario o empleado público que inde- delicada de los servicios del clero, y de otra,
bidamente omitiere, rehusare hacer o re- el decoro y respetos del mismo estado re-
tardare algún acto propio de sus funciones, ligioso (i»). Pero, en atención a la compa-
se le impondrá multa de cien a diez mil recencia en juicio, el Diccionario de Escriche
pesos e inhabilitación especial de un mes la define como, el "acto de presentarse una
a tres años. La pena será de prisión de uno persona ante una autoridad, bien obede-
a cuatro años e inhabilitación especial por ciendo a ésta y por mandato de la misma,
doble tiempo, si el funcionario público para presenciar o coadyuvar a algún acto
competente omitiere, rehusare o retardare o diligencia, como cuando comparece a de-
hacer cesar una detención ilegal". clarar como testigo o dar un dictamen como
El subsiguiente artículo establece: "Al perito, o por causa de orden público y por
funcionario o empleado público que requi- mandato del juez, como sucede especial-
riere la asistencia de la fuerza pública mente en los juicios criminales; bien vo-
contra la ejecución de disposiciones u ór- luntariamente a usar de su derecho, verbi-
denes legales de la autoridad, o de senten- gracia, a entablar una demanda o una
cias o mandatos judiciales, se le impondrá querella, o a contestar o defenderse contra
prisión de seis meses a cuatro años e inha- la que otro ha interpuesto".
bilitación especial por doble tiempo". La Desde luego la ley distingue dos tipos de
disposición concuerda con el artículo 18 de comparecencia: la de las partes en el juicio
la Constitución nacional. o en querella, y la de los testigos y peritos.
De esta última nos ocuparemos.
Capítulo III 2. Incomparecencia de testigos. Genera-
DE LA INCOMPARECENCIA PROCESAL lidades. El tema es de amplia órbita pro-
1. Obligación de los testigos, peritos e in~ cesal, ya que la omisión consiste en desobe-
térpretes. Al hacer el estudio generalizado decer una citación legalmente efectuada
de la denegación de auxilio, hemos subra- por autoridad judicial de cualquier grado.
yado que el delito no sólo puede serle El delito es de omisión y se consuma por el
atribuido a los agentes de la administra- hecho de no comparecer el sujeto activo
ción; también puede ser cometido por los al acto, para el que el juez le ha citado, o
particulares, en los casos específicos que de no contestar sobre lo que se le pregunta.
marca la ley. En el mismo sentido han El dolo de la figura consiste en la volun-
reglado la materia los Códigos penales de tariedad de no concurrir a la citación de
la mayoría de los países que asignan im- la autoridad judicial y a la intención, ma-
portancia a la prueba de testigos, a la pe- nifestada por el hecho negativo de resis-
ricial y a la de los intérpretes. ¿En qué tirse en tal forma a la instancia compe-
consiste la infracción que la ley castiga? tente. La consumación del delito queda
En la obligación, muchas veces ineludible, determinada por la incomparecencia a la
de los miembros de la comunidad, de co- citación, siendo indiferente la intención
laborar para el esclarecimiento del crimen que abrigue el citado, o el fin perseguido
y del delincuente que la sociedad persigue en definitiva, tanto como el logro de los
a través de la justicia. Y en tal situación propósitos buscados, a no ser que ellos
el testigo, el perito y el intérprete, son los conduzcan a un delito de pena mayor ( n ).
colaboradores y auxiliares irreemplazables (10) •ceio-
Enciclopedia Jurídica Española, Barcelo-^
de la justicia. En el orden gubernativo, la na, t. 7, págs. 380 y 381.
comparecencia es consecuencia indeclina- (11) Mallo, M. M , Código penal argentino «Jj
Como un antecedente de la obligación la pena de multa de 50 a 1000 pesos, en
de comparecer y declarar que recae sobre lugar de 4 días a 120 días de penitenciaría,
las personas, desde el punto de vista cri- del original), donde ha reemplazado la
minal, vale la pena recordar el real decreto pena de multa por la de prisión, por con-
de España, de 11 de septiembre de 1820. siderar que el grave trastorno que signi-
que contenía las siguientes disposiciones: 1<? fica abstenerse de comparecer o prestar
Todos, sin distinción alguna, están obliga- declaración que se exige en beneficio de
dos, en cuanto la ley no les exima, a ayu- la justicia, debe ser castigado con una pena
dar a las autoridades cuando sean inter- más grave que la de simple multa, pues
pelados por ellas para el descubrimiento, ésta permitiría al individuo más rico ne-
persecución y arresto de los delincuentes. garse a cumplir ese deber fundamental,
21? Toda persona de cualquier clase, fuero por medio de la entrega de una suma de
y condición que sea, cuando tenga que de- dinero (™).
clarar como testigo en una causa criminal, 4. El tema, en el Código de procedimien-
está obligada a comparecer para este efecto to criminal y otras leyes. La materia se
ante el juez que conozca de ella luego que encuentra reglada en los artículos 123 a
sea citada por el misrnc, sin necesidad de 142; 281 a 288 y 291 del Código de proce-
previo permiso del jefe o superior respec- dimientos en lo criminal de la Capital Pe-'
tivo. Igual autoridad tendrá para este fin deral, y si "bien se halla también regido por
el juez ordinario respecto a ias personas la ley procesal civil y otras leyes sobre el
eclesiásticas y militares que los jueces mi- procedimiento, analizaremos las primeras
litares y eclesiásticos respecto a las de los nombradas, haciéndolo posteriormente con
otros fueros, los cuales no pueden ni deben las demás.
considerarse perjudicados por el mero hecho Los artículos 123 a 142 se refieren a las
de decir lo que se sabe, como testigo, ante un notificaciones, citaciones y emplazamientos,
juez autorizado por la ley. 3? Toda persona especificando las formas en que deben
en estos casos, cualquiera que sea su clase, practicarse tales diligencias. Los artículos
debe dar su testimonio, no por certificación 281 y siguientes reglan expresamente la
o informe, sino por declaración bajo jura- citación de los testigos en los casos ordi-
mento en forma, que deberá prestar según narios y extraordinarios, disponiendo el
su estado respectivo, ante el juez de la artículo 283 que, en caso de que no fuere
causa o el autorizado por éste. posible obtener voluntariamente la com-
3. La disposición del artículo 243 del parecencia del testigo, "y mediando causas
Código penal argentino. El artículo incri- graves, podrán ser detenidas las personas
minado de la ley penal argentina establece: que deban declarar", y el 289 es amplia-
"Será reprimido con prisión de quince días mente categórico, cuando determina que
a un mes, el que siendo legalrnente citado toda "persona debidamente citada está
como testigo, perito o intérprete, se abs- obligada a concurrir a prestar declaración
tuviera de comparecer o de prestar la de- ante el juez de la causa". Es cierto que
claración o exposición respectiva. En el la ley establece varias excepciones a este
caso de perito o intérprete, se impondrá, principio, en atención a la calidad de las
además, al reo, inhabilitación especial de personas, en cuyos supuestos éstas pueden
un mes a un año". • ser examinadas por medio de informe (ar-
La disposición tiene su antecedente in- tículo 290), pero el subsiguiente es rigu-
mediato en el Proyecto de 1891 que, al decir roso cuando determina que cuando un
de la comisión de redacción, introdujo una testigo no compareciere en el día señalado
disposición nueva tomada del Código de o se negare a declarar sin causa justificada,
Holanda, y concordante con análogas de será penado: 19 Cuando no compareciere,
los Códigos de Italia, Francia, España y con multa de veinte a cuarenta pesos, de-
otros países. Esta innovación era destinada biendo duplicarse esta pena en caso de
a reprimir a los testigos, peritos e intérpre-reincidencia, sin perjuicio de hacerle com-
tes, que se abstuvieren de prestar el servicio parecer por medio de la fuerza pública; 2?
requerido. Agregaba la comisión que tal Cuando .se negare a declarar, se le tendrá
abstención, retardando o paralizando la arrestada hasta que preste declaración, sin
administración pública, debe ser apreciada perjuicio de la pena de desacato a la au-
como una verdadera resistencia a la au- toridad, establecida en el Código penal
toridad. La comisión que redactó el proyec- (art. 291).
to de 1906, a su tiempo, modificó el artícu- Como se advierte, la obligatoriedad de la
lo 243 (igual al Proyecto de 1891, pero con comparecencia se halla consagrada en el
Código de procedimientos en lo criminal,
mentado), t. 3, págs. 274 y 275, Editorial Bibliográ-
fica Argentina, Bs. Aires, 1951. (12) Malagarrlga, C.. ob. cit.. t. 3. pág. 159.
en absoluta concordancia con las reglas fi- neda corriente, sin admitir excusa alguna
jadas en el Código penal del país, que no haya sido alegada antes de la hora
La fundament ación de estas normas, en de la audiencia. Si citados nuevamente no
el Derecho procesal, se encuentra en la comparecieren, sin alegar impedimento
naturaleza de la función testifical como bastante a juicio del juez, antes de la hora
carga pública, a la que, en principio, nadie de la audiencia, incurrirán en el duplo de
puede sustraerse. La doctrina y la juris- la multa y el juez podrá mandarlos traer
prudencia han reconocido que el impedi- por la fuerza pública, ordenar que perma-
mento para concurrir a una citación de nezcan arrestados hasta que presten de-
juez competente, debe justificarse en for- claración, la que deberá ser tomada en el
ma material; no bastando la existencia, dia o dentro de veinticuatro horas a más
real o presunta, de una inhabilidad le-" tardar".
gaj (i3). La ley número 50, sobre procedimientos
Ahora bien, conforme a los preceptos en los tribunales nacionales en lo civil y
procesales mencionados, a la obligación de criminal, en sus artículos 121, 122 y 145
comparecer se une la obligación de decla- repite las disposiciones acerca de los tes-
rar, no .reconociendo ésta las excepciones tigos que ya figuran en ambos procedi-
absolutas (que se fundan en determinados mientos, criminal y civil, que hemos estu-
estados o calidades subjetivas del testigo: diado. Constituyen de este modo valiosos
personas de edad avanzada, presidente y antecedentes y sus preceptos son amplia-
vicepresidente de la nación, miembros del mente concordantes con el artículo 243 de
Congreso, de los tribunales militares, dig- la ley penal. Y confirma la doctrina que
nidades eclesiásticas, etc.). sostiene que la figura del Código penal que
La obligación de declarar sólo se limita nos ocupa, está solamente reservada a los
por razones del secreto profesional (artícu- testigos, peritos e intérpretes que sean ci-
lo 275, incs 1<? a 5<? del Cód. proc. crim.) y tados por los jueces de cualquier jurísdic-
de parentesco y tutela (arts. 278 y 279), ,ción. En eíecto, se torna inverosímil que
El incumplimiento de ambas obligaciones la autoridad administrativa pueda citar
da lugar a un régimen triple de sanciones: válida y legalmente de conformidad al
a) disciplinarías (art. 291 del Cód. proc. texto del artículo incriminado.
crim.); b) penales (art, 243 del Cód. pen.) • 6. Los peritos e intérpretes en el articulo
c) civiles (responsabilidad de reparar los 243 del Código penal. El artículo que es-
daños ocasionados por los delitos: art. 1077 tudiamos, coloca a los peritos e intérpretes
del Cód. civ.), y como funcionarios, cuando en la misma situación que los testigos, en
no cumplieren los testigos sino de una caso de que unos y otros se abstuvieran
manera irregular las obligaciones legales de declarar o de comparecer ante una el-:
que les están impuestas (art. 1112 del Cód. tación de un juez,.
cív.). Entre los peritos se comprenden todos
Son las responsabilidades penales las los que con título profesional, o poseyendo
que acabamos de analizar en los párrafos conocimientos sobre determinado ramo,
precedentes. pueden ilustrar a ia autoridad, desde el
5. Las obligaciones de los testigos en el médico al fotógrafo, desde el químico al
Código de procedimientos civiles. Existen profesor normal. Ninguno de ellos pueden
evidentes concordancias entre el precepto negar su concurso, salvo causas especiales
del artículo 243 del Código penal y los ar- que las leyes establecen (i<).
tículos 170 y 182 del Código de procedimien- Desde luego, el caso de estos colaborado-
tos en materia civil y comercial; especial- res de la justicia, peritos e intérpretes, se
mente el último, ya que el artículo 170 se ajusta estrictamente a la situación de los
halla dedicado a los peritos. La regla del ar- testigos, si bien para los primeros, además
tículo 182 establece: "Si la prueba testimo- de las penas de prisión de quince días a
nial fuese admisible en el caso, el juez un mes, se tendrá una Inhabilitación es-
mandará recibirla, señalando, con un dia pecial de un mes a un año. Como la ley se
a lo menos de anticipación, la audiencia refiere expresamente a testigos, perito o
pública en que haya de tener lugar el intérprete, citado en legal forma, esta
examen de los testigost y citando a éstos prescripción no rige para las citaciones de
por cédula en papel común, en ia que la policía o de otras autoridades que no
transcribirá este artículo. No comparecien- sean las Judiciales. Para que se incurra en
do, el juez de oficio los condenará a pagar
una multa de quinientos a mil pesos mo- (14) El intérprete, cuando so expide por es-
crito, es perito: se le ¡lama de aque" modo cuan-
do, como en la indagatoria de un procesado, éste
<13l Odertgo, M. A., Derecho procesal penal no entendiera el idioma nacional (art. 252 del
t. 1. pág. 280. Ed. Ideas. Bs. Aires. 1952.. (',':•'. i!r procer* >
delito, al abstenerse de concurrir, es nece- materia jurídica. 3. Denegación de inscrip¿
sario que la citación se efectúe con las ción. 4. Análisis del tema en el Derecho
comparado. Cap. II. El tema en el Dere-
formalidades detalladas y exigidas por los cho argentino: 1. Disposiciones de la ley
Códigos de procedimientos. Significa ello procesal. 2. Las reglas en el Código civil.
que la policía no puede adoptar procedi- 3, Algunos casos jurisprudenciales.
mientos por si en estos casos, y sólo actuará Capitulo 1
por orden de juez y en la forma y la ex-
tensión que el magistrado lo determine. ALCANCE DEL TÉRMINO "DENEGACIÓN"
Esto no significa que en los casos espe- 1. En su sentido gramatical. Del latíri
ciales y urgentes previstos por los artículos denegatio. Acción y efecto de denegar. De-
282 y 283, la autoridad policial use de la negar, del latín denegare: "No conceder
compulsión con los testigos (1!i). lo que se pide o solicita"; "Rehusarse a
En el caso en que el perito o intérprete cumplir una obligación"; "Negar un hecho".
se niegue a comparecer, es indispensable En el orden jurídico se conocen diversas
que previamente haya sido citado y noti- acepciones del vocablo, que corresponden,
ficado de acuerdo con las formalidades de en cierto modo, al sentido, gramatical.
la ley procesal (art. 281 del Cód. de proc.), 2. En materia jurídica. Conocénse varias
y enterado* del apercibimiento del artículo figuras jurídicas que están precedidas del
133. Si no se presenta a la primera citación, término Denegación. Así: Denegación y
debe hacerse efectivo el apercibimiento con retardo de justicia: Los jueces no pueden
que fuera citado, sin perjuicio de señalarse dejar de juzgar bajo el pretexto de silen-
nueva audiencia. Si a la segunda citación cio, oscuridad o insuficiencia de la ley
tampoco compareciese sin que medie, ni en (art. 1& del Cód. civ. arg.). Será reprimido
la anterior, ni en ésta, justa causa, se con inhabilitación absoluta de uno a cua-
dispondrá su comparecencia por la fuerza tro años el juez que se negare a juzgar so
pública, y al propio tiempo el procesamien- pretexto de oscuridad, insuficiencia o si-
to por haber incurrido en la penalidad que lencio de la ley. En la misma pena incurrirá
prevé el artículo 243 del Código penal. Si el juez que retardare maliciosamente la
la omisión consistiere en una abstención administración de justicia después de re-
por parte del perito o intérprete, ante un querido por las partes y vencidos los tér-
emplazamiento judicial, será suficiente, pa- minos legales (art. 273 del Cód. pen. arg.).
ra tener configurado el delito, que el citado El funcionario público que, faltando a la
no responda o no presente el informe re- obligación de su cargo, dejare de promover
querido. Bien entendido que la incompare- la persecución y represión de los delincuen-
cencia, o negativa, no sean de carácter tes, será reprimido con inhabilitación ab-
absoluto, pues puede ocurrir que el perito soluta de seis meses a dos años, a menos
e intérprete se nieguen a exponer sobre que pruebe que su omisión provino de un
algún aspecto de la cuestión sometida; la inconveniente insuperable (art. 274 del
negativa infundada a responder o infor- mismo Cód.).
mar, por modo parcial, hace incurrir en Denegación de auxilio: Una de las espe-
falso testimonio (art. 275 del Cód. pen.), cies del orden de los delitos cometidos por
cuando no mediare una causal legítima. los funcionarios públicos en el ejercicio de
Subrayan los tratadistas que el delito del sus cargos, que, como su nombre propio
artículo 243 se consuma con la sola absten- declara, consiste en la omisión de los actos
ción de comparecer o prestar la informa- cooperatorios a la administración de la
ción pedida por el juez, requlriéndose que justicia u otro servicio público (D. C. Ber-
la actitud sea dolosa, aunque no es nece- naldo de Quirós). Denegación de prueba:
sario ningún propósito específico. Como, consiste en la no admisión por el juez o
asimismo, no es preciso que la actitud del tribunal de la prueba que solicite alguna
perito o intérprete se haya traducido en un de las partes dentro de las condiciones
daño, para los intereses en juego. otorgadas por la ley procesal. Puede pro-
JURISPRUDENCIA. — V. la indicada en el cap. II, ducirse en la materia civil como en la cri-
epígrafes 4 y 5 del presente trabajo. minal. Denegación de la paternidad: Acto
por el cual una persona desconoce o niega
BIBLIOGRAFÍA*- -La indicada.en el texto y notas. el carácter de su paternidad, legítima o
natural, atribuíble a otra persona (art. 322
DENEGACIÓN DE INSCRIPCIÓN.* SU- del Cód. civ. arg.). Denegare actionem:
MARIO: Cap. I. Alcance del término "dene-
gación": 1. En su sentido gramatical. 2. En locución latina que traducía la facultad
conferida al magistrado romano de dene-
(15) Díaz. E. C., ob. clt.. núm. 1142. gar la acción, rechazar la demanda del
actor, por ser inmoral o ilícita, por no
• Por el Dr. MATEO GOLDSTEIN. hallarse incluida la pretensión en el edic-
to y por estimar, en ciertos casos, que la si la forma solemne, requerida por la ley,
acción no podría prosperar prima facie. es condición sine qua non, el registrador
En la actualidad, los jueces pueden recha- tiene la obligación de imponer una dene-r
zar de plano las demandas, al presentarse, gación de inscripción. Si, por el contrario,
en casos muy limitados. En primer lugar, sé trata solamente de una omisión o error
si adolecen de defectos insubsanables de rectificable, los alcances de la facultad del
forma, en que propiamente no constituyen oficial público se restringen hasta la sus-
tales demandas, caso en el cual deben in- pensión de la inscripción, hasta que el de-
dicar el efecto, aunque sea mala práctica fecto se remedie.
de algunos tribunales reducirse a la fór- En este sentido, señala un autor, signi-
mula "pídase en forma y se proveerá"; fica un indudable progreso el artículo 118
o bien por estar prohibido litigar acerca del Reglamento Hipotecario vigente en
de una materia o pedir algo contrario en España, dictado en armónica consonancia
absoluto al orden público en el sentido ju- con los buenos principios dominantes en
rídico (no en el de policía) (i). la materia. En orden a los documentos
3. Denegación de inscripción. En deter- otorgados en el extranjero, agrega, precisa
minadas circunstancias, las leyes procesales distinguir entre los extra judiciales y los
han sentado normas según las cuales el judiciales, constituidos éstos por las sen-
escribano o funcionario encargado de hacer tencias o .resoluciones dictadas por tribu-
la inscripción o transcripción de algunos nales de otras naciones. Por lo que a la
. títulos, puede negarse directamente a ha- primera clase de estos títulos concierne,
cerlo, ya sea que dichos títulos contengan para que puedan ponerse bajo la salva-
defectos subsanables, o defectos insubsa- guardia de la inscripción, han de estar
nables. En el primer supuesto, no se trata revestidos de las circunstancias intrínsecas
propiamente de una denegación de inscrip- y extrínsecas preconstituídas en los artícu-
ción, sino de una suspensión, a objeto de los 47 y 48 del Reglamento, debiendo atem-
que el interesado pueda rectificar las fal- perarse la segunda especia de tales docu-
tas evidenciadas por el registrador (2). mentos de procedencia extranjera a la ley
4. Análisis del tema en el Derecho com- de Enjuiciamiento civil, a la vez que a las
parado. A) Según el reglamento de la leyes y tratados internacionales, a tenor de
ley española en vigor, los Registradores de lo estatuido en los artículos 5? de la ley
la Propiedad, ejerciendo la función cali- y 49 del aludido reglamento hipotecario (3).
ficadora de los respectivos títulos que por B) En el Derecho y la práctica france-
los interesados se presenten en solicitud sas debe tenerse en cuenta las formas ins-
de inscripción, suspenderán o denegarán tituidas para la transcripción. Hasta el año
ésta, según aquéllos adolezcan de defectos 1921, ésta se verificaba mediante copia del
subsanables o insubsanables; reputándose acto, en un registro preparado de antema-
serlo de la primera especie, los que afec- no, pero la ley de 24 de julio de 1921 ha
ten a la validez del mismo título sin cau- suprimido esos registros, sustituyéndolos
sar necesariamente la nulidad de la por-un archivo, formado por el registrador
obligación en el mismo contenida, y revis- (conservador) de hojas sueltas suminis-
tiendo la naturaleza de insubsanables las tradas por las partes. El régimen nuevo,
que produzcan necesariamente la nulidad implantado por la ley de 1921, se aplica a
de la obligación o la del título; a cuyo todos los actos que deben transcribirse, de
efecto debe atenderse, tanto a su conteni- acuerdo con la ley de 23 de marzo de 1855,
do como a sus formas y solemnidades, así que ha sido completada a dicho fin por los
como a los asientos del Registro con aquél artículos 13 y 14, nuevos. Es de aplicación,
relacionados. asimismo, a la transcripción de las sustitu-
Como es sabido, los defectos o faltas ciones previstas por el artículo 1069 del
insubsanables pueden referirse a las formas Código civil y a la transcripción que ha de
de los actos o a su contenido, aunque debe preceder la purga establecida por los ar-
distinguirse en cuanto a la primera, los tículos 2181 y 2182 del Código civil (ley de
actos cuyas formas son esenciales para su 24 de julio de 1921, art. 3°). En fin, tam-
validez (ad solemnitatem); en tales cir- bién se aplica en nuestro sentir, a la trans-
cunstancias, si el contenido solamente o cripción de donaciones, aun cuando la ley
de julio de 1921 no alude a ello; resulta,
(1) Cabanellas, G., Diccionario de Derecho en efecto, de los trabajos preparatorios,
usual, t. 1. pág. 619, Bs. Aires, 1953. que la intención del legislador fue modifi-
(2) Enciclopedia Jurídica ameba, DEFECTOS EN car la forma de transcripción en cuanto a
LOS TÍTULOS INSCRIBIBLES, subcapítulo "Defectos
subsanables e insubsanables", por el Dr. Mateo
Goldstein, Editorial Bibliográfica Argentina, Bs. (3) Enciclopedia Jurídica Española, Barcelona,
Aires, 1956. • : ' •• • : . ' nota de Manuel Lezón, t. 19, págs. 234 y 235.
todos los actos sujetos a esa formalidad... con firma autenticada o comprobada judi-
El registrador —dispone la ley— recibe los cialmente. Las sentencias y los actos pro-
dos documentos exigidos (original y copia): cedentes de países extranjeros deben le-
habrá de revisar una de las copias, devol- galizarse), 2660, primer apartado (Quien
viéndola al que se la entregó, conservando pida la transcripción de una adquisición
la otra, después de comprobar su confor- por causa de muerte, debe presentar...
midad con lo dispuesto por el artículo 13. el certificado de defunció?i del causante de
El registrador anota haber recibido esos la sucesión y una copia o un extracto au-
documentos en el registro de entrada; en téntico del testamento, si la adquisición se
cuanto al documento que conserva, habrá realiza a base del mismo), 2821 (Concesión
de ser inmediatamente anotado y rubrica- de hipoteca. La hipoteca se puede conceder
do en cada una de sus páginas, clasificán- también mediante declaración unilateral. La
dolos en seguida en el registro de entrada, concesión debe hacerse por acto público o
bajo un número de orden. El sistema no por escritura privada, bajo pena de nulidad.
prevé la posibilidad de que el encargado No se puede conceder por testamento), 2835
del registro deniegue la inscripción, en caso (Inscripción a base de documento privado.
de que ésta no se ajuste a las formalidades Si el título para la inscripción resulta de
legales, lo cual ha sido subsanado, si bien documento privado, la firma de guien ha
solamente en el régimen, especial estable- concedido la hipoteca debe ser autenticada
cido para Alsacia y Lorena. por ley de 1<? o verificada judicialmente. El solicitante
de junio de 1924. debe presentar el documento original o, si
En este sistema, que constituye una tran- se halla depositado en un archivo público
sacción entre los principios en que descan- o en el protocolo de un notario, una copia
saba el régimen de publicidad de Alsacia y autenticada con la certificación de que
Lorena y los principios generales del De- concurren los requisitos antes indicados.
recho francés, se prevé especialmente que El original o la copia queda en depósito en
el encargado del libro registro, en caso de la oficina de los registros inmobiliarios), y
comprobar si el derecho cuya inscripción 2837 (Actos formados en el extranjero. Los
se solicita es susceptible de ser inscripto, actos formados en país extranjero que se
si el acto conviene con las formalidades presenten para la inscripción deben ser
prescriptas, si el causante tiene un derecho legalizados). En cualquier otro caso, el con-
inscripto y, en fin, si las partes son capa- servador no se puede negar ni puede retar-
ces y se hallan debids mente representadas, dar la recepción de la entrega de los títulos
puede negarse a verificar la inscripción. La presentados ni a practicar las transcripcio-
oficina de registro, mediante decisión mo- nes, inscripciones o anotaciones solicitadas,
tivada, puede oponerse en forma terminan- así como a expedir las copias o los certifi-
te a ello, o fijar un término para que la cados. Por la negativa o el retardo está
omisión fuere subsanada. Vencido el plazo obligado al resarcimiento de los daños ori-
otorgado al efecto, la solicitud será recha- ginados á las partes. A tal efecto, éstas
zada si el solicitante no lo ha rubsanado. pueden hacer extender inmediatamente ac-
Pero, si antes de la expiración de dicho ta por un notario o por un funcionario
término, se presenta otra solicitud de ins- judicial asistido por tíos testigos".
cripción, concerniente al mismo derecho, de Messineo interpreta las prescripciones del
oficio se inscribe a favor del primer soli- artículo 2674, como que permite deducir
citante una anotación preventiva, que de que el conservador de los registros no
oficio también se cancela si la solicitud es realiza ningún control de mérito sobre los
desestimada (*). actos a transcribir, inscribir o anotar, en
C) El Código civil italiano contiene pre- cuanto los casos de negativa legítima in-
ceptos especiales acerca de la denegación dicados en el mismo artículo, conciernen
de inscripción de títulos, que según la ley a aspectos meramente formales de los mis-
deben ser registrados. Así, el artículo 2674, mos actos. El conservador no tiene el poder
dispone: "El conservador (registrador de la de controlar la procedencia del título de
propiedad) se puede negar a recibir las no- adquisición y, más en general, la substan-
tas y los títulos, si no están en carácter cia de ese título.
inteligible; y no puede recibirlos cuando el
título no tiene los requisitos establecidos • •< " Capítulo II
por los artículos 2657 (La transcripción no TEMA EN EL DERECHO ARGENTINO
se puede realizar sino en virtud de senten- 1. Disposiciones de la ley procesal. No
cia, de acto público o de escritura privada obstante las deficiencias de nuestro sistema
de Registros de la Propiedad, sería exage-
(4) Planlol, M., y Blpert. J., Tratado práctico
de Derecho civil, t. 3. núm. 678, Ed. Cultural, S. A., rado decir que el encargado de la inscrip-
La Habana, 1945. ción de los actos y títulos qus deben ser
registrados, realice una función meramen- de prescripciones que deben tenerse presen-
te mecanice;, limitándose a satisfacer el re- tes para la validez de la inscripción, como
querimiento de los interesados. Su función asi también de la cancelación de la hipo-
no es del todo pasiva, si bien no está asis- teca.
tido de facultades para cuestionar el de- El artículo 3138 dispone, por ejemplo:
recho, a los que requieren una inscripción "Para hacer el registro se ha de presentar
o a denegarlos, en los casos que así lo in- al oficial público encargado del oficio de
terprete. La ley orgánica de los Tribunales hipotecas, la primera copia de la escritura
de la Capital y Territorios Nacionales, nú- de la obligación cuando no se hubiere ex-
mero 1893, que goza de una venerable an- tendida en el mismo oficio de hipotecas,
cianidad, pues fue dictada en 12 de no- etcétera". La disposición concuerda con la
viembre de 1886, y reglamentada en la parte del artículo 2155 del Código civil francés.
que concierne al Registro de la Propiedad, Según lo dispone el artículo 1007 del mismo
de Hipotecas, de Embargos e inhibiciones, Código, puede presentarse también la se-
por decreto del Poder Ejecutivo Nacional gunda copia, si ha sido otorgada con la
de 22 de abril de 1903, contiene algunas autorización del juez.
reglas que conciernen a la materia de la Pues bien, de conformidad con el artículo
denegación de inscripción. Estas pueden 3128, la hipoteca sólo puede ser constituida
•denominarse, con la expresión de un tra- por escritura pública... ¿Qué sucederá si
tadista nuestro, como "seguridades otorga- se presenta al Registro, para los fines de
das por la inscripción", y son las que siguen: la inscripción, un. documento privado por
a) Inscripto un inmueble por título trasla- el que se constituye una obligación hipote-
tivo, no puede realizarse nueva inscripción caria, o no se determinan con precisión las
en virtud de un acto anterior a esa fecha fincas afectadas a la hipoteca, o las sumas
(art. 237). En este caso se impone la de- garantizadas? Es obvio que el encargado del
negación de inscripción, a cargo del en- Registro deberá denegar, de plano, la ins-
cargado de esta función, b) Examen de la cripción; lo mismo ha de ocurrir si se pre-
regularidad de los títulos en cuanto a la tende la inscripción de una hipoteca cons-
observancia de las formas .legales y a los tituida en el extranjero, que no hubiese sido
requisitos impuestos por las leyes; una previamente protocolizada por orden judi-
especie de contralor jurídico-financiero (ar- cial.
tículos 228 y 43-4 del reglamento) ( 5 ). De donde se desprende que la misión del
El articulo 230 de la ley orgánica de los registrador no es meramente burocrática,
Tribunales especifica todas las circunstan- pasiva. Está investido de suficiente autori-
cias que la inscripción deberá contener, dad, al menos, para observar la regularidad
bajo pena de nulidad; dicha enunciación aparente de los títulos, según puntualiza
sirve de base para el examen de los títulos Cammarota.
presentados a los fines de la inscripción; Las deficiencias u omisiones de las leyes
las omisiones, la falta de pago de los im- respecto a la amplitud de facultades de los
puestos, ilegalidades o, en términos gene- encargados del Registro de la Propiedad
rales, las que no guardan conformidad con —eia la Capital, igual que en las provin-
los antecedentes del documento, originan cias— han sido subsanadas en parte, por
la suspensión de la inscripción a objeto la doctrina nacional y especialmente por
de que las omisiones o defectos sean sub- la jurisprudencia.
sanados (arts. 43 y 44 del reglamente), de 3. Algunos casos jurisprudenciales. En
ser ello posible. Esta es también la facultad un conocido caso resuelto por las Cámaras
del registrador que, si bien puede suspen- civiles en pleno de la Capital Federal, se
der solamente el trámite en algunas cir- ha consagrado un principio que se ha hecho
cunstancias, puede deüegarlo definitiva- extensivo a todas las situaciones similares
mente en otros. y no experimentó modificaciones en el de-
2. Las reglas en el Código civil. Pasando curso de los años. El principio es el siguien-
ahora de las generalizaciones contenidas te: -'Procede la negativa del Registro de la
en la ley procesal, veamos las posibilidades Propiedad a inscribir una escritura de com-
que establece ei régimen hipotecario sobre pra-venta otorgada por los representantes
la denegación de inscripción. de una sociedad anónima extranjera, si el
Es sabido que la materia de la publicidad escribano omite expresar quién otorgó el
de la hipoteca se halla regida, entre nos- poder a dichos mandatarios y si estaban
otros, por la legislación de fondo. En este facultados para el!o conforme a los estatu-
sentido, dispone el Código civil una serie tos de la sociedad" (La Ley, t. 9. pág. 496).
(5) Cammarota, A., ¡Derecho hipotecario -ar- Se halla también consagrada la regla de
gentino, núm. 41Í. Ed. J. Lajouane y Cía., Bs, Al- la facultad del Registro de la Propiedad
r;s, 1929. para denegar una inscripción, en el pronun-
ciamicnto del Superior Tribunal de TUCH- comercial, penal, contencioso administrati-
man, que estableció: "No es por la via con- vo, laboral, de paz) y ya integren un tri-
tenciosa-administrativa que debe declamar- bunal unipersonal o colegiado (ministros
se por la negativa de inscripción de un de la Corte Suprema, carnarista.s. jueces
título en el Registro de la Propiedad, sino propiamente dichos). Tampoco habrá de
acudiendo a la superintendencia de la Cor- diferenciarse porque sean jueces de la Na-
te" (La Ley, t. 15, pág. 1048*. Este principio ción o de las Provincias, desde que la ley
ha sido también consagrado por la Supre- es de fondo y de aplicación en todo el te-
ma Corte de la Provincia de Buenos Aires, rritorio de la República. Pero no caben
en íallo registrado en su colección. (SOBA, dentro del contenido del precepto cuales-
17-VII, 487). . • quiera otros funcionarios judiciales, «. des-
JURISPRUDENCIA. - - La indicada en el epígrafe de
• pecho de la jerarquía de sus funciones, si
este trabajo "AU;unos casos jurisprudenciales", no revisten potestad de juzgar (procurador
general de la Nación o de las Provincias,
BIBLIOGRAFÍA. --La indicada en las notas. integrantes del ministerio público en cual-
quier fuero o instancia); ni tampoco aque-
DENEGACIÓN Y RETARDO DE JUSTI- llos otros que sólo cumplen labor de cola-
CIA.* Él Código penal argentino denomi- boración junto a los jueces (secretarios,
na asi el capítulo XI, del título XI (Delitos ujieres, oficiales primeros, empleados).
contra la administración publica) del libro El delito consiste en una omisión: "ne-
segundo, que abarca dos artículos. En el garme a juzgar". Pero, con el pretexto de
primero de ellos, el 273, se lee: "Será repri- oscuridad, insuficiencia o silencio de la ley.
mido con inhabilitación absoluta de uno No es imprescindible, por tanto, que efec-
a cuatro años el juez que se negare a juz- tivamente haya ocurrido perjuicio. No lo
gar, so pretexto de oscuridad, insuficiencia requiere el Código.
o silencio de la ley. En la misma pena in- ' Los términos del precepto son tomados
currirá el juez que retarde maliciosamente del Código civil que, en su artículo 15,
la administración de justicia después de dice: "Los jueces 110 pueden dejar de juz-
requerido por las partes y de vencidos los gar bajo el pretexto de silencio, oscuridad
términos legales". En el siguiente artículo o insuficiencia de las leyes". Dando la so-
274, se expresa: "El funcionario público lución a las dificultades que pudieran pre-
que, faltando a la obligación de su cargo, sentarse, en el artículo siguiente, cuando
dejare de promover ia persecución y repre- estipula: "Si una cuestión civil no puede
sión de los delincuentes, será reprimido resolverse, ni por las palabras, ni por el
con inhabilitación absoluta de seis meses espíritu de la ley, se atenderá a los prin-
a- dos años, a menos que pruebe que su cipios de leyes análogas; y si aún la cues-
omisión previno de un inconveniente insu- tión fuere dudosa, se resolverá por los prin-
;
perable". . : cipios generales del Derecho, teniendo en
Denegación de justicia. El transcripto consideración las circunstancias del caso".
artículo 273 se comporte, como se despren- De modo que, en materia civil, jamás po-
de de su simple lectura, de dos partes di- drá hallarse motivo para dejar de juzgar.
versas. El primer párrafo tipifica el delito Tampoco en materia penal, pero por via
de denegación de justicia; el segundo, el distinta. En efecto, aquí se hallará, expre-
de retardo. Por ser manifiestamente dife- sa, la prohibición de aplicar leyes análogas.
rentes,, hasta el extremo de que nada se El artículo 12 del Código de procedimientos
hubiera opuesto a que se los legislara en en lo criminal para la justicia nacional,
preceptos distintos, cabe referirse a ellos declara: "No podrá aplicarse ni por ana-
independientemente. Porque si bien tienen logía otra ley que la' que rige el caso, ni
áe común que, en ambos, el bien jurídico interpretarse ésta extensivamente en con-
tutelado es la administración de justicia tra del procesado". Y el artículo 13: "En
(más especifico aún que la administración caso 'de duda deberá estarse siempre a lo
pública), se verá que sus características y que sea más favorable al procesado". Dis-
requisitos presentan desimüitud. posiciones idénticas contenía la derogada
Sujeto activo del delito de denegación de Constitución Nacional de 1949, y se hallan
justicia es, pura y exclusivamente, un juez. en los diversos Códigos de forma de las
O sea, aquel funcionario, integrante del provincias argentinas. Los jueces, en caso
Poder judicial que ha recibido la misión de de oscuridad, insuficiencia o silencio de las
juzgar y sentenciar. La ley no efectúa dis- leyes penales, deberán sobreseer o absolver
tinciones, por lo que caben dentro de la al imputado, según el caso, pero jamás
norma los jueces de cualquier fuero (civil, abstenerse de pronunciarse.
Retarán de justicia. El segundo párrafo
• Por el Dr. AUREDO NOCETTI FA.SOUNO. del artículo 273 del Código penal se refiere
al delito de retardo de justicia. También días a los jueces y sesenta a las Cámaras
aquí el sujeto activo no puede ser otro que para dictar sentencia (art. 215), y su simi-
un juez. Vale, pues, todo lo dicho al res- lar en lo criminal, veinte y treinta días,
pecto con anterioridad. respectivamente (arts. 494 y 537).
Comete el delito, el juez que "retardare Tanto la denegación como el retardo ma-
maliciosamente la administración de jus- licioso de justicia, hallan sanción en el
ticia". El adverbio "maliciosamente" no se Código penal, porque tienden a destruir o
registraba en los antecedentes nacionales tornar ineficaz la misión del Poder judicial,
del precepto. Es un agregado que incorporó protectora de los derechos de los indivi-
la comisión de la Cámara de Diputa'dos en duos y de la sociedad.
1917. mientras se- preparaba el proyecto del La pena aplicable a los jueces que así
Código vigente, con lo quo sumó un re- delinquen, es, en ambos casos, de uno a
.quisito más para la tipificación de la in- cuatro años de inhabilitación absoluta, la
fracción. Y con lo que incorporó también que trae aparejado la privación de la
una escapatoria, por lo difícil de probar tal función judicial, del derecho electoral, de
malicia, por lo que en la práctica el delito obtener otros cargos públicos y la pérdida
se torna meramente declarativo, como se de toda jubilación, pensión o goce de mon-
demuestra con la inexistencia casi total de tepío (art. 19 del Cód. pen.).
casos jurisprudenciales al respecto. Cabe Incumplimiento de la obligación de pro-
destacar, sin embargo, que sólo el retardo mover la persecución y represión de los
debe ser malicioso, pues tal circunstancia delincuentes. El artículo 274, transcripto
no es requerida para la denegación de párrafos arriba, sanciona a quienes deja-
justicia. • , ren de cumplir la obligación consignada en
Contra la opinión de Rodolfo Moreno, el epígrafe. El sujeto activo del delito es
que exige en el juez que retardare la ad- aquí un funcionario público, que, según el
ministración de justicia, el ánimo de per- artículo 77, párrafo cuarto, del Código pe-
judicar, la inmensa mayoría de los comen- nal, es aquél que participa accidental o
taristas nacionales sólo exigen la concu- permanentemente del ejercicio de funciones
rrencia del dolo genérico. públicas, sea por elección popular o por
Otros dos requisitos deben afluir simultá- nombramiento de autoridad competente.
neamente para que el delito se configure: Mas no cualquier funcionario público po-
que haya mediado requerimiento de las drá constituirse en sujeto activo de esta
partes y que estén vencidos los términos infracción, sino el que, por razones del car-
legales. go que desempeñare, tuviere, entre sus
Aunque el Código se refiera, en plural, obligaciones, la de promover la persecución
a las partes, es unánime el pensar de nues- o represión de delincuentes. Estos funcio-
tros tratadistas de que basta el requeri- narios pueden ser tanto judiciales como
miento de una sola de ellas, para constituir administrativos y, sin ánimo de construir
al juez en estado de poder cometer el una nómina exhaustiva, diremos que pue-
delito. No debe confundirse este delito con den ser los jueces del fuero penal, inte-
la situación, de carácter administrativo, grantes del ministerio público fiscal, em-
que se plantea mediante la interposición de pleados de policía y gendarmería, funcio-
los recursos de queja por denegación o narios de los establecimientos carcelarios,
retardo de justicia previstos por los Códigos etcétera.
procesales, pues aquí no ocurre, de ordi- Este delito puede, en ocasiones, confun-
nario, el retardo "malicioso". En el delito dirse con el de encubrimiento, pues, algu-
de retardo de justicia, media el dolo. En nos funcionarios como los médicos (tam-
los demás casos a que aludirnos, puede no bién aunque no sean funcionarios), o aque-
existir y, de común, no existe. llos que conocen la comisión de un delito
También deben estar vencidos los tér- en el ejercicio de su actividad funcional,
minos legales, para que pueda hablarse de y que están obligados a denunciarlo, no
este delito. Se sobreentiende, como que el violan el precepto que comentamos, si de-
retardo es referido a la administración de jan de cumplir con su obligación consigna-
justicia, que tales términos son los que da, sino el art. 277, inc. 6? del Código penal.
la ley prevea respecto, no solamente a sen- Es un típico delito de omisión, pues se
tencias, sino también a cualquier resolución consuma por oí no hacer y es también un
judicial. Recordemos, otra vez, que el mero delito instantáneo pues queda consumado
vencimiento no basta; ha de sumarse el tan pronto venció el lapso dentro del cual
requerimiento de las partes del proceso o el acto funcional debió ejecutarse. Basta
juicio. A título ejemplif¡cativo recordemos el riólo p;enérico. Y so consumo, igualmen-
que el Código 'cíe procedimientos en lo civil te, aunque el delincuente no sea sustraído
para la justicia nacional, concede cuarenta ;i la acción de ia justicia.
A íin de ejemplificar, diremos que caen blicos e inexactitud en el ejercicio de sus
dentro de lo non.iado por el articulo 274 funciones), articulo 39G, sanciona aJ juez
de la ley sustantiva los procuradores y o tribunal que se niega a administrar jus-
agentes fiscales que, en violación del articu- ticia y a los fiscales y agentes fiscales que
lo lia, inciso 19, del Código de procedi- no interponen su acción en IOK casos en
mientos en lo criminal para ¡a justicia que la ley les. impone este deber (incisos
iiaeioaal, no promuevan la averiguación y 19 y 3?).
enjuiciamiento de los delitos, en el distrito El Proyecto de 1881, en el libro 29, título
eii que ejerciten sus funciones, y que lle- 2(.> (Delitos peculiares a los empleados pú-
gasen a su conocimiento por cualquier blicos), capitulo 111 (Prevaricación), ar-
medio; o los funcionarios policiales que, a tículo 137, expresa que "comete prevarica-
pesar de lo dispuesto en el artículo 184 del ción: ...29 el que se niega a administrar
mismo cuerpo de leyes, no averigüen los justicia dentro de los términos señalados
delitos que se cometan en su jurisdicción, por las leyes".
o no reciban las denuncias que se les hi- No existen disposiciones al respecto en el
cieren, o no verifiquen sin demora las di Código penal de 1886, pero, en cambio, es
ligencias necesarias para hacer constar el muy importante el Proyecto de 1891, pues
cuerpo del delito, o no procedan a la de- es el antecedente nacional más relevante
tención del presunto culpable, etcétera. Pe- cíe la ley vigente. En este proyecto, libro
ro, en cambio, no podrán ser sancionados 2°, título X (Delitos contra la administra-
según el delito que nos ocupa, los emplea- ción pública), capítulo XI (Denegación y
dos públicos a que alude el artículo 164 o retardo de justicia), en el que se observa
los funcionarios carcelarios en los casos del una igualdad en las denominaciones de tí-
articulo 613, ambos del Código procesal ci- tulo y capítulo con el Código actual, se
tado. hacía referencia a estos delitos en los ar-
Entre los pocos casos jurisprudenciales tículos 319 y 320. El primero de ellos es
existentes, al respecto, en nuestro país, similar al actual 273, menos en la expresión
mencionemos el fallo dictado por la Cá- "maliciosamente", que no registraba, y en
mara en lo criminal y correccional de la el agregado final de la frase "salvo la
Capital Federal, y publicado en "Jurispru- prueba de un inconveniente insuperable",
dencia Argentina", tomo 33, página 1156, y que, en cambio, no trae el vigente. El se-
que, en síntesis, dice: "Son punibles, de gundo es exactamente igual al 274 del Có-
acuerdo a lo dispuesto en e¡ artículo 274 del digo de 1922.
Código penal, los funcionarios públicos que, No aparecen modificaciones en el pro-
teniendo conocimiento de la perpetración yecto de 1906, idéntico al que venimos de
de un hecho delictuoso, omiten perseguir al comentar, y, como ya dijéramos, la comi-
delincuente". sión de la Cámara de Diputados, en 1917,
La infracción no se configura, sin em- introdujo algunas pequeñas modificaciones
bargo, si el funcionario de que se trate lo- hasta llegar a la sanción tíe los preceptos
gra probar que su omisión provino de un en la forma actualmente redactada.
inconveniente insuperable, circunstancia de Proyectos posteriores a lc>22. El Proyecto
hecho que queda al arbitrio de los juecer. de los doctores Jorge E. Coll y Eusebio Gó-
valorar debidamente, y que resulta, a jui- mez mantiene las denominaciones de título
cio de Soler, disposición muy poco afortu- y capitulo y, en los artículos 343 y 344,
nada. mantiene también la redacción utilizada
La pena asignada por el artículo 274, n por el Código vigente. La única diferencia
ese delito, es la de inhabilitación absoluta es que, a las penas de inhabilitación ab-
de seis, meses a dos años. soluta, agrega, en arabos casos, la de multa
Antecedentes nacrjualcs. El Proyecto entre 500 y 2000 pesos.
Tejedor (las citas de artículos se hacen El doctor José Peco, en su Proyecto, en
según el texto que fue Código penal de la el libro 29, sección cuarta (Delitos contra
Provincia de Euenos Aires), dentro dr) li- los bienes jurídicos del Estado), título 49
bro 2", en IP sección 2;-1 (Ue los crímenes y (Delitos contra la administración de justi-
delitos públicos y sus penas), en el título cia) , capítulo I (Delitos contra la actividad
'$> (De los crímenes y del)ios peculiares ;i judicial), se refiere a estas infracciones en
los empicados públicos), capítulo III 'Del los artículos 369 al 371. En el primero de
prevaricato), expresa en el artículo 335, ellos hay total igualdad con el actual 273,
que "í-omete prevaricato: ... 4? El juez qu" aunque reemplaza la pena de inhabilitación
se niega, a juzgar bajo pretexto de oscuri- absoluta por la de multa entre 100 y 1000
dad o insuficiencia de la ley". Y en el libro pesos. En el siguiente —art, 370— también
sección y título ya mencionados, capítulo mantiene la redacción del actual 274, pero
V.(Insubordinación de los empleados pú- efectúa igual mutación de sanciones, ya
que. en el Proyecto es Üe 100 a 2000 pesos a.) las partes integrantes de la formula y
de multa, e intercala una frase, según la que eran la demonstratio, la intentio y la
cual la represión lia de referirse no sólo condemnatio y tambien en cierta clase de
a los delincuentes, sino también a. "los acciones in adjudicatio: b) las adjeciones
autores de hechos calificados como delitos". o partes que unicamente se inscriban ; a
Por fin, en el articulo 371, sanciona la omi- solicitud del demandante o demandado;
sión de los que estando legalmente obliga- Los elementos de la fórmula en 1o que .se
dos a prestar su concurso a la justicia (tes- refería a las partes variaban en numero y
tigos, peritos, traductores, intérpretes), no en redacción, de acuerdo a la naturaleza
lo hicieren, que está tratado bajo otro ca- de la acción, ya que la única que no podía
pitulo en el Código de 1922. faltar era la mtcntio. representativa de la
El Proyecto del Poder Ejecutivo de 1951 pretensión del actor, sin la cual no podía
encuadra de muy diversa manera los de- haber proceso. La fórmula podía estable-
litos que ahora se conocen como denegación cerse in jus o in factum, según que la in-
,y retardo de justicia. tentio se fundase en reglas civiles o en he'
BIBLIOGRAFÍA. — Chauveau y Hélle. TAcuríc du
chos, respectivamente. :
Cade pena!, t. 3, págs. 23 y sigs. — Crivellart, II Ejercitada la actioniR editio, se procedí!
Códice panale per U rey/no critalia, t. 6. pigs. 43 n la apertura del debate especialmente re-
y sigs. — Díaz, E., El Código penal para la Repú- ferido a la determinación: a) de si era ne-
blica Argentina, pag. 494. — Gome?;. E.. Tratado
de Derecho penal, t. 5, págs. 583 y sigs. — Gonzá-
cesario conceder al demandante la acción
lez Roura. Derecho penal, t. 3. págs. 407 y sigs. — *'or ¿I designada y entregarle la fórmula;
Groizard. El Código penal rspafiol, t. •t. pigs. 107 b) de cómo debía ser redactada esa fórmu-
y stgs. — Jofré. T., El Código penal de 1922. pagi- la. Si !a acción pedida estaba ofrecida so.
nas 351 y sigs. — Mallo, M.. Código penal comen-
tado. t. 3, pftgs. 354 a 338. — Moltnarlo, A.. Dere-
bre el edicto no era licito al maglstrad(
cho penal, págs. 362 y sigs. — Moreno, R.. El Có- rechazarla, rudiendo denegarla tan sólo en
digo penal y sus antecedentes, t. 6, pégs. 291 y los siguientes casos: 1° Por haberse produ-
sigs. — Oderigo, M-, Código penal anotado, pági- cido la confessio in jure, puesto que el rc<
nas 379 a 381. — Pacheco, Código penal concor-
dado y comentado, t. 2. págs. 404 a 408. — Pinto
conocimiento o confesión por el demanda-
Bouquet, El Código penal concordado, pág. 330. — do de la deuda de una cantidad determina-i
Raffo de la Beta. Código penal argentino, t. 1, ;>á- da en dinero, o del derecho del actor, ponia
gina 84. — Soler, S.. Derecho penal arae.nf.no. t. 5. fin al proceso. 2° Si deferido el juramento
.piuS». 342 a 347,
necesario por el demandante al demandado
éste no lo prestaba, porque entonces per-
DENEGARE ACTIONEM." En el proce- día el proceso; pero si lo prestaba, o si el
dimiento ira jure correspondía al deman- demandante a quien había sido referido el
dante invitar al demandado a seguirle ín juramento no lo prestaba, la acción que-
jus, debiendo éste hacerlo personalmente daba denegada. 3° Si el demandado invo-
o designando un vindex que asegurase la caba •una excepción natural para su absn-
comparecencia del demandado en el dia iución y constaban los hechos en que apo-
fijado. S¿ el demandado no hacia .ni una yaba su derecho, supuesto en el cual era
ni otra cosa. es decir, si no seguía al de- inútil continuar el proceso y el magistrado,
mandante, in jus ni designaba el vindex. rehusando la fórmula, denegat actionem.
el pretor daba contra él una acción enca- •lo Si mediante el ejercicio de la acción se
minada a establecer una condena o a im- perseguía el cumplimiento de una obliga-
-poncr una multa. ción tachada de inmoral. En otros casos
Estando las partes ín jure. o sea habiendo (como los relativos a la acción de dolo,
comparecido, bien personalmente, bien ha- a In, acción dada al superficiario y la acción
ciéndose reemplazar en justicia por man- subsidiaria concedida al pupilo), el pretor
datarios (cognitores pracuratores, tutores se podía reservar la concesión de la acción,
>o curadores», el demandante procedía a la si lo creía conveniente, hasta después de
dctionis editio. consistente en exponer su conocido el asunto.
pretensión y en determinar sobre el edicto La importancia de esa posibilidad de
la acción que se proponía ejercitpr,. pidien- denegar la acción ha merecido de un tratadista
do la fórmula, consistente ésta en un?, ins- Argentino José Arias. el sigílente
trucción escrita, solemnemente redactada juicio: "Ante el pretor se realiza Ia primera
por el magistrado, en la cual se indicaba al faz del procedimiento in jure. Quien de-
que la cuestión a resolver y se le investía demanda debe indicar la ".cción icditin actio-
del poder de condenar o absolver al deman- nis que deduce contra el demandado tengase
dado. A continuación venia la fórmula pro- en cuenta que esta es una
piamente dicha, en que se dcterminibiui: una segunda edicto actionis. pues antcs de
iniciarse e1 actor debe hacer saber al
• "or «•! Dr. y.uíuci. 0;-;.oci.> Y "LOBIT demandado extrajudicialmente-ha
tándosela o señalándosela en el edicto— bles por razones de forma o de fondo. De--
la acción que piensa deducir (Lenel). Si cimos que esa facultad puede ser tácita,
¡.tai tí pret-or no es juez y, por lo tanto, no porque es evidente que si toda demanda ha
falla, puede sin embargo, como se ha dicho, de reunir una serie de condiciones o re-
negarse a acordar la acción, facultad que •quisitos legalmente establecidos, la inobser-
ha influido decisivamente en el progreso vancia o la carencia de ellos lleva implícita
del derecho honorario". no ya la potestad, sino la obligación del
Algunos autores señalan, si bien en for- juez de no admitirla a trámite, vale decir
ma dubitativa, la posibilidad de la denega- de rechazarla. En definitiva, constituye una
ción de acciones en el período de las legis denegación de acción, sobre todo si la inad-
actiones. Arangio-Ruiz se expresa al res- misibilidad no depende de un vicio formal
pecto en estos términos: "Mayor oscuridad subsanable, sino de un motivo de fondo,
rodea cuanto se refiere al modo de hacer como sería, por ejemplo, la pretensión de
valsr, en la práctica, las prohibiciones y que se condenase a una prostituta a yacer
limitaciones impuestas en las leyes imper- con el demandante por el hecho de haber
¡ectae. También en el sistema edictal ser- satisfecho anticipadamente el precio con-
vía a. este respecto la exceptio de la cual venido, o cualquiera otro igualmente aten-
se valia, por ejemplo, quien había hecho tatorio a la moral o al orden público (en
una donación prometida superior a mil el sentido jurídico y no en el -policial, como
ases, para rechazar la acción intentada por agudamente distingue Cabanellas).
el donatario. Nada sabemos, en cambio, En la Argentina, esa facultad de recha-
sobre el período de las legis actiones. Ante zar la demanda se halla expresamente con-,
semejante silencio de la ley respecto a los signada en el artículo 75 del Código de
modos de aplicación, ¿deberá decirse im- procedimientos de la Capital, preceptivo de
plícitamente una autorización al magistra- que "los jueces podrán repeler de oficio las
do jusdicente para negar la acción al dona- demandas que no se acomoden a las reglas
tario? Esto parece lo más probable a Wlas- establecidas, expresando el defecto que con-
sak y a cuantos con él estiman tener un tengan; y si no resultare claramente de
rancio abolengo los poderes discrecionales ellas que son de su competencia, mandarán
del pretor. El resultado sería una distinta que el actor exprese lo necesario a ese res-
protección, aun cuando no siempre inferior pecto". Las reglas a que se condiciona el
a la de la lex minus quam perfecta (inferior rechazo de la demanda son las mencio-
a la donación real y directa que no estaría nadas en los artículos 71 y 74 del precitado
sometida ni a revocación ni a pena; pero texto legal.
superior ante la donación prometida, la Con referencia al¿procedimiento civil es-
cual, en lugar de ser exigida primero coac- pañol. Manuel de la Plaza expresa que vin-
tivamente pqr el donatario y después casti- culado con el valor de la demanda como acto
gada, sería, como consecuencia de la ne- inicial del proceso, se halla el problema de
gativa del pretor, cortada de raíz). Pero la posición del juez frente a la que esté
precisa confesar que, en lo referente a este viciosamente construida, debiendo distin-
problema, estamos muy mal informados". guirse entre su valor, como causa do una
A este mismo respecto de las donaciones, decisión favorable a las pretensiones del
Arias Ramos señala que la eficacia de la lex demandante, y su eficacia como elemento
Cincia, determinante de una tasa relaciona- para que válidamente se constituya la re-
da con la fortuna del donante, no podía ser lación, abstracción hecha del proceso. "El
asegurada (puesto que se trataba de una juez —dice— no puede, en ese período ini-
ley imperfecta, ya que ni imponía sancio- cial, prejuzgar las consecuencias de la de-
nes a quienes realizaban una donación manda, aunque está asistido del poder de
prohibida, ni declaraba la nulidad de ésta), rechazar o, por lo menos, de suspender el
sino por medios procesales defectuosos, bien curso de la que se halle viciosamente cons-
denegando al donatario la acción corres- truida" y si bien en la vigente ley de en-
pondiente (denegatio actiones), bien dando juiciamiento civil ha desaparecido oí pre-
al donante el medio para rechazarla (ex- cepto que en la de 1855 facultaba a los
ceptio legis Cmciae). jueces "para repeler de oficio las demandas
En el Derecho procesal moderno no exis- que no se fundasen con claridad y que r>o
te una facultad judicial igual a la denega- se acomodasen a las reglas establecidas",
tio actiones romana, por lo menos con- el es lo cierto que la ley de enjuiciamiento
alcance y significado que aquélla tenía. Su civil preceptúa que la demanda carente de
equivalente actual podemos encontrarlo en determinados requisitos, no será admitida;
la facultad —expresa o tácita— que corres- y si. también es verdad que la jurispruden-
pondo a los jueces para rechaznr do plano cia del Tribunal Supremo ha sentado la
aquellas dcmnr.rtas que resulte»—inr' doctrina do ¡que no puede rcchnznrse de
plano la demanda, no lo es menos que ese de divorcio vincular ( 2 ), aunque las partes
rigor, encaminado a no prejuzgar cuestiones fueren ciudadanos de países en que dicho
que sólo la sentencia puede decidir, se ate- divorcio pudiera ser concedido; o para re-
núa en casos específicos y muy caracteri- clamar en apuesta análoga a un juego
zados, "en que patentemente y a primera prohibido. • 1
vista resulta inadmisible la demanda y b) Legitimación. Ella es indispensable,1
quiere evitarse un consumo, tan inútil co- y el juez debe examinarla previamente a la
mo vicioso, de actividad procesal". Así, de entrada en la pura sustancia del asunto,
acuerdo con dicha jurisprudencia en los pudiendo ser incluida entre los' requisitos
casos de presentación de la demanda fuera de admisibilidad.
del término legalmente establecido; de de- c) Necesidad de tutela jurídica. Sin en-
mandarse responsabilidad a los funciona- trar —por nuestra parte— en el exametí
rios públicos sin acompañar cierto docu- del debatido problema acerca del contenido
mento previsto en una disposición regla- del concepto de necesidad de tutela jurídi-
mentaria; de demanda tendiente a enervar ca, destacamos las palabras del autor es-
la eficacia de resoluciones ejecutorias, pañol al sostener que "en cuanto a su tra-
consentidas en un procedimiento idéntico tamiento desde el punto de vista de la de-
anteriormente tramitado. manda, la necesidad de tutela jurídica..
Fairén Guillen, al desarrollar la voz "De- ha de ser un requisito de admisibilidad d<
manda" en la Nueva Enciclopedia Jurídica la misma", pues "así se induce de quienes
(Ed. Seix, Barcelona, 1954), sostiene que la la estudian, bien como figura concreta;
demanda para ser admisible ha de reunir bien a través del examen de la causa dé
determinados requisitos que pasan a tener los actos procesales y su necesidad".
un valor lógico preferente en cuanto a la Dé acuerdo con Beceña (citado por Fal'
resolución sobre el fondo del asunto que se rén), "los poderes del juez ante una de-
pretende obtener, siendo la admisibilidad el manda incompleta, pueden ir desde la
marco previo de la tundamentaclón. El suspensión de su admisión hasta que el re.
autor comentado clasifica en tres. grupos quisito olvidado la complete, hasta dejai
los presupuestos de admisibilidad de la a la parte contraria el cuidado de alegal
demanda: de carácter procesal, de carácter las excepciones dilatorias que procedan".
fiscal y de fondo, refiriéndose los primeros Hemos reseñado en una primera parte di
a las partes, al objeto, a la dinámica pro- este trabajo . el significado procesal de
cesal (tiempo, lugar y forma), y su inexis- denegare actionem en el Derecho romano
tencia da motivo unas veces al rechazo y hemos presentado luego un "paralelo en-
directo de la demanda y otras abre el ca- tre aquella facultad y la que modernamen-
mino al demandado para oponer la excep- te ostentan' los jueces para rechazar nt
ción que corresponda; los segundos, o sea inífío aquellas demandas que no reúnan
los presupuestos de carácter fiscal, afectan ciertos requisitos de forma o de fondo. . :
a la admisibilidad de la demanda en BIBLIOGRAFÍA. — Petlt, E., Tratado elemental &
cuanto no se hayan cumplido las normas Derecho romano. Ed. Alb&tros, Bs. Aires, 1954. —
sobre esa materia; y los terceros —presu- Aranglo Buiz. V., Historia del Derecho romanos
Ed. Beus, Madrid, 1943. — Arias Ramos, J., Dere-
puestos de admisibilidad por razón de fon- cho romano, Ed. Revista de Derecho Privado, Ma-
do— pueden presentar estos aspectos O ) : drid. s/f. — Arias, J.. Manual de Derecho romano,
a) Inadmisibilidad ad límine de la pre- Ed. Kraft, Bs. Aires, 1941. — Cabanellas. G.. Dic-
tensión. A este efecto, recuerda Fairén Gui- cionario de Derecho usual, t. 1, pág. 619, Bs Ai-
res. 1953. — -Piara, M. de la. Derecho procesal ci-
llen que, según Redenti, en aquellos casos vil español, Ed. Revista de Derecho Privado, Ma-
en que la resolución pedida sea, por tu tipo, drid. 1945.
de aquellas que la ley no admite, o que
esa resolución no se solicite a través de una DENUNCIA.* La denuncia, que unas ve-
causa petendi que en abstracto sea idónea, ces es facultativa (art. 155) y otras obli-
el juez debe repeler ad limíne la demanda gatoria (arts. 164 y 165) ,"la puede efectuar
por lo que él denomina improponibilidad toda persona capaz, es decir, no una de
objetiva. Tal sucedería en el caso dé promo- las incapaces que enumera el articulo 54
verse ante un tribunal español una demanda del Código civil, que presencia la cosnisión
de cualquier delito que dé lugar a la acción
(1) Ya se comprende que nos limitamos a ex- pública o que por algún otro medio tuviere
tractar el planteamiento hecho por Pairen Guillen
Sin entrar en su desarrollo, porque lo único que conocimiento del mismo, ante el juez com-
& los efectos de la voz que estamos estudiando nos -
Interesa, es cuanto tiende a demostrar la posibi- (2) Innecesario es decir que el ejemplo se re-
lidad del rechazo de la demanda por razones de fiere a la legislación actual de España, ya que la
fondo o de forma, ya que es ese aspecto de la República admitió el divorcio vincular
cuestión el que se vincula al tema de la denega-
ción de acción. ' * Por el Dr. RICARDO I.EVENE (TI.I.
pétente, los íuncionarios del ministerio su estado, oficio, empleo, profesión o arte,
fiscal y los íuncionarios y empleados supe- de un secreto cuya divulgación pueda
riores de la policía de la capital y territo- causar daño, lo revelare sin justa causa.
rios nacionales — jefes de policía y comi- La denuncia debe contener, en cuanto
sarios— (art. 155). La denuncia corresponde sea posible, la relación circunstanciada del
entonces únicamente en los delitos que dan hecho considerado delictuoso, expresando
lugar a la acción pública. el lugar, tiempo y modo cómo fue perpe-
Sin embargo, no se admiten denuncias trado, y con qué instrumentos; los nombres
de descendientes contra ascendientes, con- de los autores, cómplices y auxiliadores
sanguíneos o afines y viceversa, ni de un en el delito, así como de las personas que
cónyuge contra otro, ni de hermanos entre lo presenciaron o que pudieren tener co-
sí, salvo que el delito se haya cometido nocimiento de su perpetración y todas las
contra el denunciante o contra una per- indicaciones, y demás circunstancias que
sona cuyo parentesco con el denunciante puedan contribuir a comprobar el hecho,
sea el más próximo que el que lo liga con- determinar su naturaleza y gravedad y
tra el denunciado (art. 163). La prohibi- averiguar las personas responsables (ar-
ción tiene por objeto la defensa de la tículo 156).
cohesión y organización familiar. La denuncia puede hacerse personalmen-
La denuncia, en general, es' facultativa, te o por medio de mandatario con poder
pero toda autoridad o empleado público especial, y puede ser escrita o verbal. Si
que en ejercicio de sus funciones adquiera es escrita, la debe firmar el denunciante (se
el conocimiento de un delito que dé lugar evitan así las denuncias anónimas), y si
a la acción pública (y puede agregarse, rio puede hacerlo, otra persona a su ruego.
que esté vinculado con la función que de- El funcionario que la recibiere rubricará y
sempeña), está obligado a denunciarlo a sellará todas las hojas en presencia de
los funcionarios del ministerio fiscal, al quien la presenta, que también la podrá
juez competente o a los funcionarios o em- rubricar.
pleados superiores de la policía de la Ca- Si la denuncia fuere verbal, el funciona-
pital y de los territorios nacionales. En caso rio que la recibe extenderá un acta en for-
de no hacerlo, incurrirán en las responsa- ma de declaración, en la que expresará lo
bilidades establecidas en el Código penal que manifieste el denunciante, firmándola
(art. 164), es decir, serán pasibles de, la ambos (arts 157 a 159).
pena establecida para el encubrimiento El funcionario que recibiere una denuncia
(art. 277 de la ley de fondo). Así,*por hará constar la identidad del denunciante
ejemplo, los médicos, cirujanos y demás por su cédula, dos testigos o juramento. Si
personas que profesan cualquier rama del la denuncia fuera hecha por mandatario
arte de curar, harán conocer, dentro de especial, el testimonio respectivo se agre-
veinticuatro horas, o inmediatamente, en gará a los autos. Se dará a los denunciantes,
caso de grave peligro, los envenenamientos si lo solicitaren, una nota o certificado en
y otros graves atentados personales, cua- que consten el día y hora de su presenta-
lesquiera que sean, en los cuales hayan ción, el hecho denunciado y los compro-
prestado los socorros de su profesión, al bantes que se hubieren presentado (artícu-
juez, al fiscal o a los funcionarios policia- los 160 a 162). •
les, bajo pena de ley. Al declarar, indicarán Los jueces que recibieren una denuncia
el lugar donde se encuentra la víctima y, con todos los requisitos enumerados, están
en cuanto fuera posible, los nombres y obligados a iniciar las diligencias necesa-
demás circunstancias que puedan servir rias para la averiguación del hecho y de
para averiguar el hecho. Si fueran varias los delincuentes. Si la denuncia se efectua-
las personas que han asistido al lesionado, re ante los funcionarios del ministerio fis-
todas deben declarar. Se exceptúa de dicha cal, éstos la comunicarán a la brevedad
obligación a quienes hubiesen tenido co- posible al juez que debe instruir el sumario,
nocimiento del delito por revelaciones que y cuando se hiciere p.nte los funcionarios
les fueran hechas bajo el secreto profesio- policiales, éstos deberán practicar sin de-
nal (arts. 165 a 167), ya que hay hechos mora todas las diligencias de carácter ur-
que se conocen en el ejercicio de la profe- gente que exija la investigación criminal,
sión, pero no bajo el secreto profesional, dando cuenta del hecho denunciado al juez
y otros que sólo se- comunican bajo se- que corresponda, inmediatamente después
creto. " - . ' " ' . . ' . . de haber llegado a su conocimiento (artícu-
El secreto profesional está caracterizado lo 169). :
por razones de moral e interés social, según El denunciante, a diferencia flel quere-
el artículo 156 del Código penal, que repri- llante, no contrae ninguna obligación que
me al que teniendo noticia por razón de lo litrue al procedimiento, sometiéndolo al
juez de la causa, ni incurre en responsa- tiempo se han ejercido no son extrañas.
bilidad alguna, salvo el caso de calumnia Estos inconvenientes desaparecen cuando
(art. 168). Pero ahora, a raíz de la ley de el accidente es seguido inmediatamente por
reformas núm. 13.569, se ha incorporado al una información efectuada en los mismos
Código penal el delito de falsa denuncia lugares por un hombre observador e im-
(art. 245). parcial; todo está todavía en su lugar, nad
La Cámara del Crimen de la Capital, de confusiones ni de posibles errores, los tes
por acordada del 3 de noviembre de 1939, tigos no pueden excusarse tras la indecisió
resolvió que en caso de denuncias o quere- de sus recuerdos, ninguna influencia ha
llas a presentarse directamente ante los aún que temer. La luz se hace entonces ta
jueces, las mismas debían dejarse en la Se- completa corno es posible" ('). Por su part
cretaría externa de la Cámara. Mediante Unsain agrega: "El procedimiento adm
un sorteo, se establece el orden de los nistrativo se inicia con el acto de rienunci
juzgados de instrucción y correccionales del accidente. Quiere la ley que el infor
que deben entender sucesivamente en ellos, tunio ocurrido al trabajador, ya origine las
y do acuerdo al orden de dicho sorteo, se peores consecuencias (muerte) o ya las má
distribuyen por el secretario del tribunal leves (seis días de incapacidad para e
las denuncias o querellas, de acuerdo a la trabajo) adquiera notoriedad y publicidae
hora de su presentación. a fin de que no quede en el silencio de la
En el escrito de presentación se dejará cuatro paredes del taller donde ha ocurrí
constancia del juzgado que debe entender do. Si esto último sucediera, se dificultar!
en la causa. Dicha acordada fue hecha en extremo la efectividad de los derecho
extensiva a los turnos de plenario por otro que la ley concede al trabajador, se malo
acuerdo del 13 de octubre de 1941. grarían las funciones de prevención qu
tanta importancia tienen y resultaría im
DENUNCIA DE TRATADOS. (V. TRATA- posible la formación de la estadística, sil
DOS. INTERNACIONALES.) olvidar que tal silencio se prestaría a frau
des, especialmente en el caso de los acci
DENUNCIA DEL ACCIDENTE DE TRA- dentes fatales, en que las víctimas carece]
BAJO.* SUMARIO: 1. La denuncia. 2. Denuncia de herederos y en que la indemnización, «
por el trabajador. 3. Forma de la declara- consecuencia, debe ingresar al fondo d
ción. 4. Plazo para la denuncia. 5. Incum-
plimiento del aviso, 6. La denuncia del ac- garantía" ( 2 ).
cidente en la Argentina. Grünberg (3) y Miraldi (<-) estiman qu
sirve para fijar el momento inicial de lo
1. La denuncia. Casi todas las legisla- plazos de prescripción. En resumen, com
ciones han establecido la obligación de de- dice Cabanellas: "la renuncia tiene pe
nunciar el. accidente del trabajo después de objeto el fijar la causa del siniestro y de
ocurrido, en un plazo que varía de acuerdo terminar las responsabilidades derivadas
a las diversas legislaciones. del mismo; de esa manera, sin retardo en
Según Sachet: "Cuando el accidente se las posibles comprobaciones, se deja cons-
produce, no es suficiente acudir en ayuda tancia de los hechos ocurridos, de sus po-
de las víctimas; es necesario tomar medi- sibles orígenes, para iniciar así la in-
das para prevenir la repetición de los mis- vestigación correspondiente, si fuera nece-
mos. Estas medidas requieren el conoci- sario, por parte de la autoridad adminis-
miento exacto de la causa del siniestro y trativa" (•"').
la determinación de la parte de las res- Para Sachet —cuya tesis compartimos—
ponsabilidades. Es hacia ese fin que se de- son precisas tres condiciones para que el
be orientar. La experiencia ha demostrado i efe de industria o su delegado, deba hacer
que el fracaso o la insuficiencia de la ma- la denuncia. Ellas son, según el autor ci-
•yoría de las investigaciones eran debidos tado: "1°, que ocurra uri accidente; 2°, que
al retardo de las primeras constataciones: esto accidente haya ocasionado una inca-
cuando la justicia interviene, el estado de
los lugares ba sido modificado, la máquina, (1) Sachet. A., Accidentes del trabajo ji las en-
que ha herido a la víctima, ha sido des- fermedades profesionales, t. 2, pág. 41. Bs. Ai-
plazada o transformada; los testigos, en- res. 1947.
(2) Unsrún, A. M., Accidentes fiel trabajo pi-
contrándose en presencia de un escenario ÍTinn 222, Bs. Aires, 1917.
diferente ya no tienen un recuerdo preciso CTl Gninber't, C. K, La legislación del Un-
de los acontecimientos: se explican mal. rniav en materia de accidentes del trabajo ;/ rn-
cometen errores y confusiones a las cuales fKri'íCdades profesionales, pág. 68. Montevideo
1944.
las influencias interesadas que en todo (41 Mírp.Irti, O.. O'í infvrt'tini stil la-joro e !t> me-
Intt'C prnfessionali. '¿* od., pát*. 103. Padua, 1954.
(5) Cnhanel'Nis, O.. Tratado de Derecho ¡abo-
* Por el Dr. ALFREDO j. RÜPRECHT. faJ. t. 4. pág, 311. Bs. Aires, 1949.
pacidad de trabajo; 3?, que haya ocurrido del empleador, la víctima o sus derecho-
en un establecimiento sometido a la iey" («¡). habientes pueden realizar la misma decla-
La primera condición lleva al concepto ración, ia cual puede ser favorable a su
que se tenga en las legislaciones sobre el derecho, cuando el certificado médico que
accidente de trabajo (V. OMEBA, 1.1, página se acompañe o ¡a declaración de los hechos
163). En consecuencia, cuando se ha pro- acaecidos desvirtúe alguna de las mani-
ducido otra clase de accidente, no es obli- festaciones patronales. En la Argentina, la
gatoria la denuncia, aunque si conveniente, declaración por parte del trabajador es
insertando en la comunicación las referen- obligatoria, conjuntamente con la del pa-
cias correspondientes. : . trono. En Gran Bretaña y demás países del
La segunda condición, o sea de que el ac- Imperio británico, es a cargo exclusivo de
cidente haya ocasionado una incapacidad la victima o sus representantes ( 10 ).
de! trabajo, implica que es necesario que El trabajador debe siempre, además, avi-
durante cierto tiempo el trabajador no pue- sar a la empresa -acerca del accidente que
da desempeñarse en sus tareas. "De mane- ha sufrido, quedando liberado de esa obli-
ra general, el término accidente ha sido gación únicamente en el caso de fuerza
interpretado de manera bastante extensiva. mayor ( u ) .
Existiendo la obligación de proceder a la 3. Formas de la declaración. La denun-
declaración en un plazo muy breve y la di- cia, "que es un acto expreso y categórico,
ficultad frecuente, para el declarante, 'de Que en manera alguna puede ser táci-
darse cuenta exacta del grado de gravedad to'" ( 1 2 ) , debe contener una serie de enun-
del accidente, es bastante delicado esta- ciados, que en todas las leyes son más o
blecer entre los accidentes una relación en menos los mismos. Los principales son: 1)
lo que concierne a su origen presunto. Así, Nombre y domicilio del denunciante, sea
en la mayoría de los casos, las leyes na- patrono o empleado; 2) La causa, natura-
cionales especifican en qué situación los leza y circunstancias del accidente o en-
interesados deben proceder a la declara- fermedad; 3) Las personas víctimas del
ción, no dejando — a este respecto— más infortunio y el lugar en que se encuentran;
que un po.der de apreciación reducido al 4) Naturaleza de las lesiones; 5) Personas
mínimo" (~). Así, la legislación de Francia que tengan derecho a las indemnizaciones;
exige la denuncia para todo accidente que 6) Salario de la víctima; 7) Personas que
produzca una incapacidad para el trabajo; presenciaron el hecho; 8) Razón social o
Suiza, para todo accidente seguido o vero- nombre del patrono (13).
símilmente seguido do enfermedad, inva- Si pasado un plazo después del accidente
lidez o muerte; Uruguay y Austria siempre la víctima no ha retornado al trabajo, el
jue el infortunio produzca una incapacidad patrono debe acompañar un certificado
superior a tres días. médico. En Francia es a los cuatro días; en
Cuando la incapacidad no aparece in- el Uruguay, a los quince.
mediatamente después del hecho generador, Generalmente existen formularios impre-
sino que se manifiesta con posterioridad, sos que contienen todos los datos que de-
el aviso debe correr a partir del momento ben ser llenados para efectuar la denuncia
en que el trabajador interrumpe sus ta- del hecho.
tareas (»). 4. Plazo para la denuncia. Según los paí-
La tercera condición exige que el acci- ses, el plazo varía desde las veinticuatro
dente haya ocurrido en algún estableci- horas (") hasta cinco días («). Para los
miento sujeto a la ley sobre infortunios la- trabajadores el término es mayor ( 1 6 ).
borales, requisito lógico, pues si no se debe En Francia, en que el plazo para efecti-
indemnizar el hecho, no se tiene por qué vizar el aviso es de cuarenta y ocho horas
denunciarlo. t —no computándose los domingos y feria-
2. Denuncia por el trabajador. La mayo- dos—, cuando el accidente no ha producido
ría (ie los países imponen la obligación de la suspensión del trabajo inmediatamente^
la denuncia al patrono o a sus delegados (°)
Ello no impide que ella pueda ser hecha (10) Cfr. Castro, A., Accidentes do trabalho.
5t ed . pfi.^. 332. Rio de Janeiro, 1939.
por el trabajador cuando el empleador (11) 3r;-.sil. Ley c!e accidentes del trabajo, ar-
omita efectuarla. Aun en caso de que se ticulo 32; Francia, ley de 1946. art. 23.
hubiese efectivizado la obligación por parte (12) Unsain, op. cit., pág. 222.
(13) Kcv.aclor. Código del trabajo, art. 323:
( 5 ) Op. cit., t. 2. pátrs. 45 y sigs. Mfxico. Lev federal del tra,ba.<o. art. 313: Repú-
(7) Bureau International di; Trova* 1. La répd- blica Dominicana, ley 385. art. 8": Perú, ley 1378.
roíion des accidenta tiu iravail, págs. 483 y 484. ?.rt. 37.
Ginebra, 1925. ' " y (14) Brasil.
(8) Op. cit.. t. 2, pág. 46. (15) Uruguay.
(9) Francia, Bélg ca, España Suiza, Alemania, no Quince días en e! UrnijuBy. y treinta en
Par.íimá, Guatemala. Bollvia. etc. ~\:\ Argentina.' ' . •
aquél empieza a correr desde que el obrero esta norma, una grave sanción para el
deja de trabajar como consecuencia poste- trabajador que no cumple con poner en
rior del evento dañoso. conocimiento de las autoridades el acci-
5. Incumplimiento del aviso. Si el patro- dente, pues le priva del 25 por ciento de la
no no acata la norma que le obliga a dar indemnización. Esta pena no tiene el ca-
aviso de 1?. existencia del accidente, incurre rácter de una multa, según Unsain, pues
en penalidades, consistentes en el pago de el que se beneficia es el patrono, que se
multas. libera del pago de una parte de la indem-
Cuantío el trabajador o sus derecho-ha- nización (-u). Consideramos que ese no ha
bientes deban dar el aviso, la omisión se podido ser el objeto de la ley, beneficiar a
pena igualmente con multas, salvo en la una de las partes por la transgresión que
Argentina, en que la sanción es más grave, comete la otra. El incumplimiento de la
pues se incurre en la pérdida del 25 por obligación impuesta al trabajador le repor-
ciento de la indemnización. \ ta una sanción, sanción que no puede con-
La falta de comunicación no impide que sistir en que el patrono se libere de abonar
el empresario use de los derechos que la parte de lo que debe pagar, sino en desti-
ley le acuerda, ni que el obrero recláme- nar la suma afectada por la pena a otro
la indemnización que le corresponde. En destino que, lógicamente, en este caso, debe
el Uruguay, la autoridad competente, ven- ser la Caja de Garantia creada por la ley
cidos los plazos de cinco días para el pr.~ 9688. Así,, por otra parte, lo ha interpretado
trono y de quince para el trabajador, ya la jurisprudencia (21).
no acepta la denuncia. "La ley presupone El plazo dentro del cual el trabajador
que después de este plazo perentorio de debe comunicar el infortunio laboral no
quince días, la información sumarial seria fue establecido por la ley, pero sí pnr el
inoportuna e inocua, perdería todo su va- decreto reglamentario nacional, en su ar-
lor práctico y con la substanciación de la tículo 17, el cual implantó el de treinta días,
misma no podrían ya alcanzarse los efectos excesivo a nuestro parecer. El decreto 1005/
que persigue la ley al mandar instruir el 49, en sus artículos 2<? a 6"? reglamentó la
sumario inmediatamente —es decir—, cuan- denuncia, manteniendo el criterio de treinta
do todavía pueden encontrarse en el lugar días para el trabajador, elevándose a tres
del hecho los testigos presenciales del mis- días el plazo para el patrono o asegurado-
mo y los elementos conñgurativcs del res. El artículo 2<?, en su parte pertinente,
accidente. La omisión de esta formalidad dice: "Los trabajadores damnificados o sus
no perjudica los derechos de la víctima del familiares, denunciarán el accidente, den-
accidente. Si el patrono no cumple la obli- tro de los treinta días de ocurrido el hecho,
gación de denunciar el infortunio, la ley o de haber llegado a su conocimiento. Los
castiga esa omisión con una sanción ad- patronos o los aseguradores deberán ha-
ministrativa. Si el obrero tampoco hace la cerlo dentro de los tres días, contados desde
declaración del accidente, su derecho a la el momento en que se informaron del in-
indemnización tampoco sufre por esa cir- fortunio". Se ha considerado que la san-
cunstancia ninguna alteración. Esa omisión ción impuesta al trabajador fue dejada sin
sólo significa el abandono, por parte del efecto por el decreto 1005/49, en virtud de
obrero, de una ventaja de orden procesal
que puede a veces influir sobre el resultado
del juicio, pero, en ningún caso, sobre su mismo, sus derecho-habientes, deberán poiier el
accidente en conocimiento de la autoridad judi-
derecho a exigir la indemnización" ("). cial o policial más próxima, en el término que e!
. No es procedente la excusa de la buena Poder Ejecutivo determine, so pena de sufrir una
fe para eximirse de la responsabilidad por reducción del veinticinco por ciento de la indemni-
la omisión de la denuncia, ya que la in- zación correspondiente, salvo caso de fuerza mayor
o impedimento de otro orden debido mente cons-
tención culpable no se exige para reprimir tatados. Igual manifestación está obligado a ve-
esta violación ( 18 ). rificar el patrón dentro de las veinticuatro • ho-
6. La denuncia del accidente en la Ar- ras de haber llegado el accidente a su conoci-
miento, bajo la pena de multa do cincuenta a
gentinu. La ley 9688, en su artículo 25, ha cien pesos. La autoridad pública racional que re-
establecido la obligatoriedad del aviso, tan- ciba la denuncia del hecho, deberá ponerla en el
to al patrono como al empleado u obre- día en conocimiento cíe! patrono y de la Oficina
ro (i»). Se ha establecido, por medio de del Departamento Nacional del Trabajo que fun-
cionare en el lugar del accidente. T<~nal procedi-
miento se Solicitará de los gobiernos do provin-
(17) De Ferrari, F.. El nuevo Derecho sobre ac- cia por parte de los .funcionarios referidos que de
cidentes del trabajo, pág. 127, Montevideo, 1942. ellos dependan".
(l!Jf 3u,:n, M.. Traite pratigue da !a lé;;'.s'at<>-n ( 2 0 i Op. di., pág. 225.
sur i'cs accidenta du tra.vc.il et les ma]odf»s profcs- (21) Cám. Apel. Trab. Cap., Sala 2». 8-4-948,
tionnelles, pág. 71, París, 1939. L. L., t. 50., pág. 305, y 12-9-949,: L. L.. t. 57, sa-
(19 ¡ "El obrero, y en caso de fallecimiento del gina 526.
haber sido derogado el artículo 17 del de- al contestarse la demanda (La Ley, t. 9,
creto reglamentario nacional. pág. 126), debiendo ser restrictivamente
Estimamos que la sanción no ha desapa- aplicada esta reducción (Gac. del Trab., t.
recido, dado que el artículo 25 de la ley 2, pág. 312).
9688, pese a todas las modificaciones sufri- La omisión de la denuncia por el traba-
das por dicha ley, no ha sido alterado. El jador sólo trae como consecuencia la pér-
cambio de redacción del articulado corres- dida de parte de la indemnización, pero no
pondiente al decreto reglamentario no pue- influye sobre la prueba producida para de-
de variar la situación, pues si la ley esta- mostrar la existencia del accidente (C. S.
blece la sanción (art. 25) y el decreto JT., La Ley, t. 13, pág. 84).
reglamentario fija el plazo solamente (ar- JURISPRUDENCIA. — La citada en el texto y notas.
ticulo 29), la sanción va implícita. Estando
en la ley la punición, el decreto reglamen- BIBLIOGRAFÍA. - - La indicada Cu el texto y notos.
tario no tiene para qué repetirlo. Especi-
ficándose que el trabajador debe elevar la DENUNCIA FALSA. (V. FALSA DENUNCIA.)
denuncia dentro de los treinta días, el re-
glamento ha cumplido su misión, pues si el DENUNCIO.* Así se denomina el acto
obligado no lo hace, juega la medida esta- mediante el cual un tercero pone en cono-
blecida en el artículo 25 de la ley 9688, que cimiento de la autoridad minera el despue-
es la pérdida del 25 por ciento de la in- ble o abandono de una mina, con la fina-
demnización. lidad de ganar su dominio (i). El mismo
En consecuencia, debe descontarse, en nombre se ha dado a la revelación que se
beneficio de la Caja de Garantía, el 25 por hace ante dicho órgano que en una mina
ciento correspondiente a la indemnización, nueva no se han cumplido con las obliga-
cuando el trabajador, en el plazo de trein- ciones que determina la ley, en los plazos
ta días, no comunica el accidente sufrido. establecidos (~). También se ha dado el
La omisión del aviso no puede ocasionar nombre de denuncio a. la manifestación de
otras consecuencias que la aplicación de un descubrimiento (3). Entre nosotros el
las sanciones pecuniarias establecidas en uso de la voz en este último sentido resulta
la ley. A ambos le quedan incólumes sus incorrecto. (V. DESCUBRIMIENTO.)
derechos, pudiendo hacerlos efectivos en En el sistema del amparo de la propiedad
cualquier momento. Si el trabajador no minera por el pueble o trabajo obligatorio,
efectuó.la denuncia, su demanda judicial se ha creado, correlativamente, una acción
deberá comenzar por demostrar la existen- de tipo popular, que consiste en la facultad
cia del infortunio, que, de haber dado el que tiene cualquier persona capaz de de-
aviso, ya estaría evidenciado. nunciar a la autoridad minera la situación
Las denuncias de los accidentes deberán de despueble o de abandono de las minas,
hacerse en formularios, cuyo texto está da- o (bien el incumplimiento de las obligacio-
do por el decreto 130.007, deis de septiem- nes a cargo del estacado de colocar linde-
bre de 1942, y que contiene todos los datos
para localizar las partes, el hecho y las * Por el Dr. JULIO A. QUÉVEDO MENDOZA.
consecuencias. l'l) El denuncio viene a. ser —dice Joaquín V.
No se aplican las sanciones cuando ha González— "la acción creada por la ley en manos
mediado alguna causa justificativa que de todo interesado en adquirir la mina, de reve-
impidió realizar la denuncia en tiempo. lar onte la autoridad al estado de «despueble» de
«.•lía., o sea la parte del trabajo suficiente o míni-
Así, se ha estimado que es justa causa una mo de la ley y. por to.nto. de la caída en falta
imposibilidad física (La Ley, t. 9, pág. 126 y del actual poseedor o concesionario". (V. Obras
t. 21, pág. 311); la misma existencia de completas, t. 7. pie. 24, Bs. Aires, 1917.)
una enfermedad profesional (La Ley, t. 13, (2) El autor citado expresa que en nuestra
ley de minas "la mayor confusión jurídica resulta
pág, 84); cuando los causahabientes de la de la doble significación qiie tiene la palabra «de-
víctima residan en el extranjero (La Ley, nuncio»: porque se aplica ese mismo nombre, a la
t. 12, pág. 989); si el patrono tuvo conoci- petición legitima de la mina nueva, o de la aban-
donada y puesta en disponibii'dad, que a la colo-
miento del hecho y tomó las medidas ne- cada en situación de desptisbl • por falta riel mi-
cesarias (Gac. del Trab., t. 2, pág. 111); si n'mura de trabajo obligatorio". (V. ob. cit., pá-
el patrono hizo la denuncia (Gac. del Foro, gina 25.) Esta crítica no es justa, porque la pala-
t. 176, pág. 233), aunque otro Tribunal ha bra denuncio está empleada conceptualmente en
e: mismo sentido: íneu'.tad de denunciar.
resuelto lo contrario en igual situación (La (3) E! Código de minería de Perú de 1950, en
Ley, t. 39, pág. 314). el cap. III, tít. I, 5 I, se refiere al "denuncio y su
La reducción de la indemnización no trámite", regulando del art. 109 al 128 todo lo
vulnera lo dispuesto por el artículo 17 de referente a la presentación y trámite ulterior del
denuncio. En el mismo sentido está empleada esta
la Constitución Nacional (La Ley, i. 39, voz en la Ley general de minería de Ecuador (ar-
pág. 314), y debe ser pedida expresamente tículos 44 y sigs.).
ros provisorios, iniciar los trabajos mineros, tema de la conservación de la propiedad
manifestar descubrimiento y ejecutar la minera haremos, con la debida extensión,
labor legal. En todos estos casos el ejerci- el estudio de éste y de los demás sistemas
cio de esa acción puede conducir a la ad- de amparo de la propiedad de las minas.
quisición de la propiedad de la mina o (V. PROPIEDAD MINERA.) :
estaca denunciada. En este sentido, el ar-
ticulo 147 del Código de minería disponía DENUNTIATIO LITIS. En el "procedi-
que "es denunciable una concesión, aunque miento in jure" del Derecho romano, ante
haya pasado a terceros: 1°) Por abandono: la ineludible necesidad de la comparecen-
cuando los dueños, por un acto directo y cia de ambas partes ante el magistrado, se
espontáneo, manifiestan a la autoridad la permitió, a partir de Marco Aurelio, que el
resolución de no continuar los trabajos. 2"?) demandante dirigiese al demandado una
Por despueble: cuando»por un acto volun- notificación escrita indicándole el objeto de
tario, expresamente determinado por la ley, la demanda y el día señalado para com-
se supone verificado el abandono". Y el parecer. Esta notificación, mediante la cual
artículo 146 prescribía que "son denuncia- el actor invitaba a su adversario a seguir-
bles las pertenencias nuevas, cuando ven- le in jus, recibió el nombre de denuntiatio
cidos los plazos respectivos, no se han fija- litis. El demandado tenía obligación de obe-
do los linderos, o no se han dado principio decer o suministrar un vindex, so pena de
a los trabajos, no se ha presentado la que el pretor' dictase contra él una conde-
manifestación rii ejecutado la labor legal. na o una multa. . •
El denuncio tendrá efecto si treinta días Algunos autores sostienen que la denun-
después de su notificación no se hubieran tiatio litis se empleó únicamente para las
practicado las diligencias omitidas". cognitiones extraordinariae. En este pro-
La última de las disposiciones transcrip- cedimiento extraordinario —mediante el
tas y la segunda parte de la primera han cual el magistrado, en lugar de remitir a
sido derogadas por la ley 10.273, como con- los litigantes ante un juez, resolvía él mis-
secuencia de haberse adoptado en esta ley mo la contienda extra ordinem judicio-
un nuevo sistema de amparo de la pro- rum—, a partir de Constantino la denun-
piedad minera. (V. ABANDONO os MINAS. MI- tiatio litis dejó de tener carácter privado,
NA NUEVA. PROPIEDAD MINERA.) encargándose un oficial público de redac-
La institución del denuncio, que fuera tan tarla y de entregársela al demandado. Este
severamente criticada por los abusos a que procedimiento fue sustituido en tiempos
dio lugar ( 4 ) , ha sido abandonada en algu- de Justiniano por un libellus conventionis,
nos países hispano-americanos y mantenida que representaba una auténtica citación,
en aquellos que han seguido el sistema del redactada por el magistrado a requeri-
amparo por el pueblo (»), Al ocuparnos del miento del demandante, en la que se ha-
cia constar sumariamente las pretensiones
(4) Joaquín V. González expresó lo siguiente de éste y se hacía llegar al demandado
en ;1 seno del Honorable Congreso de la Nación por medio de un viator. El demandado flc-
cuando se discutía la ley 10.273: "De ahí procede bía prestar caución de comparecer el día fi-
esta odiosísima institución, que es el espionaje
obligatorio y jurídicamente establecido para des- jado. (M. O. y F.)
pojar a los mineros de su propiedad por un simple
descuido o por una intriga cualquiera: famosísi- DEPENDENCIA.* En el lenguaje común
ma institución quo ha hecho la ruina de la mi- admite varias acepciones. Así, conforme a
nería de América". (V. obs. cits., pág. 88.)
"Como consecuencia del trabajo obligatorio que su sentido general, significa: a) subordi-
impone este sistema —expresa Mario Gil Mujica— nación, sujeción o sometimiento al domi-
existe la institución del denuncio, considerada co- nio de una persona o cosa; b) reconoci-
mo un espionaje legal, conro la delación amparada
por la ley y que ha dado tr.ntos nímsos en la prác- miento en favor de otra persona o cosa de
tica. El repudio es tanto más íuerte contra esta mayor autoridad o poder; c) departamento,
institución cuanto que al elevarse el denuncio al sección, rama u oficina, pública o privada,
rai)f¡o de medio adquisitivo del dominio de las mi- sujeta a otra superior; asi, por ejemplo,
nas, oí letrslnclor se hr.rín cómplice de !a burla y
el escarnio qxie harían da la misma ley los liti- dícese: "este departamento es una depen-
gantes de mala fe que se aprovecharían de cual- dencia de tal ministerio, o de esa empresa...
quier ardid o astucia para despojar a los mineros,
especialmente a ¡es más pobres, de sus pertenen- el denuncio tiene vina extensión similar a la de la
cias". (V. El trabajo como ^amparo de las concesio- "denuncia" de! Derecho crimina!, pues el art. 74
nes mineras, pág. 30. Santiago de Chile. 1941.) dispone qi'.e "el abandono tácito y el despueble
(5) El Código de minería de Honduras de 1937 de una mina pueden ser denunciados por cual-
mantiene no sólo la institución del pueble, sino quiera, tenga o no interés en substituirse en los
también el despueble como causal de caducidad derechos del concesionario o dueño de la mina".
jr el denuncio. (Conf. arta. 160 a 184.)
Lo mismo sucede en el moderno Código de mi,-
neria de Guatemala de 1953. En esta legislación * Por el Dr. FWJUC OLMOS.
etcétera";xd) relación de parentesco o campo del Derecho, es un contra más, sui
amistad; e) negocio, encargo, agencia; f ) generis, distinto, a los contratos del Derecho
cosas accesorias de otra principal. romano —la locatio operis—, locación de
Manifestaciones de dependencia, se obser- obra y a la locación de servicios —locatio
van en distintos órdenes de la vida. Así lo operarum— y al mandato, con los que n»
son ¡a soberanía que se ejercita por el Es- obstante presenta ciertas analogías.
tado sobre el ciudadano —status sujectio- Estos contratos, a través del Código Na-
nis—, la potestad del padre sobre los hi- poleón, se incorporan al Derecho civil de
jos; el poder de mando del militar de ma- la gran mayoría de los países que siguen la
yor graduación sobre los de menor jerar- corriente romanista en la materia. . ;
quía; de la Iglesia respecto de su grey, et- La locatio operis tiene en vista la obra
cétera. ' ' terminada —opus—, el fin, sin considera-
En el campo del Derecho, el término de- ción al trabajo e inversamente la locatio
pendencia se emplea circunscripto a la idea operarum, toma en cuenta el trabnjo y no
de dominio, reconocimiento de mayor au- el resultado. Ambos contratos, por lo gene-
toridad o poder, sujeción o subordinación, ral, excluyen la dependencia, al igual que
como lo son la autoridad de los padres so- el mandato, que es un contrato de repre-
bre sus hijos menores de edad —Código ci- sentación.
vil argentino, artículo 265—, los poderes del Por lo contrario, el contrato de trabajo
dador de trabajo respecto del trabajador subordinado tiene por fin el suministro de
en relación de dependencia, etcétera. energía, aplicada al trabajo, provisión a
Empero, es en materia de trabajo donde ejecutarse en relación de dependencia con
la dependencia —abhángigkeit, en alemán— el dador de trabajo; es decir, que el traba-
adquiere relevante valor, ya que su presen- jador deja de ser independiente para ajus-
cia determina la existencia misma del con- tar el empleo de su actividad de trabajo,
trato de trabajo subordinado. al contrato que de común acuerdo concier-
El trabajo, por el hombre, es llevado a tan ambas partes.-
cabo, ya sea como trabajador independien- La dependencia, en el contrato de tra-
te (autónomo) o bien como trabajador de- bajo se reconoce por la existencia de cier-
pendiente (subordinado). tos caracteres y elementos, algunos preva-
Trabajador independiente es aquel que lo lentes, otros coadyuvantes, que no en todos
hace por cuenta propia, sin sujeción a un los casos se les encuentra reunidos en su
contrato en situación de dependencia. totalidad, suelen faltar algunos en ciertos
Consecuentemente, no le ampara ni re- contratos tipos, como lo son la obligación
cibe la mayor parte de la protección y be- de cumplir un horario determinado, o bien
neficios que acuerda la legislación laboral la sujeción de la prestación de trabajo, en
al trabajador en relación de dependencia. el recinto de la fábrica, o comercio, etcéte-
Su estudio carece de interés a los fines ra; tal como acaece con el corredor o el
de caracterizar la dependencia, señalándo- viajante, cuya actividad es llevada a cabo
sele sólo para poner de resalto la clara di- con prescindencia o relativa obligación de
ferencia existente entre esta clase de tra- ajustarse a un horario rígido, y dentro de
bajador y aquellos que trabajan en relación un radio o recinto reducido de acción.
de dependencia. Consecuentemente como notas tipifica-
No obstante, ciertos autores —Deveali, doras de la situación de dependencia, pue-
uno de ellos (Lineamientos de Derecho del den señalarse las siguientes: ejercicio por
Trabajo, págs. 142 y 148, ed. 1948)— se in- parte del empleador de poderes de mando,
clinan a la inclusión, al menos dentro del consistentes en su derecho para dirigir, vi-
profuso campo legislativo laboral argenti- gilar y controlar la tarea del trabajador;
no, de algunos trabajadores independientes, facultades disciplinarias para corregir las
dentro del esquema pdel contrato de trabajo, desviaciones que se produzcan en orden al
estableciendo una distinción según se le incumplimiento de los términos del con-
considere como contrato de trabajo autó- trato; profesionalidad del trabajador, con-
nomo o bien continuativo. sistente en la prestación normal, como me-
La legislación del trabajo tiene destino, dio de vida, de su energía de trabajo, por
en especial, para el trabajador dependiente. la que como contraprestación tiene derecho
El determinar cuándo el trabajador es a percibir el salario correspondiente; con-
autónomo o dependiente, constituye un tinuidad de la prestación; sujeción al cum-
problema de hechos, ya aue su calificación plimiento de un horario preestablecido; no
ha de resultar del examen de las distintas participación del trabajador en los riesgos
circunstancias en que se presta el trabajo. de Ja empresa, trabajar para un dador de
El contrato de trabajo en relación de trabajo, prestación personal del trabajo,
dependencia no es una figura aislada en el etcétera.' .:...;
Si bien dependencia importa sujeción, la Resulta más aceptable el punto de vista
misma no es arbitraria, ni ilimitada, es- de quienes sostienen su naturaleza jurídica,
tando delimitada por el contrato de traba- ya que la dependencia se constituye y man-
jo y solo en lo que dicho instrumento se tiene en razón del contrato de trabajo ce-
ajuste a la legislación positiva vigente. lebrado entre las partes y cesa al momento
Así, el trabajador no podrá ser constre- en que el mismo es dejado sin efecto, cual-
ñido a llevar a cabo tareas incompatibles quiera sea la causa determinante para ello,
con los términos de su contrato de trabajo fin del contrato, renuncia o despido, etcé-
o que violen las normas positivas de la le- tera.
gislación laboral. Es tal la importancia que, el concepto de
La dependencia no se diluye por razón dependencia reviste en materia laboral que
de la mayor o menor importancia de la la mayor parte de las definiciones del con-
tarca, ni por el salario más o menos elevado trato de trabajo la incluyen y señalan co-
con que se la retribuye, ni por la forma, ya mo elemento sine qua non.
sea manual o intelectual en que se preste Enuméranse a continuación las más im-
el suministro de energía, así se encuentran portantes, a saber: Ley española de con-
en análoga situación jurídica para el dador trato de trabajo —texto refundido—, publi-
de trabajo, tanto el modesto empleado de cada en decreto del 26 de enero de 1944:
comercio, como el gerente del estableci- Artículo 1. "Se entenderá por contrato de
miento más importante, siempre que el con- trabajo, cualquiera sea su denominación,
trato se haya celebrado en relación de de- aquel por virtud del cual una o varias per-
pendencia. sonas participan en la producción me-
Lo expuesto permite formular su defini- diante el ejercicio voluntariamente presta-
ción, a saber: "Llámase dependencia en el do de sus facultades intelectuales y manua-
sentido jurídico, a la clase de relación que les, obligándose a ejecutar una obra o a
en razón de un contrato de trabajo guarda prestar un servicio a uno o varios patronos
una persona llamada trabajador, con otra o empresarios o a una persona jurídica de
u otras, ya sea de existencia real o ideal, tal carácter, bajo la dependencia de éstos,
denominada dador de trabajo (empresario, mediante una remuneración, sea la que
patrono, empleador, principal, etc.)". fuere la clase o forma de ella". Art. 2. "El
^Enumerados sus caracteres más notorios objeto del contrato a que se refiere esta
y dada su definición, corresponde desentra- ley es todo trabajo u obra que se realice
ñar su naturaleza jurídica. por cuenta y bajo dependencia ajena y
Para ciertos autores, su antecedente re- todo servicio que se preste en iguales con-
moto, habría que buscarlo en el poder de diciones".
señorío que antiguamente tenían los due- Libro del Trabajo del Código civil ita-
ños sobre los siervos. liano, en vigencia el 21 de abril de 1942.
Sea ello verosímil o no, en la actualidad Artículos 40 y 41. "Es trabajador subordi-
son varias las doctrinas que tratan de es- nado quien se obliga mediante retribución
tablecer la naturaleza jurídica de la de- a colaborar en la empresa prestando su
pendencia. propio trabajo intelectual o manual a las
Así, para unos, su raíz es puramente eco- dependencias, y bajo la dirección del em-
nómica, otros la consideran jerárquica, un presario".
tercer criterio sostiene que es jurídica y Consolidación de las leyes del trabajo de
aún social. Frasil, en vigencia el 10 de noviembre de
A poco que se analicen las dos primeras. 1943: Art. 3. "Considérase empleado toda
se advierte su insuficiencia para explicar persona física, que presta servicios de na-
la naturaleza de este instituto; ya que no turaleza no eventual al empleador, bajo la
siempre el trabajador depende exclusiva- dependencia de éste y mediante salario".
mente del salario; mas aún puede encon- Ley federal de trabajo de Méjico, del 18
trarse en situación de holgura económica de agosto de 1931: Art. 17. "Contrato indi-
y ello no obstante contratar el suministro vidual de trabajo es aquel por virtud del
de energía de trabajo, sujetándose -a la cual una persona se obliga a prestar a otra,
dependencia de un empleador. bajo su dirección y dependencia, un servi-
En cuanto a la dependencia jerárquica, cio personal mediante una retribución con-
ella queda asimismo desvirtuada, con sólo venida".
señalar la capacidad técnica consubstancial Proyecto de Código de trabajo de Vene-j
con el trabajador que requiere la realización zuela: Art. 73: "El contrato de trabajo esl
de" ciertos trabajos, que le lleva a desem- una convención entre un patrono o un]
peñarse con prescindencia de las directivas empleado u obrero, por la cual éstos sel
del dador de trabajo, profano en la ciencia obligan sf ejecutar cualquier labor o servi-f
o artesanía del trabajador. ció. intelectual o material, bajo la depen-l
ciencia del patrono o de la persona que éste 31-12-945, Rev. Der. del Trab., t. 6, pág. 177). Sen
designe, mediante el pago por el patrono que se lo refiera a la calificación de 'locación de
servicios" o a la de trabajo en relación úe depen-
de un salario". dencia, constituye un contrato típico de empleo
Código de trabajo de Costa Rica: Art. 18. la vinculación del "encargado de harás", si concu-
"Contrato individual de trabajo, sea cual rren las notas de dependencia, permanencia y ex-
fuere su denominación, es todo aquel en clusividad, no pudiendo ser amenguadas estas úl-
timas por la especial situación que crea el vinculo
que una persona se obliga a prestar a otra cíe parentesco con el empleador demandado, por
sus servicios o a ejecutarle una obra, bajo cobro de salarlos, la modalidad de la Junción cum-
la dependencia permanente y dirección plida, ni mucho menos por la importancia que
inmediata o delegada de ésta, y por una ambas partes pretenden asignar a las remunera-
ciones (Cám. Nac. Trab., Sala 4», 27-11-952, L. L.,
remuneración de cualquier clase o forma". t. 69, pág. 623). La determinación de si existe o
Ley dominicana 637, del 16 de junio de no entre las partes relación de subordinación y
1944: Art. 1. "Contrato de trabajo, sea cual dependencia, características del contrato de tra-
fuere su denominación, es toda convención bajo, es una cuestión de hecho irrevlsible. en prin-
cipio, en casación (Sup. Corte Bs. Aires, 30-7-953,
en virtud de la cual una persona se obliga L. L., t. 71. pág. 605). Por ser jurídicamente dis-
a prestar a otra sus servicios o a ejecutarle tinta la personalidad de la sociedad de responsa-
una obra, bajo la dependencia permanente bilidad limitada y la de los socios que la compo-
nen, nada impide en principio que éstos trabajen
y dirección inmediata o delegada de ésta como dependientes o empleados de aquélla. La si-
y por una retribución de cualquier clase o tuación de los socios es equivalente a la de los que
forma". no revisten esa calidad, quienes para obtener el
Código de trabajo del Ecuador: Art. 8. amparo de las leyes de trabajo deben acreditar
la relación laboral en todos los elementos que la
"Contrato individual de trabajo es el con- caracterizan y esencialmente en el de la subordi-
venio en virtud del cual una persona se nación y dependencia (L. L., t. 71, pág. 605. caso
compromete para con otra u otras a ejecu- anteriormente citado).'No puede prosperar la re-
tar una obra o prestar un servicio, bajo su clamación por indemnización de despido incoada
por el integrante del conjunto orquestal contra
dependencia, por una retribución fijada por el establecimiento donde actuaba, a falta de acre-
el convenio, la ley o la costumbre". ditación de la relación de dependencia con éste,
Código de Guatemala: Art. 18. "Contrato habiéndose hecho los pagos mensuales exclusiva-
mente al director de la orquesta (Cám. Nac. Trab.,
individual de trabajo, sea cual fuere su Sala 3', 21-4-953, L. L., t. 71, pág. 410). Las notas
denominación, es e) vínculo económico ju- de subordinación, permanencia y exclusividad se
rídico mediante el que una persona (tra- configuran aun en los supuestos en que aparez-
bajador) queda obligada a prestar a otra can amenguadas por la especial modalidad de la
relación contractual, como sucede respecto del co-
(patrono) sus servicios personales o a eje- rredor o viajante que no cumple horario, ui con-
cutarle una obra, bajo la dependencia con- curre al establecimiento regularmente, compar-
tinuada y dirección inmediata o delegada tiendo la labor con otras personas al servicio de
de esta última, y a cambio de una retribu- distinto empleador (Cám. Nac. Trab.. Sala 4», 29-
4-953, L. L., t. 71, pág. 2611. El productor de abo-
ción de cualquier clase o forma". nos médicos de un sanatorio está comprendido en
Código de trabajo de Nicaragua: Artícu- la ley 11.729 y decreto 33.302/45, si concurren, en
lo 33. "Contrato individual de trabajo es la la forma de su desempeño, las notas características
convención por la cual un patrono y un de la subordinación o depedencla (Trlb. Trab.
Núm. 2 Trenque Lauquen. 19-12-952, L. L., t. 72,
obrero o empleado se obligan, estos últimos pág. 460). Si el actor actuó como subordinado aje-
a ejecutar cualquier labor, servicio u obra, no a la dirección de la empresa, su contrato con
bajo la dependencia y dirección inmediata el demandado no es de sociedad, aunque se convi-
niera como retribución un porcentaje a satisfa-
o delegada del primero, mediante una re- cerse con los eventuales beneficios (Cám. Nac. Clv.,
muneración determinada que éste pagará". Sala B, 7-9-953, L. L., t. 72, pág. 118), SI bien en
Código del trabajo de Panamá: Art. 7. principio el socio de una sociedad puede, a la vez,
"Contrato individual de trabajo es el con- revestir el carácter de trabajador dependiente de
venio verbal o escrito, mediante el cual una la misma, ello no sucede en la situación particu-
lar de la cooperativa de trabajadores demandada
persona se obliga a prestar a otra sus ser- por despido, constituida por un reducido número
vicios o ejecutarle una obra, bajo su de- -de miembros, quienes se habrán contratado a si
pendencia continua y por una remunera- mismos, en contra de la prohibición del art. 388
del Cód. de com.. aplicable a esas sociedades
ción o salario". (Cám. Nac. Trab.. Sala 1«, 15-7-853, L. L., t. 72,
JURISPRUDENCIA. — El trabajo subordinado cons- pág. 572). El contador que se desempeñó en un
tituye la nota típica del contrato de locación de principio como ayudante, y luego en forma defini-
servicios y del contrato de empleo, en cuanto a tiva, en el "asesoramiento contable e impositivo"
éste, conjuntamente con la profesíonalidad y la de la empresa, no ha trabajado en relación de de-
continuidad (Cám. Apel. Trab. Cap. Ped.. Sala 3»,, pendencia, atento una serie oe circunstancias, co-
28-7-947, Rev. Dr-r. del Trab.. t. 7, pág. 465). LA mo ser: tener otro empleo, falta de horario y días
subordinación que caracteriza al contrato de em- fijos de trabajo, concurrencia espaciada, falta de
pleo no puede Identificarse con la genérica potes- reclamo de beneficios labóralas ni afiliación a la
tad de vigila,ncia y de control que posee cualquier Caja de Jubilaciones (Caro. Nuc. Trab.. Sala 2«,
mandante sobre el representante o mandatario, 12-5-953. L. L., t. 73, pág. 9). Constituye contrato
para asegurarse la más idónea y perfecta ejecu- (Je trabajo la relación mantenida por el camlonero
ción del encargo o negocio (Cám. Cora. Cap. Fecl., que se encargaba del reparto de la mercadería de
la demandada, poniendo el vehículo y percibiendo Despedida justa, pág. 105, Río de Janeiro, 1944. —
una suma mensual, si de los diversos elementos de Deveali, "Trabajo a domicilio y contrato de trabajo",
juicio aportados —exclusividad, horario, forma de en la revista Derecho del Trabajo, t. 2. — García
su desempeño, etc.— se desprende la existencia de Martínez, El contrato de trabajo, Bs. Aires, 1945.
tubordlnación (Cám. Nac. Trab., Sala 3», 20-11- — Cassl, La subordinazione del lavoratcre nel Di-
853, L. L., t. 73, pág. 278). La transformación del ritto del lavara, Milán, 1947. — Almosny, El con-
trabajador en componente de la firma, en el ca- trato de trabajo, Caracas, 1939. — Borsi y Pergo-
rácter de socio comanditario, con derecho a reti- lesi, Trattato di Diritto del lavoro, t. 1. — Pé-
ros mensuales que se debitarían en su cuenta per- rez, B., "Las sanciones disciplinarias en el contrato
sonal, no afecta su calidad de empleado subordi- de trabajo", en la revista Derecho del Trabajo.
nado, con el consiguiente derecho a la tutela del t. 8. — Derecho mexicano del trabajo, Méxi-
despido, como efectivamente resulta probado si su co, 1943. — Ramírez Oronda, El contrato de tra-
relación de trabajo no varió pese a esa calificación bajo, Bs. Aires, 1945. — Deveali, Lincamientos de
de socio (Cám. Nac. Trab., Sala 4», 22-9-953, L. L.. Derecho del trabajo, Bs. Aires, 1948. — Eouast y
t. 73, pág. 312). Concurre la subordinación, carac- Durand, Precia de législation industrielle y Droit
terística del contrato de trabajo, respecto del du travail. París, 1948. — Krotoschin, Institucio-
agente vendedor de una sociedad, autorizado para nes de Derecho del trabajo, Bs. Aires, 1947. — De
la venta de tierras en lotes, dadas las modalida- Lítala, L., El contrato de trabajo, Bs. Aires, 1946.
des de la vinculación mantenida entre las partes. — Pozzo, Derecho del trabajo, t. 1, Bs. Aires,
(Cám, Nac. Trab., Sala 4?, 31-8-951, L. L.. t. 74. 1948. — Pérez Botija, El Derecho del trabajo, Ma-
pág. 489). Los vendedores de golosinas, en salas drid, 1947. — Deveali, M. L., "La subordinación en
de espectáculos, en atención a la forma de su el contrato de filmación", en la revista Derecho
desempeño, están unidos por un vínculo de sub- del Trabajo, t. 2, y "La evolución del Derecho
ordinación al concesionario, organizador de la em- francés del trabajo", en la misma revista, t. 16,
presa, en quien se reconocen facultades de direc- pág. 138. sec. dóc. — Pére:% B., "El proselitíszno
ción, fiscalización y disciplina (Trib. Trabajo Ju- durante el trabajo como causal de despido", en
nín, 9-12-953, L. L., t. 74, pág. 421). Pese a la la revista Derecho del Trabajo, t. 8. — Colín, La
calificación atribuida en un documento firmado détermination du mandat. Salarie, París, 1931.—
por la actora de "concesionaria" del guardarropas Anastasi, nota publicada en La Ley, t. 15, pág. 300.
del establecimiento demandado, el tribunal, va'o- — Ramírez Oronda, Código del trabajo y de la
rando los elementos probatorios aportados, puede previsión social, pág. 53, y Derecho del trabajo en
llegar a la conclusión de que trabajaba en rela- la República Argentina. 2? ed., pág. 97, Bs. Ai-
ción de dependencia, con la consiguiente tutela res 1940. — Cesarino Júnior, Diretío social brasi-
laboral del despido (Cám. Nac. Trab., Sala 3«. 22- leiro, 2" ed., t. 2, San Pablo, 1943. — Barassi. Corso
2-954, L. L M t. 74, pág. 813). Cabe concluir que ha di Diritto del lavoro, t. 1, Milán, 1935. — Morris
mediado entre las partes una relación de trabajo Glnsberg, Manual de sociología. Losada, Bs. Ai-
subordinado y no la sociedad invocada por e,l de- res, 1942. — Riva Sanseverino, Corso di Diritto del
mandado, ante los elementos de juicio aportados; lavoro, Padua, 1937. — Planiol, "Clasifícatlon syn-
entre ellos diversas presunciones en contra de thétique des contrats". en Revue Critique de Lcms-
éste, como ser la omisión de llevar el libro del lation et de Jurisprudence. 1904. — Catrinl Neto,
art. 160 B) del Cód. de com. y una serie de he- Contrato y relac.no de emplego. San Pablo, 1944.
chos posteriores a la convención, que constituyen — Deveali, M. L., "Situación de los trabajadores
la mejor demostración de la verdadera intención dependientes de una empresa comercial ejercita-
de los contratantes (Cám. Nac. Trab., Sala 4». da por una asociación civil", en la revista Derecho
16-11-953. L. L., t. 74. pág. 335). El viajante de del Trabajo. 1945.
comercio en plaza o "placista", es decir, el via-
jante que no cumple sus funciones en el interior
cíe la República o exterior, sino en la ciudad don- DEPENDENCIA ECONÓMICA.* Depen-
de se encuentra el domicilio comercial de su em- dencia es un vocablo de significado gené-
pleador, aunque no medie relación de subordina- rico, siendo la económica una de sus espe-
ción y dependencia directa con respecto a un cies.
empleador, se desempeña por cuenta ajena al tra-
bajar en representación de la patronal cuya mer- En su sentido lato, expresa, entre otras
cadería coloca (Cám. Nac. Trab., Sala 2», 18-11- cosas, subordinación, sujeción o sometimien-
953, L. L.. t. 74. pág. 775). No ha existido relación to a persona o cosa.
de dependencia a los efectos del derecho al agui-
naldo (arts. 2? y 45 dec. 33.302/45) por parto del Consecuentemente, dependencia econó-
escritor que contrató determinadas colaboraciones mica constituye un estado análogo, cir-
con el diario demandado, reservándose la propie- cunscripto empero al campo de las rela-
dad literaria y fijando expresamente la falta cíe ciones patrimoniales.
relación de subordinación y el goce de amplia li-
bertad en el ejercicio de sus actividades, incluso Depender económicamente, de acuerdo a
en la elección de los artículos a suministrar (Cñm. lo expresado, es estar sujeto, a persona o
Nac. Trab., Sala 4», 19-11-953. L. L., t. 74. pá- cosa, mediante un vínculo de tal natura-
gina 5761. El cuidador de casa de renta —excluido leza.
de la tutela legal cuando el monto tota! de la
locación no exceda de * 1000— tien una misión En el juego de los derechos a ciertos be-
circunstancial, que consiste en poner en conoci- neficios, dicho nexo constituye un. extremo
miento del propietario las dificultades que ten- necesario.
gan los ir>qui!inos, cerrar las puertas, atender la
luz, etc.. siendo su situación ajena a la relación Así. la ley argentina sobre accidentes del
de dependencia, que presupone la aplicación del trabajo y enfermedades profesionales nú-
art. 7" de la ley 12.981 (Cám. Nac. Trab.. Sala 2i, mero 9688, en el artículo 3°, inciso a),
13-10-953. L. L., t. 74. pág. 119). apartado 3, declara que se consideran com-
BIBLIOGRAFÍA. T— Durand y Jaussaud, Traite de prendidos en el concepto de familia, y pa-
Drott du travail, t. 1, París, 1947. — Perras, O.,
Contratos do irabalho. Oporto. 1038. — Bonhome. * Por el Dr. FÉLIX OLMOS.
ra tener derecho a la indemnización por do llamado a entender en la causa. (V. SU-
muerte del trabajador, a los nietos hasta BORDINACIÓN.)
la edad de dieciséis años, los ascendientes
y los hermanos, tan solo si a la fecha del DEPENDIENTES DE COMERCIO.* Los
accidente vivían bajo el amparo y con. ei comerciantes, en el ejercicio de sus negocios
trabajo de la víctima. y cuando así lo requiere la importancia del
Tendiendo la ley especial premencionada establecimiento, se valen, entre otras, de
a la protección de la familia obrera, es ciertas personas de existencia visible, que
lógico que efectúe una discriminación para el Código de la materia enumera y designa
ser acreedor al beneficio por muerte, entre en el artículo 87, inciso 4?, con el nombre
aquellas personas que vivían del trabajo de de factores y dependientes, etcétera; los que
la víctima y las que aun siendo parientes en mayor o menos número, integran su
en grado sucesible, no dependen de su sa- personal, ocupando cargos y desempeñán-
lario; ello por no revestir la indemnización dose en tareas propias y distintas de cada
por fallecimiento el carácter de un bien categoría.
sucesorio, sino el de un instituto previsional De los dependientes de comercio en par-
y de asistencia social, destinado a paliar ticular se ocupa dicho cuerpo legal, en los
en el seno de la familia obrera las con- artículos 146, in fine, al 161.
secuencias económicas de la falta de in- Según el Código, son tales "los demás
gresos. empleados con salario fijo, que los comer-
De lo expuesto se desprende el primero ciantes acostumbran emplear como auxilia-
de los problemas a considerar: ¿El amparo res de su tráfico, no tienen la facultad de
a que hace referencia esta norma, drbe ser contratar y obligarse por sus principales a
total? no ser que tal autorización les sea expre-
La jurisprudencia, interpretando el pre- samente concedida, para las operaciones
cepto legal, ha 'tenido oportunidad de es- que con especialidad les encarguen, y ten-
tablecer que el padre tiene derecho a re- gan los autorizados la capacidad legal ne-
clamar la indemnización por fallecimiento cesaria para contratar válidamente".
de un hijo de corta edad que ganaba escaso De la precedente definición se desprendé
sueldo, habiéndose justificado que dicho que el dependiente de comercio puede ac-
ingreso constituía una pequeña ayuda para tuar en dos planos de acción distintos.
el hogar. \. •, . . Como mero dependiente, su papel es re-
No es necesario, pues, que el amparo sea ducido, secundario, ya que carece de facul-
total, siendo suficiente que el salario con- tades de contratación y para obligarse a
tribuya al normal sostén familiar. nombre del principal, no siendo responsa-
A contrario sensu, se desestimó un re- • ble a sus superiores sino en los supuestos
clamo, por desprenderse de las constancias que determinan los artículos 154, 159 y
de la causa, que el ingreso del trabajador, 1'60 de la ley 11.729, cuyo estudio detenido
servía a hacer más fácil y holgada la vida se efectúa al tratarse de las causales de
del hogar, soh:«"ión lógica, ya que el fin despido del trabajador.
requerido por la ley, no es otro que el de Ejercita una tarea circunscripta, tal co-
cubrir el riesgo de desamparo. mo la qué cumplen los dependientes de
Otro de los problemas a que da lugar comercio al por menor, que realizan las
esta disposición, es el referente a quién in- ventas en el mostrador y al contado.
cumbe la justificación del extremo. No cabe en este supuesto confusión posi-
En el Derecho común, la prueba corres- ble con el factor, por ser este un gerente
ponde a quien afirma el hecho. Onus pro- que go/a de facultades de administración
bandi incumbit actori, ei qiti dicet non et de los negocios del comerciante o de un
qui negat. . • establecimiento particular (art. 132 del
En, materia de infortunios del trabnjo. oí Código citado).
legislador ?;e aparta de er.te principio ge- Empero entre ambos existe cierta simili-
neral, incorporando el nuevo régimen de la tud, cuando el dependiente de comercio
inversión de.la prueba, trasladando al de- está investido de autorización para contra-
mandado la carga de la misma. tar y obligarse por el principal, actuando
Este principio, rio obstante sufre una ex- en consecuencia en una esfera más supe-
cepción en cuanto a ln justificación del rior c.ue en la que se desenvuelve el mero
parentesco y al problema de la demostra- dependiente.
ción del amparo. Su prueba se encuentra Para reconocerles, es preciso saber el al-
a cargo de quien solicita el beneficio. cance de sus respectivas autorizaciones y
La determinación de la existencia o no facultades. .
del amparo, en última instancia, rs ma-
teria propia y de- apreciación del majíistra- ' Por <•! Dr. FÉLIX OLMOS.
Las del factor son amplias, extendiéndose el dependiente, en uso de la autorización,
por lo general a la totalidad de los nego- aun cuando se alegare abuso de confianza,
cios del comerciante o establecimiento, quedándole a salvo accionar contra éste,
mientras que las del dependiente de co- por indemnización.
mercio autorizado, se circunscriben a las Respecto de las multas fiscales en que
operaciones que con especialidad se le en- incurriere, se harán efectivas en los bienes
cargue. que administre, pudiendo el empleador en
La autorización debe ser expresa y sólo caso de culpa del dependiente, ir contra
surtirá efectos contra terceros desde la éste.
fecha de su inscripción en el Registro Pú- Cesa la personería del dependiente por
blico de Comercio (art. 133, in fine, Código la revocación del poder y por la enajena-
cit.). La falta de esta formalidad hace que ción del establecimiento, siendo sin embar-
sólo tenga valor entre el principal y el go válidos los contratos que celebrare has-
dependiente (art. 134, Cód. cit.) ta tener noticia legítima de tales actos.
Munido de la pertinente autorización, el La muerte del comitente no la interrum-
dependiente de comercio queda facultado pe (art. 144, Cód. cit.).
para realizar todas las operaciones com- Finalmente, al igual que el factor, el de-
prendidas en el encargue, que podrán ser, pendiente autorizado está sujeto a las re-
el giro de letras, la recaudación y recibo glas de contabilidad prescriptas para los
de capitales bajo firma propia, suscribir comerciantes.
documentos que produzcan obligación y Esto, en cuanto a los dependientes de
acción, etcétera. comercio autorizados se refiere.
Esta norma admite, no obstante, ciertas Ahora, volviendo a los meros dependien-
excepciones, al declarar el artículo 149 vá- tes, razones prácticas han hecho que, por
lidos y obligatorios los contratos que hicie- lo general, a los que cumplen sus tareas en
re el dependiente de una casa de comer - comercios al por menor, puedan percibir el
ció, con los corresponsales de su principal, importe de las mercaderías que venden jf
al que éste les hubiera dirigido circulares, sus recibos, expedidos a nombre del prin-
dándolo a conocer como tal y autorizado cipal, son reputados válidos.
para algunas operaciones de su giro y en De análoga facultad gozan los depen-
tanto las mismas se refieran a la parte de dientes que Venden en almacenes por ma-
la administración que le fuera confiada. yor, siempre que las operaciones sean al
Análoga comunicación por parte del prin- contado y se verifiquen en el estableci-
cipal, requiere la correspondencia firmada miento.
por los dependientes, para que surta efecto, Si la cobranza se hiciera fuera de éste
en las obligaciones contraidas por esta o por venta a plazo, es indispensable que
vía. los recibos los firme el dueño del comer-
Siendo en realidad el dependiente de cio, su gerente o apoderado, facultado al
comercio autorizado, el factor de una ne- efecto.
gociación determinada, o de alguna parte Los asientos hechos en ' libros de co-
del giro o tráfico del principal, le son apli- mercio, por los dependientes encargados
cables las disposiciones de los artículos 136, de la contabilidad, producen el mismo
137. 139. 142, 143, 144 y 145 del Código ri- efecto que si hubieran sido hechos por el
tual. principal.
Consecuentemente, deben tratar los ne- Los dependientes pueden también recibir
GOCÍOS para sus comitentes, haciendo cons- mercaderías, por orden del principal y su
tar el poder, en todo documento que sus- entrega será tenida por buena, si no es
criban referente a los mismos. objetada, no admitiéndose al pricipal, re-
Las obligaciones así contraídas, recaen clamo a su respecto, con excepción de los
sobre el comitente, y en los bienes del es- supuestos contemplados en los artículos
tablecimiento del principal, excepto cuando 472, 473, 1078 y 1079 del Código de comer-
los de ambos se confundan, imposibilitan- cio: casos de la entrega de la mercadería
do su fácil separación, o bien contrata a en fardos o bajo cubiertas, que tornan im-
nombre propio, en cuyo caso su responsa- posible su examen y reconocimiento o se
bilidad es directa. constate la existencia de vicios internos en
-Empero, el otro contratante tiene opción la cosa vendida, etcétera.
para dirigir su acción contra cualquiera de Los artículos 154 y 160 del Código de co-
ellos, si probare que la negociación fue mercio han sufrido en su contexto origi-
hecha por cuenta del comitente. nal, por obra de la ley 11.729, del 21 de
La falta de orden para llevar a cabo una septiembre de 1934, y de los decretos 33.302/
negociación determinada, no exonera al 45 —hoy ley 12.921— y 1740, reformas subs-
principal de las obligaciones contraídas por tanciales que los aclaran en muchos pun-
tos oscuros, los que en su época dieron cepto omitía la enfermedad, dejando li-
lugar a toda suerte de interpretaciones e brado a su suerte al trabajador, en tal
introduciéndoles así también algunas mo- supuesto, por cierto bien común en la vida
dificaciones, más acordes con la equidad. diaria. La reforma, corrigiendo ese olvido,
La letra y el espíritu de la primitiva incluye también la enfermedad inculpable
legislación, es apenas un resplandor, co- como fuente del derecho de quien, trabaja,
tejada con su reforma. para no ser privado de su ingreso durante
El dependiente de comercio encuentra en la misma, extendiendo los plazos a tres y
las normas de la ley 11.729 un amparo, no seis meses, según qué la antigüedad en las
diremos suficiente, pero sí más apreciable. tareas no exceda o sea mayor de diez años
Los plazos de descanso anual, preaviso e respectivamente. Declara que ese beneficio
importe de las indemnizaciones en caso de comprende a los empleados de comercio,
ruptura arbitraria del contrato de trabajo, dependientes, etcétera, ya sea que trabajen
o por muerte, de licencia dentro de la jor- a sueldo, jornal, comisión u otro modo de
nada para obtener nuevo empleo, consti- remuneración, sea en dinero o en especie,
tuyen un seguro de tranquilidad para alimentos o uso de habitación, debiendo
quien no posee otro bien más que su ener- practicarse su liquidación conforme al
gía de trabajo. promedio del último semestre.
Sin afirmar, que tales institutos llenan Puede acontecer que el accidente sea de
plenamente los objetivos perseguidos, cons- trabajo, o bien la enfermedad fuere pro-
tituyen el instrumento más adecuado de fesional, situaciones ambas regladas por la
una época para remediar ciertas situaciones ley S638, mediante una indemnización, a
de apremio en la vida del trabajador. veces mayor. En tal supuesto no juegan
El seguro social integral resulta sin duda para el trabajador los términos ni retribu-
más eficaz, que este cuerpo de legislación, ciones del artículo 155 de la ley 11.729,
donde a veces el amparo en la práctica se apartado 1?, debiendo aplicarse las normas
diluye en el tiempo, por lo que pierde su de ¡a ley •especial precedentemente citada.
eficacia como instrumento de seguridad Este beneficio, explica la aclaración que
social. consigna a posteríori, en el sentido que
El texto primitivo pecaba de generali- "en ningún caso el empleado tendrá dere-
zante, conciso y estrecho. cho a más de una indemnización por su ac-
Así, por ejemplo, su articulado estaba cidente o enfermedad"; así, por ejemplo, de
referido a la protección exclusiva de los acuerdo al precepto legal, no podrá perci-
factores y dependientes de comercio. bir por un mismo accidente, una indemni-
Ello hacía que se pensara y sostuviera zación doble, por vía de la ley 11.729 una,
que estaban excluidas de su ámbito todas y además otra, haciendo jugar la ley 9688.
aquellas otras personas que no obstante No obstante esta prohibición de acumula-
trabajar en un comercio, para un princi- ción, no impide el derecho del trabajador
pal o realizar tareas inherentes no figura- para ser indemnizado por los daños o pér-
ban expresamente en el texto. didas que sufra durante el servicio.
La reforma, a fin de dejar aclarado de- La jurisprudencia ha interpretado, en-
finitivamente el sentido de la ley, sustituye tendemos con acierto, esta cláusula un
nómina tan reducida y que se prestaba a tanto oscura, declarando que "la acción del
tan restrictiva aplicación, por la denomi- apartado quinto del artículo 155 del Códi-
nación genérica de "empleados de comer- go de comercio, cuando alude a la indem-
cio", incluyendo dentro de este rubro a los nización por los daños o pérdidas que sufra
factores, dependientes, viajantes, encarga- el empleado durante el servicio que presta
dos y obreros. al principal, no se refiere a los daños que
Sufren asimismo una modificación leas los trabajadores puedan sufrir en su salud
causales de responsabilidad por daño cau- o capacidad laborativa, sino a los daños de
sado al empleador, sustituyéndose los tér- origen patrimonial". (Acuerdo plenarío de
minos "por malversación, negligencia o la Cámara de apelaciones del trabajo de
falta de exacta ejecución de sus órdenes e la Capital Federal, República Argentina, de
instrucciones" por los de "dolo o culpa en fecha 9/IX/49, in re: "Cuculice, Pedro, con-
el ejercicio de sus funciones". tra Cía. Sansinena, S. A.".)
El artículo 155 del Código también recibe En otros apartados considera la conser-
una transformación importante. El texto vación del puesto, para el caso de acciden-
primitivo consagraba el derecho de facto- tes o enfermedad o servicio militar, ya sea
'res y dependientes, para percibir su salario, por llamado ordinario, movilización o con-
en caso de accidente imprevisto o inculpa- vocatorias especiales.
ble, siempre que la inhabilidad no exce- Existiendo una interrupción en la presta-
diera de tres meses continuos. El viejo pre- ción del servicio, podría suceder que el
principal despidiera al empicado. La ley antigüedad, regla que se hace extensiva a
pone una valla a esta posible reacción del los casos de cesación o liquidación del ne-
patrono, imponiéndole la obligación de pocio, no determinados exclusivamente por
conservarle el puesto, en caso de accidente fuerza mayor. Esta indemnización-preaviso
o enfermedad, por el término de un año, no iuega en caso de falencia del principal.
a contar desde los plazos de tres y seis Determina los plazos a que se sujetará
meses, a que se ha hecho referencia y has- el preaviso, de uno o dos meses, con anti-
ta treinta días después de terminado el cipación a la fecha de la cesantía o aban-
servicio, cuando el empleado-dependiente, dono, según que la antigüedad en el tra-
etcétera, ha estado bajo bandera. bajo sea menor o mayor de cinco años
El no cumplimiento de esta obligación respectivamente, pudiendo así también di-
importa el despido del trabajador, debien- cho término ser ampliado, por convención
do el principal abonarle las indemnizacio- de partes. Los plazos comienzan desde el
nes legales. último día del mes en que se comunica por
El artículo 156 del Código trata del daño escrito la cesantía, no especificándose for-
o pérdida extraordinaria sufrida por el ma alguna para dicho documento. Empero,
empleado, dependiente, etcétera, durante la práctica diaria ha impuesto el uso del
el servicio, cuya reparación pone a cargo telegrama colacionado, cuyo valor proba-
del patrono y sujeta a juicio de arbitros. torio se asimila al del instrumento público,
Este iApico, como se ha visto, se encuentra con lo cual disminuyen las múltiples cues-
incluido por la reforma, en el contexto del tiones que se plantean, cuando el medio
artículo 155. utilizado no es idóneo. De acuerdo a lo ex-
El artículo 156 de la ley 11.729 está de- presado, por vía de ejemplo y suponiendo
dicado al régimen del descanso. Establece que se haya cursado el preaviso al traba-
un período anual, mínimo y continuado, con jador el día 20 de enero de 1956, el término
goce de la remuneración, liquidada con- para computarlo, recién comienza a correr
forme al artículo 155. apartado 2°, que fija desde el 31 del mismo mes y año.
en 10, 15, 20 y 30 días, según sea hasta 5. Un nuevo instituto, de suma importan-
10, 20 o mayor de este lapso, la antigüedad cia para el trabajador en trance de cesar
en el trabajo. Dejaba librado al empleador en el trabajo, es el que así también intro-
la elección de la época para su goce. Esta duce otro de los apartados de este artículo
facultad actualmente ha sido modificada de la reforma, consistente en el derecho
por el decreto 1740/45, artículo 4°, que de- que tiene el trabajador, a quien se ha pre-
termina que las vacaciones se otorgarán avisado, para gozar, dentro de la jornada,
dentro del periodo comprendido entre el 1 de dos horas de licencia diaria, durante
de octubre al 30 de abril del año subsi- todo el término del mismo, estatuido con el
guiente. propósito de facilitarle la búsqueda de
El artículo 157 del Código y su reforma nueva ocupación, beneficio al que tiene
enfocan el problema de la ruptura del derecho, sin que disminuya su sueldo, jor-
contrato de trabajo. El texto antiguo es nal, comisión u otro modo de remunera-
breve. Imponía para los contratos sin plazo, ción. Aun cuando la ley nada dice al res-
la obligación recíproca del preaviso, con un pecto, la jurisprudencia ha declarado que
mes de anticipación. Ello es lógico, ya que la determinación, dentro de la jornada de
teniendo ambas partes en el contrato, de- trabajo, del horario conforme al cual el
rechos y obligaciones recíprocas, no es ad- trabajador puede usar de dicha licencia, es
misible su rescisión sorpresiva. Tal deci- facultativa del patrono.
sión causaría, sin duda, daños a quien tu- La falta de preaviso obliga al responsa-
viera que soportarlo, sin culpa. ble al pago de una indemnización equiva-
Es por ello que la ley trata de corregir lente al término del mismo, cuyo importe
los efectos de toda ruptura, para lo cual debe abonarse doble, conforme al artículo
impone a las partes la obligación recíproca 67 del de'creto 33.302/45, o sea dos y cuatro
de preavisarse, con un mes de anticipa- meses de sueldo respectivamente, según
ción. Confería, además, al dependiente des- antigüedad. * *
pedido sin culpa, derecho a percibir el
salarlo del mes de despido, sin obligación •• Conviene aclarur que la doble indemniza-
para el principal, de mantenerlo en el em- ción establecida ;:nr e! decreto 33.302/45 no ha
ofrecido dudas rc';"O:'to a !i corrcsncnd'cntp n! des-,
pleo. También en este aspecto, la reforma nido: pero que ;;n la. corrpspondlente a. Ja falta de
modifica, ampliándolo el sumario conte- rroavlso, los criterios i>:i lf. .doctrina y en la Jxirls-
nido de este artículo. Establece, en primer vrudcncla lian sitio cü.'rüirrf;, y as? mientras los
término. la obligación del preaviso o, en tribmip.'ps t!o tnhot.T t!c 'n C n n i t ü ! Federa! se hnn
pronunciado por la nflrnntlvn. los ríe la provine'a
su defecto, indemnización recíproca, ade- (¡i- Huellos Aires lo hí>n hecho por la negativa.
ma", rlr la r,'je corresponda "1 empicado por '.V. .-!<• la K.)
.,s<t,a situación del dependiente que es des- pleado de las indemnizaciones, las declara
pedido sin causa, y que no logra trabajo a inembargables y »o sujetas a moratoria, ri-
plazo breve, crea serios próblemos de or- giendo a su respecto las disposiciones so-
den económicos y sociales. Es por ello, que bre sueldos y salarios estatuidos en el
la legislación positiva impone al empleador artículo 49 de la ley 11.278, gozando del
la obligación de abonarle una indemniza- privilegio establecido en el artículo 94, in-
ción consistente en medio mes de sueldo ciso 4?, de la ley de quiebras (hoy artícu-
por cada año de servicio o fracción mayor lo 29), que declara acreedores con privi-
de tres meses, no pudiendo en ningún caso legio general aquellos cuyos créditos proce-
ser menor de un mes, r.i mayor de quinien- dan de los salarios de los factores, depen-
tos pesos moneda nacional por año de tra- dientes, etcétera, por los seis meses inme-
bajo. También esta indemnización, al pre- diatamente anteriores a la declaración de
sente, debe abonarse doble,, conforme al quiebra.
decreto y artículo citados. La protección legal del dependiente se
La ley 11.729 confiere al empleador el extiende también a su familia, al estatuir
derecho de suspender al empleado de co- para el caso de muerte la obligación de
mercio, dependiente, etcétera, por el tér- abonarles la indemnización por antigüedad
mino de tres meses. Esta institución, tal al cónyuge, descendientes hasta veintidós
corno íué concebida, ponía en manos del años y sin límites de edad cuando estén
patrono un Instrumento de arbitrariedad y incapacitados para el trabajo, y a los as-
punición, ya que por lo general era usada cendientes, en el orden y en la proporción
discrecionalmente las más de las veces co- que establece el Código civil. En defecto
mo represalia o castigo. A tal situación puso de estos parientes, le corresponde a los
término la jurisprudencia, al declarar que hermanos hasta los veintidós años, si al
"toda suspensión, para ser legal, debe te- fallecimiento vivían bajo el amparo del
ner justa causa y plazo fijo, encontrándose trabajador. De su monto se deducirá lo que
comprendida dentro del concepto de justa los beneficiarios reciban de cajas o socie-
causa, la impuesta por razones disciplina- dades de seguros, por actos o contratos de
rias, cuando la natural y normal relación previsión realizados por el principal.
entre el principal y el dependiente así lo El breve análisis realizado permite apre-
exijan". (Acuerdo plenario núm. 2 de la ciar el amplio desarrollo que eí articulo 157
Excma. Cámara Nacional de Apelaciones de la ley 11.729 diera al escueto planteo
del Trabajo de la Capital Federal, de fecha original.
22/IV/48, in re: "Díaz, Florentino, contra El artículo 158 del Código se ocupa de los
Caminos, Manuel R."). contratos a plazo, estipulando que las par-
La suspensión que instituye la ley 11.729 tes no pueden separarse arbitrariamente de
experimenta una reforma, mediante el su cumplimiento, bajo pena de indemniza-
artículo 66 del decreto 33.302/45, el que dis- ción, a juicio de arbitros, de los perjuicios.
pone que toda suspensión mayor de treinta La reforma amplia el contenido de este
días, en un año, no aceptada por el traba- artículo, comenzando por declarar nula y
jador, le da derecho a considerarse despe- sin valor toda convención de partes que
dido, plazo que podrá extenderse a noventa reduzca las obligaciones determinadas en
días, en caso de fuerza mayor debidamente los artículos 155, 156 y 157, las que hace
comprobada, debiendo ser notificada feha- extensivas a los contratos a plazo fijo.
cientemente, confiriendo, en caso contrario, Los plazos de preaviso son análogos a
derecho al trabajador para percibir el suel- los c;ue rigen para los contratos sin térmi-
do o salario por todo el tiempa de la misma. no, computables según la antigüedad en el
La rebaja injustificada, en la remunera- trabajo. La omisión del preaviso importa
ción del dependiente, es asimismo conside- aceptación de la reconducción del contrato.
rada en la ley 11.729, como causal suficien- Estipula asimismo que cuando al venci-
te de despido. miento del contrato el trabajador continúa
La cesión o cambio de firma también en sus tareas, ya sea por tácita reconduc-
constituye fuente de obligaciones, del em- ción o formalización de un nuevo contrato,
pleador para con sus dependientes, etcétera, se le computará el tiempo anterior para
ya que la ley declara que en tal caso, o calcular la licencia anual., el preaviso o su
cuando la antecesora no haya preavisado indemnización, como así la correspondiente
en término y en los supuestos de interrup- a la antigüedad, con deducción de lo per-
ción de tareas o rebaja injustificada de las cibido por razón de los contratos preceden-
retribuciones, pasarán al nuevo dueño las tes.
obligaciones que establecen los artículos Esta disposición tiende a evitar que los
155, l'":5 y 157 de la ley comentada. empleadores obliguen al trabajador a con-
Para garantizar la percepción por el em- certar contratos a plazo fijo, cuyo vencí-
miento acarrearía la pérdida del tiempo pia o ajena, sin expreso permiso del prin-
compútatele para tales beneficios, haciéndo- cipal. La reforma le agrega: "cuando afecte
les suscribir nuevos convenios que consti- los intereses de éste", aclaración lógica, ya
tuirían la pérdida casi total de los bene- que la injuria se configura cuando el inte-
ficios otorgados por la ley. Rige análoga rés del empleador está en juego.
disposición para los empleados despedidos La ley 11.729 agrega además a este ar-
que reingresen al servicio del principal. tículo otros tres incisos B), C) y D). En el
La jurisprudencia ha declarado que tales B) se habla de la obligación del empleador
disposiciones no se aplican cuando el em- de ¡levar un libro especial, cuyas hojas de-
pleado, dependiente, etcétera, se retira vo- berán estar numeradas y rubricadas por la
luntariamente del trabajo. autoridad de aplicación; con detalle del
Dispone, finalmente, la entrega al traba- nombre, de los empleados, dependientes,
jador de un certificado en el que se haga etcétera; fecha de su ingreso, sueldos, co-
constar la naturaleza del trabajo y la an- rno así toda otra remuneración que perciban
tigüedad. y todo dato ilustrativo al .respecto. El in-
El artículo 159 del Código no sufre en- ciso C) faculta a los empleadores para
mienda alguna, en razón de la reforma, la sustituir la obligación de los artículos 155/8,
que lo transcribe textualmente, y que re- por un seguro a favor del empleado, depen-
producimos aquí a título ilustrativo, a sa- diente, etcétera; en una compañía o aso-
ber: "Se considera arbitraria la inobservan- ciación mutua, autorizada por el Poder
cia del contrato entre el principal y su Ejecutivo para llevar a cabo tales opera-
empleado, siempre que no se funde en in- ciones. Este seguro no afecta las acciones
juria que haya hecho el uno a la seguridad, directas entre trabajador y empleador. El
al honor o a los intereses del otro o de su inciso D) confiere a las acciones a que la
familia". Hace referencia, como de su lec- ley diere lugar, el beneficio de pobreza, las
tura se desprende, a la inobservancia del que tramitaran por el procedimiento esta-
contrato entre las partes, que califica de blecido para los accidentes del trabajo, con
arbitraria, excepto en los supuestos que excepción de las divergencias por rebaja
enumera. en la remuneración, que se sujetarán al
El artículo 160 del Código trata de las juicio de arbitros, debiendo designarse un
causas especiales, para despedir ?.l em- tercero en caso de discordia, dictando sen-
pleado, aun cuando exista contrato a plazo tencia el juez de comercio, si no se pusie-
fijo. Ello es lógico, ya que pueden darse ran de acuerdo.
casos en que resulte totalmente imposible Para el cómputo de la antigüedad anterior
mantener el vínculo, pese a la existencia a la sanción de la ley, el artículo 2? esta-
de la convención laboral. El texto antiguo blece un límite de cinco años.
no declaraba expresamente la pérdida del Finalmente, el artículo 161 prohibe a los
derecho a pago alguno, aun cuando solía dependientes delegar las órdenes o encargos
correlacionárselo con el artículo 157. La del principal, sin su autorización. Su in-
reforma, aclara este .punto, mediante un cumplimiento les hace responsables direc-
agregado, diciendo: "y sin obligación para tos de los actos de los sustitutos. (V. CON-
el principal para indemnizar por despido TRATO DE TRABAJO. DESPIDO. EMPLEADOS Y
y por falta de preaviso..." OBREROS DEL COMERCIO Y DE LA INDUSTRIA. EN-
Ambos artículos efectúan una enumera- FERMEDADES Y ACCIDENTES INCULPABLES. PRE-
ción de causas. Así la antigua ley estable- AVISO. VACACIONES.)
cía en el inciso 2<?: "todo acto de fraude
o abuso de confianza". Su reforma, le aco- JURISPRUDENCIA. — La omisión del preaviso, sea
pla, como inciso 1°: "los hechos previstos cual fuere la antigüedad del dependiente, acarrea
el derecho al cobro de la indemnización sustitu-
en el artículo 154" —cualquier daño que tiva (Sxip. Corte Be. Aires. 28-4-953, L. L., t. 71,
causen a sus intereses por dolo o culpa en pág. 71), La enfermedad indemnlzable de la ley
el ejercicio de sus funciones— y siempre 11.729 es aquella que no depende ni está incluida
que resulten establecidos por sentencia ju- en los accidentes de trabajo, es decir, cualquier en-
fermedad común inculpable que no obedezca a lina
dicial. El Código determinaba así también causa ocasionada exprofeso (Cám. Paz Csp., Sala 2».
como causa especial de despido, en el inciso 24-11-939, G. de P., t. 31, pág. 103). No procede re-
1?, la incapacidad para desempeñar los de- tribución por enfermedad al dependiente que faltó
beres y obligaciones a que se sometieron. a sus tareas a raíss de un incidente personal cuya
inculpabilidad ni siquiera probó (Cám. Paz Cap.,
La reforma, en el inciso 2°, le adiciona Sala 4?. 26-6-939, Q. de P., t. 27, pág. 68). La falta
una excepción absolutoria, diríamos: de pago del sueldo durante la enfermedad equivale
"cuando la incapacidad es sobreviniente a al despido indemnizable si se produce durante la
la iniciación del servicio". enfermedad del tabajador íúám. Paz Cap., Sala 8*.
14-3-938, L, L., t. 10, pág. 150). La situación de
Finalmente, el Código hablaba, en el in- despido derivada del hecho de haberse negado el
ciso 3°, de la negociación por cuenta pro- patrón a reincorporar al actor al servicio de su
establecimiento después de prestar servicio mili- Nac, Trab. Cap., Sala 2», 30-6-054. t. L.. t. 7T,
tar, no se modifica en virtxid del tardío ofreci- pág. 216).
miento del cargo que desempeñaba formulado en
la contestación a la demanda (Cám. Paz Cap., Sa- BIBLIOGRAFÍA. — Ramírez Oronda, J. D, SI con-
la 2», 31-5-937, L. L.. t. 7, pág. 10). Las vacacio- trato de trabajo. — Malagarriga, C. C., Código de
nes pagas deben otorgarse dentro del periodo de comercio comentado. — Obarrio, U., Curso de De-
un año de trabajo efectivo y no dentro de cada recho comercial. — Kivarola, M. A., Tratado de De-
año calendario (Cám. Paz Cap., Sala 3', 18-12-939. recho comercial argentino. — Vivante, C.. Tratado
L, L., t. 18, pág. 603). En el caso de empleados de Derecho comercial. — Código de comercio, Ed,
retribuidos por comisiones, la indemnización por Líxjouane.
falta de preaviso debe liquidarse sobre la base de
las comisiones devengadas en el último mes (Cám. DEPORTACIÓN.* SUMARIO: Cap. I. ~Jn deba-
Com.). La convocatoria de acreedores del em- tido problema en el Derecho penal: 1. La
pleador que determinó la quiebra posterior, no terminología. 2. Definición y variedades.
puede considerarse como el preaviso a que alude Cap. II. Rasgos históricos de la deportación:
la ley 11.729 (Cám. Com. Cap., 6-5-938, L. L.. t. 10, 1. La relegación entre los hebreos. 2. El os-
pag. 652). El empleador está obligado a reincorpo- tracismo en Grecia. 3. La deportación en el
rar a! trabajador que. luego de estar ausente por Derecho romano. 4. El régimen en el Dere-
enfermedad, prueba estar en condiciones re reanu- cho medieval. 5. El tópico en el Derecho espa-
dar sus tareas (Cám. Apel Trab., Sala 3", 20-6-946, ñol del medioevo. 6. La deportación en Fran-
Der. del Trab., pág. 561). Haya o no preaviso, el cia y otros países. Cap. ni. El régimen legis-
trabajador que ha sido despedido tiene derecho gislalivo moderno: 1. La deportación y el des-
a percibir e! salarlo íntegro correspondiente al mes tierro o extrañamiento en los diversos paí-
en que se ha producido el despido (Cám.- Apel, ses. 2. El experimento en Inglaterra. 3. El
Trab., Sala 3 (22-6-946. L. L., t. 9, pág. 946). sistema en Rusia. 4. La deportación en el
Pierde los beneficios emergentes de la ley 11.729, sistema soviético. Cap. IV. La deportación
el trabajador que promovió demanda contra el en otros países: 1. El régimen italiano. 2. El
empleador mientras corrían los plazos de la sus- sistema en Portugal. 3. La deportación en
pensión, alegando un despido inexistente (Cám. Holanda y Dinamarca. Cap. V. Las colonias
Apel. Trab., Sala 3', 22-7-946, Der. del Trab., 1946, penitenciarias: 1. Juicio crítico. 2. La con-
pág. 466). Sólo procede la Indemnización por an- troversia persiste. Cap. VI. La deportación
tigüedad en caso de despido cuando el trabajador en la legislación argentina: 1. Algunos an-
ha estado ocupado por lo menos tres meses, pero tecedentes históricos. 2. Las normas del Có-
desde que inicia su trabajo el mismo tiene dere- digo penal vigente. 3. Aplicación de la li-
cho a la indemnización por falta de preaviso y a bertad condicional. 4. Ley sobre expulsión
la remuneración correspondiente al mes en que se de extranjeros.
lo despide (Cám. Apel. Trab. Cap., Sala 3», 13-11-
946). La ampliación a noventa días —que autoriza Capitulo /
el art. 66 del decreto-ley 33.302/45 —del plazo de
suspensión del trabajador solamente rige para el UN DEBATIDO PROBLEMA EN EL DERECHO PENAL
caso de fuerza mayor, por lo que la suspensión
que exceda de treinta días, sin que el empleador 1. La terminología. Con justa razón puede
acredite la concurrencia de aquel requisito, da al sostener el tratadista español Pedro Dorado
trabajador derecho a la doble indemnización por Montero que todos los medios represivos
lalta de preaviso y por antlgüdad. de acuerdo con de que se sirven los Estados para cumplir
el art. 67 del citado decreto-ley (Cám. Trab. Cap.,
Sala 3«. 27-12-946, Der. del Trab., 1947, pág. 35). su misión, han sido y siguen, y podemos
Constituye una injuria al honor del trabajador añadir que seguirán siendo objeto de dis-
que da derecho a éste a considerarse despedido cusiones; pero ninguno de ellos, con ex-
sin causa justificada, la denuncia de defraudación cepción, si acaso, de la muerte, ha provo-
formulada por el patrono, declarada Infundada por
la justicia del crimen en la respectiva sentencia cado tantas y tan apasionadas, como el de
absolutoria (Cám. Apel. Trab. Cap., Sala 2». l«-2- la deportación.
947, Der. del Trab. 1047, pág. 140). El empleador En verdad, no puede mencionarse una
que avisado oportunamente de la enfermedad de casa de estudios destinada a la materia del
su empleado no pagó a éste loe salarios estableci-
dos por la ley 11.729, incurre en una injuria a los Derecho penal, una publicación, un con-
intereses del trabajador que lo autoriza a consi- greso local, nacional o internacional, donde
derar disuelto el contrato de trabajo por culpa la deportación, bajo diversos nombres, no
del principal. El trabajador sólo cuenta para su
subsistencia con la remuneración convenida y haya ocupado y aún ocupa lugar de prefe-
cualquier incumplimienjo por parte de la per- rencia. Largas y afanosas sesiones de los
sona que está obligada a su pago constituye una institutos especializados del mundo, en pri-
injuria en los términos del art. 159 del Cód. de mer término la famosa Sociedad de Prisio-
com., modificado por la ley 11.729 (Cám. Apel.
Trab. Cap., Sala 2*. 16-4-946. Der. del Trnb., 1946, nes, de París, se han ocupado asiduamente
pag. 257). La injusticia de la suspensión —decla- del tema, y sus sesiones, que se celebran
rada por la autoridad judicial— acarrea el dere- mensüalmente, fueron motivo para que los
cho al cobro del salarlo por el término que duró más eminentes expositores de los sistemas
la medida (Cám. Nac. Trab., Sala 1«, 29-8-951.
L. L., t. 78, pág. 464). De acuerdo con reiterada represivos, emitieran sus juicios, que fue-
y ya pacifica jurisprudencia, la lndemnij»ción por ron replicados por otras autoridades, sin
antigüedad en ningún caso puede aer superior a haberse llegado a una idea coincidente en
$ 1000 por cada año de servicios o fracción mayor la materia. Recuérdanse, a propósito, las
de tres meses (Cám. Nac. Trab. Cap., Sala 4',
6-8-954, L. L., t. 78, pág. 490). Las partes pueden memorias y ponencias de M. Chailley-Bert,
contractualmente fijar un preaviso d« despido de
mayor plazo que el legalmente establecido (Cám. * Por el Dr. MATEO GOLBSTEÍN.
gobernador de varias colonias penales fran- muchos las personas que dieron por supri-
cesas, que fueron motivo de ardorosas dis- mida en absoluto y sin más en dicho país,
cusiones en la doctrina de ese pais y en la pena de deportación. Cosas análogas ocu-
toda Europa. M. Chautemps, político y legis- rren con mucha frecuencia.
lador, so OtUipó seriamente del tema, pro- En verdad se torna sumamente difícil
pugnando la supresión lisa y llana de la establecer una definición general del siste-
deportación. aia, no siendo más sencillo determinar si se
La Unión Internacional de Derecho pe- trata de una medida de seguridad o repre-
nal, en sus sesiones de Londres (1872), Es- siva del delito. Una y otra concepción han
tocolmo (1878), San Petersburgo (1890), Pa- sido sucesivamente mantenidas por la doc-
rís U895) pretendió agotar el tópico aun- trina internacional, y en las diversas le-
que aia mayores resultados. r gislaciones, subsiste uno y otro criterio. Ca-
En el seno de los países que han aplicado be distinguir, a su vez, aquellas leyes que
más ampliamente este tema se han sucedi- le asignan un carácter post-penal, después
do ininterrumpidamente las controversias ae haberse extinguido las penas señaladas
que alcanzan a nuestros días, pediendo de- por las leyes para los delitos que cometie-
cirse que los argumentos —y -muchas veces ron: los delincuentes que ya purgaron su
las sofisticaciones— en favor de la expa- crimen, siguen siendo considerados social-
triación, pesan tanto como las que se opo- inenie peligrosos.
nen a la misma, y reclaman a gritos la Innúmeras son, asimismo, las variedades
derogación de tal régimen. de la pena, que admite: a) la deportación
Variadas son también las formas de la judicial, aplicada por los jueces; b) la de-
terminología acerca del asunto. ¡wrtación administrativa, impuesta por loa
Las distintas legislaciones han intitulado gobiernos; c) la deportación penal, d) la
de manera variada al sistema, siendo las deportación no penal; e) la deportación
más difundidas la deportación, la "trans- temporaria y f ) la perpetua. Por fin, g),
portación" y la "relegación'" francesas. En carcelaria o presidial, que solamente mo-
España se conoce al método como de re- difican la ubicación del lugar del encerra-
legación, la deportación relegatoria o car- miento, con respecto a las condenas que se
celaria: en Rusia, por lo menos en la an- cumplen en los establecimientos cercanos a
tigua Rusia, se le conoció bajo el nombre •us urbes, y h) la deportación de la colo-
de katorga. De confinamiento se califica el nización, o mejor dicho, la colonización por
sistema en otros regímenes, con numerosos deportados que constituye un verdadero
aditamentos. Pero siempre, y en esencia, se avance sobre las anteriores. Una deporta-
tiende a establecer una forma de ejecución ción de la última especie, afirma Dorado
de las condenas que tiende a alejar de- las Montero, la cual no puede estar fija y
metrópolis, aunque sea en el limite del obligatoriamente predeterminada por la ley,
mismo país, de expulsar de la sociedad na- sino entregada ai arbitrio discrecional de
cional, al que ha delinquido en determina- ios que han de otorgarla, se diferencia bien
das formas y gravedad. claramente de la deportación penal y de
3. Def ilición y variedades. La diversidad toda deportación meramente eliminatoria, y
de denominaciones influye también para puede con toda justicia ser llamada depor-
que sean muy dispares las definiciones de iación-putronato. Es cabalmente, agrega,
la deportación. Si se dijera, por ejemplo, la que preconizan algunos adversarios de
expresa un autor, que Francia no deporta a ¡a otra (colonización por deportados), des-
ninguno de sus penados, habría quien di- contentos de los resultados que la misma
putara por exacta la afirmación y quien ha producido y está produciendo allí donde
por inexacta. No deporta, en efecto, a te- ella existe 0 > .
nor de las leyes allí en vigor; no hace sino
transportar, relegar. Pero en cuanto la Capitulan
cuestión se ponga a un no francés, o tam- RASGOS HISTÓRICOS DE LA DEPORTACIÓN
bién a los franceses que la juzguen con cri- 1. La relegación entre los hebreos. No ca-
terios generales y ateniéndose a otro con- be una sombra de duda, que los hebreos
cepto de la deportación que el nacional, ya '•litigues practicaron la deportación bajo la
sería preciso contestarla de otra manera. íorma de una relegación en las denominadas
Hace años, en 1900, dióse en Rusia una -ciudades de asilo", o "ciudades de refugio",
disposición aboliendo ciertas formas de la lúe la Biblia reconoce y reglamenta. Re-
deportación, no todas (por ejemplo, no la
katorga b deportación ejecutiva de los cuérdase que, oara el homicidio involunta-
trabajos forjados, la mayor de las penas de rio o culposo, el Viejo Testamento instituía
aquel Código penal común), y por no tener ( 1 ) KneicloiMHtia JurMicu Española. Barcelona,
en cuenta las distinciones debidas, fueron uolu Uc l't'üvo Uoriido Montero, t. 10, pág. 762.
determinados lagares donde no podía ejer- mente una pena: era una precaución que la
citarse el derecho de venganza, contra el ciudad adoptaba contra un ciudadano del
responsable intencional de una muerte. Mu- que sospechaba que pudiese comprometerla
cho después de la asignación de este tipo algún día. En Atenas se podía acusar a un
de relegación a los culpables de homicidio, hombre y condenarlo por incivismo, es decir,
se hizo extensivo el beneficio de la "ciudad por falta de afecto al Estado. Tratándose
de asilo" a los delincuentes políticos, a cier- del interés de la ciudad, nada garantizaba
tos inadaptados sociales, etcétera. Luego la vida del hombre... Seguramente que
que llegaba el homicida involuntario (o Arístides no había cometido ningún cri-
cualquiera otro tipo de delincuente, den- men y ni siquiera se sospechaba de 61;
tro de la mención anterior), a una de las pero la ciudad tenía el derecho de arrojar-
"ciudades de asilo", señala él marqués de lo de su territorio por el simple motivo de
Pastoret, se presentaba a los magistrados que Arístides había conquistado por sus vir-
que la gobernaban, a quienes refería lo que tudes demasiada influencia y podía resul-
le había pasado y las pruebas de su inocen- tar peligroso si quería (»).
cia, sobre cuya relación se le recibía y se 3. La deportación en el Derecho romano.
le señalaba una/ habitación dentro de la Los historiadores coinciden en reconocer
ciudad. Si los parientes del difunto (o el que Eoma conoció y practicó, d& manera
adversario político), deseosos de vengar la frecuente, la deportación. Algunos autores
muerte, venían a perseguirlo, se cuidaba sostienen que los romanos adoptaron el
de que no cayese en sus manos; pero po- sistema, ya con abandono libre de los de-
dían matarlo impunemente hallándolo fue- portados, ya obligándoles a^trabajos forza-
ra de la ciudad. , dos de carácter agrícola (deportatio ad
Debe señalarse que la Institución de las coactos labores); otros autores distinguen
"ciudades de refugio" para la purgación de entre la deportación impuesta o forzosa y la
determinados crímenes, exentos de dolo, deportación voluntaria, en la que el desdi-
constituye el más fiel antecedente del de- chado que se expatriaba voluntariamente,
recho de asilo, que ha sido incorporado a no podía volver jamás al territorio patrio,
la ley internacional moderna <.-), por haber abandonado íntencionalmente la
Por otra parte, esta forma de asilamiento comunidad de los ciudadanos. Recuérdase
constituyó una deportación voluntaria, q-ie que también se practicó el confinamiento
pudiéramos denominar salvadora o rescata- —dentro del territorio—, bajo la forma de
dora, no impuesta como pena, sino como la interdictio aquae et igni; en los prime-
recompensa, para aquel delincuente que no ros tiempos del imperio aparece la relegatio,
había querido ni previsto el resultado de su que posteriormente se transforma y culmi-
acción u omisión. na con la deportatio. Arangio-Rulz opina
2. El ostracismo en Grecia. A pesar de que el exilium, la relegatio y la deportatio,
las diferencias flagrantes que median entre que se sucedieron en Roma, se diferencia-
el destierro político tan frecuente entre los ban muchísimo unas de otras, tanto por el
atenienses y la moderna deportación, no trato dado al condenado, como por su dis-
puede negarse que el ostracismo traducía tinta repercusión sobre su capacidad jurí-
también una segregación impuesta, prime- dica, pero es evidente que las tres signifi-
ro en Atenas (cinco siglos antes de la Era can el antecedente de la deportación, re-
Cristiana), por Clístenes, y posteriormente legación o extrañamiento, conocidos por el
difundida en otros Estados griegos. Consis- Derecho moderno. .
tía en lo siguiente: una vez al año todo La ley romana distinguió también entre
ateniense tenía el privilegio de anotar en la deportación propiamente dicha, y el des-
una ostra (ostrakon) el nombre de un hom- tierro con obligación de residencia en de-
bre de Estado a quien él juzgaba convenien- terminados parajes. Esta medida se reser-
te enviar al destierro; si se pronunciaban vaba para los honestiores, siendo conde-
6.000 votos adversos al sindicado, el decreto nados los humillares a las. minas.
de destierro o de ostracismo se ponía en En los dos casos, el condenado perdía el
ejecución. Señálanse entre las víctimas del status civitatis. Bajo el Imperio, la relación
ostracismo ateniense nada menos que a adquirió las características de una fiutén-
Milcíades, Temístocles, Arístides y Alcibía- tlca pena, comprendiendo balo el nombre de
des. Este último abolió la-práctica, no sin releaatio in insulam el destierro, el simple
grandes esfuerzos. confinamiento y el confinamiento en una
A estar al respetable testimonio de Plu- isla. Podía ser perpetua y temporal. Afir-
tarco (el ostracismo no constituía propia- man algunos tratadistas que en ciertas épo->
(2) Goldstoin, M., Dcn-.cho hebreo a través de
la Biblia 11 rl Tc.lmvti. pAg. ISO, notn 47 a. Es. A i - '•J¡ T'°íriT! ,i>.- (.'ni.'iinperi. L<< cludatf niil>(/un.
res. 1946. i,rad. por E: di; Garbea, 'p:i;j. 320, Emeeé Ecl., Da. A*.
cas, el ardor de las luchas políticas romanas gar cierto, tomándole todos sus bienes...
se desató de tal manera que durante la La quinta es cuando destierran a alguno
dictadura de Sila fueron deportados a Cer- para siempre en alguna ysla, non tomán-
deña más de seis mil ciudadanos partida- dole sus bienes" (ley 4, tít. XXXI, Part. 7'>;.
rios de Mario, y más tarde, en los comien- Los exégetas de los viejos textos aclaran
zos dei Imperio, bajo Augusto, la deporta- que la primera de esta forma de destierro
ción creció en una proporción desconocida (la tercera de que habla la ley), es la que
hasta entonces. Se convirtió de tal modo, los romanos llamaban deportatio; la se-
más que en una medida de seguridad o gunda (la quinta de la ley), es la relega-
una penalidad para los culpables de algún ción propiamente dicha.
crimen, en un recurso político destinado a Hasta bien entrada la Edad Moderna,
aliviarse de los opositores. \ España aplica, sucesivamente, estos princi-
4. El régimen en el Derecho medieval. pios que habrían de ser sustituidos por la
Aparentemente, en la Edad Media, la de- pena de galeras, que constituyó el antece-
portación perdió prestigio. Es más que pro- dente más próximo de la deportación hasta
bable que el destierro disminuyó notable- entonces vigente.
mente en su forma de deportación colo- 6. La deportación en Francia y en otros
nizadora. La razón más evidente es la es- países. Los historiadores mencionan que la
casez de países colonizadores en esa etapa ley positiva penal francesa reconoció la
de la historia. Pero ello no excluye que los deportación desde muy antiguo, y particu-
germanos y el Derecho canónico no lo im- larmente bajo formas rudimentarias, en la
pusieran en los países de su hegemonía. En Edad Media.
uno y otro caso recuérdase que admitían el Señálase que ya en 1540 se extraían d*
bando, que constituía la privación de la las cárceles algunos condenados para ser
libertad para los que atentaban contra la enviados al Canadá, con fines de coloniza-
paz territorial (/oídos, entre los germanos) ción, siendo probable que el intento diera
y el destierro, lo mismo como pena, que co- escasos resultados. Un siglo después, Francia
mo medida de seguridad. envió a la misma colonia una cantidad de
El sistema español del Fuero Juzgo, Las prostitutas jóvenes; en 1684, mujeres de
Partidas, etcétera, y otros ordenamientos mala vida a Louisiana; más tarde, malhe-
de la Edad Media merece un rubro aparte. chores al Mississipí. Siempre con resultados
5. El tópico en el Derecho español del desastrosos. Oportunamente señalaremos
medioevo. La deportación, bajo diferentes otras actuaciones de Francia en materia
formas, es tradicional en España, y las co- de deportación, relativas a los tiempos mo-
lonias penales, con distinto régimen para dernos.
su funcionamiento, según las épocas, cons- El Imperio ruso comenzó la deportación
tituyen una de las bases, a mi ver la prin- de delincuentes —especialmente políticos—
cipal, sostiene Cadalso, para el conocimien- a partir del siglo xvi, especialmente a Sibe-
to de nuestras instituciones penales y pe- ría; Portugal y Holanda lo hicieron con
nitenciarias (•>). anterioridad, en el siglo xv, y Gran Bretaña
El Fuero Juzgo disponía, en efecto: "E recién comenzó su vasta labor de esta ín-
los siervos que esto ficiesen (adivinamien- dole en el siglo xvn, en virtud de la famosa
tos) sean tormentados por muchas maneras, ordenanza de la reina Isabel, Vac/rancy Act.
y que sean vendidos, y que los lleven a ul-
tramar" (ley i, tít. I, lib. II). "E si por Capítulo III
ventura el que mata fuere a la iglesia, y el EL RÉGIMEN LEGISLATIVO MODERNO
rey el sennor lo quisieren librar de muerte 1. La deportación y el destierro o extra-
por piedad, envíenlo por siempre fuera de ñamiento en los diversas países. Si, como lo
la tierra". hemos demostrado, la deportación ha sido
Las Leyes del Estilo y el Fuero viejo de experimentada entre los pueblos de la an-
Castilla también imponían el destierro, ba- tigüedad con mayor o menor similitud a la
jo diferentes formas y con variada duración. que rige hoy, es lo auténtico que recién en
Las Partidas, tomando algunas reglas del la Edad Moderna ha experimentado la evo-
Derecho romano, tratan, en diversas leyes, lución que la identifica en los diversos Códi-
del destierro, diciendo: "Siete maneras son digos y leyes especiales. Tres países se han
de penas con que pueden los judgadores caracterizado por aplicar con un criterio
escarmentar a los f azedores de los yerros... más o menos consecuente esta forma de se-
La tercera es cuando destierran a alguno parar a los condenados del resto de la pobla-
para siempre en alguna ysla o a algún lu- ción, ya sea relegándolos a un lugar aparta-
do de la propia metrópoli, ya sea enviándo-
(4) Cadalso, F., Principios de la colonización los a una colonia penal, en alguna de sus po-
y colonias penales, páf*. 52, Madrid, 1896. sesiones. Desde luego, han podido apelar a
este último medio solamente aquellas na- nados, las corrientes de esta índole conti-
ciones que cuentan con territorios colonia- nuaron hasta la declaración de la indepen-
les, como Francia e Inglaterra, o que en las dencia, quedando abolidas por fuerza, en
inmensas y desoladas latitudes de sus te- 1786, haciéndose de necesidad virtud, como
rritorios podían elegir espaciosos lugares declara, al tratar el asunto, un escritor in-
hasta los que no llegaban ecos de la vida glés. Con el descubrimiento de Australia,
civilizada, verbigracia, la Rusia de los za- gracias al capitán Cook, en 1770, este nue-
res. No sólo en los anales penitenciarios vo país había de convertirse en vaciadero
de cada una de esas potencias, no sólo en de los penales y cárceles de Inglaterra. Se'
las reuniones de sus institutos especializa- establecieron diversos puntos donde serían
dos, sino en una profusa literatura, se han radicadas las poblaciones deportadas. Pero
divulgado diversos aspectos del extraña- la reacción, aunque lenta, también se pro-
miento en Jos tres países que hemos men- dujo en Australia: en el año 1839 se envió
cionado, sin perjuicio de que otros, menos el último grupo de mujeres, y unos años
trascendentales por diversos motivos, tam- después se suprimió la deportación de todo
bién hayan acudido a la deportación y tipo de penados.
destierro de sus delincuentes, con experien- Mas no debe olvidarse que la presencia
cias varias. de los penados atrajo hacia Australia a una
2. El experimento de Inglaterra. Hemos numerosa población libre, y con el tiempo
dicho, precedentemente, que desde los tiem- se habían de erigir ciudades prósperas en
pos de la reina Isabel, conoció el régimen torno de las colonias penitenciarias, seña-
penal británico la deportación. Pero, según lando así inmensos progresos para el país.
lo señalan los autores, ésta era una depor- No se hallan contestes la doctrina ingle-
tación irregular e imperfecta, consistiendo sa, y la europea, acerca de los resultados de
principalmente en una medida arbitraria la deportación inglesa al territorio austra-
de carácter político. El punto de destino liano. Mientras algunos autores sostienen
era, invariablemente, la colonia inglesa de que ha sido un fracaso, otros señalan los
la América del Norte. En el act del rey merecimientos del sistema, si bien se in-
Carlos II, se estableció que podían ser clinan a destacar la importancia de este
deportados, no solamente los ladrones y los sistema de vencer al desierto, aunque sea
vagos y mendigos incorregibles, sino tam- a través de condenados por delitos come-
bién los culpables de haber asistido tres tidos en la metrópoli. El ejemplo de Aus-
veces a reuniones religiosas ilegales... En tralia, sostiene un antiguo gobernador de la
mérito de esta regla, fueron deportados los Nueva Caledonia —colonia francesa de de-
disidentes de la iglesia oficial, entre los portación— ha servido de base a la teoría
cuales, los católicos lo eran a Virginia y los de la deportación. Durante largo tiempo se
cuáqueros a Pensilvania., No preveían los ha creído que la Australia se había formado
gobernantes de Gran Bretaña que con estas por los condenados. Nada más falso. Austra-
medidas habían de asegurar para siempre lia vivía miserablemente hasta que no se
la prosperidad de las zonas de extraña- encontró la idea de la lana. Como los in-
miento y la mentalidad religiosa y liberal, gleses están muy prontos a aprovechar las
a la vez, de la futura Unión americana. probabilidades de ganancias que se les in-
Pero como las deportaciones se hacían dica, afluyeron allá en gran número. Mien-
cada vez más frecuentes y cuantiosas, día tras no hubo más industria que ésta, toda--
llegó en que las colonias se sintieron satura- vía tuvieron que sufrir a los deportadosj
das y de ahí la famosa cuestión planteada pero, dichosamente para ellos, el oro fue
por Benjamín Franklin, en nombre de las descubierto, y entonces se realizó una in-
comarcas del 'Nuevo Mundo. En 1774, el migración en masa hacia ese país, y el ele-
eminente patriota promovió la gran cues- mento libre adquirió mayor fuerza. Su pri-
tión, diciendo: "Es necesario que nos libréis mer cuidado ahora ya fue gritar: "No que-
de todos los penados que nos enviáis" ( » ) . remos más deportados". Otro funcionario
Pero no obstante la resistencia de las de una importante colonia penal francesa,
colonias para recibir nuevos aportes de pe- juzgando los resultados de la experiencia
inglesa en Australia, anota: "A mi juicio,
(5) Contra la política de Inglaterra efe remitir hay cuatro causas principales del éxito de
su peor población penal a las colonias de Norte la colonización en Australia: la deportación,
América, protestaron enérgicamente éstas, siendo que tiene en esta obra un puesto colosal;
ciigüís de mención las frases de Benjamín Fran-
Xiin, colocadas al término de una de las notas: el oro; dos medidas excelentes que son, el
"¿Qué diría Europa, si nosotros le enviáramos sistema de Wakefieid para la distribución
nuestras serpientes de cascabel, como ella nos ha de la tierra, y la aplicación del Acta To-
enviado las suyas en forma de criminales empe- rrens. es decir, la organización del crédito".
dernidos?" La frase se hizo .famosa y recorrió el
inundo entero. , Desde luego, no puede exagerarse las
ventajas aportadas por la colonización pe- portación simple, conservando sólo la de-
nal inglesa a los países donde fuera dirigi- portación con trabajos forzados. La cues-
da pero no caben dudas que particular- tión recibió una solución negativa, y el
mente con la deportación australiana, In- Código penal de 1845 conservó ambas for-
glaterra inició una empresa de colonización mas. Durante la segunda,mitad del siglo xrx
penal sistemática, racional, que no había vuelve a ponerse de nuevo, de cuando en
ensayado en las comarcas americanas. El cuando, la cuestión de la deportación, pues
resultado fue que, a la par de beneficiar a los gobernadores generales de las provincias
las nuevas tierras, se eliminó el criterio de de Siberia no cesan de quejarse del mal
la deportación eliminatoria, "la política de que la deportación origina en esas regior.
desembarazo", que caracterizó el sistema nes... ( « ) .
en los comienzos, en la mayoría de los paí- Recién en el año 1900, el zar Nicolás II,
ses. por ukas, dispuso la supresión de la depor-
3. El sistema en Rusia. El inmenso Im- ción simple o pena de deportación.
perio de los zares rusos acudió desde tiem- En consecuencia, durante el Imperio, Ru-
pos inmemoriales a este procedimiento, que sia reconoció la deportación propiamente
sirvió magníficamente al propósito de eli- dicha o simple, y la transportación, o de-
minar a los incómodos representantes de portación a trabajos forzados; asimismo
.las tendencias liberales y libertarias. La distinguió la deportación como pena y como
deportación tiene una data, en Rusia, de medida de seguridad. Las estadísticas que
los tiempos de Iván el Terrible (siglo xvi>, traen algunos tratadistas dicen a las claras
con las características atroces que se pre- de la magnitud que las diversas formas de
senta ante el juicio moderno. Desde luego la deportación alcanzaron en Rusia. Desde
fue impulsada también por el deseo de po- 1807 hasta 1S99, Siberia ha recibido de la
blar extensiones inmensas, que de otro mo- Rusia europea casi un millón de penados,
do permanecerían desoladas durante siglos. incluyendo a las familias de los condena-
"Ya el gobierno de los reyes moscovitas, dos. • . • • ; •
sostiene un autor, se daba cuenta de los Esta suma de personas, de toda categoría
vicios inherentes a la colonización penal. y jaez, colmó ciertas regiones de la Siberia
Pero la necesidad de poblar la Siberia, nue- de una población proclive a toda norma de
vamente conquistada, era tan grande que orden y de moralidad. Los gobernadores
no hubo otro remedio sino tolerar todos los comenzaron a protestar cada vez más rui-
inconvenientes del sistema adoptado, y el dosamente. Igual fue la conducta de las
número de los deportados aumentó de año poblaciones libres que habitaban en las res-
en año. Pedro el Grande, a comienzo del pectivas zonas de relegación. Existía el
siglo xvm, y Catalina II, al final del mis- riesgo, no imaginario, por cierto, de que los
mo, casi llegaron a suprimir la deportación. territorios sometidos a la deportación de
Pero las ideas que presidieron a estas ten- penados se convirtieran en focos de la de-
tativas, y que yo no vacilo en calificar de lincuencia nacional, donde en atroz pro-
penitenciarias, si estaban al alcance del ge- miscuidad convivían criminales de la peor
nio de las grandes comarcas, no podían aún laya, penados políticos y agricultores en
penetrar en las concepciones de sus hom- general.
bres de Estado. El medio de desembarazarse, La situación perduró, sin embargo. El
por la deportación, de los elementos cri- Código penal ruso de 1845 admitía la de-
minales y viciosos del país parecía demasia- portación con obligación de trabajo, IR
do sencillo y cómodo para que se pudiera deportación en Siberia y la deportación en
renunciar fácilmente a él. Por otra parte, Trascaucasia; pero los trabajos forzosos se
no se había perdido la esperanza de fundsr subdividian en siete grados, según la natu-
colonias penales, y había que ingeniarse en raleza del trabajo impuesto y el término
buscar procedimientos que asegurasen el de la detención. La deportación en Siberia
bienestar de los colonos. Desde 1773 hasta comprendía también dos grados, según el
1829, se pueden notar una serie de tenta- alejamiento mayor o menor de la provincia
tivas de este género, fracasadas invaria- asignada al penado para su residencia. Aún
blemente, una detrás de otra. Es imposible había que establecer distinciones, según
valuar lo que estas tentativas han costado que el deportado quedara libre o sometido
en vidas humanas y en rublos, pero las a una reclusión graduada, de uno a cuatro
mismas hcm tenido el mérito de una larga, años. Antes de 1900, se distinguían en Rusia
obstinada y convincente experiencia, cuyo la deportación, pena inflingida por el juez,
resultado fue absolutamente desfavorable de la pronunciada como medida adminis-
a la deportación. Por eso, en 1835, el em-
perador Nicolás I mandó que se estudiará (3) Salomón, Comunicación a! Congreso Peni-
tenciario Internacional de Bruselas, citado por Pe-
el problema de si convenía suprimir la de- (l~o Dómelo Montero, en la nota premencionada.
trativa. La deportación judicial presentaba minada, con residencia forzosa en otra lo-
cuatro fases: 1? La deportación con trabajos calidad o sin ella, con extrañamiento parcial
forzados y pérdida de todos los derechos. o sin él de un lugar determinado... El ar-
(Era la katorga, trabajos forzados a perpe- ticulo 35 aclara que estas medidas serán
tuidad). 21? La deportación para convertirse impuestas por los tribunales "a las personas
en colono (sylka na posielenie), o sea el cuya permanencia en un lugar se considere
envío para permanecer perpetuamente en peligrosa. El extrañamiento del territorio...
una aldea o centro agrícola; involucraba la o el destierro de una localidad determinada
pérdida de los derechos civiles. 3<? La depor- con residencia obligatoria en otra, durarán
tación para habitar (sylka najitio) en Si- de tres a diez años, y cuando se imponga
beria. Era un destierro puro y simple, con con carácter de medida accesoria de defen-
pérdida de los derechos de ciudadanía, fi- sa social no pasará de cinco... El extraña-
jación severa de un lugar de residencia y miento del territorio... así como el des-
vigilancia estrecha de la policía. 4"? La re- tierro, en cualquiera de sus formas, no se
legación de los vagabundos (brodiagui), que podrá imponer a los menores de dieciséis
eran, casi siempre, forzados evadidos. años".
Este régimen estuvo en vigencia hasta la Por virtud del artículo 36 se aplicará el
sanción del Código de 1903, que no intro- destierro en una localidad determinada,
dujo, alteraciones fundamentales en el sis- con destierro obligatorio a otro lugar, sólo
tema. Se conservaron, pues, la deportación podrá imponerse como sanción para los
simple para los crímenes y delitos políticos delitos contrarrevolucionarios, previstos en
y religiosos y para los vagabundos no la "Parte especial", capítulo I, artículo 58
identificados, después de los cuatro años de y subsiguientes del Código. En la comisión
reclusión, y la pena de trabajos forzados de los delitos contra la organización admi-
perpetuos y temporales, disponiéndose que nistrativa (arts. 60. y sigts.), se impone, en
los condenados a la pena de trabajos for- determinadas condiciones, el destierro.
zados temporales fueran desplazados, una Ahora bien, en el Código del trabajo co-
vez vencida la pena, a la calidad de colonos rreccional, al que nos hemos referido, se
en regiones determinadas. Posteriormente prevé, artículo 100 y siguientes, la de-
se dictaron algunas disposiciones, relativas portación conjuntamente con el trabajo
especiamente a la deportacoión en la isla forzoso correccional. "La organización de
de Sakhalin. campos de deportación conjuntamente con
4. La deportación en el sistema soviético. trabajo forzoso correccional —prescribe el
La revolución rusa de 1917 y los trabajos artículo 100—, se efectúa en los lugares
de codificación que se realizaron a la luz designados por las direcciones de las insti-
de este acontecimiento de capital impor- tuciones de trabajo correccional del krai,
tancia mantuvieron sin embargo los linca- oblost, repúblicas y territorios autónomos".
mientos principales del Derecho penil vi- Los condenados a deportación conjunta-
gente durante el prolongado imperjp za- mente con trabajo correccional, se lee en e!
rista. precepto subsiguiente, ejecutan este traba-
El destierro y la deportación siguen ri- jo: a) Arrendando sus servicios a las coo-
giendo en la legislación penal de 1926, 1930 perativas estatales, empresas sociales e
y las leyes posteriores. Con preferencia se instituciones, mediante contrato entre di-
regla el sistema en el Código del trabajo chas organizaciones y las entidades co-
correccional de la R. S. F. S. R. rreccionales de trabajo; b) Arrendándolos
El Código penal vigente admite el extra- a las empresas organizadas especialmente
ñamiento, que es un destierro fuera del te- por las instituciones de trabajo correccio-
rritorio de la Unión Soviética, y puede ser nal; c) Empleándolos en los trabajos en
temporal o perpetuo. Dentro del extraña- masa que se organizan por contrato entre
miento incluye el Código (art. 20, ap. g) el las instituciones correccionales de trabajo
confinamiento (extrañamiento de una lo- y los organismos estatales o las cooperati-
calidad o de todas, con obligada residencia vas; d) Empleándolos en colonias para tra-
en otra, o en algunas, dentro de los límites bajos en masa.
que marque la sentencia). En sucesivas disposiciones se rigen las
El citado artículo 20 del Código penal de- condiciones de salario, instrucción, horario
fine las medidas de defensa social de ca- de trabajos y descanso y la educación po-
rácter judicial correccional, incluyendo: lítica. Por virtud del articulo 106 se otor-
.. .f) Extrañamiento temporal del territorio ga, a los condenados a deportación con
de la Unión de las Repúblicas Socialistas trabajo correccional, quince días de vaca-
Soviéticas; g) Extrañamiento del territorio ciones anuales, sin derecho a abandonar
de la República Federativa Socialista de los durante dicho término, el radio de la de-
Soviets de Rusia o de una localidad deter- marcación en que están deportados. En otro
precepto se establecen las sanciones para guesas varios miles de condenados. Más
los deportados que no cumplen con las tarde se sindica a la deportación como pena
obligaciones que les están impuestas: a) aplicable a los criminales más entrañables.
Prevención; b) Reprensión; c) Arresto has- Un conocido tratadista italiano señala que
ta 20 días; d) Deportación a un lugar más "la idea de un lugar de deportación fuera
lejano. del reino, surgió entre nosotros desde el
El profesor don Luis Jiménez de Asúa, momento en que se constituyó el Reino de
comentando el segundo "Código de trabajo Italia. Concretóse la misma, agrega, en
correccional", aprobado el 19 de agosto de 1862, mediante una serie de gestiones con
1933, por el Comité Ejecutivo Central y Portugal, para obtener un punto en Mo-
Consejo de Comisarios del Pueblo de la R. S. zambique, en el Congo o en Angola; pero
P. S. R., expresa que "manifiesta un retro- no habiéndose podido llegar a un acuer-
ceso en la marcha ascendente hacia una le- do... se empezó un cambio de ideas con
gislación eficaz de objetivos pedagógico- Dinamarca y con Rusia, a fin de obtener
correccionales. El sistema progresivo, aña- algún territorio al efecto en otras islas" (») .
de, que se seguía en el Código de 1924, se Expresa -el mismo autor que después de
suprime en «1 vigente. El sistema progre- algunas tentativas frustradas en el mismo
sivo, que se seguía en el Código correctivo, sentido, Cerrutti, en agosto de 1869, recibió
es muy inferior al derogado. La razón es el encargo de adquirir, por cuenta del go-
que tal régimen no se compagina con la bierno italiano, una localidad próxima a la
organización colectiva del trabajo que debe Nueva Guinea, para establecer allí un lu-
cooperar a la ejecución de los planes quin- gar de deportación, y el comisionado esti-
quenales, según la opinión del tratadista T. puló, en diciembre del mismo año, un con-
Napolitano. venio con el sultán, por el cual éste cedía
"Repitamos, puntualiza el penalista es- el grupo de las Batianas, y en 16 de enero
pañol citado, que, a nuestro entender, el de 1870, otro convenio por el que fueron
nuevo Código correctivo es muy inferior al cedidas las islas Key; otro tercer convenio
derogado. En busca de una opinión relati- con los rajaes de Wogier y de Saunna. Pero
vamente imparcial, tropezamos con este también estas tentativas fracasaron y me-
juicio de un penalista afiliado al fascio diante un decreto gubernativo del 30 de
italiano, quien considerando en abstracto, abril de 1871, nombróse una comisión que
es decir, en cuanto obra legislativa, el Có- estudiara la conveniencia de fundar una
digo que nos ocupa, escribe estas líneas: colonia exclusivamente comercial o peniten-
«No obstante el desequilibrio de sus partes, ciaria, o ambas cosas a la vez; la comisión
y el tanto de retórico y de irrealizable que se expidió aconsejando fundar colonias
hay en sus conceptos, constituye, como ob- "para fines de deportación", y en tal sen-
jeto de estudio, incluso para los países ca- tido recomendaba adquirir la isla de Soco-
pitalistas, un documento humano de nota- tora, junto a la costa oriental del África.
ble importancia»" (?). ' Pero las gestiones tampoco fueron brillan-
tes. Y el problema permanecía insoluble.
Capítulo IV En los diversos Códigos penales, sin
LA DEPORTACIÓN EN OTROS PAÍSES embargo, se insistía sobre la deportación.
El proyecto de 1873 la admitía, aunque co-
1. El régimen italiano. Antes de produ- mo medida potestativa y con carácter pro-
cirse la unidad italiana, ya existían ante- visional. El Código vigente en 1889 renovó
cedentes del sistema que nos ocupa. las discusiones doctrinarias, lo cual hubo
Así, en el Código de las dos Sicilias se de ocurrir con los proyectos subsiguientes
incluía, con el confinamiento y el destierro, de 1899, .1900, 1904, 1910, etcétera.
como penas correccionales, y conjuntamente 2. El sistema en Portugal. Aseveran los
con el extrañamiento del reino, que cons- autores que Portugal fue el primer país que
tituía una pena aflictiva, la de relegación. practicó, en los tiempos modernos, con un
Esta se ejecutaba, desplazando al condena- criterio racional, el sistema de la deporta-
do a una isla, por un término que llegaba a ción. El antecedente histórico es muy re-
la década, para dejarlo vivir allí, en liber- moto, ya que en el siglo xv, Portugal depor-
tad. Recuérdase también que en el siglo xix, taba a sus delincuentes hacia el África, y
por mérito de un pacto celebrado entre según puntualiza un historiador, le corres-
el rey de Portugal Juan VI y el rey de Ña- ponde a Vasco de Oama el mérito de haber
póles fueron transportados desde las pri- distribuido, por primera vez, a los delin-
siones napolitanas a las posesiones portu- cuentes portugueses por el territorio de las
(7) Jiménez de Asúa, L.. Derecho penal sovié-
tico, pág. 143, Tipográfica Editora Argentina, Be, (8) Longhl, L.. Kepressíone e prevemione nel.
Aires, 1947. Diritto pénale attuaíe. pág, 981. nota, Milán, 1911.
respectivas colonias. La deportación conti- Capítulo V
nuó hacia el Brasil, a la India y a las co- LAS COLONIAS PENITENCIARIAS
lonias africanas, siendo evidente que Por-
tugal acostumbraba conmutar la pena de 1. Juicio crítico. Aunque el tema pro-
muerte por la deportación a Mozambique piamente de las colonias penitenciarias o
y a las Indias. cotonías penales, ocupa un lugar aparte en
Debe tenerse en cuenta que siendo Por- la terminología penal, nos ocuparemos bre-
tugal un país ampliamente colonizador, no vemente de ellas, como concreción de las
podía menos que ser de los primeros que tendencias de deportación, emprendidas por
acudieron al recurso de las deportaciones, los diversos países. Son de muy diversa
tanto para alejar de la metrópoli a las estructura y conformación las colonias ins-
gentes de mala vida, cuanto por acelerar tituidas hasta el presente y aun aquellas
el proceso de la trasplantación de elementos que se acercan a un ideal científico, oca-
europeos. sionan una larga polémica doctrinaria que
De este modo, la deportación entró en los aparentemente no tiene miras de ser ago-
hábitos y en los textos legislativos de aquel tada. En dos clases principales pueden
país, al punto que todos los proyectos de agruparse, comprendiendo las cotonías na-
Códigos penales formulados a través de los cionales, por razón de su ubicación en el
tiempos han involucrado en su sistema territorio del Estado, y eufonías ultramari-
penitenciarlo a la deportación. El Código nas o extraterritoriales. También pueden
penal de 1852 estableció dos clases de de- distinguirse en cotonías penitenciarías agrí-
portación, la deportación simple, cumplida colas o industriales, según el género de
en la India portuguesa, y la deportación trabajo a que estái) sometidos los penados;
calificada, que lo era en África, según la hay otras meramente educativas, dedicadas
gravedad de los delitos cometidos. En el año generalmente a la reeducación de los jó-
1867 Portugal abolió la última pena y la de venes.
trabajos públicos, reemplazando a ésta, con Después de las ardorosas discusiones de
la prisión celular, seguida de la deportación. los Congresos internacionales de Derecho
Dos .años más tarde se dictaron nuevas penal, sobre todo el de la Unión interna-
medidas legislativas, tendientes a rectificar cional de Derecho penal, celebrado en Lis-
los errores de la primera, y en febrero de boa, en 1897, y otros posteriores, se han
1894 se completó la reorganización de las cristalizado algunas características genera-
colonias penales. Estas se hallan organiza- les acerca de la colonización penal o peni-
das militarmente, utilizándose la mano de tenciaria.
obra penitenciaria para roturar campos, Por de pronto, se reconocen tres etapas
en forma retribuida. Simultáneamente se fundamentales por las que han pasado casi
crearon los llamados depósitos, de carácter todas las legislaciones: 1? Los Estados sólo
militar más rigurosao. se servían de la deportación en colonias pa-
El Código penal de 1886 y la ley de 1892 ra verificar la política del desembarazo, &
reglamentaron en forma la deportación que aluden ciertos penalistas: una elimi-
portuguesa, con un régimen que aplica a nación total de los delincuentes, del solar
los condenados, culpables de los crímenes patrio; 2° La colonización como fin fun-
más graves, la deportación simple o com- damental y práctico de lograr un aprove-
binada con la prisión celular. Los grados chamiento en beneficio del Estado y la co-
de la gravedad de tal pena dependen de su lectividad, siendo ambas de carácter ex-
duración, de su unión o no con la prisión traterritorial. 3? El sistema más actual se
celular y de que, al su'frirla en las colonias, desarrolla especialmente dentro del terri-
lleve o no conjunta la reclusión. La depor- torio nacional y llena una función útil me-
tación obliga al deportado a residir y tra- diante el trabajo de los penados y la re-
bajar en el depósito o en la-colonia a la adaptación de los mismos.
que se le haya adscripto. Un autor español, Federico Puig Peña, ha
3. La deportación en Holanda y Dina- definido el sistema que constituye una sín-
marca. Holanda conoce el régimen de la tesis entre los tres regímenes analizados,
relegación desde el siglo xvi, la que se prac- como que constituye aquel sistema peni-
ticaba hacia sus posesiones en el Asia, mas tenciario especial, por virtud del cual se
no prestándose dichas colonias para tal fi- destina a determinados condenados a tra-
nalidad, por sazones climáticas, la depor- bajos agrícolas o industriales, viviendo
tación fue poco a poco abandonada. Análo- agrupados en una unión penal de explo-
go proceso siguió Dinamarca, que, habiendo tación, dentro o fuera del territorio ( 9 ).
dado comienzo al sistema luego de haber El mismo tratadista esboza los caracteres
adquirido Groenlandia, lo abandonó al po- (9) Nueva enciclopedia Jurídica, Barcelona,
ce tiempo. nota de Federico Puig Pefia, t. 4, pág. 416.
del actual sistema penitenciario, practicado sitio donde el culpable sea sometido a
actualmente de la siguiente manera: a) Es tratamiento, que un lugar donde se le lleva
un propio sistema penitenciario: debe es- para sufrir el castigo que merece por sus
tar regido por un sistema especial para el hechos malos, el empleo del tratamiento
cumplimiento de determinadas penas pri- dicho, es al que consagran todos sus esfuer-
vativas o restrictivas de la libertad, y que zos". Viendo las colonias penitenciarias por
la agrupación de personas existentes en el este prisma —idéntico a aquel por donde se
territorio responda en su actuación a la suele mirar al presente la ejecución de las
idea legislativa de su constitución; b) Su- penas en 10 general—, señala Pedro Dorado
pone que los que forman parte de la co- Montero ( ), y organizadas, por lo tanto,
lonia vivan agrupados en ana unidad penal convenientemente para la ejecución de se-
de explotación. Requieren, por tanto, una mejantes propósitos, los adversarios de ellas
dirección y un orden (lo que no se ad- quedan desarmados y se tienen que pasar
vierte en el sistema de la Guayana france- al bando de los defensores, por cuanto
sa) ; c) El trabajo constituye en la coloni- desaparecen los motivos que servían de ba-
zación penal el elemento básico de la mis- se a suá críticas. Así se comprende, añade,
ma (la colonia debe tener sabor agrícola o que los enemigos más fieros de la deporta-
industrial); d) La colonización puede tener ción, con toda su secuela de vicios coloni-
lugar dentro o fuera del territorio, si bien zadores de toda especie y sus estragos en
es preferible que sea realizada dentro del el Tesoro público, estén convertidos en par-
territorio. tidarios de la colonización interna, ya por
2. La controversia persiste... Desde lue- medio de las compañías o destacamentos
go, a grandes rasgos, estos mismos caracte- de penados adultos, que trabajan al aire
res traducen con ciertas variedades adap- libre —en obras públicas, en terrenos del
tadas a las posibilidades y circunstancias Estado o comunales en contratas, etc.—, ya
de los diversos países y a los encauces de en asilos de jóvenes sometidos a educación
la literatura penal, las colonias penales o correccional, o en ambas maneras a la vez,
penitenciarias que funcionaron y aún fun- o en otras muchas formas y combinaciones
cionan en algunas naciones. No es unánime que pueden adoptarse...
la opinión acerca de las ventajas del sis- En definitiva, se torna difícil opinar de
tema, como no se ponen de acuerdo los tra- una manera categórica en tan compleja
tadistas, en sus criticas. Las antiguas con- materia. Probablemente en cada país o a
troversias subsisten y se renuevan, siendo través de cada legislación, el tema adquie-
los argumentos más abundantes los que re otras tonalidades y otras experiencias,
justifican este régimen de la deportación, en su materialización.
basado en las siguientes razones: 1"? La co- Lo evidente es que las anacrónicas ten-
lonización determina el desarrollo de las dencias que se expresan con la fórmula de
fuerzas físicas del penado; 29 Desarrolla "la política del desembarazo o limpieza
hasta el máximo deseable el fondo moral metropolitana" ha cedido su lugar a nuevos
del delincuente; 39 Resuelve, en gran par- conceptos relacionados con el delito y el
te, los dolorosos problemas sexuales que delincuente, que han incidido para morige-
tanto aquejan a los pobladores de las pri- rar los defectos de la deportación y de las
siones, y 49 su realización exige un coste colonias penitenciarias, históricas, para dar
muy relativo. lugar a otros enfoques, más racionales y
Recuérdase que con motivo de la celebra- más humanos a la par. íf^i> BÍ j*ts ,
ción, en Washington, del séptimo Congre-
so penitenciario (año 1910), los delegados :;S.!/:ií,;d¡»s |«fe,• Capitulo VI.¿¿.¿tft---,,:.,,
oficiales europeos hicieron, por cuenta del LA DEPORTACIÓN EN LA LEGISLACIÓN ARGEN-
gobierno de los Estados Unidos, un viaje a '.í; ' TONA
través de los principales establecimientos
penitenciarios de este país. De su informe, 1. Algunos antecedentes históricos. El
elevado al Congreso, extractamos estas con- primer antecedente legislativo de la pena
clusiones: "De una manera general, hemos de deportación lo hallamos en el Código
recibido la impresión de que, en América; penal de 1886, que la incluye entre las diez
las penas dejan de tener un carácter inti- penalidades admitidas por dicha ley: 1?
midativo, para no ser otra cosa sino una Muerte; 2? Presidio por tiempo indetermi-
tentativa, todo lo generosa posible, de en- nado; 39 Presidio desde tres a quince años;
mienda de los detenidos... Intimamente 4"? Penitenciaría por tiempo indeterminado;
convencidos (los directores de las colonias 59 penitenciaría desde tres a quince años;
penales) que la mayoría de los criminales 6? Prisión de uno a tres años; 7? Arresto
son corregibles, e imbuidos de la idea según (10) Enciclopedia Jurídica Española, Barcelo-
la cual la prisión debe ser mucho más un na, nota de Pedro Dorado Motero, t. 7, pág. 167.
de un mes a un año; 8° Destierro de uno a saron a nuestras leyes por imitación o re-
seis años; 9<> Inhabilitación absoluta, perpe- flejo, han subsistido, sin embargo, alguna:
tua y temporal; 10, Inhabilitación especial, formas de relegación que surgen con mo-
perpetua y temporal; 11, Multa. tivo del tratamiento de la reincidencia
En el articulo 71 del citado Código se es- Esta figura se admite en el artículo 50 del
tablecía que el "condenado a destierro sefá Código penal argentino, "siempre que el
expulsado de la República y conducido por condenado por sentencia firme, a una pena
orden del gobierno hasta ponerlo fuera del privativa de libertad, dictada por cualquier
territorio de la Nación". Y como agravación tribunal del país, cometiere un nuevo deli-
de la pena para los desterrados que retor- to, aunque hubiere mediado indulto o con-
naren al país antes de cumplir el término mutación ..." En el subsiguiente articulo se
de la condena, se prescribe en el subsi- prescribe: "El reincidente por segunda vez,
guiente articulo, textualmente: "A los des- condenado a pena privativa de la libertad
terrados que entraren de nuevo en el te- que excediera de dos años, cumplirá su
rritorio de la República, sin haber cumplido condena con reclusión en un paraje de los
su condena, se les reagravara al pena con territorios del Sud". El mismo precepto
la mitad más del tiempo de la primera con- prevé que la pena de privación de libertad
denación". sufrida por delito cometido antes del cum-
La ley nacional número 4189 modificó plimiento de los veintiún años de edad, no
(art. 7°) el artículo 54 del Código penal de se computará para esta agravación de la
1886, que enumeraba once penas distintas, pena (art. 51).
y simplificó el sistema de acuerdo con las Al redactarse este articulo, la Comisión
nuevas tendencias de la criminología, re- de Códigos del Senado no aceptó la en-
duciendo las penalidades a nueve solamen- mienda propuesta por el senador doctor
te: 19 Muerte; 2° Presidio; 3.° Penitenciaría; Rojas, quien propiciaba la aplicación del
4? Prisión; 59 Arresto; 6° Deportación 7° sistema de agravar la pena al reincidente,
Destierro; 8° Inhabilitación y 99 Multa. fca fe de erratas, ley 11.221, mandó inter-
Como se advierte, a la pena anterior del calar las palabras "por delito cometido"
destierro, se agregó la deportación. Y por entre las del texto sancionado: "...sufrió"
virtud del artículo 13 de la ley 4189, se y "antes de haber cumplido veintiún años"
modificó el 72 del Código anterior, agegán- El Poder Ejecutivo de la Nación, por de-
dole un precepto: "En caso de nueva vio- creto de 29 de noviembre de 1922, indicó la
lación del destierro, sufrirá la pena de pri- cárcel de reincidentes de Tierra del Fuego,
sión por la parte de tiempo que le faltare como el paraje de los terrritorios del Sud,
para completarlo". donde debían extinguir la reclusión los
El notable Proyecto de Código penal de reincidentes, prevista por el Código.
1906, redactado por los doctores Diego Saa- En consecuencia, el artículo 51 mencio-
vedra, Horacio Riyarola, Moyano Gacitúa, nado prevé la reclusión como sinónima de
Norberto Pinero y Ramos Mejía, que sirvie- ía deportación interna, si bien en una for-
ra de base al Código penal de 1921, aún ma generalizada, puesto que está lejos de
vigente, eliminó las penas de destierro y reglar el tratamiento de los condenados a
deportación, criterio seguido por el actual, la reclusión en un paraje de los territorios
entre cuyas disposiciones subsisten única- señalados.
mente las siguientes: reclusión, prisión, El artículo 52 del mismo Código define la
multa e inhabilitación. naturaleza de esta medida al expresar que
2. Las normas del Código penal vigen- la "reclusión en un paraje de los territorios
te («). Si bien han desaparecido en nues- del Sud será impuesta por un tiempo in-
tra legislación penal las penas de deporta- determinado y como accesoria de la última
ción y destierro, características de otros condena, cuando mediaren las siguientes
países con tradición en la materia, que pa- circunstancias: 1° Dos condenas a reclusión
o una a reclusión y otra a prisión por más
(11) Sugiere mencionar que el Código penal vi- de tres años; 29 Tres condenas a prisión
gente del Uruguay —sancionado en 1933— man-
tiene el destierro, definiéndolo como la pena o.ue por más de tres años o una de reclusión y
importa la expulsión del reo del territorio de la dos de prisión, de tres años o menos; 39
República, con prohibición de regresar a él du- Cuatro condenas a prisión de tres años o
rante el término de la condena. Igualmente, el menores. Se aplicará la relegación como
Código penal del Ecuador establece que algunas
penas serán cumplidas en el Archipiélago de Co- accesoria de la condena en los casos de
lón, con preferencia en la colonia agrícola penal. concursos de delitos, siempre que los delitos
Diversos Códigos americanos conservan aún dispo- juzgados hubieren sido cinco por lo menos
siciones relativas a la relegación d? los condena- y que dos de ellos tuviesen fijada pena
dos, en ciertos lugares extraterritoriales, siguiendo
las anacrónicas prácticas de las legislaciones ya mayor de tres años de prisión".
superadas. La relegación constituye, pues, una medir
da asegurativa complementaria de la pena. nos sentimos más apegados a la segunda
El articulo 52, transcripto, señala con sus conclusión, considerando que es facultativa
preceptos el principio sustentado por las del Poder Ejecutivo, quien tiene a su cargo
doctrinas eclécticas de la política criminal en forma exclusiva la reglamentación de
que prescriben para reprimir la habitua- las normas vigentes en los establecimientos
lidad delincuente, una medida complemen- carcelarios.
taria de la última pena aplicada, tendien- 3. Aplicación de la libertad condicional.
do a la llamada inocuización del delin- Una medida relacionada con el sistema de
cuente (12). relegación que contempla nuestra ley es la
El mismo criterio sigue otro autor na- que se origina en una resolución del Po-
cional, cuando afirma que el precepto men- der Ejecutivo Nacional, dictada en el acuer-
cionado, desde el punto de vista técnico- do de ministros de 7 de agosto de 1944,
jurídico, constituye una medida de seguri- que establece la aplicación del régimen de
dad y no una forma de la penalidad. En la libertad condicional (legislada en el ar-
efecto, sostiene, nuestra ley penal organiza tículo 53 del Código penal vigente), a los
un sistema represivo bajo los principios de reclusos en mérito del artículo 52 del mis-
una condicionada tolerancia para los de- mo Código. Este beneficio debe ser otor-
lincuentes primarios; para los reincidentes, gado "siempre que el condenado hubie-
a los que debe tratar más severamente, ra dado prueba de buena conducta y aptitud
sanciona medidas más enérgicas e impone y hábito para el trabajo, y que verosímil-
penas más severas; finalmente, para los mente no constituirá un peligro para la
habituales y recalcitrantes determina a más sociedad. Transcurridos cinco años de ob-
de la pena correspondiente, la imposición tenida la libertad vigilada, el condenado
de medidas de seguridad, que incluso pue- podrá solicitar su libertad definitiva al tri-
den llegar hasta la eliminación
J
total del bunal que la concedió, el que decidirá según
sujeto, del medio social ( 3). sea el resultado obtenido en el periodo de
Terminología de la ley vigente. Cabe prueba y previo informe del Patronato,
destacar que el Código penal vigente em- institución o persona digna de confianza
plea el término "reclusión", que en el tex- a cuyo cargo haya estado el control de la
to de la ley 4189, de donde fue tomado, lle- actividad del liberado. Los condenados con
vaba la terminología de "relegación" y los la sanción accesoria de tiempo indetermi-
condenados a ella asumían la calidad de nado deberán cumplirla en establecimiento
deportados, siendo sometidos a un régimen de la Nación".
de libertad vigilada, pudiendo recuperar la 4. Ley sobre expulsión de extranjeros.
libertad total a Ips quince años de relega- Resistida por los partidos políticos, y espe-
ción con buena conducta. cialmente por los organismos sindicales,
Pero la doctrina argentina no es conteste como una de las leyes más retrógradas en
en la interpretación y así, Sebastián Soler cuanto a seguridad social se refiere, la qué
entiende que la del artículo 52 es una au- lleva la numeración 4144 aún sigue en pie
téntica pena y aún existen tratadistas que a través de los años. Se refiere a la expul-
sostienen que en algunas circunstancias sión de los extranjeros que cometen delitos
asume el carácter de una superpena, como sociales. Cierto que algunas leyes de países
cuando es aplicada a los autores de homi- que gozan de una legislación avanzada, la
cidio calificado (art. 80 del Cód. penal). contienen, pero ello no obsta para que las
Otro problema que promueve la interpre- reacciones se promuevan en toda oportu-
tación de la parte pertinente a la reclusión, nidad, pidiéndose a gritos la derogación de
prevista en los artículos 51 y 52 del Código la llamada "Ley de Residencia".
argentino, es la determinación del paraje Como se sabe, entre otros Códigos euro-
en los territorios del Sud, a que se refiere peos, el suizo, en su artículo 55, contempla
el texto. ¿Es el juez de la causa quien es- una expulsión temporal del extranjero, que
tablece en la sentencia dónde debe cumplir- se transforma en perpetua sólo en caso de
se la accesoria del penado, en ejercicio de reincidencia, pero los antecedentes no va-
su potestad judicial, o es el Poder Ejecutivo len para el caso. En el Proyecto de Código
quien por vía dé la legislación penal carce- penal remitido al Congreso de la Nación,
laria, debe determinarlo? Las respuestas a por el Poder Ejecutivo en el año 1953, figu-
éstos interrogantes no son-unánimes. Pero ra incluido un precepto que dice, al respec-
to: "Cuando el delito fuere cometido dolo-
" (12) Díaz, C. E., SI Código penal para la Re- samente por un extranjero, sin perjuicio de
jníbWca Argentina, núm. '258. Ed. La Facultad. BS. la pena que pudiere corresponderle, el tri-
Aires, 1928. bunal podrá ordenar su expulsión del terri-
.(13) Mallo, M, Código penal argentino (comen-
tado) ,-t. 1, pág. 355, Editorial Bibliográfica Argen- torio nacional" Este precepto, contenido en
tina Bs. Aires. el artículo 58, es esencialmente análogo al
de la ley que hemos mencionado, y de se- lacultad de expulsión de extranjeros por la ley 4144,
guro, si la discusión parlamentaría y la re- las garantías constitucionales siguen rigiendo para
amparar, con todo su imperio, los derechos que la
percusión que pudiera lograr en la opinión actuación ilegal o arbitraria de la autoridad pue-
pública —si una y otra cosa hubieran sido da haber vulnerado (Corte Sup. Nac., Fallos, t. 203.
factibles en el año 1953— habríanse reno- pág. 256) . La facultad conferida por la ley 4144 al
Poder Ejecutivo debe ser aplicada con las garan-
vado los ecos de los ardorosos debates que tías de publicidad y justicia propias de los pueblos
se sucedieron en el país acerca de estas me- libres (Cám. Fed. Cap., J. A., 1945-rv, pág. 734;
didas. Desde luego, el peligro se atenúa si Cám. Ped. Cap.. O. del P., t. 181, pág. 136; Corte
se déla en manos del tribunal la facultad Sup. Nac., Fallos, t. 203, pág. 256). El juicio sobre
lo que en cada caso particular comporta la per-
de apelar a la expulsión. En su defecto, ma- turbación que autoriza la expulsión sancionada
nejada la ley por el Poder Ejecutivo da lu- por la ley 4144, importa una materia librada por
gar a las acciones largamente criticadas la ley al prudente arbitrio del Poder Ejecutivo
que han seguido a la promulgación de la (Corte Sup. Nac., J. A., 1951-11, pág. 321).
Ley de Residencia en nuestro país. . — La indicada en las notas.
JURISPRUDENCIA. — Interpretación del alcance de DEPORTISTAS.* SUMARIO: 1. Orígenes del
¡oí artículos 51 y 52. Es relncidente por segunda deporte. 2. El deporte ante el Derecho.
vez aquel que, registrando dos condenas firmes a 3. Nociones generales. 4. El contrato de-
penas privativas de libertad, comete un tercer de- portivo. 5. Tesis de la asociación. 6. Tesis
lito, salvo que la condena se encuentre proscripta del mandato deportivo. 7. No es contrato
(Cám. Crim. y Corr. Cap., J. A., t. 12, págs. 612 y de trabajo. 8. Tesis del contrato de tra-
882). Corresponde aplicar la disposición del art. 51 bajo. 9. Jurisprudencia. 10. Algunos aspec-
del Cód. penal, sea el procesado reincidente por se- tos particulares.
gunda o tercera vez (Cám. Crim. y Corr. Cap.,
J. A., t. 29, pág. 265). Al condenado a pena priva- 1. Orígenes del deporte. "El deporte es
tiva de libertad mayor de dos años, que registra
dos condenas anteriores a prisión, no procede apli- tan viejo como el mundo. Desde un princi-
carle la accesoria del art. 51 del Cód. penal cuando pio su práctica se produce por el deseo de
la primera condena se halla prescripta en orden a alternar en la vida los actos de utilidad in-
la reincidencia, pues en tal caso no es reincidente mediata con los de goce desinteresado,
por segunda vez, sino simplemente -reincidente
(Cam. Crim. y Corr Cap., Fallos, t. 4, pág. 748, dando empleo a un sobrante de energías,
y t. 17, pág. 949). La accesoria del art. 52 del Cód. cuya expansión solaza el organismo y res-
penal debe hacerse efectiva como prisión si la taura las fuerzas perdidas" O).
«dad 'del prevenido excede el límite fijado por e! En la antigüedad, los deportes tuvieron
art. 7« del mismo (Cám. Crim. y Corr. Cap., L. L..
1.10, pág. 1159). No procede ¡a aplicación de oficio un auge extraordinario. En Grecia, el lugar
por el tribunal, cuando no media recurso acusa- que ocupaba el deportista era de privilegio;
torio (Cám. Crim. y Corr. Cap., O. del P., t. 63, constituía una de las más elevadas activi-
pág. 464; J. A., t. 60. pág. 1021). La reclusión en
un territorio del Sur por tiempo indeterminado dades del hombre y se intervenía en ellos
no es una pena, sino una medida de seguridad, con sentimientos religiosos, siendo el deseo
que se aplica no en función de la reincidencia, obtener 2un premio y no conquistar una
sino de la inhabitualidad que presupone el regis- marca ( ) . En Roma también tuvo su im-
tro de condenas anteriores, cuyo número y grave-
dad determinan los cuatro incisos del art. 52, o el portaneia el deporte, aunque en ella estaba
concurso de delitos a que se refiere el último apar- orientado hacia un fin bélico, hacer hom-
tado de dicho artículo (Cám. Crim. y Corr. Cap., bres fuertes y adiestrados para la guerra,
L. L., t. 1, pág. 30; t. 5, pág. 758; t. 12, pág. 610). La Edad Media ve florecer la caballería con
Para la aplicación del art. 52 del Cód. penal, en
los casos de reiteración, debe tenerse en cuenta !n sus torneos y justas, y todos ellos estaban
pena aplicada en la sentencia y no la que fija el destinados al fin del combate. En la Edad
Código como máximum para cada delito (Cam. Moderna desaparecen prácticamente los de-
Cr'.m. y Corr. Cap., Fallos, t. 2, pág. 342). portes, salvo algunas manifestaciones entre
Sobre la expulsión de extranjeros. SI el Poder las clases cortesanas. En las postrimerías
Ejecutivo dispuso —de acuerdo con la ley 4144- •
que el detenido fuera expulsado del país, no pro- del siglo pasado se extendió por el mundo,
cede darle la vista del informe que el juez: debe tomando tanta importancia que los Esta-
requerir del Poder Ejecutivo o de la policía (Cám. dos han intervenido en su desarrollo y fis-
Crim. y Corr. Cap., L. L.. t. 20, pág. 932). Por jus- calización.
tificadas que sean las razones de orden público
que han determinado al Poder Ejecutivo a resol- 2. El deporte ante el Derecho. El Derecho
ver la expulsión de un habitante del territorio ds no estuvo ausente del problema planteado
la Nación, .es indudable que la privación de la li- por los deportes, y así, la Compilación de
bertad para esos fines no debe mantenerse más Justiniano se refiere a la muerte y lesiones-£
allá de los términos en que esa medida precau-
toria se convierte en pena síc ley (Cám. Crim. causadas durante su práctica. Ulpiano ha-
y Corr. Cap., L. L., t. 23, pág. 773; Corte Sup. Nac.,
Fallos, t. 10, pág. 163) La expulsión de un extran- * Por el Dr. ALFREDO J. RTJPRECHT.
jero indeseable ordenada por decreto formal del
presidente de la Nación, implica necesariamente (1) Majada, A., Naturaleza jurídica del con-
la prohibición de regresar al país sin autorización trato deportivo, pág. 15, Barcelona, 1948.
de la autoridad competente (Cám. Crim. y Corr (2) Valsfirra, P., Historia del deporte, pág. 110.
Cap., L. t., t. 5, pág. 503). Aun atribuida a! P. E. la Madrid 1945. ,:,«-
ce referencia también a las consecuencias en que ss trata de actividades prestadas,
que derivan de un accidente ocurrido du- no con entera autonomía y por propia ini-
rante un juego deportivo. '-El Código de ciativa, sino por estar remuneradas y por ser
Napoleón y los de su escuela trataron úni- el cumplimiento de un convenio, habrán de
camente la regulación jurídica de las con- encuadrarse dentro del concepto de traba-
secuencias patrimoniales. jo" («).
Con el auge del deporte, los estudiosos Por su parte, Monzón, analizando, la tesis
del Derecho debieron analizar este aspecto de Majada, expresa que: "Una observación
de la actividad humana. Se comenzó por el aun superficial de los hechos lleva, sin em-
problema de las lesiones y muerte deporti- bargo, a conclusiones contrarias: el contra-
vas, para llegar hasta el estudio de la to que celebra un deportista por razón y
existencia de un contrato deportivo. Esto como consecuencia del deporte a cuya prác-
último ha llevado a extremos insospechados, tica se dedica, o es un contrato de trabajo
pues un autor sostuvo que existe un Dere- o es una locación de obra, y para distin-
cho deportivo autónomo. "El deporte es un guirlo habrá de estarse al criterio señalado
nuevo fenómeno de la vida social, necesi- ut Kupra. Pensamos que el futbolista pro-
tado también de nueva ordenación jurídi- fesional celebra en todos los casos un con-
ca. Se requiere, pues, una labor previa de trato de trabajo, pero no excluímos que en
elaboración y controversia doctrinal, hasta otras actividades deportivas quepa la figu-
llegar a colocar el contrato deportivo al ra de la locación obra, según el mismo
lado de otras instituciones ya tradicional- esq'uema que puede aplicarse (no en todos
mente admitidas por el ordenamiento po- los casos) a los artistas teatrales o cine-
sitivo. Por último, destaquemos que. según matográficos" (?) . í
nuestro criterio, respecto al contrato de- •Es evidente la existencia de un contrato
portivo, sólo cabe hablar de atipicidad con- deportivo; pero, de ahí a llegar a la con-
tractual en el sentido de no poder encajarlo clusión de que existe un Derecho autónomo
en ninguna de las figuras contractuales que lo regule, hay una evidente exagera-
descritas en el Código. Pero ofrece las su- ción. Es, como hace notar acertadamente
ficientes características para proclamar que Monzón, "extremar lo novedoso en desme-
estamos ante un tipo de contrato perfec- dro de lo sustancioso" (»)
tamente diferenciado, que incluso se halla 3. Nociones generales. Deporte es, según
dotado de regulación autónoma e institu- la Academia Española, recreación, diver-
cional propia" ( 3 ). Para Majada, "el Dere- sión, pasatiempo. Valserra considera que es
cho deportivo está constituido por el con- "toda función desinteresada, noble e higié-
junto de normas escritas o consuetudina- nica, cuyos fines consisten en dar esparci-
rias que regulan la organización y práctica miento al espíritu, a la vez que energía a
de los deportes y, en general, cuantas cues- ¡a voluntad y belleza pujante al cuerpo"(").
tiones jurídicas plantea la existencia del Majada estima que son "aquellos ejercicios
deporte como fenómeno de la vida so- físicos, practicados individualmente o. por
cial" (*). equipos, con ánimo de lucro o sin él, por
En nuestro país, el procurador del Tra- lo general al aire libre, para lograr un fin
bajo de la Capital compartió esta tesitura de diversión propia o ajena {profesionalis-
en un fallo plenario. Manifestó que: "en mo} y un desarrollo corporal armónico,
un futuro no muy lejano, se contemplará ejercicios sometidos a reglas determinadas,
por los poderes respectivos el deporte como y en que la voluntad de los particulares
fenómeno jurídico, legislando el contrato puede dar origen a negocios jurídicos váli-
deportivo en su naturaleza y efectos, ade- dos" (i°).
cuando sus normas a las necesidades y pro- Los deportistas, o sea los que intervienen
blemas propios que lo diferencian de otros en la ejecución de los deportes, pueden ser
contratos" (*). , de dos clases: aficionados y profesionales.
Esta posición ha sido rebatida. Así. Pérez Los primeros son los que compiten sin in-
Botija dice que: "Si bien durante algún terés de lucro, para sí ni para otro, que
tiempo se ha dudado si las actividades ar- nunca participaron en juegos por cuyo es-
tísticas, culturales o deportivas debían in- pectáculo se cobraba entradas, obteniendo
cluirse o no en la noción de trabajo... se
llegó a la conclusión de que en el momento Í6) Pérez Botljp., E., E! Derecho del trabo/0,
pá«. 107. Madrid. 1947. .-v
(3) Majada. op. .. í>4g. IO3. (7) Monp-ón, M. D., "Irts «fi'.tbol'stas profesio-
(4) Id., pftg. 38. nales y e' Derecho rtf! tr-bajo". en rev. Derecho
(5) Acuerdo •" plenarlo de la Cámara Nacional del Trabajo. Bs. Aires. 1949. pág. 532.
del Trabajo de la Capital, "Va^hl. Ricardo A., c. <&) Op. cit.. pág. 532.
Club AthHico Rlver Píate". 31-10-952, O. del T. Í9> Oa. cit.. pát;. 15.
r.osorio. 1953. t. 24. pág. 57. ( 1 0 ) O-p. cit., p&y,. 30.
como premio menciones honoríficas (»•). del Derecho ha dado lugar a una serie de
Profesional es el que interviene con fines cuestiones Jurídicas, algunas de las cuales
de lucro, es decir, es un deportista de ofi- ya hemos visto al comentar la tesis de Ma-
cio, rentado. jada. Este autor considera que no se trata
4. El contrato deportivo. "Existe, sin du- de un contrato atípico, qué no puede en-
da alguna, un constante y sorprendente cajar en ningún molde clásico, sino qü'e
proceso de ampliación de los cuadros del ofrece las suficientes características para
Derecho del trabajo, orientado en el senti- concluir que es un contrato perfectamente
do de solucionar aspectos nuevos de situa- diferenciado, con vida autónoma e institu-
ciones dadas, pero no cubiertas en toda su cional propia. Lo define como "un contrato
extensión por el legislador, y situaciones principal, bilateral o plurilateral, conmu-
nuevas que se ofrecen a la observación. tativo o aleatorio, generalmente de adhe-
Domina, pues, una especie de torbellino sión y de ejecución sucesiva, en su caso,
vital (para usar una expresión que Cuvier por el cual las partes regulan una deter-
aplicó al campo de las ciencias naturales), minada actividad deportiva" ("). ,
y que Sanseverino denomina fuerza expan- También Moreira Júnior comparte la te*
siva del ordenamiento jurídico, que envuel- sis de la autonomía de este contrato. Dice
ve o diluye fronteras de sistemas caducos al respecto: "Ya se ha hecho notar que el
para substraer las relaciones que han es- desarrollo del profesionalismo en el depor-
tado ecuaclonadas en el estrecho espacio de te nacional por el volumen y por la natu-
disciplinas que aún sufren los efectos de un raleza de los contratos que se firman entre
individualismo jurídico, núcleos plasmados atletas y clubes dan origen a situaciones
en una preconcebida igualdad de los hom- jurídicas especiales, todavía no definidas
bres ante la ley" («). por la ley. La naturaleza peculiar de las
Deveali dice: "No es dei caso recordar los relaciones entre el profesional y las enti-
motivos en virtud de los cuales el deporte, dades deportivas, ya por la especialidad de
que constituía en la civilización helénica los servicios a prestar, ya por las ventajas
una de las más elevadas actividades de los y penalidades que se convienen, no encua-
hombres libres —al lado de las artes, de la dradas en la enumeración de las leyes labo-
filosofía y de otras manifestaciones del es- rales y aplicadas por jueces y tribunales
píritu—, se ha convertido recientemente, en especiales, crea una situación de caracte-
algunos sectores y en forma más o menos rísticas diferentes y que no encuentra con-
extensa, en una actividad de carácter pro- sonancia con las normas prescriptas en el
fesional. Tampoco es del caso examinar texto consolidado" (16).
hasta qué punto este fenómeno debe ser Ya hemos dado las principales objeciones
alentado o contenido. Desde el punto de que esta teoría levanta y a ella nos remitir
vista Jurídico —el único que por el momen- mos.
to nos interesa—, 'basta constatar que el 5. Tesis de la asociación. Se ha sostenido
fenómeno existe. Ahora bien, no cabe duda que las relaciones entre el deportista y la
que cuando el deportista se presenta en el entidad surgen de un contrato de asociación.
ring para participar en un encuentro de Esta vinculación podría existir en el caso
box, o interviene en una corrida de toros, del deportista aficionado, en que éste se
ante la presencia de millares y millares de somete al estatuto del club, respetando las
espectadores, que han pagado muy caro su obligaciones que en el mismo se estipulan.
entrada —mientras el empresario del en- "Según los caracteres de este contrato, los
cuentro ha adelantado por su cuenta los servicios que puedan prestarse en calidad
gastos enormes de organización y propa- de asociado, no podrán ser —sine qua non—-
ganda— no cabe duda que en este caso la remunerados a ningún título. A la recípro-
exhibición deportiva tiene naturaleza idén- ca, la asociación no dispondrá de más po-
tica a un espectáculo teatral. Según las deres para sancionar a su afiliado, que los
circunstancias, serán, pues, de aplicación estrictamente derivados de su derecho dis-
las normas que rigen la locación de obra ciplinario interno, con exclusión, en prin-
o la locación de servicios" (*'). cipio, de toda sanción pecuniaria. Además,
La irrupción de la situación de los de- el poder vinculatorio de una organización
portistas profesionales dentro del campo social cualquiera, distinta del Estado, está
desprovista del imperium y admite por ello
(11) Novoa, E., ti deporte ante el Derecho, siempre, en consideración a los preceptos
pag. 11, Madrid, 1946.
(18) Martín» Moreira, B., "El profesional del
fútbol", en rev. Gaceta del Trábate, Rosarlo, 1960. (14) Op. dt., pftgs. 71 y 72.
t. 11. pág. 15. (15) Moreira Júnior, D.. "La naturaleza jurí-
(13) Deveaü, M. L., "Jugadores profesionales dica de los premios de los contratos deportivos",
de fútbol y contrato de trabajo", en rcv. Derecho en rev. Derecho Labora!, m'tms. 39-40, pñ". 100.
úel Trabajo, Bs. Aires. 1960, págs. 603 y 604. Montevideo, 1951.
constitucionales sobre la libertad individual, de los cuales se desenvuelve la relación la-
la salida del grupo de quien no desea con- boral" (1!)).
tinuar integrándolo. En consecuencia, la Deveali, siempre refiriéndose a los juga-
coercibilidad del estatuto de las asociacio- dores de fútbol, considera que no se en-
nes deportivas está basada tan sólo en el cuentran ligados por un contrato de tra-
acatamiento voluntario que le preste el bajo. Estima que para que exista una re-
asociado" (»°). lación laboral, es preciso que una de lc,s
Criticando esta teoría con respecto a los partes se encuentre en situación de de-
profesionales, Barbagelata manifiesta que pendencia con respecto a la otra. Los acuer-
las obligaciones entre el deportista y la dos entre los jugadores y el club establecen
Institución no surgen del instrumento so- a favor de éste una disciplina que llega a
cial, sino por lo que se ha convenido inde- afectar las actividades de la vida humana,
pendientemente entre ellos. El club remu- equiparándola a la disciplina militar. "Tal
nera al profesional por los servicios que disciplina, que importa un verdadero status
presta y adquiere sobre él ciertos derechos subiectionis, de carácter eminentemente
que no podían tener su fuente de origen personal, no puede ser asimilada a la de-
en el contrato de asociación ("). Si bien pendencia propia del contrato de trabajo,
el autor se refiere al caso especial de los por las dos razones aludidas, que a pesar
jugadores de fútbol, es aplicable para todos de parecer contradictorias, resultan -en
los deportistas a sueldo de una institución. cambio concurrentes y que consisten: a)
6. Tests del mandato deportivo. Para en el hecho de ser substancialmente idén-
Deveali, en el caso de los jugadores de fút- tica a la que rige en cualquier equipo de-
bol, se estaría en presencia de un contrato portivo, aunque compuesto únicamente por
de mandato, denominándolo mandato de- aficionados, no retribuidos; b) porque las
portivo. Considera que los componentes del limitaciones que ella importa a la libertad
equipo son los mandatarios de la institu- personal de los jugadores, sólo son admisi-
ción, encargados de defender su divisa y su bles —como las inherentes a los votos ecle-
prestigio; es un mandato remunerado en siásticos— por cuanto significan el someti-
caso de los profesionales. Esta teoría es miento a un régimen riguroso, libremente
aplicable —consideramos— a todos los de- aceptado en contemplación de una noble
portistas que se encuentran desempeñando finalidad, de carácter superior; y resultan,
sus servicios mediante una retribución abo- en cambio, inadmisibles cuando constituyen
nada por una institución (i«). el resultado de una imposición contractual,
Estimamos que la doctrina precedente no ya que importaraían un verdero jus in
es exacta. También el obrero que en una corpore, cual era propio del período de la
industria elabora el producto que la mis- esclavitud" (2«). Esto indica, según el autor
ma fabrica, podría tener un mandato, pues citado, que no es posible la existencia de
defiende el nombre y el prestigio de la una subordinación jurídica similar a la de
marca con la elaboración de un producto los contratos laborales.
correcto y bueno. Todo trabajador ha reci- Pero, como dice el mismo autor, las dis*s
bido un mandato para hacer algo y lo debe crepancias no se limitan a esto. Muchas son
cumplir, unos en una forma, otros en otra. las circunstancias que indican que no se
Creemos que la doctrina no es aplicable estaría en presencia de un contrato de tra-
al caso. bajo.
1. No es contrato de trabajo, a) Muchas b) Una crítica, es la relativa a la liber-
son las objeciones que se han levantado tad de trabajar. Jurisprudencial y doctrina-
contra la tesis de que el contrato deportivo riamente se discute la posibilidad de acep-
es uno de los contratos laborables. tar las cláusulas de no competencia, res-
-La discusión estriba, al decir de Spota, pecto a los trabajadores y, en esta clase
en si "la relación jurídica debe subsumirse de contratos, ella es imprescindible, pues
en el ámbito del Derecho laboral, asumien- un .deportista no podría estar cambiando
do el jugador profesional la condición del de club en mitad de temporada, por ejem-
subordinado que se compromete a prestar plo, cuando hay torneos oficiales. No cree-
su fuerza, de trabajo a las órdenes del mos que esto sea un reparo fundamental.
principal. O si, por el contrario, dicho de- La obligación del deportista surge del de-
portista profesional celebra un contrato ber de fidelidad, que está impuesto por
atípico, que excede de los marcos dentro razones de ética y do moral. Al compro-
meterse a llevar los colares de un club por
(16) Barbagelata, H. H.. "Eéglmen jurídico de
los Jugadores ..»ofesionales de fútbol", en rev. 'De- (19) Spotá, A. O.. "Esencia Jurídica de! con-,
recho Labr j.i, núm. 8, p&g. 86, Montevideo. 1948. trato celebrado, por el deportista profesional", «n
. (17) Ibíd., págs. 88 y 87. Jurisprudencia Argentina, 1854-11, pág. 268.
(18) Deveali. op. cit.. págs. 808 y 607. (20) Op. cit., págs. 605 y 606.
una temporada faltaría a ese deber si aban- pueden ser consecuencia de la excepcional
dona la institución en medio del torneo y calidad de quienes prestan el servicio; y ter-
se pasa a las filas de un club rival y hasta cero, porque, substancialmente, nunca se
compitiendo con la institución que defendía hace depender la naturaleza del contrato
primero. Es un caso en que el deber del de trabajo de la mayor o22 menor importan-
trabajador-deportista tiene un grado más cia de la retribución" ( ). Por su parte,
acentuado de responsabilidad que otro tra- Barbagelata agrega que, además, el de-
bajador. Es una modalidad de este contrato, portista, puede encontrar otros cometidos
así como otros contratos del trabajo pre- derivados de sus actividades, como entrena-
sentan características propias que hace que dor, director técnico, etcétera, vale decir,
se distingan de los de su misma especie y que puede seguir prestando sus servi-
que no es privativo del Derecho laboral, ya cios (23).
que el civil y el comercial tienen una serie d) También se ha sostenido que no
de contratos que se diferencian fundamen- hay dependencia económica en el contrato
talmente entre sí. del deportista. Cabe tener presente que la
c) Otro ataque estriba en que se obliga- citada dependencia no es de la esencia del
ría al club a mantener en sus filas a pro- contrato de trabajo. También, si es verdad
fesionales que hayan pasado la edad hábil que actualmente el salario del deportista
para competir con éxito en justas deporti- profesional no suele ser su única fuente de
vas. Eso es más evidente aún en aquellos ingresos, en algunos deportes y en algunos
países que, como en Brasil, el trabajador países se está llegando a serlo ya. Cabe
adquiere la estabilidad después de cierto tener presente que son muchos los traba-
número de años de servicios. "Este instituto jadores de otras actividades que se desem-
es nítidamente incompatible con la presta- peñan en más de una ocupación y, por ese
ción de actividad deportiva por parte del solo hecho, no se ha negado el carácter la-
Jugador, porque además, esta actividad está boral de sus contratos. La exclusividad no
intima y profundamente relacionada con es de la esencia de los contratos que inte-
el desarrollo biológico del individuo" (2'). gran el Derecho laboral.
No estimamos que esto desvirtúe la esen- "En cuanto a las objeciones que se re-
cia del contrato. En toda relación laboral fieren a las supuestas anomalías en la for-
el transcurso de los años hace que el tra- ma de la retribución, no desconocen la
bajador vaya perdiendo facultades y llegue existencia misma de la remuneración de
un momento en que es más remora que los servicios y, en consecuencia, no atacan
ayuda, sobre todo en ciertas profesiones la calidad de contrato de trabajo" (2«).
que requieren determinada destreza física e) Se alega que falta el ánimo de lucro,
o fuerza muscular, y no por ello se va a que ello es típico en la empresa contra-
concluir que no se está en presencia de un tante. El ánimo de lucro es importante
contrato laboral. Por otra parte, no en desde el punto de vista del Derecho co-
todos los deportistas la vida útil es muy mercial y no del Derecho.laboral. "Se tra-
breve, por lo que hay graduaciones dentro te de una persona colectiva de fines eco-
de la misma actividad. nómicos o de fines desinteresados, la ver-
Refutando esta crítica a la teoría, ha dad es que asume, ante los espectadores, la
dicho Ossorio y Plorit: "La aplicación de condición jurídica del empresario. Así, el
esta teoría nos llevaría a la conclusión de propio Estado —cuyos fines últimos no pue-
que la calidad de trabajador se va diluyen- den ser los de una persona colectiva que
do a medida que el trabajo resulta más persiga propósitos lucrativos—, puede asu-
peligroso e insalubre. Un obrero que traba- mir la calidad del empresario. La relación
jase en minas de mercurio, no tendría la laboral entre ese empresario y sus subordi-
condición de trabajador, porque frecuente- nados —actuando éstos en la condición de
mente el hidrargirismo lo inutiliza para el deportistas profesionales— es, por lo tanto,
trabajo en el curso de pocos años. La cir- independiente de la circunstancia de que la
cunstancia de que al jugador le sea com- empresa no alcance fines inhei entes a la
pensada la brevedad de su actuación con producción económica" (25).
la retribución crecida, no puede influir en I) Los contrarios a la tesis del contrato
la naturaleza laboral del contrato: prime- laboral expresan que reconocer ese carác-
ro, porque la proporción directa entre re- ter significa que "sería menester aplicar
tribución y riesgo se da siempre; segundo,
porque la cuantía de la retribución, incluso (23) Ossorio y Florit, M.. "Los jugadores d«
en las actividades artísticas y deportivas, fútbol y e! contrato de trabajo", en re». Gaceta del
Trabajo, t. 28, pág. 52.
(21) Calvo, A., "tas jugadores profesionales de (23) Op. cit., pág. 94.
fútbol en Brasil", en Revista de Derecho del Tra- (24) Barbagelata, op. cit., pág. 94.
bajo, año 1, núm. 1, pág. 10. Madrid, 1954. (25) Spota. op. cit., págs. 269 y 270.
las disposiciones que subordinan la facul- club en cuyas filas milita o que sea susr
tad de despido al elemento antigüedad, y pendido, no por el que lo contrató, sino
que le excluyen en el caso de trabajadores por una entidad extraña, como un tribunal
que cubren o han cubierto cargos sindica- de penas.
les; correspondería aplicar disposiciones Sin embargo, no estimamos fundamenta-
sobre trabajo dominical y nocturno; reco- les las objeciones mencionadas. En otras
nocer a los jugadores el derecho a tomar esferas del Derecho laboral hay casos que
vacaciones en el período legal, aun cuando presentan ciertas similitudes. Así, por cier-
durante el mismo deba jugarse algún par- tos convenios colectivos de trabajo, se cons-
tido muy importante" (2«). tituyen organismos no patronales —comi-
No vemos en absoluto los inconvenientes tés de fábricas integrados parcial o total-
que plantea Deveali. Y aun cuando los hu- mente por los mismos obreros—, que tienen
biera, ellos no desvirtúan la esencia del con- autoridad sobre los trabajadores (- 7 ). El
trato laboral. Por otra parte, si las disposi- mismo sindicato interviene a veces com-
ciones que enumera son lógicas y correctas pulsivamente (huelgas, paros parciales, et-
para todas las demás categorías de traba- cétera). En los países en que las profesio-
jadores, ¿por qué sólo han de ser perjudi- nes se encuentran regidas por Consejos
ciales a los deportistas, o mejor dicho, a profesionales, un miembro que trabajara en
los que lucran o aprovechan las activida- calidad de subordinado en un estableci-
des deportivas? Acaso, ¿el pago de las in- miento, podría ser suspendido en el ejer-
demnizaciones por despido no debe ser cicio de su profesión por el Colegio res-
igual para todos? ¿No hay casos en que el pectivo, y no por ello se discutiría la calidad
trabajador hace uso de la licencia cuando del contrato que lo une al empleador.
hay trabajo importante en el estableci- i) No hay plus valia, no hay creación de
miento? ¿No hay trabajadores que se des- valores económicos. Carece de razón esta
empeñan de noche o en turnos rotativos opinión. La gran mayoría de la doctrina
diurnos y nocturnos? ¿No existen personas estima que los músicos de una orquesta y
que trabajan en domingo? A todos éstos, el personal artístico tíe circos y teatros es-
¿no le son aplicables las disposiciones la- tán dentro del área del Derecho laboral y,
borales? Sus actividades, ¿no están regidas sin embargo, tampoco producen nada ma-
por contratos laborales? Entonces, ¿por qué terial. Además, en ese caso, habría que eli-
el deportista debe ser una excepción? minar al personal de limpieza, acomodado-
g) La aplicación de la tesis del contrato res, boleteros, etcétera.
iaboral llevaría a que se prohibiera a un •j> También se ha invocado una hipoté-
jugador intervenir en una competencia, tica inversión total de los beneficios de las
privándole así de un derecho al premio. Es- instituciones deportivas en los salarios de
ta objeción, que se refiere más concreta- sus jugadores; ello constituiría un contrato
mente a los jugadores de fútbol, es, a nues- de sociedad. No son exactos los hechos en
tro parecer, totalmente inconsistente. que se basa esta posición, pero aun cuando
El poder de dirección patronal es un de- lo fueran no variaría la conclusión final.
recho absolutamente reconocido y, por tan- La participación en los beneficios no ex-
to, éste puede resolver, antes de un partido, plica la existencia de una sociedad, ni ella
que un jugador que no se encuentra en sola significa que exista ya la sociedad,
condiciones para intervenir o que ha estado pues ésta requiere la existencia de toda
cumpliendo una campaña deficiente o por otra serie de elementos para su configu-
alguna otra razón atendible, que no par- ración.
ticipe en el encuentro. Nadie podrá obje- k) En los sujetos de la relación tam-
tar esa medida, y si lo hace no será res- bién se ha basado para concluir que no hay
paldado por el derecho. Claro está que si contrato de trabajo. Se considera que ni los
la medida es con el simple ánimo de per- clubs, ni sus dirigentes pueden ser patro-
judicar, el deportista puede ocurrir contra nos. "El error, o el cúmulo de errores, son
ella. Eso sucede constantemente en todas tan patentes, que parece inútil abundar en
las relaciones laborales y nadie ha consi- razones. Basta con recordar que patrono o
derado que implique una objeción a la exis- empleador, o dador de trabajo, como tam-
tencia del contrato de trabajo. Tampoco lo bién se le llama, puede ser tanto una
puede ser con respecto al deportista. persona moral, como una persona física.
h) Una de las objeciones que quizá lleve Es suficiente para que se convierta en tal,
más peso: es la de que el jugador puede ser que tenga capacidad para obligarse váli-
llamado a integrar un equipo de una Fe- damente y realice este tipo de contrato. En
deración o Liga y que no puede negarse el cuanto a los dirigentes, su función —como
(26) Deveall, op. eit.. pág. 606. (27) Ossorlo. op. cít.. pág. 58.
la de todos los representantes de una per- dar al contrato, expresa: "Finalmente, si
sona ideal— es simplemente la de pres- en la comprensión de la ley no debe ser
tarle medios para expresar una voluntad indiferente el buen o- mal resultado a que
con trascendencia jurídica" (2»). se llega desde el punto de vista de los va-
1) Accidentes del trabajo. Se dice que si lores del signo positivo, entonces cabe con-
los deportistas estuvieran amparados por siderar que, aun mediando posible vacila-
el Derecho laboral, estarían comprendidos ción en la doctrina a acogerse, debe preva-
entre los beneficiarios de las leyes sobre lecer aquella que brinda mejor satisfacción
accidentes del trabajo. al interés general. Y procede afirmar que
No vemos por qué .no han de estar ampa- la actividad del jugador profesional al ser
rados por dicha legislación y, sí no lo es- aprehendida como energía laboral al servi-
tuviesen, ese simple hecho no significaría cio del principal, armoniza con ese interés
que su contrato no sea laboral. Basta sólo social, que no se agota en el concepto inhe-
recordar que hasta hace poco tiempo, en rente al homo oeconomicus: el derecho del
la Argentina, los trabajadores que percibían trabajo aprehende al hombre en su plenitud
un salario anual superior a tres mil pesos, de posibilidades de existencia (homo juri-
no estaban amparados por la ley de acci- dicus) y no sólo en función de sujeto eco-
dentes y, sin embargo, su contrato era de nómico" (34).
trabajo. En la actividad de un deportista se dan
m) En resumen, las objeciones que. sé netamente los elementos de un contrato la- •
formulan contra la teoría de que es un boral, pues hay prestación de servicios,
contrato laboral, carecen de consistencia. dependencia, subordinación jurídica y ser-
8. Teoría del contrato de trabajo. La vicios onerosos.
teoría de que el contrato deportivo es un "El elemento prestación de servicios tiene
contrato de trabajo ha sido sostenida por que ver con el objeto del contrato. Como
muchos autores. se sabe, son muchos los contratos en que
Cabanellas se inclina por ella. Dice, re- existe una prestación de servicios —incluso
firiéndose a un fallo del Superior Tribunal como lo destacan los autores, toda obliga-
del Trabajo del Brasil, que sostiene esta ción encierra prestación de servicios—, pero
posición: "Ese fallo, que considera como lo que diferencia a este contrato es que en
trabajador al jugador profesional de fút- él la prestación de servicios personales es
bol, ligado por un contrato de trabajo, pone su propio objeto. Uno de los obligados por
fin a la especulación arraigada en otros el contrato de trabajo, a lo que se compro-
pueblos, donde prevalece el criterio feudal mete es exclusivamente a poner su activi-
que imponen los intereses creados de los dad al servicio de su contraparte. Es empero
clubs, propensos a considerar al jugador forzoso que la prestación de servicios se
como mercadería, susceptible de precio en realice con ese requisito jurídico que se ha
el mercado, sin distar mucho moralmente dado en calificar subordinación o depen-
de las pretéritas transacciones con los es- dencia. La subordinación jurídica presta el
clavos" (2») . criterio distintivo para excluir de la órbita
Monzón («»), Marcí 31 ) y Ossorio y Plo- del contrato de trabajo varias figuras com-
rit(32) adoptan también esta posición. prendidas genéricamente en la locación de
Igual situación doctrinaria es la de Barba- servicios o de obra, en las que la prestación
gelata (M). Conviene recordar que todos es- de trabajo no va acompañada de la poten-
tos autores' se han referido a la actividad cial capacidad del contratante de dirigir ai
del jugador de fútbol, que es la que más que presta los servicios".
dificultades presenta para su tipificación; "Es también de la esencia del contrato de
pero sus conclusiones abarcan a todos los trabajo su onerosidad, y no sólo ello, sino
deportistas profesionales. que es forzoso que la prestación del servi-
Spota se muestra decidido partidario de cio convenido sea correspondida por una
esta doctrina y, si bien reconoce que exis- remuneración que, al menos parcialmente,
ten algunas situaciones que pueden llevar debe-ser en dinero, sea cual fuere el proce-
a dudar de la calificación que corresponde dimiento que se emplee para calcular-
la" (•">•'•).
(28) Barbagelata, ap. cit.. págs. 92 y 93. En consecuencia, compartimos amplia-
(39) Cabanellas, C, Diccionario de Derecho mente !a tesis de que el contrato que une
«si;»/, vo-f, Jitpador pro/)?s¿ott«í tía fútbol. Bs. Ai-
res 1953. a un deportista con el club en el que presta
(30) Op. r.it.. pág. 629. sus servicios especializados, es un contrato
(31) Marc, J. K. "Los Jugadores profesionales cíe trabajo típico, con matices propios que
de fútbol frente a la lw;ís'aoiór» labora!", en rev.
Gaccía tic! Trabaje, i. 32. n:i-' !W. Rosólo 1954.
132) Op. cit.. pftg. 52. (34) O.<!. i:'t.. áir. 270.
131) Op. cit.. pág. 84. 1 35) a. trp. cit.. iidt;a. 88 y 89.
lo diferencian de los demás, pero no lo ex- 10. Algunos aspectos particulares, a) La
cluyen del cuadro del Derecho laboral. prima. En algunas actividades deportivas,
9. Jurisprudencia. En el Brasil, el Supre- sobre todo en el fútbol, se acostumbra a
mo Tribunal del Trabajo resolvió: "El ju- dar una suma de dinero a los jugadores
gador profesional de fútbol es un asalaria- para firmar el contrato con un club.
do cuyos derechos, frente al empleador, no Sobre su naturaleza jurídica se ha dis-
son diferentes de los reconocidos a otras cutido, considerándose por alguno como una
categorías, teniendo derecho a la estabilidad gratificación y que integra el salario a todos
y no pudiendo ser objeto3C de transacciones los fines legales ( 41 ).
entre los empleadores" ( ). Para otros, es una remuneración precon-
En nuestro país, la Cámara Nacional del tractual, constituyendo un premio que se
Trabajo de la Capital, en tribunal pleno, otorga por la firma del contrato, pero que
estableció que "la relación que liga al ju- sé diferencia netamente del salario y de las
gador profesional de fútbol con la entidad gratificaciones. Esta tesis es propiciada por
que utiliza sus servicios no es la emergente Moreira Júnior, quien expresa: "Son un
de un contrato de trabajo" ( 3 T ). En cambio, perfecto incentivo para la contratación ob-
la Cámara nacional civil de la Capital, sala jetivando la colaboración del atleta que
D, resolvió que: "Constituye contrato de estaba prestando servicios a otra entidad.
trabajo la relación existente entre un ju- Nunca se deben regular por la contrapres-
gador profesional de fútbol y el club a que . tación de servicios durante el plazo del con-
pertenece, por lo cual es incompetente la trato" («). Más adelante agrega: "Las pri-
justicia civil para conocer de la demanda mas no pasan de ser un elemento de seduc-
promovida por aquél contra éste sobre re- ción y engolosinamiento, atractivo princi-
clamación de sueldos y primas" (3«). pal para la firma del contrato del atleta
La Suprema Corte de la Provincia de profesional. En cierto modo son explicables
Buenos Aires decidió que: "El jugador pro- por la imposibilidad de los clubes de elevar
fesional de fútbol qué se desempeñó du- más los salarios del atleta, lo que sería por
rante el tiempo del contrato exclusivamente demás oneroso para su economía, además
para el club demandado, por un sueldo y de establecer diferencias injustas y perjudi-
premios por puntos obtenidos, con obliga- ciales entre los demás componentes del
ción de hacer ejercicios de entrenamiento equipo. Son de naturaleza diversa de los
y comportarse con corrección y disciplina, salarios y de las gratificaciones, debidas
ha estado ligado por un contrato de traba- luego de la firma del contrato y, en gene-
jo, ya que concurren las notas de subordi- ral, no constituyen una remuneración par-
nación, profesionalidad, exclusividad y es- celada que dependa del estricto cumpli-
tabilidad, con el consiguiente derecho al miento de las condiciones contractuales.
sueldo anual complementario" y que "no Ninguna importancia puede tener, sin em-
existe contrato de trabajo en los casos de bargo, para la caracterización de su natu-:
deportistas aficionados" (»»). raleza jurídica, la circunstancia de ser pa-
En este mismo orden de ideas, el Tribunal gadas fraccionadamente, ya que el derecho
del trabajo número 4 de Avellaneda, resol- a su percepción fue enteramente adquirido
vió: "Los jugadores profesionales de fútbol, con la firma del contrato. Tan es así, que
que se desempeñan en forma continuada y comúnmente son pagadas en conjunto y los
exclusiva al servicio de un club, con obliga- atletas no las devuelven en caso de resci-
ción de cumplir el régimen establecido para sión anticipada, la que no tiene fuerza para
esa actividad, están ligados por un verda- invalidar las estipulaciones que dicen rela-
dero contrato de trabajo, con la consiguien- ción con ellas" (*»).
te tutela laboral" y "No es indispensable La primera tesis es la correcta. La se-
que el trabajo, objeto de un contrato labo- gunda es lógica con la postura de aquellos
ral, sea un factor de producción en sentido que consideran que el contrato deportivo es
económico" (W). un contrato autónomo; ésta es una de las
características del mismo. Los que sostienen
(36) 8-1-948, en rev. Legislando do Tratialho, la tesitura opuesta, consideran que todo lo
núm. 136, pág. 281, San Pablo, 1948.
(37) "Vaghl, Ricardo A., o. Club Atlétlco Rlver que percibe el trabajador (deportista) debe
Píate", 31-10-952, O. del T.. t 84, pág. 62. Rosa- integrar el salario y computarse como tal,
rio, 19S3. por lo que la prima es.solamente una gra-
(38) "Pogllanl, Nadir A., c. Club Atlético
Atlanta" 6-11-953, G. del T.. t. 28, pág. 52, Rosa-
rlo. 1954. (41) Antero de Carvalho, ]., "Regulamentacao
(39) "Vlllalba, Jacinto, c. Raclng Club", 19-2- das actividades do jogador de futebol", en rev.
952, L. L., t. 66, pág. 245, Bs. Aires, 1952. Legislaqao tío Trabalho, núm. 165. pág. 8, San Pa-
(40) "De Jonge, Rodolfo, c. Club Atlétlco In- blo, 1951.
dependiente", 25-7-952, L, L., t. 67, pág. 515. Bs. (42) Op. tít., pág. 101.
Aires, 1952. '431 Ibld., págs. 101 y 102.
tjficación dada antes a fin de obtener el DEPOSICIÓN. (V. DERECHO PENAL CANÓ-
jugador para el club. En vez de gratificar NICO.)
al deportista de acuerdo a la tarea que
realizó, se lo hace previamente, a fin de DEPOSITANTE.* Concepto. Depositante
asegurar su concurso y para que se desem- es la persona que entrega a otra (deposita-
peñe a gusto en la institución. No es, en el rio) una cosa en depósito.
fondo, más que una forma diferente de la Como dice De Buen, deponente o depo-
gratificación, común en el Derecho labo- sitante, se llama al que hace el depósito y
ral. depositario al que lo recibe (i).
b) El pase. También esta figura es típica Capacidad para ser depositante. Según
del jugador profesional de fútbol, pero no la ley, en principio, "la validez del contrato
impide que se dé en otras actividades de- de depósito exige de parte del depositante
portivas. y del depositario, la capacidad de contratar"
Según Calvo, una de las condiciones de (art. 2192). Si el depositante o el deposita-
este contrato es que, terminado el plazo de rio son incapaces, el contrato de depósito
contratación del jugador, el club tiene de- está afectado de nulidad; pero el Código
recho a renovar el vínculo. Ello permite que contiene normas especiales sobre las conse-
el club, que ha gastado tiempo y dinero en cuencias de esta nulidad, de las cuales va-
perfeccionar al jugador, pueda continuar mos a estudiar las atingentes al depositan-
disfrutando de sus servicios. Pero, sí otra te, dejando el estudio de las referentes al
institución ofrece a aquél beneficios mayo- depositario en la voz respectiva.
res que no puede darle el club que lo tiene Depositante incapaz. Si el depositante es
contratado, es justo que sea remunerado por incapaz, la nulidad del contrato sólo puede
ese sacrificio, y entonces surge el precio del ser planteada por él o sus representantes y
pase del jugador (•»•»). 43 no por el depositario (arts. 1049 y 1164 del
Para Rezende Puechí ), ningún club Cód. civil).
puede negarse a dar el pase al jugador, Si por el contrario, el depositante incapaz
pues ello importaría tanto como violar el o sus representantes optan por exigir el
derecho a trabajar, reconocido en todas las cumplimiento del contrato, el depositario
Constituciones modernas. queda obligado, de acuerdo con los términos
Es ésta una de las figuras características del artículo 2193: "si una persona capaz de
de este contrato, y que ha dado pie a la contratar acepta el depósito hecho por otra
objeción de que no se trata uno de especie incapaz, queda sujeta a todas la.s obligacio-
laboral. Hemos visto que no es así y sólo nes del verdadero depositario, y puede ser
slgnifiga que el contrato "sub examen" pre- perseguida por los derechos del depositante
senta características propias y diferencia- y por sus obligaciones como depositario, por
das, pero sin escapar a la órbita laboral. Es el tutor, curador o administrador de los
evidente que sería de desear existiese una bienes de la persona que hizo el depósito,
reglamentación especial para esta clase de o por esta misma si llega a tener capaci-
trabajadores, como las hay para toda una dad".
gama de profesiones, que contemple sus ca- Resulta, pues, que si un menor, una per-
racterísticas propias. Que en la actualidad sona afectada de interdicción civil, toman
haya matices que parecerían indicar que parte en un contrato de depósito en cali-
el contrato no sea de trabajo, no significa dad de depositante, este contrato será anu-
qus en realidad sea así. "Basta para recha- lable, con una nulidad relativa, es decir,
zarlo, recordar que la oposición entre el ser dejada a su opción (2).
y el deber ser es típica del Derecho, que ha Nuestro codificador siguió en esta materia
podido así caracterizarse como cabalmente al Código civil francés, el que en este punto
vlolable por esencia. Pero, en el presente se separó de Pothier. Para Pothier, si un
caso, su falsedad es mayor, ya que el De- menor que aún no tiene uso de razón o un
recho del trabajo es en sí mismo tuitivo y insensato entrega una cosa a otro, esto no
reformador" («). -, constituye un contrato de depósito, puesto
JURISPRUDENCIA. — La citada en «1 texto y notas. que no puede haber contrato entre partes
especialmente en el epígrate 9. si una de ellas no es capaz de consentimien-
BIBLIOGRAFÍA. — La indicada en el texto y nota*.
,.:* Por el Dr. JUAN M. FARIÑA.
144) Op. cít., pág. 10. (1) De Buen, D., Notas a la traducción española
145) Rezende Pueoh. L. R., "O Jogador proíls- del Curso elemental de Derecho civil, de Colín y
ílonal de futeboj e o passe livre", en rev. Legisla- Capltant, t. 4, pág. 569. Madrid, 1925.
500 do Trabalho, núms. 154-155, pág. 53, San Pa- (2) Colín y Capitant, Curso elemental de De-
blo, 1950. reffho civil, tirad. espaSoía, t. 4. pág. 544. Ma-
f (46) Borbagelata. op. cit., pág. 102. drid. 1925.
16, ni, por consiguiente, de contratar. Este derecho de uso o disposición sobre la cosa,
acto constituye para Pothier el cuasicon- como el locatario o usufructuario (?) .
trato negotiorum gestorum (&). Obligaciones del depositante. El contrato
De acuerdo con el arftculo 2193, el depo- de depósito es un contrato real, y por ello
sitario queda obligado como tal. A su vez, las obligaciones del depositante han sido
habiendo el incapaz, o su representante, cumplidas con anterioridad (entrega de la
optado por el cumplimiento del contrato, cosa) ; siendo, además, un contrato unila-
queda sujeto a las obligaciones que la ley teral, en principio sólo crea obligaciones a
impone al depositante, como ser el reem- cargo del depositario. Sin embargo, pueden
bolso tíe los gastos que por ley correspon- surgir obligaciones a cargo del depositante
den. a consecuencia de hechos sobrevenidos du-
Si el depositante incapaz opta por la nu- rante el depósito.
lidad del contrato, queda libre de "las obli- A estas obligaciones se refiere el artículo
gaciones que el contrato le impondría si el 2224 del Código civil, que dice: "El deposi-
depósito fuese válido" (art. 2196, 1a parte)'; tante está, obligado a reembolsar al depo-
pero aún así, el depositante queda sujeto sitario, todos los gastos que hubiese hecho
"a la acción de los gestores de negocios, si para la conservación de la cosa depositada,
por consecuencia del depósito, el deposita- y a indemnizarle de todos los perjuicios
rio, obrando útilmente, hubiese gastado que se le hayan ocasionado por el depósi-
algo ena la conservación del depósito" (art. to" (7). ' :
2196, 2 parte) ( < ) . Además, el depositante debe pagar la re-
Personas que pueden efectuar el depósito. tribución que hubiere ofrecido en forma
¿Quiénes pueden ser depositantes? Hemos espontánea a que se refiere el artículo 2183.
visto que en principio se exige en el depo- BIBLIOGRAFÍA. — La Indicada en el texto y notas.
sitante la capacidad general para contratar,
y que aun no existiendo esta capacidad, el DEPOSITARIO.* 1. Concepto. En el con-
contrato puede ser igualmente válido. Pero trato de depósito intervienen dos partes:
esto sólo no basta para que el contrato sea 1^ persona que efectúa el depósito se llama
válido. Es menester, además, que el depo- depositante; la persona que lo recibe, de-
sitante sea propietario del objeto deposita- positario.
do: "El depósito no puede ser hecho sino por 2. Capacidad para ser depositario. En
el propietario de la cosa, o por otro con su principio, "la validez del contrato de de-
consentimiento expreso o tácito" (artículo pósito exige de parte del depositante y del
2197). depositario, la capacidad de contratar"
Ahora bien, si el depositante no era pro- (art. 2192 del Cód. civ.). Si el depositante
pietario de la cosa, ¿qué ocurre? El artículo o el depositario son incapaces, el contrato
2193 nos da la solución: "El depósito hecho es nulo (arts. 1041 al 1043) ; pero en cuanto
por el poseedor de la cosa, es válido entre a las consecuencias de esta nulidad, el Có-
el depositante y el depositario"; pero dis- digo civil contiene disposiciones expresas
tinto ocurre entre las partes y el propieta- que varían según sea el depositante o el
rio de la cosa contra quien no puede ser depositario el incapaz.
invocado el contrato de depósito: "La per- Si el depositante es capaz y el depositario
sona que ha recibido en depósito una cosa incapaz, la ley otorga al depositante dos
como propia del depositante, sabiendo que derechos:
no le correspondía, no puede ejercer contra 1°) "La reivindicación de la cosa deposi-
el propietario ninguna acción por el depó- tada mientras exista en poder del deposi-
sito, ni puede retener la cosa depositada tario" (art. 2194, parte primera) (').
hasta el pago de los desembolsos que hu-
biese hecho" (art. 2199). (6) Salvat, B. , Fuentes de las obligaciones,
Es decir, que un depósito hecho en estas ed. 1954, t. S, pág. 495, núm. 2403.
circunstancias es válido entre las partes, (7) "En cuanto a los gastos — dice Lafaille,
t. 3, pág. 241, núm. 30Í> — el legislador los hr. li-
pero es inoponible al dueño del objeto y a mitado a los que tuvieren por finalidad !a cor.sw- *
los terceros interesados, como serían los vación de la cosa".
acreedores, quienes pueden pedir la nulidad "Habiendo guardado el depositario —aloe mi fa-
del contrato ( 5 ). llo — los bienes embargados en una casa, e! loca-
dor de ésta puede dirigir su acción contra el depo-
El depósito puede ser efectuado válida- sitante por cobro dé alquiler" (Cám. Civ. 1» O.p.
mente por toda otra persona que tenga un Fed.. 5-8-921. J. A., t. 7. pág. 126).

(3) Pothier. Du dépót. núm. 5. • Por el Dr. JUAN M. FARIÑA.


(4) Coní. Aubry y Rau, 5» ed.. t. 6, § 402. pá-
gina 129. (1) Aubry y Bau (5» ed., t. 2. * 219. nots 2.
• (5) Lafaille. H., Curso de contratos, ed. 1028, pág. S61. y t. 6, 5 402, nota 2, pág. 129) consideran
t. 3. cúm. 289. pág. 231. que en este supuesto no puede hablarse de acción
2°) "El derecho a cobrar al incapaz todo 19 obligación de guarda y conservación
aquello con que se hubiese enriquecido por de la cosa (arts. 2202 a 2204); 2° obligación
el depósito" (art. 2194 ¿re fine) ( 2 ). de respetar y guardar el secreto del depó-
3. Alegación de la nulidad por el deposi- sito, realizado en caja o bulto cerrado (arts,
tario, a) El depositario incapaz tiene el de- 2205 a 2207); 3? obligación de abstenerse de
recho de alegar la nulidad del contrato, de usar la cosa depositada (arts. 2208 y 2209);
acuerdo con los artículos 1049 y 1164 del 4° obligación de restituirla (arts. 2210 a
Código civil. Para este supuesto, el artículo 2217).
2195 dispone: "La persona incapaz, que ha b) Guarda y conservación de la cosa de-
aceptado un depósito de otra persona capaz positada: "El depositario está obligado a
o incapaz, puede, cuando fuese demandada poner las mismas diligencias en la guarda
por pérdidas o intereses originados por no de la cosa depositada, que en las suyas
haber puesto los cuidados convenientes pa- propias" (art. 2202).
ra la conservación de la cosa depositada, El contrato tiene por objeto y-fin princi-
repeler la demanda por la nulidad del con- pal la guarda de la cosa, constituyendo uno
trato". Pero, agrega el artículo, que el de- de los caracteres propios y definitorios del
positario "no puede invocar su incapacidad depósito.
para sustraerse a la acción de la restitu- El Código exige al depositario que ponga
ción de la cosa depositada" (art. 2195). la misma diligencia que en el cuidado de
b) Si el contrato de depósito se ha ce- las suyas propias; por lo que no es respon-
lebrado, aun padeciendo el depositario de sable de la fuerza mayor o del caso fortui-
vicios de consentimiento, en principio el to, sino cuando los hubiera tomado a su
contrato es válido, con lo que se viene a cargo, provocado por su culpa o se hubiesen
establecer una excepción a los principios originado hallándose el depositario en mora
generales (art. 2184, parte primera). Sin para la restitución de la cosa, conforme lo
embargo, habiendo el depositario padecido establece el artículo 2203.
error respecto a la persona del depositante, La ley hace así una excepción al princi-
o descubriendo que la guarda de la cosa pio de la apreciación objetiva de la culpa,
depositada le causa algún peligro, podrá base del sistema de nuestro Código civil,
restituir inmediatamente el depósito (3). corno una consecuencia de la idea que el
4. Obligaciones del depositario. El con- depositario hace un servicio gratuito ( < ) .
trato de depósito es unilateral, y por ello, "El depósito se hace a favor del donante
en principio, sólo crea obligaciones a cargo y no del depositante", dice el codificador
del depositario, las que varían según el en la nota al artículo 2202 (*).
depósito sea regular o irregular. El Código Nuestra jurisprudencia, ocupándose de
civil se ocupa en los artículos II y III res- este problema, ha declarado que el incendio
pectivamente. no puede alegarse como caso fortuito que
Estudiaremos, pues, bajo el número 5, las exima la responsabilidad del depositario
obligaciones del depositario en el depósito (empresa de mudanzas y depósito de mue-
regular y en el número 7 las obligaciones bles) , cuando el local —destinado para de-
en el depósito irregular. pósito— no cuenta con elementos para
5. Obligaciones del depositario en el de- combatirlo, tenía su instalación eléctrica
pósito regular, a) Noción: El Código civil deficiente, o no existía cuidador perma-
se ocupa, en los artículos 2202 al 2219, de nente en el local ( 6 ). En otros casos se ha
las obligaciones del depositario en el depó- resuelto que el depositario no responde por
sito regular, las cuales son: destrucción de la cosa si no se prueba que
ha habido culpa de su parte ( i ) . Un cri-
en reivindicación, pues sólo se trata de una ac- terio intermedio sostiene que el depositario
ción personal en restitución.
(2) "Contra lo que pareciera surgir del texto debe acreditar que ha empleado todas las
üel art. 2194 —dice A. Acuña Anzorena— las ac- precauciones o cuidados para prevenir el
ciones de reivindicación y de in rem verso no se incendio, y que éste tuvo una causa extra-
acuerdan para ser ejercitadas conjuntamente, sino ña, superior e inevitable (*). Concordante
una en defecto cié la otra. La de reivindicación, si
la cosa existe en poder del depositario; la de in. con este criterio, se ha establecido que co-
rem verso si ha salido de su poder" (Salvat, R.,
Fuentes de las obligaciones, 2* ed., t. 3, pág. 493, (4) Salvat. op. cit.. t. 3, núm. 2412. pág. 499.
nota 31 a. (5) "No se puede, en efecto, exigir a un amigo
(3) "Conviene observar que este precepto —di- que nos presta un servicio gratuito, que haga por
ce H. Lafaille, Curso de contratos, t. 3, pág. 218. nosotros más de lo que hace por si mismo", dicen
núm. 277—, contenido en la parte general del tí- Colin y Capitant (Curso elemental de Derecha ci-
tulo, reza tanto para el depósito voluntario como vil, t. 4, pág. 456).
pata el necesario, y se explica mayormente en el (6) Cám. Com. Cap. Fed., 20-9-950, L. t,.. t. 62.
último, donde las circunstancia no permiten ele- pág. 29;
gir ni muchas veces adoptar precaucione» para <7) L. L., t 62, pág. 29.
inspeccionar los objetos". (8) L. L., t. 55, pág. 544.
rresponde al dueño de su garage la prueba que rigen la restitución de la cosa deposi-
de que no le es imputable los daños pro- tada.
ducidos en el automóvil dejado en buenas I. Cómo debe realizarse la restitución:,
condiciones para su guarda (*). El depositario debe restituir "la misma e
El artículo 220-1 impone además al depo- idéntica cosa" (art. 2182 in fine) "en su es-
sitario la obligación de "dar aviso al depo- tado exterior con todas sus accesiones y
sitante de las medidas y gastos que sean frutos, y como ella se encuentre, sin res-
de necesidad para la conservación de la ponder de los deteriores que hubiese sufrido
cosa, y de hacer los gastos urgentes, que sin su culpa" (art. 2210).
serán a cuenta del depositante. Faltando a Es decir, que la restitución comprende:
estas obligaciones, es responsable de las a) La misma e idéntica cosa;
pérdidas e intereses que su omisión cau- b) Las accesiones y frutos de la cosa.
sare". La obligación de restituir la misma cosa
O Respetar y guardar el secreto del de- admite una excepción, y es la que consa-
pósito realizado en caja o bulto cerrado: gra el artículo 2212 del Código civil. "Los
Si el depósito ha sido realizado en caja o herederos del depositario, que hubiesen
bulto cerrado, la obligación de guarda y vendido de buena fe la cosa mueble, cuyo
conservación comprende asimismo "la de depósito ignoraban no están obligados sino
no abrirlo, si para ello no estuviere autori- a devolver el precio que hubiesen recibido".
zado por el depositante" (art. 2205). El Si los herederos hubiesen donado la cosa,
artículo 2206 dice que la autorización se nada deben restituir por no haber recibido
presume, en caso necesario, en los siguien- valor alguno 0°).
tes casos: II A quién debe hacerse la restitución:
1? "Cuando la llave de la caja cerrada El artículo 2211 del Código civil determi-
le hubiese sido confiada al depositario". na a quién debe restituirse la cosa deposi-
2° "Cuando las órdenes del depositante tada:
respecto al depósito, no pudieran cumplirse 19 "Al depositante"
sin abrir la caja o bulto depositado". 29 "Al individuo indicado para recibir el
La obligación de no abrir la caja o bulto depósito".
cerrado, tiene como complemento la de 39 "Si el depósito ha sido hecho a nom-
guardar secreto, que consagra el artículo bre de un tercero, debe ser restituido a
2207. cuando pese a la prohibición de abrir- éste".
la, por cualquier otro acontecimiento, el 49 En caso de muerte de las personas
depositario llegare a conocer su conteni- indicadas, "a sus herederos", dice el artícu-
do. lo 2211, primera y segunda parte in fine,
d) Abstención del uso de la cosa depo- en forma ciertamente ambigua (").
sitada: El contrato de depósito regular, Salvat da a entender que la devolución
confiere al depositario la guarda de la cosa debe efectuarse a los herederos del depo-
(art. 2182), pero no el uso de ella. Así lo sitante o de la persona indicada, según sea
determina expresamente el artículo 2208, el caso. Machado, por el contrario, sostiene
salvo que tuviera permiso expreso o pre- que la persona indicada para recibir el de-
sunto del depositante. pósito, no desempeña otro papel que el de
En el artículo 2209, el Código establece mandatario, de modo que "si la persona
las sanciones aplicables al depositario que indicada hubiera fallecido, la entrega debe
sin consentimiento del deponente, usa las hacerse al depositante y no al heredero de
cosas entregadas en guarda. la persona indicada; porque el mandato ha
19) si el depósito consistiese en una concluido con la muerte del mandata-
suma de dinero, el depositario "pagará los rio" (12).
Intereses de ley como mutuario a titulo one- Si los herederos no se pusieren de acuer-
roso" (art. 2209, parte segunda). do para recibir el depósito, "el depositarlo
2?) Si se trata de cosas que no sean di- debe ponerlo a la orden del juez de la su-
nero, el depositario "es responsable por el
alquiler desde el día del contrato como lo- (10) , Zacharie, t. 5, § 736, nota 11, pág. B; Bau-
ttry Lacantinerie y Wahl, núm. 1125; Salvat, Fuen-
catario" (art. 2209, parte primera). tes de las obligaciones, núm. 2427.
e) Restitución de la cosa depositada: La (11) La Sup. Corte de Bs. Aires ha dicho que
restitución de la cosa depositada constituye "el art. 2211 del Cód. clv., cuando establece que
un elemento esencial del contrato. Así lo «el depositario debe hacer la restitución al depcwi-
tante, o al Individuo indicado para recibir el de-
dice el Código civil en el artículo 2182, y eredenfcs
pósito, o a sus herederos» se refiere a los heredero^
se desprende de la naturaleza propia de la del depositante y no a los herederos del terca*
institución. Corresponde analizar las reglas indicado para recibir el depósito" (Lo Leyy, t «J
pág. 224).
(12) Machado, t. 6, pág. SI. En igual sentido,
(9)
i g u i e n t eUerena.
G. del F., t. 200. pág. 102.
S P á g i n a i

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